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Período Pre-cerámico

En la Fase Pre-cerámica, Las Vegas, Chobshi (cantón Sigsig, Provincia del Azuay), El


Punin, Cubilán y El Inga constituyen el inicio de este período, que se inició al final de
la última glaciación y se extendió hasta el año 4200 a. C., y cuya presencia se óseos y en
una gran cantidad de puntas de flecha fabricadas generalmente de obsidiana y basalto; y
en variados instrumentos cortadores y raspadores elaborados con los mismos materiales.
En el Oriente, varias evidencias demuestran una presencia muy antigua del hombre. En
Palanda (Zamora Chinchipe), arqueólogos descubrieron vestigios de una de la más
antigua cultura de la región (3000 a. C.).1
Las Vegas es la estación pre-cerámica de la costa ecuatoriana que ha sido más estudiada
por los investigadores. El hombre de Las Vegas utilizó la madera para la elaboración de
implementos de caza como jabalinas y lanzas; con afiladas tiras de caña fabricó
cuchillos, y elaboró implementos de labranza utilizando grandes caracolas marinas. Las
muestras más importantes de esta cultura lo determinan el entierro llamado "Los
Amantes de Sumpa".
Período Formativo o Agro alfarero
La Cultura Valdivia ocupó extensos territorios de las provincias de Manabí, Esmeraldas
y la provincia de Santa Elena. Es una de las candidatas a poseer la alfarería más antigua
de América.
La Cultura Machalilla ocupó territorios de la actual provincia ecuatoriana de Manabí, y
parte de las provincias vecinas de Santa Elena con importantes contactos con la región
interandina. Tuvo vinculaciones muy cercanas con las culturas de Valdivia y Chorrera.
La Cultura Chorrera tuvo su núcleo en el sitio La Chorrera, ubicado en la ribera
occidental del río Babahoyo; pero extendió su presencia hacia casi todas las regiones
costaneras e inclusive a algunas de la sierra.
Periodos del formativo: Formativo temprano, formativo medio, formativo tardío.
Período de Desarrollo Regional o Agrominero[editar]

Figurilla de la Cultura Bahía (300a.C.- 500 d. C.).


El período de Desarrollo Regional determinó por primera vez
las diferencias regionales o territoriales en la organización
política y social de los pueblos que la conformaron. Entre los
principales pueblos de este período estuvieron las culturas:
Jambelí, Guangala, Bahía, Daule-Tejar, La Tolita, Jama-
Coaque en la costa ecuatoriana, mientras en la serranía
aparecían Cerro Narrío y Alausí; así también en la selva
amazónica ecuatoriana se organizaron Los Tayos y Mayo-
Chinchipe.
La Chimba es el sitio cerámico más temprano de los Andes
septentrionales, al norte de Quito, y es representativa del
Período Formativo en su última etapa. Sus habitantes
establecieron contacto con varios pueblos de la costa y de la
sierra, manteniendo íntima cercanía con la cultura Cotocollao, localizada en la meseta
de Quito y sus valles aledaños.
La Cultura Bahía ocupó los territorios que se extienden desde las estribaciones de la
cordillera de los Andes hasta el Océano Pacífico; y desde Bahía de Caraquez, hasta el
sur de Manabí.
La Cultura Jama-Coaque habitó las zonas comprendidas entre cabo de San Francisco,
en Esmeraldas; hasta Bahía de Caráquez, en Manabí, en una zona de colinas boscosas y
extensas playas que facilitaron a sus inmigrantes la recolección de recursos tanto de la
selva como del mar.
Período de Integración o Señoríos étnicos[editar]
Durante este periodo surgen importantes señoríos, confederaciones, estados y ciudades,
siendo las áreas más importantes las de la costa y sierra.
Los Manteños constituyen la última cultura precolombina en la región litoral
del Ecuador, y fueron quienes, desde sus poblados, contemplaron las naves españolas
por primera vez surcando las aguas ecuatoriales del Mar del Sur. De acuerdo a la
evidencia arqueológica y las crónicas de los españoles, se extendía desde la actual Bahía
de Caraquez en la provincia de Manabí, pasando por el Cerro de Hojas y extendiéndose
hasta el sur de la provincia.
Los mantas desarrollaron delicadas técnicas para el trabajo en oro y plata, y dedicaron
gran parte de sus actividades a los aspectos religiosos. Unos de sus artefactos más
conocidos son sus sillas o tronos, que se encontraban en el Cerro de Hojas de Manabí,
los cuales tenían fines religiosos y políticos. Acostumbraban a hacer sacrificios
humanos, y adoraban a la serpiente, el jaguar o puma, y a la diosa Umiña, representada
por una gran esmeralda. El centro de esta cultura, la actual Manta, se llama así en honor
a esta cultura.
La cronología determinada para la cultura se extiende desde el año 600 de nuestra era
hasta 1534, año en que Francisco Pacheco fundó la villa de Puerto Viejo.
Esta civilización levantó ciudades tales como Tacames, Qanque, Jocay, etc., sin
embargo, la ciudad más importante de esta civilización fue Cancebí, ciudad que albergó
a más de 50.000 habitantes.
Los Huancavilcas constituyen la cultura precolombina más importante del Guayas.
Fueron conocidos en las crónicas sobre todo por sus características físicas, que
impresionaron a los primeros españoles. Se relata que eran una raza guerrera, y se
deformaban el cráneo y se trasquilaban dejándose una corona a "manera de fraile".
Además, tenían la costumbre de extraerse los dientes incisos a temprana edad, como un
ritual en señal de sacrificio a sus dioses.
De la cultura huancavilca viene la leyenda de Guayas y Quil, la cual le da el nombre a la
ciudad de Guayaquil.
En la sierra ecuatoriana se pueden distinguir siete grandes culturas, estas son: los
Caranquis, Yumbos, Kitus, Panzaleos, Puruháes, Cañaris y Paltas.
Los Caranquis-Cayambes fueron una de las culturas más interesantes del Ecuador,
fueron un Estado diárquico, con capitales en Caranqui y Cayambe. Esta diarquía
corresponde a una dualidad muy típica en el mundo andino.
Hicieron ciudades y centros administrativos que estaban conformados por pirámides
escalonadas y truncadas; la función de estas sería ceremonial, astronómica y vivencial,
además de las pirámides hicieron tolas o montículos de tierra artificiales, que tuvieron
funciones ceremoniales, vivenciales y funerarias. Finalmente cabe destacar que esta
cultura tenía la tradición de deformarse el cráneo de una manera muy parecida a los
egipcios. Unos ejemplos de estos sitios son: Zuleta, Cochasquí, Socapamba, Perugachi y
Pinsaqui.

