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Universidad Autónoma de Chiriquí

Facultad de Derecho y Ciencias Políticas

Licenciatura en Derecho

Asignatura: Derecho Civil

Profesora: Rafaela Blanco

Trabajo de investigación: Historia del Derecho Panameño

Integrantes:

Acosta, Amílcar 4-820-215

Castillo, Danna 4-805-2183

González, Dayra 1-709-1510

Lara, Krishna 4- 818-304

8 de abril de 2024

Tabla de contenido
Historia del derecho panameño

I- Derecho Antigüo (periodo 1500-1821)

1. Fuentes del derecho

1.1. Las Reales Cédulas

1.2. Leyes de Toro

1.3. Fuero Real

1.4. Nueva Recopilación

1. 5. Derecho indiano

1.6. Derecho consuetudinario

1.7. Derecho local

2. Instituciones judiciales

2.1. Real Audiencia de Panamá

2.2. Cabildos

2.3. Justicias de la Paz

2.4. Tribunales especiales

3. Características del Derecho Civil

4. Características del Derecho Penal

5- Influencia del derecho indígena y consuetudinario

II- Derecho Intermedio 1821-1917

1.1. El código civil de Panamá 1917

1.2. El Código Civil de la República de Panamá, de 1917, introdujo importantes


innovaciones que no contemplaba el Código Civil colombiano, a saber:

III- Derecho Nuevo 1917-


1) IV-Código Civil
1. Algunas de las reformas más importante

1.1 La reforma de 1976

1.2 La reforma de 1982

1.3 La reforma de 1994

1.4 Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Trabajo doméstico no


remunerado

2. Temas específicos del código civil

2.1 La familia

2.2 Los bienes

2.3 Los contratos

2.4 Los contratos

2.5 Las obligaciones

2.6 Las sucesiones

3. Codificación del Derecho Civil


4. Recopilación del Derecho civil

IV- Derecho Civil


Introducción

El ser humano es desde sus inicios un ser social, que vive en comunidad. Para
lograr que este compartir sea posible, es necesario el asentamiento de un orden que
la organice. El Derecho es la herramienta por excelencia para dicha organización.
Así pues, parece casi imposible la separación de los conceptos de Derecho y la
Sociedad. Estos conceptos no permanecen inalterables con el transcurso de los
siglos, sino que se da una continua evolución y transformación en ellos, para una
mejor convivencia dentro de la comunidad, para las cuales resulta indispensable el
estudio de los elementos y factores que las originan. Por su parte, la evolución de
las normas constitucionales panameñas, aparecen para mejorar la calidad de vida
de cada panameño y así poder vivir armoniosamente dentro del país.

En este trabajo hablaremos de cómo ha evolucionado el Derecho Civil en Panamá


como a lo largo de los años se ha logrado obtener una sociedad más equitativa para
todos sin importar su género o su color de piel.
I- Historia Antigua del Derecho en Panamá (1500-1821)

Se analizarán las principales fuentes del derecho, las instituciones judiciales, las
características del derecho civil y penal, y la influencia del derecho indígena y
consuetudinario. Resaltando que Panamá inicia su historia a partir de la llegada de
los exploradores extranjeros al Istmo y que esta historia está dividida en cuatro
etapas: la etapa prehispánica, el virreinato, colombiana y republicana.

1- FUENTES DEL DERECHO:

Derecho castellano: Para definir derecho castellano Tomás y Valiente, Francisco, en


el Manual de Historia del Derecho Español, Madrid, Tecno, 1974; definen este
derecho como el conjunto de disposiciones legislativas, doctrinas y costumbres
jurídicas que imperaron en Castilla desde sus orígenes hasta la consolidación del
Estado Español. En esta línea de ideas con respecto al derecho castellano se
derivan las principales fuentes del derecho en Panamá, las que incluía:

1.1. Las Reales Cédulas: Eran cartas masivas emitidas por el rey Enrique II.
Las cuales norman la gobernabilidad entre el rey y las autoridades indianas.

1.2. Leyes de Toro: Emitida el 7 de marzo de 1505, la cual reunía 83 leyes


que focalizan especialmente el Derecho Civil-matrimonios, sucesiones, entre otros.

1.3. Fuero Real: Documento que encierran las normas de la vida colectiva de
los habitantes de la localidad. Estaba dividido en cuatro libros. En resumen, el libro
uno, sobre asuntos religiosos y las personas del gobierno, el libro dos, sobre los
procedimientos, el libro tres, sobre Derecho de Familia (testamentos, herencias,
contratos); y el libro cuarto, sobre delitos.

1.4. Nueva Recopilación: Fue la principal fuente de derecho por 240 años
desde 1567 hasta 1805. Algunos historiadores destacan que esta recopilación tenía
algunos errores como falta de rigor en la ordenación por materia, errores en el
contenido de algunas normas recopiladas, omisión de disposiciones útiles y
necesarias. Normas de recopilación de las Normas de Castilla, Tomo I.

1. 5. Derecho indiano: Conjunto de leyes promulgadas por la Corona


española para regular las colonias. Recopilación de Leyes de Indias (1680) era la
principal fuente. El derecho indiano surge tres meses y medios antes de que
Cristóbal Colón iniciara su primer viaje de descubrimiento, en el mismo se
establecen las bases jurídicas con las que se iba a gobernar el mundo desconocido.

1.6. Derecho consuetudinario: Normas y prácticas jurídicas desarrolladas


por las comunidades indígenas y afrodescendientes. Estas normas se transmitían
de forma oral de generación a generación. Tenían características como la
flexibilidad, ya que se adaptan de acuerdo con las necesidades y circunstancias de
cada comunidad. Era un sistema de normas legítimo porque era aceptado como
válido y era local porque variaba de una comunidad a otra.

En cuanto a la aplicación, la propiedad de la tierra era regulada por el derecho


consuetudinario, al igual que los asuntos familiares como el matrimonio, la herencia
o la tutela de los hijos, las cuales las regían el derecho consuetudinario. Se hace
interesante destacar que los acuerdos entre las personas (contratos) se hacían de
forma oral porque estaban basados en la palabra y el honor, en lugar de
documentos escritos. Finalmente, los delitos y las penas estaban definidas por las
costumbres de la comunidad.

1.7. Derecho local: Decretos y ordenanzas emitidas por las autoridades


locales. Estas ordenanzas tenían su base en el derecho consuetudinario, el derecho
foral (dado por la monarquía a una localidad) y el derecho común, que se aplicaba a
todo el territorio. Además, el derecho local se fundamenta en las costumbres, los
fueros, las ordenanzas municipales y sentencias judiciales. La importancia de este
derecho radica en su amplia regulación de aspectos de la vida social, económica y
política, lo que con el tiempo fue constituyendo la identidad de esas localidades.
2. INSTITUCIONES JUDICIALES:

2.1. Real Audiencia de Panamá: Tribunal superior con jurisdicción sobre


tierra firme (Centroamérica). Creada en 1538, era la máxima autoridad judicial en la
región. Era la institución donde se recibían las apelaciones de los tribunales
inferiores. Además de administrar justicia, se encargaban de promulgar leyes que
complementaban la legislación real. Básicamente estaba conformada por un
presidente, un fiscal, un alguacil mayor y otros funcionarios. El primer presidente de
la Real Audiencia de Panamá fue Gaspar de Espinosa.

