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El Teniente Lucas Young no sabe mucho acerca de los shifters.

Cuando el Sargento Noah Hammond es asignado al pelotón de


Lucas, el Verdadero Alfa hombre lobo del Cuerpo de Marines
desafía la autoridad del teniente y su autocontrol. Cuando Lucas
aprende a dominar y mandar a Noah, lucha contra una fuerte
atracción y un vínculo emocional más profundo.
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Durante su despliegue de combate en Afganistán, Lucas y Noah
comienzan a reflejar asociaciones legendarias. Su vínculo y su
poder crecen a medida que sobreviven peligrosos combates y
emboscadas. Cuando uno de ellos es herido en la batalla, ambos
deben abrazar la fuerza de su vínculo antes de perderse para
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siempre.
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Dedicación

Anna Sikorska, quien me preguntó si creía que podría escribir


Marines shifters. Cuando dije que podía intentarlo, ella me dio la
premisa original de esta historia sobre la cual construir. Esta
historia existe solo porque ella preguntó.
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USMC, un grupo de hombres y mujeres dedicados que continúan
creciendo y evolucionando, sirviendo y sacrificándose. Su
inteligencia, complejidad, competencia y capacidad de “adaptación
y superación” continúan proporcionándome el tipo de drama y
conflicto que hace buena ficción.
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Por el bien de la misión, por el bien de nuestro país, y por el


bien de los hombres que llevaron los colores de la División en
batallas pasadas, “que lucharon por la vida y nunca perdieron
el valor”, llevan a cabo tu misión y mantienen limpio tu honor.
Demostrar al mundo que “no hay un amigo mejor ni peor
enemigo que un Marine de los Estados Unidos”.

- General James Mattis, USMC


Expresiones De Gratitud

Agnieszka Siemieńska leyó casi todas las palabras de esta


historia tal como estaba escrita. Ella no proporcionó nada más que
ánimo durante el primer borrador. Ella fue instrumental en la
creación del personaje de Tim Madison, y por extensión, las ideas
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de la historia que eventualmente llevaron a que una sola persona
se convirtiera en una serie. Su ayuda no se detuvo ahí. Como el
lector beta principal, ella era muy exigente y crítica con los
personajes, la historia y la mitología que construí alrededor de mis
shifters. Ella no me deja escapar con nada.
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Beth McCombs fue el conjunto crítico de ojos que aparecieron al
final y encontraron las pequeñas cosas que aquellos de nosotros
que estábamos demasiado cerca de la historia ya no podíamos ver.
“Porque la fuerza de la Manada es el Lobo, y la fuerza del Lobo es
la Manada”.

- Rudyard Kipling

“Es un loco que confía en la mansedumbre de un lobo, la salud de


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un caballo, el amor de un niño o el juramento de una puta”.

- El Rey Lear de William Shakespeare (III, VI, 19-21)

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Capítulo Uno

Base de la Infantería de Marina, Camp Pendleton


Oceanside, California

Lucas levantó su mochila de ochenta libras y deslizó las correas


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sobre sus hombros. Las normas de la Infantería de Marina dijeron
que cincuenta libras era el máximo que un Infante de Marina podía
llevar y mantener la efectividad del combate. Lucas ya se había
desplegado una vez a Afganistán, y sabía, de primera mano, que la
limitación nunca fue observada o aplicada. Tenía la intención de
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tener a sus hombres listos para lidiar con lo que sea que la guerra
les arrojara una vez que llegaran a Afganistán, y eso significaba
tener la capacidad de aguantar veinte millas usando ochenta libras
de equipo.
El sargento de artillería Vincent McAlister se adelantó para
revisar la mochila de Lucas y asegurarse de que tuviera acceso a su
cantimplora. Estaban saliendo en la fría mañana, pero la tarde de
Oceanside iba a ser en los noventa altos. Él y sus marines tendrían
que mantenerse hidratados.
—Se puede ir, teniente, —dijo Vince.
Lucas presionó el botón en su pecho para activar su radio.
—Fox-two, control de radio, —utilizó la señal de llamada que
llevaría durante la duración de su misión en Afganistán.
—Echo-seven-mike, copia sólida, —respondió Vince, usando las
iniciales fonéticas para su rango y apellido.
Poniendo el pico de su cubierta de utilidad de ocho puntas sobre
sus ojos, Lucas se colocó frente a su pelotón y se paró en el borde
del patio de armas. Observó a sus hombres ajustarse el equipo y
realizar verificaciones de amigos, como él y el artillero McAlister
habían hecho. Aunque arrastraría al pelotón en un Humvee, en
caso de una emergencia, Vince se aseguró de que el equipo de
Lucas estuviera en buen estado y de que estaba preparado para la
marcha.
—Está bien, escuchen, caballeros, —dijo bruscamente, llamando
su atención. —Diez millas afuera, diez millas atrás—. Lucas barrió
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una mirada sobre sus marines. —Sí, estaremos tomando Cardiac
Hill.
—El último en llegar compra la cerveza, —gritó el Sargento Viejo
desde la parte posterior del grupo.
—Cualquiera que vomite tiene que comprar la cerveza para el
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próximo mes, —enmendó el cabo Daniel Branch. Su
pronunciamiento fue recibido con entusiasta acuerdo.
—Eso es suficiente, —dijo Lucas, sobre el alboroto. —Sargento
Fowler, llámelo.
—Sí, señor—. El sargento Chad Fowler era el suboficial más
experimentado de Lucas. Era estable y sólido como una roca.
Su pelotón rápidamente formó dos columnas con Fowler
cayendo a un lado y comenzando a gritar una cadencia. El pelotón
hizo eco y respondió en el momento justo. Lucas dio un paso
ligeramente detrás del sargento Fowler. El calor subía, y su
mochila ya le estaba pesando, pero sería condenado si enviaba a su
artillero a correr con sus hombres mientras seguía en el Humvee.
Lucas vio a sus hombres acomodarse en el ritmo. No había
muchos de ellos; sus filas no estaban llenas todavía. Recibía
nuevos Infantes de Marina todos los días, y estarían con la fuerza
total de veintidós hombres en el pelotón cuando se enviaran a
Afganistán.
A las cinco millas, y la quemadura en las piernas de Lucas había
dado paso a la carrera de endorfinas. Sus LPC, botas personales de
cuero, estaban todas cubiertas con el polvo infinito y pálido que
empapaba cada centímetro de la base. El sol se arrastraba cada vez
más alto, y el calor solo se volvería más intenso. No había sombra
para brindar alivio, el único follaje era un matorral escaso y la
manzanita dura. El sudor corría por la cara y el cuello de Lucas en
riachuelos, empapando su uniforme. Lo peor estaba por venir.
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Miró al soldado de primera clase Dane Catinella. El miembro
más reciente del pelotón estaba recién llegado del campamento de
entrenamiento, y si alguien iba a luchar durante esta marcha, sería
él.
El pelotón dio una vuelta en el camino, y Lucas vio a Vince y al
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Humvee estacionados justo delante. Si alguno de los hombres
mostraba signos de golpe de calor o deshidratación, el artillero los
cuidaría y los llevaría de vuelta al cuartel.
El punto era no matar a los marines durante el entrenamiento;
Era para hacerlos lo suficientemente duros para volver a casa con
vida.
Lucas le indicó a Vince que todos estaban bien para continuar.
Tomó un largo trago de su camelbak, sabiendo que no podía
mandar a su pelotón si no se cuidaba a sí mismo. El agua estaba
tibia y ya tenía un sabor rancio, pero al menos eliminó el polvo y la
suciedad de la garganta de Lucas.
Más adelante, el famoso Cardiac Hill del Camp Pendleton
apareció a la vista. Lucas miró y vio que Catinella ya se estaba
quedando atrás. Dio un paso atrás a su lado.
—¿Cómo estás, marine? —Preguntó.
—Bien, señor, —respondió Catinella entre jadeantes
respiraciones.
—¿Manteniéndose hidratado, soldado?
Hubo una pausa reveladora.
—Sí, señor.
Lucas tomó la línea de su propio camelbak.
—Mejor bebe ahora antes de que empecemos la colina, —
ordenó.
Catinella buscó su camelbak y finalmente se lo llevó a la boca.
Lucas le dejó beber varios bocados antes de detenerlo. Demasiada
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agua lo haría vomitar en la mitad de la colina.
Lucas recordó su primera carrera en Cardiac Hill. Fue bien
nombrada; estaba seguro de que iba a morir de un ataque al
corazón. Era el tipo de desafío que había deseado cuando aceptó
su comisión. El Cuerpo de Marines era lo único que había
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desafiado a Lucas. Era la primera cosa por la que había tenido que
trabajar de verdad.
Catinella se quedó más atrás cuando el pelotón subió la colina.
Lucas se quedó atrás con él, pero no estaba solo. Viejo y Rodríguez
frenaron sus pasos para acompañar al soldado en apuros.
Los dos marines comenzaron a alentar a Catinella cuando los
cuatro comenzaron a subir la colina. Le prometieron que podría
hacerlo, y se quedarían con él para asegurarse de que lo hiciera.
Lucas mantuvo un ojo en el soldado, buscando signos de exceso de
esfuerzo o deshidratación. Catinella jadeó ruidosamente, su cara
se puso roja, pero siguió subiendo la colina.
Le tomó el doble de tiempo que, al resto del pelotón, pero llegó a
la cima, animado por sus compañeros Infantes de Marina. Lucas
tuvo que contener una sonrisa al ver a Catinella radiante bajo el
elogio de Viejo y Rodríguez.
El sargento Fowler había disminuido el paso del pelotón para
permitir que el resto de ellos se pusieran al día. Cuando llegaron a
Vince y al Humvee, estaban de vuelta en formación. El corazón de
Lucas casi rebosa de orgullo por sus hombres, su determinación y
su trabajo en equipo.
En la marca de diez millas, Lucas hizo un cambio.
—Rodríguez, toma la cadencia.
Rodríguez se puso al día con Fowler, quien entró en formación
una vez que se tomó la cadencia. El sol golpeó a Lucas
implacablemente. Las correas de su ruck tiraban pesadamente de
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sus hombros. Lucas respiró pesadamente por la boca e ignoró el
dolor. Ese dolor no importaba de todos modos.
Cuando regresaron al patio de armas, el ruck de Lucas parecía
que pesaba el doble de lo que realmente pesaba. Había drenado su
camelbak en el tramo final. Le dolían todos los músculos y le
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ardían los pulmones, pero los había empujado junto con sus
marines.
Vince los estaba esperando con botellas de agua fresca. Juntos
vigilaron a los hombres para asegurarse de que no bebían
demasiado, ni demasiado rápido. El pelotón dejó caer sus rucks y
bebió agradecido. Lucas rodó los hombros, aliviando el dolor.
Como el resto de sus hombres, caminaba en círculos, aflojando los
músculos de su espalda y hombros.
Cuando todos contuvieron el aliento, empezaron a jactarse de lo
fácil que habían encontrado su pequeña excursión. Lucas sabía que
era una fanfarronada orgullosa, pero también era el
comportamiento típico de los marines.
Vince y Lucas supervisaron el almacenamiento del equipo del
pelotón, vigilando a los marines en recuperación. Abrieron sus
paquetes y dejaron el equipo en sus áreas de almacenamiento
adecuadas, sin signos de problemas entre ellos.
Lucas se inclinó para hablar con Vince.
—Voy a hablar con el capitán Stanley, a ver si hay una
actualización sobre nuestro cumplimiento de la fuerza. Mándalos
al comedor para que coman cuando terminen.
—Sí, señor, —respondió McAlister.
Lucas giró sobre sus talones y se dirigió a la oficina que
compartía con otros tres comandantes de pelotón.
Hizo un breve chequeo de su correo electrónico y no encontró
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nada urgente, por lo que se dirigió por el pasillo a la oficina del
comandante de su compañía. Lucas respiró hondo y enderezó su
espina aún más. Se sintió aliviado al encontrar al capitán Leland
Stanley solo, pero sabía que el primer sargento Ayala no estaría
muy lejos.
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Lucas se preparó para el encuentro y golpeó sus nudillos en el
umbral de la puerta.
—¿Tiene un momento, señor?
El capitán levantó la vista con su típica expresión aburrida.
—Entra, Lucas, —dijo Stanley. —¿Qué puedo hacer por ti?
—Solo me pregunto si hay alguna noticia sobre cuándo puedo
esperar para llenar las filas de mi pelotón—. Lucas se quedó a
gusto frente al escritorio del Capitán.
—Fin de mes, —respondió Stanley. —El batallón está tomando
las decisiones finales sobre qué marines van a qué pelotones.
Lucas se alegró por las noticias.
—Muy bien, señor.
—¿Cómo va el entrenamiento? —Preguntó el Capitán.
—Excelente, señor, —respondió con sinceridad. —Tengo un
buen grupo de hombres en mi pelotón.
—Bien, eso es bueno, —respondió Stanley vagamente. Continuó
mirando a Lucas como si no pudiera pensar en nada más que decir.
—Aprecio su tiempo, Capitán, —dijo Lucas. —Debería estar
volviendo con mis hombres.
Stanley lo despidió como si estuviera aliviado de que la reunión
hubiera terminado.
Lucas encontró a su pelotón en el comedor, comiendo con avidez
la comida. Rápidamente llenó una bandeja y se dejó caer en el
banco frente al artillero McAlister.
—¿Alguna noticia? —Preguntó Vince.
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—Fin de mes, —informó Lucas con una sonrisa.
Antes de que Vince pudiera responder, las voces en la habitación
se hicieron más fuertes y enojadas. Sillas raspadas por el suelo.
Lucas miró por encima, una ráfaga de adrenalina lo sacó
parcialmente de su asiento, preparado para intervenir, si era
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necesario, cuando dos marines alistados se enfrentaron en una
mesa.
—Mantente al margen, Teniente, —advirtió Vince en voz baja.
Mientras miraba, un sargento de artillería se acercó y golpeó sus
manos sobre la mesa que separaba a los dos combatientes
potenciales. Lucas no pudo escuchar lo que dijo el artillero, pero
sus palabras tuvieron un efecto. La tensión en el aire disminuyó
cuando la postura de ambos marines se relajó ligeramente.
—La luna llena está en un par de días, —dijo McAlister a modo
de explicación.
Lucas asintió con súbita comprensión. Como humano, no tendría
ninguna posibilidad de dar marcha atrás a dos hombres lobo
agresivos.
—¿Cómo puedes decir que son Shifters cuando están en forma
humana? —Lucas nunca había evitado a los hombres lobo; nunca
se había encontrado con muchos de ellos, por lo que su
conocimiento era limitado.
—No puedes, a menos que ellos quieran que lo hagas, —
respondió Vince. —O si eres un sargento de artillería a quien le
gusta saber estas cosas.
Lucas le devolvió la sonrisa a McAlister.
—¿Hay muchos shifters en la base?
—Muchísimos más shifters que antes de comenzar una guerra
en dos frentes, —respondió Vince secamente.
—Supongo que deberíamos esperar tener algunos asignados al
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pelotón, —reflexionó Lucas. —¿Son difíciles de manejar? Lo hacen
parecer simple en OCS.
Vince se encogió de hombros.
—Nunca tuve el mando de uno. Escuché que el comandante de
pelotón de Eco-tres tenía uno en Afganistán. Scuttlebutt dice que
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sus escaramuzas justo antes de la luna llena son bastante
inofensivas. Mientras puedan correr con la luna, son fáciles de
manejar.
—Es bueno saberlo, —dijo Lucas, con la mente concentrada en
esta nueva información mientras observaba a los dos Marines
sentarse en sus sillas y al artillero alejarse.

§§§

Lucas estaba en su oficina planeando misiones de entrenamiento


para la semana siguiente. Necesitaba identificar qué equipo
necesitarían para requisar. Se pasó una mano por el pelo y pensó
distraídamente que necesitaba cortarlo. Justo esa mañana, Lucas
había notado que el marrón estaba blanqueado por el sol, un
dorado pálido en los extremos. Lo último para lo que tenía tiempo
era que lo mandaran a consejo por violar el estándar de aseo.
Lucas intentaría recordar correr junto al barbero de la base esa
tarde para un pase rápido y sin complicaciones de las podadoras
eléctricas.
—Le ruego me perdone, señor, —se oyó una voz desde la puerta.
—Estoy buscando al teniente Young.
—Lo encontraste, —respondió Lucas, apartando la vista del
monitor de su computadora. —¿Cómo puedo ayudarte?
—Cabo Elijah Chandler. Tengo órdenes de presentarme a la
Compañía Fox, Segundo Pelotón. —El joven marine entró en la
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oficina de Lucas, con los papeles en la mano extendida. Lucas notó
su estatura media y construcción estándar. Se parecía al granjero
del medio oeste por excelencia, y era difícil creer que alguien con
ese rostro tan dulce pudiera ser un guerrero de la Marina
endurecido.
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—Bienvenido a Fox-two, cabo Chandler, —dijo Lucas, mirando a
través de los papeles. El archivo de personal de Chandler lo
seguiría en unos pocos días, y luego podría tener una mejor idea
del nivel de entrenamiento y habilidad. Una anotación en la parte
inferior de una página llamó su atención. Miró a Chandler
sorprendido. —¿Eres un shifter?
Inmediatamente, el rostro del cabo tomó una expresión
cautelosa.
—Sí, señor, —dijo con fuerza.
—Voy a tener que pedirle que tenga paciencia conmigo, cabo—.
Lucas separó los papeles que necesitaba y devolvió el resto a
Chandler. —Nunca he tenido uno a mi mando, así que
probablemente haya muchas cosas que no sé.
La postura de Chandler se relajó un poco, y su expresión se
suavizó.
—Somos bastante fáciles de tratar, señor. Excepto que tengamos
que correr en la luna llena, somos como todos los demás marines.
Lucas notó el ligero acento del sur de Chandler.
—Asegúrate de hacerme saber lo que necesitas cuando llegue el
momento.
—Ubicaré al líder de la manada en la base y él me aconsejará
cómo funcionan las cosas, —dijo el cabo como si quisiera
tranquilizarlo.
—¿La base tiene un líder de la manada? —Fue la primera vez
que Lucas había oído hablar de esto. —Me temo que no sé cuál de
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los oficiales podría ser un shifter.
—Un líder de la manada no tiene que ser un oficial, —dijo
Chandler rápidamente. —Él podría estar fácilmente alistado.
Nuestra jerarquía social no funciona de la misma manera que los
rangos marines. En realidad, los líderes de la manada solo
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representan a los Alfas Verdaderos, porque los hombres lobo
Verdaderos Alfa son bastante raros. Solo hay uno que conozco de
servir en la Infantería de Marina. Un líder de manada base solo
tiene una combinación de edad, experiencia, carisma personal y, a
veces, rango.
Lucas estaba confundido.
—¿Verdadero Alfa?
—Sí, señor. No muchos de ellos sirven en el Ejército; no les gusta
que los humanos los superen. Usualmente son líderes de las
manadas civiles.
Lucas pensó que estaba empezando a entender.
—Entiendo eso, cabo.
—Ahora que tiene un hombre lobo en su pelotón, espero que el
líder de la manada se ponga en contacto, señor, —dijo Chandler. —
Él te hará saber qué esperar y lo que necesitamos.
—Apreciaría eso, —respondió Lucas.
—¿Hay algo más, señor? —Chandler parecía serio y ansioso por
complacer.
—No en este momento. Despedido. —Lucas devolvió el saludo
del cabo y lo observó irse en silencio.
Se preguntaba si todos los demás se movían con el mismo sigilo.
Esperaba conocer al líder de la manada en la base. Se sentiría más
cómodo si pudiera obtener un poco más de orientación para tener
a los shifters bajo su mando.
En la próxima semana, Lucas se encontró al mando de dos
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hombres lobo más. El soldado de primera clase Logan Grant y el
cabo Terrell Hubbard se unieron al pelotón e inmediatamente
fueron en busca del líder del grupo. Lucas aún no se había reunido
con el líder de la manada de la base y tenía la intención de
preguntarle al cabo Chandler sobre él. Se pasó la mano por el pelo
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recién cortado y suspiró con frustración. Ya tenía su plato lleno de
cosas de las que preocuparse y organizar su pelotón.
—¿Teniente Young?
Lucas levantó la vista para encontrar a un sargento de guardia
que estaba parado en su puerta.
—¿Sí?
—El capitán Stanley dice que debe presentarse en su oficina,
CUANTO ANTES—. El marine se quedó mirando la pared trasera
de la oficina de Lucas.
Lucas suspiró interiormente.
—Gracias, Sargento. Estaré ahí.
Tratar con Stanley cuando era necesario era lo suficientemente
tedioso. Ser convocado por el capitán tenía a la ansiedad
mordisqueando su vientre. Entró por la puerta de la oficina de
Stanley.
—¿Quería verme, capitán?
El capitán levantó la vista de donde él y sargento Ayala estaban
doblados sobre una gran pila de archivos de personal.
—Lucas. Bien. —Stanley repasó los archivos, con una expresión
insípida en su rostro. Localizando el que buscaba, se lo entregó a
Lucas. —Te van a asignar un hombre lobo alfa a tu pelotón.
La cabeza de Lucas se levantó.
—Discúlpeme, señor. ¿Un hombre lobo alfa? —Su conversación
con Chandler corrió a través de su memoria. Solo había un hombre
lobo Verdadero Alfa sirviendo en los Marines.
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—Sí. ¿Todavía tiene la guía de capacitación de OCS? —Preguntó
el capitán.
Lucas miró en silencio a su comandante durante varios
segundos. El manual de entrenamiento que había aprobado tres
años antes no era suficiente ayuda para integrar a los shifters que
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ya le habían asignado. Lucas necesitaba entrenamiento práctico y
orientación si tenía que lidiar con el hombre lobo más dominante
en el Cuerpo de Marines. Mirando a Stanley, se dio cuenta de que
no iba a conseguirlo.
—Sí, señor, —respondió en su lugar, metiendo el archivo
personal debajo de su brazo. —Lo leeré esta noche. Interrogativo,
señor. La compañía Echo tiene un comandante de pelotón con
experiencia comandando shifters. ¿Por qué no, Echo se lo lleva?
—Echo ya está completo, teniente, —respondió Ayala con su
típica condescendencia. —A todos los pelotones se les asigna
shifters. Ya que eres el oficial subalterno de las tres compañías,
obtienes la experiencia con uno con más experiencia en combate,
uno que puede ayudarte a comandar tu pelotón. Ha sido un marine
más tiempo que tú. Los otros comandantes de pelotón están
recibiendo a los shifters.
Lucas sintió el intento de insulto de Ayala como una bofetada,
pero no lo dejó ver en su cara.
—Muy bien, señor, —respondió, dirigiéndose a Stanley.
—Despedido, —dijo el capitán, sin mirar más a Lucas.
Al salir al cálido sol de California, Lucas se puso la cubierta de su
gorra y fue en busca de Vince, quien estaba supervisando el
ejercicio de entrenamiento del pelotón. Cuando localizó el grupo,
Lucas hizo un gesto para que el artillero se uniera a él.
—¿Qué pasa, teniente? —Preguntó Vince.
—Nos asignaron un hombre lobo alfa, —respondió Lucas,
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manteniendo su voz baja para no ser escuchado.
—¿No mierda? —El tono de Vince era menos que entusiasta. —
¿A quién nos ponemos? Solo hay un Verdadero Alfa que conozco
en el Cuerpo.
—Bueno, dijeron que tiene experiencia en combate, —respondió
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Lucas, entregando el archivo a Vince.
—¡Santo-saltó-para-cristo-en-una-galleta! —Exclamó el artillero
cuando abrió el frente de la carpeta. —¿Hammond? ¿Te están
dando a Hammond?
La ansiedad tenía el corazón de Lucas golpeando en su pecho.
—Si eso es lo que dice el archivo, sí. ¿Es él?
—Sí, Hammond es el único. Él es un líder. Sube montañas, salta
de aviones; incluso bucea en SCUBA, lo cual es raro en un hombre
lobo. Hammond es un Verdadero Alfa, está bien, especialmente
cuando cambia.
—No entiendo—. Lucas frunció el ceño, confundido.
—Si todos los miembros del Cuerpo cambiaran en este
momento, Hammond tendría el control completo de ellos—. Vince
le devolvió el archivo. —Incluso los que lo clasifican en forma
humana.
—Entonces, ¿cuál es la mejor manera de manejarlo? —El temor
se apoderó de Lucas como una ola helada.
—Bueno, saca ese pequeño libro que te dieron en OCS y léelo
nuevamente de principio a fin, —dijo Vince con un movimiento de
cabeza. —Entonces tal vez mira cada episodio de The Dog
Whisperer1 que puedas tener en tus manos.
Lucas sospechaba que el comandante de su compañía estaba
literalmente alimentándolo con los lobos.
—Si Hammond es tan insubordinado, ¿cómo es que todavía es
un marine? —Preguntó.
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—No es que sea difícil de controlar, pero no puedes pretender
dominar a un Verdadero Alfa, Lucas. No puedes esconderte detrás
de tu rango y simplemente ordenarle que se someta a tu
autoridad, como puedes hacerlo con un humano. Tienes que ser el
equivalente humano de un hombre lobo alfa, demuéstrale que
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realmente estás a cargo, o él te comerá para el almuerzo—. Vince
suspiró profundamente y Lucas dejó que sus palabras se
entrometieran. —Bueno, al menos sabes quién será tu líder de
equipo.
—¿Cómo es eso? —Lucas preguntó con incredulidad.
—Tienes un Verdadero Alfa que entrará en el pelotón. Si puede
conseguir que una manada de hombres lobo siga sus órdenes, ¿qué
tan bueno crees que es para que los humanos hagamos lo que
dice?
Lucas no estaba seguro de si estaba preocupado o aliviado.

1
El encantador de perros
Capítulo Dos

—El sargento Noah Hammond presentándose, señor.


Ante una voz inesperada, la cabeza de Lucas se levantó de sus
papeles. No había oído a nadie entrar a la oficina.
—Mis órdenes, señor.
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Lucas sabía que su boca estaba abierta, pero no podía evitarlo. El
sargento Hammond era enorme. Lucas no era bajo, pero podía ver
que el Sargento se erguía sobre él, a pesar de que todavía estaba
sentado.
De repente, recordándose a sí mismo, Lucas se puso de pie de un
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salto. Tomó la pila de papeles de la mano del sargento Hammond,
arrancó los que necesitaba y le devolvió el resto.
Lucas se aclaró la garganta.
—Bienvenido a Fox-two, —dijo. —Estamos encantados de
tenerlo con nosotros.
—Me alegro de estar aquí, señor, —respondió Hammond,
mirando hacia algún lugar justo después de la oreja izquierda de
Lucas.
Esto no era lo que Lucas había esperado. Había estado listo para
un Marine corto y robusto que se parecía vagamente a un Pit bull.
No sabía cómo lidiar con el guerrero nórdico, alto y musculoso,
que estaba frente a él.
—El pelotón está en el campo de tiro hoy, —dijo Lucas. —Si te
gustaría salir y mirarlos. De lo contrario, puedes usarlo hoy para
orientarte e informarte sobre los ejercicios mañana por la mañana.
Algo cambió en los ojos de Hammond, y pasaron de un azul
suave a un frío plateado. Mierda. Lucas ya la había jodido.
—No, olvida eso, —dijo con firmeza. —Doble tiempo fuera de
rango, Sargento. Preséntate al artillero McAlister. No hay razón
para demorarse en echar un vistazo a tus hombres y comenzar a
ponerlos en la forma en que los quieres.
—¿Mis hombres, señor? —Preguntó Hammond. Su postura
rígida se relajó ligeramente ante las palabras decisivas de Lucas.
—Tú serás el líder del equipo de mi pelotón cuando salgamos—.
Lucas usó su tono para reforzar la orden.
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—¿Lo soy, señor? —La ceja izquierda de Hammond se alzó.
—Me han llevado a creer que eres un tipo duro entre los rudos,
sargento, —respondió Lucas. —¿Quién mejor para ser mi líder de
equipo?
—Lo que se requiera de mí, teniente, —respondió Hammond
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evasivamente.
—¿A menos que no esté preparado para la tarea, sargento? —
Lucas lamentó las palabras tan pronto como salieron de su boca.
Dominar a un Alfa era una cosa; acababa de cebar a un
depredador.
Hammond finalmente miró a Lucas a los ojos. El tiempo pareció
detenerse ya que Lucas no podía respirar. Estaba congelado en su
lugar, su corazón latía en su pecho, como si fuera una presa. Los
ojos de Hammond brillaron con un plata amenazante. Sus fosas
nasales se abrieron ligeramente, pero por lo demás su expresión
no cambió.
Lucas enderezó su columna vertebral y se obligó a sostener la
dura y helada mirada de Hammond. Lo último que podía
permitirse era mostrar miedo. La cara de Lucas se sonrojó y una
descarga de electricidad le recorrió la espalda al darse cuenta de
que no todo lo que sentía era miedo. Se lamió los labios con
nerviosismo y Hammond bajó los ojos para seguir el movimiento.
—Creo que encontrará que este marine es más que igual a la
tarea, teniente, —dijo Hammond en voz baja, con la mandíbula
apretada.
—Muy bien, sargento—. Lucas se alegró al escuchar que su voz
era firme. —Puedes duplicarlo en el campo, ahora. ¿Sabes dónde
está ubicado?
—Interrogativo, señor. ¿Has estado en el campo hoy? —
Preguntó Hammond.
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—Sí. ¿Por qué? —Preguntó Lucas, desconcertado.
Las fosas nasales de Noah se abrieron de nuevo cuando inhaló
profundamente. Levantó una esquina de su boca en una sonrisa
casi imperceptible. La plata de sus ojos cambió a azul. Lucas se dio
cuenta de que Hammond estaba oliendo el aire. Estaba olfateando
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a Lucas.
—Solo rastrearé su olor hasta el campo, señor, —dijo finalmente
Hammond. Sin esperar a que lo despidieran, giró sobre sus talones
en un perfecto giro y abandonó la oficina de Lucas.
Sólo entonces Lucas liberó el aliento tembloroso que había
estado conteniendo.
Sentándose, trató de concentrarse en su trabajo; los informes de
aptitud física no se escribirían solos. Lucas tuvo que controlar su
fuerte reacción ante el sargento Hammond. No había reaccionado
a los otros tres hombres lobo en su pelotón de esta manera. ¿Fue
porque Hammond era un Verdadero Alfa?
Lucas se dio una sacudida mental y comenzó a escribir de nuevo.
En lugar de ver las palabras en el monitor de su computadora, se
estaba imaginando unos ojos brillantes que pasaron de azul a
plateado y volvieron a aparecer. Al recordar el brillo de Hammond,
una luz que ardía dentro de él, Lucas se sintió débil y sin brillo en
comparación. Su cabello oscuro y sus ojos color avellana eran
sosos ante el brillo etéreo de Hammond.
Sentándose en su silla con un suspiro de frustración, Lucas
consideró salir al campo para mirar el entrenamiento. Rechazó la
idea casi de inmediato, pasando su palma por encima de los
mechones de su cabello. Si esto era la intimidación que sentía,
Lucas tenía que controlarse a sí mismo. Sería un comandante de
pelotón muy ineficaz si se dejara intimidar por un sargento, sin
importar cuánta experiencia tuviera.
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Lucas se incorporó de golpe en su silla, con un escalofrío de
temor que serpenteaba por su espina dorsal. No estaba intimidado
por el sargento Hammond; se sintió atraído por él. Lucas estaba
más que jodido.
Tomando su gorra de servicio, Lucas dejó su oficina y se dirigió
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al campo. Se enfrentaría a esto de frente. No importaba lo que
estuviera sintiendo, nunca podría dejar que se mostrara,
especialmente a Hammond. Él iba a empezar ahora mismo.
Lucas se paró en el borde del campo y observó el entrenamiento
en progreso. El sargento Hammond no había perdido tiempo en
asumir su papel como líder del equipo. Estaba encaramado en lo
alto de la torre de madera que parecía una torre de perforación de
aceite atrofiada. Los Infantes de Marina utilizaron la estructura
para practicar la escalada y repeler. Hammond estaba encima de
él, como si siempre hubiera sido su posesión personal, gritando
instrucciones e insultos a los Infantes de Marina abajo.
El artillero McAlister vio a Lucas y se acercó para reunirse con él.
—Teniente, —saludó con un asentimiento.
—¿Cómo está? —Preguntó Lucas, inclinando la cabeza en
dirección al sargento Hammond.
—Los otros shifters lo encontraron de inmediato, —respondió
Vince. —Fowler y Rodríguez ya lo conocen de un despliegue
anterior, así que lo aceptaron sin cuestionarlo.
—Bien, —respondió Lucas, viendo al Sargento Hammond
levantarse de su posición agachada. —¿Algún problema?
—Viejo lo está desafiando, y Branch lo está empujando.
Hammond los puso a ambos en su lugar sin parpadear, por lo que
se están estableciendo.
Como si sintiera que Lucas lo estaba mirando, Hammond miró
hacia Lucas. ¿O fue la imaginación de Lucas? Ciertamente no
25
estaba imaginando la pequeña emoción que sintió cuando pensó
que sus ojos se encontraron.
—¿Cuál es tu valoración? —Le preguntó a Vince.
—Creo que es un hijo de puta tan rudo que no tiene que
demostrarlo, —dijo Vince con una risita. —¿Cómo fue tu
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encuentro con él?
—Creo que ya no puedo, —admitió Lucas, observando mientras
el sargento hablaba con los marines que habían comenzado a
escalar la torre. —Y creo que Hammond lo sabe.
—He estado pensando en eso, señor, —dijo Vince
pensativamente. —Él sabe que eres humano. No esperará que
sepas todo acerca de tener shifters en tu pelotón, por lo que no lo
verá como un signo de debilidad si haces una pregunta.
—¿De verdad lo crees? —Preguntó Lucas.
—Apuesto a que si lo tratas como a cualquier otro sargento de la
Marina y sigues su ejemplo cuando se trata de la mierda del
hombre lobo, lo harás bien—. Vince parecía confiado en su
evaluación.
Lucas suspiró, su corazón saltó un latido o dos cuando
Hammond lo miró de nuevo.
—Supongo que vale la pena intentarlo—. El Cabo Branch se
acercó a la parte superior de la torre. El sargento Hammond miró
hacia otro lado el tiempo suficiente para hacer algo que hizo que
Branch cayera al suelo. —¿Qué está pasando aquí?
—Pensamiento estratégico, planificación táctica y ejecución, —
respondió Vince con evidente apreciación. —Hammond los ha
dividido en equipos, y tienen que trabajar juntos para derribarlo
de la torre. Es evaluación de habilidades, formación de equipos y
entrenamiento todo en uno, y es jodidamente brillante.
La iniciativa de Hammond impresionó a Lucas.
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—¿Alguien ha tenido éxito?
—Todavía no, y dudo que alguien lo haga. Sin embargo, eso no
significa que no aprenderán algo. —Vince se rió entre dientes.
—¡Whoa! —Exclamó Lucas cuando PFC Grant y el cabo Chandler
treparon por los lados opuestos de la torre, mientras que el resto
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del equipo parecía proporcionar una diversión. Los dos
escaladores se movieron con una velocidad inhumana y parecían
estar corriendo en lugar de escalar.
—¿Tienen garras? —Preguntó Vince con incredulidad, haciendo
un gesto hacia la torre.
—Santa mierda, —exclamó Lucas, sacando los brazos de su
pecho con sorpresa. Estaba seguro de que la táctica funcionaría.
Noah parecía haberse enamorado de la diversión.
En el último momento, saltó de la plataforma, atrapando el
borde con una mano. Sus movimientos eran casi demasiado
rápidos para que Lucas los rastreara, pero en menos tiempo del
que tardaba en respirar, Noah había girado alrededor de la torre
hacia otro lado. Si Lucas había pensado que Grant y Chandler se
movían rápidamente, Noah era casi un borrón.
Aferrándose a la plataforma con una sola mano, Noah levantó la
otra, apretó la pierna del pantalón de Chandler y lo sacó de la
torre. Lucas se estremeció ante el sonido de un cuerpo aterrizando
con fuerza en el suelo. Noah ya estaba de vuelta en la plataforma.
Grant trató de huir, pero fue atrapado en un bloqueo de cabeza.
Al principio, Lucas pensó que Noah había roto el cuello del
marine. Cuando Grant estaba tendido, pero moviéndose en la
plataforma, se dio cuenta de que Noah solo había simulado el acto.
—¡Ganamos! —Gritó el Cabo Branch desde la base de la torre. —
Te sacamos de la plataforma.
27
—Dije que tenías que tirarme de la torre, —llamó Noah con
calma, ni siquiera sin aliento. —Dejé la plataforma por mi cuenta y
nunca dejé la torre—. Miró hacia arriba, directamente a Lucas. —
Buen intento, sin embargo. Si fuera alguien diferente a mí, podría
haber funcionado, —dijo Noah con una sonrisa.
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La lujuria se apoderó de Lucas. El sargento Hammond estaba de
pie, alto y delgado, con una cadera inclinada hacia un lado. Su
nuevo líder de equipo no solo era pecaminosamente sexy, sino que
también estaba demostrando ser inteligente y capaz. La
competencia era la kryptonita de Lucas. Su vida acababa de
volverse inmensamente más difícil.
La sonrisa de Hammond se ensanchó como si supiera lo que
Lucas estaba pensando. El mundo se cayó de debajo de los pies de
Lucas, y se preguntó cómo iba a sobrevivir al tener a este hombre
lobo alfa bajo su mando.
Dos días después, Lucas sospechó que Hammond había
empezado a desafiarlo. Era como si el Sargento lo estuviera
probando, buscando debilidad. Lucas sabía que no podía mostrar
ninguna, independientemente de lo que estuviera pensando o
sintiendo.
—Sargento Hammond, estará conmigo en el Equipo Uno, —
describió la misión de entrenamiento de infiltración del pueblo, —
junto con Chandler, Catinella y Hubbard. Sargento Fowler, tomará
al artillero McAlister, Branch, Grant...
Cuando Lucas estableció el resto de la tarea para la misión, luchó
por concentrarse en su tarea. Señaló el mapa y las instrucciones
escritas en el pizarrón, pero era muy consciente de Noah, el
sargento Hammond, maldita sea, observando sus manos con
aparente fascinación. Estaba orgulloso de que su voz se
mantuviera firme mientras establecía los objetivos y parámetros
28
de la misión.
—Con el debido respeto, señor, —dijo Noah, inclinándose hacia
adelante en su silla y observando atentamente a Lucas, —usted y
yo en el mismo equipo lo hacemos muy pesado en cuanto al
comando.
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Lucas había anticipado este argumento, y estaba listo para ello, a
pesar de que su corazón se estrelló en su pecho bajo la intensa
mirada de Noah.
—Su capacidad y habilidad están bien establecidas, Sargento. La
seguridad de un ejercicio de entrenamiento es óptima para
generar experiencia y confianza.
Durante varios momentos interminables, Noah parecía que iba a
discutir. Lucas se mantuvo firme y sostuvo la mirada evaluadora
del sargento sin pestañear.
Finalmente, Noah se recostó en su silla.
—Sí, señor.
La misión de entrenamiento fue una tormenta perfecta de
jodidas. Fueron atrapados por fuego de mortero simulado, y Lucas
ordenó a Chandler y Catinella que identificaran la posición del
observador para que pudieran realizar un ataque aéreo. Noah
parecía dispuesto a discutir, pero al final, se calló.
La intensidad del fuego de mortero aumentó. Los dos jóvenes
marines se congelaron en sus posiciones detrás de una frágil
barrera, acurrucándose bajo sus cascos de Kevlar y acurrucándose
en sus chalecos blindados. Lucas sabía que no era miedo sino
indecisión por falta de experiencia. Esto era precisamente por lo
que había diseñado este entrenamiento para abordar. Noah volvió
a mirar a Lucas, y esta vez, le dio al Sargento un breve
asentimiento.
29
Noah se arrastró por el vientre rápidamente a través de la tierra
y sobre las rocas hasta que llegó a la posición de Catinella y
Chandler. Noah tuvo que levantar la voz para ser escuchado sobre
el fuego de mortero para que Lucas pudiera escucharlo hablar
lento y calmado, dando instrucciones claras y precisas a los dos
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jóvenes marines.
Chandler y Catinella avanzaron. Encontraron cobertura en un
lugar desde el cual Lucas sabía que podrían identificar el escondite
del observador. Ajustó su agarre en su M16, se lo apretó más
contra su hombro y reanudó el fuego de supresión para que Noah
volviera a su posición. Noah se movió tan rápido que Lucas solo
tuvo tiempo de disparar dos ráfagas rápidas antes de regresar.
Volviéndose a cubierto, Lucas le dio a Noah un gesto de
aprobación.
Para sorpresa de Lucas, Noah pareció sonrojarse, manteniendo
su mirada durante más tiempo del necesario. La sangre de Lucas
se precipitó ensordecedoramente en sus oídos. Se preguntó si era
posible que esta atracción fuera en ambos sentidos. Eso haría las
cosas mucho peores.
Noah continuó mostrando iniciativa en su posición como líder
de equipo. Sugirió ejercicios de entrenamiento y luego escribió los
planes necesarios. Lucas apoyó con confianza esos esfuerzos.
Hoy, dividió el pelotón en equipos y cada uno quedaría ciego en
algún lugar del Camp Pendleton. Tenían un día para navegar de
regreso al patio de armas y el primer equipo de regreso ganaría un
día de licencia.
Lucas se asignó a acompañar al equipo de Noah para observar y
evaluar. Podría haber observado el equipo del Sargento Fowler,
pero Lucas se dijo a sí mismo que necesitaba familiarizarse y
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sentirse cómodo con las nuevas fortalezas y el estilo de mando de
su Líder de equipo.
—No necesito una niñera en los ejercicios de entrenamiento,
teniente, —respondió Noah con fuerza cuando Lucas le informó.
—Sólo estoy observando, sargento, —dijo Lucas con calma.
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Tragó saliva cuando los ojos de Noah se desviaron de los suyos,
bajaron a su boca y regresaron. —Necesito tener una idea de cómo
funciona el pelotón como individuos, así como en equipos.
—El artillero McAlister y yo podemos hacerle cualquier
evaluación que necesite, señor—. Los ojos de Noah se clavaron en
la garganta de Lucas, sus ojos brillaron en un azul más brillante.
—Hago mis propias evaluaciones, —dijo Lucas bruscamente.
Tuvo que empujar firmemente contra el desafío de Noah. —Estoy
siguiendo a su equipo en esta misión, Sargento Hammond. Solo
tendrás que hacer que te acomode.
—Sí, señor, —dijo Noah rígidamente.
Lucas reprimió un suspiro de alivio cuando Noah retrocedió.
Días más tarde, la noche en que practicaron la entrada en
estructuras hostiles, Lucas se preparó para el desafío que sabía
que se avecinaba. El pelotón estaba en el rango profundo de
Pendleton, y Lucas le ordenó a Noah liderar a un equipo a través
del ejercicio. Él asignó a los Infantes de Marina más jóvenes a
Noah.
Cuando miró en dirección a Noah, su corazón se aceleró al ver
que los ojos de Noah se volvían plateados. Lucas dio una ligera
inclinación de cabeza. Noah se puso a caminar a su lado cuando
Lucas los sacó fuera del alcance del oído del pelotón.
—Señor, me gustaría agregar algunos de los hombres más
experimentados al equipo, —dijo Noah tan pronto como Lucas se
volvió para mirarlo.
31
—Si esta fuera una misión real, necesitarías un equipo con
habilidades y experiencia establecidas, —respondió rápidamente,
dirigiéndose directamente a la preocupación de Noah.
—De acuerdo, señor, —dijo Noah, cambiando su peso
sutilmente, sus ojos vagando sobre Lucas como siempre lo hacían.
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—Pero esto es entrenamiento. Tú y yo tenemos el lujo de
permitir que estos hombres cometan errores. Usaremos esos
errores para formular lecciones para todo el pelotón. —Él
mantuvo su voz baja y conspirativa, necesitando la cooperación de
Noah en esto. Noah se alzaba sobre Lucas, sus rasgos afilados y su
mandíbula cuadrada eran distintivos, incluso en la oscuridad. La
vista de los ojos plateados de Noah brillando en la oscuridad casi
hizo que Lucas perdiera su pensamiento. —No necesito que seas
perfecto, sargento. Solo da el ejemplo y comparte tu conocimiento
y experiencia.
—Copiado, señor, —respondió Noah en voz baja, la línea de sus
hombros cayendo ligeramente.
Se volvieron para volver al pelotón. Lucas se sintió
enormemente aliviado de que Noah hubiera capitulado tan
fácilmente. Lucas era plenamente consciente de que Noah podía
dificultar las cosas si quería.
De repente se le ocurrió una idea.
—Antes de comenzar, ¿por qué no lideras a un equipo
experimentado a través del ejercicio? Servirá como un ejemplo del
nivel de habilidad que queremos que alcancen—. Lucas se atrevió
a sonreír levemente en la dirección de Noah. —No queremos que
tus bordes afilados se suavicen, ¿verdad?
Noah no logró ocultar su sorpresa ante las palabras de Lucas.
Después de varios latidos del corazón, sonrió.
32
—Tomará más que unos pocos ejercicios de entrenamiento para
disminuir mi nivel de competencia, teniente.

