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LA REVOLUCION FRANCESA Y EL

IMPERIO NAPOLEÓ NICO

HISTORIA

PROYECTO PARCIAL II

VANESSA CONTRERAS HERNÁNDEZ

1°C

2022-2023
INTRODUCCIÓN
La revolución francesa fue un conflicto social, político y armado que se llevó a cabo en Francia,
era el país más poblado de Europa Occidental, el más próspero del continente y también el que
gozaba de mayor prestigio intelectual como centro de iniciativa de la revolución ideológica del
siglo XVIII, teniendo así repercusiones en el mundo entero, se inicia el 5 de mayo de 1789 con el
gobierno de Luis XVI y finaliza el 9 de noviembre de 1799 comenzando con la toma de poder de
Napoleón Bonaparte.

La revolución marca el fin del Antiguo Régimen y el surgimiento de una nueva organización
socio-política, qué se fue afirmando paulatinamente.

El primer estado representaba a la monarquía misma, el segundo estado lo hacía con el clero y el
tercer estado a las masas populares, contando cada uno de estos elementos con un voto en las
decisiones de Asamblea Nacional de Francia.

Esta revolución representaba una lucha entre 2 poderes y ordenes sociales (ABSOLUTISTA y
REPÚBLICA)

 El absolutista representado por la monarquía y el clero, que defendía al antiguo


régimen donde las clases sociales estaban bien definidas y separadas y donde
estos mismos tenían los máximos privilegios.
 Y la República representado por los burgueses y apoyada por las clases populares,
que defendía y promulgaba los principios de la ilustración.

Por otro lado el imperio Napoleónico fue un periodo en el cual Napoleón Bonaparte inicia su
estadio como emperador de Francia en el año de 1804 el 28 de mayo, para el año de 1807
Napoleón se enfrenta con los ejércitos de Prusia y Rusia, a los que termina derrotando y logra
ganar el territorio de Westalia lo que hoy en día conocemos como Alemania.

Fue un Estado imperial creado por el militar francés Napoleón Bonaparte, que en 1804 se hizo
coronar emperador de los franceses. Esa coronación llevó a la guerra con varios Estados de
Europa, en especial Gran Bretaña, Austria, Rusia y Prusia, que querían evitar la expansión
francesa. A esas guerras se las denomina guerras napoleónicas o guerras de coalición.

Se lo conoce también como Imperio de Napoleón Bonaparte o Primer imperio francés, y se


desarrolló desde 1804 hasta la derrota definitiva de Napoleón en la batalla de Waterloo, en 1815.

Bonaparte deseaba que Francia se convirtiera en la primera potencia europea y utilizó todos los
recursos a su alcance para conseguir ese objetivo. En 1810, el Imperio napoleónico alcanzó
su máxima expansión, ya que controlaba casi todo el continente europeo. Solo Gran Bretaña,
Suecia y Rusia resistían sus intentos hegemónicos.
En 1821 Napoleón Bonaparte invade Rusia por haber formado una coalición con Inglaterra. Esta
invasión llamada “Tierra Quemada”, se considera que fue ganada por Rusia, porque a pesar de
que el ejército francés pudo llegar hasta Moscú, los rusos quemaron Moscú antes de que llegara
el ejército francés para evitar que este ejército pudiera descansar y tomar suministros. De regreso
a Francia, el ejército francés fue atacado de manera esporádica por la retaguardia. De esta batalla
menos de la mitad pudo regresar con vida a Francia.

Desde 1804 hasta el final del Imperio Napoleónico, Bonaparte estuvo en guerra con Inglaterra,
en la cual, a pesar de que nunca pudo vencerlos completamente, tampoco representó una
amenaza contra el poder de Napoleón.

En 1815 por mediados de marzo, Napoleón se fuga de la isla de Elba y regresa a Francia, que
debido al descontento que había provocado el rey XVIII por tratar de restaurar los privilegios
que tenían los nobles antes de la Revolución Francesa, se inclinan por apoyar una vez más a
Napoleón. Y para el 18 de junio de este mismo año después de haber derrocado al rey XVIII,
Napoleón durante 100 días reorganiza su gobierno y a su ejército para enfrentarse en la batalla de
Waterloo Bélgica, donde es derrotado definitivamente y vuelto a exiliar a la isla de Santa Elena.