2.2. Cabildos: Ayuntamientos locales con funciones judiciales en primera


instancia para administrar justicia local. Entre las funciones que desempeñaban los
diferentes funcionarios que la conformabas están:

Alcaldes: Eran los responsables de la administración de justicia.

Alguacil mayor: Era el responsable de la seguridad pública.

Escribano: Era el responsable de redactar las actas del cabildo.

Los cabildos tuvieron importancia en el siglo XVI ya que administraban justicia local,
y representaban los intereses de las comunidades (abastecimiento de víveres,
persecución de la delincuencia). Entre algunos de los hechos importantes de los
cabildos era que podían recaudar impuestos para cubrir los gastos de sus
actividades.

2.3. Justicias de la Paz: Jueces locales con jurisdicción limitada en casos


menores. A quienes también se les conocía como jueces pedáneos (representantes
de la justicia secular en los sitios más alejados) tenían la tarea de resolver los
conflictos entre los vecinos, aplicar la ley en caso de delitos menores, apoyar las
investigaciones de los delitos y la aplicación de penas. Para ser justicias de la paz
debían ser vecinos de las villas, nobles de menor rango y tener buena fama. Los
mismos eran nombrados por el rey o la autoridad local. Eran nombrados por un
periodo de un año, no recibían pago por su trabajo y eran destituidos si no cumplían
con sus obligaciones.
2.4. Tribunales especiales: Existían tribunales especiales para asuntos
específicos, como el Tribunal de la Inquisición. Para extender esta información
sobre los tribunales especiales se pueden mencionar los siguientes:

Tribunales de la Inquisición: Creados para juzgar los delitos de herejía y


apostasía.

Tribunales de la Santa Cruzada: Creados para juzgar los delitos contra la fe


católica.

Tribunales de Millones: Creados para juzgar los delitos contra la Hacienda


Real (Administraba el cobro de los impuestos y vigilaba los intereses financieros de
la Monarquía Hispánica)

Tribunales de Consulado: Creados para juzgar los delitos relacionados con


el comercio.

Tribunales de Indias: Creados para juzgar los delitos cometidos en las


Indias.

3. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO CIVIL:

La organización social y política en el tiempo nómada era compleja. La máxima


autoridad era el cacique al que se le conocía como Quevi o Quibián. Le seguían
Tibas o Sacos, luego los nuevos guerreros, Piralaylos o Cabras. A las señoras
principales se les conocía como espaves, y en esa pirámide de rangos sociales
terminaban los trabajadores y los prisioneros de guerra, que eran tratados como
esclavos. De la misma manera que existían diversos dialectos en Panamá, también
existían diversos cacicazgos, los cuales permanecían en guerra por el control del
territorio de pesca y caza. Esta vulnerabilidad fue astutamente aprovechada por los
conquistadores españoles. Cabe destacar la importancia de la posición geográfica
de Panamá de facilitar el contacto comercial entre el Norte y el Sur del continente.

Estamento social: La sociedad colonial estaba dividida en estamentos (españoles,


criollos, mestizos, indígenas, negros). El derecho civil tenía diferentes reglas para
cada estamento. Por ejemplo: los indígenas fueron discriminados legalmente al
impedirles el derecho a la propiedad de las tierras, obligados a vivir en reservas y
trabajar la minería u otros trabajos forzosos, también fueron privados de pertenecer
al gobierno.

Patrimonio familiar: El mayorazgo era una institución que favorecía la


concentración de la tierra en manos de la familia paterna. El objetivo del mayorazgo
era la perpetuidad familiar y la riqueza. Heredaba el hijo primogénito varón. Recibió
múltiples críticas por su sentido discriminatorio de las mujeres y los menores.

Derechos de la mujer: Las mujeres tenían limitada capacidad jurídica y estaban


sujetas a la tutela del padre o marido. Esta restricción se veía mayormente afectada
en cuanto al acceso a la propiedad, a la educación y a la participación política. Por
resaltar un ejemplo, el testimonio de las mujeres no tenía el mismo valor que el de
los hombres.

Esclavitud: La esclavitud era legal y regulada por el derecho colonial.


Desgraciadamente, los indígenas y afroantillanos eran sometidos a trabajos
forzosos regulados por las Leyes de Indias y las Reales Cédulas. Por fortuna este
atroz trato fue abolido en Panamá para el año 1821.

4. CARACTERÍSTICAS DEL DERECHO PENAL:

Delitos: Los delitos se clasificaban en delitos contra la religión, el rey, la propiedad y


la vida.

Penalidades: Las penas podían ser corporales (azotes, mutilación), privativas de


libertad (destierro, prisión) o pecuniarias (multas).

Tortura: La tortura se utilizaba como método de investigación judicial.

Procedimiento penal: El procedimiento era inquisitivo, con predominio de la prueba


testimonial y la presunción de culpabilidad.

5. INFLUENCIA DEL DERECHO INDÍGENA Y CONSUETUDINARIO:

Derecho indígena: Algunas normas y prácticas indígenas fueron reconocidas por el


derecho colonial, especialmente en materia de propiedad y organización social.
Derecho consuetudinario: Las comunidades afrodescendientes desarrollaron un
derecho consuetudinario basado en sus tradiciones y costumbres.

El derecho en Panamá durante el período colonial español estuvo marcado por la


superposición de diferentes tradiciones jurídicas. El derecho castellano era la base
del sistema legal, pero también se aplicaba el derecho indiano, el derecho
consuetudinario y el derecho local. Las instituciones judiciales estaban
jerarquizadas, con la Real Audiencia de Panamá como máxima autoridad judicial. El
derecho civil y penal reflejaban las desigualdades sociales de la época, con
discriminación por estamento y género. La influencia del derecho indígena y
consuetudinario fue importante en algunos aspectos, especialmente en materia de
propiedad y organización social.

