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Introducción

al laboratorio clínico
Departamentos de trabajo en el laboratorio clínico
Nardis Penelope Rivas García
2022-1811

Hematología La hematología es la rama de la medicina interna, que se
encarga del estudio de las células de la sangre y sus precursores, así como de
los trastornos estructurales y bioquímicos de estos elementos, que puedan
conducir a una enfermedad.
La hematología es una ciencia que comprende el estudio de la etiología,
diagnóstico, tratamiento, pronóstico y prevención de las enfermedades de la
sangre y órganos. Los especialistas en este dominio son llamados hematólogos.
Es la única especialidad médica que trata enfermedades malignas (cáncer) y no
malignas. Posee diferentes áreas de enfoque: hematología benigna (anemias),
hematología maligna (leucemias, linfomas, mieloma...), Hemostasia y
Trombosis (enfermedades que causan sangrado o trombosis), terapia
transfusional (transfusión sanguínea) y Trasplante de células madre (trasplante
de progenitores hematopoyéticos).
La hematología es una rama de la medicina que estudia la morfología de la
sangre y los tejidos que la producen. Permite generar diagnósticos, y trata las
enfermedades de la sangre y de sus componentes celulares.
Todas las células que forman la sangre derivan de una célula madre
pluripotencial localizada en la médula ósea que mediante un proceso de
diferenciación que se llama hematopoyesis, da lugar a diferentes tipos de
células. Cada una de ellas posee unas característica y funciones específicas. Las
principales células que forman la sangre son hematíes (o eritrocitos),
leucocitos (neutrófilos, eosinófilos, basófilos, monocitos, linfocitos) y
plaquetas.



Uroanálisis y Microscopia Clínica Un examen general de orina, también


llamado análisis de orina o uroanálisis, consiste en una serie de exámenes
efectuados sobre la orina, constituyendo uno de los métodos más comunes de
diagnóstico médico.1 Un examen completo consta de varias determinaciones:
un examen macroscópico, un examen físico-químico, un examen microscópico
y, si fuera necesario, un urocultivo. El análisis físico-químico se puede efectuar
mediante tiras reactivas cuyos resultados se leen de acuerdo a los cambios de
color.
Ya en la antigüedad era común el diagnóstico de enfermedades con base en la
observación de la orina. El método, denominado uroscopia, basado en la
observación de las propiedades organolépticas de la orina fue descrito por
Galeno y su aplicación tuvo lugar por muchos siglos en el contexto de la teoría
de los cuatro humores apoyada por Hipócrates.
Aunque la tecnología de análisis químico cualitativo y cuantitativo permitió
desde finales del siglo XIX la superación del método crioscópico, las
propiedades organolépticas, típicamente olor y color, permiten todavía un
diagnóstico inmediato de numerosas enfermedades.
La orina es de color amarillo claro y en función de su concentración puede
adoptar una coloración amarillo clara, si está diluida, y amarillo oscuro, si está
concentrada; sin embargo, puede tener una apariencia turbia si en ella existen
células o cristales. Si el paciente está tomando ciertos medicamentos, la orina
podría ser teñida por ellos.


Microbiología y Bacteriología Es la ciencia encargada del estudio y


análisis de los microorganismos,1 seres vivos domina toses no visibles al ojo
humano también conocidos como microbios.2 Se dedica a estudiar los
organismos que son sólo visibles a través del microscopio: organismos
procariotas y eucariotas simples. Son considerados microbios todos aquellos
seres vivos microscópicos, estos pueden estar constituidos por una sola célula
(unicelulares), así como pequeños agregados celulares formados por células
equivalentes (sin diferenciación celular); estos pueden ser eucariotas (células
que poseen envoltura nuclear) tales como hongos y protistas; y procariotas
(células sin envoltura nuclear) como las bacterias. Sin embargo, la
microbiología tradicional se ha ocupado especialmente de los microorganismos
patógenos entre bacterias, virus y hongos, dejando a otros microorganismos
en manos de la parasitología y otras categorías de la biología.
Aunque los conocimientos microbiológicos de que se dispone en la actualidad
son muy amplios, todavía es mucho lo que queda por conocer y
constantemente se efectúan nuevos descubrimientos en este campo. Tanto es
así que, según las estimaciones más habituales, solo un 1 % de los microbios
existentes en la biosfera han sido estudiados hasta el momento. Por lo tanto, a
pesar de que han pasado más de 300 años desde el descubrimiento de los
microorganismos, la ciencia de la microbiología se halla todavía en su infancia
en comparación con otras disciplinas biológicas tales como la zoología, la
botánica o incluso la entomología.
Al tratar la microbiología sobre todo los microorganismos patógenos para el
hombre, se relaciona con categorías de la medicina como patología,
inmunología y epidemiología.


