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PONTIFICIA UNIVERSIDAD CATÓLICA DEL ECUADOR

Jonathan Rodríguez
Psicología Grupo 4
Augusto Comte
Tesis: La superioridad de espíritu positivo sobre el antiguo teológico-metafísico, en
cuanto al desarrollo propio y activo del instinto social. (Pag36)

1. Todas nuestras especulaciones, cualesquiera, están sujetas inevitablemente,


sea en el individuo, sea en la especie, a pasar sucesivamente por tres estados
teóricos distintos: teológico, metafísico y positivo. (Pag2)
1.1 En su primer despliegue, necesariamente teológico, todas nuestras
especulaciones muestras espontáneamente una predilección característica por
las cuestionas más insolubles, por los temas más radicalmente inaccesibles a
toda investigación decisiva. (Pag2)
1.1.1 Su primera fase esencial constituye el fetichismo, que consiste
ante todo en atribuir a todos los cuerpos exteriores una vida
esencialmente análoga a la nuestra. (Pag3)
1.1.2 Su segunda fase esencial constituye el politeísmo, el espíritu
teológico representa netamente la libre preponderancia especulativa de
la imaginación. (Pag3)
1.1.3 Su tercera fase esencial, el monoteísmo, aquí comienza la
inevitable decadencia de la filosofía inicial; la razón viene a restringir
cada vez más el dominio anterior de la imaginación. (Pag3)
1.2 La metafísica intenta sobre todo explicar la íntima naturaleza de los seres,
el origen y el destino de todas las cosas; pero en lugar de emplear para ello los
agentes sobrenaturales propiamente dichos, los reemplaza, por entidades,
cuyo uso ha permitido llamarla con el nombre de ontología. (Pag5)
1.2.1 En cada uno de estos entes metafísicos, inherente al cuerpo
correspondiente sin confundirse con él, el espíritu puede, a voluntad
según este más cerca del estado teológico o del estado positivo, ver, o
una verdadera emanación del poder sobrenatural, o una simple
denominación abstracta del fenómeno considerado. (Pag5)
1.2.2 Ya no es entonces la pura imaginación la que domina, y todavía
no es la verdadera observación: pero el razonamiento adquiere aquí
mucha extensión y se prepara confusamente al ejercicio
verdaderamente científico. (Pag5)
1.2.3 La metafísica no es, pues, realmente, en el fondo, más que una
especie de teología gradualmente enervada por simplificaciones
disolventes, que la privan espontáneamente del poder directo de
impedir el despliegue especial de las concepciones positivas. (Pag6)
1.2.4 El régimen metafísico u ontológico está siempre situado en la
inevitable alternativa de tender a una vana restauración del estado
teológico. (Pag6)
1.2.5 Se puede contemplar, finalmente, el estado metafísico como una
especie de enfermedad crónica inherente por naturaleza a nuestra
evolución mental, individual o colectiva, entre la infancia y la virilidad.
(Pag6)
1.3 Conduce al fin a nuestra inteligencia, gradualmente emancipada, a su
estado definitivo de positividad racional. (Pag7)
1.3.1 El espíritu humano renuncia desde ahora a las investigaciones
absolutas que no convenían más que a su infancia, y circunscribe sus
esfuerzos al dominio, desde entonces rápidamente progresivo, de la
verdadera observación, única base posible de los conocimientos
accesibles en verdad, adaptados sensatamente a nuestras necesidades
reales. (Pag7)
2. La pura imaginación pierde entonces irrevocablemente si antigua supremacía
mental y se subordina necesariamente a la observación. (Pag7)
2.1 La subordinación constante de la imaginación ha sido reconocida
unánimemente como la primera condición fundamental de toda sana
especulación científica. (Pag8-9)

3. El destino directo de las leyes que descubre sobre los diversos fenómenos, y de la
previsión racional que es inseparable de ellas. (Pag11)
3.1 Respecto a cada orden de acontecimientos, estas leyes deben distinguirse,
desde este punto de vista en dos clases: semejanza y filiación, de donde
resulta, en toda ciencia real, una fundamental diferencia entre la apreciación
estática y la apreciación dinámica. (Pag11)
3.2 Los dos géneros de relaciones contribuyen igualmente a explicar los
fenómenos, y conducen de la misma manera a preverlos, aunque las leyes de
la armonía parecen al pronto destinadas sobre todo a la explicación, y las leyes
de sucesión a la previsión. (Pag11)

4. Aunque las necesidades puramente mentales sean, sin duda, las menos enérgicas
de todas las que son inherente a nuestra naturaleza, es incontestable, sin embargo,
que existen en toda inteligencia. (Pag10)
4.1 Todas nuestras necesidades lógicas convergen hacia consolidar cuanto es
posible, por nuestras especulaciones sistemáticas, la espontánea unidad de
nuestro entendimiento, constituyendo la continuidad y homogeneidad de
nuestras diversas concepciones. (Pag11)
4.2 Estas necesidades se refieren esencialmente a dos condiciones
fundamentales, una espiritual, otra temporal. (Pag44)