Lenguas preincaicas en el siglo


XVI.
Los Yumbos al igual que los
Caranquis tenían la costumbre
de hacer tolas, aunque estos
muchas veces las solían hacer
con doble rampa en lados
opuestos y de formas
geométricas diferentes. La
importancia de esta cultura
destaca en el sitio de Tulipe, en
este gran centro ceremonial
existen un conjunto de 7 piscinas
hechas con piedra de las cuales
se dice que servirían para la
observación astronómica.
Los Quitus o Kitus, fueron una
cultura que se desarrolló en la
actual provincia de Pichincha, a
diferencia de sus vecinos del
norte (Caranquis y Yumbos)
estos solían entrerrar a sus
muertos en la tierra cavando
profundos pozos circulares. En
cuanto a la arquitectura esta
cultura utilizó la técnica del bahareque para sus construcciones, además sitios
arqueológicos como Rumipamba muestran que utilizaban la piedra para edificar
complejos ceremoniales, aunque sin embargo estos no eran muy complejos.
Los Panzaleos no dejaron grandes vestigios arqueológicos, pero en cambio dejaron una
profunda huella cultural en la cerámica, su trabajo en la alfarería fue famoso en el
mundo andino ecuatoriano.
Los Puruháes o Puruwáes fueron un conjunto de cacicazgos, fueron grandes
ceramistas y por desgracia actualmente los vestigios arqueológicos de esta cultura no
existen debido a que ellos hacían sus construcciones en adobe. Los vestigios
arquitectónicos en esta cultura corresponderían a los Incas sin embargo la ciudad de
Riobamba (la primera) fue destruida en un terremoto en 1797, mientras que el poblado
de Cacha sufrió el mismo destino tiempo antes, por eso en la actualidad no existe algún
otro complejo arquitectónico en territorio de Puruhá.
Los Cañaris (hoy Azuay y Cañar), estos fueron otra de las grandes culturas del
Ecuador, fueron grandes alfareros y orfebres, siendo que su trabajo ha sido encontrado
hasta en Bolivia, también fueron grandes comerciantes, llegando a comerciar con
culturas en la costa del Ecuador y la Mochica en la costa central de Perú.
Los Cañaris habrían tenido un gobierno diárquico, al igual que los Caranquis-
Cayambes, con capitales en Hatun Cañar y Shabalula (Sígsig). Hicieron grandes
poblaciones y centros administrativos en lo que hoy son las provincias de Azuay y
Cañar, uno de los más importantes que existen hoy en día es Shabalula.
En Shabalula, a mediados del siglo XIX se encontró una gran necrópolis de caciques
cañaris, estas tumbas estuvieron adornadas con mucho oro, plata y cerámica.
Lamentablemente la falta de interés del estado ecuatoriano y la falta de arqueólogos
provocó que los huaqueros se llevaran todo ese patrimonio sin dejar nada. Muchas de
las piezas fueron a dar en museos de Estados Unidos, Europa y en Colecciones
Privadas. Marshall Saville, explorador estadounidense, recopiló varios de los objetos
que pudo comprar y los llevó al museo del Indio Americano en USA y además publicó
un libro llamado "The Gold Treasure of Sigsig, Ecuador."
Shabalula fue un gran complejo que tenía funciones políticas, administrativas y
religiosas, así pues, en este sitio encontramos grandes complejos como el Castillo de
Duma, el adoratorio, las ruinas de un templo cercanos a un lago de totora, un
