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Dedicación
- Rudyard Kipling
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Capítulo Uno
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El encantador de perros
Capítulo Dos
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Capítulo Tres
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§§§
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Capítulo Cuatro
§§§
Vince y Lucas fueron los únicos que quedaron en el gimnasio.
Lucas había despedido al pelotón después de que Noah los había
sometido a todos a golpes severos.
Lucas hizo una mueca interiormente e inmediatamente se
corrigió. Sargento Hammond. Necesitaba dejar el hábito de usar el
nombre de pila de su TL.
Cuanto más se acercaban a Afganistán, menos se retenía Noah
cuando entrenaba con el pelotón. Excepto, él todavía se mantuvo a
raya cuando se trataba de Lucas.
Habían asegurado los palos de púgil descartados, y ahora Vince y
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Lucas estaban empezando a apilar las alfombras.
—Te lo estoy diciendo, Lucas, —dijo Vince. —Hay algo en ti que
le gusta.
Lucas resopló.
—Al sargento Hammond no le gusto. Él me tolera.
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Vince negó con la cabeza para enfatizar su punto.
—Cuando él está cerca, siempre estás tan involucrado en tratar
de controlarlo, no puedes dar un paso atrás y simplemente
observarlo como lo hago yo. Él dejó de estar de pie como si tuviera
una barra de acero en su columna vertebral cuando estás cerca.
Ahora solo lo hace con otros oficiales.
—Entonces, no está desafiando mi orden porque ha decidido
que soy el menor de muchos males—. Lucas puso los ojos en
blanco. —Sí, gracias, Vince.
—Date un poco de crédito; has hecho más bien de lo que te has
equivocado, —dijo el artillero con firmeza.
—Solo sé que él me ve como una presa, —dijo Lucas en un
suspiro.
—¿Sabes cómo los leones machos descansan al sol y esperan
que las leonas les traigan la cena? —Preguntó Vince de repente.
—Sí, pero ¿qué tiene eso que ver con esto? —Lucas miró al
artillero para asegurarse de que no estaba perdiendo la cabeza.
—Los lobos alfa no hacen eso, —respondió Vince. —Van con su
manada y lideran la caza. Primero comen, pero se aseguran de que
toda su manada reciba comida. Lideran la manada cuando está en
movimiento, y coordinan a todos sus miembros.
—Todavía no veo el punto—. Lucas dobló la estera pesada sobre
sí misma con un poco más de fuerza de la necesaria.
—No le ordenas a tu pelotón que recorra veinte millas con una
mochila completa mientras te sientas en tu escritorio haciendo el
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papeleo. Te atas en tu propio ruck y corres con ellos. Lideras el
camino por el sendero, y cuando todos regresan, te aseguras de
que tus hombres estén alimentados e hidratados antes de que te
veas a ti mismo. —Vince hizo una pausa, y le dio a Lucas una
mirada astuta. —Ya eres más lobo alfa de lo que crees.
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Lucas negó con la cabeza negativamente.
—¿Cómo puedo aspirar a dominarlo cuando él puede correr
fuera de mí, escalarme y tiene que contenerse para no patearme el
culo con las manos?
Vince se rió entre dientes.
—Ese es tu problema, Lucas. Nunca lo dominarás físicamente,
¡es un jodido hombre lobo! Tienes que meterte dentro de su
cabeza y descubrir qué es lo que lo hará someterse a ti. Es todo
mental.
La respuesta de Lucas fue impedida por Noah entrando a la
habitación, la puerta golpeando fuertemente contra la pared.
Todavía usaba la camiseta verde oliva y los shorts negros del
uniforme PT que todos llevaban. Los ojos de Noah eran azules,
pero eran duros e intensos. Si vio a Vince, Noah no hizo ninguna
indicación. Miró directamente a Lucas mientras cruzaba la
habitación.
Consciente de que Vince se estaba tensando a su lado, Lucas se
enderezó completamente y levantó la barbilla. Hasta ahora, no se
había escondido detrás de su rango, por lo que no se iba a
esconder detrás de Vince ahora.
—Despedido, artillero, —ladró Lucas, sin apartar la vista de los
ojos de Noah.
La partida de Vince fue mucho más tranquila que la entrada de
Noah.
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—Declara tu asunto, sargento, —ordenó Lucas con firmeza.
—Me gustaría nombrar a un Asistente del Líder del Equipo,
señor—. Noah bajó la cabeza hacia Lucas cuando habló.
—Mierda. Puedes seleccionar a cualquiera de los sargentos,
excepto Fowler y Rodríguez. —Lucas resistió el impulso de dar un
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paso atrás.
—¿Y si quiero a Rodríguez o Fowler? —Los ojos de Noah se
estrecharon.
—Son el equipo de francotiradores del pelotón, —respondió
Lucas rápidamente. —No voy a tener mi equipo de francotiradores
dividido.
—Sargento Viejo entonces, —respondió Noah sin vacilación ni
discusión.
Lucas hizo una pausa. Buscó la cara de Noah. Sabía que esto era
un desafío, para ver si Lucas se opondría a la elección del más
joven de los sargentos para que sirviera como ATL, a pesar de
estar perfectamente calificado.
—Concedido—. No podía ver ningún problema con Viejo
sirviendo como ATL de Noah.
La mirada de Noah se posó en la boca de Lucas, que sucedió con
una frecuencia alarmante. Lucas calmó su respiración y apretó los
puños para ocultar el ligero temblor. La expresión de Noah era
depredadora, pero Lucas todavía no sentía que estuviera en un
peligro particular.
Noah dio un pequeño paso más cerca. Lucas se negó a ceder ante
el impulso de dar un paso atrás.
—Para que quede constancia, señor, —dijo Noah en lo que
parecía un gruñido, —confío en su criterio y tengo fe en su
liderazgo.
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Lucas logró cubrir su reacción de sobresalto, pero sabía que la
mirada astuta de Noah lo había visto de todos modos.
—No hay razón para que usted no lo haga, sargento, —dijo
Lucas de manera uniforme.
—Exactamente mi punto—. Noah se apartó de la estera y salió
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del espacio de Lucas, cruzando los palos apilados de púgil.
Lucas sintió como si le hubieran quitado una pared de calor y se
estremeció.
—¿Hay algo más que necesites? —Preguntó, volviéndose hacia
Noah una vez más.
Noah examinó el palo púgil mientras hablaba.
—Me contuve cuando me enfrenté a ti hoy.
—Soy plenamente consciente de eso, —respondió Lucas. —
Puedo asegurarte que no hay necesidad.
Noah miró a Lucas y sus ojos brillaron de un azul brillante.
—Elegí no minar tu autoridad de mando al vencerte mientras
luchas.
—Todo el mundo sabe que eres completamente capaz de darnos
una patada en el trasero, al mismo tiempo, debo agregar, para que
estén plenamente conscientes de que te estás conteniendo—. La
frustración de Lucas estaba aumentando.
Noah le arrojó el palo de púgil a Lucas.
—Al detenerme frente a ellos, estoy demostrando mi respeto
por tu autoridad.
Lucas atrapó el palo en el aire.
—Me respetas lo suficiente como para no humillarme en
público, ¿verdad?
Recogiendo otro palo, Noah cruzó la habitación para unirse a
Lucas en la colchoneta. Sus largas piernas comían generosas
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extensiones de suelo con cada paso. Lucas observó los lentos y
lánguidos movimientos de Noah. Todo en él parecía relajado y
casual, pero había una fuerza enroscada saliendo de él.
Noah se detuvo, su pecho a escasos centímetros del de Lucas.
—Te respeto lo suficiente como para someterme a ti.
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Los ojos de Lucas se abrieron de sorpresa. Tragó contra una
garganta repentinamente seca.
Los ojos de Noah se entrecerraron mientras recorrían todo el
marco de Lucas.
—¿Por qué tu olor se vuelve más fuerte cuando entro en la
habitación? —Murmuró.
—No me di cuenta de que lo hizo, —respondió Lucas, haciendo
una mueca ante el sonido áspero de su propia voz.
—Cuando se dan cuenta de lo que soy, el miedo de la mayoría de
las personas aumenta cuando me acerco. Hueles casi... excitado...
—Noah sonrió.
Lucas se quedó congelado. La sonrisa de Noah fue notablemente
encantadora y atractiva para alguien tan elementalmente
peligroso. Al verlo, Lucas perdió el hilo de su conversación.
—¿Dijiste que huele a qué? —Preguntó, tratando de sacudir el
hechizo que se había posado sobre él.
Noah dio un paso atrás.
—Técnicamente hueles a Lucas. Ahora que estamos solos, puedo
mostrarte algunas formas en que un ser humano puede obtener el
control de mano a mano con un shifter. ¿Te importa aprender?
Sí. Lucas realmente quería aprender a patear el trasero de un
hombre lobo, pero eso significaría claramente estar en contacto
cercano con un Noah caliente, sudoroso y agresivo.
La vacilación significaba debilidad, y si Lucas mostraba
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cualquier debilidad era como el olor a sangre de Noah.
—Tráelo, sargento, —dijo Lucas, colocando su postura y
agarrando el palo de púgil.
El ataque inicial de Noah fue fácil de contrarrestar. Se movía a
velocidades humanas y no usaba más fuerza de la que Lucas podía
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manejar. Si no lo supiera mejor, Lucas pensaría que Noah era solo
otro marine, entrenando con su teniente. Lucas lanzó su propia
ofensiva, haciendo retroceder a Noah varios pies. Aterrizó varios
golpes con el relleno del palo de púgil.
Lucas sintió que el aire a su alrededor cambiaba, pero el ataque
de Noah llegó demasiado rápido y con mucho poder para que él
pudiera contrarrestar. Se encontró de espaldas, luchando por
respirar.
La cara seria de Noah apareció sobre Lucas.
—Nunca serás más rápido o más fuerte que un shifter, teniente.
Pero eso no significa que no puedas aprender a usar nuestra
velocidad y fuerza, y en mi caso, el tamaño, contra nosotros.
Lucas aceptó la mano extendida de Noah y se dejó tirar de él. Se
limpió el sudor de la frente con el dorso de una mano. Lucas
respiraba con dificultad y sudaba a través de su camiseta, y Noah
apenas había empezado a desatar sus habilidades.
Respirando hondo, Lucas se preparó. Si Noah estaba dispuesto a
enseñar, Lucas iba a aprender. Esto no se trataba solo de dominar
a un hombre lobo, se dio cuenta. Un día, podría significar la vida de
uno de sus marines o posiblemente la suya.
Lucas siguió las instrucciones de Noah, prestó mucha atención a
las pistas y le dijo que había demostrado. Cuando cada intento de
dar un golpe terminó en un fracaso, Lucas reprimió su frustración
y lo intentó de nuevo. Hasta el momento en que golpeó a Noah en
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la cara con el palo púgil, Lucas no había pensado que fuera posible.
Noah se enderezó y se apartó del alcance de Lucas.
—Ahora sabes que puedes aturdir y distraer a un shifter, —dijo.
—Tal vez, pero ni siquiera estuve cerca de lastimarte, —
respondió Lucas.
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Noah rodeó a Lucas, moviéndose con una gracia depredadora.
—No siempre es necesario infligir daño de inmediato. Puedes
desgastarnos primero.
Lo siguiente en el plan de lección de Noah fue la defensa. Lanzó
ataques cada vez más intensos contra Lucas, explicando cómo
contrarrestar cada uno. Era casi imposible para Lucas evadir la
velocidad de Noah, pero Noah le enseñó cómo convertir esa
velocidad en impulso. Noah no pudo compensar y cuando perdió el
equilibrio, Lucas barrió las piernas y tiró a Noah al suelo.
—Eres un estudiante rápido, teniente, —dijo Noah, saltando a
sus pies más rápido de lo que los ojos de Lucas podían seguir.
—Creo que me lo estás haciendo fácil, —dijo Lucas
sombríamente. Él no quería que Noah lo favoreciera.
—En realidad no, —respondió Noah, levantando el dobladillo de
su camisa para limpiar el sudor de su cara.
Le dio a Lucas una vista sin obstrucciones del corte agudo de los
abdominales de Noah. Lucas tragó saliva y rápidamente apartó la
mirada.
Noah se rió entre dientes.
—¿Qué? —Lucas frunció el ceño con molestia.
Las fosas nasales de Noah se ensancharon.
—Estás recibiendo la caída de esto. ¿Quieres continuar?
Lucas sabía que Noah casi había dicho algo diferente.
—Si no estás perdiendo interés, sí, sigamos.
—Definitivamente no estoy perdiendo interés, —respondió
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Noah.
Una descarga de electricidad se deslizó por la columna vertebral
de Lucas. Se obligó a concentrarse en la tarea que tenía entre
manos y le preguntó:
—Cuando te mueves a toda velocidad, apenas puedo verte.
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¿Cómo lo contrarresto, si no puedo verlo venir?
Noah tomó el palo de púgil de Lucas y lo arrojó a un lado junto
con el suyo. No eran necesarios ahora, ya que Noah demostró
muchos de los sutiles indicios en el lenguaje corporal de shifter
que telegrafiaron sus intenciones.
—Si puedes anticipar nuestros movimientos, puedes salirte del
camino.
—Al menos, salvarme de una paliza, —dijo Lucas sin aliento,
apenas viendo el golpe de Noah antes de lanzarlo. La brisa besó la
mejilla de Lucas cuando la mano de Noah pasó.
—Hasta que encuentres una apertura y lances tu propio golpe,
—respondió Noah.
Lucas estaba goteando sudor cuando Noah llamó a un descanso.
Durante varios minutos permanecieron en silencio salvo por la
respiración pesada y el agua potable.
—¿Alguna vez le has enseñado estos trucos a un oficial? —
Preguntó Lucas cuando su respiración se estabilizó.
Noah no se encontró con los ojos de Lucas por mucho tiempo.
—No, señor. Tú eres el primero que conozco que es lo
suficientemente competente para aprender.
—Gracias, —respondió Lucas. —Lo aprecio.
—Te das cuenta de que no es suficiente contrarrestar nuestra
mayor velocidad y fuerza, ¿no? —Noah finalmente se volvió hacia
Lucas.
Lucas no sabía cómo responder.
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—Los shifters luchan sucio, Lucas—. La expresión de Noah decía
que había más en sus palabras de las que aparecían en la
superficie. —Usamos garras y dientes cada vez que tenemos la
oportunidad. Tienes que estar dispuesto a hacer lo mismo.
—No tengo exactamente garras—. Lucas curvó los dedos de una
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mano en ilustración.
—No, pero tienes dientes.
—Pero no hay colmillos.
—No siempre tienes que romper la piel para ganar la pelea, —
dijo Noah enigmáticamente. —No siempre tendrás que luchar para
ganar.
Lucas comenzó a preguntarle a Noah qué quería decir, cuando
algo sutil en la postura de Noah cambió. Lucas plantó sus pies y se
preparó para el impacto.
Este fue el examen final de Lucas. Noah no se estaba
conteniendo ahora. Usó toda su fuerza y velocidad para tratar de
sujetar a Lucas al suelo.
Noah capturó a Lucas por detrás, preparándose para levantarlo
y tirarlo. Lucas se deslizó alrededor para que estuvieran cara a
cara. Se sorprendió al ver los ojos de Noah brillando plateados y
pareciéndose a los de un lobo. Su sorpresa casi le costó la pelea, y
Lucas se dio cuenta de que tenía que controlar sus reacciones.
Lucas cambió su peso, y Noah perdió el equilibrio. Juntos se
estrellaron contra el suelo. La velocidad de Noah lo tenía encima
de Lucas en un instante. Lucas encontró suficiente influencia para
poder derribar a Noah y deslizarse fuera de él. Presionando su
inesperada ventaja, Lucas se movió hacia la espalda de Noah y lo
llevó al suelo, boca abajo.
Él hundió sus rodillas en las piernas de Noah para restringir sus
movimientos. Lucas empujó el hombro izquierdo de Noah en el
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suelo con una mano. Su otra mano se acurrucó bajo el hombro
derecho de Noah y la levantó ligeramente. Lucas tenía a Noah
atrapado, incapaz de obtener la influencia que necesitaba para
deshacerse de Lucas de su espalda.
Por imposible que pareciera, Lucas estaba a punto de golpear a
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un hombre lobo mano a mano.
Sintió a Noah moverse y poner su mano izquierda debajo de su
pecho. Con su fuerza de shifter, podría hacer un empuje con un
solo brazo, incluso con Lucas en la espalda. Lucas se dio cuenta de
que tenía que hacer algo y hacerlo rápido. Su mente se aceleró.
Recordó lo que Noah había dicho acerca de las garras y los dientes.
Antes de que su cerebro pudiera alcanzar su cuerpo, Lucas bajó
la cabeza y hundió los dientes en un tendón en la parte posterior
del cuello de Noah.
Debajo de él, Noah se congeló. Lucas no mordió con fuerza, solo
lo suficiente para llamar la atención de Noah. Podía saborear el
sabor del sudor de Noah y el almizcle de su piel. Lucas inhaló y sus
sentidos se llenaron con los aromas de la piel, el sudor, el pelaje
cálido y, por absurdo que pareciera, tierra mojada. En unos
segundos, su polla estaba dura y presionando en el oleaje del culo
firme de Noah.
Todo el movimiento se detuvo durante varios segundos antes de
que Noah se moviera de nuevo. Lucas hundió sus dientes más
profundamente en el cuello de Noah, y para su propia sorpresa,
gruñó.
Debajo de él, Noah hizo un sonido agudo que podría haber sido
un gemido. En respuesta, Lucas flexionó sus caderas y frotó su
erección contra Noah. Estaba perdiendo su puta mente.
Mientras Lucas observaba, los largos dedos de Noah se
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movieron hasta convertirse en garras gruesas y afiladas. Soltando
el cuello de Noah, Lucas presionó sus labios contra la concha de la
oreja de Noah.
—Jodidamente bájalas, —gruñó. —Nunca uses tus garras contra
mí.
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Inmediatamente, los dedos de Noah cambiaron hasta que fueron
inclinados solo con las uñas romas.
Noah se sentó en el suelo y Lucas lo soltó. Noah presionó una
mejilla contra el suelo, desnudando el lado no leñado de su cuello
esta vez. Miró sin ver y respiró pesadamente a través de los labios
separados. Lucas hundió sus dientes en el lado no marcado del
cuello de Noah y cuando lo hizo, todo el cuerpo de Noah se aflojó.
La sensación de la sumisión de Noah tenía la sangre de Lucas
cantando en sus venas. Podía oírla corriendo en sus oídos. Se puso
duro contra el culo de Noah, dándose cuenta de que estaba
jodidamente cerca de venirse así.
De repente, Lucas entendió. Dominar a Noah era solo una parte
de ello. La verdadera victoria de Lucas fue la sumisión voluntaria
de Noah. Aun así, una parte de él, la parte humana de él, resistió el
impulso de frotar su polla contra el culo de Noah hasta que llegó.
Una parte primordial de él que reconoció al lobo de Noah mordió
más fuerte y gruñó de nuevo. Noah gimió otra vez, levantando sus
caderas para empujarse contra la erección de Lucas. Coincidió con
el ritmo de Lucas, moviéndose en contrapunto y rodándose contra
el suelo.
Algo no se sentía bien. Lucas soltó el cuello de Noah y comenzó a
arrodillarse.
—Tienes que terminar esto, —gruñó Noah literalmente.
—No entiendo, —jadeó Lucas.
Noah se movió, comenzó a girar, comenzó a desalojar a Lucas.
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Sorprendiéndose a sí mismo, Lucas empujó sus manos en la
espalda de Noah, clavándolo de nuevo en el suelo.
—No dije que pudieras moverte, —siseó Lucas en el oído de
Noah.
—Sí, señor, —gimió Noah, levantando sus caderas hacia atrás
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hacia Lucas una vez más.
Lucas frotó su mejilla contra la suave hebra del cabello de Noah.
Inhaló profundamente y atrapó el borde de un nuevo aroma. No
pudo identificarlo, pero causó que la sangre subiera a su polla, y la
única forma de actuar de Lucas fue frotarse contra el culo de Noah.
Ellos iban a hacer esto. Lucas se dio cuenta de que Noah lo
necesitaba para ver esto hasta su conclusión obvia. Tenía que ser
una cosa de hombre lobo. Él no lo entendía, pero si Noah lo
necesitaba, Lucas se lo daría.
Sin embargo, Lucas no era un perro, y se negó a andar como uno.
Lucas se sentó para darle a Noah espacio para maniobrar y le
ordenó:
—Dale la vuelta.
Noah se movió tan rápido que Lucas no lo vio. Tan pronto como
se dio cuenta de que Noah estaba acostado de espaldas, la mano de
Lucas salió disparada y se envolvió alrededor de su garganta y la
apretó ligeramente. Los labios de Noah se retiraron en un gruñido,
y en un abrir y cerrar de ojos, le habían crecido cuatro colmillos.
Lucas se dejó caer sobre Noah, sus rostros separados por no más
de un suspiro. Apretó su agarre en la garganta de Noah y dijo:
—No te atrevas a amenazarme con tus colmillos. Guarda esas
malditas cosas.
Los ojos plateados de Noah se ensancharon, viéndose todo lobo
ahora. Sus fosas nasales se agrandaron incluso cuando sus
colmillos desaparecieron. Respiró pesadamente a través de los
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labios separados, luchando por arrastrar el aire más allá del agarre
de Lucas.
Sin apartar la vista de los ojos de Noah, Lucas metió su mano
libre en los pantalones cortos de Noah y retiró su erección. Las
cejas de Noah se fruncieron ante el primer toque de la mano de
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Lucas, y él gimió. Lucas lo acarició, y Noah levantó sus caderas
bruscamente.
Soltando a Noah y buscando en sus propios pantalones cortos,
Lucas sacó su dura polla y se acarició varias veces. Noah se levantó
con las caderas, buscando contacto. Hizo un sonido frustrado y
comenzó a alcanzar entre sus cuerpos.
—Pon tus malditas manos abajo, —dijo Lucas con los dientes
apretados. —No tocas a menos que te lo ordene.
—Sí, señor, —suspiró Noah, empujando las caderas hacia Lucas
desesperadamente.
Alineando sus erecciones, Lucas envolvió su mano alrededor de
ambas y las acarició. Le tomó varios intentos para encontrar el
ritmo correcto, pero finalmente, le acarició la polla en sentido
contrario al empuje de sus caderas.
Los ojos de lobo de Noah se vidriaron y su aliento se movió
ardientemente sobre la mejilla de Lucas. Su rostro estaba
enrojecido, y sus labios eran rojo oscuro. Las bolas de Lucas se
apretaron y comenzaron a levantarse a medida que aumentaba su
clímax. Antes de que supiera lo que estaba haciendo, Lucas bajó la
cabeza y besó a Noah.
Fue un beso abrasador. La boca de Noah estaba caliente y
húmeda. Se abrió rápidamente para la lengua de Lucas y la
encontró con la suya. Lucas lo lamió profundamente, ansioso por
más. Le habían dicho que los lobos no se besan. Lucas pensó que
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recordaba haber oído que los shifters no se besaban. A la mierda,
Lucas era humano y disfrutaba besando a Noah.
Noah gimió en la boca de Lucas, y el sonido, la vibración, golpeó
a Lucas y se instaló en su polla. Apartó su boca de la de Noah
mientras gritaba y se venía. Lucas se meció y se estremeció contra
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el cuerpo de Noah. Su polla palpitaba en su mano, chorros
calientes cayeron sobre sus dedos. Un último temblor violento
atravesó a Lucas antes de que casi se derrumbara sobre Noah.
Cuando recobró los sentidos, Lucas comenzó a limpiarse la mano
con su propia camiseta sudada. Levantó la vista para ver a Noah
mirándolo con avidez. Lucas levantó su mano sucia a los labios de
Noah.
—Lame, límpiame —ordenó. Lucas casi llegó por segunda vez
cuando vio a Noah lamer su mano limpia de todo lo que se había
venido.
No podía creer el poder que tenía sobre Noah. En lugar de
resistirlo, Noah parecía prosperar. Estaba mirando a Lucas con
atención, como si Lucas sostuviera las respuestas a todas las
preguntas más importantes de Noah. Estaba frotando su polla aún
dura contra la cadera de Lucas.
—Por favor, señor, —suplicó Noah en voz baja.
Lucas le sonrió, complacido con su total sumisión.
—Con una mano, tócate.
Noah llegó ansiosamente entre sus cuerpos. Lucas lo sintió tenso
cuando su brazo comenzó a moverse en un ritmo fácilmente
reconocible. Noah se acarició rápidamente, pero Lucas no miró.
Mantuvo su mirada fija en los ojos de Noah.
—Hazte venir, —Lucas ordenó.
—Sí, señor—. La última palabra de Noah se tensó cuando su
clímax lo superó.
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Lucas observó la cara de Noah mientras se venía. Observó cómo
los ojos plateados de Noah se cerraban de golpe y su boca se abría
en un grito silencioso de éxtasis. Su gran cuerpo se estremeció
violentamente debajo de Lucas, y jadeó ásperamente varias veces.
Noah se derrumbó, deshuesado, contra el suelo. Abrió los ojos y
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volvieron a ser humanos, de un azul brillante y luminoso. Su pecho
se agitaba con cada respiración. Lucas observó que la expresión de
Noah se volvía insegura y vacilante. Nunca pensó que alguna vez
vería esa mirada en Noah.
—Muéstrame tu mano, —dijo Lucas en voz baja.
Noah levantó la mano, ligeramente cubierta de cuerdas de color
blanco opaco.
—Sabes qué hacer, —dijo Lucas.
Mientras observaba, Noah lentamente se lamió su propia mano.
Cuando las endorfinas retrocedieron, la realidad cayó sobre
Lucas como un peso de cincuenta libras. Se apartó de Noah y se
metió en sus pantalones cortos. Extendió su mano para ayudar a
Noah a ponerse de pie. Intentó ignorar el hecho de que era la mano
que recientemente había sido lamida de su propia venida.
