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Artículo REC Fest 2019

En la vida hay que tomar decisiones, atreverse y por qué no, hasta montar un festival.
Sobrepasar límites, disfrutar con lo que unx hace y dar vida a la primera edición del
REC Fest en Coruña. 

Un conjunto de emociones, grupos de gran reconocimiento nacional, y mucha fiesta. La


gran cita gallega cobraba vida sobre las siete y poco de la tarde cuando Machete en
Boca era la encargada de dar por iniciado el festival con mucho desgarro y poderío
sobre el escenario. Eran tres sobre las tablas, y el Coliseum aún estaba tímido de
público, pero aquello sonaba bastante apetecible. 

Tan sólo tuvieron media hora para fundir sus energías en aquel recinto, pero
aprovecharon al máximo. Tanto, que hasta sonaron algunos de sus próximos nuevos
temas. Fue un verdadero acierto comenzar con ellas, pues caldeó a todos y todas las
presentes y empoderó el ambiente a la perfección. 

Rápidamente llegaban los gallegos Ezetaerre. Coincidían en número de artistas, pero


quizá tenían más ojos clavados en ellos. Fuera timidez, fuera reproches. Estos jóvenes
reventaron el Coliseum con sus lemas reivindicativos y con su atractiva y potente
música que dio vida hace apenas cuatro años.  Definen sus notas como “Rap galego
combativo” y dejaron bien claro lo que querían transmitir al público: calor, lucha y
disfrute. 

A penas se llegaban a las nueve menos cuarto de la noche y el escenario ya estaba


preparado para los siguientes en dar guerra: Bastards on parade. Con algo más de edad y
experiencia que los anteriores (nacieron en 2007), este grupo gallego de punk rock con
raíces celtas se convertía en el protagonista en el recinto. 
Con su gaita, su batería, acordeón, guitarras, bajo y voces, la bestia más alternativa y
atractiva recorría todo el Coliseum. Coruña estaba de fiesta celebrando la buena y
reivindicativa música. 

Un público entregado y preparado para recibir a La Regadera. Los de Miranda de Ebro,


además de abarcar todo el escenario de aquel recinto, se hizo con todos los bailes,
brindis y celebración del momento. Notas y melodías de la mezcla del ska, reggae y
rock hicieron saltar a todos y todas las presentes. Llevan desde 2014 dando mucha
guerra y desprendiendo buen rollo y calor, y llegaron a Galiza a quemar la primera
edición del REC Fest. 

Tanto fue así, que dejaron los fuegos preparados y el escenario bien caliente para llegar
a casi casi las once de la noche y recibir a los tan queridos Dakidarria. Con el tema
“1000 Berros” arrancaban su puesta en escena y, ¡vaya si acertaron! El Coliseum estaba
más que dispuesto a sacar sus banderas, a gritar sin tapujos y a corear los temas que la
banda gallega había preparado para la ocasión. 

Una sensación de plenitud, de emociones, incluso de recuerdos, que no cabía en el


lugar. Coruña y alrededores estaba de celebración, y esta vez, de una manera combativa,
reivindicativa y de libertad. Dakidarria desde el principio salió a entregarse por
completo al público. Tenían una escasa hora (cincuenta y cinco minutos exactamente)
para dar voz a sus doce temas que (quizá) más llegan al fondo de las personas. Lo
hicieron, y provocaron que todos y todas las asistentes, se volcaran con ellos tanto o
puede que algo más que con el resto de artistas que daban forma al REC Fest. 

Pero, para finalizar una tarde-noche tan especial y hacerla redonda por completo, salía
ya a la medianoche Ska-P. Fiesta, muchos recuerdos en la mente, y temas muy míticos y
conocidos a la par que algo más nuevos. El Coliseum hasta los topes y la banda dando
caña y guerra. Estaba siendo una velada de lo más enérgica y guerrera, con mucho rock,
mucho reggae y mucho ska. Una mezcla maravillosa que hacía salir hasta al más joven
su lado más rebelde. 

Con Ska-P y su puesta en escena, se daba por finalizado el festival. Se sobrepasaban ya


las tres de la madrugada y Coruña quería seguir con los pogos y con los minis de
cerveza, pero el REC Fest cerraba hasta el año que viene, y con creces, la que era su
primera y gran edición.  

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