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DERECHO PENITENCIARIO

UNIDAD I
TEMA I

ORÍGENES DE LA PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD. LA PENA EN LA EDAD


MEDIA. SITUACIÓN EN EUROPA. TRANSICIÓN DE LA PENA DE LA LIBERTAD A
CÁRCEL DE CUSTODIA.- LA PRISIÓN: CASAS DE CORRECCIÓN Y PRISIONES.

ORÍGENES DE LA PENA PRIVATIVA DE LIBERTAD:

Un planteamiento, el que iniciara Marx y Engels, buscan y explican la relación de la penalidad


con los distintos modos de producción; por esta razón algunos seguidores del marxismo afirman
que la pena de prisión habría nacido fuera del derecho, al inicio o llegada del modo de
producción capitalista, establecen que la pena privativa o encierro fue creada para adiestrar a las
masas de vagabundos expulsadas del campo a fin de convertirles en trabajadores de la clase
burguesa.

Elías Neuman: hubo un período anterior a la sanción privativa de libertad en el que el encierro
sólo era un medio para asegurar la presencia del reo en el acto del juicio, y después, a partir del
siglo XVI, con algunos antecedentes, comienzan sucesivas etapas un período de explotación por
parte del estado de la fuerza de trabajo de los presos, un período correccionalista y moralizador
desde el siglo XVIII y a lo largo del XIX, y un período final marcado por lo objetivos re
socializadores sobre la base de la individualización penal y de distintos tratamientos
penitenciarios y post-penitenciarios.

LA PENA EN LA EDAD MEDIA. SITUACIÓN EN EUROPA:

En Europa la cárcel en la Edad Media no fue empleada para el cumplimiento de pena alguna,
sino que estaba destinada al resguardo de las personas procesadas que todavía no tenían
sentencia, cumpliendo el papel de encierro provisional del acusado hasta que se pronuncie la
sentencia de muerte o mutilación, aunque también en ocasiones servía para privar la libertad a
los deudores como para aquellos que no pagaban sus impuestos al Estado. P. Oliver Olmo al
buscar información sobre el origen de la cárcel en Grecia, dice: “sabemos que se usó la cárcel
como medio de custodia, pero sobre todo para la retención de los deudores”

Durante esta época, los locales de encierro no brindaban condiciones adecuadas para la
permanencia de seres humanos, tenemos el caso que “la cárcel en Castilla fue mala y temerosa,
teniendo gran importancia los castillos y fortalezas, porque en todos ellos hubo cárcel
subterránea para aprovechar bien el edificio y tener seguros a los prisioneros. Además en
Castilla, la prisión no era gratuita, sino que los propios presos tenían que costearse los servicios
más elementales: desde las camas, la comida, las mantas y hasta la luz, el vino o la asistencia
médica. Aparte de ello, debían pagar los derechos de carcelaje por las entradas y salidas de la
prisión, con todo lo cual se pretendía que la institución carcelaria se autofinanciase, aún a
expensas de todos los perjuicios que la codicia de los carceleros acarreara a los presos. Todos
pagaban, incluidos los culpables como los inocentes.

En los siglos XVI y XVII en Europa, la reclusión era fundamentalmente para mendigos. Antes
de que la prisión llegase a ser un medio a gran escala para el castigo de delincuentes, la Europa
moderna la había utilizado como instrumento de realización de la política social en relación con
los mendicantes.

Cabe precisar que hasta finales del siglo XVII, las penas que predominaban eran las corporales.
Inclusive en el siglo XVIII en España la cárcel todavía no constituía una pena común, sino que
continuaron siendo depósitos de delincuentes, en espera de juicio o de que su pena fuese
ejecutada, así como también lugar de retención de deudores insolventes.

TRANSICIÓN DE LA PENA DE LA LIBERTAD A CÁRCEL DE CUSTODIA.

Como hemos visto en el marco conceptual, antes que la pena se aplicó el castigo a quienes
cometían actos reprochables. El castigo asumido como venganza era desproporcionado y se
dirigía no solamente al agresor sino inclusive a su familia o grupo social; entre los castigos 
aplicados contaban: la mutilación de partes del cuerpo como manos, pies, lengua, orejas; la
muerte con armas, palos, piedras; el destierro. Cuando  surgen normas que limitan la venganza,
se impone la pena pero causando al individuo el mismo mal ocasionado (ojo por ojo, diente por
diente). La pena más aplicada fue la de muerte del infractor a través de diversos medios como: el
degollamiento, el ahorcamiento, la crucifixión y últimamente el fusilamiento, la silla eléctrica y
la inyección letal.

El encierro no fue tenido como pena, sino como medida de seguridad para garantizar la ejecución
de la pena capital luego de concluir el proceso. Empero, surgen del pensamiento humano ideas
renovadoras que permiten ver en el justiciable no un objeto sin derechos, sino un ser humano
digno de respeto a su integridad. Opuestos a la eliminación del delincuente se plantea su encierro
como pena que le brindaría la oportunidad de reinsertarse socialmente.

Surge entonces la pena privativa de la libertad como una conquista significativa del hombre en
su lucha por humanizar las penas y el propio derecho penal. Esta sanción se constituyó en
alternativa a la pena de muerte y como tal se ha mantenido hasta la actualidad.

LA PRISIÓN: CASAS DE CORRECCIÓN Y PRISIONES.

En sus orígenes, la prisión solo cumplía la misión de «segregar socialmente, sin preocuparse por
la suerte del recluso». Simplemente se buscaba proporcionarle sufrimiento, por lo que la idea de
«corrección» era todavía muy lejana. La influencia del correccionalismo surgirá a mediados del
s. XIX como consecuencia de la aparición de los diversos sistemas penitenciarios, con el afán de
«corregir» a los penados, no de hacerles sufrir inhumana y deliberadamente, cometido que a sus
inicios sostenía la prisión

Con la idea de corregir a las personas y convertirles en útiles ciudadanos aparecieron las
primeras «Casas de Corrección» en los siglos XVI y XVII. Estos nuevos Establecimientos fueron
lugares destinados a la reclusión de hombres y mujeres, Estas Casas suponen el origen histórico
de los centros penitenciarios que hoy en día tenemos, siendo las primeras en aparecer las de
Inglaterra, Holanda, Alemania y Suiza.

Podría señalarse como la más antigua e influyente de todas ellas la denominada «House of
Correction», ubicada en Bridewell (Londres), inaugurada en 1552. Ésta era pensada para la
corrección de aquellos pobres que, siendo aptos para trabajar, se resistieran a ello

Las primeras Casas de Corrección: Bridewell (1555) y Ámsterdam (1595)6

Las llamadas «Casas de Corrección» y «Workhouses», surgidas en Inglaterra y en los Países


bajos en el siglo XVI, fueron creadas, en un principio, como establecimientos destinados a la
corrección de vagabundos, mendigos, vagos, prostitutas y pequeños delincuentes. Estas primeras
Casas de Corrección inglesas influirán en gran medida en la justicia penal occidental, pues
significarán el origen y la creación de las primeras prisiones en las que se empleará, por primera
vez, el trabajo y en las que se establecerá, más adelante, una clasificación de los penados, según
el sexo, la edad y el delito que este hubiera cometido

Estas «Workhouses» se fueron extendiendo por toda Europa a partir de establecerse y


consolidarse por primera vez en Inglaterra y después en los Países Bajos. Como apunta Pieter
SPIERENBURG

La gestión de estas primeras prisiones fue también una de las principales diferencias de estos
Establecimientos respecto a los modos de reclusión que había anteriormente. Con el fin de
rehabilitar a los internos, las autoridades dictaban códigos de normas que todos debían seguir, las
cuales eran supervisadas por el Juez de Paz competente

Cuando España pasó de la Edad Media a la Edad Moderna, durante la época de los Reyes
Católicos y de los Habsburgo (siglos XVI y XVII), los gobernantes utilizaron a los encerrados
como mano de obra barata. En esta época las cárceles eran consideradas como espacios ajenos al
Derecho. Los prisioneros eran forzados a trabajar para la Corona en los barcos y en el Nuevo
Mundo para cubrir la demanda de mano de obra en el Imperio. Esta situación se apoderó de
España hasta el siglo XIX, apareciendo el Coronel Manuel Montesinos que ayudó a mejorar la
situación de los presos.

El XVIII se caracteriza porque la cárcel convive con las penas corporales. Es en este siglo donde
no hay que olvidar el Reglamento de Presidios de 1 de enero de 1716.
Siglo XIX sistema penitenciario más humanista ajustado a la dignidad humana durante el siglo
XVIII sirvieron como base para la gran reforma, revolucionaria, en toda Europa en el siglo
XIX, , se produce el reconocimiento legal de ese carácter de la prisión como pena sustantiva y no
custodia

A lo largo del siglo XIX casi todos los países de Europa adoptaron el sistema filadélfico, con
mayores o menores variaciones, y construyeron prisiones a imagen de las norteamericanas. La
implantación de la pena de prisión a partir del siglo XIX como principal medio punitivo del
Derecho penal llevó a una constante degradación de las Instituciones penitenciarias. Esta época
se caracterizó por tratar de establecer la proporcionalidad entre delitos y penas, las garantías
procesales, la independencia judicial, la reducción de la pena de muerte, la supresión del
tormento y de las penas corporales y la consagración de la pena de prisión como sanción básica
de todos los sistemas penales.

Siglo XX-XXI A partir de estos siglos los derechos humanos se han convertido en el referente
más importante en la vida tanto jurídica como política, plasmándose en todo texto, nacional e
internaciona. El primer centro penitenciario de importancia que se construye en el siglo XX es la
cárcel Modelo de Barcelona, inaugurada en 1904.

Éste siguió siendo un periodo progresista, surgirían las inspecciones de prisiones, las estadísticas,
el derecho de comunicación con familiares, el derecho de formación de los funcionarios de
prisiones cuando antes eran un simple carcelero, aparece el Real Decreto de 3 de junio de 1901
siendo instrumento capital para la implantación del régimen progresivo111. En este texto se
reconoce como ideal dentro del régimen penitenciario el sistema progresivo de Crofton, aunque
afirma que únicamente se implantará donde sea posible, siendo supletorio el de la clasificación.
Su gran impulsor fue Cadalso al afirmar que lo que se busca es la reorganización penitenciaria
siguiendo el modelo progresivo irlandés.

TEMA II
EL DERECHO PENITENCIARIO.- CONCEPTO. FUENTES: PRINCIPALES Y
ACCESORIAS. RELACIÓN DEL DERECHO PENITENCIARIO CON OTRAS
CIENCIAS JURÍDICAS. RAMA A LAS QUE PERTENECE EL DERECHO
PENITENCIARIO.

EL DERECHO PENITENCIARIO.- CONCEPTO:

Es el conjunto de normas que regulan la ejecución de las penas y medidas penales privativas y no
privativas de libertad. Es, por tanto, el conjunto de normas que regulan la relación jurídica que
surge entre el Estado y los reos detenidos y presos

FUENTES: PRINCIPALES Y ACCESORIAS.


Las fuentes principales y accesorias del Derecho penitenciario son: la Constitución, los Tratados
o Convenios Internacionales en materia de Derechos Humanos, el Código penal, su reglamento y
otras resoluciones o directivas que pueda dictar el órgano rector del sistema penitenciario.

RELACIÓN DEL DERECHO PENITENCIARIO CON OTRAS CIENCIAS JURÍDICAS.

Esta ciencia se relaciona con muchas áreas del saber cómo son:

DERECHO CONSTITUCIONAL: La constitución de cada estado es la que fija las bases y los
límites a los que el derecho penal deberá sujetarse, como principios de PRESUNCION DE
INOCENCIA, DEBIDO PROCESO, entre otros.

