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LEYENDA VIVA
Investigación y compilación: Alejandro Moreno
Fundación Editorial El perro y la rana, 2018 (digital)
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Ilustraciones
Henry Rojas
Edición
Alejandro Moreno
Correctores
Vanessa Chapman
Francesco Sarpi
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boca sonora de un cuatro. Su hermano serenata. Que ninguna noche se ponga
menor lo acompaña con otro cuatro y a llorar porque en su balcón no se es-
dos amigos más ensanchan la música: cucharon los arpegios serenateros que
un aguinaldo se desparrama también arrullan sin sombra y sin polvo. Que to-
río abajo. La música para ellos es un das las luces del mundo se encierren
pacto para mostrar todo el caudal de en la melodía de una dulce serenata
sensibilidad y emoción que puede des- de provincia. Que todas las voces re-
prenderse de cuatro voces y algunos suenen en la humildad y el candor que
instrumentos. sube por la ventana y se hace amor en
A las ocho de la noche ya el sereno cuatro voces serenateras.
que viene del río ha refrescado el corre- Tres días después, un sancocho a
dor de la casa y, cómo no, también lo orilla del río es el abreboca de una nue-
refresca la cerveza que ya a esa hora va parranda, que es como decir una
está fría. Necesario es que la música vieja parranda, un bochinche de siem-
sea la protagonista, no hay problema pre. Toda parranda es una continua-
para ello. Una parranda pide abrirse ción de la primera palmada y la primera
paso en el bullicio de Ciudad Bolívar y risa, del primer trago de ron melódico
se le concede el permiso. La bullanga y cómplice. En esa parranda viven to-
de la casa, dulce y picarona, recuerda das las parrandas. La energía que surte
que estamos en diciembre y que pron- de algarabía la próxima reunión. Así, de
to será otro año, por lo cual hay que parranda en parranda, fue cociéndose
apurar el paso para que ese nuevo ciclo a fuego lento una Serenata Guayanesa
no nos agarre desprevenidos. que más nunca se detuvo. Una melodía
Las noches son de serenatearles a que se escurriría en el imaginario musi-
las muchachas y a las no tan mucha- cal venezolano.
chas. Serenatearle al llanto de la luna, Muchos destinos y muchas lunas 13
serenatearles a las mariposas y a los abren caminos desde la música, que
murciélagos, que nadie se quede sin su es lo mismo que decir desde el sentir
de los corazones. Una melodía que se transcurrir del país. Uno debe siempre
haga mujer en la voz del pueblo nece- mirar atrás y vibrar con lo que ha que-
sariamente será una puerta para ver dado a la vera del camino.
nuestra alma. Esa alma que requiere de Cuando nació Serenata Guayanesa,
cosas sencillas y tiernas para mante- nació también un sentir, una manera de
nerse viva. No es verdad que las almas decirle al país que la sensibilidad es una
viven por siempre. Sí mueren las almas, forma de hacer Patria (tal vez una au-
si las matamos de olvido y alienación. téntica y perdurable) y de involucrarse
Y eso es contra lo que ha luchado nues- con todo lo que vibre en clave de músi-
tra Serenata Guayanesa durante todo ca y parranda. Irrumpiría Serenata con
este tiempo, al mantener viva nuestra sus voces, con sus cuatros y su tambor
alma venezolana, gracias a su tesón, a para decirnos que esta casa bonita y
su ternura y a su valentía. Los mucha- grande que llamamos Venezuela tiene
chos de Serenata han sido una cande- a unos hijos dispuestos a recorrerla.
lita dulce en medio de la oscurana que No por casualidad ha sido precisa-
muchas veces amenaza, pero que no mente de Ciudad Bolívar de donde han
hay que dejarla que nos eche vaina con venido estos cuatro muchachos, de esa
su sombra y su ignorancia. tierra bendita, crisol de maravillas. Tierra
donde entromparon aventureros, intran-
SERENATA GUAYANESA: quilos y serenos inmigrantes de lumino-
LOS MUCHACHOS DEL ORINOCO sa estirpe. De ese caldo prodigioso nació
Las buenas historias siempre vale una tradición musical de la cual vienen,
la pena recontarlas, en sentido no solo por ejemplo, el gran Antonio Lauro, el ju-
de volver a narrarlas, sino en el de ha- glar de Ciudad Bolívar Alejandro Vargas,
14 cer un imprescindible inventario de lo el ocurrente Félix Mejía y todo un largo
vivido, de lo soñado, de lo aprendido. linaje de serenateros y noctámbulos de
Un recorrido vital que no es más que el la melodía que hicieron de la antigua
Angostura un lugar privilegiado para la han enseñado tantas cosas. Una peda-
música. Bueno, de allí viene Serenata gogía del alma que con los serenatos
Guayanesa. se ha regado por toda esta geografía
Ahí va entonces este libro para ce- hecha de matas de mango, flores, gua-
lebrar: para celebrarlos y celebrarnos. rapo, arepa y bochinche bonito. Ojalá
Aquí está un poquito de esa esencia ve- por mucho tiempo más sigamos te-
nezolanisísima (volvamos a exagerar niendo con nosotros a estos buenmo-
los síes), porque si algo podemos cali- zos de la vida que llamamos Serenata
ficar como venezolanísimo a es defini- Guayanesa. Muchachos, Venezuela en-
tivamente a estos cuatro muchachotes tera los abraza y celebra con ustedes
que con su música y su ternura nos estos 45 años.
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Miguel Ángel y Mauricio
llegan con César e Iván,
de la música el volcán,
y es el momento propicio
para que demos inicio
a esta celebración
que nos llena de emoción,
de emoción venezolana
canta el gallo en la mañana,
canta con gran devoción.
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Serenata para una niña
y el diente roto de su hermano
ESMERALDA TORRES
EN VIENTO DE AGUA NO HAY NAVIDAD SIN los escenarios donde recuerdo haber-
SERENATA GUAYANESA los oído en mi infancia y adolescencia.
En mi casa, la Navidad comienza el Habrá un viaje final, en el cauce del
5 de noviembre, fecha del cumpleaños río padre, junto a las boras lilas magní-
de José, mi compañero de vida. Se ficas que habitan la Laguna del Medio.
arranca la celebración oyendo aguinal- Y en ese viaje, la voz de Iván Pérez
dos y elaborando las primeras halla- Rossi y los otros serán el fondo musi-
cas del año. Se preparan y se disfrutan cal para una despedida. Agradecida
bajo el amparo de las voces de ese estaré por siempre por habernos da-
grupo amoroso que tanto le ha dado a do tanto a los guayaneses y a los ha-
este país. Si alguna grandeza tenemos bitantes de esta Patria que es mejor
como pueblo los venezolanos, esta también por ellos.
radica, principalmente, en nuestros
músicos y en nuestros poetas. Y en LO QUE YO CREO QUE OCURRIÓ
eso Serenata Guayanesa ha dictado Considerando que yo nací en el año
cátedra. Nadie nos representa mejor y 1967 y que Serenata Guayanesa na-
no es simple orgullo por mi gentilicio. ció en 1971, puedo afirmar que en
Tengo la seguridad de no exagerar. Y verdad nacimos juntos, la noche en
ese malecón, a orillas del Orinoco, lo la que por primera vez los escuché 19
sabe: la Concha Acústica, el Museo cantar en el Museo Jesús Soto, en
Jesús Soto, la Plaza Bolívar y todos un concierto con Morella Muñoz y la
gente de la Cuerda de Carmito: David y cuando le pregunté a mi madre (ya tie-
Cheo Hurtado como músicos y María ne 84 años) para refrescar lo que ocu-
Esther como solista. Por los años se- rrió esa noche me dijo: “¡Muchacha,
tenta, mi mamá trabajaba como secre- y cómo me voy a acordar de eso que
taria en la Casa de la Cultura de Ciudad ocurrió hace tanto tiempo!”.
Bolívar, que dirigía la poetisa Mimina Pero de verdad verdad, lo que quiero
Rodríguez. Mi mamá tenía que ir al con- decir con esto es que, para mí, Serenata
cierto porque era parte de su trabajo Guayanesa existió desde siempre.
y, para no dejarnos solos en casa, nos
llevó a mi hermano y a mí. Nosotros LO QUE SÍ OCURRIÓ
vivíamos en el barrio La Shell, a orillas Un mediodía, mi hermano llegó de
de la Laguna del Medio, y como era la escuela Juan Bautista Farreras con
relativamente cerca, nos fuimos cami- un diente menos. Había tenido una pe-
nando hasta el Museo. Recuerdo a las lea con Ricardito, un niño vecino, a la
mujeres vestidas con aquellos trajes salida de clases y en una caída, poco
largos de muselina, llamados maxis, y digna supongo, estrelló uno de los dos
a los hombres trajeados con sus paltós incisivos contra el pavimento. Perder
y camisas almidonadas. Era una gran su sonrisa perfecta le costó menos
noche, una gran gala, y todos sacaron que enfrentar a mamá y fue esa su
a pasear sus mejores pintas. Algunas primera lucha cuerpo a cuerpo con
mujeres con pelucas y una que otra la vida. Luego del almuerzo se fueron
20 con guantes y mitones. Confiemos en rumbo al odontólogo a reparar la pe-
que todo esto ocurrió así, porque yo no lea con el asfalto victorioso. Vale decir
invento; está en mi memoria; además que Ricardito siguió siendo el mejor
amigo de mi hermano. Me quedé en en el malecón del Paseo Orinoco, en
casa, esperando el regreso de un her- una Feria de la Sapoara. No partía tan
mano ahora defectuoso, quien de allí sola entonces: el Orinoco a la espal-
en adelante siempre sonrió con los da y una canción como bastimento
labios apretados. Semanas después no son poca cosa. Otra vez Serenata
recuperó lo que le faltaba a su diente, Guayanesa para acompañar el miedo
con un implante realizado por un ilus- y alentar el ánimo. A lo mejor mi madre
tre músico que además era odontó- se quedó tarareando: y se fue ocultan-
logo: César Pérez Rossi. Entonces, do, y se fue marchando, luego desa-
Serenata Guayanesa se convirtió, para pareció, pasaron los años y el arcano
mi hermano y el resto de la familia que tiempo la alejó de mí, por eso en mis
éramos, en reparadora de sueños y sueños cuando la recuerdo, triste voy
sonrisas en más de un sentido. al malecón…
En el año 1990 tuve mi primera hija,
VIAJERA DEL RÍO Albania, y de la mano de un amigo,
En marzo del año 1986, me tocó cru- quien después fue su padrino, entró
zar el puente Angostura en una unidad junto a un móvil de colores que cons-
de Expresos La Guayanesa, rumbo a truyó para ella, un cassette de Sere-
cursar estudios en la UDO de Cumaná. nata Guayanesa, como regalo para
Recuerdo el viaje como si fuera hoy. la recién nacida. Esa música arrulla-
Para espantar el miedo mientras cru- ba sus sueños en las siestas, y luego
zaba el puente, tarareaba esa canción fue el fondo musical con el que se 21
emblemática que había conocido can- recibían a los invitados en las fiestas
tada por Iván, en una interpretación de cumpleaños. Por siempre en mi
casa, en los cumpleaños de adultos este país. Si alguna grandeza tenemos
y niñas, se ha cantado la versión que como pueblo los venezolanos, esta ra-
popularizó Serenata Guayanesa del dica, principalmente, en nuestros mú-
“Cumpleaños venezolano”. Con el bo- sicos y en nuestros poetas. Y en eso
chinche que tal canción provoca. Serenata Guayanesa ha dictado cáte-
En el 2000 nació Manuela, mi otra dra. Nadie nos representa mejor y no
hija, y de la mano de su madrina en- es simple orgullo por mi gentilicio. Ten-
tró, ahora en un CD, la versión magis- go la seguridad de no exagerar. Y ese
tral que hizo Serenata Guayanesa de malecón, a orillas del Orinoco lo sabe,
Manuelita vivía en Pehuajó. Otra vez la Concha Acústica, el Museo Jesús
las mismas voces alegrando la vida Soto, la Plaza Bolívar y todos los esce-
de la familia. narios donde recuerdo haberlos oído
en mi infancia y adolescencia.
