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Universidad Nacional Autónoma de Honduras en el Valle de sula

Departamento de Química

Nombre de la alumna:
Katherine Mariela Gomez Castejón

Número de cuenta:
20122000911

Catedrático:
Alex Conrado

Asignatura:
Bioquímica

Sección:
1700

Fecha de entrega:
28 de julio del 2021
Estrés Oxidativo

El estrés oxidativo es un proceso natural que provoca en nuestro organismo una serie de
dolencias que pueden llegar a tener una gravedad seria.

El estrés oxidativo es un proceso que se produce en nuestro cuerpo debido a un exceso


de radicales libres y a la falta de antioxidantes para contrarrestarlos. El aumento de estos
radicales libres y de oxígeno en nuestro cuerpo da lugar a que nuestras células se
oxiden, afectando a sus funciones y dañándolas.

Un radical libre es una molécula que cada día se produce en nuestro organismo como
resultado de las reacciones biológicas que se producen en las células. Estos radicales
son necesarios para mantener un buen estado de salud. La producción incontrolada de
radicales libres y la falta de antioxidantes para neutralizarlos dañan las moléculas y
alteran los procesos celulares, pudiendo dar lugar a enfermedades graves, tales como
Alzheimer, cáncer o Parkinson.

Causas de la Oxidación Celular

La oxidación celular se debe a la falta de antioxidantes en nuestro organismo debido a la


sobreproducción de radicales libres. Este proceso se debe a diferentes causas, las más
comunes son las siguientes:
Deporte: El ejercicio físico de alta intensidad o en exceso hace que tu cuerpo necesite
más energía y por lo tanto más oxígeno. Esto puede provocar la oxidación celular y un
aumento incontrolado de los radicales libres.
Alimentación pobre en antioxidantes: Para llevar una vida saludable es muy
importante cuidar tu alimentación.
En concreto, para evitar la oxidación de las células recomendamos alimentos ricos en
antioxidantes como son el brócoli, el tomate, las alcachofas, zanahorias o el chocolate
negro.
Factores medioambientales: La contaminación ambiental, el tabaquismo activo y
pasivo, tomar el sol en exceso, el consumo de alcohol en grandes cantidades o el
consumo de drogas son otras causas del estrés oxidativo.
Síntomas de daño oxidativo

A continuación, vamos a hablaros de los síntomas de estrés oxidativos que comienzan a


notarse cuando se produce el exceso de radicales libres y no hay suficientes
antioxidantes para contrarrestar sus efectos.
1. Envejecimiento prematuro: aparecen arrugas y manchas en la dermis y la
piel pierde su tersura habitual.
2. Problemas de memoria: el cerebro puede empezar a funcionar de manera
deficiente, comienzan los olvidos y la pérdida de memoria de manera
descontrolada.
3. Cambios físicos: Es posible que esto nos genere mayor rigidez en las
articulaciones, pérdida de la fuerza muscular y problemas de movilidad.
4. Problemas cardiovasculares: la oxidación celular puede provocar
arritmias y alteraciones en la tensión.

Procesos metabólicos y naturales para la producción de vitamina D

La vitamina D es una vitamina liposoluble que los animales pueden obtener de forma
natural cuando están expuestos al sol o a partir de los ingredientes de origen animal
presentes en su dieta, o como colecalciferol sintético añadido en la formulación.
La eficacia en su absorción depende de la presencia de grasa en el lumen intestinal y de
la acción de los ácidos biliares que inician la emulsión de los lípidos de la dieta mientras
que la lipasa pancreática hidroliza los triglicéridos.

Ambos procesos son necesarios para permitir la difusión de las micelas con la vitamina
D a través de los enterocitos. La vitamina D no presenta actividad metabólica, sino que
debe ser transportada desde los tejidos adiposos al hígado dónde se hidroxila a 25-
hidroxivitamina D 3, principal forma circulante y de almacenamiento de la vitamina D
3.

• Para obtener la forma biológicamente activa de la vitamina D será necesaria


una segunda hidroxilación que tiene lugar en el riñón, donde se convertirá a
1,25-dihidroxivitamina D 3.
• Es importante señalar que la cantidad de vitamina D que llega a convertirse
en 1,25-dihidroxivitamina D 3 está fuertemente regulada por distintos
factores entre los cuales destacan los niveles plasmáticos de hormona
paratiroidea (PTH), hormona del crecimiento (HC), estrógenos (Es), calcio
y fósforo, así como la calcitonina.

De ese modo, incrementos en el contenido de vitamina D en la dieta de los animales no


derivarán necesariamente en una mayor síntesis de 1,25-dihidroxivitamina D y por tanto
tampoco de sus niveles en plasma.

