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Universidad de San Buenaventura

Maestría en Filosofía Contemporánea


Seminario de Autores y Problemas.
Diana María Muñoz González

PROTOCOLO SESION 04 DE JUNIO DE 2022

POR: CARLOS ANDRÉS SÁNCHEZ MORENO.

En esta sesión se abordaron los temas propuestos con las lecturas: Cara a cara con el planeta.
Segunda conferencia. Como no (des) animar la naturaleza (Latour, Bruno. 2015), y el capítulo
primero: El carácter modificado de la acción humana. El principio de responsabilidad. (Jonas, Hans.
1995), donde se reconstruyen las principales ideas que fueron producto de un hilo argumental que
pretendió aclarar conceptos y desarrollar las tesis principales de cada uno de los autores en los
capítulos mencionados. Este protocolo se divide en dos partes correspondientes al desarrollo de
cada capítulo.

PRIMERA PARTE

En la última parte de la presentación del capítulo se logró identificar la tesis principal que expone
Latour en la segunda conferencia de su libro. Esta tesis trata de recoger las intenciones expuestas
consolidándose de la siguiente manera: Una forma de animar la naturaleza es antropomorfizando
la, y no es la manera como el autor lo propone. El autor propone el reconocimiento de que
estamos en medio de múltiples agencias, múltiples formas de entrar en relación que hacen actuar
unos a otros. identificando la tesis es posible, entonces, seguir el hilo argumental expuesto por el
autor.

Latour, inicia su capítulo citando un titular del Diario Le monde del 07 de mayo de 2013 que
menciona: "Está a punto de ser excedido el umbral de las 400 partes por millón de gas carbónico".
(Latour, Pag 58). Para el autor este enunciado parecería meramente descriptivo, que responde a
una conclusión al interior de la ciencia en torno a la medición del gas carbónico concentrado en la
atmosfera; sin embargo, para Latour este enunciado, dado el contexto del cambio climático, se
comporta también como una denuncia de la cual el autor deduce: que no deberíamos
encontrarnos en este punto. El enunciado del diario Le Monde adquiere, entonces, visos de ser un
enunciado prescriptivo. El enunciado dice más que la descripción de los hechos y puede deducirse
de éste lo que debe hacerse o lo que no debería ocurrir en tales hechos. Para desarrollar esta idea
fue necesario entender la diferencia entre un enunciado descriptivo y un enunciado prescriptivo.
El primer término describe el ser de las cosas, dice como ellas son, como se comportan. Es al
interior de la ciencia y en general en el pensamiento científico donde más proliferan estos
enunciados, ya que además de ser descriptivos, también son explicativos, y obedecen a las
maneras como la ciencia moderna los ha impuesto como únicas formas para la narración de los
hechos de la naturaleza. Por otro lado, dentro de las ciencias humanas en general, son los
enunciados prescriptivos los usados para indicar de qué manera se deben comportar ciertos
fenómenos propios de su campo. Estos enunciados dan la forma o la norma, dicen cómo deben ser
las cosas. Operan de una manera diferente con respecto a los anteriores y se ubica en la posición
del deber ser de las cosas; remiten a valores, normas y principios. Es de esta manera, que los
enunciados descriptivos mencionan los hechos tal cuales son; por otro lado, los enunciados
prescriptivos remiten al valor, al deber ser. Esta distinción va a aportar una idea importante en el
desarrollo del capítulo.

El nombre de la Conferencia: Como no (des) animar la naturaleza, tiene en la forma en que fue
propuesto, un elemento importante que fue analizado. El titulo nos invita a preguntarnos como no
desanimar la naturaleza y a la vez cómo sí animarla. El prefijo des denota negación o inversión del
significado de la palabra que antecede, que acompañado de la negación no, termina siendo una
afirmación. Es así es como Latour nos invita a ver como históricamente se ha animado y
desanimado la naturaleza, estando en contra de estas formas, y nos propone una forma más
acertada para hacerlo. Para empezar, se centra la atención principalmente en la afirmación del
autor en torno a las maneras como histórica y culturalmente se ha animado la naturaleza que
entran a reñir con el pensamiento científico. Las maneras como históricamente se ha explicado la
naturaleza y justificado su principio vital, proviene de un pensamiento que proyecta formas
anímicas propias del ser humano a todos los fenómenos que ocurren en la naturaleza. Desde el
sujeto se agencian las maneras como la naturaleza debe comportarse, proyectando en ella su
propia experiencia. Esto es para Latour una forma más de antropocentrismo que entra a reñir de
frente con el pensamiento científico, que encuentra en estas explicaciones un pensamiento
irracional, primitivo y supersticioso. La ciencia moderna, que vio en los fenómenos de la naturaleza
cierta continuidad y previsibilidad y que a partir de ahí dedujo ciertas leyes, provoco una radical
desanimación de la naturaleza a partir de concebir la naturaleza como un objeto inanimado,
inerte, del cual solo es posible conocer a partir de su relación con el sujeto. Los objetos naturales
quedan reducidos a la visión del sujeto que los conoce, desprovistos de todo agenciamiento o
capacidad de acción que permita relacionarlos. Los objetos de la naturaleza quedan sometidos a
un relato descriptivo que da cuenta de ellos como unidades separadas de una totalidad. Para
Latour esa desnaturalización de la naturaleza la pone como algo exterior y de la cual podemos
servirnos de ella. Para el autor es preciso esta idea la que hay que superar. Estas son las maneras
como históricamente la ciencia moderna ha desanimado la naturaleza, y a la vez, las maneras
como se ha animado; juntas representan para el autor las formas indebidas para hacerlo. A partir
de esta consideración se hace pertinente para el autor, entonces, encontrar las condiciones que
permitan la animación de la naturaleza sin entrar a reñir o ignorar el conocimiento científico y,
sobre todo, que esta nueva manera este desprovista de cualquier forma de antropomorfismo. La
forma de animarla debe venir provista de formas para restituirle su capacidad de agenciamiento y
que no entre en contradicción con el pensamiento científico, con la aproximación que tiene éste
con la naturaleza. Se trata de reivindicar la posición de la ciencia que operó en la modernidad de
una manera inadecuada al desanimar la naturaleza.

