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PLASMÁTICA
LÍPIDOS
Los lípidos son un grupo muy variado de moléculas orgánicas que desempeñan tres
funciones básicas en las células: son una importante fuente de energía (son moléculas
reducidas => liberan mucha energía cuando se oxidan), son los principales componentes de
la membrana plasmática y realizan importantes papeles en la señalización celular, como
hormonas esteroideas o como mensajeros moleculares que trasladan señales desde los
receptores de la superficie celular hasta dianas dentro de la célula. Se clasifican en varios
grupos.
Los lípidos más simples son los ácidos grasos, consistentes en largas cadenas
hidrocarbonadas formadas por un número par de átomos de carbono (normalmente 16 o 18)
con un grupo carboxilo (COO -) terminal que les da carácter ácido. Los ácidos grasos
pueden ser saturados, cuando los átomos de carbono están enlazados al máximo número
de átomos de hidrógeno posible, e insaturados, cuando contienen uno o más dobles
enlaces entre átomos de carbono. Las cadenas hidrocarbonadas de ambos tipos de ácidos
grasos presentan naturaleza hidrófoba, pues contienen sólo enlaces C-H incapaces de
interaccionar con el agua. Esta propiedad tiene gran importancia en el comportamiento de
los lípidos complejos en las membranas biológicas.
Los fosfolípidos son los principales lípidos de membrana y están formados por dos ácidos
grasos unidos a un grupo polar de cabeza. En los fosfoglicéridos los ácidos grasos están
unidos por enlace éster a una molécula de glicerol, que está unida por el tercer carbono a
un grupo fosfato ligado a un alcohol. La esfingomielina (único fosfolípido no glicérido que
forma parte de la membrana) está formada por esfingosina (un ácido graso unido a serina),
un ácido graso y un grupo fosfato unido a una molécula de colina. Los fosfolípidos son
moléculas anfipáticas, pues tienen una cabeza hidrofílica capaz de interaccionar con el
agua y colas hidrofóbicas insolubles en agua.
Finalmente, algunas membranas pueden contener esteroles: fito esteroles en los vegetales,
colesterol en los animales y compuestos relacionados en las bacterias. El colesterol
consta de cuatro anillos hidrocarbonados (no cadenas hidrocarbonadas) hidrófobos y un
grupo hidroxilo hidrófilo unido a uno de los extremos, por lo que también es anfipático.
PROTEÍNAS
Las proteínas son las macromoléculas más variadas, cada célula tiene miles diferentes que
ejecutan las funciones dirigidas por la información genética. Dirigen todas las actividades de
la célula. Entre sus funciones están: actúan como componentes estructurales, participan en
el transporte de pequeñas moléculas, transmiten información entre células, defienden al
organismo frente a la infección y actúan como enzimas catalizando reacciones químicas.
Los aminoácidos se unen entre sí mediante enlaces peptídicos que se establecen entre el
grupo α carboxilo de un aminoácido y el grupo α amino del siguiente (Fig. pág 58). Los
polipéptidos son cadenas lineales de aminoácidos (cientos o miles). Cada cadena tiene un
extremo amino terminal (desde el que se sintetizan los polipéptidos) y un extremo carboxilo
terminal.
Las proteínas son polipéptidos con secuencias de aminoácidos específicas. Esta secuencia
es sólo el primer elemento de la estructura proteica, pues las proteínas adoptan
configuraciones tridimensionales características y cruciales para su función. Estas
configuraciones se deben a las interacciones entre los aminoácidos de la proteína, es decir,
los aminoácidos determinan la forma de las proteínas. (ojo: la estructura proteica es tan
compleja que determinar la estructura tridimensional de una proteína a partir de su
secuencia de aminoácidos es imposible).
La estructura de las proteínas se describe en cuatro niveles. La estructura primaria es la
secuencia de aminoácidos de la cadena polipeptídica. La estructura secundaria es el
plegamiento de la cadena polipeptídica en el espacio debido a los enlaces por puentes de
hidrógeno que se establecen entre los grupos CO y NH de los enlaces peptídicos. Los tipos
más comunes de estructura secundaria son la hélice α y la hoja β. En la primera la cadena
polipeptídica se enrolla sobre sí misma y los enlaces se forman entre grupos de enlaces
peptídicos separados cuatro residuos de aminoácidos. La hoja β se forma cuando dos
partes de la cadena se encuentran una junto a otra y se forman enlaces de hidrógeno entre
ellas. Las hojas β pueden formarse entre varias hebras polipeptídicas, que pueden
orientarse paralela o antiparalelamente.
MEMBRANAS CELULARES
Todas las membranas celulares comparten una misma organización estructural: bicapas de
fosfolípidos con proteínas asociadas.
