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La primera jornada de los diez años del festival nos dejó muchas anécdotas que pasarán a la
historia..
Poder femenino
Silvina Moreno de Argentina, Ximena Sariñana de México, Mabiland de Colombia y
MULA de República Dominicana dejaron claro, a través de sus canciones, que el poder
femenino desde la música está vigente y que su mensaje es claro y debe ser escuchado.
Celebremos porque las mujeres siempre estén en nuestros oídos y corazones.
Público fiel
El estéreo picnic nos ha acostumbrado a madrugarle a los festivales para apoyar a las
bandas desde temprano, para disfrutar de las activaciones y para conocer a largo y ancho
todas las ofertas culturales y gastronómicas que hay año tras año.
Tras diez ediciones, el Festival Estéreo Picnic ya tiene argumentos de peso para
consolidarse como referente en la región y como efecto transformador en el gusto y la
producción local.
Este año fue realmente gratificante darse cuenta de cómo las cosas pueden cambiar, y cómo
dejamos de ignorar a la gran mayoría de nuestros artistas por estar fijándonos únicamente
en los referentes anglo que durante mucho tiempo nos entregó la radio. En total, fueron más
de 20 las agrupaciones colombianas que se apropiaron de las tarimas del festival.
Sorprendió que la gente se supiera la mayoría de sus canciones (muchas ni suenan en
emisoras), y que incluso las que tuvieron la responsabilidad de dar inicio a cada nueva
jornada del Esereo Picnic, tuvieran el poder de convocar cantidades significativas de
público.
Se les notó a todas que trabajaron duro para preparar un show de muy bien nivel. Sus
atuendos, sus visuales y el ritmo que le dieron a cada uno de los espectáculos fueron muy
acertados y bien planeados. Aunque dicen que el pago destinado para ellas fue bastante
reducido y más simbólico que cualquier otra cosa, las nacionales se tomaron muy en serio
su compromiso con el festival y en ningún momento se les vio como los “teloneros” que
estaban ahí para rellenar tiempos muertos y para calentar el ambiente para recibir, ahí sí, a
grandes por las que todos habían pagado por ver. Algunos, incluso, reforzaron el show con
invitados en tarima, como en el caso de Esteman, que tuvo a Juan Pablo Vega y a Ximena
Sariñana, Irie Kingz que llamó a su paisano Jiggy Drama, y Pedrina, quien sumó en un
momento, a Martina La Peligrosa.
Arctic Monkeys es una de las bandas más influyentes de la música de este siglo. Por eso,
las expectativas para verlos eran altas. Mientras algunos quedaron con gran satisfacción
después de I Wanna Know?, ¿R U Mine? o Brianstorm, otros no quedaron tan satisfechos.
Y no fue por la llamada “arrogancia” de Alex Turner al no interactuar con el público entre
canciones de la que muchos se quejaron en redes sociales (lo mismo les criticaron la
primera vez que vinieron en 2014), sino por el sonido del más reciente álbum de la
banda, Tranquility Base Hotel & Casino, alejado de las guitarras poderosas que nos
enamoraron de ellos. De cualquier manera, por su influencia y la presencia de Turner en el
escenario, Arctic Monkeys es una de esas bandas que sí o sí hay que ver en vivo.
LA NUEVA (Y CHISTOSA) OLA DEL INDIE CRIOLLO
En el show de ha$lopablito llovieron tarjetas Tu Llave mientras que Nicolás y los
Fumadores agradecían a Sarmiento Ángulo, el Grupo Aval y al público de Briceño. Hay
una movida de bandas que, detrás de los interludios y las letras humorísticas, nos están
invitando a esculcar en la corrupción, le desigualdad y las precariedades de la vida en la
ciudad. Bandas como Nicolás y los fumadores, The Kitsch, Quemarlo todo por error,
Margarita Siempre Viva, Las Yumbeñas y ha$lopablito son el síntoma de una generación
que ve de un modo distinto su construcción como artistas.
EL HIP HOP
Durante estas diez ediciones, Estéreo Picnic siempre ha reservado un pequeño lugar para
los actos de rap. En sus primeras versiones cada año sumaban entre uno o dos shows de hip
hop o géneros afines. Calle 13 fue uno de los headliners en el cartel de una segunda edición
en la que aparecían también, en letras más pequeñas, Jiggy Drama o Profetas. Y por esas
líneas menos legibles pasaron también Alcolirykoz, Crew Peligrosos, Tres Coronas o Los
Petitfellas.
Pero fue solo hasta 2016 que apareció un rapero de la vieja guardia como headliner. Una
inclusión que no solo implica llenar con uno u otro el letrero, sino que implica hacer una
inversión mayor por el representante de un género. Fue Snoop Dogg. Ese año, también
repitieron Los Petitfellas y no hubo más rap. Entre 2017 y 2018 se fue incrementando la
cuota: Wiz Khalifa, Tyler, the Creator y De la Soul hicieron presencia. Ahora, sin duda
alguna, la de 2019 será recordada como la edición del rap. Primero, porque el headliner fue
Kendrick Lamar, el ícono más grande del hip hop en la actualidad; reconocido, entre
muchas otras cosas, porque ganó un premio Pulitzer. Pero también porque los que
experimentan con el rap desde este lado del charco fueron más, jalaron mucho público y
recibieron ovaciones: fueron Alcolirykoz, Mabiland, ha$lopablito, Rap Bang Club y
Apache; todos artistas independientes.
BEATS MADUROS
Al lado del hip hop, la música electrónica se ha consolidado como una de las protagonistas
permanentes del Estéreo Picnic. Los más duros de los más duros han estado presentes;
desde lo hipercomercial con representantes de la talla de Tiesto, Calvin Harris, Diplo o Jack
Ü, hasta lo underground, lo experimental y lo que se está casando con ritmos folclóricos
latinoamericanos. En este 2019, si bien hubo DJ llena-tarimas como Tiësto o Zhu, una
electrónica más madura, profunda y arriesgada que en años anteriores llegó a la
programación. Encabezados por los fundamentales y pioneros Underworld, actos como Jon
Hopkins, Mitú, La Payara, DJ Koze, Las Hermanas y otros DJ del Domo Budweiser – y
hasta Rufüs du Sol–, trajeron a Colombia sonidos como el tecno, el deep o acid house, el
ambient o el IDM. Una refrescante sacudida a un panorama donde los beats ya se estaban
volviendo reiterativos entre tanto manoseo comercial.
GRUPO NICHE