observatorio, y cerca de 100 casas de piedra destinadas a ser viviendas de la aristocracia
Cañari.
A mediados del siglo XIX, en los cantones de Gualaceo (Chordeleg) y Sigsig, se
encontraron una serie de tumbas, de gobernantes Cañaris, ricas en metales preciosos y
cerámica, lamentablemente la mayoría de lo encontrado fue saqueado y vendido, por
fortuna Marshall Saville escribió un libro sobre las piezas extraídas, el libro se llamó "El
Tesoro de Oro del Sigsig, Ecuador", así como hay otros libros que hablan de las huacas
de Chordeleg.
La influencia Inca en esta cultura fue más fuerte que en cualquier otra del Ecuador, así
pues, casi todos los sitios arqueológicos Cañaris tienen fuerte presencia Inca, la razón se
debe a que los Incas fundaron Tomebamba (Tumipampa), la capital norteña del imperio,
y otros centros administrativos como Molleturo, Cañaribamba e Ingapirca en este
territorio, además desde territorio Cañari se reforzaron para conquistar a los grupos
étnicos de la costa y sierra centro-norte del Ecuador.
Los Paltas, fueron un gran conjunto de tribus que abarcaron lo que hoy es la provincia
de Loja y parte de la provincia de Morona Santiago y Zamora-Chinchipe. Fue la
primera cultura del Ecuador en ser conquistada por los Incas. De la misma etnia, los
Bracamoros nunca fueron dominados por los incas y ocupaban un territorio que se
extendió entre Loja, Zamora-Chinchipe, Pastaza y Morona Santiago. Son conocidos hoy
como Shuar. También fue descubierto recientemente los vestigios de una batalla entre
Bracamoros e Incas en un poblado del cantón Palanda (Zamora-Ch.).

Ruinas del castillo inca de Ingapirca.


La irrupción Inca
Luego de invadir y conquistar a los Paltas, los Incas empezaron a avanzar sobre
los Cañaris. Fue aún más difícil para ejércitos incaicos, pues los rechazaron luchando
con bravura, obligándolos a replegarse hacia tierras de lo que hoy es Saraguro, donde
debieron esperar la llegada de refuerzos para poder reiniciar la campaña. Esta vez,
considerando la inmensa superioridad numérica de los incas, los Cañaris prefirieron
pactar y someterse a las condiciones impuestas. Después de esto Túpac Yupanqui fundó
la ciudad de Tomebamba, actual ciudad de Cuenca, donde nacería Huayna Cápac quien,
a su vez, tuvo varios hijos, de los cuales dos destacaron, sobre todo por su protagonismo
en los sucesivos acontecimientos: Huáscar y Atahualpa. Después de la muerte de su
progenitor ambos acumularon poder político y militar a la vez que articularon pueblos y
nacionalidades en torno a sus respectivos proyectos políticos para el
llamado Tahuantinsuyo. Todo desembocó en una serie continua de acontecimientos
bélicos (dos mil kilómetros a pie, trece batallas, medio millón de hombres de guerra en
pie) cuyo increíble final fue el de la derrota de las huestes oficiales incas de Huáscar,
quien fue hecho prisionero y ejecutado. A la par, intervenía un agente inesperado para
terciar por el poder y quien finalmente se impuso por un período que duraría trescientos
años: los españoles. Tanto las relaciones bélicas, como la intervención española en el
escenario histórico han sido estudiadas por el historiador ecuatoriano Luis Andrade
Reimers, quien ha logrado aportar un punto de vista objetivo sobre tales
acontecimientos.

