Está en la página 1de 3

Factores Abióticos

Todos los factores químico-físicos del ambiente son llamados factores abióticos (de a,
"sin", y bio, "vida). Los factores abióticos más conspicuos son la precipitación (lluvia
más nevadas) y temperatura; todos sabemos que estos factores varían grandemente de
un lugar a otro, pero las variaciones pueden ser aún mucho más importantes de lo que
normalmente reconocemos.

No es solamente un asunto de la precipitación total o la temperatura promedio. Por


ejemplo, en algunas regiones la precipitación total promedio es de más o menos 100 cm
por año que se distribuyen uniformemente por el año. Esto crea un efecto ambiental
muy diferente al que se encuentra en otra región donde cae la misma cantidad de
precipitación pero solamente durante 6 meses por año, la estación de lluvias, dejando a
la otra mitad del año como la estación seca.

Igualmente, un lugar donde la temperatura promedio es de 20º C y nunca alcanza el


punto de congelamiento es muy diferente de otro lugar con la misma temperatura
promedio pero que tiene veranos ardientes e inviernos muy fríos.

De hecho, la temperatura fría extrema –no temperatura de congelamiento,


congelamiento ligero o varias semanas de fuerte congelamiento– es más significativa
biológicamente que la temperatura promedio. Aún más, cantidades y distribuciones
diferentes de precipitación pueden combinarse con diferentes patrones de temperatura,
lo que determina numerosas combinaciones para apenas estos dos factores.

Pero también otros factores abióticos pueden estar involucrados, incluyendo tipo y
profundidad de suelo, disponibilidad de nutrientes esenciales, viento, fuego, salinidad,
luz, longitud del día, terreno y pH (la medida de acidez o alcalinidad de suelos y aguas).

Como ilustración, tomemos el terreno: en el Hemisferio Norte, las laderas que dan hacia
el norte generalmente presentan temperaturas más frías que las que dan hacia el sur. O
considere el tipo de suelo: un suelo arenoso, debido a que no retiene bien el agua,
produce el mismo efecto que una precipitación menor. O considere el viento: ya que
aumenta la evaporación, también puede tener el efecto de condiciones relativamente
más secas. Sin embargo, estos y otros factores pueden ejercer por ellos mismos un
efecto crítico.

Resumiendo, podemos ver que los factores abióticos, que se encuentran siempre
presentes en diferentes intensidades, interactúan unos con otros para crear una matriz de
un número infinito de condiciones ambientales diferentes.

Factores Bióticos

Un ecosistema siempre involucra a más de una especie vegetal que interactúan con
factores abióticos. Invariablemente la comunidad vegetal está compuesta por un número
de especies que pueden competir unas con otras, pero que también pueden ser de ayuda
mutua.

Pero también existen otros organismos en la comunidad vegetal: animales, hongos,


bacterias y otros microorganismos. Así que cada especie no solamente interactúa con
los factores abióticos sino que está constantemente interactuando igualmente con otras
especies para conseguir alimento, cobijo u otros beneficios mientras que compite con
otras (e incluso pueden ser comidas). Todas las interacciones con otras especies se
clasifican como factores bióticos; algunos factores bióticos son positivos, otros son
negativos y algunos son neutros.

Se denomina Nivel trófico a cada uno de los conjuntos de especies, o de organismos, de


un ecosistema que coinciden por el lugar de su hábitat que ocupan en el flujo de energía
y nutrientes, es decir, a los que ocupan un lugar equivalente en la cadena alimenticia.