07/2019
Capítulo Tres

—Disculpe, teniente. ¿Tienes un momento?


La cabeza de Lucas se levantó al primer sonido de la voz de
Noah. Los Infantes de Marina eran hijoputas sigilosos, pero Noah
era sobrenaturalmente silencioso, y a veces era desconcertante. El
33
ritmo cardíaco de Lucas se aceleró y sus palmas comenzaron a
sudar. Tragó saliva cuando fue asaltado por pensamientos de los
dos, desnudos, lentamente moliéndose uno contra el otro.
Parpadeó para despejar su mente de las imágenes abrasadoras,
se movió en su silla para aliviar su polla confinada. Lucas no podía
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dejar que Noah supiera lo que estaba pensando. Algo en la
expresión de Noah hizo que Lucas pensara que ya lo sabía.
—Ciertamente, sargento. ¿Qué puedo hacer por ti? —Lucas le
indicó a Noah que entrara en la oficina.
—La luna llena es la próxima semana—. Noah se paró frente al
escritorio de Lucas, con un fajo de papeles apretados en una mano.
—Sí, lo es. ¿Necesitas hacer arreglos especiales? —Lucas había
leído las recomendaciones y pautas de la Infantería de Marina para
manejar el cambio obligatorio de los hombres lobo una vez al mes.
—Sí, señor, —respondió Noah, entregándole los papeles a Lucas.
Lucas se puso de pie mientras tomaba las hojas de Noah.
Hojeando la pila, vio exactamente lo que había esperado, hasta que
llegó a la lista del personal participante. Dio un bajo y agradecido
silbido.
Al mirar a Noah, Lucas dijo:
—No me di cuenta de que teníamos tantos shifters aquí.
—Esa es una lista combinada tanto para Pendleton como para
Miramar, —respondió Noah apresuradamente.
Lucas miró de nuevo las hojas, leyendo con más atención. Ahora
vio, no solo las MOS’s, especialidades operativas militares, sino
también rangos. Se mordió el labio inferior mientras contemplaba
la lista.
Noah rompió el silencio prolongado.
—Hay un número muy alto de Infantes de Marina recién
llegados en ambas bases para quienes esta es la primera luna llena
34
en este lugar de destino. Logísticamente, parece que es más fácil
utilizar el campo aquí—. La explicación de Noah fue gratuita,
incluso con entusiasmo, dada.
Lucas estaba intrigado por la repentina verbosidad de Noah,
incluso cuando estaba agradecido por la información.
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—De acuerdo, —dijo, inclinándose para firmar el papeleo en los
lugares necesarios. —Esboza tu plan general para mí.
Noah parecía extrañamente complacido con la curiosidad de
Lucas. Sus ojos eran de un azul profundo.
—Pasaremos por el estacionamiento del este una hora antes de
la puesta del sol. A medida que todos cambien, se dirigirán a la
zona de distribución, que tiene una gran variedad de presas para
que agotemos. Cuando la mañana se acerca y todos regresan,
regresan a los vehículos, se comunican conmigo y todos nos
dirigimos a casa.
Lucas asintió su comprensión.
—Buen plan. Me aseguraré de llevar un buen libro y un gran
termo de café negro.
—¿Señor? —Noah frunció el ceño.
Lucas estaba seguro de que Noah asumió que había entendido
mal, al mismo tiempo que esperaba no haberlo hecho.
—Estoy seguro de que me quedaré dormido unas cuantas veces,
pero haré lo que pueda para mantenerme ocupado y despierto
hasta que todos regresen, —explicó Lucas. Se preparó para la
discusión que sabía que se avecinaba.
—No hay necesidad de que esté allí, teniente, —dijo Noah con
tensión, su postura rígida mientras miraba a Lucas.
—Confío en que no habrá ningún problema, pero quiero estar
allí para brindar asistencia si algo sale mal—. Se puso las manos en
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las caderas, esperando que eso lo hiciera parecer más grande.
—Seré capaz de manejar cualquier problema que pueda
surgir—. El tono de Noah era engañosamente parejo.
—Yo sé eso. No hay duda sobre tu nivel de competencia. Pero
estaré allí para brindarte ayuda si algo no sale bien.
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—Esto no es su responsabilidad, señor—. La columna vertebral
de Noah se enderezó ligeramente, y él cuadró sus hombros.
Lucas casi podía sentir la creciente agitación de Noah como algo
físico.
—Eres mucho mi responsabilidad, sargento. Ser el Alfa de una
manada tan grande tiene que ser un desafío. Te proporcionaré
toda la ayuda y el apoyo que soy capaz de hacer.
Había tensión en cada línea del cuerpo de Noah.
—Esta no es la primera carrera que he dirigido, —insistió,
aunque parecía poco entusiasta.
—Me imagino que no, —dijo Lucas a la ligera, obligándose a no
apartar la mirada de esos ojos astutos y penetrantes. —¿Hay algo
más, sargento?
—No, señor, —respondió Noah rígidamente.
Lucas se dio la vuelta y se sentó en su silla.
—Despedido, —dijo con una calma que no sentía.
Cuando ya no pudo escuchar el paso de las botas de Noah en el
pasillo, Lucas soltó un suspiro explosivo y se relajó contra el
respaldo de su silla.

§§§

Lucas sacó su camioneta en el estacionamiento. El sol brillaba


naranja y colgaba bajo el océano, rayando el cielo con tonos de
rojo y púrpura. Lucas estimó que eran unos cuarenta y cinco
36
minutos antes del atardecer. Había varios vehículos ya
estacionados, pero Lucas sabía que habría muchos más en marcha.
Noah era fácil de detectar, apoyado en la rueda de repuesto de
un Jeep, con las piernas cruzadas en los tobillos. Una emoción
recorrió la columna vertebral de Lucas mientras ocupaba el lugar
07/2019
de estacionamiento junto al Jeep. Al salir a la noche todavía cálida,
se dio cuenta de que no necesitaría la chaqueta que había traído.
—Lo admitiré, teniente, —dijo Noah a modo de saludo, —No
pensé que realmente aparecieras—. Sus ojos brillaban plateados.
—Dije que lo haría, sargento, —respondió Lucas. —¿Por qué lo
dudarías?
—No es un error que cometeré otra vez, —dijo Noah,
arrastrando las palabras.
Lucas sabía que detrás de esa afirmación había más significado
del que era inmediatamente obvio. Extendió el portapapeles con la
lista de hombres lobo que se esperaba mostrar esta noche.
—¿Ya tienes uno de estos?
Noah miró la lista y volvió a mirar a los ojos de Lucas.
—No voy a necesitar eso, señor. Pero si te hace sentir mejor
usarlo como respaldo, por supuesto.
Sabía que Noah se estaba riendo de él, y Lucas se erizó.
—¿Puedes hacer un seguimiento de exactamente quién aparece
esta noche y si vuelven por la mañana, sin escribir nada?
—Sí, señor, puedo—. Era una simple declaración de hecho, sin
ninguna arrogancia.
—Ya que estamos fuera de servicio, podemos reservar un rango
para la noche, —dijo Lucas, preguntándose por la sabiduría de sus
palabras, incluso mientras las pronunciaba. —Explícame cómo te
mantienes al tanto de un grupo tan grande de shifters.
—Sí... Lucas, —respondió Noah. Su rostro era inexpresivo, pero
37
su voz estaba mezclada con humor. —Al final de la noche habrá
dos senderos de olor distintos para todos los que salen a correr. Si
hay algún rastro que se sale, pero no regresa, lo usaré para
localizar al hombre lobo perdido.
Lucas ignoró la atracción que sintió ante la sutil diversión de
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Noah.
—¿Eso sucede a menudo? —Preguntó bruscamente.
—No, Lucas. No muy a menudo.
Lucas reprimió un escalofrío ante el ronco y sugestivo modo en
que Noah dijo su nombre. Tenía que ser debido a su inminente
cambio a la forma de lobo. Vio cómo las fosas nasales de Noah se
hinchaban ligeramente.
—Cuando pasa, —continuó Noah. —Por lo general, se trata de
alguien que juzga mal lo lejos que ha corrido. De vez en cuando,
tengo que lidiar con las piernas atrapadas o las almohadillas de la
pata laceradas.
Lucas pensó en cómo Noah siempre parecía estar oliéndolo.
—¿Es así como se mantienen el uno al otro? —Se reprendió en
silencio por esperar que fuera algo especial.
Los ojos de Noah se entrecerraron mientras estudiaba a Lucas
por varios segundos.
—¿Estás preguntando si cada hombre lobo es capaz de
diferenciar entre más de cien rastros de olor individuales e
identificar la edad de cada rastro?
Realmente no.
—Sí.
—No.
La abrupta respuesta tomó a Lucas por sorpresa. Esperó a que
Noah se explicara, pero rápidamente se dio cuenta de que no tenía
38
la intención de hacerlo.
—Entonces, ¿es una habilidad única para Alfas? —Lucas insistió.
—Tener la capacidad de monitorear varios rastros de olor
diferentes contribuye a que un Alfa pueda liderar con éxito una
manada.
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Lucas se obligó a ser paciente. Era como sacar dientes de mierda.
Decidió encontrar el silencio de Noah con el suyo.
Finalmente, Noah se apartó del Jeep y dijo:
—Los Verdaderos Alfas pueden rastrear y monitorear manadas
más grandes. Se manifiesta naturalmente; no tenemos que
desarrollarlo.
Lucas asintió pensativamente. Esa era una habilidad tremenda
para tener.
—Escuchen, —gritó Noah de repente, haciendo que Lucas
saltara. —Todos se registran y salen con mi teniente, aquí. Es Pie
Sentinel, así que hazlo fácil para él.
Lucas miró a su alrededor, avergonzado de que el
estacionamiento había comenzado a llenarse mientras ellos
estaban parados allí hablando, y él no se había dado cuenta. Cómo
un grupo tan grande había permanecido tan tranquilo lo
desconcertó.
A medida que los marines pasaban, cada uno gritaba su nombre.
Lucas marcó la primera casilla para cada uno en su lista alfabética.
Todo el proceso fue rápido y suave. Cuando el grupo que se estaba
registrando disminuyó, Lucas se giró para encontrar a Noah
quitándose los zapatos.
—¿Y ahora qué? —Preguntó Lucas, sorprendido por su propia
informalidad.
Noah abrió la parte trasera del Jeep y sacó varias lonas de
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plástico que entregó a otros marines.
—Salimos al sol poniente, nos desnudamos y cambiamos a lobos.
La boca de Lucas se secó ante la imagen mental de Noah
desnudándose.
—¿Y las lonas? —Preguntó distraídamente.
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—A nadie le gusta ponerse ropa que ha estado en la tierra toda
la noche—. La sonrisa de Noah hizo que el pecho de Lucas se
tensara.
—Por supuesto, —respondió Lucas, preguntándose cuándo
había perdido el poder del razonamiento deductivo.
El gran grupo casi se había mudado al crepúsculo.
—Debería advertirte; algunos de nosotros nos mostraremos de
nuevo en diferentes estados de... excitación, —dijo Noah,
pareciendo que estaba evitando encontrarse con los ojos de Lucas.
—Podría haber peleas. Definitivamente habrá alguna jodida. Es
típico simplemente ignóralo.
Lucas no estaba seguro de cómo responder. Miró a Noah sin
decir palabra durante varios largos momentos.
—¿Seriamente?
—¿Alguna vez has estado en combate? —Preguntó Noah,
finalmente mirando directamente a Lucas con sus ojos plateados.
—Sí—. Lucas se preguntaba qué tenía que ver eso con cualquier
cosa.
—Reacción similar, —respondió Noah.
Lucas de repente entendió.
—Entendido.
—¿Realmente vas a sentarte en tu auto toda la noche esperando
que regresemos? —Preguntó Noah bruscamente.
¿Por qué era tan difícil de creer esto?
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—Tengo un libro, un termo y un teléfono celular. Si algo sale
mal, envía a alguien con un mensaje y puedo obtener ayuda.
Noah sacudió levemente la cabeza.
—¿Eres de verdad? —Murmuró.
—¿Disculpa? —Lucas no tenía ni idea de cómo responder, o si
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debía hacerlo.
—El primero de nosotros debe comenzar a aparecer de nuevo
justo cuando se ilumina, —dijo Noah por encima del hombro
mientras caminaba hacia la oscuridad, sus caderas rodaban
lentamente, los hombros anchos cortaban una silueta definida.
Lucas encerró el repentino pico de lujuria que se disparó a
través de él.
—¿Qué es lo que hay que decir, en este momento? —Preguntó,
esperando que la levedad disipara la repentina incomodidad. —
¿Buena suerte? ¿Mantente a salvo? ¿Juega bien con los otros lobos,
y no recojas pulgas extrañas?
Noah se detuvo en seco y lentamente se dio la vuelta. Lucas
estaba seguro de que había cruzado algún tipo de línea de
inadecuación. Mentalmente se reprendió a sí mismo por haber
coqueteado abiertamente con un suboficial bajo su mando.
El alivio se apoderó de él cuando Noah sonrió de repente.
—Me pregunté si habría algún espíritu que acompañara ese
cerebro.
Lucas permaneció enraizado en su lugar, sin palabras, con la
sangre como trueno en sus oídos, mientras observaba a Noah
entrar en la oscuridad.

§§§

La alarma de su teléfono celular hizo que Lucas se despertara


41
justo cuando el cielo comenzaba a aclararse. Salió de su camioneta
en el aire frío de la mañana y se estiró. Echando un vistazo
alrededor, Lucas determinó que ninguno de los hombres lobo
había regresado todavía. Caminó rígidamente hasta el borde del
estacionamiento y se alivió.
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Frotándose el sueño de sus ojos, Lucas se apoyó en la parte
delantera de su auto, acomodándose para esperar. Las primeras
rayas de color rosa pálido estaban pintando el cielo cuando la
primera sombra emergió de la oscuridad.
Lucas recuperó su portapapeles y notó el regreso de un capitán
de Miramar. Los hombres lobo entraron lentamente al principio.
Esperaba peleas y ventanas empañadas, como Noah le había
advertido. En su lugar, se arremolinaban en el centro del
estacionamiento, hablando en voz baja y lanzando miradas
furtivas hacia la dirección de Lucas.
El cielo estaba gris pálido cuando una silueta familiar, alta y
ancha de hombros, entró en el estacionamiento. Los ojos de Noah
eran plateados y todavía muy parecidos a un lobo cuando se
detuvo frente a Lucas.
Se miraron el uno al otro por varios momentos sin palabras,
Noah respirando pesadamente entre los labios separados. El
corazón de Lucas latía tan fuerte que estaba seguro de que Noah
podía oír.
—Realmente te quedaste, Lucas, —dijo finalmente Noah, con voz
áspera.
—Dije que lo haría, —respondió sin aliento, incapaz de apartar
la mirada de los ojos intensos de Noah.
—Sí. Lo hiciste. —El asombro de Noah pareció ceder al placer.
Lucas se sacudió para liberarse de este extraño hechizo.
42
—¿Puedes verificar por mí quién ha regresado hasta ahora?
Noah miró hacia el grupo de marines en el estacionamiento.
Inclinó la cabeza hacia atrás e inhaló. Para total asombro de Lucas,
enumeró a todos y cada uno de los Infantes de Marina que ya
habían regresado de la carrera.
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—Eso es realmente impresionante, Noah—. El sabor y la
sensación del nombre de Noah en su lengua eran extrañamente
agradables.
—Gracias, señor, —respondió Noah, escondiéndose detrás de
sus filas de nuevo. Cambió su peso ligeramente, antes de caminar
hacia su Jeep. Recuperó sus zapatos y se los puso.
Más y más marines comenzaron a llegar. Todos obedientemente
se registraron con Lucas y asintieron respetuosamente en
dirección a Noah. Algunos se demoraron en el estacionamiento y
eventualmente se desataron peleas. Noah las rompió rápidamente
con lo que parecía ser un pequeño esfuerzo. La mayoría
simplemente se subió a sus vehículos y se alejó.
Cuando el último marine regresó justo cuando el sol aparecía,
Lucas ya no tenía razón para quedarse. Arrojó su portapapeles en
el asiento trasero de su camioneta y se preparó para ir a su casa
para recuperar su sueño.
El pelo en la parte posterior de su cuello se levantó. Supo sin
mirar que era Noah. No se sorprendió cuando la voz de Noah
estaba justo detrás de él.
—Gracias por tu apoyo, —dijo rígidamente. Lucas sospechó que
no decía esas palabras a menudo.
Lucas reunió el coraje para volverse y encontrarse con los ojos
de Noah.
—De nada. Te veré mañana.
43
—Sí, señor—. Parecía haber algo más que Noah quería decir. En
cambio, se subió a su Jeep y se alejó, dejando a Lucas mirando con
nostalgia las luces de freno.

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Capítulo Cuatro

Lucas no tenía idea de cómo lo hacían los hombres lobo.


Hubbard ni siquiera se quedó sin aliento cuando llamó a la
cadencia. Chandler y Grant estaban en el frente y en el centro del
pelotón, respectivamente, convocando aliento a sus compañeros
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Infantes de Marina.
Esta vez, cuando Catinella se quedó atrás, fue Noah quien
retrocedió. Lucas quería acercarse, con curiosidad por lo que el
sargento estaba diciendo y cómo alguien como Noah motivaría a
un joven marine a rendir a un nivel superior. Sin embargo,
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mantuvo su distancia. Algunas cosas se mantuvieron mejor entre
los hombres alistados.
Noah acortó su paso largo para que coincida con el de Catinella y
se inclinó ligeramente para murmurar algo. Parecía sin esfuerzo, y
Lucas sintió una punzada de envidia.
Para su sorpresa, la zancada de Catinella se alargó y siguió
ganando terreno en el resto del pelotón.
—Mira, eso es más fácil, ¿no? —Escuchó a Noah preguntar.
—Sí, sargento, lo es—. La respuesta de Catinella fue firme,
aunque ligeramente sin aliento.
Lucas hizo que el Sargento Viejo tomara la cadencia. Observó a
Hubbard caer en el paquete, para acompañar y alentar a Catinella.
Noah aceleró el paso y los pasó a todos para tomar la iniciativa.
Lucas disfrutó usando a Noah como su punto focal. Era fácil
rastrearlo, la cabeza rubia y los hombros anchos se elevaban por
encima de todos los demás. Parecía completamente a gusto y
sumamente competente. Lucas no tenía idea de cómo iba a
conseguir que un hombre así se sometiera voluntariamente a su
mando.
Cuando llegaron al patio de armas, el artillero McAlister estaba
allí para ayudar a Lucas a retirar su mochila. Hizo girar los
hombros y se sorprendió al encontrar una botella de agua fría en
su mano. Miró a los ojos azules de Noah.
Lucas le devolvió la botella. —Usted primero, sargento.
—Estoy bien, teniente, —respondió Noah con calma. —
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Necesitas mantener la efectividad del combate y el mando.
—Los hombres primero, —insistió Lucas, entregando la botella
a un marine cercano.
Varios minutos después, Lucas miró a sus hombres,
asegurándose de que ninguno de ellos se arrodillaría por un golpe
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de calor o deshidratación.
—¿Oye, artillero? —Escuchó a Noah llamar. —¿Ya se ha
hidratado el teniente?
—Negativo, sargento, —Vince gritó su respuesta.
Una botella de agua voló por el aire, y el artillero la atrapó con
una mano.
—Por favor, avise al teniente que todas las necesidades de su
pelotón han sido atendidas—. Noah habló con Vince, pero él
estaba mirando a Lucas.
—Entendido, —dijo el artillero.
Lucas le quitó la botella a Vince, incluso mientras veía a Noah
sobre su propia botella y la vació en solo unos tragos. Se encontró
con los ojos de Lucas desafiante todo el tiempo. Lucas no pudo
evitar sonreír cuando finalmente sació su propia sed.
§§§

—Quiero que los pases por más escenarios que involucren


contactos civiles, —le dijo Lucas a Noah mientras caminaban por
el pasillo, uno al lado del otro. —Este despliegue será sobre la
mierda de corazones y mentes, y quiero asegurarme de que lo
entiendan.
—Entendido, señor, —respondió Noah.
—Teniente Young.
Lucas se giró ante el sonido del capitán Stanley llamando su
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nombre.
—Señor—. Se detuvo, completamente consciente de que Noah se
levantaba para pararse a su lado.
—Hay una necesidad de más botas en el suelo por lo que la fecha
de despliegue del batallón se ha adelantado, —dijo Stanley.
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El miedo se asentó en las entrañas de Lucas como un peso de
plomo.
—¿Qué tan pronto, señor?
—Dos semanas. Estamos asumiendo el control de una misión de
los Terceros Marines—. El capitán entregó esta noticia como si
esperara que Lucas estuviera agradecido.
Ya le preocupaba perder cuatro semanas de entrenamiento,
pero Lucas sabía que las peores noticias aún estaban por llegar.
—¿Y esa misión es?
—Podemos cazar a los terroristas, —respondió Stanley,
pareciendo complacido consigo mismo.
—Respetuosamente, capitán, esa no es la misión para la que
hemos estado entrenando—. No habían pasado tanto tiempo
entrenando al pelotón para que fuera apropiadamente agresivo
con la población como era necesario con este cambio en el
despliegue.
—Aún te quedan dos semanas para preparar a tus hombres, —
respondió Stanley, como si los seis meses anteriores no hubieran
importado.
—Con el debido respeto, señor, —Lucas eligió sus palabras con
cuidado mientras luchaba por encontrar una manera de
impresionar al capitán sobre lo absurdo de la situación, —no es
tiempo suficiente para revisar completamente los preparativos del
pelotón.
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—Somos marines, Lucas; todos estamos entrenados para esto—.
La impaciencia de Stanley se estaba manifestando. —Seguimos las
órdenes cuando se dan. No las cuestionamos.
Lucas se preguntó cuántos crímenes de guerra se cometieron
debido a esa mentalidad.
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—¿Cuándo puedo esperar una lista de equipos a los que
tendremos acceso?
—¿Por qué necesitas eso? —La expresión del capitán se
confundió.
Lucas contuvo su suspiro de frustración. Los músculos de su
espalda le dolían por la tensión.
—Así que puedo organizar el entrenamiento necesario.
—¿Por qué necesitas ajustar tu entrenamiento? —Stanley
parecía más desconcertado, si eso era posible.
—Para garantizar la efectividad y la seguridad de mis
hombres—. La frustración de Lucas se convirtió en ira, y sabía que
su tono era casi insubordinado. A su lado, Noah cambió su peso
hasta que su brazo casi rozó el hombro de Lucas.
Inexplicablemente, la mayoría de la ira de Lucas desapareció.
—Ya están entrenados en el único equipo que importa: sus
M16—. El capitán se mostró tan orgulloso de este
pronunciamiento que era obsceno.
—¿Qué pasa con el equipo especial...
Lucas no llegó a terminar. Stanley lo interrumpió
impacientemente.
—Usted tiene sus órdenes, teniente. Francamente, sus preguntas
son casi irrespetuosas.
La presencia de Noah al lado de Lucas fue repentinamente más
pronunciada. Lucas soltó el aliento que estaba conteniendo y
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suavizó sus rasgos.
—Me disculpo, Capitán. Estoy ansioso por asegurar que mis
hombres estén lo más preparados posible.
—Eso es admirable, Lucas, —dijo Stanley, sonriendo jovialmente
y golpeando el brazo de Lucas como si fueran amigos. —Ahora,
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¿por qué no vas a compartir las buenas noticias con tu pelotón?
—Sí, señor—. Lucas se mordió el interior de la mejilla.
El capitán se alejó por el pasillo. Lucas se puso de pie,
rechinando los dientes, sintiéndose absolutamente impotente.
—Teniente, creo que deberíamos ir a informar al pelotón, —dijo
Noah desde justo detrás del hombro de Lucas. Su presencia era
calmante, pero eso era algo que Lucas consideraría más tarde.
Tomó un respiro profundo.
—Sí, terminemos con esto. Todos tienen asuntos personales que
también deben atender.
Lucas entrecerró los ojos ante el repentino brillo cuando ambos
se pusieron sus gorras de servicio y entraron a la luz del sol.
—Con su permiso, señor, revisaré el programa de
entrenamiento para la próxima semana, —dijo Noah.
—Sí, bien, —respondió Lucas, obligándose a volver a
concentrarse en la tarea en cuestión. —Consígales la mayor
cantidad de tiempo posible en el entrenador de inmersión en
infantería—. El entrenador de inmersión era un pueblo del Medio
Oriente reunido en un almacén desierto que combinó la
interacción en vivo con efectos virtuales para brindar a los
Marines los escenarios de entrenamiento más realistas posibles.
—Confirmado Señor.
—¿Alguna sugerencia de capacitación adicional que deba
organizar? —Preguntó Lucas.
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—Tus marines están muy bien entrenados, señor, —respondió
Noah. —Están preparados para el cambio en el despliegue.
Viniendo de Noah, las palabras fueron tranquilizadoras.
—Me gusta pensar que sí, pero aún quiero que tengan la mayor
cantidad de tiempo posible en el entrenador.
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Noah respondió suavemente.
—Has hecho lo mejor que puedes por tus hombres, y
continuarás haciendo lo mismo.
—No parece que sea suficiente, —dijo Lucas, su agitación se
elevó de nuevo.
—Es. Y le darás un giro positivo a la nueva fecha de
implementación. Eso es todo lo que necesitan de ti. —El hombro
de Noah rozó casualmente contra el de Lucas mientras caminaban.
—Eso espero, sargento—. Curiosamente, a Lucas le
tranquilizaron las palabras de Noah.

