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Sara Juliana Merchán Casas

David Alejandro Gómez Gantivar


Conservación y restauración del patrimonio cultural mueble
Seminario Central IV

Tabla de contenido
Presentación..........................................................................................................................2
Introducción..........................................................................................................................3
Antecedentes........................................................................................................................5
Planteamiento del problema...............................................................................................10
Objetivos.............................................................................................................................11
Objetivo general..............................................................................................................11
Objetivos específicos.......................................................................................................11
Justificación.........................................................................................................................12
Marco contextual teórico y conceptual...............................................................................12
¿Qué es un monumento en espacio público?..................................................................12
Sobre la memoria............................................................................................................15
Aspectos metodológicos, procedimentales y técnicos........................................................20
Enfoque epistemológico..................................................................................................20
Población.........................................................................................................................20
Muestra...........................................................................................................................20
Lugar de recolección........................................................................................................20
Técnicas...........................................................................................................................20
Instrumentos...................................................................................................................21
Equipos............................................................................................................................21
Realización del procesamiento........................................................................................21
Aspectos Éticos....................................................................................................................21
Resultados esperados..........................................................................................................21
Impacto...............................................................................................................................22
Cronograma.........................................................................................................................22
Presupuesto.........................................................................................................................23
Bibliografía..........................................................................................................................24

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Presentación

La presente investigación es producto de los acercamientos teóricos sobre el


marxismo en las materias seminario central y disciplinar IV en la universidad Externado de
Colombia. Busca ofrecer un marco de apoyo que permita develar los elementos que
subyacen a las alteraciones de los monumentos conmemorativos en espacio público,
especialmente en Colombia en el marco del paro nacional del 2021. De esta manera,
evidenciar el desarrollo de los conceptos de memoria, identidad y patrimonio cultural como
categorías basales en estos procesos conflictivos. A partir de lo anterior, el trabajo ahondará
de manera teórica, el trasfondo de las luchas sociales y la reivindicación de sectores
sociales a partir de este tipo de bienes culturales.

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Introducción

En los últimos años ha resurgido con intensidad en Colombia el debate alrededor de


los monumentos en espacio público. Una clara manifestación de este proceso es el
derrumbamiento o intervención de estatuas en el marco de las movilizaciones sociales, que
se han suscitado en el país en los últimos años. De hecho, el paro nacional del 28 de abril
del 2021, que se prolongó durante semanas, inició con la caída del monumento de Sebastián
de Belalcázar en Cali por parte de la comunidad indígena Misak. Lo anterior, sería
replicado en otras ciudades colombianas como Bogotá, Pasto o Manizales, por no
mencionar otros núcleos urbanos.

Estas experiencias, que se han vivido con especial vehemencia en los últimos
meses, implican la emergencia de una problemática que está latente y va más allá de, mal
llamados por parte de la prensa oficial, actos vandálicos. La arquitecta chilena Valentina
Rozas argumenta que en el siglo XXI “lidiamos con un malestar distinto: nuestros
monumentos ya no reflejan quienes somos.”(Rozas-Krause, 2020, p. 153). Estos, parecen
que no están en consonancia con los valores y discursos que representan a distintos grupos
sociales contemporáneos que ven en estos monumentos manifestaciones de otros valores
que no los representan: colonialistas, racistas o machistas

De esta manera, este tipo de intervenciones son la punta del iceberg, lo visible de
unos procesos muy complejos que implican, por un lado, la relectura del pasado,
específicamente el pasado colonial; por el otro, las pugnas alrededor de la construcción de
memoria de diferentes grupos y, si se quiere, clases sociales, que encuentran en la
reapropiación del espacio y en la resignificación de este, una lucha simbólica, que adquiere
cada vez más importancia. Lo anterior, pasa por el cuestionamiento hacia lo que significa el
patrimonio cultural y si es una categoría incluyente a la heterogeneidad social o no.

En la presente investigación se realizará un análisis teórico en el cual se buscar


develar los elementos que subyacen a las alteraciones de algunos monumentos en espacio
público, como un síntoma de disputas sociales y simbólicas entre diferentes sectores de la
sociedad. Estas disputas se nos aparecen de una manera, como alteraciones antropogénicas

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al patrimonio en espacio público, pero es obligación ir más allá y observar las relaciones
dialécticas, de reciprocidad y/o de contradicción entre los sectores en pugna.

Para develar el trasfondo analizaremos el concepto de patrimonio cultural y


monumentos en espacio público desde dos aristas. Por un lado, examinaremos lo que dice
la legislación colombiana sobre estos conceptos; y a partir de este análisis,
complejizaremos la definición de patrimonio cultural y las implicaciones que tiene a la hora
de comprender los bienes culturales materiales e inmateriales como elementos en constante
disputa en la definición de procesos identitarios, de memoria y de comprensión del pasado.

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Antecedentes

Las intervenciones a los monumentos en espacio público han incrementado en los


últimos años en distintos países del mundo; por supuesto Colombia y Latinoamérica no han
sido la excepción. Sin embargo, los estudios desarrollados desde la academia han sido
poco, quizá por lo reciente que ha sido este fenómeno o por falta de interés investigativa. Es
claro que la alteración va más allá de simples “actos vandálicos” y evidencian, más bien,
inconformidades por parte de sectores social respecto a los valores que representan este tipo
de bienes culturales. En ese sentido, se encuentran una gran cantidad de actores que pugnan
y generan tensiones alrededor de los monumentos, entendidos como un lugar de memoria,
de construcción y configuración identitaria.