Estaba a punto de disculparse con Noah, ofrecerle una
transferencia, si pensaba que ya no podía servir con Lucas. No
creía haber violado ningún problema de consentimiento, pero
estaba en un terreno tan desconocido aquí. Antes de que pudiera
pronunciar las palabras, Noah se acercó y bajó la cabeza.
Lucas sintió que la cara de Noah presionaba contra su sien y lo
escuchó inhalar profundamente. Se apoyó en el calor del cuerpo de
Noah, a pesar de sí mismo.
—Me voy a bañar, —murmuró Noah, pasando sus manos arriba
y abajo por los brazos de Lucas.
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Lucas solo pudo asentir en respuesta. Cuando Noah se fue, Lucas
ignoró lo que le estaba diciendo que lo siguiera.
No tenía idea de cómo iba a sobrevivir a través de este
despliegue.
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Capítulo Cinco
2
FOB - Base de Operación Avanzada .
3
Procedimiento Operativo Estándar
Lucas no entendió esa reacción, pero su atención fue
nuevamente atraída por Noah.
—Los shifters responderán a mis preguntas porque yo les
pregunto, —dijo con tranquilidad. —Y deberían saber que he
elegido someterme a mi comandante de pelotón.
Fue una extraña elección de palabras.
—Entonces, ¿a dónde ir primero? —Preguntó Lucas.
—En busca de un piloto, —respondió Noah, inclinando su
cabeza en dirección a la pista de aterrizaje. —De hecho, tener un
oficial a lo largo podría allanar el camino inicialmente.
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Hombro con hombro, se acercaron a la línea de estructuras de
madera que se habían erigido cuando se estableció el FOB. Eran
menos resistentes que las chozas de Quonset, pero servían como
oficinas y locales para las tropas. Un letrero impreso en bloque
sobre la puerta indicaba cuál de las tres estructuras estaban
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buscando Noah y Lucas.
Dentro del edificio utilizado para el comando de la Tercera Ala
de Aeronaves Marinas, un capitán en un traje de vuelo se volvió
para mirarlos.
—Estamos buscando al mayor Ian Connolly, —Lucas repitió el
nombre que Noah le había dicho.
—Lo encontrarás con su Hércules, —respondió el capitán con un
vago gesto hacia el avión que estaba afuera.
La pista de aterrizaje en sí era un pedazo de terreno largo y
plano, nivelado y cubierto de grava. El C-130 se utilizó en todo el
mundo para el transporte de tropas, bombardeos y
reabastecimiento de combustible porque no requería más que esto
para el despegue y el aterrizaje.
El C-130 Hércules se hizo evidente por su tamaño. Encontraron
al mayor Connolly inspeccionando su turbohélice de cuatro
motores con su equipo de tierra. Esta vez, Noah dio un paso
adelante, se mantuvo en toda su altura, con los hombros
cuadrados y los pies firmemente plantados. Lucas sabía que se lo
había imaginado, pero se sentía como olas de calor que se
desprendían de Noah. No había forma de que Noah pudiera estar
más caliente que la temperatura sofocante que los rodeaba.
—Mayor Connolly, —llamó Noah con voz profunda y resonante.
Lucas se estremeció.
La cabeza del Mayor se giró e inmediatamente vio a Noah. Se
excusó de su tripulación y rápidamente se acercó a Noah. Lucas
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miró, sorprendido, mientras Connolly parecía encogerse mientras
se acercaba a Noah. Sus hombros se encorvaron y su cabeza colgó
baja. Connolly miró el rostro de Noah varias veces, pero nunca lo
miró a los ojos.
—Usted debe ser Noah Hammond, —dijo el mayor.
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—Lo soy, —respondió Noah con calma.
—Escuché que venía, señor.
El uso del honorífico sorprendió a Lucas. Le tomó varios latidos
del corazón darse cuenta de que sus filas militares no
desempeñaron ningún papel en esta interacción.
—Este es Lucas Young, —le presentó Noah.
—Señor, —dijo Connolly con un asentimiento respetuoso.
Lucas no tenía idea de por qué él, como teniente humano,
calificaba tal deferencia.
—La carrera esta noche, —dijo Noah, atrayendo toda la atención
a sí mismo. —¿Cuál es el SOP?
—Reservamos aquí y corremos hacia el desierto—. Connolly
hizo un gesto hacia el suelo en el que se encontraban y luego hacia
las barricadas del perímetro más allá de la pista.
—¿Has estado manteniendo la cuenta? —Preguntó Noah.
—No, señor, —respondió el mayor. —Hasta este mes, solo
hemos habido una docena de nosotros, como máximo.
—Bueno, eso ciertamente ha cambiado, —dijo Noah secamente.
—Entonces, ¿liderarás la carrera esta noche? —Preguntó
Connolly, todavía encorvado y sin encontrar los ojos de Noah. —
Scuttlebutt dice que solo estarás aquí un par de días como
máximo.
—Dirigiré la carrera esta noche, —confirmó Noah. —Lucas será
Pie Sentinel. Y eso es afirmativo; estamos saliendo en dos días. No
voy a designar a un líder de la manada, por lo que aquellos que se
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queden tendrán que establecer la jerarquía por su cuenta.
—Entendido, señor, —respondió Connolly con una pequeña
sonrisa. —No será la primera vez.
Dejaron al Mayor Connolly para regresar a su tripulación.
—¿Qué significa que yo sea 'Pie Sentinel'? —Preguntó Lucas.
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—Planeas volver a vigilar con tu lista, ¿no? —Noah lo miró
brevemente mientras caminaban.
—Estamos en un país desconocido, —respondió Lucas. —Creo
que es aún más importante que esté disponible si alguno de
ustedes tiene problemas.
—Eso es un Pie Sentinel, —respondió Noah simplemente.
—No sabía que en realidad había un nombre para eso, —
murmuró Lucas. —Pensé que me estabas humillando la última vez.
Noah se detuvo y se volvió hacia Lucas.
—Te tomo muy en serio, —dijo en voz baja, con los ojos
penetrantes.
—Como Sentinel, ¿tengo otras responsabilidades con… la
manada? ¿Para… para ti? —El corazón de Lucas se aceleró tan
rápido que casi le robó el aliento.
Hubo una larga pausa, y Noah no se encontró con los ojos de
Lucas.
—La posición es más o menos lo que se hace, —dijo finalmente.
—Todo depende de tu relación con la manada y con el Verdadero
Alfa.
Lucas sabía cuál era su relación con la manada. Pensó que sabía
cuál era su relación con Noah, pero los recuerdos de su encuentro
regresaron con una intensidad que casi lo hizo tambalearse. Él
había pensado que haría las cosas difíciles entre los dos; en
cambio, parecía haber establecido algún tipo de conexión más
71
profunda. Lucas no lo entendió.
Llegaron a una hilera de hooches que alojaban soldados y cabos.
Noah se adelantó y golpeó la parte posterior de sus nudillos contra
una puerta. El cabo Chandler respondió.
—Reúne a los demás y reúnete con nosotros en la puerta
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principal, —ordenó Noah.
Chandler reconoció la orden.
Lucas caminó junto a Noah mientras se dirigían a la puerta
principal de la base. Admiró la gracia lenta y alargada con que se
movía Noah. Al observarlo, Lucas tuvo que admitir que había
disfrutado sujetando ese ágil cuerpo y marcándolo con los dientes.
Le gustaba la sensación de Noah debajo de él, los sonidos que
hacía, así como el olor de él.
—¿Qué sigue? —Preguntó Lucas, dándose una sacudida mental.
—Vamos a caminar por el perímetro de la base y verificar la
seguridad, —respondió Noah, con una voz que sonaba
extrañamente tensa. —Dejaremos el FOB durante la carrera, y si
tenemos problemas y tenemos que retirarnos rápidamente, quiero
asegurarme de que volveremos a una posición defendible.
—Es una base de operaciones avanzada de la Infantería de
Marina, —dijo Lucas dubitativo. —¿Cuánto más seguro podría ser?
Noah miró a su alrededor, levantando su rostro en la brisa de
repuesto mientras respondía.
—Los marines están protegiendo contra los talibanes, las
fuerzas hostiles y los insurgentes. Si los lobos tienen que retirarse,
es probable que huyamos de algo completamente distinto.
—Mierda, —suspiró Lucas. —No había considerado eso.
Llegaron a la puerta principal y Lucas miró a su alrededor para
ver si los shifters estaban cerca. Los vio acercarse como un grupo,
72
el polvo y la arena se levantaron a su alrededor mientras bajaban
los bordes de sus mantas contra la tierra y el sol.
—Está bien si sigues mientras nosotros caminamos por el
perímetro, Lucas, —dijo Noah. El uso de su nombre, en ese tono
ronco, lo sorprendió. —Pero necesito que te mantengas a favor del
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viento—. Sorprendió más a Lucas colocando una mano en su
espalda y dejándola allí.
—¿Qu... por qué? —La cara de Lucas se encendió ante su propio
tartamudeo.
—Porque necesito poder oler cualquier cosa sospechosa—.
Noah bajó la cabeza y presionó su rostro contra el cuello de Lucas.
Los ojos de Lucas se abrieron en shock, y su aliento quedó
atrapado en su pecho. Escuchó a Noah inhalar profundamente. A
su alrededor, podía ver a los Infantes de Marina interesados en los
dos.
—Y tu olor es muy molesto, —gruñó Noah contra la cáscara de
su oreja justo antes de alejarse.
Lucas se quedó inmóvil, mirando a Noah y los otros tres
hombres lobo que caminaban hacia las altas paredes de barricadas
de la base. Muchos de los marines con los que se encontraron
cedieron terreno, inclinándose ligeramente en dirección a Noah.
Su comportamiento parecía ser una respuesta de algún tipo para
otros espectadores. Aquellos que mostraron la deferencia de Noah
también hicieron un gesto de respeto a Lucas si pasaban por allí.
A su alrededor, la base se ocupaba de sus asuntos, ajena al hecho
de que, para Lucas, el mundo había dejado de girar.
Después, Noah cambió todo el procedimiento para la ejecución.
Envió a Chandler, Hubbard y Grant a difundir la noticia entre los
hombres lobo.
—¿Por qué la puerta principal? —Preguntó Lucas,
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genuinamente curioso, pero confiando implícitamente en el juicio
de Noah.
—Mira las torres, —respondió Noah con un vago gesto. —
Tienen el mejor punto de observación para vernos si tenemos que
hacer una escapada rápida.
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—Lógica sólida, —respondió Lucas, incluso sabiendo que Noah
no requería su aprobación.
Lucas localizó al artillero McAlister y le informó sobre los planes
de Noah para la carrera. Juntos, se dirigieron al comando para
presentar la documentación necesaria. No estaba seguro de qué
reacción esperaba de los comandantes del batallón, pero la falta de
interés y la fácil aceptación no era eso.
—Mira, —dijo Vince, mientras salían del edificio. —Ellos
superaron el estar molestos y ajustaron sus planes de batalla.
Saben que no tienen más remedio que seguir a Noah.
—Está bien, punto tomado, —dijo Lucas con una risa.
Regresó al lugar que compartía con un teniente de la Compañía
Echo. No había nadie ahí. Lucas preparó su petate con todo lo que
pensó que necesitaría para ser Pie Sentinel, lo que sea que eso
significara.
Cuando el sol tocó las cimas de las montañas afganas y la
temperatura bajó, recogió su equipo y se dirigió a la puerta
principal. Vio a Noah inmediatamente, con la cabeza baja en
conversación con varios marines.
Mientras Lucas observaba, la postura de Noah se puso
ligeramente rígida. Sus fosas nasales se agrandaron y miró hacia
arriba, sus ojos se encontraron con los de Lucas infaliblemente.
Una esquina de su boca se levantó en una pequeña sonrisa. Noah
miró a una de las torres de vigilancia y lanzó un silbido agudo.
—Buenas noches, —saludó Lucas cuando llegó al grupo de
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marines. Recibió saludos respetuosos pero tenues a cambio. Notó
que uno de los marines era un capitán, y casi lo saludó. Se detuvo a
tiempo, pero solo porque el capitán se giró para inclinarse
ligeramente en su dirección.
—Teniente, —saludó el capitán en voz baja.
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Un sargento bajó las escaleras de la torre. Saludó al capitán y a
Lucas, antes de dirigirse a Lucas.
—Tomaré su petate por usted, teniente, —dijo con entusiasmo.
—Tenemos un espacio reservado para ti, para que puedas subir
cuando estés listo.
Lucas no tenía idea de lo que estaba pasando. Miró a Noah
confundido.
—Te quedarás de Sentinel en la torre de vigilancia, Lucas, —
explicó con suavidad. —Ellos serán los primeros en saber si
volveremos calientes, y pueden despertarte. De lo contrario, me
sentiré mejor sabiendo que estás a salvo mientras duermes.
—No quiero estar en el camino, —protestó Lucas, incluso
cuando el sargento tomó su petate de sus manos de repente
entumecido.
—Usted no lo estará, señor. Hay un montón de espacio—. El
sargento subió fácilmente las escaleras, M16 en una mano y el
petate de Lucas en la otra.
Lucas necesitaba algo que hacer, así que hizo clic en su bolígrafo
y consultó su lista. Comprobó a Noah, Chandler, Hubbard y Grant.
Varios marines más proporcionaron sus nombres.
—Andersen, Brady, —dijo el capitán. Se volvió hacia Noah. —
¿Sabe que eso no es necesario contigo?
Noah se rió, y Lucas se sintió ruborizarse.
—Sí, él lo sabe. Pero así es como Lucas se pone Pie Sentinel.
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También está listo para enviar ayuda si envío a alguien con una
solicitud para ello.
Lucas se erizó un poco, sintiendo la necesidad de defenderse.
—Si algo le pasara a Noah, podríamos verificar quién más lo hizo
o no regresó de la carrera.
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—No había pensado en eso, teniente, —respondió Brady
jovialmente. —Haces un buen punto.
Cuando Lucas miró de nuevo a Noah, vio que sus ojos eran
plateados y parecidos a un lobo. Lucas tragó saliva y no de miedo.
Afortunadamente, fue distraído por más marines que se
registraron a medida que el cielo se oscurecía. El grupo era más
pequeño que el de Pendleton, pero aún era considerable, más de
cien Infantes de Marina.
—Todos están aquí, salgamos, —gritó Noah a los shifters
reunidos.
Inmediatamente, el grupo salió por la puerta abierta. Varios
marines llevaban bolsas de lona vacías. Lucas asumió que debían
sostener la ropa desechada durante la carrera.
Noah observó a la mayoría de los shifters caminar hacia la
creciente oscuridad antes de acercarse a Lucas. Noah ya había
arrojado su gorra de servicio. También tiró de Lucas y se lo
entregó.
Lucas jadeó cuando los brazos de Noah lo rodearon. En su
sorpresa, se dejó arrastrar contra el cuerpo sobrecalentado de
Noah. En su confusión, se aferró a las caderas de Noah para
mantenerse firme.
Noah hundió la cara en el cuello de Lucas y respiró hondo.
Deslizó su mejilla por la de Lucas, y Lucas se apretó contra él. Las
grandes y fuertes manos de Noah se deslizaron por la espalda de
Lucas. Noah frotó su mejilla contra el cabello de Lucas.
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—¿Podrías... —Noah respiró contra la concha de la oreja de
Lucas —Lo harías...?
Su vacilación sorprendió a Lucas.
—¿Qué? ¿Qué haría yo? —Preguntó.
—¿Me muerdes? —Susurró Noah. —Muerde mi cuello. ¿Me
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dejarías tu marca?
Lucas no entendió la petición. Supuso que era un ritual de
hombre lobo. No necesitaba entenderlo. Noah parecía necesitarlo,
y eso era todo lo que Lucas necesitaba saber. Volvió la cabeza
hacia el cuello de Noah y hundió los dientes con fuerza en el pulso
debajo de sus labios.
Los brazos de Noah lo rodearon con fuerza, juntando sus
cuerpos.
—Oh, joder, Lucas, —gimió.
Lucas lo sintió estremecerse. Lentamente, a regañadientes,
Lucas soltó la carne entre sus dientes y dio un paso atrás. Escuchó
a Noah suspirar.
—Será mejor que te vayas, —dijo Lucas, su voz áspera a sus
propios oídos.
—Nos vemos en la mañana, —dijo Noah, con ojos de lobo
brillando plateados en la oscuridad que caía.
Lucas observó en silencio aturdido mientras Noah se daba la
vuelta y caminaba resueltamente hacia la puerta.
Cuando los anchos hombros de Noah finalmente se perdieron de
vista, Lucas subió lentamente las escaleras hacia la torre de
vigilancia. El sargento y un cabo estaban mirando a través de
miras nocturnas. Lucas asumió que estaban viendo al grupo de
hombres lobo.
—Están cambiando, —murmuró el sargento.
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—Sí, —respondió el cabo.
—¿Se está escapando Hammond?
—Eso creo. ¿Son todos ellos?
—Sí. Nada por ahí con dos piernas.
El sargento bajó su alcance y se volvió hacia Lucas.
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—Teniente Young, soy el sargento Rigby. Este es el cabo Irving.
—Hizo un gesto justo detrás de Lucas. —Lo instalamos en esa
esquina, señor.
—No quiero estar en el camino, —dijo Lucas, mirando alrededor
del área pequeña.
—Usted no estará, señor, —respondió Rigby. —Irving y yo
tenemos el deber hasta la mañana. El sargento Hammond nos dio
órdenes de despertarte a la primera señal de problemas. De lo
contrario, te despertaremos cuando llegue nuestro remplazo, justo
antes del amanecer.
—¿Estás seguro de que no estoy en tu camino hasta aquí? —
Preguntó Lucas una última vez.
—No, en absoluto, señor, —respondió Rigby con firmeza.
Lucas le tomó la palabra. Extendió su petate y se acomodó.
Apoyado contra la pared, usó su bolsillo Maglite para terminar
algunos papeles a mano. Pensó que estaría durmiendo afuera en el
suelo, por lo que dejó su computadora portátil en su casa.
Rigby e Irving se movieron silenciosamente alrededor de la
torre, hablando entre ellos en voz baja. Respondieron a
transmisiones de radio ocasionales de otros marines de guardia en
otros lugares de la base. A veces se sentaban en silencio, leyendo el
graffiti de la pared, y se iban desde la última vez que se quedaron
mirando, en voz alta el uno al otro.
—Espero que el Sargento Hammond no les haya retorcido los
brazos demasiado fuerte para que me aguantaran esta noche, —
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dijo Lucas con una sonrisa, sacando el libro que había traído para
leer.
—No tuvo que hacer ningún giro, señor, —respondió Rigby. —Él
pidió un favor, y será mejor que creas que nos alegramos de
hacerlo.
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Lucas no se molestó en disimular su sorpresa.
—¿Pidió un favor? ¿No te lo ordenó?
Irving negó con la cabeza negativamente incluso cuando Rigby
respondió.
—Oh diablos, no. Él no tenía que ordenarnos. El sargento
Hammond no tiene que ordenar a nadie.
—¿Por qué es eso? —Lucas sintió que estaba en el camino de
algo significativo.
—El sargento Hammond es un chico rudo importante, señor, —
dijo Rigby con entusiasmo. —Es prácticamente una leyenda. Él lo
hace todo; pasó la escuela de francotiradores, la escuela de buceo y
la escuela de salto. Puede correr por malditas millas y nunca se
cansa. Pero él no es un gilipollas.
—¿Entonces lo conoces? —Preguntó Lucas.
Rigby negó con la cabeza.
—Todos los marines alistados saben de él. Pero no, hoy fue la
primera vez que lo conocí.
Lucas consideró esta información y sus implicaciones. Siempre
había asumido que el temor con que todos trataban a Noah era
debido a su estado de Verdadero Alfa. Pero estos marines eran
humanos. Tal vez había algo en el lado humano de Noah que era
igual de carismático. Tal vez eso explicara la reacción de Lucas
hacia él.
Lucas abrió el termo de café que había traído. Ofreció algo a
Irving y Rigby, pero tenían uno propio. Irving había recibido un
79
paquete de atención de su casa que estaba feliz de compartir con
Rigby y Lucas.
Lucas tuvo que admitir que no parecía que los jóvenes marines
toleraran su presencia bajo coacción.
Cuando Lucas no pudo mantener los ojos abiertos por más
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tiempo, se acomodó y se dejó dormir. Rigby le había prometido
despertarlo antes del amanecer, y Lucas estaba seguro de que
podía confiar en él.
Su sueño era inquieto. Lucas soñaba con correr a campo abierto
y en los bosques cubiertos de hojas. En su sueño tenía cuatro patas
y estaba cubierto de brillante pelaje blanco. Corrió por la alegría
de ello, sintiendo el viento en su cara, soplando a través de su
pelaje y a través de sus orejas. Lucas fue empujado por lobos que
corrían a su lado, todos más pequeños que él. Podía oler el aire de
la noche, los lobos que corrían con él y todas las presas que
huyeron de ellos con miedo. Cuando los lobos más pequeños
gruñeron y se mordieron, Lucas los rompió con gruñidos y el
chasquido de sus mandíbulas.
Delante, vio una imponente pila de rocas. Corrió hacia ella y
subió a la cima con poco esfuerzo. Lucas se puso de pie,
observando el paisaje árido, sintiéndose fuerte y poderoso. Nada
por ahí era una amenaza para él y su manada. Solo había presas
esperando ser llevadas al suelo.
Lucas quería correr para siempre. No quería que la noche
terminara. Cuando el cielo se iluminó y el sol se acercó, supo que
tenía que dar la vuelta y llevar a la manada por donde habían
venido. Él dudó.
En su sueño, Lucas miró por encima del hombro en la dirección
en la que habían huido. Había algo de vuelta en esa dirección. Algo
importante. Algo especial.
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Tomada la decisión, saltó de las rocas y llevó a la manada hacia
atrás en la dirección en que habían venido. Había algo
esperándole, que era más importante que la libertad o la comida.
Lucas sintió que acababa de cerrar los ojos cuando Rigby lo
sacudió para despertarlo.
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Enrolló su petate y lo metió en la esquina.
—Volveré por esto después de haber confirmado que todos los
hombres lobo han regresado.
Los dos marines que venían de servicio le dijeron que no había
prisa.
Lucas dio una rápida vista al frente antes de llevar su
portapapeles con él para pararse justo dentro de la puerta para
esperar.
Una luz rosada recorrió el cielo cuando alguien llamó desde la
torre de vigilancia.
—Todos están vestidos y se dirigen hacia aquí, teniente.
Minutos más tarde, Lucas distinguió la forma distintiva de Noah
corriendo por el terreno irregular, un gran grupo de marines
siguiéndolo. A medida que se acercaba, su mirada encontró a
Lucas y la sostuvo. Cuando Noah pasó por la puerta, se lanzó a una
caminata rápida hasta que se detuvo directamente frente a Lucas.
—Bienvenido de nuevo, —saludó Lucas, sintiéndose un poco sin
aliento. Noah parecía agotado. Había círculos oscuros bajo sus ojos
y sus hombros se hundían.
Noah no le contestó con palabras. En cambio, se acercó y frotó su
mejilla contra la de Lucas. Lucas presionó a cambio, sintiendo el
áspero rastrojo de la barba de Noah. Lucas cerró los ojos al sentir
el cálido aliento de Noah contra su piel. Noah rozó su mejilla sobre
el cabello de Lucas, antes de finalmente dar un paso para
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presionar su pecho contra la espalda de Lucas.
—El gimnasio está abierto, —Noah se dirigió a los hombres lobo
reunidos. —Combate solo con un árbitro presente. Si alguien
queda atrapado en una pelea no autorizada, los castigaré yo
mismo. Si follas, hazlo fuera de la vista pública.
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Lucas reprimió una sonrisa. Noah intentaba no ser obvio, pero
Lucas podía sentir su erección donde se rozaba contra su trasero.
Intentó ignorar los destellos de fantasías gráficas que querían
forzar su camino al frente de su mente.
—Ahora verifiquen con Lucas para que pueda estar seguro de
que todos regresaron a salvo, —concluyó Noah.
Se fue rápido. Todos los marines se acercaron a Lucas en
silencio, proporcionaron sus nombres antes de deslizarse en la
creciente multitud que los rodeaba. Cuando Lucas se volvió para
mirar a Noah, parecía casi dormido en sus pies.
—Vamos a llevarte a tu cama, —dijo Lucas, tirando de Noah en
dirección a la vivienda. Noah no estaba tan agotado después de la
carrera de regreso en Pendleton, y esto confundió a Lucas. De
repente, se dio cuenta de que liderar una carrera en terreno
familiar y seguro tenía que ser diferente a liderar una carrera en
un país hostil en el que eres parte del ejército invasor.
Los cuartos de Noah estaban vacíos cuando llegaron, ambas
camas hechas con la precisión del Cuerpo de Marines. Lucas sabía
que Noah compartía el asunto con el Sargento Viejo y, como había
redactado la lista de tareas, sabía que Viejo había salido por el día.
Dejó su portapapeles en la superficie más cercana y ayudó a
Noah a sentarse en su estante.
—Gracias, Lucas —dijo Noah, sonando cansado. —Perdón por
esto.
82
—Nada por lo que lamentarse, —respondió Lucas, queriendo
decirlo. —¿Qué necesitas?
—Nada. Solo dormir. Estaré bien en unas pocas horas. —Se
inclinó lentamente y comenzó a tirar de los cordones de las botas.
—Aquí, déjame ayudarte—. Lucas se arrodilló entre las piernas
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de Noah y alcanzó sus botas.
—Joder, Lucas, no, —dijo Noah, desesperado y frustrado. Él
empujó gentil pero insistentemente en el hombro de Lucas. —No
puedes simplemente hacer eso.
—¿Hacer qué? ¿Qué hice? —Lucas se sentó sobre sus talones,
mirando a Noah con preocupación.
—No puedes simplemente escalar entre mis piernas tan pronto
después de una carrera, —dijo Noah con una carcajada autocrítica,
sin mirar a los ojos de Lucas.
Lucas se rió entre dientes.