EN VIENTO DE AGUA NO HAY NAVIDAD Habrá un viaje final, en el cauce
SIN SERENATA GUAYANESA del río padre, junto a las boras lilas
En mi casa la Navidad comienza el magníficas que habitan la Laguna
5 de noviembre, fecha de cumpleaños del Medio. Y en ese viaje la voz de
de José, mi compañero de vida. Se Iván Pérez Rossi y los otros será el
arranca la celebración oyendo aguinal- fondo musical para una despedida.
dos y elaborando las primeras halla- Agradecida estaré por siempre, por
22 cas del año. Se preparan y se disfrutan habernos dado tanto a los guayane-
bajo el amparo de las voces de ese ses y a los habitantes de esta patria
grupo amoroso que tanto le ha dado a que es mejor también por ellos.
23
24
Serenata Guayanesa
cumple sus cuarenta y cinco,
ya me los cumple de un brinco
y para nadie es sorpresa
que esta fantástica empresa,
que este grupo juguetón,
con todita la razón
sea luz de mi Venezuela,
de la música una escuela
y del país la emoción.
25
¡Tú eres el carajito
que me jalaba los pantalones!
Cuando era odontólogo, fui presidente te casas con mi mamá?”. Hay que ver
del Colegio de Odontólogos por muchos todo lo que significa esa frase y que de
años. Siempre iba a sus convenciones alguna manera encierra todo el cariño
y eventos. En cierta ocasión, había un que tienen los niños por la música y por
congreso de odontólogos en el antiguo Serenata Guayanesa.
hotel Concorde de Margarita. No fui con
Serenata, sino que fui como odontólogo,
y fui con mi esposa. En esa época estaba
empezando a sonar el disco Cantemos
con los niños. “La pulga y el piojo” estaba
empezando a hacerse famosa.
Ese día que llegamos alrededor de
la piscina había una noche margarite-
ña. Estaba allí, me acuerdo, y de pronto
vino un carajito y me jaló por los pan-
talones y me decía: “Yo me conozco 'A
la una' ” y se iba corriendo, cha cha cha
cha cha, y después volvía a venir, cha
cha cha cha cha: “Yo me sé 'La pulga y
26 el piojo' ” y se iba, cha cha cha cha cha.
En una de esas viene, me jala por los
pantalones y me dice: “¿Por qué tú no
Fui hasta donde estaba la mamá del cerquita, le digo: “Tú eras el carajito que
niño y conversé con ella. Pero la anéc- me jalaba los pantalones en Margarita”.
dota va más allá, porque como a los Esa vaina yo la cuento y nadie lo cree.
diez años de eso fui a dictar una con- “Tú eras el carajito que me jalaba los
ferencia en el hotel Caracas Hilton (to- pantalones hace como diez años”, le
davía no se había convertido en hotel repetí. No sé cómo sucedió, porque en
Alba Caracas). Era una conferencia so- diez años a un niño le cambia la fiso-
bre la presencia del flúor en la sal para nomía. Pero fue una premonición que
evitar las caries. Me acuerdo de que tuve al verlo acercarse, sin que me dije-
fui ida por vuelta a dar la conferencia. ra ni una palabra. El muchacho me dijo:
Estaba ahí en el casino viendo (porque “Sí, yo soy y me gradué de odontólogo”.
a mí no me gusta jugar) cómo la gente Lo único malo fue que nunca le pregun-
jugaba y de pronto veo a un muchacho té el nombre. 27
fornido como de 21 o 22 años que vie- Viernes, 5 de agosto de 2016
ne y se me acerca, y cuando ya estaba CÉSAR PÉREZ ROSSI
Serenata Guayanesa
trajo el canto del arraigo,
parrandita es lo que traigo
enredada en mi garganta.
28
Yo toco por fantasía
29
aprendí dos tonos y con esos dos tonos colombiano, venezolano y español. Esa
yo tocaba aguinaldos, parrandas, toca- era la música que nos llegaba a San
ba de todo. Cristóbal. El aguinaldo colombiano nos
Cuando tenía como siete años, mi llegaba, por supuesto, por la vecindad
abuela Tomasa se empezó a dar cuen- con Cúcuta y Pamplona. Siempre nos
ta de que yo tenía unas inclinaciones llegaba primero lo que venía de Colom-
bárbaras por la música. Un día nos fui- bia que lo que venía de Caracas.
mos para el mercado cubierto de San Seguí tocando, conocí otros músi-
Cristóbal, que quedaba frente a la plaza cos, me aprendí otros tonos. De un día
Bolívar y mi abuela me compró un cua- para otro mi papá me regaló una guita-
tro que le costó veinte bolos, una fortu- rra. Empecé a oírla, empecé a hacerla
na para aquel entonces. Era un cuatro sonar. “Ay, qué lindo suena”, decía yo.
de clavijas de palo, que era lo que se Ahí ya tenía ocho años. No me alcan-
usaba en aquella época. Con aquel cua- zaban los dedos para hacer los acor-
tro pasé no sé cuántos años de la vida, des, tenía los dedos muy chiquiticos, y
años de años, y lo guardaba y lo pulía. ponía el sol como podía. Cuando tenía
Poco a poco, mi abuela fue como catorce años ya tocaba guitarra, acom-
inculcándome “las cositas”: ella no me pañaba, y con el cuatro también acom-
enseñaba música, pero me ponía los pañaba, tocaba bien para la edad que
instrumentos que era como enseñar- tenía. Ese fue quizás mi inicio.
me. Así fueron transcurriendo las cosas Después, cuando vine a Caracas,
y comencé a tocar en la escuela gradua- todos en la familia de mi padre eran
da N.° 5 Simón Rodríguez, que queda- músicos y eso me ayudó mucho a
ba a una cuadra y media de mi casa en seguir formándome. Soy familia de
30 San Cristóbal. Tocaba en los conjuntos Estelio Bosch Cabrujas, que tocó con
de aguinaldos (todavía no se conocía Los Melódicos un pilero de años y con
la gaita). Tocaba aguinaldo tradicional, La Billo otro pilero de años. Soy familia
también de Jaime Bosch, un pianista Recuerdo que en aquellos tiempos
formidable. Mi padre era contrabajista. en que venía a Caracas, me aprendía
Mi abuelo, Manuel, tocaba en una ban- nuevos acordes. Mi papá me enseña-
da que había en Caracas, dirigida por ba, mi tío me enseñaba. Fue entonces
Pedro Elías Gutierrez, compositor de la cuando aprendí a tocar, como decía mi
música del “Alma llanera”. Había inclu- abuela Josefa, por fantasía. Yo no leo
so una fotografía familiar donde están música, yo toco por fantasía, lo que se
ellos en Ocumare del Tuy, que por cierto, me ocurre aquí en la cabeza. Y ese fue
era la capital del estado Miranda para la mi primer encuentro con la música. Ahí
época cuando se casaron mi abuelo y nació todo, ahí comienza la historia.
mi abuela. Esa fotografía debió haber Miércoles, 17 de agosto de 2016
sido, creo, como de finales de los años MIGUEL ÁNGEL BOSCH
veinte, quizás principios de los treinta.
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Le regalé a Isabelita
dos serenatas y un río.
Las serenatas las tiene
para taparse del frío.
32
Me gusta cuando calla,
¡porque este señor tiene una voz horrible!
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señora que había sido trabajadora do-
méstica de mis anteriores generacio-
nes y que tuvo y crió a su hija en casa.
Ella falleció y la niña se crió en la casa.
Esa niña era Elisa. Así que cuando noso-
tros nacimos, Elisa era una tía más.
Este poco de mujeres quedaron al
cuidado de nosotros junto con mi padre,
pero él tenía que salir a trabajar y era
Un ejército de “viejas” con ellas con quien pasábamos más
tiempo. Ellas nos levantaron a mis her-
manos y a mí. Eramos nueve: Guillermo,
Mi mamá María Teresa Rodríguez Na- Elia, Humberto, María Teresa, Roberto,
tera murió muy joven, tenía apenas 46 Mario, Tomás Alejandro, Yahayra y yo,
años cuando se nos fue, y mis hermanos Mauricio.
y yo quedamos al cuidado de “un ejérci- Siendo incluso ya adultos, aquellas
to de 'viejas' ”, como les decía yo, y lo de viejas magníficas nos seguían cuidan-
“viejas” es por cariño, por respeto, por do. Recuerdo haber ido una vez a Ciudad
amor. Aquel maravilloso grupo de mu- Bolívar (ya estaba casado) y salir a una
jeres era casi todo familia de mi mamá fiesta en casa de unos amigos. Al llegar,
que vivía con nosotros. Estaba la tía mi tía Teotiste estaba despierta espe-
Teotiste Natera, tía abuela de mi mamá; rándome. Para ellas nunca dejamos de
la tía Carlota Plaza, prima de mi mamá; ser unos niños. Y aunque ya no están, to-
la tía Clara Rodríguez, que era herma- dos esos recuerdos de ternura y pacien-
36 na de mi mamá, y la tía Elisa León, que cia infinita me los llevaré conmigo.
la considerábamos mis hermanos y Lunes, 8 de marzo de 2017
yo una tía más. Elisa era la hija de una MAURICIO CASTRO RODRÍGUEZ
Serenata Guayanesa,
de tierras del Orinoco,
llegaron hechos los locos
y para nadie es sorpresa
lo que su música expresa
que es el sentir más genuino,
canten en turco o en chino,
en ruso o en japonés,
así canten al revés,
son el canto del camino.
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Serenata Guayanesa:
de cuarteto a una
escuela
PEDRO MARÍN
42
Primero se escuchó la gaita en
Ciudad Bolívar y después en Caracas
Yo digo que en Ciudad Bolívar se es- Ricardo, que se estaba bañando, salió
cuchó la gaita primero que en Caracas. del baño con una toalla terciada, cho-
¿Por qué? Mi hermano Iván era muy rreando agua, y preguntó: “¿De quién es
amigo de Douglas Soto, que era el fu- eso?” y Douglas le responde: “Eso es del
rrero de los Cardenales del Éxito. Iván, Amarillo” (a mí me decían “el Amarillo”
en las vacaciones de agosto y septiem- porque cuando tenía pelos, tenía el
bre, se iba siempre para Maracaibo a pelo amarillo, casi blanco. Cuando me
hacerles los coros. Los Cardenales se gradué en 1961 y me fui para Ciudad
forman en 1962, con Ricardo Aguirre. Bolívar, Iván se quedó con ese apodo
Él iba para allá y se nutría cantando con del Amarillo). Y así fue como la prime-
esos gaiteros. ra canción que Iván compuso, “¿Dónde
Hay una anécdota de Ricardo Aguirre está San Nicolás?”, fue grabada por Los
que mi hermano Iván a veces cuenta: Cardenales del Éxito en 1965 como una
un día, estando en la casa de Ricardo en gaita-aguinaldo.
Maracaibo (Douglas Soto lo había lleva- Ricardo era un tipo de principios so-
do), Iván y Douglas estaban cantando cialistas, por lo que aquella canción
una canción que había compuesto Iván le encantó. Esa fue la primera can-
llamada “¿Dónde está San Nicolás?”. ción que hizo Iván. Se puede decir que
Decía la canción: “Los niños pobres Ricardo Aguirre fue la persona que dio
preguntan dónde está San Nicolás / y a conocer la gaita a nivel nacional y, por 43
los niños ricos juegan y los niños ricos supuesto, en Maracaibo. Él fue quien
juegan felices en Navidad”. Resulta que empezó a darle valor a la gaita inclusive
desde el punto de vista económico, por-
que antiguamente los grupos gaiteros
no cobraban nada y Ricardo fue quien
los puso a valer.
Por todo esto digo que se escuchó
la gaita en Ciudad Bolívar antes que en
Caracas. Porque en 1963 hicimos un
grupo llamado Los Gaiteros de la Pla-
za Miranda. Cantábamos aguinaldos y
gaitas. Todas estas gaitas que Iván re-
copilaba cuando iba a grabar con Los
Cardenales del Éxito, en Maracaibo, las
cantábamos nosotros. Visitábamos a
los amigos, a la familia, cantábamos to-
dos y formábamos un parrandón sola-
mente con cuatro, maraca, tambora y
furruco. Aquello causó sensación. Por
eso digo que la gaita se escuchó prime-
ro en Ciudad Bolívar que en Caracas,
porque mi hermano Iván la llevó.