§§§
Vince y Lucas fueron los únicos que quedaron en el gimnasio.
Lucas había despedido al pelotón después de que Noah los había
sometido a todos a golpes severos.
Lucas hizo una mueca interiormente e inmediatamente se
corrigió. Sargento Hammond. Necesitaba dejar el hábito de usar el
nombre de pila de su TL.
Cuanto más se acercaban a Afganistán, menos se retenía Noah
cuando entrenaba con el pelotón. Excepto, él todavía se mantuvo a
raya cuando se trataba de Lucas.
Habían asegurado los palos de púgil descartados, y ahora Vince y
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Lucas estaban empezando a apilar las alfombras.
—Te lo estoy diciendo, Lucas, —dijo Vince. —Hay algo en ti que
le gusta.
Lucas resopló.
—Al sargento Hammond no le gusto. Él me tolera.
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Vince negó con la cabeza para enfatizar su punto.
—Cuando él está cerca, siempre estás tan involucrado en tratar
de controlarlo, no puedes dar un paso atrás y simplemente
observarlo como lo hago yo. Él dejó de estar de pie como si tuviera
una barra de acero en su columna vertebral cuando estás cerca.
Ahora solo lo hace con otros oficiales.
—Entonces, no está desafiando mi orden porque ha decidido
que soy el menor de muchos males—. Lucas puso los ojos en
blanco. —Sí, gracias, Vince.
—Date un poco de crédito; has hecho más bien de lo que te has
equivocado, —dijo el artillero con firmeza.
—Solo sé que él me ve como una presa, —dijo Lucas en un
suspiro.
—¿Sabes cómo los leones machos descansan al sol y esperan
que las leonas les traigan la cena? —Preguntó Vince de repente.
—Sí, pero ¿qué tiene eso que ver con esto? —Lucas miró al
artillero para asegurarse de que no estaba perdiendo la cabeza.
—Los lobos alfa no hacen eso, —respondió Vince. —Van con su
manada y lideran la caza. Primero comen, pero se aseguran de que
toda su manada reciba comida. Lideran la manada cuando está en
movimiento, y coordinan a todos sus miembros.
—Todavía no veo el punto—. Lucas dobló la estera pesada sobre
sí misma con un poco más de fuerza de la necesaria.
—No le ordenas a tu pelotón que recorra veinte millas con una
mochila completa mientras te sientas en tu escritorio haciendo el
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papeleo. Te atas en tu propio ruck y corres con ellos. Lideras el
camino por el sendero, y cuando todos regresan, te aseguras de
que tus hombres estén alimentados e hidratados antes de que te
veas a ti mismo. —Vince hizo una pausa, y le dio a Lucas una
mirada astuta. —Ya eres más lobo alfa de lo que crees.
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Lucas negó con la cabeza negativamente.
—¿Cómo puedo aspirar a dominarlo cuando él puede correr
fuera de mí, escalarme y tiene que contenerse para no patearme el
culo con las manos?
Vince se rió entre dientes.
—Ese es tu problema, Lucas. Nunca lo dominarás físicamente,
¡es un jodido hombre lobo! Tienes que meterte dentro de su
cabeza y descubrir qué es lo que lo hará someterse a ti. Es todo
mental.
La respuesta de Lucas fue impedida por Noah entrando a la
habitación, la puerta golpeando fuertemente contra la pared.
Todavía usaba la camiseta verde oliva y los shorts negros del
uniforme PT que todos llevaban. Los ojos de Noah eran azules,
pero eran duros e intensos. Si vio a Vince, Noah no hizo ninguna
indicación. Miró directamente a Lucas mientras cruzaba la
habitación.
Consciente de que Vince se estaba tensando a su lado, Lucas se
enderezó completamente y levantó la barbilla. Hasta ahora, no se
había escondido detrás de su rango, por lo que no se iba a
esconder detrás de Vince ahora.
—Despedido, artillero, —ladró Lucas, sin apartar la vista de los
ojos de Noah.
La partida de Vince fue mucho más tranquila que la entrada de
Noah.
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—Declara tu asunto, sargento, —ordenó Lucas con firmeza.
—Me gustaría nombrar a un Asistente del Líder del Equipo,
señor—. Noah bajó la cabeza hacia Lucas cuando habló.
—Mierda. Puedes seleccionar a cualquiera de los sargentos,
excepto Fowler y Rodríguez. —Lucas resistió el impulso de dar un
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paso atrás.
—¿Y si quiero a Rodríguez o Fowler? —Los ojos de Noah se
estrecharon.
—Son el equipo de francotiradores del pelotón, —respondió
Lucas rápidamente. —No voy a tener mi equipo de francotiradores
dividido.
—Sargento Viejo entonces, —respondió Noah sin vacilación ni
discusión.
Lucas hizo una pausa. Buscó la cara de Noah. Sabía que esto era
un desafío, para ver si Lucas se opondría a la elección del más
joven de los sargentos para que sirviera como ATL, a pesar de
estar perfectamente calificado.
—Concedido—. No podía ver ningún problema con Viejo
sirviendo como ATL de Noah.
La mirada de Noah se posó en la boca de Lucas, que sucedió con
una frecuencia alarmante. Lucas calmó su respiración y apretó los
puños para ocultar el ligero temblor. La expresión de Noah era
depredadora, pero Lucas todavía no sentía que estuviera en un
peligro particular.
Noah dio un pequeño paso más cerca. Lucas se negó a ceder ante
el impulso de dar un paso atrás.
—Para que quede constancia, señor, —dijo Noah en lo que
parecía un gruñido, —confío en su criterio y tengo fe en su
liderazgo.
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Lucas logró cubrir su reacción de sobresalto, pero sabía que la
mirada astuta de Noah lo había visto de todos modos.
—No hay razón para que usted no lo haga, sargento, —dijo
Lucas de manera uniforme.
—Exactamente mi punto—. Noah se apartó de la estera y salió
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del espacio de Lucas, cruzando los palos apilados de púgil.
Lucas sintió como si le hubieran quitado una pared de calor y se
estremeció.
—¿Hay algo más que necesites? —Preguntó, volviéndose hacia
Noah una vez más.
Noah examinó el palo púgil mientras hablaba.
—Me contuve cuando me enfrenté a ti hoy.
—Soy plenamente consciente de eso, —respondió Lucas. —
Puedo asegurarte que no hay necesidad.
Noah miró a Lucas y sus ojos brillaron de un azul brillante.
—Elegí no minar tu autoridad de mando al vencerte mientras
luchas.
—Todo el mundo sabe que eres completamente capaz de darnos
una patada en el trasero, al mismo tiempo, debo agregar, para que
estén plenamente conscientes de que te estás conteniendo—. La
frustración de Lucas estaba aumentando.
Noah le arrojó el palo de púgil a Lucas.
—Al detenerme frente a ellos, estoy demostrando mi respeto
por tu autoridad.
Lucas atrapó el palo en el aire.
—Me respetas lo suficiente como para no humillarme en
público, ¿verdad?
Recogiendo otro palo, Noah cruzó la habitación para unirse a
Lucas en la colchoneta. Sus largas piernas comían generosas
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extensiones de suelo con cada paso. Lucas observó los lentos y
lánguidos movimientos de Noah. Todo en él parecía relajado y
casual, pero había una fuerza enroscada saliendo de él.
Noah se detuvo, su pecho a escasos centímetros del de Lucas.
—Te respeto lo suficiente como para someterme a ti.
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Los ojos de Lucas se abrieron de sorpresa. Tragó contra una
garganta repentinamente seca.
Los ojos de Noah se entrecerraron mientras recorrían todo el
marco de Lucas.
—¿Por qué tu olor se vuelve más fuerte cuando entro en la
habitación? —Murmuró.
—No me di cuenta de que lo hizo, —respondió Lucas, haciendo
una mueca ante el sonido áspero de su propia voz.
—Cuando se dan cuenta de lo que soy, el miedo de la mayoría de
las personas aumenta cuando me acerco. Hueles casi... excitado...
—Noah sonrió.
Lucas se quedó congelado. La sonrisa de Noah fue notablemente
encantadora y atractiva para alguien tan elementalmente
peligroso. Al verlo, Lucas perdió el hilo de su conversación.
—¿Dijiste que huele a qué? —Preguntó, tratando de sacudir el
hechizo que se había posado sobre él.
Noah dio un paso atrás.
—Técnicamente hueles a Lucas. Ahora que estamos solos, puedo
mostrarte algunas formas en que un ser humano puede obtener el
control de mano a mano con un shifter. ¿Te importa aprender?
Sí. Lucas realmente quería aprender a patear el trasero de un
hombre lobo, pero eso significaría claramente estar en contacto
cercano con un Noah caliente, sudoroso y agresivo.
La vacilación significaba debilidad, y si Lucas mostraba
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cualquier debilidad era como el olor a sangre de Noah.
—Tráelo, sargento, —dijo Lucas, colocando su postura y
agarrando el palo de púgil.
El ataque inicial de Noah fue fácil de contrarrestar. Se movía a
velocidades humanas y no usaba más fuerza de la que Lucas podía
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manejar. Si no lo supiera mejor, Lucas pensaría que Noah era solo
otro marine, entrenando con su teniente. Lucas lanzó su propia
ofensiva, haciendo retroceder a Noah varios pies. Aterrizó varios
golpes con el relleno del palo de púgil.
Lucas sintió que el aire a su alrededor cambiaba, pero el ataque
de Noah llegó demasiado rápido y con mucho poder para que él
pudiera contrarrestar. Se encontró de espaldas, luchando por
respirar.
La cara seria de Noah apareció sobre Lucas.
—Nunca serás más rápido o más fuerte que un shifter, teniente.
Pero eso no significa que no puedas aprender a usar nuestra
velocidad y fuerza, y en mi caso, el tamaño, contra nosotros.
Lucas aceptó la mano extendida de Noah y se dejó tirar de él. Se
limpió el sudor de la frente con el dorso de una mano. Lucas
respiraba con dificultad y sudaba a través de su camiseta, y Noah
apenas había empezado a desatar sus habilidades.
Respirando hondo, Lucas se preparó. Si Noah estaba dispuesto a
enseñar, Lucas iba a aprender. Esto no se trataba solo de dominar
a un hombre lobo, se dio cuenta. Un día, podría significar la vida de
uno de sus marines o posiblemente la suya.
Lucas siguió las instrucciones de Noah, prestó mucha atención a
las pistas y le dijo que había demostrado. Cuando cada intento de
dar un golpe terminó en un fracaso, Lucas reprimió su frustración
y lo intentó de nuevo. Hasta el momento en que golpeó a Noah en
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la cara con el palo púgil, Lucas no había pensado que fuera posible.
Noah se enderezó y se apartó del alcance de Lucas.
—Ahora sabes que puedes aturdir y distraer a un shifter, —dijo.
—Tal vez, pero ni siquiera estuve cerca de lastimarte, —
respondió Lucas.
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Noah rodeó a Lucas, moviéndose con una gracia depredadora.
—No siempre es necesario infligir daño de inmediato. Puedes
desgastarnos primero.
Lo siguiente en el plan de lección de Noah fue la defensa. Lanzó
ataques cada vez más intensos contra Lucas, explicando cómo
contrarrestar cada uno. Era casi imposible para Lucas evadir la
velocidad de Noah, pero Noah le enseñó cómo convertir esa
velocidad en impulso. Noah no pudo compensar y cuando perdió el
equilibrio, Lucas barrió las piernas y tiró a Noah al suelo.
—Eres un estudiante rápido, teniente, —dijo Noah, saltando a
sus pies más rápido de lo que los ojos de Lucas podían seguir.
—Creo que me lo estás haciendo fácil, —dijo Lucas
sombríamente. Él no quería que Noah lo favoreciera.
—En realidad no, —respondió Noah, levantando el dobladillo de
su camisa para limpiar el sudor de su cara.
Le dio a Lucas una vista sin obstrucciones del corte agudo de los
abdominales de Noah. Lucas tragó saliva y rápidamente apartó la
mirada.
Noah se rió entre dientes.
—¿Qué? —Lucas frunció el ceño con molestia.
Las fosas nasales de Noah se ensancharon.
—Estás recibiendo la caída de esto. ¿Quieres continuar?
Lucas sabía que Noah casi había dicho algo diferente.
—Si no estás perdiendo interés, sí, sigamos.
—Definitivamente no estoy perdiendo interés, —respondió
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Noah.
Una descarga de electricidad se deslizó por la columna vertebral
de Lucas. Se obligó a concentrarse en la tarea que tenía entre
manos y le preguntó:
—Cuando te mueves a toda velocidad, apenas puedo verte.
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¿Cómo lo contrarresto, si no puedo verlo venir?
Noah tomó el palo de púgil de Lucas y lo arrojó a un lado junto
con el suyo. No eran necesarios ahora, ya que Noah demostró
muchos de los sutiles indicios en el lenguaje corporal de shifter
que telegrafiaron sus intenciones.
—Si puedes anticipar nuestros movimientos, puedes salirte del
camino.
—Al menos, salvarme de una paliza, —dijo Lucas sin aliento,
apenas viendo el golpe de Noah antes de lanzarlo. La brisa besó la
mejilla de Lucas cuando la mano de Noah pasó.
—Hasta que encuentres una apertura y lances tu propio golpe,
—respondió Noah.
Lucas estaba goteando sudor cuando Noah llamó a un descanso.
Durante varios minutos permanecieron en silencio salvo por la
respiración pesada y el agua potable.
—¿Alguna vez le has enseñado estos trucos a un oficial? —
Preguntó Lucas cuando su respiración se estabilizó.
Noah no se encontró con los ojos de Lucas por mucho tiempo.
—No, señor. Tú eres el primero que conozco que es lo
suficientemente competente para aprender.
—Gracias, —respondió Lucas. —Lo aprecio.
—Te das cuenta de que no es suficiente contrarrestar nuestra
mayor velocidad y fuerza, ¿no? —Noah finalmente se volvió hacia
Lucas.
Lucas no sabía cómo responder.
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—Los shifters luchan sucio, Lucas—. La expresión de Noah decía
que había más en sus palabras de las que aparecían en la
superficie. —Usamos garras y dientes cada vez que tenemos la
oportunidad. Tienes que estar dispuesto a hacer lo mismo.
—No tengo exactamente garras—. Lucas curvó los dedos de una
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mano en ilustración.
—No, pero tienes dientes.
—Pero no hay colmillos.
—No siempre tienes que romper la piel para ganar la pelea, —
dijo Noah enigmáticamente. —No siempre tendrás que luchar para
ganar.
Lucas comenzó a preguntarle a Noah qué quería decir, cuando
algo sutil en la postura de Noah cambió. Lucas plantó sus pies y se
preparó para el impacto.
Este fue el examen final de Lucas. Noah no se estaba
conteniendo ahora. Usó toda su fuerza y velocidad para tratar de
sujetar a Lucas al suelo.
Noah capturó a Lucas por detrás, preparándose para levantarlo
y tirarlo. Lucas se deslizó alrededor para que estuvieran cara a
cara. Se sorprendió al ver los ojos de Noah brillando plateados y
pareciéndose a los de un lobo. Su sorpresa casi le costó la pelea, y
Lucas se dio cuenta de que tenía que controlar sus reacciones.
Lucas cambió su peso, y Noah perdió el equilibrio. Juntos se
estrellaron contra el suelo. La velocidad de Noah lo tenía encima
de Lucas en un instante. Lucas encontró suficiente influencia para
poder derribar a Noah y deslizarse fuera de él. Presionando su
inesperada ventaja, Lucas se movió hacia la espalda de Noah y lo
llevó al suelo, boca abajo.
Él hundió sus rodillas en las piernas de Noah para restringir sus
movimientos. Lucas empujó el hombro izquierdo de Noah en el
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suelo con una mano. Su otra mano se acurrucó bajo el hombro
derecho de Noah y la levantó ligeramente. Lucas tenía a Noah
atrapado, incapaz de obtener la influencia que necesitaba para
deshacerse de Lucas de su espalda.
Por imposible que pareciera, Lucas estaba a punto de golpear a
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un hombre lobo mano a mano.
Sintió a Noah moverse y poner su mano izquierda debajo de su
pecho. Con su fuerza de shifter, podría hacer un empuje con un
solo brazo, incluso con Lucas en la espalda. Lucas se dio cuenta de
que tenía que hacer algo y hacerlo rápido. Su mente se aceleró.
Recordó lo que Noah había dicho acerca de las garras y los dientes.
Antes de que su cerebro pudiera alcanzar su cuerpo, Lucas bajó
la cabeza y hundió los dientes en un tendón en la parte posterior
del cuello de Noah.
Debajo de él, Noah se congeló. Lucas no mordió con fuerza, solo
lo suficiente para llamar la atención de Noah. Podía saborear el
sabor del sudor de Noah y el almizcle de su piel. Lucas inhaló y sus
sentidos se llenaron con los aromas de la piel, el sudor, el pelaje
cálido y, por absurdo que pareciera, tierra mojada. En unos
segundos, su polla estaba dura y presionando en el oleaje del culo
firme de Noah.
Todo el movimiento se detuvo durante varios segundos antes de
que Noah se moviera de nuevo. Lucas hundió sus dientes más
profundamente en el cuello de Noah, y para su propia sorpresa,
gruñó.
Debajo de él, Noah hizo un sonido agudo que podría haber sido
un gemido. En respuesta, Lucas flexionó sus caderas y frotó su
erección contra Noah. Estaba perdiendo su puta mente.
Mientras Lucas observaba, los largos dedos de Noah se
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movieron hasta convertirse en garras gruesas y afiladas. Soltando
el cuello de Noah, Lucas presionó sus labios contra la concha de la
oreja de Noah.
—Jodidamente bájalas, —gruñó. —Nunca uses tus garras contra
mí.
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Inmediatamente, los dedos de Noah cambiaron hasta que fueron
inclinados solo con las uñas romas.
Noah se sentó en el suelo y Lucas lo soltó. Noah presionó una
mejilla contra el suelo, desnudando el lado no leñado de su cuello
esta vez. Miró sin ver y respiró pesadamente a través de los labios
separados. Lucas hundió sus dientes en el lado no marcado del
cuello de Noah y cuando lo hizo, todo el cuerpo de Noah se aflojó.
La sensación de la sumisión de Noah tenía la sangre de Lucas
cantando en sus venas. Podía oírla corriendo en sus oídos. Se puso
duro contra el culo de Noah, dándose cuenta de que estaba
jodidamente cerca de venirse así.
De repente, Lucas entendió. Dominar a Noah era solo una parte
de ello. La verdadera victoria de Lucas fue la sumisión voluntaria
de Noah. Aun así, una parte de él, la parte humana de él, resistió el
impulso de frotar su polla contra el culo de Noah hasta que llegó.
Una parte primordial de él que reconoció al lobo de Noah mordió
más fuerte y gruñó de nuevo. Noah gimió otra vez, levantando sus
caderas para empujarse contra la erección de Lucas. Coincidió con
el ritmo de Lucas, moviéndose en contrapunto y rodándose contra
el suelo.
Algo no se sentía bien. Lucas soltó el cuello de Noah y comenzó a
arrodillarse.
—Tienes que terminar esto, —gruñó Noah literalmente.
—No entiendo, —jadeó Lucas.
Noah se movió, comenzó a girar, comenzó a desalojar a Lucas.
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Sorprendiéndose a sí mismo, Lucas empujó sus manos en la
espalda de Noah, clavándolo de nuevo en el suelo.
—No dije que pudieras moverte, —siseó Lucas en el oído de
Noah.
—Sí, señor, —gimió Noah, levantando sus caderas hacia atrás
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hacia Lucas una vez más.
Lucas frotó su mejilla contra la suave hebra del cabello de Noah.
Inhaló profundamente y atrapó el borde de un nuevo aroma. No
pudo identificarlo, pero causó que la sangre subiera a su polla, y la
única forma de actuar de Lucas fue frotarse contra el culo de Noah.
Ellos iban a hacer esto. Lucas se dio cuenta de que Noah lo
necesitaba para ver esto hasta su conclusión obvia. Tenía que ser
una cosa de hombre lobo. Él no lo entendía, pero si Noah lo
necesitaba, Lucas se lo daría.
Sin embargo, Lucas no era un perro, y se negó a andar como uno.
Lucas se sentó para darle a Noah espacio para maniobrar y le
ordenó:
—Dale la vuelta.
Noah se movió tan rápido que Lucas no lo vio. Tan pronto como
se dio cuenta de que Noah estaba acostado de espaldas, la mano de
Lucas salió disparada y se envolvió alrededor de su garganta y la
apretó ligeramente. Los labios de Noah se retiraron en un gruñido,
y en un abrir y cerrar de ojos, le habían crecido cuatro colmillos.
Lucas se dejó caer sobre Noah, sus rostros separados por no más
de un suspiro. Apretó su agarre en la garganta de Noah y dijo:
—No te atrevas a amenazarme con tus colmillos. Guarda esas
malditas cosas.
Los ojos plateados de Noah se ensancharon, viéndose todo lobo
ahora. Sus fosas nasales se agrandaron incluso cuando sus
colmillos desaparecieron. Respiró pesadamente a través de los
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labios separados, luchando por arrastrar el aire más allá del agarre
de Lucas.
Sin apartar la vista de los ojos de Noah, Lucas metió su mano
libre en los pantalones cortos de Noah y retiró su erección. Las
cejas de Noah se fruncieron ante el primer toque de la mano de
07/2019
Lucas, y él gimió. Lucas lo acarició, y Noah levantó sus caderas
bruscamente.
Soltando a Noah y buscando en sus propios pantalones cortos,
Lucas sacó su dura polla y se acarició varias veces. Noah se levantó
con las caderas, buscando contacto. Hizo un sonido frustrado y
comenzó a alcanzar entre sus cuerpos.
—Pon tus malditas manos abajo, —dijo Lucas con los dientes
apretados. —No tocas a menos que te lo ordene.
—Sí, señor, —suspiró Noah, empujando las caderas hacia Lucas
desesperadamente.
Alineando sus erecciones, Lucas envolvió su mano alrededor de
ambas y las acarició. Le tomó varios intentos para encontrar el
ritmo correcto, pero finalmente, le acarició la polla en sentido
contrario al empuje de sus caderas.
Los ojos de lobo de Noah se vidriaron y su aliento se movió
ardientemente sobre la mejilla de Lucas. Su rostro estaba
enrojecido, y sus labios eran rojo oscuro. Las bolas de Lucas se
apretaron y comenzaron a levantarse a medida que aumentaba su
clímax. Antes de que supiera lo que estaba haciendo, Lucas bajó la
cabeza y besó a Noah.
Fue un beso abrasador. La boca de Noah estaba caliente y
húmeda. Se abrió rápidamente para la lengua de Lucas y la
encontró con la suya. Lucas lo lamió profundamente, ansioso por
más. Le habían dicho que los lobos no se besan. Lucas pensó que
63
recordaba haber oído que los shifters no se besaban. A la mierda,
Lucas era humano y disfrutaba besando a Noah.
Noah gimió en la boca de Lucas, y el sonido, la vibración, golpeó
a Lucas y se instaló en su polla. Apartó su boca de la de Noah
mientras gritaba y se venía. Lucas se meció y se estremeció contra
07/2019
el cuerpo de Noah. Su polla palpitaba en su mano, chorros
calientes cayeron sobre sus dedos. Un último temblor violento
atravesó a Lucas antes de que casi se derrumbara sobre Noah.
Cuando recobró los sentidos, Lucas comenzó a limpiarse la mano
con su propia camiseta sudada. Levantó la vista para ver a Noah
mirándolo con avidez. Lucas levantó su mano sucia a los labios de
Noah.
—Lame, límpiame —ordenó. Lucas casi llegó por segunda vez
cuando vio a Noah lamer su mano limpia de todo lo que se había
venido.
No podía creer el poder que tenía sobre Noah. En lugar de
resistirlo, Noah parecía prosperar. Estaba mirando a Lucas con
atención, como si Lucas sostuviera las respuestas a todas las
preguntas más importantes de Noah. Estaba frotando su polla aún
dura contra la cadera de Lucas.
—Por favor, señor, —suplicó Noah en voz baja.
Lucas le sonrió, complacido con su total sumisión.
—Con una mano, tócate.
Noah llegó ansiosamente entre sus cuerpos. Lucas lo sintió tenso
cuando su brazo comenzó a moverse en un ritmo fácilmente
reconocible. Noah se acarició rápidamente, pero Lucas no miró.
Mantuvo su mirada fija en los ojos de Noah.
—Hazte venir, —Lucas ordenó.
—Sí, señor—. La última palabra de Noah se tensó cuando su
clímax lo superó.
64
Lucas observó la cara de Noah mientras se venía. Observó cómo
los ojos plateados de Noah se cerraban de golpe y su boca se abría
en un grito silencioso de éxtasis. Su gran cuerpo se estremeció
violentamente debajo de Lucas, y jadeó ásperamente varias veces.
Noah se derrumbó, deshuesado, contra el suelo. Abrió los ojos y
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volvieron a ser humanos, de un azul brillante y luminoso. Su pecho
se agitaba con cada respiración. Lucas observó que la expresión de
Noah se volvía insegura y vacilante. Nunca pensó que alguna vez
vería esa mirada en Noah.
—Muéstrame tu mano, —dijo Lucas en voz baja.
Noah levantó la mano, ligeramente cubierta de cuerdas de color
blanco opaco.
—Sabes qué hacer, —dijo Lucas.
Mientras observaba, Noah lentamente se lamió su propia mano.
Cuando las endorfinas retrocedieron, la realidad cayó sobre
Lucas como un peso de cincuenta libras. Se apartó de Noah y se
metió en sus pantalones cortos. Extendió su mano para ayudar a
Noah a ponerse de pie. Intentó ignorar el hecho de que era la mano
que recientemente había sido lamida de su propia venida.
Estaba a punto de disculparse con Noah, ofrecerle una
transferencia, si pensaba que ya no podía servir con Lucas. No
creía haber violado ningún problema de consentimiento, pero
estaba en un terreno tan desconocido aquí. Antes de que pudiera
pronunciar las palabras, Noah se acercó y bajó la cabeza.
Lucas sintió que la cara de Noah presionaba contra su sien y lo
escuchó inhalar profundamente. Se apoyó en el calor del cuerpo de
Noah, a pesar de sí mismo.
—Me voy a bañar, —murmuró Noah, pasando sus manos arriba
y abajo por los brazos de Lucas.
65
Lucas solo pudo asentir en respuesta. Cuando Noah se fue, Lucas
ignoró lo que le estaba diciendo que lo siguiera.
No tenía idea de cómo iba a sobrevivir a través de este
despliegue.
07/2019
Capítulo Cinco

Base de Operaciones Avanzada, Provincia de Delaram


Farah, Afganistán

Lucas trató de no parecer que estaba huyendo del edificio de


66
mando, pero eso era lo que se sentía. Sintió que Noah estaba en
sus seis, el artillero McAlister un poco más atrás. Lucas caminó a
través del interminable color beige de la arena, el sudor se
deslizaba desde su cabello hasta su cuello.
—El comandante de nuestra compañía ni siquiera tuvo en
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cuenta el ciclo lunar durante ninguna de las reuniones de
planificación y logística, —dijo Lucas, sacudiendo la cabeza con
incredulidad y frustración.
—Señor, pueden resistirse a todo lo que quieran, pero si quieren
que los hombres lobo luchen en sus guerras, no tienen más
remedio que adaptarse al ciclo lunar—. Noah estaba tan tranquilo
y de hecho, algo de la tensión de Lucas se desvaneció.
—Tiene razón, Lucas. Si los hombres lobo no corren con la luna
llena, no son efectivos para el combate, —agregó Vince. —El
comando lo sabe. Usted era solo un blanco conveniente debido a
su frustración por el hecho de que no pudiéramos pararnos
durante otros dos días.
—No necesitaba ponerse en esa posición, señor, —dijo Noah. —
Como Verdadero Alfa era mi responsabilidad.
Lucas dejó de caminar, sus botas levantaron columnas de polvo
y arena. Se giró para mirar a Noah y se llevó las manos a las
caderas.
—¿Y qué tipo de oficial sería si dejara a uno de mis hombres
para que sufra la peor parte de ese tipo de ira? —Exigió.
—Ciertamente no del tipo que he llegado a admirar y respetar,
—respondió Noah sin problemas.
Lucas parpadeó sorprendido ante la descarada declaración. Se
consumió su ira restante.
—Y eso es más importante para mí que ser gritado por algo que
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un comando olvidó tener en cuenta logísticamente.
Hubo un largo silencio mientras la actividad del FOB2 giraba
alrededor de ellos. Lucas solo pudo mirar a Noah a los ojos y
asombrarse de la confianza que encontró allí.
El hechizo fue roto por Vince aclarando su garganta.
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—Entonces, ¿hay un plan para esta noche?
Una esquina de la boca de Noah se levantó con diversión.
—Aún no. Voy a averiguar cuál ha sido el procedimiento hasta
ahora. También voy a sacar a los shifters de nuestro pelotón y
caminar por el perímetro, a ver si estoy satisfecho con la seguridad
y si quiero alterar el SOP3 para la carrera.
—Me gustaría acompañarte, —dijo Lucas. Se vio obligado a
ayudar a Noah en esto, sin estar completamente seguro de por
qué. —A menos que pienses que tendrás más éxito sin un humano
dando vueltas, entrometiéndose.
Vince soltó una carcajada. Se alejó, sacudiendo la cabeza.
—Los dejo a sus planes.

2
FOB - Base de Operación Avanzada .
3
Procedimiento Operativo Estándar
Lucas no entendió esa reacción, pero su atención fue
nuevamente atraída por Noah.
—Los shifters responderán a mis preguntas porque yo les
pregunto, —dijo con tranquilidad. —Y deberían saber que he
elegido someterme a mi comandante de pelotón.
Fue una extraña elección de palabras.
—Entonces, ¿a dónde ir primero? —Preguntó Lucas.
—En busca de un piloto, —respondió Noah, inclinando su
cabeza en dirección a la pista de aterrizaje. —De hecho, tener un
oficial a lo largo podría allanar el camino inicialmente.
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Hombro con hombro, se acercaron a la línea de estructuras de
madera que se habían erigido cuando se estableció el FOB. Eran
menos resistentes que las chozas de Quonset, pero servían como
oficinas y locales para las tropas. Un letrero impreso en bloque
sobre la puerta indicaba cuál de las tres estructuras estaban
07/2019
buscando Noah y Lucas.
Dentro del edificio utilizado para el comando de la Tercera Ala
de Aeronaves Marinas, un capitán en un traje de vuelo se volvió
para mirarlos.
—Estamos buscando al mayor Ian Connolly, —Lucas repitió el
nombre que Noah le había dicho.
—Lo encontrarás con su Hércules, —respondió el capitán con un
vago gesto hacia el avión que estaba afuera.
La pista de aterrizaje en sí era un pedazo de terreno largo y
plano, nivelado y cubierto de grava. El C-130 se utilizó en todo el
mundo para el transporte de tropas, bombardeos y
reabastecimiento de combustible porque no requería más que esto
para el despegue y el aterrizaje.
El C-130 Hércules se hizo evidente por su tamaño. Encontraron
al mayor Connolly inspeccionando su turbohélice de cuatro
motores con su equipo de tierra. Esta vez, Noah dio un paso
adelante, se mantuvo en toda su altura, con los hombros
cuadrados y los pies firmemente plantados. Lucas sabía que se lo
había imaginado, pero se sentía como olas de calor que se
desprendían de Noah. No había forma de que Noah pudiera estar
más caliente que la temperatura sofocante que los rodeaba.
—Mayor Connolly, —llamó Noah con voz profunda y resonante.
Lucas se estremeció.
La cabeza del Mayor se giró e inmediatamente vio a Noah. Se
excusó de su tripulación y rápidamente se acercó a Noah. Lucas
69
miró, sorprendido, mientras Connolly parecía encogerse mientras
se acercaba a Noah. Sus hombros se encorvaron y su cabeza colgó
baja. Connolly miró el rostro de Noah varias veces, pero nunca lo
miró a los ojos.
—Usted debe ser Noah Hammond, —dijo el mayor.
07/2019
—Lo soy, —respondió Noah con calma.
—Escuché que venía, señor.
El uso del honorífico sorprendió a Lucas. Le tomó varios latidos
del corazón darse cuenta de que sus filas militares no
desempeñaron ningún papel en esta interacción.
—Este es Lucas Young, —le presentó Noah.
—Señor, —dijo Connolly con un asentimiento respetuoso.
Lucas no tenía idea de por qué él, como teniente humano,
calificaba tal deferencia.
—La carrera esta noche, —dijo Noah, atrayendo toda la atención
a sí mismo. —¿Cuál es el SOP?
—Reservamos aquí y corremos hacia el desierto—. Connolly
hizo un gesto hacia el suelo en el que se encontraban y luego hacia
las barricadas del perímetro más allá de la pista.
—¿Has estado manteniendo la cuenta? —Preguntó Noah.
—No, señor, —respondió el mayor. —Hasta este mes, solo
hemos habido una docena de nosotros, como máximo.
—Bueno, eso ciertamente ha cambiado, —dijo Noah secamente.
—Entonces, ¿liderarás la carrera esta noche? —Preguntó
Connolly, todavía encorvado y sin encontrar los ojos de Noah. —
Scuttlebutt dice que solo estarás aquí un par de días como
máximo.
—Dirigiré la carrera esta noche, —confirmó Noah. —Lucas será
Pie Sentinel. Y eso es afirmativo; estamos saliendo en dos días. No
voy a designar a un líder de la manada, por lo que aquellos que se
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queden tendrán que establecer la jerarquía por su cuenta.
—Entendido, señor, —respondió Connolly con una pequeña
sonrisa. —No será la primera vez.
Dejaron al Mayor Connolly para regresar a su tripulación.
—¿Qué significa que yo sea 'Pie Sentinel'? —Preguntó Lucas.
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—Planeas volver a vigilar con tu lista, ¿no? —Noah lo miró
brevemente mientras caminaban.
—Estamos en un país desconocido, —respondió Lucas. —Creo
que es aún más importante que esté disponible si alguno de
ustedes tiene problemas.
—Eso es un Pie Sentinel, —respondió Noah simplemente.
—No sabía que en realidad había un nombre para eso, —
murmuró Lucas. —Pensé que me estabas humillando la última vez.
Noah se detuvo y se volvió hacia Lucas.
—Te tomo muy en serio, —dijo en voz baja, con los ojos
penetrantes.
—Como Sentinel, ¿tengo otras responsabilidades con… la
manada? ¿Para… para ti? —El corazón de Lucas se aceleró tan
rápido que casi le robó el aliento.
Hubo una larga pausa, y Noah no se encontró con los ojos de
Lucas.
—La posición es más o menos lo que se hace, —dijo finalmente.
—Todo depende de tu relación con la manada y con el Verdadero
Alfa.
Lucas sabía cuál era su relación con la manada. Pensó que sabía
cuál era su relación con Noah, pero los recuerdos de su encuentro
regresaron con una intensidad que casi lo hizo tambalearse. Él
había pensado que haría las cosas difíciles entre los dos; en
cambio, parecía haber establecido algún tipo de conexión más
71
profunda. Lucas no lo entendió.
Llegaron a una hilera de hooches que alojaban soldados y cabos.
Noah se adelantó y golpeó la parte posterior de sus nudillos contra
una puerta. El cabo Chandler respondió.
—Reúne a los demás y reúnete con nosotros en la puerta
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principal, —ordenó Noah.
Chandler reconoció la orden.
Lucas caminó junto a Noah mientras se dirigían a la puerta
principal de la base. Admiró la gracia lenta y alargada con que se
movía Noah. Al observarlo, Lucas tuvo que admitir que había
disfrutado sujetando ese ágil cuerpo y marcándolo con los dientes.
Le gustaba la sensación de Noah debajo de él, los sonidos que
hacía, así como el olor de él.
—¿Qué sigue? —Preguntó Lucas, dándose una sacudida mental.
—Vamos a caminar por el perímetro de la base y verificar la
seguridad, —respondió Noah, con una voz que sonaba
extrañamente tensa. —Dejaremos el FOB durante la carrera, y si
tenemos problemas y tenemos que retirarnos rápidamente, quiero
asegurarme de que volveremos a una posición defendible.
—Es una base de operaciones avanzada de la Infantería de
Marina, —dijo Lucas dubitativo. —¿Cuánto más seguro podría ser?
Noah miró a su alrededor, levantando su rostro en la brisa de
repuesto mientras respondía.
—Los marines están protegiendo contra los talibanes, las
fuerzas hostiles y los insurgentes. Si los lobos tienen que retirarse,
es probable que huyamos de algo completamente distinto.
—Mierda, —suspiró Lucas. —No había considerado eso.
Llegaron a la puerta principal y Lucas miró a su alrededor para
ver si los shifters estaban cerca. Los vio acercarse como un grupo,
72
el polvo y la arena se levantaron a su alrededor mientras bajaban
los bordes de sus mantas contra la tierra y el sol.
—Está bien si sigues mientras nosotros caminamos por el
perímetro, Lucas, —dijo Noah. El uso de su nombre, en ese tono
ronco, lo sorprendió. —Pero necesito que te mantengas a favor del
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viento—. Sorprendió más a Lucas colocando una mano en su
espalda y dejándola allí.
—¿Qu... por qué? —La cara de Lucas se encendió ante su propio
tartamudeo.
—Porque necesito poder oler cualquier cosa sospechosa—.
Noah bajó la cabeza y presionó su rostro contra el cuello de Lucas.
Los ojos de Lucas se abrieron en shock, y su aliento quedó
atrapado en su pecho. Escuchó a Noah inhalar profundamente. A
su alrededor, podía ver a los Infantes de Marina interesados en los
dos.
—Y tu olor es muy molesto, —gruñó Noah contra la cáscara de
su oreja justo antes de alejarse.
Lucas se quedó inmóvil, mirando a Noah y los otros tres
hombres lobo que caminaban hacia las altas paredes de barricadas
de la base. Muchos de los marines con los que se encontraron
cedieron terreno, inclinándose ligeramente en dirección a Noah.
Su comportamiento parecía ser una respuesta de algún tipo para
otros espectadores. Aquellos que mostraron la deferencia de Noah
también hicieron un gesto de respeto a Lucas si pasaban por allí.
A su alrededor, la base se ocupaba de sus asuntos, ajena al hecho
de que, para Lucas, el mundo había dejado de girar.
Después, Noah cambió todo el procedimiento para la ejecución.
Envió a Chandler, Hubbard y Grant a difundir la noticia entre los
hombres lobo.
—¿Por qué la puerta principal? —Preguntó Lucas,
73
genuinamente curioso, pero confiando implícitamente en el juicio
de Noah.
—Mira las torres, —respondió Noah con un vago gesto. —
Tienen el mejor punto de observación para vernos si tenemos que
hacer una escapada rápida.
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—Lógica sólida, —respondió Lucas, incluso sabiendo que Noah
no requería su aprobación.
Lucas localizó al artillero McAlister y le informó sobre los planes
de Noah para la carrera. Juntos, se dirigieron al comando para
presentar la documentación necesaria. No estaba seguro de qué
reacción esperaba de los comandantes del batallón, pero la falta de
interés y la fácil aceptación no era eso.
—Mira, —dijo Vince, mientras salían del edificio. —Ellos
superaron el estar molestos y ajustaron sus planes de batalla.
Saben que no tienen más remedio que seguir a Noah.
—Está bien, punto tomado, —dijo Lucas con una risa.
Regresó al lugar que compartía con un teniente de la Compañía
Echo. No había nadie ahí. Lucas preparó su petate con todo lo que
pensó que necesitaría para ser Pie Sentinel, lo que sea que eso
significara.
Cuando el sol tocó las cimas de las montañas afganas y la
temperatura bajó, recogió su equipo y se dirigió a la puerta
principal. Vio a Noah inmediatamente, con la cabeza baja en
conversación con varios marines.
Mientras Lucas observaba, la postura de Noah se puso
ligeramente rígida. Sus fosas nasales se agrandaron y miró hacia
arriba, sus ojos se encontraron con los de Lucas infaliblemente.
Una esquina de su boca se levantó en una pequeña sonrisa. Noah
miró a una de las torres de vigilancia y lanzó un silbido agudo.
—Buenas noches, —saludó Lucas cuando llegó al grupo de
74
marines. Recibió saludos respetuosos pero tenues a cambio. Notó
que uno de los marines era un capitán, y casi lo saludó. Se detuvo a
tiempo, pero solo porque el capitán se giró para inclinarse
ligeramente en su dirección.
—Teniente, —saludó el capitán en voz baja.
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Un sargento bajó las escaleras de la torre. Saludó al capitán y a
Lucas, antes de dirigirse a Lucas.
—Tomaré su petate por usted, teniente, —dijo con entusiasmo.
—Tenemos un espacio reservado para ti, para que puedas subir
cuando estés listo.
Lucas no tenía idea de lo que estaba pasando. Miró a Noah
confundido.
—Te quedarás de Sentinel en la torre de vigilancia, Lucas, —
explicó con suavidad. —Ellos serán los primeros en saber si
volveremos calientes, y pueden despertarte. De lo contrario, me
sentiré mejor sabiendo que estás a salvo mientras duermes.
—No quiero estar en el camino, —protestó Lucas, incluso
cuando el sargento tomó su petate de sus manos de repente
entumecido.
—Usted no lo estará, señor. Hay un montón de espacio—. El
sargento subió fácilmente las escaleras, M16 en una mano y el
petate de Lucas en la otra.
Lucas necesitaba algo que hacer, así que hizo clic en su bolígrafo
y consultó su lista. Comprobó a Noah, Chandler, Hubbard y Grant.
Varios marines más proporcionaron sus nombres.
—Andersen, Brady, —dijo el capitán. Se volvió hacia Noah. —
¿Sabe que eso no es necesario contigo?
Noah se rió, y Lucas se sintió ruborizarse.
—Sí, él lo sabe. Pero así es como Lucas se pone Pie Sentinel.
75
También está listo para enviar ayuda si envío a alguien con una
solicitud para ello.
Lucas se erizó un poco, sintiendo la necesidad de defenderse.
—Si algo le pasara a Noah, podríamos verificar quién más lo hizo
o no regresó de la carrera.
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—No había pensado en eso, teniente, —respondió Brady
jovialmente. —Haces un buen punto.
Cuando Lucas miró de nuevo a Noah, vio que sus ojos eran
plateados y parecidos a un lobo. Lucas tragó saliva y no de miedo.
Afortunadamente, fue distraído por más marines que se
registraron a medida que el cielo se oscurecía. El grupo era más
pequeño que el de Pendleton, pero aún era considerable, más de
cien Infantes de Marina.
—Todos están aquí, salgamos, —gritó Noah a los shifters
reunidos.
Inmediatamente, el grupo salió por la puerta abierta. Varios
marines llevaban bolsas de lona vacías. Lucas asumió que debían
sostener la ropa desechada durante la carrera.
Noah observó a la mayoría de los shifters caminar hacia la
creciente oscuridad antes de acercarse a Lucas. Noah ya había
arrojado su gorra de servicio. También tiró de Lucas y se lo
entregó.
Lucas jadeó cuando los brazos de Noah lo rodearon. En su
sorpresa, se dejó arrastrar contra el cuerpo sobrecalentado de
Noah. En su confusión, se aferró a las caderas de Noah para
mantenerse firme.
Noah hundió la cara en el cuello de Lucas y respiró hondo.
Deslizó su mejilla por la de Lucas, y Lucas se apretó contra él. Las
grandes y fuertes manos de Noah se deslizaron por la espalda de
Lucas. Noah frotó su mejilla contra el cabello de Lucas.
76
—¿Podrías... —Noah respiró contra la concha de la oreja de
Lucas —Lo harías...?
Su vacilación sorprendió a Lucas.
—¿Qué? ¿Qué haría yo? —Preguntó.
—¿Me muerdes? —Susurró Noah. —Muerde mi cuello. ¿Me
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dejarías tu marca?
Lucas no entendió la petición. Supuso que era un ritual de
hombre lobo. No necesitaba entenderlo. Noah parecía necesitarlo,
y eso era todo lo que Lucas necesitaba saber. Volvió la cabeza
hacia el cuello de Noah y hundió los dientes con fuerza en el pulso
debajo de sus labios.
Los brazos de Noah lo rodearon con fuerza, juntando sus
cuerpos.
—Oh, joder, Lucas, —gimió.
Lucas lo sintió estremecerse. Lentamente, a regañadientes,
Lucas soltó la carne entre sus dientes y dio un paso atrás. Escuchó
a Noah suspirar.
—Será mejor que te vayas, —dijo Lucas, su voz áspera a sus
propios oídos.
—Nos vemos en la mañana, —dijo Noah, con ojos de lobo
brillando plateados en la oscuridad que caía.
Lucas observó en silencio aturdido mientras Noah se daba la
vuelta y caminaba resueltamente hacia la puerta.
Cuando los anchos hombros de Noah finalmente se perdieron de
vista, Lucas subió lentamente las escaleras hacia la torre de
vigilancia. El sargento y un cabo estaban mirando a través de
miras nocturnas. Lucas asumió que estaban viendo al grupo de
hombres lobo.
—Están cambiando, —murmuró el sargento.
77
—Sí, —respondió el cabo.
—¿Se está escapando Hammond?
—Eso creo. ¿Son todos ellos?
—Sí. Nada por ahí con dos piernas.
El sargento bajó su alcance y se volvió hacia Lucas.
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—Teniente Young, soy el sargento Rigby. Este es el cabo Irving.
—Hizo un gesto justo detrás de Lucas. —Lo instalamos en esa
esquina, señor.
—No quiero estar en el camino, —dijo Lucas, mirando alrededor
del área pequeña.
—Usted no estará, señor, —respondió Rigby. —Irving y yo
tenemos el deber hasta la mañana. El sargento Hammond nos dio
órdenes de despertarte a la primera señal de problemas. De lo
contrario, te despertaremos cuando llegue nuestro remplazo, justo
antes del amanecer.
—¿Estás seguro de que no estoy en tu camino hasta aquí? —
Preguntó Lucas una última vez.
—No, en absoluto, señor, —respondió Rigby con firmeza.
Lucas le tomó la palabra. Extendió su petate y se acomodó.
Apoyado contra la pared, usó su bolsillo Maglite para terminar
algunos papeles a mano. Pensó que estaría durmiendo afuera en el
suelo, por lo que dejó su computadora portátil en su casa.
Rigby e Irving se movieron silenciosamente alrededor de la
torre, hablando entre ellos en voz baja. Respondieron a
transmisiones de radio ocasionales de otros marines de guardia en
otros lugares de la base. A veces se sentaban en silencio, leyendo el
graffiti de la pared, y se iban desde la última vez que se quedaron
mirando, en voz alta el uno al otro.
—Espero que el Sargento Hammond no les haya retorcido los
brazos demasiado fuerte para que me aguantaran esta noche, —
78
dijo Lucas con una sonrisa, sacando el libro que había traído para
leer.
—No tuvo que hacer ningún giro, señor, —respondió Rigby. —Él
pidió un favor, y será mejor que creas que nos alegramos de
hacerlo.
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Lucas no se molestó en disimular su sorpresa.
—¿Pidió un favor? ¿No te lo ordenó?
Irving negó con la cabeza negativamente incluso cuando Rigby
respondió.
—Oh diablos, no. Él no tenía que ordenarnos. El sargento
Hammond no tiene que ordenar a nadie.
—¿Por qué es eso? —Lucas sintió que estaba en el camino de
algo significativo.
—El sargento Hammond es un chico rudo importante, señor, —
dijo Rigby con entusiasmo. —Es prácticamente una leyenda. Él lo
hace todo; pasó la escuela de francotiradores, la escuela de buceo y
la escuela de salto. Puede correr por malditas millas y nunca se
cansa. Pero él no es un gilipollas.
—¿Entonces lo conoces? —Preguntó Lucas.
Rigby negó con la cabeza.
—Todos los marines alistados saben de él. Pero no, hoy fue la
primera vez que lo conocí.
Lucas consideró esta información y sus implicaciones. Siempre
había asumido que el temor con que todos trataban a Noah era
debido a su estado de Verdadero Alfa. Pero estos marines eran
humanos. Tal vez había algo en el lado humano de Noah que era
igual de carismático. Tal vez eso explicara la reacción de Lucas
hacia él.
Lucas abrió el termo de café que había traído. Ofreció algo a
Irving y Rigby, pero tenían uno propio. Irving había recibido un
79
paquete de atención de su casa que estaba feliz de compartir con
Rigby y Lucas.
Lucas tuvo que admitir que no parecía que los jóvenes marines
toleraran su presencia bajo coacción.
Cuando Lucas no pudo mantener los ojos abiertos por más
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tiempo, se acomodó y se dejó dormir. Rigby le había prometido
despertarlo antes del amanecer, y Lucas estaba seguro de que
podía confiar en él.
Su sueño era inquieto. Lucas soñaba con correr a campo abierto
y en los bosques cubiertos de hojas. En su sueño tenía cuatro patas
y estaba cubierto de brillante pelaje blanco. Corrió por la alegría
de ello, sintiendo el viento en su cara, soplando a través de su
pelaje y a través de sus orejas. Lucas fue empujado por lobos que
corrían a su lado, todos más pequeños que él. Podía oler el aire de
la noche, los lobos que corrían con él y todas las presas que
huyeron de ellos con miedo. Cuando los lobos más pequeños
gruñeron y se mordieron, Lucas los rompió con gruñidos y el
chasquido de sus mandíbulas.
Delante, vio una imponente pila de rocas. Corrió hacia ella y
subió a la cima con poco esfuerzo. Lucas se puso de pie,
observando el paisaje árido, sintiéndose fuerte y poderoso. Nada
por ahí era una amenaza para él y su manada. Solo había presas
esperando ser llevadas al suelo.
Lucas quería correr para siempre. No quería que la noche
terminara. Cuando el cielo se iluminó y el sol se acercó, supo que
tenía que dar la vuelta y llevar a la manada por donde habían
venido. Él dudó.
En su sueño, Lucas miró por encima del hombro en la dirección
en la que habían huido. Había algo de vuelta en esa dirección. Algo
importante. Algo especial.
80
Tomada la decisión, saltó de las rocas y llevó a la manada hacia
atrás en la dirección en que habían venido. Había algo
esperándole, que era más importante que la libertad o la comida.
Lucas sintió que acababa de cerrar los ojos cuando Rigby lo
sacudió para despertarlo.
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Enrolló su petate y lo metió en la esquina.
—Volveré por esto después de haber confirmado que todos los
hombres lobo han regresado.
Los dos marines que venían de servicio le dijeron que no había
prisa.
Lucas dio una rápida vista al frente antes de llevar su
portapapeles con él para pararse justo dentro de la puerta para
esperar.
Una luz rosada recorrió el cielo cuando alguien llamó desde la
torre de vigilancia.
—Todos están vestidos y se dirigen hacia aquí, teniente.
Minutos más tarde, Lucas distinguió la forma distintiva de Noah
corriendo por el terreno irregular, un gran grupo de marines
siguiéndolo. A medida que se acercaba, su mirada encontró a
Lucas y la sostuvo. Cuando Noah pasó por la puerta, se lanzó a una
caminata rápida hasta que se detuvo directamente frente a Lucas.
—Bienvenido de nuevo, —saludó Lucas, sintiéndose un poco sin
aliento. Noah parecía agotado. Había círculos oscuros bajo sus ojos
y sus hombros se hundían.
Noah no le contestó con palabras. En cambio, se acercó y frotó su
mejilla contra la de Lucas. Lucas presionó a cambio, sintiendo el
áspero rastrojo de la barba de Noah. Lucas cerró los ojos al sentir
el cálido aliento de Noah contra su piel. Noah rozó su mejilla sobre
el cabello de Lucas, antes de finalmente dar un paso para
81
presionar su pecho contra la espalda de Lucas.
—El gimnasio está abierto, —Noah se dirigió a los hombres lobo
reunidos. —Combate solo con un árbitro presente. Si alguien
queda atrapado en una pelea no autorizada, los castigaré yo
mismo. Si follas, hazlo fuera de la vista pública.
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Lucas reprimió una sonrisa. Noah intentaba no ser obvio, pero
Lucas podía sentir su erección donde se rozaba contra su trasero.
Intentó ignorar los destellos de fantasías gráficas que querían
forzar su camino al frente de su mente.
—Ahora verifiquen con Lucas para que pueda estar seguro de
que todos regresaron a salvo, —concluyó Noah.
Se fue rápido. Todos los marines se acercaron a Lucas en
silencio, proporcionaron sus nombres antes de deslizarse en la
creciente multitud que los rodeaba. Cuando Lucas se volvió para
mirar a Noah, parecía casi dormido en sus pies.
—Vamos a llevarte a tu cama, —dijo Lucas, tirando de Noah en
dirección a la vivienda. Noah no estaba tan agotado después de la
carrera de regreso en Pendleton, y esto confundió a Lucas. De
repente, se dio cuenta de que liderar una carrera en terreno
familiar y seguro tenía que ser diferente a liderar una carrera en
un país hostil en el que eres parte del ejército invasor.
Los cuartos de Noah estaban vacíos cuando llegaron, ambas
camas hechas con la precisión del Cuerpo de Marines. Lucas sabía
que Noah compartía el asunto con el Sargento Viejo y, como había
redactado la lista de tareas, sabía que Viejo había salido por el día.
Dejó su portapapeles en la superficie más cercana y ayudó a
Noah a sentarse en su estante.
—Gracias, Lucas —dijo Noah, sonando cansado. —Perdón por
esto.
82
—Nada por lo que lamentarse, —respondió Lucas, queriendo
decirlo. —¿Qué necesitas?
—Nada. Solo dormir. Estaré bien en unas pocas horas. —Se
inclinó lentamente y comenzó a tirar de los cordones de las botas.
—Aquí, déjame ayudarte—. Lucas se arrodilló entre las piernas
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de Noah y alcanzó sus botas.
—Joder, Lucas, no, —dijo Noah, desesperado y frustrado. Él
empujó gentil pero insistentemente en el hombro de Lucas. —No
puedes simplemente hacer eso.
—¿Hacer qué? ¿Qué hice? —Lucas se sentó sobre sus talones,
mirando a Noah con preocupación.
—No puedes simplemente escalar entre mis piernas tan pronto
después de una carrera, —dijo Noah con una carcajada autocrítica,
sin mirar a los ojos de Lucas.
Lucas se rió entre dientes.
—Noah, sé que tienes una erección. No tienes por qué estar
avergonzado.
—No es así—. Noah sacudió enérgicamente la cabeza. —No
entiendes.
—Tú advertiste a los otros hombres lobo que, si necesitaban
follar en lugar de luchar, hacerlo en privado—. Lucas hizo una
pausa, preguntándose cómo recibirían sus siguientes palabras. —
¿Necesitas follar?
—Cristo, Lucas, no me preguntes cosas así, —sonó Noah como si
estuviera sufriendo. Mientras hablaba, arrancó la bragueta de sus
pantalones uniformes.
Lucas vislumbró la dura polla de Noah antes de cubrirla con la
cola de su blusa de uniforme. Lucas estaba repentinamente débil
con un deseo muy inapropiado. Una cosa era ofrecer su cuerpo
83
como parte de su deber; era otro querer ofrecerse.
Poniéndose de pie inestablemente, Lucas se alejó de Noah.
—Te dejaré solo ahora. Déjame saber si hay algo que necesites.
—No, eso no es... —Noah dejó escapar un suspiro frustrado, cada
línea de su cuerpo se tensó.
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Lucas se sentó con cuidado junto a Noah en la cama.
—Necesito un poco de orientación aquí. Todo esto es nuevo para
mí. —Él mantuvo su voz suave.
—Lo sé. También lo es para mí. —Noah se pasó ambas manos
por la cara y suspiró explosivamente. —El sexo después de una
carrera es... diferente. Todo es elevado, más fuerte. No quiero solo
meterlo y venirme. Quiero una cama grande con sábanas limpias y
un día entero para que hagas mucho ruido.
Lucas resopló sorprendido por la franqueza de Noah, su propia
polla se agitó ante la imagen que evocaba las palabras de Noah.
—Entonces, ¿cómo puedo ayudarte en este momento?
—Estaré bien cuando te vayas y ya no puedo olerte, —respondió
Noah, sacudiendo la cabeza. —Yo puedo encargarme de eso yo
mismo.
La molestia se disparó a través de Lucas.
—Acabas de pasar una noche entera cuidando a una manada de
hombres lobo. Es justo que alguien cuide de ti ahora. —Pensó en
cómo Noah disfrutaba al cepillarse contra él, inhalando su aroma.
Lucas se deslizó más cerca hasta que se tocaron, y alcanzó la polla
de Noah.
La muñeca de Lucas fue agarrada por el agarre vicioso de Noah.
—Si me tocas, me avergonzaré.
—Bien, —espetó Lucas, enojado con Noah por ser tan poco
cooperativo. —Voy a dejar que te ocupes de eso, pero no te dejaré
hacerlo solo—. Se volvió hacia Noah, levantando su propio pie y se
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sentó en él. Inclinándose hacia adelante, Lucas acunó las caderas
de Noah entre sus muslos. Presionó su pecho contra el brazo de
Noah y acarició el cálido hueco debajo de la oreja de Noah.
Un violento estremecimiento recorrió a Noah, y él suspiró
explosivamente. Se inclinó hacia un lado y Lucas se preparó para
07/2019
soportar su peso. Lucas sonrió para sí mismo al sentir la rendición
de Noah. Cuando Noah giró lentamente su rostro hacia él, Lucas lo
encontró y apretó sus mejillas juntas. La tosquedad de la barba de
Noah era sensual. Noah respiró hondo, estremeciéndose. Lucas
sintió el calor de su exhalación a lo largo de su cuello.
—Tócate, Noah, —susurró contra la cáscara de la oreja de Noah.
—Hazte venir.
Noah gimió, y Lucas vio la piel de gallina en su piel.
Lentamente, lánguidamente, Noah se movió hasta que Lucas
pudo decir que tenía su polla en la mano y la estaba acariciando.
Lucas respiró por la oreja de Noah y se ganó otro estremecimiento.
Le pasó la mejilla por las cortas cerdas del pelo esquilado de Noah.
La cama vibraba con el movimiento de la mano de Noah. Lucas
escuchó el áspero sonido de piel sobre piel. Noah gimió, su boca
abierta presionada al lado del cuello de Lucas. Jadeó pesadamente,
y su aliento estaba húmedo y caliente sobre la piel de Lucas. Se
había dado cuenta de que el cuerpo de Noah parecía correr
inusualmente caliente, pero ahora se sentía escaldado. El pecho y
el vientre de Lucas quemaron donde el brazo de Noah se apretó
contra él.
—Joder, Lucas, tu olor hace que me duela la polla, —murmuró
Noah contra la mejilla de Lucas.
Lucas entendió ese sentimiento. Nunca había sido
particularmente consciente, y mucho menos excitado por el olor
de un amante. Desde que conocía a Noah, solo el recuerdo de cómo
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olía Noah podía darle una erección a Lucas. Se preguntó si eso no
era parte de la extraña capacidad de Noah para obtener la
cooperación de casi cualquier persona.
Algo enojado y posesivo se levantó dentro de Lucas. Su sangre ya
caliente se sentía como si estuviera hirviendo. Su pecho se apretó
07/2019
dolorosamente al pensar en alguien más disfrutando del olor del
cuerpo de Noah. Lucas levantó una mano a la mejilla de Noah. La
otra él la empuño en la parte posterior de la blusa de Noah.
Respiró hondo, llenando sus pulmones con el rico y picante
almizcle del aroma de Noah, justo antes de enseñarle los dientes.
Lucas le mordió el tendón en la nuca de Noah. Pasó la lengua por
la piel caliente y probó el sudor y el sol de verano.
La mano libre de Noah cayó sobre el muslo de Lucas, apretando
lo suficiente para que Lucas supiera que habría moretones.
—Sí, sí, sí, sí, sí, sí, sí, —siseó Noah. Su cuerpo estaba rígido,
presionando fuertemente contra Lucas.
Lucas soltó el cuello de Noah y pasó su lengua por las muescas
que había dejado. Una profunda satisfacción se asentó en su
vientre.
—¡No te detengas! —Jadeó Noah, suplicando desesperadamente.
—Por favor, Lucas, no te detengas. Márcarme de nuevo. Por favor,
márcame otra vez.
El corazón de Lucas se estrelló en su pecho. Noah era
plenamente consciente de que ahora pertenecía a Lucas, y su
sumisión era como un sabor en la lengua de Lucas. Por supuesto
que Lucas lo marcaría. Quería que todos supieran que Noah le
pertenecía a él y solo a él.
Una vez más, Lucas hundió sus dientes en el grueso cordón en la
parte posterior del cuello de Noah. Le mordió con fuerza, no
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tratando de romper la piel sino dejando marcas profundas y
evidentes.
—Joder, sí, —gimió Noah decadentemente. —Gracias, gracias,
gracias, gracias, —susurró con voz ronca. —Me voy a venir.
Lucas soltó su agarre de la blusa de Noah. Colocó la palma de la
07/2019
mano contra Noah y le frotó con suaves círculos en la espalda. A
través del toque, le dijo a Noah que siguiera adelante, que siguiera
adelante y se hiciera venir.
Noah jadeó acaloradamente contra la mejilla de Lucas cuando
llegó. Su cuerpo tembló con fuerza, su mano en el muslo de Lucas
se apretó dolorosamente. Él gruñó un par de veces, bajo en su
garganta, pero por lo demás estaba en silencio. Lucas estaba
decepcionado, pero sabía que algún día oiría a Noah gritar su
nombre cuando llegara.
Noah se derrumbó débilmente contra Lucas, levantando el
pecho. Lucas lentamente soltó su agarre en el cuello de Noah,
presionando un beso en las marcas enrojecidas dejadas por sus
propios dientes. Besó su camino a lo largo de la mandíbula de
Noah hasta que encontró su boca. Lucas lo besó, hundiendo su
lengua profundamente y provocando la lengua de Noah con la
suya. Noah parecía sorprendido y vacilante, al principio. Pero
luego le devolvió el beso a Lucas con entusiasmo.
Sus labios se separaron con un sonido húmedo. Con cuidado,
Lucas soltó a Noah, asegurándose de que pudiera mantenerse en
posición vertical. De pie lentamente, Lucas miró alrededor de la
habitación. Sus ojos se posaron en una gran tina de toallitas para
bebés. La recuperó rápidamente y se arrodilló entre las piernas de
Noah.
—Voy a limpiarte y te ayudaré a meterte en tu litera para que
puedas dormir, —dijo Lucas. Él hizo de eso deliberadamente una
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orden.
Noah era dócil y sin resistencia. Lucas usó las toallitas para
limpiar el semen seco proveniente de la mano y la polla de Noah.
Cuando terminó, Noah ya estaba medio dormido.
Lucas desató los LPC de Noah y los deslizó de sus pies. Ayudó a
07/2019
Noah a quitarse la blusa y luego tiró de las sábanas. Lucas alentó a
Noah a acostarse y le pasó los pantalones sobre las caderas y los
muslos.
—Gracias, —Noah suspiró mientras Lucas colocaba las mantas a
su alrededor.
—De nada, —susurró Lucas en respuesta, un cariño y una
posesividad desconocida brotaban dentro de él.
Dobló cuidadosamente el uniforme de Noah y lo dejó en una
silla. Con una última mirada por encima del hombro para
asegurarse de que Noah dormiría en paz durante varias horas,
Lucas dejó la habitación y cerró la puerta con llave.
Cuando alcanzó su propio bolso, Lucas recogió lo que necesitaría
para una ducha. Sus duchas fueron cronometradas; la necesidad
de conservar el agua era más que obvia. Por duro que estuviera
Lucas, no necesitaría más de uno o dos minutos de privacidad.
Si se retorcía con los recuerdos de lo que él y Noah acababan de
hacer, bien podría terminar en cuestión de segundos.