6. Derecho Intermedio 1821-1917

La historia del derecho civil en Panamá, durante el período de la Conquista y la


Colonia, no se diferencia de las demás naciones latinoamericanas. El Istmo se regía
por el derecho castellano, entre los cuales podemos mencionar el Fuero Juzgo, el
Fuero Real, las Siete Partidas, la Novísima Recopilación de Castilla, y, por otro lado,
el derecho indiano, entendiéndolo en sentido restringido, como señala el profesor
Guzmán Brito en su obra La codificación civil en Iberoamérica, es decir, todas
aquellas reales cédulas, provisiones, cartas reales, expedidas por el rey de España,
el Consejo Supremo de las Indias, la Casa de Contratación de Sevilla y demás
autoridades, ya sea con sede en España, ya en la Colonia, y cuya particularidad
consistía en que eran normas para regir únicamente en América.
El segundo período se extiende desde la independencia de Panamá de España, es
decir, desde el 28 de noviembre de 1821 hasta la fecha en que entró a regir el
Código Civil de la República de Panamá, es decir, 1 de octubre de 1917. Es un
período de casi 96 años. De estos 96 años, 82 años corresponden a nuestra unión a
Colombia, el cual culmina con la secesión en 1903.
Durante este período la influencia del Código de Bello se manifiesta en toda su
plenitud. Panamá, por cierto, bajo el liderazgo de don Justo Arosemena, había
logrado que la Constitución colombiana de 1853 fuera modificada y que reconociera
a Panamá como un Estado Soberano que dependiera de la Nueva Granada en
materias de orden público, como relaciones exteriores, servicio militar y otras, pero
que dejará al Estado Soberano de Panamá definir la legislación que se refería a las
relaciones patrimoniales y personales. En efecto, en 1860 se expide el Código Civil
del Estado Soberano de Panamá para que entrara a regir el 1 de marzo de 1862.
Éste, nuestro primer Código Civil, fue prácticamente una copia textual del de
Cundinamarca, que a su vez, era copia del Código de Bello, con la diferencia de que
el comisionado don Gil Colunje le añadió al Código Civil de Panamá un libro Quinto,
sobre Notariado y Registro de Instrumentos Públicos. Este Código rigió hasta 1887,
fecha en que Colombia, bajo el liderazgo de don Rafael Núñez, restableció la unidad
legislativa basada en la Constitución centralista de 1886. De más está decir que el
Código Civil colombiano de 1887 era una copia textual del Código de Bello, por lo
que no hubo cambios de fondo, salvo en la eliminación del Libro Quinto sobre
Notariado y Registro de Instrumentos Públicos, que tampoco lo contiene el Código
Civil colombiano.
En 1903, y teniendo por antesala la llamada guerra de los mil días, que desoló al
Istmo, y el rechazo por parte del Senado colombiano de un tratado con Estados
Unidos para la construcción de un canal, Panamá se separa de Colombia, pero
aprueba la Ley 37 de 1904, que establece enfáticamente que "… continuarán en
vigor, en la República, los códigos y las leyes colombianas que regían en el antiguo
Departamento de Panamá el 2 de noviembre de 1903…", salvo en lo que sean
contrarias a las normas expedidas por la Junta Provisional de Gobierno.
Una norma parecida fue introducida en nuestra primera Constitución Política, en
1904, que señala en su artículo 147 que todas las leyes, decretos, reglamentos,
órdenes y demás disposiciones que estuvieron en vigor al promulgarse esta
Constitución continuarán observándose, en cuanto no se oponga a ella ni a las leyes
de la República de Panamá. En otras palabras, el Código de Bello continuó rigiendo
en Panamá después de su separación de Colombia. Finalmente, por medio de la
Ley 2 de 1916 se promulgó el Código Civil de Panamá, el cual entró a regir el 1 de
octubre de 1917. En conclusión, el Código de Bello estuvo plenamente vigente en
Panamá, de una u otra forma, durante 55 años.
Un paréntesis impensable en otra nación latinoamericana: en 1903, en virtud de un
tratado que no firmó ningún panameño, Panamá le confirió a perpetuidad a Estados
Unidos una franja de terreno que se extendía diez millas a cada lado de las riberas
del Canal. Estados Unidos entendió que a esa franja de terreno no le era aplicable
la ley panameña; sin embargo, tampoco se atrevió a aplicar su propia ley. Ante la
ausencia de legislación se continuó aplicando el Código Civil colombiano de 1887,
es decir, el Código de Bello, en la llamada Zona del Canal hasta 1934. Ese año los
estadounidenses establecieron una legislación especial para regular las relaciones
patrimoniales y personales, pero con la particularidad de que las apelaciones eran
dirimidas por las cortes de apelaciones del estado de Lousiana, basándose en el
derecho común de este Estado, que no es otro que el Código Civil de Louisiana,
que, por cierto, fue inspirado precisamente en el Código Napoleónico. Este derecho
civil rigió en la franja canalera hasta la definitiva reversión del Canal a la República
de Panamá, el 31 de diciembre de 1999. Qué ironía de la vida: los ingenieros
franceses fallaron en su intento por construir el canal, pero su derecho civil perduró
vivamente hasta que saliera de Panamá el último soldado estadounidense.
Otro paréntesis. En 1925, una etnia indígena, los kunas, que habita básicamente el
caribe panameño, atizada por un aventurero gringo, se rebeló contra el Estado de
Panamá. Si bien no logró independizarse, sí se le otorgó muchas concesiones, entre
ellas el respeto a sus costumbres y normas sobre relaciones patrimoniales y
personales, siempre y cuando no atenten contra el orden público de Panamá. Este
beneficio fue extendido después a los otros tres grupos indígenas más importantes
que habitan el Istmo. Como podrán imaginarse, es muy dudosa la aplicación plena
del Código Civil en estas regiones.

