El Liderazgo del Estado para el Bienestar Común

Liderar, implica desarrollar un proyecto de servicio a los ciudadanos. El líder es un gestor de la

riqueza social que busca beneficiar a las personas. Por esta razón un político o empresario

siempre debe ser antes que todo un líder. Ambos buscan, a través de sus iniciativas y proyectos,

que las personas podamos alcanzar objetivos que nos lleven a tener una calidad de vida adecuada

y saludable. En las sociedades desarrolladas hablamos de una sociedad del bienestar.

Un verdadero líder sea empresario o político debe de fomentar lo que se podría denominar

liderazgo compartido. Esto significa establecer una relación que genere un trabajo en equipo,

teniendo como misión servir. Aquí, de nuevo, aparece la necesidad de mirar al bien común.

Liderar desde esta perspectiva implica ejecutar un programa que mire a la generación de riqueza

social.

El Liderazgo se caracteriza por la responsabilidad de la figura del líder: una responsabilidad que

va más allá de responder por los resultados de sus equipos, y que le lleva a involucrarse

totalmente en su consecución, mezclarse con ellos y no quedarse sentado a esperar que los

proyectos salgan adelante por sí solos.

El buen liderazgo y la responsabilidad social deben formar parte de la misma ecuación, puesto

que los objetivos de desarrollo sostenible no pueden ser llevados a cabo sin un espíritu constante

de servicio y altruismo, alejado de pretensiones cortoplacistas o meramente económicas. Todo

líder de cualquier ámbito debe tener como objetivos que en su gestión los derechos humanos

sean protegidos antes todo, porque la integridad de sus subalternos debe estar siempre en primer

lugar. Otro aspecto que debe ser tomado en cuenta por todo líder es la dignidad de todos sus

integrantes, esto se logra incluyendo a las minorías que de una forma u otra no son respetados de

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la manera debida. Cumplir con esta serie de requisitos es lo que hace que un líder sobresalga y se

mantenga en su gestión con el apoyo de los ciudadanos.

Dentro de lo leído en el artículo “Ciudadanía e integración: los derechos sociales y la

globalización” me llamó la atención como desglosa la sociedad, primero la define como conjunto

de individuos, y no tiene una entidad propia y diferente de la de sus integrantes, y menos aún

fines o intereses propios, y esto nos lleva a que por ende el individuo es quien tiene una prioridad

ontológica y es el punto de partida a partir del cual, y en función del cual, ha de explicarse

cualquier entidad colectiva. Leyendo estos conceptos uno puede darse cuenta de la importancia

que tiene incluir esas minorías en todos los ámbitos que tienen que ver con el liderazgo en la

ciudadanía debido a que los individuos como tales son los pilares de la ciudadanía.

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