—Noah, sé que tienes una erección. No tienes por qué estar
avergonzado.
—No es así—. Noah sacudió enérgicamente la cabeza. —No
entiendes.
—Tú advertiste a los otros hombres lobo que, si necesitaban
follar en lugar de luchar, hacerlo en privado—. Lucas hizo una
pausa, preguntándose cómo recibirían sus siguientes palabras. —
¿Necesitas follar?
—Cristo, Lucas, no me preguntes cosas así, —sonó Noah como si
estuviera sufriendo. Mientras hablaba, arrancó la bragueta de sus
pantalones uniformes.
Lucas vislumbró la dura polla de Noah antes de cubrirla con la
cola de su blusa de uniforme. Lucas estaba repentinamente débil
con un deseo muy inapropiado. Una cosa era ofrecer su cuerpo
83
como parte de su deber; era otro querer ofrecerse.
Poniéndose de pie inestablemente, Lucas se alejó de Noah.
—Te dejaré solo ahora. Déjame saber si hay algo que necesites.
—No, eso no es... —Noah dejó escapar un suspiro frustrado, cada
línea de su cuerpo se tensó.
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Lucas se sentó con cuidado junto a Noah en la cama.
—Necesito un poco de orientación aquí. Todo esto es nuevo para
mí. —Él mantuvo su voz suave.
—Lo sé. También lo es para mí. —Noah se pasó ambas manos
por la cara y suspiró explosivamente. —El sexo después de una
carrera es... diferente. Todo es elevado, más fuerte. No quiero solo
meterlo y venirme. Quiero una cama grande con sábanas limpias y
un día entero para que hagas mucho ruido.
Lucas resopló sorprendido por la franqueza de Noah, su propia
polla se agitó ante la imagen que evocaba las palabras de Noah.
—Entonces, ¿cómo puedo ayudarte en este momento?
—Estaré bien cuando te vayas y ya no puedo olerte, —respondió
Noah, sacudiendo la cabeza. —Yo puedo encargarme de eso yo
mismo.
La molestia se disparó a través de Lucas.
—Acabas de pasar una noche entera cuidando a una manada de
hombres lobo. Es justo que alguien cuide de ti ahora. —Pensó en
cómo Noah disfrutaba al cepillarse contra él, inhalando su aroma.
Lucas se deslizó más cerca hasta que se tocaron, y alcanzó la polla
de Noah.
La muñeca de Lucas fue agarrada por el agarre vicioso de Noah.
—Si me tocas, me avergonzaré.
—Bien, —espetó Lucas, enojado con Noah por ser tan poco
cooperativo. —Voy a dejar que te ocupes de eso, pero no te dejaré
hacerlo solo—. Se volvió hacia Noah, levantando su propio pie y se
84
sentó en él. Inclinándose hacia adelante, Lucas acunó las caderas
de Noah entre sus muslos. Presionó su pecho contra el brazo de
Noah y acarició el cálido hueco debajo de la oreja de Noah.
Un violento estremecimiento recorrió a Noah, y él suspiró
explosivamente. Se inclinó hacia un lado y Lucas se preparó para
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soportar su peso. Lucas sonrió para sí mismo al sentir la rendición
de Noah. Cuando Noah giró lentamente su rostro hacia él, Lucas lo
encontró y apretó sus mejillas juntas. La tosquedad de la barba de
Noah era sensual. Noah respiró hondo, estremeciéndose. Lucas
sintió el calor de su exhalación a lo largo de su cuello.
—Tócate, Noah, —susurró contra la cáscara de la oreja de Noah.
—Hazte venir.
Noah gimió, y Lucas vio la piel de gallina en su piel.
Lentamente, lánguidamente, Noah se movió hasta que Lucas
pudo decir que tenía su polla en la mano y la estaba acariciando.
Lucas respiró por la oreja de Noah y se ganó otro estremecimiento.
Le pasó la mejilla por las cortas cerdas del pelo esquilado de Noah.
La cama vibraba con el movimiento de la mano de Noah. Lucas
escuchó el áspero sonido de piel sobre piel. Noah gimió, su boca
abierta presionada al lado del cuello de Lucas. Jadeó pesadamente,
y su aliento estaba húmedo y caliente sobre la piel de Lucas. Se
había dado cuenta de que el cuerpo de Noah parecía correr
inusualmente caliente, pero ahora se sentía escaldado. El pecho y
el vientre de Lucas quemaron donde el brazo de Noah se apretó
contra él.
—Joder, Lucas, tu olor hace que me duela la polla, —murmuró
Noah contra la mejilla de Lucas.
Lucas entendió ese sentimiento. Nunca había sido
particularmente consciente, y mucho menos excitado por el olor
de un amante. Desde que conocía a Noah, solo el recuerdo de cómo
85
olía Noah podía darle una erección a Lucas. Se preguntó si eso no
era parte de la extraña capacidad de Noah para obtener la
cooperación de casi cualquier persona.
Algo enojado y posesivo se levantó dentro de Lucas. Su sangre ya
caliente se sentía como si estuviera hirviendo. Su pecho se apretó
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dolorosamente al pensar en alguien más disfrutando del olor del
cuerpo de Noah. Lucas levantó una mano a la mejilla de Noah. La
otra él la empuño en la parte posterior de la blusa de Noah.
Respiró hondo, llenando sus pulmones con el rico y picante
almizcle del aroma de Noah, justo antes de enseñarle los dientes.
Lucas le mordió el tendón en la nuca de Noah. Pasó la lengua por
la piel caliente y probó el sudor y el sol de verano.
La mano libre de Noah cayó sobre el muslo de Lucas, apretando
lo suficiente para que Lucas supiera que habría moretones.
—Sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí, —siseó Noah. Su cuerpo estaba rígido,
presionando fuertemente contra Lucas.
Lucas soltó el cuello de Noah y pasó su lengua por las muescas
que había dejado. Una profunda satisfacción se asentó en su
vientre.
—¡No te detengas! —Jadeó Noah, suplicando desesperadamente.
—Por favor, Lucas, no te detengas. Márcarme de nuevo. Por favor,
márcame otra vez.
El corazón de Lucas se estrelló en su pecho. Noah era
plenamente consciente de que ahora pertenecía a Lucas, y su
sumisión era como un sabor en la lengua de Lucas. Por supuesto
que Lucas lo marcaría. Quería que todos supieran que Noah le
pertenecía a él y solo a él.
Una vez más, Lucas hundió sus dientes en el grueso cordón en la
parte posterior del cuello de Noah. Le mordió con fuerza, no
86
tratando de romper la piel sino dejando marcas profundas y
evidentes.
—Joder, sí, —gimió Noah decadentemente. —Gracias, gracias,
gracias, gracias, —susurró con voz ronca. —Me voy a venir.
Lucas soltó su agarre de la blusa de Noah. Colocó la palma de la
07/2019
mano contra Noah y le frotó con suaves círculos en la espalda. A
través del toque, le dijo a Noah que siguiera adelante, que siguiera
adelante y se hiciera venir.
Noah jadeó acaloradamente contra la mejilla de Lucas cuando
llegó. Su cuerpo tembló con fuerza, su mano en el muslo de Lucas
se apretó dolorosamente. Él gruñó un par de veces, bajo en su
garganta, pero por lo demás estaba en silencio. Lucas estaba
decepcionado, pero sabía que algún día oiría a Noah gritar su
nombre cuando llegara.
Noah se derrumbó débilmente contra Lucas, levantando el
pecho. Lucas lentamente soltó su agarre en el cuello de Noah,
presionando un beso en las marcas enrojecidas dejadas por sus
propios dientes. Besó su camino a lo largo de la mandíbula de
Noah hasta que encontró su boca. Lucas lo besó, hundiendo su
lengua profundamente y provocando la lengua de Noah con la
suya. Noah parecía sorprendido y vacilante, al principio. Pero
luego le devolvió el beso a Lucas con entusiasmo.
Sus labios se separaron con un sonido húmedo. Con cuidado,
Lucas soltó a Noah, asegurándose de que pudiera mantenerse en
posición vertical. De pie lentamente, Lucas miró alrededor de la
habitación. Sus ojos se posaron en una gran tina de toallitas para
bebés. La recuperó rápidamente y se arrodilló entre las piernas de
Noah.
—Voy a limpiarte y te ayudaré a meterte en tu litera para que
puedas dormir, —dijo Lucas. Él hizo de eso deliberadamente una
87
orden.
Noah era dócil y sin resistencia. Lucas usó las toallitas para
limpiar el semen seco proveniente de la mano y la polla de Noah.
Cuando terminó, Noah ya estaba medio dormido.
Lucas desató los LPC de Noah y los deslizó de sus pies. Ayudó a
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Noah a quitarse la blusa y luego tiró de las sábanas. Lucas alentó a
Noah a acostarse y le pasó los pantalones sobre las caderas y los
muslos.
—Gracias, —Noah suspiró mientras Lucas colocaba las mantas a
su alrededor.
—De nada, —susurró Lucas en respuesta, un cariño y una
posesividad desconocida brotaban dentro de él.
Dobló cuidadosamente el uniforme de Noah y lo dejó en una
silla. Con una última mirada por encima del hombro para
asegurarse de que Noah dormiría en paz durante varias horas,
Lucas dejó la habitación y cerró la puerta con llave.
Cuando alcanzó su propio bolso, Lucas recogió lo que necesitaría
para una ducha. Sus duchas fueron cronometradas; la necesidad
de conservar el agua era más que obvia. Por duro que estuviera
Lucas, no necesitaría más de uno o dos minutos de privacidad.
Si se retorcía con los recuerdos de lo que él y Noah acababan de
hacer, bien podría terminar en cuestión de segundos.
88
07/2019
Capítulo Seis
§§§
Fuera lo que fuera entre ellos, cinco días después los mantenía a
todos vivos. Estaban separados del resto de la compañía y se les
había ordenado hacer movimiento para contactar en las aldeas con
las que se encontraban. Viajaron por un camino rocoso y picado,
tomaron pueblos y buscaron señales de fuerzas talibanes o
insurgentes hostiles.
Lucas miró por la ventana de su Humvee, ignorando la sensación
de claustrofobia. Una consola central llena de electrónica lo
separaba del artillero McAlister. Mantuvo la pantalla de su
Rastreador BLUFOR empujado hacia el parabrisas para que no
tuvieran que hablar a su alrededor, pero hizo poco para ayudar.
—Teniente, —sonó la voz de Noah en el comunicador. Una vez
92
más, estaba rompiendo el protocolo de radio, pero ya no
importaba.
Inmediatamente, Lucas tecleó su micrófono y dio su orden.
—Todos los Rangers de Fox, se detienen de inmediato.
El pelotón se había acostumbrado a las crípticas transmisiones
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de Noah siguiendo las órdenes firmes de Lucas. Los había
mantenido fuera de la mierda más de una vez. Cada Humvee se
detuvo abruptamente mientras esperaban para ver qué pasaba a
continuación.
—¿Puedes decir lo que está viendo? —Preguntó Vince desde el
asiento del conductor.
—Todavía no, —respondió Lucas. —No es que importe; ha
tenido razón cada vez que se ha detenido de esta manera.
—¿Alguna idea de cómo demonios sabe Hammond cuando
estamos a punto de pasar por encima de un maldito IED? —La
pregunta de Vince reflejó el desconcierto de Lucas.
—Cuando pregunté, él dijo que podía olerlos, —respondió
Lucas.
—¿Dijo cómo huele un IED? —Vince sonaba dudoso.
Echando un vistazo por encima del hombro, Lucas respondió:
—Huele a material explosivo, metal, polvo removido y, sin
embargo, muchos humanos han manejado el dispositivo.
—¿No mierda? —Las cejas del artillero se elevaron más allá del
borde de su Kevlar.
—Eso es lo que dijo. —Lucas se encogió de hombros, empujando
su M16.
Lucas vio a Noah salir lentamente de su Humvee, así que salió
del suyo. No le importaba que estar al aire libre lo hiciera más
vulnerable; era más fácil respirar fuera del vehículo apretado.
Uno por uno, Grant, Hubbard y Chandler salieron de sus Rangers
93
y avanzaron por la línea hacia Noah. Lucas ajustó su honda de
batalla para que su M16 se colgara más cómodamente en su
hombro. Lo que fuera que Noah estaba sintiendo, podría llevar a
un intercambio de disparos, y Lucas necesitaba estar listo.
—¿Sargento? —Preguntó el cabo Hubbard en voz baja.
07/2019
Con la mano sin agarrar su M16, Noah apuntó dos dedos hacia el
lado izquierdo de su Humvee. Hubbard y Grant se movieron hacia
el otro lado del vehículo. Otro movimiento de los dedos de Noah
hizo un gesto a Chandler hacia adelante. Los cuatro se desplegaron
a lo largo del camino, levantaron sus armas y caminaron
lentamente hacia adelante.
Cincuenta metros fuera, Noah les hizo un gesto para que se
detuvieran. Dio otros pasos hacia adelante y se agachó. Lucas lo
vio alejar la tierra y los escombros de la carretera. El corazón de
Lucas estaba en su garganta. Él había visto a la manada hacer esto
varias veces, cada vez con el mismo resultado.
Momentos después, Noah y el resto de los shifters retrocedieron
y regresaron a la línea de Humvees.
—¿Sargento Hammond? —Lucas ya sabía la respuesta; sólo
necesitaba confirmación.
—IED, señor, —respondió Noah bruscamente, con los ojos
plateados. —Varios dispositivos enterrados en la carretera.
—Copia sólida, —Lucas reconoció y tecleó su micrófono. —A
todos los Rangers de Fox, se les advierte, IED cincuenta metros
más adelante.
En una repentina ráfaga de actividad, los Infantes de Marina
salieron de los Humvees y se llevaron los M16. Otros subieron a las
torrecillas y tripularon las grandes armas. En segundos,
establecieron un perímetro y alinearon sus armas.
—¿Reporte de situación? —Lucas exigió a Noah, con la mente
94
acelerada.
—Múltiples dispositivos enterrados, disparados por cable de
disparo, —informó Noah, rápido y conciso. —No siento señales de
radio en el área, y no huelo a nadie más en las cercanías.
—Entonces, ¿estaban listos y se fueron? —Lucas confirmó.
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—Esa es mi evaluación, señor—. Noah se acercó a Lucas, con la
cabeza baja mientras hablaba. —Ellos huelen a dispositivos en
vivo, y no siento una emboscada.
Lucas ignoró su placer ante la cercanía de Noah y se concentró
en la tarea en cuestión.
—¿Recomendación?
Noah se encogió de hombros.
—Si los detonamos nosotros mismos, dejará un cráter lo
suficientemente grande como para hacer que el camino, tal como
es, sea impasable.
—Espada de doble filo, —reflexionó Lucas. —Eso haría más
difícil para nuestros enemigos moverse por el área, pero también
impedirá nuestros propios movimientos—. El camino, como la
mayoría en Afganistán, era solo tierra. Hizo que para su enemigo
fuera tan fácil plantar IED y tan difícil moverse por el país de
manera efectiva.
—Esperar a que el EOD4 responda quemará la mayor parte de
nuestra luz del día y nos dejará vulnerables, sentados aquí a la
intemperie, —terminó Noah por él.
—¿Teniente Young? —Llamó el Sargento Viejo desde donde él y
el cabo Rama estaban inclinados sobre un mapa que habían
extendido sobre el capó del segundo Humvee.
Lucas y Noah se acercaron para ver lo que estaban leyendo en el
mapa.
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—¿Qué tienen, caballeros? —Preguntó Lucas.
—Si tenemos una ruta alternativa a través de esta área, ¿la
detonación se convierte en una opción viable? —Preguntó Viejo.
Lucas miró a Noah para encontrar fríos ojos azules que lo
miraban. Ya estaban de acuerdo en detonar si se podía identificar
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una ruta alternativa.
—Lo hace, —respondió Lucas. —Muéstranos lo que has
encontrado.
—No creemos que esta carretera termine aquí, —Branch indicó
una carretera estrecha que discurría paralela a la que viajaban.
Todos habían creído que el camino terminaba donde comenzaba
una formación de muralla natural. —Es posible que continúe sobre
esta formación hasta que llegue aquí—. Indicó un pequeño pueblo
a varias docenas de kilómetros de distancia.
La emoción zumbó su camino por la columna vertebral de Lucas.
—¿Sargento? —Preguntó sin siquiera mirar hacia arriba.
—Grant, Hubbard, —llamó Noah bruscamente.
Los dos hombres lobo corrieron para ver el mapa. Noah trazó la
ruta alternativa potencial con un dedo.
4
Explosive Ordnance Disposa - Disposición de Artillería Explosiva
—Verifica que sea pasable.
—Sí, sargento, —dijeron al unísono.
Entregando sus armas a otros marines, ambos se subieron a la
parte trasera de un Humvee. Varios momentos después, dos lobos
saltaron y salieron corriendo hacia el este en dirección a la
segunda carretera.
—Joder, lo hicieron tan rápido, —suspiró Chandler con
nostalgia.
Noah miró al cabo Chandler.
—Edad y experiencia, —dijo en voz baja. —Gradualmente se
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volverá más fácil para ti, también. Cuando las cosas se calmen, hay
un par de trucos que podría mostrarte.
—Eso sería genial, sargento—. Chandler miró a Noah con una
expresión de adoración. —Todavía es tan difícil, a menos que sea
la luna llena.
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Lucas se preguntaba con qué frecuencia había usado esa misma
expresión. Miró hacia otro lado, dándose cuenta de que incluso
podría estar allí ahora. Admiró la forma en que Noah alentó y guió
sin esfuerzo a otros marines. Parecía que era capaz de manejar a
su comandante de pelotón con igual facilidad.
—Artillero, deberíamos planear la detonación en el caso de que
esta ruta se desarrolle, —llamó Lucas a Vince, donde ocupó su
lugar en el perímetro.
McAlister se le acercó, bajó su M16.
—Voy a tomar algunos chicos y echar un buen vistazo.
—Toma al cabo Chandler, —ordenó Lucas. —Ya ha estado allí
con Hammond, y tiene esos sentidos fenomenales—. También
pensó que el joven hombre lobo podría aprovechar la confianza de
usar sus habilidades para ayudar a sus compañeros Infantes de
Marina.
Lucas regresó a su Humvee y seleccionó la frecuencia de Stanley
en la radio. Pasaron cuatro intentos antes de que el capitán
respondiera a la estática. Lucas proporcionó su ubicación de
cuadrícula y el reporte de la situación. Si la mierda golpeara el
ventilador, al menos alguien sabría a dónde venir buscando sus
cuerpos.
El capitán Stanley le ordenó a Lucas que le advirtiera cuándo
estuvieran claros y, una vez más, oscar-mike, porque obviamente
Lucas no podía pensar en hacerlo solo.
Cuando Lucas se volvió, casi chocó con el amplio pecho de Noah.
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Miró a los ojos azules, llenos de preocupación.
—Hablar con él siempre te molesta, —dijo Noah en voz baja, con
su voz llena de frustración.
Lucas rodó los hombros para aliviar la tensión. Pensó que lo
escondía mejor de lo que aparentemente lo hacía.
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—Puedo sentirlo, —continuó Noah, sorprendiendo a Lucas. —
Solo te sientes diferente a mí cuando estás hablando con él—. Él
levantó un dedo hacia su propia sien. —Te sientes diferente para
mí aquí, —Noah colocó su palma sobre el pecho de Lucas. —Y
aquí.
—No deberías preocuparte por mí, —dijo Lucas rápidamente. —
No quiero ser una distracción que pueda causar que te lastimes.
—No hay elección, —respondió Noah, con una esquina de su
boca levantándose en una pequeña sonrisa. Su expresión se
calentó, y Lucas sintió que el calor serpenteaba en su vientre. —
Así son las cosas ahora.
Lucas iba a preguntarle a Noah qué quería decir con esa vaga
declaración cuando se sobresaltó cuando Noah extendió la mano
para desabrochar su Kevlar y retirarlo. Desatando su propio casco,
Noah los puso en el capó del Humvee. Cuando la mano libre de
Noah se envolvió alrededor de la parte posterior de su cuello y tiró
de él más cerca, la alarma se disparó a través de Lucas, y él respiró
hondo para advertir a Noah contra el contacto inapropiado.
El aroma de Noah llenó los sentidos de Lucas e inmediatamente
detuvo su protesta. Contra su buen juicio, Lucas se apoyó en el
cuerpo de Noah, sintiéndose inesperadamente reconfortado por el
calor de él. Ninguno de ellos se había duchado en días, y sin
embargo, Noah olía cálido y picante. El placer se enroscó a través
de Lucas, y toda la tensión huyó de su cuerpo. Cerró los ojos,
presionó su cara al lado del cuello de Noah y simplemente respiró.
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La mejilla de Noah rozó la suya y luego a lo largo de su sien.
Lucas suspiró de placer cuando la mejilla de Noah se deslizó sobre
su cabeza. Sintió que Noah comenzaba a retroceder, y Lucas
extendió su mano libre. Agarró la armadura de Noah, usándola
para mantenerlo en su lugar solo un rato más.
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Noah no se resistió. Lucas presionó sus labios contra la cálida
garganta de Noah una vez más y tomó una honda y profunda
respiración. Noah dio un gruñido bajo, profundo en su garganta.
Fue un sonido calmante.
Lucas finalmente liberó a Noah y dio un paso atrás. No se había
sentido tan relajado y tranquilo desde... antes de que se hubieran
desplegado. Miró a la cara de Noah.
—Esto es increíble, —respiró Lucas. —¿Por qué eso funciona?
—El tacto puede ser una herramienta poderosa para la curación,
—dijo Noah enigmáticamente.
—¿Funciona en ambos sentidos? —Preguntó. —¿Obtienes el
mismo beneficio cuando tocas a alguien?
La sonrisa de Noah mantuvo un afecto tolerante.
—Sí, Lucas, funciona en ambos sentidos. Pero no cuando toco a
alguien. Cuando te toco a ti.
La respuesta de Lucas fue olvidada cuando Grant y Hubbard
volvieron rápidamente a sus líneas. Los lobos se subieron al
Humvee, emergiendo varios minutos después como marines
uniformados.
—El camino está despejado, teniente, —informó Hubbard. —
Ruta alternativa confirmada.
—Gracias, cabo, —respondió Lucas. Se volvió hacia Noah. —
Parece que tenemos una detonación que establecer—. Le entregó a
Noah su Kevlar y se acomodó el suyo en su cabeza mientras todos
volvían al trabajo.
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La detonación controlada se disparó sin problemas. Observaron
desde una distancia segura mientras la columna de humo y tierra
se hinchaba. La línea de Humvees corrió fuera de la carretera hacia
la ruta alternativa, rebotando violentamente. En una sacudida
particularmente dura, Lucas casi se mordió la lengua. Se alegró de
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que no tuvieran que ir muy lejos.
Cuando finalmente giraron a la carretera alternativa, el viaje se
suavizó felizmente y el nivel de ruido disminuyó.
Después de varios largos momentos de tranquilidad, Vince
preguntó:
—¿Supongo que no me dirás cómo es que siempre sabe de qué
nos está advirtiendo Hammond, cuando todo lo que dice es
‘Teniente’?
Lucas hizo una pausa, preguntándose cómo responder. Podría
ser más fácil si tuviera una respuesta.
—Lo haría si lo supiera. No es nada que pueda explicar. Solo lo
sé.
Vince lo miró de reojo.
—Luego me vas a decir que ustedes dos saben lo que está
sintiendo el otro.
Lucas miró por la ventana y no contestó.
—Bueno, voy a ser condenado, —murmuró Vince. —¿Sabe el
mando sobre esto?
Lucas miró a Vince en confusión.
—No. ¿Por qué lo harían?
El artillero miró repetidamente desde la carretera a Lucas y de
vuelta.
—El Verdadero Alfa del Cuerpo de Marines se somete
voluntariamente a su comandante humano de pelotón; esa es un
arma que les gustaría tener.
100
Un escalofrío helado recorrió a Lucas.
—¿Arma? No entiendo.
Esta vez Vince se encogió de hombros.
—No sé los entresijos de ello. Que Hammond lo explique; es la
mitología del hombre lobo.
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Se quedaron en silencio mientras Vince transitaba por el camino
accidentado y lleno de baches. Lucas trató de librarse de la oscura
sensación en la que la conversación lo había abandonado.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Noah en
su oído. El timbre bajo de la misma se arremolinó a través de
Lucas y lo calentó.
—Fox-two-actual; Fox-two-one.
—Ve a Fox-two-actual, —respondió rápidamente Lucas.
—Nos acercamos al final del camino, —dijo Noah. —Parece que
nos está tirando por encima de nuestra aldea objetivo.
—Copia sólida, —respondió Lucas. —Detenerse fuera de la vista,
y vamos a tomar un exceso de vigilancia.
—Entendido.
El conductor de Noah detuvo al Humvee. Lucas ordenó al resto
del pelotón en una formación escalonada detrás de él. Cuando
salió de su Ranger y comenzó a avanzar, Lucas vio que Noah ya se
dirigía hacia él. Una vez más, estaban totalmente sincronizados.
—Dime lo que quieres hacer, —ordenó Lucas.
Noah respondió tal como Lucas sabía que lo haría. Se puso de pie
en toda su altura, hizo contacto visual directo y rápidamente
explicó su plan para reunir información.
—Dos equipos, cada uno con un par de shifters, para echar un
vistazo al pueblo. Uno dará vueltas alrededor del valle para tener
ojos en el frente. Otro tomará el terreno elevado y observará la
retaguardia. Los shifters se acercarán lo más posible para ver qué
101
información adicional pueden ver, oír y oler.
Lucas asintió su acuerdo, una vez más impresionado con el
pensamiento estratégico de Noah.
—¿Tiene recomendaciones sobre los equipos? —Él sabía la
respuesta incluso cuando hizo la pregunta.
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—Lo hago, señor. —Noah sostuvo la mirada de Lucas
constantemente.
