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Motivación, expectativas y metas implicadas en el desempeño estudiantil

INTRODUCCION
Basados en la necesidad de buscar la excelencia académica y por ende mejorar el
desempeño estudiantil en la clínica odontológica de la Facultad de Odontología de la
Universidad Central de Venezuela, nos preguntamos ¿qué motiva la conducta de los
estudiantes en su desempeño en la clínica odontológica?, y para obtener la respuesta
tenemos que referirnos a: 1) un determinante ambiental que originó la conducta en
cuestión (como por ejemplo si tienen unidades, materiales y si asistieron los profesores
para poder trabajar), 2) la expectativa, urgencia, apetencia, sentimiento, emoción,
pulsión, instinto, carencia, deseo, demanda, propósito, interés, plan, necesidad o motivo
interno que suscitó la acción, o 3) el incentivo o meta que atrajo o repelió al alumno.

MOTIVACIÓN
"Motivar para el aprendizaje, es mover al alumno, a aprender, y crear las
condiciones necesarias para lograrlo..." La motivación se refiere a las condiciones o
estados que activan o dan energía al organismo, que conducen a una conducta orientada
hacia determinados objetivos. Mientras que Young citado por Cofer, considera la
motivación como "...el proceso para despertar la acción, sostener la actividad en
progreso y regular el patrón de actividad".
Partiendo de que todo el proceso educativo falla si el estudiante no quiere
aprender, le corresponde al educando, como cogestor de su aprendizaje, estimularse
para formar parte del proceso ¿cómo? motivándose hacia el logro y conduciéndose
hacia el punto óptimo de flujo de aprendizaje, en el cual la excelencia no requiere de
ningún esfuerzo extraordinario, ya que se está absorto en una tarea enriquecedora, que
produce una sensación agradable intrínsecamente gratificante. Por lo que se debe
establecer un ambiente de confianza y participación, que favorezca la responsabilidad
motiva del estudiante, y así propicie su aprendizaje.
Adicionalmente al contexto o situación, debemos considerar los deseos y
necesidades, que de manera positiva impulsan al ser humano a reaccionar; al
relacionarlo con el aprendizaje, permite afirmar que el alumno aprende cuando lo desea
y siente necesidad de hacerlo. Los motivos pueden ser innatos, que están presentes en el
momento del nacimiento o aprendidos en el curso del desarrollo de una cultura
determinada, se forman con respecto a relaciones interpersonales, valores sociales y a
las normas. La motivación regulada por el ambiente es una consecuencia artificial y
extrínseca de una conducta, algunos motivadores extrínsecos podrían ser los elogios, el
dinero y una evaluación favorable por parte de un docente; mientras que la conducta
intrínsecamente motivada es la conducta que se realiza exclusivamente por el interés y
el placer de realizarla, se origina de necesidades, intereses y reacciones personales al
propio comportamiento, para el alumno, las reacciones propias a su actividad clínica
incluyen sentimientos de competencia, si la autoevaluación de la competencia es
positiva, puede convertirse en un motivador intrínseco para seguir avanzando en la
clínica. Cuando el estudiante lleva a cabo actividades para satisfacer necesidades de
causa personal, efectividad o curiosidad se dice que actúan por motivación intrínseca.
Basándonos en la clasificación de las necesidades, podemos plantear que el aprendizaje
satisface necesidades fisiológicas como la diversión, cuando el estudiante disfruta de su
formación académica, así como cuando la situación educativa contempla el bienestar
físico y tiempo para el sano esparcimiento; las necesidades de seguridad estimulando la
integridad emocional y evitando las implicaciones negativas del aprendizaje que
desmotivan al estudiante como el miedo, desprecio y desinterés; las necesidades de
pertenencia, permitiendo la identificación con el grupo y la institución; las necesidades
de estimación, al propiciar el respeto hacia las personas, sus ideas, sentimientos y honra
de los demás; y las necesidades de autorrealización, donde el estudiante sepa y decida
que debe hacer, por qué debe hacerlo y cuando está bien hecho y así construya
libremente su realización. El ser humano filtra el entorno a través de sus sentidos, sobre
todo de aquello que le interesa o lo motiva. Cada persona tiene una manera muy
peculiar para aprender, internalizar y procesar lo que percibe, luego selecciona la
experiencia elaborada por sus propias impresiones, donde interviene la motivación,
cultura, creencias y valores; construyendo una versión única, esto se denomina filtros de
experiencia, y así se convierte en el mapa de nuestros pensamientos, porque apreciamos
al mundo y aprendemos, a través del prisma de nuestro filtro de experiencias. Para
lograr la motivación se debe promover el aprendizaje de los alumnos, para favorecer el
flujo de aprendizaje en su punto óptimo. Por lo que se requiere conocer y orientar los
deseos, necesidades y expectativas; hacia conductas positivas, dirigidas hacia acciones
benéficas para la persona y su contexto social. Así mismo, facilitar la discusión libre
basada en los intereses, que propicie sus intervenciones y participación, el elogio
objetivo y el reforzamiento positivo debe prevalecer sobre las sanciones reduciendo al
mínimo tensiones y amenazas que atenten contra la motivación.

Por otra parte se debe estimular la internalización del aprendizaje, tomando en


cuenta los filtros de experiencia que atraviesa para cada uno. Para ello debemos aceptar
las características diferentes se poseen debido a sus intereses, cultura, creencias y
valores, de manera tal, que los objetivos planteados sean percibidos como claros,
válidos y aceptados, que les permitan ser y sentirse parte importante del proceso
educativo al asimilar, acomodar y asociar aprendizajes plasmados en la creatividad,
toma decisiones, proposición de iniciativas y dirección sus actos. Los incentivos y los
reforzamientos intermitentes o recompensas aprendidas, activan y guían la conducta
mediante el aprendizaje. Según esta información podríamos inferir que para incrementar
conductas deseables en la práctica odontológicas se puede crear un incentivo para el
alumno como sería aparecer en una cartelera donde aparezcan reconocimientos a los
estudiantes con mejores calificaciones en actividades clínicas, o con mayor destreza en
algún procedimiento en particular; el reforzador intermitente podría ser que la cartelera
se actualizara cada tres meses para darle oportunidad a varios estudiantes durante el año
o al mismo estudiante a través de su esfuerzo.
Las personas se desempeñan mejor en situaciones de competencia y aprenden rápido, se
interesan menos por la fama y la fortuna que por satisfacer el alto nivel de rendimiento
que ellos mismos se proponen, tienen confianza en sí mismos, aceptan con agrado sus
responsabilidades y son relativamente resistentes a las presiones sociales externas, son
enérgicos y permiten que pocas cosas se interpongan entre ellos y sus metas, pero
también tienen tendencia a las tensiones y los trastornos psicofisiológicos.