La vitamina D3 o colecalciferol se obtiene principalmente de dos fuentes básicas: la


dieta (10%) y la producción endógena por conversión fotoquímica a partir de 7-
dehidrocolesterol en la epidermis (90%) [9, 10]. Esta síntesis endógena se induce por la
exposición de la piel a los rayos ultravioleta B (UVB) de la luz solar (290 nm a 315
nm), que generan conversión fo- tolítica del 7-dehidrocolesterol a previtamina D3, lo
cual es seguido por isomerización térmica no enzimática a vitamina D3.

El 7-dehidrocolesterol es el precursor esteroide (provitamina D) en los animales; en las


plantas y hongos el precursor es el ergosterol. Ambos precursores se metabolizan hacia
vita- mina D. Específicamente, el 7-dehidrocolesterol pasa a ser vitamina D3
(colecalciferol) y el ergosterol pasa a ser vitamina D2 (ergocalciferol). La forma natural
de vitamina D en los animales y la forma que se sintetiza en la piel humana es el
colecalciferol (vitamina D3). El ergocalciferol (vitamina D2) es un producto sintético
derivado de la irradiación de esteroles de plantas (ergosterol).
En sentido estricto, la vitamina D más que una vitamina, es una prohormona, cuya
configuración molecular es similar a la de los esteroides clásicos (cortisol, aldosterona,
estradiol), ya que posee la estructura básica del anillo ciclopentanoperhidrofenantreno.
Para ejercer sus efectos fisiológicos, la vitamina D debe convertirse a su forma activa.
Para ello inicialmente es transportada por la proteína de unión a vitamina D (DBP), que
es una pro teína fijadora específica para vitamina D y sus metabolitos. De esta manera,
viaja por circulación sanguínea hasta el hígado, donde sufre un proceso de hidroxilación
en el carbono 25, conocido como el primer paso de activación metabólica de la vitamina
D3 y se lleva a cabo en los hepatocitos por hidroxilación catalizada por varias enzimas
hepáticas con función de citocromo P450, incluyendo CYP2R1, CYP2D11, CYP2D25,
CYP27A1, CYP3A4 y CYP2J3, que favorecen la conversión de vitamina D3 a 25-
hidroxivitamina D3 [9, 14], o sea que cumplen función de 25-hidroxilasa. Se ha
planteado que de todas estas enzimas, la CYP2R1 es la clave de la hidroxilación, puesto
que los pacientes homocigotos para mutaciones en este gen presentan signos clínicos y
bioquímicos de deficiencia de vitamina D.
La 25-hidroxivitamina D3 (conocida también como calcidiol o hidroxicolecalciferol) es
la principal forma circulante de vitamina D3 y por lo tanto es el mejor indicador de los
niveles de esta vitamina. La 25-hidroxivitamina D3 es transportada por la proteína de
unión a vitamina D (DBP) hacia el riñón, para completar su proceso de activación en el
túbulo proximal donde es hidroxilada en el carbono 1 del anillo A para convertirse en la
forma hormonalmente activa de la vitamina D3, que es la 1,25-dihidroxivitamina D3, la
responsable de la mayoría de sus efectos biológicos. Esta reacción de hidroxilación es
catalizada por la enzima mitocondrial 1-hidroxilasa. Esta enzima se encuentra
predominantemente en las células de los túbulos renales, pero también se expresa en
sitios extrarrenales como placenta, monocitos, macrófagos, próstata, mama, colon,
corazón, pulmón, cerebro, queratinocitos, células pancreáticas y células paratiroides.
Las mutaciones en esta enzima producen raquitismo dependiente de vitamina D tipo 1, a
pesar de adecuada ingesta de 25-hidroxivitamina D3, lo cual resalta la importancia de su
función en la conversión de la vitamina D a su forma activa, la 1,25-dihidroxivitamina
D3 El riñón también puede producir 24,25-dihidroxivitamina D3, que es un metabolito
relativamente inactivo comparado con la 1,25-dihidroxivitamina D3. La enzima 24-hi-
droxilasa, que es una enzima inactivante, puede hidroxilar tanto la 25-hi- droxivitamina
D3 como la 1,25-dihidroxivitamina D3, siendo esta última, el sustrato preferido.
Específicamente, la 24-hidroxilasa limita la cantidad de 1,25-dihidroxivitamina D3 en
los tejidos blanco, acelerando su catabolismo hacia 1,24,25-trihidroxivitamina D3, y
luego a ácido calcitroico (forma inactiva), que se excreta por la orina. También puede
hidroxilar la 25-hidroxivitamina D3 para formar 24,25-dihidroxivitamina D3, con lo
que se disminuye la cantidad de 25-hidroxivitamina D3 disponible para 1-hidroxilación.
Regulación Enzimática

Los seres vivos tienen mecanismos sofisticados para regular sus extensas redes de vías
bioquímicas. La regulación es esencial por varias razones:

1. Mantenimiento de un estado ordenado. La regulación de cada vía da lugar a la


producción de las sustancias que se requieren para mantener la estructura y la función
celulares de forma oportuna y sin desperdiciar recursos.