Ahora bien, detrás de este accionar hay un cumulo de intereses, expectativas y


añoranzas en relación con la comprensión de la memoria, del pasado, del presente y una
proyección hacía el futuro por parte de quienes intervienen estos objetos. Lo anterior, no
quiere decir que todas las intervenciones tengan detrás un propósito reivindicativo; por
supuesto, hay alteraciones antropogénicas que no siguen este camino. No obstante, en la
presente investigación se abordará el accionar relacionado con intereses reivindicativos y
para ello es necesario establecer un dialogo con algunas investigaciones que han
comenzado a desarrollarse alrededor de esta problemática social contemporánea.

La arquitecta chilena Valentina Rozas en su artículo ¿Deben resistir los


monumentos? Monumentos caídos: notas sobre nuestra actual estatuofobia (2020), señala
que los monumentos atraviesan en el siglo XXI por una crisis pues estos, en su gran
mayoría construidos en el siglo XX, representan unos valores e ideales de un sector de la
población con los cuales colectividades, que en las últimas décadas han tenido cada vez
más importancia, ya no se identifican, o mejor nunca se han identificado. Cómo se
mencionó con antelación, son la encarnación de distintas inconformidades contemporáneas.

Rozas plantea lo problemático que pueden ser los monumentos cuando no están
alineados con los valores de la sociedad. Específicamente empieza a vislumbrase el
concepto de memoria, el cual será profundizado más adelante. Basta con decir que Rozas
plantea lo problemático que son los monumentos y observa en gran cantidad de alteraciones

5
antropogénicas, más que vandalismo o intervenciones sin sentido, un talante político y
reivindicativo. “Quizás algunos monumentos deberían dejarse intactos, mostrando los
signos acumulativos de vandalismo y reapropiación, quizás otros podrían dialogar con
nuevos monumentos que replanteen sus valores y, quizás, algunos merecen quedarse bajo el
agua”(Rozas-Krause, 2020, p. 154). En ese orden de ideas, podría plantearse que los
monumentos adquieren un sentido de confrontación.

Siguiendo con esta línea investigativa, las profesoras Yúmari Pérez y Diana Ramiro
de la facultad de arquitectura de la Universidad Nacional Autónoma de México, realizaron
a finales del año 2020 un artículo titulado Monumentos confrontados: nuevos roles para el
patrimonio ante los desencuentros sociales. Allí, se sostiene que la agresión a monumentos
es un fenómeno que ha tomado fuerza en los últimos años. Por medio del estudio de la
marcha del 8 de noviembre del 2018 en Chile, el derribo de estatuas en Estados Unidos e
Inglaterra enmarcado en el movimiento Black Lives Matter, y el movimiento
#NoMeCuidanMeViolan, México, se busca estudiar tanto las resignificaciones y
redefiniciones al patrimonio cultural, como las reacciones por parte de sectores
hegemónicos antes estas agresiones.

De entrada, se sostiene que los monumentos son fundamentales para que el paso del
tiempo no sepulte el pasado. La problemática radica en que estos son creados en una
sociedad y en un tiempo determinados y al transcurrir los años “necesita replantearse
constantemente ante los escenarios sociales actuales y sus problemas, para validar su
significado y sentido identitarios o convertirse en objeto y sujeto de la manifestación de
descontentos”(Pérez & Ramiro, 2020, p. 46) Lo anterior es definido como la metamorfosis
del monumento vinculada al patrimonio cultural.

A través de estos cambios las autoras hacen evidente un nuevo rol que juega el
patrimonio cultural, manifestado a través de los monumentos conmemorativos en espacio
público. Es un rol propio de la contemporaneidad que implica varios actores como:
universidades, centros de conservación y restauración, distintos colectivos sociales, entre
otros. En este panorama complejo, Pérez y Ramiro más que ofrecer una respuesta concisa a
todas las problemáticas envueltas detrás de la confrontación de monumentos, apuntan que,
aunque se suscite escozor es “necesario tener una postura de apoyo, para que esta herencia,

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en su papel activo, en su proceso dinámico, en la conversación que tiene como parte de la
sociedad, se pueda tratar desde un punto de vista horizontal y más que como especialistas,
como integrantes de la sociedad” (Pérez & Ramiro, 2020, p. 60)

Profundizando en las tensiones alrededor de los monumentos, es pertinente


mencionar brevemente un concepto que puede ayudar a develar el trasfondo donde se ven
envueltos: lugar de memoria. No es un concepto exclusivo a este tipo de patrimonio
cultural; Yaneth Hernández, apoyándose en Pier Nora, define como “lugares de memoria
no solo a los monumentos, espacios, paisajes u objetos, sino también a las fiestas, los
emblemas, las conmemoraciones, los cantos, etcétera; en definitiva, todas las
representaciones materiales o simbólicas portadoras de memoria.”(Hernández, 2013, p. 99).

Alrededor de estos espacios se reflejan las problemáticas profundas de la sociedad.


Y es en el espacio público y en los monumentos que allí se erigen donde estas
manifestaciones emergen. Por ejemplo, los monumentos conmemorativos, una tipología del
monumento, reflejan imaginarios sociales y proyecciones sobre valores y formas de
interpretar el pasado por parte de un determinado grupo social o a la sociedad entera,
dejando por fuera amplios sectores de la sociedad. Por esa razón, su misma confección
implica estar envueltos en tensiones y disputas.

Sentado lo anterior, Lina Vargas desarrolla una investigación en torno a la


configuración de memorias por medio de la construcción de monumentos en la primera
mitad del siglo XX en Cali, Colombia. Para ello, se centra por un lado en el estudio de los
monumentos a Joaquín Cayzedo y Cuero, Simón Bolívar, y a la novela de Jorfe Isaacs,
María, situados en el centro histórico de Cali. Y por el otro, el monumento a los estudiantes
caídos durante la dictadura de Rojas Pinilla que se encuentra en el barrio Siloé. De esta
manera analiza procesos de apropiación, reapropiación, comprensión y entendimiento del
espacio y del pasado que están atravesados por las tensiones y el conflicto sobre el pasado.

