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Carrera de Derecho
Asesora:
Lima-Perú
2020
DEDICATORIA
Esta tesis está dedicada de manera muy especial a mis padres por haberme
mostrado el camino a la superación de esta carrera; a mis hermanos Jorge y Úrsula
por brindarme su tiempo y apoyo incondicional; a mi abuela Adriana por ser aquella
persona que me dio las bases y pilares para ser una persona de principios; a mis
amigos por permitirme aprender más de la vida a su lado; y por último a mi asesora
por su apoyo educativo y moral.
RESUMEN
Palabras Claves: Octavo Pleno Casatorio Civil, Acto Jurídico, Sociedad Conyugal,
Disposición de Bienes Sociales, Nulidad, Ineficacia, Tercero de buena fe,
jurisprudencia, derecho comparado, prescripción.
ABSTRACT
The main object of this research is to analyze the legal figures of inefficacy and nullity
as legal remedies to the act of disposition of the marital property carried out by one of
the consorts who doesn’t have special power to represent the conjugal society. For
the development of this work, the Eighth Civil Cassation Plenaries, will be taken as a
reference.
Likewise, this investigation will develop the prescription of the inefficiency action that
isn’t regulated in our legal system and the different disposition acts established in our
Civil Code that can be performed by the consort involved in the act will be developed.
Finally, the situation of the non-intervening spouse in the act of disposition will be
discussed, as well as the third party in good faith acquiring the social good registered
in Public Registries, as it is not an issue developed in the Eighth Civil Cassation
Plenaries
ÍNDICE
CAPÍTULO I: INTRODUCCIÓN
2.1. Antecedentes
2.1.1. Trabajos de Investigación Nacionales
2.1.2. Trabajo de Investigación Internacional
2.2. Marco Teórico
2.2.1. Asentamiento del Acto Jurídico en la Codificación Civil
2.2.2. Concepto de Acto Jurídico
2.2.3. Estructura del Acto jurídico
2.2.3.1. Existencia del Acto Jurídico
2.2.3.2. Validez del Acto Jurídico
2.2.3.3. Eficacia del Acto Jurídico
2.2.4. Nulidad
2.2.5. Teorías de la nulidad
2.2.5.1. Nulidad absoluta
2.2.5.2. Nulidad relativa
2.2.6. Causales de Nulidad Absoluta
2.2.6.1. Cuando falta la manifestación de voluntad del agente
2.2.6.2. Cuando su objeto es física o jurídicamente imposible o cuando sea
interminable
2.2.6.3. Cuando su fin sea ilícito
2.2.6.4. Cuando adolezca de simulación absoluta
2.2.6.5. Cuando no revista la forma prescrita bajo sanción de nulidad
2.2.6.6. Cuando la ley lo declara nulo
2.2.6.7. En el caso del artículo V del Título Preliminar del Código Civil, salvo que
la ley establezca sanción diversa
2.2.7. Prescripción de la Nulidad
2.2.8. Ineficacia
2.2.9. Clasificación de las ineficacias
2.2.9.1. Ineficacia estructural
2.2.9.2. Ineficacia funcional
2.2.10. Prescripción de la Ineficacia
2.2.11. La Representación
2.2.11.1. Clases de representación
2.2.11.1.1. La representación voluntaria o apoderamiento
2.2.11.1.2. La representación legal
2.2.11.2. Clases de poder en el Código Civil
2.2.11.2.1. Poder General
2.2.11.2.2. Poder Especial
2.2.11.3. La representación entre cónyuges
2.2.11.4. La ineficacia de la representación
2.2.11.5. La ratificación del acto ineficaz
2.2.12. Concepto de Matrimonio
2.2.13. Régimen Patrimonial
2.2.13.1. Bienes del Régimen Patrimonial
2.2.13.2. Administración común del patrimonio social y disposición de bienes
sociales
2.2.13.3. Sociedad de Gananciales
2.2.13.4. Separación de Patrimonios
2.2.14. Actos de Disposición
2.2.14.1. Compraventa
2.2.14.2. Caracteres de la Compraventa
2.2.14.3. Elementos estructurales de la Compraventa
2.2.14.3.1. El Consentimiento
2.2.14.3.2. El Bien
2.2.14.3.3. El Precio
2.2.14.4. La Permuta
2.2.14.5. La Donación
2.2.14.5.1. Caracteres de la Donación
2.2.15. Gravamen del Bien Social
2.2.15.1. La Hipoteca
2.2.16. Principio de buena fe pública registral
2.2.17. Requisitos del tercero registral
2.2.17.1. Adquiriente actúe de buena fe
2.2.17.2. Adquisición a título oneroso
2.2.17.3. Inexactitud registral no conocible por el tercero adquiriente
2.2.17.4. Registrar su adquisición
2.2.18. Derecho Comparado
2.2.19. España
2.2.19.1. Disposición a Título Oneroso
2.2.19.2. Disposición a Título Gratuito
2.2.20. Panamá
2.2.21. El Salvador
2.2.22. Ecuador
2.2.23. Argentina
2.2.24. Cuba
2.3. Análisis Jurisprudencial
2.3.1. Nulidad del acto jurídico
2.3.2. Ineficacia del acto jurídico
2.4. Hipótesis
2.4.1. Hipótesis General
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
GLOSARIO
ANEXOS
Entrevista 2
Entrevista 3
En esa misma línea, el Título III del Libro citado previamente del Código,
permite que los cónyuges antes de la celebración del matrimonio puedan
adoptar libremente el régimen patrimonial, los cuales son el régimen de
sociedad de gananciales o la de separación de patrimonios. El régimen de
sociedad de gananciales, de acuerdo a lo establecido en el artículo 301, debe
ser entendido como aquel régimen en el pueden existir bienes propios de cada
cónyuge, así como, bienes pertenecientes a la sociedad; caso contrario, a lo
dispuesto en el régimen de separación de patrimonio, en el que el artículo 327
8
refiere que, cada cónyuge conserva su propiedad, administración y disposición
de sus bienes presentes y futuros, y le corresponden los productos y frutos de
dichos bienes, este tipo de régimen surte efecto con su inscripción en los
registros públicos.
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de buena fe adquiriente del bien social, el cual no ha sido materia de análisis
en el Octavo Pleno Casatorio.
¿El criterio de la ineficacia sería el remedio jurídico más adecuado para el acto
de disposición realizado por uno solo de los cónyuges? ¿Cuáles serían las
consecuencias jurídicas para el cónyuge no interviniente del acto celebrado?
¿El cónyuge no interviniente del acto puede ratificarlo de acuerdo con el artículo
162° del Código Civil? ¿El tercero adquiriente del bien social cumple con los
requisitos del Tercero Registral? ¿Cuáles serían las consecuencias jurídicas
para el tercero de buena fe adquiriente del bien social?
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1.3.2. Relevancia Teórica
Describir los efectos jurídicos que produce el acto de disposición de los bienes
sociales por uno de los integrantes de la sociedad conyugal sin el
consentimiento del otro cónyuge.
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CAPITULO II: MARCO TEÓRICO E HIPÓTESIS
2.1. Antecedentes
2. La falta de legitimidad para contratar generará que sea válido entre las
partes celebrantes, pero ineficaz funcionalmente con relación al adquiriente
y el tercero con interés que no formo parte del negocio, constituyéndose en
un requisito de eficacia extrínseco al negocio.
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eficaz para las partes que lo celebraron, pero no con respecto al cónyuge
no participante, no produciendo efectos para ella.
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4. El camino por tomar en cuenta para señalar a un acto como ineficaz,
evidentemente es contrapuesto a un posible acto ilícito, o afectación del
derecho público, o como una ausencia de voluntad por parte de uno de
los cónyuges en la celebración del negocio jurídico, pues éstos son rasgos
propios de requisitos de validez o invalidez del acto jurídico.
1. Toma como posición que el acto celebrado por uno de los cónyuges es
ineficaz, al poder ratificarse por el cónyuge no interviniente y además
porque el cónyuge interviniente carece de legitimidad para contratar, caso
contrario, con la nulidad que no puede subsanarse, no siendo aplicable al
artículo 315° del Código Civil, donde no regula una sanción.
14
La Protección del Cónyuge y del Tercero en la Sociedad de Gananciales.
Para optar el Grado de Magister en Derecho con mención en Derecho Civil
en la Pontificia Universidad Católica del Perú. (Almeida Briceño José,
2002)
3. Considera que la nulidad es procedente, pero por la causal del artículo 315°
del código civil al ser una norma imperativa y por lo tanto no puede ser
sustituida por la voluntad de las partes, de acuerdo con el artículo 219° del
Código Civil. Sin embargo, también indica que la nulidad es una solución
radical e insalvable, al no admitir confirmación alguna del cónyuge no
interviniente.
4. En relación con el tercero adquiriente del bien social, se pide que la buena
fe consista en el desconocimiento que bien tenía calidad social. En caso de
bienes muebles e inmuebles se aplica la fe pública registral establecida en
el artículo 2014 del Código Civil en el que, si un bien social aparece inscrito
únicamente a favor de uno de los cónyuges, al haberse declarado soltero o
porque logró inscribirlo como propio, el tercero de buena fe mantendrá la
adquisición una vez inscrito su derecho, aunque después se anula, rescinda
o resuelva el derecho del otorgante por causas que no consten en los
Registros Públicos.
15
2.1.2. Trabajo de Investigación Internacional
16
3. En caso el cónyuge que solicita el consentimiento se encuentre inhabilitado,
deberá solicitar al juez competente una autorización judicial para poder
realizar la disposición del bien social.
17
Chileno de 1857 y por el Código Civil Argentino promulgado en 1869 iniciando
su vigencia el 01 de enero de 1871.
18
Habiéndose desarrollado la teoría y evolución del acto jurídico en nuestro
sistema peruano a través del Código Civil de 1936 y nuestro Código Civil
vigente, se procederá a definir de manera precisa el concepto de acto jurídico.
Este tipo de hechos son recogidos por el ordenamiento jurídico, los mismos que
se nutren de las relaciones humanas, no los aprehende como tal y como se
presentan en la realidad social, sino que los recoge de un modo especifico y
propio que corresponde al ámbito jurídico. Al respecto, el autor Juan Carlos
Garibotto citando a Salvat menciona lo siguiente:
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Así en palabras del mismo autor Juan Carlos Garibotto se tendrá en
consideración un hecho jurídico cuando:
En esa misma línea, el profesor Juan Carlos Garibotto define al acto jurídico
como que el acto o negocio jurídico es el instrumento de la autonomía privada,
el medio por el cual los sujetos de derecho disciplinan por sí mismos sus
relaciones (Garibotto Juan Carlos, 1991, pág.29).
20
(…) un principio que, llevado al Derecho Privado, se constituye en su
característica fundamental, al extremo que, en nuestra opinión puede
ser considerado como el factor determinante para las situaciones y
relaciones jurídicas queden comprendidas en su ámbito, razón por la
cual se le denomina también autonomía privada. No ha recibido una
noción legal y ello lo hace ser un principio no escrito, o, si se prefiere,
un postulado. Su noción, por ello, es puramente teórica y doctrinaria.