- LÍPIDOS DE MEMBRANA
Los fosfolípidos son los principales lípidos de todas las membranas celulares (básicamente
la composición que dijimos antes). Los fosfolípidos son moléculas anfipáticas, pues tienen
una cabeza hidrofílica capaz de interaccionar con el agua y colas hidrofóbicas insolubles en
agua. Este carácter anfipático hace que en medio acuoso formen bicapas, con las colas
apolares en el interior de la membrana y las cabezas polares en el exterior. Estas bicapas
fosfolipídicas constituyen la estructura básica de las membranas biológicas, siendo una
barrera estable entre dos compartimentos acuosos.
Las bicapas lipídicas se comportan como fluidos bidimensionales en los que moléculas
individuales (lípidos o proteínas) pueden rotar y moverse lateralmente. La fluidez de la
membrana depende de la temperatura y de la composición lipídica.
Ejemplos:
Las membranas que contienen cadenas de ácidos grasos más cortas son menos
rígidas (porque obviamente se establecen menos enlaces entre las cadenas cortas
que entre las largas) y se mantienen fluidas a temperaturas más bajas.
Los lípidos con ácidos grasos insaturados también aumentan la fluidez, porque al
tener dobles enlaces tienen acodamientos en las cadenas hidrocarbonadas
haciendo que su empaquetamiento sea más difícil.
- PROTEÍNAS DE MEMBRANA
Las proteínas constituyen entre el 25% y el 75% de la masa de las diversas membranas de
la célula. El modelo actual de la estructura de la membrana de Singer y Nicolson, considera
la membrana como un mosaico fluido en el que las proteínas están insertadas en una
bicapa lipídica. Las proteínas de membrana desempeñan las funciones específicas de las
diferentes membranas de la célula.
Estas proteínas se dividen en dos tipos generales: las proteínas integrales de membrana,
insertadas directamente en la bicapa, y las proteínas periféricas de membrana, asociadas a
la membrana indirectamente, generalmente mediante interacciones con las proteínas
integrales de membrana.
Las proteínas transmembrana son un tipo de proteínas integrales que atraviesan la bicapa
con partes que sobresalen a ambos lados. Las partes que se encuentran en el interior de la
bicapa suelen presentar estructuras en hélice α de entre 20 y 25 aminoácidos no polares.
Las cadenas laterales hidrófobas de estos aminoácidos interaccionan con las cadenas de
ácidos grasos de los lípidos de membrana. Por su parte, la estructura en hélice α neutraliza
el carácter polar de los enlaces peptídicos. Las proteínas que atraviesan la membrana de
mitocondrias, cloroplastos y bacterias, también pueden presentar estructura de barril-β, que
consiste en varias láminas-β plegadas en forma de barril.
Las proteínas transmembrana son anfipáticas, por lo que las partes hidrófilas se encuentran
expuestas al medio acuoso a ambos lados de la membrana. Algunas proteínas
transmembrana atraviesan la membrana una sola vez, otras tienen múltiples regiones que
atraviesan la membrana. La mayoría de las proteínas transmembrana están unidas por la
parte que sobresale al exterior, a carbohidratos. Esto les permite participar en interacciones
célula-célula.
Algunas proteínas están ancladas a la membrana a través de lípidos que están ligados de
forma covalente a la cadena polipeptídica. Estas proteínas pueden anclarse a la cara
extracelular de la membrana por glucolípidos o a la cara citosólica por ácidos grasos o
grupos prenilo.
MEMBRANA PLASMÁTICA
La membrana plasmática define el límite de las células tanto procariotas como eucariotas y
mantiene las diferencias entre la célula y el medio. Como el resto de membranas celulares,
la membrana plasmática está formada por una bicapa de lípidos con proteínas asociadas.
Además, presenta hidratos de carbono asociados a su superficie externa. Las regiones
hidrofóbicas de su interior proporcionan un medio no acuoso en el que tienen lugar ciertos
sistemas de reacciones. En las células eucariotas las membranas internas comparten
muchas características con la membrana plasmática.
- COMPOSICIÓN
- Lípidos
- Proteínas
- Hidratos de carbono
BICAPA LIPÍDICA
Como dijimos antes, los fosfolípidos constituyen aproximadamente el 50% de los lípidos de
la mayoría de las membranas, los principales son: fosfatidilcolina, fosfatidiletanolamina,
fosfatidilserina, fosfatidilinositol y esfingosina (la composición de estos lípidos se indicó
antes).
Los lípidos de membrana comparten una característica fundamental: son anfipáticos. Esto
les permite formar micelas o bicapas en agua.