Finalmente muere en Mayo de 1821.

ANTECEDENTES/CAUSAS

Para la revolución francesa la independencia de Las Trece Colonias tuvo una gran influencia en
dos aspectos:

 Las 13 Colonias formaron una república después de su independencia que promulgaba


que todos los individuos eran iguales.
 Como Francia había apoyado a las 13 Colonias en su guerra de independencia contra
Inglaterra, esta había quedado en serios problemas económicos generando una crisis
interna.

Otra causa de esta revolución fue que la monarquía francesa además de autoritaria, acumulaba
cada vez más privilegios en contra de las clases trabajadoras; es decir el ascenso de la burguesía
y la pervivencia del régimen feudal (sociedad de clases). Otra causa social fue que el tercer
estado demanda cambios como participar en las Cortes.

Al igual que las ideas de la Ilustración (Libertad, Igualdad, Fraternidad) ya había permeado en la
sociedad francesa.
La agitación intelectual alentada por el Siglo de las Luces y el ejemplo de la guerra de la
Independencia estadounidense.

La influencia del triunfo de la Independencia de Estados Unidos fue una causa ideológica para
esta revolución. Causas económicas: Había un alto tren de vida de los monarcas, tenían malas
cosechas y hambrunas, y tenían exención de impuestos de los estamentos privilegiados, es decir
al clero y a la nobleza les querían subir los impuestos para aliviar la deuda del Estado

Al igual que la revolución el imperio Napoleónico al invadir España tuvo 2 grandes


repercusiones en América:

1. Los movimientos independentistas vieron que sus gobernantes ya no contarían


con el apoyo de España.
2. Las clases gobernantes, además de luchar entre ellas, también se tuvieron que
adaptar al cambio y buscar una solución para mantener sus privilegios.

DESARROLLO

INICIO DE LA REVOLUCIÓN: El 27 de junio ordenó a la nobleza y al clero que se unieran a la


Asamblea Nacional Constituyente. La burguesía parisina, temerosa de que la caos de la ciudad
aprovechara el derrumbamiento del antiguo sistema de gobierno y recurriera a la acción
directa, se apresuró a establecer un gobierno provisional local y organizó una milicia
popular, llamada la Guardia Nacional. La Asamblea aprobó una legislación por la que quedaba
abolido el régimen feudal y señorial y se suprimía el diezmo, aunque se otorgaban
compensaciones en ciertos casos. Después, la Asamblea Nacional Constituyente se dispuso a
comenzar su principal tarea, la redacción de una Constitución.

Mientras la Asamblea deliberaba, la población de París, irritada por los rumores de


conspiraciones monárquicas, reclamaba alimentos y soluciones. Tras este suceso, algunos
miembros conservadores de la Asamblea Constituyente, que acompañaron al rey a
París, presentaron su dimisión. En la capital, la presión de los ciudadanos ejercía una influencia
cada vez mayor en la corte y la Asamblea. En el primer borrador de la Constitución se
ilegalizaron los títulos hereditarios, se crearon los juicios con jurado en las causas penales y se
propuso una modificación fundamental de la legislación francesa.

La Constitución disponía que el electorado quedara limitado a las clases altas y media. Era la
Asamblea quien tenía el control efectivo de la dirección de la política exterior. Se impusieron
importantes restricciones al poder de la Iglesia católica mediante una serie de artículos
denominados Constitución civil del Clero, el más importante de los cuales suponía la
confiscación de los bienes eclesiásticos. Asimismo, la Constitución estipulaba que los sacerdotes
y obispos fueran elegidos por los votantes, recibieran una remuneración del Estado, prestaran un
juramento de lealtad al Estado y las órdenes monásticas fueran disueltas.

