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Derecho

Romano
Abog. Melissa Banegas

Universidad Tecnológica de
Honduras UTH
índice
1 Introducción
Nociones del Derecho Romano

2 Tema
Conceptos De Derecho Romano
División Del Derecho Romano
Fuentes Del Derecho Romano
La Esclavitud En El Imperio Romano
Características De Los Esclavos
Tratamiento Del Esclavo Por El Amo
Posición Del Esclavo Ante Le Ley
Historia
Asambleas Romanas
Monarquía
República
Comitia Tributa, Comicios O Asamblea Por Tribus
Concilium Plebis, Concilio O Asamblea De La
Plebe
Pérdida De Importancia De Los Comicios
Introducción
NOCIONES DE DERECHO ROMANO

El individuo está sujeto a la ley y no puede sustraerse a ella sin exponerse a la muerte
física o intelectual, porque su vida no es más que una incesante esperanza de
crecimiento intelectual y físico: “La vida de los pueblos no es una coexistencia de
seres aislados: así como la reunión de los individuos forma el Estado, ella constituye
una comunidad que se traduce en un sistema de contingencia y de acción recíproca,
pacífica y belicosa, de abandono y de ocupación, de empréstito y de préstamo; en
una palabra, un gigantesco cambio que abraza todas las fases de la existencia
humana”.
Dentro de esta noción de sujeción a la ley, el Derecho romano, es considero uno de
los triunfos más extraordinarios de la fuerza intelectual del hombre. El derecho
romano es el conjunto de los principios de derecho que han regido la sociedad
romana en las diversas épocas de su existencia, desde su origen hasta la muerte del
emperador Justiniano. En Roma, más que en cualquier otra parte, los ciudadanos
estaban iniciados para la práctica del derecho y para ellos el jus, era el conjunto de
reglas fijadas por la autoridad, a las cuales los ciudadanos estaban obligados a
cumplir.

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Historia del
Derecho Romano

CONCEPTOS DE DERECHO ROMANO

1. De jus derivase justitia y jurisprudentia:


a)Justitia es la justicia, cualidad del hombre justo. Ulpiano la define: la voluntad firme y
continuada de dar a cada uno lo suyo. Para merecer la calificación de justo no basta serlo,
en efecto, en un momento dado: se necesita conformar su conducta al derecho sin
rebeldía. –
b)Jurisprudentia, es la jurisprudencia, o ciencia del derecho, que Ulpiano define: el
conocimiento de las cosas divinas y humanas y ciencia de lo justo y de lo injusto.

DERECHO: Es un conjunto de normas que rigen una sociedad en busca de tener paz y/o
un bien común.
DERECHO ROMANO: Son el conjunto de normas de carácter coercitivo que regulan las
relaciones de los ciudadanos romanos, a través de lo largo de su historia.

DIVISIÓN DEL DERECHO ROMANO:

1. DERECHO PÚBLICO/IUS PUBLICUM: Es el encargado de regular las relaciones del


estado y los particulares.

2. DERECHO PRIVADO/IUS PRIVATUM: encontramos los siguiente:


a) DERECHO QUIRITARIO/IUS CIVILE: Era un derecho estricto, es decir, apegado a la ley
y solo es aplicado a los ciudadanos romanos. Venía de los quirites de los ciudadanos.
b) DERECHO PRETORIANO: Era el derecho que se ejercía entre ciudadanos peregrinos y
extranjeros, ya que eran las cosas que el derecho no contemplaba. Se daba a través de
los edictos de los pretores (El pretor era el juez, era quien trataba a decidir sobre las
situaciones problemáticas) y tenía tres bases fundamentales que eran: justicia, equidad y
buena fe.

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c) DERECHO DE GENTE/IUS GENTIUM: Era el derecho de gentes, las personas que no
eran ciudadanos romanos, es decir, eran extranjeros. El derecho quiritario se fundamenta
con el derecho pretoriano que no es un estatuto jurídico, sin embargo, el derecho
pretoriano no puede derogar el quirite.
EPOCAS DEL DERECHO ROMANO:

El derecho romano se divide en cuatro épocas.

1. Fundación de Roma: (Año 753 a.C.)


Antes de la expedición de Ley XII Tablas. El derecho se basaba en la costumbre (Hábitos repetitivos
que generan conciencia de obligatoriedad en el consenso social)
2. Expedición de la Ley de las XII Tablas:
La Ley de las XII Tablas fue el primer derecho escrito, publicada en el foro romano para
conocimiento del pueblo. Eran normas de derecho público y privado, su aplicación era a patricios y a
plebeyos.
En el año 449 a.C. se promulga un código escrito que recopila las costumbres principales aplicadas
por los jueces. Para esto se nombró una magistratura de carácter extraordinario compuesta por 10
patricios los (decemviri) que deberían viajar a Gracia para tomar como modelo el derecho de tal
nación.
Estas leyes eran:
1ra Tabla: Reglas generales sobre la citación en juicio del demandado y sobre el desarrollo del
litigio. (Procedimiento).
2da Tabla: Texto resumido de algunas de las acciones de la ley y otras reglas de actuación procesal.
3ra Tabla: Reglas relativas a la aprehensión y tratamiento del deudor.
4ta Tabla: Regla de las relaciones de familia.
5ta Tabla: Disposiciones de la sucesión.
6ta Tabla: Reglas sobre la posesión y la propiedad de las cosas.
7ma Tabla: Normas relativas a la propiedad y otras figuras jurídicas sobre cosas agrarias.
8va Tabla: Derecho Penal.
9na Tabla: Derecho Penal.
10ma Tabla: Derecho Sacro.
11ma Tabla: Instituciones de Derecho Penal y Derecho Público.
12 Tabla: Derecho Público, hace relación especial a las diferencias existencias entre las dos clases
sociales.