Viernes, 5 de agosto de 2016
CÉSAR PÉREZ ROSSI
44
Que salga de su cuevita
el cachicamo Simón 45
porque con cuatro y charrasca
se formó ya el parrandón.
Pasamos la noche cantando
Empecé a hacer música en el cole- Él me enseñó todo lo que sé. Nos fui-
gio, dirigiendo la estudiantina. Un día mos a Mérida y allá me dio trabajo en
llegó un profesor, llamado Domingo la Escuela de Enfermería. Ahí daba
Moretta, guitarrista del grupo Raíces, y clases de tiple y cuatro; él las daba
me dijo para que nos organizáramos. mandolina; Ricardo Araujo, de cuatro.
Yo tocaba el cuatro, mi primo Jaime Entonces hicimos un cuarteto llama-
Bosch tocaba la guitarra, Morellita do Pueblo: ahí estaba Gilberto Medina,
Álvarez tocaba la flauta. Hicimos un Beatriz de Medina, Ricardo Araujo y
grupo en el colegio Andrés Bello allá en yo. Con el cuarteto Pueblo grabamos
San Cristóbal. Antes de eso yo tocaba dos discos de música popular y folcló-
en un grupo de aguinaldos, tocaba en rica. Grabamos “María Laya” del Indio
la radio los domingos de diez a doce. Figueredo, “Chicha y pasteles” de Luis
Ecos del Torbes se llamaba la emisora. Felipe Ramón y Rivera, “Mática” de
En esa época yo tocaba mi aguinaldito Luis Alfonso Martos, “Reina zuliana” de
y me pagaban dos bolívares. Y guarda- Carlos Páez, y grabamos también un
ba mis realitos “para comprarle el rega- golpe tuyero tradicional. Teníamos ese
lo a mi mamá”, decía yo. grupo instituido, dábamos conciertos.
Luego de eso pasé a un grupo más Estuvimos en el Teatro Municipal en
grande. Empecé a cantar serenatas, Caracas. Era la primera vez que yo ac-
conocí otros conjuntos, conocí una tuaba en el Teatro Municipal. Me acuer-
46 cantidad de músicos. En esas andan- do de que en esa época nos pagaron
zas conocí a Gilberto Medina, que los pasajes y dos mil quinientos bolos
luego fue mi maestro en contrapunto. por tocar.
Ya con esa historia llega Serenata estábamos siempre en contacto, yo
Guayanesa a Mérida en 1976, a dar un iba a los conciertos de ellos. Luego
concierto en la plaza Bolívar. Los co- Serenata se presentó en Mérida
nocía porque tenía su disco de 1972. otra vez con Serrat, Gloria Martín y
Sabía “El sapo”, me sabía todos los Mercedes Sosa, y nos volvimos a re-
intros, me sabía todas las voces, me unir. Fui a unos conciertos que dieron
había fusilado todo ese disco. Después en el Poliedro con ese mismo elenco, y
de ese concierto los invité para mi estábamos siempre en comunicación.
apartamento y amanecimos tocan- Miércoles, 17 de agosto de 2016
do y cantando. Fue una maravilla ese MIGUEL ÁNGEL BOSCH
encuentro, nos hicimos amiguísimos,
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Allá en la Piedra del Medio
bailaba un sapito
viendo el río pasar
con los tucusitos.
48
Cantante por generación espontánea
Mi mamá, Teresa Rodríguez Natera, Ella murió en marzo, como un mes des-
y mi papá, Tomás Castro Gruber, eran pués de lo del disfraz de mi hermana.
muy dados a las fiestas. Recuerdo que Siempre en la casa les gustaba dis-
el último disfraz de mi hermana menor, frazar mucho a los niños. A mí en un
Yahayra, tuvo mucha resonancia en Carnaval me disfrazaron de moro, me
Ciudad Bolívar, porque la disfrazaron pintaron la cara de negro y todo; yo es-
de nido. Alrededor del abdomen le pu- taba pequeño y a la gente que me veía
sieron una especie de tutú hecho con en la calle le llamaba mucho la aten-
unas ramas y ahí le pusieron unos hue- ción ese disfraz tan original. Entonces
vitos de codorniz, y en la cabeza tenía todo el mundo decía: “¡Mira, ahí va un
un nido con unos pajaritos falsos, ese morito!”, “¡mira ese morito!”, “¡ahí va el
disfraz fue buenísimo. Poco tiempo morito!”, “¡morito!”, y bueno, me quedé
52 después de ese Carnaval en que disfra- Morito.
zaron a mi hermana, mi mamá murió Lunes, 8 de marzo de 2017
de una crisis hipertensiva muy severa. MAURICIO CASTRO RODRÍGUEZ
Un caballito en el cielo
jugaba con las estrellas,
de luz dejaba una huella
en la tela de un pañuelo.
55
Yo empecé a cantar
en las misas
59
En el río viajan los peces
en el cuatro el parrandón,
Serenata Guayanesa
cabalga en el corazón.
61
Pudo más la música que la medicina
63
64
La ULA es la cuna
No hubo nunca formalmente para Reyes, San Juan, San Pedro, la Chinita...
mí un inicio en la música. Cuando llego es algo más cultural que religioso. La
a Mérida (en la residencia estudiantil gente me dice a mí: “Oye, ¿por qué tú
había gente de todo el país), nos reunía- compones esos aguinaldos tan lindos a
mos y dábamos serenatas. Aunque ya la Virgen María y al niño Jesús?”. Lo que
yo venía de dar muchas serenatas en pasa es que uno trae una carga de cato-
Ciudad Bolívar. Di mi primera serenata licismo de su casa, de su familia, ya uno
a los quince años. viene con eso y se morirá uno con eso.
En Mérida, con ese montón de gente Hicimos un conjunto de gaita con la
de Cumaná, de Carúpano, de Maracai- gente del Zulia allá en la residencia y
bo, de Valera, de Caja Seca, de Barquisi- quien dirigía el grupo era yo porque era
meto, empieza uno a conocer la música el que más o menos tenía el concepto
de Venezuela. Ahí descubrí el polo, el musical, era el cuatrista y el cantante
golpe larense, los bambucos andinos y del grupo. Acompañábamos la proce-
la música de Luis Mariano. Ahí en la ULA sión de la Chinita. Fue cuando yo co-
se reunía realmente la música venezola- nocí la gaita y ese año la llevé a Ciudad
na. También descubrí la gaita zuliana, Bolívar.
inclusive en 1962 hicimos una proce- Esa época que pasé en Mérida, es-
sión de la Chinita. Yo soy ateo totalmen- tudiando, me la pasaba como una
te, pero es como dice mi amigo Rafael esponja, agarrando todo lo que po-
Salazar: todo lo que tiene que ver con día. Reuniéndome con mucha gen- 65
las tradiciones populares, tiene que ver te. La ULA fue prácticamente la cuna
también con la religión: la Navidad, los del auge que después tuvo la música
tradicional venezolana porque nos re- estudiaba en la ULA y yo me hice muy
uníamos músicos de todo el país. De amigo de él. Cantábamos juntos en un
allí salió gente como Douglas Soto, sitio en Mérida llamado el Belensate; él
que era furrero de los Cardenales del me acompañaba. Cantando con él es
Éxito, Chavín, el compositor de gaitas, como conozco verdaderamente la gaita.
Gualberto Ibarreto y nosotros. En fin, Él me invitaba los diciembres a su casa
mucha gente que después hizo músi- en Maracaibo, en la plaza Indio Mara.
ca tradicional y popular. A Gualberto lo Me quedaba unos días en Maracaibo
conocimos una vez que fuimos a hacer en casa de Douglas, disfrutando con
un concierto y él se nos presentó: “Oye, todos esos gaiteros. Iba a los ensayos
vale, yo soy cantante”. Así nos llegaba de Cardenales del Éxito, de Saladillo y de
también mucha gente: “Mira, vale, yo toda esa gente que eran los bravos de la
compongo música venezolana. Aquí gaita. Conocí a todos esos monstruos
tengo un cassette” y generalmente eran de la gaita: Ricardo Aguirre, Eurípides
cosas no muy buenas, pero a veces te Romero. Grababa coros con ellos, me
conseguías con una sorpresa y te da- enseñaban los repiques de tambora.
ban cosas maravillosas. Luego cuando llegaba a Ciudad Bolívar
Me acuerdo de que cuando era se- le enseñaba los repiques a Manuel
cretario de Cultura de la Federación Yánez que era un percusionista nato y
de Centros Universitarios, andaba mu- era el percusionista de Los Gaiteros de
cho con la gente de los Cardenales la Plaza Miranda. Y aquel grupo de gaita
66 del Éxito porque Douglas Soto, el fue una sensación.
furrero mayor de esa agrupación, Lunes, 26 de septiembre de 2016
IVÁN PÉREZ ROSSI
La lunita sobre el río
deshilacha la corriente
el agua tiene su fuente:
el Orinoco bravío.
67
Mi primer pago como artista fue con
caramelos, chupetas y chocolate
72
Una fructífera siembra de valores
llamada Serenata Guayanesa
GUSTAVO ALEXIS MÁRQUEZ VILL A
Serenata: palabra encubridora entre En una serenata son varios los pro-
enamorados que, al ser escuchada, nos tagonistas. Entre poetas, músicos e
atrapa y seduce automáticamente, co- intérpretes y enamorados se entrete-
nectando nuestro ser con historias de je una trama digna de una romántica
amor, propias o ajenas; vocablo que puesta en escena, se materializa una
abraza e invita a embarcarnos en un via- atmósfera cargada de sentimientos a
je melódico, en busca de ese gran amor flor de piel, se arma un tejido seductor
que se adueñó de nuestros sueños más que cobija a todos y los involucra en
azucarados, con el propósito cómplice una travesura musical donde el prin- 73
de seducir a un ser muy especial. cipal responsable es el amor, con un
destino o depositario muy preciso: el varias acepciones para nuestro meló-
ser amado. dico vocablo:
El término, al parecer, proviene “en 1. f. Música en la calle o al aire libre
principio” del latín se-rus: que significa y durante la noche, para festejar a al-
en la tarde-noche. Con el tiempo evolu- guien.
cionó en serenus: claro, limpio, sereno; 2. f. Composición poética o musical
y posteriormente pasa al italiano como destinada a ser interpretada como se-
serenata y luego al español como se- renata.
renata. 3. f. P. Rico. Plato frío hecho de vian-
La etimología o procedencia de se- das hervidas, bacalao, huevo cocido,
renata pone en evidencia que se trata cebolla, pimientos, etc., y aliñado con
de una actividad musical propia de las aceite y vinagre.
horas nocturnas, por lo general al aire Las serenatas “curiosamente” son
libre, que involucra el hecho de generar interpretaciones musicales sorpresi-
una atmósfera de serenidad. Incluso, vas, generalmente interpretadas al pie
los serenos son vigilantes nocturnos. de una ventana, con letras muy parti-
En este orden de ideas, el Diccionario culares que buscan el perdón o la re-
de la Real Academia Española registra conciliación con una novia o esposa
74
molesta; o para enamorar a una dama; una expresión folclórica muy enraiza-
incluso, para expresar el gran amor y da, una tradición que ha ampliado sus
admiración que se tiene hacia una ma- horizontes y forma parte del acervo his-
dre; y, en algunos casos, las serenatas tórico musical de muchas regiones.
son dedicadas a caballeros, amigos, En el caso de Venezuela, la serena-
padres; pues a ellos también les sale su ta ha venido cobrando cada vez más
cariñito musical de vez en cuando... valor como expresión fiel de la cultura
La serenata posee una historia amo- popular; pues sus intérpretes han con-
rosa de larga data. Su popularidad viene tribuido a que la serenata salte de su
desde el siglo xviii y más atrás. Com- contexto particular para elevarse has-
positores como Mozart, Beethoven y ta la categoría de patrimonio cultural,
Brahms tienen entre sus obras escritas siendo su mayor exponente en nuestro
piezas concebidas para serenata o to- país la agrupación musical y folclórica
nadas nocturnas. Serenata Guayanesa.