Para continuar con su tesis el autor usa como recurso argumentativo citar 3 tipos de relatos
distintos: una narración literaria, un reportaje periodístico y una revista científica. Latour se sirve
de esta comparación para establecer la clave de su argumento. Quien relata en cada relato, la
parte activa de las narraciones, la encarna el ser humano y la parte pasiva la encarna lo no
humano, la naturaleza. La distribución de la agencia que opera, según Latour, en los tres relatos
recae sobre el humano y ninguna sobre lo no humano; por lo que hay una negación de agencia
para lo natural y la adscripción plena de agencia para lo humano. Para Latour esta distribución
plena de la agencia para el lado del humano sugiere un prejuicio antropocéntrico que nos hace
pensar que la agencia solo recae del lado humano siendo este en exclusiva el que pone en
movimiento todas las relaciones motivado por una intensión. Esta idea según la cual solo nosotros
somos agentes requiere ser revisada porque no reconoce la agencia que hay también en otros que
no son humanos. Agencia va a significar en este contexto: hacer que ocurran las cosas, entrar en
relación con otras entidades para que las cosas ocurran de otras maneras. Interrumpir por un
momento la parte activa del sujeto, en su agenciamiento, permitiría la interrelación y el
reconocimiento o des ocultamiento de la capacidad de agenciamiento de lo no humano.
Reconocer que nada pasa sin la relacion que se da entre el humano y no humano; saber que para
actuar de cierta manera se necesita de la capacidad de lo no humano para provocar la accion, para
probocar que se actue de cierta manera. La distribucion de la agencia se puede empezar a
desmonar desde una mirada menos antropomorfizada, mas descriptiva de lo que acontece, que
posibilite ver la red de relaciones entre humano y no humano, relaciones que posibilitan la
acuacion reciproca de uno y otro. Los relatos, la forma en que describen los hechos sirven para
cuestionar que quien lo relata, un ser humano, se ha otrogado a si mismo el principio de
agenciamiento y a todo lo demas lo ha dejado en una posicion pasiva, desprovista de cualquier
capacidad para agenciar.

Para latour el cientifco (el sujeto de conocimiento) no es el unicamente activo en la relacion


cientifca con lo que estudia. Las preguntas que el cientifico hace son las maneras de responder él
por las formas en que es afectado; su posicion en medio de la relacion con el objeto es motivada
por aquello que observa. Lo observado no es pasivo, se muestra de cierta manera que interpela al
cientifico, hace que el reaccione, pregunte y experimiente con el objeto. para latour es neceario
ver como se da esa relacion, que es lo que impulsa al cientifico a actuar. Aqui el autor identifica
que agencia en esta vision es hacer actuar al otro. En medio de la relacion de conocimiento el
cientifico hace actuar al objeto, el objeto hace actuar al cientifico, interpelando y provocando
preguntas con respecto al objeto, por lo que hay una relacion reciproca. Lo observado no es
pasivo, se deja ver de una cierta forma. por lo tando hacer actuar no es exclusivo de los humano.
Hay actores en medio de una dred de relaciones, siendo estas la condicion de posilibdad de la
agencia de los implicados dentro de la red. Una vez insertados en esta manera de relacionarse con
los objetos, a partir de una red de relaciones que posibilitan el agenciamiento de los miembro de
esta red, es para el Autor la manera de deshacer el dualismo sujeto - objeto.

