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Abu Bakr al-Razi [Rhazes]

(Abu Bakr Muhammad ibn Zakariyya al-Razi; ar-Rayy, c. 865 - Bagdad?, c. 923) Médico,
alquimista y filósofo persa. Conocido en la Europa medieval por el nombre de Rhazes, está
considerado, junto con Avicena, el médico más notable en lengua árabe. Entre las más de
cincuenta obras que se le atribuyen, hay que destacar Continens, enciclopedia médica
utilizada en Europa hasta el siglo XVI, y Sobre la viruela y la escarlatina. Escribió también
más de cuarenta obras de filosofía (lógica, metafísica y teología), en las que puso de
manifiesto la influencia de Platón y su creencia en la imposibilidad de conciliar religión y
filosofía.

Al-Razi o Rhazes

Nacido en la localidad persa de ar-Rayy (de donde toma su nombre), la actividad de este
célebre médico árabe no se redujo al ejercicio de la medicina; sus estudios abarcaron
también la alquimia, la filosofía, las matemáticas y la física. Al parecer, estuvo en España y
residió cierto tiempo en Córdoba. Su obra más importante es al-Hawi, "el libro que
comprende", llamado por los escritores latinos Continens y conocido en español como El
continente. Se trata de una enciclopedia de la ciencia médico-quirúrgica del mundo
islámico, y abarca tal materia desde sus orígenes hasta los primeros años del siglo X.

La obra (que comprende un número variable de libros según la edición de que se trate, por
la confusa distribución de la materia) no constituye un tratado normal, ordenado según un
plan sistemático, sino que es un conjunto de observaciones (notables desde el punto de vista
práctico) que probablemente no estaban destinadas a la publicación, al menos en el estado
en que nos han llegado. Además del descuido del estilo, las citas que los escritores
posteriores hacen de Razi suscitaron dudas en los críticos modernos sobre la autenticidad
de la obra. Aun admitiendo que El continente haya llegado a nosotros en elaboraciones
posteriores, con alteraciones y añadiduras, en él puede distinguirse un núcleo fundamental,
y este núcleo se atribuye al genio científico de al-Razi.

La primera parte de la obra trata de las afecciones particulares de cada órgano, partiendo de
la cabeza hasta llegar a los miembros inferiores; la segunda comprende las enfermedades
que se manifiestan sea en una región sea en otra, y las que afectan a todo el organismo. Los
argumentos tratados más difusamente son los relacionados con la patología general y
especial, con la fisiología, la cirugía y la terapéutica. Las enfermedades se describen sin
ningún orden ni clasificación en relación con su curso o con su sintomatología, sin ni
siquiera esbozar el cuadro de las alteraciones anatomopatológicas; viene luego la terapia,
que concede gran importancia a la dietética. Entre los libros más interesantes se señalan los
de las alteraciones del pecho, de los intestinos, del corazón, del aparato genitourinario y de
las articulaciones.

Al-Razi se extiende mucho al tratar de los fármacos, cuyas propiedades médicas y


aplicaciones indica; algunos de ellos fueron introducidos en la medicina por el propio al-
Razi, como el almizcle y el alcanfor; menciona por primera vez la piedra bezoar,
considerada como el contraveneno por excelencia. Describe asimismo numerosos procesos
morbosos quirúrgicos, por ejemplo, los cálculos renales y de la vejiga, la hidrocele, la
hernia, la triquinosis y el prolapso del útero; su cirugía procede de la griega, pero contiene
algunas nociones nuevas, como la técnica de la traqueotomía y la operación de la fístula
lacrimal.

Rico en citas eruditas y en observaciones originales, El continente tiene gran importancia


desde el punto de vista histórico por la vasta casuística que recoge y por los numerosos
autores citados, especialmente árabes, indios y sirios, además de griegos y latinos, entre los
cuales ocupan el primer lugar Galeno e Hipócrates, cuyo influjo en la obra es evidente: la
patología de al-Razi es galénica; hipocráticas son la dietética y la climatología. Archivo
médico inagotable, que los autores posteriores explotaron largamente, El continente, a pesar
de su imperfecto estado, gozó de gran estima entre los orientales e incluso entre los latinos,
que lo estudiaron hasta los comienzos del Renacimiento.

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