DERECHO PENAL: El derecho penal es que el establece normativamente las penas y medidas
de seguridad, ofrece un catalogo de las mismas en la parte general y luego señala en particular la
que corresponde a cada figura penal.

DERECHO PROCESAL PENAL: El derecho procesal penal es el conjunto de normas internas y


publicas que regulan los actos, las formas y formalidades que deben de observarse para ser
factible la aplicación del derecho penal.

DERECHO ADMINISTRATIVO: Es una rama del derecho público y es el conjunto de


principios, teorías y reglas jurídicas que regulan la actividad del estado y las relaciones de este
con los administrados. La necesidad de regular necesariamente todas las actividades que se han
de llevar a cabo para cumplir con los fines de la pena, ha demandado una normatividad
complicada y cada vez más amplia, suprimiéndose cuestiones administrativas discrecionales y
utilizando métodos complejos.

DERECHO LABORAL: Ubicados en el planteamiento básico de la readaptación social, como


una de las funciones de la pena y como el objetivo más grande del derecho penitenciario,
tenemos que esta readaptación requiere del trabajo como instrumento fundamental para lograrla
sea, mediante su desempeño directo o bien mediante la capacitación para el trabajo todo esto
sujeto a las normas que establece el derecho del trabajo.

RAMA A LAS QUE PERTENECE EL DERECHO PENITENCIARIO.

El Derecho penitenciario, una parte del Derecho penal ejecutivo, es la rama del Derecho que se


ocupa de la ejecución de las penas y medidas de seguridad privativas de libertad o de derechos.
Surge como disciplina jurídica autónoma a principios del siglo XX
A su vez, como ciencia penitenciaria se califica a la doctrina jurídica dedicada a los temas
relativos a la ejecución de la pena privativa de libertad y de todas aquellas sanciones alternativas
que las distintas legislaciones imponen como consecuencia jurídica-punitiva por la comisión de
un hecho tipificado como delito o falta.
UNIDAD II

TEMA III

CONCEPTO DE SISTEMAS PENITENCIARIOS.- LOS SISTEMAS CARCELARIOS


EN EL MUNDO. SISTEMA DE FILADELFIA.- SISTEMAS EUROPEOS. DERECHO
PENITENCIARIO EN LOS PAÍSES NÓRDICOS. PRISIÓN ABIERTA.- SITUACIÓN
LATINOAMERICANA.- LOS CASOS DE COSTA RICA Y LA REPÚBLICA DE
ARGENTINA

CONCEPTO DE SISTEMAS PENITENCIARIOS: Es una rama del derecho que se ocupa de


la ejecución de las penas y medidas de seguridad privativas de libertad; es un conjunto de
principios, preceptos y pautas legales que intervienen en la reeducación de los recluidos mientras
dure la ejecución de la pena privativa de libertad.

LOS SISTEMAS CARCELARIOS EN EL MUNDO. SISTEMA DE FILADELFIA: En


Estados Unidos la "Sociedad penitenciaria de Filadelfia" reunida en 1787 consiguió introducir ,
con la ayuda de los cuáqueros, en la prisión de Walnut Street, ciudad de Filadelfia, estado de
Pensilvania, un sistema celular de completo aislamiento durante el día y la noche con exclusión
del trabajo.

En Filadelfia se experimentó un sistema conocido como pensilvanico, filadelfico, celular o de


confinamiento solitario. Consistía en un régimen de aislamiento, en celda individual, de tamaño
reducido, durante todo el día, sin actividades laborales, sin visitas excepto del capellán, del
director o de los miembros de la “Pennsylvania Prision Society” esta entidad perseguía el
arrepentimiento con apoyo en la lectura de la biblia, tal como sucedía en los penitenciarios de la
iglesia. El régimen, que algunos decían ser “una muerte en vida” fue usado por primera vez en la
Walnut Street Jail, puesta en funcionamiento en 1776, siendo adoptado en otras prisiones de los
Estados Unidos y especialmente en Europa y subsistió hasta principios de este siglo. Se sabe que
los prisioneros eran expuestos a los ojos de visitantes para que esos pudiesen verlos en los
calabozos, como ejemplos atemorizantes. Las condiciones rigurosas en que vivían empeoro,
aunque asegurasen un ambiente de orden y disciplina, exento casi enteramente de fugas, y
evitasen el contagio moral, la interacción perniciosa, por otro lado exasperaban el sufrimiento,
perjudicaban la salud física y psíquica de los penados y de ningún modo los preparaban para el
regreso a la sociedad.

Este sistema fue el pionero en establecer el régimen de aislamiento extremo incluso de los otros
presos hasta que los reclusos lleguen a la locura, fue construida esta cárcel en 1829.
SISTEMAS EUROPEROS: Los sistemas carcelario europeo tienen una política penitenciaria
estructurada las misma que se basa en lo siguiente:

 Normativa
 Seguridad
 Infraestructura
 Recurso humano
 Reinserción social y rehabilitación
 Salud penitenciaria.

Este sistema carcelario aplicado en base a su política penitenciaria es uno de los más importantes
y completos a nivel mundial ya que el objetivo del sistema carcelario europeo es la rehabilitación
del reo y su reinserción a la sociedad.

Debemos destacar que el sistema carcelario europeo está vigente en los países miembros de la
unión europea que en la actualidad suman 27.

La propia Unión Europea a través de sus instituciones sigue manifestándose ocasionalmente


sobre la mejora de las condiciones y el establecimiento de nuevas iniciativas que alivien la
situación penitenciaria pidiendo a los Estados miembros. En las distintas resoluciones y
recomendaciones del Parlamento Europeo es habitual encontrar referencias a la situación
penitenciaria europea caracterizándola por la sobrepoblación y falta de infraestructuras, el
incremento constante de la población reclusa, de los detenidos extranjeros, de los preventivos y
en situación provisional, el elevado número de muertes y suicidios, violación de derechos en lo
que respecta a asistencia jurídica y médica, violencia y conflictividad entre los reclusos y el
personal de seguridad en las prisiones, entre otros.

La organización encargada del sistema penitenciario europeo es EUROPRIS es una organización


en red que facilita la cooperación, el aprendizaje mutuo y el intercambio de buenas prácticas
entre los servicios penitenciarios europeos; La organización trabaja en pro de la promoción de las
buenas prácticas profesionales penitenciarias con el fin de mejorar la protección y la seguridad
públicas a través de la mejora de los estándares y las prácticas de internamiento en Europa, la
reducción de la reincidencia y una profesionalidad avanzada en el ámbito penitenciario.

El EPIS está concebido para ser una ventanilla única que permita acceder a la información
relativa a los centros penitenciarios en toda Europa y facilite respuesta a preguntas frecuentes
como, por ejemplo, el número y los tipos de centros y la población reclusa que existen en un
determinado país de la UE. Recientemente, el Consejo de la UE ha decidido utilizar el EPIS
como instrumento exclusivo para reunir información sobre los centros penitenciarios europeos.
Actualmente, el EPIS contiene datos de servicios penitenciarios europeos y de más de
550 centros penitenciarios en toda Europa.
DERECHO PENITENCIARIO EN LOS PAÍSES NÓRDICOS: Los países nórdicos
(Dinamarca, Finlandia, Noruega y Suecia) comparten una larga tradición histórica, jurídica y
cultural. Las condiciones excepcionales en tiempos de guerra y de posguerra han dejado una
huella importante en la política criminal. A modo de ejemplo, las condiciones económicas por las
que atravesó los países nordicos en aquellos años influyeron sin lugar a duda en la
administración de las prisiones de la época.

A partir de los años 50, Finlandia experimentó uno de los cambios estructurales más rápidos
vistos en Europa, Todos estos cambios estructurales han venido acompañados de importantes
cambios en la política criminal. Buen ejemplo de ello es el hecho de que Finlandia haya pasado
de ser el país con la mayor tasa de encarcelamiento de la Europa occidental a tener actualmente
el nivel más bajo de población penitenciaria. Lo que sucede en el resto de los países
escandinavos es igualmente impactante. En términos internacionales, estos países forman una
importante unidad, ya que son capaces de mantener bajas tasas de encarcelamiento utilizando
tanto penas alternativas a la prisión tradicionales como novedosas.

Los tribunales comenzaron a reducir el uso de la pena de prisión alrededor de los años 50, lo que
supuso una reacción contra la política criminal represiva llevada a cabo por el legislador durante
la posguerra. Las reformas legislativas llegaron a mediados de los años 60 y han continuado
hasta mediados de los 90.

En primer lugar, las penas de prisión impuestas por delitos patrimoniales o de conducción bajo la
influencia del alcohol se han visto muy reducidas. A modo de ejemplo, la duración media de
todas las penas de prisión impuestas por robo fue de 12 meses durante 1950, de 7 meses en 1971
y de 3 meses en 1991. Otro ejemplo: A mediados de los años 60 se imponía una pena de prisión
casi al 90% de los condenados por delitos de conducción bajo la influencia del alcohol, a
principios de los años 70 se redujo a un 70% y 10 años más tarde este porcentaje había
descendido hasta el 12%.
En segundo lugar, las reformas legislativas han ido siempre encaminadas a promocionar el uso
de las penas alternativas a la prisión. Por ejemplo, la utilización de la suspensión de la pena se ha
extendido considerablemente, incrementándose su uso de 4.000 penas en 1960 a 18.000 en 1990.
Las multas se han utilizado también como alternativa a las penas cortas de prisión. El uso de la
pena de prisión en los jóvenes se ha reducido igualmente, de tal modo que los reclusos entre 15 y
17 años han pasado de ser unos 1000 a mediados de los años 70 a ser 10 en los años 90. Por
último, se redujo considerablemente a mediados de los años 70 la imposición de la pena de
prisión a los delincuentes no rein-cidentes.
Trabajos en beneficio de la comunidad. La introducción en los años 90 de las penas de trabajos
en beneficio de la comunidad en el sistema de penas influyó igualmente en la reducción de la
tasa de encarcelamiento en Finlandia. Para poder afirmar que en efecto esta pena ha sustituido a
la pena de prisión (y no a otras penas alter-nativas) se ha adoptado para su imposición un
procedimiento basado en dos pasos. A saber, primero el tribunal debe tomar la decisión de
imponer una pena de prisión sin considerar la posibilidad de sustituirla por trabajos en beneficio
de la comunidad. En segundo lugar, sólo entonces el tribunal tiene la potestad de conmutar esa
pena por la de trabajos en beneficio de la comunidad, siempre y cuando se cumplan ciertos
requisitos recogidos en la ley.
El efectivo cumplimiento de las penas ha contribuido también a la reducción de la tasa de
encarcelamiento. Un buen número de leyes se dictaron durante los años 60 para restringir el uso
de las penas de prisión, tales como la responsabilidad personal subsidiaria por impago de multa o
la prisión preventiva. Por ejemplo, el número diario de impagos de multa descendió de más de
1000 a menos de 50. El uso de la prisión preventiva también se redujo de 250 reclusos a menos
de 10.
Los países nórdicos y bálticos muestran dos realidades opuestas según algunos indicadores
penitenciarios. Así, los países nórdicos tienen una tasa de reclusión de las más bajas de Europa.
El sistema penitenciario sueco es un reflejo de la filosofía nacional que pone el énfasis en la
rehabilitación de los criminales y parte de la base de que la privación de libertad es suficiente
castigo. Así pues, gran parte de los delitos que se cometen en Suecia son castigados con penas de
libertad condicionada, y sólo un 5% de las sentencias dictadas condenan a penas de más se cinco
años de cárcel. Pero el modelo sueco continúa tras las rejas. En la prisión de Nykoping, por
ejemplo, los pasillos están llenos de murales de colores y hay plantas en las ventanas. Los
clientes, como se llama a los reclusos, viven en habitaciones decoradas por ellos mismos y
disponen de cuarto de baño individual. Pueden practicar varios deportes y estudiar una variada
oferta de cursos que la cárcel ofrece para que los clientes orienten su vida fuera de la prisión. Los
prisioneros suecos disfrutan de privilegios tales como compartir dos semanas al año con su
familia, si bien se reserva para los que han tenido un buen comportamiento.
PRISIÓN ABIERTA. – Una prisión abierta es cualquier cárcel en la que se confían que los
presos completen su sentencia con una supervisión minina y seguridad perimetral y, a menudo,
no están encerrados en sus celdas, a los presos se les puede permitir un empleo mientras cumplen
la condena.
En el Reino Unido a menudo forman parte de un plan de rehabilitación para los presos
trasladados de cárceles cerradas, pueden denominarse cárceles de formación y son solo para los
presos considerados de bajo riesgo para el público.
La idea de una prisión abierta a menudo es criticada por miembros del público y políticos. Los
presos en cárceles abiertas no tienen total libertad y solo se les permite salir de las instalaciones
para fines específicos, como ir a un trabajo al aire libre.
SITUACIÓN LATINOAMERICANA. - La situación penitenciaria en los países de América
Latina y el Caribe es muy grave. Hay alta violencia, numerosas muertes y delitos que ocurren al
interior de los presidios, muchos de ellos cometidos en su interior, pero con efectos fuera de
ellos, y gravísimas violaciones a derechos humanos tanto de las personas privadas de libertad
como de las personas funcionarias. La situación ha venido deteriorándose durante las tres últimas
décadas, y ha escapado del control de los países a partir de la década de los noventa en la
mayoría de los casos.
La situación penitenciaria en los países de América Latina y el Caribe es muy grave. Hay alta
violencia, numerosas muertes y delitos que ocurren al interior de los presidios, muchos de ellos
cometidos en su interior, pero con efectos fuera de ellos, y gravísimas violaciones a derechos
humanos tanto de las personas privadas de libertad como de las personas funcionarias. La
situación ha venido deteriorándose durante las tres últimas décadas (1980-2010), y ha escapado
del control de los países a partir de la década de los noventa en la mayoría de los casos.