Los elementos de motivación ante cualquier actividad que debemos poner en


práctica en el desempeño clínico odontológico son: confianza, optimismo, tenacidad,
entusiasmo y resistencia. La confianza nos da la certeza de que tenemos la capacidad
(intelectual y destreza) para llevar a cabo una tarea; el optimismo nos brinda la
esperanza de un resultado positivo; la tenacidad nos permite concentrarnos en la tarea;
el entusiasmo nos permite disfrutar del proceso y la resistencia nos da fuerzas para
comenzar de cero si es necesario.
Existe una serie de técnicas para aprender la automotivación:
1) afirmaciones motivadoras, las cuales fortalecen nuestro optimismo, tenacidad
y resistencia, nos dicen que contamos con la capacidad y el empuje para realizar una
actividad, como: puedo realizar la exodoncia. Nadie conoce mejor las necesidades de mi
paciente. Pase lo que pase, tallaré ese muñón. Cuando nos invadan pensamientos
negativos es el momento de repetirlos una y otra vez hasta que nos la empezamos a
creer.
2) realizar juegos mentales, las fantasías mentales nos conducen a un
pensamiento optimista y nos mantienen al margen de pensamientos negativos, como
imaginar que este es el mejor día en la sala clínica y que estamos consiguiendo muchos
logros y nos sentimos bien por ello.
3) centrar nuestros pensamientos delimitando un tiempo durante el cual nos
concentramos en distribuir las actividades que debemos realizar (cronograma de
ejercicios clínicos a realizar el día siguiente, citar al paciente, estudiar para realizar el
procedimiento y preparar el instrumental necesario) y delimitación de un período de
tiempo para realizar una actividad clínica específica (guardia clínica, pagar los recibos y
realizar la actividad clínica programada).
4) emplear imágenes mentales que se basan en la imitación, que representa la
forma más eficaz de aprender un nuevo comportamiento.
5) hacer autocríticas constructivas, eligiendo un procedimiento clínico con el
que tengamos dificultades y nos digamos a nosotros mismos el buen diagnóstico que
hemos hecho, los avances que hemos logrado y que podemos hacer para mejorar y
lograr culminarlo con éxito.
6) establecer metas significativas, pensar en lo cerca que nos encontramos de
nuestro objetivo en vez de preocuparnos por lo mucho que nos falta.
EXPECTATIVAS
Actualmente los psicólogos cognitivos definen la expectativa como la
evaluación subjetiva de la probabilidad de alcanzar una meta concreta, Lo que le
permite al individuo predecir la probabilidad de que un acontecimiento se dé basado en
la experiencia previa. Cuando el estudiante está en la sala clínica, evalúa la probabilidad
de realizar el procedimiento que se había propuesto y de recibir una buena evaluación
por parte del profesor.
Las expectativas se forman a partir de la percepción de la competencia con
respecto a la realización de una tarea, en combinación con los factores positivos y
negativos anticipados.
Cuando nos enfrentamos a una actividad odontológica, lo primero que hacemos
es una evaluación del nivel de dificultad del procedimiento y de los conocimientos y
destrezas que poseemos para llevarlo a cabo. Estas evaluaciones nos permiten hacernos
una idea, de sí la actividad propuesta es apropiada o no para la consecución de las
metas, estimar el nivel de conocimientos y destrezas para realizar adecuadamente el
procedimiento, calcular el tiempo y esfuerzo que debemos invertir y predecir si
alcanzaremos la meta propuesta.

Las expectativas del rendimiento aprendizaje: se refiere al nivel de rendimiento que


el estudiante espera lograr. Los alumnos valoran la tarea, los recursos propios
(conocimientos y habilidades) y otros factores que consideran influyentes en su
rendimiento (asistencia del paciente y profesor, materiales, recibos cancelados, entre
otros).

Las expectativas de meta: se refieren a sí mismo como consecuencia del rendimiento,


como puede ser el incremento de la competencia o lograr los juicios de competencia, a
la probabilidad que tiene el sujeto de conseguir la meta que se ha propuesto, juicio
positivo de competencia o incrementar la propia competencia. El rendimiento o
aprendizaje alcanzado y el patrón establecido es diferente para cada tipo de meta.
Cuando se persiguen metas de aprendizaje las expectativas de aprendizaje o rendimiento
son las mismas expectativas de meta ya que si los sujetos alcanzan su patrón de
aprendizaje han logrado su meta. Cuando persiguen metas de ejecución, existen
diferencias en ambos tipos de expectativas, ya que alcanzan cierto nivel de rendimiento
no garantiza la obtención o evitación de juicios de comparación, sujetos con altas
expectativas de rendimiento pueden plantearse bajas expectativas de metas, lo que los
puede llevar al abandono de la tarea. Las expectativas de meta no son estimaciones
estables, pueden modificarse por nuevas variables.
Existen dos tipos de expectativas.
Las expectativas de eficacia que consiste en la estimación que realiza la persona de la
probabilidad de que pueda ejecutar un acto, son apreciaciones subjetivas de la capacidad
que tiene la persona para realizar una conducta con éxito.
Expectativa de resultado es la estimación hecha por la persona sobre la probabilidad
de que la conducta, una vez realizada, tenga consecuencias sociales, físicas y auto-
evaluativas, son apreciaciones subjetivas de que se producirá un resultado específico si
se lleva a cabo una determinada conducta de forma exitosa.
Ambas expectativas determinan las causas que permiten la iniciación y la
persistencia de la conducta. Por ejemplo un estudiante evalúa la posibilidad de realizar
una operatoria a un paciente, el inicio del procedimiento operatorio y la persistencia
hasta terminar la actividad, se basa en ambas expectativas, en la expectativa de eficacia
que tiene el alumno de que pueda contar con la destreza necesaria para realizar la
cavidad y obturarla y la expectativa de resultado que tiene el estudiante de que la
operatoria tendrá ciertas consecuencias físicas y sociales para el paciente, como podría
ser alivio del dolor, lo que le permitirá relacionarse mejor con los demás y asistir a su
trabajo.