(Vidal Ramírez Fernando, 2007, pág. 57)
21
El primero de es de carácter general, en el que los elementos son
indispensables para la configuración del acto jurídico, y su presencia es
imprescindible para la generalidad de los actos jurídicos; y, el segundo es
de carácter especial, que son para cada acto jurídico particular, siendo
indispensable para su concreción, son llamados también elementos
constitutivos.
Así el autor Fernando Vidal Ramírez, refiere lo siguiente sobre estas dos
clases de elementos:
También, refieren que antes de ser elementos, son efectos jurídicos que
derivan de la naturaleza de ciertos actos jurídicos, por ejemplo: en los actos
22
de transferencia de propiedad, uso o posesión de un bien, el transferente
tiene la obligación de sanear por vicios ocultos, por evicción, etc., que
permitan destinar el bien al fin para el cual fue adquirido o que disminuya su
valor. El autor Aníbal Torres Vásquez refiere que estos elementos están en
la naturaleza del acto, pero no son de su esencia, por lo que sus derechos
y deberes u obligaciones que de ellos se derivan pueden ser disminuidos,
incrementados o eliminados por voluntad de las partes. (Torres Vásquez
Aníbal, 2008, pág. 161)
23
La diferencia entre los elementos esenciales y elementos naturales con los
elementos accidentales es que estos son ajenos al acto jurídico, no siendo
requeridos para su existencia y validez, ni por estar insertos en su
naturaleza, siendo que su presencia en el acto depende únicamente de la
voluntad de las partes.
(…) para que exista compraventa debe existir un bien que se transfiere
en propiedad y un precio que se paga en dinero (artículo.1529); y,
también si las partes han convenido algún elemento esencial fuera de
los establecidos por ley, para que el acto sea válido y eficaz debe
concurrir tal elemento. Basta que falte uno solo de estos elementos
para que el acto jurídico no exista o se trate de un acto jurídico
diferente. (Torres Vásquez Aníbal, 2018, pág. 160)
24
Es importante mencionar que, la inexistencia de uno de los requisitos
esenciales configuraría una situación en la que no se va a poder configurar el
acto jurídico en sí y por ende no podrá surtir efectos jurídicos no llegando a
cumplir ninguna finalidad. Esta inexistencia no es susceptible de subsanación,
en tanto que no hay un acto jurídico que corregir, ni efectos jurídicos que se
vayan a producir.
Un acto jurídico válido, es aquel que cumple con los requisitos exigidos en el
artículo 140° del Código Civil:
25
presupuesto necesario, el discernimiento (…). (Vidal Ramírez Fernando,
2007, pág. 114).
Ahora hay cierto sector de la doctrina que distingue el objeto del contenido
del acto jurídico, debemos entender a este último como reglamento, conjunto
de disposiciones queridas por las partes o determinadas por la ley. Por
ejemplo: la condición, impuesto muchas veces por las partes en una relación
contractual.
Así también, el inciso 2 del artículo 140° del Código Civil establece como
caracteres del objeto que este debe ser posible, física y jurídicamente. La
posibilidad física del objeto está referida a la existencia o la posibilidad de
existir los derechos y deberes u obligaciones integrados en la relación
jurídico que se vincula con los bienes materiales o inmateriales sobre los
que recaen. Mientras que, la posibilidad jurídica está referida en conformidad
con el ordenamiento jurídico de los derechos y deberes u obligaciones
integrados en la relación jurídica generada por el acto jurídico.
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c) Fin lícito: Es la causa del acto. La finalidad del acto jurídico se vincula con la
manifestación de voluntad, partiendo que el motivo de los celebrantes se
dirija a la producción de efectos jurídicos, es decir, a la creación de una
relación jurídica y normar su regulación, modificación o extinción.
(…) el Código Civil ha acogido la causa como fin o finalidad del acto
jurídico y que ha sido tomada como motivo determinante de su
celebración, hay una identificación entre causa y motivo, pero solo del
motivo relevante para el Derecho, desde que es manifestado, y no del
simple motivo subjetivo o dato sicológico sin relevancia jurídica. (Vidal
Ramírez Fernando, 2007, pág. 128).
27
Entonces, no toda forma, es requisito de validez, aunque si es un elemento
de existencia, ya que sin forma no existe un acto jurídico. La forma referida
en el artículo citado previamente es una forma prescrita para un fin
específico, que es el de dar existencia y validez en determinados actos
jurídicos los cuales, por su trascendencia, la ley los hace para celebración
de negocios (negotio solmemnia), y por eso plasma que su inobservancia se
sanciona con la nulidad.
En relación con lo detallado en esta sección, podemos definir que los elementos
esenciales del acto jurídico son prescindibles para su formación, toda vez que
su presencia es indispensable para que alcance su existencia jurídica y validez.
Contrariamente, será un acto jurídico inválido, el no cumplir con todos los
elementos esenciales, siendo sancionado con la nulidad, o al existir una
patología en los elementos esenciales por presentarse un vicio en la
manifestación de la voluntad (error, dolo, intimidación o violencia),
sancionándose con la anulabilidad.
Un acto jurídico eficaz, es aquel que reúne todos los requisitos de validez
establecidos en el artículo 140° del acto jurídico produciendo efectos jurídicos.
Ahora existen ciertos casos, en que un acto jurídico puede ser válido pero
ineficaz, como es el caso de actos sujetos a una condición suspensiva, en el
que se retrasa los efectos del acto jurídico hasta que un acontecimiento suceda,
por ejemplo: te dono mi automóvil si te recibes de abogado. El autor Aníbal
Torres Vásquez refiere lo siguiente sobre la ineficacia:
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es calificado de ineficaz. Es decir, el acto es ineficaz cuando por
cualquier razón no produce efectos (sociales, económicos, etc.) desde
su celebración, o cuando se hacen cesar los que venía produciendo,
o cuando los efectos no pueden hacerse valer frente a ciertas
personas. (Torres Vásquez Aníbal, 2018, pág. 1186)
2.2.4. Nulidad
29
Civil. A partir de ello, se originó una nulidad civil de pleno derecho, considerada
como nulidad absoluta, y la nulidad pretoriana como anulabilidad.
En otras palabras, el acto jurídico celebrado entre las partes tiene que reunir
los elementos esenciales señalado en el artículo citado en el párrafo anterior,
caso contrario, si el acto no contiene dichos elementos esenciales, no producirá
sus efectos jurídicos, teniendo como consecuencia, no siendo considerado un
acto válido.
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nulidad relativa o anulabilidad, refiriendo que el acto posee diversos elementos
para su existencia, pero que lleva un vicio que da lugar que las personas
planteen una anulación para subsanar sus intereses privados lesionados, las
causales de anulabilidad se encuentran previstas en el artículo 221 del Código
Civil.
Sin embargo, el Código Civil si ha hecho referencia en el artículo 219 del Código
Civil sobre aquellas causales de nulidad del acto jurídico, que pasaremos a
detallar más adelante en el presente trabajo.
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En relación al Octavo Pleno Casatorio, la nulidad absoluta es una de las figuras
que se está discutiendo como remedio jurídico al acto de disposición unilateral
de los bienes sociales, al concurrir las siguientes supuestas causales de
nulidad del acto jurídico: (i) Falta Manifestación de voluntad por uno de los
cónyuges, (ii) objeto jurídicamente imposible en función al artículo 315 del
Código Civil, debido a que se necesita el consentimiento de ambos cónyuges
y (iii) Fin ilícito, al existir una voluntad de engañar y perjudicar al cónyuge no
interviniente.
En este caso, el acto jurídico posee los diversos elementos esenciales para su
existencia, siendo válido en un primer momento, pero que lleva en si un vicio
que da lugar a que las personas aleguen la anulación para subsanar sus
intereses privados lesionados.
El artículo 221 del Código Civil establece las causales de anulabilidad del acto
jurídico enumerados de manera taxativa, estos son: 1. Por capacidad de
ejercicio restringida de la persona contemplada en los numerales 1 al 8 del
artículo 44; 2. Por vicio resultante de error, dolo, violencia o intimidación; 3. Por
simulación, cuando el acto real que lo contiene perjudica el derecho de un
tercero, y 4. Cuando la Ley lo declare anulable.
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Manuel Albadalejo refiere que el negocio anulable (también llamado
impugnable), es plenamente eficaz, pero, por haberse celebrado con
determinados defectos, está amenazando la destrucción, con la que
se borrarían retroactivamente los efectos producidos. Se trata de un
negocio provisionalmente válido (no hay invalidez actual) que, por
tanto, modifica la situación jurídica preexistente, pero cuya nulidad
está pendiente de la voluntad del titular del derecho a impugnarlo.
(Albadalejo Manuel, 2013, pág. 592)
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Las causales de nulidad absoluta del acto jurídico se encuentran contempladas
en ocho circunstancias que contiene el artículo 219 del Código Civil, las mismas
que pasamos a desarrollar en las siguientes secciones:
Al analizar el artículo 140 del Código Civil, este mismo establece que, la
manifestación de voluntad está destinada a crear, regular, modificar o extinguir
relaciones jurídicas. De esta manera, cuando se menciona que un acto jurídico
es nulo por falta de manifestación de voluntad, se refiere al hecho que el acto
celebrado no ha cumplido con lo mencionado en el artículo citado.
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contrato en el que se le asigna al silencio los efectos de una
manifestación, aun cuando no se hubiera acordado ello previamente.
(Northcote Christian, 2014, pág. 3)
Al analizar el inciso 2 del artículo 140 del Código Civil, el precepto exige como
elemento esencial que, para la validez del acto jurídico, el objeto debe ser física
y jurídicamente posible. Como consecuencia, al no cumplir con sus exigencias,
el inciso 3 del artículo 219 del mismo Código precisa como sanción la nulidad
del acto jurídico.
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En otras palabras, la posibilidad física del objeto del acto jurídico está referida
a su realización con adecuación a las leyes de la naturaleza, y tiene, por
consiguiente, su materialización, con su existencia o con las posibilidades de
existir en un futuro. Entonces, el objeto será físicamente imposible, si el acto
contraviene la realidad, como el ejemplo citado por el autor Christian Northcote.
Por otro lado, Francisco Javier Romero Montes refiere lo siguiente sobre la
posibilidad jurídica del objeto:
(…) para la validez del acto jurídico no basta que su objeto sea
físicamente posible, sino también jurídicamente posible. La
imposibilidad jurídica es una consecuencia del ordenamiento legal. El
objeto existe físicamente, pero la ley lo prohíbe que pueda figurar en
un acto jurídico. (Romero Francisco, 2008, pág. 354)
Es decir, que la posibilidad jurídica implica un acto que, debe estar acorde con
nuestro ordenamiento jurídico, y debe ser susceptible de realizarse sin
contradecir tales disposiciones. Por ejemplo, en nuestro ordenamiento jurídico
se encuentra prohibido la comercialización de drogas, como la cocaína, por lo
tanto, no será jurídicamente posible el objeto de un contrato de compraventa
de cocaína.