88

07/2019
Capítulo Seis

Provincia de Farah, Afganistán

Lucas estaba en la tienda de mando del batallón. El teniente


coronel Santos, el comandante del batallón y el comandante Allen
estaban informando a los comandantes de las compañías Echo y
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Fox y sus líderes de pelotón. Lucas apretó la mandíbula y luchó por
mantener una expresión suave. Su misión era inútil. No serviría
para nada más que para abrir una cuña entre ellos y los aldeanos
locales.
Para complicar la pura idiotez del plan actual, se esperaba que
07/2019
se mudaran de aldea en aldea a la intemperie, en Humvees. No
iban a ser nada más que objetivos en movimiento en una galería de
tiro en un carnaval.
Cuando fueron despedidos, Lucas fue el primero en salir de la
tienda. Caminó furioso en dirección a la zona de vehículos. Sus
hombres estaban revisando sus Rangers asignados, asegurándose
de que todo estaba en buen estado de funcionamiento.
—Lucas.
Volviéndose sorprendido, vio al capitán Tim Madison caminando
hacia él. Madison era el comandante de la compañía Echo.
—¿Sí, señor? —Lucas no tenía idea de lo que Madison podría
querer de él.
—Vamos a seguir caminando, —dijo crípticamente.
—¿Hay algo en lo que pueda ayudarlo, capitán? —Lucas se puso
a caminar con Madison.
—Creo que usted y yo vamos a necesitar la ayuda del otro a
medida que avanza esta misión, —respondió el capitán.
Lucas estaba desconcertado.
—No estoy seguro de cuánta ayuda puedo serle, señor.
—Cuidando mi espalda cuando llegue el momento, —dijo
Madison. —Me sentiré mejor sabiendo que eres tú y no uno de los
idiotas que nos rodean.
Lucas ladró una risa sorprendida ante la respuesta contundente
de Madison.
—Me siento halagado, señor.
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—Solo digo la verdad—. El capitán sonrió levemente. —Tú has
sorprendido al mando de lo bien que estás manejando al sargento
Hammond.
—¿Perdón, señor? —El corazón de Lucas casi se detuvo.
Madison no pareció notar la angustia de Lucas.
07/2019
—Es de conocimiento general que él suele humillar a los
oficiales, por lo que nadie esperaba que se sometiera a ti.
—¿Saben eso? —Lucas se sintió físicamente enfermo.
El capitán asintió.
—Es claro ver que te tiene respeto, Lucas. Podemos contar con
una mano el número de oficiales que ha respetado en su carrera.
Lucas se relajó un poco aliviado. Estaban discutiendo que el
sargento Hammond se sometía a la autoridad del teniente Young.
Noah sometiéndose a Lucas todavía estaba solo entre ellos dos.
—No lo trato de manera diferente porque es un hombre lobo, —
explicó Lucas. —Parece tratarlo igual que cualquier otro marine en
el pelotón que trabaja.
—Estoy seguro de que hay un poco más de eso, pero haga lo que
haga, está funcionando—. Madison miró a su alrededor mientras
caminaban. —Sé que Stanley no ha hecho nada para entrenarte
sobre cómo manejar un shifter del poder de Hammond.
Lucas no estaba seguro de cómo responder a lo que sonaba
como una crítica abierta al comandante de su compañía.
Madison no se desanimó por su silencio.
—Debido a la cadena de mando, no puedo ofrecerte
abiertamente ningún entrenamiento o asistencia.
—Por supuesto, señor, entiendo—. Lucas no lo pensó.
—El teniente Campbell y yo tenemos entrenamiento y
experiencia con hombres lobo al mando, —el tono de Madison fue
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conversacional. —Si el tema surgiera de manera informal, solo un
grupo de oficiales disparando a la mierda, nadie sería el más sabio.
—Solo un grupo de oficiales intercambiando historias sobre sus
días, —respondió Lucas.
—Exactamente—. Madison sonrió conspirativamente.
07/2019
—Gracias, señor—. Lucas estaba genuinamente agradecido.
—Nada por lo que agradecerme. Tú cuida mi espalda voy a ver la
tuya. —Con una inclinación de cabeza, el capitán Madison se alejó
en una dirección diferente.
La mente de Lucas corrió sobre las implicaciones de la
conversación. Parecía que tenía un aliado inesperado. Tan
tranquilizador como saber que tenía un recurso para las
respuestas a sus preguntas relacionadas con el hombre lobo, sabía
que todavía no podía preguntar la más importante.
¿Qué diablos era esta cosa entre Noah y él?

§§§

Fuera lo que fuera entre ellos, cinco días después los mantenía a
todos vivos. Estaban separados del resto de la compañía y se les
había ordenado hacer movimiento para contactar en las aldeas con
las que se encontraban. Viajaron por un camino rocoso y picado,
tomaron pueblos y buscaron señales de fuerzas talibanes o
insurgentes hostiles.
Lucas miró por la ventana de su Humvee, ignorando la sensación
de claustrofobia. Una consola central llena de electrónica lo
separaba del artillero McAlister. Mantuvo la pantalla de su
Rastreador BLUFOR empujado hacia el parabrisas para que no
tuvieran que hablar a su alrededor, pero hizo poco para ayudar.
—Teniente, —sonó la voz de Noah en el comunicador. Una vez
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más, estaba rompiendo el protocolo de radio, pero ya no
importaba.
Inmediatamente, Lucas tecleó su micrófono y dio su orden.
—Todos los Rangers de Fox, se detienen de inmediato.
El pelotón se había acostumbrado a las crípticas transmisiones
07/2019
de Noah siguiendo las órdenes firmes de Lucas. Los había
mantenido fuera de la mierda más de una vez. Cada Humvee se
detuvo abruptamente mientras esperaban para ver qué pasaba a
continuación.
—¿Puedes decir lo que está viendo? —Preguntó Vince desde el
asiento del conductor.
—Todavía no, —respondió Lucas. —No es que importe; ha
tenido razón cada vez que se ha detenido de esta manera.
—¿Alguna idea de cómo demonios sabe Hammond cuando
estamos a punto de pasar por encima de un maldito IED? —La
pregunta de Vince reflejó el desconcierto de Lucas.
—Cuando pregunté, él dijo que podía olerlos, —respondió
Lucas.
—¿Dijo cómo huele un IED? —Vince sonaba dudoso.
Echando un vistazo por encima del hombro, Lucas respondió:
—Huele a material explosivo, metal, polvo removido y, sin
embargo, muchos humanos han manejado el dispositivo.
—¿No mierda? —Las cejas del artillero se elevaron más allá del
borde de su Kevlar.
—Eso es lo que dijo. —Lucas se encogió de hombros, empujando
su M16.
Lucas vio a Noah salir lentamente de su Humvee, así que salió
del suyo. No le importaba que estar al aire libre lo hiciera más
vulnerable; era más fácil respirar fuera del vehículo apretado.
Uno por uno, Grant, Hubbard y Chandler salieron de sus Rangers
93
y avanzaron por la línea hacia Noah. Lucas ajustó su honda de
batalla para que su M16 se colgara más cómodamente en su
hombro. Lo que fuera que Noah estaba sintiendo, podría llevar a
un intercambio de disparos, y Lucas necesitaba estar listo.
—¿Sargento? —Preguntó el cabo Hubbard en voz baja.
07/2019
Con la mano sin agarrar su M16, Noah apuntó dos dedos hacia el
lado izquierdo de su Humvee. Hubbard y Grant se movieron hacia
el otro lado del vehículo. Otro movimiento de los dedos de Noah
hizo un gesto a Chandler hacia adelante. Los cuatro se desplegaron
a lo largo del camino, levantaron sus armas y caminaron
lentamente hacia adelante.
Cincuenta metros fuera, Noah les hizo un gesto para que se
detuvieran. Dio otros pasos hacia adelante y se agachó. Lucas lo
vio alejar la tierra y los escombros de la carretera. El corazón de
Lucas estaba en su garganta. Él había visto a la manada hacer esto
varias veces, cada vez con el mismo resultado.
Momentos después, Noah y el resto de los shifters retrocedieron
y regresaron a la línea de Humvees.
—¿Sargento Hammond? —Lucas ya sabía la respuesta; sólo
necesitaba confirmación.
—IED, señor, —respondió Noah bruscamente, con los ojos
plateados. —Varios dispositivos enterrados en la carretera.
—Copia sólida, —Lucas reconoció y tecleó su micrófono. —A
todos los Rangers de Fox, se les advierte, IED cincuenta metros
más adelante.
En una repentina ráfaga de actividad, los Infantes de Marina
salieron de los Humvees y se llevaron los M16. Otros subieron a las
torrecillas y tripularon las grandes armas. En segundos,
establecieron un perímetro y alinearon sus armas.
—¿Reporte de situación? —Lucas exigió a Noah, con la mente
94
acelerada.
—Múltiples dispositivos enterrados, disparados por cable de
disparo, —informó Noah, rápido y conciso. —No siento señales de
radio en el área, y no huelo a nadie más en las cercanías.
—Entonces, ¿estaban listos y se fueron? —Lucas confirmó.
07/2019
—Esa es mi evaluación, señor—. Noah se acercó a Lucas, con la
cabeza baja mientras hablaba. —Ellos huelen a dispositivos en
vivo, y no siento una emboscada.
Lucas ignoró su placer ante la cercanía de Noah y se concentró
en la tarea en cuestión.
—¿Recomendación?
Noah se encogió de hombros.
—Si los detonamos nosotros mismos, dejará un cráter lo
suficientemente grande como para hacer que el camino, tal como
es, sea impasable.
—Espada de doble filo, —reflexionó Lucas. —Eso haría más
difícil para nuestros enemigos moverse por el área, pero también
impedirá nuestros propios movimientos—. El camino, como la
mayoría en Afganistán, era solo tierra. Hizo que para su enemigo
fuera tan fácil plantar IED y tan difícil moverse por el país de
manera efectiva.
—Esperar a que el EOD4 responda quemará la mayor parte de
nuestra luz del día y nos dejará vulnerables, sentados aquí a la
intemperie, —terminó Noah por él.
—¿Teniente Young? —Llamó el Sargento Viejo desde donde él y
el cabo Rama estaban inclinados sobre un mapa que habían
extendido sobre el capó del segundo Humvee.
Lucas y Noah se acercaron para ver lo que estaban leyendo en el
mapa.
95
—¿Qué tienen, caballeros? —Preguntó Lucas.
—Si tenemos una ruta alternativa a través de esta área, ¿la
detonación se convierte en una opción viable? —Preguntó Viejo.
Lucas miró a Noah para encontrar fríos ojos azules que lo
miraban. Ya estaban de acuerdo en detonar si se podía identificar
07/2019
una ruta alternativa.
—Lo hace, —respondió Lucas. —Muéstranos lo que has
encontrado.
—No creemos que esta carretera termine aquí, —Branch indicó
una carretera estrecha que discurría paralela a la que viajaban.
Todos habían creído que el camino terminaba donde comenzaba
una formación de muralla natural. —Es posible que continúe sobre
esta formación hasta que llegue aquí—. Indicó un pequeño pueblo
a varias docenas de kilómetros de distancia.
La emoción zumbó su camino por la columna vertebral de Lucas.
—¿Sargento? —Preguntó sin siquiera mirar hacia arriba.
—Grant, Hubbard, —llamó Noah bruscamente.
Los dos hombres lobo corrieron para ver el mapa. Noah trazó la
ruta alternativa potencial con un dedo.
4
Explosive Ordnance Disposa - Disposición de Artillería Explosiva
—Verifica que sea pasable.
—Sí, sargento, —dijeron al unísono.
Entregando sus armas a otros marines, ambos se subieron a la
parte trasera de un Humvee. Varios momentos después, dos lobos
saltaron y salieron corriendo hacia el este en dirección a la
segunda carretera.
—Joder, lo hicieron tan rápido, —suspiró Chandler con
nostalgia.
Noah miró al cabo Chandler.
—Edad y experiencia, —dijo en voz baja. —Gradualmente se
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volverá más fácil para ti, también. Cuando las cosas se calmen, hay
un par de trucos que podría mostrarte.
—Eso sería genial, sargento—. Chandler miró a Noah con una
expresión de adoración. —Todavía es tan difícil, a menos que sea
la luna llena.
07/2019
Lucas se preguntaba con qué frecuencia había usado esa misma
expresión. Miró hacia otro lado, dándose cuenta de que incluso
podría estar allí ahora. Admiró la forma en que Noah alentó y guió
sin esfuerzo a otros marines. Parecía que era capaz de manejar a
su comandante de pelotón con igual facilidad.
—Artillero, deberíamos planear la detonación en el caso de que
esta ruta se desarrolle, —llamó Lucas a Vince, donde ocupó su
lugar en el perímetro.
McAlister se le acercó, bajó su M16.
—Voy a tomar algunos chicos y echar un buen vistazo.
—Toma al cabo Chandler, —ordenó Lucas. —Ya ha estado allí
con Hammond, y tiene esos sentidos fenomenales—. También
pensó que el joven hombre lobo podría aprovechar la confianza de
usar sus habilidades para ayudar a sus compañeros Infantes de
Marina.
Lucas regresó a su Humvee y seleccionó la frecuencia de Stanley
en la radio. Pasaron cuatro intentos antes de que el capitán
respondiera a la estática. Lucas proporcionó su ubicación de
cuadrícula y el reporte de la situación. Si la mierda golpeara el
ventilador, al menos alguien sabría a dónde venir buscando sus
cuerpos.
El capitán Stanley le ordenó a Lucas que le advirtiera cuándo
estuvieran claros y, una vez más, oscar-mike, porque obviamente
Lucas no podía pensar en hacerlo solo.
Cuando Lucas se volvió, casi chocó con el amplio pecho de Noah.
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Miró a los ojos azules, llenos de preocupación.
—Hablar con él siempre te molesta, —dijo Noah en voz baja, con
su voz llena de frustración.
Lucas rodó los hombros para aliviar la tensión. Pensó que lo
escondía mejor de lo que aparentemente lo hacía.
07/2019
—Puedo sentirlo, —continuó Noah, sorprendiendo a Lucas. —
Solo te sientes diferente a mí cuando estás hablando con él—. Él
levantó un dedo hacia su propia sien. —Te sientes diferente para
mí aquí, —Noah colocó su palma sobre el pecho de Lucas. —Y
aquí.
—No deberías preocuparte por mí, —dijo Lucas rápidamente. —
No quiero ser una distracción que pueda causar que te lastimes.
—No hay elección, —respondió Noah, con una esquina de su
boca levantándose en una pequeña sonrisa. Su expresión se
calentó, y Lucas sintió que el calor serpenteaba en su vientre. —
Así son las cosas ahora.
Lucas iba a preguntarle a Noah qué quería decir con esa vaga
declaración cuando se sobresaltó cuando Noah extendió la mano
para desabrochar su Kevlar y retirarlo. Desatando su propio casco,
Noah los puso en el capó del Humvee. Cuando la mano libre de
Noah se envolvió alrededor de la parte posterior de su cuello y tiró
de él más cerca, la alarma se disparó a través de Lucas, y él respiró
hondo para advertir a Noah contra el contacto inapropiado.
El aroma de Noah llenó los sentidos de Lucas e inmediatamente
detuvo su protesta. Contra su buen juicio, Lucas se apoyó en el
cuerpo de Noah, sintiéndose inesperadamente reconfortado por el
calor de él. Ninguno de ellos se había duchado en días, y sin
embargo, Noah olía cálido y picante. El placer se enroscó a través
de Lucas, y toda la tensión huyó de su cuerpo. Cerró los ojos,
presionó su cara al lado del cuello de Noah y simplemente respiró.
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La mejilla de Noah rozó la suya y luego a lo largo de su sien.
Lucas suspiró de placer cuando la mejilla de Noah se deslizó sobre
su cabeza. Sintió que Noah comenzaba a retroceder, y Lucas
extendió su mano libre. Agarró la armadura de Noah, usándola
para mantenerlo en su lugar solo un rato más.
07/2019
Noah no se resistió. Lucas presionó sus labios contra la cálida
garganta de Noah una vez más y tomó una honda y profunda
respiración. Noah dio un gruñido bajo, profundo en su garganta.
Fue un sonido calmante.
Lucas finalmente liberó a Noah y dio un paso atrás. No se había
sentido tan relajado y tranquilo desde... antes de que se hubieran
desplegado. Miró a la cara de Noah.
—Esto es increíble, —respiró Lucas. —¿Por qué eso funciona?
—El tacto puede ser una herramienta poderosa para la curación,
—dijo Noah enigmáticamente.
—¿Funciona en ambos sentidos? —Preguntó. —¿Obtienes el
mismo beneficio cuando tocas a alguien?
La sonrisa de Noah mantuvo un afecto tolerante.
—Sí, Lucas, funciona en ambos sentidos. Pero no cuando toco a
alguien. Cuando te toco a ti.
La respuesta de Lucas fue olvidada cuando Grant y Hubbard
volvieron rápidamente a sus líneas. Los lobos se subieron al
Humvee, emergiendo varios minutos después como marines
uniformados.
—El camino está despejado, teniente, —informó Hubbard. —
Ruta alternativa confirmada.
—Gracias, cabo, —respondió Lucas. Se volvió hacia Noah. —
Parece que tenemos una detonación que establecer—. Le entregó a
Noah su Kevlar y se acomodó el suyo en su cabeza mientras todos
volvían al trabajo.
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La detonación controlada se disparó sin problemas. Observaron
desde una distancia segura mientras la columna de humo y tierra
se hinchaba. La línea de Humvees corrió fuera de la carretera hacia
la ruta alternativa, rebotando violentamente. En una sacudida
particularmente dura, Lucas casi se mordió la lengua. Se alegró de
07/2019
que no tuvieran que ir muy lejos.
Cuando finalmente giraron a la carretera alternativa, el viaje se
suavizó felizmente y el nivel de ruido disminuyó.
Después de varios largos momentos de tranquilidad, Vince
preguntó:
—¿Supongo que no me dirás cómo es que siempre sabe de qué
nos está advirtiendo Hammond, cuando todo lo que dice es
‘Teniente’?
Lucas hizo una pausa, preguntándose cómo responder. Podría
ser más fácil si tuviera una respuesta.
—Lo haría si lo supiera. No es nada que pueda explicar. Solo lo
sé.
Vince lo miró de reojo.
—Luego me vas a decir que ustedes dos saben lo que está
sintiendo el otro.
Lucas miró por la ventana y no contestó.
—Bueno, voy a ser condenado, —murmuró Vince. —¿Sabe el
mando sobre esto?
Lucas miró a Vince en confusión.
—No. ¿Por qué lo harían?
El artillero miró repetidamente desde la carretera a Lucas y de
vuelta.
—El Verdadero Alfa del Cuerpo de Marines se somete
voluntariamente a su comandante humano de pelotón; esa es un
arma que les gustaría tener.
100
Un escalofrío helado recorrió a Lucas.
—¿Arma? No entiendo.
Esta vez Vince se encogió de hombros.
—No sé los entresijos de ello. Que Hammond lo explique; es la
mitología del hombre lobo.
07/2019
Se quedaron en silencio mientras Vince transitaba por el camino
accidentado y lleno de baches. Lucas trató de librarse de la oscura
sensación en la que la conversación lo había abandonado.
Sus pensamientos fueron interrumpidos por la voz de Noah en
su oído. El timbre bajo de la misma se arremolinó a través de
Lucas y lo calentó.
—Fox-two-actual; Fox-two-one.
—Ve a Fox-two-actual, —respondió rápidamente Lucas.
—Nos acercamos al final del camino, —dijo Noah. —Parece que
nos está tirando por encima de nuestra aldea objetivo.
—Copia sólida, —respondió Lucas. —Detenerse fuera de la vista,
y vamos a tomar un exceso de vigilancia.
—Entendido.
El conductor de Noah detuvo al Humvee. Lucas ordenó al resto
del pelotón en una formación escalonada detrás de él. Cuando
salió de su Ranger y comenzó a avanzar, Lucas vio que Noah ya se
dirigía hacia él. Una vez más, estaban totalmente sincronizados.
—Dime lo que quieres hacer, —ordenó Lucas.
Noah respondió tal como Lucas sabía que lo haría. Se puso de pie
en toda su altura, hizo contacto visual directo y rápidamente
explicó su plan para reunir información.
—Dos equipos, cada uno con un par de shifters, para echar un
vistazo al pueblo. Uno dará vueltas alrededor del valle para tener
ojos en el frente. Otro tomará el terreno elevado y observará la
retaguardia. Los shifters se acercarán lo más posible para ver qué
101
información adicional pueden ver, oír y oler.
Lucas asintió su acuerdo, una vez más impresionado con el
pensamiento estratégico de Noah.
—¿Tiene recomendaciones sobre los equipos? —Él sabía la
respuesta incluso cuando hizo la pregunta.
07/2019
—Lo hago, señor. —Noah sostuvo la mirada de Lucas
constantemente.
—Pensé que podrías. —No pudo evitar darle a Noah una
pequeña sonrisa. —Quiero que todos regresen con sus reportes de
la situación para las cero-trescientos. Si vamos a golpear el pueblo,
quiero hacerlo mientras aún esté oscuro.
—Entendido, señor. Ese es un plan sólido. —Noah apretó la
correa de su Kevlar y ajustó su honda de batalla mientras se
preparaba para ejecutar las órdenes de Lucas.
—Ve a reunir a tus equipos y te verás conmigo antes de que te
marches. Supongo que liderarás a uno de ellos. —Lucas inclinó la
cabeza para indicar los ajustes de Noah en su equipo.
—Por supuesto, señor. —La expresión de Noah era implacable,
pero sus ojos brillaban con humor.
Una emoción corrió a lo largo de la columna vertebral de Lucas.
—Por supuesto. Usted tiene sus órdenes, sargento. Despedido.
—Esperaba no sonar tan sin aliento como se sentía.
Las horas que le tomaron a Noah y sus equipos ponerse en
posición, reunir su información y regresar al pelotón fueron
insoportables. Lucas se puso de guardia y recorrió el perímetro,
comprobando con sus hombres. Este era su trabajo, pero todavía
quería estar fuera en la oscuridad, haciendo reconocimiento con
uno de sus equipos.
Lucas estaba en el asiento delantero de su Humvee, con una luz
roja acunada entre el cuello y el hombro, tomando notas sobre los
102
eventos del día. Se quedó sin aliento cuando una ola de ansiedad
cargada de adrenalina recorrió su sistema. Saltó de su Ranger,
sosteniendo su M16 en un apretón de nudillos blancos.
—¿Qué pasa, teniente? —Preguntó Vince, viniendo a pararse a
su lado. Su presencia fue bienvenida, pero no tanto como la de
07/2019
Noah.
—No lo sé; no puedo explicarlo, —respondió Lucas,
entrecerrando los ojos mientras escudriñaba el horizonte oscuro.
Su corazón martilleaba, y sus dedos se apretaban alrededor de su
arma.
Vince entrecerró los ojos en la misma dirección en la que Lucas
miraba.
—¿Escuchaste algo? ¿Ves algo?
—No... es solo un sentimiento... —El sentimiento estaba
menguando, incluso mientras estaba allí, tratando de identificar su
fuente. El corazón de Lucas se estaba desacelerando, su miedo y
ansiedad se relajaron.
—Necesita mantener la calma, señor, —dijo Vince en voz baja.
—Hágale saber que está bien y solo intente pensar en
pensamientos calmados y tranquilizadores.
—¿Quién? —Preguntó Lucas, volviéndose hacia Vince en
confusión. —¿Hacerle saber a quién que estoy bien?
—El Sargento Hammond, —respondió Vince como si fuera
obvio. —Está lidiando con algo allá afuera, y le ayudará si le das
una presencia tranquila para que lo ayude.
Lucas volvió a mirar hacia la oscuridad, tratando de buscar más
información, alguna idea de lo que había angustiado a Noah. Tomó
varias respiraciones profundas. No tenía idea de cómo funcionaba
esto, pero lo que Vince dijo tenía sentido. Lucas estabilizó su
respiración e intentó que su ritmo cardíaco disminuyera aún más.
103
Estoy bien. Él lo pensó. Las cosas aquí están bien. Mantente
enfocado, haz tu trabajo y vuelve conmigo.
Inmediatamente, la ansiedad disminuyó. Lucas todavía se sentía
nervioso, agitado, pero no era nada como lo había sido. Esto
también, probablemente pasaría ya que su adrenalina se
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consumió.
No pudo evitar sonreír cuando se vio inundado por una cálida
sensación de alivio y renovada determinación. Lo que sea que
Noah se haya encontrado, ya pasó, y él y su equipo fueron
nuevamente oscar-mike.
—Supongo que todo está bien ahí fuera, —preguntó Vince.
—Se siente de esa manera, —suspiró Lucas. Se volvió hacia
Vince. —¿Cómo sabías que funcionaría?
—No estoy seguro, —dijo Vince con un movimiento de cabeza.
—Creo que lo leí en alguna parte. Noah puede explicarlo. A ver si el
capitán Madison tiene algo que decir al respecto.
—Lo haré, gracias—. Lucas recordó la oferta de ayuda de
Madison y decidió que valía la pena encargarse de él. Estaban
pasando cosas extrañas, y él necesitaba entender.
Lucas decidió intentar dormir. Se subió a su asiento en el
Humvee y logró dormitar, pero se movió al menor sonido o
cualquier transmisión de radio.
Sabía que los equipos regresaban treinta minutos antes de que
llegaran. Le dio una ventaja. En el momento en que Noah llevó a
los dos equipos a sus líneas, Lucas ya tenía el resto del pelotón
reunido y los mapas extendidos en el capó de su Humvee.
Noah asintió sutilmente con la cabeza y el sargento Rodríguez
presentó un breve informe.
—Están escondiendo tres, tal vez cuatro combatientes talibanes,
104
—concluyó.
—¿Cómo puedes estar seguro del número? —Preguntó Lucas.
Rodríguez miró a Noah.
Noah bajó la botella de agua de la que estaba bebiendo.
—Olí al menos esos, señor.
07/2019
—Olías... —Lucas comenzó a dudar antes de recordar lo agudos
que eran los sentidos del hombre lobo. —¿Hay alguna manera de
verificar esta información?
—Todos verificamos la información del sargento Hammond,
señor, —intervino el cabo Hubbard. —Hay tres, posiblemente
cuatro firmas de aromas que no coinciden con el resto de las
familias que viven allí.
Los hombres lobo estaban todos de acuerdo. Lucas se dio cuenta
de que nunca obtendría información mejor.
—¿Cómo determinaste que son talibanes y no insurgentes?
—Cualquiera que ingrese desde otra región, por no hablar de
otro país, lleva olores de todo el viaje, —respondió Noah. —
Ninguno de nosotros olió nada que viniera de fuera de Afganistán.
Lucas miró fijamente la expresión inescrutable de Noah.
Después de varios largos momentos, preguntó:
—¿Es realmente tan fácil?
—Para nosotros lo es, señor, —respondió Noah.
—Está bien, traza un plan, —ordenó Lucas. —Quiero ir justo
antes de la primera luz, y nuestro objetivo es la captura vivos y no
víctimas civiles.
Dentro de una hora, tuvieron su estrategia. Era hora de que
Vince y Lucas lo desarmaran, encontraran las debilidades y los
agujeros. Noah entrenó al pelotón a través de apuntalarlo hasta
que estuvo tan sólido como se iba a poner.
—Está bien, caballeros, esto es, —dijo Lucas, metiendo el mapa
105
en su chaleco de armadura. —Estamos oscar-mike5.
—Una palabra, teniente, —dijo Noah, cuando los marines
comenzaron a dirigirse a sus vehículos.
—Ciertamente, sargento—. Lucas se alejó varias yardas de
distancia, tratando de obtener un mínimo de privacidad.
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—Sé que te asusté antes, —dijo Noah, con voz baja y la cabeza
baja hacia el espacio de Lucas. —No quise alarmarte.
Al principio, Lucas no tenía idea de lo que Noah quería decir.
Cuando recordó las emociones inexplicables que lo habían
abrumado antes, comprendió.
—Obviamente, tú manejaste lo que sea que fuera, por lo que
estoy agradecido. Creo que no entender lo que estaba pasando fue
lo peor.
—Pensamos que estábamos a punto de encontrarnos con una
patrulla hostil, —explicó Noah. —Resultó ser nada. Para no
comprender lo que estaba pasando, hiciste un trabajo admirable
para calmarme.

5 oscar-mike On the Move - En movimiento


—¿Lo hice? —Lucas estaba embarazosamente feliz de haber
sido de ayuda para Noah. —No tenía idea de lo que estaba
haciendo.
—Parece que eres un natural, —dijo Noah con una sonrisa.
—¿Un natural en qué? ¿Qué fue todo eso?
—Esa es nuestra conexión. Nuestro vínculo, —respondió Noah,
como si tuviera perfecto sentido. —Así es como nos mantenemos
seguros y felices.
—Cuando tengamos más tiempo, necesito una explicación un
poco mejor, —dijo Lucas, mirando alrededor y dándose cuenta de
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que el pelotón los estaba esperando a los dos.
—Cuando tengamos más tiempo, probablemente hay algunas
cosas que deberíamos discutir, —estuvo de acuerdo Noah.
—Por ahora, vamos a asegurar una aldea—. De repente, no pudo
mirar a Noah a los ojos.
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—Sí, sí, señor—. Noah giró sobre sus talones y se alejó, llamando
al cabo Rama mientras se dirigía.
Lucas se metió en su Humvee y buscó la radio. Llamó al Capitán
Stanley y describió su plan. La aprobación no era necesaria, pero si
las cosas se iban a la mierda, alguien necesitaba saber dónde
demonios estaban.
Justo antes de la puesta del sol, el pelotón rodeaba el pueblo con
sus Humvees. No era más que un grupo de edificios destartalados
y corrales de ganado endebles. Las estructuras parecían que
alguna vez hubieran sido hogares familiares robustos. Desde
entonces se les había permitido caer en tan mal estado; Lucas se
preguntó cómo algunos de ellos todavía estaban de pie, por no
hablar de albergar familias numerosas y extensas.
Los artilleros pesados alinearon sus armas en las estructuras
más cercanas, mientras que el resto de ellos se cerraron, los M16
se apoyaron en sus hombros. Con una última mirada alrededor,
Lucas vio que ni siquiera las cabras encerradas o las vacas
cojeando se movían, así que dio la orden de proceder. En un
repentino ataque de sonido y movimiento, los Infantes de Marina
patearon puertas que eran poco más que cartón. Gritaron órdenes
e instrucciones, empujaron por la fuerza a los aldeanos a donde
querían que se fueran, avanzando por el pequeño pueblo hasta que
entraron en todas las estructuras.
Lucas sabía que no estaban haciendo amigos o aliados. Le
molestó un poco someter a las mujeres y los niños a un manejo tan
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rudo. Su temor era obvio en la forma en que se agrupaban en
grupos y se aferraban el uno al otro por protección y comodidad.
Los hombres eran abiertamente hostiles. Los jóvenes se
defendieron mientras los mayores se enfurecían y juraban. Lucas
ladró órdenes mientras sus marines segregaban a los hombres de
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las mujeres y los niños. Muy pocas armas fueron recuperadas.
Ciertamente no parecía que el pueblo estuviera albergando a los
talibanes.
—Todo lo que veo son hombres viejos y adolescentes, sargento
Hammond, —dijo Lucas bruscamente. —No me digas que
levantamos este pueblo sin ninguna razón.
—Están aquí, señor, —dijo Noah con firmeza. —Es menos
probable que los aldeanos sufran daños aquí, mientras buscamos
escondites en las estructuras.
—¿Alguna idea de dónde deberíamos empezar? —Lucas exigió.
—Grant, Hubbard, Chandler, —llamó Noah bruscamente. Los
tres shifters inmediatamente se pararon frente a él. —Los huelo en
la primera estructura de la izquierda y la grande en el centro.
¿Alguno de ustedes consigue algo diferente?
Ninguno de los hombres lobo estaba en desacuerdo con la
evaluación de Noah.
—Sargento Fowler, tome un equipo y limpie los escondites en
esa primera estructura, —ordenó Lucas. —Sargento Hammond,
usted y yo tomaremos un equipo y limpiaremos el edificio central.
—Señor... —Lucas sintió la protesta de Noah antes de que
incluso lo dijera.
—Estoy poniendo mucha fe en las habilidades de usted y sus
hombres, sargento, —dijo bruscamente. —Hasta ahora, todo lo
que tengo que mostrar es un pueblo lleno de hombres y mujeres
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viejos y enojados. Quiero ver dónde se esconden estos hostiles.
—Sí, señor, —respondió Noah sin problemas. Lucas pudo sentir
que la agitación se desvanecía de él, pero no protestó. En cambio,
se inclinó y habló en voz baja, de modo que solo Lucas podía oír. —
Quédese en mis seis, señor. Te quiero a mi alcance en todo
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momento. Por favor.
Los ojos de Lucas se ensancharon, y sus labios se separaron de
sorpresa, pero él asintió con su reacio acuerdo.