El resentimiento y el descontento del grupo de ciudadanos que había quedado excluido del
electorado. Las clases sociales que carecían de propiedades deseaban acceder al voto y liberarse
de la miseria económica y social, y no tardaron en adoptar posiciones radicales. Este proceso,
que se extendió rápidamente por toda Francia gracias a los clubes de los jacobinos adquirió gran
impulso cuando se supo que María Antonieta estaba en constante comunicación con su hermano
Leopoldo II, emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. El recelo popular con respecto a
las actividades de la reina y la complicidad de Luis XVI quedó confirmado cuando la familia real
fue detenida mientras intentaba huir de Francia en un carruaje con destino a Varennes el 21 de
junio.

El rey fue privado de sus poderes durante un breve periodo, pero la mayoría moderada de la
Asamblea Constituyente, que temía que se incrementaran los disturbios, el 14 de septiembre, el
rey juró respetar la Constitución modificada.

Un día después de la victoria de Valmy se reunió en París la Convención Nacional recién


elegida. La primera decisión oficial adoptada por esta cámara fue la abolición de la monarquía y
la proclamación de la I República. Sin embargo, ninguna facción se opuso al decreto presentado
por los girondinos y promulgado el 19 de noviembre, por el cual Francia se comprometía a
apoyar a todos los pueblos oprimidos de Europa.

El 6 de abril, la Convención creó el Comité de Salvación Pública, que habría de ser el órgano
ejecutivo de la República, y reestructuró el Comité de Seguridad General y el Tribunal
Revolucionario. La Convención promulgó una nueva Constitución el 24 de junio en la que se
ampliaba el carácter democrático de la República.

Los poderes del Comité fueron renovados mensualmente por la Convención Nacional desde abril
de 1793 hasta julio de 1794, un periodo que pasó a denominarse Reinado del Terror.

El número total de víctimas durante el Reinado del Terror llegó a 40.000. Entre los condenados
por los tribunales revolucionarios, aproximadamente el 8% eran nobles, el 6% eran miembros del
clero, el 14% pertenecía a la clase media y el 70% eran trabajadores o campesinos acusados de
eludir el reclutamiento, de deserción, acaparamiento, rebelión, etc. Fue el clero católico el que
sufrió las mayores pérdidas entre todos los grupos sociales.

No habían pasado aún cinco meses desde que el Directorio asumiera el poder, cuando comenzó
la primera fase de las Guerras Napoleónicas. Los tres golpes de Estado que se produjeron durante
este periodo, reflejaban simplemente el reagrupamiento de las facciones políticas burguesas.
El golpe de Estado que tuvo lugar el 9 y 10 de noviembre derrocó al Directorio. El general
Napoleón, en aquellos momentos héroe de las últimas campañas, fue la figura central del golpe y
de los acontecimientos que se produjeron después. Bonaparte, investido con poderes
dictatoriales, utilizó el entusiasmo y el idealismo revolucionario de Francia para satisfacer sus
propios intereses.

Una consecuencia directa de la Revolución fue la abolición de la monarquía absoluta en Francia.


Asimismo, este proceso puso fin a los privilegios de la aristocracia y el clero. La servidumbre,
los derechos feudales y los diezmos fueron eliminados; las propiedades se disgregaron y se
introdujo el principio de distribución equitativa en el pago de impuestos.

Napoleón instituyó durante el Consulado una serie de reformas que ya habían comenzado a
aplicarse en el periodo revolucionario.

Todos los ciudadanos, independientemente de su origen o fortuna, podían acceder a un puesto en


la enseñanza, cuya consecución dependía de exámenes de concurso. La reforma y codificación
de las diversas legislaciones provinciales y locales, que quedó plasmada en el Código
Napoleónico, ponía de manifiesto muchos de los principios y cambios propugnados por la
Revolución: la igualdad ante la ley, el derecho de habeas corpus y disposiciones para la
celebración de juicios justos. El procedimiento judicial establecía la existencia de un tribunal de
jueces y un jurado en las causas penales, se respetaba la presunción de inocencia del acusado y
éste recibía asistencia letrada.

La Revolución también desempeñó un importante papel en el campo de la religión. Los


principios de la libertad de culto y la libertad de expresión tal y como fueron enunciados en la
Declaración de Derechos del hombre y del ciudadano, pese a no aplicarse en todo momento en el
periodo revolucionario, condujeron a la concesión de la libertad de conciencia y de derechos
civiles para los protestantes y los judíos. La Revolución inició el camino hacia la separación de
la Iglesia y el Estado.