El artículo ofrece una visión del patrimonio cultural, no como un elemento neutro y
pasivo dentro de la sociedad. Por el contrario, lo entiende como un campo donde se disputa
la memoria, y se manifiesta la comprensión del pasado por parte de diversos actores.
Asimismo, resulta fundamental el concepto de apropiación y reapropiación pues permite
complejizar las relaciones que se confeccionan alrededor de los monumentos. Si bien, para

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la autora estos fueron construidos con un propósito inicial basado en ciertos valores, estos
últimos son cambiantes debido a procesos de apropiación y valoración que provienen del
mismo cambio de la sociedad “Desde los inicios del siglo XX, hasta la actualidad,
dominada por discursos y prácticas patrimoniales, los habitantes de Cali se apropian de la
ciudad, y en su experiencia de la misma dan un uso y un significado a los espacios y
monumentos, que difieren de las lógicas oficiales”(Vargas, 2019, p. 219)

Con el texto de Vargas surgen cuestiones relacionadas al cómo abordar la memoria.


¿Qué historias deberían ser contadas? ¿Qué lugares deberían ser considerados
emblemáticos? Son algunas de las preguntas que rodean esta discusión que al mismo
tiempo se ve ligada a quienes las confeccionan y en que espacios se construyen. De esta
misma manera, el papel del Estado, organizaciones sociales, organizaciones de derechos
humanos, ciudadanos, instituciones culturales, son actores fundamentales para la toma de
decisiones y participación sobre los espacios para la transmisión de memoria.

Por otro lado, según plantea María Rosa Gómez (2008) el dejar en manos del Estado
los temas de memoria ha causado cierto arrepentimiento por parte de los sectores afectados
como familiares de las víctimas, y víctimas directamente. Esto está ligado a los constantes
cambios de gobierno con los cuales llegan cambios significativos en los proyectos y
estrategias planteados para los procesos de reparación. Como resultado, plantea la búsqueda
de nuevas entidades que no estén influenciadas por corrientes políticas e ideológicas para
un manejo eficaz de los sitios para la memoria, de allí nace la justicia transicional, usada
como estrategia para la reparación, reconciliación e inclusión, desde lo simbólico y lo
material para la búsqueda de la verdad.

Teniendo en cuenta lo anterior y lo planteado por Gómez, las políticas públicas


toman un lugar fundamental permitiendo la transmisión de memoria de manera incluyente,
democrática y activa, permitiendo la participación de los actores involucrados junto al
Estado. Los sujetos involucrados deben ser autónomos, constituidos por organizaciones
sociales y defensoras de los derechos humanos.

Finalmente, el artículo nos remarca que la memoria es un constructo social por ende
nos ofrece más que una reconstrucción estática del pasado, nos brinda, una denuncia ética

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atravesada por procesos sociales donde la memoria se encuentra de manera intrínseca.
(Gómez, 2008, p. 3)

Retomando el debate sobre la memoria, Portelli plantea que es incorrecto asumir


que la memoria es buena o mala debido a que la memoria siempre está presente, pero está
condicionada por el funcionamiento que se le otorgue. Si bien, el “exceso” de memoria
puede ser dañino para la imaginación, la falta de memoria puede conducir al olvido y
repetición de acciones del pasado obstaculizando los procesos de reparación y
reconciliación.

Igualmente, ahonda en cómo la oposición que se ha construido entre memoria y


olvido es incorrecta pues el olvido hace parte de la memoria. La memoria más que la
acumulación de eventos es un proceso de construcción de sentido e identidad, en el
transcurso algunos eventos son llevados al olvido, eventos que pueden reaparecer con el
tiempo.

Como resultado, existen dos formas de percibir la memoria: la memoria como


tranquilizante o la memoria como perturbación (Portelli, 2013, p. 3). La memoria, es un
concepto cambiante y cuando es considerada como lo contrario se puede entender como
memoria-monumento, esta es la versión institucionalizada donde se representan las hazañas
del pasado y los grandes héroes generando una identidad nacional basada en solo lo que
brinda orgullo, es individualista y excluyente. La memoria también debe ser molesta,
generando preguntas sobre el concepto institucionalizado de ella, incluyendo testimonios
personales de víctimas, familias, organizaciones sociales además de los museos e
instituciones.

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Planteamiento del problema

En los antecedentes relacionados con el estudio de los monumentos en espacio


público, especialmente los conmemorativos, se encontró que los estudios que buscan
aprehender el fenómeno son más bien recientes, en razón a la actualidad de este tipo de
acciones. Si bien, a lo largo de la historia de la humanidad miles de monumentos han sido
derrumbados y reemplazados, lo que se exhibe detrás de las acciones contemporáneas es el
reflejo de una serie de tensiones y conflictos entre diversos grupos, si se quiere clases
sociales, que pugnan alrededor de la memoria, la identidad y la comprensión del pasado.

Las alteraciones que se han vivido en los últimos años tienen particularidades y
abismos insondables con acciones de siglos pasados, en la medida que quienes reclaman y
alteran no son un grupo hegemónico que llega a instaurar “una cultura”; sino que están
inmersos en las lógicas de una sociedad cada vez más compleja y heterogénea y no se
sienten identificados con los monumentos y los valores que estos representan; razón por la
cual los reclamos y reivindicaciones están a la orden del día.