§§§

Entraron en la estructura, con las armas en los hombros,


barriendo la sala en busca de amenazas. El edificio estaba siendo
utilizado como una casa. A Lucas le parecía que una gran familia
extendida residía allí.
Lentamente, Noah los condujo a través de la estructura hasta
una habitación trasera. Lucas estaba nervioso, y luchó por
reprimirlo. No quería que Noah lo captara, ya que parecía ser algo
que sucedía entre ellos. Lucas quería revisar los muebles, las
alfombras y los gabinetes para buscar escondites potenciales, pero
Noah tenía un destino muy específico en mente.
—Ahora puedo oler un quinto aquí en alguna parte, —murmuró
Noah, como para sí mismo. —Simplemente no puedo decir dónde
se esconde el maldito.
Lucas retrocedió y se cubrió mientras sus hombres movían
muebles. Muy rápidamente, ubicaron algo anómalo en el piso en
una esquina de la habitación. El revestimiento del suelo no
coincide con el material circundante.
Sospechaban que debajo de la cubierta, estaban a punto de
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encontrar un agujero en el que varios sujetos se escondían. Se
detuvieron cuando una transmisión de comunicación les notificó
que el equipo del Sargento Fowler había localizado a dos
combatientes talibanes.
Eso significaba que era más probable que encontraran a dos
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personas escondidas en el piso debajo de ellos.
Noah y Lucas entrenaron sus armas en el suelo mientras el resto
del equipo levantaba las tablas. Revelaron a dos hombres afganos,
en sus espaldas, en el escondite. Ambos estaban armados.
Todos los marines apuntaron con sus armas a los hombres y
gritaron órdenes. Lucas esperaba desesperadamente que ninguno
de los dos hombres fuera tan estúpido como para apuntar sus
armas.
El alivio fue palpable en la habitación cuando los dos hombres se
rindieron pacíficamente.
Lucas vio cómo sus marines aseguraban a sus prisioneros y los
AK-47. Una mirada más cercana reveló un alijo de armas también
en el escondite.
Entre los dos equipos, habían asegurado a cuatro hombres. No
parecía haber ninguna señal del quinto hombre que Noah estaba
seguro de que podía oler. Lucas relajó su tensión, pero no su
vigilancia. Cubrió a sus hombres mientras sacaban varios AK-47
del piso.
Algo no se sentía bien. El pelo en la parte posterior del cuello de
Lucas se levantó. No tenía sentido, sabía que estaba de espaldas a
la esquina. No había muebles, ni entrada ni salida. La necesidad de
mirar detrás de él era casi abrumadora, pero Lucas no se atrevió a
apartar la vista de los marines que estaba cubriendo.
Un fuerte gruñido llenó la habitación y envió un escalofrío a la
columna vertebral de Lucas. Había un movimiento a su alrededor
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que no podía rastrear antes de que fuera empujado bruscamente
hacia el centro de la habitación.
Lucas cayó de rodillas, su M16 cayó al suelo. Los marines frente
a él levantaron sus armas y gritaron. Lucas se volvió para mirar
hacia atrás.
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Tuvo problemas para dar sentido a lo que estaba viendo. Noah
estaba de pie en toda su altura, con el puño envuelto en una
camisa de hombre mientras lo sacaba por la fuerza de un agujero
cuadrado en el techo. El hombre golpeó el suelo con un ruido
sordo. Noah presionó su bota contra la garganta del hombre y
apuntó el cañón de su arma hacia su cabeza.
Lucas reunió su ingenio y sacó varias esposas flexibles de una
bolsa de la pierna de su uniforme. Se apresuró a cruzar la
habitación para asegurar al prisionero de Noah.
—Tenía razón, sargento Hammond, —dijo el cabo Chandler. —
Había cinco.
Noah no respondió. En cambio, agarró a Lucas por el hombro de
su armadura.
—¿Estás bien? —Exigió, pasando sus manos sobre Lucas como si
buscara heridas.
—Estoy bien, —jadeó Lucas, ignorando la forma en que la mano
de Noah que corría sobre su cuerpo lo hacía sentir. —¿De dónde
diablos vino?
—Un agujero bien escondido en el techo, —respondió Noah. —
Sabía que olía a un quinto hombre.
—No puedo creer que me haya perdido eso, —Lucas se pasó una
mano temblorosa por la cara. Este día pudo haber terminado en
desastre.
—No, estaba bien escondido, —insistió Noah. —Seguimos el
protocolo. Casi tuvo suerte. No quise ser tan rudo. ¿Te lastimé?
111
—No, estoy bien—. Lucas se inclinó para recuperar su M16 y
volver a unirlo a su honda de batalla. —¿Cómo lo supiste? —Le
preguntó a Noah en voz baja.
—Todavía estaba oliendo a un quinto hombre, y sentiste algo
detrás de ti, —respondió Noah, bajando la cabeza para que él
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también pudiera hablar en voz baja.
Lucas recordó esas extrañas sensaciones.
—Pero, ¿cómo se sabe?
—Pude sentir que empiezas a preocuparte por lo que estaba
detrás de ti, así que miré—. Noah pasó el dorso de los dedos de
una mano por la mejilla de Lucas.
—¿Lo miraste porque sentiste que sentía algo detrás de mí? —
Lucas luchó contra la tentación de apoyarse en el toque de Noah.
—Así es como funciona, Lucas, —respondió Noah, enganchando
sus dedos en la red de la armadura de Lucas.
—Todavía no entiendo cómo funciona, —suspiró Lucas. —Pero
en este momento, me alegro de que lo haga.
Noah tomó el control de los prisioneros, y Lucas lo dejó.
Necesitaba organizar el transporte de sus prisioneros. A pesar de
su misión, no se les había asignado un camión de armas, y no había
espacio libre en los Humvees.
Lucas ignoró el temblor en sus manos mientras levantaba el
Batallón en comunicaciones. Se sintió aliviado al escuchar que el
capitán Madison estaba más cerca de su ubicación. No creía que
pudiera tolerar al capitán Stanley en este momento.
El sol acababa de salir por el horizonte cuando vio a Noah, a
varios metros de distancia de la aldea, mirando hacia las colinas
distantes. Las líneas de su cuerpo estaban relajadas, y Lucas no
podía sentir tensión ni angustia. Por el contrario, se sintió atraído
112
a unirse a Noah.
—Estás mejorando la audición, —dijo Noah cuando Lucas se
acercó.
—¿Audición? —Lucas preguntó sorprendido. —¿Qué es
exactamente lo que se supone que he oído?
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Noah le sonrió como si la respuesta fuera obvia. Se volvió para
mirar el sol naciente.
—¿Sabías que Juana de Arco tenía un hombre lobo como
compañero?
Lucas miró a Noah, confundido por lo no lógico.
—¿En serio? Nunca había escuchado eso antes.
—Eso es porque cumplimos nuestros propósitos para que lo
olvidemos—. La respuesta de Noah estuvo cargada de humor y
arrogancia.
—¿Vamos a olvidar? —Lucas sonrió, dejándose ligar, sólo por
esta vez.
—Parece que los humanos prefieren las visiones y los sueños
proféticos al conocimiento de un vínculo de unión, así que les
permitimos que tengan sus leyendas—. La respuesta altanera de
Noah se suavizó cuando una esquina de su boca se alzó en una
sonrisa.
—Estás jodiendo conmigo, ¿no? —Lucas le devolvió la sonrisa,
su estómago apretándose agradablemente.
—No lo haría, —dijo Noah enfáticamente. —El Verdadero Alfa
de Juana era un hombre lobo llamado Yves. Le aseguró que juntos
podrían liberar a Francia del yugo de los británicos. Cuando ella
tenía dieciséis años, fueron a la guerra juntos. Yves reunió
información, y Juana hizo una estrategia.
—¿Me estás diciendo que Yves dejó que su compañera se
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quemara en la hoguera? —Preguntó Lucas dudoso.
—Un Verdadero Alfa nunca dejaría que su Dominante fuera
tomado cautivo, y mucho menos quemado en la hoguera—. La
ferocidad de Noah fue sorprendente. —Yves fue asesinado en la
batalla de Orléans. Nuestras historias dicen que Juana quería
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morir. Ella no quería vivir sin su Alfa.
Noah definitivamente estaba coqueteando con él, pero Lucas no
podía determinar si estaba diciendo la verdad o no.
—¿Es toda la mitología del hombre lobo tan triste y romántica?
Noah negó con la cabeza.
—Apenas. Tiende hacia lo glorioso y sangriento.
—Entonces, ¿qué tienen que ver Juana y su hombre lobo Yves
con esta cosa que sigue sucediendo contigo y conmigo? —Lucas
estudió el hermoso perfil de Noah mientras observaba la salida del
sol sobre las montañas.
Noah se volvió hacia él, su expresión calmada.
—Tú llevaste a tu pelotón a completar con éxito su misión
porque 'sentiste algo'. Tiene más sentido que escuchar voces y ver
visiones, ¿no crees?
Lucas resopló burlonamente.
—No me estás comparando con Juana de Arco, ¿verdad?
Noah le frunció el ceño exageradamente.
—La última vez que lo comprobé no estábamos en Francia. Solo
estoy señalando que tienes una herramienta bastante poderosa a
tu disposición.
Lucas no entendía más que antes. No parecía que Noah estuviera
siendo evasivo, pero era frustrante que él fuera menos directo.
—Lo tomaré en consideración, —dijo, todavía no está seguro de
que Noah se esté riendo de él en secreto. —En cualquier caso, la
compañía Echo viene a transportar a nuestros prisioneros en un
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camión de armas.
Noah hizo un gesto agudo de comprensión. Lucas no tenía idea
de qué decir a continuación, por lo que devolvió el asentimiento y
se dio la vuelta para irse.
—Lucas, —llamó Noah.
07/2019
Mirando a Noah con expectación, Lucas volvió a pararse frente a
él. Se sobresaltó cuando Noah extendió la mano y acunó su cabeza.
Reflexivamente, agarró los bíceps de Noah y se apoyó en la presión
de los labios de Noah contra su cabello.
—No era mi intención derribarte antes, pero te quería fuera del
camino, —susurró Noah contra la sien de Lucas.
—La próxima vez, grita una advertencia, —se rió Lucas. —Yo
también soy un marine, después de todo. Yo puedo cuidar de mí
mismo.
—Pero no eres un hombre lobo, y era la parte de hombre lobo
que te estaba protegiendo—. El aliento de Noah era cálido contra
el cabello de Lucas.
Podía escuchar a Noah respirar profundamente. Definitivamente
tenía una cosa por el olor. Lucas dejó que Noah se entregara, ya
que siempre parecía calmarlo y estabilizarlo. Incluso mientras
pensaba esto, la propia tensión de Lucas se alivió.
Escuchó a Noah suspirar y lo sintió comenzar a retirarse.
—Necesitas tener a nuestros prisioneros listos para el
transporte, —dijo Lucas, sorprendido de escuchar el tono áspero
de su propia voz.
—Sí, señor, —dijo Noah y obedientemente se volvió hacia su
Humvee.
Lucas lo vio caminar, relajado y con las extremidades sueltas, las
caderas rodando con cada paso. Sorprendido por el giro de sus
115
propios pensamientos, Lucas se sacudió fuera de su estupor. Noah
era un suboficial que estaba bajo su mando, y codiciarlo de una
manera no relacionada con el hombre lobo era inapropiado.
Apartó esos pensamientos de su mente mientras se dirigía hacia
su propio Humvee.
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El sol se había levantado por completo cuando el capitán
Madison condujo a uno de sus pelotones al pueblo.
—Buen trabajo, Lucas, —saludó, quitándose el Kevlar y
pasándose una mano por el sudoroso cabello. —Las cosas deben
estar funcionando bien entre tú y el sargento Hammond.
Lucas se congeló, momentáneamente desconcertado. Comenzó a
respirar de nuevo cuando se dio cuenta de que Madison estaba
hablando de su relación profesional.
—Parece que hemos encontrado un ritmo, sí, —aseguró.
—Pensé que lo harías, —dijo Madison con una sonrisa. —Ahora
vamos a cargar a tus prisioneros e ir a reunirnos con el Batallón.
A media tarde, se reunieron con el batallón en una amplia
llanura rodeada de bermas altas. Ellos se quedaron a dormir, así
que Lucas dio órdenes de rodear a los Humvees y cavar.
Parece que Lucas no pudo calmarse cuando Noah se puso de
guardia. Incluso ahora, debería estar en su trinchera tratando de
dormir. En cambio, estaba sentado en su asiento en el Humvee, con
la cabeza inclinada hacia atrás. Lucas solo pudo distinguir la forma
de Noah cuando abrió los ojos ligeramente.
Estaban en veinticinco por ciento, pero siempre aumentaban a
los humanos con un shifter en cada cuadrante. Noah estaba
tomando su turno junto con otros tres shifters. Cuando salió de la
guardia y se durmió, Lucas supo que sería capaz de meterse en su
propia trinchera y descansar un poco también.
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No era como si Noah necesitara a Lucas para vigilarlo; todo lo
contrario, de hecho. No tenía sentido, pero así era como era.
—Fox-two-actual; Fox-two-one. —La voz de Noah sonó
suavemente en el oído de Lucas.
—Ve por Fox-two-actual, —respondió él, justo por encima de un
07/2019
susurro.
—Tenga en cuenta, estoy escuchando sonidos en la distancia.
Detecto movimiento leve. Nada que pueda señalar todavía, pero es
inusual. No pertenece.
Esta fue la razón por la que los shifters vigilaban a los marines
humanos. Podían ver y oír mucho mejor; eran un sistema de alerta
temprana fenomenal.
—Entendido. —Lucas se sentó y abrió los ojos. —¿Crees que es
una amenaza?
—No tengo nada concreto, pero todos mis instintos me dicen
que sí—. Noah sonaba distraído. Lucas solo podía distinguirlo en la
berma, escaneando el horizonte con su visor nocturno.
—Bastante bien, —respondió Lucas, preparándoe para cambiar
las frecuencias y dar la alarma con el batallón.
La tranquilidad de la noche fue destrozada por un mortero que
se encontraba a pocos pies del guardabarros delantero del
Humvee de Lucas. La adrenalina se disparó a través de su sistema,
y él abrió la puerta de una patada y cayó al suelo.
A su alrededor, los marines salieron de sus trincheras con sus
armas y corrieron para tomar posiciones a lo largo de la berma. La
radio cobró vida con las pisadas y las órdenes que se transmitían.
Morteros aterrizaron a su alrededor, peligrosamente cerca de las
trincheras Humvees y Rangers.
El vientre de Lucas se arrastró hacia la berma. Se apresuró a
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subir rápidamente por la tierra dura hasta que llegó a la posición
de Noah. Asomó la cabeza por encima de la berma para ver quién
los atacaba.
Pequeñas plumas de polvo se levantaban a su alrededor. Lucas
escuchó el sonido agudo de las balas rebotando a su alrededor.
07/2019
—Baje, señor, —gritó Noah sobre el estruendo de la batalla,
empujando la cabeza de Lucas hacia abajo por debajo del nivel de
la berma y prácticamente sosteniéndolo en su lugar con el peso de
su propio cuerpo.
McAlister se agachó junto a ellos.
—Estamos tomando fuego de mortero y francotiradores, —gritó.
Noah se lanzó para mirar por encima de la berma, e
inmediatamente varios disparos aterrizaron en pulgadas.
Rápidamente se agachó de nuevo.
—Estamos recibiendo fuego de mortero preciso, y nos están
agachando la cabeza con francotiradores, —dijo Lucas. —¡Estamos
jodidos!
A su alrededor, los Infantes de Marina se gritaron unos a otros
mientras estalló una explosión de fuego de mortero sobre la tierra.
—Nadie puede permanecer levantado el tiempo suficiente para
señalar una ubicación, —dijo Vince. —Si no podemos identificar
dónde están, no podemos sacarlos.
—Joder, —siseó Lucas. La suciedad y los escombros de una
explosión cercana llovieron sobre ellos. Una vez más, Noah usó su
propio cuerpo para proteger a Lucas.
—Teniente, señor, —dijo Noah, bajando la cabeza para hablar
casi al oído de Lucas. —¿Permiso para cambiar y tomar a la
manada para ir detrás de nuestros atacantes?
—Negativo, sargento, —respondió Lucas. —Incluso como
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hombre lobo, no eres impermeable a las balas.
—No, pero no seré un objetivo principal, —respondió Noah. —
Seguirán apuntando a los marines e ignorarán lo que creen que
son animales salvajes.
El fuego de MK19 y 50 cal se produjo alrededor de ellos cuando
07/2019
los hombres pudieron trepar en las torres. Sin embargo, no podían
permanecer levantados el tiempo suficiente para extender las
armas con precisión. Los morteros continuaron explotando a su
alrededor.
Necesitaban encontrar una manera de reducir la velocidad del
fuego que estaban tomando.
—Por favor, Lucas, te lo estoy preguntando. Tienes autoridad
sobre esto, —engatusó Noah.
Un mortero aterrizó en la base de la berma, a pocos pies de ellos,
pero fue el uso de Noah de su nombre lo que llegó a Lucas.
—¿Cuál es tu plan? —Preguntó.
—Llevar a la manada al desierto, localizar al enemigo y
eliminarlo, señor, —respondió Noah. —Nunca nos verán ni nos
oirán venir, por lo que no podrán apuntarnos. Una vez que
comencemos a reducir sus números, el batallón puede comenzar a
devolver el fuego.
Lucas miró a Vince, quien se encogió de hombros en respuesta.
—Estamos atrapados, Lucas. Tenemos que hacer algo para
romper el callejón sin salida.
Echando un vistazo a los marines que se escondían a su
alrededor, Lucas finalmente asintió con la cabeza.
—Bien, sargento. Pero será mejor que devuelvas ilesos a todos
tus hombres lobo.
—No hace falta decirlo, señor, —bromeó Noah cuando comenzó
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a desabrochar su Kevlar.
Lucas vio a Noah deslizarse por la berma. En la parte inferior,
dejó su Kevlar y se quitó la armadura. Rápidamente se quitó la
blusa de su uniforme y su camiseta interior, tirándola todo a un
lado. Tiró de la cadena de sus placas de identificación sobre su
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cabeza y las dejó caer sobre su ropa. Lucas vio a Noah agacharse,
con la cabeza gacha.
—¿Ha cambiado para ti antes? —Preguntó Vince.
Lucas escondió su sobresalto ante el sonido de la voz del
artillero. Sacudió la cabeza negativamente.
No sabía lo que había esperado, pero la sutil distorsión de la
forma de Noah no era eso. No hubo crujidos dramáticos de huesos,
ningún cambio violento en los rasgos de Noah. En un momento,
Noah se agachó, y al siguiente, un lobo blanco de tamaño mediano
se liberó del resto del uniforme de Noah. Lucas recordó el sueño
que había tenido durante la última carrera de la luna llena y cómo
había sido un lobo cubierto completamente de pelaje blanco.
Lucas estaba vagamente decepcionado. Con la altura extrema de
Noah en forma humana, había esperado un lobo más grande. Aun
cuando esto cruzó la mente de Lucas, observó con asombro cómo
el lobo seguía creciendo. Se acolchó fácilmente por la berma y se
tendió boca abajo junto a Lucas.
El lobo volvió sus ojos plateados hacia Lucas. Esos ojos eran tan
familiares. Eran inequívocamente de Noah, aunque ahora lo
miraban desde la cara de un lobo. El animal comenzó a jadear, y
Lucas vio que sus dientes caninos eran tan largos como su pulgar.
Se quedó mirando a Noah en silencio, tratando de absorber lo
que acababa de presenciar. Lucas debería haber sabido que Noah
se convertiría en un lobo ártico de ojos plateados. Tenía perfecto
sentido.
120
—Está esperando tu orden, Lucas, —gritó Vince. —Tú eres su
dominante; tienes que ser tú quien lo ordene a actuar.
—Sargento Hammond, —dijo Lucas, y las orejas del lobo saltan
hacia adelante. —Ve a ejecutar tu misión.
Noah estaba de pie y sobre la cresta de la berma en un solo salto.
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Para Lucas, no era más que un gigantesco borrón blanco. No tenía
idea de cómo Noah iba a hacer un enfoque sigiloso. No había forma
de que su brillante pelaje blanco se mezclara con la arena pálida o
la oscuridad del cielo nocturno. Por mucho que se atreviera, Lucas
miró por encima del borde de la berma y observó a Noah saltar en
la distancia. Para su sorpresa, la oscuridad se tragó a Noah, y
desapareció por completo a solo unos metros.
—Debería haber visto venir la cosa de piel blanca, —dijo Vince
con tristeza. Lucas tuvo que estar de acuerdo.
En la distancia, elevándose por encima de la cacofonía del
ataque, Lucas captó el sonido de un lobo aullando. Se levantó el
pelo en los brazos y la parte posterior de su cuello. Lucas se
estremeció cuando el sonido se repitió, llevado a él en el viento del
desierto.
Una gran conmoción y gritos de sorpresa dentro del
campamento llamaron la atención de Lucas. Dos grandes lobos
cargaron la berma a su lado. Uno era un gris oscuro, moteado; el
otro era un ligero atigrado. Juntos saltaron sobre la cresta y
desaparecieron en la oscuridad tal como lo había hecho Noah.
Lucas y Vince se agacharon sobre la berma cuando el fuego de
mortero se intensificó de repente. Se preguntó cuánto tiempo le
llevaría a Noah y a los otros lobos ejecutar su misión.
Tim Madison se desplomó de repente en la berma al lado de
Lucas.
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—¿Le diste permiso a Hammond para cambiar? —Gritó.
—Sí, tuvo una idea para detener el ataque, —respondió Lucas.
—¿Por qué? ¿No debería haberlo hecho?
Madison se rió entre dientes.
—La próxima vez, simplemente comunícanos si el Alfa Lobo va a
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cambiar y llamará a la Manada. Es un poco desconcertante cuando
varios hombres a tu alrededor caen al suelo y salen de sus
uniformes en forma de lobo.
—Mierda, no sabía que sucedería así—. Lucas estaba
mortificado.
—El Verdadero Alfa llamó a la Manada mientras estaba en su
forma de lobo, Lucas—. Madison lo miró con incredulidad. —Los
obligó a cambiar. Ninguno de ellos tuvo la oportunidad de decirnos
qué iban a hacer, simplemente lo hicieron.
—Joder, —Lucas escupió con frustración.
Madison le dio una palmada a Lucas en el hombro.
—No te preocupes por eso. ¿Cuál es el plan de Hammond, de
todos modos?
—Rápido y silencioso, —respondió Lucas. —No dejes que el
enemigo te vea venir, y déjalos caer donde están.
—Parece que no tenemos otras opciones en este momento, —
dijo Madison, mirando a su alrededor. —Solo ten cuidado en el
futuro sobre dejar que se escape medio encorvado cada vez que
piense que estás en peligro.
Lucas miró al capitán confundido.
Madison notó la expresión de Lucas.
—Cristo, Hammond seguro se está tomando su tiempo
explicándote todo esto. No ayuda que Stanley no te haya
entrenado en absoluto sobre cómo manejar un Alfa.
—¡Así que explícamelo! —Gritó Lucas con frustración.
122
—Ahora eres el Alfa de Hammond, —explicó Madison. —Si él
cree que estás en peligro, hará cualquier cosa para protegerte.
La conmoción de Lucas fue enmascarada cuando todos se
agacharon cuando un mortero golpeó a pocos metros de ellos.
¿Noah había llevado a su manada a la batalla porque Lucas estaba
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atrapado y en peligro?
Parecía que el fuego de mortero disminuía, pero Lucas no
confiaba en su propio juicio en este momento. Madison se arriesgó
a echar un vistazo por encima de la berma, y el fuego de los
francotiradores no lo hizo retroceder. Incluso cuando Lucas miró a
su alrededor, escuchando, los sonidos del ataque continuaron
retrocediendo.
Los sonidos de una batalla completamente diferente surgieron
para reemplazarlos.
Desde afuera en el desierto vinieron los inconfundibles sonidos
de gritos. Gritos humanos. Bajo los gritos de los asustados y
moribundos, Lucas solo podía distinguir los aullidos y gruñidos de
los lobos atacantes. Sonaba sangriento y violento, y no pudo
reprimir el violento escalofrío que lo recorrió.
Se hizo obvio que el ataque había terminado. Los disparos de
mortero y francotirador fueron intermitentes. Los sonidos
agresivos de los lobos se estaban convirtiendo en juguetones. Los
gritos de sus objetivos habían desaparecido todos juntos.
—Que me condenen, —murmuró Madison.
Los lobos se callaron y de repente la noche se sintió muy fría y
muy quieta. Un feroz ladrido y gruñido les arrastraba. Fue seguido
por un agudo grito y gimoteo.
Vince se rió entre dientes.
—El dinero dice que fue Hammond quien disciplinó a uno de los
123
cachorros.
—No hay apuesta, —dijo Madison con una sonrisa.
Un fuerte aullido hizo eco en el desierto y la piel de gallina se
alzó sobre los brazos de Lucas. Donde el primer aullido había sido
un llamado a las armas, este estaba imbuido de arrogancia y
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triunfo. Varias otras voces gritaron, y dio vueltas alrededor de las
afueras del campamento.
Los tres se agacharon cuando dos lobos navegaron por la berma
y regresaron al círculo de los Humvees. Otros comenzaron a unirse
a ellos cuando volvieron a ingresar a las líneas desde varios
puntos. Lucas los vio comenzar a pelearse entre ellos. La pequeña
manada se movió entre sí, frotando sus flancos uno contra el otro.
Otros lamieron los hocicos y gargantas de sus amigos. Ruidos
felices y contentos se unieron a los de la obra de lucha.
—Es solo una sugerencia, Lucas, —dijo Madison en voz baja, —
pero es posible que desees llevarle la ropa de Hammond. No me
parece que sea el tipo de participante en ese tipo de actividad—. Él
asintió con la cabeza en dirección a la manada desagradable.
Lucas estaba viendo a los lobos lamerse la cara el uno al otro, y
se dio cuenta de que no era mero afecto en exhibición. Se estaban
limpiando unos a otros. Se estaban limpiando mutuamente la
sangre de su batalla.
—Una cosa es que los cabos y los soldados tengan sus culos
desnudos en exhibición cuando regresen a ser humanos, —
continuó Madison. —Es otra cosa que sea el Verdadero Alfa.
Lucas se dio cuenta de que tenía un punto.
—Creo que tienes razón, —dijo, empujando sus pies y
deslizándose por la berma. Rápidamente dobló la ropa desechada
de Noah y la amontonó en un montón, guardando las etiquetas y la
cadena.
124
—Toma esto, también, —dijo Vince, de repente junto a Lucas,
entregando una caja de toallitas para bebés.
Lucas la aceptó con gratitud. Con el uniforme de Noah y las
toallitas en un brazo, Lucas dejó que su M16 se colgara detrás de
su hombro mientras levantaba los LPC de Noah con su mano libre
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y escalaba el costado de la berma. No tenía idea de cómo encontrar
a Noah en la oscuridad. Algo le dijo que empezara a caminar.
Cuando los sonidos del campamento desaparecieron y fueron
reemplazados por los del desierto, Lucas vio un movimiento hacia
adelante. De la oscuridad emergió el gigante lobo blanco. Lucas
dejó de caminar.
Noah nunca rompió el paso cuando se acercó, sus hombros eran
aproximadamente de la misma altura que los de Lucas. Con el
pulso acelerado, Lucas apenas podía oír por encima del torrente
de su propia sangre en sus oídos. Tragó saliva cuando reconoció
que las manchas oscuras que bordeaban la piel blanca y prístina
de Noah eran sangre. El hocico de Noah, su garganta y su pecho, así
como sus patas delanteras estaban enmarañadas con el material, y
Lucas olió su aroma cobrizo.
El aliento de Noah era cálido cuando exhaló contra el costado de
Lucas. Lucas se mantuvo muy quieto cuando Noah lo rodeó,
presionando su nariz fría en varios lugares e inhalando
profundamente. Rápidamente se despidió de su propio uniforme,
agarrado del brazo de Lucas, pero parecía preocupado por la parte
baja de la espalda de Lucas. Lucas se concentró en su propia
respiración, luchando por mantenerla firme mientras el lobo
gigante lo examinaba de cerca. Esperaba que Noah no pudiera
escuchar su corazón acelerado, porque no fue causado
completamente por el miedo.
125
Lucas observó con fascinación que Noah se dio la vuelta y se
alejó unos pocos metros y se sentó en cuclillas. Los familiares ojos
plateados sostuvieron la mirada de Lucas durante varios largos
momentos. Cuando Lucas quedó hipnotizado, Noah cambió.
Cuando Noah se levantó, Lucas dejó de respirar. Había visto a
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Noah sin camisa, pero nunca lo había visto completamente
desnudo. Fue glorioso. Noah se mantuvo en toda su altura, con la
barbilla hacia afuera y sus ojos azules vigilando. Lucas admiró en
silencio la amplitud de los hombros de Noah y la forma en que su
cuerpo se inclinaba hacia sus estrechas caderas. Había visto la
polla de Noah antes; la había sostenido con su propia mano, pero
al verla libre de todo confinamiento y estar de pie medio erecto fue
inesperadamente excitante.
Lucas apartó esos pensamientos inapropiados. Este no era ni el
momento ni el lugar. Sin embargo, mientras Lucas observaba, algo
en la expresión de Noah cambió, y su postura rígida se relajó.
Poniendo el uniforme y las botas de Noah en la arena a sus
propios pies, Lucas se quitó el Kevlar. Se quitó la armadura,
enterró la culata de su M16 en la arena y colgó su armadura y
Kevlar del cañón. Agarró la caja de toallitas para bebés. Sacó el
valor de varias pulgadas de toallitas y desechó la caja sobre la pila
de ropa de Noah. Sacudiendo una de las toallitas, Lucas reunió su
coraje y se acercó a Noah.
Comenzó con la mano de Noah, usando el paño húmedo para
limpiar la sangre pegajosa de lo que recientemente había sido una
pata delantera. Tomó varios de los paños pequeños antes de que
Lucas terminara, y el olor dulce de ellos llenó el aire.
Noah ofreció su otra mano, y Lucas se puso a trabajar para
limpiarla también. Mientras trabajaba, Lucas fue consciente del
escrutinio de Noah y no pudo evitar el rubor que inundó su rostro.
126
Podía sentir los ojos de Noah sobre él; sabía cuándo se dirigían a
su boca cada vez que se humedecía sus propios labios o su
garganta cuando tragaba.
Lucas sacudió otro paño y lo levantó para limpiar la cara de
Noah. Recordó el comportamiento de los lobos que habían
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regresado al campamento y cómo se había puesto énfasis en el
contacto físico. Lucas se acercó y se apretó contra el costado del
cuerpo de Noah, sintiendo el calor de él a través de las capas de
ropa. Lucas limpió la sangre del pecho de Noah. Cuando estuvo
satisfecho con eso, Lucas dio un paso alrededor y presionó el
frente del cuerpo de Noah. Limpió la sangre de la barbilla y las
mejillas de Noah, sintiéndolo inclinarse ligeramente. Lucas
acarició el costado del cuello de Noah y, en respuesta, Noah se
pasó la mejilla contra la cabeza de Lucas.
Mientras limpiaba los últimos rastros de sangre, Lucas rozó
ligeramente sus labios a lo largo de la garganta de Noah. El cálido
aliento de Noah flotó sobre su sien. Lucas sopló una bocanada de
aire en el hueco en la base de la garganta de Noah y sonrió para
sus adentros cuando vio el guijarro de la piel de Noah con piel de
gallina. ¿Tal vez el extraño efecto que Noah tuvo en las reacciones
de Lucas fluyó en ambos sentidos?
Satisfecho de haber sacado la mayor parte de la sangre de la piel
de Noah, Lucas devolvió las toallitas a la caja. Cavó un agujero en la
arena con el talón de su bota y empujó las telas desechadas,
cubriendo la arena del desorden con el costado de su pie. Cuando
terminó, miró a Noah, preguntándose por qué no se había vestido
ya.
Noah estaba observando cada movimiento de Lucas de cerca.
Sus labios estaban separados, y su pecho se agitaba con cada
127
respiración áspera. La única palabra que Lucas tenía para la
expresión de Noah era hambriento.
Fue entonces cuando Lucas notó que la polla de Noah estaba
ahora completamente dura. Era más larga y más gruesa de lo que
Lucas recordaba. El cabello rubio oscuro en la ingle de Noah
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enfatizaba el tallo oscuro y la cabeza de color rojo oscuro, ya que
sobresalía rígidamente del nido de rizos. Lucas sintió la necesidad
de caer de rodillas frente a Noah y llevarlo a la boca. Saber que
ninguno de ellos se había duchado en semanas lo detuvo.
Lucas respiró hondo y una vez más se encontró con los ojos de
Noah.
—¿Qué vas a hacer al respecto? —Preguntó.
Noah no respondió por varios latidos de corazón entonces,
—Combat Jack6. No es la gran cosa.
Lucas levantó una ceja. Él rogó a diferir. Caminando para
pararse detrás de la espalda rígida de Noah, Lucas abrió la parte
delantera de su blusa de uniforme y levantó su camisa interior
debajo de sus brazos. Presionó la piel desnuda de su pecho y
6
Combat Jack es generalmente conocido entre los militares como masturbándose
durante la guerra.
vientre contra la carne caliente de la espalda desnuda de Noah.
Lucas acurrucó su propia erección, ahora presionando con fuerza
contra la bragueta de su uniforme, en la hendidura del culo de
Noah.
Deslizando su mano izquierda sobre la cadera de Noah, Lucas
presionó su palma contra el vientre de Noah para mantenerlo
firme. Noah se inclinó un poco hacia atrás e inclinó la cabeza hacia
atrás. Lucas escupió en su palma derecha varias veces y se estiró
para envolver esa mano alrededor de la tensa erección de Noah.
Noah siseó fuerte y luego gruñó bajo en su garganta. Su polla era
128
dura y pesada en la mano de Lucas. Lucas presionó su nariz en el
lugar cálido justo debajo de la oreja de Noah. Él acarició la polla de
Noah rápidamente, apretando fuerte la cabeza y dándole un giro a
su muñeca. Las caderas de Noah se flexionaron, empujando la
mano de Lucas y meciéndose hacia atrás otra vez. Su culo se frotó
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contra la polla de Lucas, y envió una onda de choque a través de la
pelvis de Lucas y se disparó por su columna vertebral. Sin darse
cuenta de lo que estaba haciendo, Lucas giró un poco la cabeza y
hundió los dientes en el hombro de Noah.
El gruñido de respuesta de Noah rodó por su cuerpo y vibró en
el de Lucas. Al sentirlo, junto con el calor del cuerpo de Noah, se
introdujo en Lucas donde se tocaba su piel desnuda. Lucas se
estremeció en respuesta.
Bajo su palma, Lucas sintió que los músculos de Noah se
ondulaban con cada movimiento de sus caderas. Escuchó a Noah
jadear a través de los labios separados, lo sintió cuando un
temblor recorrió el cuerpo de Noah. Lucas sintió que las manos de
Noah volvían y apretaba sus caderas con dolor. Era la primera vez
esta noche que Noah había iniciado un contacto entre ellos. Lucas
aceleró el movimiento de su mano en la polla de Noah y mordió un
poco más fuerte en el hombro de Noah.
—Joder, —susurró Noah con los dientes apretados, y luego se
vino.
Lucas sintió que la erección de Noah latía en su mano varias
veces. Sostuvo a Noah mientras su cuerpo se abría paso a través
del clímax. Con la excepción de su respiración áspera, Noah se vino
en silencio. La decepción se apoderó de Lucas hasta que se dio
cuenta de que los shifters en el campamento probablemente
podrían escuchar cualquier ruido fuerte que Noah pudiera hacer.
129
De repente se sintió agradecido por el silencio de Noah.
El olor de la llegada de Noah llenó el aire a su alrededor, y Lucas
agradeció que la brisa soplara lejos del campamento. Lucas
acarició la erección de Noah hasta que se aflojó el agarre de sus
caderas. Los músculos de Noah se relajaron contra él. Primero,
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Lucas sacó los dientes del hombro de Noah, luego soltó la polla
suavizada de Noah. Mantuvo su mano izquierda presionada contra
el vientre de Noah, sosteniéndolo ligeramente hasta que los
últimos temblores se calmaron, y Noah pudo nuevamente pararse
solo.
Lentamente liberando a Noah por completo, caminó frente a
Noah nuevamente, muy consciente de la pérdida de calor en su
pecho y vientre. Lucas sacó varias toallitas de la tina y limpió
lentamente a Noah de su venida en su mano. Mientras lo hacía, se
preguntaba cómo sería sentir todo el calor del interior de Noah.
Lucas se preguntó qué tan caliente y apretado se sentiría Noah
alrededor de su polla. Agachando la cabeza para ocultar su rostro
enrojecido, Lucas apartó esos pensamientos.
—En lo que fuera en lo que estabas pensando, —dijo Noah de
repente, el sonido de su voz sobresaltó a Lucas en la tranquilidad
del desierto. —Mantén ese pensamiento hasta que lleguemos a
casa.
—No lo creo, —dijo Lucas en voz baja. Joder, Noah sería tan
salvajemente inapropiado; es mejor que Lucas cierre esa línea de
pensamiento por completo.
Noah dio un paso en el espacio de Lucas. Bajó la cabeza y rozó
sus labios a lo largo de la mandíbula de Lucas.
—Pero disfruto el olor de tu excitación.
Mierda. Es posible que Noah no pueda leer los pensamientos de
Lucas, pero claramente estaba captando una gran cantidad de
130
otras señales que Lucas estaba desechando.
—Violaría tantas reglas... —comenzó Lucas.
—Un Verdadero Alfa voluntariamente sometido a ti, Lucas, —
susurró Noah contra el oído de Lucas. —El consentimiento
inherente en eso reemplaza a todo lo demás.
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Lucas dio un suspiro estremecedor. Tragó contra una boca
repentinamente seca. Deseó haber recibido más capacitación
sobre cómo negociar la política social de dominar un lugar. Por
otra parte, no era probable que el Cuerpo de Marines tuviera una
política establecida para follar a tu Líder de Equipo, incluso si era
un hombre lobo.
Noah se empujó contra Lucas y se meció contra él. Lucas gimió
cuando la gran mano de Noah se posó sobre su aún dura polla y la
apretó suavemente. Noah de repente estaba besando a Lucas, sus
bocas deslizándose húmedas una contra la otra. Lucas agarró los
hombros de Noah con desesperación. Lamió de nuevo a la lengua
que buscaba de Noah. Evidentemente, Noah fue un estudiante
rápido, ya que había descubierto que besarse era la kryptonita de
Lucas.
Rompiendo el beso, Noah frotó su palma sobre la erección de
Lucas.
—¿Qué vas a hacer al respecto?
Lucas sabía lo que quería hacer con eso. También era consciente
de cuánto tiempo había estado fuera del campamento.
—Combat Jack. No es para que te preocupes.
Noah hizo un sonido decepcionado.
—Ya he estado aquí contigo demasiado tiempo, —dijo Lucas,
retrocediendo a regañadientes y rompiendo lentamente el
contacto con Noah. —Además, no soy yo quien detuvo un ataque y
131
salvó a un batallón entero. Cuando regresemos, me llevaré a mi
trinchera, y el artillero McAlister se asegurará de que tenga algo de
privacidad.
Noah parecía que estaba a punto de protestar.
—Sargento, vuelva a ponerse el uniforme. Ahora, —ordenó
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Lucas bruscamente, sacando las placas de identificación de Noah
del bolsillo y entregándolas.
—Sí, señor, —dijo Noah rápidamente, respondiendo
naturalmente a la autoridad en la voz de Lucas. Tomó sus
etiquetas de la palma de Lucas y las deslizó sobre su cabeza.
Noah se metió rápidamente en sus botas y pantalones del
uniforme. Se ató sus LPC y recogió su camisa y su blusa,
entregándole las toallitas de bebé a Lucas. Al principio fue una
lucha, caminar de regreso al campamento con una polla dura.
Lucas apretó la mandíbula contra la incomodidad y respiró
profundamente, utilizando pensamientos mundanos de su orden
para obligar a su erección a la sumisión.
Mientras caminaban hombro con hombro de vuelta al
campamento, Noah tiró de la última ropa. Lucas reemplazó su
armadura, Kevlar y M16. En el momento en que cruzaron la berma
y entraron en el campamento, Lucas supo que ninguno de ellos se
veía diferente al anterior.
Así fue como Lucas sintió que había cambiado irrevocablemente.
Cuando Lucas y Noah regresaron al campamento, parecía que
todo el batallón estaba celebrando. Noah se acercó a su manada de
hombres lobo y se dejó dar una palmada en la espalda para
felicitarlo.
El regreso de Lucas a sus líneas pasó casi desapercibido, excepto
por el artillero McAlister y el Capitán Madison.
—Gracias, —le dijo a Vince, devolviéndole la tina de toallitas
132
para bebés. —Tenías razón; estaba cubierto de sangre.
—Buen trabajo, Lucas, —dijo Madison, palmeando a Lucas en el
hombro. —El batallón no sufrió bajas. Eso incluye a los hombres
lobo.
—Eso es bueno, señor, —respondió Lucas, arrastrándose de
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nuevo al presente. Había una razón por la que Noah había
cambiado a la forma de lobo.
—Traté de hablarte, pero supongo que estabas fuera de las
comunicaciones—. Madison hizo un gesto hacia los auriculares de
Lucas.
—Los quité para ayudar al sargento Hammond a limpiarse, —
respondió apresuradamente, con la esperanza de que la verdad no
apareciera en su rostro.
—Nos están esperando en el Comando del Batallón—. Madison
hizo un gesto para que Lucas lo siguiera mientras se dirigía en esa
dirección.
El miedo se asentó en el vientre de Lucas.
—¿Por qué, capitán? ¿Qué pasa?
Madison se encogió de hombros.
—Reporte de la situación, me imagino. Acabamos de soportar un
ataque de mortero sostenido. Agarra a tu artillero, y vámonos.
Los tres cruzaron las líneas de Humvees estacionados hasta que
llegaron a la única tienda que se había erigido para el personal de
mando del batallón. Todos los comandantes de la compañía y del
pelotón ya estaban presentes.
—¡Teniente Young! —Gritó el teniente coronel Santos, con
expresión severa. —¿Te importaría explicar por qué ordenaste
que el Alfa fuera a llevar al cambio a toda la Manada a una misión
sin decirlo primero?
133
La boca de Lucas se secó, y su corazón saltó en su pecho.
—Le pido perdón, señor. No tenía idea de lo que iba a pasar. Me
disculpo.
La expresión severa de Santos no cambió. Se paró directamente
frente a Lucas mientras se dirigía a él.
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—Bueno, ¿qué pensaste exactamente qué iba a pasar cuando
ordenaste al Sargento Hammond que eliminara al enemigo?
—Pensé que solo los shifters en mi propio pelotón lo seguirían,
teniente coronel, —respondió Lucas apresuradamente. —No sabía
que él llamaría a todos los shifters del batallón. Obviamente, no
hice las órdenes lo suficientemente claras para el sargento
Hammond, y seré más preciso en el futuro, señor.
—Maldita sea, teniente, —el teniente coronel entró en el espacio
de Lucas, como un sargento de instrucción. Lucas se recostó en el
entrenamiento de OCS y se quedó mirando un lugar justo al lado
de la oreja de Santos. —Estás manejando un arma muy poderosa, y
no puedes ser imprudente al respecto.
—Con el debido respeto, teniente coronel Santos, —la voz del
capitán Madison era tranquila y silenciosa, —el Teniente Young no
ha recibido el curso avanzado sobre cómo comandar a los
hombres lobo en la batalla, señor. Él lo está haciendo bastante
jodidamente espectacular en lo que aprendió en el curso básico
que todos recibimos en OCS.
Un silencio tenso se asentó alrededor de ellos, y Lucas no se
atrevió a respirar.
—¿Cómo es posible que el Verdadero Alfa hombre lobo del
Cuerpo de Marines se pusiera bajo el mando de un primer teniente
que no haya recibido entrenamiento avanzado para comandar a
los hombres lobo? —La voz de Santos era dura y fría.
Desde varios pies de distancia, Lucas escuchó la respuesta del
134
capitán Stanley.
—Se suponía que el teniente Young debía recibir un
entrenamiento avanzado antes de nuestro despliegue, señor, pero
cuando se adelantó la fecha, eso se volvió problemático.
Lucas quería gritarle mentiroso al comandante de su compañía.
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Se le había negado el acceso al entrenamiento adicional, a pesar de
las repetidas solicitudes.
—Teniente Coronel, señor, —la voz de Madison una vez más
interrumpió suavemente. —El sargento Hammond tiene
experiencia suficiente con los oficiales subalternos; parece haber
compensado la falta de conocimiento de Young. Sospecho que
Hammond no habría llamado a la manada por ningún otro oficial.
La sangre de Lucas se enfrió. Había querido asumir la culpa de lo
que había sucedido. Había querido que Noah estuviera protegido
de la ira del teniente coronel. Madison acababa de vender a Noah.
—¿Estás insinuando que el sargento Hammond se ofreció a
llamar a la manada para detener el ataque? —Preguntó Santos,
volviéndose hacia Madison.
—Eso es lo que entiendo, señor, —respondió Madison,
volviéndose hacia Lucas. —¿Teniente Young?
Había algo alentador en la expresión de Madison. Casi parecía
como si encontrara humor en toda la situación. Lucas se arriesgó.
—El sargento Hammond sugirió un curso de acción utilizando la
manada de hombres lobo, señor, pero emití la orden para que
cumpliera esa misión—. Era la verdad precisa.
—Incluso si el capitán Stanley hubiera conseguido que el
Teniente Young tuviera el entrenamiento que necesita, teniente
coronel, señor, —continuó Madison, ajustando casualmente su
armadura corporal, —o incluso si asignó a Hammond a un
comandante de pelotón más experimentado, es probable que aún
135
no hayamos terminado en la misma situación.
El teniente coronel Santos estudió a Lucas por varios largos
momentos. Lucas le devolvió la mirada y se obligó a no mirar hacia
otro lado. No entendía lo que estaba pasando, pero él y Noah ya no
parecían estar en peligro de ser disciplinados por más tiempo.
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—Capitán Madison, ¿está diciendo que el sargento Hammond se
presentó voluntariamente al teniente Young? —Preguntó Santos.
—Eso es lo que parece, señor, —respondió Madison, de manera
práctica. —El Teniente Young parece ser un natural en dominar a
los hombres lobo.
El teniente coronel suspiró pesadamente.
—Teniente Young, la próxima vez que se produzcan cambios,
póngalo en comunicación.
—Sí, señor, —respondió Lucas rápidamente, todavía tratando de
absorber este giro de los acontecimientos.
—Una sugerencia, teniente coronel, —dijo Madison. Ante el
gesto de aprobación de Santos, Tim continuó: —Uno de mis
comandantes de pelotón y yo hemos pasado por el entrenamiento
avanzado. Podemos compartir nuestro conocimiento y experiencia
a medida que el tiempo lo permita, en un esfuerzo por compensar
la falta de supervisión en la capacitación del Teniente Young.
Lucas no perdió la elección de las palabras de Madison. Se
imaginó que el teniente coronel tampoco. No se atrevió a mirar en
dirección a Stanley.
—Cuídelo, capitán Madison, —respondió el teniente Coronel
Santos con una inclinación de cabeza. —Despedido.
Lucas giró bruscamente sobre sus talones y no se atrevió a mirar
hacia atrás cuando escuchó ladrar a Santos:
—Capitán Stanley, quédese donde está.
136
Cuando estuvieron fuera del alcance de la carpa de mando, Vince
dio voz a los pensamientos de Lucas.
—¿Qué diablos acaba de pasar?
—No tengo idea, —respondió Lucas. —¿Capitán Madison? —
Miró de reojo a su compañero oficial.
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—Me aseguré de que el registro quedara en orden, —dijo el
capitán, con una esquina de su boca levantándose en una sonrisa.
—Pensé que iba a obtener NJP'd—. Lucas usó el acrónimo
común para el Castigo No Judicial. —Todavía no entiendo por qué
es importante que Hammond se ofreciera como voluntario en
lugar de que yo lo ordenara.
—A los humanos nos gusta fingir que tenemos el mando y el
control de otras personas, pero no lo hacemos, —dijo Madison. —
Emitimos órdenes, pero si alguien no quiere cumplir físicamente,
no tenemos la capacidad de forzarlos. Claro, hay consecuencias
por el incumplimiento, pero eso no es lo mismo.
Vince soltó una carcajada.
—Hay algunos PFC7 que han sido arrastrados fuera de sus
bastidores después de la revelación que argumentaría ese punto.
7
Private First Class (PFC) Soldado De Primera
—Arrastrar a alguien fuera de su estante no es lo mismo que ser
capaz de obligarlo a salir de su estante—. Madison señaló con un
dedo a Vince para enfatizar. —El sargento Hammond tiene el
poder de obligar a otros hombres lobo a cumplir físicamente con
sus deseos.
La realización golpeó a Lucas como una ronda de.50 cal.
—Entonces, cuando dices que llamó a la Manada para ayudarlo
en su misión, estás diciendo que los obligó a todos a cambiar y
seguirlo en una batalla.
—Eso es exactamente, —dijo Madison con una inclinación de
137
cabeza.
—Pero, ¿por qué importa que el sargento Hammond se ofreció
como voluntario para la misión, en lugar de ser ordenado? —
Preguntó Lucas.
—Solo los Alfas Verdaderos tienen la capacidad de obligar a la
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Manada—. Se estaban acercando al pelotón, por lo que Madison se
detuvo y se volvió para mirar a Lucas. —No es algo que su cultura
tome a la ligera, tampoco. Los Verdaderos Alfas no ofrecen su
manada como forraje de cañón. Nosotros, los oficiales humanos,
podemos solicitar la asistencia de la Manada, pero no podemos
exigirla ni pedirla. El Alfa tiene que elegir cooperar.
Lucas sabía que aún no lograba captar algo significativo.
—Pero no pregunté; el sargento Hammond se ofreció.
—Sí, lo hizo, —respondió Madison de manera sucinta,
levantando ambas cejas para enfatizar.
Antes de que Lucas pudiera investigar más, el comunicador del
batallón cobró vida. Se les ordenó a todos que estuvieran de pie al
cincuenta por ciento.
Madison miró hacia el pelotón.
—Cambiar sin la luna llena es difícil para los jóvenes.
Independientemente de su rotación permanente, todos los
miembros de la manada deben salir del servicio y dormir un poco.
Lucas se sorprendió una vez más con esta información.
—Vince.
—Ajustaré el deber, —respondió McAlister de inmediato. —
¿Hammond, también?
—Hammond especialmente, —respondió Madison. —Esto
significa que tú también, Lucas.
—¿Yo? ¿Por qué yo? —Lucas estaba demasiado sorprendido
138
para ocultar su confusión.
—El agotamiento de Hammond también te afectará—. Madison
colocó su Kevlar en su cabeza, pero no sujetó la correa de la
barbilla. —Eventualmente, descubrirás cómo administrar esa
conexión por tu cuenta, pero por ahora, es mejor ser cauteloso.
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—Cogí un par de horas antes, así que estoy listo, —dijo Vince. —
Parece que realmente necesita meterse en su trinchera, señor, en
lugar de quedarse dormido dentro del Humvee.
—Escuche a su artillero, teniente, —dijo Madison, apretando el
hombro de Lucas. —Hablaremos más cuando hayas descansado un
poco.
—Gracias, señor, —respondió Lucas, disgustado al darse cuenta
de que otros estaban conscientes de esta extraña conexión que él y
Noah compartían. Se sentía como algo íntimo, algo personal que no
quería que todo el mundo supiera.
Lucas se giró a tiempo para ver a Noah caminando hacia ellos. Su
expresión era atronadora.
—¿Qué te hicieron? —Demandó Noah, llegando a pararse a
pocos centímetros de Lucas.
—Nada, —respondió rápidamente. Se dio una patada mental por
no darse cuenta de que Noah habría sentido su ansiedad anterior.
—Al principio entendí mal lo que me preguntaban. Eso es todo.
—¿Te causé problemas? —Preguntó Noah en voz baja.
—Señor, voy a explicar las nuevas órdenes, —dijo Vince
apresuradamente, casi esperando que Lucas aceptara asentir antes
de alejarse rápidamente.
—No, no hiciste nada malo, —le aseguró Lucas. —De hecho, voy
a recibir un poco más de capacitación sobre cómo ser un oficial
adecuado para tu manada.
139
—Lo estás haciendo bien en ese sentido, —la respuesta de Noah
fue decisiva. —Señor, —agregó, como si solo recordara que
necesitaba mostrar la forma apropiada.
—Estoy tropezando en la oscuridad, —dijo Lucas sacudiendo la
cabeza. —He logrado tener suerte hasta ahora.
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—Si te sientes mejor con un poco más de entrenamiento, no
puede doler—. Noah dio un paso atrás y Lucas pudo respirar de
nuevo. —Pero he estado escuchando nuestras historias contadas
toda mi vida, e incluso estoy descubriendo algo de esto a medida
que avanzamos.
Lucas continuó caminando hacia el pelotón, Noah se puso a su
lado.
—¿Cuentos? ¿Como Juana de Arco y su mascota, el hombre lobo?
Noah se rió entre dientes.
—No somos las mascotas de nadie, señor.
—Estoy bien consciente, sargento, —dijo Lucas con una sonrisa.
—Pero ustedes son ciertamente aliados muy poderosos.
Lucas esperaba una respuesta ingeniosa y se sorprendió por el
silencio de Noah. Todo lo que podía pensar en hacer era esperar.
—¿Es eso lo que soy? ¿Un aliado? —Preguntó Noah en voz baja.
La negación estaba en la punta de su lengua. Sus ya fuertes
sentimientos por Noah estaban creciendo día a día. Antes de que
pudiera hablar, Lucas se sintió abrumado por una sensación de
decepción y solo un indicio de tristeza. Se dio cuenta de que las
emociones de Noah se estaban derramando. Lucas no podía
distinguir entre los sentimientos de Noah y los suyos.
—Todo esto es complejo y complicado—. Lucas se detuvo y
detuvo a Noah con una mano en el brazo. —Sí, somos aliados, pero
también hay mucho más en juego aquí. Lo sabes mejor que yo.
—Sé mucho sobre historia, pero no tanto sobre el presente, —
140
respondió Noah enigmáticamente, pero Lucas se sintió menos
triste y más animado.
—¿Tienes una historia que puedas contar que no termine con la
muerte del hombre lobo y que su comandante sea quemado en la
hoguera? —Preguntó Lucas, genuinamente curioso.
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Los ojos de Noah vagaron sobre él como si estuviera reuniendo
información y reformulando una conclusión.
—Tal vez esa no fue la mejor historia para empezar. Fue solo la
primera que me vino a la mente.
—¿Por qué no me dices tu favorita? —Lucas inclinó la cabeza
hacia un lado, ocultando su entusiasmo por la respuesta de Noah.
Noah sonrió ampliamente, y la boca de Lucas se secó de deseo.
—Esa sería Kali y Shiva, —dijo sin detenerse a considerar. —
Pero esa podría no ser tan buena para decirte tampoco. Kali
representa la oscuridad y la muerte, y tú eres una luz radiante y
brillante. —Noah deslizó sus dedos sobre el pómulo de Lucas.
Lucas se sonrojó y agradeció la oscuridad.
—También soy un hombre, —dijo secamente. —Kali también
representa la creación. Entonces, ¿me estás diciendo que Shiva era
un hombre lobo? —Preguntó con incredulidad.
—Eso es lo que te digo. —Noah enganchó un dedo en el chaleco
de Lucas y tiró de él más cerca. —Los humanos cuentan la historia
de Kali derrotando a los demonios en el campo de batalla.
Contamos la historia de Shiva y su manada ayudando a Kali a
derrotar a otra manada rabiosa y desenfrenada. —Bajó la cabeza y
Lucas lo escuchó inhalar profundamente.
—¿Significa esto que puedo pararme con mi pie en tu cuello, una
espada en mi mano, cada vez que ganemos una batalla? —Lucas
realmente no debería estar coqueteando con un hombre bajo su
mando. Necesitaba dar un paso atrás, poner algo de espacio entre
141
los dos.
—Sí, como Kali, eso es lo que necesitas para mantenerte
calmado y concentrado, —respondió Noah con facilidad. —Sin
embargo, prefiero la benevolente y maternal Kali. El que
amamanta a su consorte. —Él sonrió brillantemente.
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Cristo. Noah estaba coqueteando de vuelta. El calor inundó el
sistema de Lucas cuando vio que los ojos de Noah ardían en un
fuego azul.
—Teniente Young.
Lucas saltó ante el sonido de la voz de Vince, extrañamente
decepcionado cuando la mano de Noah se apartó de su armadura.
—Sí, artillero, —respondió, esperando que la calidad de su voz
sin aliento no fuera obvia.
—Todos los cachorros están metidos, señor, —respondió Vince.
Lucas respiró hondo para calmarse.
—Gracias. El sargento Hammond y yo estamos a punto de
terminar aquí. —Sabía que Noah se estaba riendo de él en silencio.
Cuando volvieron a estar solos, Lucas se volvió hacia Noah.
—Me han dicho que tú y yo necesitamos dormir después de los
eventos de esta noche. Parece que te estoy ordenando que
duermas un poco, sargento.
—Se le recomendó correctamente, señor, —Noah estuvo de
acuerdo. —Se necesita mucha energía para llamar a la Manada, y
sé que te tiré mucha mierda emocional durante todo el asunto. Con
el tiempo, aprenderé a controlar eso.
—Si te ayuda, estoy bien con eso—. Lucas no pudo reprimir su
risa. —Creo que es una forma de asistencia más apropiada que la
lactancia materna.
142
La sonrisa de Noah era salvaje.
—Pero no es tan divertido. Que duermas bien, Lucas. —Se
inclinó brevemente e inhaló contra la sien de Lucas, antes de
volverse hacia su propio Humvee.
La sangre de Lucas corría caliente por sus venas. Él dejó escapar
07/2019
un suspiro tembloroso.
Encontró a Vince en el asiento del conductor del Humvee, con el
auricular de la radio apoyado en su hombro mientras monitoreaba
las comunicaciones.
—Me estoy volviendo, —dijo Lucas. —Despiértame en cuatro
horas o si pasa algo.
—Entendido, señor, —respondió Vince con una amable sonrisa.
No fue hasta que Lucas estuvo en su trinchera de guardabosques
que se dio cuenta de que estaba agotado. Se acurrucó en su petate,
con la esperanza de mantener fuera el aire afgano que se enfriaba
hasta los huesos.
Cerró los ojos, e inmediatamente la imagen de la cara de Noah
flotó en la parte posterior de sus párpados. Su corazón se aceleró,
y Lucas sabía que no podría dormir sintiéndose así. Su molestia
con su cuerpo traidor creció cuando su polla comenzó a
endurecerse.
Con resignación, en silencio recuperó un paño para bebés de la
caja escondida entre su equipo. Su polla era insistente y no iba a
ser ignorada.
La mente de Lucas se inundó de imágenes de la madrugada:
Noah como un enorme lobo ártico; la belleza de su cuerpo
desnudo; la mirada y la sensación de su erección tensa; el sonido y
el olor de él cuando se vino en la mano de Lucas.
Su polla presionó con fuerza contra sus utilidades, y Lucas
143
rápidamente abrió su bragueta. Se apretó con fuerza, luchando por
el control. Se acarició la polla con brusquedad, dándose cuenta de
que ya estaba cerca.
Lucas intentó despejar su mente y hacer que su pajeada fuera
rápida y práctica. Era insidioso cómo los pensamientos de Noah lo
07/2019
asaltaron. Finalmente se rindió a ellos, dejando que el sabor
recordado de la piel de Noah lo empujara sobre el precipicio. Lucas
llegó con fuerza, mordiendo su manta para no gritar. Su polla
palpitaba en la palma de la mano mientras bombeaba cantidades
interminables de material en la pequeña tela.
Cuando su clímax liberó su dominio sobre él, Lucas se dio cuenta
de una sensación de triunfo y satisfacción satisfecha.
Noah.
Al parecer, había encontrado una manera de ayudar a Lucas con
su erección después de todo.
Capítulo Siete