3. Régimen Justinianeo:(Termino en el 527 d.C.)


Se dan hechos importantes como la compilación del Corpus Iuris Civilis. Que es la primera fuente
del derecho escrito.
CORPUS IURIS CIVILIS: Esta compilación se compone de cuatro libros que son:
•CODEX: Recopila el conjunto de Constituciones Imperiales antes de Justiniano.
•DIGESTO O PANDECTAS: Colección de los dictámenes de los grandes juristas.
•INSTITUTAS: Es un manual de consulta. Instituciones del Derecho.
Evolución de las constituciones jurídicas.
•NOVELAS: Constituciones Imperiales en el tiempo de su cargo.

4. Muerte de Justiniano: Justiniano muere en en el 565d.C. y este termina con el Fin del Imperio de
Oriente

REGÍMENES POLÍTICOS: El poder es la posibilidad “jurídica y fáctica” de tomar decisiones e


imponerlas compulsivamente. El Derecho según Kelsen no es más que la institucionalización de la
fuerza.
MONARQUIA: encontramos los siguientes:
1. REY: Desempeñaba el poder de sacerdote (rex sacrorum), es el acto comandante de los ejércitos
(ductor) y es administrador de la comunidad ciudadana. Recibe consejos de los otros organismos.
2. SENADO: También es llamado consejo de los ancianos, son quienes representaban a las gentes a
los linajes.
3. REPUBLICA: dentro de la republica encontramos:
•Comicios
•Senado

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•Magistraturas
4. IMPERIO: dentro del imperio esta:
•Emperador
•Senado
•Magistraturas: o Ordinarias o Extraordinarias
FUENTES DEL DERECHO ROMANO:

1. COSTUMBRE: Practica constante que la sociedad acepta volviéndose así una


costumbre. Derecho no escrito que se vuelve repetitivo y permanente en el tiempo. Está
dividido en tres:
•COSTUMBRE SEGÚN LA LEY/SECUNDUM LEGEM: Es aquella que sigue de
conformidad con la ley, interpretando esta de un modo concreto. Se trata de una
costumbre interpretativa que, sin ser criticable, no vincula necesariamente a los
tribunales.

•COSTUMBRE MAS HALLA DE LA LEY/PAETER LEGEM O


EXTRA LEGEM: Valida por completo, regula situaciones o asuntos no contemplados por
la ley, que en determinados supuestos remite de forma expresa a la costumbre para
regular una materia concreta.
•COSTUMBRE CONTRA LA LEY/CONTRA LEGEM: Ha de ser rechazada su aplicación,
porque esta va contra la ley.

2. LEY: Según Gayo es "lo que el pueblo manda y establece", nace de la necesidad y
voluntad social. Norma o precepto jurídico de aplicación general de carácter coercitivo,
nacida de la voluntad de la sociedad pero es sancionada por el estado.

3. PLEBISCITOS: Los plebiscitos se votaban en la concilia plebis, eran la asamblea del


pueblo (plebe), es la que eleva a los plebeyos. Sobre una propuesta legislativa del
tribuno se equipararon a las leyes desde 286 a.C. la Ley Hortensia determino que fueran
obligatorias para patricios y plebeyos.

4. SENADO CONSULTOS: Actos legislativos en materia civil que son votados por el
senado romano.

5. CONSTITUCIONES IMPERIALES: Son decretos que en materia civil de carácter


legislativo y obligatorio. Expedidas por el emperador en ejercicio de su mandato.

6. EDICTOS DE LOS MAGISTRADOS: Los magistrados son los que determinan si hay o
no hay Litis (Controversia entre dos personas) para pasar a la siguiente parte.
Escuchando las partes demandante y demandada (Pretores).

7. DICTÁMES DE LOS JURISCONSULTOS: Los jurisconsultos son los que estudiaban


para dar un dictamen, el jurista es un estudioso del derecho, es una persona reconocida
por la sociedad que interpreta las distintas materias del derecho.

LA ESCLAVITUD EN EL IMPERIO ROMANO


Concepto: Los esclavistas romanos no consideraban a los esclavos como seres
humanos, para ellos eran instrumentos de trabajo hablantes.
En el Imperio romano, los esclavos eran públicos y privados, los primeros pertenecían al
Estado y se les asignaban tareas muy específicas. Participaban en ceremonias religiosas,
estaban a las órdenes de jueces, pretores, cuestores y ediles, los utilizaban en los
trabajos más riesgosos, tales como apagar incendios y escombrar en las catástrofes y
también en los de mucha seriedad, como los de mensajeros. Los esclavos públicos,
laboraban en la construcción de los acueductos, los utilizaban en los baños públicos,
donde calentaban el agua frotaban a los clientes, actuaban como carceleros y les
encargaban la función de darle muerte a los condenados. Los esclavos privados eran
rústicos y urbanos.