Si bien, se hay elementos que permiten vislumbrar que detrás de las alteraciones a
los monumentos conmemorativos hay unos intereses. Consideramos que es necesario
complementar el carácter de pugna que emerge constantemente y en diferentes latitudes
que, desde nuestro punto de vista, evidencia las tensiones y luchas de clases
contemporáneas alrededor de elementos, que antaño tal vez no se tenían en consideración a
pesar de su existencia, pero que ahora resultan esenciales para la comprensión de los
procesos sociales contemporáneos.

En las investigaciones mencionadas con antelación vislumbran conceptos y


categorías que, desde nuestra perspectiva, deben ser trabajadas y desarrolladas para poder
aprehender y comprender el fenómeno de las alteraciones de los monumentos
conmemorativos en espacio público que han emergido en los últimos años. Para ello

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consideramos que algunos planteamientos metodológicos, que serán desarrollados más
adelantes, planteados por Karl Marx resultan fundamentales. Más allá de plantear las
relaciones de poder y el carácter conflictivo de las relaciones sociales, elemento crucial;
consideramos que la abstracción entendida como un instrumento de análisis social para
develar las relaciones interdependientes detrás de la apariencia es fundamental

Así pues, los monumentos en espacio público pueden entenderse en relación con
procesos de pugna y tensiones entre formas de comprender el espacio y aprehender el
pasado por parte de distintos sectores sociales. En ese sentido, más que actos “vandálicos”
algunas alteraciones antropogénicas emergen como un campo en relación con la
negociación de la memoria y donde se materializará el olvido y el recuerdo. A partir de esta
concepción más compleja de este tipo de patrimonio cultural se pueden establecer
interdependencias más profundas en relación con el estudio de la aprehensión y
construcción de nuevos significados alrededor del patrimonio cultural. En ese sentido es
totalmente pertinente cuestionarse el papel que juegan categorías como memoria y
patrimonio cultural en las alteraciones de los monumentos en espacio público, dentro de lo
que implica el ejercicio de poder enmarcado en las luchas de clases contemporánea.

Objetivos

Objetivo general

 Develar los elementos en pugna que están detrás de las alteraciones


antropogénicas reivindicativas en los monumentos conmemorativos situados en el
espacio público.

Objetivos específicos

 Ofrecer un acercamiento a conceptos como memoria y patrimonio


cultural para exhibir el trasfondo de lucha de clases que se encuentra en los
monumentos en espacio público.
 Evidenciar la existencia conflictiva, de lucha y tensiones que
componen a los monumentos en espacio público.

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 Establecer un marco de referencia teórico y metodológico apoyado en
el materialismo histórico que permita estudiar los monumentos conmemorativos en
espacio público y sus alteraciones antropogénicas reivindicativas.

Justificación

Las acciones que se han dado en los últimos años alrededor de los monumentos en
espacio público, han abierto un debate sobre sus intenciones. Por lo anterior, es necesario
divisar más allá de las acciones en sí y entender como en ellas se ven reflejados procesos,
ideas e intenciones. Por otro lado, y en relación con lo anterior, es importante comprender
como estas acciones están sujetas a conceptos que en sus inicios fueron excluyentes para
ciertos sectores sociales, como la memoria, la cultura y el patrimonio.

Por ende, el siguiente proyecto busca, entender las acciones y pugnas detrás de las
consideradas alteraciones antropogénicas en los monumentos conmemorativos en espacio
público, haciendo énfasis en los presenciados en el marco del paro Nacional del 28 de abril
del 2021. Igualmente, comprender como los conceptos de memoria y patrimonio han estado
sujetos a la lucha de clases y diversas pugnas sociales. Finalmente, se hará el análisis desde
el materialismo histórico propuesto por Karl Marx y el acercamiento a las relaciones que
existen entre ideología y cultura realizado por Gramsci, para la compresión de los
elementos planteados anteriormente.

Marco contextual teórico y conceptual.

¿Qué es un monumento en espacio público?

El interés Gubernamental por el patrimonio cultural se remonta al siglo XVIII,


siendo el primer antecedente en 1761 cuando el procurador de Santafé se opone a la
demolición de la ermita del Humilladero para construcción de una Iglesia, pero es a partir
del siglo XIX que empieza existir un interés en la conservación y protección del patrimonio
cultural. Inicialmente, el interés por el patrimonio se limitaba a los objetos con valores

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históricos y artísticos como trofeos de guerra, banderas, armas, objetos arqueológicos
precolombinos y objetos coloniales.

En el siglo XX, el interés gubernamental por el patrimonio va de la mano con los


tratados internacionales que serán usados como influencia por el Estado colombiano para
los procesos de preservación que se llevarían a cabo en el patrimonio cultural. A partir de
estos tratados surgen algunos puntos de la legislación colombiana como: La Ley 163 de
1959 donde se dictan las “medidas sobre defensa y conservación del patrimonio histórico,
artístico y monumentos públicos de la nación” que nace del “Tratado sobre defensa y
conservación del patrimonio histórico” de 1933, incorporado a la legislación nacional en
1936.

Con la llegada de la constitución de 1991, se reconfiguró la importancia del


patrimonio cultural y natural siendo planteado en el artículo 8 que “es obligación del Estado
y de las personas proteger las riquezas culturales y naturales de la nación” (1991), también
se empezaron a gestionar leyes como la ley de cultura o ley 397 de 1997 donde se da una
delimitación de las problemáticas de gestión del patrimonio en relación con el contexto
colombiano que más tarde serán referentes para la configuración de políticas públicas.

