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Anotaciones Sobre Foucault
Anotaciones Sobre Foucault
Jonathan Rodríguez
Psicología Grupo 4
Michel Foucault
PRIMERA PARTE
SEGUNDA PARTE
3. Bajo los rostros ordenados y apacibles del análisis médico está en acción una
relación difícil en la cual se realiza el devenir histórico: relación entre sinrazón,
como sentido último de la locura, y racionalidad como forma de su verdad.
(Pag68)
3.1 En un sentido, la demencia es, de todas las enfermedades del espíritu, la
que permanece más cercana a la esencia de la locura. (Pag69)
3.1.1 Es a la locura así concebida en toda la negatividad de su
desorden a la que se aproxima la demencia. (Pag69)
3.1.1.1 En cierta manera, la demencia es la locura menos todos
los síntomas particulares de una forma de locura. (Pag70)
3,1.1.2 La abolición es la locura en estado puro la locura en su
paroxismo, como llegada a su punto más intenso de verdad: es
la demencia. (Pag71)
3.1.2 La demencia es la forma empírica, al mismo tiempo, la más
general y la más negativa de la sinrazón, de la sinrazón como presencia
que se percibe en lo que tiene de concreto, pero que no se puede
asignar en lo que tiene de positivo. (Pag72)
3.1.3 La demencia es una especia de incapacidad de juzgar y de
razonar sanamente; en la infancia se la llama tontería, simpleza; se
llama imbecilidad cuando se extiende a la edad de razón; y cuando llega
a la vejez se la conoce con el título de chochera o de segunda infancia.
(Pag74)
3.2 El frenesí es, por lo tanto, una fiebre aguda inflamatoria causada por una
congestión excesiva de la sangre por la interrupción del curso de ese fluido en
las pequeñas arterias distribuidas en las membranas del cerebro. (Pag74)
3.3 La noción de melancolía, desde el punto de vista de los síntomas,
encontramos todas las ideas delirantes que un individuo puede formarse de sí
mismo. (Pag76)
3.3.1 El jugo melancólico posee más propiamente las condiciones
necesarias para producir la melancolía que vuestras cóleras
encendidas. (Pag77)
3.3.2 El frío y la sequedad pueden entrar en conflicto con el
temperamento, y de esta oposición nacen los síntomas de la melancolía
tanto más violentos puesto que hay lucha. (Pag77)
3.3.3 La melancolía es “una locura sin fiebre ni furor, acompañada de
miedo y de tristeza”. En la medida en que es delirio-es decir, ruptura
esencial con la verdad-, su origen reside en un movimiento
desordenado de los espíritus y en un estado defectuoso del cerebro.
(Pag78)
3.4 Willis considera a la manía y a la melancolía como dos términos opuestos.
El espíritu del melancólico está completamente ocupado por la reflexión, de tal
manera que la imaginación permanece en ociosidad y reposo; en el maníaco,
al contrario, la fantasía y la imaginación están ocupadas por un flujo perpetuo
de pensamientos impetuosos. (Pag81)
3.4.1 La melancolía, finalmente, se presenta siempre acompañada por
la tristeza y el miedo; en el maníaco, al contrario, se observan la
audacia y el furor. (Pag81)
3.4.2 El mundo de la melancolía era húmedo, pesado y frío; el de la
manía es seco, ardiente, hecho a la vez de violencia y fragilidad.
