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TECNOLÓGICO NACIONAL DE MÉXICO

CAMPUS TIJUANA

Pop Art y Neofiguración.

Alumno: Jessica Sofía Medrano Gómez.


Materia: Análisis Crítico de la Arquitectura y el Arte IV.
Profesora: Emma Velez

Tijuana, B.C., 07 de junio de 2022


Pop Art
Surge a finales de 1950 en Inglaterra y, más tarde, en 1960 en Estados Unidos. Su
auge dura aproximadamente hasta la década de los años 80. Durante este tiempo,
las obras creadas dentro de este movimiento expresan una crítica social a la
realidad que se estaba viviendo en ese momento. Por aquel entonces, la sociedad
destacaba principalmente por el consumismo.

En aquel momento, los artistas pop art hacían uso de diversos materiales, y se
servían de cualquier objeto que fuera representativo del consumismo. En muchas de
sus obras, se observa un efecto repetitivo, e incluso saturante. Estos aspectos
reflejan el efecto anestésico de la publicidad y el consumo en nuestra vida,
alejándonos de los aspectos importantes, para embaucarnos en lo meramente banal.

A priori, puede parecer un tipo de movimiento sencillo. Sin embargo, consiste en


un arte que tiene mucho conocimiento sobre el funcionamiento de la sociedad.
Pretende plasmar la realidad de la sociedad a través de sus obras, para crear
conciencia en las personas.

Este movimiento consistía en seleccionar objetos o imágenes populares del momento


y sacarlos de su contexto. Tras ello, a través de diferentes técnicas, los aislaban o
combinaban con otros elementos. De esta manera, los artistas conseguían resaltar
o poner el foco en algún aspecto banal o rasgo cultural de la época.

Las obras reflejaban una crítica a la sociedad, caracterizada por el consumismo, la


importancia de la imagen, el materialismo y la moda. A través de la sátira y la
ironía, los artistas cuestionan los principios y valores que resaltan en ese momento
en la sociedad.

Además, este movimiento también se caracterizó por representar una ruptura


respecto a los criterios tradicionales establecidos en las bellas artes.

Características
• Intención de acercar el arte al mundo y a la realidad.
• Empleo del lenguaje figurativo y realista para mostrar la realidad del mundo.
• Rechazo del expresionismo abstracto.
• La temática principal tenía relación con ciudades, cine, televisión, cómics,
aspectos sociales, etc.
• Las formas representadas, generalmente, contaban con una escala natural o
ampliada.
• Se realizan mezclas y combinaciones de pinturas con objetos de la vida real
en la misma obra.
• Entendían los temas representados como justificaciones de la propia pintura
y su existencia.

Obras representativas
Latas de sopa Campbell

Obra de Andy Warhol

Crying Girl

Obra de Crying Girl

3 Coke Bottles

Obra de Andy Warhol

Pop Shop 1

Obra de Keith Haring


We Rose Up Slowly

Obra de Roy Lichtenstein

Neofiguración
Movimiento artístico de la segunda mitad del siglo XX, caracterizado por una vuelta
a la pintura figurativa frente a la abstracción, aunque los pintores tratan el tema
de una manera informal y de manera expresionista. Surge como reacción al arte
abstracto tras la Segunda Guerra Mundial, en especial durante los años 1950 y
1960.

El término «neo-» y «figurativo» surgió en los años sesenta en México y España para
representar una nueva forma de arte figurativo. En España se desarrolló hasta el
año 1965, momento en el que se pasó a la figuración narrativa.

La nueva figuración preconizaba un retorno al objeto y a la realidad cotidiana. Se


vuelve a representar la realidad («iconicidad»), en particular la figura humana, pero
con las técnicas del informalismo. Suele tener un sentido de denuncia social. Se
aprecian tendencias expresionistas, en la que se adoptan formas orgánicas
deformadas o monstruosas, como las obras de Francis Bacon, compuestas de
manera desordenada (grupo Cobra).

En América y en la mayoría de los países de Europa, la neofiguración tuvo un corto


desarrollo, produciéndose un rápido desplazamiento de la abstracción pictórica e
informalista hacia figuraciones claramente representativas como el pop y el nuevo
realismo. Un caso especial fue España. En ese país la neofiguración tuvo un amplio
desarrollo hasta 1965 y consiguió un gran reconocimiento internacional. A partir de
mediados de los años sesenta, la mayoría de los artistas neofigurativos españoles
abandonaron las ambigüedades formales subjetivistas y pasaron a englobar, en
mayor o menor medida, las filas de la figuración narrativa, de representación mucho
más objetiva y, por tanto, más actas para transmitir un contenido de crítica al
contexto socioeconómico, cultural y político (dictadura de Franco) imperante en
España en aquellos años.

Ha sido una de las tendencias artísticas con mayor desarrollo en España en el siglo
XX, porque mientras en América o en Europa se efectuó una rápida evolución hacia
figuraciones más explícitas, como el Pop Art o el nuevo realismo, en nuestro país
esta neofiguración pervivió hasta 1965, de algún modo indecisa y con nostalgia de
abandonar la herencia del informalismo español, que contaba con un consolidado
reconocimiento internacional. Así, si esta corriente supuso en el extranjero una etapa
pasajera, en nuestro país alcanzó una relevancia peculiar.

Características
La obra neofigurativa aprovechó la composición libre propia del informalismo, pero
la introducción de objetos representados le exigía una cierta lógica de convenciones
gráficas e icónicas. La composición neofigurativa conjugó los polos de la figura y
del lugar que ocupa en el espacio: el motivo representado, generalmente aislado,
genera su propio espacio, que es emanación del mismo, una suerte de apéndice.

La reintroducción del objeto representado o signo icónico supuso, por tanto, un


replanteamiento de la cuestión especial en la pintura, base de toda representación
gráfica, pero ese replanteamiento no implicó un retorno a la ordenación euclidiana:
se crean relaciones espaciales de contigüidad, vecinaje, separación o desarrollo y
esas relaciones hallan su equilibrio en leyes primitivas de organización espacial,
como las de segregación, sucesión, proximidad, interiores y exteriores, sin que exista
un sistema general de referencias y distancias.

Obras representativas
Francis Bacon. Tres figuras y retrato, 1975.

Antonio Saura. Portrait de la Duchesse d’Albe, 1959.


Willem de Kooning. Woman V, 1952-1953.

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