La conquista Española[editar]

Paisaje que recrea la fauna y la flora doméstica del Corregimiento de Quito; publicado


en la Obra Relación Histórica del Viaje a la América Meridional, de Jorge
Juan y Antonio de Ulloa durante la realización de la Misión Geodésica Francesa en la
Real Audiencia de Quito en 1735.
Ciudad la Villa de Puerto Viexo del Perú, según Felipe Guamán Poma de Ayala

Dibujo del Camino Real desde la Ciudad de Guayaquil hasta la de Quito, llamada


también Ruta Colonial de Caminos Vecinales donde se articulaba la costa y la sierra de
la Audiencia de Quito. En el invierno (mediados diciembre- mediados de mayo) era casi
imposible acudirlo por lo que se buscaban caminos alternos y en el verano (abril -
términos de noviembre) se aprovechaba la estabilidad de la tierra para el trajín de toda
clase de abastos y el proceso de las diligencias burócráticas.
Cuando llegaron los españoles el imperio estaba sumergido en una guerra civil entre dos
hijos del fallecido Huayna Cápac ya que su sucesor Ninan Cuyochi también había
fallecido. Sin haber un sucesor para el trono, Huáscar y Atahualpa pelearon por el
control del imperio. La guerra la ganó Atahualpa y mientras bajaba desde Quito hasta el
Cuzco para proclamarse Inca, decidió entrevistarse en Cajamarca con unos hombres de
raras ropas que habían llegado desde un lugar desconocido. En
Cajamarca Francisco Pizarro atrajo a Atahualpa a una emboscada y lo hizo prisionero; a
pesar de que el monarca indígena pagó un crecido rescate en plata y oro, fue llanamente
asesinado-tal como está en la Pág.59 de "Gran Historia del Perú" de El Comercio de
Lima-.
Bartolomé Ruiz echó anclas en la desembocadura de un "río grande" y fue recibido
amistosamente. Según el historiador González Suárez, Ruiz encontró en las orillas del
río tres pueblos cuyos habitantes estaban engalanados con oro. El piloto continuó su
viaje por la costa, y regresó con Pizarro, Almagro y sus hombres. Desembarcaron en
una bahía en la que fundaron la "DOCTRINARIA" a la que por la fecha de su arribo la
llamaron de San Mateo de las esmeraldas, entonces en 21 de septiembre de 1526. La
recepción por los originarios ya no fue amistosa, por lo que reembarcaron y Pizarro se
quedó aguardando refuerzos en la isla del Gallo. El año 1531 volvería Pizarro para la
definitiva conquista.
La conquista de los Andes septentrionales fue motivada principalmente por el rumor de
que en Quito se encontraba el tesoro de Atahualpa. 2 Se formaron dos expediciones, la
de Pedro de Alvarado, desde Guatemala, y la de Sebastián de Belalcázar procedente del
sur. En febrero de 1534 llegó al puerto de Manta la expedición comandada por Pedro de
Alvarado. El grupo estaba integrado por 11 barcos, 450 hombres y algunas mujeres,
entre ellos el sacerdote fray Jodoco Ricke, aborígenes centroamericanos y se dice que
unos 200 caballos. Alvarado incendió, saqueó el poblado y tomó como prisionero al jefe
de la tribu, Lligua Tohalli y a otros indios, porque no encontró la Umiña y los tesoros
que se decían existían en este lugar. El jefe Lligua Tohalli fue ahorcado camino a Paján.
Se dice que Manta fue fundada el 2 de marzo de 1534 por Alvarado.
El sector correspondiente al Ecuador fue ocupado en forma efectiva por Sebastián de
Benalcázar, en 1534 fue fundada por Diego de Almagro la ciudad de San Pedro de
Riobamba la primera ciudad fundada en el actual Ecuador. A Sebastián de Benalcázar
se le debe la fundación de San Francisco de Quito también en 1534. El
conquistador Francisco Pacheco bajo las órdenes de Diego de Almagro, por su parte,
fundó San Gregorio de Puerto Viejo en 1535 convirtiéndola a ésta en la primera ciudad
asentada en la actual costa ecuatoriana.
Autorizado por Pizarro remontó el Guayas, y la asentó en un lugar cercano a la boca del
río Yaguachi sobre el río Amay (Babahoyo), y se la conoció como Santiago de Amay
(1535). Asaltada e incendiada por los bravíos Chonos se mudó a la culata del río con el
nombre de Santiago de la Culata (1536). Nuevamente asolada, esta vez por la alianza de
Chonos y Punáes, escapó a otro lugar y fue reconocida como Santiago de la Nueva
Castilla (1537). En recurrencia trágica se refugió entre los huancavilcas “que eran gente
de paz” (1542), pero nuevamente debieron huir, esta vez a la vera de un pueblo indígena
llamado “Guayaquile” (1543). Temiendo retaliaciones construyeron grandes balsas, y,
encabezados por los capitanes Olmos, Rodrigo Vargas de Guzmán y Toribio de Castro,