Esta causal de nulidad del acto jurídico también ha sido abordada como
argumento en el Octavo Pleno Casatorio, respecto a la imposibilidad jurídica
del objeto del contrato de compraventa celebrado entre las partes.
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social sobre el cual se tiene derecho por pertenecer a la sociedad conyugal, en
otras palabras, el cónyuge que realiza el acto de compraventa, si dispone sobre
un bien jurídicamente posible, sobre el que recaen derechos sociales.
Ahora, también se puede referir que existe un derecho abusivo por el cónyuge
participante, en calidad de falso representante, al haber dispuesto de un bien
social, sin embargo, debemos esclarecer que nuestro propio ordenamiento
jurídico permite actuaciones excesivas de determinados agentes, al momento
de realizarse un acto jurídico sobre bienes no pertenecientes a nuestra
titularidad, como es la contratación de compraventa sobre bienes ajenos
estipulado en el artículo 1537 del Código Civil.
El inciso 3 del artículo 140 del Código Civil, exige para la validez de un acto
jurídico debe tener una finalidad lícita, es decir que, no contravenga las
disposiciones normativas. Cuando este supuesto no se cumple, deviene la
sanción interpuesta en el inciso 4 del artículo 219 del Código Civil, que
establece que el acto jurídico será nulo cuando su fin sea ilícito. Para el autor
Juan Espinoza Espinoza el fin lítico del acto jurídico se refiere a lo siguiente:
Es decir que, el fin lícito del acto jurídico se identifica con el contenido del acto,
o sea, con los efectos que se busca mediante la manifestación de la voluntad,
los cuales deben ser lícitos, y amparados por el ordenamiento jurídico. Por el
contrario, cuando no se cumple estos lineamientos establecidos, significará el
acto es nulo por ser contrario a las leyes que interesan al orden público y a las
buenas costumbres.
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El profesor Lizardo Taboada refiere que la causal de nulidad del acto jurídico
por fin ilícito, contemplada en el artículo 219 del Código Civil, debe entenderse
como:
El inciso 5 del artículo 219 del Código Civil dispone que un acto jurídico será
nulo cuando adolezca de simulación absoluta. La simulación es una
declaración aparente que se emite de acuerdo con la voluntad de las
celebrantes para engañar a terceros. Es decir que existe una falsa declaración
de voluntad con el ánimo de que terceros de buena fe crean lo que se aparenta
y no conozcan la realidad. Al respecto Christian Northcote Sandoval refiere lo
siguiente sobre la simulación absoluta:
38
efectivamente. A efectos de la nulidad, solo la simulación absoluta
constituye causal, es decir, que solo en el caso en que se haya
pretendido realizar un acto jurídico sin tener la real voluntad de
efectuarlo, se considerará nulo al acto simulado. (Northcote Christian,
2014, pág. 4)
El inciso 4 del artículo 140 del Código Civil establece dentro de los requisitos
de validez para el acto jurídico que, se debe observar la forma prescrita bajo
sanción de nulidad. Por otro lado, el inciso 5 del artículo 219 establece la causal
de nulidad cuando un acto jurídico no revista la forma prescrita.
(…) hay que tener presente que la formalidad no sólo lo impone la ley,
sino también la voluntad de los celebrantes, siempre que se respete el
interés público. Tal situación está contemplada por el artículo 1411 del
Código, al establecer que el acuerdo previo, en cuanto a forma es
requisito indispensable para la validez del acto, bajo sanción de nulidad.
(Romero Francisco, 2008, pág. 357)
39
En otras palabas, no solamente la ley impone el cumplimiento de la formalidad,
sino que también se da potestad a las partes para que puedan imponer sus
voluntades, siempre que respeten el interés público, es decir que se puede
establecer en el acuerdo previo, en cuanto a la forma, es requisito
indispensable para la validez del acto, bajo sanción de nulidad.
El inciso 7 artículo 219 del Código Civil, dispone que el acto jurídico es nulo
cuando la ley lo declare nulo, por ejemplo, el mismo artículo citado establece
una enumeración de causales de nulidad. Adicionalmente, lo que presupone el
mismo Código Civil da potestad al legislador para que pueda ampliar causales
de nulidad absoluta, en los casos que crea conveniente.
En otros términos, esta causal de nulidad se trata de una potestad que tiene el
legislador para ponerlo de manifiesto en sus textos legales, en caso, la norma
prevea la nulidad de un acto celebrado, se producirá su nulidad de pleno
derecho, para ello debe interpretarse en el sentido que se trata de una nulidad
expresamente prevista en una norma legal preexistente al acto jurídico que se
celebra.
40
2.2.6.7. En el caso del artículo V del Título Preliminar, salvo que la ley
establezca sanción diversa
Esta disposición tiene su antecedente en el artículo III del Título Preliminar del
Código Civil de 1936, en el que disponía que no se puede pactar contra leyes
que interesan al orden público o a las buenas costumbres.
Tiene como finalidad hacer recordar a los celebrantes que, los actos jurídicos
tienen sus límites de derecho, y que pueden celebrar dichos actos en el ámbito
que la ley lo permite.
41
Finalmente, también hay que tener en cuenta que la sanción de la nulidad es
la más grave que existe en nuestro ordenamiento jurídico, pudiendo resultar
una consecuencia indeseable para las partes contratantes, en este caso al
cónyuge participante con el tercero de buena fe, quienes no verán satisfechos
sus intereses debido a que el acto jurídico se declarará muerto. Asimismo, al
considerarse la nulidad, se excluiría absolutamente la posibilidad que el
cónyuge no interviniente, mediante un acto posterior, manifieste su voluntad
confirmando o ratificando el acto celebrado.
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A partir de este momento, el presente trabajo de investigación se centrará en
el criterio de la Ineficacia, como aquel remedio jurídico efectivo y conveniente
para los actos de disposición unilateral de los bienes sociales en referencia a
Octavo Pleno Casatorio.
2.2.8. Ineficacia
Al celebrar un acto jurídico se pretende que esté produzca sus efectos jurídicos,
sin embargo, existen casos que no son eficaces, debido a circunstancias, como
cuando el acto jurídico ha nacido muerto y no puede desprender sus efectos
jurídicos, o cuando ya se estaban produciendo los efectos jurídicos y por algún
evento llega a desaparecer después de la celebración del acto jurídico, o
simplemente porque son contrarios a las normas imperativas, orden público y
las buenas costumbres.
Por lo tanto, la ineficacia de los actos resulta ser un concepto jurídico que no
corresponde en sí a su sentido semántico porque, de acuerdo con la definición
académica, la ineficacia no puede producir efectos al carecer de actividad. Sin
embargo, para el derecho, los actos ineficaces aún pueden producir algunas
consecuencias. De este modo, en muchos supuestos de actos jurídicos no se
producen nunca los efectos jurídicos o dejan de producirse en un determinado
momento, en estos casos estamos ante supuestos de ineficacia del acto
jurídico.
43
(causa extrínseca). La ineficacia por causa intrínseca puede llamarse
exactamente invalidez, si el negocio carece de uno de los elementos
esenciales, no es válido. La ineficacia por causa extrínseca puede
llamarse simplemente y en sentido estricto ineficacia; el negocio en si
es válido, pero no produce todos o alguno de los efectos que
produciría, abstractamente considerado, y, por lo mismo, es
simplemente eficaz. (Coviello Nicolás, 2007, pág. 316)
De acuerdo con lo señalado por el autor, será ineficaz un acto por causa
intrínseca cuando exista un defecto originario en alguno de los elementos
esenciales del acto jurídico, como puede ser la imposibilidad física y
jurídicamente del objeto, o el fin ilícito del acto; o por la existencia de vicios en
el consentimiento (error, dolo y violencia) o vicios propios del acto jurídico
(lesión o simulación) se encuentra afectado su validez, a esta ineficacia se le
conoce como estructural y trae como consecuencia la nulidad del acto. Por
último, también puede ser ineficaz un acto por causas extrínsecas, es decir, por
hechos posteriores a su acto de celebración, solo en estos casos el acto,
plenamente válido para las partes otorgantes o participantes resulta inoponible
respecto de determinadas personas.
44
estructural, es decir el acto en su conformación, integración o
estructuración es deficiente para la producción de efectos de derecho;
la ineficacia en este caso obedece a la no conformación del acto; en
sentido estricto, siendo que los elementos del acto no están presentes,
no se pudo conformar el acto, por lo que no existe fuente de
consecuencias jurídicas, o en todo caso, la fuente que existe se
encuentra afectada de un vicio que impide la producción de efectos y
los causados deberán ser destruidos. (Ortiz Gonzalo, s.f., pág.100)
45
inicialmente) ocurre por diversas causas, que van desde el
incumplimiento del contrato hasta la defensa o protección de los
derechos de tercero; además en esta categoría encontramos
igualmente actos que por virtud de la voluntad de sus autores no
producen efectos o dejan de producirlos en alguna circunstancia,
como ocurre en la simulación, por ejemplo. (Ortiz Gonzalo, s.f.,
pág.101)
46
deviene en ser ineficaz para aquel cónyuge no participante que ignora el acto
celebrado.
47
por el contrario, deberá aplicarse el plazo de prescripción de dos años,
toda vez que, incluso la anulabilidad presenta efectos más gravosos
que la ineficacia, por lo que, se desestima el argumento de la parte
recurrente, quien exige la aplicación del plazo prescriptorio mayor.
Por último, el Magistrado determino que, si bien con la aplicación del inciso 4
del artículo 2011, no se había cumplido con el principio de legalidad de la
prescripción, este se debió a un tema de vacío legal y no a criterio discrecional
del órgano jurisdiccional, sobre este vacío el Magistrado refirió que es válido a
recurrir ante los métodos de integración admitidos por nuestro sistema jurídico.
48
b. Así también, el magistrado hace referencia que, al no cumplirse con el
principio de legalidad, existe un vacío legal, el cual puede suplirse
aplicando los métodos de integración admitidos por nuestro
ordenamiento jurídico. Al respecto, debemos señalar que la integración
jurídica no producirá normatividad mediante fuentes formales del derecho
sino con aplicación del derecho mismo mediante dos métodos de
integración jurídica: la analogía y los principios generales del derecho. La
primera, es un método mediante el cual la consecuencia de una norma
jurídica se aplica a un hecho distinto de aquel que considera el supuesto
de dicha normal, pero que le es semejante en sustancia, mientras que, el
segundo, es un método que es reconocido por la Teoría General del
Derecho. En nuestro sistema legislativo no autoriza ninguna norma
expresa la utilización de la analogía, caso contrario a los principios
generales del derecho, que si está establecido en el artículo VIII del Título
Preliminar del Código Civil.
