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Tercera Amonestación: Importancia de las personas con las que nos relacionamos.
Hay un refrán común “Dime con quién andas, y te diré quién eres”.
Es muy importante saber escoger las personas o amistades con las que nos relacionamos.
Si usted continuamente se relaciona con personas que no tienen el Temor de Dios en su corazón,
tarde o temprano, su influencia va a destruir su relación con Dios.
Salomón está previniéndonos de cuidarnos de la amistad falsa que los impíos nos ofrecen. Nos
invitan a disfrutar de sus placeres temporales, sin revelar el fin desastroso de sus sendas.
No ha existido hasta el día de hoy, un transgresor impío que no ha tratado de convertir a otro a ser
como él. El alcohólico influye para que otro sea como él, el drogadicto va a influir para que otro sea
adicto a su droga, así mimo con la inmoralidad o cualquier otro pecado. La influencia y la presión
continua de los impíos finalmente van a hacer efecto en su vida.
Por eso Salomón nos dice: “Hijo mío si los pecadores te quisieren engañar, no consientas”. Resiste,
rechaza su oferta, apártate de ellos, es lo que aconseja Salomón.
No consienta que nadie lo invite a violar su conciencia, porque cuando lo hace la primera vez, la
segunda vez es más fácil, y cuando usted se da cuenta, “su alma ha caído en el lazo”.
“Las malas conversaciones corrompen las buenas costumbres”, “Nadie atrae fuego a su pecho sin
quemarse”.
Salomón dice que la sabiduría levanta su voz en las calles y en las plazas. Cada vez que esta palabra
es predicada ya sea en las calles o en la plaza, o en cualquier lugar, es “sabiduría que se está
impartiendo”, porque es la palabra de Dios la que nos hace sabios para la salvación.
Simples: Los que viven vidas desaboridas o insípidas. La vida sin el temor de Dios es una vida insípida
y sin propósito. Los simples rechazan la voz de la sabiduría, y prefieren continuar sus vidas
sumergidas en la hiel de amargura, en vez de aceptar el mensaje de sabiduría.
Salomón dice: ¿Hasta cuándo?
Tenemos muchos que se burlan de los preceptos sabios prescritos en la Palabra de Dios.
Salomón hace 4.000 años atrás dijo, ¿Hasta cuándo?; 2.000 años más tarde, se burlaron de la
sabiduría manifestada en carne que es el Señor Jesucristo. 2.000 años más tarde nos hacemos la
misma pregunta: ¿Hasta cuando el hombre se burlará de las Palabras sabias que producen
salvación? Luego él concluye diciendo: ¿y los insensatos aborrecerán la ciencia?
“No así los malos que son como el tamo que arrebata el viento. Por tanto, no se levantarán los malos
en el juicio, ni los pecadores en la congregación de los justos. Porque Jehová conoce el camino de los
justos, más la senda de los malos perecerá.”
Hay que seguir el consejo sabio de Dios. A veces no es de nuestro agrado, pero es de agrado para
nuestro Dios, y si es de agrado para Dios, es lo mejor para nosotros.
Temor a Jehová: Implica Miedo, y no debemos tener miedo al Señor, porque el miedo no proviene
de Dios.
Salmos 19:7