En todo caso, las serenatas forman
parte de la cultura popular de los pue- ENTRE SERENATAS Y GAITAS
blos, enraizadas en los más nobles A comienzos de los años sesen-
sentimientos hacia el otro; una suerte ta se encontraban estudiando en la
de travesura donde participantes y es- Universidad de Los Andes los herma-
cuchas se funden en torno a un mismo nos César e Iván Pérez Rossi, de Ciudad
sentimiento... Bolívar; uno Odontología, e Ingeniería
Pero esta expresión de la cultura el otro. Durante esa época de forma-
popular evoluciona desde su posición ción profesional tuvieron la dicha de
particular, en petit comité, para dar paso compartir con estudiantes de distintas
a toda una manifestación musical que latitudes de Venezuela; y, al igual que 75
involucra cada vez a un público más nu- los Pérez Rossi, muchos de esos com-
meroso. En países latinoamericanos es pañeros tenían aptitudes musicales e
interpretaban melodías autóctonas; lo se encargaba de formar a su hijo ma-
que les permitió –al compartir– cono- yor Hernán, quien desde muy niño
cer un poco más a Venezuela, desde asomó fuertes inclinaciones musica-
las distintas manifestaciones musica- les, en su San Tomé natal.
les de variadas regiones del país; de Estos cuatro venezolanos, prove-
las cuales destacaron las interpreta- nientes de la misma región suroriental
ciones en ritmo de gaita zuliana. venezolana, coincidieron en Ciudad
Lo propio pasaba con Mauricio Cas- Bolívar, al punto de encontrarse de
tro, también de Ciudad Bolívar, mientras pronto comprometidos en parrandas
estudiaba Medicina en la Universidad y serenatas; donde lo más destacado
de Oriente: al formar parte del orfeón, fue haber formado parte del grupo
sus inclinaciones musicales se fueron Los Gaiteros de la Plaza Miranda, des-
enriqueciendo con el intercambio entre de el año 1963.
compañeros igualmente atraídos por Precisamente, los cuatro solistas
la actividad musical, provenientes de de ese grupo muy pronto se converti-
varias partes del país. rían –casi por azar– en la agrupación
Mientras, el cantante, músico y Serenata Guayanesa.
compositor oriental, Carmito Gamboa,
76
Sus incursiones musicales conti- DE VENEZUELA PARA EL MUNDO
nuaron básicamente de manera infor- La pequeña pantalla de TV posee
mal, en casa de amigos y familiares; un poder extraordinario. Lo que allí se
hasta que en 1971 la gobernación del difunde se convierte en noticia a los
estado Bolívar les hizo una invitación cuatro vientos de la geografía, sobre
para grabar un disco de larga duración todo si el producto es bueno, de cali-
(LP), pero con melodías guayanesas. dad, y se identifica con los gustos del
El disco llegó a manos de un ani- consumidor.
mador de televisión en Caracas. Por El naciente grupo musical se dio a
lo que posteriormente se concretó una conocer más allá de las fronteras gua-
invitación para presentar a estos se- yanesas. Su sonido se fue haciendo
renateros en el programa televisivo contagioso, mientras el compromiso
del canal 8, El Show de Alfredo “El por rescatar valores musicales autóc-
Pavo” Ledezma quien, al preguntarles tonos, divulgarlos en todo el territorio
el nombre del grupo al momento de y echar raíces, hasta “incluso” dar el
presentarlos, recibió como respuesta: salto a la internacionalización, son
“Nos llamamos como está en el disco: muestra del éxito que apenas comen-
Serenata Guayanesa”. zaba su larga cosecha...
77
El cuarteto vocal Serenata Guaya- digna de aplausos interminables, así
nesa, de haber sido inicialmente un grupo como ovaciones y premiaciones den-
de compañeros que disfrutaban hacien- tro y fuera del territorio venezolano.
do música para compartir con sus ami-
gos y familiares, pronto se adueñó de PARÉNTESIS
la atención del país y más allá, hasta el En 1983 uno de los integrantes del
punto de convertirse en embajadores cuarteto, Hernán Gamboa, da la noticia
musicales de Venezuela, desdibujando de que va a continuar su carrera mu-
fronteras universales, desvaneciendo sical, pero en solitario. Para el grupo
barreras idiomáticas, atrapando mira- se trató de un alto momentáneo en el
das y oídos en un sinnúmero de países, camino trazado firmemente con ante-
seduciendo y alegrando el espíritu huma- rioridad, donde lo que prevaleció fue el
no en prácticamente cualquier rincón del hecho de seguir honrando a su público
planeta. y continuar la siembra...
Esto es una proeza digna de admi- Se trató de un paréntesis que permi-
ración, un necesario agradecimiento tió a la agrupación reflexionar sobre el
colectivo, un bálsamo para el alma de camino recorrido hasta entonces, un
los pueblos; no en balde se dice que la tiempo para revisar los frutos de una
música es el lenguaje universal por ex- empresa musical amorosa. Llegaron,
celencia. incluso, a pensar si continuaban solo
Serenata Guayanesa es mucho más con tres integrantes; no era fácil llenar
que un canto o una interpretación, es la el espacio que acababa de dejar uno de
embajada ambulante de un país muy sus fundadores.
rico en tradiciones musicales, que ha La búsqueda de un nuevo talento
78 logrado sonar y resonar en los cinco que cubriera las expectativas, tanto
continentes del planeta por más de de los serenateros como del público,
45 años, con una calidad interpretativa pronto tuvo su respuesta. La aparición
en escena de un médico pediatra pres- producidos, que recopilan un valioso
tado a la música, con una importante trabajo de hormiguita, hurgando y di-
trayectoria melódica, además de un vulgando en la memoria musical de
sonido fresco, limpio y revelador, pron- Venezuela y Latinoamérica, compo-
to colocó el nombre de Miguel Ángel niendo, aportando nuevas interpreta-
Bosh –más que como un sustituto– ciones representativas de diferentes
como un miembro de peso en Serenata regiones; pero sobre todo, sembrando
Guayanesa. música sobre el terreno fértil de la po-
El enorme talento y gran carisma blación infantil, lo que garantiza que el
“hasta la picardía” de Miguel Ángel muy sonido musical, los valores y la tradi-
pronto logró que el paréntesis se con- ciones trasciendan en el tiempo y el es-
virtiera en una etapa superada, para pacio, mientras atraviesan fronteras e
continuar escribiendo la historia en el inundan con alegría sonora a los cuatro
pentagrama... Su aporte como nuevo vientos de la geografía universal, gra-
miembro es invaluable. cias al lenguaje universal de la música.
Serenata Guayanesa cuenta con En septiembre del año 2001 apareció
una extensa y muy variada carta de en Gaceta Oficial, Nro: 37.287, la solici-
presentación, con más de 51 discos tud unánime que hace el Congreso de
79
la República al ciudadano Presidente muy meritorio; sobre todo si la activi-
para declarar a Serenata Guayanesa dad cultural se ejerce desde las me-
Patrimonio Cultural de Venezuela. lodías, buscando no solo acariciar los
En efecto, la agrupación fue decla- oídos, sino abrazar el alma de los pue-
rada Patrimonio Cultural, lo que adicio- blos.
nalmente garantiza a las generaciones Serenata Guayanesa viene desarro-
futuras entrar en contacto con nuestra llando una labor cultural fundamental
huella musical nativa y de otras latitu- de forma ininterrumpida por más de 45
des; es decir, contar con el respaldo de años, en beneficio del acervo histórico
una herencia muy valiosa, que recoge, musical venezolano y latinoamerica-
muestra y enaltece la idiosincrasia de no. Su trabajo no es solo de interpreta-
esta Tierra de Gracia que llamamos ción. La composición, la investigación,
Venezuela. el rescate de material musical inédito,
el trabajo en pro de los niños y, por su-
UN COMPROMISO PARA SIEMPRE... puesto, las serenatas en escenarios
La cultura es sinónimo de libertad, la criollos y extranjeros vienen a confor-
siembra de valores autóctonos y prin- mar un abanico de actividades reali-
cipios universales es un compromiso zado sin pausa, que resulta de un valor
80
incalculable y trascendente –precisa- ideológicas que intenten socavar los ci-
mente– en un país que no se caracte- mientos de una sólida carrera musical,
riza por mantener tradiciones, con una existen varios compromisos: el perso-
corta memoria histórica y cultural, don- nal, de cada uno de sus integrantes, el
de el patrimonio de ayer casi no existe y compromiso con el país, con el público,
el de hoy-mañana podría no estar... sobre todo con los niños que heredarán
Por ello, el trabajo que ha venido ha- la tierra.
ciendo este cuarteto de estrellas, que Estos serenateros del presente: un
ha involucrado a un sinnúmero de ar- sociólogo, un pediatra, un ingeniero y
tistas en escena, con la complicidad un odontólogo, nos demuestran día a
de músicos, intelectuales, poetas, co- día y desde sus muy particulares ópti-
municadores, amigos y relacionados, cas, que hacer Patria cantando es po-
es digno de admirar y aplaudir perma- sible, sobre todo con una calidad digna
nentemente; porque ser constante en de exportación y un inmenso amor por
la Venezuela del presente posee un la tierra que los vio nacer.
mérito –muy probablemente– único e Muchos grupos musicales han deja-
irrepetible. do huellas, pero ya no están; su música
De allí que nos atrevamos a afirmar, permanece. La siembra de Serenata
sin caer en exageraciones, que la siem- Guayanesa continúa todavía; siguen
bra de valores por parte de Serenata dando lo mejor de sí, para continuar
Guayanesa ha sido muy fructífera; no enriqueciendo los sonidos de una Ve-
solo por el gran aporte musical de su nezuela posible: la azucarada, las de
titánica gesta, sino por demostrarle al voces de miel, la de pulgas y piojos que
mundo que, no obstante, los tropiezos se quieren casar, pero no lo hacen por
encontrados en el camino recorrido, al falta de pan... 81
margen de las diferencias que puedan Se trata de ese mismo país que pa-
existir, indistintamente de las corrientes rió a Simón Bolívar; aquel que nos dio
la libertad y cuyo espíritu sigue vigen-
te, recordándonos que el trabajo por y
para la libertad continuará siempre, so-
bre todo desde la siembra cultural.
Serenata Guayanesa es cultura, la
cultura es educación, la educación nos
hará libres y la libertad suena a melodía
de serenata para enamorados.
Adelante, muchachos, todavía hay
bastante tela para cortar; el pentagra-
ma espera...
82
Un bagrecito guayanés
le dijo a una sapoara:
arréglate el pantalón
que nos vamos pa’ Caicara.
83
De Ciudad Bolívar a Mérida es lejos
86
¡Hernán se fue, vale!
87
terminamos de tocar, me dice: “Mira, importante es que tuve una gran acep-
vale, se fue Hernán, ¿tú quieres entrar tación y, con mucha humildad, puedo
con nosotros?”. Y le digo: “¿Cómo es la decir que ahora son mis amigos y los
vaina? ¡No me digas eso, chico! Yo ha- quiero y los admiro casi a todos.
blo con él”. Me dice él: “¡Se fue, vale!”. A los pocos días de que Iván hablara
Entonces le digo: “Ok, ¡vamos a darle, conmigo, empezamos a ensayar en un
pues!”. edificio que estaba frente a la funeraria
Ese año mi vida dio un vuelco. Es- Vallés. Ensayábamos todos los días de
taba desprendido de lo que era la mú- cuatro a ocho, ¡todos los días de la vida!
sica y no sabía nada de lo que era la Ellos me dieron una lista de canciones
televisión. para que me las aprendiera. Me las
Lo primero que hice fue salir en te- aprendí, las ensayamos y empezamos
levisión a recibir un premio que no me a hacer un disco: Cantemos con los
había ganado, que se había ganado niños (Vol. II). También empezamos a
Hernán. Yo estaba con una vergüenza hacer un disco con Gualberto Ibarreto.
espantosa pero, bueno, me tocaba ir. Ese año hicimos dos discos. Eso fue
Empecé a tratar a los artistas, a cono- como en marzo que entré en Serenata
cer el quehacer diario de la televisión. y en junio, el Día del Periodista, di el
Empecé a tener amigos como la gen- primer concierto, y desde ese primer
te del Cuarteto, a Gualberto que ya concierto en junio de 1984 hasta hoy,
conocía. Conocí a todo este poco de estoy aquí.
88 músicos que había. Me costó tiempo Miércoles, 17 de agosto de 2016
tratarlos a todos, eran muchos. Lo más MIGUEL ÁNGEL BOSCH
El Orinoco contento
baila con el Caroní,
en el cuatro el manatí
suelta sus versos al viento.
