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CARRERA
LABORATORIO CLÍNICO
INTEGRANTES:
BRIONES CEDEÑO KARLA NICOL
GARCÍA ESPAÑA SHARON NAILET
OCHOA LOPEZ SOPHIA ALEJANDRA
QUIÑÓNEZ CARVAJAL MARÍA ISABEL
ZAMBRANO LUCAS MARÍA ALEXANDRA
OBJETIVOS ESPECÍFICOS
Identificar los tipos de errores más frecuentes en la fase pre-analítica.
Reconocer los efectos que ocasionan los errores pre-analíticos y las posibles
estrategias para la reducción de estos en la primera fase del procesamiento de las
muestras.
INTRODUCCIÓN
Los procesos en donde se obtiene la información, son parte del protocolo que el
laboratorio toma en cuenta; sin embargo, estos procesos de análisis son vulnerables a
error y aunque hoy en día la tecnología ha facilitado la movilidad y reducido el número
de errores, sigue siendo necesario que se lleve una organización dentro del área (1).
Una gran parte de estudios ponen en manifiesto que la mayor cantidad de errores
ocurren en la primera fase denominada fase pre-analítica. Es una etapa que sigue un
orden cronológico e inicia desde la solicitud de un examen por parte del clínico, la
preparación del paciente, la toma de muestra y su debido transporte tanto dentro como
fuera del laboratorio; todo este proceso finaliza cuando empieza el procedimiento
analítico y luego el post analítico, en donde también se sostiene el foco de control de
calidad. La fase de pre-análisis es una parte imprescindible en donde intervienen
mayormente los profesionales, desde quien ejecuta la petición hasta quien transporta la
muestra al laboratorio, por tal razón, ese periodo se considera el más crítico, porque no
es seguro que todos tengan en mente el instructivo o el manejo correcto del material en
cuestión (2).
¿Y qué sucede con la calidad de los resultados? Disminuye. Los errores que lleguen a
existir, deben ser identificados con urgencia. Es indiscutible que una muestra que
incline al rechazo, generaría volver a solicitar el proceso, lo que implicaría también, sin
duda, una demora en el resultado. Es un tiempo muy valioso el que se ve arriesgado en
ese momento y que pone en conflicto al paciente al no ser diagnosticado con rapidez
para conocer su estancia hospitalaria o la gravedad de su enfermedad.
JUSTIFICACIÓN
Se reconoce que el laboratorio clínico y los resultados analíticos, son la principal fuente
de información valiosa para la toma de decisiones médicas o clínicas y, por tanto,
influyen de manera relevante en el proceso de atención al paciente relacionado con el
diagnóstico, tratamiento, seguimiento y monitorización del tratamiento.
El proceso de análisis está comprendido por las fases pre-analítica, analítica y post-
analítica; si existen procedimientos que no se ejecutan adecuadamente, se producirán
errores. Los errores pre-analíticos ocurren con mayor frecuencia que en el resto de las
fases de los exámenes de laboratorio y sus causas pueden ser atribuibles a una deficiente
formación del personal, a la falta de conocimientos sobre las condiciones adecuadas
para tomar una muestra, así como a los pacientes que no cumplen con las condiciones
pre-analíticas. Estos errores pueden afectar los resultados del examen y provocar
eventos adversos ante el riesgo de su incorrecta interpretación por parte del médico, lo
que tendrá un impacto directo en la salud del paciente.
Tomando en consideración que son muchos los errores que existen en esta primera fase,
surgió el interés por realizar esta investigación para determinar el impacto que ejercen
estas variables sobre los resultados de laboratorio y poder influir positivamente en los
profesionales responsables aportando información y posibles soluciones, siendo ellos
los principales beneficiarios de este trabajo investigativo; ya que es importante que el
personal del laboratorio y de salud en general, sepan la transcendencia que la actividad
de este servicio tiene.
PLANTEAMIENTO DEL PROBLEMA
En diversos estudios a nivel mundial, se reconoce como la etapa con la tasa más elevada
de errores, a la etapa pre-analítica con un 46-68.2%, en segundo lugar se tiene a la etapa
post-analítica con un 18.5-47% y por último, a la etapa analítica con un 7-13%. Siendo
así que, entre los principales errores de la primer fase se hallan la mala condición de la
muestra, muestra insuficiente, muestra incorrecta, identificación incorrecta y el
inadecuado transporte y conservación de la muestra (3); y es gracias a una encuesta
realizada por la Federación Europea de Química Clínica y Medicina de Laboratorio
(FEML) para la fase pre-analítica (4), que se constató que las causas por las que no
existe un control adecuado de los errores pre analíticos son: falta de recursos humanos,
problemas técnicos, infraestructura, cantidad de muestras analizadas, desconocimiento
de la necesidad de dar seguimiento.
En su artículo San Miguel Hernández et al. (5), dan a conocer que en un Estudio
Nacional sobre los Efectos Adversos ligados a la Hospitalización (ENEAS), se pudo
evidenciar que el 25-30 % de los errores dentro del laboratorio afectan de forma directa
al cuidado del paciente, por otro lado un 6-18 % causa efectos adversos en los mismos.
