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LA REVOLUCION FRANCESA Y LA REVOLUCION DE MAYO

La caída de Robespierre, y su inmediato ajusticiamiento, dejó sin líder al Terror, enfrentados entre
sí a los revolucionarios, y a la revolución sin rumbo dentro de una Francia convulsionada por una
lucha intestina por el poder y las invasiones militares de los países vecinos. 

La aparición de Napoleón un militar enorme, cuyas campañas militares suscitaban la admiración


de los franceses, puso fin de esa etapa convulsiva e inició otra marcada por los intereses
expansionistas del Gran Corso. De tal suerte al asumir el poder Napoleón se cerraba la Revolución
Francesa. Pero comenzaba la revolución que ha extendido sus efectos hasta nuestros días. 

En esa idea, lo que se terminaban eran los efectos internos de la revolución, porque al convertirse
Napoleón en emperador de todos los franceses, comenzaban a extenderse en el mundo entero las
ideas de fraternidad, igualdad y libertad, concebidas por Marat, Dantón y Robespierre. 

En lo que provoca la Revolución de Mayo, Napoleón ocupó España en 1808, firmó el Tratado de
Bayona, derrocó a Fernando VII, e impuso a su hermano José como Rey de España. 

Acá se producen dos hechos simultáneos y distintos pero coincidentes. Por un lado la desaparición
del poder militar de España. Y por el otro la acefalía de un Gobierno español, rechazado por una
ciudadanía que despreciaba a José y reclamaba la presencia de Fernando. 

La Revolución de Mayo aúna dos líneas de pensamiento distintas, la libertadora, impulsada por la
diplomacia inglesa, promotora de la independencia, y otra fiel a don Fernando y en relación
directa fiel a la dependencia de España. 

No se entienda que los ingleses promovían nuestra liberación por simpatía o comprensión.
Económicamente la Argentina fué desde mucho antes de 1810 un país codiciado por la Corona.
Los intentos ingleses de 1806 y 1807 no se repitieron porque la prsencia de Napoleón a partir de
1808 cambió el centro de gravedad de los intereses ingleses. Con Napoleon del otro lado del Canal
de la Mancha, lo importante no era por entonces quedarse con los dominios españoles del sud,
sino el futuro mismo de Inglaterra como nación. 

Si miramos las cosas objetivamente, en sus primeros pasos la Revolución de Mayo no nos apartó
del dominio español. Solo renegó del poder usurpado por Napoleón en el Tratado de Bayonne, y
expuso fidelidad a Fernando VII. 

En la idea de los patriotas que luchaban por la emancipación, esa declaración revolucionaria, no
era otra cosa que el caldo de cultivo para lo que vendría después, una vez aparecidas y conocidas
las verdaderas intenciones de los promotores de la independencia. 

Pero por el momento en 1810 no estaban dadas las condiciones para más. Porque de terminarse a
la brevedad la acefalía generada por Napoleón, sería inevitable la presencia de la armada española
y la represalia militar de los realistas. 

El proceso no fue breve. Primero debieron apartarse los monárquicos. Después organizar el
funcionamiento de las Provincias Unidas, perfectamente compatible con esa supuesta fidelidad a
don Fernando. 
Apartados los fernandistas, estabilizadas las cosas, organizado el mecanismo financiero, armados
los ejércitos patrios, y extendido el sentimiento de libertad, la Independencia completa y definitiva
era el paso siguiente que se dió en 1816: 

La Revolución de Mayo no fué el producto de un sentimiento emancipador original, pero sí fue el


sustento de la actividad posterior que condujo a la independencia. Sin la revolución de 1810, no se
habría dado la independencia de 1816. 

En lo concreto. Sin la Revolución Francesa, no había Napoleón y sin Napoleón hubiese sido
imposible la Revolución de Mayo.

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