89
Un consejo de la negra
91
Uno llegaba cantando con una orquídea en la mano
Yo tenía una tía llamada Ligia Gruber, refunfuñando: “Yo no sé quién carrizo
“era en realidad prima de mi papá pero se estará robando las orquídeas...”.
nos tratábamos de tía y sobrino”, que Hasta que un día se enteró de que yo
tenía una casa con un patio muy largo, era uno de los que andaba en eso. Me
donde había un cultivo de orquídeas lo reclamó una vez pero ya no protestó
en una mata de mango. Nosotros, mu- más porque era sobrino de ella.
chachos al fin, nos robábamos una o Era una época muy romántica, todo
92 dos orquídeas de aquel bojote de or- era con mucho respeto, “manito suda-
quídeas, pero la tía Ligia como que las da” y de casualidad. Imagínate tú qué
contaba porque entonces tú la veías más romántico que llegar a dar una
serenata con una orquídea en la mano.
Uno llegaba en un jeep, que en realidad
no era un carro de esa marca, sino que
era un todo terreno DKW Munga, muy
parecido a los jeeps gringos pero que
habían sido construidos en Alemania
para los militares. Yo no tengo idea
de cómo aquel carro llegaría a Ciudad
Bolívar. Lo cierto del caso es que en él
andábamos dando serenatas y había 93
que quedarse dando vuelta para que
no se apagara. Y mientras uno daba
la serenata, el carro quedaba dando shui”... ¡Era el papá de las mucha-
vueltas. chas!
Una vez fuimos a dar serenatas Entonces el viejo dijo: “Yo le puse
a unas muchachas que eran las hi- candao a esa cerca pa' que nadie
jas de un abogado muy famoso en pasara pa' esta vaina, así que por fa-
Ciudad Bolívar. Ellas habían llegado vor se van pa'l carrizo y se van como
ya señoritas a vivir con el padre. No vinieron”, y tuvieron que brincar. Era
recuerdo por qué habían ido a vivir una época muy sana, todo el mundo
con su papá. Llegamos a la puerta y se conocía en Ciudad Bolívar, el hijo
tenía un candado grandísimo. Yo no de Fulano y la hija de Zutana. Y los
me bajé, les dije: “No, yo los espero”. muchachos y las muchachas estaban
94 Las muchachas les dicen a ellos que “enamorisquiaos”. Era lo más natural
brincaran [la cerca], y no estaban ter- del mundo.
minando la primera canción cuando Lunes, 8 de marzo de 2017
se sintieron unas cholas, “shui, shui, MAURICIO CASTRO RODRÍGUEZ
En las vértebras del río
donde canta la sapoara
los valses que le entonara
serenata y su cantío.
95
Un río de serenatas...
o la serenata de un río
MARCO TULIO MENDOZA DÁVIL A
El Orinoco es una
materialización del tiempo
en las tres categorías
agustinianas,
tiempo pasado
(el tiempo del recuerdo),
tiempo presente
(tiempo de la intuición)
y tiempo futuro
(tiempo de la espera).
A L E JO C A R PE N T I E R
100
Arrancamos con un disco para
la gobernación de Bolívar
En mayo de 1964, el quinteto Contra- nada. Ellos dejaron una huella imborra-
punto visitó Ciudad Bolívar para inaugu- ble en Serenata Guayanesa desde el
rar la Concha Acústica. En esa ocasión punto de vista musical. Cuando se ha-
llevé a los integrantes de Contrapunto bla de la difusión, del conocimiento y del
a la casa de Alejandro Vargas para que rescate de la música popular, folclórica
lo conocieran y de allí surgió la idea y tradicional venezolana hay que hablar
de ellos grabar “Casta paloma”. Con- de antes y después de Contrapunto.
trapunto era un grupo de cinco voces Lamentablemente en la actualidad no
privilegiadas, que dieron aquel concier- hay mucha difusión de ellos. Fue un 101
to en la Concha Acústica sin amplifica- grupo maravilloso.
ción de sonido, con un cuatrico y más
Después de tener varios años dando
serenatas por aquí y por allá, en el año
setenta hablamos con el gobernador
de Bolívar de aquel entonces, el arqui-
tecto Manolo Garrido, que era muy ami-
go nuestro, y le dijimos que había que
hacer un disco de música guayanesa
porque esta existía y era muy hermo-
sa pero casi no se conocía. Entonces
nos dio luz verde e hicimos ese disco
que se llamó Serenata Guayanesa, con
seis canciones ya arregladas por los
cuatro, al estilo de lo que sería Serenata
Guayanesa. Grabamos “¿Dónde está
San Nicolás?”, “El burrito parrandero”,
“Casta paloma” y otras. Fue un disco
de vinil y por la otra cara del disco esta-
ban unas canciones del grupo Guayana
Lírica que era un grupo instrumental di-
rigido por Carmito Gamboa, el papá de
Hernán. Ese grupo interpretaba valses y
pasajes de Guayana. Ese fue el primer
disco institucional que hicimos noso-
tros, sin pensar que después de 45 años
102 íbamos a estar todavía echando vaina.
Viernes, 5 de agosto de 2016
CÉSAR PÉREZ ROSSI
Yo quería ser
como Cheo García
o como Memo Morales
105
106
Dejen oír la música, ¡por favor!
Una vez estuvimos en Italia y tenía- esa emotividad que nos caracteriza a
mos que cantar en Roma y en Florencia. nosotros los latinos, que cuando se co-
De Florencia a Pisa es muy corto el tra- noce los primeros compases de algún
yecto en tren y un grupo de estudiantes tema musical se emociona) reventa-
venezolanos que estaba en Pisa escri- ban en aplausos porque se sabían los
bieron una carta al consulado pregun- temas. En cambio, los italianos per-
tando que si ellos se encargaban de manecían en silencio y solo aplaudían
organizar todo el concierto, podíamos cuando terminábamos cada tema, por-
nosotros ir a tocar en Pisa porque a ellos que el europeo espera que tú termines
se les hacía muy difícil ir para Florencia para poder aplaudir, no te interrumpe
por el tema del hospedaje. nunca. Entonces hubo ese choque
La cosa era que nosotros cantára- constante en casi todo el concierto.
mos en Pisa y regresáramos a Floren- Hasta que los venezolanos y los lati-
cia, que era en donde nos estábamos nos en general se quedaron tranquilos.
quedando, y nosotros aceptamos. Fui- Porque cuando estos empezaban a
mos a cantar en una abadía, por la que gritar, los italianos les decían: “¡Shhhh,
precisamente un grupo de venezolanos dejen oír, por favor!”. Nos sucedió tam-
estaba luchando para que no la tum- bién en La Karlsplatz en Viena que nos
baran e hicieran no sé que cosa. Ahí bajaron la cuchilla porque la gente no
en esa abadía se hacían exposiciones, nos dejaba ir y los encargados del tea-
conciertos, obras de teatro, para man- tro nos dejaron sin luz. Tuvimos que sa- 107
tenerla activa y que no la tumbaran. lir del teatro con linternas.
El cuento es que cuando estábamos Lunes, 8 de marzo de 2017
en el concierto, los venezolanos (con MAURICIO CASTRO RODRÍGUEZ
Para Serenata Guayanesa
en sus 45 años
AUROR A DÍAZ DE SÁNCHEZ
110
Linda mujer,
escucha este poema
Una vez fuimos a cantar a Austria, a Otro episodio muy particular fue
un teatro que nunca había abierto sus cuando estuvimos cantando en Bonn.
puertas para la música popular. En Llega una señora y nos dice: “Yo no voy
ese teatro cantamos nosotros con dos a su concierto mañana porque maña-
cuatricos. El Konzerthaus de Viena, na va a llover, a las seis”, y yo pensaba:
se llama el teatro. Hicimos nuestro “¡Esta señora está loca! ¡Cómo va a
concierto y yo estaba muy asustado decir que mañana va a llover!”. Pues
porque la gente aplaudía un, dos, tres, llegamos allá como a las cinco y había
cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, una pepa 'e sol, nos pusimos nuestros
diez, once y doce. De rigor. “Aquí no le liquiliquis y a las 6:05 de la tarde llovió.
está gustando a nadie esto”, pensa- La gente inmediatamente sacó unos
ba yo. Terminamos el concierto, nos paraguas grandísimos. Yo creía que la
despedimos ¡y ha empezado la gente gente se iba a ir: “¿Por qué no se van?”,
a aplaudir! Hicimos un bis: volvimos me preguntaba. Estaban acostumbra-
a salir, hicimos otro bis y ya nos me- dos. Y César me decía: “Si esto es en
timos. Fue muy lindo para nosotros otra parte que no tenga esta cultura,
que la primera vez que se abría el tea- la gente se va”. Pero la gente no se fue,
tro para la música popular, Serenata permanecieron allí durante todo el con-
Guayanesa estuviera allí representan- cierto. Duramos ahí una hora, hicimos
do a Venezuela. Era muy comprome- uno y dos bis. Eso fue en la Markplatz, la
tido cantar allí en Viena, donde tocó plaza del mercado de Bonn. Ese tipo de
124 Mozart. Eran los momentos en que cosas a uno lo sorprenden, que le digan
uno sudaba, el cuatro se resbalaba. a uno: “Mañana va a llover a tal hora”.
Eso fue bien comprometedor.
Otra cosa interesante, y que nos
marcó mucho, fue cuando estuvimos
en Canarias en la feria de San Juan y
conocimos a Celia Cruz. Estuvimos
con ella en la rueda de prensa. Fue una
gran experiencia conocer a esa mujer
maravillosa, divina, extraordinaria. Ese
fue un día muy lindo para nosotros.
Esas son cosas que quedan como re-
cuerdos muy gratos. Un recuerdo en-
trañable que guardo es la primera vez
que fuimos para Alemania en 1986. Era
la primera vez que yo salía con los mu-
chachos, y me tocó dormir en el suelo,
porque había solo tres camas y eran
para los tres mayores. Tocaba poner
una sábana y dormir. A lo largo de estos
años he vivido unas cosas muy lindas.
Miércoles, 17 de agosto de 2016 125
MIGUEL ÁNGEL BOSCH
126
Los catiritos y la Guayanesa
Una vez estábamos en Hannover to- nombres de los negocios eran lugares
cando, en la Flor que diseñó Fruto Vivas. de Venezuela. Ese día era la inaugura-
Estabamos con Gurrufío y Los Vasallos ción de la plaza Andrés Bello.
del Sol. Nos tocaba hacer un concier- Resulta que cuando estábamos ha-
to, solos, en una plaza buenísima que ciendo el concierto, había una morena
había allí. Llega una señora y nos dice: en el público que me estaba encandilan-
“Les tenemos una sorpresa con un gru- do con los ojos y estábamos, como lla-
po de niños” y de repente entró un coro man en oriente, en un sebo de ojos con
de niños alemanes cantando en espa- la muchacha. Ella me veía y yo la veía, y
ñol. Aquellos niños han entrado cantan- en eso estuvimos en ese rato, mientras
do “El papagayo”. A mí me iba a dar un estabamos cantando. Después que ter-
infarto de la emoción escuchando eso, minó el concierto, me acerco adonde
porque qué me iba a imaginar yo que está la muchacha y le digo: “Mi vida, es
unos catiritos alemanes iban a cantar que eres demasiado bella, ¿de dónde
una canción mía. Son cosas muy boni- eres tú?”. “Yo soy de Ciudad Bolívar, de
tas que a uno le ha tocado vivir. La Sabanita”, me dice la muchacha llo-
Una vez estábamos en Corato, cerca rando y yo le pregunto: “¿Por qué lloras?”.
de Bari, en el sur de Italia, dando un con- “Es que yo sé que no voy a ir más para
cierto, eso fue en 1981. Allí en ese pue- Venezuela a menos que me case con
blo había muchos italianos que habían un venezolano”, me dijo ella. “Bueno, es-
vivido en Venezuela y se habían devuel- tamos disponibles”, le contesté. Son las
to con sus familias para Italia. En ese cosas buenas que suceden en los viajes. 127
pueblo veías: panadería Caracas, paste- Lunes, 26 de septiembre de 2016
lería Guayana, cafetería Maracaibo. Los IVÁN PÉREZ ROSSI
A pesar de mi amor por la profesión
que ejercía, dejé mi trabajo por serenata
130
esenciales de la Patria, preservados a Serenata Guayanesa ha sido fiel militan-
través de siglos por nuestros cultores y te de nuestra memoria cultural.
sus saberes ancestrales. Pero esos so- Todo comenzó en 1971, con el sueño
nidos, conservados apenas como su- de cuatro jóvenes amantes de la músi-
pervivencia de la cultura regional, tenían ca que, en un comienzo, juntaron sus
la urgencia de salir de sus raíces para voces para arrullar las noches angos-
convertirse en el árbol sonoro del pue- tureñas bajo los vetustos ventanales
blo venezolano. Y allí, en ese hermoso que guardaban la ilusión de aquellas
proceso dialéctico de indagación y difu- muchachas, hechizadas por el influjo
sión de la música popular venezolana, del amor.