En 1607 se estableció la primera colonia inglesa en la costa de Virginia. Luego de la


colonización se habían formado 13 colonias, las cuales por los impuestos elevados y el
monopolio del comercio estaban disconformes. Se creo un Congreso Continental que se reunió
por primera vez en Filadelfia en 1774.

Ante la gravedad de la situación, el congreso de las 13 colonias se reunió de nuevo en 1775 y


decidió declarar la guerra a Inglaterra; Francia apoyó a los rebeldes.

Por un tratado firmado en París, Inglaterra reconoció la Independencia de Estados Unidos.

CONSECUENCIAS
 La Revolución Francesa se fortaleció el sentimiento nacionalista entre los distintos
sectores sociales.
 La Revolución Francesa y la era napoleónica constituyeron un momento político decisivo
que marcó los comienzos de la edad contemporánea, abrieron camino al gobierno
constitucional y a las instituciones democráticas que han prosperado en el transcurso de
los siglos posteriores. Se imitarían la burocracia administrativa y los códigos legales
establecidos durante la era napoleónica que caracterizan los sistemas políticos actuales.
 Nacen las ideas de libertad, igualdad y fraternidad. Pero lo más contundente es que logra
derribar una estructura de poder cimentada durante siglos: el contubernio entre la Iglesia
y la Monarquía.
 También es cierto que luego de un largo proceso dentro del cual el grupo radical estuvo
en el poder, la clase social que se consolida y que dictará las reglas del juego en las
posteriores democracias será la burguesía.
 Al mismo tiempo se establecieron las bases legales para el capitalismo contemporáneo: la
participación de la burguesía en el gobierno, la defensa de la propiedad privada, la
circulación libre de las mercancías (libre comercio) y la liberación de los hombres de los
lazos feudales.
 La abolición de la monarquía absoluta y la proclamación de la República, eliminando las
bases económicas y sociales del Antiguo Régimen.
 El 4 de agosto de 1789, en la llamada Noche de la locura, la Asamblea Nacional abolió el
feudalismo, eliminando las prebendas que recibía el Primer Estado (el clero) y los
derechos señoriales del Segundo Estado (los nobles). En cuestión de horas, los nobles, el
clero, las provincias, ciudades, pueblos y compañías perdieron sus privilegios.
 La Revolución originó un masivo traspaso de poder de la Iglesia al Estado. En 1790 se
eliminó la autoridad de la Iglesia para imponer impuestos sobre las cosechas, se
eliminaron también los privilegios del clero y se confiscaron los bienes de la Iglesia. Bajo
el Antiguo Régimen la Iglesia era el mayor terrateniente del país. Más tarde se promulgó
legislación que convertía al clero en empleados del Estado. Éstos fueron unos años de
dura represión para el clero, siendo comunes la prisión y masacre de sacerdotes en toda
Francia.
 Liberalismo político que surge en el seno de la sociedad francesa, que se sustenta en los
principios de soberanía nacional popular y división de poderes. Locke, Montesquieu y
Rousseau establecieron las bases del nuevo régimen político producto de la Revolución,
donde surge una potente y eficaz Administración que significa la quiebra total de la
ideología del antiguo régimen, aunado esto al conjunto de circunstancias y sucesos que
hicieron posible el robustecimiento de una Administración que dio origen a lo que hoy se
conoce como Derecho Administrativo.
CONLUSIÓN

La Revolución Francesa y su secuela napoleónica desencadenaron fuerzas e ideas que han


influido y estremecido al mundo desde entonces, especialmente las ideas ilustradas
revolucionarias de libertad, igualdad y fraternidad que tomaron forma en las independencias
hispanoamericanas y en los movimientos nacionalistas europeos.

El impacto histórico de dicho acontecimiento se mide a partir de sus consecuencias que


representan el significado de la revolución a nivel mundial.