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Características de los esclavos

Los rústicos vivían en los predios rurales, en viviendas separadas, lejos de los amos y
dedicados a labrar la tierra. Los esclavos urbanos cumplían los oficios de jardineros,
mineros, banqueros, comerciantes, rizadores de cabellos, panaderos, capitanes de barcos,
camareros, mayordomos, dulceros, silleros y conductores de carruajes.
Los esclavos urbanos instruidos atendían los negocios de los amos y otros educaban a los
niños. Los utilizaban en los juegos y entretenimientos, unas veces los subían a escena para
que representaran comedias, otras le permitían ser bailarines, lanzadores de discos,
jugadores, pero la diversión más disfrutada por los hombres libres de Roma era el Circo,
espectáculo en que los gladiadores luchaban hasta la muerte. También organizaban
combates con naves armadas el que los esclavos teñían con su sangre las aguas del mar.
Los esclavos eran vendidos en los mercados como las hortalizas, los frutos y los muebles.
Durante la formación del Imperio romano y el asentamiento del mismo, uno de los
mayores problemas es la expansión de la esclavitud.

Carecían de todo tipo de derechos y podían ser vendidos o comprados como cualquier
otra mercadería. La condición era hereditaria, es decir, los hijos de los esclavos nacían
esclavos y eran propiedad del amo. Los esclavos se vendían en plazas, sobre tablados
giratorios. En el cuello llevaban colgado un cartel con todas las características que podían
interesarle al comprador: nacionalidad, edad, cualidades y defectos.

Ejecutaban todo el trabajo pesado, ya fuera en las minas o en el campo. Algunos, los más
afortunados, podían dedicarse a administrar las propiedades rurales o los negocios de los
amos, al trabajo doméstico, o a la educación de los hijos de los patricios y de los plebeyos
enriquecidos. Algunos se convertían en gladiadores, el oficio era luchar hasta morir en los
juegos romanos. Otros trabajaban como remeros en las embarcaciones romanas. Estos
últimos eran propiedad del Estado y llevaban una vida muy desdichada: encadenados bajo
cubierta, la suerte estaba atada a la nave. Si esta era atravesada por el espolón de una
nave enemiga se hundía con ella.
El gran número hace que los propietarios los agrupen en cuadrillas y consigan que se
especialicen en el trabajo tanto agrícolas como artesanos y ganaderos, en la implantación
en los fundos sea estable salvo que las tierras se vendan. Solo tenían vacaciones en las
fiestas familiares. Al agruparlos en cuadrillas es difícil la organización familiar.

La familia rural estaba compuesta por los que trabajaban en las haciendas y a los que
servían en los trabajos domésticos al señor y los parientes.

Se les limitaba el espacio, no podían salir de los lindes de la villa, no se les permitía hablar
con gente extraña, para realizar una salida necesitaban un permiso especial del señor. Era
muy frecuente en las villas que fueran de distintas provincias e incluso nacionalidades
para que no pudieran entenderse entre ellos y de esta forma impedir la comunicación y
pudiesen aunar ideas y fuerzas contra el señor. Los más rebeldes eran utilizados en la
construcción de obras públicas; como castigo trabajaban para el estado, incluyendo las
minas y las canteras, en condiciones infrahumanas.

En el derecho romano, eran tratados como cosas más que como personas. Según el
senador romano Varrón, los agrícolas eran herramientas articuladas a diferencia de las
herramientas semiarticuladas como los bueyes, o las herramientas mudas como los carros.

Pero había una considerable minoría que tenían prestigio, poder e influencia social nada
despreciables. La condición social entraba en conflicto con la condición legal, los
privilegios constituían una falla en el sistema de estratificación, pero una deferente
dependencia de los amos les mantenía en el lugar. Sin embargo, había otros cuyo valor
para el amo, consistía en que tenían capacidades para asumir responsabilidades como
personas pensantes y no como cosas. Estos eran los médicos, maestros, escritores,

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contables, agentes, alguaciles, capataces, secretarios y capitanes navales.
Tratamiento del esclavo por el amo

El tratamiento dado a los esclavos fue endureciéndose con el paso de los siglos. El esclavo
público recibía mejor trato que el esclavo privado, a este lo alimentaba el amo, suministrándole
la dieta que se le antojara. Para que se vistiera le entregaba anualmente un par de zuecos y una
túnica estrecha y pobre. La habitación del esclavo era una celda pequeña y para la atención en
caso de enfermedad habitaban una enfermería. Con un sentido práctico los amos les daban la
libertad a los viejos y enfermos, quienes después andaban errantes.
El amo podía matar al esclavo y lo hizo hasta que el emperador Claudio restringió este derecho.
Ninguna norma regulaba el horario de trabajo y el esclavo laboraba mientras no dormía. Los
castigos no se ajustaban con las faltas. Eran azotados y marcados con hierro caliente, les
cortaban las orejas, la nariz o la lengua, les rompían los dientes y los mutilaban en sus órganos
genitales. A las mujeres las violaban y atormentaban cruelmente. La muerte del esclavo estaba
autorizada en el Digesto, la famosa colección de leyes romanas.