131
Luego vino la Navidad, el tiempo que consolidaron el crecimiento artísti-
más hermoso de fe colectiva, que to- co del grupo.
ma como símbolo el nacimiento del En 1984 se incorpora al grupo Miguel
Niño Dios y que motiva el reencuen- Ángel Bosch, quien provenía con su va-
tro familiar para hacer votos de pros- liosa experiencia de los Andes como
peridad por el año venidero. Y en esa integrante del grupo Raíces y del cuar-
manifestación popular, este cuarteto teto Pueblo.
juvenil decide formar, en Ciudad Bolívar, Lo demás es historia más o menos
la agrupación musical Los Gaiteros de conocida. En este acopio musical, de
la Plaza Miranda. investigación y divulgación a un mismo
Quedaban aún en la memoria colec- tiempo, Serenata Guayanesa asume las
tiva las armonías y travesuras contra- principales formas musicales del país,
puntísticas sembradas por el afamado para darlas a conocer en el ámbito na-
quinteto Contrapunto, entre 1963 y 1971, cional e internacional. El calipso, el vals
al haber transformado la historia vocal y las diversiones guayanesas; los aires
venezolana inspirada en las cancio- andaluces de nuestro oriente –polo,
nes genuinas de nuestro pueblo. De fulía, jota, gaita y galerón–; los sones
ese venero sonoro abrevó Serenata afrovenezolanos de San Juan Bautista,
Guayanesa, impulsada por César e como el sangueo y los golpes de la
Iván Pérez Rossi, Hernán Gamboa y Costa Central; la reciedumbre de nues-
Mauricio Castro, comprometida desde tros joropos llaneros; la quietud sonora
ese entonces con el hacer musical de la del bambuco andino y la habanera; la
Patria y su gente. picaresca rítmica y temática del meren-
En el empeño de divulgar los sedi- gue caraqueño; las formas múltiples de
132 mentos sonoros aprehendidos del sa- la gaita zuliana, en especial la de furro
ber popular, florecieron innumerables y de tambora; la armonía de instrumen-
conciertos nacionales e internacionales tos de cuerdas y voces que caracteriza
a los golpes larense y de la sierra falco- cultores, artistas plásticos y del mundo
niana; y, en fin, todos los sonidos que audiovisual, a fin de aliviar la carga del
arropa el espectro musical venezola- desarraigo que llevamos a cuestas y ha-
no fueron asumidos y divulgados con cer más grata la compañía en esa lucha
maestría por Serenata Guayanesa, pa- permanente por alcanzar “el mundo do-
trimonio cultural de Venezuela. rado” de la sabiduría y la igualdad social,
Pero si bien todo este trabajo justifica como dijera Cervantes en la lucidez de
el reconocimiento por la labor artística sus locuras quijotescas.
y social de esta agrupación, creemos Lunes, 31 de octubre de 2016
que su obra más importante ha sido el
haberle brindado a nuestros niños un
nuevo y valioso repertorio infantil, de
esencia nacional, como complemento
de aquellos sonidos de tradición hispá-
nica que fueron preservados por nues-
tras madres, abuelas y maestras, las
heroínas silentes de nuestra identidad
inicial.
Ante tanta música comercial de mala
factura, carente de valores estéticos, so-
noros y poéticos, debemos celebrar la
vigencia de Serenata Guayanesa, en sus
45 años, porque ha sido y seguirá siendo
un oasis de la cultura nacional, para hon-
rar a la otra Venezuela que aspira tran- 133
sitar con pasos propios, en compañía
de poetas, narradores, compositores,
134
Ese concierto es irrepetible
Yo creo que ese concierto de los 25 guayanés Manuel Yánez”. Nos había-
años de Serenata no se repite más. Quien mos encontrado a Manuel en un con-
se encargó de ese concierto fue Miguel cierto en Ciudad Bolívar y nos cantó
Ángel. Ahí cantó Vidal Colmenares, “Viajera del río”, a cappella porque no
Cristóbal Jimenez (ellos dos hicieron tenía ni un cuatro, se acompañó llevan-
un contrapunteo), cantó Neguito Borjas, do el ritmo dándole a la mesa. Manuel
Ricardo Cepeda, Cecilia Todd, Gualberto nos enseñó aquel vals tan hermoso y
Ibarreto, el negro Francisco Pacheco, nos volvimos locos con esa canción.
Gurrufío, entre otros. Entonces le dije a Manuel: “Me pare-
Me acuerdo cuando estábamos ce que la letra tiene unos errores. No te
montando el espectáculo un día, en la pongas a darle esas canciones a nadie
oficina nuestra, y le digo a Francisco sin que te las revisen antes. Deberías
Pacheco: “Mira, yo no quiero que tú modificar algunas cosas. Aquí, por
cantes golpes de tambor, parrandas, ejemplo, cuando dices ‘que bajaba el
nada de eso. Quiero que arranques con ríoʼ me parece que pudieras poner ‘per-
una sirena”. La sirena es un género que fumando el ríoʼ, y queda mejor”. Le hice
se conoce poco y le dije a Francisco: ese y uno que otro pequeño cambio
“Quiero que tú me grabes una sirena para mejorarle su canción a Manuel,
para aprenderme la forma del canto sin embargo, nunca le he dicho a na-
porque quiero cantar una sirena conti- die acerca de esas modificaciones a
go”. Me atreví a cantarla, él me la gra- “Viajera del río” porque esos créditos 135
bó y me atreví. Le dije: “Vas a cantar son de Manuel y de más nadie, esa es
una sirena y un vals de un compositor su canción. Una de las más hermosas
que se han escrito en este país. Le diji-
mos al negro Francisco Pacheco: “Vas
a cantar esa canción con nosotros”
y cuando el negro oyó aquello dijo:
“¡Virgen santísima! ¡Eso es una mara-
villa, chico!”. Y esa fue la canción éxito
de ese concierto. Ese fue un concierto
que duró cuatro horas. Ahí estaban las
figuras más notables de la música. Eso
es una cosa irrepetible.
136 Lunes, 26 de septiembre de 2016
IVÁN PÉREZ ROSSI
Dónde están los cantadores
que estaban aquí cantando
139
Morella, la voz de todos
Conocí a Perucho Cova, incluso es- colección grabó Perucho Cova, y ahí
tuve en su ranchito allá en Campoma, fue donde lo conocimos.
allá en el estado Sucre. Daba dolor ver Cuando Perucho venía para Caracas
las condiciones en las que vivía aquella llegaba a la casa de un médico amigo
gente. Condiciones infrahumanas, con nuestro, el doctor Oscar Montes, por-
piso de tierra y sin baño. También cono- que Domingo le encasquetaba Perucho
cimos a Bertha Vargas, a Chelé Romero, a Oscar, y también todos esos músicos
Fausto Salazar. Estuvimos también va- que venían de allá de Campoma, esta-
rias veces en la casa de Cruz Quinal, en do Sucre: Chelé Romero, Crispín Maya,
San Lorenzo cerca de Cumanacoa. Fausto Salazar.
Los primeros que grabamos joro- Nosotros ya teníamos una idea de
po estribillo en este país fuimos no- lo que era el estribillo, pero cuando co-
sotros. Había un disco, que estaba nocimos a toda esa gente, reforzamos
grabando Domingo Mendoza, que se lo que sabíamos. Y aunque el estribillo
llamaba País y música en 1971, para el lo grabamos en 1975, ya desde 1971 lo
Ministerio de Educación. Era ministro conocíamos bastante. En esa época
de Educación Pérez Olivares, copeya- hicimos unos programas televisivos
no. Eso fue en el primer gobierno de con Isa Dobles. En esos programas es-
Caldera. Domingo Mendoza era el bajo taban Hernán Marín, Gualberto y toda
del quinteto Contrapunto y era un gran esa gente de Sucre que eran la mata
conocedor de la música popular. Así del joropo estribillo. 145
que hizo una colección de diez discos Lunes, 26 de septiembre de 2016
que se llamaba País y música y en esa IVÁN PÉREZ ROSSI
Al oriente, juventud
En el año 2012 nos invitaron a can- que marchar a Caracas, pero dejé mu-
tar en la Universidad de Oriente, en chos amigos. Tengo muchos recuer-
Cumaná. En pleno concierto estaba dos de cuando estudié aquí, pero hay
César conversando en el intermedio un recuerdo que no se me quita de la
entre canción y canción y yo estaba mente, un recuerdo que siempre llevo
distraído hablando con Chuito Rengel y en mi corazón y es uno que dice así: “Al
de repente César dice: “Verdad, Morito, oriente, juventud, acercaos, juventud, al
que tú estudiaste aquí en la UDO”, y le oriente, caminad, caminad a la puerta
digo: “Bueno, sí” y sin pensar qué iba a triunfal de la casa, la casa más alta, la
agregar, porque César me había aga- casa que vierte su Orinoco de luz to-
rrado descuidado, añado: “Recuerdo rrencialʼ”. Y empecé a cantar el himno
mucho la época en que estudié aquí de la UDO. Eso fue un momento real-
en Cumaná, donde tengo muy bue- mente emotivo.
nos amigos. Y lamentablemente por Lunes, 8 de marzo de 2017
cosas de la vida no pude continuar la MAURICIO CASTRO RODRÍGUEZ
carrera de Medicina aquí y me tuve
146
Por la música conocerás
la esencia de los pueblos
148
Serenata Guayanesa es
pasión, esfuerzo, amor
Como ocurre con las leyendas que se también ha sido un privilegio tenerlo
pierden en el tiempo, cierta mañana, de en escena con ellos a través de tantos
cierto día, de cierto año, un muchacho años). Por supuesto, en aquella época el
de El Tigre tuvo el privilegio de integrar, grupo, con algo de trayectoria recorrida,
por primera vez, uno de los grupos más era uno de los más innovadores e ima-
emblemáticos de Venezuela, convir- ginativos de la música tradicional vene-
tiéndose en un “serenato” más (nombre zolana. Varios discos grabados daban
con el que Cecilia Todd bautizó a cada fe de que los serenateros del Orinoco
uno de los muchachos del Orinoco). poseían una fuerza musical inoculta-
Cuentan los que saben que Caja Seca, ble y que sin duda, desde aquellos años
por allá por el Zulia y muy cerca de la ochenta, ya tenían el estatus de estrellas
frontera con Trujillo, fue testigo de la pri- de nuestra música.
mera ocasión en que el joven Sabin se Así las cosas, este muchacho, nacido
montó en una tarima para cantar con entre balancines y sembradíos de maní y
Serenata Guayanesa, correspondiéndo- patilla en aquella joven ciudad petrolera
le sustituir a Iván. de El Tigre, se enfrentó por primera vez
Aquel día marcaría el inicio de una tra- a la responsabilidad de sustituir a uno
yectoria de más de treinta años sirvien- de los serenateros de Ciudad Bolívar.
do como apagafuegos, utility de lujo La tarea no pintó nada fácil, mas el jo-
que no ha hecho sino enriquecer con su ven Sabin, con todo el ímpetu y la deter-
sapiencia musical las presentaciones minación de sus antepasados vascos, 151
de la agrupación en las que ha tenido estaba tranquilo para acometer aquella
el privilegio de actuar (y para Serenata empresa. Solo la emoción de subirse
a una tarima con aquellos maestros
le perturbaba un poco, pero aquella
agitación natural, de la que no puede
prescindir ningún músico a la hora de
montarse en un escenario, aquella in-
quietud sabrosa solo pudo ser motor
para hacer mejor su trabajo musical.
Quizás Sabin había pasado, sin saberlo,
muchos años preparándose para aquel
momento mágico.