Cuerpo de Marines de los Estados Unidos Combat Post


Toscano
Provincia de Ghowr, Afganistán
144
Lucas se sorprendió de lo rápido que cambiaba el paisaje y el
clima cuando el batallón se acercaba a su destino. Colinas oscuras
y onduladas dieron paso a laderas irregulares. Una capa de nieve
cubrió todo a su alrededor mientras la línea de Humvees
serpenteaba por el camino sinuoso.
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Todos habían sacado sus camisas de lana de Under Armour y sus
gorras de servicio verde oliva. Todos llevaban sus guantes ahora,
incluso durante el día. A pesar del fuerte frío, Lucas pensó que sus
alrededores tenían una belleza cruda y salvaje.
A lo largo de los tramos más largos y planos de tierra, las
familias lograron cultivar cultivos anémicos atrofiados. Entre la
tierra árida y la elevación, poco creció, y lo que había rara vez
prosperó. Los agricultores afortunados con una fuente de
irrigación eran obvios con sus campos verdes. Cuando la larga fila
de camiones y Humvees pasaron, las familias se detuvieron en sus
labores para observar pasivamente.
Lucas anhelaba detener el Humvee y salir y correr. Cuando
alcanzaron una elevación más alta, miró por encima de las laderas
blancas y no quería nada más que correr sobre ellas, por millas y
millas. Sonrió para sí mismo cuando se dio cuenta de que esos
eran los sentimientos de Noah.
Lucas se preguntó si podría influir en cómo funcionaba esto.
Respiró hondo y cerró los ojos. Imaginó un caluroso día de verano,
la playa, tendiéndose en una tumbona y acunando una botella de
cerveza fría.
El humor lo recorrió, inundándolo de calor. Fue perseguido por
una fuerte oleada de orgullo. Lucas se mordió el labio inferior para
no sonreír como un idiota. Se quedó sin aliento cuando una
sensación de lujuria se estrelló sobre él. Imágenes de Noah y sus
145
cuerpos presionados juntos pasaron por su mente.
Eran recuerdos de eventos reales, todos desde el punto de vista
de Noah. Lucas nunca se había considerado a sí mismo de tez
oscura, pero en contraste con el pelo pálido y los ojos claros de
Noah, así es como apareció. Siempre había pensado que el marrón
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claro de su cabello y la sombra avellana de sus ojos eran suaves y
sin brillo. En la mente de Noah, Lucas brillaba con una luz cálida.
Antes de que Lucas pudiera recuperar el aliento, los recuerdos
de Noah se desvanecieron, solo para ser reemplazados por
imágenes gráficas e íntimas: los dos desnudos, entrelazados, Noah
encima de Lucas, follando contra él. La polla de Lucas se fue dura
en un instante, presionando dolorosamente contra su cremallera.
Tragó un gemido y se movió en su asiento, buscando alivio.
—¿Está todo bien, señor? —Preguntó Vince con preocupación
obvia.
Su voz hizo que Lucas volviera a la realidad. Las imágenes se
desvanecieron, y los sentimientos de deseo y lujuria
desaparecieron.
—Estoy bien, —respondió rápidamente. —Sólo listo para estar
en nuestro destino. Estos Humvees no son de los más cómodos.
El deseo de Lucas fue concedido esa misma tarde. Varios
marines abrieron la gran y pesada puerta de Combat Post Toscano.
El batallón se detuvo en el patio central, llenándolo de Humvees y
camiones de armas.
Saliendo de su ranger, Lucas miró a su alrededor con un ojo
evaluador. El complejo estaba rodeado por muros de adobe de
diez pies de altura. En las cuatro esquinas se habían construido
cobertizos de guardas de madera y redes de cammie. Había tres
estructuras de barro y madera a lo largo de la pared oriental.
Nuevas estructuras de madera, obviamente erigidas por Infantes
146
de Marina, bordeaban el muro sur. Docenas de vehículos estaban
estacionados en columnas precisas a lo largo del patio.
Lucas y el resto de la Compañía Fox serán responsables de la
seguridad y protección de este PC durante los próximos doce
meses. No tenía intención de confiar únicamente en la información
07/2019
de los marines salientes o en la planificación estratégica de
Stanley. Lucas utilizaría su propia habilidad y juicio.
—¿Ordenes, señor? —Preguntó Noah.
Lucas no había escuchado su acercamiento. No pensó en las
imágenes gráficas que habían intercambiado antes.
—Haga que el sargento Fowler supervise el desempaque de los
Rangers. El pelotón debe pegarse y quedarse cerca; estoy seguro
de que habrá órdenes para llevar a cabo muy pronto.
—Sí, señor, —respondió Noah. —¿Y qué quieres de mí?
Lucas estaba relativamente seguro de que la elección de las
palabras de Noah era deliberadamente sugerente.
—Tú, Shiva, vas a acompañar a Kali a la sesión informativa.
La esquina de la boca de Noah se curvó lentamente hacia arriba.
—Sí, teniente.
Lucas se sentó, emparedado entre Noah y Vince. Quedó
impresionado con la precisión organizada de la sesión informativa
realizada por la empresa saliente. Los alojamientos iban a ser
ajustados durante unos días durante la entrega, pero todos lo
harían. Estaba feliz de saber que una vez que estaban solos, solo
tenía que compartir sus dormitorios con otros dos oficiales.
Desafortunadamente, uno de esos oficiales fue el capitán Stanley.
Asistieron a la reunión los oficiales y los suboficiales líderes de
las empresas entrantes y salientes. Todos los comandantes del
pelotón, sus artilleros y los jefes de sus equipos fueron empacados
147
en una pequeña habitación sin ventanas. El comandante saliente
de la compañía dirigió la reunión informativa y, para alivio de
Lucas, fue rápido y conciso con la información. Finalmente,
preguntó si había alguna pregunta. Lucas apretó la mandíbula
cuando Stanley levantó la mano.
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—¿Cuál de los vendedores hace el mejor pan plano? —Preguntó.
Un pesado silencio cayó sobre la habitación. Lucas pudo sentir el
humor horrorizado que venía de Noah y golpeó una pared con esa
sensación. Esta fue una sesión informativa de seguridad. Estaban
manejando una transferencia de poder y mando.
—Esa no es información que preparamos para esta reunión—. El
comandante de la compañía actual respondió lenta y
cuidadosamente. Lucas podía decir que estaba tratando de
determinar si la pregunta era una broma.
—Señor, —Lucas levantó la mano. —¿Puedes identificar a algún
Infante de Marina que haya cultivado relaciones individuales con
los aldeanos que podamos explotar?
—Creo que uno de nuestros sargentos de pelotón ha hecho
algunos contactos, —respondió el capitán. —Ponte con el teniente
Somerset.
—Gracias, señor—. Lucas tomó nota del nombre.
La sesión informativa terminó poco después, y Lucas regresó
directamente a su Humvee, Noah y Vince en sus seis.
—Estamos tan jodidos, —dijo Noah con una risa triste.
—Sargento Hammond, —dijo Vince bruscamente. —El teniente
Young necesita su apoyo en este momento.
Eso calmó a Noah.
—Sí, artillero.
El problema fue que Lucas compartió la evaluación de Noah.
—Nuestra misión actual es reunir la mayor cantidad posible de
148
información de la compañía saliente, —ordenó Lucas. —La
información fue exhaustiva, pero quiero todas las ventajas que
podamos obtener, dado el tipo de comando con el que tenemos
que lidiar.
—Entendido, —dijo secamente Vince.
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—Sargento Hammond, sé que necesitas reunirte con el líder de
la manada saliente, —dijo Lucas. —Déjame saber, CUANTO ANTES,
cuál es el plan para la luna llena.
—Sí, señor, —respondió Noah. —Reuniré la información no
oficial que pueda mientras estoy en eso.
Lucas se sintió aliviado de que él y Noah ya estuvieran en la
misma página.
Los siguientes tres días fueron insoportables para Lucas. Estaba
agradecido de que su compañero comandante de pelotón, Fox-
three, fuera igualmente consciente de la seguridad. Lucas esperaba
que juntos pudieran neutralizar las caóticas órdenes y acciones de
Stanley.
En el cuarto día, la compañía saliente subió a sus Rangers
pesadamente cargados y abandonó Combat Post Toscano. Lucas
tenía dos días más antes de que se extendiera el resto del batallón,
dejando a la Compañía Fox completamente solos en su PC.
Era hora de la patrulla diaria en la aldea contigua. Una vez que
estuvieran solos, los equipos más pequeños conducirían la
patrulla, pero por ahora, Lucas tomó todo su pelotón. Sí, fue una
demostración de fuerza, pero también brindó a los aldeanos, y
simpatizantes de los talibanes, la oportunidad de familiarizarse
con Lucas y sus Infantes de Marina.
El mercado era pequeño y sencillo como el resto del pueblo. No
era nada más que un patio abierto rodeado de paredes de adobe.
149
Los vendedores más prósperos tenían espacio dentro de las
habitaciones y nichos de edificios en el otro extremo del patio. El
resto se amontonó alrededor de los bordes con sus carretas y
mesas destartaladas.
Lucas se abrió paso a través del mercado lleno de gente. Los
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cuerpos estaban apretados en los espacios pequeños, moviéndose
y retorciéndose mientras realizaban negocios agresivamente. A su
alrededor, comerciantes y clientes regateaban. El volumen era
ensordecedor. El olor era igual de intenso. Los olores de los
cuerpos sin lavar y del ganado pequeño no podían ser
enmascarados completamente por los aromas de las especias,
aceites y alimentos de cocina.
Los aldeanos fingieron no estar al tanto de los Infantes de
Marina, pero Lucas interceptó repetidamente y observó miradas
subrepticias. Ajustó su honda de batalla y tiró de su armadura.
Todavía no estaba acostumbrado a sentirlo sobre su camisa de
lana. Lucas agradeció la calidez que brindó el vellón además de la
comodidad. No fue a ninguna parte sin guantes en sus manos y
LPC en sus pies. Aquí siempre hacía tanto frío. Lucas ya nunca
estaba caliente, incluso acurrucado en su petate. En las noches más
frías, deseaba fervientemente tener el calor del cuerpo de alguien
para compartir.
Durante los cuatro días anteriores, Noah nunca había estado
lejos del lado de Lucas. Actualmente caminaba justo detrás del
hombro derecho de Lucas. La tensión de Noah era palpable. La
enmascaró bien, mejor que los otros hombres lobo, pero Lucas
sabía que estaba sintiendo los efectos de la inminente luna llena.
Una conmoción surgió de un puesto de vendedores en el patio.
Lucas y Noah se giraron hacia el sonido. Noah se abrió paso entre
la multitud de aldeanos; Lucas siguió su estela, observando de
150
cerca a sus seis. Noah estaba sangrando ansiedad y preocupación,
que Lucas prefería a la ira y la agresión.
—¿Sargento? —Lucas exigió.
—Algún tipo de altercado, señor, —respondió Noah
bruscamente. —Parece que el cabo Chandler está involucrado.
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—¡Maldita sea! —Exclamó Lucas. No podía dejarle más claro a
sus hombres que necesitaban mantener sus ánimos bajo control.
—Puede que no sea lo que piensas, teniente, —gritó Noah. La
necesidad de proteger se convirtió en la emoción dominante en
ese momento.
Llegaron a la multitud hostil, y Lucas escuchó al cabo Chandler
gritando enojado.
—Cabo Chandler, —espetó Noah, con voz baja y áspera.
Lucas quería mirar, pero en este momento, su trabajo consistía
en ver a la multitud reunirse en la espalda de Noah.
—Ellos huelen raro, —ladró Chandler. —Y no van a echarse
atrás.
—Abajo, cabo—. La voz de Noah se redujo aún más en el tono.
Sonaba como si estuviera gruñendo.
—Sargento Hammond, —llamó Lucas. Apretó su agarre en su
arma, preparándose para actuar.
—Tengo esto, Teniente—. El tono de Noah sonaba más cerca de
lo normal, incluso cuando la ira se abría paso en sus emociones.
—Asegúrate de no escalarlo, —advirtió Lucas.
—¡Guarda tus jodidas garras, Chandler! —Noah rugió,
sobresaltando a Lucas. —Nunca empuñes un arma en mi presencia
a menos que yo te ordene que lo hagas.
¿Qué diablos estaba pasando? Este nivel de agresión no
provocada e insubordinación estaba completamente fuera de lugar
151
para Chandler. Dado el tono de Noah, Lucas esperaba sentir rabia
saliendo de él.
Había una pelea detrás de él, y Lucas quería volverse y mirar. No
lo hizo, porque lo único que sintió de Noah fue la molestia y la
preocupación.
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—Estamos RTB8, teniente, —gritó Noah.
—Copia sólida—. Lucas miró por encima del hombro. Noah tenía
a Chandler por el cuello de su armadura y comenzó a llevarlo a
través del mercado. Lucas se colocó detrás de ellos, observando de
cerca a los aldeanos.
Una segunda mirada le dijo a Lucas que las garras de Chandler
estaban enfundadas. A su alrededor, los aldeanos observaban su
paso con curiosidad y precaución. Vio mucha desconfianza, pero
no agresión y afortunadamente, sin armas.
Cuando llegaron al centro del complejo del PC, Noah obligó a
Chandler a arrodillarse. El resto del pelotón entró detrás de ellos,
todos ilesos y mirando con curiosidad a Noah y Chandler. Lucas
desenganchó su arma de su eslinga y la puso contra la pared junto