METAS
La meta es aquello por lo que el individuo se esfuerza en conseguir. Estas no
siempre incrementan el rendimiento, para que realmente incrementen significativamente
el rendimiento deben ser específicas, difíciles y desafiantes, porque centran la atención
de la persona, movilizan el esfuerzo, aumentan la persistencia y motivan al estudiante a
desarrollar nuevas estrategias eficaces para mejorar el rendimiento (Locke, Shaw, Saari
y Latham, 1981, citados por Reeve). Cuando el alumno en la sala clínica acepta una
meta fijada por el profesor, el estudiante internaliza la meta y la convierte así en una
meta fijada internamente, que implica un compromiso de esfuerzo, incrementando su
rendimiento. Sin embargo, otros alumnos rechazan las metas que se les imponen
externamente, lo que implica indiferencia o, a lo sumo poco compromiso y por ende no
mejoran en su rendimiento. Para mejorar el rendimiento las metas deben estar
acompañadas de feedback, lo que le permite al estudiante evaluar si su rendimiento es
superior, inferior o está al nivel de exigencia de la meta y así adecua su rendimiento o se
fija metas más altas.
Las personas que alcanzan la autorrealización, es decir, consiguen sus metas, son
individuos que se sienten seguros y aceptados y son capaces de amar y ser amados,
poseen buena autoestima y tienen una filosofía personal de la vida. Reportó en tres mil
(3.000) estudiantes universitarios un grupo significativo de ellos con grandes
posibilidades de obtener sus metas en el futuro y mostraron las siguientes
características:
1) precisión en juzgarse a sí mismo y a otros.
2) aceptación del yo y de otros.
3) espontaneidad.
4) un sentimiento de propósito en la vida.
5) independencia.
6) un sentimiento de aprecio de la naturaleza, arte, niños, salud, entre otros.
7) espíritu abierto a la experiencia máxima.
8) buenas relaciones interpersonales.
9) actitudes democráticas.
10) sentido de la ética y los valores.
11) sentido del humor.
12) creatividad.
13) ni rebeldía contra la autoridad razonable no falta de valor para enfrentar la
insuficiencia.
La cultura occidental, posee una fuerte necesidad de tener éxito y lograr las
metas planteadas, comparada con otras culturas del mundo. Para algunos, el éxito en los
estudios superiores está representado por una cadena de éxitos académicos de altas
calificaciones, mientras que para otros el éxito consiste en pasar con el menor esfuerzo.
El grado de aspiración de un individuo, es decir, la meta que espera alcanzar, está
determinada por factores culturales, características personales y experiencias previas.
Las personas que manifiestan mayor necesidad para tener éxito y alcanzar sus metas,
son aquellas que corren riesgos y poseen responsabilidades elevadas.
El estudiante que quiere convertirse en odontólogo es un ejemplo de meta a
largo plazo, por ser una meta ambiciosa el alumno tiene obligatoriamente que alcanzar
primero varias metas a corto plazo como ser admitido en la universidad, aprobar las
asignaturas teóricas y teórico-prácticas año por año y promover la clínica. Muchos
estudiantes desisten en sus esfuerzos a largo plazo por no recibir refuerzos positivos por
alcanzar metas a corto plazo en el trayecto, las que aumentan el compromiso de la
persona para con la meta a largo plazo Latham, Match|ell y Dossett, 1978 citados por
Reeve.

La importancia motivacional de las metas, nos conduce a analizar los distintos


tipos de metas que se pueden perseguir con la realización de actividades
académicas, a saber:

Metas relacionadas con la tarea: Incluye a su vez tres tipos de metas.


A) Incrementar la propia competencia, cuando adquirimos un aprendizaje nuevo o se
consolida uno anterior, se produce una respuesta emocional gratificante vinculada al
dominio de la tarea o a la experiencia de competencia.
B) Hacer la tarea que se quiere hacer, también se produce una grata respuesta
emocional y con frecuencia bajo este tipo de meta se trabaja más que cuando la meta ha
sido impuesta, ya que al elegir actividades permiten el logro de una experiencia
autónoma.
C) Sentirse absorbido en la tarea, nos permite realizarla por el interés que ella despierta,
quizás por lo novedosa o atractiva, resulta altamente gratificante, pudiendo determinar
que se ponga más interés y esfuerzo en este último tipo de metas.

Metas relacionadas con él yo: pueden orientar las conductas de motivación al logro
hacia dos tipos de metas.
A) Demostrando que se es mejor que los otros, o por lo menos, que no se es peor que
los demás.
B) No demostrar que se es peor que los otros.

Metas relacionadas con la valoración social: esta categoría incluye dos tipos de metas
A) Conseguir aprobación de los profesores, importante para el estudiante y evita su
rechazo.
B) Conseguir la aprobación de los compañeros.

Metas relacionadas con la búsqueda de recompensas externas o con la evitación del


castigo: las conductas de motivación al logro, van orientadas a la obtención de
reforzadores tangibles, a la evitación de perder dichos reforzadores y a la evitación de
experiencias adversivas. Este tipo de metas puede ser usado como instigadores de logros
académicos.

Metas de aprendizaje: son aquellas en las que el estudiante tiene como objetivo
adquirir conocimientos o incrementar sus habilidades y destrezas.

Metas de ejecución: son aquellas en que los alumnos buscan obtener juicios positivos
de competencia, o evitar juicios negativos de competencia.

Un alumno con metas de ejecución lo primero que se pregunta ante un


procedimiento clínico que nunca ha efectuado es ¿Cómo podré hacerlo? , su atención se
dirige hacia la tarea, asumen el error como algo natural que se requiere para aprender, la
incertidumbre hacia los resultados se plantea como un reto, prefieren actividades en las
que se aprende, buscan información para mejorar sus habilidades, evalúan su ejecución
comparándola con patrones flexibles, su fuente de expectativa es el esfuerzo, valoran al
profesor como orientador y fuente de ayuda, el valor de las metas es intrínseco.
Mientras que para el estudiante con metas de aprendizaje lo primero que se pregunta
ante un procedimiento clínico que nunca ha efectuado es ¿puedo hacerlo?, su atención
se dirige hacia el resultado de la tarea ¡cómo quedo?, asumen el error como un fracaso,
la incertidumbre hacia los resultados se plantea como una amenaza, prefieren
actividades en las que se luzcan ante los demás, buscan información para que los
halaguen, evalúan su ejecución comparándola con patrones normativos y rígidos, su
fuente de expectativa es su comportamiento actual, valoran al profesor como un juez
sancionador, el valor de las metas es extrínseco.
Qué es el manejo de conflictos
El manejo de conflictos es un proceso en el que se gestiona un desacuerdo entre
varias partes con el propósito de minimizar el impacto negativo del problema, aliviar la
tensión entre los involucrados y alcanzar un acuerdo satisfactorio
Los conflictos interpersonales surgen en el ámbito familiar, laboral y cualquier
otro espacio de socialización. Dentro de la dinámica empresarial la aparición de
conflictos es una parte natural de la convivencia.
Las relaciones interpersonales, la comunicación efectiva y la gestión de
productividad son tres de los aspectos que pueden mejorar en la empresa al adoptar
estrategias para el manejo de conflictos.

El manejo de problemas y conflictos es una de las responsabilidades del área de


recursos humanos. Según el nivel organizacional que afectan, los conflictos laborales
pueden ser:

Intrapersonales: contradicción personal entre valores y funciones;


Interpersonales: desacuerdo entre funcionarios, o entre clientes y funcionarios;
Intragrupales: ocurren dentro del mismo grupo;
Intergrupales: entre dos o más grupos diferentes;
Interorganizacionales: entre organizaciones.

La resolución de conflictos puede marcar la diferencia entre tus pares y tú,


ayudarte a destacar en el equipo y convertirse en el atributo que te impulse hacia
posiciones superiores dentro de la corporación.

Estilos de manejo de conflictos:


5 formas de solucionar malentendidos
Ya sea entre compañeros de trabajo o con un cliente, es conveniente que estés preparado
para el manejo de problemas y conflictos.

Colaborativo
Es el estilo adecuado para las soluciones completas, donde lo que interesa es no
comprometer las creencias y opiniones de los involucrados en el malentendido. Se
prioriza complacer a todas las partes y brindar beneficios mutuos. Es el estilo de
resolución de conflictos adecuado para incluir las perspectivas en su totalidad, sin
ofender a nadie.
Comprometido
Este es el estilo recomendado cuando conviene llegar a una solución rápida, que
satisfaga parcialmente a todos los involucrados. Prioriza la resolución de conflictos que
requieren soluciones inmediatas, aunque no permanentes. No suele ser el estilo más
satisfactorio para las partes en desacuerdo.