Todo sistema penitenciario requiere para funcionar adecuadamente de:

i) Espacio físico (terreno e instalaciones edilicias adecuadas); y


ii) Personal penitenciario (adecuadamente seleccionado, capacitado y con estabilidad en
su función).
En efecto, si falta espacio, hay sobrepoblación y hacinamiento; y si falta personal, hay anarquía y
vacío de autoridad, que es llenado por los liderazgos emergentes y el surgimiento de grupos de
autodefensa.

El espacio físico: la falta de espacio y la consiguiente sobrepoblación penitenciaria.

La sobrepoblación penitenciaria es producto del acelerado crecimiento de las tasas de encierro,


con el consiguiente aumento del número de presos y presas excediendo la capacidad instalada de
las prisiones para alojarlos, en aajmeridca latina se debe d facftores:

i) Porque hay más delito. Esta respuesta considera las tasas penitenciarias como
indicadores de criminalidad; y
ii) Porque hay políticas que promueven un mayor uso de la justicia penal y la prisión.
Esta respuesta recoge el resultado de investigaciones que verifican que no siempre
existe correlación entre el aumento de las tasas penitenciarias y las tasas de
criminalidad, habiéndose observado casos en los que aumenta la población
penitenciaria paralelamente a tasas de criminalidad planas o inclusive descendentes6.
De igual manera se suma a todos estos inconvenientes aquellos presos sin condena, es decir, que
hay personas privadas de la libertad sin una sentencia y en muchos casos sin un proceso penal
abierto.

Las cárceles han tenido en el mundo en general, y en particular en América Latina, la misma
estructura sesgada y machista en materia de género que la existente en la sociedad en libertad,
pero mucho más acentuada en razón de su naturaleza de “instituciones totales”. Y en
concordancia con lo que ha ocurrido en la vida en libertad, las cárceles de hombres han tenido
solo funcionarios hombres.

En nuestra región tenemos la experiencia positiva de casi ocho años de funcionamiento de un


sistema penitenciario así integrado en materia de género en el nuevo sistema de República
Dominicana. Este país tuvo hasta mediados de la década de los años 2000 un sistema
penitenciario sobrepoblado, con gran violencia, y una densidad que llegó hasta el 350%. No
había carrera penitenciaria, y las prisiones eran manejadas como recargo por la policía y el
ejército, y por supuesto tampoco había mujeres en los planteles de policías y militares. República
Dominicana era sin duda uno de los países donde menos se esperaba que se produjera el cambio
que se logró.

Con un programa muy coherente y sostenido en el tiempo, se creó la Escuela Nacional


Penitenciaria y la carrera penitenciaria, con visión de género, muy buen estatus profesional, buen
salario y nivel académico. Para llevar a cabo la transformación fueron creándose dos sistemas
penitenciarios paralelos, el nuevo y el viejo, y este último se ha ido reduciendo a medida que las
penitenciarías del nuevo sistema van siendo refaccionadas y reinauguradas con personal de
carrera penitenciaria, a la par que policías y militares cesan en la labor penitenciaria y regresan a
sus funciones naturales.

A la fecha ya hay catorce unidades penitenciarias en el nuevo sistema, cinco de ellas dirigidas
por mujeres. Tres prisiones, una de ellas la más grande del país –Higüey con 800 privados de
libertad–, tienen por directora a una mujer. Las mujeres ocupan en promedio el 30% de las
posiciones en el nuevo sistema penitenciario que aloja hasta el momento el 35% de la población
carcelaria.

Y a medida que pasa el tiempo, en países con alto crecimiento de su población penitenciaria
como es el caso de América Latina, la sobrepoblación aumenta y se acumula, hacinando a las
personas de las cárceles estatales, sin que se pueda aliviar su situación distribuyendo el exceso de
personas entre todas las cárceles del país. Pues si el Estado coloca un preso más que la capacidad
establecida para la prisión privada, y hay un incidente, el responsable y quien paga es el Estado.

LOS CASOS DE COSTA RICA: En el caso de Costa Rica, único país sin ejército cuyo sistema
penitenciario se salvó por tal motivo del proceso de militarización generalizada de la región, su
reforma penitenciaria exitosa duró aproximadamente treinta años (1978-2008), y llegó a servir de
modelo para los sistemas de las noveles democracias de otros países que acababan de liberarse
de sus gobiernos militares. Sin embargo, desde mediados de los años noventa, el país dejó de
invertir en estructura edilicia y en personal penitenciario en razón del “ajuste estructural” que
asoló a toda la región. El sistema fue deteriorándose y hacia el final de los años 2000 entró en
notoria decadencia. En 2012 la Asamblea Legislativa aprobó un préstamo del Banco
Interamericano de Desarrollo para un proceso de reestructuración programado por el Ministerio
de Justicia y Paz que comenzó hacia fines del mismo año

El modelo de la estrategia del Sistema Costarricense se basa en:

a) La reforma comenzó con una decisión política desde el más alto nivel de gobierno: desde
la presidencia de la república y el ministerio respectivo. Este requisito fue esencial en
ambos países para instalar la reforma penitenciaria.
b) Sus funcionarios clave fueron muy bien escogidos por su vocación, formación,
conocimiento de la materia y dedicación a tiempo completo a su función.
c) Ha habido ininterrumpida continuidad en el programa de reforma.
Este país centroamericano está abordando su problema penitenciario con una mirada distinta,
mediante la construcción de nuevos espacios penitenciarios y un nuevo modelo de atención a
privados de libertad. El modelo combina la educación, la formación profesional y acciones
psicosociales, para la reinserción de 1.600 privados de libertad en sus últimos seis meses de
condena, con tres nuevas Unidades de Atención Integral. 

ARGENTINA: Desde la época colonial y hasta pasada la segunda mitad del siglo XIX, el
encarcelamiento como pena en sí misma tuvo lugar áreas anexas de los cabildos de las
principales ciudades.

El primer establecimiento cuyo destino específico era el penitenciario fue la Cárcel de Mercedes,
construida en 1876 en la Provincia de Buenos Aires.

La población penal en Argentina asciende a unos 40.000 internos. Esto representa un índice de
aproximadamente 105 internos/100.000 habitantes. Esta es una tasa inferior a la de 1906 (141,2),
lo que resulta llamativo si consideramos el crecimiento delictivo en los últimos diez años.
Posiblemente una explicación sea el efecto de la ley llamada “2x1”, por la cual un interno
procesado podía computar el doble del tiempo detenido mientras durara su causa, hasta la
sentencia. Esto hacía que muchos abogados defensores dilataran ex profeso el proceso para poder
reducir el tiempo de detención, mientras las prisiones se sobrepoblaban de internos procesados.
Recientemente esta ley fue derogada para los futuros presos.

De acuerdo al informe presentado por R. Walmsley ante la ONU Argentina se ubica entre los
países con una de las tasas de encarcelamiento más baja del mundo, al igual que otros países de
Latinoamérica.

En materia de salud, aún persiste la necesidad de contar con establecimientos apropiados para
ello. El Instituto de Detención de Devoto cuenta con un centro de atención sanitaria dentro.
Recientemente se ha inaugurado un Hospital Penitenciario de 120 plazas.

En el sistema federal, la atención de internos con alteraciones mentales se realiza en pabellones


adaptados dentro de Hospitales Psiquiátricos existentes (uno para cada sexo).

A diferencias de otros países, Argentina no posee un sistema certificado de control de calidad de


los establecimientos penitenciarios, ni siquiera personal de inspección regular.

Tema IV
ESTUDIO DE LAS REGLAS MÍNIMAS PARA EL TRATAMIENTO DE LOS
RECLUSOS. PROCEDIMIENTO PARA LA APLICACIÓN EFECTIVA DE LAS
REGLAS.
ESTUDIO DE LAS REGLAS MÍNIMAS PARA EL TRATAMIENTO DE LOS
RECLUSOS.

Adoptadas por el Primer Congreso de las Naciones Unidas sobre Prevención del Delito y
Tratamiento del Delincuente, celebrado en Ginebra en 1955, y aprobadas por el Consejo
Económico y Social en sus resoluciones 663C (XXIV) de 31 de julio de 1957 y 2076 (LXII) de
13 de mayo de 1977.

El objeto de las reglas siguientes no es de describir en forma detallada un sistema penitenciario


modelo, sino únicamente establecer, inspirándose en conceptos generalmente admitidos en
nuestro tiempo y en los elementos esenciales de los sistemas contemporáneos más adecuados, los
principios y las reglas de una buena organización penitenciaria y de la práctica relativa al
tratamiento de los reclusos.

En el cuarto encuentro el Grupo de Expertos recomendó que las reglas revisadas fueran también
denominadas “Reglas Nelson Mandela” en homenaje al legado del difunto presidente de
Sudáfrica, Nelson Rolihlahla Mandela, quien pasó 27 años en prisión durante su lucha por los
derechos humanos, la igualdad, la democracia y la promoción de una cultura de paz a nivel
mundial.

De acuerdo a la UNODOC (Oficina de las Naci9ones Unidas contra la Drogas y los Delitos) las
reglas para el tratamiento de los reclusos han sido resumidas y estudiadas de la siguiente manera.

1. LA DIGNIDAD Y EL VALOR INHERENTES DE LAS PERSONAS PRIVADAS DE


LIBERTAD COMO SERES HUMANOS (se refiere a las Reglas 1 a 5 de las RM).

