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Artículo Festardor 2019

El mes de octubre celebró su comienzo con la ya séptima edición del Festardor, un


festival cargado de diversión, buen ambiente y, sobre todo, buena música. 

Tres escenarios, tres ambientes que conformaban un único fin: pasarlo bien. Y así fue!
Desde el miércoles nueve de octubre hasta el sábado doce, el Port de Sagunto se
convirtió en un auténtico mundo paralelo donde todas sus calles estaban repletas de
jóvenes, muy jóvenes procedentes de muchas provincias. 

Desde los dieciséis años hasta edades bien avanzadas, este año el Festardor ha calado en
la mente y cuerpo de muchas personas. Desde Huracán Romántica hasta Soziedad
Alkoholika el miércoles. A pesar de algún que otro fallo técnico sobre las luces del
escenario, el festival había lanzado el pistoletazo de salida en su nueva edición. 

De esta manera, Jazzwoman fue la encargada de iniciar bien temprano la jornada del
jueves. Poco a poco la gente iba llenando cada rincón del gran recinto que se había
organizado este año, aunque no fue hasta bien entrada la noche cuando el público se
atrevió a saltar y gritar con Narco, Gritando en silencio, The Locos o El tío la careta. 
Eso si, los alrededores del festival y las diferentes situaciones del camping, estaban
repletas de jóvenes que aún se estaban decidiendo si entrar o no al recinto. 
Fue un jueves cargado de luces, de rebeldía y de notas de desamores, de queja social y
de la vida misma. 

Así, como pronto, llegaba el viernes. Con la mirada puesta ya en el fin de semana, las
expectativas aumentaban en cuanto a la cantidad de asistentes. 
Con el sol apretando bien fuerte y una escasa pero intensa presencia de público,
Komsumo Respeto comenzó a sonar sobre el escenario Negrita. Mucha fuerza sobre el
escenario y es que, hay situaciones en las que no hace falta que haya gran cantidad de
público si el que hay presente, genera una marea de calor y cariño hacia la banda. 

Aún con esas, con Iratxo, El niño de la hipoteca o Green Valley, llegaba la noche y el
buen ambiente. Caras jóvenes de emoción, de entusiasmo y de felicidad. El Port de
Sagunto estaba de fiesta, y qué menos que brindar por el disfrute y, sobre todo, por tener
los oídos llenos de buena música. 
Los de Marras, Hora Zulú y Desakato, toda una mezcla  de grandes y míticas bandas.
No cabía un alfiler, ni física ni sentimentalmente. Con el mítico salto de Pepo, el rock
puro de Agustín and company y las notas locas de los de Granada, se alcanzaba la
media noche del viernes. Una velada que acababa con Kaos Urbano y Def con dos,
quienes, como duendes  rebeldes sobre el escenario, hicieron vibrar el Festardor y
revelarse ante el sistema político y social de la actualidad. 

Pero el tiempo pasaba demasiado rápido en aquella localidad de Valencia. Nada más
alcanzar las cinco y media de la tarde, Nuc ya sonaba sobre las tablas. Sin embargo,
pronto le dio el relevo La Regadera con una auténtica y animada puesta en escena, con
mucho instrumento y mucha buena música presidiendo el Cutty Sark. 
Tanto fue así, que hasta se atrevieron a invitar a algún o alguna que otra asistente a
beber de una propia regadera. Instrumentos de viento entre el público, minis de cerveza
y calimotxo y La Regadera quemando el Festardor. 

El ambiente estaba más que caldeado cuando Sons of Aguirre & Scila comenzaron a
retumbar. El público, muy entregado, no cesaba en corear cada tema que sonaba. Había
ganas de escucharlos y si, resultó bastante emocionante y enérgico. 

Los valencianos Prozak Soup, con el andaluz Juanito Makandé y los franceses Dub inc.
Con estos últimos, no faltaba el buen rollo, los movimientos enérgicos sobre el
escenario y la conexión con el público. Desde luego, desde el minuto cero que salieron
hasta que se despedían de todo el festival, fue una auténtica y entrañable actuación. 

Pero los Skap estaban preparando sus trompetas. Seguridad máxima, gestos de ansia y
entusiasmo y.. acción! Todo el festival saltando y moviéndose sin preocupación alguna.
A penas se alcanzaba la media noche, y a pesar de la carga de varios días sin haber
hueco para el descanso, los asistentes estaban en una euforia maxima. No había cabida
para nada más: cerveza, amigos y amigas, disfrute y ser feliz con la música. 

Y con la música de Funkiwis se continuaba con la fiesta. Los valencianos salieron a


quemar el escenario con su tan personal y atrevida música, con la pura esencia de la
banda. Auténticos y con la fuerza por las nubes. El recinto a reventar y las luces
presenciando cada momento de cada uno de los componentes. 

Mucha conciencia social y política a lo largo de los cuatro días en el Port de Sagunto.
Bandas como KOP eran las encargadas también de sacar la parte más reivindicativa del
público. Como siempre, entre canción y canción no faltaban palabras de denuncia y
queja ante la situación actual. El Festardor quería casi poner el último remache final con
algo que marcara a todos y cada uno de los y las jóvenes que asistieron. 
¡Y vaya si lo hizo! El mítico Chimo Bayo daba movimiento a su mesa de mezclas y a
sus luces verdes para hacer vibrar todo el recinto. 

Un rollo totalmente diferente, pero recordando años posteriores incluso momentos


divertidos vividos. 

El Festardor llegaba a su fin con una sensación de lleno total en las mentes y cuerpos
del público. El festival se convirtió en una reflexión musico - social muy activa en la
que, cada persona que formaba parte de esta gran celebración se marchaba a casa (o al
camping) con las pilas y la mente bien cargadas de energía. 

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