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EL RÉGIMEN DE EXCEPCIÓN SIEMPRE DEBE

SER EL ÚLTIMO RECURSO


Ante el anuncio de decretar un régimen de excepción por la amenaza del
coronavirus, expresamos:

Que es importante que el Gobierno adopte las medidas necesarias conforme


al ordenamiento jurídico, para enfrentar el coronavirus y proteger la salud de
la población salvadoreña.

Que el Gobierno, de conformidad con las facultades legales que tiene el


Órgano Ejecutivo, ha impulsado medidas para prevenir el coronavirus, tales
como: suspender las clases a nivel nacional, decretar cuarentenas y restringir el
ingreso al país de personas extranjeras. Otra medida por la que debería optar
es que proponga a la Asamblea Legislativa que declare estado de emergencia
en el territorio.

Este día, por medio de sus redes sociales, el Presidente de la República le


solicitó al Presidente de la Asamblea Legislativa, que convocara al pleno para
decretar estado de excepción en todo el territorio y se suspendan las garantías
constitucionales mencionadas en el Art. 29.

El régimen de excepción constituye una medida extrema ante una


emergencia constitucional, el cual conforme a la jurisprudencia, es una
medida jurídica que permite afrontar algunas situaciones excepcionales,
es decir, aquellas situaciones anormales, extraordinarias y temporales derivadas
de acontecimientos caracterizados por cierto nivel de gravedad (Inconst 15-
96). Este régimen debe ser siempre considerado como el último recurso.

El art. 29 de la Constitución establece los casos en que procede el régimen


de excepción, siendo uno de ellos el que exista una epidemia, de manera
que para que proceda decretarlo debe determinarse que efectivamente
existe una epidemia de coronavirus en el territorio nacional.

Si se cumplen los supuestos que señala la Constitución y se acuerda


decretar el estado de excepción, se deben tener presentes algunos
aspectos fundamentales que ha señalado la jurisprudencia constitucional,

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puesto que no puede ser ni abierto ni general, en el sentido de que debe
respetar el principio de proporcionalidad, es decir, la correspondencia
necesaria entre las causas

que justifique la declaratoria de la situación excepcional y las medidas


extraordinarias que puedan ser adoptadas para superarla. En el decreto debe
establecerse cuáles son los derechos que van a limitarse, en qué medida y
por qué cada una de esas limitaciones es útil para combatir el coronavirus.
No se pueden limitar derechos constitucionales que no contribuyan al fin
perseguido.

La excepcionalidad puede abarcar todo el territorio nacional o una parte; un


máximo de 30 días que pueden ser incluso menos; y en todo caso, debe haber
una estricta y constante rendición de cuentas a la Asamblea Legislativa, la
cual debe vigilar estrictamente las actuaciones del Órgano Ejecutivo.

Un régimen de excepción que restrinja todas las garantías


constitucionales que menciona el art. 29 de la Constitución, de una
manera desproporcional, iría en contra de nuestro ordenamiento
jurídico.

Enfrentar la situación grave de salud que puede provocar el coronavirus,


requiere utilizar todas las herramientas legales disponibles que faciliten el
trabajo de las autoridades, cuidando siempre la protección de los derechos
fundamentales de los salvadoreños.

EN LA UNIÓN DE TODOS LOS SALVADOREÑOS ESTA LA SOLUCIÓN A LOS


PROBLEMAS MÁS DIFICILES, SOLO JUNTOS PODEMOS CONSTRUIR UN
FUTURO DIGNO.

Antiguo Cuscatlán, 13 de marzo de 2020.

Edificio FUSADES, Bulevar y Urb. Santa Elena, Antiguo Cuscatlán, La Libertad, El Salvador
Tel.: (503) 2248-5600, 2278-3366, www.fusades.org

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