La parte I, que es aplicable a todas las categorías de reclusos, ahora incluye un conjunto de
cinco “Principios básicos” que esbozan el espíritu general en base al cual deben ser
interpretadas las reglas. Algunos de estos principios han sido reubicados, en su forma
enmendada, desde la parte II.A, la cual es aplicable a las personas condenadas. Se han
añadido otros principios fundamentales en relación con los avances en materia de legislación
internacional. Estos incluyen en particular la obligación de:

• Tratar a todas las personas privadas de libertad con el respeto debido a su dignidad y valor
inherentes al ser humano.

• Prohibir y proteger a las personas privadas de libertad de toda forma de tortura y malos
tratos.

• Velar en todo momento por la seguridad de las personas privadas de libertad, el personal,
los proveedores de servicios y los visitantes.

2. GRUPOS VULNERABLES PRIVADOS DE LIBERTAD (se refiere a las Reglas 2, 5.2,


39.3, 55.2, y 109 a 110 de las RM)
La aplicación imparcial de las Reglas y la prohibición de discriminación basada en motivos
de raza, color, sexo, idioma, religión, opinión política o de cualquier otra índole, origen
nacional o social, fortuna o nacimiento, incluida en la anterior versión de las Reglas
Mínimas, ha sido ampliada para incluir “cualquier otra situación”. Es importante destacar que
la puesta en práctica del principio de no discriminación incluye la obligación de:

• Tomar en cuenta las necesidades individuales de las personas privadas de libertad, en


particular de los más desfavorecidos.

• Proteger y promover los derechos de las personas privadas de libertad con necesidades
especiales.

• Asegurar que las personas privadas de libertad con discapacidades físicas, mentales o de
otra índole participen en condiciones equitativas y de forma plena y efectiva en la vida en
prisión, y sean tratadas de acuerdo a sus necesidades de salud.

3. SERVICIOS MÉDICOS Y SANITARIOS (se refiere a las Reglas 24 a 27, 29 a 35 de las


RM)

Las Reglas revisadas enfatizan que la prestación de servicios médicos a las personas
privadas de libertad es una responsabilidad del Estado, y agrega detalles significativos a
los principios, alcance y composición generales de los servicios médicos en prisión. Los
deberes y prohibiciones de los profesionales de la salud se refuerzan de acuerdo con el
principio de que su relación con los reclusos se rige por los mismos estándares éticos y
profesionales que se aplican a los pacientes en la comunidad. Más específicamente estos
incluyen:

• Garantizar los mismos estándares de atención sanitaria que estén disponibles en la


comunidad y proveer acceso gratuito a los servicios de salud necesarios sin
discriminación.

• Evaluar, promover, proteger y mejorar la salud física y mental de las personas privadas
de libertad, incluidas las personas que requieren una atención especial.

• Cumplir con los principios de independencia clínica, confidencialidad médica,


consentimiento informado en la relación médico-paciente y con la continuidad en el
tratamiento y cuidado (incluidos el VIH, la tuberculosis, y otras enfermedades infecciosas
y la drogodependencia).

• La prohibición absoluta de participar en actos de tortura y otras formas de maltrato, y la


obligación de documentar y denunciar casos de los cuales pudieran tener conocimiento.
4. RESTRICCIONES, DISCIPLINA Y SANCIONES (se refiere a las Reglas 36 a 39, 42 a
53 de las RM).
Se hace especial referencia al principio de que las restricciones o sanciones disciplinarias no
podrán equivaler a tortura u otros maltratos, y que las condiciones generales de vida se
aplicarán a todas las personas presas sujetas a sanciones disciplinarias. Nuevas previsiones
definen y restringen el régimen de aislamiento, así como el uso de medios de coerción,
regulan los registros de personas y celdas, y especifican el rol de los profesionales de la salud
en el contexto de los procedimientos disciplinarios. En particular, las reglas revisadas:

• Definen el aislamiento (prolongado) como aquel que se extiende por 22 horas o más por
día, sin contacto humano apreciable (por más de 15 días consecutivos) y restringen el uso del
aislamiento como último recurso para ser utilizado en circunstancias excepcionales.

• Prohíben el aislamiento indefinido y prolongado, el encierro en una celda oscura o


permanentemente iluminada, la reducción de alimentos o agua potable, así como el uso de
instrumentos de coerción física que por su naturaleza sean degradantes o causen dolor, como
cadenas o grilletes.

• Brindan una detallada guía sobre los registros de reclusos y celdas, así como sobre el uso
legítimo de instrumentos de coerción física en línea con la necesidad de garantizar la
seguridad en las prisiones y respetar la dignidad inherente a las personas privadas de libertad.

• Confirman que los profesionales de la salud deben prestar particular atención a los reclusos
sometidos a cualquier régimen de separación forzada, pero excluyen su participación en la
imposición de sanciones disciplinarias.

• Alientan a la administración penitenciaria a utilizar, en la medida de lo posible, la


prevención de conflictos, la mediación o cualquier otro mecanismo de resolución de disputas
alternativo para prevenir o resolver los conflictos.

5. INVESTIGACIÓN DE MUERTES Y TORTURA DE RECLUSOS (se refiere a las


Reglas 6 a 10, 68 a 72 de las RM).
Se prevén investigaciones independientes en todos los casos de muertes en prisión, así como
en otras situaciones graves. A efectos de mayor transparencia y rendición de cuentas, la
información que se registra sobre las personas privadas de libertad se ha ampliado, al igual
que las notificaciones que la administración penitenciaria debe brindar a los reclusos o a
terceros en situaciones trascendentales. Más específicamente, las reglas revisadas:

Especifican la información que se debe ingresar en el sistema de gestión de expedientes


desde el ingreso de cada recluso y durante el periodo de encarcelamiento, y clarifica que esa
información debe ser tratada de forma confidencial.
• Detallan el derecho de las personas privadas de libertad o de terceros (familiares o cualquier
persona de contacto designada) de ser notificados sobre el encarcelamiento, el traslado a otra
institución, enfermedad grave, lesiones o muerte.

• Exigen que toda muerte, desaparición o lesión grave de una persona privada de libertad sea
comunicada a una autoridad competente que sea independiente de la administración
penitenciaria y que esté facultada para llevar a cabo investigaciones expeditas, imparciales y
efectivas de las circunstancias y causas de este tipo de casos.

• Exigen un procedimiento similar en el caso de que en prisión se haya cometido un acto que
constituya tortura u otros tratos o penas crueles, independientemente de que se haya recibido
o no una denuncia formal.

6. ACCESO A REPRESENTACIÓN JURÍDICA (se refiere a las Reglas 41, 54 a 55, 58 a


61, 119 a 120 de las RM).
El derecho a recibir visitas y a consultar con un asesor jurídico, hecho que estaba restringido
en las Reglas Mínimas originales a las personas en prisión preventiva y a los solos efectos de
la defensa, ha sido extendido en las reglas revisadas a todas las personas privadas de libertad
y sobre cualquier asunto jurídico. El derecho a la asistencia legal fue extendido a los
procedimientos disciplinarios. Finalmente, una nueva regla brinda orientación para los
procedimientos de ingreso y registro aplicables a las visitas. En consecuencia, las
administraciones penitenciarias deben:

• Informar a las personas privadas de libertad en el momento del ingreso sobre los distintos
métodos autorizados para tener acceso a asesoramiento jurídico, incluso por medio de
programas de asistencia jurídica.

• Facilitar a todas las personas privadas de libertad oportunidades, tiempo e instalaciones


adecuadas para recibir la visita de un asesor jurídico o proveedor de asistencia jurídica de su
elección, y consultarle sin demora, interferencia ni censura y en forma plenamente
confidencial sobre cualquier asunto jurídico.

• Conceder el derecho a las personas privadas de libertad a defenderse solos o con asistencia
jurídica cuando el interés de la justicia así lo exija, en particular en casos que entrañen faltas
disciplinarias graves.

• Abstenerse de procedimientos de ingreso y registro que sean degradantes para los visitantes
o, en cualquier caso, menos protectores que los señalados para los registros de las personas
detenidas y de las celdas.

7. QUEJAS E INSPECCIONES (se refiere a las Reglas 54 a 57, 83 a 85 de las RM).


Las reglas revisadas fortalecen el derecho de las personas privadas de libertad y de sus
asesores jurídicos a presentar de forma segura peticiones o quejas en relación a su trato, las
cuales deben ser atendidas con prontitud por la administración penitenciaria y respondidas
sin demora. Se ha logrado un importante avance en el ámbito del monitoreo e inspecciones
mediante un sistema doble de inspecciones regulares, tanto internas como externas, de los
centros y servicios penitenciarios. Más concretamente, las nuevas previsiones contemplan:

• Extender el derecho de presentar quejas a los familiares de la persona detenida o cualquier


otra persona que haya tenido conocimiento del caso cuando la persona privada de libertad o
su asesor jurídico no estén en condiciones de hacerlo.

• Exigir la ejecución de salvaguardias para garantizar que las solicitudes y quejas puedan ser
presentadas de forma segura y, si es necesario, confidencial, sin riesgo de represalia,
intimidación u otras consecuencias negativas.

• Establecer un sistema doble para las inspecciones regulares relativas a las inspecciones
internas o administrativas realizadas por la administración penitenciaria central y a las
inspecciones externas realizadas por un órgano independiente de la administración
penitenciaria.

• Conceder a los inspectores penitenciarios el derecho a asumir sus tareas de forma eficiente,
incluido el acceso a los expedientes de las personas privadas de libertad, las visitas no
anunciadas por iniciativa propia, así como entrevistas en privado y plenamente
confidenciales con los reclusos y el personal penitenciario.

8. CAPACITACIÓN DEL PERSONAL (se refiere a las Reglas 75 a 76 de las RM)


Las reglas revisadas brindan una guía detallada sobre la capacitación del personal a medida
que se distribuirá desde la entrada al centro, así como durante el servicio, con la intención de
ofrecer a todo el personal penitenciario la capacidad y los medios para llevar adelante sus
complejas tareas de manera profesional. El personal penitenciario al que se le han asignado
funciones especializadas debe recibir formación con un enfoque específico. La formación
inicial debe incluir pruebas teóricas y prácticas para el ingreso al servicio penitenciario y
debe incorporar, como mínimo, los siguientes temas:

• La legislación, los reglamentos y las políticas nacionales pertinentes, así como los
instrumentos internacionales y regionales, los cuales deben regir la labor del personal
penitenciario y su interacción con las personas privadas de libertad.

• Los derechos y deberes generales del personal penitenciario en el ejercicio de sus


funciones, incluido el respeto de la dignidad humana de todas las personas privadas de
libertad y la prohibición de la tortura y otras formas de maltrato.

• La seguridad, incluido el concepto de seguridad dinámica, así como el empleo de la fuerza


y de instrumentos de coerción física con la debida consideración al uso de técnicas
preventivas y de disuasión.
• Los primeros auxilios, las necesidades psicológicas de las personas privadas de libertad, así
como los servicios de asistencia y atención sociales.

PROCEDIMIENTO PARA LA APLICACIÓN EFECTIVA DE LAS REGLAS.

Procedimiento 1: Todos los Estados cuyas normas para la protección de todas las personas
sometidas a cualquier forma de detención o reclusión no estén a la altura de las Reglas Mínimas
para el Tratamiento de los Reclusos adoptarán las Reglas Mínimas.

Es posible que algunos Estados tengan normas más avanzadas que las Reglas y que, por lo
tanto, no sea necesario que las adopten. Cuando los Estados consideren que las Reglas
necesitan ser armonizadas con sus sistemas jurídicos y adaptadas a su cultura, se pondrá el
acento en el espíritu y no en la letra de las Reglas.

Procedimiento 2: A reserva, cuando sea necesario, de su adaptación a las leyes vigentes y la


cultura de cada país, pero sin apartarse de su espíritu y fin, las Reglas Mínimas serán
incorporadas a la legislación y demás normas nacionales.