La bacteriología es la rama y especialidad de la biología que estudia la
morfología, ecología, etología, genética y bioquímica de los procariotas
(bacterias y arqueas) así como muchos otros aspectos relacionados con ellas.1
Esta disciplina de la microbiología implica la identificación, clasificación y
caracterización de especies bacterianas y arqueadas. Debido a la similitud de
pensar y trabajar con microorganismos distintos a los procariotas como los
protozoos, algas y hongos unicelulares ha habido una tendencia a que el
campo de la bacteriología se extienda como simple microbiología. Los términos
anteriormente se usaban indistintamente. Sin embargo, la bacteriología se
puede clasificar como una ciencia distinta o como una disciplina dentro la
microbiología.2 3
El estudio de la bacteriología comprende dos dominios de vida totalmente
diferentes Bacteria y Arrachea, los cuales comparten la presencia de células
procariotas. Las arqueas anteriormente fueron consideradas bacterias y eran
llamadas "arqueobacterias", pero posteriormente los análisis moleculares
descubrieron que las arqueas constituyen un dominio separado,
estrechamente emparentado con los eucariotas y también relacionado con su
origen.

Química clínica La química clínica refiere al análisis bioquímico de los fluidos


corporales. Utiliza reacciones químicas para determinar los niveles de diversas
composiciones químicas en líquidos corporales. Varias pruebas químicas
simples se utilizan para descubrir y para cuantificar diversas composiciones en
sangre y la orina, los especímenes lo más común posible probados de la
química clínica.
Las técnicas tales como espectrofotometría, inmunoensayos, y electroforesis
también se utilizan en química clínica para medir la concentración de
substancias tales como glucosa, lípidos, enzimas, electrólitos, hormonas,
proteínas, y otros productos metabólicos presentes en sangre humana y orina.

Serología La serología es el estudio que permite comprobar la presencia de


anticuerpos en la sangre. Es una prueba fundamental a la hora de realizar
donaciones de sangre y transfusiones. Este se basa en un examen serológico,
que tiene como fin conocer la exposición o presencia previa de un
microorganismo patógeno en particular y a partir de ella la capacidad de
respuesta del individuo a tal infección. Para ello se debe tomar una muestra de
sangre en volumen apropiado según la técnica que se emplee (ELISA, IFI,
Western blog, IHA, etc.). Se puede usar la sangre total o tomar solo el suero, el
cual se obtiene luego de centrifugar la sangre previamente coagulada, para
eliminar las células sanguíneas de la reacción.
Este examen se realiza también para descartar sospechas sobre alguna
infección, si se encuentran razones para pronosticar una enfermedad
existente, el examen se puede repetir a las dos semanas de la primera toma de
muestra sanguínea. La serología permite detectar infecciones o en qué medida
el individuo es inmune a una infección o enfermedad específica.
Las enfermedades detectables con la serología son las siguientes: sarampión,
rubéola, carbunco, VIH, hepatitis viral, brucelosis, amebiasis, infección
micótica, VSR, talasemia, sífilis, toxoplasmosis, enfermedades de vías
respiratorias bajas y una variedad de enfermedades más.



Inmunohematología La Inmunohematología es la parte de la hematología
que estudia los procesos inmunitarios que tienen lugar en el organismo en
relación con los elementos sanguíneos. Uno de los aspectos más importantes
es el estudio de los Grupos Sanguíneos, ya que están relacionados
directamente con las transfusiones y la prevención de accidentes hemolíticos
relacionados con estas, ya que la incompatibilidad entre donante y receptor
puede ocasionar una brusca destrucción de los eritrocitos transfundidos, con
riesgos para la vida del paciente; esto ocurría con frecuencia, hasta que
Landsteiner descubriera la existencia de dichos grupos hemolíticos. Gracias a
los conocimientos en inmunohematología, se hace posible el trasplante de
células madre hematopoyéticas.
El trasplante se realiza cuando el enfermo ha recibido radiación o
quimioterapia, y por lo tanto, las células de su médula ósea han sido
gravemente dañadas. La función del sistema inmune se puede restituir en
varios meses si el trasplante es autólogo, o en más de un año cuando se trata
de un al trasplante. Normalmente antes de una quimioterapia agresiva se
extraen células madre hematopoyéticas del paciente para ser trasplantadas
tras el tratamiento. De esta forma, se disminuye el período de aplasia (falta de
células) y el sistema inmune se restituye más rápidamente que en el al
trasplante.

Pruebas especiales Es el área encargada del estudio de enfermedades


autoinmunes, infecciosas, hipersensibilidades, enfermedades endocrinas,
marcadores tumorales, perfiles tiroideos, drogas terapéuticas, drogas de abuso
y marcadores hepáticos entre otros.

Banco de sangre Un banco de sangre es el lugar donde se almacenan y


procesan sangre y componentes sanguíneos. Los bancos de sangre se localizan
tanto en los centros de transfusión como en los servicios de transfusión
hospitalarios. Los centros de transfusión son centros encargados de la
extracción y verificación de la sangre humana o sus componentes, sea cual sea
su destino, y de su tratamiento, almacenamiento y distribución cuando el
destino sea la transfusión. Los servicios de transfusión son unidades
asistenciales localizadas en los hospitales, en los que se almacenan los
componentes sanguíneos y se realizan pruebas de compatibilidad y otras
pruebas de inmunohematología para su transfusión a los pacientes que lo
requieran.1
La sangre extraída de los donantes se fracciona, obteniendo los componentes
sanguíneos: eritrocitos, plaquetas y plasma. A su vez, del plasma se pueden
obtener hemoderivados como la albúmina humana, inmune globulinas y
factores de coagulación no reconvino

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