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Ejercicio ‘PENSAMIENTO FORMAL’

Contenido y familiaridad con la tarea inciden en su resolución (péndulo-plantas). Plantea 2 tareas que
requieran aplicar el pensamiento formal, diferenciando por su contenido más o menos familiar.

Proponemos como ejemplos dos pasatiempos de lógica; el primero es un juego de lógica tradicional
(véase el anexo 1), con una serie de cuadros que ayudan a su resolución. Se aportan varias pistas que,
gestionadas correctamente y paso a paso, permitirán resolver el pasatiempo. El lenguaje y el vocabulario
son corrientes, con los cuales el adolescente o alumno está más que familiarizado. Lo ideal sería que
adaptásemos tanto los nombres de los participantes como los juegos a los que se juega, que estos
correspondan a una situación con la que el alumnado se pueda identificar fácilmente, es decir, utilizaremos
los nombres propios de los alumnos y juegos a los que podrían realmente estar jugando. Siempre les
resultará más atractivo, y mucho más fácil de comprender, si pueden imaginar el contexto y pueden
visualizar cada uno de los elementos que forman parte del juego. En pocas palabras, su mente va a ser más
ágil y menos perezosa porque las diferentes partes del sistema sensorial se ponen todas a trabajar en
conjunto con el fin de recrear la escena y procesar la información; además, hay un componente emocional
subyacente al incluirse a los participantes en el enunciado del juego.

En el segundo caso tenemos otro juego de lógica, pero esta vez es un problema matemático, tan
solo representado por números (véase el anexo 2). Se trata de una serie de operaciones matemáticas
sencillas y cruzadas, en las que el alumno deberá colocar las cifras del 1 al 9 en cada uno de los cuadros, sin
repetir ninguna. A pesar de que los alumnos conocen tanto los números como las operaciones básicas
(suma, resta, multiplicación y división) e incluso los sistemas de 2 ecuaciones con 2 incógnitas, el carácter
abstracto de las matemáticas hace que los alumnos no se sientan igual de cómodos con este ejercicio que
con el anterior. Esto es, principalmente, debido al uso de símbolos y signos matemáticos, que no solo
carecen de la riqueza evocativa que puedan tener las palabras, sino que a su vez son más difíciles de fijar
mentalmente que algo que nos es conocido y, además, nos guste o, al menos, nos sea familiar.

Principales diferencias en cuanto a su realización por parte del alumno:

HIPÓTESIS

En el primer ejemplo, las pistas se van nombrando una a una. A pesar de esto, hay ciertas hipótesis
que el alumno se puede ir planteando, pero no hay necesidad de profundizar si las siguientes pistas nos van
despejando el camino, salvo en algún ejemplo de juego de lógica con cierto grado de dificultad que nos
obligará a generar diferentes caminos.

En cambio, en el segundo ejercicio, desde un principio el alumno tendrá que plantearse una
hipótesis sobre qué pasaría si pone cada uno de los 9 números en cada uno de los 9 huecos; es decir, con
este procedimiento se le incita a implementar el método heurístico más común: el de ‘prueba y error’. Esto
no solo complica la resolución del ejercicio, sino que lo hace menos atrayente para el alumno y es más
probable que se rinda sin ni siquiera intentarlo. Además, seguir el método de ‘prueba y error’ requiere más
esfuerzo, por lo que el alumnado tendrá que volver hacia atrás y volver a empezar una nueva hipótesis en
caso de llegar a un punto en el que no sea cierta alguna de las ecuaciones anteriores. Esto añade frustración
al alumno, que a pesar de conocer todas las operaciones necesarias para resolver el ejercicio, se verá muy
tentado a rendirse sin tan siquiera haber empezado, o al poco de hacerlo.

PENSAMIENTO LÓGICO Y ORDENADO

Una vez leídas las pistas del primer ejemplo, en algún caso habrá que recurrir a un pensamiento
lógico y ordenado para seguir adelante y resolver el ejercicio. (Por ejemplo, según vayan rellenando las
casillas, se darán cuenta de que las cruces y los círculos que ya se han colocado en la cuadrícula aportan
información adicional que les ayudará a resolverlo).
En el caso del segundo ejemplo, no hay un orden establecido. Se es libre de empezar por donde se
quiera, pero esto va a requerir una continua hipotetización. El alumnado debe apoyarse en la pista inicial
para minimizar las hipótesis resultantes e intentar alcanzar soluciones en torno a ellas.
ANEXO 2: Pasatiempo de lógica matemática

El alumnado tiene delante un pasatiempo consistente en una serie de 9 cuadros vacíos que deberán
rellenarse con los números del 1 al 9, sin repetir ninguno, para que así sean correctas las operaciones
matemáticas que aparecen en cada fila horizontal y vertical. A modo de pista, uno de los números se ofrece
ya colocado.

PASOS PAR RESOLVERLO

Para la resolución de este pasatiempo, los alumnos deberán ir probando diferentes posibilidades.
Ejemplo: en la primera fila horizontal tenemos la ecuación x + y – 3 = 6. Es decir, necesitamos dar con dos
números cuya suma sea 9, para que al restarle 3 nos dé 6. Las opciones posibles son varias:

8+1–3=6
1+8–3=6
7+2–3=6
2+7–3=6
4+5–3=6
5+4–3=6

Como vemos, no solo necesitamos calcular los números, sino que también debemos tratar de
adivinar en qué posición irán los dos números x e y. Esto dificulta la resolución del ejercicio hasta el punto
de tener que seguir varias hipótesis, y seguramente tendremos que recurrir a la estrategia ‘prueba y error’
(esto es, probar diferentes posibilidades y volver hacia atrás cuando veamos que nuestra hipótesis no es la
correcta).

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