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LABOR SOCIAL DEL

CREYENTE Y LA IGLESIA
por:
Elías Santos Piñeiro
Epístolas Generales
Jordi Galdeano

9 de mayo de 2022
Facultad de Teología de las
Asambleas de Dios de España
BOSQUEJO

INTRODUCCIÓN...........................................................................................................1

Implicaciones sociales......................................................................................................2
1. Implicación social de la iglesia según Santiago.................................................2
1.1. Una iglesia integral (Santiago 2:1-4).............................................................2
1.2. Una iglesia misericordiosa (Santiago 2:12-13).............................................3
1.3. Una iglesia generosa en la necesidad de sus hermanos (Santiago 2:15-16)..4
2. Proyecto social.....................................................................................................5

CONCLUSIÓN................................................................................................................6

BIBLIOGRAFÍA.............................................................................................................7
INTRODUCCIÓN

En medio de una sociedad que mira su propio ombligo y solo es capaz de vivir para sí
misma, es necesario el surgimiento de una iglesia implicada en la labor social con los
más desfavorecidos. Por ello, este trabajo constará de la presentación de las
características que debe poseer la iglesia frente a la necesidad a la luz de la epístola de
Santiago. El objetivo es poder analizar y extraer aquellas enseñanzas que Santiago dejó
escritas por medio de la inspiración del Espíritu Santo en cuanto a la índole social.

Todas las referencias bíblicas son extraídas de la versión RV1960, a no ser que se
especifique lo contrario.
2

IMPLICACIONES SOCIALES

1. Implicación social de la iglesia según Santiago


La iglesia y el creyente tiene un compromiso social que atender y cubrir. Santiago
redacta y deja contemplado en su epístola algunas de las implicaciones que debe existir
y permanecer en la vida de la congregación

1.1. Una iglesia integral (Santiago 2:1-4)


«Hermanos míos, que vuestra fe en nuestro glorioso Señor Jesucristo sea sin acepción
de personas» (vs 1)
Santiago deja una característica imprescindible de la fe de toda persona que pertenezca
al cuerpo de Cristo: la integración imparcial. En otras palabras, Santiago está
exhortando a sus destinatarios a no tener y evitar favoritismos según la clase social del
individuo que se añada o visite la iglesia.

Santiago, a continuación, ilustra esta problemática con una situación de la época y


completamente transportable a día de hoy. Esta ilustración consiste en el trato que se le
otorga a un rico que llega con una apariencia lujosa y a un pobre con una apariencia
sucia, andrajosa y desagradable. Se enfrentan dos apariencias exteriores totalmente
contrarias, al igual que el trato de la congregación, esta hace una distinción pues recibe
con una buena bienvenida y un sitio de honor e importancia en la congregación al rico,
mientras que, al pobre ni siquiera se le ofrece asiento, o se queda de pie o se sienta en el
suelo. De forma muy directa Santiago ataca drásticamente el favoritismo y la acepción
de personas.

La iglesia de hoy debe ser totalmente integral independientemente del lugar de


procedencia, clase social o nivel económico que disponga la persona que llega a la
congregación. Como bien nos enseña esta carta no hay que dejarse llevar por prejuicios
sino por el amor, la mirada y compasión de Jesucristo que se debe hacer visible en la fe
del creyente, una fe sin acepción de personas. En cuanto a esta índole Simon
Kistemaker remarca la gravedad del pecado de la discriminación comentando
3

textualmente: «En el contexto de la fe cristiana, la práctica de la discriminación es


exactamente lo opuesto a amar al prójimo como a uno mismo»1.

De este modo, la discriminación es totalmente contraria al mandato de Jesucristo sobre


el amor hacia el prójimo, siendo Él mismo ejemplo este amor. Jesús se acercaba a
corazones rotos no a billeteras llenas, se acercaba a la necesidad no a ropas lujosas y
enseñó a sus discípulos que para el Reino de Dios todos son importantes, los pobres
como Bartimeo o los adinerados como Zaqueo. Por tanto, el creyente debe actuar bajo
el ejemplo y la enseñanza de Jesucristo, a fin de que como refleja Santiago la fe sea sin
acepción de personas ni favoritismos.

1.2. Una iglesia misericordiosa (Santiago 2:12-13)


La segunda implicación relacionada a la necesidad social se haya en los versos 12-13
del capítulo 2, donde Santiago insta a la congregación a hacer misericordia. Esta
pequeña connotación se encuentra en el contexto de la explicación del autor sobre la
vida del creyente bajo ley de la libertad por la que de acuerdo con ella se juzgará dicha
vida. William Barclay lo explica de la siguiente forma:
«...el cristiano no es una persona cuya vida se rija por las presiones
exteriores de toda una serie de reglas y de normas que se le imponen
desde fuera, sino por la obligación interior del amor. Sigue el buen
camino, que es el del amor a Dios y a sus semejantes, no porque se lo
imponga ninguna ley externa o porque le aterre la amenaza de los
castigos, sino porque el amor de Cristo que tiene en el corazón le hace
desearlo»2

