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Problemas sensoriales: Los niños autistas tienen una fuerte preferencia por
algunos alimentos según como los sientan en sus bocas por ejemplo algunos
prefieren alimentos blandos, otros necesitan el estímulo que proporcionan los
alimentos crujientes. Alteraciones de la musculatura motora oral: Los niños que
tienen hábitos alimenticios disruptivos en donde prefieren alimentarse
exclusivamente de comida blanda pueden carecer del desarrollo muscular
necesario para masticar alimentos de otra consistencia. El tiempo y el
comportamiento en la mesa: Muchos padres pueden experimentan frustración al
intentar que el niño se siente a la mesa el tiempo suficiente para terminar una
comida. Así como la seguridad ya que los niños con trastorno del espectro autista
pueden cometer comportamientos inseguros pueden incluir tirar los utensilios o
levantarse y correr repentinamente de la mesa. Para los niños y las familias que
tienen problemas con hábitos alimenticios de un niño autista, puede ser útil consultar a
un especialista en alimentación, además de consultar con un psicólogo infantil, un
especialista del habla y el lenguaje o un terapeuta ocupacional. La culpa aflora en los
padres porque creen que son la causa del problema y empiezan a indagar en la historia
familiar buscando una respuesta, sumado a sentimientos de tristeza, dolor y vergüenza,
entre otros, hace que, en muchos casos, como una forma de evadir el problema,
aparezcan en los padres la depresión. (Cabezas, 2001)
PAUTAS DE ACTUACION:
1. Control de ingesta y tipo de líquidos: Éste no debe ser estricto, pues la causa
de la enuresis no es polidipsia Vaciamiento de la vejiga: Se recomienda que
durante el día el paciente vaya al baño a orinar cuando menos cada 2 a 3 h,
para vaciar su vejiga, puede ser útil que el paciente use un reloj con alarma
para poder cumplir con este programa. Por la noche se recomienda que
antes de acostarse vacíe la vejiga y si permanece despierto leyendo o viendo
la televisión, vuelva a ir al baño antes de dormir. Si nos percatamos que el
paciente no vacía en forma completa su vejiga, dejando un volumen residual
importante, le pedimos que realice la técnica de doble micción que consiste
en que después de orinar se espere por 2 a 3 minutos y vuelva a intentar
orinar, lo cual asegura un mejor vaciamiento.
2. Ejercicios del músculo detrusor: Consiste en pedir al paciente que durante los
fines de semana, por las mañanas, tome una gran cantidad de líquidos y se
espere lo máximo posible antes de ir al baño. Estos ejercicios tienen un doble
objetivo: primero tratar de aumentar la capacidad máxima vesical y por otro
lado aumentar la percepción consciente del paciente sobre la vejiga llena.
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