Complaciente
Es el estilo de quienes ceden sus intereses en beneficio de terceros. Es la manera de
gestionar conflictos cuando el asunto es menos importante para ti que para las otras
personas involucradas. Se recomienda en situaciones en las que no tienes la razón,
quieres mantener la armonía y puedes ceder ante el punto de vista del otro.

Competitivo
Se contrapone al anterior, pues es el estilo de quien no cede en sus posiciones. El punto
de vista personal se utiliza como argumento para invalidar las opiniones ajenas, hasta
alcanzar un propósito. Es la manera indicada de gestionar conflictos si necesitas evitar
un problema aún más grave, finalizar una situación de conflicto prolongada, lograr que
los demás acepten una posición que no está en negociación o defender derechos.

Evasivo
Es el estilo de resolución de conflictos de quien no soluciona las situaciones
problemáticas. En lugar de aplicar técnicas de negociación y manejo de conflictos, se
opta por prorrogar el momento de la resolución, evitando la confrontación. Puede ser la
manera más apropiada de solucionar un desacuerdo donde no tienes interés de
participar, bien sea por falta de opinión o tiempo. También se aplica en circunstancias
en las que la resolución del conflicto podría generar resentimientos y deterioro de
relaciones.
Independiente del abordaje que utilices, toda resolución y manejo de conflictos debe
aspirar a promover la aplicación de justicia en el origen del problema en seguida que
haya aparecido y sin represalias.

7 acciones para el manejo de conflictos


Si no ha sido posible evitar una situación de desacuerdo, es hora de tomar acciones para
la negociación y manejo de conflictos. Para eso te recomendamos tomar una actitud
asertiva, que no aumente el tamaño del problema. A la hora de hacer un manejo de
conflictos, ten en cuenta estas 7 acciones:

Conversar: la comunicación es la base de todas las relaciones y el comienzo para


cualquier resolución de conflictos. Es recomendable buscar un espacio neutro para
manejar el problema, escuchar todas las opiniones de los afectados y proponer
soluciones sin atropellar.
No juzgar: es importante no colocar tus opiniones personales en medio de la resolución
del problema. Evaluar los hechos es más constructivo que generalizar basado en
suposiciones y subjetividades.
Escuchar: es fundamental escuchar para entender y no para reaccionar ante las
opiniones ajenas. Evita interrumpir a las personas mientras estas exponen sus puntos de
vista y practica técnicas de comunicación efectiva, como parafrasear lo que fue dicho
antes de responder.
Resumir: hacer una síntesis de puntos positivos y negativos del asunto en discusión
genera en ambas partes la sensación de avance en la resolución del conflicto. Es
importante ajustar la decisión hasta que satisfaga a las partes de la forma más completa
posible.
Priorizar: no todas las situaciones son igual de graves para la continuidad de las
relaciones laborales y de negocios. Es necesario definir los asuntos de mayor interés
para abordar durante la negociación del conflicto, sin traer a la discusión problemas ya
resueltos.
Planificar: es importante dejar un esquema de acciones preestablecidas para facilitar la
negociación al abordar el manejo de problemas de una forma sistemática. Este plan
estratégico para el manejo de conflictos debe considerar la prioridad de cada situación y
el alcance de las soluciones a las que se aspira.
Reconocer: según la gravedad del conflicto en resolución, conviene hacer revisiones
para dar feedback a las partes involucradas en el conflicto, incentivar los logros y
proporcionar nuevas ideas para la evolución de la situación.

Resolución y manejo de conflictos:


4 formas prácticas
¿Sabes cómo actuar en tu día a día para que el manejo de conflictos se convierta en una
fuente de oportunidades para el crecimiento de tu empresa?
Conoce 4 formas de poner en práctica el manejo de conflictos:
Arbitraje
Durante la negociación del conflicto se delega en una persona de mayor autoridad en la
organización o ajena a ésta, quien propone una solución. Se indica en casos graves, que
requieren una solución rápida, en donde las demandas y reclamos de las partes no
pueden ser del todo satisfechas.
Facilitación
Este mecanismo de negociación propone delegar en una persona neutra, quien ayuda a
establecer el diálogo entre los interesados sin dar una solución. Se indica en casos de
poca gravedad, en donde se confía en las habilidades de negociación del intercesor
elegido para lograr el consenso entre las partes.
Mediación
Se escoge una persona ajena al asunto para servir como mediadora del conflicto, cuyo
propósito es crear un ambiente adecuado para la negociación y resolución del
desacuerdo. Es la opción más idónea en los casos en los que las partes no tienen ya
ninguna relación que les permita establecer un diálogo sin intermediarios.
Indagación
Una persona o ente neutro abre una investigación formal sobre las causas que originaron
el conflicto y las circunstancias de las partes involucradas. Posteriormente se realiza una
fase de aconsejamiento con el objetivo de minimizar el desacuerdo y proponer
soluciones justas.
Ciberdelitos y redes sociales

El Código Penal no define qué son los “ciberdelitos”. Sí lo hace el Diccionario


del español jurídico de la Real Academia Española que identifica dicho término con
“delito informático” el cual a su vez define como “infracción penal cometida utilizando
un medio o un instrumento informático”. Por su parte, hablar de redes sociales en
Internet (o simplemente, de redes sociales) es referirse a sitios de Internet formados por
comunidades de individuos que comparten intereses o actividades comunes, como
puede ser amistad, parentesco, trabajo, estudios, deportes, hobbies, entre otros, y que
permiten intercambiar información (ejemplos: Facebook, LinkedIn, Pinterest,
Instagram, Twitter).
No es necesario que los integrantes de la red social se conozcan previamente ya
que pueden hacerlo a través de ella.
Si la informática se define como el conjunto de conocimientos científicos y
técnicos que hacen posible el tratamiento automático de la información por medio de
computadoras, e Internet es un vehículo de transmisión e intercambio de todo tipo de
información, como recuerda la Exposición de Motivos de la Ley 34/2002 de servicios
de la sociedad de la información y de comercio electrónico, entonces los ciberdelitos o
delitos informáticos podrían cometerse utilizando las redes sociales.

Los ciberdelitos son infracciones penales cometidas utilizando un medio informático.

¿Por qué es más fácil delinquir en Internet?