Como resultado, se da la división del patrimonio en patrimonio tangible y el


patrimonio intangible, siendo este último menor al 1% del patrimonio nacional con su
primera declaración en el año 2001 con los Carnaval de Pasto. Por otro lado, el patrimonio
tangible se divide en dos grupos, bienes muebles y bienes inmuebles, los bienes muebles
representan el 2% de los bienes dentro del patrimonio tangible y han contado con procesos
de gestión desde antes del patrimonio intangible siendo la primera declaración en 1975. La
mayor parte del patrimonio se encuentra constituido por los bienes inmuebles divididos en:
Patrimonio arquitectónico, Patrimonio urbano, Patrimonio arqueológico, Patrimonio natural
y Patrimonio mixto.

La construcción de ciudadanía y de la estructura socioeconómica nacional este


ligado al desarrollo del patrimonio cultural, sobre todo al patrimonio inmueble debido a que
los centros históricos y monumentos en espacio público impulsan el desarrollo de la
participación y del turismo. El patrimonio empieza a verse más como un objeto de consumo

13
más que una estrategia para la preservación de la memoria y la identidad. (Garavito, 2006,
p.19)

Sobre los monumentos se ha escrito abundante literatura. Quizá, uno de los libros
más importantes sobre la conceptualización del monumento ha sido el del historiador del
arte formalista Alois Riegl: El culto moderno a los monumentos (2008). Allí, se entiende
por monumento “una obra realizada por la mano humana y creada con el fin específico de
mantener hazañas o destinos individuales (o un conjunto de éstos) siempre vivos y
presentes en la conciencia de las generaciones venideras”. (Riegl, 2008, p. 23). A partir de
esta definición, Riegl desarrolló una serie de valores entorno a los monumentos que serán
transversales en la comprensión de estos durante buena parte del siglo XX.

Por otro lado, respecto al espacio público en Colombia, la Constitución Política de


1991 en su artículo 82 sostiene que “Es deber del Estado velar por la protección de la
integridad del espacio público y por su destinación al uso común, el cual prevalece sobre el
interés particular” (Const., 1991, art. 82). Desarrollando este artículo de la constitución el
decreto 1504 de 19981 sostiene que el espacio público “es el conjunto de inmuebles
públicos y los elementos arquitectónicos y naturales de los inmuebles privados destinados
por naturaleza, usos o afectación a las necesidades urbanas colectivas que trascienden los
límites de los intereses individuales de los habitantes” (Decreto 1504, 1998, art. 2).

Ahora bien, los monumentos en espacio público están agrupados dentro del
patrimonio cultural mueble, lo cual entraría en contradicción con la anterior definición. No
obstante, en el artículo 5 del mencionado decreto se sostiene que los monumentos son
elementos constitutivos del espacio público. Razón por la cual, la definición propuesta en el
párrafo anterior de espacio público aplica a los monumentos. Más concretamente, el
concepto de monumento en espacio público es desarrollado en la cartilla Adopta un
monumento (2017) de la secretaria distrital de cultura de Bogotá:

Son aquellos elementos y obras de arte localizados en el espacio público


(Decreto 190 de 2014), que, por haber sido elaborados con la intención de conservar
la memoria de un personaje, un hito o un hecho histórico, o bien, por haber sido
concebidos con una finalidad artística, representan valores históricos, simbólicos y

1
Sigue vigente y está compilado en el Decreto 1077 de 2015 que compila decretos del sector vivienda,
ciudad y territorio.

14
estéticos entre muchos otros, y por lo tanto merecen ser conservados para el goce y
el disfrute de todos los ciudadanos. (Secretaría Distrital de Cultura, 2017, p. 6)
Con la exposición de la legislación acerca de los monumentos en espacio público se
buscó hacer énfasis en dos cosas. En primer lugar, evidenciar la existencia de un marco
jurídico en Colombia que protege y garantiza este tipo de patrimonio cultural mueble. En
segunda instancia, se comprobó que las definiciones, por lo menos en la cartilla Adopta un
monumento, guardan relación con la teorización propuesta por Riegl hace más de un siglo;
en la medida que, su importancia radica en mantener vivo, en la conciencia o en el
recuerdo, un hecho, un personaje, que representan determinados valores.

Sentado lo anterior, los monumentos en espacio público hacen parten de un


conjunto más grande: el patrimonio cultural. Este concepto también está definido y
garantizado desde la constitución de 1991, la cual es reconocida por su enfoque cultural. No
es para menos, varios artículos protegen la cultura; específicamente, el artículo 72 sostiene
que el patrimonio cultural debe ser protegido por el estado. En desarrollo de este artículo, la
ley 1185 argumenta que el patrimonio cultural está “constituido” por todos los bienes
materiales, las manifestaciones inmateriales, los productos y las representaciones de la
cultura que son expresión de la nacionalidad colombiana” (Ley 1185, 2008, art. 1). De esta
manera, el patrimonio cultural se relaciona con el derecho a la cultura y es inherente al
derecho a tomar parte de la vida cultural.

Esta conceptualización del patrimonio cultural y por añadidura, de los monumentos


en espacio público, los reduce a un conjunto de objetos materiales que hacen parte de una
colectividad, de la nación colombiana. Es problemático porque implica un patrimonio
cultural objetivo y prístino, que no involucra cuestiones políticas, tensiones e intereses. Por
esa razón, proponemos entender el patrimonio cultural como “conjunto de procesos de
creación de sentido y representación que ocurren cuando se identifican, definen, manejan,
exhiben y visitan los lugares” (Smith, 2011, p. 45), es posible desprender del patrimonio la
posibilidad de identificar significados sociales y procesos de construcción de memoria que
dan sentido al presente. De cierta manera, se está complejizando lo teorizado por Riegl a
principios del siglo XX.

