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¿Realmente se aplicó la ley correctamente en el juicio de Jesús?

Flavia Valentina Alvarado Arce

Introducción

Cuando se menciona el nombre de “Jesús”, la mayoría de los occidentales lo reconocen

debido a lo transcendente que fue aquel personaje religioso en la historia, debido que en torno a

él se fundó una nueva religión llamada “cristianismo”, que, actualmente, está dentro de una de

las religiones con una mayor cantidad de profesantes a nivel mundial. Como se conoce gracias a

los cuatro evangelios bíblicos, Jesús fue un carpintero de clase social baja que vivía en Galilea

con sus padres y hermanos, aproximadamente entre los años 6 a.C hasta su muerte en el 36 d.C;

aunque su vida privada no fue expuesta, sí se conoce sobre el lapso de tiempo en que fue

misionero de la fe, razón por la que fue condenado a muerte.

La vida pública del Nazareno y la predicación de sus mensajes de salvación dentro del

contexto social de Palestina, fue bastante controversial, pues obtuvo de manera precipitada una

gran cantidad de seguidores que lo proclamaron casi al final de sus días como “Rey de los

Judíos” o “El Mesías” en su entrada triunfal a Jerusalén en vísperas de la Pascua Judía, siendo

estos hechos no agradables para las autoridades judiciales del pueblo judío, llegando a tomar

represalias en su contra por contraponerse a las buenas costumbres y estilo de vida del judaísmo,

donde a su vez, fue considerado bajo la mirada del Imperio Romano como potencial líder

revolucionario, que alentaría a los aborígenes a su sublevación contra sus colonizadores.

Con lo mencionado anteriormente, se perciben dos juicios de diferentes fuentes del

derecho; juzgado bajo las leyes hebreas y las romanas, las cuales siguieron sus procesamientos

por separado y condenando con fundamento según el criterio de sus jueces, tanto el Gran

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Sanedrín y el Prefecto Romano Pilato, aunque, cabe preguntarse hasta qué punto el proceso

jurídico de Galileo estuvo acorde a los principios fundamentales del derecho en ambos procesos,

por ende, este ensayo se enfocará de manera jurídica en el juzgamiento de Jesús de Nazareth,

determinando la validez de este caso.

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Desarrollo

“¿Juzga acaso nuestra ley a un hombre si primero no le oye, y sabe lo que ha hecho?”

habló Nicodemo contra los fariseos. (Reina-Valera, Jn 7:51, 1960)

El comienzo del primer proceso de Jesús sucede cuando fue arrestado en Jerusalén,

exactamente en el Huerto de Getsemaní por ordenamiento del Sanedrín, el órgano supremo de

justicia del pueblo judío ejecutada por su alta cabecilla Caifás, quien justificaba su accionar por

los disturbios ocasionados en el Templo por Jesús. Acto seguido fue llevado a la casa de Anás, el

expresidente del tribunal sacerdotal, en la cual en horas de la madrugada se llevó a cabo una

interrogación informal hacia el acusado sobre los cargos impuestos. (Andujar, 2006)

En primera instancia se puede denotar que su proceso religioso fue hasta cierto punto

organizado en contra del Nazareno, debido a que “El Talmud”, la fuente del derecho hebreo,

declara que el Gran Sanedrín se componía de veintitrés jueces, y exclusivamente para juzgar a un

falso profeta, debían ser en total setenta y un jueces, donde su sentencia debía ser declara en el

día, dentro del Templo con los respectivos testigos oculares aparte de los enjuiciadores, en el

cual se dictaría la sentencia mediante votaciones públicas (Zavala, 1997); no obstante, Jesús fue

llevado al domicilio de Anás en una madrugada, donde es muy improbable que estén todos los

jueces requeridos, con la justificación de que perturbaba las buenas costumbres judías, que al

final desviaron sus cargos primordiales para imponerle otro cargo judicial, declarándolo como

blasfemo, en el momento que aceptó públicamente haberse proclamado como el Mesías,

finalizando con cargos de seductor y debía cumplir la pena de muerte por lapidación. Es aquí

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donde surge la pregunta de qué ¿Por qué entonces no se le impartió tal pena que las fuentes del

derecho hebreo exponen?

