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I.

Dependencia emocional
I.1. Definición

Castelló (2005), define la Dependencia Emocional como “una necesidad


extrema de carácter afectivo que una persona siente hacia su pareja a lo largo
de sus diferentes relaciones”. Para este autor la DE incluye comportamientos
de sumisión, pensamientos obsesivos hacia la pareja, sentimientos intensos de
miedo al abandono, entre otros, y en su mayoría, afecta a mujeres. Señala que
en las relaciones de pareja es natural se den sentimientos positivos de querer
estar con el otro, de contar con su apoyo, de saberse querido y valorado. Sin
embargo, cuando estos anhelos propios de una pareja se dan de forma más
intensa o exagerada, estamos hablando de DE. Es decir, la diferencia entre “el
amor normal” y la DE es totalmente cuantitativa. Este autor también señala las
similitudes y diferencias entre la codependencia y la Dependencia Emocional.
Considera que la codependencia, es un término afín a la Dependencia
Emocional ya que, ambas son formas destructivas de relacionarse, implican
pautas interiorizadas que se repiten con las nuevas parejas que tienen. En
ambos casos hay sometimiento, abnegación y baja autoestima, sin embargo,
no son lo mismo.

I.2. Características de una persona dependiente emocional

Una tendencia persistente a las relaciones de pareja caracterizadas por el


desequilibrio entre ambos miembros, la necesidad afectiva claramente
excesiva hacia la otra persona y el sometimiento inapropiado hacia ella, que
empieza al principio de la edad adulta y se da en diversos contextos, como lo
indican cinco (o más) de los siguientes ítems: Búsqueda continua de
relaciones de pareja, planteándose la vida siempre al lado de alguien.
Necesidad excesiva de la pareja, que deriva en contactos muy frecuentes y a
veces inapropiados (por ejemplo, llamadas telefónicas continuas mientras la
pareja está en una reunión de trabajo), y que no se debe a dificultades
cotidianas, toma de decisiones o asunción de responsabilidades. Elección
frecuente de parejas egoístas, presuntuosas y hostiles, a las que se idealiza
con sobrevaloraciones constantes de sus cualidades o de su persona en
general. Subordinación a la pareja como medio de congraciarse con ella, que
facilita el desequilibrio entre ambos miembros de la relación. Prioridad de la
relación de pareja sobre cualquier otra cosa, que puede ocasionar una
desatención prolongada de aspectos importantes del sujeto como su familia,
su trabajo o sus propias necesidades. Miedo atroz a la ruptura de la pareja,
aunque la relación sea desastrosa, con intentos frenéticos de reanudarla si
finalmente se rompe. Autoestima muy baja, con menos precio de las
cualidades personales o minusvaloración global del sujeto como persona.
Miedo e intolerancia a la soledad. Necesidad excesiva de agradar a las
personas, con preocupaciones continúas sobre la propia apariencia física o
sobre la impresión que ha generado en ellas (Castelló, 2005).

I.3. Teoría sobre dependencia emocional

Sánchez (2010), define la Dependencia Emocional como un trastorno de la


personalidad. Señala que el dependiente emocional tiene la creencia de no
valer lo suficiente, busca seguridad constantemente en los otros y en factores
externos, además no confía en su criterio personal y sus propios recursos. En
una postura similar a la del autor antes expuesto, explica que la Dependencia
Emocional se origina en la niñez, que el no haber sido amado en forma
adecuada por aquellas personas más significativas para el niño, genera una
baja autoestima. Menciona que la Dependencia Emocional se puede
incrementar durante el periodo escolar y la adolescencia. Cuando el
dependiente emocional llega a la adultez, recrea situaciones en las que asume
un rol de sumisión, procurando hacer lo necesario para no ser rechazado,
complaciendo a los demás y así mantener el vínculo. Considera que las
expectativas creadas por la sociedad influencian de importante manera en los
dependientes emocionales y se transmiten por los medios de comunicación y
publicidad constantemente, por ello es importante que actué con lucidez y no
mantenga y alimente su condición.

I.4. Criterios Diagnósticos de la dependencia emocional


Según, La Asociación Americana de Psiquiatría (2014), el Trastorno de la
Personalidad por Dependencia se caracteriza por:

A. Necesidad dominante y excesiva de que le cuiden, lo que conlleva un


comportamiento sumiso y de apego exagerado, y miedo a la separación, que
comienza en las primeras etapas de la edad adulta y está presente en diversos
contextos, y que se manifiesta por cinco (o más) de los hechos siguientes:

1. Le cuesta tomar decisiones cotidianas sin el consejo y la tranquilización


excesiva de otras personas.

2. Necesita a los demás para asumir responsabilidades en la mayoría de los


ámbitos importantes de su vida.

3. Tiene dificultad para expresar el desacuerdo con los demás por miedo a
perder su apoyo o aprobación. (Nota: No incluir los miedos realistas de
castigo.)

4. Tiene dificultad para iniciar proyectos o hacer cosas por sí mismo (debido a
la falta de confianza en el propio juicio o capacidad y no por falta de
motivación o energía).

5. Va demasiado lejos para obtener la aceptación y apoyo de los demás, hasta


el punto de hacer voluntariamente cosas que le desagradan.

6. Se siente incómodo o indefenso cuando está solo por miedo exagerado a


ser incapaz de cuidarse a sí mismo.

7. Cuando termina una relación estrecha, busca con urgencia otra relación
para que le cuiden y apoyen.

8. Siente una preocupación no realista por miedo a que lo abandonen y tenga


que cuidar de sí mismo.
Referencias

Asociación Americana de Psiquiatría (2014). Manual diagnóstico y estadístico


de trastornos mentales (5a. Ed). México: Ed. Medica Panamericana.

Castelló, J. (2005). Dependencia Emocional. Características y tratamiento.


Madrid: Alianza Editorial.

Sánchez, G. (2010). La dependencia emocional. Causas, trastorno,


tratamiento. Recuperado de https://escuelatranspersonal.com/wp-
content/uploads/2013/12/dependenciaemocional-gemma.pdf

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