Posición del esclavo ante le ley

La ley consideraba al esclavo como cosa con respecto al amo, lo equiparaban con los bueyes,
los caballos y los demás cuadrúpedos. El amo podía venderlo, empeñarlo, darlo en usufructo,
regalarlo o enajenarlo. El esclavo no podía adquirir nada para sí, ni testar, ni obligarse hacia
nadie en manera alguna. El amo no podía acusar al esclavo de ladrón porque siendo este suyo
no había perdido la prenda. El amo hacia suya la cosa que adquiriera el esclavo, algunas veces
el amo permitía que recibiera el esclavo bienes y esto recibió el nombre de peculio. El peculio
aumentaba en la medida que recibiera el esclavo regalos, gratificaciones, premios, esto con
vistas a la coartación que era una forma de obtener la libertad por la compra de si mismo. Las
nupcias, concubinatos y los contubernios fueron enlaces autorizados por las leyes. La fuga era
el delito mas grave cometido por un esclavo y la ocultación del fugado estaba prohibido. Para
posibilitar la captura de los fugados premiaban las delaciones.

Historia

En varias ocasiones organizaron grandes rebeliones que durante un tiempo mantuvieron en vilo
a la República romana. La más importante de todas fue la que condujo Espartaco, un esclavo
guerrero de origen tracio. Después de infligir serias derrotas a varias legiones romanas, la
rebelión fue sofocada a un terrible precio: 60 000 esclavos, incluido Espartaco, murieron en la
lucha, mientras 6000 fueron tomados prisioneros y crucificados. El mensaje era claro: esa era la
suerte que les esperaba a los esclavos que osaran rebelarse.

ASAMBLEAS ROMANAS
Comicios o asambleas romanas eran un grupo de instituciones esenciales en el gobierno de la
Antigua Roma y, junto con el Senado romano, los principales órganos de representación política
del Populus Romanus ("pueblo romano"). A diferencia de las cámaras legislativas modernas,
estos cuerpos representativos combinaban poderes y funciones de orden legislativo, judicial y
ejecutivo junto con los cargos que elegían: las magistraturas romanas (mientras que al principio
en la Monarquía romana el Senado era una cámara deliberadora, y no poseía poderes
legislativos ni jurídicos, pero con el tiempo en la República romana se convirtió en el centro del
poder político). Aunque no existía una separación de poderes, el intrincado equilibrio
constitucional fue notablemente elaborado. Los comicios o asambleas poseían poderes
amplísimos, incluso el de hacer leyes retroactivas (ex post facto).

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Se distinguían dos tipos de asamblea: los comitia o comitiatus (etimológicamente "ir juntos") y los
contio o conventio ("venir juntos" –véase también conventus–). La palabra comitia (el plural de
comitium, término que identifica a un lugar de reunión especialmente construido –como los halls
germánicos–) se usaba para designar la asamblea convocada en un lugar apropiado para tomar una
decisión sustantiva (legislativa, judicial o la elección de los cargos públicos). La palabra contio se usó
quizás ocasionalmente para designar tales reuniones a finales de la República, pero normalmente
designaba las reuniones que simplemente recogían la voz del pueblo (vox populi) a través de los
aplausos y los abucheos, sin que tal cosa resolviera ningún asunto o se tomara una decisión con
valor legal, aunque sí tenían un valor político (el pulso de la opinión pública); estas asambleas se
reunían para escuchar pronunciamientos públicos (como los edictos de los magistrados) o
presenciar un juicio o una ejecución, con poca o ninguna restricción y sin las solemnidades de
procedimiento (inauguratio, templum, iure) propias de los comitia. Por su parte, la palabra concilium
era un término general aplicado a cualquier reunión política, y se usaba frecuentemente para
denominar en latín a las de los pueblos no romanos; también se asociaba a las asambleas
deliberativas romanas, probablemente por la proximidad fonética a la palabra consilium ("consejo").
Concilium era el término común para designar a las reuniones de la plebe romana, aunque a veces
también se utilizaba para denominar a las asambleas de todo el populus. Raramente se utilizaba
como un término técnico, sino para poner énfasis en la identificación de quiénes eran los miembros
de la asamblea (por ejemplo, un concilium de la plebe o de los latinos) y no en su estructura formal
(en cuyo caso se utilizaba la palabra comitia, como por ejemplo en los comitia quaestoria, que
elegían a los cuestores, o los comitia consularia que elegían a los cónsules).

Los conciones (plural de contio o concio) eran convocados por un magistrado que se valía de un
pregonero (praeco), en lo que se denominaba advocare o convocare ad concionem. En esos
conciones sólo podía hablar el magistrado convocante o aquellos a quien este diera la palabra
(produxit in concionem). Las expresiones para designar el hecho de convocar concionem, comitia,
inlicium o conventionem eran en la práctica intercambiables (Inlicium vocare, In concionem vocare,
Ad Comitia vocare, Ad Conventionem vocare).

En teoría los distintos comitia ("comicios") eran asambleas que operaban sobre las bases de la
democracia directa, en la que eran todos los ciudadanos romanos, y no sus representantes electos,
quienes ejercían directamente su derecho al voto; aunque no individualmente, sino agrupados en
distintas categorías sociales (de forma similar al voto por brazos de los parlamentos del Antiguo
Régimen –aunque éstos la representación era por estamentos y no por riqueza–).

