Está en la página 1de 1

MIGUEL ÁNGEL VELASCO HERNÁNDEZ.

Una de las cosas que más se me quedó grabada fue que cada persona necesita
un enfoque diferente en cuanto a la técnica vocal, ya que todos podemos llegar a
tener diversas dificultades. Cada alumno se aborda con ejercicios diferentes, ya
que, por ejemplo, si alguien tiene problema del cierre de cuerdas vocales y se
escucha una fuga de aire, es muy diferente el enfoque de una persona que llega
con sonido nasal. Lo que primero se debe hacer es una evaluación del alumno y,
sobre todo, estar abierto y dispuesto a explorar lo que mejor le convenga.
Es importante también abordar el aspecto psicológico, hacer que el alumno sienta
la confianza de que puede equivocarse, de que las cosas van a salir en su debido
momento y que no hay que forzar absolutamente para evitar una lesión. Se tienen
que considerar las limitaciones emocionales del estudiante, ya que pueden
obstaculizar el aprendizaje y tenemos que tener paciencia y estar abiertos a la
escucha y saber instruirle para que poco a poco pueda ir venciendo los miedos.
Algo que me llamó mucho la atención fue que a veces el alumno tiene la creencia
que es cierto tipo de voz (bajo, barítono, mezzo, etc.), pero al ir explorando y
avanzando en los ejercicios, se descubre algo que ni siquiera sospechaban, lo
cual nos deja la enseñanza de no encasillar e ir permitiendo la flexibilidad del
registro vocal. También se vio el hecho de que somos frecuencias y energía, y lo
que sentimos lo transmitimos en la voz, ya sea miedo, seguridad, pasión por lo
que se hace, y todo eso lo llega a sentir la audiencia. Y justamente aprender
también a amar nuestro sonido fuera de nuestra resonancia corporal, aprender a
conocerla, por ejemplo, con el ejercicio de bloquear un poco los oídos con las
manos para ir reconociendo el sonido natural de nuestra voz, y tener consciencia
de que todo lo que sentimos (flemas, gallos, incomodidades) probablemente el
público ni los escuche.
Me gustó mucho la pedagogía con la que pueden llegar a hacerse los ejercicios,
esto es ejemplificando con sonidos de animales, sonidos de la vida cotidiana, algo
que haga que el alumno simplemente no piense demasiado el ejercicio y que
pueda más que nada reconocer la sensación correcta y generar la memoria
muscular adecuada, para que, con la práctica y el paso del tiempo, pueda irlos
haciendo de manera natural. Además de que se pueden utilizar mecanismos
externos, objetos, y materiales didácticos para facilitar la vocalización, como un
palito de madera, vasos, popotes, con la finalidad de suplir alguna falla en la
manera de emitir el sonido. Se puede ayudar al alumno con movimientos
corporales, como sentadillas para engañar a la mente al momento del agudo,
pensar el sonido amplio, agacharse, sentarse en alguna silla con las piernas
flexionadas y pegadas al pecho, hay un sinfín de ejemplos que pueden facilitar el
trabajo. Considero que la técnica vocal es algo maravilloso, la cual, su finalidad es
conseguir un sonido lleno de armónicos, estético y con facilidad de emisión, para
que al final del día, se pueda cantar sin limitaciones y se pueda cantar de la mejor
manera, y esto es: disfrutándolo.

También podría gustarte