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CATEDRÁTICO:
DR. RAYMUNDO RAMOS DELGADO
ESTUDIANTE:
PABLO RAÚL VALDÉZ ACOSTA
APROPIACION DE ESPACIOS VERDES
PARQUE DE LA DIGNIDAD Y CIUDAD DE LAS ARTES.
Introducción.
Parque de la dignidad.
Según Zaldívar (2017), en el año 2011 fue donde todo comenzó para el proceso de
construcción de la conocida, hoy “ciudad de las artes” que, por medio del Gobierno
del Estado de Nayarit, a través de la Secretaria de Obras públicas y una empresa
privada se llevaría a cabo, por medio de un contrato de obra pública la “construcción
de ciudad de las artes, primera etapa” en Tepic. Fue así como en agosto del mismo
año se inauguró la construcción de la primera etapa de la llamada Ciudad de las
Artes, por lo que el Congreso del estado aprobó una solicitud del Gobierno para
obtener un crédito para la construcción de la segunda etapa del proyecto.
Por otra parte, hablando de la segunda forma propuesta por Valera, trata de
“comprender como se carga de significado un espacio determinado. Es aquí cuando
se pretende monumentalizar un espacio público, con un significado político y al
transformar ese significado inicial determinado en otro distinto” (como se citó en
Vidal y Pol, 2005) del cual se deriva la conceptualización del simbolismo por parte
de una transformación sobre la percepción del usuario al momento de hablar del
lugar, quizá una intervención que causara que se denominara de una manera
diferente al lugar, en torno a lo que se pretende entender, hablando del “simbolismo
urbano” que deviene de una expresión de la identidad, pues al momento de la
transición de Estadio Nicolás Álvarez, a lo que hoy es conocido como Ciudad de las
Artes, ha sido un cambio exorbitante, tanto, que el enfoque y la apreciación de los
usuarios ha sido diferente, ya que el uso de este espacio ha sido enfocado por una
vía más juvenil-pasiva, por lo que la identidad de este espacio ha cambiado, ha
sufrido una transición diferente, y los procesos dinámicos sociales son distintos, ya
que la cultura vivida en la zona es distinta a las que se llevaban a cabo antes de
dicha transición. Por lo que, dentro de la transición simbólica, va de la mano los
distintivos físico-arquitectónicos. Por lo que el hito según Lynch (1985) que se refleja
en el área, ha sufrido cambios físicos que son distintos a los establecidos por la
sociedad anteriormente, ya que, ahora no cuentan con un estadio, se cuenta con un
parque, algo completamente distinto a lo prexistente, teniendo como resultado
Vidal y Pol (2005) hacen referencia de la apropiación por medio de la querencia por
un lugar o el apego por el mismo, integrando diferentes enfoques fenomenológicos
que ayudan al desarrollo del tema, teniendo en cuenta que no solo se trata de
sentimientos, también se trata del lugar, del tiempo y los actores, que convergen en
el entendimiento por un apego hacia el objeto de estudio. Dicho de otra manera, el
afecto y las emociones, así como los sentimientos, que hacen entender el lugar
como propio, también cuenta con la variabilidad de la escala individual o colectiva,
siendo esta, un entendimiento por el apego por medio de un grupo indefinido de
personas, ya que el “lugar” no se encuentra aislado de la mancha urbana, si no, que
está integrado dentro de un barrio, una colonia, una ciudad, la cual da identidad a
dicha ciudad, reconociendo lo como parte de un sistema urbano, en el cual, el
parque de la dignidad y ciudad de las artes coexisten con el entorno que les rodea.
Es así como los poblanos, aledaños de esta zona, crean un vínculo que les
caracteriza por ser parte de un área la cual es identificada como un hito, y no solo
por ser un lugar simbólico para la sociedad tepícense, sino también por ser parte de
la colonia, por ser parte de los colonos que viven ahí, la convivencia prexistente que
se lleva a cabo día con día, nos lleva a relacionarlo con un vínculo que tiene desde
antaño. Además, cabe recalcar que este parque de la dignidad y ciudad de las artes,
se considera como patrimonio cultural y como parte de una amplia área verde, la
cual protegen los tepícences, así como lo menciona Ocegueda (2014).
Identidad cultural.