Legendariamente, en la fundación de Roma (753 a. C.) se crearon el Senado y los Comitia Calata,
cuyas funciones pasaron a los Comitia Curiata ("comicios curiados") con las reformas de Servio Tulio
(578-534 a. C.) La asamblea o comicios curiados funcionaron como el principal órgano legislativo
durante la Monarquía, pues, aunque su competencia principal era la elección de cada nuevo rey (la
romana era una monarquía electiva), también poseía unas rudimentarias competencias legislativas.
Poco después de la expulsión del último rey y la fundación de la República (509 a. C. –Lex Valeria de
provocatione–), los principales poderes legislativos se transfirieron a dos nuevas asambleas: los
Comitia Tributa ("comicios tribunados", en los que el pueblo se organizaba según su pertenencia a
cada una de las tribus) y los Comitia Centuriata ("comicios centuriados", en los que el pueblo se
organizaba según su pertenencia a cada una de las centurias). Posteriormente, en el contexto de las
luchas entre patricios y plebeyos, dado que únicamente los patricios tenían acceso al Senado, se
fundó una nueva asamblea que sólo agrupaba a los plebeyos: el Concilium Plebis ("concilio de la
plebe"), a la que se dotó de extensos poderes.

El orden de creación de las distintas asambleas, y sus respectivas subdivisiones, no está


perfectamente establecido. Consta en alguna fuente que los Comitia Populi Tributa se fundaron
hacia el año 357 a. C. en imitación de los Comitia Plebis Tributa, para que todo el populus (patricios y
plebeyos) y no únicamente los plebeyos, participaran en esta forma de representación por tribus, y
de esa manera se eligieran los magistrados menores (ediles curules, cuestores y tribunos militares),

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se celebraran procesos judiciales menores y otras funciones.
La crisis de la República conllevó la ruptura del equilibrio entre las asambleas, el Senado y las
magistraturas, y condujo a la transformación del sistema político, convertido en Imperio romano
con el Principado de Augusto (27 a. C.) Bajo el sistema altoimperial los poderes de las asambleas
eran ejercidos de hecho por el Senado (que el emperador manejaba a su antojo como princeps),
aunque continuaron las convocatorias formales para la constitución de los distintos comicios y se
llamaba a los ciudadanos a ejercer su voto. Además, las distintas asambleas continuaron
sirviendo para propósitos organizativos. Con el paso del tiempo y la transformación del sistema
político en el sistema bajoimperial (Dominado), los comicios o asambleas dejaron de convocarse.

Si se vota por clases, los comicios son Curiata, por curias; si se vota según el censo y la edad son
Centuriata, por centurias: en fin, se les llama Tributa, por tribus, cuando se vota según el domicilio.

Se llamaban comicios a cum eundo (sic) las reuniones o asambleas generales del pueblo romano
en las cuales se trataban y decidían a pluralidad de votos los asuntos más importantes de la
República. Tenía el nombre de Comitium aquella parte de la gran plaza (el Forum romanum) que
estaba entre el Capitolio y el monte Palatino y a cuya entrada hizo poner el emperador Augusto
aquella famosa columna llamada Milliarium aureum, desde la cual se empezaban a contar las
millas de todas las calzadas romanas. Rodeado de templos, el costado del Foro en que estaba el
Comitium era cubierto (en otra fuente se indica que era una larga sala -hall- que se dejó sin
cubrir, de modo que las asambleas se disolvían si comenzaba a llover) y había en él una especie
de tablado llamado la Tribuna de los rostros (sic véase Rostra) o de las arengas, desde donde se
proponían las leyes al pueblo y se le comunicaba todo cuanto convenía. En el Comitium el pueblo
elegía a muchos de sus magistrados y allí acudían comúnmente los pretendientes para con mil
medios captarse el afecto y sufragios del pueblo. Estas asambleas las convocaba y presidía un
magistrado romano que algunas veces se sacaba por suerte. Al principio las presidieron los reyes,
y después del refugio,los primeros magistrados. Se cree que cuando se juntaba la asamblea para
la elección de los flamines, presidía el pontifex.

En los primeros años de la fundación de Roma el pueblo romano se juntaba por curias solamente
y estas asambleas, las más antiguas y las únicas que tuvo por mucho tiempo, se llamaban en latín
comitia curiata, esto es, juntas del pueblo romano por curias o cuarteles porque solo asistían a
ellas los habitantes de la ciudad. La otra especie de asambleas con que se reunía el pueblo más
adelante, compuestas de todas las tribus rústicas y urbanas, se llamaba comitia tributa, en las que
además de los habitantes de Roma podían entrar todos los de las otras ciudades de Italia que
gozaban del derecho de ciudadanos romanos. Estas las juntaban los tribunos.

Las asambleas más solemnes eran las llamadas en latín comitia centuriata, en las que el pueblo
se reunía por centurias y las que solo podían convocar los cónsules, los pretores, los censores,
los dictadores y los decemviros, precediendo antes un decreto del Senado.

Los comicios por curias se reunían todos los días en el Comitium de la gran plaza. Los de las
tribus se juntaban en el campo de Marte, cuando se había de proceder a la elección de cónsules,
censores y tribunos y en el Comitium o al Capitolio cuando se trataba de hacer alguna ley o
juzgar alguna causa. Los censores para la prescripción del pueblo lo juntaban en el campo de
Marte, pero sus asambleas ordinarias las tenían en el Templo de la Libertad (Libertas).