Este procedimiento subraya que es necesario incorporar las Reglas a la legislación y las normas
nacionales.

Procedimiento 3: Las Reglas Mínimas se pondrán a disposición de todas las personas


interesadas y en particular de los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley y del personal
penitenciario, a fin de permitir su aplicación y ejecución dentro del sistema de justicia penal.

Este procedimiento hace hincapié en que las Reglas, así como las leyes y los reglamentos
nacionales relativos a su aplicación, deben ponerse a disposición de todas las personas que
intervengan en su aplicación.

Procedimiento 4: Las Reglas Mínimas, en la forma en que se hayan incorporado a la legislación


y demás normas nacionales, se pondrán también a disposición de todos los reclusos y de todas
las personas detenidas al ingresar en instituciones penitenciarias y durante su reclusión.

Este procedimiento complementa lo dispuesto en el procedimiento 3.

Procedimiento 5: Los Estados informarán cada cinco años al Secretario General de las Naciones
Unidas de la medida en que se hayan cumplido las Reglas Mínimas y de los progresos que se
hayan realizado en su aplicación, así como de los factores e inconvenientes, si los hubiere que
afecten a su aplicación, respondiendo al cuestionario del Secretario General. Dicho cuestionario,
que se basará en un programa especificado, debe ser selectivo y limitarse a preguntas concretas
para permitir el estudio y el examen a fondo de los problemas seleccionados. El Secretario
General, teniendo en cuenta los informes de los gobiernos, así como toda la demás información
pertinente de que se disponga dentro del sistema de las Naciones Unidas, preparará un informe
periódico independiente sobre los progresos realizados en la aplicación de las Reglas Mínimas.
En la preparación de ese informe, el Secretario General podrá también obtener la cooperación de
los organismos especializados y de las organizaciones intergubernamentales y no
gubernamentales reconocidas como entidades consultivas por el Consejo Económico y Social
que sean pertinentes. El Secretario General presentará los informes al Comité de Prevención del
Delito y Lucha contra la Delincuencia para su examen y para la adopción de nuevas medidas, si
procede.

En la preparación de su informe independiente sobre los progresos que se realicen respecto de


la aplicación de las Reglas Mínimas, el Secretario General tendrá en cuenta, entre otras cosas,
la información de que dispongan los órganos de las Naciones Unidas dedicados a los derechos
humanos, incluidos la Comisión de Derechos Humanos, la Subcomisión de Prevención de
Discriminaciones y Protección de Minorías, el Comité de Derechos Humanos, creado en virtud
del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Comité para la Eliminación de la
Discriminación Racial. También podría tenerse presente la labor de aplicación relacionada con
la futura convención contra la tortura, así como toda la información que reúna en relación con
el cuerpo de principios para la protección de reclusos y detenidos que actualmente está
preparando la Asamblea General.

Procedimiento 6: Como parte de la información mencionada en el procedimiento 5, los Estados


suministrarán al Secretario General:

a) Copias o resúmenes de todas las leyes, reglamentos y disposiciones administrativas relativos a


la aplicación de las Reglas Mínimas a las personas detenidas y a los lugares y programas de
detención;

b) Cualquiera datos y material descriptivo sobre los programas de tratamiento, el personal y el


número de personas sometidas a cualquier tipo de detención, así como estadísticas, si se dispone
de ellas;

c) Cualquier otra información pertinente sobre la aplicación de las Reglas, así como información
sobre las posibles dificultades para su aplicación.

Este requisito dimana de la resolución 663 C (XXIV) del Consejo Económico y Social y de las
recomendaciones de los congresos de las Naciones Unidas sobre prevención del delito y
tratamiento del delincuente. Aunque los elementos de información aquí solicitados no están
previstos expresamente, parece factible recopilar dicha información con objeto de ayudar a los
Estados Miembros a superar las dificultades mediante el intercambio de experiencias. Además,
la solicitud de esa clase de información tiene como antecedente el sistema existente de
presentación periódica de información sobre los derechos humanos, establecido por el Consejo
Económico y Social en su resolución 624 B (XXII) de 1 de agosto de 1956.

Procedimiento 7: El Secretario General difundirá las Reglas Mínimas y los presentes


procedimientos de aplicación en el mayor número posible de idiomas y los pondrá a disposición
de todos los Estados y de las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales
interesadas, a fin de lograr que las Reglas y los presentes procedimientos de aplicación tengan la
mayor difusión posible.

Es importante establecer una estrecha cooperación con todas las organizaciones


intergubernamentales y no gubernamentales pertinentes para lograr una difusión y una
aplicación más eficaces de las Reglas.

Procedimiento 8: El Secretario General difundirá sus informes sobre la aplicación de las Reglas,
incluidos los resúmenes analíticos de los estudios periódicos, los informes del Comité de
Prevención del Delito y Lucha contra la Delincuencia y los informes preparados para los
congresos de las Naciones Unidas sobre prevención del delitos y tratamiento del delincuente, así
como los informes de esos congresos, las publicaciones científicas y demás documentación
pertinente en la medida en que se juzgue necesario ocasionalmente para promover la aplicación
de las Reglas Mínimas.

Este procedimiento refleja la práctica actual de difundir los informes mencionados como parte
de la documentación de los órganos competentes de las Naciones Unidas, como publicaciones
de las Naciones Unidas o como artículos en el Anuario de Derechos Humanos, la Revista
Internacional de Política Criminal, el Boletín de Prevención del Delito y Justicia Penal y otras
publicaciones pertinentes.

Procedimiento 9: El Secretario General velará por que en todos los programas pertinentes de las
Naciones Unidas, incluidas las actividades de cooperación técnica, se mencione y se utilice en la
mayor medida posible el texto de las Reglas Mínimas.

Es necesario que una amplia gama de profesionales y no profesionales de todo el mundo


conozca y comprenda las Reglas. Por consiguiente, es sumamente necesario darles mayor
publicidad de toda índole, objetivo que puede alcanzarse, asimismo mediante frecuentes
referencias a las Reglas y campañas de información pública.

Procedimiento 10: Como parte de sus programas de cooperación técnica y desarrollo, las
Naciones Unidas:

a. Ayudarán a los gobiernos, cuando éstos lo soliciten a crear y consolidar sistemas


correccionales amplios y humanitarios;

b. Pondrán los servicios de expertos y de asesores regionales e interregionales en materia de


prevención del delito y justicia penal a disposición de los gobiernos que lo soliciten;

c. Promoverán la celebración de seminarios nacionales y regionales y otras reuniones a nivel


profesional y no profesional para fomentar la difusión de las Reglas Mínimas y de los presentes
procedimientos de aplicación;
d. Reforzarán el sustantivo a los institutos regionales de investigación y capacitación en materia
de prevención del delito y justicia penal asociados a las Naciones Unidas.

Los institutos regionales de investigación y capacitación en materia de prevención del delito y


justicia penal de las Naciones Unidas deberán elaborar, en cooperación con las instituciones
nacionales planes de estudio y material formativo basados en las Reglas Mínimas y en los
presentes procedimientos de aplicación, adecuados para su uso n programas educativos sobre
justicia penal a todos los niveles. así como en cursos especializados sobre derechos humanos y
otros temas conexos.

El objeto de este procedimiento es lograr que los programas de asistencia técnica de las
Naciones Unidas y las actividades de capacitación de los institutos regionales de las Naciones
Unidas se utilicen como instrumentos indirectos para la aplicación de las Reglas Mínimas y de
los presentes procedimientos de aplicación. Aparte de los cursos ordinarios de capacitación
para el personal penitenciario, los manuales de instrucción y otros textos similares, se deberá
contar, en particular a nivel de la elaboración de políticas y de la adopción de decisiones, con el
asesoramiento de expertos sobre las cuestiones presentadas por los Estados Miembros, incluido
un sistema de remisión a expertos a disposición de los Estados interesados. Este sistema se
necesita sobre todo para garantizar que las Reglas se apliquen conforme a su espíritu y teniendo
en cuenta la estructura socioeconómica de los países que solicitan dicha asistencia.

Procedimiento 11: El Comité de Las Naciones Unidas de Prevención del Delito y Lucha contra
la Delincuencia:

a) Examinará regularmente las Reglas Mínimas con miras a la elaboración de nuevas reglas,
normas y procedimientos aplicables al tratamiento de las personas privadas de libertad;

b) Observará los presentes procedimientos de aplicación, incluida la presentación periódica de


informes prevista en el procedimiento 5.

El Comité deberá determinar claramente las deficiencias en la aplicación de Las Reglas o los
motivos por los que no se aplican, particularmente estableciendo contacto con los sistemas
judiciales y los ministerios de justicia de los países interesados, con miras a sugerir medidas
correctivas adecuadas.

Procedimiento 12: El Comité de Prevención del Delito y Lucha contra la Delincuencia ayudará
a la Asamblea General, el Consejo Económico y Social y los demás órganos de las Naciones
Unidas que se ocupan de los derechos humanos, cuando proceda, formulando recomendaciones
relativas a los informes de las comisiones especiales de investigación, con respecto a cuestiones
relacionadas con la aplicación y la puesta en práctica de las Reglas Mínimas.
Puesto que el Comité de Prevención del Delito y Lucha contra la Delincuencia es el órgano
competente para examinar la aplicación de las Reglas Mínimas, también debe prestar asistencia
a los órganos mencionados.

Procedimiento 13: Ninguna de las disposiciones previstas en estos procedimientos se


interpretarán en el sentido de que excluye la utilización de cualesquiera otros medios o recursos
disponibles con arreglo al derecho internacional o establecidos por otros órganos y organismos
de las Naciones Unidas para la reparación de las violaciones de los derechos humanos, incluidos
el procedimiento relativo a los cuadros persistentes de violaciones manifiestas de los derechos
humanos establecido en la resolución 1503 (XLVIII) del Consejo Económico y Social, de 27 de
mayo de 1970, el procedimiento de comunicación establecido en el Protocolo Facultativo del
Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos y el procedimiento de comunicación
establecido en la Convención Internacional sobre la Eliminación de Todas las Formas de
Discriminación Racial.

Habida cuenta de que las Reglas Mínimas sólo se refieren en parte a temas específicos de
derechos humanos, los presentes procedimientos no deben excluir ninguna vía para la
reparación de cualquier violación de esos derechos, de conformidad con los criterios y normas
internacionales o regionales vigentes.

Unidad III
Tema V
EL DERECHO PENITENCIARIO DOMINICANO. - FUENTES DEL DERECHO
PENITENCIARIO DOMINICANO. LA LEY 224 SOBRE REFORMA PENITENCIARIA
EN LA REPÚBLICA DOMINICANA. OTRAS LEYES. CÓDIGO PENAL Y
PROCESAL PENAL DOMINICANOS. PATRONATOS.

EL DERECHO PENITENCIARIO DOMINICANO. - FUENTES DEL DERECHO


PENITENCIARIO DOMINICANO:

Su fuente principal es el Derecho Penal, la constitución, la Ley 224 sobre


Régimen Penitenciario y otras con la ley 224-84 análisis el Reglamento 7083 del 8 de septiembre
de 1961, entre otras normativas.

LA LEY 224 SOBRE REFORMA PENITENCIARIA EN LA REPÚBLICA


DOMINICANA.

A través de la constitución y la ley 224 de junio de 1984 se crea el régimen penitenciario. Un


régimen que armoniza las penas privativas de libertad y los derechos fundamentales.

El legislador Dominicano en el texto de la ley establece como su principal fin que mediante las
penas privativas de libertad se llegue a la protección social y la rea-adaptación del condenado, para
restituirlo a la sociedad en voluntad y capacidad para respetar la ley. Es preciso que esto último sea
visto no como un objetivo del régimen penitenciario, sino que sea un resultado de este.