2. Conservación de la energía. Las células se aseguran de consumir sólo los nutrientes


suficientes para satisfacer sus requerimientos de energía mediante un control constante
de las reacciones que la generan.

3. Capacidad de respuesta a los cambios ambientales. Las células pueden realizar


ajustes relativamente rápidos a los cambios de temperatura, pH, fuerza iónica y
concentración de nutrientes, debido a que pueden aumentar o disminuir las velocidades
de reacciones específicas.

La regulación de las vías bioquímicas se logra principalmente ajustando las


concentraciones y las actividades de determinadas enzimas. El control se realiza
mediante (1) control genético, (2) modificación covalente, (3) regulación alostérica y
(4) compartimentación.

Control genético

La síntesis de enzimas en respuesta a variaciones de las necesidades metabólicas, un


proceso que se denomina inducción enzimática, permite a las células responder de
forma eficiente a los cambios en su ambiente.

Modificación covalente

Algunas enzimas son reguladas por la interconversión reversible entre sus formas activa
e inactiva. Estos cambios de función son producidos por varias modificaciones
covalentes. Muchas de estas enzimas poseen residuos específicos que pueden ser
fosforilados y desfosforilados. Varias enzimas se sintetizan y almacenan en forma de
precursores inactivos denominados proenzimas o zimógenos. Éstos se convierten en las
enzimas activas por la rotura irreversible de uno o varios enlaces peptídicos.
Regulación alostérica

En cada vía bioquímica hay una o más enzimas cuya actividad catalítica puede
modularse (p. ej., aumentarse o reducirse) mediante unión de moléculas efectoras. Esta
unión de ligandos a los sitios alostéricos de tales enzimas induce rápidos cambios de
conformación que pueden incrementar o reducir su velocidad de unión al sustrato.

Hay dos aspectos importantes de la regulación alostérica que deben destacar se.
Primero, los modelos concertado y secuencial son modelos teóricos, es decir, el
comportamiento de muchas proteínas alostéricas parece más complejo de lo que explica
cualquiera de esos modelos. Por ejemplo, la unión cooperativa del O2 a la hemoglobina
(la proteína alostérica más estudiada) parece exhibir características de ambos modelos.
La unión del primer O2 inicia una transición concertada T → R que implica pequeños
cambios de conformación de cada subunidad (una característica del modelo secuencial).
Además, se han observado especies de hemoglobina con sólo uno o dos O2 unidos. Un
segundo aspecto, más importante, es que no hay reglas simples que expliquen la
regulación metabólica. Por ejemplo, han fracasado los intentos de incrementar el flujo
metabólico de ciertas vías en organismos como levaduras mediante manipulaciones que
incrementen la síntesis de enzimas alostéricas. (El flujo es la velocidad de recambio de
moléculas en una vía.) Sólo se observaron aumentos de flujo cuando todas las enzimas
en la vía se incrementaron. Parece ser que la regulación de una vía es el resultado de
aportaciones regulatorias que en mayor o menor grado hacen todas las enzimas o la
mayoría de ellas.

Compartimentación

La compartimentación, creada por la infraestructura celular, es un recurso importante


para regular reacciones bioquímicas, porque la separación física hace posible el control
independiente. La intrincada arquitectura interna de las células contiene compartimentos
(p. ej., los organelos de las eucariotas) y microcompartimentos de diversos tipos (p. ej.,
enzimas individuales o complejos multiproteínicos unidos a membranas o a fi lamentos
citoesqueléticos). La compartimentación celular resuelve varios problemas
interrelacionados:

1. División y control. La separación física de reacciones en mutua competencia (p. ej.,


aquellas en las que una revierte lo hecho por otra, como en el caso de las cinasas y las
fosfatasas) permite una regulación coordinada que impide el derroche de recursos.
2. Barreras a la difusión. En el interior hacinado de las células, la difusión de
moléculas de sustrato es un factor potencialmente limitante de las velocidades de
reacción. Las células evitan este problema creando microambientes en los que se
concentran las enzimas y sus sustratos, y mediante la canalización de metabolitos, que
es la transferencia de moléculas de producto de una enzima a la siguiente en un
complejo multienzimático.

3. Condiciones de reacción especializadas. Determinadas reacciones requieren de un


ambiente con propiedades únicas. Por ejemplo, el bajo pH dentro de los lisosomas
facilita las reacciones hidrolíticas.

4. Control de daños. La segregación de productos potencialmente tóxicos de las


reacciones protege a otros componentes celulares. El control metabólico global requiere
la integración de todas las vías bioquímicas de la célula, lo que se logra en parte
mediante mecanismos de transporte que transfieren metabolitos y moléculas de señal
entre los compartimentos.

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