Hoy en día, a diferencia de lo que ocurre en el mundo físico, en el entorno digital resulta
más fácil proferir insultos y amenazas, suplantar la identidad o acceder sin autorización
a datos reservados de carácter personal incorporados en soportes informáticos, debido a
tres razones fundamentales:
En primer lugar, porque el agresor se puede esconder en el anonimato. Internet ofrece
recursos de “anonimización” que hacen posible ocultar el origen de una comunicación
(estoy hablando, por ejemplo, de valerse de la red TOR, de enmascarar la conexión vía
una red privada virtual o una VPN, de utilizar un servidor proxy, o de cualquier otro
sistema de encriptación).
En segundo lugar, porque la producción de daños informáticos por medio de virus,
gusanos o bombas informáticas, y la difusión de comentarios ofensivos a través de la
red se propagan más rápido y pueden llegar a un mayor número de personas. Y con ello,
agravarse el sufrimiento de las víctimas.
En tercer lugar, porque los delitos cometidos en la red no entienden de fronteras lo que
dificulta, a veces, la determinación de la ley aplicable y del juez competente así como la
localización de elementos de prueba en la investigación de los ciberdelitos. una VPN o
un servidor proxy pueden dificultar la identificación del autor de un ciberdelito.
Delitos y redes sociales
La ciberdelincuencia, la delincuencia informática o el crimen relacionado con la
utilización de las tecnologías de la información y comunicación, y más concretamente
con internet, es un fenómeno transversal que puede afectar a bienes jurídicos muy
diversos.
Antes de proponer una clasificación de delitos en las redes sociales es necesario
tener claro el papel que las redes sociales pueden cumplir en la comisión de delitos.

En primer término, las redes sociales pueden ser el medio para cometer delitos cuya
ejecución se puede producir dentro o fuera de internet (por ejemplo, un delito de daños
informáticos producidos por el envío de links desde Facebook que conducen a sitios
webs maliciosos que pueden infectar tu ordenador personal y borrar datos y documentos
personales valiosos; un delito de descubrimiento y revelación de secretos donde la
víctima es el titular de una cuenta de LinkedIn a la que un tercero accede sin su
consentimiento con el fin de conocer el contenido de sus mensajes privados); y en
segundo término, las redes sociales pueden ser el lugar donde se realiza la conducta
típica del delito (por ejemplo, la difusión de un insulto grave por Twitter podría
configurar un delito de injurias con publicidad).

Podemos hablar entonces, por un lado, de delitos cometidos a través de las redes
sociales, y, por otro lado, de delitos cometidos en las redes sociales. Si englobamos
ambas categorías podríamos hablar, simplemente, de delitos de las redes sociales (o
ciberdelitos de las redes sociales).

En todo caso, independientemente de la distinción planteada, téngase en cuenta que en


España los ciberdelitos, como nueva forma delictiva, se tipifican de dos maneras:

Como delitos independientes que son objeto de específica tipificación penal (ejemplos:
estafas informáticas, daños informáticos, intrusismo informático o hacking,
defraudación de las telecomunicaciones, acoso a través de medios de comunicación o
cyberstalking, ciberacoso de menores u online child grooming, apología o
enaltecimiento del terrorismo en las redes).
Como un subtipo de un delito tradicional cometido haciendo uso de las tecnologías de la
información y comunicación (ejemplo: compraventa de drogas a través de Internet,
injurias y calumnias a través de redes sociales, amenazas a través de redes sociales).

Redes sociales
Redes sociales en Internet

Clasificación de los delitos de las redes sociales


Teniendo en cuenta el bien jurídico protegido por el Código Penal (CP) y con un fin
meramente pedagógico, he agrupado los delitos de las redes sociales más comunes en
nueve (9) categorías:

Categoría 1: Delitos contra el honor


Categoría 2: Delitos contra la Constitución
Categoría 3: Delitos contra el orden público
Categoría 4: Delitos contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la
inviolabilidad del domicilio
Categoría 5: Delitos contra la libertad
Categoría 6: Delitos contra la libertad e indemnidad sexuales
Categoría 7: Delitos contra la integridad moral
Categoría 8: Delitos patrimoniales y contra el orden económico
Categoría 9: Falsedades

Categoría 1: Delitos contra el honor


Delito de calumnia privada: la imputación a alguien de un delito en una red social
hecha con conocimiento de su falsedad o temerario desprecio hacia la verdad.
Delito de injuria privada: expresiones en redes sociales que lesionen la dignidad de
una persona, menoscabando su fama o atentando contra su propia estimación.

Categoría 2: Delitos contra la Constitución


Delitos contra el Poder Ejecutivo: injurias, calumnias y amenazas graves en redes
sociales contra los miembros del Gobierno de la Nación o al Consejo de Gobierno de
una Comunidad Autónoma
Delitos contra el Poder Judicial y contra el Tribunal Constitucional: injurias,
calumnias y amenazas graves en redes sociales contra el Consejo General del Poder
Judicial, el Tribunal Supremo, los tribunales superiores de justicia y el Tribunal
Constitucional
Delitos contra los ejércitos y las fuerzas de seguridad: injurias y amenazas graves en
redes sociales contra los Ejércitos, Clases, Cuerpos y Fuerzas de Seguridad.
Delitos de incitación al odio, hostilidad, discriminación o violencia contra grupos:
incluye varias conductas delictivas realizadas en redes sociales, a decir, la promoción,
incitación pública, directa o indirecta, al odio, hostilidad, discriminación o violencia; el
negacionismo o enaltecimiento favorecedor de un clima de odio, hostilidad,
discriminación o violencia; la humillación o menosprecio de grupos protegidos o de
cualquiera de sus miembros; el enaltecimiento o justificación pública de los delitos o de
sus ejecutores.

Categoría 3: Delitos contra el orden público


Delito de enaltecimiento o justificación del terrorismo (apología del terrorismo): el
enaltecimiento o la justificación en redes sociales de los delitos de terrorismo o de
quienes hayan participado en su ejecución, así como la realización de actos en redes
sociales que entrañen descrédito, menosprecio y humillación de las víctimas de los
delitos terroristas o de sus familiares.

Categoría 4: Delitos contra la intimidad, el derecho a la propia imagen y la


inviolabilidad del domicilio
Delito de descubrimiento y revelación de secretos (tipo básico): apoderamiento de
documentos, interceptación de las telecomunicaciones, o utilización de artilugios con el
fin de obtener las contraseñas de un usuario de una red social para acceder a contenidos
privados o vulnerar su intimidad.
Delito de intrusismo informático o hacking: acceso o utilización no autorizados de un
sistema informático o de determinados datos informáticos obrantes en un sistema de
información.
Delito de revenge porn, pornovenganza o sexting: difusión en una red social de
imágenes o grabaciones audiovisuales íntimas de una persona que no ha autorizado
dicha difusión, lo que provoca un menoscabo grave a su intimidad.

Categoría 5: Delitos contra la libertad


Delito de amenazas: exteriorización en una red social del propósito de causar un mal
que constituya delito (homicidio, lesiones, aborto, contra la libertad, torturas, contra la
integridad moral, la libertad sexual, la intimidad, el honor, el patrimonio y el orden
socioeconómico) a una persona, a su familia o a alguien con quién esté estrechamente
vinculada.
Delito de sextorsion o extorsión sexual: modalidad de delito de chantaje donde los
criminales, a través de señuelos y engaños promovidos desde las redes sociales,
obtienen imágenes o grabaciones audiovisuales de la víctima de contenido
explícitamente sexual; posteriormente le exigen dinero a cambio de su no divulgación
en internet.
Delito de acoso o cyberstalking: acecho u hostigamiento con insistencia y reiteración a
través de las redes sociales.