—Pensé que podrías. —No pudo evitar darle a Noah una
pequeña sonrisa. —Quiero que todos regresen con sus reportes de
la situación para las cero-trescientos. Si vamos a golpear el pueblo,
quiero hacerlo mientras aún esté oscuro.
—Entendido, señor. Ese es un plan sólido. —Noah apretó la
correa de su Kevlar y ajustó su honda de batalla mientras se
preparaba para ejecutar las órdenes de Lucas.
—Ve a reunir a tus equipos y te verás conmigo antes de que te
marches. Supongo que liderarás a uno de ellos. —Lucas inclinó la
cabeza para indicar los ajustes de Noah en su equipo.
—Por supuesto, señor. —La expresión de Noah era implacable,
pero sus ojos brillaban con humor.
Una emoción corrió a lo largo de la columna vertebral de Lucas.
—Por supuesto. Usted tiene sus órdenes, sargento. Despedido.
—Esperaba no sonar tan sin aliento como se sentía.
Las horas que le tomaron a Noah y sus equipos ponerse en
posición, reunir su información y regresar al pelotón fueron
insoportables. Lucas se puso de guardia y recorrió el perímetro,
comprobando con sus hombres. Este era su trabajo, pero todavía
quería estar fuera en la oscuridad, haciendo reconocimiento con
uno de sus equipos.
Lucas estaba en el asiento delantero de su Humvee, con una luz
roja acunada entre el cuello y el hombro, tomando notas sobre los
102
eventos del día. Se quedó sin aliento cuando una ola de ansiedad
cargada de adrenalina recorrió su sistema. Saltó de su Ranger,
sosteniendo su M16 en un apretón de nudillos blancos.
—¿Qué pasa, teniente? —Preguntó Vince, viniendo a pararse a
su lado. Su presencia fue bienvenida, pero no tanto como la de
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Noah.
—No lo sé; no puedo explicarlo, —respondió Lucas,
entrecerrando los ojos mientras escudriñaba el horizonte oscuro.
Su corazón martilleaba, y sus dedos se apretaban alrededor de su
arma.
Vince entrecerró los ojos en la misma dirección en la que Lucas
miraba.
—¿Escuchaste algo? ¿Ves algo?
—No... es solo un sentimiento... —El sentimiento estaba
menguando, incluso mientras estaba allí, tratando de identificar su
fuente. El corazón de Lucas se estaba desacelerando, su miedo y
ansiedad se relajaron.
—Necesita mantener la calma, señor, —dijo Vince en voz baja.
—Hágale saber que está bien y solo intente pensar en
pensamientos calmados y tranquilizadores.
—¿Quién? —Preguntó Lucas, volviéndose hacia Vince en
confusión. —¿Hacerle saber a quién que estoy bien?
—El Sargento Hammond, —respondió Vince como si fuera
obvio. —Está lidiando con algo allá afuera, y le ayudará si le das
una presencia tranquila para que lo ayude.
Lucas volvió a mirar hacia la oscuridad, tratando de buscar más
información, alguna idea de lo que había angustiado a Noah. Tomó
varias respiraciones profundas. No tenía idea de cómo funcionaba
esto, pero lo que Vince dijo tenía sentido. Lucas estabilizó su
respiración e intentó que su ritmo cardíaco disminuyera aún más.
103
Estoy bien. Él lo pensó. Las cosas aquí están bien. Mantente
enfocado, haz tu trabajo y vuelve conmigo.
Inmediatamente, la ansiedad disminuyó. Lucas todavía se sentía
nervioso, agitado, pero no era nada como lo había sido. Esto
también, probablemente pasaría ya que su adrenalina se
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consumió.
No pudo evitar sonreír cuando se vio inundado por una cálida
sensación de alivio y renovada determinación. Lo que sea que
Noah se haya encontrado, ya pasó, y él y su equipo fueron
nuevamente oscar-mike.
—Supongo que todo está bien ahí fuera, —preguntó Vince.
—Se siente de esa manera, —suspiró Lucas. Se volvió hacia
Vince. —¿Cómo sabías que funcionaría?
—No estoy seguro, —dijo Vince con un movimiento de cabeza.
—Creo que lo leí en alguna parte. Noah puede explicarlo. A ver si el
capitán Madison tiene algo que decir al respecto.
—Lo haré, gracias—. Lucas recordó la oferta de ayuda de
Madison y decidió que valía la pena encargarse de él. Estaban
pasando cosas extrañas, y él necesitaba entender.
Lucas decidió intentar dormir. Se subió a su asiento en el
Humvee y logró dormitar, pero se movió al menor sonido o
cualquier transmisión de radio.
Sabía que los equipos regresaban treinta minutos antes de que
llegaran. Le dio una ventaja. En el momento en que Noah llevó a
los dos equipos a sus líneas, Lucas ya tenía el resto del pelotón
reunido y los mapas extendidos en el capó de su Humvee.
Noah asintió sutilmente con la cabeza y el sargento Rodríguez
presentó un breve informe.
—Están escondiendo tres, tal vez cuatro combatientes talibanes,
104
—concluyó.
—¿Cómo puedes estar seguro del número? —Preguntó Lucas.
Rodríguez miró a Noah.
Noah bajó la botella de agua de la que estaba bebiendo.
—Olí al menos esos, señor.
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—Olías... —Lucas comenzó a dudar antes de recordar lo agudos
que eran los sentidos del hombre lobo. —¿Hay alguna manera de
verificar esta información?
—Todos verificamos la información del sargento Hammond,
señor, —intervino el cabo Hubbard. —Hay tres, posiblemente
cuatro firmas de aromas que no coinciden con el resto de las
familias que viven allí.
Los hombres lobo estaban todos de acuerdo. Lucas se dio cuenta
de que nunca obtendría información mejor.
—¿Cómo determinaste que son talibanes y no insurgentes?
—Cualquiera que ingrese desde otra región, por no hablar de
otro país, lleva olores de todo el viaje, —respondió Noah. —
Ninguno de nosotros olió nada que viniera de fuera de Afganistán.
Lucas miró fijamente la expresión inescrutable de Noah.
Después de varios largos momentos, preguntó:
—¿Es realmente tan fácil?
—Para nosotros lo es, señor, —respondió Noah.
—Está bien, traza un plan, —ordenó Lucas. —Quiero ir justo
antes de la primera luz, y nuestro objetivo es la captura vivos y no
víctimas civiles.
Dentro de una hora, tuvieron su estrategia. Era hora de que
Vince y Lucas lo desarmaran, encontraran las debilidades y los
agujeros. Noah entrenó al pelotón a través de apuntalarlo hasta
que estuvo tan sólido como se iba a poner.
—Está bien, caballeros, esto es, —dijo Lucas, metiendo el mapa
105
en su chaleco de armadura. —Estamos oscar-mike5.
—Una palabra, teniente, —dijo Noah, cuando los marines
comenzaron a dirigirse a sus vehículos.
—Ciertamente, sargento—. Lucas se alejó varias yardas de
distancia, tratando de obtener un mínimo de privacidad.
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—Sé que te asusté antes, —dijo Noah, con voz baja y la cabeza
baja hacia el espacio de Lucas. —No quise alarmarte.
Al principio, Lucas no tenía idea de lo que Noah quería decir.
Cuando recordó las emociones inexplicables que lo habían
abrumado antes, comprendió.
—Obviamente, tú manejaste lo que sea que fuera, por lo que
estoy agradecido. Creo que no entender lo que estaba pasando fue
lo peor.
—Pensamos que estábamos a punto de encontrarnos con una
patrulla hostil, —explicó Noah. —Resultó ser nada. Para no
comprender lo que estaba pasando, hiciste un trabajo admirable
para calmarme.
§§§
8
Return to base - Volver a la base
a la de Noah. Esto era asunto de la Manada y Lucas no tenía idea de
qué demonios estaba pasando.
El pelotón se dispersó, dejando solo a los otros shifters. Se
acercaron a Chandler y le quitaron su Kevlar, armadura y M16.
Lucas temía que estuviera a punto de presenciar un castigo;
después de todo, el cabo había mostrado sus garras frente a su
sargento, y lo que es más importante, su alfa.
Para sorpresa de Lucas, Noah se agachó frente a Chandler y le
habló en voz baja.
—Sigue respirando, Eli. A través de tu nariz; por la boca.
152
—Sí, señor—. La voz de Chandler era tensa.
Noah envolvió una mano alrededor de la nuca de Elijah.
—Relájate. Deja que la tensión fluya fuera de ti con cada
exhalación.
—Lo siento, Noah—. Eli sonaba como un niño perdido.
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Lucas estaba desconcertado por lo que estaba presenciando.
Inquieto, sacó su Kevlar y lo puso con su arma. Lo único que Lucas
percibió de Noah fue la preocupación por Elijah. El cabo Chandler.
Quería exigir una explicación.
—Está bien, —calmó Noah, su tono íntimo. —Entiendo. Solo
necesitas calmarte y relajarte. Tu control volverá cuando hagas
eso.
—No pude controlarlo. —Eli dejó escapar un suspiro
tembloroso. —Solo seguí enfadándome cada vez más, y de repente
mis garras quedaron fuera.
Lucas observó que los otros shifters se acomodaban detrás de
Eli, como si prestaran apoyo o posiblemente esperaran órdenes de
Noah. Se sentía confinado, restringido. Lucas se quitó la armadura
y la arrojó al lado de su Kevlar.
—Vamos, siéntate y relájate, —instó Noah. Se sentó en el suelo,
usando la mano aún detrás del cuello de Eli para animarlo a
sentarse a su lado. —Piensa en las cosas que te hacen feliz.
Enfócate en pensamientos agradables.
Lucas empuñó sus manos en sus caderas. Quería que Noah
apartara la mano del cuello de Chandler. En cambio, Noah usó esa
mano para jalar a Chandler más cerca, para alentarlo a sentarse
junto a Noah.
Estaban tocándose en todos los puntos a lo largo de sus cuerpos.
Lucas cambió su peso en agitación. ¿Qué diablos estaba haciendo
153
Noah, tocando a alguien más así? Observó a Noah hablar en voz
baja con Chandler, bajando la cabeza y pasando una mano por la
espalda de Chandler.
Lucas dio dos pasos hacia adelante cuando una furia candente
inundó su sistema. Noah lo miró brevemente, con una expresión
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de advertencia. Eso hizo que Lucas se detuviera. ¿Qué diablos
estaba mal con él?
Eli levantó la cabeza y respiró hondo. Su expresión era serena, y
sus hombros cayeron, como si toda la tensión los hubiera dejado.
—Está bien, estoy bien. Gracias.
—¿Sí? —Preguntó Noah. Él pasó su mano por la parte posterior
de la cabeza de Eli. —Nos pasa a todos al principio. Te sentirás
mejor después de la luna llena.
—Sí, señor, —respondió Chandler con un suspiro.
Lucas cambió su peso de nuevo. Si la crisis había pasado, Noah
bien podría dejar de tocar a Chandler.
—Chicos, —llamó Noah por encima de su hombro. Los otros
hombres lobo cayeron al suelo, rodeando a Eli. Se sentaron,
presionando contra él, hablando en voz baja.
Noah se puso de pie y caminó hacia Lucas. Sus ojos eran
plateados.
Cuando estuvo a su alcance, Lucas agarró el vellón de Noah.
—¿Qué diablos fue tan conmovedor? —Exigió con enojo. Su
cuerpo debería ser el único que tocaron las manos de Noah.
—¿Hay algún lugar privado al que podamos ir, señor? —
Preguntó Noah plácidamente.
—No hasta que respondas la maldita pregunta—. Lucas entró en
el espacio de Noah.
—Lucas, esto es un asunto de la Manada, —dijo Noah en voz
154
baja. —¿Quieres manejar esto a plena vista del batallón?
Lucas retrocedió, sintiéndose abofeteado. Respiró hondo y se dio
cuenta de que algo frío y calmado intentaba abrirse paso por
dentro. Mirando a su alrededor, Lucas vio que estaba muy cerca de
hacer el ridículo. ¿Qué demonios está pasando?
07/2019
—Sígueme, —dijo, guiando a Noah entre dos camiones grandes
y fuera de la vista del batallón.
Lucas empujó a Noah contra el costado de uno de los camiones.
Empujó su cuerpo contra el delgado y duro de Noah. Presionó su
cara al pulso en la garganta de Noah.
—¿Qué diablos estabas haciendo tocando a alguien más?
Cristo. ¿Era esa su voz?
Noah bajó la cremallera de su vellón y tiró de los extremos de su
cuello para separarlos.
—Eli es un joven hombre lobo. Cuanto más se acerca la luna
llena, más difícil es para él detener su cambio.
Lucas inhaló el olor de Noah. Su corazón se desaceleró
ligeramente, y la tensión en sus hombros disminuyó. Las manos de
Noah se apoderaron de sus caderas. Su explicación tenía sentido,
de repente.
—¿Por qué todo el contacto? —Lucas preguntó en un susurro.
Acurrucó los puños en el vellón de Noah y lo mantuvo firme.
—Nos ayuda a calmarnos, —respondió Noah.
Lucas lo sabía. ¿Por qué lo había olvidado?
—Jesús, ¿qué me pasa? —Preguntó, presionando su frente
contra el hombro de Noah.
—Nada, Lucas, —suspiró Noah. —No hay nada malo en ti.
—Esto no es como yo.
—Lo es ahora—. Las manos de Noah soltaron las caderas de
Lucas y la subieron por la espalda.
155
—Algo dentro de mí necesita reclamarte. Necesito dejar una
marca en ti—. Él habló contra la piel caliente del hombro de Noah.
—Sí, lo sé.
Lucas presionó sus labios contra la garganta de Noah y exhaló.
—Por favor, Lucas, hazlo ahora, —rogó Noah.
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Su resistencia se derrumbó. Lucas hundió sus dientes en la
suave carne de la garganta de Noah. Noah gruñó. Él jodidamente
gruñó. Sus manos se acercaron para agarrar la cabeza de Lucas.
Lucas se movió y mordió la clavícula de Noah.
El pecho de Noah se agitaba con cada respiración. Se quedó
rígido, sus manos deslizándose por los brazos de Lucas. Lucas
mordió repetidamente el pecho y la garganta de Noah. Acurrucó
sus manos con más fuerza en el vellón de Noah para que no
pudiera escapar. Las manos de Noah se deslizaron por sus brazos
y acunaron firmemente su cabeza una vez más. Cada vez que tenía
la carne de Noah entre los dientes, Lucas se sentía un poco más
tranquilo. Con cada inhalación del aroma de Noah, el cuerpo de
Lucas se relajó un poco más.
Noah gimió y algo dentro de Lucas hizo clic. ¿Qué diablos estaba
haciendo? No debería importarle si Noah tocó a otro de los
hombres lobo, entonces ¿por qué lo hizo? Cuando Lucas recordó
cómo había empujado a Noah contra el camión y procedió a
morderlo, su rostro se llenó de vergüenza.
Cuando Lucas dio un paso atrás, Noah agarró su vellón y trató de
mantenerlo en su lugar.
—No, Lucas, no te alejes, —dijo Noah desesperadamente.
—Jesús, esto está muy mal, —insistió Lucas, pero no insistió en
separarse de Noah. —¿Qué diablos está mal conmigo?
—Nada. No hay nada malo en ti, —susurró Noah, pasando su
mejilla sobre el cabello de Lucas, con una mano acunando su
156
mejilla. —Simplemente no estás familiarizado con nuestras
maneras.
—Te empujé contra un camión y te mordí—. Lucas trató de
alejarse de nuevo, pero Noah aún lo sujetaba con fuerza. —¿Cómo
puedes ser tan indiferente sobre esto?
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—Eres mi dominante. —Noah acarició el cabello de Lucas. —Si
no quisieras reclamarme, entonces me molestaría.
—No me comporto de esta manera—. Tan tranquilo como
estaba Lucas ahora, los recuerdos de Noah tocando a Eli todavía lo
molestaban, y no podía dejar que nadie lo supiera. —Este no soy
yo.
—Hay una parte de ti que se relaciona con nuestros lobos,
aunque seas humano. Esa es la parte que reaccionó cuando Eli
tuvo problemas para controlar su cambio.
Lucas sabía que Noah solo tenía la mitad de la razón. La parte
humana de él también tenía fuertes opiniones sobre Noah.
—¿Te hice daño?
—Me lastimaste de la manera correcta—. Noah pasó las manos
por los brazos de Lucas.
—Jesús, —siseó Lucas, tratando de apartarse de las garras de
Noah.
—Lucas, —dijo Noah bruscamente, agarrando sus hombros con
dolor.
Su tono hizo que Lucas lo mirara antes de que pudiera pensarlo
mejor. Estaba aturdido cuando la boca de Noah cayó sobre la suya.
La lengua de Noah se introdujo implacablemente en la boca de
Lucas, rozando firmemente contra la suya. A pesar de sí mismo,
Lucas se relajó contra el cuerpo de Noah.
Cuando finalmente rompió el beso, Noah se apartó.
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—Eres mi dominante. Tienes mi consentimiento.
Noah había dicho esto antes. Lucas se dio cuenta de que
significaba algo significativo. Simplemente no entendió qué.
—Está bien, —estuvo de acuerdo con un suspiro tembloroso.
Noah finalmente lo liberó.
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—Tengo que ir a ver cómo está Eli.
—Por supuesto, —Lucas estuvo de acuerdo apresuradamente.
—Ve a ver a tus hombres.
Cuando Noah pasó a su lado, se inclinó y acarició la oreja de
Lucas.
Lucas sabía que debía volver al trabajo, pero se quedó de pie,
sintiéndose conmocionado, preguntándose qué diablos había
pasado. Cuando se sintió de nuevo en el nivel del suelo, Lucas salió
de entre los vehículos. Noah estaba agachado frente a Eli, pero él
no lo tocaba. Todos los marines parecían relajados, e incluso se
reían de algo que había dicho Hubbard.
Lucas recuperó su armadura y su Kevlar. Noah lo vio y le dio una
inclinación de su barbilla en reconocimiento. Lucas se sintió
aliviado de que Noah no pareciera molesto por lo que le habían
hecho.
Guardó el equipo que no necesitaba en ese momento y recorrió
un laberinto de corredores. No fue hasta que localizó al Capitán
Madison, dentro de la estructura que servía de sus cuarteles y sus
oficinas, que Lucas se dio cuenta de que incluso estaba buscando al
otro oficial.
—Teniente, —dijo el capitán incluso antes de que Lucas pudiera
hablar. —Los rumores dicen que uno de tus shifters tuvo un
pequeño problema en el mercado hoy. ¿Todo bien?
Lucas no había pensado que sería tan fácil.
—Sí, señor. Con el hombre lobo en cuestión, todo está bien. El
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sargento Hammond manejó la situación con su competencia típica.
—Me alegra oírlo—. Madison volvió a hojear una pila de papeles.
—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?
Lucas dejó escapar un aliento explosivo.
—En realidad, capitán, no estoy completamente seguro de lo que
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sucedió exactamente. ¿Tienes tiempo para hablar?
—Vamos afuera, —dijo Madison asintiendo con la cabeza.
Condujo a Lucas a través del complejo hasta una pila de cajas de
madera. —¿Entonces qué pasó? ¿Y qué ha logrado decirte
Hammond hasta ahora?
Un viento helado los azotó. Antes de contestar, Lucas se quitó los
guantes y la gorra de servicio de color verde oliva del bolsillo del
pantalón de su uniforme y se los puso. Madison ya usaba sus
guantes y solo necesitaba ponerse la gorra sobre sus orejas.
Lucas explicó los acontecimientos que tuvieron lugar en el
mercado. Describió cómo Noah había tratado con Elías.
—Lo único que el sargento Hammond no ha podido explicar es
que el cabo Chandler es un hombre lobo joven y tiene dificultades
para controlar sus cambios justo antes de la luna llena.
Madison se rió entre dientes.
—La forma en que lo escucho decir, ser un hombre lobo joven es
como la pubertad, muchas hormonas furiosas que están en su peor
momento en el momento de la luna llena. Sus emociones los
superan, y tienen problemas para detener un cambio temprano.
—¿Debería tener eso en cuenta para las listas de tareas, en el
futuro? —Preguntó Lucas, no queriendo que se repitieran los
eventos de esta mañana.
—Eso sería una buena idea, —dijo Madison. —Pregúntale a
Hammond quién más podría tener problemas con la luna llena.
—Sí, señor.
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El capitán resopló.
—Esta conversación no es oficial. Solo estoy tratando de ser de
ayuda. Llámame Tim mientras estamos hablando de hombres lobo.
Lucas sonrió conscientemente.
—Gracias. Realmente aprecio esto.
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Madison le dio una palmada a Lucas en el hombro con firmeza.
—Es en nuestro mejor interés que entiendas con qué estás
tratando y que puedas darles lo que necesitan—. Miró alrededor
del complejo como si buscara a alguien. —Entonces, Noah trajo a
su cachorro de lobo de regreso al complejo. ¿Dime otra vez lo que
viste y escuchaste?
El estómago de Lucas se desplomó. Esperaba que Madison se
hubiera perdido su primer error al usar casi el nombre de pila de
Noah. Al parecer, no había pasado desapercibido. Él transmitió
todo lo que pudo recordar acerca de Noah calmando a Eli,
hablando y tocando. Él dejó de lado su propia reacción extrema a
la situación. No necesitaba un oficial superior para decirle que era
inapropiado. Él ya lo sabía.
—Eso suena bastante bien, —respondió Madison. —Usan el
tacto y el olfato para dar y conseguir consuelo. Ellos sacan fuerza
de ello. Toda la manada es capaz de ayudar a un miembro con
cualquier dificultad emocional que esté experimentando.
Probablemente, Noah le estaba enseñando a calmarse, y el resto de
la manada usaba el tacto y el olfato para mantenerlo tranquilo.
Lucas miró a través del complejo hacia donde Elijah estaba
ayudando a descargar un camión de suministros con la ayuda de
Hubbard. Madison siguió la mirada de Lucas.
—Noah debe haber asignado a Hubbard que se mantenga cerca
de Chandler para ayudarlo a mantener la calma.
—Esa sería mi suposición, —respondió Madison. —Te estás
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poniendo al día.
—En realidad no, —dijo Lucas, girándose para ver al capitán
sonriéndole. Era un poco tranquilizador que alguien tuviera
confianza en él.
—Entonces, ¿cómo te sentiste cuando Noah tuvo que tocar al
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cabo? —Preguntó Madison.
Lucas se obligó a no mirar hacia otro lado.
—Me aparté y observé. No entendía lo que estaba pasando, así
que simplemente me mantuve apartado.
—No te pregunté qué hiciste, Lucas, —dijo Madison con una
sonrisa. —Te pregunté cómo se sentía. Y no trates de decirme 'No
quiso decir nada'. Eres dominante para un Verdadero Alfa. Tenías
opiniones definidas sobre lo que pasó.
Lucas tragó contra su apretada garganta. El capitán hizo que
pareciera que su reacción fue normal y no muy inapropiada.
—Sabía que Noah estaba haciendo lo que tenía que hacer.
Madison se rió entre dientes.
—No es lo que sabías, lo que sentías.
Lucas resopló, dándose cuenta de que no iba a salir de esto.
—Capitán…
—Tim.
—Tim—. Lucas capituló. —Tuve una reacción muy irracional
que seguí con un comportamiento descaradamente inapropiado.
—Sinceramente lo dudo, —Madison sacudió la cabeza
enfáticamente. —Si incluso pensaste en hacer algo que él no
quería que hicieras, Noah es más que capaz de ponerte en tu lugar.
Lucas tuvo que admitir que tenía razón. Suspiró pesadamente.
—Me enojé mucho viendo a Noah tocar a Eli. No tenía sentido.
Después, lo empujé contra un camión y... lo mordí.
—Al igual que un lobo, —reflexionó Madison. —Todos los libros
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dicen que eso es lo que sucedería. Fascinante verlo, en realidad,
resulta ser verdad.
—Entonces, ¿no voy a perder la cabeza? —Lucas preguntó con
incredulidad.
—Jodan a Stanley por dejarte colgando así, —dijo Madison con
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disgusto. —La conexión de Noah con la Manada es a través del
tacto y la esencia. Noah es tu conexión con la Manada, y funciona
de la misma manera. Cuando tuvo que tener contacto físico con un
miembro de la manada, reafirmaste tu dominio de una manera que
tiene sentido para un hombre lobo.
—Lo haces sonar tan simple—. Lucas levantó las manos con
frustración.
Madison le dirigió una mirada indulgente.
—Lo es. Los hombres lobo no son un grupo complicado.
Lucas sintió que alguien lo estaba mirando. Miró a través del
complejo y encontró a Noah escuchando algo que Eli estaba
diciendo, pero mirando directamente a Lucas. El calor se acurrucó
en su vientre cuando el sabor más tenue de la lujuria lo recorrió.
—Noah no se parece a un hombre que fuera aprovechado por
alguien que lo sobrepasa—. La voz de Madison arrastró a Lucas de
nuevo al presente.
—No, no lo hace, ¿verdad? —Respondió, sin apartar la mirada de
la intensa expresión de Noah.
Madison le dio un codazo al brazo de Lucas con el codo para
llamar su atención.
—Nació un hombre lobo, Lucas. Ha tenido mucha práctica
separando a su lobo de su humano. Te acostumbrarás al
pensamiento dual.
162
—Eso espero. —Lucas apretó sus labios en una línea sombría.
—¿Algo más en lo que pueda ayudarte? —Preguntó Madison.
—No, señor... Tim, —se corrigió Lucas rodando los ojos. —
Gracias.
—En cualquier momento—. El capitán Madison le dio una
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palmada en el hombro a Lucas una vez más antes de que se
pusiera de pie y paseara por el complejo.
Lucas buscó al capitán Stanley y revisó la lista de tareas para los
días previos a la carrera de la luna llena. Noah ya había presentado
su plan para la carrera en sí.
Para cuando llegó la luna llena, los nervios estaban desgastados
y los ánimos ardían. Noah pasó mucho tiempo resolviendo peleas.
