Nuestro proyecto de inversión “Haditas empresarias”, es de tipo agrícola; tiene el

propósito de sembrar, cosechar y vender limones, y la necesidad básica que

busca satisfacer es la de alimentación, el alcance es a nivel municipal abarcando
primeramente el municipio de Santa María Huatulco.

Aportamos a la comunidad empleos, ofreciendo sueldos justos a los trabajadores,

por lo que estamos generando ingresos a las familias de dichos empleados, como
consecuencia su consumo aumenta y la economía se mantiene activa,
permitiendo un progreso beneficioso para la localidad. A su vez, lo que
proporciona nuestro proyecto es importante para alcanzar el crecimiento y
desarrollo del país.

Es bien sabido que el limón cuenta con una gran demanda por parte de las
familias, vendedores y empresarios que son dueños de negocios dedicados al
servicio de comida, así que la producción debe ser suficiente primeramente para
abastecer toda la demanda inmediata que se presenta en el municipio de Santa
María Huatulco, después para la distribución en las tiendas de la misma
comunidad, y si se presenta la oportunidad, también para la repartición en el
estado y luego del país.

Con lo anterior, estaríamos contribuyendo al crecimiento económico (PIB

NACIONAL), y la política económica que más relación tiene es la política
comercial, no de forma directa, sino lo contrario, de manera indirecta porque esta
política se encarga de las relaciones comerciales de México con el resto del
mundo, involucrando el precio, la distribución y la comunicación. El comercio libre
nos ha favorecido, pero de manera selectiva, al haber un acuerdo con diferentes
países, las fronteras son abiertas para que accedan a nuestro país diversidad de
productos, entre ellos, café, tomate, inclusive limón; cuando estas mercancías
entran al mercado mexicano, surge la problemática de la competencia, y decimos
problemática porque esta competencia es desleal, puesto que como empresa
contamos con pocos recursos para la producción. Los recursos que requerimos,
en ocasiones deben ser importados y vienen incluidos con aranceles que no están
contemplados en nuestro presupuesto, o si están en existencia dentro del país,
tienen precios elevados, entonces nuestros costos de producción se vuelven altos
y por ende los precios también, sin embargo, los artículos que vienen de otros
países son ofrecidos más baratos.

Entonces, se propone que la política comercial sea modificada y se emplee una

política comercial proteccionista; no exactamente para recibir apoyo económico,
pero si para protegernos de las desventajas que nos provoca la competencia
desleal, y podamos generar cosechas a un precio apto para la competencia,
estando al nivel de los precios a nivel internacional; ahora, para poder ser
competitivos necesitamos de la política fiscal, pero en el sentido beneficioso,
haciendo cambios. La principal desventaja que nos provoca la política fiscal es el
cobro de impuestos por parte del gobierno; al ser una empresa agrícola, hacemos
uso de la prestación de servicios y de los bienes públicos, como, por ejemplo, la
expedición de licencias de conducir, pago de multas, medios de comunicación,
sanidad, explotación de tierras, uso de agua, electricidad, maquinaria agrícola,
etc., así que lo que necesitamos son incentivos a través de impuestos, que sean
condonados los impuestos al campo, y no se cobren por el uso de servicios y
bienes públicos antes mencionados. Al tener México una economía que atraviesa
fases expansivas y depresivas, sería la política fiscal contracíclica una buena
opción.

También se propone la creación de programas que generen créditos con cero

tasas de intereses, o en el supuesto de que no sea eso posible, pues que sea
mínima la tarifa. Los créditos están relacionados con el sistema financiero y la
política financiera es la encargada de esto.

Para poner en marcha un proyecto agropecuario, necesitamos de capital, es decir

dinero, y al ser también necesarios materiales que encontramos a precios
elevados, la cantidad de dinero que requerimos aumenta. Lamentablemente, en el
estado de Oaxaca (que es donde se encuentra la comunidad donde nos
desempeñamos principalmente) hay altos índices de pobreza, así que resulta
complicado reunir todo el recurso monetario, y cuando se recurre a la solicitud de
préstamos, la tarifa a pagar por los intereses es demasiada y se pierde más de lo
que se podría ganar.

La propuesta es que las instituciones financieras, a empresas del estado o del

país, se nos condone o disminuya el pago de elevados intereses, y para que esto
se nos permita, podríamos presentarles la propuesta de nuestro proyecto y los
beneficios que traerá la comunidad, como un seguro de que nuestras intenciones
no son de “mala fe”. Asimismo, dentro de las medidas de la política fiscal, hay
persuasión moral, y con franqueza existe mucha ignorancia en el tema de las
inversiones, por lo que se vuelve una necesidad la capacitación a los que van a
solicitar el crédito, para saber cómo utilizarlo de manera productiva, porque si
estamos pidiendo que las tasas de interés se nos perdonen en las prestaciones,
entonces debemos saber aprovecharlas de manera correcta.

Las instituciones harán una inversión beneficiosa tanto para ellos, porque tendrán
una buena imagen, como para nosotros, que podremos poner en marcha nuestro
negocio sin preocuparnos de pagar miles de pesos por motivo de la tasa de
interés y estaremos preparados para hacer rendir al máximo el crédito que
pedimos.

Por otro lado, nuestra empresa fijó un precio estable del producto de acuerdo a la
oferta, demanda y el margen de ganancia que implementamos, todo esto
relacionado a la política monetaria del país, que se encarga de promover un
sistema de precios estables y fomentar niveles máximos de sustentabilidad
económica. Lo cual nos ha favorecido en el momento de tomar algunas decisiones
financieras sin preocuparnos por el incremento repentino en los precios de
factores productivos como el abono, la planta del limón y agroquímicos. Aunque
las metas empleadas para controlar la inflación no son las aptas y existe una
definitiva pérdida de significación de los agregados monetarios, por lo que una
alternativa mas deseable para esta política es asiganrle un papel secundario, por
ejemplo crear una adecuada combinación de esta política con otras políticas tanto
macroeconómicas como microeconómicas, principalmente la fiscal, con la finalidad
de incrementar la competitividad de nuestra economía y crear un entorno sin
incertidumbres provocado por las señales confusas al mercado.

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