Sabin Josu Aranaga Seguin había
nacido en la ciudad de El Tigre, estado
Anzoátegui, en 1961. Sus padres eran
inmigrantes procedentes de Euskadi
(País Vasco, España) que se habían re-
sidenciado en la calle Ayacucho, quinta
Gure Kayola, del sector La Charneca. Su
152
infancia transcurriría entre el fútbol y la Durante veinticinco años se ha de-
música. Como joven futbolista habría de sempeñado como profesor de músi-
representar a Anzoátegui y a Venezuela ca, siendo también destacada su labor
en diversas competencias. En la músi- como jurado y asesor en diversos festi-
ca daría sus primeros pasos de la mano vales musicales. Todo ello le ha hecho
de su padre, don Javier Aranaga, direc- acreedor de reconocimientos que enal-
tor de coros y guitarrista clásico. Luego, tecen con sencillez su labor artística y
en su adolescencia, recibiría enseñan- cultural. Los años solo han servido para
zas de grandes maestros como Tobías que Sabin continúe su preparación y sus
Álvarez, Cosmito Villarroel, José Tadeo estudios musicales. En todo este tiem-
Planchart, Jesús Mata, Chuíto Almeida, po no ha hecho sino seguir adquiriendo
el padre Raúl Benedetti, Enrique Hidalgo, nuevos conocimientos y técnicas.
el gran maestro Carmito Gamboa y de su Después de aquel primer día carga-
amigo y tutor Atilio Mazarry, una especie do de emoción, compromiso y mística
de padre musical de quien aprendería musical, Sabin ha compartido muchas
armonías vocales y técnicas musicales. veces más con los muchachos de
En 1985 iniciaría sus estudios musicales Serenata. Y en ese compartir de música
en Caracas en la fundación Inrodiac y en y experiencias, Sabin se ha ido haciendo
la escuela de música José Ángel Lamas. parte también de Serenata Guayanesa.
Allí formaría parte de diversas agrupa- Como los buenos pitchers de relevo, ha
ciones corales. También se destacaría sabido llegar en momentos de presión
como director de varios grupos musi- para liquidar con sus rectas musicales
cales, tal es el caso de: Grupo Melodyas, los inning más complicados. Sabin ha
Grupo Klassic, Hermanos Aranaga, sido una especie de sobrino todoterre-
Grupo Experimental El Tigre, el Trabuco no que nunca deja morir al grupo. Desde 153
Oriental, Grupo Sibemol, Grupo Araya, niño había pasado largas horas encerra-
Grupo Botija y Grupo Cantamor. do en su cuarto practicando lo que veía
hacer a su ídolo: Hernán Gamboa. Aquel a Iván, a Mauricio, a Miguel Ángel y a
niño se maravillaba por las cosas que César. Sin duda, una tarea nada fácil.
Hernán hacía con el cuatro. Habiendo Este tremendo músico llamado Sabin
nacido en San Tomé, Hernán visitaba Aranaga no ha dejado de estar presente
con frecuencia El Tigre y muchas ve- en estos primeros 45 años. Esperemos
ces se presentaba en la tasca del hotel que, para los que vienen, siga estando
Caribe (perteneciente al tío de Sabin, presente llevando la voz cantante cada
Clemente “el Vasco” Aranaga). Sabin vio vez que haga falta, porque finalmente
en este lugar no solo a Hernán, sino que Sabin es el quinto serenato.
también vería desfilar por allí a grandes
intérpretes de nuestra música como
Gualberto Ibarreto, María Teresa Chacín
y a muchos otros maestros de la música
tradicional venezolana. El gusanito de la
música estaba allí carcomiendo sus ga-
nas de ser artista. Compartir con todos
aquellos monstruos de nuestra música
tradicional fue cimentando las bases de
lo que sería el futuro de aquel catirito de
El Tigre.
Cada vez que Sabin ha sido convo-
cado para arremeter en la tarima con
Serenata Guayanesa, lo ha sabido ha-
cer con una mística y una musicalidad
154 increíbles. Le ha correspondido susti-
tuir, en distintas ocasiones, a los cuatro:
Eso que siento: Serenata Guayanesa
MARIANA LIBERTAD SUÁREZ
Eran las seis de la tarde en Lima, la teatro; pensé en la cara de mis compa-
capital de Perú, en un día terriblemen- ñeros de entonces, ahora amigos en-
te caluroso. La humedad superaba el trañables; me vino de la nada la voz del
80%, volví de trabajar agotada, malhu- profesor encargado de las coreogra-
morada y empapada de sudor. Dejé co- fías, al que todos llamábamos Terry;
rrer el agua de la ducha y me dediqué la cara de Victoria Estévez, la profe de
a buscar una lista de reproducción de música; y la infancia atravesada por ca-
música venezolana, seleccioné la pri- lipsos y merengues venezolanos.
mera que vi y, con un cuatro de fondo, La memoria emotiva estaba hacien-
me metí a bañar. Mientras Francisco do de las suyas, por eso no le pres-
Pacheco cantaba una hermosa versión té demasiada atención al llanto que
de “Viajera del río”, yo me mojaba la ca- comenzó mientras me envolvía en la
beza ardida y agarraba, ya más serena, toalla y me desenredaba el cabello.
la pastilla de jabón; mientras Miguel Desde hacía algunos minutos, quizás
Ángel Bosch hacía recitar sus cuerdas, desde que había cerrado la llave de la
yo me enjabonaba con calma; cuando regadera, estaba oyendo la música sin
escuché a Iván Pérez Rossi decir que escucharla, por eso no me había per-
“La sapa estaba pariendo...”, no pude catado de que en ese instante yo llo-
evitar sonreír. Se me pobló la cabeza raba por una pérdida irreparable de la
de recuerdos, me imaginé caminando música venezolana. Había empezado 155
en ese espacio de mi escuela en el que a sonar “Caracha, Simón, caracha”, la
solíamos hacer los bailes y las obras de canción con que Serenata Guayanesa
homenajea a Simón Díaz. Una vez más, escucho Serenata Guayanesa?, ¿qué
el contrapunteo de esas cuatro voces es eso que me pasa cuando armonizan
lograba condensar en unos pocos mi- cuatro voces en apariencia independien-
nutos las emociones compartidas tes y dicen la infancia, la memoria y el
por millones de compatriotas. Con el porvenir? En principio, sería justo reco-
esmero y el compromiso que ha ca- nocer que algunos temas me ayudan a
racterizado su trabajo por más de cua- recuperar mi historia personal. Por ejem-
tro décadas, Mauricio Castro, Miguel plo, esa canción titulada “El caimán” –a
Ángel Bosch, César e Iván Pérez Rossi la que toda mi vida llamé “Julián”– me
volvían a dejarme claro que eso de ser lleva al asiento vinotinto de una ranche-
venezolano es un asunto serio del que ra beige, en un Domingo de Ramos de
nunca, ni viviendo a cuatro mil kilóme- los años ochenta. Sé que eran las cinco
tros de casa, se puede escapar. o seis de la tarde, porque recuerdo que
La pregunta se me clavó entonces casi no había luz de sol. Llegábamos
entre ceja y ceja: ¿qué siento cuando a Ciudad Bolívar para seguir rumbo a
156
Guasipati. Cuando comenzamos a atra- perfectamente la persecución, los gri-
vesar el puente, aunque había visto el tos de la madre y la angustia de Julián.
Orinoco muchas veces, me percaté de Todo se resolvía en un chiste: el mu-
toda la inmensidad de uno de los ríos chacho alcanzaba la orilla y se libraba
más caudalosos del mundo. de la muerte, pero no de la pela que
Seis o siete años más tarde, a mis le esperaba en casa. Quizás lo más
catorce, escuché por primera vez la asombroso de la canción era la plas-
historia de una mamá que le decía a su ticidad de las voces, es decir, la forma
hijo: “Si quieres ir a nadar, ten mucho cómo los graves y los agudos, más allá
cuida’o, Julián, porque el río está creci- de la bellísima letra, daban esa idea de
do y en la laja sale un caimán”. Traté en- huida, dibujaban los gestos de la ma-
tonces de entender cómo era posible dre que le rogaba a la Virgen y los movi-
que ese muchacho se hubiera atrevido mientos del niño que lograba caminar
a bañarse en las aguas del Orinoco, en a contraflujo.
ese torrente sin fin que me seguiría im- Precisamente ahí, en esa confluen-
presionando hasta mi vida adulta. Mi cia de sonidos que cuentan, reside otro
miedo no eran los caimanes, tal vez episodio de mi niñez. En 1982, cuando
porque hasta entonces no había visto tenía ocho años, vi un concierto en te-
cara a cara a ninguno, sino la concien- levisión en el que –entre muchas otras
cia, adquirida pocos años antes, de que canciones– Serenata Guayanesa inter-
había nacido y crecido rodeada por la pretó “La pulga y el piojo”. Era, y en mu-
naturaleza insondable de nuestro país chos sentidos sigue siendo, fascinante
y que si bien hacerle frente podía ser ver cómo para estos músicos hasta el
fascinante y divertido, también podía juego infantil era algo serio. La riguro-
ser atemorizante. sidad de las voces de los personajes, 157
El juego de voces con su “que vie- en especial la pereza de César Pérez
ne, viene, viene el caimán” narraba Rossi y la gata de Hernán Gamboa
me animaron a memorizar la canción No me tocó y sé que es raro, repre-
a como diera lugar. Es cierto, por mi sentar “La pulga y el piojo” cuando
edad, nunca presencié un concierto estudiaba primaria. Digo que es raro
de Serenata Guayanesa en el que no porque creo que ni siquiera los mis-
estuviera presente ese extraordinario mos músicos de Serenata Guayanesa,
músico llamado Miguel Ángel Bosch; cuando grabaron esta canción, espe-
sin embargo, debo confesar que mau- raban que se convirtiera en un acto
llar así, exactamente como la gata del casi obligado en todas las escuelas del
disco grabado de 1991, es una de las país; a pesar de ello, he visto decenas
cosas que siempre hubiera querido ha- de representaciones en las que niños
cer en público. de toda Venezuela disfrutan, se ríen y
aprenden a narrar con un contrapunteo
158
de fondo, caracterizan animales al rit- al caraqueño de la calle, que llamaba
mo del cuatro y se divierten haciendo “nodriza” al “imperdible”, “aseo” al “ba-
hablar al cocuyo, al ratón, a la vaca, al surero” y que “cambimbeaba” con mis
gorgojo, a la rana y a todos los invita- amigos cuando salía de clases, siento
dos a la boda. una enorme satisfacción al escuchar
Y es que otro punto que se debe cómo habla Guayana en tantas crea-
destacar es esa maravilla de decir oral- ciones poéticas. Son, además de can-
mente. Hablar la cultura es otra de las ciones, documentos que recogen las
experiencias que vivo cuando oigo las expresiones orales de una región cuya
letras de Serenata. Yo que muchas ve- riqueza histórica se evidencia en las
ces tuve que traducir mi vocabulario palabras.
del guayanés que se usaba en casa
159
Cuando se cuenta en “San Rafael” Yo quiero comer sapoara pa’ que me
que al salir a pescar, en el río abundaba embriague de amor”. Una vez más ex-
“el coporo, el bagre tigre, la doncella y presan pasiones universales, pero se
la sapoara”, que, remontando el Caroní, encargan de delimitar cómo se experi-
se atravesó “un laulau, un valentón, un mentan en nuestro pedacito de mundo.
pájaro, tres payaras” y que, finalmente, Así, en este intento de explicar qué
los pescadores se dieron banquete con siento cuando oigo Serenata Guaya-
un “guiso de cachama”, además de rea- nesa, me es imposible evitar que los
lizar un paseo por la gastronomía de amores y desamores en los que sus dis-
toda la región, se está dejando un tes- cos me han acompañado me vuelvan a
timonio del habla. Guayana también es la memoria. La versión de “La manta de
lo que come y las palabras con las que tres colores”, por ejemplo, es una muy
define cada elaboración culinaria. bien lograda reapropiación de un ritmo
La comida y sus nombres son, sin que si bien no es en su origen venezo-
duda, una importante marca de iden- lano, suena a Guayana cuando ellos
tidad que Serenata Guayanesa se en- lo interpretan: “Y llorando por tu olvido,
carga de enaltecer y rodear de historia. mi corazón ya no canta” expresan, con
No solo se trata de comer y de bauti- esos matices que convierten cualquier
zar los platos, sino también –y sobre melodía en nacional. Pasa otro tanto
todo– de recordar la carga simbólica con “Receta de amor”, esa combinación
de esas preparaciones. Cuando hablan de imágenes y formas de querer que
de la sapoara dicen Bosch, Castro y los saben a Venezuela: “Sobre un lecho de
Pérez Rossi que: “Hay un dicho popu- azucenas, mezclar tu piel y mi piel, un-
lar que quien coma la cabeza de este tados de luna llena y hierbabuena con
160 sabroso animal se casa con una gua- aguamiel. Sobre tu ropa empapada, sa-
yanesa”, luego añaden: “¡Cómo me gus- ciar tu sed de mi sed, macerar la madru-
ta una negra que vive en el Temblador! gada con nuez moscada y con laurel”.