49
Al respecto, como se mencionó previamente, el Magistrado no puede
aplicar por analogía el plazo de prescripción establecido en el inciso 4 del
artículo 2001 a la acción de ineficacia por falta de legitimidad, debido a
que, contrariamente a lo que refiere, esta si restringe el derecho de la
persona afectada a entablar una demanda de ineficacia por acto jurídico,
debido a que tendría que acogerse a un plazo de prescripción de dos
años, que no corresponde como referimos en el inciso anterior.
2.2.11. La Representación
50
acto determinado, esta relación obligatoria se le puede llamar representación
indirecta.
51
(…) para que haya representación, es necesario que una persona
declare la propia voluntad en sustitución de la voluntad de otro, por lo
cual el representante no es un simple órgano transmisor de voluntad
de otro, ni si quiera cuando debe obrar dentro de los límites de las
instrucciones recibidas, porque es la declaración de voluntad la que
constituye el negocio jurídico, y las instrucciones que se le han dado
sirven solo para juzgar si se excedió de sus poderes. (Coviello Nicolas,
2007, pág. 378)
52
están bajo la patria potestad; y la curatela, en la que están sujetas los pródigos,
los que incurren en mala gestión, los ebrios habituales, los toxicómanos, y los
que sufren pena que lleva anexa la interdicción civil. Así también, la
representación legal se da en casos especiales, como en el caso de la
representación de la sociedad conyugal, cuando no media poder de
representación otorgado por un cónyuge a otro.
El artículo 155 del Código Civil establece dos clases de poderes, el poder
general que sólo comprende los actos de administración y el poder especial
que comprende los actos para los cuales ha sido conferido.
De acuerdo con el Código Civil, el poder general solo confiere facultades para
realizar actos de administración, esto conlleva, a que no debe tratarse sobre
actos de enajenación o disposición o de establecer gravámenes en el
patrimonio del representado. El autor Aníbal Torres Vásquez citando a Baudry
Lacantinerie define así el poder general:
(…) con el poder general se puede ejecutar todos los actos aun de
disposición que tengan por objeto la administración. Se trata de la
custodia y conservación de los bienes. El rol de un apoderado general
es el de velar porque los intereses del representado mantengan la
existencia de los mismos. Ejemplo, alquilar un bien, reparar un bien,
desalojar de una posesión cuando no se paga la renta
correspondiente. (Torres Aníbal, 1998, pág. 298)
53
administración, sino por el contrario, este deberá realizarse mediante un poder
especial, el cual pasamos a definir en la siguiente sección.
A diferencia del poder general, el poder especial comprende los actos para los
cuales ha sido conferido, es decir, que las facultades que no se encontraban
dentro del poder general deben constar en este poder de forma especial como,
por ejemplo, aquellos actos de disposición o enajenación de la propiedad del
representado. El autor Francisco Javier Romero Montes refiere lo siguiente
sobre este poder:
Nuestro Código Civil en su artículo 156° señala que, para disponer o establecer
gravámenes en la propiedad del representado, se requiere que este poder
especial conste en forma indubitable y por escritura pública, bajo sanción de
nulidad. Debemos entender como actos de disposición aquellas figuras
jurídicas como la compraventa, donación, permuta, prenda, hipoteca, etc.
El artículo 146 del Código Civil permite la representación entre cónyuges. Esta
representación puede darse tanto para actos de administración mediante poder
54
general como para otros actos como el de disposición, mediante poder
especial.
El artículo 161 del Código Civil establece que el acto jurídico celebrado por el
representante excediendo los límites de las facultades que se le hubiere
55
conferido o violándolas, es ineficaz con relación al representado, sin perjuicio
de las responsabilidades que resulten frente a éste y a terceros, así también,
es ineficaz ante el supuesto representado, aquel acto jurídico celebrado por
persona que no tiene la representación que se atribuye. El autor Francisco
Javier Romero Montes explica lo siguiente sobre esta ratificación:
En el segundo caso, se refiere por el uso anormal de las atribuciones por parte
del representante, al haber realizado una desviación impropia del poder o de
un abuso de las facultades conferidas, vulnerando la pretensión de
representado.
56
como un falsus procurator con un tercero de buena fe adjudicándole el bien
social, por lo que, este acto deviene ser ineficaz.
El artículo 162 del Código Civil trata el tema de la ratificación del acto jurídico
por el representado, estableciendo lo siguiente:
Artículo 162.- En los casos previstos por el artículo 161, el acto jurídico
puede ser ratificado por el representado observando la forma prescrita
para su celebración. La ratificación tiene efecto retroactivo, pero queda
a salvo el derecho de tercero. El tercero y el que hubiese celebrado el
acto jurídico como representante podrán resolver el acto jurídico antes
de la ratificación, sin perjuicio de la indemnización que corresponda.
La facultad de ratificar se trasmite a los herederos.
57
En relación a la formalidad de la ratificación, el autor Francisco Javier Romero
Montes menciona lo siguiente:
58
El matrimonio es considerado como la base de la sociedad, al ser la unión legal
entre un hombre y una mujer, que se encaminan para hacer una vida en
comunidad y fundar la familiar. Ahora, hay que entender que el matrimonio no
es la creación del Derecho, sino es una institución natural, requerido por Dios
y recogida por la ley humana, que la regula en un ordenamiento jurídico. El
matrimonio entonces a aparte de su importancia jurídica, la tiene en mayor
proporción en el ámbito religioso, social y política.
59
Así también, la dotrina española sostiene que el matrimonio es un
contrato desde el acto constitutivo del vínculo, en el que los contrayentes
manifiestan su voluntad, ahora, este tipo de contrato entiende que tiene
características propias que afectan la autonomía de la voluntad; pero
nada de ello, menciona que no se le puede catalogar como contrato
familiar.
60
quienes se ven comprometidos al fusionarse la existencia de las
personas, no pudiendo definirse el matrimonio como un simple contrato.
El autor Benjamín Aguilar Llanos citando Julien Bonnecase considera lo
siguiente sobre este tipo de matrimonio:
61
los futuros cónyuge pueden optar libremente por cualquiera de estos dos
regímenes, el cual comenzará a regirse al celebrarse el casamiento. Las
autoras Rebeca S. Jara y Yolanda Gallegos citando al autor Fassi, refieren lo
siguiente sobre el Régimen Patrimonial:
62
(i) Bienes propios: Se dice que un bien es propio por que pertenece
exclusivamente a cada uno de los cónyuges, en consecuencia, está
debidamente identificado su titularidad y por lo tanto las facultades de
dominio se ejercen solamente por ellos, sin la intervención de terceros, el
artículo 302 del Código Civil establece una lista sobre los bienes propios
de cada cónyuge. En razón a ello, las profesoras Rebeca S. Jara y
Yolanda Gallegos citando a Valencia Zea, hacen referencia sobre los
bienes propios lo siguiente:
(ii) Bienes sociales: El artículo 310 del Código Civil señala que son bienes
sociales todos aquellos los bienes no comprendidos en el artículo 302°
(bienes propios). Se menciona que, al momento de la celebración del
matrimonio, los cónyuges otorgan sus bienes, convirtiéndose en bienes
gananciales o sociales, no teniéndose en cuenta el aporte ni el esfuerzo
desplegado por cada uno de los cónyuges. El autor Benjamín Aguilar
Llanos refiere lo siguiente sobre los bienes sociales:
63
(…) la sociedad de gananciales más que una persona jurídica bajo la
forma de una sociedad es una comunidad de bienes; su denominación
persigue diferenciarlos de los bienes propios que tienen sus propias
reglas (…) se señala que cualquier bien que no esté expresamente
considerado como propio tiene la categoría del bien social, y así lo
encontramos en el artículo 310 del Código Civil de 1984, que señala
que son sociales todos los bienes no comprendidos en la enumeración
del artículo 302. (Aguilar Llanos Benjamín, 2013, pág. 155)
Entonces, serán bienes sociales los descritos en el artículo 310° del Código
Civil, sin aquellos que adquieran los cónyuges por su trabajo, industria y
profesión, esto puede referirse a los ingresos, remuneraciones u honorarios
que puedan percibir los cónyuges para solventar las necesidades del hogar; así
también serán bienes sociales los frutos y productos de los bienes propios y de
la sociedad; las rentas que se produzcan por los derechos de autor o inventor,
estas rentas se tratarían como frutos; finalmente, también establece que tienen
calidad de bienes sociales los edificios construidos a costa del causal social en
suelo propio de uno de los cónyuges, abonándose a este el valor del suelo al
momento del reembolso, en este caso se supondría que estamos ante un bien
mixto, bien propio en cuanto al predio o inmueble, y social referente al edificio
o fabrica levantada sobre dicho predio.
Por otro lado, con relación a la administración de los bienes sociales, este les
compete a ambos cónyuges, sin embargo, se permite que cualquiera de ellos
faculte al otro para que asuma con exclusividad la administración de la totalidad
o parcial de los bienes, la norma que permite la representación entre cónyuges
es el artículo 146° del Código Civil.
64
El artículo 313 del Código Civil establece que corresponde a ambos cónyuges
la administración del patrimonio social. Sin embargo, cualquiera de ellos puede
facultar al otro para que asuma exclusivamente la administración de la totalidad
o parcial de los bienes. En caso de actos dolosos y culposos, el cónyuge
indemnizará al otro por los daños y perjuicios que sufra el cónyuge no
interviniente.
Este artículo hace referencia que se puede facultar a uno de los cónyuges los
actos de administración sobre los bienes de la sociedad, esta facultad es
otorgada a través de un poder general, según el artículo 155 del Código Civil.
Respecto al caso propuesto, el análisis se realizará a partir del artículo 315 del
Código al tratarse sobre los actos de disposición, en ese sentido, como se ha
explicado en los párrafos precedentes, este artículo estipula expresamente que
para disponer de bienes sociales se requiere la participación de ambos
cónyuges, sin embargo, en la continuación del mismo párrafo, refiere que este
acto puede realizarse por cualquier de los cónyuges mediante poder especial,
este poder debe elevarse a escritura pública.
65
2.2.13.3. Sociedad de Gananciales
66
proviene de la propiedad en mano común, en el que existen obligaciones
comunes entre los sujetos participes, no existiendo cuotas ideales, por lo
que no se podrá gravar ni disponer del bien, ya que este pertenece a la
colectividad en mano común. Así también, la autora Claudia Canales
Torres refiere lo siguiente sobre esta comunidad:
67
2.2.13.4. Separación de Patrimonios
Ahora, recordemos que, nuestro sistema jurídico nos permite que antes de la
celebración del matrimonio, los futuros cónyuges puedan optar libremente por
el régimen de sociedad de gananciales o el de separación de patrimonios, el
cual comenzará a regirse al celebrarse el casamiento, este último debe
otorgarse mediante escritura pública, bajo sanción de nulidad. El régimen de
separación de patrimonial se encuentra regulado en el artículo 327° del Código
Civil, estableciendo lo siguiente:
68
2.2.14. Actos de Disposición del Bien Social
2.2.14.1. Compraventa
69
2.2.14.2. Caracteres de la compraventa
2.2.14.3.1. El consentimiento
70
En un contrato de Compraventa tiene que existir manifestación de voluntad por
parte de los sujetos participantes, caso contrario, de no existir tal voluntad de
las partes, no se configuraría la contratación. Según el autor Guillermo
Alejandro Borda, el consentimiento implica lo siguiente:
2.2.14.3.2. El bien
b) Bien incorporal, o sea de derechos: Estos bienes son aquellos que carecen
de existencia corporal y son producto de creación intelectual de la persona.