6.1. EL CÓDIGO CIVIL DE PANAMÁ DE 1917


Por medio del Decreto 114 del 7 de septiembre de 1904 se crea la Comisión
Codificadora del Código Civil, que fue presidida por Facundo Mutis Durán, con un
plazo de un año para concluir su tarea. De acuerdo con el informe del proyecto
elaborado por Mutis Durán, sus antecedentes son el Código Civil del Estado
Soberano de Panamá de 1860, redactado por Gil Colunje, que era, indirectamente,
una copia del Código de Bello, el Código Civil de Colombia de 1887, que a la vez
era otra copia del Código de Bello, y termina el informe de la comisión señalando
como fuente "… las obras de los autores chilenos y colombianos". Sin embargo,
este proyecto nunca fue aprobado. Posteriormente, en 1913 se crea una nueva
comisión codificadora, presidida por Carlos A. Mendoza. En el artículo 4 del Decreto
que la conforma se establece expresamente que "Para la confección del Código
Civil se tomará como base el correspondiente proyecto elaborado por el Dr.
Facundo Mutis Durán.". Como se puede observar, el mandato legal a la nueva
Comisión Codificadora no era otro que el de fundamentarse en el Código de Bello.
Este mandato -en honor a la verdad- no fue cumplido enteramente. El Código que
mayor influencia ejerció sobre nuestros codificadores fue el Código Civil español de
1889, que a su vez se fundamentaba en el proyecto de Código Civil de Francisco
García Goyena, de 1851. Seguidamente, el Código de Bello (por intermedio del
Código Civil colombiano de 1887), y, por último, el Código Civil de Costa Rica, de
1886 y algunas normas del Código Civil de Honduras, de 1906. Por otro lado,
nuestros codificadores, imbuidos del liberalismo de la época, tuvieron la temeridad
de incorporar normas propias, alguna de ellas que los separan categóricamente de
lo que establecen los códigos civiles vigentes para esa fecha. Una nota curiosa. No
aparece como fuente de nuestro código el Código Civil alemán de 1900, el BGB.
Con ello nos perdimos la excelente construcción teórica sobre el negocio jurídico.
Veamos lo que adopta y lo que contradice el Código Civil de Panamá, de 1916, al
Código de Bello: en primer lugar, el Código Civil de Panamá calca la sistemática del
Código de Bello, por lo que nuestro Código contiene un Título Preliminar, y además
el Libro Primero, De las Personas, el Libro Segundo, De los Bienes y de su Dominio,
Posesión, Uso y Goce, el Libro Tercero, De la Sucesión por Causa de Muerte y de
las Donaciones entre Vivos, el Libro Cuarto, De las Obligaciones en General y de
los Contratos, y por último, el Libro Quinto, Del Notariado y Registro Público (que no
tiene el Código de Bello), por pura tradición histórica. Sin embargo, a diferencia del
Código de Bello, las secciones pasan a ser una subdivisión de los capítulos.
En cuanto al Título Preliminar, el Código de Bello adopta el carácter territorial de la
ley con las matizaciones ofrecidas por las normas sobre conflicto de leyes. En la
exposición de motivos se señala: "Conservando la tradición chilena y colombiana, la
Comisión ha sentado el principio de que la ley obliga tanto a nacionales como
extranjeros, domiciliados o transeúntes, que se hallen en la República". En cuanto a
bienes, siguiendo la misma tradición, se dispone que todos los que se hallen en el
territorio nacional, cualquiera que ellos sean, estén sujetos a las leyes panameñas,
aunque sus dueños sean extranjeros y no residan en Panamá. También adopta las
normas sobre interpretación de la ley, la definición de las personas de acuerdo con
las edades, la clasificación de culpa, la precisión, las matizaciones y el cómputo de
los plazos establecidos por las leyes o las decisiones de los tribunales. Estas
normas generales prácticamente no han sufrido cambio alguno y siguen vigentes tal
como fueron expedidas.
En cuanto al Libro Primero, personas, el Código de Bello adopta la clasificación de
las personas en naturales y jurídicas, así como las diferentes clases de personas
naturales. En cuanto a existencia de la persona natural, acoge la definición de
nasciturus y los derechos inherentes al concebido pero no nacido e, igualmente,
incorpora la mayor parte de las normas que regulan el domicilio de las personas.
Incorpora también, textualmente, las normas relativas al hijo póstumo, así como las
normas relativas al caso de pasar la mujer a otras nupcias. También tomó del
Código de Bello normas sobre adopción, habilitación de edad, reconocimiento de
hijos naturales, maternidad disputada y garantías de administración de tutor. Otro
dato curioso, en 1925, es decir, ocho años después de su promulgación, incorpora
el artículo 300, que es copia textual del artículo 553 del Código Civil colombiano, y
que a su vez fue copiado literalmente del artículo 465 del Código de Bello, que se
refiere a la nulidad de los actos y contratos celebrados por el demente declarado en
interdicción y, por el contrario, la presunción juris tantum de validez del acto, ante la
ausencia de declaración de interdicción. Es oportuno indicar que las normas de
familia contenidas en el Libro Primero estuvieron vigentes hasta 1994, año en que
se promulgó el Código de la Familia de la República de Panamá.
Ya en el Libro Segundo, sobre bienes, se siente la fuerte influencia del Código Civil
español; sin embargo, también en este libro se observa la presencia del Código de
Bello. En efecto, casi todas las normas sobre ocupación provienen de ese Código.
También todas las normas sobre reivindicación, con pequeñas precisiones locales,
así como todas las normas sobre las acciones posesorias, entre éstas las
especiales.
En cuanto al Libro Tercero, sobre sucesiones y donaciones entre vivos, el Código
Civil de Panamá se aparta conceptualmente y, por consecuencia, categóricamente
del Código de Bello. Casi todas las normas fueron tomadas del Código Civil
español. Sólo conserva del Código de Bello una norma sobre representación
sucesoria, por cierto, muy importante, y casi todas las normas sobre aceptación de
la herencia a beneficio de inventario.
El Libro Cuarto, de las obligaciones en general y de los contratos, fue copiado casi
totalmente del Código Civil español; sin embargo, toma del Código de Bello, por
medio de su intermediario, el Código Civil colombiano, materias como cláusula
penal, aunque selectivamente; también toma algunas normas sobre prueba de las
obligaciones, adopta la definición de contrato contenida en el Código de Bello y, por
último, copió textualmente la norma que se refiere a prescripción de la acción por
saneamiento en caso de evicción.
La última norma de este Libro en el Código Civil panameño es el 1713, mientras que
en el Código de Bello es el 2524, o sea, una diferencia de 811 artículos. Los
codificadores panameños, por razón de la influencia del Código Civil de Costa Rica
de 1886, se inclinaron por un estilo de concisión y simplicidad. Como ya hemos
señalado, el Código Civil de Panamá añade un Libro Quinto, sobre notariado y
registro público, de aproximadamente 90 artículos, que si bien la gran mayoría de
sus normas son propias del derecho administrativo, no podemos negar su estrecha
vinculación con el derecho civil, ya que, por un lado, regulan las formalidades de los
actos contenidos en escrituras públicas y, por el otro, lo concerniente a los efectos
de la inscripción en el registro público de los títulos sujetos a registro, especialmente
los concernientes a propiedades y a hipotecas.
6.2. El Código Civil de la República de Panamá, de 1917, introdujo importantes
innovaciones que no contemplaba el Código Civil colombiano, a saber:
1. Se estableció el primer sistema de control de la constitucionalidad. En efecto,
el artículo 12 de dicho Código señala: "Cuando haya incompatibilidad entre
una disposición constitucional y una legal, se preferirá aquélla". Los jueces
contaban a partir de allí con una norma para mantener la integridad de la
Constitución, aunque este argumento es relativo, ya que no resolvía la
necesidad de uniformar la jurisprudencia constitucional.
2. Se secularizó el matrimonio. Es más, la Comisión estuvo tentada a no
reconocer en lo absoluto el matrimonio religioso. El argumento contra este
reconocimiento era de que mal puede el Estado reconocer un acto en el que
no ha sido parte. Sin embargo, al final de cuentas, se apartó de posturas
radicales, y permitió, paralelo al matrimonio civil, el reconocimiento de efectos
civiles a los matrimonios celebrados conforme a cultos religiosos, siempre y
cuando se dé aviso anticipado al funcionario del Registro Civil, de tal manera
que el registro produce los efectos civiles. Se despojó al matrimonio jurídico
de su carácter religioso para convertirlo en un contrato social, eminentemente
civil y soluble.
3. Se abolió la incapacidad de la mujer casada. La Comisión de Diputados, que
en primer debate aprobó el proyecto de Código Civil, señaló al respecto "El
concepto natural y social de la mujer se ha equiparado ya al del hombre en
fuerza de la justicia, y la ley acepta la capacidad que tiene para administrar
sus bienes tan pronto como llega a la mayoría de edad".
4. Se estableció el régimen de separación de bienes en el matrimonio, a falta de
capitulaciones matrimoniales. Como consecuencia, se permite la contratación
entre los cónyuges. Es importante anotar que en 1994, con la aprobación del
Código de la Familia, se restableció el sistema de participación en las
ganancias, ante la ausencia de capitulaciones matrimoniales.
5. Se impuso la libertad de testar. Acabó con las asignaciones forzosas,
desapareció la legítima y la cuarta de mejoras. El razonamiento central de
esta manifestación cimera del liberalismo no era otro que "nadie mejor que el
padre puede arreglar la distribución de los bienes entre sus hijos". Las únicas
limitaciones a la libertad de testar fueron los alimentos a los hijos menores
hasta su mayoría de edad, a los hijos inválidos por toda la vida y a los padres
y cónyuge que carezcan de bienes, mientras los necesiten.
6. Eliminó la rescisión de la venta por lesión enorme. Otra manifestación del
liberalismo de los comisionados. La Comisión argumentó que esta figura iba
en contra de la ley de oferta y demanda. Por otro lado, la experiencia había
demostrado que estas normas eran ineficaces, ya que se recurre a
simulaciones y subterfugios que imposibilitaba el ejercicio de la acción
rescisoria por lesión.
7. Se estableció la nulidad de la venta de cosa ajena, tratándose de inmueble,
ya que no se ajustaba al nuevo sistema de registro de la propiedad.
8. Se estableció un innovador sistema de registro de la propiedad, donde la
inscripción no se limitaba a prueba de la posesión, sino que constituía el título
de dominio.
9. Prohibió el pacto de retroventa. Los comisionados lo consideraron una forma
de encubrir los contratos de préstamos con hipoteca y, por consiguiente, sin
las garantías de estos últimos a favor del prestatario o comprador.
Por último, no hay que dejar de mencionar que la influencia del Código de Bello va
más allá de la adopción de un buen número de sus normas importantes en nuestro
Código Civil. Cuando Panamá se independiza de Colombia, en 1903, rompe durante
varias décadas -por razones evidentes- con gran parte de los lazos sociales y
culturales que la unían a Bogotá. Nuestro país comienza a mirar hacia Chile. Los
dos más grandes civilistas panameños del siglo XX, Narciso Garay y Dulio Arroyo
Camacho, estudiaron toda su carrera de abogado en Chile. Así como ellos dos,
muchísimos panameños se formaron en las aulas universitarias de Chile,
descollando en sus profesiones ya de regreso a Panamá. Las obras jurídicas de
Arturo Alessandri y de Fernando Fueyo Laneri han sido textos de obligatoria
consulta y, con frecuencia, son citados por las sentencias de nuestros más altos
tribunales. Por otro lado, en los años treinta y cuarenta del siglo XX, Panamá
importó un gran número de maestros y profesores chilenos que se radicaron, en su
mayoría, en el interior de la República (entre ellos, mi abuelo). No me extrañaría que
esta percepción tan positiva que se ha tenido de Chile en Panamá haya sido
originada por el ambiente de cultura y civilidad que ha irradiado la obra de don
Andrés Bello. Sólo nos queda hacerle un agradecimiento póstumo por habernos
hecho beneficiarios de su pasión civilizadora.