Categoría 6: Delitos contra la libertad e indemnidad sexuales


Delito de online child grooming o ciberacoso de menores: se incluyen aquí dos
conductas delictivas: (i) el acoso o acercamiento de menores de 16 años por medio de
redes sociales con el fin de cometer contra dicho menor un delito de abusos o agresiones
sexuales; y (ii) el embaucamiento del menor para que le facilite material pornográfico o
le muestre al depravador sexual imágenes pornográficas en las que aparezca un menor.

Categoría 7: Delitos contra la integridad moral


Delito de ciberbullying o acoso escolar en la red: se sanciona el “linchamiento social”
contra el menor en una red social, es decir, la persecución y el hostigamiento continúo
en las redes a través de la agresión verbal o psicológica reiterada de uno o varios
individuos. La conducta de acoso puede calificarse como delito de trato degradante sin
perjuicio de que un mismo acto de acoso puede llegar a ser constitutivo de varios
delitos, tales como: lesiones, amenazas, coacciones, calumnias, injurias homicidio e
inducción al suicidio.

Categoría 8: Delitos patrimoniales y contra el orden económico


Delito de daños informáticos: destrucción, deterioro, inutilización o menoscabo de
datos, programas informáticos o documentos electrónicos ajenos, como puede ser la
infección de un terminal informático a través del envío de mensajes spam desde redes
sociales.
Estafas informáticas: la introducción, facilitación o manipulación, a través de redes
sociales, de programas informáticos específicamente destinados a la comisión de una
estafa como el phising o el pharming .

Categoría 9: Falsedades
Delito de usurpación del estado civil: hacerse pasar por otro o atribuirse una
personalidad ajena con cierta continuidad y permanencia con el fin, por ejemplo, de
utilizar sus cuentas bancarias. ¿Qué pasa con el suplantador de perfiles en redes
sociales? ¿Es la llamada suplantación de identidad digital (o robo de identidad
informática) una modalidad de usurpación del estado civil? Resulta forzado decir que sí,
ya que la suplantación de identidad digital no es propiamente una usurpación del estado
civil. Es decir, no existe el delito de usurpación del estado civil digital. No obstante,
puede ser posible reconducir la suplantación de identidad digital a una falsedad
documental de documento privado alegando que el suplantador cuando se registra en
una red social (Facebook, por ejemplo) con una identidad falsa (la tuya o la mía, por
ejemplo) miente al aceptar los términos y condiciones de dicha red social (que no es
sino un contrato electrónico) ya que estaría firmando un contrato a distancia con los
datos que pertenecen a otra persona.

Dificultades para perseguir estos delitos


La persecución de los delitos de las redes sociales presenta ciertas dificultades. Alguna
de ellas son las siguientes:

- La dificultad para determinar quién es el autor de un hecho delictivo debido a las


facilidades relacionadas con el anonimato que ofrece la red.
- La dificultad para saber interpretar la verdadera intención que hay detrás de los
comentarios vertidos en las redes sociales. A veces se puede criminalizar la mera
transmisión de ideas y opiniones que son una manifestación de la libertad de
expresión.
- Otra dificultad se presenta cuando el autor del delito se encuentra fuera de
España puesto que será necesario contar con la colaboración de autoridades
judiciales de otros países (y hacer uso de las comisiones rogatorias
internacionales).
El principio de territorialidad de las normas penales, tal como está configurado
actualmente, no ayuda siempre a determinar la jurisdicción competente y la ley penal
aplicable en el espacio para este tipo de delitos.

Por ejemplo: una persona que domicilia en Rusia difunde un tuit calumnioso contra un
ciudadano español, logrando que dicho tuit lo vean miles de personas de todo el mundo.
Surgen las siguientes preguntas: ¿Cuál es el lugar de comisión del hecho delictivo?
¿Hay que tomar en cuenta el lugar donde físicamente se encontraba el autor? O ¿Hay
que tomar en cuenta el lugar donde se ubica la plataforma o el sistema de información a
través del cual se envía el mensaje (Twitter)? o ¿Hay que tener en cuenta el lugar del
resultado del delito?
El Convenio sobre la Delincuencia de Budapest de 23 de noviembre de 2001, aprobado
y ratificado por España, no resuelve este problema. No obstante, existen teorías que
intentan responder estas preguntas, como la teoría de la ubicuidad que, aplicada al
ejemplo dado, establece que el delito se entiende cometido en todas las jurisdicciones en
las que se haya realizado algún elemento del tipo penal (Pleno no jurisdiccional de la
Sala Segunda del Tribunal Supremo, de 3 de febrero de 2005). Pero esta teoría, a mi
entender, no resuelve tampoco totalmente el problema porque puede suceder que en una
de tales jurisdicciones la conducta no se considere delito (y en las demás sí) con lo cual
la acción criminal podría dejar de juzgarse como tal.

El principio de territorialidad penal no funciona bien en los ciberdelitos.

Recomendaciones
Por regla general evita tomar contacto con el agresor a fin de impedir que pueda utilizar
cualquier argumento en tu contra en un futuro juicio. Es decir, no caigas en sus
provocaciones.
Asesórate por un ciberabogado o abogado especialista en la materia. Un tema clave aquí
es saber aportar la prueba electrónica y preservar la cadena de custodia (¿Sabes cómo
acreditar fehacientemente la autenticidad del documento electrónico que contiene los
mensajes difundidos en una red social? ¿Debes acudir a un agente de autoridad, a un
letrado de la administración de justicia, a un perito, a un notario, contratar los servicios
de un prestador cualificado de servicios de confianza o buscar a un tercero de
confianza?…).
Las redes sociales hacen que todo se vea y nada se olvide. Por eso, no utilices las redes
sociales de manera ligera y reducirás el riesgo de convertirte en víctima de uno de los
delitos citados. Vacúnate contra la ingenuidad.
Las redes sociales hacen que todo se vea y nada se olvide. Vacúnate contra la
ingenuidad.
EL PENSAMIENTO CRÍTICO

El pensamiento crítico es el proceso de dudar de las afirmaciones que en la vida


cotidiana suelen aceptarse como verdaderas. Por ello, el pensamiento crítico no aspira a
alcanzar una verdad absoluta, sino a profundizar prácticas y estrategias que nos
permiten someter nuestras convicciones, y las de otras personas, a discusión.
Ser capaz de utilizar un pensamiento crítico significa que no se acepte la opinión
de la sociedad, teniendo así ideas individuales, se conocen los argumentos a favor y en
contra y se toma una decisión propia respecto a lo que se considere verdadero o falso,
aceptable o inaceptable, deseable o indeseable.
Este pensamiento también es un pensamiento objetivo, basado en el compromiso
de las propias ideas según su entorno como creencias individuales. Lo crítico enfrenta y
evalúa los prejuicios sociales constantemente.
Tener un pensamiento crítico no significa llevar la contraria a todo el mundo o
no estar de acuerdo con nadie, pues esto último no sería un pensamiento crítico, sino
sólo un modo simple de pensar que se limita a contrariar lo que piensen los demás. Por
lo tanto un pensador crítico es capaz, humilde, tenaz, precavido, exigente. Además de
tener una postura libre y abierta, por ello un pensador crítico comienza a destacarse en
su medio y a ser reconocido por sus aportaciones, pero todo se conforma a lo largo del
tiempo con una debida experiencia.