El comicio por curias era la más antigua asamblea romana después de los Comitia Calata. Cada
una de las tres tribus antiguas tenía diez curias, y estas a su vez cien hombres. En total eran
entonces tres mil personas que constituían las curias juntas. Este órgano, en un principio, elegía a
los más altos magistrados, pero posteriormente sólo confirmaba e inauguraba las elecciones de
la asamblea por centurias.

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El comicio por centurias incluía a patricios y plebeyos organizados dentro de cinco clases
económicas (aunque la estructura socioeconómica, más allá de la representación política,
tuviera en realidad una cúspide formada por la clase senatorial y la clase ecuestre) y
distribuidos entre divisiones internas llamadas centurias. La membresía de la asamblea
requería cierto estatus económico y poder, el cual principalmente recaía en los miembros de
la primera y segunda clases. La asamblea se reunía anualmente para elegir a los cónsules y
pretores, y cada cinco años para elegir a los censores. También para tratar casos de perduellio
("alta traición"), aunque esta última función cayó en desuso después de que Lucio Apuleyo
Saturnino introdujera un formato más realizable: la maiestas minuta ("traición pequeña").

La creación de los comicios centuriados, atribuida al rey Servio Tulio, hizo perder parte de sus
atribuciones a los comitia curiata, que solo conservaron actos menores y protocolarios, como
recibir el juramento de los cónsules. Desaparecieron lentamente, y a fines del siglo III a. C. ya
no constituían ningún poder. Los comicios centuriados adquirieron las funciones de los
curiados. Elegían cónsules censores y pretores, decidían sobre la guerra y la paz, legislaban y
decidían sobre apelaciones. El auge de los comicios tribunados les hizo perder parte del
poder, conservando la elección de magistrados. Al principio sus decisiones debían ser
refrendadas por el Senado, pero a finales del siglo III a. C. ese trámite ya no era necesario.

El voto no se ejercía individualmente, sino que cada uno era contado dentro de su centuria y
determinaba el voto final de cada una de ellas. Inicialmente el total de centurias era de 193 (lo
que, de constar cada una de cien hombres, significaría un total de 19.300 ciudadanos con
derechos políticos, una cifra compatible con el censo del primer año de la República, que
según Dionisio de Halicarnaso, contó 130.000 habitantes, pero que los estudios de demografía
histórica consideran excesiva). Según su riqueza (medida primero en superficie agrícola y
luego monetariamente en ases –aunque al principio debió usarse el patrón del "as grande",
1/5 en dinero, se referían a los del tipo llamado "as pequeño", 1,10 en dinero–) los ciudadanos
formaban parte de una centuria u otra.

La correspondencia con la centuria, una unidad militar, se basaba en que los ciudadanos
debían armarse a sí mismos según sus posibilidades económicas, y de esta manera servir en
el ejército (classis) o no hacerlo (infra classem).

A partir de la ley de Apio Claudio (312 a. C.) se abrió la posibilidad de que personas sin tierras,
que se hubieran enriquecido por el comercio, como podían ser ciertos plebeyos, accedieran a
las centurias más elevadas, incrementando su importancia social y legislativa. A causa de que
sólo las primeras 18 centurias (reservadas a la clase patricia) junto con las 80 siguientes
(reservadas a los que contaban con una riqueza superior a los 100 000 ases) alcanzaban la
mayoría absoluta, las otras centurias, por mucho que representaran a la mayoría de la
población, no llegaban a tener ninguna trascendencia en el resultado final de las votaciones.
Posteriormente (241 a. C., con los censores Marco Fabio Buteón y Cayo Aurelio Cotta) se
introdujeron modificaciones en la estructura y número de las centurias, considerando en cada
una de las 35 tribus dos diferentes grupos de edad (senior –entre 17 y 46 años– y junior –
mayores de 46, lo que según Cicerón se hizo para otorgar tanto peso a los numerosos e
inexperimentados jóvenes como a los menos numerosos, pero más experimentados de mayor
edad, presumiblemente con más que perder) y cinco clases sociales, por lo que había diez
centurias por tribu (350) a las que se sumaban las 18 centurias de los que servían en caballería
(equites, con seis centurias reservadas sólo a los patricios -sex suffragia–17) y 5 centurias de
los ciudadanos más pobres (capiti censi o proletarii), por lo que el total llegaba a 373 centurias.

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La votación se ganaba cuando se alcanzaba el número de 187 votos a favor, para lo
que bastaba habitualmente con las centurias de las tres primeras clases, y en ese
momento se dejaba de votar, por lo que las últimas centurias (que de hecho
representaban a la mayoría de la población y, con las reformas de Mario –107 a. C.–,
incluso la mayoría del ejército) en la práctica ni siquiera llegaban a contar para el
resultado final. Durante la dictadura de Sila (82-80 a. C.), el principal adversario de
Mario, se volvió a la "organización serviana"; y pocos años tras la muerte de Sila,
Pompeyo y Craso (cónsules del año 70 a. C.) deshicieron las reformas
constitucionales del dictador y volvieron a la organización de las centurias de Fabio y
Aurelio. No se volvió a alterar la organización centurial; aunque, en todo caso, la
organización política de época imperial vació de poder y funciones a los comitia.