140 personas con su menaje cruzaron el río Amay. Y, el 25 de julio de 1547, día del
apóstol Santiago, patrono de la ciudad, atracaron en Las Peñas y asentaron la ciudad en
la unión cimera de los cerros que hoy se conocen como Santa Ana y del Carmen. Desde
entonces es Santiago de Guayaquil.
La ciudad de Cuenca fue fundada en 1557 sobre las ruinas de la ciudad Inca de
Tomebamba, esto fue llevado a cabo por Don Gil Ramírez Dávalos, bajo órdenes del
Virrey del Perú.
Una expedición, al mando de Francisco de Orellana, descubrió en 1542 el río
Amazonas. Algunos años después tuvo lugar la fundación de la Presidencia y Real
Audiencia de Quito (1563), la cual estuvo subordinada al Virreinato del Perú (excepto
durante el breve período de 1717 a 1723) hasta 1740, fecha en que fue puesta bajo el
Virreinato de Nueva Granada. El antiguo Gobierno de Quito de Gonzalo Pizarro, había
ensanchado ya su territorio, hasta Cali y Popayán por el Norte; por el Sur hasta los
desiertos de Piura; y por la cuenca del río Amazonas, la exploración de Gonzalo
Pizarro, el descubrimiento y exploración del río Amazonas hasta el Atlántico
por Francisco de Orellana, y las fundaciones en Yaguarzongo y Bracamoros, como los
descubrimientos del alto río Marañón y al río Ucayali por Juan de Salinas y Loyola,
dieron al antiguo Gobierno de Quito una extensión nueva en la cuenca del río
Amazonas. Por estas razones, el 4 de julio de 1560 los quiteños pidieron al rey
de España la creación de una Audiencia en la Gobernación de Quito.
El rey Felipe II, en la ciudad de Guadalajara el 29 de agosto de 1563, dictó una Real
Cédula por el cual la Gobernación de Quito de Gonzalo Pizarro es elevada a una
Audiencia Real y se le señala límites. Fue inaugurada el 18 de septiembre de 1564.
La Recopilación de Leyes de Indias de 1680, en Ley X (Audiencia y Chancilleria Real
de San Francisco del Quito) del Título XV (De las Audiencias y Chancillerias Reales
de las Indias)del Libro II, recoge los límites y los funcionarios de esta Audiencia,
provenientes de la Real Cédula de 1563:3
En la Ciudad de San Francisco del Quito, en el Perú, resida otra nuestra Audiencia y
Chancilleria Real, con un Presidente: quatro Oidores, que también sean Alcaldes de el
Crimen: vn Fiscal: vn Alguazil mayor: vn Teniente de Gran Chanciller, y los demás
Ministros y Oficiales necesarios: y tenga por distrito la Provincia de Quito, y por la
Costa ázia la parte de la Ciudad de los Reyes, hasta el Puerto de Payta, exclusivé: y por
la tierra adentro, hasta Piura, Caxamarca, Chachapoyas, Moyobamba y Motilones,
exclusivé, incluyendo ázia la parte susodicha los Pueblos de Jaen, Valladolid, Loja,
Zamora, Cuenca, la Zarça y Guayaquil, con todos los demás Pueblos, que estuvieren en
sus comarcas, y se poblaren: y ázia la parte de los Pueblos de la Canela y Quixos, tenga
los dichos Pueblos, con los demás, que se descubrieren: y por la Costa, ázia Panamá,
hasta el Puerto de la Buenaventura, inclusivé: y la tierra adentro á Pasto, Popayan, Cali,
Buga, Chapanchica y Guarchicona: porque los demás lugares de la Governacion de
Popayan, son de la Audiencia del Nuevo Reyno de Granada, con la qual, y con la
Tierrafirme parte terminos por el Septentrion: y con la de los Reyes por el Mediodia,
teniendo al Poniente la Mar del Sur, y al Levante Provincias aún no pacificas, ni
descubiertas.
El Virrey Pedro Mesía de la Cerda otorgó el título de Presidente interino de Quito con
fecha de 17 de mayo de 1766 a Juan Antonio Zelaya y Vergara, que durante este
período ejerció sus responsabilidades en calidad de Duque de Quito como comandante
general militar y político de dicha provincia
Enriquecida por la explotación minera y la producción textil, pudo construir templos
barrocos y neomudéjares adaptados con originalidad al ambiente local y los ornamentó
con gran profusión de pinturas y tallas, de innegable valor didáctico religioso. Fue la
época de la afamada Escuela Quiteña, obra del mestizaje indígena y español.
Los geodésicos franceses del sistema decimal introdujeron en Quito el espíritu
racionalista moderno y usaron la magnífica biblioteca de la Universidad Jesuita de San
Gregorio. Quito alimentó la extraordinaria empresa de las misiones de Jaén y Mainas.
El sistema colonial impuesto por el rey de España originó tensiones que se tradujeron en
disturbios contra los impuestos, o contra ciertos obstáculos comerciales
(alcabalas: 1592-93; estancos: 1765).
Independencia y Gran Colombia[editar]