Esta ley es bastante amplia consta de 27 capítulos y 107 artículos, y era muy avanzada para la
época en que fue puesta en vigencia.

La referida legislación divide los establecimientos penitenciarios en:

a) Penitenciarias: Aquí cumplirán condena los reclusos sujetos a penas de privación por encima
de dos años.
b) Presidios: En estos establecimientos sólo deben estar los condenados a penas inferiores a dos
años.
c) Las Cárceles: En estos establecimientos deben estar las personas que aún no han sido
condenados, es decir, presos preventivos.
d) Institutos Especiales: Estos fueron creados para condenados con características especiales
como enfermos mentales, reclusos primarios o que se encuentren en periodos de prueba.

Además, esta legislación específica que el régimen penitenciario tendrá carácter progresivo y
constará de tres períodos:

a) De observación. - En el cual el recluso se mantendrá entre 10 y 30 días en observación y


apartado o separado del resto de la población penal que se encuentre en otra fase del
tratamiento.  Este período requiere un estudio de la personalidad del recluso, su medio
social y de sus antecedentes, a los fines de determinar el tratamiento conveniente.
b) De tratamiento. - En el cual se intentará la rehabilitación del recluso mediante la
instrucción, el trabajo, la disciplina, y actividades recreativas.
c) Período de prueba. -  Se aplicará tomando en cuenta si la pena es superior o inferior a
cinco años.  En el primer caso, el recluso debe haber cumplido un tercio de la pena, y en
el segundo, debe haber cumplido un cuarto de la pena.  No obstante, cualquier otro
recluso que no caiga dentro de estas disposiciones, podrá aplicársele el período de prueba
a discreción de la comisión de vigilancia, evaluación y sanción. Entre las medidas de
prueba, se contemplan:

a)     Salidas temporales.
b)    Alojamiento en instituciones especiales.
c)     Libertad Condicional.

Otro aspecto fundamental, es el referente a la segregación de los reclusos, ubicando en


establecimientos separados a los hombres de las mujeres.  En cuanto a los menores, la Ley 224-
84 expresa que seguirán regidos por su ley especial, que en la actualidad es la Ley No. 136-03
(Código del Menor).

Igualmente, establece una separación tanto entre los reclusos mayores y menores de 21 años, así
como aquellos que hayan cometido delitos de sangre, y contra el sexo.  También serán tomados
en cuenta factores como la personalidad del recluso, naturaleza del delito, duración de la pena.
En cuanto al ingreso de los reclusos a los establecimientos carcelarios, esta  solo será posible en
virtud de una orden emanada de autoridad judicial competente.
 En lo referente a los egresos o salidas de la prisión, son varias las causas que la determinan:

a) Cumplimiento de la condena.
b) Libertad Condicional.
c) Indulto o Amnistía.
d) Salidas temporales.
e) Orden de la autoridad competente.

Igualmente, se establece el trabajo en sus dos vertientes, o sea, como parte del proceso de
rehabilitación y como medio para que el recluso pueda disponer de ingresos que le sirvan para
mejorar las condiciones personales y las de su familia.

En cuanto a la comisión de Vigilancia, Evaluación y Sanción, está formada por el Director del
Penal, el Secretario, un Psiquiatra y un Visitador Social, así como cuantas demás personas se
requieran. Esta comisión tendrá a su cargo las labores de tratamiento, adaptación, permisos, y
sanciones de los reclusos a su cargo. También resolverá sobre el avance o retroceso de los
reclusos sometidos al tratamiento.
A partir de la puesta en vigencia de la referida ley, nuestro país, ha iniciado la implementación  
del nuevo sistema penitenciario, basado en la filosofía de respeto a la condición humana de las
personas privadas de libertad, el cual descansa sobre tres pilares fundamentales:

a) Construcción de nuevas plantas físicas o adecuación de las mismas,


b) Talento humano; 
c) Aplicación del nuevo sistema de gestión penitenciaria. 

La mencionada ley también establece en sus artículos los derechos de los Privados de Libertad
que son los siguientes:

 A un trato igualitario.

 A su integridad física, quedando prohibido ejercer contra ellos torturas, maltratos,


vejaciones o humillaciones

 A su seguridad individual quedando, en consecuencia, prohibido al personal de vigilancia


el uso de la fuerza o de la violencia, salvo en los casos en que circunstancias especifica en
la ley lo permitan.

 Todo recluso tiene derecho de interponer sus quejas ante el alcalde o quien haga sus
veces cada vez que se considere que ha habido victima de una arbitrariedad y de no ser
atendía a presentarla ante la Dirección General de Prisiones.

 Derecho a salida luego del cumplimiento de un tercio de la pena y sujeto a las


condiciones en la ley.
 Derecho a que en el establecimiento penitenciario haya un ambiente de higiene que le
permita conservar y mejorar la salud física y mental.

 Al aseo personal, para lo que deberán existir instalaciones adecuadas para tales fines.

 A un alojamiento o dormitorio dentro del establecimiento penitenciario

 A vestimenta uniforme sin que en ningún caso sea degradante o humillante. Fuera del
establecimiento el recluso usara sus ropas personales y en caso de no tener, deberá
proporcionárseles.

 A cama individual con ropa adecuada y limpia

 A recibir alimentación adecuada en cantidad y calidad para el mantenimiento de la salud.

 A salir diariamente al patio o dependencias al aire libre por un plazo no inferior de una
hora.

 A que se le sean devueltos a su egreso, el dinero, objetos de valor, ropas, y otras


pertenencias que quedaron en el deposito a su ingreso al establecimiento.

 Derecho de todo recluso a que se le mantenga debidamente informado de los


acontecimientos mas importantes de la vida nacional e internacional, permitiendo la
circulación de periódicos, libros, revistas, así como a través de charlas, conferencias,
programas de radio y televisión.

 A formular y dirigir peticiones y quejas a la dirección del establecimiento, autoridades


administrativas y judiciales.

 A recibir visitas de sus parientes, abogado, amigos con la frecuencia que dispongan los
reglamentos.

 A despachar y recibir correspondencia

 A que se de aviso a sus familiares o a la persona que indique, de su ingreso, traslado o


egreso de un establecimiento penitenciario.

 A ser escuchado previo a la aplicación de una medida disciplinaria en su contra.

 A comunicarse y mantener contactos con representantes de su religión, pudiendo


preemitírseles participar en los servicios religiosos organizados en el establecimiento, y
tener libros piadosos y de instrucción religiosa.

 Derecho de asistir al lecho de enfermedad grave o funerales de algún pariente del recluso,
siempre que fuese autorizado por el directos del establecimiento.
 Derecho de toda reclusa de conservar su hijo en el establecimiento penitenciario por el
tiempo estrictamente necesario, debiendo a tal efecto habilitarse dependencias apropiadas
en el penal.

 Derecho de todo recluso encausado ( o preventivo) a que se le presuma inocente debiendo


ser tratado en consecuencia.

 Derecho del recluso preventivo, a usar, si es su deseo, sus propias prendas de vestir y
ropa de cama, así como también a ser atendido por su propio medico y su dentista.

 Derecho de todo recluso egresado a recibir asistencia y protección moral y material a fin
de poder desarrollar normalmente su vida en libertad.

En el texto legal el legislador contempla todo lo que está prohibido realizar dentro de los recintos
carcelarios siendo los más importantes los siguientes:

 Están prohibidas las torturas, maltratos, vejaciones o humillaciones contra los reclusos.

 Toda forma de discriminación entre los reclusos

 Prohibición absoluta de bebidas alcohólicas y sustancias alucinógenas.

 Prohibición en el establecimiento penitenciario de programas que atenten contra la moral


y las buenas costumbres.

 Prohibición absoluta de que funcionen cantinas, pulperías, ventas o negocios en poder de


los reclusos

 De los juegos de azar y todas las apuestas de dinero o especies en los juegos de destreza
física y mental.

 El personal de vigilancia no puede apelar a la fuerza o a la violencia en el tratamiento de


los reclusos, salvo en los casos en que fuere estrictamente indispensable para evitar una
fuga u otras circunstancias.

 Prohibición al personal penitenciario de exigir, cobrar o recibir de los reclusos, familiares


o amigos, derechos, gratificaciones o regalos de ninguna especie.

CODIGO PENAL DOMINICANO: El primer Código Penal fue introducido al país por los
invasores haitianos encabezados por Jean Pierre Boyer, el 9 de febrero de 1822, en el idioma
francés y aplicado por jueces haitianos hasta el 27 de febrero de 1844, cuando se proclamó la
Independencia Nacional.
Después de la expulsión de los haitianos, el presidente Pedro Santana al proclamar la primera
Constitución el 6 de noviembre de 1844, dejó vigente los mismos textos jurídicos, inclusive
aplicándose en el idioma francés.

Pero, en 1882, el presidente Ulises Heureaux contrató los abogados José Castro, Apolinar de
Castro, Manuel Galván y José Joaquín Pérez para que realizaran las traducciones y dos años
después mediante la Ley 2274, de 1884 puso en vigencia el Código Penal, que contemplaba la
pena de muerte.

La disposición de la pena de muerte estuvo vigente hasta 1966, cuando fue abolida en la reforma
constitucional del primer gobierno de Joaquín Balaguer.

El nuevo Código Penal presenta algunas innovaciones, entre ellas un aumento de la pena de 30 a
40 años de cárcel, redactado por los juristas Artagnán Pérez Méndez, Ramón Andrés Blanco
Fernández, Víctor José Castellano, Víctor Juárez Castillo, Lorenzo Fermín y Mercedes Cosme de
Gonell, el cual estaba en los archivos del Congreso desde 1999, cuando el entonces presidente
Leonel Fernández introdujo la pieza.

CODIGO PROCESAL ENAL DOMINICANO: Los procesos de reforma en materia procesal


penal de la República Dominicana y de los demás países latinoamericanos tienen un origen
común, el Código Procesal Penal tipo o modelo para Iberoamérica.

El Código Procesal Penal Dominicano ha sido instituido por la Ley No. 76-02, promulgada en
fecha diecinueve (19) del mes de julio del año dos mil dos (2002), y cuya vigencia inició a partir
de veinticuatro (24) meses con posterioridad a dicha fecha. Este texto legislativo derogó y
abrogó el antiguo Código de Procedimiento Criminal, así como toda legislación que le fuese
contraria, lo cual constituyó una transición profunda entre el antiguo modelo inquisitivo hacia un
modelo acusatorio adversarial regido por las directrices del respeto a los principios y derechos
fundamentales que conforman el Debido Proceso de Ley. De esta manera, el Código Procesal
Penal ha surtido un gran impacto en la práctica jurídica penal en la República Dominicana, toda
vez que el mismo constituyó, desde el inicio de su puesta en vigor, un verdadero y profundo
cambio del sistema de justicia penal, tanto para la parte acusadora, la parte investigadora, la
defensa técnica y, por último, para la parte juzgadora.

El proceso establecido por la normativa procesal penal produjo cambios sustanciales en el


sistema de justicia penal dominicano, fortaleciendo con sus fundamentos el juicio oral, público y
contradictorio del proceso penal y la función jurisdiccional de los jueces; dotando al Ministerio
Público de los medios apropiados para la investigación de las infracciones; garantizando la
defensa técnica, pública o particular a todo imputado; introduciendo medios alternativos de
resolución de conflictos penales; estableciendo la libertad como regla; asegurando la tutela
judicial de los intereses difusos; estableciendo controles de la duración del proceso;
simplificando los procedimientos; creando medidas alternativas a la prisión preventiva, entre
otros.

PATRONATOS: Órgano de gestión o de gobierno de una entidad, generalmente de tipo


institucional, que realiza actividades de interés general sin ánimo de lucro

La fundación, Patronato Nacional Penitenciario tiene por objeto integrar al Patronato a todas las
personas, empresas, asociaciones, organismos, sociedades, nacionales o extranjeras, con deseos
de apoyar el nuevo modelo penitenciario, así como colaborar con la mejoría del sistema
penitenciario tradicional.