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Sobre la memoria

Uno de los conceptos más relevantes que se ha vislumbrado desde los antecedentes
es el de memoria. Este se define en sus relaciones recíprocas y de contradicción con la
historia en cuanto al entendimiento del pasado. Es una disputa que, durante buena parte del
siglo XX, especialmente en la segunda mitad, se ha intensificado. Una diferencia notable es
que entre ambos conceptos la historia reclama cierta búsqueda de la objetividad; por el
contrario, la memoria tiene su sustento en la afectividad y emocionalidad de un grupo
social frente a su pasado. Pier Nora sostiene que “La historia, como operación intelectual y
laica, utiliza análisis y discurso crítico. La memoria instala el recuerdo en lo sagrado la
historia lo desaloja, siempre procesa.”2 (Nora, 2008, p.21)

Con la memoria nos enfrentamos a una forma de comprender el pasado que está
íntimamente ligada a las aspiraciones y a las intencionalidades de las colectividades social.
Continuando con Nora, la memoria “es la vida que llevan los grupos vivientes, es abierta a
la dialéctica del recuerdo y a la amnesia de las deformaciones (…) es un fenómeno que
actúa en relación al presente” (Losiggio et al., 2016, p. 22). En ese sentido, puede
entenderse como un dispositivo capaz de crear nuevas realidades, donde se le da sentido a
objetos, sucesos, relatos y cualquier tipo de expresión que permita entender el pasado para
configurar el fututo.

Así pues, la memoria es entendida como un proceso donde se juega y se define la


relación entre el recuerdo y el olvido. A diferencia de la historia, esta se presenta en la
cotidianidad de los grupos sociales y se erige como pilar en la configuración de la identidad
de los grupos sociales. Esta característica de la memoria es la que confecciona las disputas
que se generar en torno a ella. Existen muchas formas de materializarla y los monumentos
en espacio público es una de esas formas. Las tensiones y pugnas que generar son el reflejo
de formas de comprender procesos históricos que por lo general son contradictorias.

Materialismo histórico
2

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Karl Marx hace una crítica a los economistas clásicos que sostienen que el individuo
del siglo XVIII “aparece como un ideal cuya existencia pertenece al pasado. No constituye
para ellos el resultado de la historia, sino su punto de partida” (Marx, 1971, p.16). Para el
pensador alemán, esto resulta problemático porque insinuaría que las relaciones de
producción que se dan en distintos modos de producción están sujetas a leyes naturales
independientes a la historia. Por el contrario, Marx argumenta que todos los seres humanos
somos seres sociales y no podemos estar al margen de la sociedad. Así, todo lo social es de
carácter histórico, es decir no es natural. De esta manera todo este sujeto a cambios y en ese
sentido es posible estudiar y desentrañar la realidad a partir de los elementos concretos que
la componen.

Para la presente investigación, la posibilidad metodológica que brinda Marx es


fundamental para aprehender las tensiones que se configurar en los monumentos en espacio
público. Su metodología investigativa se sustenta en que los objetos, en nuestro caso los
monumentos, se presentan bajo una forma, en una apariencia que debe desentrañarse para
revelar lo que oculta. Por esa razón, resulta necesario someter a crítica la forma en que
aparecen pues no se manifiestan como realmente son. Para ello, la abstracción entendida
como un instrumento de análisis social permite partir de generalidades, “de lo concreto
representado llegaría a abstracciones cada vez más sutiles hasta alcanzar las
determinaciones más simples”. (Marx, 1982, p.50).

A partir del análisis de lo concreto, de los monumentos a “simple vista” es posible


llegar a categorías más simples, pero más enriquecedoras que permitan aprehender la
problemática a tratar. Así pues, volvemos al monumento, ya no como un todo
desorganizado y caótico, sino como lo “concreto es concreto porque es la síntesis de
múltiples determinaciones, por lo tanto, unidad de lo diverso”. (Marx, 1982, p.51). En los
monumentos se encuentran una serie de determinaciones e interrelaciones que permiten
entrever y vislumbrar la lucha de clases, la lucha por la memoria y por el patrimonio
cultural.

Asimismo, es pertinente retomar la doble acepción de la dialéctica que se encuentra


en Marx. Norberto Bobbio (2000) argumenta que en el pensamiento de Marx se hallan dos

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formas de entender la dialéctica. Por un lado, la entiende como la relación recíproca entre
dos términos que se influencian mutuamente y que se entrelazan. Por otro lado, la entiende
en términos de contradicción, lo negativo como un momento necesario en el desarrollo
histórico que desembocará en la generación de un término distinto a los que se opusieron.
Este último se entiende en clave de contradicciones históricas que dan origen a
antagonismos, a luchas de clases.

Teniendo presente la doble acepción de la dialéctica es posible introducir el


concepto de clase. Es necesario guardar ciertos matices y precisar en que Marx, no alcanzo
a pulir esta categoría. No obstante, ofrece algunos elementos que permiten comprenderla y
aplicarla como categoría de análisis social. De esta manera, las clases no existen
naturalmente; más bien, son el resultado de transformaciones históricas y se encuentran en
constante cambio. Asimismo, es una categoría relacional, es decir se construye en
interdependencia, reciprocidad y contradicción con una o mas clases.

En términos generales, la clase se constituye por un grupo de individuos que tienen


unos intereses comunes que se oponen a los intereses de otro grupo social. Además de esta
característica hay otros elementos que resultan importantes como la propiedad de los
medios de producción o la participación en la estructura del poder. Igualmente, el tipo de
representaciones que acompañan al grupo social destacaría un papel importante. Es en este
último sentido donde podría aplicarse el concepto de clase para comprender las tensiones
que giran alrededor de las representaciones de diferentes sectores de la sociedad frente a los
monumentos conmemorativos en espacio público.

