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ALEGATO DE APERTURA. FISCALÍA.

Buen día. Como ustedes ya saben, nosotras somos las fiscales en este juicio, como ya
informó el juez técnico, y el caso que ahora vamos a proceder a narrar, queremos que
sepan que es el resultado de una conducta de una persona violenta, agresiva, que actúa
por impulso y sin medir el daño que ocasiona con ese actuar. Ese es el acusado, el sr.
Lucas Pascualini y así es como actuó el día 12 de octubre del año 2015, a unos metros de
la casa de Sebastián Ramírez, ubicada en las inmediaciones de San Martín a la altura de
1850, esto es en la localidad de José Bernardo Iturraspe, en el departamento San Justo de
la provincia de Córdoba.

Ese día, en horas de la noche, alrededor entre las 21 y 22 horas, se encontraba la víctima
–Ignacio Martínez (alias Nacho).

Ignacio Martínez, había ido a la casa de Sebastián Ramírez a cenar con sus ex compañeros
del Colegio Nro. 3 “Eva Perón”. El único no invitado a esa cena, fue Lucas Pascualini,
debido a su personalidad violenta y conflictiva, quien, a pesar de ello, decidió ir igual sin
invitación, lo cual nos parece sumamente irrespetuoso por su parte.

Encontrándose Martínez en la cena, a unos metros de la casa, se produce un intercambio


de palabras con Lucas Pascualini, lo cual hizo que se librara una discusión, y cuando
Ignacio Martínez se está retirando del lugar, debido a que el siempre fue una persona
tranquila y no quería que se extienda la discusión, Lucas le da un golpe muy fuerte, que
resuena en todo el lugar, con un bate de beisbol, que vale aclarar que posee rastros de
sangre de la víctima. Este accionar por parte de Lucas, lo consideramos extremadamente
violento y no acorde a la tranquilidad con la que se desarrollaba la cena. El golpe que le dio
Lucas a la víctima, fue claramente con intención de matarlo, lo que produjo que Ignacio
caiga al suelo desplomado, permaneciendo totalmente inconsciente hasta el día de la fecha.
Pascualini no logra consumar el hecho porque Ignacio Martínez, la víctima, fue
inmediatamente trasladada al hospital José Bernardo Iturraspe donde recibió oportuna
asistencia médica.

El golpe que Pascualini le propició a la víctima, le provocó a este un traumatismo


encefalocraneano con pérdida de conocimiento. Esto nos permite deducir que dicho golpe
fue ocasionado con un elemento contundente, como es el bate de beisbol.

Este hecho que yo les acabo de relatar, para nuestra ley se llama tentativa de homicidio y
está penado por nuestra ley penal. Este hecho yo se los voy a probar a ustedes con la
prueba testimonial que van a oír; en primer término van a escuchar a Gerardo Chinguín,
personal policial, que inmediatamente se constituyó en el lugar; van a escuchar también al
testigo presencial del hecho, Sebastián Ramírez, quien también les va a relatar cómo
sucedió este acontecimiento; luego van a oír a la amiga de la víctima, Florencia Sánchez,
y por último van a escuchar a la médica que atiende a la víctima, la dra. Inés Moscada, y la
doctora les va a explicar a ustedes la lesión que ese golpe le produjo en la cabeza a Ignacio
Martínez, la gravedad de esa lesión, que ha puesto en peligro la vida de la víctima.

Luego de que yo termine este lineamiento, esto que le estoy contando a ustedes, va a tomar
la palabra a la defensa. La defensa les va a decir a ustedes, que acá hubo una legítima
defensa, es decir que Pascualini, el acusado, se defendió, pero yo tengo que aclararles a
ustedes que para nuestra ley, para que exista legítima defensa, tiene que haber primero
una agresión ilegítima por parte de la víctima, en este caso hacia Pascualini, es decir que
Martínez tuvo que haber puesto en peligro la vida del acusado, lo cual no ocurrió en ningún
momento porque ustedes van a observar, de la prueba que yo les voy a presentar, que la
única persona herida y la única que corrió -y corre- riesgo su vida fue la vida de Ignacio
Martínez, en ningún momento estuvo en peligro la vida del acusado Pascualini.

También la defensa les va a decir que el acusado Pascualini no tuvo la intención de matarlo
a Ignacio Martínez. Les va a decir no tuvo la intención de matarlo porque no siguió
pegándole cuando estaba desplomado en el suelo; no tuvo la intención de matarlo porque
ayudó a sacarlo de la casa, pero yo debo aclararles a ustedes también que para nuestra
ley también es tentativa de homicidio el que lo causó, aunque eso no haya sido su propósito,
pero era una consecuencia inevitable de esa forma de actuar. Y también para nuestra ley
es tentativa de homicidio, el que teniendo conciencia que puede provocarla no le importa y
es indiferente.

Recuerden lo que yo les dije al comienzo cuando empecé a hablar con ustedes; este hecho
es el resultado de la conducta de una persona violenta, que actúa por impulso, que no mide
el daño que provoca con su forma de actuar. Y posicionándonos en el lugar y en el momento
del hecho, en el interior de la casa de Sebastián Ramírez, cuando Ignacio Martínez se está
yendo del lugar, se está retirando, el acusado teniéndolo de espaldas, sin ninguna
posibilidad de defensa por parte de la víctima Martínez, le efectúa con un bate de beisbol
un golpe que le fractura el cráneo.

Entonces aquí me detengo y digo cuál es la intención de Pascualini-.


Con la prueba que yo les voy a traer y que ustedes van a oír atentamente seguramente, les
voy a demostrar esto que yo les estoy diciendo y les reitero que para nuestra ley eso se
llama tentativa de homicidio. Al momento de ustedes de deliberar les pido que tengan muy
en cuenta esto que yo les estoy diciendo, que tengan en cuenta el instrumento con el cual
se cometió este hecho, ese bate de béisbol con el cual se le provocó un traumatismo
encefalocraneano con pérdida de conocimiento a una persona, y emitan un veredicto de
culpabilidad del acusado.

Muchas gracias señoras y señores del jurado por la atención que nos han brindado.

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