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PORTAFOLIO
2021
PRESENTACIÓN
Personal,
Espiritual y
Profesional…
Actividad 1: Relaciona con la sociedad actual, la información del Documento 2: El Amor a Dios y
al prójimo, en un ensayo....................................................................................................................3
Actividad 2: Presenta un hecho importante de una comunidad de tu entorno social y lo relaciona con
la información del Documento 4: Los Principios de la Doctrina Social de la Iglesia, en un resumen 4
Actividad 4: Participa activamente en una jornada espiritual y/o de formación cristiana, planificada
por el docente tutor, y reporta sus experiencias de fe, esperanza, caridad, servicio, solidaridad…....6
Bibliografía Utilizada.........................................................................................................................8
Autor (a).............................................................................................................................................9
Coautor (a).........................................................................................................................................9
Introducción
El presente trabajo trata de uno de los atributos más conocidos de Dios. Podemos decir que
muchos creen que es el único atributo de Dios, quizá por ser el más mencionado y del que
todos hablamos, aun cuando oramos siempre tendemos a decir: Gracias Señor por tu
inmenso amor, porque nos has amado…en fin, quizás es el más fácil de entender para
nosotros los cristianos, aunque muy difícil de entender para los que no tienen a Cristo en su
corazón.
Concepto
El amor de Dios
Cuando esta bondad se manifiesta a sus criaturas racionales asume el más alto carácter de
amor, y este amor se distingue conforme a los objetos en que termina, se distingue de la
bondad de Dios en general, el amor puede definirse como aquella perfección de Dios que lo
impele eternamente a comunicarse. Por ser Dios absolutamente bueno en sí mismo, su amor
no puede hallar perfecta satisfacción en ningún objeto que carezca de perfección.
El ama a sus criaturas racionales a causa de sí mismo, o para expresarlo en otra forma: Se
ama en ellas como una de las virtudes de Él, las ama en ellas mismas, el trabajo de Él, lo
ama en ellas. Ni siquiera retira completamente su amor del pecador en su presente estado
pecaminoso, aunque el pecado de éste es una abominación delante de Él, puesto que Dios
reconoce en el pecador, la imagen impresa del mismo Dios, Juan 3:16; Mateo 5:44 y 45. Al
mismo tiempo Dios ama al creyente con un amor especial, puesto que los contempla como
sus hijos espirituales en Cristo.
El amor al prójimo
El amor al prójimo es uno de los pilares fundamentales de la fe cristiana (cf. Mt 22, 36-40;
1Jn 4, 8.16; 1Jn 4, 19-21), por esta razón, cada uno de los bautizados, miembros de la
Iglesia de Cristo, debería estar comprometido en todo momento con hacer efectivo ese
principio de vida. Lamentablemente, como ya se enunció, en la vivencia diaria no se
cumple con este mandamiento; por el contrario, a la hora de poner en práctica se perciben
muchas dificultades, en especial, por la gran indiferencia que la sociedad mercantil
consumista -que impulsa la competencia, el lucro y el individualismo egoísta- presenta
Queriendo buscar respuestas a la pregunta anterior (ya que el amor no pasa desapercibido
en la vida de un creyente y son frecuentes los momentos de confrontación debido a sus
múltiples manifestaciones), se escogió el texto de la Primera carta de san Juan (4, 19-21),
porque -a pesar de que existen muchos otros textos que hablan sobre el amor - éste permite
hacer una confrontación profunda de vida con la Palabra, con la propuesta de amor de Dios.
Y a partir de eso poder generar un posicionamiento: identificarse con el grupo de los que se
dicen amar a Dios, pero desprecian a sus hermanos, o pertenecer al grupo de los que no
dicen nada, pero viven sumidos en el misterio del amor, aman a los hermanos (y lo
manifiestan con obras) a pesar de las dificultades y, por consiguiente, conocen y viven el
amor misericordioso de Dios.
Conclusión
Ciertamente es verdad que el amor de Dios no es el mismo para los santos y para los
pecadores. En relación a (5), Dios aborrece a los pecadores y a los pecados. Suena mejor
decir que Dios ama al pecador con un amor misericordioso y odia sus pecados. Desde el
punto de vista de su amor con aprobación, Él los aborrece.
Como conclusión puedo decir que es muy importante para todos saber la importancia sobre
amar a las personas que tiene a su alrededor ya que esto significa ayudar, respetar, servir y
muchos valores que harán que se sientan bien consigo mismo y serán unas personas
educadas. Esto es muy importante ya que ayuda mucho a las relaciones interpersonales en la
sociedad y así evitaríamos muchos problemas entre las personas y groserías.
Los principios de la doctrina social de la Iglesia son principios sociales. Esto significa que
la Iglesia los reconoce como propios de toda sociedad, y no solo de una sociedad “buena”,
“justa” o “cristiana”. Los mismos textos magisteriales los proponen, ciertamente, de modo
prescriptivo, como ideales o modelos según los cuales debería ordenarse la sociedad, pero
también de modo simplemente analítico, como elementos que de hecho son constitutivos de
toda forma de vida política: como principios “normativos”, pero antes como principios
propiamente “constitutivos”.
