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El documento debate si deben penarse los daños a monumentos durante protestas por derechos humanos. Argumenta que los monumentos representan luchas históricas y pierden significado cuando se niegan esos derechos, por lo que dañarlos no debería ser un delito sino expresión del descontento social. También señala que, a menos que las acciones contra monumentos sean sin causa, no deberían considerarse vandalismo y la ley debería aplicarse de forma diferente en cada contexto.
Descripción original:
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Título original
Debe El Estado Seguir Reaccionado Con Punitivismo Penal a Las Afectaciones Que Se Realizan a Monumentos o Bienes Públicos Durante Las Manifestaciones o Protestas
El documento debate si deben penarse los daños a monumentos durante protestas por derechos humanos. Argumenta que los monumentos representan luchas históricas y pierden significado cuando se niegan esos derechos, por lo que dañarlos no debería ser un delito sino expresión del descontento social. También señala que, a menos que las acciones contra monumentos sean sin causa, no deberían considerarse vandalismo y la ley debería aplicarse de forma diferente en cada contexto.
El documento debate si deben penarse los daños a monumentos durante protestas por derechos humanos. Argumenta que los monumentos representan luchas históricas y pierden significado cuando se niegan esos derechos, por lo que dañarlos no debería ser un delito sino expresión del descontento social. También señala que, a menos que las acciones contra monumentos sean sin causa, no deberían considerarse vandalismo y la ley debería aplicarse de forma diferente en cada contexto.
Tema de refutación: ¿Deben ser penadas las afectaciones o daños que se realizan a monumentos
o bienes públicos durante las manifestaciones que exigen una reivindicación de derechos humanos?
Contextualización: Antes de esbozar los argumentos y fijar mi postura ante la presente
tesis, considero importante mencionar que, pese a que la discusión en redes siempre ha sido si, deben o no castigarse a los movimientos como marchas, protestas, entre otros, que realicen actos que afecten los monumentos o bienes públicos, y, particularmente hablando de las movilizaciones de colectivas feministas, la pregunta no tendría que ser si debería ser penado el daño a bienes públicos o privados durante las manifestaciones o protestas, ya que la pena se encuentra establecida en el artículo 397 del Código Penal Federal y en el artículo 241 del Código Penal para la Ciudad de México, el tema central debería ser si: “Se tienen que aplicar las mismas penas para todos los casos en específico”.
Aserción Los monumentos históricos no deberían de
contar con un valor intrínseco en ellos. Evidencia La Doctora Onora O’Neill nos dice en su libro, “una cuestión de confianza”, que el patrimonio cultural en sí mismo no tiene valor alguno, sino que éste está dado por lo que reviste y simboliza, en ese sentido, las edificaciones monumentales generalmente se construyen con el propósito de ejemplificar la reivindicación de derechos y las luchas históricas de nuestros antepasados por construir una nación que proteja los derechos que a ellos se les fueron violentados y por lo que se les recuerda como parte de la historia. Asimismo, cuando existen condiciones fácticas que niegan tales reivindicaciones y derechos, los monumentos pierden su significado, por lo que su afectación no debe considerarse como una conducta a castigar, sino más bien, debería percibirse cómo parte del descontento social que se expresa al momento en que estos se modifican mediante las protestas. Garantía No obstante, Javier Marín, quien hizo la estatua de Francisco I. Madero situada en la alameda central, la cual “fue vandalizada” durante las protestas del 8m en el año 2020, mencionó: “¡Bien! Por eso se instaló sin pedestal, para qué el “Padre de la democracia “fuera parte de las manifestaciones sociales y democráticas. Ojalá se quedara así, como testimonio de esta protesta.” Respaldo Cuauhtémoc Medina, parafraseando a Carlos Monsiváis, nos dice que los monumentos históricos son adornos urbanos, objetos de simbolismo social y político inmediato y, en cierta manera, “obras de arte frecuentemente fallidas en el largo plazo”. Reserva Por lo tanto, a menos de que en los monumentos, las pintas o acciones que se realicen contra estos, sean meramente ociosas, sin una causa de reivindicación de derechos humanos de trasfondo, entonces solo así, se podría considerar como vandalismo las afectaciones a estos y de la misma forma, se debería de actuar con el proceder que marca la ley en los artículos que previamente mencioné. Cualificador modal “Debería”