Por ello, el cuerpo de Cristo en el amor a Dios y a sus semejantes debe actuar en
misericordia frente a la necesidad de los demás. En este punto, también se debe prestar
atención a las palabras de Jesucristo: «Jesús decía: Bienaventurados los misericordiosos,
porque ellos alcanzarán misericordia» (Mateo 5:7), «Porque si perdonáis a los hombres
sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; pero si no les
perdonáis sus ofensas a vuestros semejantes, tampoco vuestro Padre os perdonará las
vuestras «(Mateo 6:14). La misericordia es algo imprescindible en trato con el prójimo
1
Simon Kistemaker, Comentario al Nuevo Testamento: Santiago, 1-3 Juan, (Michigan: Desafío, 2001),
edición PDF, 67
2
William Barclay, Comentario al Nuevo Testamento: Santiago y Pedro, (Barcelona: Clie, 1997) edición
PDF, 35
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y con el prójimo necesitado. La RAE define la misericordia como la virtud que inclina
el ánimo a compadecerse de los sufrimientos y miserias ajenos3. La misericordia
reconduce la mirada a la necesidad social, por tanto, una iglesia misericordiosa será una
iglesia que acude a la emergencia social.

1.3. Una iglesia generosa en la necesidad de sus hermanos (Santiago 2:15-16)


La última implicación social que he de destacar de la carta de Santiago es el que se
encuentra en los versículos quince y dieciséis del capítulo dos. El contexto de estos
versículos es cierto que está dentro de la necesidad dentro de la familia del Señor, sin
embargo, el principio reflejado es aplicable a situaciones fuera de la congregación. El
autor enseña a que la fe del creyente debe estar exenta de hipocresía y llena de
generosidad.

En estos versos el creyente con una fe hipócrita tiene una repuesta egoísta y discorde a
la creencia que profesa, este pretende que el necesitado se ayude a sí mismo sin
prestarse él a dar la mano y ofrecer socorro, todo esto dicho desde una posición cómoda.
Son las personas que relacionan la necesidad con la flojera, cuando muchas veces no es
así o, simplemente, buscan cualquier excusa para seguir centrado en ellos mismos sin
prestar misericordia a nadie más que a su propio ombligo. Este comportamiento es
totalmente contrario a la implicación social que debe subyacer en la vivencia del
evangelio de cada cristiano.

La iglesia no puede descansar en una fe que no de resultados en buenas obras y buenas


obras sociales. La iglesia y el creyente está llamado a ser generoso para con los demás y
no solo económicamente, sino también, en tiempo, fuerzas, recursos… No sirve
predicar amor sino practicamos el amor al prójimo necesitado.

3
«Misericordia», RAE, acceso el 9 de mayo de 2022, https://www.bing.com/newtabredir?url=https%3A
%2F%2Fdle.rae.es%2Fmisericordia
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2. Proyecto social
Desde mi perspectiva la mayoría de las iglesias que conozco emplea un ejercicio de
acción social muy involucrado en la repartición de alimentos, ropa u objetos de primera
necesidad. Por lo que he decido enfocar mi proyecto a un área social, en mi opinión
desatendida en muchas congregaciones. Mi proyecto de acción social esta enfocado
hacia las personas con discapacidades mentales y físicas. Estas personas son vulnerables
frente a la realidad del mundo en el que vivimos y muchas veces rechazados por su
condición, por ello, considero que la iglesia debe extender su mano de amor hacia estas
personas que en muchas ocasiones son olvidadas y desatendidas.

Mi proyecto consistiría en abrir una escuela de vida alternativa. Esta escuela se


enfocaría en la enseñanza de las tareas del hogar o esenciales para vivir de forma
independiente. Un gran problema para estas personas es que durante toda la vida
depende de otras personas, por tanto, diseñaría un proyecto en suplir esa necesidad y
evidentemente tener una intencionalidad de llevar a esas personas a Jesucristo.
Asimismo, esta escuela tendría una sección llamada momento feliz que consistiría en
una vez a la semana hacer una actividad en el interior o exterior del local a fin de que
todos los integrantes de la escuela puedan disfrutar y sonreír en medio de su
discapacidad.
CONCLUSIÓN

Analizar y comprender las diferentes implicaciones sociales que Santiago transmite en


su carta es impactante e importante en la vida del creyente. En medio de la sociedad
hedonista en la que vivimos no debemos permitir que la iglesia caiga en tal egoísmo, no
podemos como creyentes y seguidores de Cristo dejar a un lado la necesidad, el dolor y
las miserias del prójimo. A fin de cuentas, estamos llamados a ser como Cristo y él tuvo
compasión de las multitudes y actuó en consecuencia.
BIBLIOGRAFÍA

RAE, «Misericordia», acceso el 9 de mayo de 2022, https://www.bing.com/newtabredir?


url=https%3A%2F%2Fdle.rae.es%2Fmisericordia

Barclay, William. Comentario al Nuevo Testamento: Santiago y Pedro. Barcelona: Clie, 1997.
Edición PDF

Kistemaker, Simon. Comentario al Nuevo Testamento: Santiago, 1-3 Juan. Michigan: Desafío,
2001. Edición PDF

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