Mapa de la Gran Colombia y sus departamentos, incluyendo extensión máxima.


A comienzos del siglo XIX las insurrecciones acogieron las prédicas de Eugenio
Espejo de la década anterior. Algunos de los sucesos internacionales como
la Declaración de Independencia de los Estados Unidos en 1776 de Gran Bretaña y
la Revolución francesa de 1789, sirvieron de ejemplo a los criollos al mostrarles que un
sistema de gobierno autónomo o incluso independiente era posible. Las influencias de
varios acontecimientos locales tales como la visita de los geodésicos franceses quienes
impulsaron las ideas de la ilustración en la urbe,4 el alto índice de empobrecimiento de
la Audiencia5 y los crecientes sentimientos nacionalistas, estimulados por el interés de
los criollos de todo el continente por obtener el poder,6 fueron también algunas de las
causas principales, que motivaron el inicio del proceso revolucionario que dio fin
al colonialismo español en la ciudad.
El 25 de diciembre de 1808 en la hacienda Chillo Compañía, propiedad de Juan Pío
Montúfar y Larrea II Marqués de Selva Alegre, se celebró una reunión conocida como
«La conspiración de Chillo» o «La Conjura Navideña» que discutió el establecimiento
de una Junta Autónoma que se encargaría de gobernar la Presidencia de Quito.7 A ella
asistieron Juan de Dios Morales, José Riofrío, Juan Pablo Arenas, Manuel Quiroga,
Nicolás de La Peña, Francisco Javier de Ascázubi y el capitán Juan de Salinas y
Zenitagoya.
Meses después el complot fue descubierto por el entonces presidente de la Real
Audiencia de Quito Manuel Ruiz Urriés de Castilla, I conde de Ruiz de Castilla, debido
a que Salinas comentó a Andrés Torresano, sacerdote del convento de La Mercéd, el
tema de la reunión. Fue apresado el 1 de marzo al igual que sus compañeros Juan Pío
Montufar, el día cinco y Juan de Dios Morales el seis. Pocos días después todos fueron
liberados debido a que las pruebas indagatorias fueron sustraídas.8
El 8 de agosto se reunieron en el hogar del Dr. Francisco Javier de Ascázubi, donde se
tomó la decisión de integrar la junta el día 10. El 9 de agosto, este grupo de ilustrados
criollos, se reunió nuevamente en la residencia de Manuela Cañizares. El 10 de agosto
de 1809, se firmó el acta que cesó en sus funciones al entonces presidente de la Real
Audiencia de Quito, conde Ruiz de Castilla, e instauraron en la ciudad la Primera
Junta Autónoma de Gobierno,8 con autoridades que respetaban la autoridad del rey
español.
El rechazo de adhesión a la junta
de Guayaquil, Cuenca, Popayán, Pasto, Barbacoa y Panamá así como el débil interés
9