La animosidad nunca se detuvo. Lucas se topó con frecuencia con
los mismos combatientes, minutos después, riendo juntos como si
nada hubiera pasado.
—Estamos en una zona de combate, —explicó Noah cuando
Lucas preguntó. —Todos están en alerta, la testosterona está
fluyendo y las tensiones son altas. Hace que la agresión de luna
llena sea más intensa. Se disipará después de la carrera.
—No vamos a tener este problema durante todo el despliegue,
¿verdad? —Estaban cruzando el complejo después de entregar
municiones en la armería.
—Todos nos acomodaremos y encontraremos nuestras propias
rutinas, y las cosas mejorarán mucho, —dijo Noah con confianza.
—Bien, —suspiró Lucas, aliviado. —¿Cómo mantienes tu
temperamento bajo control? Estás alrededor de toda la agresión,
rompiendo todas las peleas.
—La agresión no es con lo que estoy luchando este mes, —
respondió Noah con una sonrisa.
163
—¿Con qué estás luchando este mes? —Incluso cuando él
preguntó, Lucas pudo ver la respuesta en la expresión de Noah.
—Cuando pienso en las cosas que quiero hacer contigo, pelear
es lo último que me viene a la mente—. La voz de Noah era grave y
áspera, sugiriendo cosas muy sucias.
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La cara de Lucas se sonrojó y solo en parte por la vergüenza. Las
palabras de Noah le agradaron. Parecía estar bien que la parte más
profunda de él, la parte que se relacionaba con el lobo de Noah,
estaba complacida. Pero Lucas encerró ese lado humano de sí
mismo que necesitaba para mantenerse profesional.
—Hice arreglos para que los hombres lobo tuvieran una
habitación para dormir después de la carrera. Pueden hacer lo que
tienen que hacer sin que el resto del batallón se interponga, —dijo
Lucas.
Miró por encima del alto cuerpo de Noah. Se dio cuenta de que
Noah llevaba solo su camisa de lana y pantalones. A diferencia de
Lucas, él no llevaba guantes ni gorra de servicio. Fue entonces
cuando sintió el calor saliendo de Noah. Ya había descubierto que
los hombres lobo eran más cálidos que los humanos, pero debe
acercarse más a la luna llena.
—Gracias, Señor. Eso mantendrá las peleas al mínimo—. Noah
parecía contento.
—También hay una antesala que he localizado, para que puedas
tener algo de privacidad, —dijo Lucas apresuradamente. Se
mordió el labio inferior para evitar decir demasiado.
La cara de Noah se volvió implacable.
—¿Yo, señor?
—Principalmente para ti, —respondió Lucas a toda prisa. —Para
que la uses como necesites.
Los ojos de Lucas se vieron atraídos por la mano de Noah
164
cuando empujó a un lado su cuello para que pudiera frotar sus
dedos sobre una clara marca de mordida en su clavícula.
—¿Como necesite?
—Joder, Noah, ¿te hice eso? —Lucas se acercó más para poder
ver las evidentes impresiones dentales en la carne de Noah. No se
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había roto la piel, sino solo justo.
Noah sonrió.
—Sí. Es impresionante.
—Cristo. Intentaré ser más cuidadoso la próxima vez. —Lucas se
sonrojó cuando se dio cuenta de lo que había dicho. —Por
supuesto que intentaré asegurarme de que no haya una próxima
vez.
Noah estaba frotando la marca de nuevo.
—Espero que haya una próxima vez. Espero que haya muchas
próximas veces. Me gustaría que hubiera uno igual en el otro
hombro, después de la carrera.
Lucas dejó escapar una carcajada, esa parte oscura de él se
levantó y gruñó con excitación.
—¿Alguien lo ha visto? ¿Ha habido alguna pregunta incómoda
sobre de dónde viene? —Tenía que mantener la conversación en
marcha.
—Oh, lo muestro con orgullo, —declaró Noah. —Es una insignia
de honor. Y no hay duda de dónde vino. Mi dominante me marcó.
Lucas se quitó un guante y extendió la mano para tocar las
hendiduras hechas por sus propios dientes.
—¿Te lastimé?
Noah negó con la cabeza enfáticamente.
—No. —Bajó la cabeza hasta el cuello de Lucas y respiró
165
profundamente. Sus manos recorrieron la espalda de Lucas y su
calidez empujó algo del frío de los huesos de Lucas.
Lucas cerró los ojos y se apoyó en el calor de Noah.
—¿Así que, mañana por la noche?
Noah se apartó un poco.
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—Mañana por la noche.
Lucas reprimió la emoción que le recorría la espalda.
—Será mejor que vayamos a dormir un poco.
Noah soltó a Lucas y dio un paso atrás.
—Ya, ya señor.
Al día siguiente, las tensiones en el puesto eran tan fuertes que
eran palpables. Lucas no podía esperar a que pasara la luna llena
para que las cosas pudieran volver a la normalidad. Noah estaba
sosteniendo a la manada de forma admirable, pero le estaba
pasando factura. Lucas podía sentir la agitación que venía de él
junto con el calor excesivo.
El ocaso no pudo llegar lo suficientemente rápido para Lucas.
Los hombres lobo recogidos en la puerta principal del puesto de
combate. Noah paseaba, apretando y abriendo los puños. Con este
comportamiento inusual, se parecía a un lobo real.
Lucas no tenía una lista preimpresa esta vez. Esta manada era
considerablemente más pequeña, y él escribió sus nombres en el
pequeño cuaderno que guardaba en un bolsillo de su uniforme. Él
era muy consciente de que Noah caminaba detrás de él todo el
tiempo.
Finalmente, Lucas guardó su cuaderno y se volvió hacia Noah.
—¿Ustedes van a estar bien? Todos están tan nerviosos.
Noah se empujó hacia el espacio de Lucas.
—Estamos en territorio hostil. Ninguno de nosotros ha visto
signos u olido rastros de otra manada en cualquier parte del área,
166
pero eso no significa que nuestras actividades no llamarán la
atención de una.
Lucas también se había preocupado por eso.
—¿Es probable que los civiles locales sean una amenaza de
algún tipo?
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—No es probable, pero vamos a evitar todo contacto, en
cualquier caso, —respondió Noah. —Me alegra tenerte de Pie
Sentinel, esta noche.
El calor inundó el cuerpo de Lucas.
—Trata de mantenerte fuera de problemas.
—Ese es el plan—. Noah cambió su peso de un pie a otro.
—¿Qué pasa si te encuentras con un grupo hostil de hombres
lobo? —Lucas finalmente expresó su mayor preocupación.
—Protegeré a mi Manada, —respondió Noah con fiereza.
—Si algo sale mal, —dijo Lucas con urgencia, retorciendo su
puño en el vellón de Noah y acercándolo, —cualquier cosa,
llámame—. Sabía que Noah entendería exactamente lo que quería
decir.
—Lo voy a hacer. Lo prometo. —La cálida mano de Noah se
enroscó alrededor de la muñeca de Lucas contra su pecho.
Lucas cerró lo último de la distancia entre ellos. Envolvió sus
brazos alrededor del pecho de Noah y presionó su cara contra su
cuello. Le dio a Noah el toque que sabía que quería, escuchando
cómo cambiaba su respiración mientras inhalaba el aroma de
Lucas.
Los brazos de Noah lo rodearon, sus manos recorrieron la
espalda de Lucas. Lucas cerró los ojos cuando Noah acunó su
cabeza. Los labios de Noah se deslizaron por su garganta y a lo
largo de su mandíbula. La nariz de Noah presionó contra su sien,
respirando con dificultad. Exhaló pesadamente contra la oreja de
167
Lucas.
Lucas apretó su agarre en el vellón de Noah. Arrastró su mejilla
por el cuello de Noah. Noah gimió. Lucas se frotó las mejillas.
Apretó los labios contra la mandíbula de Noah y se deslizó hacia la
oreja.
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Noah besó el costado del cuello de Lucas. Lucas deseaba poder
oler el olor de Noah en sí mismo, de la misma manera que sabía
que Noah lo olía, después de que se habían separado.
—Me tengo que ir, —susurró Noah.
—Lo sé, —dijo Lucas, abriendo los ojos y retrocediendo a
regañadientes.
—Gracias, —dijo Noah contra la cabeza de Lucas.
Cuando la manada se deslizó por la puerta, Lucas subió a la
improvisada torre de guardia. Fue construida en la parte superior
de la pared compuesta con bolsas de arena y redes de cammie. Dos
marines de la Compañía Echo pasarían la noche manejando un
rifle calibre.50 y observando el paisaje a través de visores ópticos
nocturnos.
Fue un ajuste más apretado que la torre de guardia en el FOB.
Lucas sabía que no dormiría mucho; era demasiado difícil ponerse
cómodo y permanecer fuera del camino de los marines de guardia.
Decidió intentar dormir sentado, abrigándose lo mejor que pudo.
Cerrándose los ojos, Lucas se acercó a esa parte de sí mismo
donde frecuentemente encontraba los pensamientos y
sentimientos de Noah. Sonrió ante la sensación de alivio que
encontró allí. Noah estaba corriendo a campo abierto, con la
manada pisándole los talones. Habían sido unos días tensos, pero
ahora todo estaba bien. Ninguno de los hombres lobo podía oler a
humanos o lobos por millas. Tenían libertad para correr, liberar
esta energía acumulada y sentir la atracción de la luna.
168
Le aseguró a Noah que estaba aquí. Si algo salía mal, estaría aquí
para ayudar. Le hizo saber a Noah que estaba feliz por él, que Noah
se estaba divirtiendo. Con un profundo suspiro, Lucas se dejó
llevar a un sueño ligero.
Sus sueños estaban llenos de una sensación de libertad, el olor a
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nieve, tierra y pelaje mojado.
—Teniente, señor, están entrando, —uno de los marines de
guardia llamó a Lucas y lo despertó.
El cielo era gris oscuro con el más leve toque de rosa. Lucas se
puso de pie, frotándose el sueño con los dedos pulgar e índice.
Bajó la gorra del reloj más abajo sobre sus orejas y se subió los
guantes por las muñecas para protegerse del frío helado del aire
de la mañana.
—Gracias, caballeros, —dijo. —¿Parece que hay algún
problema?
—No, señor, —respondió el que mira a través de su alcance. —
En realidad, se ven como un grupo de cachorros de lucha—. Había
humor en su voz.
Lucas se rió entre dientes.
—Esperemos que todos estén de mejor humor ahora. Hasta el
mes que viene, de todos modos. —Recogió su petate y navegó con
cuidado la escalera. Estaba bajando su equipo y sacando su
cuaderno cuando el primero de la manada se deslizó rápidamente
por la puerta.
Noah entró por la puerta al final, justo como Lucas esperaba. Lo
que no esperaba era que Noah estuviera medio desnudo. Se había
vuelto a poner los pantalones del uniforme junto con sus LPC, pero
no se los había atado. Llevaba su vellón en una mano mientras
empujaba el hombro de otro miembro de la manada, sonriendo
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ampliamente de alegría.
El estómago de Lucas cayó, y sus rodillas se debilitaron al ver el
pecho desnudo de Noah, sus etiquetas de identificación se
balanceaban libremente contra su esternón. Noah era todo
músculo magro, duro y piel bronceada. El aire frío había
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endurecido sus pezones, pero Noah parecía insensible a ello. Una
ola de lujuria golpeó a Lucas tan fuerte que no podía respirar.
La sonrisa de Noah se desvaneció, y se apartó de su manada y se
concentró directamente en Lucas. Sus pantalones colgaban bajo en
sus estrechas caderas mientras cruzaba el recinto. Lucas vio que
los ojos de Noah eran plateados y parecían de lobo, sus fosas
nasales se hinchaban con cada inhalación. Cuando estaba a un
brazo de distancia, Noah dejó caer su vellón en el suelo y envolvió
ambas manos alrededor del pecho de Lucas.
Lucas gruñó cuando la boca de Noah impactó con la suya. El
dolor no era nada; el dolor fue bienvenido. La lengua de Noah se
empujó bruscamente en la suya y la lamió húmeda. El aliento
caliente recorrió la mejilla de Lucas con cada aliento irregular de
Noah. Quería agarrarse de los hombros de Noah y apretar sus
cuerpos, pero su maldita libreta estaba en el camino.
—Noah, tenemos que esperar unos minutos, —jadeó Lucas
contra los labios de Noah. —Tenemos que conseguir a la manada
establecida.
Noah gruñó, pero obedeció, retrocediendo un paso. Lucas estaba
jadeando, y su cerebro le gritaba para que le devolviera las manos
a Noah. Cuando Noah se movió para pararse detrás de él, su
erección presionaba la hendidura del trasero de Lucas, Lucas
podía ver a todos en los alrededores observándolos con atención.
Una parte de él estaba mortificada en la escena que acababan de
hacer. Otra parte de él no le dio una mierda voladora; solo quería
170
agarrar la piel desnuda de Noah. Lucas se recordó que esto era
normal; esto estaba bien. Aún no entendía todo sobre los hombres
lobo, pero el capitán Madison le había dicho que su reacción ante
Noah era normal.
—¡Todos metanse aquí, y verifiquen con el Teniente! —Gritó
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Noah, con voz baja y salvaje.
Se estaba volviendo más fácil; Lucas conocía casi toda la manada
a la vista. A medida que cada hombre pasaba, dio su nombre,
terminó con 'señor' y asintió con respeto. Ninguno de ellos sonrió
ni se mostró decepcionado por la reciente muestra de lujuria en
medio del complejo.
Lucas emitió pedidos a la manada por sus horas diurnas. Les dijo
dónde mover sus petates. Toda la lucha y la jodida se llevaban a
cabo solo en esa habitación. Noah no solo trataría con los
infractores, sino que Lucas agregaría su propio giro a las cosas.
A medida que la manada se alejó colectivamente a seguir sus
órdenes, las manos de Noah agarraron las caderas Lucas
dolorosamente. Sus labios estaban calientes contra la concha de la
oreja de Lucas. Frotó su dura polla de un lado a otro contra el culo
de Lucas.
—¿Dijiste que había un lugar privado para que tú y yo
durmiéramos hoy? —Preguntó con esa voz áspera que hizo que las
tripas de Lucas se apretaran.
—Sí, —dijo Lucas con firmeza. Algo le dijo que necesitaba
controlar a Noah, o Noah iba a terminar de dirigir el espectáculo.
Lucas no estaba seguro de que le gustaran los resultados de eso. Se
apartó de Noah y se volvió para mirarlo. —Recoge tu vellón y mi
petate, y sígueme. —Lucas guardó su cuaderno en el bolsillo de la
pierna de su pantalón.
Noah entró en acción, recogiendo los objetos del suelo. Más
171
rápido de lo que Lucas podía rastrear, Noah estaba sobre él,
tratando de apretar sus bocas, a pesar de la carga en sus brazos.
Lucas envolvió una mano alrededor de la parte posterior del cuello
de Noah y la usó para estabilizarlo. Apretó sus labios, burlándose
de la boca de Noah con su lengua.
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Caminando con cuidado hacia atrás, Lucas condujo a Noah
adentro. La impaciencia de Noah, y la fascinación de Lucas por la
boca de Noah, los hicieron correr contra las paredes y no doblar
las esquinas necesarias. Cuando se encontraron con otros marines
en un estrecho pasillo, Noah aprovechó su ventaja y clavó a Lucas
contra la pared. Su respiración mezclada era ruidosa en el pasillo
mientras se lamían profundamente en la boca del otro. Lucas luchó
para alejarse. Sabía que tenía que meterlos en la antesala antes de
que Noah lo perdiera por completo.
—Lucas, —dijo una voz suave. —Lucas.
Sabía que tenía que concentrarse en esa voz que lo llamaba.
Lucas logró retroceder un poco, pero eso lo dejó jadeando
fuertemente contra la boca húmeda de Noah.
—Lucas, tráelo por aquí —dijo la voz, un poco más firmemente
esta vez. —Vamos, haz que se mueva.
Volviéndose hacia la voz, Lucas reconoció al capitán Madison.
Estaba parado en el cruce de dos corredores, gesticulando hacia el
que Lucas sabía que tenía que ir. En ese momento, Lucas reconoció
al teniente coronel Santos. Se quedó a varios pies de distancia,
impidiendo que un grupo de marines se acercara más.
—Vamos, hijo, —dijo el teniente coronel, asintiendo en dirección
a Madison. —Cuida a tu alfa. Ponlo en movimiento.
Lucas quería mortificarse de que el comandante de su batallón
había presenciado esta exhibición, pero la expresión de Santos no
era más que amabilidad y respeto.
172
—Sólo da un paso en esta dirección, Lucas, —animó Madison. —
Él te seguirá si lo haces.
Lucas dio un paso hacia Madison, y Noah lo siguió, tratando de
mantener sus labios apretados. Lucas usó su mano en el cuello de
Noah para guiarlo. Cuando llegaron a la intersección, Lucas vio que
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Madison también retenía a un par de marines. Juntos, él y el
teniente coronel controlaban el tráfico para que Lucas pudiera
llevar a Noah a su habitación sin incidentes.
En la entrada de la antesala, Vince mantuvo abierta la pesada
lona que Lucas había colgado como una puerta improvisada.
—Solo unos pocos pasos más, Lucas, y lo tendrás adentro.
Una vez que cruzaron el umbral, Vince dejó caer la lona y la
pequeña habitación se hundió en la penumbra.
Noah dejó caer los artículos en sus brazos y golpeó la espalda de
Lucas contra la pared. Sus manos estaban en todas partes en
Lucas. El único lugar donde Lucas quería sus propias manos era
justo sobre la piel desnuda de Noah. Pasó sus palmas por la
espalda de Noah, hundiendo sus dedos en los gruesos músculos de
sus hombros. Se empujó contra el beso de Noah, frotándose las
lenguas.
El pecho de Lucas se agitó con cada respiración furiosa. Pasó su
lengua por el labio superior de Noah justo antes de morder el labio
inferior de Noah.
—Joder, —gruñó Noah. Lamió su camino a lo largo de la
mandíbula de Lucas. —Te necesito en mi contra.
Lucas pasó las manos por el pecho desnudo de Noah, el calor
casi lo quemaba. Las etiquetas de Noah colgaban pesadamente
contra el dorso de las manos de Lucas, sus dedos se enredaron
brevemente en la cadena de cuentas. Las manos de Noah tiraron
del dobladillo del vellón de Lucas, empujándolo sobre su vientre.
173
Nunca había sentido nada como el toque de la piel sobrecalentada
de Noah. El frío del aire fue más pronunciado a raíz del toque de
Noah.
—Demasiado frío, —murmuró Lucas contra la mejilla de Noah.
—No corro tan caliente como tú.
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—Te mantendré caliente, —respondió Noah, insistiendo tirando
de la lana de Lucas.
Lucas estaba indefenso. Levantó los brazos y Noah le cubrió la
cabeza con el vellón. Las placas de identificación de Lucas cayeron
contra su pecho con un suave tintineo metálico. Noah fue fiel a su
palabra, e inmediatamente envolvió sus brazos alrededor de
Lucas, prestando el calor de su cuerpo.
Fue entonces cuando Lucas notó la falta de una marca de
mordida en el hombro de Noah. Levantó una mano y pasó los
dedos por la piel de Noah. Todavía podía sentir algo, donde se
suponía que estaba la marca, pero se había desvanecido en casi
nada.
—Se ha ido, —murmuró Lucas.
—Nos curamos más rápido en forma de lobo, —respondió Noah.
—También aplaca el dolor.
A Lucas no le gustó que Noah estuviera caminando sin marcar.
La ira estalló en su pecho y empujó contra el agarre de Noah. Lucas
levantó sus caderas y giró, empujando la espalda de Noah contra la
pared.
Noah envolvió sus brazos alrededor de Lucas, de nuevo
compartiendo su calor. Inclinó la cabeza hacia atrás, como si se
ofreciera. Lucas atravesó las costillas de Noah con ambas manos.
Sin pensarlo, bajó la cabeza y hundió los dientes en la piel de Noah,
justo debajo de la clavícula.
Lucas sintió que la mordida hacía eco en su propio pecho. Noah
174
gruñó, y sus brazos se apretaron alrededor de Lucas. El aroma de
Noah, el sabor de su piel, abrumó los sentidos de Lucas. Esperaba
un dolor punzante, pero nunca se manifestó. En cambio, el deseo,
el afecto y la profunda satisfacción lo inundaron.
—Oh, mierda, Lucas. —La voz de Noah era baja y áspera. —
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Gracias, gracias, gracias.
Lucas arrancó su boca, y Noah gimió. Se abrió paso a través del
pecho de Noah, deslizando su lengua sobre un parche de piel
caliente justo debajo de su otra clavícula.
—Por favor, Lucas, —rogó Noah.
Lucas mordió con fuerza, resistiendo las ganas de romper la piel.
El alivio y el éxtasis que lo recorrieron le debilitaron las rodillas.
Noah bombeó sus caderas rítmicamente contra Lucas, su polla
dura a través de su uniforme. Lucas sacó la carne de sus dientes y
la lamió suavemente.
Se apartó un poco para admirar su trabajo. Cada una de las
clavículas de Noah estaba decorada con una enojada marca roja.
Lucas sintió el triunfo de Noah. Le alivió saber que no había
lastimado a Noah. No entendía por qué esto significaba tanto para
Noah, pero no se podía negar que estar marcado de esta manera
satisfacía una necesidad profunda y poderosa dentro de él.
—Quiero sentirte—. Las palabras de Noah fueron un poco
confusas.
Lucas miró a la cara de Noah, preocupado. Noah estaba
enrojecido; sus labios rojos y húmedos se separaron mientras
respiraba entrecortadamente. Sus pupilas se abrieron de par en
par con el deseo, casi destruyendo los brillantes iris plateados.
Miró a Lucas con avidez. Lucas se sorprendió cuando una
poderosa ola de necesidad fluyó a través de él. Gran parte era de
175
Noah, pero también parte de Lucas.
—Me tocas, —dijo Lucas contra la boca de Noah. —Me puedes
sentir. Estoy aquí.
—Quiero tocar tu polla y hacerte venir, pero necesitas que te
mantenga caliente—. Noah enfatizó sus palabras con sus caderas
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flexionándose contra las de Lucas.
Lucas lamió una larga tira hasta el cuello de Noah y lo sintió
temblar. Él mordió con fuerza el lóbulo de Noah. Un violento
estremecimiento sacudió el gran cuerpo de Noah, y él gimió. Sus
manos se apretaron en la espalda de Lucas.
—No se trata de venirme. —Presionó su rostro contra la unión
del cuello y el hombro de Noah, sin respirar más que el aroma de
Noah y murmurando a la cadena de sus etiquetas. Lucas alcanzó
entre sus cuerpos y desató la cremallera de Noah.
Le temblaban las manos, y eso hizo a Lucas lento. Buscó a tientas
los cierres hasta que los abrió. La polla de Noah se deslizó con
entusiasmo, yaciendo caliente y pesada en la palma de Lucas.
Apretó el eje con fuerza y lo acarició desde la base hasta la cabeza
aproximadamente, repitiendo el movimiento cuando Noah desató
un gruñido salvaje que emanaba de algún lugar profundo de su
amplio pecho.
—Quiero sentirte, —jadeó Noah, bombeando sus caderas para
que su polla se deslizara rápidamente a través del puño de Lucas.
—Mis manos están sobre ti, —dijo Lucas, extendiendo su mano
libre para sostener el saco de Noah. —Te tengo. Déjate ir.
Noah frunció el ceño y rodó la cabeza contra la pared. Una
imagen fugaz pasó por la mente de Lucas, su propia polla dura
alineada con la de Noah, sus manos acariciándolas hasta
completarlas.
176
La polla de Lucas empujó con fuerza su bragueta en respuesta a
la imagen. Jadeó contra el cuello de Noah, y el olor hizo que su
erección le doliera con más fuerza. Lucas abrió su propia bragueta
y sacó su polla tensa. Noah empujó sus caderas insistentemente
contra Lucas, exigiendo el contacto que deseaba.
07/2019
Alineó sus pollas, de raíz a cabeza. Lucas se retiró un poco y
escupió en su palma varias veces. Extendió el fluido sobre sus
duros ejes. Necesitaban más lubricante.
Lucas levantó su mano a la boca de Noah.
—Escupe, —ordenó.
Noah obedeció una y otra vez hasta que Lucas estuvo satisfecho.
Envolvió sus manos alrededor de ambos y los acarició
rápidamente. La gratitud de Noah era como una cosa física. Las
caderas de Lucas palpitaron por reflejo al sentir su propio agarre.
—Sí, así, —gimió Noah. —Mierda. Así.
Sus brazos permanecieron envueltos alrededor de Lucas. Su
calor aún se filtraba en los huesos de Lucas. Lucas se estremeció,
pero no por el frío, cuando las manos de Noah se deslizaron por su
espalda para tomar su culo. Gimió en la piel resbaladiza por el
sudor de la garganta de Noah.
Lucas comenzó cuando las manos sobrecalentadas de Noah se
deslizaron bajo su ropa y agarraron sus nalgas desnudas. Las
manos de Noah eran tan fuertes como calientes, y apretó
firmemente el culo de Lucas. No hubo incomodidad, solo un
exquisito placer.
La sensación de las manos de Noah sobre su piel desnuda
empujó a Lucas más cerca de su clímax.
—¿Estás cerca? —No quería venirse antes de que Noah
encontrara su propia liberación.
—Sí, —respondió Noah. —Casi allí.
177
Lucas aceleró sus manos en sus pollas. Los acarició a ambos
desde la base hasta la cabeza, manteniendo su agarre apretado. De
alguna manera, en todo el caos, lograron hacer coincidir el ritmo
de sus caderas con las manos de Lucas. El calor se arremolinaba en
su vientre, y los tentáculos de pura sensación serpenteaban por su
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columna.
Una de las manos de Noah dejó el trasero de Lucas por varios
momentos. Cuando volvió, separó las mejillas de Lucas y deslizó
sus dedos en la hendidura.
Lucas sabía lo que venía, y lo quería. Sus manos en sus pollas
vacilaron ligeramente cuando uno de los dedos de Noah lo rompió.