Debido al carácter anfipático de los lípidos son extensas, se cierran sobre sí mismas y son
autorreparantes.
Debido a que el interior de la bicapa contiene las cadenas de ácidos grasos hidrofóbicas, la
membrana es impermeable a moléculas hidrosolubles (iones y la mayoría de las moléculas
polares).
Las bicapas son fluidos viscosos. Los ácidos grasos de la mayoría de los fosfolípidos tienen
dobles enlaces que dificultan su empaquetamiento. No obstante la bicapa puede pasar del
estado líquido al sólido si se alcanza cierta temperatura (la temperatura de transición de
fase o punto de congelación). La longitud de las cadenas y su insaturación influye en la
temperatura necesaria para que se produzca la transición de fase. Las cadenas cortas y la
presencia de dobles enlaces hacen que la bicapa sea más difícil de congelar.
El modelo del mosaico fluido de Singer y Nicolson, considera las membranas como fluidos
bidimensionales con proteínas insertadas en las bicapas lipídicas. Las proteínas de
membrana desempeñan las funciones específicas de la membrana.
Estas proteínas se dividen en dos tipos generales: las proteínas integrales de membrana
(anfipáticas) y proteínas periféricas (hidrofílicas). Las proteínas periféricas se asocian
indirectamente con la membrana mediante interacciones proteína-proteína, que
frecuentemente implican enlaces iónicos. Pueden separarse de la membrana mediante el
tratamiento con agentes polares. Una vez separadas de la membrana estas proteínas son
solubles en medios acuosos.
Las proteínas integrales sólo se pueden liberar mediante tratamientos con agentes que
alteran las interacciones hidrofóbicas y que rompan la bicapa fosfolipídica.
Las proteínas transmembrana son un tipo de proteínas integrales que atraviesan la bicapa
con partes que sobresalen a ambos lados. Las partes que se encuentran en el interior de la
bicapa suelen presentar estructuras en hélice α de entre 20 y 25 aminoácidos no polares.
Las cadenas laterales hidrófobas de estos aminoácidos interaccionan con las cadenas de
ácidos grasos de los lípidos de membrana. Por su parte, la estructura en hélice α neutraliza
el carácter polar de los enlaces peptídicos.
Por otra parte, las proteínas que se unen a la cara citosólica lo hacen uniéndose a lípidos.
Estas proteínas no se sintetizan siguiendo la vía secretora, si no en ribosomas citosólicos
libres y son modificadas después por la adición de lípidos. Las modificaciones pueden ser
de tres tipos: N-miristoilación (adición de ácido mirístico), prenilación (adición de grupos
prenilo) y palmitoilación (adición de ácido palmítico).
Finalmente, también podemos encontrar en la membrana plasmática proteoglucanos,
aunque son más abundantes en la matriz extracelular. Son largas cadenas de polisacáridos
unidas a un núcleo común.
Los estudios realizados en los últimos 40 años han obligado a perfeccionar el modelo del
mosaico fluido. Pues hoy sabemos que las membranas no son uniformes, si no que están
formadas por distintos dominios que son de gran importancia estructural y funcionalmente.
De este modo, los dominios dividen la célula en partes en las que se realizan diferentes
funciones. En cada una de estas partes se encuentran las proteínas necesarias para esa
determinada función. Es decir, la movilidad de las proteínas está limitada por los dominios.
Las proteínas pueden rotar y moverse lateralmente, pero sólo dentro del dominio en el que
se encuentran.
Las balsas lipídicas son dominios lipídicos especializados, formados por la agrupación de
esfingomielinas, glucolípidos y colesterol. Son estructuras temporales en las que pueden
concentrarse determinadas proteínas para facilitar sus interacciones. También tienen
proteínas ancladas a GPI y proteínas transmembrana que intervienen en funciones como la
señalización celular, el movimiento de las células y la endocitosis.
Las cavéolas (del latín,”pequeñas cuevas”) son un tipo especial de balsas lipídicas. Son
pequeñas invaginaciones de la membrana plasmática, su formación se debe a la proteína
caveolina. Se relacionan con distintas actividades celulares: endocitosis, señalización
celular, regulación del transporte de lípidos…
Es una cubierta de carbohidratos que reviste la célula. Está formado por los oligosacáridos
de los glicolípidos y las glucoproteínas que se encuentran en la cara extracelular de la
membrana. El glucocáliz protege la superficie celular del estrés iónico y mecánico, forma
una barrera ante los microorganismos invasores y media interacciones intracelulares.
En los guiones también habla de la asimetría de las proteínas y de los hidratos de carbono
en las membranas biológicas, que están relacionadas con la síntesis, pero eso se trata en
los temas del RE y del aparato de Golgi.