5. La filosofía positiva procura, en los espíritus bien preparados, una aptitud muy
superior a la que nunca pudo ofrecer la filosofía teológico-metafísica. (Pag11)
5.1 Bajo el régimen positivo la armonía de nuestras concepciones se encuentra
necesariamente limitada, hasta cierto punto, por la obligación fundamental de
su realidad. (Pag12)
5.2 El verdadero espíritu positivo consiste, ante todo, en ver para prever, en
estudiar lo que es, a fin de concluir de ello lo que será, según el dogma general
de la invariabilidad de las leyes naturales. (Pag9)
5.2.1 El verdadero espíritu positivo no está menos lejos, en el fondo, del
empirismo que del misticismo. (Pag9)
6.2.2 El espíritu positivo indica en él el verdadero fundamento filosófico
de la sociabilidad humana, al menos en tanto que ésta dependa de la
inteligencia. (Pag13)
5.2.3 La tendencia espontánea a constituir directamente una armonía
entera entre la vida especulativa y la vida activa debe mirarse al fin
como el más feliz privilegio del espíritu positivo. (Pag15)
5.2.4 El espíritu positivo no podía formular de manera conveniente sus
propias tendencias filosóficas. De aquí resultaba la necesidad de la
intervención de la metafísica, que ella sola podía sistematizar la
oposición espontánea de la ciencia naciente a la antigua teología.
(Pag18)
5.2.5 El espíritu positivo no pudo manifestar de un modo suficiente su
propia tendencia filosófica hasta que se vio llevado finalmente a luchar
especialmente contra el espíritu metafísico, con quien se había tenido
que parecer confundido mucho tiempo. (Pag23)
5.2.6 La aptitud fundamental del espíritu positivo para sistematizar
espontáneamente las sanas nociones simultáneas del orden y del
progreso basta aquí para señalar someramente la alta eficacia social
propia de la nueva filosofía. (Pag29)
5.2.7 El espíritu positivo es directamente social; para él, el hombre
propiamente dicho no existe, no puede existir más que en Humanidad,
puesto que todo nuestro desarrollo se debe a la sociedad. (Pag35)

5.3 La palabra positivo designa lo real, por oposición a lo quimérico,


caracterizado así por consagrarse constantemente a las investigaciones
verdaderamente asequibles a nuestra inteligencia. (Pag20)
5.3.1 Cuando se emplea la palabra positivo como lo contrario de
negativo, se indica una de las más eminentes propiedades de la
verdadera filosofía moderna, mostrándola destinada sobre todo, por su
naturaleza, no a destruir, sino a organizar. (Pag20)
5.4 De lo útil y lo inútil: entonces la filosofía recuerda, el destino necesario de
todas nuestras sanas especulaciones para el mejoramiento continuo de nuestra
verdadera condición, individual y colectiva, en lugar de la vana satisfacción de
una estéril curiosidad. (Pag20)
5.5 La oposición entre la certeza y la indecisión: indica la aptitud característica
de tal filosofía a obtener en todo grade de precisión compatible con la
naturaleza de fenómenos y conforme con la exigencia de nuestras verdaderas
necesidades. (Pag20)
5.6 Considerada en el aspecto dogmático, representa la ciencia propiamente
dicha como una mera prolongación metódica de la sabiduría universal. (Pag22)
5.6.1 La sana filosofía no separa, nunca, la lógica de la ciencia, ya que
el método y la doctrina no pueden, en cada caso, juzgarse bien más que
según sus verdaderas relaciones mutuas. (Pag22)
5.6.2 La verdadera filosofía resulta en todo, de una especial relación de
la razón práctica sobre la razón teórica. (Pag23)
5.7 Sólo la nueva filosofía puede establecer hoy, respecto a nuestros diversos
deberes, convicciones profundas y activas, verdaderamente susceptibles de
sostener con energía el choque de las pasiones. (Pag33)
5.8 El punto de vista social llegará a ser necesariamente el vínculo científico y
regulador lógico de todos los demás aspectos positivos. (Pag34)
5.9 La superioridad espontánea de la nueva filosofía sobre todas las que hoy
se disputan el imperio, se encuentra ahora caracterizada en el aspecto social
tanto como ya lo estaba desde el punto de vista menta. (Pag36)
5.10 La escuela positiva tiende, por un lado, a consolidar todos los poderes
actuales en manos de sus poseedores, cualesquiera que sean, y, por otro, a
imponerles obligaciones morales cada vez más conformes a as verdaderas
necesidades de los pueblos. (Pag37)
5.11 Desde su origen, la nueva filosofía desarrollo un carácter elemental social:
que resulta del conjunto de las nociones reales, y que debe entonces llegar a
ser la base sistemática de la sabiduría humana, tanto activa como especulativa,
de manera que cumpla más convenientemente el indispensable oficio social
que se vinculaba en otro tiempo a la instrucción universal. (Pag39)
5.12 La escuela positiva habrá de encontrar, en la juventud, un acceso más
fácil para su enseñanza universal, y de una simpatía más viva por su
renovación filosófica. (Pag41)

6. La ciencia real entre los dos puntos de vista: objetivo y subjetivo; es considerada
como representación exacta del mundo real. (Pag12)
6.1 Nuestros conocimientos reales tienden a una sistematización completa,
tanto científica como lógica. (Pag12)
6.2 El principal carácter de la verdadera ciencia; pues la pura erudición, en que
los conocimientos, reales, pero incoherentes, consisten en hechos y no en
leyes. (Pag14)
6.3 Proceso de ciencia Método filosófico: Las sanas especulaciones
filosóficas deben tomar siempre de la razón sus nociones iniciales, para
hacerles adquirir, por una elaboración sistemática, un grado de generalidad y
de consistencia que no podían obtener espontáneamente. (Pag22)

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