Gimió contra la garganta de Noah cuando el malvado dedo empujó
profundamente y lo estiró un poco.
—Te sientes tan jodidamente bien por dentro, —murmuró
Noah.
El dedo se deslizó y fue reemplazado por dos. La electricidad se
disparó a lo largo de la columna vertebral de Lucas, y presionó su
boca abierta contra el cuello de Noah mientras gritaba. Luchó por
mantener el ritmo de sus manos en sus pollas.
—Ya me voy, Noah, —dijo entre dientes. —¡Mierda! Vente
conmigo. Maldita sea, vente conmigo.
Los dedos de Noah en su culo se deslizaron dentro y fuera al
mismo tiempo que las caricias de Lucas. Los empujó
profundamente y estiró el borde de Lucas cuando los sacó. Era
demasiado, y Lucas sintió que sus bolas se apretaban y se
levantaban.
Él no quería ser el primero en venirse. Lucas quería que Noah se
viniera y buscaría una forma de asegurarse de que lo hiciera.
Cuando un leve indicio del entusiasmo de Noah flotó sobre Lucas,
178
forzó la conexión para que se abriera más. Lucas lo soltó y
comenzó a venirse, arrastrando a Noah al límite con él.
Juntos gritaron y juraron cuando el calor salpicó los dedos de
Lucas y cubrió sus vientres. Una parte de él sabía que podían
escucharse en los pasillos y que era más que obvio lo que estaban
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haciendo. A la mayoría de él no le importaba una mierda. Su
cuerpo se apretó con fuerza mientras su polla salía gruesa, su
semen blanco, su culo agarrado con avidez por los dedos de Noah.
Cuando Lucas los acarició a ambos a través de sus orgasmos, el
cuerpo de Noah se estremeció violentamente. Bombeó sus caderas
mientras su venida cubría el estómago de Lucas. Juntos, hicieron
un jodido desastre, y a Lucas no le importó.
El cuerpo de Noah se rindió primero. Su mano se deslizó libre
del culo de Lucas, y sus rodillas se doblaron. Lucas soltó sus pollas
gastadas y estabilizó a Noah, manchando con su venida aún más
lejos.
—Joder, —suspiró Noah. Tenía los ojos muy cerrados y parecía
cansado y agotado. —Mierda.
—Noah, —dijo Lucas bruscamente. —Mantente despierto el
tiempo suficiente para ayudarme a meterte en la cama.
Noah se envolvió alrededor de Lucas, apoyándose tan
fuertemente en él que Lucas no estaba seguro de poder apoyarlo.
Noah se derrumbó pesadamente sobre el petate tendido en la
habitación.
Cuando Lucas se movió para quitarle las botas a Noah y
recuperar la tina de toallitas húmedas para bebés, Noah se estiró y
le agarró la muñeca con dolor.
—No te vayas, Lucas, —suplicó, luchando para contener el sueño
unos momentos más. —Hoy mismo, no me dejes.
—No voy a ninguna parte, —dijo con dulzura. —Estoy
179
durmiendo aquí mismo hoy. —Pasó una mano por el cabello de
Noah, animándolo a recostarse. —Voy a limpiarnos primero.
Entonces dormiré aquí mismo.
—Me gusta la forma en que hueles, —murmuró Noah justo antes
de que sus ojos se cerraran, y su respiración se equilibrara.
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Lucas deslizó los LPC de Noah de sus pies y luego le quitó los
pantalones. Los limpió con varias toallitas húmedas para bebés
antes de deshacerse de su último uniforme. Lucas agregó las
mantas con que habían hecho su petate la noche anterior. Cuando
se arrastró junto a Noah, dudó que las necesitaran. Noah estaba
emitiendo calor como un horno. Las mantas ya estaban
cómodamente cálidas cuando Lucas se acomodó.
Ahora que el momento estaba aquí, Lucas no tenía idea de cómo
debería ir esto. ¿Debería él evitar tocar a Noah? Lucas disfrutaba
acurrucándose con sus amantes, pero eso no es lo que él y Noah
eran. ¿Qué preferiría Noah?
Lucas se colocó de costado de espaldas a Noah. Respiró hondo
varias veces, pero la tensión en su cuerpo no huiría. Acababa de
resignarse al hecho de que tenía que darse la vuelta y rodearse de
Noah para poder dormir, cuando Noah se puso de lado. El pecho
de Noah estaba hirviendo cuando se presionaba contra la espalda
de Lucas. Noah pasó un brazo por el pecho de Lucas y se apoyó
contra la parte posterior de su cuello.
Noah respiró hondo y Lucas sintió la exhalación sobre su piel.
Cuando Noah se relajó contra Lucas, su propia tensión finalmente
se alivió. Lucas cerró los ojos y no recordó nada más.
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Capítulo Ocho
§§§
07/2019
Dos días después no habían tenido tiempo de hablar. Cuanto
más se acercaban al batallón que se retiraba y la Compañía Fox
tomaba el mando exclusivo de Combat Post Toscano, más agitada
se convertía la vida. Mañana, a las ochocientas horas, estarían
solos con el capitán Stanley al mando. Perdería el acceso a Tim
Madison y todo lo que sabía sobre los hombres lobo. Lucas no
tenía ganas de que fuera mañana por la mañana.
La idea asustó a Lucas casi hasta la muerte.
Esta mañana, sin embargo, todavía tenía trabajo que hacer.
Actualmente, estaba revisando los manifiestos de almacenamiento
con el equipo de marines que había asignado para manejar la
logística de suministro. Todos tenían mucho que dominar y muy
poco tiempo.
—Echo-five-hotel; echo-three-golf.
Lucas se detuvo para monitorear la transmisión de radio. PFC
Grant estaba en servicio de guardia, y el hecho de que estuviera
llamando a Noah en comunicaciones podría significar algo
significativo.
—Ve Echo-five-hotel, —respondió Noah.
La respuesta de Grant fue inmediata.
—Sargento, tengo sonidos provenientes del sureste, y de vez en
cuando, el viento sopla olores extraños desde esa dirección.
La cabeza de Lucas se levantó mientras miraba en dirección al
búnker de guardia. Grant era uno de sus hombres lobo; él había
190
puesto más reservas en el olor y la audición de ese Marine de lo
que lo haría ante la vista de muchos otros.
—¿Hueles algo parecido a lo humano, soldado? —Preguntó
Noah.
—Afirmativo, señor. Y algo de combustible.
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Lucas tecleó su micrófono.
—Todos los puestos de guardia; Fox-two, mantengan sus
cabezas girando. Posible actividad enemiga hacia el sureste.
Vio a Noah salir del edificio de comando trotando.
—¿Alguna señal de movimiento, Grant? —Preguntó mientras se
dirigía al búnker en cuestión.
—No es que ninguno de nosotros pueda ver a través de la óptica,
—respondió Grant. Le habían asignado de guardia con Catinella.
Lucas y su compañero comandante de pelotón comenzaron
después de que Noah retrocedió. En todo el complejo, los marines
estaban en movimiento, preparándose para luchar, si eso era lo
que se avecinaba.
—Fox-two; Echo-five-hotel, —Noah lo llamó.
—Adelante, sargento, —respondió.
—Permiso para enviar al cabo Hubbard al búnker de guardia,
hacer que cambie y ver qué puede sentir en forma de lobo, —
preguntó Noah.
A Lucas le gustó esa idea. Podían utilizar sentidos de lobo y aún
mantener a dos Infantes de Marina en forma humana en el búnker.
Antes de que pudiera contestar, una fuerte conmoción sacudió el
Puesto de Combate. Corrió a esconderse detrás de un gran camión
de armas.
—Tenemos fuego de cohetes, —dijo Grant por comunicaciones.
Lucas sabía que los cohetes iban a ser acompañados por
191
disparos de armas pequeñas, y también había posibilidades de
morteros. Esperaba que el capitán Stanley comenzara a emitir
órdenes. Fox Company no tomó el mando del cargo hasta el día
siguiente, pero Stanley era el Oficial del Día.
A su alrededor, los Infantes de Marina luchaban en posiciones de
07/2019
combate a lo largo del muro perimetral del poste. Lucas sabía que
necesitaban manejar sus armas pesadas y devolver el fuego. Eso
implicaba emitir órdenes a los marines que no estaban bajo su
mando directo. Stanley, o alguien, necesitaba comenzar a
coordinar esfuerzos y emitir órdenes, ahora mismo, carajo.
—Fox-two, —la voz de Noah llegó por la radio.
—Sargento Hammond, ponga a algunos de nuestros hombres en
los Mark-19 y devuelva el fuego, —ordenó Lucas. Que era un tanto
de lo que él tenía la autoridad para hacer.
—Roger.
A su alrededor, los M16 comenzaron a charlar cuando los
marines se enfrentaron al enemigo.
—¿Tenemos los ojos puestos, ya? —Lucas preguntó a los ciegos.
Dos explosiones más golpearon la pared sureste, lanzando
escombros al aire.
—Afirmativo, señor, —respondió Grant. —Puedo ver el área
general desde donde se disparan los cohetes.
Necesitaban lanzar un asalto. ¿Dónde diablos estaba Stanley?
Madison apareció a su lado de repente, deslizándose hasta
detenerse detrás del gran neumático del camión.
—¿Dónde diablos está el comandante de tu compañía? —Exigió.
—Joder, si lo sé, —gritó Lucas por otra explosión.
—Si no va a hacer su trabajo, el teniente coronel Santos tiene
que intensificar—. Madison echó un vistazo alrededor del
neumático.
192
—¡Estamos bajo ataque! ¡Estamos recibiendo mucho fuego
desde todas las direcciones! —El pánico de la transmisión del
capitán Stanley los interrumpió. —¡Necesitamos llamar a un
ataque aéreo!
—¿Está hablando en serio? —Preguntó Madison con
07/2019
incredulidad. —Estamos tomando fuego a lo largo de la pared
sureste, y no he escuchado una sola llamada para un médico. ¿Lo
tienes?
—No, —respondió Lucas enfáticamente. —¿En qué batalla está
él?
—¡Nadie mejor deja que llame al aire! —Madison gritó por
encima de los sonidos del caos.
—Fox-two; Echo-five-hotel. —La voz de Noah era
sorprendentemente tranquila.
—Ve por Fox-two—. Lucas no sentía ningún miedo o ansiedad
por parte de Noah. Esperaba que fuera porque Noah no estaba
demasiado preocupado por su situación. Extendió la mano para
ver lo que podía sentir.
—Permiso para que Hubbard y yo cambiemos y recopilemos
información para ayudar a cubrir los MK-19.
Lo único que Lucas estaba recogiendo de Noah fue la
determinación calculada.
—Usted se retira, sargento, —respondió Lucas. —Envía a Grant
con Hubbard ya que Chandler está clasificado en el MK-19—. La
molestia estalló fuertemente en la conexión con Noah.
—Con el debido respeto, señor, Grant es joven e inexperto—. A
pesar de sus sentimientos, el tono de Noah fue calmado y
respetuoso.
—El Alfa es necesario para proporcionar liderazgo, Sargento
Hammond, usted tiene que interpretar lo que sienten sus hombres
193
lobo, —dijo Lucas. —No te arriesgues innecesariamente.
Hubo una larga pausa. Lucas podía sentir la molestia de Noah
disminuir.
—Entendido.
—¿Van los lobos a dejar el complejo? —Preguntó Tim.
07/2019
Lucas casi había olvidado que estaba allí. Él le transmitió la
pregunta a Noah.
—No en este momento, señor, —respondió. —Te aconsejaré si
es necesario.
Apenas terminó la transmisión, cuando los aullidos de dos lobos
vinieron desde el lado este del complejo. Piel de gallina se levantó
sobre la piel de Lucas.
—Eso nunca deja de ser algo impresionante, —dijo Tim. Lucas
miró para verlo sonriendo.
Lucas se giró para poder ver el muro este del poste. Solo podía
distinguir al enorme lobo gris y su atigrado compañero. Trotaron
entre los Infantes de Marina que devolvían el fuego al enemigo
invisible.
Noah emitió órdenes rápidas y precisas sobre las
comunicaciones. Las armas pesadas comenzaron a disparar en
coordinación unas con otras. Casi de inmediato, la tasa de disparos
de cohetes disminuyó.
—¡Lucas, ahí estás! —El capitán Stanley de repente se arrodilló
junto a Lucas y Tim. —Pensé que te habían matado.
Lucas evitó la molestia y disparó justo para enojarse. Aunque
tenía que mantener la calma.
—No sé por qué habría pensado eso, capitán. No hemos sufrido
bajas.
—Estamos bajo asedio, —continuó Stanley, con los ojos muy
abiertos y salvajes. —Nos vienen de todos lados.
194
—Vienen a nosotros desde el muro este, señor, —lo corrigió
Lucas plácidamente.
—Nos vamos a morir. Todos nosotros. Tienes que hacer algo. —
El capitán estaba histérico. No había otra palabra para ello.
—Lo estamos, señor—. Lucas miró a Tim, que observaba a
07/2019
Stanley con los ojos entornados. —Mis hombres están subiendo a
los MK-19 para eliminar las posiciones enemigas—. El
lanzamiento de cohetes siguió cayendo mientras hablaban.
—Tienes que enviar a la manada, —exigió Stanley.
Lucas se congeló, un escalofrío recorrió su espalda. Fue
reemplazado rápidamente por la ira, ardiendo de blanco con su
calor. La ira de Noah se sumó a la mezcla, al igual que su alarma
ante la repentina emoción de Lucas. Lucas cerró el enlace. Él podía
manejar al capitán, y Noah no necesitaba ser distraído por esta
locura.
—No, señor. Eso no es necesario, —respondió Lucas con calma.
—Hay dos hombres lobo reuniendo información, y eso es todo lo
que necesitamos.
—Vamos a morir, —insistió Stanley. —Tienes que ordenarle a
Hammond que llame a la manada como la última vez. Tienes que
hacer que paren esto.
La rabia golpeó a Lucas, y él apretó la mandíbula, luchando por
no volverse insubordinado.
—Con el debido respeto, señor, no es así como funciona. No voy
a abusar de su confianza en mí, la confianza del Verdadero Alfa en
mí, al emitir una orden tan inútil.
—Teniente Young, vamos a ver cómo están sus lobos, —dijo
Tim, levantándose y agarrando el brazo de Lucas. —El fuego de
195
cohetes se ha detenido. Deberíamos comprobar su estado.
Mientras Tim lo arrastraba hacia el muro este, Lucas se sintió
aliviado.
—Gracias por eso—. Podían escuchar a Stanley detrás de ellos,
gritando de manera ininteligible.
07/2019
—Ha perdido la cabeza, —murmuró Tim.
Sin previo aviso, Noah estaba parado directamente frente a ellos,
su expresión enojada y preocupada.
—Sargento Hammond. ¿Qué pasa? —Preguntó Lucas.
—Dímelo. —Los ojos de Noah se dirigieron brevemente a
Madison antes de regresar a Lucas. —Señor. —Añadió como una
ocurrencia tardía.
—Nada de lo que debas preocuparte. Tenemos que detener este
lanzamiento de cohetes, sargento, —respondió Lucas.
—Si te preocupa, me preocupa, —dijo Noah, sin inmutarse por
completo.
—Una vez que detengamos ese fuego enemigo, todo estará bien,
—le aseguró Lucas.
En ese momento, Chandler dejó escapar un fuerte grito de
triunfo. Rápidamente, los que lo rodeaban se unieron. La
celebración se extendió por el recinto. Desde el muro oriental, los
fuertes aullidos de los dos hombres lobo contaron el final de la
historia.
Todos los sonidos de combate cesaron.
—Los combatientes enemigos se neutralizaron con éxito,
teniente Young, —dijo Noah, sin expresión.
—Fan-jodido-tástico, sargento, —dijo el capitán Madison,
golpeando el hombro de Noah. —Lucas, verificas a tus hombres y
comienzas tu interrogatorio. Sacaré a uno de mis pelotones y
reconoceré el área.
196
—Gracias, Capitán—. Lucas asintió agradecido.
—¿Qué demonios estaba pasando antes? —Noah exigió cuando
Tim se había ido corriendo.
—Alguien me estaba poniendo de nervios, eso es todo—. Lucas
lo tranquilizó. —No estaba en peligro.
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—Eso no es lo que se sentía—. Los ojos de Noah eran azul
pálido, casi plateados, y parpadeaban peligrosamente.
—Déjalo ir, sargento, —ordenó Lucas, necesitando que Noah lo
dejara caer antes de que se le saliera de las manos.
Noah parecía querer discutir, pero la orden de Lucas fue
suficiente. Él se retiró.
Lucas se sobresaltó por dos lobos gigantes cuando pasaron a
toda velocidad. Sus grandes patas emitían sonidos atronadores en
la dura tierra. Como uno, dieron una vuelta, esta vez saltando a un
ritmo casual. Sus ojos brillaban de placer, y sus lenguas salían de
los lados de sus bocas. Lucas lo observó fascinado mientras lo
rodeaban a él y Noah varias veces antes de sentarse. Los lobos
tomaron posición, uno a cada lado de Noah y él, equidistantes.
Los lobos eran enormes. Noah era mucho más grande que
cualquiera de ellos, pero aún eran enormes.
—¿Y ahora qué? —Lucas le preguntó a Noah.
—Han completado su misión, así que solo necesitan que se les
diga que se les permite regresar, —respondió Noah. —Ambos son
jóvenes, y con la adrenalina en sus sistemas, no podrán cambiar de
inmediato.
—¿Nos pueden entender en forma de lobo? —Preguntó Lucas.
—Absolutamente—. Noah lo miró como si la respuesta hubiera
sido obvia.
—Buen trabajo, caballeros, —les dijo Lucas a los lobos. Le
divertía que ambos lo miraran directamente, con los oídos hacia
197
delante. Si era posible que los lobos se vieran complacidos con
ellos mismos, estos dos lo hicieron.
—Ordéneles que cambien de vuelta, señor, —dijo Noah.
Lucas levantó las cejas sorprendido.
—¿Yo?
07/2019
Noah sonrió.
—¿Por qué no?
Mirando de lobo a lobo, Lucas dijo:
—Su misión está completa, caballeros. Es hora de cambiar.
Los dos hombres lobo se fueron corriendo en la dirección de
donde habían venido.
—Todavía tardarán varios minutos en calmarse, pero deben
estar cerca de sus uniformes cuando finalmente cambien, —
explicó Noah.
Lucas se rió entre dientes.
—Eso tiene sentido. —Suspiró pesadamente. —Está bien,
sargento, vamos a rodear el pelotón y hacer un informe. Quiero
que todos los informes de acción estén listos después de la
mañana.
—Sí, señor—. Noah giró sobre sus talones y abrió el camino.
Lucas miró por encima del hombro. Stanley no estaba a la vista.
Esperaba que los eventos de antes fueran olvidados por mucho
tiempo en el placer de su victoria en combate.
198
07/2019
Capítulo Nueve
10
El Bell UH-1Y Venom (también llamado Super Huey) es un helicóptero utilitario de
tamaño mediano y doble motor, construido por Bell Helicopter bajo el programa de
actualización H-1 del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. Uno de los últimos
miembros de la numerosa familia Huey, el UH-1Y también se llama "Yankee", basado en la
pronunciación del alfabeto fonético de la OTAN de su variante letra.
campo detrás de ellos, a varios cientos de metros de distancia. Se
puso de pie y comenzó a caminar hacia los helicópteros.
Echando un vistazo, Lucas vio que tanto Vince como Noah salían
para reunirse con él. Ahora que las cosas se estaban calmando,
podía sentir la confusión de Noah. Su expresión era tan plácida
como siempre, pero no era capaz de enmascarar la ansiedad que
sentía. Noah no lo miraba, pero cuando se acercó, Lucas pudo ver
que sus ojos pertenecían a un lobo y estaban brillando plateados.
El jefe de equipo de uno de los helicópteros salió para
saludarlos. Le habló directamente a Lucas, pero sus ojos se
216
lanzaron repetidamente hacia Noah. Lucas se preguntó cuánta
exposición a los hombres lobo tenía el jefe. Por otra parte, incluso
Lucas estaba ligeramente desconcertado por el ritmo agitado de
Noah.
—Tenemos doce literas, teniente. ¿Cuántos heridos tienes? —
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Preguntó el Jefe.
—Cinco heridos, seis muertos, —respondió Lucas.
—Podemos tomarlos todos por usted, señor, —dijo el Jefe, sus
ojos nuevamente siguieron a Noah mientras caminaba
directamente detrás de Lucas.
Cuando Lucas se dirigió hacia su Humvee, llamó por radio a HM3
Evans para coordinar la carga de los Yankees. Noah estaba en sus
seis, la ansiedad y la agitación casi palpables. Lucas mantuvo su
respiración firme, silenciosamente diciéndole a Noah que todo
estaba bien, que estaba bien, que había terminado.
Noah pareció calmarse un poco, pero se negó a dejar a Lucas.
Los otros hombres lobo obviamente estaban manteniendo su
distancia. Lucas trató de no dejar que eso le preocupara. Tenía que
confiar en que Noah no iba a darle ningún problema.
Cuando los Yankees despegaron con todas sus bajas, el pelotón
de Barbosa, Golf-tres, se recuperó de su posición. Lucas retrocedió
y observó, a Noah un cifrado silencioso en su espalda, mientras los
Infantes de Marina frescos empujaban a los Humvees en ruinas
fuera de la carretera y los retiraban.
Noah caminó con Lucas todo el camino de regreso a su Humvee,
cerrando la puerta cuando Lucas estaba sentado. Sin una palabra,
Noah se volvió y regresó a su propio ranger.
A su lado, el cabo Hubbard lanzó un audible suspiro de alivio.
—¿Hay algo que deba saber sobre el sargento Hammond? —
217
Preguntó Lucas.
—Solo está teniendo problemas para controlar a su lobo, —
respondió Hubbard. —Él se ha levantado del combate, además de
estar preocupado por la seguridad de su dominante.
Probablemente tiene más adrenalina que sangre en su sistema, en
07/2019
este momento.
—¿Cómo suelen lidiar con eso? —Si Hubbard estaba dispuesto a
hablar, Lucas iba a calmar su curiosidad.
—Cambian y van a correr, señor. —Hubbard respondió mientras
encendía el Humvee. —Ya que esa no es una opción en este
momento, solo necesita tener algún contacto con su dominante.
—Lo que tampoco es una opción en este momento, —señaló
Lucas.
El convoy rodó en Combat Post Barbosa. Lucas inmediatamente
salió del Humvee. Se despojó de su Kevlar y su armadura y luego
recuperó el teléfono satelital de debajo de su asiento.
Lucas se abrió camino a través de los Humvees, verificando que
el resto de sus hombres estaban ilesos y que estaban haciendo
todo lo bien que se podía esperar bajo las circunstancias. El plan
era reabastecerse de combustible aquí en Barbosa para el viaje de
regreso a Toscano.
Satisfecho de que su pelotón estuviera de vuelta en la carretera
en poco tiempo, Lucas encontró un lugar tranquilo en el otro lado
de un camión de armas cubierto de lona, donde la mayor parte del
ruido en el complejo estaba bloqueado. Vince lo siguió, la
preocupación claramente grabada en sus rasgos.
—Estoy bien, artillero, —dijo.
—Estás cuidando a los marines y los hombres lobo, Teniente, —
respondió Vince. —Alguien tiene que cuidar de ti.
218
Levantó su teléfono satelital.
—Sólo voy a llamar al capitán Madison, a darle la situación
actual y ver si tiene información sobre nuestros heridos.
Lucas marcó el teléfono que fue contestado rápidamente en el
otro extremo. Lucas imaginó que Madison había estado esperando
07/2019
la llamada.
—¿Cómo te sientes, Lucas? —Tim preguntó.
—Estoy genial, ahora que el tiroteo ha terminado, —confesó.
Madison se rió entre dientes.
—¿Cuál es tu actual veinte?
—Estamos reabasteciéndonos de combustible en Barbosa, y
luego seremos RTB. ¿Alguna noticia sobre los hombres que
evacuamos? —Preguntó Lucas.
—Todos están a bordo de un barco hospital en el Golfo y
deberían recuperarse, —respondió Tim. —No todos volverán al
servicio activo, pero deberían vivir.
—Eso es bueno, señor. —Lucas se recostó contra el camión y
cerró los ojos, repentinamente cansado. —Voy a escribir cartas de
condolencia a las familias de los hombres que no vinieron cuando
regrese.
—Puedo hacer eso, Lucas, —dijo Tim.
—No, el convoy estaba bajo mi mando. Es mi responsabilidad—.
Lucas no eludiría este deber, no importa lo difícil que fuera.
Tim suspiró.
—De acuerdo, alimenta a tus Humvees y lleva a tus hombres a
casa, Lucas. Dejaremos una luz encendida y mantendremos
caliente la comida.
Lucas terminó la llamada, suspiró pesadamente y apoyó la
cabeza contra el camión detrás de él. Fue entonces cuando vio a
Noah. Él, también, había derramado su Kevlar y su armadura. Se
219
paró varios metros detrás de Vince, mirando a Lucas con ojos de
lobo plateados, con las manos fuertemente apretadas a los
costados.
Vince siguió la mirada de Lucas. Cuando vio a Noah,
visiblemente agitado, se volvió para mirarlo, poniéndose entre
07/2019
Noah y Lucas. Admiraba las pelotas y la lealtad de Vince, pero no
era rival para Noah.
—¿Puedo hablar con usted, teniente? —Noah pronunció
cuidadosamente cada palabra, su voz sonó peligrosa y grave. Algo
sobre la forma en que estaba hablando era un poco extraño.
La excitación se disparó a través de Lucas cuando se dio cuenta
de la causa. Los colmillos de Noah se mostraban.
Vince también los vio. Dio un paso en dirección a Noah.
—Usted necesita retirarse, sargento, —ordenó.
Con los ojos sin dejar a Lucas, los labios de Noah se curvaron en
un gruñido, un gruñido bajo que emanaba de su garganta.