Como parte de un arraigo sobre el área, Lombardo (1993), indica que “la
construcción de la historia patria genera la necesidad de estudiar los objetos
culturales, descifrarlos e interpretarlos, conservándolos a su vez como testimonio
de esa historia”. La preservación de los objetos culturales y del patrimonio cultural,
son vitales para una ciudad, ya que, por medio de diversos estudios, estos mismos
nos pueden contar un acercamiento de lo sucedido en aquellas épocas, desde el
estilo de construcción, la pintura implementada, una estatua, los materiales
utilizados para la construcción de un inmueble, hasta de una banca para sentarse,
así como lo planteo Ocegueda (2014), sobre las acciones tomadas por el gobierno
actual de aquella época, lo cual llevo a los tepiqueños a tomar cartas en el asunto
cuando se trató de convertir el espacio público en algo privado o en un elemento
que perdería completamente los conceptos patrimoniales de los cuales se habían
apropiado durante bastante tiempo y que además era un espacio el cual era
completamente público y empleado para el disfrute de los poblanos. Entendiéndose
que la responsabilidad de la conservación de los patrimonios culturales no nada
más le corresponde al gobierno del estado, también le corresponde en gran parte a
los ciudadanos, y a todas las personas que gocen de poder disfrutar de estas áreas
Así como las escalas de la estructura urbana de una ciudad es importante, también
lo es la salud de la misma, Gehl (2010), hace mención sobre las veredas peatonales,
la pavimentación con materiales de calidad, el plantado de árboles para lograr
sombra y el mejoramiento de los lugares donde cruzan las calles, con el objetivo de
simplificar el andar por la ciudad y sea poco complejo, fácil de y usar y seguro,
durante el día como durante la noche. Pero lo importante, es el contar con buenos
espacios y equipamiento urbano de calidad. Por lo que es perceptible que la
inclusión de los parques sea de vitalidad para una ciudad, considerándolo como el
pulmón de la ciudad misma, ya que estas áreas cuentan con amplias áreas verdes,
arboleado, plantas, arbustos, etc. Un área donde convergen distintas especies de
aves, y animales de varios tipos. La importancia del parque de la dignidad y de
ciudad de las artes entra dentro del concepto de una ciudad saludable, ya que estas
áreas además de ser simbólicas, también forman parte de un sistema estructural
urbano para una ciudad sustentable y saludable, como lo menciona Gehl (2010).
Por lo que dichas áreas son estímulos convincentes para llevar a las personas a
utilizar dichos espacios, apropiarse de ellos y llevarlo a un nivel de utilización
cotidiano, como parte de una rutina diaria, conveniente para el usuario y para el
DISCUSIONES Y CONSIDERACIONES SOBRE EL CONCEPTO
DE PATRIMONIO Y DE PAISAJE DE LA CIUDAD.
PABLO RAUL VALDEZ ACOSTA
área en cuestión, ya que se fomenta la convivencia entre las personas asistentes
en dicho parque.
Conclusión.
Cada persona tiene su opinión y su percepción sobre los espacios públicos en una
ciudad, sobre todo, si hablamos específicamente de un área en concreto, por lo que
es complicado entender las necesidades que pudiera presentar cada individuo,
pero, si bien es entendible, que hablando de colectividades sociales que convergen
en un espacio predeterminado, se crea una apreciación colectiva sobre el espacio
en común, al grado de generar una apropiación colectiva o individual de la zona, por
estas razonas, cada individuo apropia un lugar a su manera y entendimiento, desde
un área en específico que sea de su agrado, hasta el predio completo, depende de
gustos, de experiencias y sentimientos empleados sobre el área. Aun así, los
conceptos sobre la apropiación de los espacios se generalizan al grado de crear
iconos o identidades culturales que identifican y diferencian a un país, o región, a
un estado, municipio, ciudad o colonia, en el caso del parque de la dignidad y ciudad
de las artes, hay cuestiones perceptibles que diferencian a ambos predios, por lo
que a toda el área, aun así, después de décadas, se le sigue conociendo como “los
estadios”, nombre que ha sido pasado de generación en generación, por medio de
boca en boca, o simplemente como costumbre se le denomina de esta manera, si
bien es mencionado que las características físicas-estructurales de un área son las
que denominan el entender de apropiar un nombre adecuado que identifique la
zona, tiene mucho partido las costumbres sociales, además de las dinámicas socio-
culturales prexistentes en el área, pues estas también serían detonantes para la
denominación de un área por medio de una actividad llevada a cabo con
cotidianidad.