(Pag83)
3.4.3 Entre la manía y la melancolía la afinidad es evidente; no es una
afinidad de síntomas que se unen en la experiencia: es la afinidad
mayor y más evidente que se da en el mundo de la imaginación, que
une, en un mismo fuego, el humo y la flama. (Pag85)
3.4.4 Es absolutamente necesario reducir la melancolía y la manía a
una sola especia de enfermedad, y consecuentemente examinarlas
conjuntamente, pues hemos encontrado, por medio de nuestras
experiencias y observaciones diarias, que la una y la otra tienen el
mismo origen y la misma causa. (Pag86-87)
3.4.4.1 Cullen descubrirá que en la manía, como en melancolía,
existe “un objeto principal de delirio. (Pag87)
3.5 Sauvages clasifica la hipocondría entre las alucinaciones-“alucinaciones
que sólo alteran la salud”- y la histeria entre las formas de convulsión. (Pag87)
3.5.1 La histeria es ardiente por naturaleza; sus manifestaciones nos
conducen más fácilmente a verla como a una imagen, antes que como a
una enfermedad. (Pag89)
3.5.2 Se denomina mal hipocondriaco cuando ataca a los hombres
“cuya naturaleza se esfuerza por eliminar el exceso de sangre, ya sea
por medio de vómitos o de hemorroides; se le denomina mal histérico
cuando ataca a las mujeres, en las cuales “las reglas no se presentan
como debería”. (Pag93)
3.5.3 La histeria aparece, pues, como la más real y la más engañosa de
las enfermedades; es real, puesto que surge del movimiento de los
espíritus animales; es ilusoria también, pues que causa síntomas que
parecen provocados por una perturbación central, o más bien general
es el desarreglo de la movilidad interna que aparece en la superficie del
cuerpo con la apariencia de un síntoma regional. (Pag95)
4. Como la sensibilidad simpática es el gran agente de la comunicación de las
enfermedades en el interior del espacio orgánico, el opio, en la medida en que
tiene un primer efecto insensibilizador, es un agente antisimpático, que forma
un obstáculo a la propagación del mal a lo largo de las líneas de la sensibilidad
nerviosa. (Pag102)
4.1 Su efecto es circunscrito: insensibiliza. Pero siendo su punto de aplicación-
el género nervioso- un agente universal de la enfermedad por esta mediación
anatómica y funcional el opio toma su sentido de panacea. (Pag102)
4.2 Curar al hombre por el hombre es luchar por el mundo contra los
desórdenes del mundo, por la sabiduría contra la locura, por la naturaleza
contra la antifisis. (Pag106)
4.3 Esta fragmentación social que separa la teoría y la práctica de la medicina
es sensible, sobre todo, para la locura: por una parte, el internamiento hace
escapar al alienado del tratamiento de los médicos; y por la otra parte, el loco
en libertad, de mejor grado que cualquier otro enfermo, es confiado a los
cuidados de un empírico. (Pag108)
4.4 Toda cura es al mismo tiempo que una práctica, una reflexión espontanea
sobre sí mismo y sobre la enfermedad, y sobre la relación que entre ambos se
establece. (Pag109)
4.4.1 La consolidación. (Pag109)
4.4.1.1 Con los olores hediondos; la sensación desagradable
vivifica a los espíritus que se resuelven de alguna manera y se
trasladan vigorizados al sitio donde hay que rechazar el asalto
de la locura. (Pag110)
4.4.1.2 Pero indudablemente no existe mejor procedimiento para
robustecer al cuerpo que el empleo de ese elemento, a la vez
más sólido y el más dócil, el más resistente, y el más dúctil para
las manos del hombre que se sabe forjarlo para alcanzar ciertos
fines: el hierro. (Pag110)
4.4.2 La purificación. (Pag111)
4.4.2.1 La operación consistía en sustituir la sangre
sobrecargada y llena de humores acres de los melancólicos, por
una sangre clara y ligera cuya circulación disiparía el delirio. La
transfusión de sangre se establece como remedia para la
melancolía. (Pag111)
4.4.2.2 La amargura del agua del mar ejerce su poder de
corrosión sobre todo lo que el mal ha podido dejar de inútil. De
malsano y de impuro en el cuerpo o el alma. El café, es útil para
personas gordas, cuyos humores espesos circulan
penosamente. (Pag112)
4.4.2.3 El jabón disuelve casi todo lo que es sólido. (Pag113)
4.4.2.4 El vinagra por su calidad de ácido, disipa las
obstrucciones y destruye los cuerpos en el momento de
fermentar. (Pag113)
4.4.3 La inmersión. (Pag113)
4.4.3.1 La utilidad de los baños: se comienza por sumergir a los
alienados en el mar o en agua dulce; “el único cuidado que se
debe tener, es sumergir rápidamente y de improviso a los
enfermos en el agua y hacerlos que permanezcan allí largo
tiempo. No existe nada que nos deba hacer temer por su vida.”