que poseían algunos de sus miembros, entre ellos el presidente, Juan Pío Montufar,
ocasionó que el 5 de octubre se declarase una contrarrevolución y que el 24 del mismo
mes se firmara la capitulación.8 Después de estos hechos, cientos de personas entre
criollos y rebeldes fueron encarceladas en el Cuartel de Quito, lugar en el que entre el 2
y el 10 de agosto de 1810 fueron asesinados alrededor de 300 de ellos, lo que significó
en aquel momento la muerte del 1 por ciento de la población de la urbe. Una masacre de
iguales características hoy, representaría cerca de 17 mil víctimas. El poder vuelve a
manos del Conde Ruiz de Castilla. Los virreyes de Lima y Bogotá envían tropas para
sitiar la ciudad. En 1812 llega como Comisionado Regio de España Carlos Montúfar,
hijo del Marqués de Selva Alegre para pacificar a los sublevados, pero lo que ocurrió
fue que este se unió a la lucha que se estaba disputando, esto ocasionó que en 1815
pierda la vida.
Una segunda Junta iniciada con la llegada de Carlos de Montúfar, designado
Comisionado de Regencia por las Cortes de Cádiz, se instaló el 22 de septiembre de
1810 en el Palacio Real de Quito.10 Varios eventos desencadenaron la declaración de
desobediencia al Virreinato de Nueva Granada el 9 de octubre de 1811, y el 11 del
mismo mes se produce la primera declaración de independencia de un territorio
perteneciente al actual Ecuador, el Estado de Quito.10 Esta fugaz nación contó con su
propia Constitución, aprobada el 15 de febrero de 1812, 1112 en la que más que una
Monarquía Constitucional, la forma de gobierno que implanta el documento es la de un
Estado Soberano que reconoce al Rey de España como su Señor simbólico, en un
modelo en gran medida similar al implantado en la Commonwealth británica, integrada
por Estados independientes, que reconocen al Monarca como representación meramente
simbólica de Jefe del Estado, pero sin ninguna competencia política real. 13 El Quito
independiente tuvo corta vida, pues duró poco más de un año al ser repelido
continuamente por fuerzas de Guayaquil, Lima y Bogotá, que le propinaron sendos
fracasos militares que terminaron desintegrando el Estado tras la Batalla de Ibarra, el 1
de diciembre de 1812.1014