De nuevo escucho el tema, por
quinta o sexta vez consecutiva, pien-
so entonces que tal vez lo más ade-
cuado no es preguntarme qué siento
cuando oigo Serenata Guayanesa,
sino cómo me enseñaron a hablar, a
bailar, a decir y a comer estos cuatro
músicos excepcionales; lo justo sería
reflexionar sobre cómo se llama esa
forma de amar que está en cada letra,
en cada disco, en cada uno de los con-
ciertos que han dado en los últimos
45 años y, bueno, aunque parezca
difícil agrupar bajo una sola palabra
eso que es a la vez memoria y nos-
talgia, admiración, amor y arraigo in-
finito, no me toma demasiado tiempo
hacerlo, porque hace más de cuatro
décadas Hernán Gamboa, Mauricio
Castro, César e Iván Pérez Rossi le
dieron nombre; porque desde hace
más de tres, Miguel Ángel Bosch nos
lo recuerda a diario. Se llama Serenata
Guayanesa, es una maravilla musical
y nos pertenece a todos los venezola- 161
nos.
¡Feliz cumpleaños!
162
163
164
CRONOLOGÍA
1978 1981
166 En abril graban “La barca de oro”, uno de los Graban el segundo disco de aguinaldos
aguinaldos más sublimes compuestos por titulado Presencia viva de la Navidad.
Alejandro Vargas, y que será también uno de Participan en el especial navideño de RCTV.
En marzo se presentan en Santiago de Chile invitado por Miguel Ángel a subir a la tarima
como invitados al programa Chile te invita, a cantar, el propio Iván le pregunta a Miguel
actuando como grupo folclórico. Se Ángel si quería formar parte de Serenata
presentan en Bari, Croato y Roma (Italia) Guayanesa porque Hernán se iría a probar
ante las comunidades ítalovenezolanas de suerte como solista. Así y después de tres
estas ciudades. meses de duros ensayos, un 27 de junio
haría su debut Miguel Ángel como cantante
1982 y cuatrista de Serenata Guayanesa. Sale a la
Graban el primer disco de la serie Cantemos venta el segundo volumen de Cantemos con
con los niños donde está nada más y nada los niños. El martes 21 de agosto (en el hotel
menos que “La pulga y el piojo”, la canción Caracas Hilton) y el 22 del mismo mes (en
infantil más importante, no solo del el Poliedro de Caracas) se presentan junto
repertorio de Serenata Guayanesa, sino del con el monstruo del tango, el argentino Astor
imaginario infantil venezolano. Piazzolla.
1983 1985
El 24 de julio participan en el espectáculo En enero son invitados a rendirle
Bolívar canta a Bolívar que celebra los 200 homenaje al papa Juan Pablo II, quien
años del natalicio del Padre de la Patria. visitaba Venezuela por primera vez. El
Participan en el Festival Nacional de Folclore homenaje se realiza en la planta de la
llevado a cabo en la ciudad argentina de Siderúrgica del Orinoco (Sidor).
Cosquín, donde conocen al gran músico En el mes de julio, un joven músico nativo
Eduardo Falú. de El Tigre, estado Anzoátegui, llamado
Sabin Aranaga tendría el enorme
1984 compromiso de sustituir a Iván durante 167
Luego de una noche de bohemia en el local una presentación en Caja Seca, estado
la Pérgola de Graciela, donde Iván había sido
Zulia, convirtiéndose desde ese día en un experiencia que marcaría a los muchachos
integrante ad hoc de Serenata Guayanesa. de Serenata.
1986 1989
El 24 de junio inician una gira por Alemania Participan en el prestigioso Festival Nacional
Federal (en ese momento no se había concre- de Folk de Tarifa, España.
tado la unificación). Estarían en Bonn, Berlín,
Hamburgo y Frankfurt. El Consejo Municipal
de Ciudad Bolívar los declara hijos ilustres de 1990
esa ciudad. Celebran sus 15 años de carrera En enero le realizan un homenaje a ese gran
artística con el disco Caribe abajo. poeta Jesús Rosas Marcano, en la plaza La
Candelaria en la ciudad de Caracas. Viajan a
1987 Chicago para The Old Town School of Folk Music.
Sale al mercado el segundo volumen de
Cantemos con los niños. En mayo se presen- 1991
tan en Barquisimeto junto con la agrupación Celebran sus 20 años con el disco Si la Tierra
larense Carota, Ñema y Tajá. Tierra fuera y ese mismo año realizan, en
el teatro Teresa Carreño, un espectáculo
1988 musical sin precendentes en donde también
Hacen una gira por España (la península) y intervendrían Gualberto Ibarreto, María
por Portugal. En el inicio del verano y a Teresa Chacín, Carota, Ñema y Tajá y el cople-
propósito de las fiestas de San Juan en ro Cristóbal Jiménez, entre otros.
las islas Canarias, viajan a esas tierras al
Encuentro de Música popular. Allí por primera 1992
168 vez tendrán oportunidad de conocer y com- Se presentan con gran éxito en el
partir con la reina de la rumba Celia Cruz. Una Konzerthaus de Viena, donde por primera
vez en la historia del teatro se presentaría un libro Cantemos con los niños bajo la firma de
espectáculo de música popular. Iván Pérez Rossi.
1993 1996
Se les otorga el premio Orinoco de Oro como Es homenajeado en el Teresa Carreño el
conjunto criollo de televisión del año. En abril artista cinético guayanés Jesús Soto, evento
participan en el Festival Internacional de donde por supuesto participaría Serenata
Música de El Hatillo. Guayanesa. Se celebran los 25 años de
Serenata Guayanesa en el Teresa Carreño.
1994 Tres conciertos mágicos junto a Gualberto
Los días 29, 30 y 31 de julio se realizan tres Ibarreto, Francisco Pacheco, Neguito Borjas,
maravillosos concierto titulados Morella: la Ricardo Cepeda, Vidal Colmenares, Cristóbal
voz de todos, para recoger fondos para la Jiménez, Simón Díaz, Cecilia Todd, Gurrufío,
gran cantora Morella Muñoz, quien se el Orfeón Universitario y una larga lista de
encontraba delicada de salud por haber lo más sublime de la canción tradicional
sufrido un ACV. Grandes estrellas del canto venezolana.
nacional se hicieron presente para
homenajear a la gran mezzosoprano 1997
venezolana. Quedaría como constancia Participan en el espectáculo musical
de esas tres noches espléndidas un afiche Navidad entre amigos, que se efectuó en el
realizado por el artista plástico Pedro León teatro Teresa Carreño, junto con la orquesta
Zapata. Sinfónica de Venezuela, Isabel Palacios, el
coro de Campanas del Tocuyo, entre otros.
1995 El 16 de septiembre se presentan junto con
Participan como invitados especiales en los el grupo folclórico chileno Inti Illimani en la 169
40 años de Fe y Alegría. Sale al mercado el sala Ríos Reina del teatro Teresa Carreño.
1998 con figuras como Simón Díaz, Lilia Vera,
Participan por segunda vez en el espectáculo Francisco Pacheco, Vidal Colmenares y
musical Navidad entre amigos, en el teatro Enrique Lazo.
Teresa Carreño.
2001
1999 En el mes de mayo sale a la venta el disco
El gobierno del Distrito Federal de Caracas Serenata y Gurrufío. Para celebrar 30 años
le otorga un reconocimiento por haber de carrera artística, realizan el espectáculo
participado en los 432 años de la ciudad de musical Eterna viajera del río los días 21,
Caracas. Dan un concierto a beneficio de la 22 y 23 de septiembre en el teatro Teresa
fundación Un Corazón Guerrero, que ayuda Carreño. La Asamblea los declara por
a pacientes cardiológicos. Participan como unanimidad Patrimonio Cultural de
invitados especiales en los 15 años del Venezuela.
grupo Gurrufío.
2002
2000 En septiembre realizan un recital en el
El 19 de febrero participan en el espectáculo festival de Biarritz (Francia) y en octubre
musical Música por todos que se hizo en tocan en Londres (Inglaterra) y en la ciudad
el teatro Teresa Carreño para ayudar a los de Lit (Francia).
artistas que habían sido afectados por la
tragedia de Vargas. En julio son invitados 2003
a cantar en la Expo Hannover en Alemania En el mes de mayo realizan una gira junto
para inaugurar el pabellón de Venezuela en con el grupo Gurrufío que incluyó las ciuda-
la feria. Allí le cantarían en la estructura-flor des de Caracas, Valencia y Porlamar (isla
170 hecha por el maravilloso arquitecto de Margarita). El 21 de diciembre participan
venezolano Fruto Vivas. Participan en el en el espectáculo musical Cantemos a la
espectáculo Una canción para Teresa, junto Navidad en la sala Inocente Carreño de la
Casa de la Cultura Pueblo de la Mar en la isla Pacheco, Cecilia Todd y el actor Gustavo
de Margarita. Rodríguez, entre otros.
2004 2007
Participan en el aniversario de la Unefa y Realizan un recital para los niños en el
hacen un disco para esta institución educa- Parque Generalísimo Francisco de Miranda.
tiva. Componen un tema alusivo a esta. Se El evento es auspiciado por la Fundación del
hacen presentes en el inicio de la Navidad Niño.
del Centro San Ignacio.
2008
2005 El sábado 6 y el domingo 7 de septiembre se
Se presentan en el teatro Luis Mariano realizarían en la sala Ríos Reina del teatro
Rivera de la ciudad de Cumaná, invitados Teresa Carreño par de conciertos titulados
por la Fundación del Niño del estado Sucre. Serenata Guayanesa y Gurrufío. Aquí
Participan en la inauguración del Centro compartirían con este maravilloso grupo de
Cultural El Hatillo. El 16 de julio se presentan música venezolana instrumental.
en el Centro Cultural La Estancia en Caracas,
a propósito de la celebración del Día del 2009
Niño. Participan en el espectáculo musical
Navidad en el Cubo Negro. Se presentan en
2006 Acarigua junto a Cheo Hurtado en la
Los días 11, 12 y 13 de agosto celebran sus inauguración de un centro comercial.
35 años de vida artística. Allí interpretan un
magnífico programa musical junto con el 2010
violinista Alexis Cárdenas, el grupo Gurrufío, Realizan una pequeña gira por Pdvsa La 171
el guitarrista Aquiles Báez, Francisco Estancia, Maracaibo y Paraguaná. También,
un concierto en Corpbanca por el aniversario concierto sinfónico junto a Los Sabandeños
de fundación Provita. de España.
2011 2014
Celebran sus 40 años con un disco titulado Se publica el cancionero A la una la luna
así, 40 años. Allí están incluidos los temas auspiciado por el Ministerio del Poder
“Dime, lunita” y “Receta de amor”. Se lleva a Popular para la Cultura. Se presentan
cabo en el teatro Corpbanca el espectáculo con la Orquesta Filarmónica de Caracas.
musical La pulga y el piojo por fin se casaron. Participan en el I Festival Suena Caracas y
en el Festival Caracas en Contratiempo.
2012
Celebran los 201 años de la Armada 2015
Venezolana con un concierto en la meseta Participan en el disco que celebra los 500
de Mamo en el estado Vargas. años de la ciudad de Cumaná titulado
Cumaná: 500 años de sueños.
2013
Se publica el cancionero Corre, Caballito 2016
auspiciado por el Ministerio del Poder Popular Se realiza el documental Serenata
para la Cultura. En octubre se presentan en un Guayanesa: leyenda viva.
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