La importancia del relato dentro de la ciencia, que como ya vimos se reduce a una forma
descriptiva y explicativa (donde solo hay una descripcion de hechos objetivos dentro de un
despliegue de fuerzas causales), tiene que ver, segun el autor, con una operación que hacemos en
el lenguaje. El cientifico busca las causas que provocan ciertos efectos, por lo que antepone la
causa como el elemento principal dejando el efecto que fue la evidencia inicial, en un segundo
plano. La descripcion de los fenomenos naturales dentro de la ciencia obedecen a identificar las
causas iniciales, una busqueda exaustiva del origen del efecto, que cuando se identifica, se
antepone como el elemento inicial para la explicacion y descripcion de los hechos que generaron,
dentro de una cadena causal, ciertos efectos. Para latour este es un problema del leguaje
propiamente cientifico, que debido a la idea de causalidad lleva a desanimar el fenomeno natural
que se esta afectando. ¿Pero qué es lo que ocurre en el lenguaje para que se llegue a desanimar la
naturaleza dentro de la ciencia?. Para Latour tiene que ver con las formas de explicar la naturaleza
a partir de la causalidad, que lo que hacer es revertir un orden que en el tiempo que se dá de otra
forma. Lo primero es el evento que invita a preguntar al cientifico, que se vuelve el ultimo,
despues de someterse a un logica causal, cuando se descubre su causa. Las formas de operar
dentro del lenguaje cientifico impiden que haya una vision amplia de relaciones, que no obedecen,
a una relacion causal, sino a una relacion reciproca. Estas formas de oeprar al interior del leguaje
es lo que quita la capacidad de agencia de la naturaleza, es producto de un estilo de escritura, de
un tipo de relato cuya logica narrativa es la causalidad.

Animar la naturaleza, es pues, reconocer en ésta la capacidad de hacer actuar de cierta forma,
reconocer que estamos implicados en relaciones que participamos en igualdad de condiciones
entre humanos y no humanos. Poniendo las dos partes humanos y no humanos en condiciones
iguales, es tomar distancia del antropomorfismo. Reconocer que la tierra (nueva version de
naturaleza, desprovista de cualquier contenido dualista y que es el concepto propicio dentro de las
condiciones de cambio climatico) tiene capacidad de agenciamiento, de hacer actuar, nos ubica en
un plano que nos abre la capacidad de negociar bajo un nuevo contrato natural. Si damos un paso
de reconocimiento de la agencia que hay en lo no humano (la tierra) podemos pasar a hablar de
un contrato que para Laotur ya existía, es preexistente por la condicion natural del hombre, que
actua como un lazo, una relacion que pasa por un vinculo que nos mantiene atados. El contrato
nos exige entender la naturaleza de esas relaciones en las que ya estamos implicados y como estas
relaciones nos hacen actuar, nos impone deberes de cumplimiento. La tierra ya poseida de
agenciamiento, nos hace actuar, dentro de la red de relaciones de agenciamiento podemos ver
que la tierra nos esta hablando.

La ciencia para Latour aumenta las agencias, multiplica las agencias que deben ser integradas en el
conjunto de relaciones de los agentes. Reconocerles su participación en una comunidad que para
Latour representa la idea de política, es integrarlas y garantizarles su capacidad de acción. Latour
en capítulos anteriores afirma que la ciencia ya es política cuando llama a reconocer a los actores
que surgen de la red relacional que existe entre todos ellos reconfigurando la noción de
comunidad. Para Latour la entrada de la naturaleza en el ámbito político, a través de la ecología
política, implica que esta muestre que la naturaleza hace parte de un conglomerado de relaciones
y configura una comunidad de actantes. La tarea de la ecología, por tanto, es definir una
comunidad de agentes por quienes hay que velar, comunidad que ya está y que es resultado de la
ciencia cuando esta se presenta como portavoz de las múltiples agencias no solamente humanas
sino también no humanas.

En conclusión, y para terminar con la tesis de Latour, no se trata de darle la espalda a la ciencia se
trata de decirle que hace algo distinto a lo que cree que hace. Lo que hace la ciencia, para Latour,
es multiplicar las agencias que permiten reconfigurar nuestra noción de comunidad política. Nos
da herramientas para asumir mejor nuestra responsabilidad frente a las fuerzas donde estamos
implicados que no son necesariamente humanas. Se deduce la tesis que se encuentra relacionada
con el título del capítulo: la animación de la naturaleza es el reconocimiento de lo que en ella hay
de agencia, para lo cual es necesario examinar los relatos o narraciones con la que se describe y se
la ha desanimado convirtiéndola en un objeto inerte.

SEGUNDA PARTE.

En el capítulo: El carácter modificado de la acción humana. El principio de responsabilidad. (Jonas,


Hans. 1995), Jonas se sirve de una cita del Coro de Antigona (Hesiodo), esta cita permitirá al autor
mostrarnos las relaciones que en la antigüedad sostenia el hombre con la naturaleza.

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