Derechos del Hombre a un nivel más universal, así como también se le está fijando como el ente
fundamental que participa en la política de su país. Así también los principios de igualdad,
fraternidad y libertad que están reconocidos en la constitución de la republica permiten en la
actualidad al hombre que se le reconozca como un ser con autonomía que toma sus propias
decisiones, donde el estado no tiene ingerencia, pero si debe de velar porque se respeten. Para
terminar se hace un balance critico de la Revolución Francesa, la cual ha sido estudiada por
multitud de autores desde el mismo momento en el cual se produjo. En ese sentido la Revolución
Francesa ha sido siempre un asunto complicado de interpretar.

Fue considerada como modelo de revolución política, en el que la burguesía desplazaba a la


aristocracia en el poder. La Revolución Francesa, como hecho histórico es comprendida como un
proceso de correlación de fuerzas sociales que, aprisionadas por el peso de una sociedad
tradicional definida por el absolutismo monárquico, el sistema feudal, y una diversificación de
grupos sociales segmentados a través de estamentos generaron ante una crisis profunda, una
reacción encadenada de cambios irreversibles no sólo para la historia de Francia, sino que como
se expande la expresión transformadora general desde el siglo XIX en adelante Europa y por
ende para América. Se ha dicho que es la revolución por excelencia, ya que con ella emergen
todos los mecanismos políticos, grupos sociales, e imaginarios colectivos de las revoluciones del
mundo entero. Pero, como todo hecho histórico, la revolución francesa no es sólo aquello que
fue, sino que es como una construcción cultural deliberadamente intencionada, imposible de
mirar en su forma pura y alienada de conceptos que, cargados de ideología, han permitido
deducir de ella no sólo el proceso de transformaciones como la culminación de la correlación de
fuerzas que le da vida, sino como la bisagra histórica para muchos otros procesos.

La Revolución Francesa es, en tanto un hecho histórico que tiene muchas formas de concebirse y
que de alguna manera se proyecta en el desarrollo histórico de los hombres. Ante todo, cabe
mencionar que la Historia de la Revolución Francesa comenzó a escribirse casi paralelamente al
desarrollo de ella misma, desde una perspectiva que rayaba más en noticias que en lo que hoy se
conoce como la Historia. Burke en Inglaterra, condenaba el uso de la violencia dándole como
calificativo el hito más violento en la historia. Por otro lado se tiene que las ideas propagadas por
Montesquieu, Voltaire y Rosseau constituyen la columna vertebral del proceso revolucionario.
Los liberales soportan el peso de esta historia en la mitificación de aquellas instancias civiles en
dónde se hicieron vivas las solidaridades nacionales en contra del poder absolutista e irracional.
En opinión de Hegel, la revolución francesa es la razón en si misma, el principio que debe
gobernar toda realidad, y la superación dialéctica del sujeto y su conciencia, a través de los
principios fundamentales. Considera que se trató de una sola revolución liberal, pero sustentada
por fuerza con el apoyo del movimiento de campesinos, una masa informe, anónima, pero
irresistible, que cargaba con todo el recelo hacia la tradición feudal, que los mantenía pobres y
hambrientos. Para terminar este balance critico de la revolución francesa se puede decir que el
desarrollo histórico hacia el triunfo de la revolución francesa, sería la concreción de los ideales
burgueses con la fuerza de las capas populares sustentado en un pacto temporal que tendría por
finalidad la destrucción del orden del antiguo régimen, y la superposición de un orden nuevo.

La Revolución se inició con medidas radicales, pero en sí mismas esperanzadoras. Se afirmó el


derecho del hombre a la igualdad, a la educación, a la propiedad, a la cultura. El caos social y
político determinó el dogmatismo de los actores, inclinados a tomar decisiones drásticas y
radicales sin mayor detenimiento. Con la Revolución emergió lo imprevisible, lo impredecible de
la historia, lo que ninguna teoría podía anticipar ni dominar en su concreción.

Sin embargo, ese hecho cambió la realidad social e histórica de Europa. Por primera vez, las
masas sociales tuvieron acceso a la acción política y la determinaron. Revolución creó poderes
nuevos. El siglo XIX produjo los primeros intentos de esa transformación de la Ilustración bajo
el nuevo contexto de la sociedad de masas y del Estado moderno.

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