En su sentido primario y principal, como principio “final”, solo es principio del orden
social el bien común. Todos los demás principios, así como toda otra realidad social –sea
política, económica, jurídica o genéricamente “cultural”– surgen y se explican por su
relación con este bien común político, que es la causa y la razón de ser de toda la vida
social.
Ciertamente, el bien común no es en primer lugar una noción abstracta o especulativa, sino
una realidad inmediatamente práctica. Este punto es fundamental para despejar buena parte
de las históricas controversias sobre su contenido y significado. No parece ser necesario en
modo alguno que los miembros de una sociedad sean capaces de definir o explicar en qué
consiste el bien común. Sí es indispensable, en cambio, que lo conozcan vivencialmente y
que lo persigan en la particularísima concreción de sus determinaciones históricas y locales,
como bien propio y de todos.
El punto de partida, por tanto, no es una determinada doctrina filosófica sobre el bien
común, sino la mera experiencia universal de los hombres y las sociedades en las que ellos
viven. Lo que mantiene unidas a las sociedades no es un concepto más o menos preciso de
aquello en lo que consiste el bien común social, sino la efectiva ordenación de las
conductas exteriores de los ciudadanos a ese fin.
REPORTE DE EXPERIENCIA
2. Desarrollo de la Experiencia:
2.1 Describe en detalle la experiencia vivida y destaca qué es lo más relevante de
esta experiencia.
Las enseñanzas que nos deja todas las actividades no solo son para los niños, es para
todas las personas de cualquier edad ya que es de gran ayuda conocer a dios y sobre
todo orar.
REPORTE DE LECTURA
1. Introducción:
2. Análisis:
Capitulo I:
1.1 La santidad es ante todo, nos dice el Papa, vivir en unión con Cristo. O, más
aún, la santidad es Cristo mismo amando en nosotros. Por ello se recomienda
fomentar en toda esa unión con Jesucristo. En este sentido, la contemplación de
la vida de Nuestro Señor, tal como la proponía San Ignacio de Loyola en sus
“Ejercicios Espirituales”, nos orienta a hacerla vida nuestra. Es decir, el Papa nos
fomenta a conocer muy bien la vida de Jesús al grado de que podamos imitar sus
actitudes en nuestra vida.
1.2. Y, al igual que Cristo, nuestra propia misión de santificación es inseparable
de la construcción del Reino de Dios. Por tanto, no se puede rehuir el encuentro
con el otro, ni rechazar el trabajo ni el servicio dentro de la sociedad. Es decir, no
es un camino válido de santificación si nada más se piensa en el bienestar
personal, sin tomar en cuenta los planes de Dios para el mundo. No se vale ser
santo de manera egoísta.
1.3. Y, aunque nunca hay que olvidar al prójimo, al mismo tiempo no se deben
descuidar los momentos de quietud, de soledad y de silencio ante Dios. Recalca
El problema con esta actitud, aclara el Papa, está en que cuando se da excesiva
importancia a normas y costumbres o estilos, se encorseta en estructuras
humanas a la Iglesia, y se le quita su sencillez cautivante y su sal. Se fosiliza a la
Iglesia. En otras palabras, los nuevos pelagianos afirman que, si se practican o
hacen ciertas cosas, automáticamente se logrará la salvación. Y se deja de lado la
gratuidad del sacrificio de Cristo, que es lo único que logra nuestra redención.
Así, la verdadera santidad tiene las cosas claras y no pone el cumplimiento a las
normas en el primer lugar. Este le corresponde a las virtudes teologales (fe,
esperanza y caridad), que logran la unión con Dios. Y de estas virtudes, el
primerísimo lugar lo tiene la caridad: lo más importante en la vida de un santo es
el amor. El santo ama a Dios con ternura, con intimidad, con gratitud, y trata al
prójimo, especialmente a los más necesitados, con ese mismo amor. Por ello,
entre tantos preceptos, Jesús se abre camino y nos deja dos rostros: el del Padre y
el del prójimo. O, mejor dicho, solo el de Dios, porque el santo descubre en el
rostro del prójimo el rostro de Dios mismo.
Capitulo III:
Las Bienaventuranzas
3.1 “Felices los pobres de espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos”
l que tiene un espíritu de pobre ha puesto su confianza en Dios y no en los bienes
materiales. Es algo muy parecido a la “santa indiferencia” de la que habla San
Ignacio de Loyola, donde da lo mismo la salud o la enfermedad, la riqueza o la
El Gran Protocolo
En (Mt 25, 31-46) está el protocolo sobre el cual seremos juzgados. Ser
santos no significa blanquear los ojos en un supuesto éxtasis. Significa sobre
todo reconocer a Cristo en los pobres y sufrientes. Y practicar, por tanto, con
los más necesitados, las obras de misericordia.
2.2 Describe y analiza el tema que más te haya llamado la atención o consideras
3. Conclusión:
Coautor (a)
Chimbote, 2021.