Batalla de Camino Real. Después de su independencia, el gobierno de la provincia


guayaquileña formó un ejército de 1500 hombres para liberar al resto de la Real
Audiencia, se llamó División Protectora de Quito.
Un segundo movimiento independentista inició el 9 de octubre de 1820, cuando los
criollos e individuos de la guarnición de Guayaquil dirigidos por José Joaquín de
Olmedo se rebelaron y expulsaron a las autoridades fieles al rey, creando una nueva
nación llamada Provincia Libre de Guayaquil. Después de la revolución del 9 de
octubre de 1820, la ciudad de Guayaquil quedó libre del dominio español, pero no su
provincia. Rápidamente se logró la independencia de varios pueblos, así como el 10 de
octubre lo logra el pueblo de Samborondón, mientras que Daule el 11 de octubre se une
a la causa emancipadora, al igual que Naranjal el 15 de octubre.15
El 8 de noviembre de 1820, 57 representantes de todos los pueblos que conformaban la
provincia de Guayaquil fueron convocados al Ayuntamiento de la ciudad en donde se
proclamó el nacimiento de un nuevo estado conocido como la Provincia Libre de
Guayaquil y eligieron como presidente de la misma al Dr. José Joaquín de Olmedo.1617
Seguido de esto se dictó el Reglamento Provisorio de Gobierno la cual sirvió
como constitución para el naciente estado.15
Sin embargo, los pueblos de Quito y Cuenca seguían bajo dominio español y esto podía
significar un peligro para la independencia recién alcanzada por Guayaquil. Es así como
Olmedo crea un ejército denominado como la División Protectora de Quito, la cual
estaría encargada de velar por la seguridad de la Provincia Libre de Guayaquil y de
independizar a los demás pueblos que conformaban la Real Audiencia de Quito.18
La División Protectora de Quito inició una campaña con el objetivo de independizar en
su totalidad a la Provincia Libre de Guayaquil, obteniendo así una victoria en la Batalla
de Camino Real, pero pronto se encontró en una delicada situación militar luego de ser
derrotados los guayaquileños en la Primera Batalla de Huachi y la Batalla de
Tanizagua. José Joaquín Olmedo solicitó ayuda militar a la Gran Colombia para poder
defender la ciudad y para liberar la Real Audiencia de Quito. Bolívar envió a su
mejor general, Antonio José de Sucre a principios de 1821 a Guayaquil en reemplazo
del general José Mires.19 Sucre llegó el 6 de mayo de 1821 con unos 650 soldados
colombianos a los que sumo unos 1400 guayaquileños. Las instrucciones de Sucre eran:
tomar el mando de las tropas que se encontraban en Guayaquil, asegurar la
incorporación de la provincia a Colombia y preparar en conjunción con el Libertador las
operaciones que habrían de liberar a Quito.
Sucre firmó un convenio entre el gobierno de Guayaquil y colocó a sus tropas
en Samborondón y Babahoyo para bloquear la entrada a la provincia a los realistas.
El 17 de julio de 1821 ocurrió una rebelión anticolombiana y pro-realista que fue
reprimida con éxito. Los realistas al conocer la rebelión se dispusieron a apoyarla, el
gobernador Aymerich marchó al sur con 2000 hombres, mientras que el coronel
González se dirigió desde Cuenca hacia Guayaquil amenazando las comunicaciones de
Sucre quien se dirigía a combatir a Aymerich. Enterado Sucre del movimiento
retrocedió para enfrentar a González y lo batió el 19 de agosto en la Batalla de
Yaguachi.20
La victoria obtenida en la batalla de Yaguachi significó la completa independencia de la
provincia de Guayaquil. Sucre volvió al norte a enfrentar a Aymerich pero este se
retiraba al norte. El ejército persiguió a los realistas un largo trecho pero la situación
política en Guayaquil obligó a Sucre a regresar. Las campañas independentistas
continuaron en la región interandina y finalizaron el 24 de mayo de 1822 en la Batalla
de Pichincha.21 Poco después la antigua Audiencia se unió a la Gran Colombia, dirigida
por Bolívar, al cabo de un tiempo también Guayaquil.
Luego de finalizada la lucha independentista de Perú y pasada la amenaza española que
llevó a los peruanos a solicitar la intervención de Colombia, las relaciones entre
Colombia y Perú se fueron haciendo paulatinamente más tensas por las disputas
territoriales, el deseo peruano de anexar Guayaquil, el desagrado de los peruanos a la
intervención de Bolívar en los asuntos internos del Perú y su reclamo
de Tumbes, Jaén y Maynas, territorios que Perú ocupaba y reclamaba, aunque al final de
la época de la colonia estos habían pertenecido a la Real Audiencia de Quito.[1] Los
orígenes y primeras manifestaciones de la contienda se dieron seis años antes con el
problema de a quién le correspondía la soberanía de la rica provincia de Guayaquil, el
tema fue una espina entre las relaciones de ambas repúblicas, Colombia y Perú, puesto
que fue anexada a la Gran Colombia el 31 de julio de 1822.
El Perú había intervenido en Bolivia a principios de 1828 y se negaba a permitir la
intervención de Colombia en los asuntos de la república altoperuana (algo parecido a lo
que pasó en el mismo Perú bajo la presidencia de Bolívar). El 3 de junio de 1828, la
Gran Colombia, por intermedio de Bolívar, le declaró la guerra a la República Peruana.
En el transcurso de este conflicto, el Perú avanzó al interior del "Departamento del Sur"
de Colombia, hasta cerca de la ciudad de Cuenca obteniendo decisivas victorias
navales22 mientras que en Nueva Granada se vivía un estado de guerra civil con el
alzamiento de los generales José María Obando y José Hilario López. Tras ser
pacificados por Bolívar y reorganizados las fuerzas, el ejército colombiano inició una
ofensiva terrestre que culminó en la Batalla del Portete de Tarqui el 27 de
febrero de 1829, con la victoria de las tropas colombianas del mariscal Antonio José de
Sucre sobre la vanguardia peruana.23 El 28 de febrero se firmó el Convenio de Girón24 y
el 22 de septiembre, el Tratado de Guayaquil, en aras de una salida diplomática,
manteniéndose el statu anterior a la guerra.25
Sin embargo, la posterior separación de la unión colombiana dejó pendiente la
suscripción de un tratado de límites que formalizara la frontera heredada de la colonia,
lo que durante los años venideros desembocaría en el largo conflicto entre el Perú y
Ecuador (siglos XIX y XX).

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