III- Derecho Nuevo


Conocemos como derecho nuevo a todo aquello que vemos después de 1917 , de
la adaptación del código civil. El Código Civil de Panamá fue adoptado mediante la
ley N° 2 de 22 de agosto de 1916. A lo largo de los años han existido diferentes
reformas dentro del código civil y en este trabajo estudiaremos algunas de ellas.

Constitución de Panamá

El Código Civil de Panamá es el documento central en el que se basa el derecho


civil en el país. Este análisis detallado del Código proporcionará una comprensión
más profunda de sus disposiciones, su estructura y cómo estas influyen en la
práctica legal cotidiana.

Panamá ha experimentado varias innovaciones y reformas en su Derecho Civil en


años recientes. Se examinarán algunos de estos cambios, cómo han impactado en
la práctica legal y qué beneficios o desafíos han traído consigo.

En este código existen leyes aún vigentes por ejemplo la ley 153 de 1887 y la ley
chilena de 1861 sobre efecto retroactivo de las leyes . De igual manera conservando
tradiciones la comisión ha sentado de que la ley obliga a los extranjeros no
domiciliados transeúntes que se hallen en la república de igual forma que a los
panameños por ejemplo sí el extranjero es dueño de algún bien inmueble debe
seguir las leyes panameñas.

Así como mencionamos existen muchas más reformas que en este Código Civil, la
cual podremos conocer más adelante. Pero esta adaptación del Código no es lo
que nos guía en su totalidad actualmente, existe el nuevo Código Procesal Civil de
la República de Panamá el cual está en la ley de 402 de 09 de octubre de 2023 y el
libro segundo de procedimiento civil resolución N°1 de 30 de agosto 2001 en dónde
se deroga el libro segundo del código civil del 2019.

Este código entrará en vigencia en 2 años a partir de su promulgación en la gaceta


oficial cabe destacar que algunos de sus primeros artículos ya están en vigor tras la
aprobación de la ley 402 del 2003. La filosofía del nuevo modelo de juzgamiento civil
busca mediante herramientas tecnológicas la facilidad de hacer procesos civiles y
comerciales haciendo justicia.

El sufragio de la mujer en Panamá: 1920 - 1946.

Antes de la década de los 20 las mujeres no teníamos voz ni voto, no podíamos


participar en la toma de decisiones sobre nuestro país y su futuro no fue hasta el
año 1920 a 1946, donde las mujeres panameñas empezaron un avance intenso en
cuanto al movimiento para obtener derechos políticos igual que los hombres. En su
lucha, las mujeres panameñas encontraron el apoyo del movimiento feminista
internacional, debido a que esta era una situación que se vivía en muchos países y
no solo en Panamá. Se vieron obligadas a enfrentar la mentalidad tradicional del
pueblo y sus grupos conservadores. Su participación en congresos y organizaciones
internacionales permitió a las activistas panameñas aprender de la experiencia y
recibir la solidaridad de mujeres alrededor del mundo. Inspiradas por estos
ejemplos, nuestras sufragistas se organizaron en torno a las figuras de Esther Neira
y Clara González. Por tres décadas, trabajaron para organizar y educar a las
mujeres, persuadir a las fuerzas sociales y políticas y así ganar los mismos
derechos políticos que los hombres, especialmente el derecho al sufragio. Lograron
triunfar cuando la Constitución de 1946 reconoció sus derechos civiles. A partir del
año 1946 podemos decir que las mujeres tenemos derecho a opinar sobre el futuro
y las mejoras de este país y podemos participar del gabinete de la asamblea.