Estándares intelectuales universales


El Dr. Richard Paul y la Dra. Linda Elder, de la Fundación para el Pensamiento Crítico,
señalan los siete Estándares Intelectuales Universales que deben aplicarse al
pensamiento cada vez que se quiera evaluar la calidad del razonamiento sobre un
problema, un tema o una situación; pensar críticamente implica dominar estos
estándares.
Claridad: Modo en que se expresa la propuesta.
Exactitud: Grado en que la estructura empleada tiene coherencia con el material a
emprender.
Precisión: La construcción o propuesta debe ser ajustada a los conocimientos.
Pertinencia o relevancia: Entorno en el que se trata el tema.
Profundidad: Cuando el nivel de análisis, investigación y explicación se encuentra lo
suficientemente cuidado.
Amplitud: Extensión del planteamiento.
Lógica: Argumentación acorde a las normas.
La inteligencia y el conocimiento no implican que se deba tener un
razonamiento o pensamiento crítico. Incluso alguien muy inteligente podría tener
creencias irracionales u opiniones disparatadas. La teoría acerca del pensamiento crítico
trata sobre cómo se debería usar la inteligencia y el conocimiento para alcanzar puntos
de vista más racionales y objetivos con los datos que se poseen. Opiniones y creencias
basadas en un razonamiento crítico pueden estar mejor establecidas, si se comparan con
otras formuladas a través de procesos menos racionales. Al mismo tiempo, los buenos
pensadores críticos suelen estar mejor equipados para tomar decisiones y resolver
problemas, en comparación con quienes carecen de esta habilidad aprendida.

En teoría, para poder ser un buen pensador crítico se deberían seguir y


desarrollar los siguientes pasos:
- Adoptar la actitud de un pensador crítico.
- Reconocer y evitar las barreras o variaciones principales (véase la lista de
prejuicios cognitivos y Sesgo cognitivo).
- Identificar y caracterizar argumentos.
- Evaluar las fuentes de información (véase Argumentum ad verecundiam).
- Evaluar los argumentos.

Habilidades cognitivas del pensamiento crítico


Interpretación: Se debe comprender y expresar, destacando lo más importante como,
datos, juicios, eventos, expresiones, etc.
Análisis: Se refiere a reconocer las intenciones reales o ficticias de conceptos, ideas,
descripciones. También se debe reconocer las ideas subliminales o propósitos ocultos de
algún texto, argumento, noticia, etc.
Razonamiento lógico-crítico: La mayor parte de las actividades cotidianas ordinarias
son efectuadas sin reflexiones. El pensamiento reflexivo consiste esencialmente en el
intento de resolver un problema. En el pensamiento reflexivo nuestras ideas están
dirigidas hacia un objetivo; la solución del problema que nos puso a pensar. El pensar es
un proceso mental en el que pasamos de un pensamiento a otro. Un pensamiento es un
elemento que requiere frase completa para su expresión plena. Cuando un pensamiento
está conectado de forma consciente con otro con el fin de crear la conclusión hacia la
cual está dirigido, se habla de Razonamiento. Razonar es cuando se conectan diversas
informaciones y se extraen conclusiones.
Si alguien tiene una conclusión que está amenazada por algún inconveniente, hecho que
es incapaz de ser explicado, es mejor que abandone su conclusión y encontrar otra que
sea capaz de explicar el nuevo hecho, esta podría ser la manera correcta de proceder.
El Razonamiento lógico-crítico también consiste en clasificar cada caso particular de
algo dado como un ejemplo de uno de dos extremos cuando en realidad existe una
amplia gama de probabilidades intermedias.
Frecuentemente los argumentos están hechos para despertar emociones en el lector o en
el que escucha, así se trata de convencerlo en lugar de hacerlo con conclusiones basadas
en buenas razones.
Evaluación: Se valora la credibilidad del autor, orador, o medio de comunicación y se
comparan fortalezas y debilidades de las fuentes, armándose de evidencias para
determinar el grado de credibilidad que posee.
Inferencias: Es identificar los puntos importantes, destacarlos, evaluarlos,
desmenuzarlos y a partir de eso, llegar a conclusiones razonables.
Explicación: Esta habilidad hará la información clara, concisa, reflexiva y coherente.
Es la forma en que el razonamiento se presenta como argumento.
Metacognición: También llamada autorregulación. Es la habilidad del conocimiento
que permite que los buenos pensadores críticos se examinen y se hagan una
autocorrección.

Componentes del pensamiento crítico


Los componentes del pensamiento crítico son:
Pensamiento razonable: Es un buen pensamiento si se basa en buenas razones. La
mejor conclusión está basada por la mejor razón.
Pensamiento enfocado: Ya que es necesario poseer un propósito y no ocurrir
accidentalmente.
Decisión acerca de lo que creemos o hacemos: Evalúa sentencias que creemos y
acciones que hacemos.

Todo pensamiento de este tipo:


- Tiene un propósito.
- Nace del intento de solucionar un problema, resolver una pregunta o explicar
algo.
- Está fundamentado en supuestos.
- Se respalda con datos, información y evidencia.
- Se expresa mediante conceptos e ideas.
- Da como resultado conclusiones a partir de inferencias e interpretaciones, las
cuales llevan a darle significado a los datos o información previamente recibida.
- Tiene implicaciones y consecuencias.

Consecuencias del pensamiento crítico


Las personas tienen cierto nivel de repercusión en los demás, estos distintos
niveles, se podrían clasificar dependiendo del tipo de relación que tienen las personas,
familiares, amigos, entorno educacional, sociedad, conocidos, o incluso personas que se
encuentran de manera casual, (personas en la calle, vendedores en la tienda, etc.), todas
sin excepción dejan impresiones en nuestra persona, forman parte de nuestras
percepciones (sobre nosotros mismos y del entorno en que nos encontramos). La
adopción del entorno cercano (familia) implica el despliegue de hábitos, costumbres,
que afectan nuestra personalidad, estas se basa en los hechos (experiencias) que
compartimos con ellos.

Los efectos de estas interacciones definen al ser en las que se produce, crea su
forma de pensar, y su modo de percibir su realidad, aunque las consecuencias de las
interacciones casi siempre siguen un patrón estable, (en el sentido de que la familia
suele afectar más que un transeúnte cualquiera), en ocasiones los niveles de interacción
no representan el por qué cierto individuo es afectado más por personas alejadas a él. De
acuerdo a esto, hemos de considerar que una parte fundamental del trabajo del pensador
crítico es considerar el nivel de repercusión que puede llegar a tener en la comunidad,
pues crear ideas comienza a ser un modo de crear una interpretación sobre el mundo.

Pasos del pensamiento crítico


Paso 1: Adoptar la actitud de un pensador crítico
El primer paso para llegar a ser un hábil y diestro pensador crítico es desarrollar una
actitud que permita la entrada de más información y permita detenerse a pensar.