MONARQUÍA
En la división se tiene en cuenta la riqueza territorial:
•Ciudadanos de primera categoría. Más de 5 hectáreas. Son 80 centurias. Ciudadanos
de segunda categoría. Entre 5-3,75 hectáreas. Son 20 centurias.
•Ciudadanos de tercera categoría. Entre 3,75-2,5 hectáreas. Son 20 centurias.
•Ciudadanos de cuarta categoría. Entre 2,5-1,75 hectáreas. Son 20 centurias.
•Ciudadanos de quinta categoría. Entre 1,75-0,5 hectáreas. Son 30 centurias.
• Ciudadanos de sexta categoría. Son la clase que forman los capite censi, es decir,
los que no se recogen dentro del censo. Son 5 centurias.
•Ciudadanos de séptima categoría. Grupo de los caballeros. Son 18 centurias.
En la legendaria fundación de Roma por Rómulo, se habría concedido a cada
ciudadano dos yugadas de tierra. Esa sería la dimensión exigida para pertenecer a la
quinta clase, mientras que para las sucesivas se exigían cuatro, ocho, doce y dieciséis
yugadas (que equivalen a unas cuatro hectáreas).

REPÚBLICA
Reforma del 312 a. C. Usa como patrón de riqueza la cantidad monetaria:
• Ciudadanos de primera categoría. Más de 100 000 ases. Son 80 centurias.
• Ciudadanos de segunda categoría. Entre 100 000-75 000 ases. Son 20 centurias.
• Ciudadanos de tercera categoría. Entre 75 000-50 000 ases. Son 20 centurias.
• Ciudadanos de cuarta categoría. Entre 50 000-25 000 ases. Son 20 centurias.
• Ciudadanos de quinta categoría. Entre 25 000-11 000 ases. Son 30 centurias.
• Ciudadanos de sexta categoría. Son la clase que forman los capite censi, es decir,
los que no se recogen dentro del censo. Son 1 centuria.

Ciudadanos de séptima categoría. Grupo de los caballeros. Son 18 centurias.


Reforma entre los siglos III-II a. C. Multiplica por 10 el patrón de riqueza:
• Ciudadanos de primera categoría. Más de 1 000 000 ases. Son 70 centurias.
• Ciudadanos de segunda categoría. Entre 1 000 000-750 000 ases. Son 70 centurias.
• Ciudadanos de tercera categoría. Entre 750 000-500 000 ases. Son 70 centurias.
• Ciudadanos de cuarta categoría. Entre 500 000-250 000 ases. Son 70 centurias.
• Ciudadanos de quinta categoría. Entre 250 000-110 000 ases. Son 5 centurias.
• Ciudadanos de sexta categoría. Son la clase que forman los capite censi, es decir,
los que no se recogen dentro del censo. Son 5 centurias.
• Ciudadanos de séptima categoría. Grupo de los caballeros. Son 18 centurias.

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Los caballeros perdieron el derecho a votar los primeros, que pasó a una de las tres primeras
clases a determinar por sorteo. Los emancipados obtuvieron el derecho al voto, pero como
eran demasiado numerosos y afluían de lugares muy diversos, más tarde lo perdieron.
Cada clase tenía el mismo número de votos, con lo cual los últimos de cada clase
descendían a la siguiente, o los primeros ascendían a la anterior a fin de igualarlas. Por ello
después de la votación de la tercera clase quedaba determinada la mayoría.
De hecho, el voto en primer lugar pasó a la primera clase, que disponía lógicamente de un
cuarto de los votos, manteniéndose separada la clase de los caballeros.

COMITIA TRIBUTA, COMICIOS O ASAMBLEA POR TRIBUS


División de la ciudad en cuatro tribus.

Las colinas romanas, rodeadas por la Muralla Serviana, en azul, y la Muralla Aureliana, en rojo.
El Pomerium (recinto sagrado de la ciudad) dividido en regiones. Inicialmente cuatro (las
tribus de Servio Tulio), en la época de Augusto se incrementaron para incluir la nueva
extensión de las murallas, e incluso una zona al otro lado del río Tíber.
Los comicios tribales, comicios tribunados, comicios tributos o comicios por tribus (comitia
tributa) eran la asamblea de los ciudadanos reunidos por tribus, que constituían la unidad de
voto. Poseían competencias electorales, como la elección de los magistrados menores
(cuestores, ediles y tribunos militares), los ediles y tribunos plebeyos y los magistrados
extraordinarios, como los triunviros. Sus competencias judiciales se limitaban a los delitos
penados con multa. Sus principales atribuciones eran legislativas; a partir del 287 a. C., con la
Lex Hortensia, votaban la mayor parte de las leyes que luego el Senado ratificaba. Las
votaciones de las leyes, las elecciones de magistrados menores, acusaciones criminales y
otros temas anteriormente competencia de los comicios centuriados, habían ido pasando a
estos comicios tributos, dejando a los centuriados la elección de los magistrados mayores
(censores, cónsules y pretores). La elección de los tribunos de la plebe no correspondía a
toda la asamblea tribal, sino sólo a los plebeyos en la asamblea de la plebe (concilium
plebis), a la que no tenían acceso los patricios. La mayor parte de las competencias judiciales
de los comitia tributa fueron eliminadas con el establecimiento de las quaestiones durante la
dictadura de Lucio Cornelio Sila.