El Patronato se propone atender especialmente a los siguientes aspectos:

1. Coordinar soluciones comunes para la defensa de los derechos de los reclusos y reclusas
de la República Dominicana.

2. Mantener las mejores y cordiales relaciones entre todos los organismos relacionados al
sistema penitenciario nacional.

3. Cooperar con sus asociados en la búsqueda de soluciones para los problemas y asuntos
relacionados al sistema penitenciario nacional.

4. Mantener informados a sus asociados respecto de todo cuanto se relacione


específicamente con los fines del Patronato.

5. Estudiar en común cualesquiera leyes, decretos y disposiciones que afecten el sistema


nacional penitenciario para adoptar las acciones pertinentes en cada caso.

6. Colaborar con la Procuraduría General de la República, la Dirección General de


Prisiones, en la solución de la problemática del sistema nacional penitenciario.

Tema VI
EL SISTEMA PENITENCIARIO DOMINICANO.- REALIDAD DE LAS CÁRCELES
DOMINICANAS. APLICACIÓN DE LAS REGLAS MÍNIMAS.- ESTADÍSTICAS DE
LAS CÁRCELES DOMINICANAS DE PRESOS PREVENTIVOS, CONDENADOS,
PRISIÓN PRO SEXO, HOMBRES, MUJERES Y MENORES.-

EL SISTEMA PENITENCIARIO DOMINICANO. - El Régimen legal Penitenciario en


nuestro país a través de la constitución y la ley 224 de junio de 1984 se crea el régimen
penitenciario. Un régimen que armoniza las penas privativas de libertad y los derechos
fundamentales. El legislador Dominicano en el texto de la ley establece como su principal fin
que mediante las penas privativas de libertad se llegue a la protección social y la readaptación del
condenado, para restituirlo a la sociedad en voluntad y capacidad para respetar la ley. Es preciso
que esto último sea visto no como un objetivo del régimen penitenciario, sino que sea un
resultado de este.

REALIDAD DE LAS CÁRCELES DOMINICANAS. La gran mayoría de las cárceles fueron


construidas en la década de los 40 y según la Dirección General de Prisiones "Casi el 100% de
las cárceles presenta serias deficiencias en los sistemas sanitarios, eléctricos y de agua potable".
Todo esto se agrava con las estadísticas que prueban que la población carcelaria está por encima
de la capacidad de los establecimientos, lo que trae como resultado un constante crecimiento de
los ya limitados recursos existentes y convierte a las cárceles en "espacios físicos regidos por la
ley del más fuerte".

Pero como si todo esto no fuera suficiente, viene la agravante de la violación de los derechos de
los reclusos por los guardias y administradores penitenciarios, los cuales someten a los presos a
tortura, tratos inhumanos y degradante. La Sobrepoblación Carcelaria, los centros carcelarios en
la Republica Dominicana, fueron construidos para un cupo de 6,000 reclusos, sin embargo, en un
reporte suministrado por la Dirección General de Presiones, se informa que la población
penitenciaria en febrero del 2000 constaba de 15,000 reclusos. Según los datos existentes en
número de presos preventivos se mantiene siempre igual.

Una gran parte de las cárceles existentes responden al diseño propio de la cultura de castigo y
tortura ya que, en su mayoría, datan de la época de la dictadura de Trujillo.

No es sino hasta la construcción de las cárceles de Monte Plata, Rafey Santiago, Mao y las
cárceles modelo de Najayo que se edificó una estructura diferente a las antiguas edificaciones,
tomando en cuenta la diferencia cronológica y de género de los internos, creando pabellones
diferentes para hombres, mujeres y menores. No significando ello que su funcionamiento fuera
acorde con los requerimientos mínimos aceptados por Organismos Internacionales.

Actualmente, el país está a la vanguardia en la construcción de   recintos cuya infraestructura


cumpla con los requisitos exigidos por el nuevo Modelo de Sistema Penitenciario.

Los establecimientos deberán contar con las celdas, dormitorios, servicios higiénicos, patios,
comedores. Talleres, lavanderías, bibliotecas, cocina, enfermerías, capillas, bodegas,
instalaciones de oficina y demás dependencias necesarias, a fin de que los reclusos puedan llevar
una vida digna y recibir un tratamiento acorde con su rehabilitación.

APLICACIÓN DE LAS REGLAS MÍNIMAS: El rescate, reconocimiento y aplicación de la


Ley 224 de 1984 evidencia en la creación del Manual de Gestión Penitenciaria. El cual recoge
una multiplicidad de protocolos de actuación para las diferentes áreas de gestión. Creados en
consonancia con el espíritu de esta ley y de otros tratados internacionales para el tratamiento de
los reclusos, reglas mínimas, principios básicos, de esta manera se ha establecido y armado
dentro del sistema penitenciario dominicano lo siguiente:

 Organización de los centros de corrección y rehabilitación.


 La selección, reclutamiento, capacitación y organización de los recursos humanos.
 Implementación del régimen progresivo:
1. El período de observación
2. Período de tratamiento.
3. Periodo de prueba.
 La Escuela Nacional Penitenciaria (ENAP).

ESTADÍSTICAS DE LAS CÁRCELES DOMINICANAS DE PRESOS PREVENTIVOS,


CONDENADOS, PRISIÓN PRO SEXO, HOMBRES, MUJERES Y MENORES. –

De acuerdo al último informe de la Dirección General de prisiones de fecha18 de junio del 2021
las estadísticas de las cárceles dominicanas arrojan los siguientes números:

Con un total de 27,171 privados d la libertadas el cuadro carcelario se clasifica así:

PRESOS PREVENTIVOS: 15.909

CONDENADOS: 11.202

HOMBRES: 26.450

MUJERES: 718

MENORES: En lo que respecta a los menores de edad el último informe entregado por la
Dirección Nacional de Atención Integral Para Adolescentes en Conflicto Con la Ley Penal es la
del 28 de diciembre del 2018 en donde en total fueron 505 menores de edad encarcelados, 477
hombres, 28 mujeres, 323 preventivos; y, 182 sancionados.

Unidad IV
Tema VII
DIFERENTES TEMAS DE INVESTIGACIÓN DURANTE EL CONTEXTO SOCIO
ECONÓMICO DOMINICANO Y ESTRATOS SOCIALES DE LOS QUE PROVIENEN
LOS PRESOS O INTERNOS.

La desigualdad económica es causa de que el individuo desarrolle desesperanza. Más importante


como causa social, es la llamada subcultura delincuente; hay comunidades, barrios, etc.
donde niños y niñas y adolescentes saben que para pertenecer a un grupo y formar parte de
su comunidad necesitan pasar algunos ritos de iniciación, entre los que se encuentran: Robar,
asaltar o quizás cometer una violación.

La falta de empleo, un sistema educativo poco inclusivo y carencia de oportunidades de desarrollo para
los adolescentes, son algunos de los factores de riesgo asociados a la delincuencia juvenil en República
Dominicana. A esto se le suma la ausencia y falta de supervisión por parte de los padres, factor que
favorece el inicio temprano en el uso de alcohol, tabaco y drogas ilegales, según el estudio denominado
“Auto-Percepción de factores causales de la delincuencia en adolescentes en conflicto con la Ley Penal
en la República Dominicana” elaborado por la Procuraduría General de la República y la Universidad
Iberoamericana.

El 63% de los jóvenes encuestados dijo que vivía con sus madres al momento de cometer el delito y
apenas un 29% vivía con sus padres.

La mayoría de los adolescentes recluidos en centros correccionales involucrados en robos y atracos,


reconoció que los artículos robados son vendidos para adquirir alcohol y drogas.

Sólo una minoría de los 243 encuestados afirmó que usaba lo robado para satisfacer necesidades básicas o
ayudar a sus padres y familiares a cumplir con sus responsabilidades económicas ante sus familias.

Otro estudio denominado “Perfil neurocognitivo en adolescentes en conflicto con la Ley Penal”, también
elaborado por la Procuraduría en colaboración con la Universidad Intec, indica que los déficits cognitivos
no atendidos pueden acarrear consecuencias que a corto plazo incluyen fracaso y deserción escolar, baja
estima y rechazo familiar, lo que a mediano y largo plazo podría colocar a los jóvenes en los caminos de
la delincuencia.

Sigue vigente, sin discusión, el vínculo existente entre pobreza y delincuencia y entre pobreza y
violencia, sin entrar en detalles sobre el carácter multidimensional y al mismo tiempo
multicausal del fenómeno. Además, el enfrentamiento de la violencia tiene un contenido ético.
La misma sociedad sufre una derrota moral cuando parte de sus niños, adolescentes y jóvenes se
incorporan a la vida delictiva, unos por un problema de supervivencia estrictamente económico y
social, y otros, sin más criterios que no sean los de obtener dinero de forma rápida y fácil.

La violencia y sobre todo la delincuencia en Latinoamérica crecieron a la par de la profunda


crisis económica de la década de los años ochenta, y ha seguido aumentado año con año.

Dos factores que contribuyen a entender la expansión de la violencia y la delincuencia de los


últimos años en República Dominicana, al igual que en otros países como México, es la
proliferación de las armas de fuego y el aumento de las actividades relacionadas con el
narcotráfico.

Para enfrentar el problema de la violencia, el gobierno tiene que impulsar además del desarrollo
de las reformas y modernización del sistema policial y judicial; una fuerte inversión económica
que contribuya a evitar pérdidas humanas y materiales.
Tema VIII
LA ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA CARCELARIO DOMINICANO. - LA
DIRECCIÓN GENERAL DE PRISIONES Y SUS DEPENDENCIAS. PRESUPUESTO
DESTINADO A LAS CÁRCELES DOMINICANAS. AUTORIDADES EN LAS
PRISIONES. NÚMERO DE CÁRCELES EXISTENTES EN EL PAÍS Y SU RELACIÓN
CON EL NÚMERO DE PRESOS. LOS CASOS DE PREVENTIVA DE NAJAYO,
CÁRCEL DE LA VICTORIA, LAS CÁRCELES DE LAS PROVINCIAS, UBICACIÓN
GEOGRÁFICA. ESTADÍSTICAS. NÚMERO DE PRESOS, INDICADORES
ECONÓMICOS DE CADA REGIÓN DEL PAÍS.

LA ORGANIZACIÓN DEL SISTEMA CARCELARIO DOMINICANO. - LA


DIRECCIÓN GENERAL DE PRISIONES Y SUS DEPENDENCIAS:

La Dirección General de Prisiones es un organismo creado mediante la Ley 224 del 26 de junio
de 1984, dependiente de la Procuraduría General de la República, bajo cuya dirección y control
están todos los establecimientos penales del país.

La administración penitenciaria es ejercida por la Dirección General de Prisiones, cuya función


principal es la de materializar lo que debe ser el tratamiento penitenciario.

La Dirección General de Prisiones está integrada por los siguientes Departamentos:


Departamento de Secretaria y Administración Jurídica, de inspección, de personal, vigilancia y
tratamiento penitenciario, Contabilidad y Control Industrial, Educacional; Criminología,
Sanitario, Bienestar y Asistencia Social, Menores, Mujeres, De Control para los condenados que
gocen del beneficio del Perdón Condicional, Libertad Condicional y de asistencia post
penitenciaria.

La función principal de la Dirección General de Prisiones es la de materializar lo que debe ser el


tratamiento penitenciario. Entre sus funciones están:

1. En primer lugar, investigar, evaluar y estudiar los aspectos referentes a la atención de los
reclusos y elementos antisociales, con fines de obtener su readaptación a la sociedad.

