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NOMBRE DEL ESTUDIANTE:

DAISSY YOLANY RAMIREZ MEJIA

NUMERO DE CUENTA:
122350112

CENTRO DE ESTUDIO:
UCENM-CATACAMAS

ASIGNATURA:
FILOSOFIA

CATEDRATICA:
LIC. FELIX PEDRO BARAHONA BONILLA

TEMA:
INFORME ANALITICO SOBRE SOCRATES

FECHA DE ENTREGA:
21/JUNIO/2022
INFORME ANALÍTICO SOBRE SÓCRATES

Sócrates (en griego antiguo, Σωκράτης, Sōkrátēs; Alopece, Atenas, 470 a. C. - ib., 399
a. C.)1234 fue un filósofo clásico griego considerado como uno de los más grandes,
tanto de la filosofía occidental como de la universal. Fue maestro de Platón, quien tuvo
a Aristóteles como discípulo, siendo estos tres los representantes fundamentales de la
filosofía de la Antigua Grecia. Otros discípulos suyos son Antístenes, Aristipo y
Esquines.

No hay ninguna evidencia de que Sócrates haya publicado algún escrito de su autoría.
Detalles de su vida son conocidos gracias a tres fuentes contemporáneas: los diálogos de
Platón, las obras de Aristófanes y los diálogos de Jenofonte. En los diálogos de Platón se
encuentran los relatos más completos de Sócrates que han sobrevivido desde la
antigüedad. Sin embargo, quedan preguntas con respecto a la distinción entre el
Sócrates de la vida real y la representación de Sócrates platónico.

Imagina que vas caminando por una calle muy transitada, llevas prisa y no quieres
distraerte con nada. De pronto, alguien a quien no conoces se acerca y te detiene para
decirte algo como “Debes cuidar de ti mismo”. ¿Cómo te sentirías? ¿Cuál sería tu
reacción? ¿Que tanto te importaría ese curioso evento? Probablemente seguirás tu camino
sin intentar siquiera responder, pensarías que está loco o que te confundió con alguien
más. Pero quizás, en algún momento del día, al terminar todas tus tareas y compromisos,
volverías a pensar
en esas extrañas palabras: “cuida de ti mismo”, y concluirías que, después de todo, no
son una completa locura.

Así era como Sócrates, uno de los filósofos más importantes de la Grecia clásica,
comunicaba su forma de pensar a los atenienses; o al menos, así como lo presentan sus
principales comentadores, críticos y discípulos. Y es que, a diferencia de los filósofos
que hasta ahora hemos estudiado, Sócrates no dejo ningún testimonio escrito de sus
doctrinas. Sabemos que su filosofía, sus métodos y su forma de enseñar gracias a la obra
de otros filósofos, historiadores y poetas que recibieron su influencia o se opusieron a
ella.

Pasó gran parte de su vida generando discusiones con todo el mundo en Atenas, tratando
de determinar si alguien tenía alguna idea de lo que estaba hablando, especialmente
cuando el tema tratado era importante, como la justicia, la belleza o la verdad. No dejó
ningún escrito, pero inspiró a muchos discípulos. En su vejez, se convirtió en el foco de
la hostilidad de muchos de la ciudad quienes veían a los sofistas y a la filosofía como los
destructores de la piedad y moral de la ciudad; y fue condenado y ejecutado en 399 a. C.

Sócrates es una figura principal de la transformación de la filosofía griega en un


proyecto continuo y unificado. Se le considera el padre de la filosofía política, de la ética
y es la principal fuente de todos los temas importantes de la filosofía occidental en
general; quizás su contribución más importante al pensamiento occidental es su modo
dialéctico de indagar, conocido como el método socrático o método de «elencos», el cual
aplicaba para el examen de conceptos morales clave, tales como el bien y la justicia. La
historiografía tradicional divide al conjunto de los pensadores anteriores a Sócrates (a
excepción de Demócrito) como «presocráticos», y a los influenciados por Sócrates en
«socráticos
mayores» (Platón y Aristóteles) y «socráticos menores» (megáricos, cínicos y
cirenaicos).

Los diálogos de platón también nos muestran a un Sócrates que pregunta, pone en duda e
incluso hace comentarios irónicos que desconciertan y enfadar a sus interlocutores. Pero
a diferencia de Aristófanes, platón no considera que tales cualidades sean ridículas o
negativas. Por el contrario, el considera que la estrategia de Sócrates es las adecuada para
conducir a la filosofía. Es importante dejar en claro lo que implica esta última expresión.
Sócrates consideraba que para interesar al joven alumno en la filosofía, en maestro
podría orientarlo para que desarrollara sus mejores disposiciones, podía también
mostrarle los hábitos, las creencias y los prejuicios de los que debería despojarse si
quería filosofar, e incluso podía ayudarle a descartar los saberes o técnicas que no
fueran de las filosóficas. Pero lo que no estaba en manos del maestro las verdades
filosóficas, ya que estas descubrirían el propio alumno una vez que hubiese preparado
su alma para ello.

Ahora bien, Sócrates consideraba que tenía la obligación de propiciar que sus
disciplinas dieran el primer paso en la búsqueda del conocimiento. Ese paso era
reconocer que ignoraban algo. Y es que mientras el alumno considere que lo sabe todo,
que todo cuanto sabe es correcto o que ya aprendió lo suficiente, no sentiría la necesidad
de saber más o corregir sus errores. Por lo tanto, lo primero que debe hacer el filósofo es
lograr que sus interlocutores cuestionen lo que ya creen saber: ya que solo a través de la
duda descubrirán que estaban equivocadas en mucho de lo que consideraban cierto, que
no tenían fundamentos para demostrar y ni siquiera sabían explicarlo.
Pero hay algo más, descubrir la propia ignorancia no solo motiva a investigar y
aprender; constituye también un primer conocimiento. Quizás aún no se pueda decir que
es la justicia, la virtud o el orden, pero al menos se sabe que ignora, lo que pone en
evidencia los aspectos a investigar. Es por esto que, para Sócrates, la verdadera sabiduría
comienza cuando se identifica aquello que no se sabe, y es así como la ignorancia,
cuando se admite resulta docta.

La Apología de Platón recoge lo esencial de la defensa de Sócrates en su propio juicio;


una valiente reivindicación de toda su vida. Fue condenado a muerte, aunque la
sentencia sólo logró una escasa mayoría. De acuerdo con la práctica legal de Atenas,
Sócrates hizo una réplica irónica a la sentencia de muerte del tribunal proponiendo pagar
tan sólo una pequeña multa dado el escaso valor que tenía para el Estado un hombre
dotado de una misión filosófica. También se hace mención que Sócrates pidió
jocosamente que se lo podría condenar sencillamente «invitándole a comer en los
banquetes comunales», en alusión a que estos eran deplorables. Tanto una como otra,
enfadaron tanto al jurado que este volvió a votar a favor de la pena de muerte por una
abultada mayoría. Los amigos de Sócrates propusieron pagar una fianza, e incluso
planearon su huida de la prisión, pero prefirió acatar la ley y murió por ello. Pasó sus
últimos días con sus amigos y seguidores.

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