Son percibidos intelectualmente. Por ejemplo: derechos como el usufruto, o
una concesión, o las obras literarias.
71
b) Tiene que existir o ser susceptible de existir, es decir que sean
determinados o susceptibles de determinación y cuya enajenación no se
encuentre prohibida por la ley.
2.2.14.3.3. El Precio
a) Debe tratarse de una suma de dinero: El código civil expresa que el precio
necesariamente tiene que pagarse con dinero.
b) Que sea verídico: Tiene representar el valor real de la cosa.
c) Que presenta diversos matices:
72
Al realizar un análisis sobre el precio del bien inmueble pactado entre el
cónyuge interviniente y el tercero adquiriente, podemos corroborar que, si
existe un acuerdo de voluntades de ambas partes al pactar un precio dinerario
respecto al valor real del inmueble, siendo este pagado posiblemente, al
contado, a plazos o por algún tercero.
2.2.14.4. La Permuta
En esa misma línea, el artículo 1603 del Código menciona que se le aplicará
correlativamente a la permuta las disposiciones de la compraventa, en lo que
le sean aplicables, es decir que, cada una de las partes responde a la otra como
el vendedor, estando obligado frente la otra parte a recibir la cosa como el
mismo comprador. El autor Manuel Miranda Canales citando a León
Barandiarán define así a la permuta:
73
muebles e inmuebles existentes o que puedan existir, siempre que sean
determinados o susceptible de determinación.
En síntesis, es bueno recalcar que si bien esta figura jurídica puede ser usada
con relación al presente caso propuesto, en la realidad no es frecuente el uso
de la permuta de inmueble entre dos personas naturales, sino, entre una
persona natural y una persona jurídica dedicada al rubro inmobiliario, debido a
que tiene ciertas ventajas a comparación de la compraventa, porque la permuta
permite en un solo acto el intercambio de bienes inmuebles, mientras que en la
compraventa se realizarían dos operaciones, una la venta del inmueble, y la
otra la compra de otro inmueble para poder vivir, considerándose más oneroso
que la permuta.
2.2.14.5. La Donación
74
En la siguiente sección, desarrollaremos los caracteres de la donación y su
aplicación al caso propuesto:
75
social a un tercero, deberá tener en cuenta no solamente la limitación exigida
sino además la formalidad por los diferentes tipos de bienes, en este caso para
el bien mueble deberá acogerse lo establecido en los artículos 1623 y 1624 del
Código Civil, mientras que para los bienes inmuebles deberá tener en cuenta
el artículo 1625 del mismo Código, bajo sanción de nulidad.
2.2.15.1. La Hipoteca
La Hipoteca se encuentra definida en el artículo 1097 del Título III Libro V del
Código Civil, como aquella figura que afecta un inmueble debidamente
determinado en garantía de cumplimiento de cualquier obligación, sea propio o
de un tercero, asimismo, el Código indica que esta garantía no determina la
desposesión del inmueble, sin embargo, si otorga al acreedor los derechos de
persecución, preferencia y venta judicial del bien hipotecado. La Hipoteca debe
constituirse mediante escritura pública, salvo disposición distinta de la ley.
76
A partir de la premisa de que ninguno de los cónyuges, en forma
individual, puede disponer de derechos de propiedad sobre bienes
sociales (salvo el caso excepcional), podemos concluir que cuando
uno solo de ellos se compromete a gravar o disponer el patrimonio de
la sociedad de gananciales, nos encontramos ante un acto jurídico que
se opone a una norma imperativa, en la que existe la falta de
representación de uno de los cónyuges o de la disposición de
derechos de uno de ellos, como ocurre en el presente caso, en que la
hipoteca celebrada sobre el inmueble adquirido por la sociedad
conyugal conformada por Brito Maldonado y Nelly Argelia Aguirre de
Ruiz, no fue autorizada por esta última, pues no consta su firma en
dicho documento, ni otorgó poder especial a su cónyuge para que lo
represente, lo que no significa que el acto jurídico en sí sea nulo, dado
que es susceptible de ser ratificado por el cónyuge que no participó en
la celebración del acto jurídico, situación que no es posible de ser
convalidada de declararse nulo dicho acto; en consecuencia, tal como
lo ha establecido la sentencia de vista, el petitorio de la demanda alude
al supuesto de ineficacia regulado por el art. 161 del C.C, y no a la
causal invocada por la recurrente. Por lo tanto, la sentencia impugnada
no incurre en la infracción normativa del artículo 219 inciso 1 del
Código Civil y del artículo 4 de la Constitución Política del Estado.
(2011, pág. 6)
77
Habiendo mencionado al tercero de buena fe adquiriente del bien social, en la
siguiente sección desarrollaremos el principio de la fe pública registral, al no
haber sido materia de estudio por el Pleno Casatorio.
78
tratase; d) que el adquiriente inscriba su derecho, y; e) que ni de los
asientos registrales ni de los títulos inscritos en los Registros Públicos
resulten causas que anulen, rescindan o resuelvan el derecho del
otorgante. Este principio busca proteger al tercero que ha adquirido,
de buena fe, un derecho de quien finalmente carecería de capacidad
para otorgarlo, lo que implica la búsqueda de la seguridad en el tráfico
inmobiliario, y que supone a veces un sacrificio en la seguridad del
derecho. (2006, párr. 12)
Por este principio, se entenderá que habrá buena fe del tercero adquiriente al
no tener conocimiento de la inexactitud del registro, mientras no se demuestre
lo contrario. Respecto al caso estudiado, se presumiría que la buena fe se le
atribuye al tercero adquiriente del bien social otorgado por el cónyuge
representante del cónyuge no interviniente. El Dr. Amadeo Felipe Salgado
Padilla refiere lo siguiente sobre el adquiriente de buena fe:
79
Con relación al tercero que realiza la adquisición del bien social, se entiende
que cumpliría con este requisito, al no tener conocimiento sobre la inexactitud
del registro al momento de realizar la compra del bien, en cuanto aparecía como
uno propio del cónyuge participante, y no como un bien perteneciente a la
sociedad conyugal.
El Dr. Amadeo Felipe Salgado Padilla, refiere que está fuera de la protección
del principio de la buena fe registral la adquisición a título gratuito como, por
ejemplo, la donación y el anticipo de legítima, en caso de conflicto, por no ser
actos onerosos. (Salgado Amadeo, 2014, págs. 49).
80
a título oneroso y de buena fe haya adquirido un bien, siempre que las causas
de dicha inexactitud no consten en los asientos registrales; y, el último párrafo
del artículo 2014 del Código Civil, el cual especifica que la buena del tercero se
presumirá mientras no se pruebe que conocía la inexactitud del registro.
81
Se trata de un requisito esencial, ya que el tercero adquiriente apoya su
adquisición en la inscripción de su propio derecho (inscriptionis causa); solo así
podrá ser considerado un tercero cualificado protegido por el principio de fe
pública registral. (Aliaga Luis, 2005, pág. 319)
Ahora, debemos precisar que, para efectos del tracto sucesivo, el derecho
trasmitido debe encontrarse inscrito a favor del transmitente (ejemplo: de
vendedor a comprador), tal como lo establece el artículo 2015 del Código Civil:
Artículo 2015.- Ninguna inscripción, salvo la primera, se hace sin que esté
inscrito o se inscriba el derecho de donde emane. (Código Civil Peruano, 1984)
Este requisito también tiene que ser cumplido por el tercero adquirente, quien
deberá adquirir el bien de la persona que aparecía como titular del bien en el
registro, procediendo a inscribirlo ante registros públicos, quedando de esta
manera protegido por la fe pública registral regulada en el artículo 2014 del
Código Civil.
2.2.19. España
Sobre la disposición de los bienes sociales, el artículo 1322° del Código Civil
Español refiere lo siguiente:
82
No obstante, serán nulos los actos a título gratuito sobre bienes
comunes si falta, en tales casos, el consentimiento del otro cónyuge.
(Código Civil Español, 1889)
En esa misma línea, el artículo del 1374 el Código Civil Español establece que,
en defecto de pacto en capitulaciones, la gestión y disposiciones de los bienes
gananciales corresponde conjuntamente a los cónyuges, sin perjuicio de lo que
se determina en los artículos siguientes.
En el caso del derecho peruano, los artículos 313 y 315 del Código Civil,
señalan que la administración y disposición de los bienes de la sociedad les
corresponde conjuntamente a los cónyuges, salvo que uno de los conyugues
otorgue un poder al otro para su representación, asimismo, no establece
diferencia entre actos de disposición a título oneroso o título gratuito
Ahora, si bien la doctrina española señala que serán anulables aquellos actos
que tengan algún vicio y no incurran en causa de nulidad de pleno derecho o
83
cuando la ley les otorgue la sanción de anulabilidad, lo cierto es que el código
civil español no distingue entre nulidad y anulabilidad expresamente, es por esa
razón que, todos los actos que incurran en algún vicio o no contengan los
requisitos de validez señalados en el artículo 1261, serán tratados con la
nulidad finalmente de acuerdo con lo establecido en el artículo 1300, en virtud
del cual se dispone lo siguiente:
El artículo 1378 del Código Civil Español señala que serán nulos los actos a
título gratuito si no concurre el consentimiento de ambos cónyuges. Sin
embargo, podrá cada uno de ellos realizar con los bienes gananciales
liberalidades de uso.
En este caso, estamos frente un acto nulo radical o de pleno derecho, que no
produce efectos jurídicos, siendo la máxima sanción que impone el
ordenamiento jurídico cuando no concurren los requisitos de validez
establecidos en el artículo 1261° del propio Código.
Así también, el artículo 1301 del mismo Código refiere lo siguiente sobre la
acción de la nulidad sobre el acto de disposición de un bien social por uno de
los cónyuges:
84
Artículo 1301.- La acción de nulidad solo durara cuatro años. Este
tiempo empezará a correr: (…) Si la acción se dirigiese a invalidar
actos o contratos realizados por uno de los cónyuges sin
consentimiento del otro, cuando este consentimiento fuere necesario,
desde el día de la disolución de la sociedad conyugal o del matrimonio
salvo que antes hubiese tenido conocimiento suficiente de dicho acto
o contrato. (Código Civil Español, 1889)
85
Por lo expuesto, podemos verificar que el derecho español separa a los actos
de disposición de los bienes gananciales en onerosos y gratuitos,
estableciendo como remedio jurídico la nulidad en ambos casos, caso
contrario, al del derecho peruano en el que se ha decidido no realizar una
diferencia entre los tipos de actos de disposición de los bienes sociales, ni
tampoco establecer el remedio jurídico que conllevaba en caso uno de los
cónyuges realice el acto de disposición de un bien social sin el consentimiento
del otro.
