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EXTERNO II.
TRANSPORTE DE MACROMOLÉCULAS Y PARTÍCULAS
Para mantener la composición de los distintos compartimentos entre los que hay transporte
vesicular las células han desarrollado también mecanismos de retención de material en un
compartimento dado y mecanismos de reciclaje.
Las vesículas de transporte están revestidas de proteínas, llamadas cubiertas, que cubren
la superficie citosólica de la membrana que se va a invaginar. Las vesículas se nombran en
relación a su cubierta.
Se conocen tres familias de proteínas de cubierta de las vesículas: clatrina, COPI y COPII.
Las vesículas recubiertas con estas proteínas intervienen en el transporte entre distintos
compartimentos de la vía secretora.
Los lípidos específicos, como el fosfoinositol bifosfato, al igual que las proteínas de
unión a GTP monoméricas determinan el lugar y el momento de iniciación de la formación
de vesículas.
Las proteínas de cubierta (clatrina, COPI y COPII) proporcionan las fuerzas para la
invaginación de la vesículas.
Las proteínas adaptadoras, que son incorporadas por las proteínas de unión a GTP, se
encargan de la selección de la carga, es decir, de las moléculas que van a ser incluídas en
la vesícula (si la carga es una molécula soluble, la molécula de membrana es un receptor
que interactúa tanto con la carga como con la proteína adaptadora). Además, también son
las responsables de la asociación de las proteínas de cubierta a la membrana.
El reconocimiento de una vesícula de transporte con su diana tiene dos etapas: el enlace o
anclaje y el acoplamiento.
El enlace es la interacción inicial específica entre las membranas que están destinadas a
fusionarse y depende de la interacción de proteínas de unión a GTP monoméricas
(proteínas Rab) y factores de anclaje (un ejemplo de factores de anclaje es el exocisto).
Las diferentes proteínas Rab (hay más de 60) o combinaciones de proteínas Rab, marcan
diferentes orgánulos y vesículas de transporte. Las Rab en estado ligado a GTP activo
reclutan los factores de enlace, de manera similar a como Arf recluta las cubiertas. De este
modo, se forma el puente inicial entre las membranas diana y las vesículas.
FUSIÓN DE MEMBRANAS
Para que la vesícula y la membrana puedan fusionarse las bicapas lipídicas tienen que
estar tan próximas que se elimine toda el agua entre ellas. Este es un proceso
energéticamente muy desfavorable por lo que la fusión es catalizada por la interacción de
las proteínas SNARE (apareamiento SNARE-SNARE) que proporciona la energía necesaria
para la reorganización de las membranas que se fusionan.
Si las membranas que se fusionan son iguales la fusión es homotípica, como la formación
de las células plurinucleadas del músculo, si las membranas que se fusionan son distintas la
fusión es heterotípica, como la fecundación (espermatozoide → óvulo).
- FAGOCITOSIS
La fagocitosis desempeña papeles distintos en los distintos tipos de células. En las amebas
tiene como función capturar partículas alimenticias, como bacterias u otros protozoos. En
los animales pluricelulares los mecanismos de fagocitosis constituyen una defensa contra
los microorganismos invasores y también eliminan las células viejas o dañadas del cuerpo.
En los mamíferos la fagocitosis es llevada a cabo por tres tipos de glóbulos blancos:
macrófagos, neutrófilos y células dendríticas (llamados “fagocitos profesionales”).
Estas células eliminan los microorganismos de los tejidos dañados. Además, los
macrófagos, los fibroblastos y la células epiteliales, eliminan las células viejas o muertas
de los tejidos de todo el cuerpo.
- MACROPINOCITOSIS
Es la vía que lleva material del exterior o de la membrana plasmática a los lisosomas para
su degradación. De este modo, la función principal de los lisosomas es la digestión del
material captado del exterior de la célula por endocitosis. Sin embargo, la endocitosis no
sólo está relacionada con la función de los lisosomas, sino también con su formación. Estos
se forman por la fusión de vesículas de transporte procedentes de la red trans del aparato
de Golgi con un endosoma tardío que contiene las moléculas ingeridas por endocitosis. La
formación de los lisosomas es así una intersección entre la vía secretora y la endocítica.
Veamos cómo se forman los endosomas tardíos que después darán lugar a los lisosomas.
En primer lugar, las moléculas captadas del exterior de la célula mediante vesículas
endocíticas se fusionan con los endosomas tempranos o periféricos. Estos endosomas
maduran a cuerpos multivesiculares y estos a endosomas tardíos o perinucleares.
Como ya dijimos antes, los endosomas tardíos se fusionan con vesículas procedentes de la
red trans del aparato de Golgi, que contienen hidrolasas ácidas. De este modo, se forman
los lisosomas que digieren las moléculas ingeridas por endocitosis.
Además, también hay reciclaje desde los endosomas tardíos a la red trans del aparato de
Golgi y de los endosomas tempranos a la membrana plasmática. El primero es el reciclaje
de los receptores de manosa-6-fosfato al Golgi tras liberar las hidrolasas ácidas al interior
de los endosomas tardíos (el pH ácido del endosoma hace que se separen de sus cargas).
El segundo es el reciclaje de los receptores de membrana y demás componentes de esta a
la membrana plasmática por medio de los endosomas de reciclaje. La finalidad de este
reciclaje es no degradar la propia membrana de la célula. De este modo, en los endosomas
tempranos se produce la clasificación de las partículas que se van a degradar (las de
endocitosis y las proteínas viejas o dañadas de la membrana) y las proteínas que forman
parte de la membrana. Estas últimas son enviadas a endosomas de reciclaje y de estos de
nuevo a la membrana plasmática. Como se dijo antes, los endosomas tempranos quedan
cargados con las proteínas que se van a degradar y maduran a cuerpos multivesiculares,
que son una etapa intermedia de la vía constitutiva de la endocitosis.
La anterior es la vía directa, pero también existe una vía indirecta en la que las proteínas
parte juntas del Golgi en una vesícula y si dirigen a un dominio, en general el basolateral,
donde tiene lugar la clasificación. Las proteínas del dominio basolateral son retenidas por la
unión a elementos del citoesqueleto y las del dominio apical son incluidas en vesículas que
se fusionan con los endosomas periféricos y por transcitosis son llevadas al dominio
apical.
Las proteínas, al igual que los lípidos y los polisacáridos, son transportadas desde el
aparato de Golgi a sus destinos finales a través de la vía secretora. Esto implica que su
distribución en distintos tipos de vesículas de transporte, que saldrán por gemación de la
red trans del Golgi y llevarán su contenido hasta la localización celular adecuada.
Anteriormente ya hemos descrito los distintos tipos de transporte desde el Golgi. Algunas
proteínas se transportan a la membrana plasmática directamente o a través de endosomas
de reciclaje (exocitosis constitutiva), otras se secretan de la célula (exocitosis y exocitosis
regulada), otras se dirigen a otros destinos celulares (a los lisosomas pasando antes por los
endosomas tardíos, como se explicó antes en la ruta constitutiva de la endocitosis), otras se
dirigen a dominios específicos de la membrana de las células polarizadas. Además, las
proteínas residentes del Golgi tienen señales que posibilitan su reciclaje desde
compartimentos posteriores de la vía secretora.
En las levaduras y las células vegetales, que carecen de lisosomas, las proteínas son
transportadas desde el aparato de Golgi.