Se debe destacar que aquel Tribunal judicial judío tenia ciertas facultades para aplicar su

propia ley bajo la supervisión de los colonos romanos, llamado el “suis legibus” (Andujar, 2006),

la cual era la conservación de los ordenamientos existentes dentro de las colonias romanas, por lo

que los judíos no tenían la jurisdicción de condenar a ninguna persona a muerte si no era

aprobado por el respectivo prefecto; entonces, se puede decir que los sacerdotes judíos abusaron

de su poder judicial y manipularon a su conveniencia la interpretación del derecho penal hebreo

con el fin de enjuiciar al Galileo según sus creencias religiosas arraigadas, por lo que el juicio

pierde su validez jurídica gracias a que no existió un debido proceso formal, que va en contra del

positivismo, por ende es ilegal. Aunque no solamente termina esta corrupción organizada por los

sumos pontífices, ya que se debe recordar que, al estar en vísperas de Pascua, debían adelantar lo

más rápido posible la sentencia de muerte que le habían otorgado al “falso profeta”, ya que no se

podía dar pena capital en esas fechas festivas porque provocaba amargura al acusado (Zavala,

1997), y también al no tener tal facultad acudieron a la aprobación oficial con el Prefecto romano

Pilato.

Entonces salió Pilato a ellos, y les dijo: ¿Qué acusación traéis contra este hombre?

Respondieron y le dijeron: Si este no fuera malhechor, no te lo habríamos entregado.

Entonces les dijo Pilato: Tomadle vosotros, y juzgadle según vuestra ley. Y los judíos le

dijeron: A nosotros no nos está permitido dar muerte a nadie. (Reina-Valera, Jn 18:29-31,

1960).

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Cuando el Gran sacerdote conoce que no puede ser sentenciado a muerte por blasfemia,

cambia nuevamente su demanda a ser acusado por un delito grave de traición al Imperio “crimen

maiestatis”, por declararse Rey Judío, (Gil & Arias , 2020) por lo tanto el prefecto evalúa al

acusado y lo declara inocente al no encontrar delito alguno dentro del derecho romano. Aquel

tenía la obligación de soltarlo, aunque esté en contra el pueblo judío, pero ¿cuál fue la razón por

la que Pilato sucumbió ante los pedidos de los judíos? Según Zavala, es debido a que

anteriormente el prefecto tuvo controversias con los aborígenes al tomar el tesoro del Templo, el

Corbán, con el fin de financiar un acueducto para Jerusalén, asunto sobre el cual los pobladores

no estuvieron de acuerdo, ya que no era un fondo de gastos públicos que se deba utilizar, por lo

que surgió una revuelta que en consecuencia trajo varios fallecidos. (Zavala, 1997) Por lo tanto,

los nativos demandaron esta acción de Pilato con Herodes Antipas, terminando en el riesgo de

destitución de su cargo político; También otra justificación fue al saber que Jesús era de Galilea

y fueron los galileos quienes constantemente cometían revoluciones en contra de los romanos,

por lo que fue considerado un supuesto líder político, por esta razón fue enviado el acusado al

Tetrarca para que él mismo lo evalué y así se libere de futuros problemas políticos Pilato.

Aun así, Jesús ya previamente sentenciado por Herodes donde luego lo declara como

inocente, los aborígenes exigían una sanción por lo que se le da la pena de flagelación, y luego se

conoce que le da la pena de crucifixión por pedido de los presentes que conformaban la consulta

popular. Es en este momento se encuentra otra invalidez del caso ya que previamente debió ser

liberado porque ya había cumplido su sanción, la cual no fue justificada por las leyes romanas,

aunque Pilato lo penalizo igualmente, por lo que se lo condenó dos veces por un mismo juicio y

aparte no estaba acorde a la tesis del exequatur (Laplatte, 1954); donde solamente se debía

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homologar la sentencia con el tribunal, en el cual se rechazaba o se denegaba aquel pedido

judicial.