8
Return to base - Volver a la base
a la de Noah. Esto era asunto de la Manada y Lucas no tenía idea de
qué demonios estaba pasando.
El pelotón se dispersó, dejando solo a los otros shifters. Se
acercaron a Chandler y le quitaron su Kevlar, armadura y M16.
Lucas temía que estuviera a punto de presenciar un castigo;
después de todo, el cabo había mostrado sus garras frente a su
sargento, y lo que es más importante, su alfa.
Para sorpresa de Lucas, Noah se agachó frente a Chandler y le
habló en voz baja.
—Sigue respirando, Eli. A través de tu nariz; por la boca.
152
—Sí, señor—. La voz de Chandler era tensa.
Noah envolvió una mano alrededor de la nuca de Elijah.
—Relájate. Deja que la tensión fluya fuera de ti con cada
exhalación.
—Lo siento, Noah—. Eli sonaba como un niño perdido.
07/2019
Lucas estaba desconcertado por lo que estaba presenciando.
Inquieto, sacó su Kevlar y lo puso con su arma. Lo único que Lucas
percibió de Noah fue la preocupación por Elijah. El cabo Chandler.
Quería exigir una explicación.
—Está bien, —calmó Noah, su tono íntimo. —Entiendo. Solo
necesitas calmarte y relajarte. Tu control volverá cuando hagas
eso.
—No pude controlarlo. —Eli dejó escapar un suspiro
tembloroso. —Solo seguí enfadándome cada vez más, y de repente
mis garras quedaron fuera.
Lucas observó que los otros shifters se acomodaban detrás de
Eli, como si prestaran apoyo o posiblemente esperaran órdenes de
Noah. Se sentía confinado, restringido. Lucas se quitó la armadura
y la arrojó al lado de su Kevlar.
—Vamos, siéntate y relájate, —instó Noah. Se sentó en el suelo,
usando la mano aún detrás del cuello de Eli para animarlo a
sentarse a su lado. —Piensa en las cosas que te hacen feliz.
Enfócate en pensamientos agradables.
Lucas empuñó sus manos en sus caderas. Quería que Noah
apartara la mano del cuello de Chandler. En cambio, Noah usó esa
mano para jalar a Chandler más cerca, para alentarlo a sentarse
junto a Noah.
Estaban tocándose en todos los puntos a lo largo de sus cuerpos.
Lucas cambió su peso en agitación. ¿Qué diablos estaba haciendo
153
Noah, tocando a alguien más así? Observó a Noah hablar en voz
baja con Chandler, bajando la cabeza y pasando una mano por la
espalda de Chandler.
Lucas dio dos pasos hacia adelante cuando una furia candente
inundó su sistema. Noah lo miró brevemente, con una expresión
07/2019
de advertencia. Eso hizo que Lucas se detuviera. ¿Qué diablos
estaba mal con él?
Eli levantó la cabeza y respiró hondo. Su expresión era serena, y
sus hombros cayeron, como si toda la tensión los hubiera dejado.
—Está bien, estoy bien. Gracias.
—¿Sí? —Preguntó Noah. Él pasó su mano por la parte posterior
de la cabeza de Eli. —Nos pasa a todos al principio. Te sentirás
mejor después de la luna llena.
—Sí, señor, —respondió Chandler con un suspiro.
Lucas cambió su peso de nuevo. Si la crisis había pasado, Noah
bien podría dejar de tocar a Chandler.
—Chicos, —llamó Noah por encima de su hombro. Los otros
hombres lobo cayeron al suelo, rodeando a Eli. Se sentaron,
presionando contra él, hablando en voz baja.
Noah se puso de pie y caminó hacia Lucas. Sus ojos eran
plateados.
Cuando estuvo a su alcance, Lucas agarró el vellón de Noah.
—¿Qué diablos fue tan conmovedor? —Exigió con enojo. Su
cuerpo debería ser el único que tocaron las manos de Noah.
—¿Hay algún lugar privado al que podamos ir, señor? —
Preguntó Noah plácidamente.
—No hasta que respondas la maldita pregunta—. Lucas entró en
el espacio de Noah.
—Lucas, esto es un asunto de la Manada, —dijo Noah en voz
154
baja. —¿Quieres manejar esto a plena vista del batallón?
Lucas retrocedió, sintiéndose abofeteado. Respiró hondo y se dio
cuenta de que algo frío y calmado intentaba abrirse paso por
dentro. Mirando a su alrededor, Lucas vio que estaba muy cerca de
hacer el ridículo. ¿Qué demonios está pasando?
07/2019
—Sígueme, —dijo, guiando a Noah entre dos camiones grandes
y fuera de la vista del batallón.
Lucas empujó a Noah contra el costado de uno de los camiones.
Empujó su cuerpo contra el delgado y duro de Noah. Presionó su
cara al pulso en la garganta de Noah.
—¿Qué diablos estabas haciendo tocando a alguien más?
Cristo. ¿Era esa su voz?
Noah bajó la cremallera de su vellón y tiró de los extremos de su
cuello para separarlos.
—Eli es un joven hombre lobo. Cuanto más se acerca la luna
llena, más difícil es para él detener su cambio.
Lucas inhaló el olor de Noah. Su corazón se desaceleró
ligeramente, y la tensión en sus hombros disminuyó. Las manos de
Noah se apoderaron de sus caderas. Su explicación tenía sentido,
de repente.
—¿Por qué todo el contacto? —Lucas preguntó en un susurro.
Acurrucó los puños en el vellón de Noah y lo mantuvo firme.
—Nos ayuda a calmarnos, —respondió Noah.
Lucas lo sabía. ¿Por qué lo había olvidado?
—Jesús, ¿qué me pasa? —Preguntó, presionando su frente
contra el hombro de Noah.
—Nada, Lucas, —suspiró Noah. —No hay nada malo en ti.
—Esto no es como yo.
—Lo es ahora—. Las manos de Noah soltaron las caderas de
Lucas y la subieron por la espalda.
155
—Algo dentro de mí necesita reclamarte. Necesito dejar una
marca en ti—. Él habló contra la piel caliente del hombro de Noah.
—Sí, lo sé.
Lucas presionó sus labios contra la garganta de Noah y exhaló.
—Por favor, Lucas, hazlo ahora, —rogó Noah.
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Su resistencia se derrumbó. Lucas hundió sus dientes en la
suave carne de la garganta de Noah. Noah gruñó. Él jodidamente
gruñó. Sus manos se acercaron para agarrar la cabeza de Lucas.
Lucas se movió y mordió la clavícula de Noah.
El pecho de Noah se agitaba con cada respiración. Se quedó
rígido, sus manos deslizándose por los brazos de Lucas. Lucas
mordió repetidamente el pecho y la garganta de Noah. Acurrucó
sus manos con más fuerza en el vellón de Noah para que no
pudiera escapar. Las manos de Noah se deslizaron por sus brazos
y acunaron firmemente su cabeza una vez más. Cada vez que tenía
la carne de Noah entre los dientes, Lucas se sentía un poco más
tranquilo. Con cada inhalación del aroma de Noah, el cuerpo de
Lucas se relajó un poco más.
Noah gimió y algo dentro de Lucas hizo clic. ¿Qué diablos estaba
haciendo? No debería importarle si Noah tocó a otro de los
hombres lobo, entonces ¿por qué lo hizo? Cuando Lucas recordó
cómo había empujado a Noah contra el camión y procedió a
morderlo, su rostro se llenó de vergüenza.
Cuando Lucas dio un paso atrás, Noah agarró su vellón y trató de
mantenerlo en su lugar.
—No, Lucas, no te alejes, —dijo Noah desesperadamente.
—Jesús, esto está muy mal, —insistió Lucas, pero no insistió en
separarse de Noah. —¿Qué diablos está mal conmigo?
—Nada. No hay nada malo en ti, —susurró Noah, pasando su
mejilla sobre el cabello de Lucas, con una mano acunando su
156
mejilla. —Simplemente no estás familiarizado con nuestras
maneras.
—Te empujé contra un camión y te mordí—. Lucas trató de
alejarse de nuevo, pero Noah aún lo sujetaba con fuerza. —¿Cómo
puedes ser tan indiferente sobre esto?
07/2019
—Eres mi dominante. —Noah acarició el cabello de Lucas. —Si
no quisieras reclamarme, entonces me molestaría.
—No me comporto de esta manera—. Tan tranquilo como
estaba Lucas ahora, los recuerdos de Noah tocando a Eli todavía lo
molestaban, y no podía dejar que nadie lo supiera. —Este no soy
yo.
—Hay una parte de ti que se relaciona con nuestros lobos,
aunque seas humano. Esa es la parte que reaccionó cuando Eli
tuvo problemas para controlar su cambio.
Lucas sabía que Noah solo tenía la mitad de la razón. La parte
humana de él también tenía fuertes opiniones sobre Noah.
—¿Te hice daño?
—Me lastimaste de la manera correcta—. Noah pasó las manos
por los brazos de Lucas.
—Jesús, —siseó Lucas, tratando de apartarse de las garras de
Noah.
—Lucas, —dijo Noah bruscamente, agarrando sus hombros con
dolor.
Su tono hizo que Lucas lo mirara antes de que pudiera pensarlo
mejor. Estaba aturdido cuando la boca de Noah cayó sobre la suya.
La lengua de Noah se introdujo implacablemente en la boca de
Lucas, rozando firmemente contra la suya. A pesar de sí mismo,
Lucas se relajó contra el cuerpo de Noah.
Cuando finalmente rompió el beso, Noah se apartó.
157
—Eres mi dominante. Tienes mi consentimiento.
Noah había dicho esto antes. Lucas se dio cuenta de que
significaba algo significativo. Simplemente no entendió qué.
—Está bien, —estuvo de acuerdo con un suspiro tembloroso.
Noah finalmente lo liberó.
07/2019
—Tengo que ir a ver cómo está Eli.
—Por supuesto, —Lucas estuvo de acuerdo apresuradamente.
—Ve a ver a tus hombres.
Cuando Noah pasó a su lado, se inclinó y acarició la oreja de
Lucas.
Lucas sabía que debía volver al trabajo, pero se quedó de pie,
sintiéndose conmocionado, preguntándose qué diablos había
pasado. Cuando se sintió de nuevo en el nivel del suelo, Lucas salió
de entre los vehículos. Noah estaba agachado frente a Eli, pero él
no lo tocaba. Todos los marines parecían relajados, e incluso se
reían de algo que había dicho Hubbard.
Lucas recuperó su armadura y su Kevlar. Noah lo vio y le dio una
inclinación de su barbilla en reconocimiento. Lucas se sintió
aliviado de que Noah no pareciera molesto por lo que le habían
hecho.
Guardó el equipo que no necesitaba en ese momento y recorrió
un laberinto de corredores. No fue hasta que localizó al Capitán
Madison, dentro de la estructura que servía de sus cuarteles y sus
oficinas, que Lucas se dio cuenta de que incluso estaba buscando al
otro oficial.
—Teniente, —dijo el capitán incluso antes de que Lucas pudiera
hablar. —Los rumores dicen que uno de tus shifters tuvo un
pequeño problema en el mercado hoy. ¿Todo bien?
Lucas no había pensado que sería tan fácil.
—Sí, señor. Con el hombre lobo en cuestión, todo está bien. El
158
sargento Hammond manejó la situación con su competencia típica.
—Me alegra oírlo—. Madison volvió a hojear una pila de papeles.
—¿Hay algo en lo que pueda ayudarte?
Lucas dejó escapar un aliento explosivo.
—En realidad, capitán, no estoy completamente seguro de lo que
07/2019
sucedió exactamente. ¿Tienes tiempo para hablar?
—Vamos afuera, —dijo Madison asintiendo con la cabeza.
Condujo a Lucas a través del complejo hasta una pila de cajas de
madera. —¿Entonces qué pasó? ¿Y qué ha logrado decirte
Hammond hasta ahora?
Un viento helado los azotó. Antes de contestar, Lucas se quitó los
guantes y la gorra de servicio de color verde oliva del bolsillo del
pantalón de su uniforme y se los puso. Madison ya usaba sus
guantes y solo necesitaba ponerse la gorra sobre sus orejas.
Lucas explicó los acontecimientos que tuvieron lugar en el
mercado. Describió cómo Noah había tratado con Elías.
—Lo único que el sargento Hammond no ha podido explicar es
que el cabo Chandler es un hombre lobo joven y tiene dificultades
para controlar sus cambios justo antes de la luna llena.
Madison se rió entre dientes.
—La forma en que lo escucho decir, ser un hombre lobo joven es
como la pubertad, muchas hormonas furiosas que están en su peor
momento en el momento de la luna llena. Sus emociones los
superan, y tienen problemas para detener un cambio temprano.
—¿Debería tener eso en cuenta para las listas de tareas, en el
futuro? —Preguntó Lucas, no queriendo que se repitieran los
eventos de esta mañana.
—Eso sería una buena idea, —dijo Madison. —Pregúntale a
Hammond quién más podría tener problemas con la luna llena.
—Sí, señor.
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El capitán resopló.
—Esta conversación no es oficial. Solo estoy tratando de ser de
ayuda. Llámame Tim mientras estamos hablando de hombres lobo.
Lucas sonrió conscientemente.
—Gracias. Realmente aprecio esto.
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Madison le dio una palmada a Lucas en el hombro con firmeza.
—Es en nuestro mejor interés que entiendas con qué estás
tratando y que puedas darles lo que necesitan—. Miró alrededor
del complejo como si buscara a alguien. —Entonces, Noah trajo a
su cachorro de lobo de regreso al complejo. ¿Dime otra vez lo que
viste y escuchaste?
El estómago de Lucas se desplomó. Esperaba que Madison se
hubiera perdido su primer error al usar casi el nombre de pila de
Noah. Al parecer, no había pasado desapercibido. Él transmitió
todo lo que pudo recordar acerca de Noah calmando a Eli,
hablando y tocando. Él dejó de lado su propia reacción extrema a
la situación. No necesitaba un oficial superior para decirle que era
inapropiado. Él ya lo sabía.
—Eso suena bastante bien, —respondió Madison. —Usan el
tacto y el olfato para dar y conseguir consuelo. Ellos sacan fuerza
de ello. Toda la manada es capaz de ayudar a un miembro con
cualquier dificultad emocional que esté experimentando.
Probablemente, Noah le estaba enseñando a calmarse, y el resto de
la manada usaba el tacto y el olfato para mantenerlo tranquilo.
Lucas miró a través del complejo hacia donde Elijah estaba
ayudando a descargar un camión de suministros con la ayuda de
Hubbard. Madison siguió la mirada de Lucas.
—Noah debe haber asignado a Hubbard que se mantenga cerca
de Chandler para ayudarlo a mantener la calma.
—Esa sería mi suposición, —respondió Madison. —Te estás
160
poniendo al día.
—En realidad no, —dijo Lucas, girándose para ver al capitán
sonriéndole. Era un poco tranquilizador que alguien tuviera
confianza en él.
—Entonces, ¿cómo te sentiste cuando Noah tuvo que tocar al
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cabo? —Preguntó Madison.
Lucas se obligó a no mirar hacia otro lado.
—Me aparté y observé. No entendía lo que estaba pasando, así
que simplemente me mantuve apartado.
—No te pregunté qué hiciste, Lucas, —dijo Madison con una
sonrisa. —Te pregunté cómo se sentía. Y no trates de decirme 'No
quiso decir nada'. Eres dominante para un Verdadero Alfa. Tenías
opiniones definidas sobre lo que pasó.
Lucas tragó contra su apretada garganta. El capitán hizo que
pareciera que su reacción fue normal y no muy inapropiada.
—Sabía que Noah estaba haciendo lo que tenía que hacer.
Madison se rió entre dientes.
—No es lo que sabías, lo que sentías.
Lucas resopló, dándose cuenta de que no iba a salir de esto.
—Capitán…
—Tim.
—Tim—. Lucas capituló. —Tuve una reacción muy irracional
que seguí con un comportamiento descaradamente inapropiado.
—Sinceramente lo dudo, —Madison sacudió la cabeza
enfáticamente. —Si incluso pensaste en hacer algo que él no
quería que hicieras, Noah es más que capaz de ponerte en tu lugar.
Lucas tuvo que admitir que tenía razón. Suspiró pesadamente.
—Me enojé mucho viendo a Noah tocar a Eli. No tenía sentido.
Después, lo empujé contra un camión y... lo mordí.
—Al igual que un lobo, —reflexionó Madison. —Todos los libros
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dicen que eso es lo que sucedería. Fascinante verlo, en realidad,
resulta ser verdad.
—Entonces, ¿no voy a perder la cabeza? —Lucas preguntó con
incredulidad.
—Jodan a Stanley por dejarte colgando así, —dijo Madison con
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disgusto. —La conexión de Noah con la Manada es a través del
tacto y la esencia. Noah es tu conexión con la Manada, y funciona
de la misma manera. Cuando tuvo que tener contacto físico con un
miembro de la manada, reafirmaste tu dominio de una manera que
tiene sentido para un hombre lobo.
—Lo haces sonar tan simple—. Lucas levantó las manos con
frustración.
Madison le dirigió una mirada indulgente.
—Lo es. Los hombres lobo no son un grupo complicado.
Lucas sintió que alguien lo estaba mirando. Miró a través del
complejo y encontró a Noah escuchando algo que Eli estaba
diciendo, pero mirando directamente a Lucas. El calor se acurrucó
en su vientre cuando el sabor más tenue de la lujuria lo recorrió.
—Noah no se parece a un hombre que fuera aprovechado por
alguien que lo sobrepasa—. La voz de Madison arrastró a Lucas de
nuevo al presente.
—No, no lo hace, ¿verdad? —Respondió, sin apartar la mirada de
la intensa expresión de Noah.
Madison le dio un codazo al brazo de Lucas con el codo para
llamar su atención.
—Nació un hombre lobo, Lucas. Ha tenido mucha práctica
separando a su lobo de su humano. Te acostumbrarás al
pensamiento dual.
162
—Eso espero. —Lucas apretó sus labios en una línea sombría.
—¿Algo más en lo que pueda ayudarte? —Preguntó Madison.
—No, señor... Tim, —se corrigió Lucas rodando los ojos. —
Gracias.
—En cualquier momento—. El capitán Madison le dio una
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palmada en el hombro a Lucas una vez más antes de que se
pusiera de pie y paseara por el complejo.
Lucas buscó al capitán Stanley y revisó la lista de tareas para los
días previos a la carrera de la luna llena. Noah ya había presentado
su plan para la carrera en sí.
Para cuando llegó la luna llena, los nervios estaban desgastados
y los ánimos ardían. Noah pasó mucho tiempo resolviendo peleas.
La animosidad nunca se detuvo. Lucas se topó con frecuencia con
los mismos combatientes, minutos después, riendo juntos como si
nada hubiera pasado.
—Estamos en una zona de combate, —explicó Noah cuando
Lucas preguntó. —Todos están en alerta, la testosterona está
fluyendo y las tensiones son altas. Hace que la agresión de luna
llena sea más intensa. Se disipará después de la carrera.
—No vamos a tener este problema durante todo el despliegue,
¿verdad? —Estaban cruzando el complejo después de entregar
municiones en la armería.
—Todos nos acomodaremos y encontraremos nuestras propias
rutinas, y las cosas mejorarán mucho, —dijo Noah con confianza.
—Bien, —suspiró Lucas, aliviado. —¿Cómo mantienes tu
temperamento bajo control? Estás alrededor de toda la agresión,
rompiendo todas las peleas.
—La agresión no es con lo que estoy luchando este mes, —
respondió Noah con una sonrisa.
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—¿Con qué estás luchando este mes? —Incluso cuando él
preguntó, Lucas pudo ver la respuesta en la expresión de Noah.
—Cuando pienso en las cosas que quiero hacer contigo, pelear
es lo último que me viene a la mente—. La voz de Noah era grave y
áspera, sugiriendo cosas muy sucias.
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La cara de Lucas se sonrojó y solo en parte por la vergüenza. Las
palabras de Noah le agradaron. Parecía estar bien que la parte más
profunda de él, la parte que se relacionaba con el lobo de Noah,
estaba complacida. Pero Lucas encerró ese lado humano de sí
mismo que necesitaba para mantenerse profesional.
—Hice arreglos para que los hombres lobo tuvieran una
habitación para dormir después de la carrera. Pueden hacer lo que
tienen que hacer sin que el resto del batallón se interponga, —dijo
Lucas.
Miró por encima del alto cuerpo de Noah. Se dio cuenta de que
Noah llevaba solo su camisa de lana y pantalones. A diferencia de
Lucas, él no llevaba guantes ni gorra de servicio. Fue entonces
cuando sintió el calor saliendo de Noah. Ya había descubierto que
los hombres lobo eran más cálidos que los humanos, pero debe
acercarse más a la luna llena.
—Gracias, Señor. Eso mantendrá las peleas al mínimo—. Noah
parecía contento.
—También hay una antesala que he localizado, para que puedas
tener algo de privacidad, —dijo Lucas apresuradamente. Se
mordió el labio inferior para evitar decir demasiado.
La cara de Noah se volvió implacable.
—¿Yo, señor?
—Principalmente para ti, —respondió Lucas a toda prisa. —Para
que la uses como necesites.
Los ojos de Lucas se vieron atraídos por la mano de Noah
164
cuando empujó a un lado su cuello para que pudiera frotar sus
dedos sobre una clara marca de mordida en su clavícula.
—¿Como necesite?
—Joder, Noah, ¿te hice eso? —Lucas se acercó más para poder
ver las evidentes impresiones dentales en la carne de Noah. No se
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había roto la piel, sino solo justo.
Noah sonrió.
—Sí. Es impresionante.
—Cristo. Intentaré ser más cuidadoso la próxima vez. —Lucas se
sonrojó cuando se dio cuenta de lo que había dicho. —Por
supuesto que intentaré asegurarme de que no haya una próxima
vez.
Noah estaba frotando la marca de nuevo.
—Espero que haya una próxima vez. Espero que haya muchas
próximas veces. Me gustaría que hubiera uno igual en el otro
hombro, después de la carrera.
Lucas dejó escapar una carcajada, esa parte oscura de él se
levantó y gruñó con excitación.
—¿Alguien lo ha visto? ¿Ha habido alguna pregunta incómoda
sobre de dónde viene? —Tenía que mantener la conversación en
marcha.
—Oh, lo muestro con orgullo, —declaró Noah. —Es una insignia
de honor. Y no hay duda de dónde vino. Mi dominante me marcó.
Lucas se quitó un guante y extendió la mano para tocar las
hendiduras hechas por sus propios dientes.
—¿Te lastimé?
Noah negó con la cabeza enfáticamente.
—No. —Bajó la cabeza hasta el cuello de Lucas y respiró
165
profundamente. Sus manos recorrieron la espalda de Lucas y su
calidez empujó algo del frío de los huesos de Lucas.
Lucas cerró los ojos y se apoyó en el calor de Noah.
—¿Así que, mañana por la noche?
Noah se apartó un poco.
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—Mañana por la noche.
Lucas reprimió la emoción que le recorría la espalda.
—Será mejor que vayamos a dormir un poco.
Noah soltó a Lucas y dio un paso atrás.
—Ya, ya señor.
Al día siguiente, las tensiones en el puesto eran tan fuertes que
eran palpables. Lucas no podía esperar a que pasara la luna llena
para que las cosas pudieran volver a la normalidad. Noah estaba
sosteniendo a la manada de forma admirable, pero le estaba
pasando factura. Lucas podía sentir la agitación que venía de él
junto con el calor excesivo.
El ocaso no pudo llegar lo suficientemente rápido para Lucas.
Los hombres lobo recogidos en la puerta principal del puesto de
combate. Noah paseaba, apretando y abriendo los puños. Con este
comportamiento inusual, se parecía a un lobo real.
Lucas no tenía una lista preimpresa esta vez. Esta manada era
considerablemente más pequeña, y él escribió sus nombres en el
pequeño cuaderno que guardaba en un bolsillo de su uniforme. Él
era muy consciente de que Noah caminaba detrás de él todo el
tiempo.
Finalmente, Lucas guardó su cuaderno y se volvió hacia Noah.
—¿Ustedes van a estar bien? Todos están tan nerviosos.
Noah se empujó hacia el espacio de Lucas.
—Estamos en territorio hostil. Ninguno de nosotros ha visto
signos u olido rastros de otra manada en cualquier parte del área,
166
pero eso no significa que nuestras actividades no llamarán la
atención de una.
Lucas también se había preocupado por eso.
—¿Es probable que los civiles locales sean una amenaza de
algún tipo?
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—No es probable, pero vamos a evitar todo contacto, en
cualquier caso, —respondió Noah. —Me alegra tenerte de Pie
Sentinel, esta noche.
El calor inundó el cuerpo de Lucas.
—Trata de mantenerte fuera de problemas.
—Ese es el plan—. Noah cambió su peso de un pie a otro.
—¿Qué pasa si te encuentras con un grupo hostil de hombres
lobo? —Lucas finalmente expresó su mayor preocupación.
—Protegeré a mi Manada, —respondió Noah con fiereza.
—Si algo sale mal, —dijo Lucas con urgencia, retorciendo su
puño en el vellón de Noah y acercándolo, —cualquier cosa,
llámame—. Sabía que Noah entendería exactamente lo que quería
decir.
—Lo voy a hacer. Lo prometo. —La cálida mano de Noah se
enroscó alrededor de la muñeca de Lucas contra su pecho.
Lucas cerró lo último de la distancia entre ellos. Envolvió sus
brazos alrededor del pecho de Noah y presionó su cara contra su
cuello. Le dio a Noah el toque que sabía que quería, escuchando
cómo cambiaba su respiración mientras inhalaba el aroma de
Lucas.
Los brazos de Noah lo rodearon, sus manos recorrieron la
espalda de Lucas. Lucas cerró los ojos cuando Noah acunó su
cabeza. Los labios de Noah se deslizaron por su garganta y a lo
largo de su mandíbula. La nariz de Noah presionó contra su sien,
respirando con dificultad. Exhaló pesadamente contra la oreja de
167
Lucas.
Lucas apretó su agarre en el vellón de Noah. Arrastró su mejilla
por el cuello de Noah. Noah gimió. Lucas se frotó las mejillas.
Apretó los labios contra la mandíbula de Noah y se deslizó hacia la
oreja.
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Noah besó el costado del cuello de Lucas. Lucas deseaba poder
oler el olor de Noah en sí mismo, de la misma manera que sabía
que Noah lo olía, después de que se habían separado.
—Me tengo que ir, —susurró Noah.
—Lo sé, —dijo Lucas, abriendo los ojos y retrocediendo a
regañadientes.
—Gracias, —dijo Noah contra la cabeza de Lucas.
Cuando la manada se deslizó por la puerta, Lucas subió a la
improvisada torre de guardia. Fue construida en la parte superior
de la pared compuesta con bolsas de arena y redes de cammie. Dos
marines de la Compañía Echo pasarían la noche manejando un
rifle calibre.50 y observando el paisaje a través de visores ópticos
nocturnos.
Fue un ajuste más apretado que la torre de guardia en el FOB.
Lucas sabía que no dormiría mucho; era demasiado difícil ponerse
cómodo y permanecer fuera del camino de los marines de guardia.
Decidió intentar dormir sentado, abrigándose lo mejor que pudo.
Cerrándose los ojos, Lucas se acercó a esa parte de sí mismo
donde frecuentemente encontraba los pensamientos y
sentimientos de Noah. Sonrió ante la sensación de alivio que
encontró allí. Noah estaba corriendo a campo abierto, con la
manada pisándole los talones. Habían sido unos días tensos, pero
ahora todo estaba bien. Ninguno de los hombres lobo podía oler a
humanos o lobos por millas. Tenían libertad para correr, liberar
esta energía acumulada y sentir la atracción de la luna.
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Le aseguró a Noah que estaba aquí. Si algo salía mal, estaría aquí
para ayudar. Le hizo saber a Noah que estaba feliz por él, que Noah
se estaba divirtiendo. Con un profundo suspiro, Lucas se dejó
llevar a un sueño ligero.
Sus sueños estaban llenos de una sensación de libertad, el olor a
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nieve, tierra y pelaje mojado.
—Teniente, señor, están entrando, —uno de los marines de
guardia llamó a Lucas y lo despertó.
El cielo era gris oscuro con el más leve toque de rosa. Lucas se
puso de pie, frotándose el sueño con los dedos pulgar e índice.
Bajó la gorra del reloj más abajo sobre sus orejas y se subió los
guantes por las muñecas para protegerse del frío helado del aire
de la mañana.
—Gracias, caballeros, —dijo. —¿Parece que hay algún
problema?
—No, señor, —respondió el que mira a través de su alcance. —
En realidad, se ven como un grupo de cachorros de lucha—. Había
humor en su voz.
Lucas se rió entre dientes.
—Esperemos que todos estén de mejor humor ahora. Hasta el
mes que viene, de todos modos. —Recogió su petate y navegó con
cuidado la escalera. Estaba bajando su equipo y sacando su
cuaderno cuando el primero de la manada se deslizó rápidamente
por la puerta.
Noah entró por la puerta al final, justo como Lucas esperaba. Lo
que no esperaba era que Noah estuviera medio desnudo. Se había
vuelto a poner los pantalones del uniforme junto con sus LPC, pero
no se los había atado. Llevaba su vellón en una mano mientras
empujaba el hombro de otro miembro de la manada, sonriendo
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ampliamente de alegría.
El estómago de Lucas cayó, y sus rodillas se debilitaron al ver el
pecho desnudo de Noah, sus etiquetas de identificación se
balanceaban libremente contra su esternón. Noah era todo
músculo magro, duro y piel bronceada. El aire frío había
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endurecido sus pezones, pero Noah parecía insensible a ello. Una
ola de lujuria golpeó a Lucas tan fuerte que no podía respirar.
La sonrisa de Noah se desvaneció, y se apartó de su manada y se
concentró directamente en Lucas. Sus pantalones colgaban bajo en
sus estrechas caderas mientras cruzaba el recinto. Lucas vio que
los ojos de Noah eran plateados y parecían de lobo, sus fosas
nasales se hinchaban con cada inhalación. Cuando estaba a un
brazo de distancia, Noah dejó caer su vellón en el suelo y envolvió
ambas manos alrededor del pecho de Lucas.
Lucas gruñó cuando la boca de Noah impactó con la suya. El
dolor no era nada; el dolor fue bienvenido. La lengua de Noah se
empujó bruscamente en la suya y la lamió húmeda. El aliento
caliente recorrió la mejilla de Lucas con cada aliento irregular de
Noah. Quería agarrarse de los hombros de Noah y apretar sus
cuerpos, pero su maldita libreta estaba en el camino.
—Noah, tenemos que esperar unos minutos, —jadeó Lucas
contra los labios de Noah. —Tenemos que conseguir a la manada
establecida.
Noah gruñó, pero obedeció, retrocediendo un paso. Lucas estaba
jadeando, y su cerebro le gritaba para que le devolviera las manos
a Noah. Cuando Noah se movió para pararse detrás de él, su
erección presionaba la hendidura del trasero de Lucas, Lucas
podía ver a todos en los alrededores observándolos con atención.
Una parte de él estaba mortificada en la escena que acababan de
hacer. Otra parte de él no le dio una mierda voladora; solo quería
170
agarrar la piel desnuda de Noah. Lucas se recordó que esto era
normal; esto estaba bien. Aún no entendía todo sobre los hombres
lobo, pero el capitán Madison le había dicho que su reacción ante
Noah era normal.
—¡Todos metanse aquí, y verifiquen con el Teniente! —Gritó
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Noah, con voz baja y salvaje.
Se estaba volviendo más fácil; Lucas conocía casi toda la manada
a la vista. A medida que cada hombre pasaba, dio su nombre,
terminó con 'señor' y asintió con respeto. Ninguno de ellos sonrió
ni se mostró decepcionado por la reciente muestra de lujuria en
medio del complejo.
Lucas emitió pedidos a la manada por sus horas diurnas. Les dijo
dónde mover sus petates. Toda la lucha y la jodida se llevaban a
cabo solo en esa habitación. Noah no solo trataría con los
infractores, sino que Lucas agregaría su propio giro a las cosas.
A medida que la manada se alejó colectivamente a seguir sus
órdenes, las manos de Noah agarraron las caderas Lucas
dolorosamente. Sus labios estaban calientes contra la concha de la
oreja de Lucas. Frotó su dura polla de un lado a otro contra el culo
de Lucas.
—¿Dijiste que había un lugar privado para que tú y yo
durmiéramos hoy? —Preguntó con esa voz áspera que hizo que las
tripas de Lucas se apretaran.
—Sí, —dijo Lucas con firmeza. Algo le dijo que necesitaba
controlar a Noah, o Noah iba a terminar de dirigir el espectáculo.
Lucas no estaba seguro de que le gustaran los resultados de eso. Se
apartó de Noah y se volvió para mirarlo. —Recoge tu vellón y mi
petate, y sígueme. —Lucas guardó su cuaderno en el bolsillo de la
pierna de su pantalón.
Noah entró en acción, recogiendo los objetos del suelo. Más
171
rápido de lo que Lucas podía rastrear, Noah estaba sobre él,
tratando de apretar sus bocas, a pesar de la carga en sus brazos.
Lucas envolvió una mano alrededor de la parte posterior del cuello
de Noah y la usó para estabilizarlo. Apretó sus labios, burlándose
de la boca de Noah con su lengua.
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Caminando con cuidado hacia atrás, Lucas condujo a Noah
adentro. La impaciencia de Noah, y la fascinación de Lucas por la
boca de Noah, los hicieron correr contra las paredes y no doblar
las esquinas necesarias. Cuando se encontraron con otros marines
en un estrecho pasillo, Noah aprovechó su ventaja y clavó a Lucas
contra la pared. Su respiración mezclada era ruidosa en el pasillo
mientras se lamían profundamente en la boca del otro. Lucas luchó
para alejarse. Sabía que tenía que meterlos en la antesala antes de
que Noah lo perdiera por completo.
—Lucas, —dijo una voz suave. —Lucas.
Sabía que tenía que concentrarse en esa voz que lo llamaba.
Lucas logró retroceder un poco, pero eso lo dejó jadeando
fuertemente contra la boca húmeda de Noah.
—Lucas, tráelo por aquí —dijo la voz, un poco más firmemente
esta vez. —Vamos, haz que se mueva.
Volviéndose hacia la voz, Lucas reconoció al capitán Madison.
Estaba parado en el cruce de dos corredores, gesticulando hacia el
que Lucas sabía que tenía que ir. En ese momento, Lucas reconoció
al teniente coronel Santos. Se quedó a varios pies de distancia,
impidiendo que un grupo de marines se acercara más.
—Vamos, hijo, —dijo el teniente coronel, asintiendo en dirección
a Madison. —Cuida a tu alfa. Ponlo en movimiento.
Lucas quería mortificarse de que el comandante de su batallón
había presenciado esta exhibición, pero la expresión de Santos no
era más que amabilidad y respeto.
172
—Sólo da un paso en esta dirección, Lucas, —animó Madison. —
Él te seguirá si lo haces.
Lucas dio un paso hacia Madison, y Noah lo siguió, tratando de
mantener sus labios apretados. Lucas usó su mano en el cuello de
Noah para guiarlo. Cuando llegaron a la intersección, Lucas vio que
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Madison también retenía a un par de marines. Juntos, él y el
teniente coronel controlaban el tráfico para que Lucas pudiera
llevar a Noah a su habitación sin incidentes.
En la entrada de la antesala, Vince mantuvo abierta la pesada
lona que Lucas había colgado como una puerta improvisada.
—Solo unos pocos pasos más, Lucas, y lo tendrás adentro.
Una vez que cruzaron el umbral, Vince dejó caer la lona y la
pequeña habitación se hundió en la penumbra.
Noah dejó caer los artículos en sus brazos y golpeó la espalda de
Lucas contra la pared. Sus manos estaban en todas partes en
Lucas. El único lugar donde Lucas quería sus propias manos era
justo sobre la piel desnuda de Noah. Pasó sus palmas por la
espalda de Noah, hundiendo sus dedos en los gruesos músculos de
sus hombros. Se empujó contra el beso de Noah, frotándose las
lenguas.
El pecho de Lucas se agitó con cada respiración furiosa. Pasó su
lengua por el labio superior de Noah justo antes de morder el labio
inferior de Noah.
—Joder, —gruñó Noah. Lamió su camino a lo largo de la
mandíbula de Lucas. —Te necesito en mi contra.
Lucas pasó las manos por el pecho desnudo de Noah, el calor
casi lo quemaba. Las etiquetas de Noah colgaban pesadamente
contra el dorso de las manos de Lucas, sus dedos se enredaron
brevemente en la cadena de cuentas. Las manos de Noah tiraron
del dobladillo del vellón de Lucas, empujándolo sobre su vientre.
173
Nunca había sentido nada como el toque de la piel sobrecalentada
de Noah. El frío del aire fue más pronunciado a raíz del toque de
Noah.
—Demasiado frío, —murmuró Lucas contra la mejilla de Noah.
—No corro tan caliente como tú.
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—Te mantendré caliente, —respondió Noah, insistiendo tirando
de la lana de Lucas.
Lucas estaba indefenso. Levantó los brazos y Noah le cubrió la
cabeza con el vellón. Las placas de identificación de Lucas cayeron
contra su pecho con un suave tintineo metálico. Noah fue fiel a su
palabra, e inmediatamente envolvió sus brazos alrededor de
Lucas, prestando el calor de su cuerpo.
Fue entonces cuando Lucas notó la falta de una marca de
mordida en el hombro de Noah. Levantó una mano y pasó los
dedos por la piel de Noah. Todavía podía sentir algo, donde se
suponía que estaba la marca, pero se había desvanecido en casi
nada.
—Se ha ido, —murmuró Lucas.
—Nos curamos más rápido en forma de lobo, —respondió Noah.
—También aplaca el dolor.
A Lucas no le gustó que Noah estuviera caminando sin marcar.
La ira estalló en su pecho y empujó contra el agarre de Noah. Lucas
levantó sus caderas y giró, empujando la espalda de Noah contra la
pared.
Noah envolvió sus brazos alrededor de Lucas, de nuevo
compartiendo su calor. Inclinó la cabeza hacia atrás, como si se
ofreciera. Lucas atravesó las costillas de Noah con ambas manos.
Sin pensarlo, bajó la cabeza y hundió los dientes en la piel de Noah,
justo debajo de la clavícula.
Lucas sintió que la mordida hacía eco en su propio pecho. Noah
174
gruñó, y sus brazos se apretaron alrededor de Lucas. El aroma de
Noah, el sabor de su piel, abrumó los sentidos de Lucas. Esperaba
un dolor punzante, pero nunca se manifestó. En cambio, el deseo,
el afecto y la profunda satisfacción lo inundaron.
—Oh, mierda, Lucas. —La voz de Noah era baja y áspera. —
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Gracias, gracias, gracias.
Lucas arrancó su boca, y Noah gimió. Se abrió paso a través del
pecho de Noah, deslizando su lengua sobre un parche de piel
caliente justo debajo de su otra clavícula.
—Por favor, Lucas, —rogó Noah.
Lucas mordió con fuerza, resistiendo las ganas de romper la piel.
El alivio y el éxtasis que lo recorrieron le debilitaron las rodillas.
Noah bombeó sus caderas rítmicamente contra Lucas, su polla
dura a través de su uniforme. Lucas sacó la carne de sus dientes y
la lamió suavemente.
Se apartó un poco para admirar su trabajo. Cada una de las
clavículas de Noah estaba decorada con una enojada marca roja.
Lucas sintió el triunfo de Noah. Le alivió saber que no había
lastimado a Noah. No entendía por qué esto significaba tanto para
Noah, pero no se podía negar que estar marcado de esta manera
satisfacía una necesidad profunda y poderosa dentro de él.
—Quiero sentirte—. Las palabras de Noah fueron un poco
confusas.
Lucas miró a la cara de Noah, preocupado. Noah estaba
enrojecido; sus labios rojos y húmedos se separaron mientras
respiraba entrecortadamente. Sus pupilas se abrieron de par en
par con el deseo, casi destruyendo los brillantes iris plateados.
Miró a Lucas con avidez. Lucas se sorprendió cuando una
poderosa ola de necesidad fluyó a través de él. Gran parte era de
175
Noah, pero también parte de Lucas.
—Me tocas, —dijo Lucas contra la boca de Noah. —Me puedes
sentir. Estoy aquí.
—Quiero tocar tu polla y hacerte venir, pero necesitas que te
mantenga caliente—. Noah enfatizó sus palabras con sus caderas
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flexionándose contra las de Lucas.
Lucas lamió una larga tira hasta el cuello de Noah y lo sintió
temblar. Él mordió con fuerza el lóbulo de Noah. Un violento
estremecimiento sacudió el gran cuerpo de Noah, y él gimió. Sus
manos se apretaron en la espalda de Lucas.
—No se trata de venirme. —Presionó su rostro contra la unión
del cuello y el hombro de Noah, sin respirar más que el aroma de
Noah y murmurando a la cadena de sus etiquetas. Lucas alcanzó
entre sus cuerpos y desató la cremallera de Noah.
Le temblaban las manos, y eso hizo a Lucas lento. Buscó a tientas
los cierres hasta que los abrió. La polla de Noah se deslizó con
entusiasmo, yaciendo caliente y pesada en la palma de Lucas.
Apretó el eje con fuerza y lo acarició desde la base hasta la cabeza
aproximadamente, repitiendo el movimiento cuando Noah desató
un gruñido salvaje que emanaba de algún lugar profundo de su
amplio pecho.
—Quiero sentirte, —jadeó Noah, bombeando sus caderas para
que su polla se deslizara rápidamente a través del puño de Lucas.
—Mis manos están sobre ti, —dijo Lucas, extendiendo su mano
libre para sostener el saco de Noah. —Te tengo. Déjate ir.
Noah frunció el ceño y rodó la cabeza contra la pared. Una
imagen fugaz pasó por la mente de Lucas, su propia polla dura
alineada con la de Noah, sus manos acariciándolas hasta
completarlas.
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La polla de Lucas empujó con fuerza su bragueta en respuesta a
la imagen. Jadeó contra el cuello de Noah, y el olor hizo que su
erección le doliera con más fuerza. Lucas abrió su propia bragueta
y sacó su polla tensa. Noah empujó sus caderas insistentemente
contra Lucas, exigiendo el contacto que deseaba.
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Alineó sus pollas, de raíz a cabeza. Lucas se retiró un poco y
escupió en su palma varias veces. Extendió el fluido sobre sus
duros ejes. Necesitaban más lubricante.
Lucas levantó su mano a la boca de Noah.
—Escupe, —ordenó.
Noah obedeció una y otra vez hasta que Lucas estuvo satisfecho.
Envolvió sus manos alrededor de ambos y los acarició
rápidamente. La gratitud de Noah era como una cosa física. Las
caderas de Lucas palpitaron por reflejo al sentir su propio agarre.
—Sí, así, —gimió Noah. —Mierda. Así.
Sus brazos permanecieron envueltos alrededor de Lucas. Su
calor aún se filtraba en los huesos de Lucas. Lucas se estremeció,
pero no por el frío, cuando las manos de Noah se deslizaron por su
espalda para tomar su culo. Gimió en la piel resbaladiza por el
sudor de la garganta de Noah.
Lucas comenzó cuando las manos sobrecalentadas de Noah se
deslizaron bajo su ropa y agarraron sus nalgas desnudas. Las
manos de Noah eran tan fuertes como calientes, y apretó
firmemente el culo de Lucas. No hubo incomodidad, solo un
exquisito placer.
La sensación de las manos de Noah sobre su piel desnuda
empujó a Lucas más cerca de su clímax.
—¿Estás cerca? —No quería venirse antes de que Noah
encontrara su propia liberación.
—Sí, —respondió Noah. —Casi allí.
177
Lucas aceleró sus manos en sus pollas. Los acarició a ambos
desde la base hasta la cabeza, manteniendo su agarre apretado. De
alguna manera, en todo el caos, lograron hacer coincidir el ritmo
de sus caderas con las manos de Lucas. El calor se arremolinaba en
su vientre, y los tentáculos de pura sensación serpenteaban por su
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columna.
Una de las manos de Noah dejó el trasero de Lucas por varios
momentos. Cuando volvió, separó las mejillas de Lucas y deslizó
sus dedos en la hendidura.
Lucas sabía lo que venía, y lo quería. Sus manos en sus pollas
vacilaron ligeramente cuando uno de los dedos de Noah lo rompió.
Gimió contra la garganta de Noah cuando el malvado dedo empujó
profundamente y lo estiró un poco.
—Te sientes tan jodidamente bien por dentro, —murmuró
Noah.
El dedo se deslizó y fue reemplazado por dos. La electricidad se
disparó a lo largo de la columna vertebral de Lucas, y presionó su
boca abierta contra el cuello de Noah mientras gritaba. Luchó por
mantener el ritmo de sus manos en sus pollas.
—Ya me voy, Noah, —dijo entre dientes. —¡Mierda! Vente
conmigo. Maldita sea, vente conmigo.
Los dedos de Noah en su culo se deslizaron dentro y fuera al
mismo tiempo que las caricias de Lucas. Los empujó
profundamente y estiró el borde de Lucas cuando los sacó. Era
demasiado, y Lucas sintió que sus bolas se apretaban y se
levantaban.
Él no quería ser el primero en venirse. Lucas quería que Noah se
viniera y buscaría una forma de asegurarse de que lo hiciera.
Cuando un leve indicio del entusiasmo de Noah flotó sobre Lucas,
178
forzó la conexión para que se abriera más. Lucas lo soltó y
comenzó a venirse, arrastrando a Noah al límite con él.
Juntos gritaron y juraron cuando el calor salpicó los dedos de
Lucas y cubrió sus vientres. Una parte de él sabía que podían
escucharse en los pasillos y que era más que obvio lo que estaban
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haciendo. A la mayoría de él no le importaba una mierda. Su
cuerpo se apretó con fuerza mientras su polla salía gruesa, su
semen blanco, su culo agarrado con avidez por los dedos de Noah.
Cuando Lucas los acarició a ambos a través de sus orgasmos, el
cuerpo de Noah se estremeció violentamente. Bombeó sus caderas
mientras su venida cubría el estómago de Lucas. Juntos, hicieron
un jodido desastre, y a Lucas no le importó.
El cuerpo de Noah se rindió primero. Su mano se deslizó libre
del culo de Lucas, y sus rodillas se doblaron. Lucas soltó sus pollas
gastadas y estabilizó a Noah, manchando con su venida aún más
lejos.
—Joder, —suspiró Noah. Tenía los ojos muy cerrados y parecía
cansado y agotado. —Mierda.
—Noah, —dijo Lucas bruscamente. —Mantente despierto el
tiempo suficiente para ayudarme a meterte en la cama.
Noah se envolvió alrededor de Lucas, apoyándose tan
fuertemente en él que Lucas no estaba seguro de poder apoyarlo.
Noah se derrumbó pesadamente sobre el petate tendido en la
habitación.
Cuando Lucas se movió para quitarle las botas a Noah y
recuperar la tina de toallitas húmedas para bebés, Noah se estiró y
le agarró la muñeca con dolor.
—No te vayas, Lucas, —suplicó, luchando para contener el sueño
unos momentos más. —Hoy mismo, no me dejes.
—No voy a ninguna parte, —dijo con dulzura. —Estoy
179
durmiendo aquí mismo hoy. —Pasó una mano por el cabello de
Noah, animándolo a recostarse. —Voy a limpiarnos primero.
Entonces dormiré aquí mismo.
—Me gusta la forma en que hueles, —murmuró Noah justo antes
de que sus ojos se cerraran, y su respiración se equilibrara.
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Lucas deslizó los LPC de Noah de sus pies y luego le quitó los
pantalones. Los limpió con varias toallitas húmedas para bebés
antes de deshacerse de su último uniforme. Lucas agregó las
mantas con que habían hecho su petate la noche anterior. Cuando
se arrastró junto a Noah, dudó que las necesitaran. Noah estaba
emitiendo calor como un horno. Las mantas ya estaban
cómodamente cálidas cuando Lucas se acomodó.
Ahora que el momento estaba aquí, Lucas no tenía idea de cómo
debería ir esto. ¿Debería él evitar tocar a Noah? Lucas disfrutaba
acurrucándose con sus amantes, pero eso no es lo que él y Noah
eran. ¿Qué preferiría Noah?
Lucas se colocó de costado de espaldas a Noah. Respiró hondo
varias veces, pero la tensión en su cuerpo no huiría. Acababa de
resignarse al hecho de que tenía que darse la vuelta y rodearse de
Noah para poder dormir, cuando Noah se puso de lado. El pecho
de Noah estaba hirviendo cuando se presionaba contra la espalda
de Lucas. Noah pasó un brazo por el pecho de Lucas y se apoyó
contra la parte posterior de su cuello.
Noah respiró hondo y Lucas sintió la exhalación sobre su piel.
Cuando Noah se relajó contra Lucas, su propia tensión finalmente
se alivió. Lucas cerró los ojos y no recordó nada más.