(Pag114)
4.4.3.2 El agua es el lugar de referencia de todas las teorías
terapéuticas posibles. (Pag115)
4.4.4 La regulación del movimiento. (Pag117)
4.4.4.1 El viaje tiene el interés suplementario de actuar
directamente sobre el curso de las ideas, o si no directamente, al
menos por una vía más recta puesto que no pasa por la
sensación. La variedad del paisaje disipa la obstinación del
melancólico. (Pag118)
4.4.4.2 El viaje no será eficaz por las rupturas incesantes de
continuidad, sino por la novedad de los objetos que propone y la
curiosidad que hace nacer. (Pag118)
4.4.4.3 El movimiento no se trata de restituir al enfermo a la
verdad del mundo exterior, sino de producir solamente una seria
de efectos internos, puramente mecánicos y psicológicos.
(Pag120)
4.4.4.4 El valor terapéutico de la música se debe a que esta
trasformación se deshace en el cuerpo, donde la cualidad vuelve
a descomponerse en movimientos, donde el agrado de la
sensación vuelve a ser lo que siempre había sido, es decir,
vibraciones regulares y equilibrio de tensiones. (Pag121)
4.4.4.5 Utilizar la pasión en contra de la demencia no es otra
cosa que dirigirse a la unidad del alma y del cuerpo en lo que
tiene de más riguroso, y servirse de un acontecimiento para
provocar ciertos efectos en el doble sistema, y en la
correspondencia inmediata de su significación. (Pag121)
4.4.4.6 El miedo no sólo es eficaz al nivel de los efectos de la
enfermedad; actúa sobre la enfermedad misma y llega a hacerla
desaparecer. (Pag122)
4.5 Dentro de la medicina de la locura de los métodos de supresión de la
enfermedad y de las formas de atacar la sinrazón. Éstas pueden resumirse en
tres formas esenciales. (Pag124)
4.5.1 El despertar. (Pag124)
4.5.1.1 Cuando se trata de curar a melancólicos: todo lo que hay
de imaginario en su delirio se disipará a la luz de una verdad
incontestable; por eso se les recomienda vivamente “los estudios
matemáticos y químicos”. (Pag125)
4.5.1.2 En el caso de los maníacos, es la exactitud del orden
social, impuesto desde el exterior y por la fuerza si es necesario,
lo que puede reconducirlos progresivamente a la luz de la
verdad. (Pag125)
4.5.2 La realización teatral. (Pag125)
4.5.2.1 Integrar la irrealidad de la imagen a la verdad perceptiva,
sin que aquélla aparente contradecirse, o incluso rechazar la
segunda. (Pag126)
4.5.2.2 El intercambio del no-ser consigo mismo se logra en este
juego sabio: el no-ser del delirio se ha trasladado al ser de la
enfermedad, y la ha suprimido, por el solo hecho de que ha sido
expulsado del delirio por la representación dramática. (Pag127)
4.5.3 El retorno a lo inmediato. (Pag128)
4.5.3.1 Es en la pasividad del hombre con respecto a sí mismo, y
en el silencio que impone a su arte y a sus artificios, donde la
naturaleza despliega una actividad que es exactamente lo
recíproco del renunciamiento. (Pag129)
4.5.3.2 Es olvidando la enfermedad, y tomando nuevamente su
lugar dentro de la actividad de los seres naturales, como el
hombre llega a curarse, por medio de una Parente pasividad que
no es, en el fondo, sino una industriosa fidelidad. (Pag129)
4.6 Lo que en la naturaleza y sus virtudes inmediatas cura la locura es el
placer, un placer que por un lado hace vano el deseo, que ni siquiera necesita
reprimirlo, puesto que ofrece al hombre, por adelantado, una satisfacción plena,
y por el otro lado hace irrisoria a la imaginación, puesto que aporta
espontáneamente la feliz presencia de la realidad. (Pag130)
4.7 Así es precisamente como nace la psicología, no como verdad sobre la
locura sino como señal de que la locura está ahora desunida de su verdad que
era la sinrazón, y que ya no es sino un fenómeno a la deriva, insignificante, que
flota en la superficie indefinida de la naturaleza. Enigma sin otra verdad que la
que puede reducirlo. (Pag132)