Entonces, el proceso jurídico romano que realizo Poncio Pilato al final también se lo

considera ilegal, ya que incurrió a graves errores como la in procedendo e in iudicando (Gil &

Arias , 2020), determinando que el segundo proceso judicial, se lo considera inválido ya que no

se siguió con la verdadera aplicación de la norma jurídica, por lo que efectivamente el prefecto

solamente resguardo su puesto público evitando nuevamente una acusación del pueblo hacia sus

superiores.

Si se tuviera que acudir a la justicia ecuatoriana el veredicto de Jesús es ser absuelto de

aquella acusación de los judíos por los cargos de sedición e insurrección.

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Conclusión

En conclusión, en los dos procesos judiciales del Nazareno se ha comprobado que fueron

una total corrupción de parte de sus respectivos jueces encargados, por esta razón los procesos

quedan inválidos, a pesar de que el juicio hebreo no es totalmente válido debido a que no tenían

la facultad de penalizarlo como dictaban sus costumbres ancestrales, se debe destacar que la total

responsabilidad del juicio de Cristo recae en el Prefecto romano Poncio Pilato, que no realizó un

proceso jurídico de manera eficiente en el sentenciado no romano y prefirió ser egoísta para

salvar su puesto público, cometiendo un error judicial de otorgarle dos penas injustas que no

tenían justificación válida ante el derecho romano, siendo de esta forma una víctima de

corrupción el judío Jesús, el Mesías, siendo visto también bajo el enfoque jurídico como un

verdadero inocente, tanto como se lo percibe de manera religiosa, un hombre justo, dando una

buena razón por la cual transcendió a la historia tanto siendo como personaje histórico, como su

proceso histórico penal, siendo una verdadera controversia hasta los tiempos contemporáneos.

Dentro de todo este análisis se destacó que a pesar de lo que exprese la ley escrita sobre

cómo se debería interpretar el derecho, a pesar de que los profesionales que intervinieron

conocían sus propias leyes y eran los encargados de imponer la justicia hasta donde se lo

permite, se formula una pregunta relevante, ¿hasta que punto los jueces de un determinado

tribunal consideran la igualdad ante la ley frente a un presunto acusado?

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Referencias

Andujar, J. A. (2006). Jesús de Nazareth; sus principales ideas juridicas y su controvertido

procesojudicial judio y romano. 51-52. Obtenido de

https://cybertesis.unmsm.edu.pe/bitstream/handle/20.500.12672/187/Andujar_mj.pdf?seq

uence=1&isAllowed=y

Gil, B., & Arias , P. ( Julio - Diciembre de 2020). PROCESO PENAL DE JESUCRISTO:

INIQUIDADES Y ANTAGONISMOS ENTRE EL VETUSTO. Revista Científica de

Investigación, Docencia y Proyección Social, Número 23, pp 22-26. Obtenido de

http://axioma.pucesi.edu.ec/index.php/axioma/article/download/623/553

Laplatte, C. (1954). El Proceso de Jesús visto por los Juristas. (J. Kiefer-Marchand, Ed.) Revista

"Ecclesia"(73). Obtenido de https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/5084663.pdf

Reina-Valera. (1960). Jn 18:29-31. Sociedades Bíblicas en América Latina. Obtenido de

https://www.biblegateway.com/passage/?search=Juan+18&version=RVR1960

Reina-Valera. (1960). Jn 7:51. Sociedades Bíblicas en América Latina. Obtenido de

https://www.biblegateway.com/passage/?search=Juan+7&version=RVR1960

Zavala, J. (1997). El Proceso de Jerusalén. Guayaquil: Edino.

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