2.2.20. Panamá
86
perjuicio de lo que se determina en capítulos siguientes. (Código de Familia
Panameño, 1997)
Si bien este artículo establece que, para los actos de disposición de los bienes
gananciales a título oneroso se requiere el consentimiento conjunto de los
cónyuges o acudir ante un juez solicitándole tal autorización siempre que
beneficie al interés familiar, este no señala la sanción jurídica en caso se
incumpla con lo dispuesto en el artículo, caso contrario, a lo que especifica el
artículo 166 del Código de Familia Panameño, el cual define la disposición de
bienes gananciales a título gratuito:
87
Artículo 1141.- Hay nulidad absoluta en los actos o contratos:
1.Cuando falta alguna de las condiciones esenciales para su
formación o para su existencia;
2. Cuando falta algún requisito o formalidad que la ley exige para el
valor de ciertos actos o contratos, en consideración a la naturaleza del
acto o contrato y no a la calidad o estado de la persona que es ellos
interviene;
3.Cuando se ejecuten o celebren por personas absolutamente
incapaces, entendiéndose únicamente por tales, los dementes, los
sordomudos que no pueden darse a entender por escrito y los
menores impúberes. (Código Civil Panameño, 1916)
Por otro lado, en referencia al artículo que regula los actos de disposición a
título oneroso, si bien este no hace mención la sanción jurídica a imponerse en
caso de incumplimiento, lo cierto es que del artículo 179 del Código de Familia
se desprende el remedio jurídico:
Del artículo citado, puede entenderse que el cónyuge que realice el acto de
disposición a título oneroso sin el consentimiento del otro será deudor por el
importe de la transacción realizada con su cónyuge, asimismo, refiere que este
acto devendrá en ineficaz. La ineficacia en el código civil panameño no se
encuentra definida expresamente, sin embargo, esta es entendida como una
figura contractual que se aplica tanto en la nulidad relativa como en la nulidad
absoluta, así lo refiere la Corte Suprema de Justicia de Panamá, Primera de lo
Civil del 05 de marzo de 1997:
88
(…) La nulidad absoluta, que es la más grave manifestación de la
ineficacia contractual, se produce cuando faltan los elementos
esenciales del contrato, consentimiento, objeto y causa. En estos
casos no se ha integrado la voluntad negocial o se ha integrado sobre
la base de una ausencia de objeto o de causa falsa o ilícita. Hay, por
lo tanto, una inexistencia de la voluntad negocial. No obstante, cuando
se trata de rescisión o nulidad relativa, los elementos del contrato, ya
analizados, existen, pero en su formación se han introducido
elementos que vician algunos de estos elementos, por cuanto en su
formación ha intervenido error o dolo. No resulta prudente que el
juzgador confunda la naturaleza y efectos de la nulidad absoluta y la
nulidad relativa o rescisión las que, aun cuando ambas inciden sobre
la eficacia del contrato, tal incidencia tiene una fuente distinta, en el
primer caso ausencia o inexistencia de la voluntad negocial, objeto o
causa, y en segundo elementos que inciden o afectan dicha voluntad,
produciendo lo que el Tribunal Superior denomina "una fractura del
consentimiento", fractura ésta que, de existir, presupone la existencia
de dicho consentimiento, si bien viciado. Sin perjuicio de que, en
ambos casos se produce la anulación del contrato, los efectos de uno
y otro, ya señalados en la doctrina de esta Sala, son distintos. (1997,
párr.12)
Por lo expuesto, cabe precisar que, el sistema panameño al igual que el sistema
español tienen un capítulo que regula el régimen económico patrimonial, así
como, artículos en los se hace distinción sobre los actos de disposición de los
bienes gananciales a título gratuito y oneroso, caso contrario, a lo regulado en
el sistema peruano, en el que no existe distinción de los actos de disposición,
por lo que se entendería que resulta aplicable el artículo 315 del Código Civil
89
tanto para actos de disposición a título gratuito y oneroso. Asimismo, debemos
recalcar que, la legislación panameña hizo énfasis en establecer a la nulidad
como aquel remedio jurídico para aquellos actos de disposición de los bienes
gananciales por uno solo de los cónyuges, mientras que, en nuestra legislación
si bien no se ha dispuesto la sanción jurídica aplicable, a través de los
argumentos descritos en las secciones anteriores, se entendería que vendría a
ser la ineficacia.
2.2.21. El Salvador
En relación con el acto de disposición de los bienes sociales por uno de los
cónyuges, el artículo 46 del Código de Familia establece lo siguiente respecto
a esa situación:
90
sustitución, según el caso, atendiendo al interés de la familia. (Código
de Familia Salvadoreño, 1993)
Artículo 1551.- Es nulo todo acto o contrato a que falta alguno de los
requisitos que la ley prescribe para el valor del mismo acto o contrato,
según su especie y la calidad o estado de las partes. La nulidad puede
ser absoluta o relativa. (Código Civil Salvadoreño, 1986)
En esa misma línea, el artículo 1552 del mismo Código establece lo siguiente:
Sobre los artículos citados, se puede desprender que estaríamos frente a una
nulidad absoluta, si solo uno de los cónyuges dispone de un bien social, debido
a que se estaría omitiendo uno de los requisitos y formalidad exigida en el
artículo 46 del Código de Familia, que requiere el consentimiento de ambos
cónyuges. Sin embargo, el cuarto párrafo de este artículo también menciona
que, en caso uno de los cónyuges no brinde su consentimiento, el otro podrá
requerirlo ante el juez siempre y cuando dicho acto de enajenación,
destinación, constitución de derechos reales, etc., este debidamente
sustentando, salvaguardando el interés de la familia.
91
disposición de bienes sociales, sin embargo, el derecho peruano permite que
uno de los cónyuges pueda ejercer tal disposición a través de un poder
especial. Este caso, por el contrario, no se da en el derecho salvadoreño debido
a que, si no se obtiene el consentimiento del otro cónyuge, este
necesariamente deberá recurrir ante un juez para solicitar la enajenación
unilateral del bien social.
2.2.22. Ecuador
El Código Civil Ecuatorianos es uno de los códigos civiles adaptados del Código
Civil de la República de Chile, también conocido como Código de Andrés Bello
o Código Bello por el nombre de su redactor. Este Código fue aprobado el 21
de noviembre de 1857 y entro en vigor el 01 de enero de 1861. El Código Civil
ha sido objeto de varias modificaciones desde su creación, siendo las dos
últimas la codificación de 2005 y la codificación vigente del 2015.
92
Por otro lado, el artículo 181° del Código Civil Ecuatoriano, refiere lo siguiente
sobre los actos de disposición de los bienes sociales:
93
Los actos realizados por uno de los cónyuges respecto de los bienes
de la sociedad conyugal, sin el consentimiento del otro cónyuge
cuando este es necesario, son relativamente nulos, y la nulidad
relativa puede ser alegada por el cónyuge cuyo consentimiento era
necesario y faltó.
94
2.2.23. Argentina
Con relación a los actos de enajenación de los bienes sociales, el Código Civil
Argentino establece como disposición común el artículo 456 a todos los
regímenes:
95
inmuebles sino también aquellas viviendas que se materializan en casas
rodantes, barcos, etc., siempre estas sean registrables.
96
En el presente caso, estamos frente a una nulidad relativa que puede ser
invocada por el cónyuge que no presto su asentimiento del acto, y que en caso
de obtener sentencia favorable, se deberá regresar las cosas al mismo estado
que estaba antes del acto anulado, implicando la restitución del bien social o el
levantamiento del gravamen; o en todo caso; también el cónyuge afectado
puede confirmar el acto de forma expresa o tácito, salvaguardando de esta
manera el interés de la familia, así como, el derecho de la persona adquiriente
del bien social.
2.2.24. Cuba
97
sin embargo, no se ha establecido expresamente la sanción jurídica en caso
uno solo de los cónyuges disponga del bien social, pue bien, sobre ello
debemos precisar que, los magistrados cubanos han entendido que es acto
devendría en nulidad de acuerdo con el inciso d) del artículo 67 del Código Civil
Cubano:
98
uno de los cónyuges se incurra en la causal de nulidad absoluta de
acto jurídico prevista en el art. 219 inc. 1 del C.C., por falta de
manifestación de voluntad de los titulares del dominio del bien y por
ser contrario a las leyes que Interesan el orden público según artículo
V del Título Preliminar del C.C. (2007, pág. 2)
Si bien el magistrado hace alusión al artículo 315 del Código Civil, que
establece que en caso de disposición o gravamen de los bienes sociales se
requiere la intervención de ambos cónyuges, o que uno de ellos le otorgue el
poder al otro, no realiza un análisis más profundo respecto a si el acto jurídico
celebrado cumple con lo elementos esenciales y concurre en una causal de
nulidad, ni tampoco refiere a las consecuencias jurídicas que pueden recaer
sobre aquel tercer adquiriente del bien.
99
b) Mediante sentencia de Casación expedida en el expediente N°835-2014-Lima,
de fecha trece de abril de dos mil quince, se indicó lo siguiente:
100
“poder de disposición que tiene el sujeto con relación a una
determinada situación jurídica” (…) Tal supuesto resulta plenamente
reconocido por nuestro sistema jurídico, ya que el mismo puede ser
encontrado también en el art.161 del C.C., a propósito de los efectos
realizados por el denominado falsus procurator (…) (2006, párrs.10 y
12)
101
buena fe, que tendría finalmente el beneficio de quedarse con el bien, al haber
cumplido con los requisitos para ser considerado un tercero registral.
2.4. Hipótesis
2.4.1. General
102
CAPÍTULO III: METODOLOGÍA DE LA INVESTIGACIÓN
103
CAPÍTULO IV: RESULTADOS DE LA INVESTIGACIÓN
4. Del análisis realizado al artículo 315 del Código Civil, este no hace mención en qué
momento los cónyuges deben intervenir manifestando su voluntad, ni exige que estas
104
manifestaciones se realicen al mismo tiempo. Asimismo, nos encontramos ante un
supuesto jurídico que se origina por falta de legitimidad de contratar, el cual debe
entenderse sobre aquel cónyuge que, al no poseer esta legitimidad, carece de poder
para representar la sociedad conyugal en un acto de disposición sobre bienes
sociales, su acto celebrado constituye en una ausencia de representación de acuerdo
con el artículo 161 del Código Civil.