2. Recomendar al poder ejecutivo la adopción de planes, dirigidos a mejora las condiciones


de las cárceles en el país.

3. Coordinar las actividades de los organismos públicos o privados que realizan programas
destinados a la rehabilitación de los reclusos, en fin, realizar todas las actividades que
tiendan a lograr el establecimiento de un sistema penitenciario en el país.

Personal Penitenciario. Los integrantes del personal deben poseer un nivel intelectual suficiente
y antes de entrar en el servicio, debe recibir la debida capacitación en materia de formación
penitenciaria y aprobar satisfactoriamente las pruebas teóricas y prácticas. Este personal está
integrado por especialistas, entre los que se encuentran psiquiatras, psicólogos, trabajadores
sociales, maestros e instructores técnicos.

Dicho personal debe conducirse y cumplir sus funciones en toda circunstancia, de modo tal que
su conducta inspire respecto y ejerza una influencia beneficiosa para el recluso.
En los establecimientos mixtos, la sección de mujeres está bajo la Dirección de una funcionaria
femenina responsable, de modo que, ningún funcionario masculino penetre a la sección de
reclusas femenina, sino va acompañado de un miembro femenino del personal.

Respecto a la seguridad, la misma está a cargo de Agentes entrenados en Vigilancia y


Tratamiento Penitenciario (VTP), formados por la Escuela Nacional de Administración
Penitenciaria (ENAP).
 
El personal penitenciario no puede exigir, cobrar, ni recibir de los reclusos, de sus familiares o
amigos, ningún tipo de gratificación, dadivas o regalos de ninguna especie, so pena de ser
sancionados con la pérdida inmediata del empleo.

La Ejecución De La Pena.  De conformidad con el Código Procesal Penal, el control de los
condenados y todo lo que tiene que ver con las condiciones del cumplimiento de la pena está a
cargo del Juez de la Ejecución de la Pena, quien deberá velar porque las penas se cumplan en
condiciones lo menos perjudiciales para el interno, acorde con su personalidad, lo que constituye
un avance en materia penitenciaria.

El referido texto legal pone especial interés en la situación del condenado luego de recaer sobre
la misma sentencia condenatoria firme, para lo cual ha creado la jurisdicción de Ejecución de la
Pena, sobre la cual se colocó un papel muy interesante, el cual se desprende de la lectura de los
artículos 28, 74, y 436 del Código Procesal Penal.

PRESUPUESTO DESTINADO A LAS CÁRCELES DOMINICANAS.

El Estado dominicano eroga una gran cantidad de dinero de su presupuesto para cubrir con 300
pesos diariamente a cada uno de los presos que acoge el nuevo modelo penitenciario en diez
cárceles del país.

Además, desde el año 2005 y a través de la Procuraduría General de la República, el Estado ha


destinado más de RD$110 millones en la construcción y remodelación de nueve centros de
corrección y rehabilitación, como se denominan ahora las prisiones.

El estado dominicano tienes establecido en su presupuesto anual a partir de año 2005 un monto
de 104 millones de pesos para las Cárceles, sin embargo, este presupuesto se agota en los
primeros meses del año fiscal.

AUTORIDADES EN LAS PRISIONES: Son las siguientes:

Comisión de Vigilancia, evaluación y Sanción:


Esta comisión es un organismo colegiado integrado por un Director penal, un Psiquiatra, un
visitador social, con la misión de evaluar el tratamiento de los reclusos, su adaptación, concesión
de permisos y aplicación de sanciones.

Dicho organismo es también una instancia de apelación para las quejas o peticiones que los
reclusos puedan presentar a la dirección del establecimiento. La existencia de este organismo es
de vital importancia para los reclusos por su carácter de tribunal interno, que está constituido por
personas de un roce cotidiano con ellos ante las cuales pueden hacer sus reclamos.

Departamento de vigilancia y tratamiento penitenciario:

La ley 224 también crea el Departamento de vigilancia y tratamiento penitenciario, que es la


policía penitenciaria. La cual se encarga de la supervisión y custodia de los recintos carcelarios.
Este personal enfrenta un alto nivel de exigencia en el desempeño de sus funciones,
particularmente en el ámbito de conductas morales, ya que este debe constituir un ejemplo para
los reclusos a su cargo.

Este es un cuerpo civil, que depende de la Dirección General de prisiones. Y su personal ira en
sustitución de la policía y el Ejercito Nacional.
Cada funcionario de la policía penitenciaria deberá ser formado de manera rigurosa, de acuerdo
con la ley, incluyendo una formación acabada en aspectos legales, reglamentarios y ética
profesional.

NÚMERO DE CÁRCELES EXISTENTES EN EL PAÍS Y SU RELACIÓN CON EL


NÚMERO DE PRESOS.

Actualmente el sistema penitenciario cuenta con dos modelos, por un lado, el denominado viejo
sistema, bajo el cual existen 23 centros y el nuevo modelo con 12 Centros de Corrección y
Rehabilitación, para un total de 35.

El número de reclusos ha ido incrementándose en la República Dominicana durante los últimos


cuatro años.

La superpoblación carcelaria en el país se coloca hasta en un 700%, con respecto a la capacidad


instalada de los recintos

Un informe sobre la población penitenciaria correspondiente al 12 de mayo de este año, muestra


que hasta esa fecha los reos en calidad preventiva constituyen el 57 por ciento y el 43 por ciento
están condenados.

Sin embargo, el porcentaje de preventivos varía en función del modelo al que pertenecen los
centros, siendo mayor en el tradicional, que llega al 61.8 por ciento, frente al 51.6 por ciento del
nuevo, según se evidencia en un reporte de la Dirección General de Prisiones hasta el 31 de
agosto de 2020.
Sin embargo, como todo país de la región República Dominicana no es la excepción, la
sobrepoblación carcelaria es unos de los grandes problemas que enfrenta el sistema
penitenciario, esto se debe a que hay muchos presos preventivos esperando condena, un sistema
de justicia lento se suma a la problemática.

Las cárceles más sobrepobladas del país son las 19 que pertenecen al sistema penitenciario
tradicional, en las que impera una tasa de hacinamiento de 262.5 por ciento.

Los centros del modelo tradicional son menos que los del nuevo modelo, pero reciben más
imputados, lo cual genera más hacinamiento.

LOS CASOS DE PREVENTIVA DE NAJAYO:

Construida en 1994 para albergar 700 reos, Najayo, cuya sobrepoblación se coloca en un grado
tres veces más alto que su origen; Najayo Hombres presenta una alta tasa de hacinamiento, de un
78.2%.

En el año 2010 La Dirección de Prisiones dispuso el cierre de la cárcel de Najayo Hombres para
nuevos ingresos, debido al exceso de sobrepoblación. El director de Prisiones tomó la medida
para aliviar el hacinamiento y mejorar las condiciones de vida de los internos.

El cierre fue notificado a las autoridades judiciales del Distrito Nacional y la provincia de Santo
Domingo, con la finalidad de que los procesados judicialmente, con medidas de coerción que
impliquen la perdida de la libertad, sean enviados a La Victoria y no a la cárcel de Najayo
Hombres.

Por la sobrepoblación y los problemas en el consumo energético se tomaban medidas necesarias


que incluyeron disminuir el número de aparatos eléctricos estableciendo turnos para el consumo
de energía y evitar la sobrecarga del sistema.

En Najayo Hombres, aparte de los graves niveles de hacinamiento, no hay un comedor


suficientemente grande para que los internos puedan sentarse a comer decentemente ni espacios
adecuados para recibir visitas.

Najayo Mujeres no hay un área materno-infantil adecuada para las internas que se encuentran
embarazadas, y en Najayo Sancristobalense no hay espacio suficiente para todos los privados de
libertad de la provincia.

Este recinto tiene una capacidad para mil 230 internos, y una sobrepoblación de 178%.

En el 2019 el procurador general de la República, dejó formalmente iniciados los trabajos de


ampliación del centro de rehabilitación de Najayo

Se construirá un nuevo comedor de un nivel, dos canchas mixtas, verja de cerramiento perimetral
en malla, aceras de conexión para los cuatro edificios, garitas de seguridad, torres de vigilancia y
rampas entre terrazas para personas con discapacidad, obras que serán levantadas en un terreno
de aproximadamente 16,456 metros cuadrados.

Cada edificio incluirá 38 celdas normales y dos para personas con movilidad reducida, además
de espacios para ducha y lavandería, sala de estar, cuarto de control en cada nivel, oficinas de
atención integral, almacén de ropa, áreas de cabinas telefónicas y garitas de vigilancia en techo.

Mientras que el CCR Najayo-hombres, que tiene una capacidad instalada de 894 internos, con la
ampliación se permitirá alojar 206 adicionales mediante la construcción de un edificio de cuatro
niveles, y otra edificación de máxima seguridad de un piso que se levantarán en una zona de
2,242 metros cuadrados.

El edificio de máxima seguridad incluirá 12 celdas, cuartos de entrevistas, de control y de


monitoreo, así como área de cacheo, almacén de ropa blanca y patio exterior.

Para el CCR Najayo Mujeres, que actualmente alberga 308 internas, se proyecta una ampliación
de 207 nuevos espacios con la construcción de un edificio de cuatro niveles y otro materno
infantil de un piso que estarán ubicados en un área de 2,427 metros cuadrados.

En el edificio materno infantil se incluirán 12 celdas de alojamiento para madres y su bebé, un


dormitorio para madre con movilidad reducida, área de estar materno infantil y de visitas, lobby,
sala de espera, asesor médico, cocina y lavandería.

Asimismo, las áreas exteriores incluyen veja de cerramiento perimetral en malla y aceras.

CÁRCEL DE LA VICTORIA.

Fue construida en 1952 para albergar a 900 internos, más el personal administrativo y de
seguridad. Actualmente alberga a 8,354 internos en condiciones de hacinamiento, por lo cual es
tildada de “ cementerio de “hombres vivos”. un mundo donde se conjugan diversas culturas y
creencias, enmarcadas en un ambiente hostil, donde el hacinamiento y el ocio se convierten en
los principales protagonistas de una realidad que vulnera derechos fundamentales.

La Victoria es el destino favorito de los privados de libertad vinculados a criminalidad


organizada, tanto por preferencia de los imputados como por decisión de jueces y fiscales.

una persona con poder adquisitivo paga hasta tres millones de pesos semanales por concepto de
alojamiento en celdas, comida, bebidas y uso de los sanitarios. Allí hay varios pabellones; uno de
ellos es Alaska. Una “suite” en Alaska puede costar hasta RD$300 mil, y quien lo pague puede
acceder a unos lujos que van desde gimnasio hasta masajes corporales, según un informe emitido
en 2016 por Derechos Humanos.

Lo opuesto de Alaska es La Planchita, el pabellón más arrabalizado y donde llegan todos los reos
de nuevo ingreso. Para moverse a un área más o menos cómoda, deben pagar desde RD$500
hasta RD$30 mil para conseguir una celda con cama. Los Galopes es el área intermedia.
El recinto carcelario contemplado para albergar 900 internos, hoy cuenta con una población de
9,000 personas.

La demolición del recinto carcelario fue anunciada por primera vez en el 2009 por el entonces
procurador general de la República, Radhamés Jiménez, pero tal iniciativa no prosperó.

LAS CÁRCELES DE LAS PROVINCIAS, UBICACIÓN GEOGRÁFICA.


ESTADÍSTICAS. NÚMERO DE PRESOS.

De acuerdo al último informe de la Dirección General de prisiones de fecha18 de junio del 2021
las estadísticas de las cárceles dominicanas arrojan los siguientes números:

Archivo adjunto,

INDICADORES ECONÓMICOS DE CADA REGIÓN DEL PAÍS.

CIBAO:

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