Los comitia tributa eran convocados y dirigidos por los ediles y tribunos de la plebe. En los
comicios por tribus votaban todos los ciudadanos romanos considerados ingenui (hombres
libres nacidos libres)20 y los domiciliados, mientras que los no domiciliados y los
emancipados, incluidos en cuatro tribus (de un total de 35) no contaban en las
deliberaciones. Todos los ciudadanos romanos, tanto patricios como plebeyos se distribuían
entre 35 tribus para propósitos administrativos y electorales. La mayoría de la población
urbana de Roma estaba distribuida entre cuatro tribus urbanas, lo cual significaba que, por
mucho que individualmente sus votos fueran muchos más, en el cómputo tenía mucho más
peso la población de las 31 tribus rurales. Al igual que en la asamblea por centurias, en la
asamblea por tribus el voto se agrupaba: uno por cada tribu. El lugar de reunión era el Foro
Romano.

Los comicios tribunados surgieron como reuniones de la plebe (dividida en cuatro tribus o
distritos, luego aumentadas a 21, y más tarde hasta 53) sin poder decisorio. Pero con el
tiempo sus acuerdos se convirtieron en leyes y sus decisiones sustituyeron a las de otros
comicios. Primero convirtió sus votaciones en leyes; consiguió el nombramiento de algunos
magistrados; más tarde pudo conceder honores, anular decisiones del Senado y hasta
asumió la competencia en los tratados de paz y alianza. Pero a finales del siglo III a. C. el
Senado, formalmente supeditado a los comicios tribunados, había adquirido el control de
estos.
Los magistrados eran elegidos en los comicios correspondientes por los ciudadanos con
derecho a sufragio. Cada magistrado que pretendía ser elegido presentaba unas propuestas
de gobierno o intenciones con las que aseguraba que ejercería el cargo, especie de
programa electoral, llamado entonces edicto.

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temático y completo del pasado explicando la causa y efecto de sus eventos. La
disciplina actual de la historia está dedicada la producción de narrativas y análisis de
eventos pasados ​relacionados con la raza humana.

Todos los eventos que se recuerdan y .conservan de alguna forma auténtica


constituyen el registro histórico. Por lo tanto la historia se puede clasificar como un
puente entre humanidades y ciencias sociales, incorporando metodologías de ambas
divisiones. En el siglo XX, el historiador francés Fernand Braudel revolucionó el
estudio de la historia al utilizar disciplinas externas como la economía, la antropología
y la geografía en el estudio de la historia global.

Es común que el registro histórico no siempre sea auténtico, El "negacionismo


histórico" es cuando se utilizan técnicas inadmisibles al registro del pasado como
presentar documentos falsos conocidos como genuinos, inventar razones ingeniosas
pero inverosímiles para desconfiar de documentos genuinos, etc. Sin embargo,
también existe el revisionismo histórico que procura reinterpretar un relato histórico.
Por lo general, implica desafiar los puntos de vista ortodoxos sostenidos por
académicos profesionales sobre un evento histórico presentando evidencia contraria
o reinterpretando las motivaciones y decisiones de las personas involucradas.

La recurrencia histórica es la repetición de eventos similares en la historia, se ha


aplicado de diversos fenómenos a la historia general del mundo (por ejemplo, a los
aumentos y caídas de imperios), a patrones repetitivos en el historia de una política
dada, y de dos eventos específicos que tengan una similitud sorprendente.

Concilium Plebis, concilio o asamblea de la plebe

Se reunía convocado por los tribunos de la plebe, que a su vez eran elegidos por esta
asamblea. Su lugar de reunión era el Aventino, fuera del Pomerium, el recinto
sagrado de la ciudad. Algunas fuentes recogen que para las cuestiones de orden
jurídico y administrativo también se reunía en el Foro y en el Capitolio. El Campo de
Marte se usaba para las elecciones en los siglos finales de la República.

También recogen algunas fuentes que celebraba en "el pozo de los Comitia",21 y que
algunos senadores observaban las reuniones plebeyas desde los escalones de la
Curia Hostilia (el edificio donde se reunía el Senado) para, desde allí, interferir en ellas.

Pérdida de importancia de los comicios


La extensión de la ciudadanía romana no supuso la ampliación de las
circunscripciones por tribus, sino que los nuevos ciudadanos fueron incluidos en las
ya existentes, con lo cual los Comicios perdieron su eficacia al ser imposible reunir a
todos los ciudadanos con derecho a voto, dispersos por toda Italia.

Desde entonces todas las asambleas o comicios votaron siempre afirmativamente a


las propuestas del convocante, salvo en alguna cuestión de ámbito local o de
carácter excepcional, siendo siempre una oposición efímera.

Las asambleas o comicios estaban además dominadas por los clientes de la


aristocracia. Estos clientes, formados en su mayoría por descendientes de antiguos
esclavos o por gente pobre que se había puesto bajo la protección de un patrón,
estaban obligados por las relaciones de sumisión existentes con quien ejercía el
patronazgo, que además los acompañaba a la asamblea; hacían el contrapeso de las
clases medias no sujetas a clientela.

Las liberaciones de esclavos con ocasión de la segunda guerra púnica hicieron


aumentar notablemente el número de clientes que acudía a los comicios (se les
llamaba el populacho de Roma).

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