Esta teorización y aprehensión de la dialéctica resulta fundamental para el presente


proyecto en tanto que permite observar contradicciones y antagonismos entre formas de
comprender el pasado. No obstante, podría decirse igualmente, que en las concepciones y
en las pugnas alrededor de los monumentos en espacio público se evidencia no sólo un
carácter contradictorio, sino recíproco entre los sectores que pugnan. En ese sentido, una
visión del pasado surge y se alimenta en relación con otra que se le opone, peor que
simultáneamente la condiciona.

Continuando con la concepción dialéctica, Balibar (1976) argumenta que en Marx


los fenómenos históricos son luchas de clases y están relacionadas a fases históricas de la

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producción. Asimismo, las clases no pueden entenderse sin el concepto de lucha pues
siempre ha habido antagonismos. De esta manera, el surgimiento de nuevas clases producto
de condiciones históricas implicaría el surgimiento de unas condiciones de producción y,
por lo tanto, nuevas formas de lucha. Las clases, entonces están determinadas por su lugar
en la producción y es por esta razón que se oponen, que son contradictorias.

Aparentemente, se hace referencia a la producción material y económica. Sin


embargo, y sin bien Marx no profundizaría mucho en este aspecto, el ser humano no solo
requiere para vivir la producción material, también es fundamental la producción, si se
quiere, espiritual. Por esa razón, es posible trasladar la lucha a elementos simbólicos y
culturales donde estás tensiones y pugnas se hacen evidentes: las luchas sobre la memoria
materializadas en los monumentos en espacio público.

Ahora, en Marx la cultura no fue tratada a profundidad. Sin embargo, sentó las
bases e introdujo las relaciones de poder como marco para comprender la cultura. La
dominación y la explotación de unos sectores sociales sobre otros también se traducen en lo
cultural. “Es culturalmente dominante la clase que impone su “cultura” como referencia,
definiendo de este modo todas las “relaciones de sentido” derivadas en una formación
social definida”(Montiel, 2005, p. 285). Para Montiel lo cultural se identifica con lo
ideológico en Lenin y desde lo ideológico el materialismo histórico se puede apropiar el
concepto de cultura, entendiéndolo como formas de relacionarse de un grupo con sus
condiciones de existencia. Así, lo que se presenciaría en la construcción de monumentos
conmemorativos en espacio público sería la configuración de memoria y de un sentido de
pasado por parte de una clase dominante.

Profundizando en la posibilidad de estudiar la cultura desde un enfoque marxista,


es necesario plantear algunos postulados del filósofo italiano Antonio Gramsci quien
sostiene, según Durham, que “El bloque dominante necesita subordinar a las demás clases
(y a sí mismo) a las exigencias del nuevo modo de producción, no sólo mediante la
coerción sino también mediante la amplia transformación de valores y costumbres de la
sociedad civil” (Durham, 1984, p. 260). Lo anterior implica los pilares de nuevas prácticas
sociales. En ese sentido, lo ideológico atraviesa las manifestaciones culturales.

19
Pero lo ideológico, a su vez, está subordinado en Gramsci al concepto de
hegemonía, entendido como un proceso social, o una construcción artificial, en la que una
clase ejerce dominio no sólo económico, también en las formas de comprender el mundo,
creencias, costumbres, entre otras. No obstante, no se debe pensar que la cultura de una
clase se impone unilateralmente sobre otra; por el contrario, existe una capacidad popular
que permite comprender la realidad social y formular los intereses dependiendo de las
necesidades, que, en muchas ocasiones, son opuestas a las que se buscan establecer
hegemónicamente.

Así, la anterior postura “ implica analizar siempre la producción cultural, en orden


de su contribución al enfrentamiento entre las clases fundamentales (…) No hay, por
decirlo así, elementos culturales o conflictos políticos con relevancia propia fuera de este
cuadro” (Durham, 1984, p. 264). Si bien, hablar de un conflicto de dos clases en relación
con los monumentos en espacio público puede resultar muy generalizante, pues más que
clases definidas, se encuentran sectores emergentes. Así, el acercamiento teórico de
Gramsci es de gran importancia, en cuanto que permite entender estos procesos como una
materialización de un conflicto entre formas de comprensión del pasado, atravesadas por la
memoria y el patrimonio, entendido este último como proceso de creación de sentido.

El pensador italiano pone sobre la mesa la conciencia de sí mismos que tienen los
colectivos sociales, sus concepciones del mundo. Se cuestiona acerca del sujeto
revolucionario, que se construye históricamente, dota a los individuos de agencia en la
lucha social y en la reflexión teórica. De tal suerte, abre un nuevo campo “se pregunta por
la condición de lo popular, tanto de lo popular tradicional-que se manifiesta en el folclore,
expresión bien distinta de la cultura oficial, de alta cultura, a la que en ocasiones se
contrapone-” (Bozal, 1996, p. 74)

Aspectos metodológicos, procedimentales y técnicos

Enfoque epistemológico

En el presente proyecto, el materialismo histórico planteado por Karl Marx es


fundame ntal, ya que permite el entendimiento del trasfondo de las tensiones sociales,

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desde el estudio de los objetos, en este caso, los monumentos. De esta manera, desde el
análisis social generado por la abstracción será posible entender lo que hay más allá de las
manifestaciones físicas sobre los monumentos, desde la crítica y el análisis de su forma.