—Lucas, —dijo en voz baja, pero con firmeza.
—Está bien, Vince, —dijo Lucas, sosteniendo la mirada de Noah.
—Nunca estoy en peligro por el sargento Hammond. Esto es un
negocio de Manada, no un negocio del Cuerpo. Danos un minuto,
por favor.
Vince vaciló.
—¿Estás seguro, Lucas?
Lucas lo estaba.
—Absolutamente. Esa es una reacción de estrés de combate. Yo
no soy la causa; soy la solución.
El marco entero de Vince se relajó cuando la realización le llegó.
—¿Debo hacer interferencias para que tengas algo de
privacidad?
220
Él asintió.
—Por favor. Los shifters no deberían acercarse a esta área, así
que solo a los humanos deberan cuidarse.
Cuando Vince se volvió para irse, Lucas le entregó el teléfono
satelital. En el momento en que Vince se perdió de vista, Noah se
07/2019
abalanzó.
Moviéndose casi demasiado rápido para que Lucas lo viera,
Noah golpeó su cuerpo contra el de Lucas, presionándolo con
fuerza contra el costado del camión. Las muñecas de Lucas estaban
atrapadas sobre su cabeza en un agarre de hierro. Noah las
sostuvo allí con una mano grande, mientras que él usó la otra para
alcanzar la lana de Lucas.
Lucas se sacudió como si hubiera estado sorprendido. La mano
de Noah estaba caliente y áspera, ya que le rozó las costillas hasta
el pecho. Noah enterró su cara en el lado del cuello de Lucas, su
aliento se llenó de jadeos calientes contra la piel de Lucas. La polla
de Lucas ya estaba completamente dura, empujando contra la
parte delantera de sus pantalones. Se obligó a relajarse, a
mantener sus caderas inmóviles, a pesar de querer chocar contra
la cadera de Noah. Instintivamente, sabía que se trataba de
consuelo y no de sexo para Noah.
Lucas disfrutó la sensación de la mano de Noah recorriendo la
piel de su vientre y espalda. Mantuvo su cabeza inclinada hacia
atrás, mostrando su garganta a Noah, mostrando tanto su
confianza como su comprensión.
Un estremecimiento sacudió a Lucas cuando Noah lamió la
longitud de su cuello con la parte plana de su lengua. Los dientes
de Noah rozaron el punto del pulso en la garganta de Lucas. La
polla de Lucas se contrajo violentamente de miedo y excitación al
221
sentir los afilados colmillos de Noah contra su carne vulnerable.
—¿Por qué diablos te pusiste en peligro? —Noah gruñó
mientras mordía la mandíbula de Lucas. —¿Por qué no enviaste a
Chandler con Hubbard?
Noah se movió para poder acariciar el lado opuesto del cuello de
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Lucas. Presionó su nariz detrás de la oreja de Lucas e inhaló
profundamente. Su aliento estaba caliente contra la concha de la
oreja de Lucas cuando exhaló.
—Podría saborear tu miedo en mi lengua, —susurró Noah,
arrastrando sus colmillos por la garganta de Lucas. —Tenías
miedo por tus hombres, pero también por ti mismo. Tu enfoque y
determinación eran como el acero. Eran todo lo que me impedía
moverme y correr para encontrarte.
Se había esforzado tanto para proteger a Noah de todo eso,
sabiendo que tenía sus propias tareas y sus propias emociones con
las que lidiar. Su corazón se hundió al saber que había fallado tan
miserablemente.
—Joder, desearía que pudiéramos bloquearnos uno al otro en
ese momento, pero los sentimientos son demasiado fuertes—. Las
palabras de Noah respondieron a la pregunta tácita de Lucas. —No
tienes idea de lo aliviado que estoy de que hayas pasado por eso,
está bien.
—Yo también me preocupé por ti, —Lucas se ahogaba.
Noah abrió la boca y apretó los dientes contra el tendón en el
cuello de Lucas. Lucas sabía que debería estar asustado como el
infierno. Un Verdadero Alfa hombre lobo demasiado forjado tenía
cuatro colmillos contra la carne vulnerable de su garganta, capaz
de destrozarlo sin ningún esfuerzo, y Lucas estaba jodidamente
excitado.
—Me encanta cómo hueles—. Noah respiró contra la oreja de
222
Lucas. —Me encanta cómo tu miedo se mezcla con tu excitación
cuando estoy cerca. Me encanta cómo vence tu excitación, y tu
aroma me rodea y me llena. —Los dientes de Noah se apoyaron
contra la garganta de Lucas de nuevo.
Lucas atrapó el final de un pensamiento. No es un pensamiento,
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en realidad, tanto como una emoción, una necesidad. Noah
necesitaba reclamarlo. Noah necesitaba tranquilizarse a sí mismo
de que Lucas estaba ileso y aún vivía, respirando a su Dominante.
Noah dolió con el dolor de la necesidad de marcar a Lucas.
No había nada que temer. Lucas sabía que, a pesar de la agudeza
de los colmillos de Noah y la fuerza de sus mandíbulas, no corría
ningún peligro. Noah moriría en lugar de lastimarlo. Lucas dudó
solo porque estaría marcado para que todo el mundo lo viera.
Pasaría los siguientes días con marcas de mordidas en el cuello y la
garganta.
A la mierda. El Cuerpo de Marines sabía que era Dominante para
un Verdadero Alfa hombre lobo, no había secretos aquí. Este era el
comportamiento normal de la Manada. A pesar de que era
humano, Lucas ahora era parte de la manada de Noah.
—Hazlo, —dijo, apenas por encima de un susurro. —Márcame,
Noah. Sigue. Lo necesitas.
Con un gruñido salvaje, Noah mordió el cuello de Lucas. Sus
dientes eran duros y afilados. Lucas gimió e inclinó la cabeza para
darle a Noah todo el acceso que necesitaba.
De repente, las manos de Lucas quedaron libres. Ambas de las de
Noah estaban debajo de su vellón, corriendo sobre su pecho y
estómago. El cuello y la garganta de Lucas picaron en los lugares
donde Noah lo mordió. Nunca fue lo suficientemente duro como
para romper la piel, pero fue suficiente para dejar marcas que
223
perduraran.
Las manos de Noah se detuvieron, y él levantó la cabeza de la
garganta de Lucas. El pecho de Lucas se agitó con cada respiración
entrecortada. Noah apretó sus frentes, su propia respiración
pesada se mezclaba con la de Lucas. Lucas se mantuvo muy quieto,
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luchando por no empujar sus caderas contra Noah. Esto no era
sobre sus necesidades.
Los ojos de Noah estaban cerrados. Lucas deseó haberlos
abierto; deseaba poder ver si finalmente eran azules de nuevo.
Deseaba poder decir lo que Noah estaba pensando. Lucas se
recordó a sí mismo que no podía dejar que eso importara.
—Nunca más, —susurró Noah.
—¿Qué? —Lucas luchó por entender.
—Nunca más vamos a viajar con tanta distancia entre
nosotros—. Noah se apartó y finalmente abrió los ojos. Eran de
color azul brillante. —Somos más fuertes juntos. Estamos más
seguros cuando estamos juntos.
Lucas casi no podía oírlo a través de la oleada de sangre en sus
oídos. Él entendió de manera innata precisamente lo que Noah
quería decir.
—De acuerdo. —La voz de Lucas sonaba cruda para sus propios
oídos.
Jadeó sorprendido cuando la boca de Noah se posó sobre la suya.
Noah se aprovechó, y pasó la lengua por los labios separados de
Lucas. El beso fue lento y cariñoso, tan diferente de los
desesperados que Lucas siempre parecía iniciar.
Sus labios se separaron con un sonido suave y húmedo.
—¿Por qué hiciste eso? —Lucas se sorprendió a sí mismo con
esa pregunta.
—¿Qué? ¿Besarte? —Noah parecía desconcertado.
224
—Pensé que los hombres lobo no se besaban.
—Nosotros no. Pero no eres un hombre lobo. Te gusta besar.
Lucas respiró hondo y luchó por calmar su voz.
—Necesitamos RTB.
Noah retrocedió, y Lucas se sintió helado.
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—Redondearé el pelotón para que podamos retirarnos.
Después de que Noah se fue, Lucas todavía sintió la picadura de
las mordidas en su cuello. Se metió en el viento helado, girando su
cara hacia él, esperando que el frío le quitara la erección.
Sería un largo viaje de regreso a la base.
Capítulo Once
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Capítulo Doce
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Capítulo Trece
§§§
Distrito de Shahrak,
Provincia de Ghowr, Afganistán
§§§
314
Cuando regresó, Noah estaba solo en la habitación, durmiendo
tranquilamente. Lucas se sentó en la silla junto a su cama. Tomó la
mano de Noah entre las suyas. Llegó a esa parte de su mente
donde se había acostumbrado a la residencia de Noah, pero allí no
había nada. Noah todavía estaba profundamente dormido.
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Lucas comenzó a hablar. Le dijo a Noah que el artillero había
tenido éxito en la misión, a pesar de que los dos habían sido
evacuados. Transmitió los deseos de la Manada por correo
electrónico para una rápida recuperación. Le contó a Noah sobre el
correo electrónico del capitán Madison. Le dijo a Noah que se
despertara para que su médico pudiera despejarlo y que él pudiera
apurarse y sanar.
Sabía que tendría que contarle todo a Noah de nuevo cuando
despertara, pero Lucas no podía pensar en otra cosa que decir.
Mantener su mente en estos temas seguros evitó que Lucas
reviviera su miedo. Le impidió darse cuenta de lo frágil e indefenso
que parecía Noah ahora y de cómo Lucas perdió la intensidad y la
vitalidad que había llegado a asociar con Noah.
Lucas sintió la presencia de Noah antes de mostrar signos
externos de agitación. Se acercó más a la cabecera de la cama y
pasó una mano por el pelo peinado de Noah.
—Sé que estás allí, —dijo en voz baja. —Toma tu tiempo. Estoy
aquí.
La mano de Lucas estaba fuertemente agarrada en la de Noah; al
mismo tiempo, Noah respiró hondo y sus párpados se agitaron.
Observó a Noah regresar lentamente a la conciencia, la confusión y
la ansiedad dando paso al reconocimiento y al alivio.
—¿Estoy bien? —Preguntó Noah con voz áspera por falta de uso.
315
—Dicen que estás bien, —respondió Lucas. —Si las reparaciones
se prolongan para el día siguiente, te dejarán subir a cubierta para
cambiar.
—Tengo sed, —murmuró Noah.
Lucas alcanzó el botón de llamada.
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—Hagamos que alguien te mire, ahora que estás despierto.
Chávez apareció, cargando un gran vaso de plástico que ella
reservó.
—Bienvenido de nuevo, sargento, —saludó con una sonrisa. —El
doctor Matsuno estará aquí en unos minutos. ¿Cómo está tu dolor?
—No puedo sentir mi lado izquierdo, —respondió Noah. —
Tengo más sed que cualquier otra cosa.
Chávez le entregó a Lucas el vaso que ella había traído.
—Puedes darle estos lentamente.
Había trocitos de hielo en la taza. Lucas juntó unos cuantos en
sus dedos y los deslizó entre los labios de Noah. Sonrió cuando
Noah suspiró aliviado.
Cuando ella le quitó cuidadosamente las vías intravenosas a
Noah, Chávez tomó su pulso y escuchó su corazón y sus pulmones.
Con una precaución de llamar si necesitaban algo, ella los dejó
solos.
Lentamente, Lucas le dio los trozos de hielo a Noah. Él no miró
los labios llenos de Noah; ignoró lo suaves que se sentían al rozarle
las yemas de los dedos. En cambio, se centró en lo agradecido que
estaba al ver que los ojos azules de Noah se abrían de nuevo.
—Estoy bien, Lucas, —dijo Noah de repente, crujiendo sobre el
hielo. —Los hombres lobo son condenadamente difíciles de matar.
—Mi cerebro lo sabe, —admitió Lucas, —pero ver la sangre y
sentir tu dolor sobrepasó todo lo demás.
316
—Lo manejaste bien. Gracias. —Los ojos de Noah se volvieron
distantes, como si recordara. —Todo en mí gritaba que debía
cambiar, incluso sabiendo que el daño sería permanente.
Lucas pudo sentir la gratitud y el afecto de Noah como algo
físico, y eso lo calentó y complació enormemente.
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El doctor Matsuno entró en la habitación en ese momento.
—Teniente. Sargento. ¿Las cosas parecen ir bien aquí?
Ambos acordaron que las cosas estaban bien. El médico consultó
la tabla antes de ponerse al lado de Noah. Levantó la ropa de cama
para revelar el torso y el muslo fuertemente vendados de Noah.
—¿Fue difícil la cirugía? —Preguntó Lucas, preguntándose por
qué se estaba torturando con los detalles.
—La herida lateral y la cadera fracturada no fueron un
problema, —respondió Matsuno. —¿El fémur destrozado, sin
embargo? Eso fue un reto.
—¿Se curará? —Noah preguntó bruscamente. Lucas sintió que el
miedo lo atravesaba.
—No hay razón para pensar que no, —aseguró el doctor.
Levantó las vendas pesadas que cubrían las heridas quirúrgicas de
Noah. —Tuve que ubicar los fragmentos de hueso principales y
juntarlos como un rompecabezas. El pegamento de hueso
temporal te mantiene unido por ahora y una vez que esté cómodo,
todo está estable, puedes ir a cubierta y cambiar durante unas
horas.
—¿Cuánto tiempo tomará? —Noah cuestionó.
—Un par de días, —respondió Matsuno. —Las heridas se ven
bien. Las vigilaremos, cambiaremos los vendajes y te sacaremos de
aquí lo antes posible.
Lucas agradeció al doctor Matsuno y se volvió hacia Noah,
pasándose una mano por el pelo. Ni siquiera se molestó en ocultar
317
lo contento que le hacían sentir las noticias.
—¿Teniente Young?
Matsuno arrancó a Lucas de sus reflexiones.
—¿Sí?
—Más tarde, cuando el sargento Hammond trata de convencerte
07/2019
de que su cama es muy ancha para que puedas subir con él, déjalo.
La curiosidad de Lucas luchó con su vergüenza.
—¿Perdóneme?
—Eres humano, así que no sé cuánto entiendes de nuestra
cultura, todavía. Curamos mejor y más rápido con el contacto
físico. Normalmente, nuestra manada se reúne a nuestro
alrededor, permanece cerca y duerme con nosotros.
Lucas recordó la forma en que sus marines se habían acurrucado
entre sí para dormir después de correr la luna llena y combatir. Él
asintió con su comprensión. Lucas podía sentir los ojos de Noah en
él, y su rostro ardía. Realmente no debería estar tan contento de
que el acurrucarse para dormir con Noah fuera aprobado
médicamente.
—Gracias, Doc, —dijo Noah, con la risa en su voz. —Habría
peleado muchísimo.
Matsuno se rio entre dientes.
—Olfatea con él cuando quieras, solo mantente de tu lado
derecho.
El doctor se fue y Lucas preguntó si Noah quería más trocitos de
hielo.
—No, gracias. Sin embargo, estoy cansado. —Noah arrojó las
sábanas sobre su lado derecho. —Será mejor que subas aquí para
que pueda dormir.
Lucas no necesitaba tener a Noah en la cabeza para saber que lo
estaban molestando. Con un profundo suspiro y una ceja
318
levantada, se quitó las zapatillas y se subió con cuidado a la cama.
Lucas se apretó contra el costado de Noah y apoyó la cabeza en el
hombro de Noah.
La mano de Noah subió y bajó por su espalda varias veces antes
de engancharse alrededor de su cintura. Lucas lo escuchó soltar
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una respiración profunda y lo sintió relajarse. Dentro de su cabeza,
Noah estaba en paz. Lucas pensó que se quedaría allí un rato y
escucharía a Noah respirar. No esperaba quedarse dormido hasta
que realmente lo hizo.
§§§
330
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Capítulo Dieciséis
§§§
Bethesda, Maryland
Estados Unidos de América
§§§
345
Al despertarse de repente, Lucas sabía que algo no estaba bien.
La cama estaba fresca. Sentándose, se dio cuenta de que estaba
solo. La puerta que conectaba el dormitorio con la sala de estar
estaba cerrada, y podía ver la luz brillando desde abajo.
Levantándose de la cama, Lucas alcanzó sus pantalones
07/2019
vaqueros. Vio la ropa de Noah donde Lucas las había dejado
cuando se habían ido a dormir. Decidiendo que necesitaba sentirse
tan cómodo con su desnudez como los hombres lobo, Lucas tiró
sus jeans a un lado.
Noah reaccionó en el momento en que Lucas abrió la puerta.
Había estado sentado en el sofá, acunando su cráneo en una mano
y agarrando el cuello de una botella de cerveza sudorosa en la otra.
En el momento en que Lucas abrió la puerta, Noah levantó la
cabeza y miró en su dirección. Cuando se recostó en el sofá, Lucas
vio que estaba desnudo.
—Traté de no despertarte, —dijo Noah, sonando decepcionado.
—Sé que solo quieres tener que lidiar con los rituales del hombre
lobo.
Lucas no tenía idea de por qué Noah pensaba eso, pero lo
discutirían en otro momento.
—No te preocupes por eso, —respondió Lucas, ansioso por
aliviar la tensión en los hombros de Noah y el tono desconsolado
en su voz. Cruzó hacia el sofá y se encargó de sentarse en el lado
ileso de Noah. —¿Qué pasa?
Alcanzando su vínculo, Lucas fue bombardeado por una gran
cantidad de emociones fuertes: miedo, ansiedad, vergüenza, alivio,
frustración.
Noah tomó una respiración profunda y temblorosa y se negó a
encontrarse con los ojos de Lucas.
—¿Conoces esas pesadillas de las que estábamos hablando que
346
no teníamos hoy? —Levantó la botella hasta sus labios y tomó un
largo trago.
—Oh, no —susurró Lucas. —¿Fue malo?
Noah se pasó una mano temblorosa por la cara. Su miedo golpeó
a Lucas como un golpe.
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—Los detalles de la batalla fueron los mismos, solo que tú fuiste
el que resultó herido, en lugar de mí.
Lucas dejó que Noah sintiera su simpatía. Él sabía exactamente
cómo era esa experiencia.
—Pero estoy bien. Estás despierto ahora, y estoy perfectamente
sano.
Noah dejó su cerveza en la mesa frente a ellos.
—El sueño era tan realista. No puedo dejar de darme cuenta de
que, como humano, no eres tan fuerte como yo. Estas heridas
podrían haberte matado o lisiado.
Lucas no tenía palabras para mejorar esto. Noah tenía razón. Lo
mejor que podía hacer era consolar a Noah, tranquilizarlo. Lo peor
no había sucedido, y ambos estaban vivos.
No había forma de evitar el hecho de que Noah respondía mejor
al tacto. Lucas calculó cómo obtener el mayor contacto piel con
piel sin recostarse sobre Noah. Se movió para colocar su pierna
sobre el regazo de Noah y se apretó contra el costado de Noah
todo lo que pudo.
Noah cerró los ojos y soltó un suspiro tembloroso. Sus cejas se
juntaron, y deslizó sus dedos a lo largo de la pantorrilla de Lucas.
Lucas tomó la otra mano de Noah entre las suyas y besó sus dedos,
uno por uno.
Con un gemido bajo, Noah se apoyó en Lucas, apoyando su
cabeza en el hombro de Lucas.
—Quiero oler tu aroma. Por favor, solo déjame oler que estás
347
vivo y estás aquí, —susurró con voz quebrada.
La vergüenza de Noah por su propia debilidad tensó la garganta
de Lucas. Lucas frotó su mejilla contra la de Noah, la tosquedad de
su barba se sentía maravillosa. Adoraba los dedos de Noah con sus
labios, su lengua y su cálido aliento.
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Los dedos de Noah se apretaron en la pantorrilla de Lucas. Su
pecho se levantó, su aliento caliente contra el cuello de Lucas.
Lucas presionó sus labios contra la mandíbula de Noah, agradecido
de tenerlo vivo y en vías de recuperación. Inhaló profundamente el
olor a almizcle de Noah.
La polla de Lucas se hizo más dura, pero él la ignoró. Tener el
calor de Noah presionado contra él, oler su olor era tan
jodidamente excitante. Noah necesitaba su consuelo, no su lujuria.
Noah mordió bruscamente la mandíbula de Lucas. La polla de
Lucas rebotó cuando Noah acarició suavemente su pierna. La
tristeza se arremolinó a través de él como la nieve, sabiendo que
Noah necesitaba mucho menos de él que él quería dar. Algo golpeó
el interior de la rodilla de Lucas.
—Te sientes tan jodidamente bien contra mí, —susurró Noah,
tan suavemente que Lucas casi no oía.
Lucas abrió los ojos para poder mirar el hermoso cuerpo de
Noah. Miró por encima de los músculos del pecho y los brazos de
Noah. Amaba el aspecto robusto y masculino de las manos
fuertemente veteadas de Noah. Lucas se sintió aburrido y triste en
comparación. La respiración de Lucas se detuvo cuando se dio
cuenta de que lo que había estado empujando su rodilla era la
erección de Noah.
El sonido que Noah hizo, su cara presionada contra el cuello de
Lucas, pudo haber sido un sollozo.
—Tócame, Lucas, —suplicó en un susurro, abriéndose paso a lo
348
largo de la mandíbula de Lucas hacia su boca. —Por favor, Lucas.
Tócame.
Lucas no pudo evitar el gemido. Odiaba que se necesitara un
ritual de hombre lobo para que Noah sintiera lo mismo por él. Los
labios de Noah eran cálidos contra los suyos, y su lengua se hundió
07/2019
en la boca de Lucas. Lucas empujó de vuelta, persiguiendo la
lengua de Noah cuando se habría retirado. Lamió la boca de Noah,
probándolo, combinando eso con la maravillosa forma en que olía.
Noah necesitaba que Lucas lo tocara. La polla de Lucas estaba
completamente dura ahora, y rebotó contra su vientre cuando
pensó en envolver sus dedos alrededor de la polla dura de Noah.
Ningún ritual de hombre lobo era necesario para fortalecer los
sentimientos de Lucas. Lo que Noah necesitara de él, lo daría.
Con cuidado, Lucas se agachó y agarró firmemente la longitud de
Noah. Lucas siguió la boca de Noah cuando se echó hacia atrás con
un jadeo. Arrastró su lengua a lo largo del labio inferior de Noah
mientras lo levantaba lentamente.
Noah se puso rígido, y su respiración se estremeció. Su boca se
cernió sobre la de Lucas. Noah se movió contra él, y Lucas se
quedó sin aliento ante la sensación de una mano áspera y callosa
rodeándole la polla.
—Oh, mierda, —jadeó Lucas, luchando por no empujar hacia
arriba con sus caderas. —No tienes que hacer esto, —mintió.
—Quiero hacerlo, —susurró Noah. —Me encanta sentirte.
Lucas aceleró su mano. Se giró para ver a la polla de color rojo
sangre de Noah deslizarse a través de su puño. Noah presionó su
frente contra la sien de Lucas mientras se veía a sí mismo siendo
acariciado. Lucas se lamió los labios, secos por su propia
respiración áspera.
349
La polla de Noah estaba tan jodidamente dura. La vena gruesa en
la parte inferior era suave por contraste. Lucas se detuvo en la
cabeza y le dio un fuerte apretón. Noah hizo un suave sonido de
asfixia, sus caderas se flexionaron y su mano dejó la polla de Lucas
y dolorosamente agarró su muslo. El corazón de Lucas se hinchó.
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Sintió que la sangre fresca se precipitaba hacia el eje de la polla de
Noah, y la volvió a acariciar rítmicamente.
—Oh, mierda, Lucas, —jadeó Noah, con el cuerpo rígido. Se
recostó en el sofá, mirando a lo largo de su propio cuerpo. Un
estremecimiento violento lo recorrió, y él soltó un aliento áspero y
tembloroso.
Lucas estaba decidido a mantener a Noah patinando en el afilado
placer. Mantuvo su agarre firme y su puño moviéndose
rápidamente sobre la polla de Noah. Se hinchó en su mano, y Noah
dejó de respirar. Se sentó rígidamente mientras su clímax rodaba
sobre él. Lucas estaba eufórico de que podía hacer esto por Noah,
que él era el que Noah necesitaba, aunque solo fuera por unos
minutos.
Juntos, observaron varias hebras gruesas y blancas de la fuente
de la punta de la polla de Noah. Aterrizaron en la rodilla de Lucas,
el pecho de Noah y su barriga. Lucas mantuvo su puño moviéndose
sobre la erección de Noah, arrastrándole el orgasmo.
Noah explotó en movimiento y sonido.
—Mm-ierda, Lucas. ¡Jesucristo! No te detengas. Por favor, no te
detengas. —Se estremeció, la mano que Lucas aún sostenía
apretaba los dedos, la mano en la pierna de Lucas apretada
convulsivamente. Su pecho se agitó cuando Lucas lo acarició,
trabajando cuerda tras cuerda fuera de su polla.
Noah soltó un gruñido y echó la cabeza hacia atrás, con el cuerpo
flojo. Lucas soltó con cuidado su polla suavizada. Él estaba en lo
350
alto de su triunfo. Noah levantó la cabeza y miró a Lucas con ojos
pesados y cerrados. Sus mejillas estaban enrojecidas, y sus labios
estaban mordidos de rojo. Parecía destrozado, y Lucas pensó que
nunca había visto nada más hermoso. Noah se inclinó y besó a
Lucas con fuerza. Su mano se acercó para acunar a la cabeza de
07/2019
Lucas.
Lucas levantó la mano para tocar la mejilla de Noah y se dio
cuenta de que estaba manchándola. Lo absurdo de eso lo hizo
reírse en la boca de Noah. Cuando Noah se retiró con una
expresión confusa, Lucas mostró su mano. Rieron juntos, y los ojos
de Noah aterrizaron con avidez en la boca de Lucas.