105
CAPÍTULO V: CONCLUSIONES Y RECOMENDACIONES
CONCLUSIONES
3. Tal como pudimos comprobar, dicho acto no puede ser causal de nulidad, al
haberse cumplido con los elementos esenciales del acto jurídico, al haber
manifestación de voluntad de las partes contratantes, en este caso, del cónyuge
interviniente y el tercero adquiriente, quienes son finalmente los que establecen
la relación contractual; asimismo, el acto jurídico celebrado, tiene un objeto
físicamente posible, al haber existencia del bien, y, es jurídicamente posible,
debido a que no es contrario al ordenamiento jurídico, ni al orden público ni a las
buenas costumbres; finalmente, en relación a lo mencionado previamente, no
tiene un fin ilícito, al estar plenamente reconocido por nuestro código civil.
106
que el tercero adquiriente de buena fe pierda el derecho sobre dicho bien,
generándole finalmente un perjuicio a sus intereses.
6. De la misma forma, en su momento expusimos que, existe por parte del cónyuge
interviniente, el actuar de un falsus procurator, al tener falta de legitimidad para
contratar, por no tener un poder especial otorgado por el otro cónyuge. Sin
embargo, también argumentamos que, esa manifestación de voluntad adscrita a
un documento de representación no estaba establecido el momento exacto en
que debía realizarse dicho otorgamiento. Asimismo, también reiteramos que, los
artículos 161 y 162 del Código Civil, establecían que el acto celebrado por un
representante que se atribuye derecho es ineficaz, y dicho acto ineficaz puede
ser posteriormente ratificado, teniendo efecto retroactivo y quedando a salvo el
derecho del tercero.
8. Así también, la ineficacia sirve como manto jurídico protector de aquel cónyuge
no interviniente en la disposición de los bienes sociales, sirviendo, además, como
garantía y protección del patrimonio de la sociedad conyugal, el cual es una base
económica de la institución familiar al permitirle a la familia poder tener intacto
aquel patrimonio, en caso este se enfrente a situaciones irregulares en actos de
disposición por uno de los integrantes de la sociedad conyugal.
107
del Título Preliminar del Código Civil al restringir derechos, por tanto, al no existir
un plazo como disposición general, la ineficacia vendría a ser imprescriptible.
RECOMENDACIONES
108
REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS
Aguilar Llano Benjamín. (2013). Derecho de Familia. Lima, Perú. Legales Editores
Aliaga Huaripata, Luis Alberto. (2007). Código Civil Comentado: Tomo X Registral.
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Argentina. Valletta Ediciones.
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109
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Editorial Librería Portocarrero S.R.L.
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Perú. Grijley E.I.R.L.
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Themis.
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Torres Vásquez, Aníbal. (2018). Acto jurídico. Lima, Perú. Jurista Editores E.I.R.L.
Vidal Ramírez, Fernando. (2007). El Acto Jurídico. Lima, Perú. Gaceta Jurídica.
110
Vidal Ramírez, Fernando. (2015). Disposición de un bien de la sociedad de
gananciales por solo uno de los cónyuges. Lima, Perú. Gaceta Civil & Procesal Civil
N°30
111
GLOSARIO
Casación: Recurso contra una decisión de última instancia elevado ante la Corte
Suprema de la República.
Constitutivo: Es un acto que crea derechos nuevos o que modifica una situación
anterior.
Escritura Pública: Documento extendido ante notario, con atribuciones legales para
dar fe de un acto o contrato jurídico cumplido por el compareciente y actuante o por
las partes estipulantes.
Interés negativo: Incluye los costos propios por parte de la negociación, así como
también la perdida de la oportunidad al haber celebrado el tercero un contrato
inválido.
Legitimidad para contratar: Es el poder de disposición que tiene una de las partes
en relación con una determinación situación jurídica.
Poder especial: Es un documento legal escrito, firmado por una persona que otorga
poder a otra, para que lo represente ante una situación jurídica, esta persona debe
112
ser mayor de edad y estar en acto de sus facultades. El poder especial solamente se
delega cuando se trata de un asunto sobre un tema específico.
Tercero de buena fe: Aquel tercero que ha adquirido de una sola persona un bien
que indebidamente aparece como dueño en Registros Públicos en los asientos
registrales, alegando la buena fe al desconocer a la sociedad conyugal.
Título gratuito: Causa jurídica por la cual se adquiere algo sin contraprestación
alguna, como la donación y el legado.
113
ANEXOS
ANEXO N° 1: ENTREVISTAS
1. Entrevista 1
¿Conoce usted el tema que se debate en el VIII Pleno Casatorio Civil? Detalle.
El Octavo Pleno Casatorio tiene por objeto dilucidar si el acto jurídico por el que uno
de los cónyuges dispone de bienes de la sociedad de gananciales sin la intervención
del otro es un acto jurídico nulo, anulable o ineficaz, lo que presupone establecer los
alcances de los prescrito en el artículo 315 del Código Civil.
¿Cree usted que se cumple con las causales de nulidad del artículo 219 del
Código Civil, para que sea acogido el criterio de nulidad para el acto de
disposición unilateral de los bienes sociales?
Si, el acto practicado sin intervención de uno de ellos y, aún, sin la autorización
supletoria judicial, es nulo por falta de manifestación de voluntad: esta se configura con
la intervención de ambos cónyuges, por el conjunto de sus declaraciones de voluntad
(artículo 219, inciso 1, del Código Civil). Además, la nulidad también se sustenta en la
previsión del inciso 8 del artículo 219 del Código Civil: el acto es contrario a la expresa
previsión del artículo 315 del Código Civil, que exige la actuación conjunta conyugal
con carácter imperativo y que es contravenido por la actuación individual de uno de los
cónyuges
114
Ahora, en caso se acogiera este criterio ¿El cónyuge no interviniente podría
solicitar una indemnización por daños y perjuicios?
¿En aplicación del artículo 315 del Código Civil, el criterio de ineficacia sería el
remedio jurídico más adecuado para el acto de disposición unilateral de los
bienes sociales?
¿La falta de legitimidad para representar por parte del cónyuge interviniente
configura un supuesto de ineficacia?
115
un cónyuge otorga poder al otro para practicar un acto de disposición de un bien social,
lo hace por derecho propio y no en nombre de la sociedad conyugal igualmente, el
cónyuge apoderado actúa en nombre de su representado y no por cuenta de la
sociedad conyugal.
No, porque por ejemplo nuestra doctrina ha sostenido que la compraventa de un bien
social realizado por un solo cónyuge recae sobre un bien parcialmente ajeno y que la
falta de intervención del otro consorte se debe sancionar con la rescisión del contrato,
diserto de este criterio, por cuanto la alternativa de reducir el precio supone admitir la
disposición de una cuota ideal del bien social y el surgimiento de una copropiedad entre
el tercero y el cónyuge que no intervino en la compraventa; aspectos que son contrarios
a la naturaleza del régimen de sociedad de gananciales.
116
2. Entrevista 2
¿Conoce usted el tema que se debate en el VIII Pleno Casatorio Civil? Detalle.
Según recuerdo tu investigación gira entorno al debate que se suscitó del Pleno
Jurisdiccional Octavo que nunca se publicó y salió simplemente un borrador, pero
que de una y otra manera se ha resuelto con el Noveno Pleno Casatorio, y es sobre
la disposición de los actos de los bienes gananciales por los actos exclusivos de uno
de los cónyuges.
¿Cree usted que se cumple con las causales de nulidad del artículo 219 del
Código Civil, para que sea acogido el criterio de nulidad para el acto de
disposición unilateral de los bienes sociales?
No, lo que pasa es que una de las dos posiciones que se debatieron que algunos
sostenían que el artículo 315 del Código Civil Peruano establece que para disponer
de los bienes sociales se necesita la intervención de ambas cónyuges, y había como
una tesis que yo también seguía hace muchos años, en la que la manifestación de
voluntad es una sola y que si no intervienen los dos la manifestación de voluntad no
se ha consolidado, no se ha elaborado completamente, por tanto, hay ausencia de
voluntad y seria nulo, otros dicen que no, que es un supuesto de objeto jurídicamente
imposible, porque para que sea jurídicamente posible deben intervenir los dos, pero,
no estoy de acuerdo con esta posición, yo asumo más la posición que fue la
mayoritaria en aquel pleno jurisdiccional que propone la ineficacia, es decir, la
inoponibilidad por temas de representación defectuosa.
117
ya está casado. El problema más que nada es informativo, de actualización de
información.
Es lo que razonablemente habría que hacer, si alguien pensase la nulidad del negocio
jurídico como han afectado interés porque tú has querido disponer de mis bienes sin
mi autorización, me has generado un daño y por lo tanto se me tendría que pagar un
resarcimiento, solo que también hay otra vertiente de pensamiento que entre
cónyuges no hay daños, que de alguna u otra manera no hay resarcimiento entre
cónyuge, pero desde mi punto de vista no estoy de acuerdo con eso, porque
finalmente cada uno es titular de una porción del bien, si lo vemos asimilable a una
copropiedad, cosa que propiamente no es una copropiedad.
¿En aplicación del artículo 315 del Código Civil, el criterio de ineficacia sería el
remedio jurídico más adecuado para el acto de disposición unilateral de los
bienes sociales?
Si, pero no cualquier tipo de ineficacia, porque hay varios tipos de ineficacia, hay
ineficacias absolutas, relativas, funcionales y estructurales, y dentro de las
funcionales la rescisión, resolución, reversión, inoponibilidad propiamente dicha, en
ese caso sería la imponibilidad es que decir que el acto no produciría efectos para el
cónyuge que no intervino por representación defectuosa, en realidad no es
representación defectuosa sino ausencia de representación, hay diversos problemas
representativos: representación defectuosa, ausencia de representación y la
representación extralimitada. La representación defectuosa es que tú tienes
apoderamiento, pero lamentablemente tu apoderamiento no incorpora todas las
facultades que tu desearías, la representación extralimitada es cuando va más allá
de lo que tú puedes actuar y la ausencia de representación, no habido representación
otorgada y ese sería el supuesto ya que nadie le otorgo al cónyuge que intervino
algún tipo de representación.
118
¿La falta de legitimidad para representar por parte del cónyuge interviniente
configura un supuesto de ineficacia?
Que pasa, yo sé lo que quieres decir con esta pregunta, cuando tú le compras o
adquieres un bien de otro y tú ves la información de registros públicos, tú crees en la
veracidad de todo esto y te quieres poner en el lugar del tercero buena fe y que el
tercero no puede ser afectado, es decir, tiene que haber un respeto a la validez del
contrato y su eficacia, pero acuérdate que eso fue cambiado por unas normas en los
últimos años, y la buena fe ya no es la simple creencia de que tengo el derecho, sino
tienes que ir hasta titulo archivado y ahora con la interconexión con registros públicos
incluso existe la conexión para saber si estas casado o no, hoy registros públicos
sabe si estas casado o no, desde el momento que la municipalidad tiene la partida el
acta de matrimonio y la socializa a las otras entidades del estado.
119
¿Cómo se vería afectado el derecho del tercero de buena fe en caso de
ineficacia o de nulidad del acto jurídico?