El sufragio femenino fue motivo de acalorados debates, cuando la señorita Clara


González expuso su trabajo titulado MUJER LATINOAMERICANA ANTE LA
CONQUISTA DE SUS DERECHOS POLÍTICOS", aquí sustentaba que la lucha por
las reivindicaciones de la mujer, es condición indispensable y primaria para su
emancipación, una gestión firme, sostenida, uniforme y amplia tendiente a obtener
el goce de los derechos políticos que le corresponden como parte importantísima
del agregado social. En la discusión. Se pronunciaron elocuentemente a favor la
señorita delegada cubana doctora Ofelia Domínguez Navarro y la señora Emma
López Seña y la ponente. La delegada por Bolivia señorita Ana Rosa Tornera se
pronunció en contra, alegando para ello, entre otras razones, la falta de preparación
de la mujer para tal función política, lo que entrañaba el descuido de los intereses
domésticos por parte de la mujer y un motivo de rencillas en el seno de la familia,
que la mujer debía evitar a toda costa Agregó que no era opuesta a voto femenino,
pero que en las actuales circunstancias de la vida política, social y económica de las
naciones americanas, era peligrosa la intromisión de la mujer en la política La
señorita Claudina, ratificó los conceptos de la señorita Tornero, adicionando que no
había para qué apurarse el voto femenino vendrá impuesto por el tiempo, "ahora es
inconveniente y perjudicial para la mujer misma. (M., 2000)

La Constitución Política de la República de Panamá de 1972 es la carta fundamental


panameña, actualmente vigente. Es la cuarta carta magna en el país luego de las
constituciones de 1904, 1941 y 1946, Fue aprobada el 11 de octubre de 1972 por la
Asamblea Nacional de Representantes de Corregimientos, durante el gobierno
militar del General Omar Torrijos Herrera.

LAS REFORMAS A LA CONSTITUCIÓN PANAMEÑA

La primera reforma del Estatuto sobrevino muy temprano, por conducto del Acto
Legislativo de 7 de junio de 1904, expedido por la Convención Nacional
Constituyente y de 19 de septiembre de 1906, aprobado por la primera Asamblea
Nacional. Así, la Constitución, en su artículo 65, numeral 17, autorizaba a tal
Asamblea para conceder amnistías (pero si hubiera responsabilidad civil respecto a
los particulares, la República quedaba obligada a pago de indemnizaciones);
mientras su artículo 73, numeral 18, permitía al presidente de la República conceder
indultos, conmutar y rebajar penas con arreglo a la ley que regulará el ejercicio de
esta facultad. La reforma no tocó el tema de la amnistía, pero sí restringe esta
facultad presidencial de indultar a los delitos de naturaleza política.

La segunda reforma aconteció a finales de la década del diez. En el acto expedido


por la primera Asamblea se abrió la posibilidad para ciudadanos panameños,
nacidos en Colombia, en caso de haber participado en esta Independentista de
1903 (se consideraba la candidatura del doctor Eusebio A. Morales), pudieran
alcanzar la Presidencia de la República de Panamá, pero la segunda Asamblea no
aprobó esta pauta. Los temas adoptados fueron los siguientes:
· A la luz del artículo 29 de la Carta, toda persona podía ejercer cualquier
oficio u ocupación honesta sin necesidad de pertenecer a gremios de maestros o
doctores. La autoridad podía inspeccionar las industrias y las profesiones en lo
relativo a la moralidad, la seguridad y la salubridad públicas. Era preciso poseer
títulos de idoneidad para el ejercicio de las profesiones médicas y de sus
auxiliares. El Acto Legislativo de 15 de marzo de 1917 y 26 de noviembre de
1918 sujetó la libertad de profesión al requisito de idoneidad. La inspección de
las autoridades a las profesiones y las industrias alcanzaba, además, a todo lo
concerniente a la idoneidad profesional.

· La forma de elección del presidente de la República fue modificada con la


adición al artículo 49, por el mismo Acto Legislativo, que previó: “La elección del
Presidente de la República se hará siempre por voto directo de los ciudadanos”.
Se terminó con el sistema de elección indirecta del jefe del Ejecutivo, a través de
las Asambleas Electorales, que eran las elegidas directamente por los
ciudadanos.

· El artículo 139 de la Carta prescribía que la ley solo podía imponer la pena
de muerte por el delito de homicidio cuando revistiera caracteres atroces. Esto,
mientras no existieran buenos establecimientos de castigo o verdaderas
penitenciarías en la República. El mismo Acto Legislativo reemplazó este artículo
con el texto: “No habrá en Panamá pena de muerte”.

· El artículo 144 mandaba que la primera Asamblea Nacional debía reunirse


el 1° de septiembre de 1906. En este artículo dicho Acto Legislativo insertó la
disposición en el sentido de que el período de los diputados de la Asamblea
Nacional, en el ejercicio de sus funciones, que fueron elegidos en 1918, se
extendía de cuatro a seis años. La próxima elección sería en 1924 y luego se
realizaba cada cuatro años, en aquellos mismos días, en que se celebraban las
elecciones para presidente de la República.

La tercera reforma, más amplia, se concretó en 1928, a través de varios Actos


Legislativos y se refirió a las materias siguientes:

· -El territorio de la República, por virtud del Acto Legislativo de 20 de marzo


de 1925 y 25 de septiembre de 1928, se dividía en provincias. Se eliminó la
mención de la redacción original a las provincias de Bocas del Toro, Coclé,
Colón, Chiriquí, Los Santos, Panamá y Veraguas. Esta supresión de nombres
abría la puerta a la ley para crear otras provincias y de hecho se crearon, como
fueron los casos de las provincias de Herrera y la de Darién. Las provincias se
fragmentaron en municipios. La Asamblea Nacional podía crear comarcas
regidas por leyes especiales (artículo 4°).

· -La calidad de panameño se adquiere por nacimiento o naturalización, por


así establecerlo el Acto Legislativo de 11 de enero de 1927 y 19 de octubre de
1928. Se estiman como panameños por nacimiento a los hijos de padres
panameños, nacidos dentro o fuera de la República, siempre que, en este último
caso, los padres fueren panameños por nacimiento. Se reputaba panameños por
nacimiento los que nacieran en la República, de padres extranjeros, si dentro del
año siguiente a su mayoría de edad manifestaban ante el Poder Ejecutivo que
optan por la nacionalidad panameña y comprobaron su residencia en la
República durante los últimos seis años anteriores a dicha manifestación. Podía
otorgarse la nacionalidad panameña por naturalización a los hijos de extranjeros
que nacieran en la República y optarán por la nacionalidad panameña en los
términos antes indicados, sin haber tenido la residencia antes explicada y
obtuvieren su carta de naturalización; y a los extranjeros con más de diez años
de residencia en la República, si eran solteros, o con más de tres años de
residencia en la República si eran casados con panameña, siempre que
profesen alguna ciencia, arte o industria, o poseyeran alguna propiedad raíz o
capital en giro y obtuvieren carta de naturalización (artículo 6°).