Paso 2: Reconocer y prever las barreras o prejuicios del pensamiento crítico


Cada día el individuo se ve expuesto a variables que bloquean su habilidad para pensar
con claridad, precisión y equidad. Algunas de estas barreras surgen de las limitaciones
humanas naturales e inintencionadas, mientras otras están claramente calculadas y
manipuladas. Algunas son obvias, pero la mayor parte de ellas son sutiles y capciosas.

Paso 3: Identificar y caracterizar los argumentos


En el centro de todo pensador crítico reside la habilidad de reconocer, construir y
evaluar argumentos. La palabra argumento puede ser desorientadora para algunos. No
significa polemizar, reñir o discrepar, incluso aunque la palabra sea usada con
frecuencia informalmente en ese contexto. En el contexto del pensador crítico, un
argumento significa presentar una razón que soporte, respalde o apoye una conclusión.

Paso 4: Evaluar las fuentes de información


La mayor parte de los argumentos hacen referencia a datos para sostener sus
conclusiones. Pero un argumento es tan fuerte como lo son las fuentes o datos a los que
se refiere. Si los hechos que sostienen un argumento son erróneos, entonces el
argumento será también erróneo. Un pensador crítico deberá aproximarse lógicamente a
la evaluación de validez de los datos.
Paso 5: Evaluación de los argumentos

El último paso para el razonamiento crítico, es la evaluación de los argumentos,


este es por sí mismo un proceso de tres pasos para determinar si:
Las presunciones, conjeturas, supuestos o asunciones están garantizadas
El razonamiento llevado a cabo es relevante y suficiente
Existe información que ha sido omitida

Asunciones: Las asunciones o suposiciones son esencialmente razones implícitas en un


argumento que son garantizadas como verdaderas. Usando el argumento anterior de
ejemplo, "No creas en Pedro porque él es un político". La suposición implícita es que
los políticos no pueden ser creídos. El primer paso para evaluar los argumentos es
determinar si estos son suposiciones o conjeturas y si dichas asunciones están
garantizadas o no. Una asunción garantizada o certificada es aquella que cumple:
Es conocida de ser verdadera
Es razonable aceptarla sin requerir otro argumento que la soporte
Una suposición o asunción no está garantizada si falla en el cumplimiento de cualquiera
de los dos criterios anteriores. Concerniente al primer criterio, puede ser necesario para
el pensador crítico realizar investigación independiente para clarificar o verificar que es
"conocida como verdadera". Si el pensador crítico, a pesar de dicha investigación, es
incapaz de realizar una decisión acerca de la verdad, él o ella no deberían
arbitrariamente asumir que la suposición está no garantizada véase argumentum a
silentio o Ad ignorantiam. Con respecto al segundo criterio, un pensador crítico
normalmente evalúa la sensatez, juicio o sentido común de una suposición en función de
tres factores:
El propio conocimiento y experiencia del pensador crítico
La fuente de información para la asunción
El tipo de afirmación que se ha realizado
Si un argumento tiene una asunción no garantizada, injustificada o sin base, y si ésta
asunción es necesaria para validar la conclusión del argumento, el pensador crítico tiene
un buen motivo para cuestionar la validez del argumento entero. Muchos de los
obstáculos para el entendimiento que hay en las tablas resumen (tablas 3 y 4) son la base
para muchas suposiciones sin base.

Razonamiento: El segundo paso para evaluar los argumentos es evaluar o tasar la


relevancia y suficiencia de un razonamiento o evidencia para soportar la conclusión de
un argumento. Es útil pensar en la relevancia como una medida de calidad del
razonamiento y la suficiencia como una medida de la cantidad de razonamiento llevada
a cabo. Los buenos argumentos deberían tener ambas, calidad (ser relevante) y cantidad
(ser suficiente)
Normalmente es más fácil (aunque no siempre) extraer del razonamiento lo que es
relevante que determinar si el razonamiento es suficiente. Así pues, ¿Cómo puede uno
evaluar la suficiencia del razonamiento de una evidencia que apoye una conclusión? El
término duda razonable, es usado en los juicios y puede considerarse una buena línea
directiva. Pero de nuevo, ¿Cómo puede uno determinar la duda razonable?
Desafortunadamente, no hay una respuesta sencilla, pero existen varios criterios.

Es importante mantener una actitud de pensador crítico del paso 1 y estar alerta de los
obstáculos y trampas del pensamiento crítico del paso 2.
Preguntarse asimismo el propósito o las consecuencias que podría tener un argumento
realizado. Esto normalmente determinará cuántas pruebas o evidencias serán necesarias.
Un móvil o un motivo pueden ayudarnos a esclarecer por dónde se debe buscar
información nueva.
Estar alerta de los estándares actuales de evidencia para un sujeto. Por ejemplo, no
puedes juzgar la suficiencia de una evidencia para una afirmación científica a menos
que tú conozcas los métodos y estándares para la verificación de similares afirmaciones
científicas.
La suficiencia de una evidencia debería estar en proporción a la fuerza con la que una
conclusión ha sido afirmada. Esto es, evidencia que no es suficiente para apoyar una
conclusión fuerte (ejemplo conclusión fuerte: Pedro definitivamente compró la pintura)
puede ser suficiente para apoyar a una conclusión débil (ejemplo: Pedro, pudo haber
comprado la pintura). En estos ejemplos, si las evidencias se limitan a una fotografía de
Pedro en la tienda el mismo día que la pintura fue comprada, esta evidencia no debería
ser suficiente para probar una conclusión fuerte, pero sí ser suficiente para probar una
conclusión débil.
Cuando se evalúan múltiples pruebas, tanto los pro como los contra, ¿Cómo puede uno
valorar el peso de la evidencia para determinar si un argumento es convincente?. Otra
vez, no hay una respuesta rápida. Para ser equitativos, a más confiable es la fuente del
paso 4, mayor peso debería darse a la evidencia. Adicionalmente para ser equitativos, a
mayor peso que se haya dado a una evidencia (que se contradice con otra), debería
también proporcionarse o requerirse mayor número de evidencias en términos de
relevancia y suficiencia para validar el argumento. Muchas de las trampas u obstáculos
al entendimiento listadas en las tablas 3 y 4 o en lista de prejuicios cognitivos dan
ejemplos de razonamientos insuficientes o irrelevantes.

Omisión: Un argumento convincente es aquel que está completo, es decir, en el que


están presentes todas las evidencias o razonamientos relevantes y no solos las
evidencias que apoyen el argumento en una determinada dirección. Argumentos que
omiten pruebas relevantes pueden parecer más fuertes de lo que realmente son. Este es
el paso final para la evaluación de los argumentos, es tratar de determinar si evidencias
o pruebas importantes han sido omitidas o eliminadas. Algunas veces esto pasa sin
intención o descuido o ignorancia, pero con demasiada frecuencia es un acto
intencionado.
Como es normalmente improductivo o sin sentido reunir a los argumentadores o
debatidores y preguntarles si han omitido datos, el mejor modus operandi del pensador
crítico es buscar argumentos que se opongan al tema en cuestión, con lo cual dicha
búsqueda revelará con suerte dichas omisiones. Es muy raro ver a una persona que
activamente busca puntos de vista opuestos y los trata seriamente. Es muy raro porque
precisamente es lo que un pensador crítico hace.

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