Lucas todavía tenía la completa atención e interés de Noah. Se
preguntó cuánto tiempo más podría aguantar eso. Lucas se llevó la
mano a la boca y la lamió para limpiarla. La venida de Noah fue
fuerte y un poco amarga. Él no había probado a Noah antes de
ahora. No le importaría probarlo de nuevo durante el próximo
ritual de hombre lobo.
Noah gruñó y de repente cubrió a Lucas contra el respaldo del
sofá con una sola mano en su pecho. Lucas se recostó sorprendido,
mirando a Noah elevarse sobre él, con los ojos brillantes, azul
líquido. Lucas jadeó y se echó hacia atrás cuando la mano de Noah
rodeó su dolorosa polla.
—NN-Noah, —dijo, sorprendido por el sonido crudo de su
propia voz. Él iba a protestar. Se suponía que Lucas estaba dando
consuelo a Noah, no tomando su propio placer. Su cuerpo dominó
su cerebro y jodió la mano de Noah. Lucas agarró los bíceps de
Noah, sabiendo que estaba dejando moretones atrás. —Más
apretado, —dijo con voz estrangulada. —Más fuerte.
Noah miró hacia abajo entre sus cuerpos. Lucas siguió su mirada
y juntos vieron la mano de Noah trabajar la polla de Lucas. La vista
351
de su erección entrando y saliendo de la gran mano de Noah
estaba jodidamente caliente. Arrastró su orgasmo hacia arriba y
fuera de él.
—Si, así. Así. Joder. —Lucas cantó sin aliento.
Un rayo cayó por su espina dorsal y el calor inundó su pelvis.
07/2019
Estaba seguro de que su cráneo estaba a punto de explotar. Los
músculos de Lucas se encogieron, dejándolo incapacitado para
hacer otra cosa que no fuera ver cómo se le salpicaba el vientre y
las caderas. Varias hebras cubrieron la mano de Noah.
Noah apretó sus frentes mientras observaban a Lucas venirse a
través de ambos.
—Eso es tan jodidamente caliente, —murmuró Noah.
Lucas respiró con dureza, y podía oler la piel de Noah, su cabello,
su sudor y la combinación de su venida. Su cuerpo tembló una
última vez, y se desplomó, deshuesado, contra el sofá.
Noah presionó cerca. Lucas disfrutó la sensación de su piel
caliente. No se sabía cuánto tiempo pasaría antes de que pudiera
volver a tenerlo, así que lo saboreó. Noah levantó su mano
manchada y pintó los labios de Lucas con el fluido fragante y
cálido.
Lucas sacó la lengua para saborearse. Noah lo detuvo con un
sonido agresivo, bajo en su garganta.
—Eso es todo mío, —dijo con fiereza, lamiendo y mordiendo la
boca de Lucas.
Una y otra vez, Noah cubrió la boca de Lucas con el líquido ácido
y lo lamió. Lucas se sorprendió de que su polla ya no estuviera
dura otra vez. Esa tenía que ser la cosa más sensual que jamás
había experimentado.
—Sabes tan bien como hueles, —dijo Noah contra la cáscara de
la oreja de Lucas.
352
—Gracias. Creo, —Lucas dijo con una risita. Fue punzante.
Noah se dejó caer en el sofá, su cuerpo tocando a Lucas en todos
los puntos. Parecía tranquilo y relajado. Lucas, vacilante, buscó su
vínculo, satisfecho con la satisfacción de descubrir que las
emociones de Noah coincidían con su apariencia.
07/2019
—¿Crees que puedes volver a dormir ahora? —Lucas preguntó
en voz baja.
Noah levantó lentamente la cabeza
—Si duermes a mi lado.
Lucas tragó saliva. Siempre.
—Por supuesto.
Se puso de pie y puso a Noah en pie. Lucas lo llevó al baño y los
limpió, ambos se secaron. Noah estaba callado y obediente cuando
Lucas lo ayudó a ponerse debajo de las mantas. Una fuerte
necesidad de nutrir a Noah abrumó a Lucas. Un afecto
desconocido, un deseo no acostumbrado de asegurar la felicidad
de Noah condujo sus acciones.
Subiéndose a su lado, Lucas se envolvió alrededor de la espalda
de Noah. Esperaba que su calor, su toque, su olor mantuvieran a
raya a las pesadillas de Noah durante el resto de la noche.
Cuando Noah se relajó para dormir, Lucas se dio cuenta de que
iban a tener que visitar al psicólogo. La idea de exponerse así a un
extraño lo llenó de temor, pero por Noah, lo haría.
353
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Capítulo Dieciocho
Oceanside, California
Estados Unidos de América
§§§
§§§
Lucas luchó para que Noah cruzara la puerta de la casa. Las
manos de Noah estaban en todas partes en Lucas: corriendo por
sus brazos, por su espalda, deslizándose debajo de su camisa antes
de intentar desabrochar los pantalones de Lucas. Una emoción
recorrió la columna vertebral de Lucas por lo mucho que Noah lo
deseaba. No dejó que importara que solo fuera por la luna llena.
Atrancando y cerrando la puerta, Lucas retrocedió hacia el
dormitorio de Noah, usando su cuerpo para incitar a Noah a
seguirlo. Noah era una columna sin sentido de necesidad física, su
polla dura y empujando obscenamente en la parte delantera de sus
370
pantalones de chándal.
La polla de Lucas dolió dolorosamente, escapando libremente de
la punta. Quería desesperadamente abrir la parte delantera de sus
pantalones y darse un poco de alivio. Quería las manos de Noah
sobre él. Se contuvo, incluso mientras su paciencia se
07/2019
deshilachaba. Hoy iba a ser diferente, Lucas lo sabía. Estaban en
casa. La cama de Noah tenía sábanas limpias. Lucas gimió en la
boca de Noah. Había querido esto por tanto tiempo.
Llegaron a la habitación de Noah, y Lucas se sorprendió al
encontrarse de repente saltando sobre el pie de la cama de Noah.
Noah se cernía sobre él, sus ojos brillaban plateados, las mejillas
enrojecidas, los labios hinchados por los besos. Lucas se sobresaltó
cuando Noah se arrodilló frente a él.
Noah se quitó su propia camiseta, sus etiquetas de identificación
cayeron contra su pecho. Alcanzó la camisa de Lucas y tiró. Lucas
no tuvo más remedio que levantar los brazos y obedecer. La boca
de Noah estaba de vuelta en la suya, caliente, húmeda e insistente.
Lucas agarró los hombros de Noah, necesitando un ancla. La piel
de Noah quemaba bajo sus manos, sus músculos se agrupaban y
flexionaban con cada movimiento. Lucas se arqueó en las manos
de Noah cuando las pasó por la espalda y el pecho de Lucas,
atrapando brevemente la cadena de sus placas de identificación.
Lucas jadeó, arrastrando el aire que tanto necesitaba a través de
sus labios separados. Noah mordió la mandíbula de Lucas. Lucas
gimió, inclinando la cabeza para darle a Noah el mejor acceso
posible. Noah mordió con fuerza en la parte superior del hombro
de Lucas. Chupó con fuerza la carne sobre la clavícula de Lucas.
Las manos de Noah en su espalda hicieron que Lucas se
arqueara, y Noah se aprovechó, metiendo un pezón en el calor de
su boca. Lucas gimió y apretó el cráneo de Noah. Su pecho se agitó
371
cuando Noah le chupó el pezón, la lengua moviéndose sobre el
brote endurecido. Los dedos de Noah eran magullantes en la piel
de Lucas. Lo mantuvieron en su lugar mientras Noah articulaba
sus etiquetas de identificación antes de atacar a su otro pezón con
igual agresión.
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Noah empujó a Lucas hacia atrás para acostarse en la cama. Las
manos de Noah rompieron la bragueta de los vaqueros de Lucas y
los tiraron sobre sus caderas y muslos. La polla que goteaba de
Lucas se acurrucó contra su vientre, dejando manchas húmedas en
su piel. Noah le pasó las palmas por la longitud de los muslos de
Lucas, raspando sus uñas romas hacia abajo. Lucas agarró el
edredón con ambas manos y luchó por no levantar las caderas y
rogar a Noah que lo llevara a la boca.
Sus miradas se encontraron y se sostuvieron cuando Noah se
arrodilló entre las piernas de Lucas. Noah enganchó sus manos
detrás de las rodillas de Lucas y las levantó, colocando ambos pies
en el borde de la cama. Lucas quedó atrapado por los ojos azules
de Noah. Juró que Noah podía ver directamente en él. Estaba
desnudo de muchas maneras, abierto y vulnerable.
Lucas respiró pesadamente cuando Noah agarró su erección con
una mano y se la llevó a la boca. Lucas siseó al sentir los labios de
Noah envolviendo la cabeza sensibilizada de su polla. Noah
contuvo a Lucas con sus manos, sujetando sus caderas a la cama.
Noah chupó con fuerza la polla de Lucas, usando un montón de
saliva y deslizando su boca hacia abajo y alrededor del eje. Lucas
empujó con fuerza contra las manos restrictivas de Noah. Su
lengua era plana y caliente en la parte inferior de la polla de Lucas
mientras se deslizaba hacia arriba y hacia abajo rápidamente. Las
manos de Lucas aún estaban apretadas en el edredón, y estaba
372
seguro de que estaba perdiendo la razón. Noah bajó la boca de la
polla de Lucas y chupó con fuerza. No le dio lamidas juguetonas ni
chasqueó la lengua en la rendija de Lucas. Simplemente trató de
extraer el cerebro de Lucas chupándolo hasta el final de su polla.
El vientre de Lucas se contrajo dolorosamente. Su columna
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vertebral se estremeció, y el calor inundó su pelvis. La espalda de
Lucas se arqueó; echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos. Las
caderas de Lucas empujaron rítmicamente contra las manos de
Noah.
Levantó la cabeza para mirar. Los labios de Noah se deslizaron
por su longitud, envolviéndolo en calor húmedo. El eje de Lucas
brillaba cuando Noah se quitó. No podía mirar hacia otro lado
cuando la mirada de Noah lo atrapó de nuevo. Noah lo miró
fijamente, desesperado por complacerlo.
Las manos de Noah se fueron repentinamente, y Lucas hizo un
ruido de protesta en su garganta. Una de las manos de Noah estaba
de vuelta, presionando contra su bajo vientre y nuevamente
sosteniendo a Lucas contra la cama. Lucas clavó sus talones en el
colchón mientras la boca de Noah trabajaba su polla. Cuando Noah
ahuecó sus mejillas para chupar a Lucas particularmente fuerte,
los ojos de Lucas se cerraron y su cabeza cayó hacia atrás.
Los dedos de Noah empujaron contra los labios de Lucas,
exigiendo la entrada en su boca. Lucas lo dejó entrar, chupando
con fuerza los dedos de Noah, girando su lengua a lo largo y
alrededor de ellos. Lucas quería lo que vino después. Mojó los
dedos de Noah, resbalándolos con su saliva, su estómago dolorido
por la necesidad.
Noah deslizó los dedos de la boca de Lucas y empujó uno en el
agujero de Lucas. Lucas siseó en el estiramiento. Noah no se burló;
373
no se acomodó en el cuerpo de Lucas. Su dedo lo empujó en lo
profundo, claro hasta el último nudillo. Los muslos de Lucas
temblaron cuando Noah le jodió el culo con su boca en la polla de
Lucas.
Con la espalda y el cuello arqueados dolorosamente, Lucas hizo
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sonidos vergonzosamente fuertes y pervertidos. La punta de los
dedos de Noah tiró del borde del agujero de Lucas, agregando un
estiramiento delicioso y quemando todas las sensaciones que lo
asaltaron.
Lucas hizo un sonido de protesta cuando su culo estuvo
repentinamente vacío y su polla abandonada. Noah escupió varias
veces antes de que dos dedos empujaran rápidamente en el
agujero de Lucas hasta los últimos nudillos. La succión caliente y
húmeda regresó a la erección de Lucas, y los músculos de la parte
inferior de su vientre se tensaron. Los rayos de electricidad pura
se dispararon a lo largo de su columna vertebral y se dispararon a
través de su cuerpo. Las bolas de Lucas se apretaron y se
levantaron, y supo que la explosión era inminente.
—Mierda, Noah, ya me voy, —jadeó. Lucas estaba seguro de que
Noah podía decirlo, tan fuerte como su culo apretaba los dedos de
Noah, pero su boca ya no era su control. —Joder, voy a venirme.
Mierda... Cristo... Noah. —Este último fue un grito ahogado.
Lucas gritó cuando su clímax se estrelló contra él. Noah torció
ligeramente los dedos y le dio un golpe a la glándula sensible de
Lucas. Lucas juró ferozmente, y sus manos se apretaron en el
edredón. Se estremeció lo suficiente como para sacudir toda la
cama. Lucas gritó con los dientes apretados mientras salía de su
orgasmo, sus bolas se vaciaban, su polla palpitaba dentro del calor
de la boca de Noah.
Los dedos malvados de Noah, todavía enterrados en el culo de
374
Lucas, masajearon cruelmente su punto dulce cuando llegó. Lucas
jodió sus caderas hacia arriba, tratando de hundir su polla en la
garganta de Noah mientras se apretaba a su alrededor. Con cada
pulso palpitante de sus bolas, la garganta de Noah se apretó a su
alrededor, y se tragó lo que Lucas dio.
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Con un empuje final de sus caderas, la visión de Lucas se
oscureció alrededor de los bordes, justo antes de que todo se
volviera blanco.
Lucas se dio cuenta de su entorno al encontrar a Noah que se
cernía sobre él, tirando de él hacia arriba en la cama. Lucas trató
de ayudar, pero sus extremidades no cooperaron. Se aferró
torpemente a los hombros de Noah cuando, para su sorpresa,
Noah lo levantó con un brazo para deslizarlo hacia la cabecera de
la cama. Jodida fuerza de hombre lobo.
Lucas fue puesto de espaldas, y Noah le dio la vuelta boca abajo.
Intentó levantarse sobre sus codos, pero el peso de Noah lo
inmovilizó. Lucas quería mirar a Noah por encima del hombro,
pero Noah estaba justo encima de él.
El cuerpo de Noah era un horno furioso. Su piel estaba escaldada
donde presionaba a lo largo de la espalda de Lucas. Las placas de
identificación de Noah eran frías en contraste, donde se anidaban
contra la columna de Lucas. Las manos de Noah rozaron los brazos
de Lucas, le sujetaron las muñecas por encima de los hombros y
entrelazaron sus dedos con fuerza.
Lucas apretó los dedos de Noah. Se arqueó hacia arriba,
presionándose contra el cuerpo grande y pesado de Noah. Frotó su
mejilla contra la de Noah cuando Noah lo acarició. El aliento de
Noah era cálido y fuerte contra la concha de la oreja de Lucas.
Lucas quería empujarse hacia arriba, quería inclinar su cabeza
hacia atrás y hacer que Noah lo besara. Estaba atrapado, atrapado
375
por el peso de Noah.
—No te muevas, —ordenó Noah con una voz ronca que sonaba
como un gruñido. Recuperó una botella de lubricante de la mesita
de noche. La respiración de Lucas se detuvo, y su dolorosa polla se
contrajo. Había querido sentir a Noah dentro de él durante tanto
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tiempo.
La lengua de Noah se extendió sobre la oreja de Lucas. Lucas se
estremeció cuando Noah le mordió el lóbulo de la oreja. Cesó su
lucha cuando los dientes de Noah se hundieron en el tendón en la
parte posterior de su cuello. Lucas gimió ruidosamente en el
edredón bajo su mejilla. Noah chupó con fuerza la marca de la
mordedura y luego la calmó con un golpe húmedo de su lengua.
—Joder, —susurró Lucas cuando Noah le mordió el hombro.
Levantó las caderas mientras Noah se mecía contra él.
—Lucas—. El susurro roto de Noah contra el cuello de Lucas
extendió el calor a través de su pecho e hizo que su polla se
agitara.
Lucas empujó hacia arriba contra el peso de Noah mientras su
piel resbaladiza por el sudor les permitía deslizarse uno contra el
otro. Noah colocó mordidas penetrantes y punzantes a lo largo del
hombro de Lucas. Lucas se estremeció violentamente, jadeando
con cada mordida de los dientes de Noah.
—Tu olor, —susurró Noah, sus labios se movían por la columna
vertebral de Lucas. —Me encanta tu olor. Lo extraño tanto cuando
no estamos juntos; tengo dolor.
Lucas sintió que esa era la respuesta a muchas cosas, pero no
podía recordar lo que eran en este momento. Noah le mordió las
costillas de Lucas, luego le lamió la columna vertebral de Lucas con
la lengua. Lucas se estremeció cuando las etiquetas de Noah le
hicieron cosquillas mientras se deslizaban por su piel caliente.
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Noah se incorporó bruscamente. Lucas se estremeció ante el
repentino frío. Se apoyó en los codos y miró por encima del
hombro.
—Noah, —se avergonzó a sí mismo suplicando.
—Abajo, —gruñó Noah, empujando a Lucas con una mano entre
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sus hombros.
Lucas se tendió boca abajo, y Noah le separó los muslos. Lucas
obedeció con entusiasmo. Las manos ásperas de Noah agarraron
con fuerza el culo de Lucas, abriéndolo de par en par. Lucas gritó y
dobló sus caderas cuando la lengua de Noah se deslizó a lo largo de
su grieta y se arremolinó sobre su agujero sensibilizado. Su polla
se estaba volviendo dura otra vez, y Lucas se hundió en la cama
debajo de él.
Noah lo mantuvo abierto, lamiendo alrededor y dentro de su
agujero. Se sentía tan jodidamente bien, pero Lucas ansiaba más.
Tenía hambre por lo que Noah le había prometido durante tanto
tiempo.
—Noah, —suplicó, con la voz desgarrada por la desesperación.
—Por favor, Noah.
—Tu olor es más fuerte aquí mismo, —murmuró Noah contra el
trasero de Lucas. —Sabes jodidamente increíble.
Lucas se estremeció de nuevo.
Noah se sentó y Lucas se puso tenso de anticipación. Estaba
vagamente consciente de los sonidos familiares y los movimientos
de Noah. Lucas lanzó un grito ahogado cuando el dedo de Noah se
deslizó en su agujero.
Esta vez, el dedo de Noah estaba fresco y resbaladizo. El corazón
de Lucas tronó en su pecho. Él sabía lo que esto significaba; sabía
por qué Noah lo estaba engullendo.
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Lucas jadeó pesadamente en el edredón, retorciendo la tela en
sus puños. El dedo de Noah presionó profundamente en él. Noah
dio un giro a su muñeca mientras deslizaba su dedo dentro y fuera
del agujero de Lucas. El único dedo se deslizó fuera, y Lucas emitió
un sonido frustrado. Él gruñó cuando Noah metió dos dedos
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dentro.
Lucas trató de relajarse alrededor de la intrusión de los dedos de
Noah. Noah lo empujó, profundo y áspero, estirando el borde de
Lucas cuando se retiró.
Cuando Noah hundió tres dedos lubricados en su agujero, Lucas
gritó sorprendido. Le quemó y picó, pero la polla de Lucas se
estaba haciendo más dura. Los dedos de Noah eran una broma. No
fueron suficientes. Lucas necesitaba más.
Casi se echó a llorar de alivio cuando Noah alineó la cabeza de su
erección con el agujero de Lucas. Lucas juró en el edredón cuando
Noah se hundió en él con un solo y brutal empuje. Zarcillos de
sensación se abrieron paso por la columna vertebral de Lucas
cuando el pene de Noah lo estiró y lo llenó.
Lucas cerró los ojos y gimió de placer cuando el peso y el calor
de Noah volvieron a posarse sobre él, presionándolo en la cama.
Noah volvió a juntar sus manos, y Lucas dio un apretón de
respuesta en sus dedos. Los labios de Noah se presionaron contra
la sien de Lucas, su aliento caliente cuando su pecho se apretó
contra la espalda de Lucas.
—Jesucristo, Lucas, —susurró Noah dementemente. —Te
sientes mucho mejor de lo que soñé. Estás tan jodidamente
apretado y caliente.
Lucas estaba demasiado abrumado por la sensación, demasiado
abrumado por la emoción para hablar. Agarró los dedos de Noah y
se acostó debajo de él, deseando que se moviera. Lucas deseó
378
poder ver la cara de Noah mientras se movía dentro de él.
Anhelaba el beso de Noah.
Noah flexionó sus caderas, y su polla se deslizó dentro y fuera
del agujero de Lucas. El ritmo era castigador. El culo de Lucas picó
con cada golpe de las caderas de Noah contra él. Sus propios
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gruñidos y gemidos coincidían con el ritmo de los empujes de
Noah. El agujero de Lucas quemó, y su culo se sintió lleno cada vez
que Noah cayó hacia delante, la polla se hundió profundamente en
el cuerpo de Lucas.
El mundo se inclinó debajo de Lucas cuando Noah se retiró
apresuradamente. Lucas se sintió despojado y su piel se enfrió
ante la ausencia del calor de Noah. Su desorientación fue aguda
cuando le volcó sobre su espalda. Las manos de Noah eran ásperas
y magullantes cuando empujó a Lucas a la posición que quería.
Noah lo empujó con un solo y poderoso empuje. Lucas envolvió
sus piernas alrededor de las caderas de Noah, cruzando las
costillas de Noah con sus manos temblorosas. Arqueó su espalda,
ansioso porque Noah lo folle vigorosamente. En cambio, Noah se
agachó con un tintineo suave de sus placas de identificación,
curvando sus brazos debajo de los hombros de Lucas.
Lucas estaba acunado en los brazos de Noah, con la cara pegada
a la sudorosa garganta de Noah. Los labios de Noah estaban contra
la garganta de Lucas. Las caderas se movían lentamente, dando
vueltas cada pocas embestidas, Noah jodió a Lucas con un cuidado
exquisito. Lucas envolvió sus brazos alrededor del pecho de Noah,
hundiendo sus dedos en los gruesos músculos de su espalda.
—Ábrete, —susurró Noah contra la garganta de Lucas. —Ábrete
todo el camino para mí.
Los muslos de Lucas se extendieron cuando Noah lo jodió con
exquisita lentitud. No podía abrirse más para Noah. El toque sutil
379
de la mente de Noah contra la suya le dijo a Lucas lo que Noah
buscaba.
Lucas había estado tan atrapado en la sensación del cuerpo de
Noah contra el suyo, que no había prestado atención a su vínculo.
Lo abrió de par en par y se quedó sin aliento ante la intensidad de
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las emociones de Noah cuando se apoderaron de él.
Noah jadeó contra la garganta de Lucas. Lucas estaba indefenso
contra la fuerza y el poder de Noah. La sensación de Noah sobre él,
llenándolo, se fusionó con los pensamientos y emociones de Noah.
La polla de Lucas estaba completamente dura de nuevo,
presionada entre sus cuerpos. El vientre de Noah se frotó contra él
con cada empuje, y Lucas se dirigía hacia un segundo clímax.
Quería meterse entre ellos y masturbarse. Quería venirse con
Noah, sentirse a sí mismo apretando a Noah al mismo tiempo que
Noah disparó en el interior profundamente dentro del trasero de
Lucas.
—Tan jodidamente increíble, —murmuró Noah con voz
quebrada. —Tan jodidamente perfecto. Hecho sólo para mí.
Noah se movió, presionando sus palmas contra la cama justo por
encima de los hombros de Lucas. Su ritmo se aceleró y su ángulo
cambió para clavar la glándula de Lucas en cada empuje. Lucas se
aferró a los brazos de Noah, su boca se abrió al gritar con cada
golpe de las caderas de Noah contra su culo. Noah enterró su cara
contra el cuello de Lucas y cantó sin sentido entre besos ardientes
en la garganta de Lucas.
—Encaja mi polla tan perfecto. Te siento tan bien a mi alrededor.
Tan apretado alrededor de mi polla. Tan perfecto. Simplemente
perfecto para mí. —El ritmo de Noah cambió; su respiración se
hizo más áspera.
A través de su enlace, Lucas sintió todo lo que Noah sentía y
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hacía. Su pecho se apretó con la fuerza de la emoción que también
había tensado a Noah. Lucas no estaba tocando su propia polla,
pero sus bolas comenzaron a levantarse en el mismo momento
que Noah. El calor que se juntó en el vientre de Noah también se
juntó en el de Lucas. Noah se venía, y él estaba arrastrando a Lucas
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junto con él.
—Voy a venirme, —gimió Noah. —Voy a venirme dentro de ti.
En lo profundo de tu culo. Joder, Lucas, te sientes muy bien.
Con un grito ahogado, Noah echó atrás la cabeza y rugió cuando
comenzó a llegar. Su polla palpitaba dentro del culo de Lucas, fluía
un fluido caliente y cubría las paredes internas del cuerpo de
Lucas. Sin un solo toque a su polla, Lucas lo siguió. Pintó su piel
con su esperma caliente y pegajoso, haciendo coincidir a Noah
empujando para empujar y gritando para gritar.
Cuando Noah se derrumbó encima de él, Lucas lo mantuvo cerca,
sincronizando su respiración. Noah se quedó dormido, y a Lucas
no le importó que su venida se secara entre ellos. Se quedó
mirando al techo, aturdido y abrumado.
Este era un ritual de hombre lobo. Noah había iniciado esto, lo
que significaba que Lucas no se había aprovechado. Noah había
tomado todo lo que había deseado, de la manera que había
querido. Lucas recordó que Noah le había dicho que el sexo
después de una carrera era mucho más. Ahora Lucas entendió.
Le dolía el pecho cuando se preguntaba cómo demonios podía
esperar a otro ritual. Ya, Lucas ansiaba tener a Noah así de nuevo.
Suspiró pesadamente y cerró los ojos. El cuerpo inerte de Noah era
agradablemente pesado sobre el suyo. Más tarde se preocuparía
por lo jodido que estaba.
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Capítulo Veinte
07/2019
Epílogo
FIN
07/2019
399
01 La Fuerza de la Manada
02 Strength of the Wolf
03 Strength of the Mate
03.5 Heart of the Warrior
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SOBRE EL AUTOR
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07/2019
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