No, porque si es que entendemos bien los alcances del tema estaríamos frente a los
alcances del artículo 161 del Código Civil, que regula el tema de representación,
derrepente si se quisiera hacer un correctivo legislativo sería en el artículo 315,
agregando una frase resulta aplicable lo dispuesto en el artículo del Código Civil.
Yo creo que, igualmente la Corte Suprema debe emitir su sentencia, es una sentencia
casatoria que debe expedirse, y que hasta ahora no se ha expedido.
3. Entrevista 3
¿Conoce usted el tema que se debate en el VIII Pleno Casatorio Civil? Detalle.
120
protección tiene el cónyuge que no participó en esa venta respecto de ese acto de
disposición?
En principio, ese es el panorama de discusión, lo cual no implica que, en función de
este, se generen otros problemas a discutir, tales como: determinar el plazo de
prescripción aplicables a la pretensión que vaya a ejercer el cónyuge que no participó,
o, por ejemplo, con los procesos que han sido iniciados y que se encuentran en
trámite. ¿Qué pasa si se iniciaron procesos de nulidad de estos contratos, y luego, la
Corte Suprema sostenga que esos contratos no son nulos sino válidos? La pregunta
sería ¿Esos procesos de nulidad terminan, continúan, se adecuan?
Esto último, no ha sido enfocado directamente en el Pleno, no generando una tutela
completa.
En definitiva, si uno analiza cuál es el remedio que predomina en el ordenamiento
peruano, se dará cuenta que es la Nulidad. Entonces, lo que debemos preguntarnos
¿Es un remedio coherente?
¿Cree usted que se cumple con las causales de nulidad del artículo 219 del
Código Civil, para que sea acogido el criterio de nulidad para el acto de
disposición unilateral de los bienes sociales?
121
el ordenamiento lo admite no podría ser considerado como objeto jurídicamente
imposible.
Y, tampoco podría ser considerado un fin ilícito, por lo menos haciendo un análisis
en abstracto, porque si estamos hablando de un contrato, la finalidad de este estaría
predeterminada por la común intención tanto de del cónyuge que dispone y tanto del
comprador, y que en este propósito común en la realización de este contrato haya
una finalidad ilícita, lo cual no es lo que siempre sucede, porque generalmente el
comprador es el que actúa de buena fe.
122
si el contrato no se hubiese celebrado) y otro escenario es cuando el contrato es
válido.
En la ineficacia no pasaría ello, porque sencillamente el contrato es válido y es
eficaz entre las partes que participaron.
- Si el contrato es nulo, el plazo está establecido por la norma, y este es de 10
años.
¿En aplicación del artículo 315 del Código Civil, el criterio de ineficacia sería el
remedio jurídico más adecuado para el acto de disposición unilateral de los
bienes sociales?
Sí, pues cuando el artículo 315 establece que ambos cónyuges deben participar en
el negocio para disponer de los bienes sociales, se trata de la legitimidad para
contratar y no de la validez, respecto a ello se separa de la doctrina que aseguraba
que si no intervienen ambos cónyuges entonces falta la manifestación de voluntad
de ese cónyuge lo cual produce falta de validez y por lo tanto el negocio es nulo.
123
¿Qué efectos generaría la aplicación del criterio de la ineficacia?
Es de relevancia añadir que; este tipo de negocios son negocios ineficaces, son
negocios perfectamente válidos en su estructura. Por ende, lo único que se generaría
sería la inoponibilidad, es decir, este acto vinculará al vendedor y al comprador, pero
este acto no podrá ser opuesto respecto del cónyuge, entre comillas porque en
realidad sería inoponible a la sociedad de gananciales, que es titular del bien materia
de disposición, pero sería una solución ajena a la nulidad.
¿La falta de legitimidad para representar por parte del cónyuge interviniente
configura un supuesto de ineficacia?
124
¿Cómo se vería afectado el derecho del tercero de buena fe en caso de
ineficacia o de nulidad del acto jurídico?
Si se considera que el negocio es nulo, pues entonces el negocio es nulo para todos.
Es una de las características de la nulidad, la nulidad del contrato se opone a todos.
Y, ese todos no es sólo el cónyuge que no participo, sino también lo es el comprador.
Y si esto funciona así, se crea un problema para el comprador, pues, el comprador,
en principio, si esto lo llevamos a la esfera normativa de compra venta, por ejemplo,
si tiene un remedio especifico respecto a la disposición de bienes ajenos o
parcialmente ajenos, que es la rescisión, rescisión que sólo se explica en los
contratos que no incurren en una causal de nulidad.
Entonces, si se opta por una nulidad se está protegiendo al cónyuge que no participo,
pero se está desprotegiendo al comprador, porque se le está quitando el mecanismo
de protección que el ordenamiento ha previsto para él, que presupone un contrato
que es válido.
La Posición que tuvieron los amicus que participaron en el VIII Pleno Casatorio, era
que no, tomaron posición de que en principio todos los mecanismos de tutela jurídica
y los aspectos concretos de estos, los remedios jurídicos deben estar
predeterminados por la norma. Particularmente opino, que esa posición debe ser
precisada, no se puede perder de vista a quien queremos tutelar, no sólo debemos
tutelar al cónyuge que no participo, o a la sociedad de gananciales como instituto
familiar de orden público, sino también se debe tutelar al comprador.
Entonces, la solución a buscar tiene que ser una que pondere adecuadamente los
intereses, ponderación que creo no se ha trabajado, ponderación que, según mi
opinión, puede ser realizada por el Juez.
125
ANEXO N° 2: CUADRO COMPARATIVO DE ENTREVISTAS
ENTREVISTADOS
Alex Fernando Placido
Jorge Alberto Beltrán Pacheco Jairo Napoleón Cieza Mora
Vilcachagua
¿Conoce usted el tema El VIII Pleno Casatorio tiene por El Octavo Pleno Casatorio se debate la El supuesto es un bien que pertenece a la
que se debate en el VIII objeto dilucidar si el acto jurídico por disposición de los actos de los bienes Sociedad de Gananciales es dispuesto, es
Pleno Casatorio Civil? el que uno de los cónyuges dispone gananciales por los actos exclusivos de enajenado no por ambos cónyuges sino sólo
de bienes de la sociedad de uno de los cónyuges. por 1 de ellos. Por ello, la pregunta que
gananciales sin la intervención del plantea el VIII Pleno Casatorio es ¿Qué
otro es un acto jurídico nulo, anulable remedios, mecanismos de protección tiene
o ineficaz, lo que presupone el cónyuge que no participó en esa venta
establecer los alcances de los respecto de ese acto de disposición?
prescrito en el artículo 315 del Código
Civil.
¿Se cumple con las Si, el acto practicado sin intervención No, porque existe manifestación de No se puede dar el supuesto de falta de
causales de nulidad del de uno de ellos y, aún, sin la voluntad a pesar de no haber intervenido manifestación de voluntad, pues, existe un
artículo 219 del Código autorización supletoria judicial, es ambos cónyuges. Asimismo, no es un cónyuge que, si está participando y hay un
Civil? nulo por falta de manifestación de objeto jurídicamente imposible, porque comprador que sí está participando, y ambos
voluntad: esta se configura con la para que sea jurídicamente posible deben han emitido la voluntad respectiva, por ello
intervención de ambos cónyuges, por intervenir los dos, pero no estoy de no se puede dar el supuesto.
el conjunto de sus declaraciones de acuerdo con esta posición. No se podría dar el supuesto de objeto
voluntad (artículo 219, inciso 1, del jurídicamente imposible porque el
Código Civil). Además, la nulidad ordenamiento peruano tiene una habilitación
también se sustenta en la previsión expresa para la realización de actos de
del inciso 8 del artículo 219 del Código disposición de bienes ajenos, esto
Civil: el acto es contrario a la expresa expresado en el art. 1409 numeral 2,
previsión del artículo 315 del Código entonces, si el ordenamiento lo admite no
126
Civil, que exige la actuación conjunta podría ser considerado como objeto
conyugal con carácter imperativo y jurídicamente imposible.
que es contravenido por la actuación Tampoco podría ser considerado un fin
individual de uno de los cónyuges ilícito, porque la finalidad de este estaría
predeterminada por la común intención tanto
de del cónyuge que dispone y tanto del
comprador, y que en este propósito común
en la realización de este contrato haya una
finalidad ilícita, lo cual no es lo que siempre
sucede, porque generalmente el comprador
es el que actúa de buena fe.
¿En aplicación del No, porque el artículo 315 establece Si, en este caso sería la ineficacia Sí, pues cuando el artículo 315 establece
artículo 315 del Código que corresponde a ambos cónyuges funcional dentro la cual tenemos la que ambos cónyuges deben participar en el
Civil, el criterio de la administración del patrimonio social inoponibilidad, es decir que el acto no negocio para disponer de los bienes
ineficacia sería el y para disponer de los bienes sociales produciría efectos para con el cónyuge sociales, se trata de la legitimidad para
remedio jurídico más o gravarlos, se requiere la que no intervino por ausencia de contratar y no de la validez, respecto a ello
adecuado para el acto de intervención del marido y la mujer. De representación. se separa de la doctrina que aseguraba que
disposición unilateral de acuerdo con ello, la intervención si no intervienen ambos cónyuges entonces
los bienes sociales? conyugal implica el ejercicio de una falta la manifestación de voluntad de ese
facultad dominical compartida por cónyuge lo cual produce falta de validez y
ambos cónyuges. Por eso, la voluntad por lo tanto el negocio es nulo.
conjunta conyugal se requiere como
elemento constitutivo necesario para
la validez del acto. Asimismo, se
sustenta en la previsión del inciso 8
del artículo 219 del Código Civil: el
acto es contrario a la expresa
127
previsión del artículo 315 del Código
Civil, que exige la actuación conjunta
conyugal con carácter imperativo y
que es contravenido por la actuación
individual de uno de los cónyuges
¿Qué efectos generaría La ineficacia supone un negocio El efecto sería que el acto no produciría En la ineficacia el contrato es válido y es
la aplicación del criterio jurídico válidamente formado consecuencias jurídicas con el cónyuge eficaz entre las partes que participaron.
de la ineficacia? susceptible de ejecución, pero que que no intervino, inoponibilidad.
carece de efectos o que lo priva de
ellos un hecho posterior, tal vez
extraño a la voluntad de las partes.
Ahora, si este acto se considerará si
se ineficaz, sería inoponible frente a
terceros que se coloca junto a la
impugnabilidad.
128
nuestro Código Civil y no un correctivo legislativo se quiere hacer, Título Preliminar, salvo que la Ley sancione
solamente a debates sería en el 315° agregando una frase una consecuencia distinta.
doctrinarios? “resulta aplicable lo dispuesto en el Particularmente opino, que no se puede
artículo 161° del Código Civil.” perder de vista a quien queremos tutelar, no
sólo debemos tutelar al cónyuge que no
participo, o a la sociedad de gananciales
como instituto familiar de orden público, sino
también se debe tutelar al comprador.
129
130