Además, se tiene presente que alrededor de 75-84% de los errores son prevenibles y
evitables por el humano.
MARCO TEÓRICO
El procesamiento de todas las muestras en el laboratorio clínico está compuesto por tres
etapas o fases, estas son la etapa pre-analítica, la etapa analítica y la etapa post-analítica.
Sabiendo esto, es que se reconoce a la fase pre-analítica como aquella fase pre-
metrológica y pre-examinatoria (1), que va a incluir todos los pasos mencionados
anteriormente y que, por ende es una fase muy amplia, cuyos procesos se llevan a cabo
tanto fuera como dentro del laboratorio clínico.
Caben mencionar que, existen diferentes clasificaciones de los errores según se haga la
clasificación en función de la fase en la que se producen (errores de la fase pre-
analítica, de la analítica y de la post-analítica), la localización, el impacto que pueden
tener potencialmente sobre el paciente, etc. (1). Especialmente en la primera etapa, es
importante tener presente que son diversos los factores que pueden influir
negativamente en este hecho y estos pueden depender del paciente o del personal de
salud. A continuación se describen los distintos errores de la fase pre-analítica y sus
repercusiones en la calidad de los resultados.
Errores en la solicitud de exámenes y su utilización inapropiada
Estos son cometidos por el médico solicitante al realizar la petición, pues la existencia
de nuevos recursos tecnológicos ha ocasionado que se olviden de la esencia de la
clínica, requiriendo para poder llegar a una conclusión diagnóstica, el uso cada vez
mayor de pruebas que son consideradas como complementarias y que hoy en día se
solicitan de forma indiscriminada, causando la sobreutilización de las mismas; así
también se suele solicitar pruebas que no son compatibles. Por ejemplo: solicitar la
medición de la concentración de masa de semenogelasa («antígeno específico de la
próstata») en el plasma de una mujer (1,5). Otras fuentes de error en las solicitudes es la
letra ilegible, fallas en el informe a los pacientes de las condiciones pre-analíticas que
deben cumplir y que el paciente no cumpla con las condiciones pre-analíticas requeridas
(6).
Los errores en la identificación del paciente es uno de los problemas que tiene mayor
índice de factor de riesgo en provocar un evento adverso en el paciente (5). Estos
errores se pueden dar por dos causas diferentes: por falta de información y por
identificación incorrecta del paciente. En cuanto a la primera causa, la identificación
puede estar incompleta en diferentes puntos de la misma, tal como el nombre o número
de historia del paciente, del motivo para realizar examen, del médico solicitante, del
diagnóstico, etc.; este tipo de error es fácil de identificar a tiempo. Sin embargo, la
segunda causa de error, es cuando se identifica una muestra clínica de un paciente con
los datos de otro, trayendo consecuencias muy perjudiciales, pues implica el cruce de
resultados entre dos pacientes que podría repercutir de forma negativa en ambos (1).
Son los errores que más frecuentemente se producen en la fase pre-analítica, siendo la
principal fuente de error la acción humana y la mayoría de estos errores podrían ser
prevenibles, entre estos se tiene a:
Las interferencias por medicamentos o alimentos; tiempo de ayuno insuficiente; hora de
extracción sanguínea inadecuada (pues algunas propiedades biológicas están sometidas
a los ritmos circadianos); posición incorrecta durante la extracción sanguínea; doble
punción o punción traumática; asepsia defectuosa; contaminación de la muestra clínica
con aditivos u otras soluciones; hemólisis, ya sea por posición incorrecta del paciente al
momento de la extracción, o a su vez, por una mala elección de la vena en la que se
realizará la punción; utilización de los tubos en un orden inadecuado o extracción con
recipiente incorrecto; mezcla u homogeneización insuficiente de los tubos con
anticoagulantes; falta de aditivos en la muestra clínica; incumplimiento de la relación
anticoagulante/muestra; volumen insuficiente de la muestra clínica, dada por el derrame
de esta en el caso de la orina o una recolección insuficiente en el caso de la sangre;
muestra coagulada, por no poseer aditivos, no realizar una correcta agitación del tubo o
por la demora en el proceso; muestra extraviada, que sucede cuando el personal de
laboratorio no coloca en un lugar adecuado y ordenado las muestras tomadas o
receptadas (1,6). De hecho, algunos estudios demuestran que el principal error en toda
la fase pre-analítica es la toma de muestra con un anticoagulante inadecuado o la
cantidad insuficiente de la muestra (50,9% de errores técnicos detectados) (6).
Es importante recordar que existen tipos de muestras clínicas que deben ser recogidas
por el paciente y transportadas por el mismo al laboratorio, por lo que debe detallarse al
paciente los protocolos o instrucciones, de manera sencilla y de preferentemente por
escrito (5).
Lo que puede ocasionar una muestra mal recogida, es la interferencia en los resultados
y provocar daño al paciente influenciando para la toma de decisiones, causándole, en el
mejor de los casos, la molestia de volver a someterse a la toma de muestra. Así como
también, la formación de equimosis, hematomas u otras afectaciones.