Por otro lado, la teoría propuesta por Gramsci hace posible la comprensión del
concepto de cultura, ideología y lucha de clases desde una postura Marxista. Esto, hace
posible la comprensión de estos conceptos en la actualidad y aterrizarlos al caso
colombiano y las pugnas que están detrás de los factores que afectan los monumentos
conmemorativos en espacio público. Lo anterior se enmarca en el materialismo histórico
como condición de posibilidad, como se ha venido señalando, para develar lo que se oculta
detrás de lo aparente, partiendo de aquellos elementos que producen los medios de vida y
están atados a las condiciones materiales que nos rodean.

Población
 Monumentos conmemorativos en espacio público

Muestra
 Monumentos conmemorativos en espacio público de Bogotá,
afectados en el paro nacional del 28 de abril.

Lugar de recolección
 Bogotá D.C.

Técnicas
 Cartografía social
 Búsqueda bibliográfica
 Análisis crítico del discurso
 Entrevistas a algunos marchantes

Instrumentos
 Guion para las entrevistas
 Grabadora
 Puntos definidos para la cartografía social
Equipos
 Un profesional en cartografía

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 Dos profesionales en estudios de patrimonio cultural
 Un profesional en ciencias sociales y humanas, con conocimientos en
marxismo
Realización del procesamiento

 QGIS: Identificación del territorio y realización de la cartografía


social
 Voyant tools: Identificación de conceptos claves
 Cmap tools: Realizar mapas conceptuales que permitan organizar y
sintetizar la información

Aspectos Éticos

A la hora de realizar el proyecto, se debe respetar la integridad de las perdonas


involucradas en los procesos de pugna evidenciados en los monumentos, así como
mantener el mensaje que busca transmitir la materialidad sin tergiversar la información, el
significado y ser totalmente objetivos a la hora de compartir la información. De esta
manera, se garantiza que toda la información recolectada será utilizada para fines
netamente académicos y no serán influenciados por ideologías personales.

Resultados esperados
Establecer un marco que permita aprehender las alteraciones antropogénicas de
carácter reivindicativo que se llevan a cabo en monumentos en espacio público, observando
las tensiones y conflictos que se esconden detrás de la apariencia de este tipo de bien
cultural, los cuales se presentan de alguna u otra manera objetivos y prístinos.

Impacto

Se espera contribuir a la explicación y comprensión de una problemática social


contemporánea, como lo es la alteración a los monumentos en espacio público. Para ello, se
propone un marco de análisis que permita complejizar una mirada simplista que observa

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estas afectaciones como actos vandálicos. Por el contrario, se hace un llamado a observar y
estudiar estos fenómenos en sus imbricaciones y complejidades donde se juega procesos de
identidad, de memoria y de comprensión frente al pasado.

Cronograma

Febrero Marzo Abril Mayo


Contextualización
y acercamientos teóricos
Elección de
monumentos en espacio
público a estudiar.
Documentación
de las alteraciones.
Entrevistas

Análisis de las
entrevistas
Propuesta desde
la conservación y
restauración
Proceso de
escritura y socialización

Presupuesto

Elementos Costo

Documentación y clasificación $300.000

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Talento humano $14.000.000

Software de análisis y equipo $5.000.000


técnico

Materiales $800.000

Servicios e internet $800.000

Transportes y viáticos $4.000.000

Total: $24.900.000

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Bibliografía:

Balibar, E. (1976). Karl Marx y el marxismo en Cinco ensayos de


materialismo histórico. Barcelona: Editorial Laia

Bobbio, N (2000). Ni con Marx, ni contra Marx. México: Fondo de Cultura


Económica.

Bozal, V. (1996). Estética y marxismo. España: Graficas Rógar, S.A.

Garavito, L. (2006). El origen del patrimonio como política pública en


Colombia, y su relevancia para la interpretación de los vínculos entre cultura y
naturaleza. Revista Ópera, (6), 169-187.
Gómez, M. R. (2008). Territorios en disputa: monumentos, museos y sitios

de memoria. Ramona de Artes Visuales, 78, 50-57.Durham, E. (1984). Cultura e

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Hernández, Y. M. (2013). Lugares de memoria: Entre la tensión, la

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Losiggio, D.-A., Cocimano, F.-A., Crescimbeni, C.-A., Carniglia, L. A.-A.,

Pinto, L.-A., Espinosa, L.-A., Svampa, L.-C. o E., Padilla, M. C.-A., & Villalba, D.-

25
A. (2016). Entre la historia y la memoria: Debates actuales en torno a la (re)

actualización del pasado.

Montiel, G. (2005). Teoría y análisis de la cultura. CONACULTA.

Pérez, Y., & Ramiro, D. (2020). Monumentos Confrontados: Nuevos Roles

Para El Patrimonio Ante Los Desencuentros Sociales: Confronted monuments: new

roles for heritage in the face of social disagreements. Monumentos enfrentados:

novos papéis do patrimônio diante das desavenças sociais., 38(58), 44-61.

https://doi.org/10.22320/07196466.2020.38.058.03

Riegl, A. (2008). El culto moderno a los monumentos: Caracteres y origen.

Visor Libros.

Rozas-Krause, V. (2020). ¿Deben resistir los monumentos? Monumentos

caídos: notas sobre nuestra actual estatuofobia. ARQ (Santiago), 105, 150-152.

https://doi.org/10.4067/S0717-69962020000200150

Smith, L. (2011). El “espejo patrimonial”. ¿Ilusión narcisista o reflexiones

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Vargas, L. M. C. (2019). Memorias en disputa. Los monumentos a Joaquín

Cayzedo y Cuero, Simón Bolívar, María y el monumento a los Estudiantes Caídos

durante la dictadura de Rojas Pinilla, Cali 1910-1958. Historia y Espacio, 15(52),

Article 52. https://doi.org/10.25100/hye.v15i52.8123

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