· -El artículo 37 prohibió los juegos de suerte y azar en el territorio de la


República. El Acto Legislativo de 2 de marzo de 1925 y 9 de septiembre de
1928, por el contrario, expresó que no habría en la República otros juegos de
suerte y azar que aquellos permitidos por la ley.

· El artículo 49, “Del sufragio”, fue adicionado por el Acto Legislativo de 2 de


marzo de 1925 y 19 de septiembre de 1928, en el orden del sufragio popular
como derecho y como deber del ciudadano, desempeñado con arreglo a las
prescripciones de la Constitución y la ley de la materia. Igualmente, en la
proporcionalidad de la representación que sería la regla en todas las elecciones
populares, con el fin darle a cada opinión un número de representantes
proporcional al número de sus adherentes, según el sistema que para la
aplicación de este principio determinara la ley.

· La composición del Poder Legislativo fue modificada por el Acto Legislativo


de 26 de octubre de 1926 y 14 de noviembre de 1928. La Asamblea Nacional de
allí en adelante estaría integrada de tantos diputados como correspondiera a los
círculos electorales.

· El artículo 82, sobre la reelección presidencial, fue modificado por el Acto


Legislativo de 5 de noviembre de 1924 y 25 de septiembre de 1928. Como
previamente indicamos, la norma original establecía que el ciudadano que
hubiera sido elegido presidente de la República no podía ser elegido para el
período inmediato, si hubiere ejercido la Presidencia dentro de los dieciocho
meses inmediatamente precedentes a la nueva elección. En sentido contrario, si
el presidente en ejercicio se separaba del cargo durante el período antes
mencionado, quedaba habilitado para presentarse como candidato y lograr un
nuevo mandato presidencial. La reforma constitucional prohibía taxativamente la
reelección para el período inmediato. Había que esperar que concluye este para
optar nuevamente por la Presidencia de la República. Regla análoga se le
aplicaba al ciudadano, que, llamado a ejercer la Presidencia, por falta absoluta
del titular, la hubiera ejercido en cualquier tiempo.

· El artículo 83, también sobre el asunto de la reelección, fue modificado por


el susodicho Acto Legislativo. Se trataba tal reforma de que el ciudadano
llamado a ejercer la Presidencia de la República, por falta absoluta o temporal y
la ejercía dentro de los seis meses anteriores al día de la votación, tampoco
podía elegirse para el período inmediato. Esta prohibición y la del artículo 82 se
hacían extensiva a los parientes dentro del cuarto grado de consanguinidad o
segundo de afinidad del ciudadano inelegible. Agregaba la reforma que ni el
presidente, ni el ciudadano llamado a ejercer la Presidencia, ni sus parientes
hasta en los grados expresados, podían ser elegidos en el cargo de designado
en los dos primeros años del período presidencial inmediato.

· El artículo 91, sobre la Corte Suprema de Justicia, también fue objeto de


reforma por el mencionado Acto Legislativo. Aunque se ratificó la composición de
la Corte con cinco magistrados principales y cinco suplentes, que llenaban en su
orden las faltas accidentales de los principales. La falta absoluta de algún
magistrado principal implicaría un nuevo nombramiento para el resto del período.
Según la reforma, el período de nombramiento de cada magistrado era de diez
años, que se hacía cada dos años. El magistrado no podía ser nombrado para
ningún otro empleo durante el período respectivo, ni celebrar contratos con
entidades oficiales, por sí ni por interpuesta persona, ni ejercer el comercio. La
norma original permitía al magistrado aceptar algún empleo en el Gobierno, pero
debía dejar su puesto en la Corte. En el parágrafo transitorio, el Acto Legislativo,
para asegurar el cumplimento de ladisposición sobre el nombramiento
escalonado cada dos años de los magistrados, dispuso que con la designación
que tendría lugar ese año de 1928, estos duraban en sus cargos así: el primero,
dos años; el segundo, cuatro años; el tercero, seis años; el cuarto, ocho años; y
el quinto, diez años.

Finalmente, en 1934 se adoptó la última reforma que versó sobre lo siguiente:

· El numeral 4 del artículo 67, sobre las funciones administrativas de la


Asamblea Nacional, fue modificado por el Acto Legislativo de 18 de noviembre
de 1928 y 16 de octubre de 1932, cuando eliminó la frase “y para un bienio”,
relativa al período de la elección de los designados.

Con dicho Acto Legislativo se adicionaron nuevas normas en el artículo 67, sobre
las funciones administrativas de la Asamblea Nacional, en el sentido de agregar
que, al procurador general de la Nación y sus suplentes, los nombraba la Asamblea
Nacional, de ternas que le presentare la Corte Suprema de Justicia; al igual
nombraba al Jurado Nacional de Elecciones. Este Poder también aprobará o
reprobará el nombramiento del gerente y de los miembros de la Junta Directiva del
Banco Nacional.

Debe convenirse con la opinión generalizada: las reformas a la Constitución no


alteraron su esencia eminentemente individualista, pero eso no le resta valor al
hecho de que varias de sus transformaciones fueron importantes en la configuración
del territorio nacional, la reafirmación de los derechos individuales, el camino a la
democracia o la moderación de las facultades presidenciales. En efecto, la
supresión del nombre de las provincias en el texto del Estatuto abrió la puerta para
alinear el régimen provincial interno en forma flexible mediante ley. La eliminación
de la pena de muerte de nuestro andamiaje es un asunto básico de derechos
humanos que ha pervivido hasta hoy. La elección directa del presidente de la
República, la prohibición de la reelección presidencial en el período inmediato, el
criterio de la representación proporcional en las elecciones, el nombramiento del
Jurado Nacional de Elecciones por la Asamblea, entre otras, contribuyeron a
pavimentar la vía dirigida a encontrar la verdadera democracia popular, alternativa y
representativa. El nombramiento del procurador general de la Nación y del Jurado
Nacional de Elecciones por parte de la Asamblea y el nombramiento escalonado de
los magistrados de la Corte por un período que excede el mandato presidencial
estuvieron en la dirección de restarle facultades al jefe del Ejecutivo.

Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Trabajo doméstico no


remunerado

La República de Panamá ratificó y aprobó en su totalidad el Pacto Internacional de


Derechos Civiles y Políticos mediante la Ley N°15 de 28 de octubre de 1976.

El Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos fue adoptado por Panamá,


mediante la Ley No. 15 de 28 de octubre de 1976 (G.O. No. 18,373 de 18 de julio de
1977) y, con el correr de los años, su creciente importancia para la promoción y
defensa de los Derechos Humanos, ha sido notable. Entre otros aspectos, en él se
dispone la creación de un Comité de Derechos Humanos (art 28), que estudiará los
informes presentados por los Estados Partes (art 40.4), quienes se comprometen a
presentar tales informes, explicando acerca de las disposiciones que hayan
adoptado para dar efecto a los derechos reconocidos en el Pacto. También el
Estado deberá informar sobre el progreso en cuanto al goce de estos derechos.
(Artículo 40.1) .Tal como lo establece el Informe que presentó Panamá, ante la X
Conferencia Regional sobre la Mujer de América Latina y el Caribe (CEPAL),
realizada en la ciudad de Quito-Ecuador, el 9 de agosto de 2007, en cuanto al
trabajo doméstico no remunerado, no se ha logrado mostrar el extraordinario flujo de
recursos que desde los hogares las mujeres insertan en la economía, tanto en el
sector público como privado. Las labores típicas del trabajo doméstico una vez que
se separan del hogar adquieren valor de mercado. El trabajo doméstico remunerado
por razones de género está discriminado. Miles de mujeres, particularmente
inmigrantes procedentes del campo y de sectores excluidos urbanos luchan
diariamente con jornadas que, a pesar de un siglo de conquista de la jornada de 8
horas, representan, para aquellas que duermen en los hogares donde laboran,
jornadas que pueden llegar a ser legalmente de 13 horas.

El gobierno panameño a través de la Dirección Nacional de la Mujer del Ministerio


de Desarrollo Social (MIDES) participa en el Programa Regional Agenda Económica
de las Mujeres desde su inicio en octubre de 2004. Este programa, que tiene el
patrocinio de la Agencia Sueca de Desarrollo Internacional, de UNIFEM y del PNUD,
ha realizado una labor investigativa y de sensibilización y difusión del tema de
género y economía muy importante.
IV-El Código Civil de Panamá: De 1917 a la Actualidad

El Código Civil de Panamá fue promulgado en 1917 y entró en vigor el 1 de octubre


de ese mismo año. Se basó en el Código Civil chileno de 1855, que a su vez se
basaba en el Código Civil francés de 1804.

El Código Civil de Panamá ha sido reformado en varias ocasiones a lo largo de los


años. Algunas de las reformas más importantes incluyen:

● La reforma de 1976: Esta reforma introdujo cambios en materia de familia,


como la igualdad de derechos entre los cónyuges y la facilidad para el
divorcio.
● La reforma de 1982: Esta reforma introdujo cambios en materia de
contratos, como la regulación de los contratos de consumo y la
responsabilidad civil por daños extracontractuales.
● La reforma de 1994: Esta reforma introdujo cambios en materia de
sucesiones, como la eliminación de la legítima y la libre disposición de los
bienes por parte del testador.

El Código Civil de Panamá es un cuerpo legal extenso y complejo. Contiene normas


que regulan las relaciones jurídicas entre las personas en el ámbito privado, como la
familia, los bienes, los contratos, las obligaciones, las sucesiones y los derechos
reales.

En la actualidad, el Código Civil de Panamá se encuentra en proceso de reforma. La


Comisión Nacional de Reformas al Código Civil está trabajando en una nueva
versión del Código que se adapte a las necesidades de la sociedad panameña del
siglo XXI.

Algunos temas específicos sobre el Código Civil de Panamá:


● La familia: El matrimonio, el divorcio, la filiación, la patria potestad, la tutela y
la curatela.
● Los bienes: La clasificación de los bienes, la propiedad, los derechos reales
y los derechos de garantía.
● Los contratos: La formación de los contratos, los diferentes tipos de
contratos, la responsabilidad contractual y la extinción de los contratos.
● Las obligaciones: Las fuentes de las obligaciones, los diferentes tipos de
obligaciones, la responsabilidad civil y la extinción de las obligaciones.
● Las sucesiones: La sucesión intestada, la sucesión testamentaria y la
partición de la herencia.

Codificación del Derecho Civil en Panamá: 1917 a la Actualidad

Actualidad:

● Código Civil extenso y complejo, regulando relaciones jurídicas en el ámbito


privado.
● Proceso de reforma en curso por la Comisión Nacional de Reformas al
Código Civil.

Avances:

● Secularización del matrimonio.


● Abolición de la incapacidad de la mujer casada.
● Incorporación de principios de igualdad y no discriminación.
● Reconocimiento de derechos de familia, propiedad, contratos, obligaciones y
sucesiones.

Desafíos:

● Adaptar el Código a las necesidades del siglo XXI.


● Incorporar nuevas tecnologías y tendencias jurídicas.
● Simplificar el lenguaje y hacerlo más accesible.

La codificación del derecho civil en Panamá ha experimentado una evolución


constante desde 1917, adaptándose a las necesidades sociales y
respondiendo a los desafíos del contexto histórico. El proceso de reforma
actual busca fortalecer el Código Civil, haciéndolo más moderno, accesible y
acorde a las exigencias del siglo XXI.

Recopilación del Derecho Civil en Panamá de 1917 a la Actualidad

El desarrollo del Derecho Civil en Panamá desde 1917 hasta la actualidad ha sido
un proceso dinámico y evolutivo, marcado por la promulgación del Código Civil en
1917 y sus posteriores reformas.

Leyes Especiales:
● Ley de Contrato de Trabajo: Regula las relaciones entre trabajadores y
empleadores.
● Ley de Propiedad Intelectual: Protege los derechos de autor y la propiedad
industrial.
● Ley de Protección al Consumidor: Regula los derechos de los consumidores
y usuarios.

Jurisprudencia:

● Las decisiones de la Corte Suprema de Justicia de Panamá han sentado


importantes precedentes en materia civil.
● La jurisprudencia complementa y actualiza el Código Civil, adaptándolo a las
nuevas realidades sociales.

Retos Actuales:

● Armonizar el Código Civil con las normas internacionales de derechos


humanos.
● Modernizar el lenguaje del Código Civil para hacerlo más accesible.
● Adaptar el Código Civil a las nuevas tecnologías y tendencias sociales.

El Derecho Civil en Panamá se ha desarrollado de manera constante a lo largo de


los años, con el objetivo de brindar un marco legal adecuado para las relaciones
entre las personas en el ámbito privado.
Conclusiones

La historia del derecho en Panamá ha estado marcada por la influencia de


diferentes culturas y tradiciones jurídicas.

El derecho panameño ha sido un factor importante en la construcción del Estado y


la sociedad panameña.

El sistema jurídico panameño enfrenta desafíos importantes, pero también ha


experimentado avances significativos en las últimas décadas.

El Código Civil de Panamá de 1917 ha sido un pilar fundamental en el desarrollo del


derecho privado panameño durante más de un siglo. A lo largo de este tiempo, ha
experimentado diversas reformas y actualizaciones para adaptarse a las
necesidades cambiantes de la sociedad.
Bibliografía

Castillero, E. J. (1982). Historia del derecho panameño. Panamá: Editorial


Universitaria.

Moreno, J. A. (2004). Historia del derecho en Panamá. Panamá: Ediciones Balboa.

Obaldía, J. D. (1979). Estudios de historia del derecho panameño. Panamá: Editorial


Universitaria.

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