Alumno: Diego Barboza Rendon

Matricula: 21003999

Taller de lectura y redacción.

Altibajos de la escritura.

21 de febrero del 2021

Diario: jueves 5 de julio de 2018.

Hoy por la mañana, salí a caminar por las calles del centro de Cuernavaca. Cuando pasé frente
a las oficinas de la SEP, me di cuenta de que había un pequeño incendio. No era nada grave,
pero había mucha gente reunida viéndolo. No le di mucha importancia y seguí mi camino.

Algunas cuadras más adelante, cuando pasaba por la colonia siglo XXI, para mi sorpresa, había
una casa incendiándose, pensé: ¿es acaso el día de los incendios? Me detuve un momento a
observar, era un poco más grave que el incendio que había visto anteriormente,
afortunadamente los bomberos llegaron pronto.

Un poco cansado después de tanto caminar, me metí a una tiendita en donde compré unas
donas de Bimbo y una Coca Cola.

Creo que hoy fue el día más emocionante de mi vida, ya que en el momento que salía de la
tienda, hubo un choque de dos autos justo en frente. Cuando salieron los conductores,
reconocí a uno de ellos, era Santiago Cardona, un amigo de mi papa, lo conocí en la pasada
fiesta de Navidad, es sargento de policía en la Ciudad de México. No quise saludarlo porque se
veía muy molesto.

Cuando por fin regrese a casa, mi mama me dijo que el siguiente sábado iríamos a visitar a mi
tía Cecilia que vive en Querétaro, me agrada mucho la idea. Tiene una casa muy grande y vive
sola, ya que sus hijos, por cuestiones laborales, viven en otras ciudades. [Uno es subdirector en
el IMSS y el otro es coronel en el ejercito]. Me gusta visitarla para que no se sienta tan sola.

Después de un día lleno de sorpresas, estaba a punto de dormir, cuando recordé que tenía una
tarea pendiente de mi clase de historia. Tenía que escribir un resumen del capítulo XV de mi
libro, que hablaba sobre la Revolución Mexicana, así que me levante deprisa a buscar mis
útiles. Para mi mala suerte, por más que busque mi libro, no logre encontrarlo por ningún lado.
-Si pusieras las cosas en su lugar, no las perderías- diría mi madre.

Un poco decepcionado y molesto, baje a la cocina a preparar algo para comer, la búsqueda me
había abierto el apetito.

Sabía que no sería el único que no llevara la tarea: Marco no iría a clases; Ulises no la haría;
Jimena seguramente la olvidaría... o tal vez no.

Preparé un plato de cereal con leche Lala y como ya no tenía sueño, fui a encender el televisor
y estaban pasando la repetición del Super Bowl LII. Como no me gusta el futbol americano,
apagué el televisor y subí a mi cuarto a intentar dormir otra vez.