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¿Cómo ser terapeuta?

Uno de los mayores miedos en cuanto a empezar a atender en el área clínica es el no saber qué

hacer o cómo llevar a cabo las sesiones con los pacientes. Venimos con creencias de que al salir de

la licenciatura o de algún curso ya tenemos el proceso de atención terapéutica “comprado” en

base a lo que manejamos y también como enfrentamos nuestros propios problemas. Este último

es un grandísimo error ya que no debemos transmitir o querer que el paciente actúe en base a

como lo haríamos nosotros. Dentro de esta lectura, el autor manifestaba la importancia de

examinar nuestros supuestos y creencias a la vez que expandir nuestra conciencia.

Ante nuestra primera experiencia, hablando de manera personal, a mi mente han venido tantas

interrogantes tales como “¿y ahora qué pregunto?, ¿cómo dirijo la sesión a esto que deseo

saber?” entre otras más, y aquí lo importante es como empleamos la teoría con la

conceptualización que manejamos.

Muchas veces lograr realizar la conceptualización del caso puede ser difícil, e incluso nos hace ver

que estamos en un callejón sin salida, sin embargo, la única forma en la que nosotros vamos a ser

capaces de manejar esto es con tiempo y práctica. Es decir que, esto significa que al principio no

será como esperamos sin embargo iremos obteniendo herramientas para lograrlo y esto con el

apoyo de ya sea profesores, libros, cursos que nos ayuden a desarrollarlo de mejor manera.

Una de las interrogantes en cuanto a esto, que el autor mencionaba es como integrar los aspectos

teóricos en la práctica clínica. Esto puede generar frustración en nosotros porque pensamos que

sí, el haberlo dado en la licenciatura o clases anteriores ya nos hace capaces de lograr esa

integración, vamos con la idea de “esto debo saberlo” y si no lo sé entonces estoy mal y

comenzamos a culparnos. Esto en vez de impulsarnos a querer aprender, ocasiona que no


deseemos admitir que no sabemos y nos pone una barrera para poder seguir aprendiendo. Por tal

razón es necesario reconocer que como seres humanos estamos en constante aprendizaje, y que

hoy no sepamos algo, si ponemos empeño y práctica de eso, será más sencillo consolidar los

aprendido.

Por otro lado, estando ya de ese lado de nuestra primera sesión, el autor hacia mención de ciertas

estrategias que nosotros como psicoterapeutas debemos desarrollar y algunas nos daremos

cuenta que las necesitamos al momento de estar con algún paciente.

Ante nuestra experiencia en la atención clínica, será normal estar predispuestos a que de seguro

llegará un paciente con algún motivo de consulta que nos dará miedo o no nos sentiremos capaces

de enfrentar, por tanto, es importante no entrar en pánico; aunque suena fácil leerlo pienso que

esto es una estrategia que se va aprendiendo y reforzando en la práctica, al igual que siempre

esperar lo inesperado. A veces estructuramos tanto el como será la sesión, pero si algo no va

según lo que planeamos, allí viene el problema.

Louis Cozzulino enfatiza que en nuestra búsqueda de algún tratamiento o incluso encasillar al

paciente en un diagnóstico, es importante que recordemos que el paciente es una persona que la

misma tiene cualidades.

Brindarles a los pacientes apoyo en sus fortalezas y recursos es bueno, pero no olvidando de que

no debemos hacerle ver al paciente una perspectiva de que “tienes todo para ser feliz”.

Como terapeutas, nos vemos en escenarios donde quizás las cosas no salgan como nos lo presentó

un profesor en la universidad o como vimos en las prácticas, pero cada experiencia es necesaria y

de nosotros depende si buscamos seguir aprendiendo y prepararnos para brindar lo mejor o nos

quedamos estáticos en lo que no soy capaz o no aprendí.

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