4 Estándares de Práctica ISOPP para el Manejo Seguro de Citotóxicos
1.4 Exposición Laboral
La exposición laboral a fármacos peligrosos y el potencial
riesgo para la salud de los trabajadores sanitarios, se
reconoció por primera vez, como una dimensión relacionada
con la seguridad, en los años 70.
Los datos publicados con relación a la exposición
ocupacional llevaron a la Occupational Safety and Health
Administration (OSHA) a emitir en 1986 directrices para el
manejo por personal sanitario de agentes antineoplásicos y
otros agentes peligrosos; éstas se actualizaron en 1999.4
Otras organizaciones en los Estados Unidos, entre los que
se encuentran the National Institutes of Health (NIH),16
the National Study Commission on Cytotoxic Exposure
(NSCCE),17 the American Medical Association’s (AMA),18
the Council on Scientific Affairs y, más recientemente,
the National Institute for Occupational Safety and Health
(NIOSH)5, también publicaron documentos relativos al
manejo seguro de fármacos peligrosos.
Estas directrices son el trabajo de instituciones
gubernamentales, aunque organizaciones profesionales
de farmacéuticos de hospital y asociaciones de enfermería
(Australia,19 Nueva Zelanda,20 EEUU,3 Canadá21), también
han desarrollado directrices para el manejo seguro de este
tipo de fármacos. Entre las directrices más recientemente
actualizadas figuran las de la Sociedad de Farmacéuticos
de Hospital de Australia,22 Quality Standard for the
Oncology Pharmacy Practice,23 the DGOP/ESOP (2005) 2nd
Polish-German annual conference for oncology pharmacy
“Therapy for practice”,24 Kwaliteitshandboek Cytostatica,25
la Sociedad de Enfermería Oncológica de los Estados
Unidos26 y la Sociedad Americana de Farmacéuticos del
Sistema de Salud.3 Muchos de los países europeos han
publicado documentos relacionados con el manejo seguro
de fármacos citotóxicos o con la protección contra agentes
cancerígenos en general.
Algunas de estas publicaciones tienen estatus de leyes
nacionales y son obligatorias, otras constituyen directivas
europeas (pendientes de ser trasladadas a leyes nacionales).
Algunas otras son meras directrices (no obligatorias
pero recomendables como de “buena práctica”) y otras
incluso provienen de compañías aseguradoras, que niegan
cobertura a los hospitales que no cumplan los estándares.
Las fuentes de exposición para los profesionales
sanitarios a los fármacos citotóxicos son variadas y las
vías de exposición son por lo general, dérmica, oral o por
inhalación.
Una vía de exposición la constituye la inhalación de gotas,
partículas y vapores. Muchos son los procedimientos
que pueden generar aerosoles. Por ejemplo, la inyección
de fármacos por vía intravenosa, eliminación de aire de
jeringas o de las líneas de los equipos de perfusión, fugas
en los equipos, jeringas o en las llaves de conexión, incluso
al proteger o desechar agujas o jeringas ya usadas. Las
partículas de fármaco pueden suspenderse en el aire tras
limpiar las áreas contaminadas.
La evaporación de agentes antineoplásicos se ha
documentado para los fármacos carmustina, ifosfamida,
tiotepa y ciclofosfamida.27-28
La contaminación dérmica por fármacos citotóxicos puede
ocasionarse a partir del exterior de los viales de estos
fármacos.29-35 Por consiguiente, el ambiente en dónde
trabajan los operarios podría estar contaminado incluso
antes de iniciarse la reconstitución de los fármacos
citotóxicos. Los investigadores han detectado en aire,
cantidades de fármacos citotóxicos, tanto dentro como
fuera de las cabinas de seguridad biológica, en muestras
procedentes de superficies en las áreas de trabajo, y
en puntos distantes de los lugares designados para la
preparación y administración de fármacos.
Algunos estudios han demostrado que la mayoría de las
superficies de trabajo, en las áreas de manipulación de
fármacos citotóxicos, se encuentran contaminadas con
dichos fármacos.9,28,29,36-48 También se ha comprobado, a
través de estudios realizados en diferentes países, que las
superficies de trabajo de las cabinas de seguridad biológica
y el panel de protección frontal, equipos y muchas otras
superficies, se encuentran contaminadas por estos
productos.
Su ingestión inadvertida representa, asimismo, un problema.
En consecuencia, al preparar, almacenar o consumir
alimentos o bebidas en las áreas de trabajo, éstos podrían
ser contaminados por partículas aéreas de los fármacos
citotóxicos. De igual manera, las manos, los cigarrillos, los
cosméticos y los chicles, podrían contaminarse.
El mayor riesgo es el contacto directo de la piel con el
fármaco en caso de derrame o de fuga ya que podría
contaminarse el personal o el ambiente.
1.5 Conclusiones
Trabajar con o cerca de fármacos peligrosos en
instituciones sanitarias puede ser causa de erupciones
dérmicas; además se ha asociado con infertilidad, abortos
y malformaciones. También existe preocupación por el
posible desarrollo de leucemia u otros tipos de cáncer. A
fin de brindar la mayor protección a los trabajadores, los
directivos institucionales deben:
(a) Implantar los controles administrativos y de ingeniería
necesarios y