Los niveles tróficos se caracterizan de esta manera:

 Productores primarios. Son los autótrofos, aquellos organismos que producen


materia orgánica «primariamente», partiendo de inorgánica, tales como plantas,
algas y algunas bacterias. Pueden hacerlo por medio de la fotosíntesis, o bien, de
la quimiosíntesis.
 Consumidores. Son los heterótrofos, aquellos organismos que fabrican materia
orgánica partiendo de la materia orgánica que obtienen de otros seres vivos;
fabrican sus componentes orgánicos propios a partir de los ajenos. Los
consumidores pueden a su vez proporcionar materia orgánica a otros, cuando
son consumidos o cuando son aprovechados.
o Consumidores primarios. Son aquellos que se alimentan directamente de
los productores primarios. El concepto incluye tanto a los fitófagos (o
herbívoros) que comen plantas o algas, como los parásitos, mutualistas y
comensales que obtienen su alimento de ellas y otras maneras.
o Consumidores secundarios. Son los organismos que se alimentan de los
consumidores primarios, comiéndolos o de alguna otra manera. Se llama
específicamente zoófagos o carnívoros a los que lo hacen
consumiéndolos.
o Consumidores terciarios. Son los organismos que se alimentan de
consumidores secundarios.
o Consumidores Cuaternarios. Son los organismos que se alimentan de
consumidores terciarios.
 Descomponedores: También llamados desintegradores son aquellos seres vivos
que obtienen la materia y la energía de los restos de otros seres vivos. Se llama
descomponedores propiamente, o saprófitos, a los organismos heterótrofos que
absorben nutrientes por ósmosis (osmotrofia), como lo hacen las bacterias y los
hongos, y detritívoros.

La importancia de los descomponedores radica en que son los responsables del


reciclado de los nutrientes. Este proceso permite que la materia que ha ido
pasando de unos organismos a otros pueda ser utilizada de nuevo por los
productores, los que arrancan la cadena trófica. De esta forman se cierra el ciclo
de materia en el ecosistema, lo que permite que el mismo átomo pueda ser
reutilizado un número ilimitado de veces. Nada permite, sin embargo, por
limitaciones termodinámicas, que la energía que ya ha circulado a través de la
cadena trófica puede volver a ser utilizada.
Conciencia ecológica es tener la disposición de asumir con responsabilidad, el cuidar
nuestro planeta, iniciando con nuestro entorno. Entender que somos dependientes de la
naturaleza y responsables por su estado de conservación y que a su vez su conservación
depende de nuestra voluntad y del amor que seamos capaces de dar, al lugar donde
vivimos, ser capaces de no destruir lo que la naturaleza nos da porque entendemos que
tarde o tempranos nuestras acciones negativas producen resultados negativos, como la
contaminación y la pérdida de biodiversidad.
Saber que no sólo nos perjudican a nosotros, de igual forma al medio ambiente y sobre
todo al hábitat que dejaremos a nuestros descendientes. El ignorar esta verdad equivale
a autodestruirnos, porque al degradar el medio ambiente estamos empeorando nuestra
calidad de vida y pone en peligro el futuro de nuestros descendientes.
Ante la destrucción del planeta, tratamos de fomentar la conciencia ecológica.
¡Cuidemos juntos  al mundo que nos rodea!. Antes que nada respetando el medio
ambiente, ya que hemos visto que por la falta de respeto, de cuidado y el de valorar lo
que tenemos hoy en día, existe un gran problema de degradación mundial en nuestro
planeta. Busquemos juntos soluciones que nos permitan tener el mayor  cuidando en las
zonas aún limpias y restauremos las áreas dañadas.

No olvides que los efectos de la contaminación nos afectan directa o indirectamente a


todos.

La conciencia ambiental es una filosofía general y movimiento social en relación con


la preocupación por la conservación del medio ambiente y la mejora del estado del
medio ambiente. Es a menudo representada por el color verde.

Conciencia ambiental y conciencia social

La conciencia ambiental busca influir en el proceso político de grupos de presión,


mediante el activismo y la educación con el fin de proteger los recursos naturales y los
ecosistemas. La conciencia ambiental puede hablar sobre nuestro entorno natural y la
gestión sostenible de recursos a través de cambios en las políticas públicas o el
comportamiento individual de las personas.

También podría gustarte