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07/2019
Capítulo Ocho

Lucas se despertó de inmediato. Sabía que no estaba en su cama


habitual, y no estaba solo. Las mantas eran cálidas, y el olor de
Noah estaba en todas partes, infundiendo a Lucas una sensación
de paz. Era cálido, relajado y cómodo.
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Cambiando ligeramente, Lucas se dio cuenta de que Noah estaba
detrás de él, con la cara presionada contra su espina dorsal y
exhalando rítmicamente contra la piel entre los omóplatos.
Deslizándose cuidadosamente de entre las mantas, Lucas trató de
no molestar a Noah. Sabía que el Alfa dormiría hasta media tarde.
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Noah se movió en su sueño, deslizándose en el espacio que
Lucas acababa de desocupar. Tomando el paquete de toallas que
había usado como almohada, Lucas lo colocó junto a la cabeza de
Noah. Inmediatamente, Noah apoyó su propia cabeza en ella,
girando un poco su rostro e inhalando profundamente antes de
que se acomodara nuevamente en el sueño.
Lucas miró su reloj y vio que era tarde. Se vistió rápidamente.
Como la noche anterior había dormido un poco, no necesitaba
más. Primero, Lucas revisaría a su pelotón; segundo, encontraría al
capitán Stanley y recibiría sus órdenes para el resto del día.
Lucas se acercó a la lona que atravesaba la puerta y respiró
hondo. No importa qué, él mantendría la cabeza erguida y haría
contacto visual. Después de la exhibición obvia que él y Noah
habían puesto, toda la compañía sabría lo que había sucedido
entre ellos. Al recordar las palabras del capitán Madison, se dijo a
sí mismo que todo esto era un comportamiento normal de la
manada. No tenía nada de qué avergonzarse.
Empujando a un lado la lona, Lucas entró en el corredor oscuro.
Un cabo vagamente familiar lo pasó, sosteniendo la mirada de
Lucas, pero inclinando la cabeza con respeto.
—Teniente Young, señor—. La dirección era sumamente formal.
—Cabo, —respondió Lucas con un gesto de su cabeza.
A continuación, se encontró con un marine que creía que era
parte de la compañía de Madison. El cabo Lance lo saludó con:
—Buenos días, teniente. ¿Todo bien, señor?
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—Bien, Cabo Lance. Gracias. —Lucas estaba desconcertado.
Estas no eran las reacciones que había esperado.
Al acercarse a la salida, un hombre lobo que Lucas reconoció del
pelotón de su hermano, Fox-three, entró al edificio. Vio a Lucas y
dio un paso a un lado del pasillo, apoyando la espalda en la pared.
07/2019
Bajó la cabeza, pero se encontró con los ojos de Lucas.
—Buenos días, Teniente Young, —dijo. —¿Está nuestro Alfa
durmiendo profundamente?
—Él lo está, sargento, —respondió Lucas. Hizo una pausa, a
media zancada. —Estuviste corriendo anoche. ¿Cómo es que estás
despierto?
—La carrera no es tan agotadora para la manada como lo es
para el Alfa, señor, —respondió el sargento con entusiasmo. —Él
nos mantiene constantemente en línea y vigilando el peligro.
Lucas se tomó un momento para digerir esta información.
—Eso tiene sentido, sargento. Gracias.
Estaba a punto de continuar, cuando el Sargento agregó
apresuradamente:
—Usted también consiguió que el Alfa se calmara tan rápido esta
mañana, que el resto de nosotros nos pusimos a dormir de
inmediato, señor.
Lucas no tenía idea de lo que eso significaba. Eso sería lo
primero que le preguntaría a Tim.
—Me alegra oírlo, sargento—. Con un gesto de asentimiento,
Lucas fue en busca de su pelotón.
Estaba a una docena de pasos en el patio cuando escuchó la voz
del capitán Madison.
—Oye, Lucas, espera.
183
Lucas vio a Tim correr para alcanzarlo.
—Te iba a encontrar más tarde, —dijo.
—He estado vigilando para ti, —respondió Madison. —Pensé
que tendrías preguntas. ¿Ya comiste?
Lucas no había pensado en la comida. Una vez que lo pensó, se
07/2019
dio cuenta de que se estaba muriendo de hambre.
—No, probablemente debería.
Tim inclinó su cabeza hacia el comedor, y juntos se dirigieron en
esa dirección.
—Confío en que Noah está durmiendo cómodamente, —dijo.
—Lo estaba cuando lo dejé. Estoy seguro de que sentiré algo
cuando finalmente se despierte, —reflexionó Lucas.
—Eso es conveniente. —Tim sonrió.
—Cuando no es desconcertante, —respondió Lucas.
Su conversación se detuvo mientras cargaban sus bandejas con
comida. Lucas agradeció que tuvieran las instalaciones para un
comedor lleno. Odiaba la idea de un año de MRE. No pudo evitar
notar la deferencia con que todos lo trataban. No había ninguna de
las sonrisas o sabias miradas que había esperado.
—Está bien, esta no es la reacción que anticipé, —murmuró
Lucas.
—¿Qué esperabas? —Tim frunció el ceño.
Lucas se encogió de hombros.
—Ya sabes: miradas divertidas, risas a mis espaldas, nadie
dispuesto a mirarme a los ojos.
—¿Alguien te ha tratado de esa manera después de las carreras
anteriores? —Preguntó Tim.
—Nunca me he puesto en una exhibición como la que hice esta
mañana, —respondió Lucas secamente.
184
—¿Qué exhibición? —Demandó Madison con incredulidad. —
¿Crees que ustedes dos pusieron un espectáculo salaz esta
mañana?
Lucas resopló.
—Tú estabas ahí. Nos estábamos apoyando contra las paredes y
07/2019
empujando nuestras lenguas por las gargantas del otro.
—Nadie que haya podido presenciar tu manejo de un Verdadero
Alfa hombre lobo cree que vieron algo más que la historia que se
desarrolla, —le aseguró Tim.
—¿Me estás diciendo que hicimos historia? —Preguntó Lucas
dubitativo.
—Nadie vivo ha visto nunca el vínculo de Alfa y Dominante—.
Tim se encogió de hombros y se sentó en una mesa cercana. —
Debiste haber sentido el poder saliendo de ustedes dos. Y tengo
que decir que nunca he visto que una manada se establezca tan
rápido después de una carrera.
—¿Qué quieres decir? —Lucas no entendió la conexión.
—Sabes cómo son los hombres lobo después de la carrera, —
respondió Tim. —Todos son versiones menos intensas del Alfa.
Después de una carrera, nunca pueden dormir sin al menos un par
de peleas y algunos muebles rotos.
Lucas se rió entre dientes.
—¿Cuánto tiempo les tomó esta mañana?
—Fue inmediato—. Tim hizo un gesto enfático con una mano. —
Ni una sola disputa entre ellos. Cuando los registramos, todos se
estrellaron en una gran pila en el centro de la habitación.
Lucas resopló con incredulidad.
—¿En serio?
—Absolutamente—. El tiempo se detuvo para tomar un trago de
185
café. —Pero lo que quiero decir es que conseguiste que el Alfa se
calmara tan rápido y con tanta eficacia, que la Manada no tenía
nada de qué alimentarse, así que simplemente se fueron a dormir.
—Sé que los hombres lobo tienen una especie de conexión, —
dijo Lucas con sorpresa. —Pero no sabía que reflejaban las
07/2019
emociones de Noah.
—Es un grado bastante bajo, excepto durante y justo después de
la carrera—. Tim se recostó en su silla y apartó su bandeja. —Noah
es tan poderoso, sin embargo, parece tener un efecto más fuerte.
—Entonces, ¿estás diciendo que cuanto antes se duerma Noah,
más pronto lo hace la Manada? —Lucas confirmó su comprensión.
Tim se echó a reír y se sentó hacia adelante. Bajó la voz para
evitar ser escuchado.
—La manada se calma una vez que el Alfa ganó una pelea o tiene
sexo.
La cara de Lucas se quemó con su vergüenza.
—Así que es mejor que nunca tenga dolor de cabeza, o la
Manada destrozará el poste, —dijo sombríamente. De repente, su
sangre se convirtió en hielo. —Espera un segundo; ¿todos piensan
que Noah y yo follamos?
Tim rió de nuevo.
—No creo que nadie esté pensando en términos de ese tipo de
detalle. Los orgasmos estaban involucrados. Eso es sobre todo lo
que alguien realmente sabe o le importa.
—Jesús—. Lucas acunó su cabeza en sus manos.
—Lucas, te estás enfocando en el aspecto equivocado de las
cosas, aquí—. Tim se había puesto serio. —Tienes una influencia
sobre el Verdadero Alfa hombre lobo del Cuerpo de Marines que
nadie más tiene. Eso significa que tienes una influencia sobre cada
hombre lobo en el Cuerpo.
186
—¿No es eso exagerar un poco las cosas? —Preguntó Lucas.
—No, no lo es. —Tim sacudió enfáticamente la cabeza. —Y eso
es lo que debes recordar usar, para tu ventaja y para tu manada.
—¿Por qué necesitaría hacer eso? —Preguntó Lucas,
terminando su café.
07/2019
Tim se encogió de hombros y se puso de pie.
—¿Ahora mismo? Probablemente no hay razón. Solo tenlo en
cuenta.
—Lo haré, —respondió Lucas mientras dejaban el lugar.
—Ve a ver a tu Alfa, Lucas—. Tim le dio una palmada en el
hombro. —Entonces ve a ver a tu pelotón. Si necesitas algo más
házmelo saber.
Cuando Lucas se metió en la antesala, Noah seguía durmiendo
profundamente y roncaba ligeramente. El afecto luchó con el
deseo dentro de Lucas mientras observaba a Noah dormir. Resistió
la tentación de estirarse y tocar el cabello de Noah o su mejilla.
Con un suspiro, Lucas se puso de pie. Se aseguró de que hubiera
una botella de agua cerca y luego fue en busca de su pelotón.
Era media tarde cuando algo cambió en el fondo de la mente de
Lucas. Noah estaba despierto. Lucas no tenía idea de si era
efectivo, pero envió un cálido saludo por la conexión.
Volvió su atención al capitán Stanley y la inútil información que
estaba tratando de transmitir. Había mucho sobre la aldea
contigua que Lucas necesitaba saber, pero el comandante de su
compañía no había tenido éxito en reunir la información. En su
lugar, estaba contemplando cómo hacer un censo. Lucas no se
molestó en recordarle que la compañía saliente ya lo había hecho
antes de su partida.
187
El resto del batallón estaba programado para dejar Toscano en
solo dos días, dejando que la Compañía Fox se las arreglara sola.
Lucas pensó en aquella época con temor. De repente, ya no podía
permanecer allí, escuchando al inútil drone de Stanley.
—Disculpe, señor, —interrumpió. —El alfa está despierto.
07/2019
Debería ir a verlo a él.
Stanley miró alrededor del complejo, buscando a Noah, asumió
Lucas. Su frente se frunció en confusión cuando no pudo detectar
al hombre lobo.
—No. Te equivocas.
Sacudiendo la cabeza, Lucas dijo:
—No, señor, no hay forma de que pueda estar equivocado. No
sobre esto. Si me disculpa...
—Teniente, no hay manera de que pueda saber eso, —Stanley
dijo bruscamente.
Lucas sabía que era mezquino, pero la molestia ganó por
precaución.
—La manada también se está despertando. Espero que no se
enfurezcan cuando sientan que el Alfa está molesto porque no
puede encontrar a su Dominante.
Stanley parecía inseguro y algo asustado.
—¿Puede suceder eso? —Preguntó debidamente.
—Si voy al Alfa ahora, no tendremos que averiguarlo—. Lucas no
esperó a que Stanley dijera que era despedido antes de volverse y
alejarse. Probablemente esto no era lo que Tim había querido
decir al utilizar la situación para su propio beneficio, pero había
sido decididamente satisfactorio, no obstante.
Lucas estaba a medio camino del complejo cuando Noah
emergió a la luz del sol, sonriendo en su dirección.
—¿Qué tipo de problemas estás causando? —Noah exigió con
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fingida indignación.
—No tengo idea de lo que estás hablando, —dijo Lucas
inocentemente. —Simplemente estaba cumpliendo con mi deber
como tu dominante y asegurándome de que estaba disponible para
cuidar tu bienestar.
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—Te aseguro que mis necesidades son simples hoy, —dijo Noah,
viniendo a pararse frente a Lucas.
—¿Cómo puedo ayudar? —Preguntó Lucas, devolviéndole la
sonrisa a Noah.
Noah se acercó más y bajó la cabeza. Cuando habló, su aliento
flotó ardientemente sobre la mejilla de Lucas.
—El olor de ti en mi piel se está desvaneciendo. Solo déjame
tocarte.
—Haz lo que necesites, —susurró Lucas.
Noah presionó sus cuerpos juntos. Se acurrucó detrás de la oreja
de Lucas, y pudo escuchar a Noah respirando pesadamente. Noah
se movió y olfateó la otra oreja de Lucas. Lucas frotó su mejilla
contra Noah, temblando ante la sensación de rastrojo mientras le
rascaba la piel.
—Gracias, —suspiró Noah, retrocediendo.
El cuello de la lana de Noah se movió y le recordó a Lucas los
acontecimientos de la mañana. Levantó la mano y separó los
extremos del vellón. Dos marcas de mordeduras distintas eran
obvias en el pecho de Noah.
—¿Cómo se sienten esas? —Le preguntó a Noah.
—Jodidamente fantástico, —gimió Noah. —Gracias, Lucas.
—No hay necesidad de agradecerme, —respondió. —Si es algo
que necesitas, lo haré por ti.
—Deberíamos hablar más tarde. En este momento, necesito
comida.
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Lucas se rió entre dientes.
—Conozco ese sentimiento. Ve a alimentarte.

§§§
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Dos días después no habían tenido tiempo de hablar. Cuanto
más se acercaban al batallón que se retiraba y la Compañía Fox
tomaba el mando exclusivo de Combat Post Toscano, más agitada
se convertía la vida. Mañana, a las ochocientas horas, estarían
solos con el capitán Stanley al mando. Perdería el acceso a Tim
Madison y todo lo que sabía sobre los hombres lobo. Lucas no
tenía ganas de que fuera mañana por la mañana.
La idea asustó a Lucas casi hasta la muerte.
Esta mañana, sin embargo, todavía tenía trabajo que hacer.
Actualmente, estaba revisando los manifiestos de almacenamiento
con el equipo de marines que había asignado para manejar la
logística de suministro. Todos tenían mucho que dominar y muy
poco tiempo.
—Echo-five-hotel; echo-three-golf.
Lucas se detuvo para monitorear la transmisión de radio. PFC
Grant estaba en servicio de guardia, y el hecho de que estuviera
llamando a Noah en comunicaciones podría significar algo
significativo.
—Ve Echo-five-hotel, —respondió Noah.
La respuesta de Grant fue inmediata.
—Sargento, tengo sonidos provenientes del sureste, y de vez en
cuando, el viento sopla olores extraños desde esa dirección.
La cabeza de Lucas se levantó mientras miraba en dirección al
búnker de guardia. Grant era uno de sus hombres lobo; él había
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puesto más reservas en el olor y la audición de ese Marine de lo
que lo haría ante la vista de muchos otros.
—¿Hueles algo parecido a lo humano, soldado? —Preguntó
Noah.
—Afirmativo, señor. Y algo de combustible.
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Lucas tecleó su micrófono.
—Todos los puestos de guardia; Fox-two, mantengan sus
cabezas girando. Posible actividad enemiga hacia el sureste.
Vio a Noah salir del edificio de comando trotando.
—¿Alguna señal de movimiento, Grant? —Preguntó mientras se
dirigía al búnker en cuestión.
—No es que ninguno de nosotros pueda ver a través de la óptica,
—respondió Grant. Le habían asignado de guardia con Catinella.
Lucas y su compañero comandante de pelotón comenzaron
después de que Noah retrocedió. En todo el complejo, los marines
estaban en movimiento, preparándose para luchar, si eso era lo
que se avecinaba.
—Fox-two; Echo-five-hotel, —Noah lo llamó.
—Adelante, sargento, —respondió.
—Permiso para enviar al cabo Hubbard al búnker de guardia,
hacer que cambie y ver qué puede sentir en forma de lobo, —
preguntó Noah.
A Lucas le gustó esa idea. Podían utilizar sentidos de lobo y aún
mantener a dos Infantes de Marina en forma humana en el búnker.
Antes de que pudiera contestar, una fuerte conmoción sacudió el
Puesto de Combate. Corrió a esconderse detrás de un gran camión
de armas.
—Tenemos fuego de cohetes, —dijo Grant por comunicaciones.
Lucas sabía que los cohetes iban a ser acompañados por
191
disparos de armas pequeñas, y también había posibilidades de
morteros. Esperaba que el capitán Stanley comenzara a emitir
órdenes. Fox Company no tomó el mando del cargo hasta el día
siguiente, pero Stanley era el Oficial del Día.
A su alrededor, los Infantes de Marina luchaban en posiciones de
07/2019
combate a lo largo del muro perimetral del poste. Lucas sabía que
necesitaban manejar sus armas pesadas y devolver el fuego. Eso
implicaba emitir órdenes a los marines que no estaban bajo su
mando directo. Stanley, o alguien, necesitaba comenzar a
coordinar esfuerzos y emitir órdenes, ahora mismo, carajo.
—Fox-two, —la voz de Noah llegó por la radio.
—Sargento Hammond, ponga a algunos de nuestros hombres en
los Mark-19 y devuelva el fuego, —ordenó Lucas. Que era un tanto
de lo que él tenía la autoridad para hacer.
—Roger.
A su alrededor, los M16 comenzaron a charlar cuando los
marines se enfrentaron al enemigo.
—¿Tenemos los ojos puestos, ya? —Lucas preguntó a los ciegos.
Dos explosiones más golpearon la pared sureste, lanzando
escombros al aire.
—Afirmativo, señor, —respondió Grant. —Puedo ver el área
general desde donde se disparan los cohetes.
Necesitaban lanzar un asalto. ¿Dónde diablos estaba Stanley?
Madison apareció a su lado de repente, deslizándose hasta
detenerse detrás del gran neumático del camión.
—¿Dónde diablos está el comandante de tu compañía? —Exigió.
—Joder, si lo sé, —gritó Lucas por otra explosión.
—Si no va a hacer su trabajo, el teniente coronel Santos tiene
que intensificar—. Madison echó un vistazo alrededor del
neumático.
192
—¡Estamos bajo ataque! ¡Estamos recibiendo mucho fuego
desde todas las direcciones! —El pánico de la transmisión del
capitán Stanley los interrumpió. —¡Necesitamos llamar a un
ataque aéreo!
—¿Está hablando en serio? —Preguntó Madison con
07/2019
incredulidad. —Estamos tomando fuego a lo largo de la pared
sureste, y no he escuchado una sola llamada para un médico. ¿Lo
tienes?
—No, —respondió Lucas enfáticamente. —¿En qué batalla está
él?
—¡Nadie mejor deja que llame al aire! —Madison gritó por
encima de los sonidos del caos.
—Fox-two; Echo-five-hotel. —La voz de Noah era
sorprendentemente tranquila.
—Ve por Fox-two—. Lucas no sentía ningún miedo o ansiedad
por parte de Noah. Esperaba que fuera porque Noah no estaba
demasiado preocupado por su situación. Extendió la mano para
ver lo que podía sentir.
—Permiso para que Hubbard y yo cambiemos y recopilemos
información para ayudar a cubrir los MK-19.
Lo único que Lucas estaba recogiendo de Noah fue la
determinación calculada.
—Usted se retira, sargento, —respondió Lucas. —Envía a Grant
con Hubbard ya que Chandler está clasificado en el MK-19—. La
molestia estalló fuertemente en la conexión con Noah.
—Con el debido respeto, señor, Grant es joven e inexperto—. A
pesar de sus sentimientos, el tono de Noah fue calmado y
respetuoso.
—El Alfa es necesario para proporcionar liderazgo, Sargento
Hammond, usted tiene que interpretar lo que sienten sus hombres
193
lobo, —dijo Lucas. —No te arriesgues innecesariamente.
Hubo una larga pausa. Lucas podía sentir la molestia de Noah
disminuir.
—Entendido.
—¿Van los lobos a dejar el complejo? —Preguntó Tim.
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Lucas casi había olvidado que estaba allí. Él le transmitió la
pregunta a Noah.
—No en este momento, señor, —respondió. —Te aconsejaré si
es necesario.
Apenas terminó la transmisión, cuando los aullidos de dos lobos
vinieron desde el lado este del complejo. Piel de gallina se levantó
sobre la piel de Lucas.
—Eso nunca deja de ser algo impresionante, —dijo Tim. Lucas
miró para verlo sonriendo.
Lucas se giró para poder ver el muro este del poste. Solo podía
distinguir al enorme lobo gris y su atigrado compañero. Trotaron
entre los Infantes de Marina que devolvían el fuego al enemigo
invisible.
Noah emitió órdenes rápidas y precisas sobre las
comunicaciones. Las armas pesadas comenzaron a disparar en
coordinación unas con otras. Casi de inmediato, la tasa de disparos
de cohetes disminuyó.
—¡Lucas, ahí estás! —El capitán Stanley de repente se arrodilló
junto a Lucas y Tim. —Pensé que te habían matado.
Lucas evitó la molestia y disparó justo para enojarse. Aunque
tenía que mantener la calma.
—No sé por qué habría pensado eso, capitán. No hemos sufrido
bajas.
—Estamos bajo asedio, —continuó Stanley, con los ojos muy
abiertos y salvajes. —Nos vienen de todos lados.
194
—Vienen a nosotros desde el muro este, señor, —lo corrigió
Lucas plácidamente.
—Nos vamos a morir. Todos nosotros. Tienes que hacer algo. —
El capitán estaba histérico. No había otra palabra para ello.
—Lo estamos, señor—. Lucas miró a Tim, que observaba a
07/2019
Stanley con los ojos entornados. —Mis hombres están subiendo a
los MK-19 para eliminar las posiciones enemigas—. El
lanzamiento de cohetes siguió cayendo mientras hablaban.
—Tienes que enviar a la manada, —exigió Stanley.
Lucas se congeló, un escalofrío recorrió su espalda. Fue
reemplazado rápidamente por la ira, ardiendo de blanco con su
calor. La ira de Noah se sumó a la mezcla, al igual que su alarma
ante la repentina emoción de Lucas. Lucas cerró el enlace. Él podía
manejar al capitán, y Noah no necesitaba ser distraído por esta
locura.
—No, señor. Eso no es necesario, —respondió Lucas con calma.
—Hay dos hombres lobo reuniendo información, y eso es todo lo
que necesitamos.
—Vamos a morir, —insistió Stanley. —Tienes que ordenarle a
Hammond que llame a la manada como la última vez. Tienes que
hacer que paren esto.
La rabia golpeó a Lucas, y él apretó la mandíbula, luchando por
no volverse insubordinado.
—Con el debido respeto, señor, no es así como funciona. No voy
a abusar de su confianza en mí, la confianza del Verdadero Alfa en
mí, al emitir una orden tan inútil.
—Teniente Young, vamos a ver cómo están sus lobos, —dijo
Tim, levantándose y agarrando el brazo de Lucas. —El fuego de
195
cohetes se ha detenido. Deberíamos comprobar su estado.
Mientras Tim lo arrastraba hacia el muro este, Lucas se sintió
aliviado.
—Gracias por eso—. Podían escuchar a Stanley detrás de ellos,
gritando de manera ininteligible.
07/2019
—Ha perdido la cabeza, —murmuró Tim.
Sin previo aviso, Noah estaba parado directamente frente a ellos,
su expresión enojada y preocupada.
—Sargento Hammond. ¿Qué pasa? —Preguntó Lucas.
—Dímelo. —Los ojos de Noah se dirigieron brevemente a
Madison antes de regresar a Lucas. —Señor. —Añadió como una
ocurrencia tardía.
—Nada de lo que debas preocuparte. Tenemos que detener este
lanzamiento de cohetes, sargento, —respondió Lucas.
—Si te preocupa, me preocupa, —dijo Noah, sin inmutarse por
completo.
—Una vez que detengamos ese fuego enemigo, todo estará bien,
—le aseguró Lucas.
En ese momento, Chandler dejó escapar un fuerte grito de
triunfo. Rápidamente, los que lo rodeaban se unieron. La
celebración se extendió por el recinto. Desde el muro oriental, los
fuertes aullidos de los dos hombres lobo contaron el final de la
historia.
Todos los sonidos de combate cesaron.
—Los combatientes enemigos se neutralizaron con éxito,
teniente Young, —dijo Noah, sin expresión.
—Fan-jodido-tástico, sargento, —dijo el capitán Madison,
golpeando el hombro de Noah. —Lucas, verificas a tus hombres y
comienzas tu interrogatorio. Sacaré a uno de mis pelotones y
reconoceré el área.
196
—Gracias, Capitán—. Lucas asintió agradecido.
—¿Qué demonios estaba pasando antes? —Noah exigió cuando
Tim se había ido corriendo.
—Alguien me estaba poniendo de nervios, eso es todo—. Lucas
lo tranquilizó. —No estaba en peligro.
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—Eso no es lo que se sentía—. Los ojos de Noah eran azul
pálido, casi plateados, y parpadeaban peligrosamente.
—Déjalo ir, sargento, —ordenó Lucas, necesitando que Noah lo
dejara caer antes de que se le saliera de las manos.
Noah parecía querer discutir, pero la orden de Lucas fue
suficiente. Él se retiró.
Lucas se sobresaltó por dos lobos gigantes cuando pasaron a
toda velocidad. Sus grandes patas emitían sonidos atronadores en
la dura tierra. Como uno, dieron una vuelta, esta vez saltando a un
ritmo casual. Sus ojos brillaban de placer, y sus lenguas salían de
los lados de sus bocas. Lucas lo observó fascinado mientras lo
rodeaban a él y Noah varias veces antes de sentarse. Los lobos
tomaron posición, uno a cada lado de Noah y él, equidistantes.
Los lobos eran enormes. Noah era mucho más grande que
cualquiera de ellos, pero aún eran enormes.
—¿Y ahora qué? —Lucas le preguntó a Noah.
—Han completado su misión, así que solo necesitan que se les
diga que se les permite regresar, —respondió Noah. —Ambos son
jóvenes, y con la adrenalina en sus sistemas, no podrán cambiar de
inmediato.
—¿Nos pueden entender en forma de lobo? —Preguntó Lucas.
—Absolutamente—. Noah lo miró como si la respuesta hubiera
sido obvia.
—Buen trabajo, caballeros, —les dijo Lucas a los lobos. Le
divertía que ambos lo miraran directamente, con los oídos hacia
197
delante. Si era posible que los lobos se vieran complacidos con
ellos mismos, estos dos lo hicieron.
—Ordéneles que cambien de vuelta, señor, —dijo Noah.
Lucas levantó las cejas sorprendido.
—¿Yo?
07/2019
Noah sonrió.
—¿Por qué no?
Mirando de lobo a lobo, Lucas dijo:
—Su misión está completa, caballeros. Es hora de cambiar.
Los dos hombres lobo se fueron corriendo en la dirección de
donde habían venido.
—Todavía tardarán varios minutos en calmarse, pero deben
estar cerca de sus uniformes cuando finalmente cambien, —
explicó Noah.
Lucas se rió entre dientes.
—Eso tiene sentido. —Suspiró pesadamente. —Está bien,
sargento, vamos a rodear el pelotón y hacer un informe. Quiero
que todos los informes de acción estén listos después de la
mañana.
—Sí, señor—. Noah giró sobre sus talones y abrió el camino.
Lucas miró por encima del hombro. Stanley no estaba a la vista.
Esperaba que los eventos de antes fueran olvidados por mucho
tiempo en el placer de su victoria en combate.

198

07/2019
Capítulo Nueve

Cuerpo de Marines de los Estados Unidos Combat Post


Toscano
Provincia de Ghowr, Afganistán
199
Eran las setecientas horas, y Lucas estaba perdiendo al resto del
batallón en solo una hora. Estaban programados para su partida a
las ochocientas horas, y Lucas lo temía.
Había estado levantado desde las cero cinco, escribiendo su
informe posterior a la acción y compilando los de su pelotón. Los
07/2019
había enviado por correo electrónico al Capitán Stanley justo
cuando Vince había aparecido para arrastrar su lamentable
trasero al comedor para el desayuno.
Los dos seguían discutiendo los deberes del día mientras salían
del comedor.
—¡Teniente Young!
Lucas se giró bruscamente al oír su nombre gritado en un tono
de enojo. Vince se detuvo a su lado. Contra ellos estaban el capitán
Stanley y el sargento primero Ayala.
—¿Sí, señor? —El corazón de Lucas saltó directo a su garganta.
Las expresiones de ambos hombres eran atronadoras.
—Teniente Young, le estoy informando de mi intención de
imponerle un Castigo No Judicial por su mala conducta durante el
asedio de Combat Post de ayer, —dijo Stanley con gran formalidad.
Ayala parecía estar escondiendo una sonrisa.
—Le ruego me perdone, señor; no lo entiendo—. Lucas
sospechaba que sabía de qué se trataba, pero todavía estaba
sorprendido de que el capitán lo llevara tan lejos. —Tomamos un
poco de fuego enemigo, que mi pelotón neutralizó rápida y
eficientemente. No hubo asedio.
—Esta es precisamente la actitud que lo metió en problemas en
primer lugar, Teniente, —dijo Ayala. En realidad, estaba hablando
con Lucas como si fueran de igual rango, y se irritó. —Te están
informando de tu comportamiento inapropiado y estás
discutiendo con tu oficial al mando.
200
—¿Qué, precisamente, fue lo que hice en eso para las autoridades
de NJP, capitán? —Lucas luchó por mantener su voz baja.
Captó un ligero movimiento, justo por encima del hombro de
Ayala. La breve llamarada de enojo y aliento le dijo que era Noah.
Probablemente estaba respondiendo a la ira y la angustia de Lucas.
07/2019
Lucas no se atrevió a mirarlo.
Stanley estaba de cara roja.
—Ayer, durante el asedio, le ordené que tomaras un curso
específico de acción. Usted rechazó esa orden. Como resultado, lo
estoy acusando de insubordinación y negligencia en el
cumplimiento del deber. Recibirá una reducción en el rango y el
pago, además de perder los salarios de un mes.
La rabia estalló acaloradamente en el pecho de Lucas. Sabía que
era suya, pero la indignación de Noah también flotaba en el fondo.
Por el rabillo del ojo, Lucas vio acercarse a Madison y comenzar
una conversación con Noah.
Lucas volvió a centrarse en el comandante de su compañía. En
primer lugar, el hombre era NJP por ignorar una orden ilegal.
Segundo, eludía todo protocolo legal para el manejo de la
disciplina. Él y Ayala aparentemente pensaron que Lucas era
estúpido y no se defendería.
—Antes de imponer un castigo, debe proporcionar su
documentación de evidencia, —respondió Lucas. —Debe
informarme de mis derechos, lo que no ha hecho. También tengo
derecho a una audiencia antes de que se imponga el castigo, señor.
Stanley lo miró boquiabierto. La cara de Ayala ahora estaba roja
brillante también.
—Voy a esperar la notificación de cuándo mi audiencia está
programada, Capitán. Ahora, si me disculpan, tengo trabajo que
201
hacer. —Lucas caminó alrededor de ambos hombres, Vince justo
en sus seis. Apenas logró mantenerse a raya mientras caminaba
lentamente hacia donde Noah y Tim habían visto cómo se
desarrollaba todo el drama.
—¿Qué diablos está pasando, Lucas? —Noah exigió, su voz baja
07/2019
y enojada.
—Eso es lo que me gustaría saber, —respondió Vince. —El
capitán irá a NJP al Teniente por rechazar un pedido ayer.
—¿Estás bromeando? —Exigió Madison. —Esa no era una orden
que él tenía la autoridad para dar. No puedes ser disciplinado por
rechazarlo.
—Este es el 'nada' que te pregunté ayer, ¿no? —Preguntó Noah.
—Pensé que no era nada en ese momento, —respondió Lucas.
Vince intervino.
—Trató de imponer un castigo sin una audiencia.
—Cristo—. Madison puso los ojos en blanco. —Este tipo no está
en condiciones de mandarlos a los dos. Escúchame, Lucas. Tienes
que hablar con el teniente coronel Santos antes de que el batallón
se retire.
Lucas negó enfáticamente con la cabeza.
—No voy a agravar esto violando la cadena de mando. Me
ocuparé de ello en la audiencia.
—Lo que será una cancha de canguro sin que alguien intervenga,
—dijo Noah.
—Ustedes dos son demasiado valiosos para el Cuerpo para que
puedan dejarlos al mando de alguien tan inepto como Stanley, —
insistió Tim. —Tienes que decirle a Santos lo que está pasando. No
lo digas por ti siendo NJP'd. —Enfatiza el hecho de que se te
ordenó forzar al Verdadero Alfa a llamar a la Manada para que
puedan usarse como carne de cañón.
202
Un escalofrío recorrió la columna vertebral de Lucas mientras
pensaba en Noah, herido o muerto en combate. Sería condenado si
iba a dejar que eso sucediera. Sus trabajos eran bastante
peligrosos; Lucas no iba a permitir que el comandante de su
compañía lo hiciera aún más.
07/2019
—¿Qué puede hacer el teniente coronel? —Vince preguntó de
repente. —¿No será simplemente la palabra del Teniente contra el
capitán?
—No, no lo hará. —Tim respondió, sonriendo como un tiburón.
—Yo estuve ahí.
—Bueno, gracias a Cristo por eso, —suspiró Vince.
—Más importante aún, Noah y Lucas van a formar un frente
unido, —continuó Madison.
—Ya estamos, —respondió Noah con firmeza.
El estómago de Lucas se apretó agradablemente.
—¿Qué tiene que ver el Sargento Hammond con esto?
—Ustedes dos le dirán a Santos que Stanley es una amenaza
para toda la Manada, así como para ustedes dos y su pareja, —
explicó Tim.
—¿Por qué funcionaría eso? —Lucas exigió.
—Solo confía en mí—. Madison casi suplicó. —Tienes que llegar
al teniente coronel ahora. Antes de que el batallón se retire. Noah y
yo te apoyamos, pero tienes que ser el que nos lleve a Santos.
Tienes algo que él necesita, Lucas. No lo olvides. Usa lo que sea que
necesites entre Hammond y tú para tu ventaja.
Lucas respiró hondo mientras consideraba las palabras de Tim.
Miró a Noah y lo encontró mirando a Lucas. Sabía que Noah
apoyaría su juego. Cuando se enfocó, Lucas también pudo decir
que Noah quería que él hiciera esto. Estaba tan convencido como
Madison de que esta era la decisión correcta.
203
—Vince, hazte escaso, —ordenó Lucas, queriendo que el
artillero estuviera fuera de la línea de fuego si esto iba por el
camino equivocado.
—Sí, señor—. Vince se alejó a propósito.
Lucas condujo a Noah y Tim al edificio principal. Las oficinas en
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las que se estaba desocupando el batallón estaban llenas de
actividad ya que todos se preparaban para retirarse en menos de
treinta micros. Se acercó al teniente segundo que estaba
funcionando como asistente administrativo del teniente coronel.
—Por favor, dígale al teniente coronel Santos que el teniente
Young necesita hablar con él antes de que se vaya, —dijo Lucas.
—No hay tiempo, teniente. Nos retiramos en menos de treinta,
—respondió el joven oficial.
—Soy consciente de eso, —Lucas logró mantener su voz firme.
—No estaría aquí si no fuera urgente. Por favor, avísale que estoy
aquí en el negocio de la manada.
El teniente parecía inseguro. Evitarlo era obviamente la
prioridad, pero lo que Tim había dicho acerca de la importancia de
la manada de hombres lobo parecía estar dándose cuenta.
—Un momento, señor—. El segundo teniente se metió
rápidamente en la pequeña oficina del teniente coronel.
Santos apareció en la puerta casi de inmediato y saludó a Lucas y
a los demás dentro.
—¿Pasa algo malo, teniente? —Preguntó impacientemente.
—Muy malo, teniente coronel, señor, —respondió Lucas con
firmeza. —Me temo que el comandante de mi compañía va a matar
al sargento Hammond y a los otros hombres lobo.
Los ojos de Santos se estrecharon.
—Esa es una acusación muy grave, teniente. Confío en que
204
tengas algo que lo respalde.
—Ayer, mientras estábamos disparando al enemigo, el capitán
Stanley me ordenó que pidiera al sargento Hammond que llamara
a la Manada para neutralizar la situación, —respondió Lucas de
manera sucinta. —El sargento Hammond ya tenía dos hombres
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lobo en coordinación con artilleros de armas pesadas cuando se
emitió esta orden. El fuego enemigo ya estaba disminuyendo.
—Obviamente no siguió esta orden, teniente, —dijo Santos.
—No lo hice, señor. Hacer eso habría violado la confianza entre
el sargento Hammond, su manada y yo. —Lucas hizo una pausa. —
Como resultado, hoy el capitán Stanley me informó que estaba
siendo víctima de la NJP por insubordinación y negligencia en el
cumplimiento del deber. Intentó imponer un castigo sin audiencia,
señor.
La mirada de Santos se dirigió a Noah y Tim.
—¿Ustedes dos fueron testigos de estos incidentes?
—Lo hice, teniente coronel, señor, —respondió Madison.
—¿Sargento Hammond? —Santos lo incitó.
—Durante el incidente mismo, la angustia del teniente Young fue
lo suficientemente fuerte como para distraerme de mis
obligaciones como Infante de Marina, señor, —fue la respuesta de
Noah.
La mandíbula de Santos se apretó.
—Teniente Keller, —llamó en voz alta. Cuando su asistente
entró en la oficina, dijo: —Haga que el capitán Stanley se presente,
de inmediato—. El asistente salió de su tarea y el teniente coronel
se volvió hacia Tim. —Capitán Madison, ¿cómo encuentra el
alojamiento aquí en el cuartel?
Tim parecía tan confundido como se sentía Lucas.
—Son adecuados, señor. Pero yo soy un marine. Yo hago lo que
205
haya que hacer.
—Teniente Young, —se enfrentó a Lucas con Santos, —¿ha
ayudado el capitán Madison a proporcionar información e
instrucciones para ser comandante de pelotón de una manada de
hombres lobo?
07/2019
—Lo ha hecho, señor. Inmensamente así, —contestó Lucas. —
Sentiré perderlo cuando el batallón se retire.
—Tal vez no tengas que hacerlo, —respondió Santos
enigmáticamente.
Stanley y Ayala aparecieron en la puerta.
—¿Pidió verme, señor?—. Los ojos del capitán recorrieron la
habitación y luego volvieron al teniente coronel. El primer
sargento se veía nervioso.
—Teniente Young, ¿estuvo presente el sargento primero Ayala
durante el incidente de ayer? —Preguntó Santos.
Lucas mantuvo sus ojos en el teniente coronel, sin atreverse a
mirar a Stanley.
—No, señor, solo el capitán Madison.
—Ayala, estás despedido, —ordenó Santos.
Tanto Stanley como Ayala parecían querer discutir antes de
darse cuenta de a quién se dirigían. Ayala se fue en silencio.
—Capitán Stanley, ¿niega haber ordenado al teniente Young que
obligara al sargento Hammond a cambiar toda su Manada? —
Exigió Santos.
—No, señor—. Stanley no parecía del todo seguro.
—Es consciente de que la orden a una manada completa para
cambiar en una situación en la que los recursos humanos son
adecuados para lidiar con eso es una violación de la USCMJ9,
¿correcto? —Preguntó el teniente coronel.
206
El capitán parecía nervioso.
—Teniente Coronel, el puesto de combate estaba bajo asedio.
La expresión de Santos se oscureció.
—Capitán, si esa escaramuza fue su idea de un asedio, no podrá
manejar uno real cuando finalmente llegue.
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Este pronunciamiento dejó a Stanley viéndose aturdido y
confundido.
El teniente coronel Santos se volvió hacia Tim.
—Capitán Madison, sé que ha establecido una sólida relación
con Echo Company, pero necesito que se haga cargo de Fox. Tienes
el mayor conocimiento y entrenamiento sobre los hombres lobo.
El teniente Young te necesita como recurso.
—Sí, señor. —Tim respondió.
Lucas se quedó sin habla. Había anticipado que él y la manada
serían reasignados fuera de Fox. No había anticipado que Tim
fuera arrancado de su orden.
—Sargento Hammond, —dijo Santos. —¿Apruebas que el
Capitán Madison tome el mando de la Compañía Fox?
9
USCMJ - United States Code of Military Justice - UCMJ - Código de Justicia Militar de
los Estados Unidos
—Lo hago, señor, —respondió Noah fácilmente. —Él es útil para
el teniente y no le causa ninguna angustia que distraiga a los lobos
de sus deberes. Es un marine sólido, señor, y un buen oficial.
Lucas sabía que esos dos últimos halagos eran el mayor elogio
que Noah jamás ofrecería.
Santos se volvió hacia Stanley.
—Usted y yo, Capitán, vamos a tener una larga conversación
sobre la implementación del castigo sin el proceso adecuado.
Caballeros, —les dijo a los tres. —Está despedido.
Los pies de Lucas no querían moverse. Tim lo agarró del brazo y
207
casi lo arrastró de la oficina de Santos. No soltó a Lucas hasta que
estuvieron nuevamente afuera.
—Lo siento por esto, Tim, —dijo Lucas bruscamente.
Con un movimiento de su cabeza, Madison respondió:
—No lo hagas. Es lo mejor. Ahora, ustedes dos necesitan
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ponerme al día en la operación de Toscano antes del próximo
asedio.
Lucas resopló.
Noah se rió entre dientes.
—¿Quieres conocer a tus nuevos hombres lobo, señor?
—Guíe el camino, sargento, —dijo Madison con una sonrisa, y su
mano se extendió para que Noah lo precediera.
Capítulo Diez

Lucas miró alrededor de la placa de metal en la ventana de su


Humvee. El paisaje era hermoso, pero Lucas estaba cansado de no
poder sentir sus dedos de manos y pies. Envidiaba a Noah su
temperatura corporal superior.
208
Faltaban dos semanas para la próxima luna llena. Dos semanas
más hasta que Lucas pudo sentir el calor de Noah, oler su aroma,
tocar y probar su piel. Suspiró pesadamente.
—¿Todo bien, señor? —Preguntó el cabo Hubbard.
—Bien, cabo, —le aseguró Lucas. —Estarás de acuerdo en que el
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deber de escolta es un trabajo aburrido.
—Hasta que ya no está, —dijo Hubbard con una sonrisa. —Debe
admitir que es emocionante estar en la mierda, señor.
Lucas se rió en acuerdo.
Un grupo mixto de marines de Fox-two y Fox-three escoltaban
varios camiones de suministros. Los conductores eran civiles, pero
de todos modos una raza dura. Aun así, como civiles, conducían
desarmados. Un Infante de Marina montaba en la cabina con cada
conductor, los camiones emparedados entre una cadena de
Humvees.
Fueron veinticinco kilómetros desde Combat Post Toscano hasta
Combat Post Barbosa, donde entregarían el servicio de escolta a
un pelotón con la compañía Golf. Ellos estaban actualmente en
click veinte. El día había transcurrido sin incidentes, pero Lucas
estaba decidido a no dejar que eso lo calmara en la complacencia.
Cuando la comunicación se activó, el estado de alerta de Lucas se
disparó. Sin embargo, lo único que escuchó fue a Noah jurando:
—¡Mierda! —Justo antes de que el infierno se desatara.
Una explosión sonó cerca de la parte delantera del convoy. El
caos estalló en las comunicaciones cuando los marines intentaron
identificar la fuente y el objetivo. Una segunda explosión sacudió el
convoy por detrás. Lucas entendió la intención: destruir los
camiones en la parte delantera y trasera del convoy, bloqueando
ambas rutas de escape.
—Fox-two, todos fuera de los Rangers, —dijo Lucas en su
209
micrófono incrustado. —¡Salgan de los vehículos ahora!
A su alrededor, los disparos estallaron cuando los marines
tomaron fuego enemigo y lo devolvieron. Escuchó la charla de
radio, con la esperanza de determinar quién había sido golpeado y
si había víctimas.
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Cuando Lucas se lanzó por la puerta de su Humvee y se apresuró
a cubrirse por el otro lado, el miedo se arrastró por sus entrañas
como un ser vivo. Noah había estado montando en un Humvee en
el frente del convoy. Había hecho esa transmisión de radio rota.
Lucas trató de sentir a Noah y se sintió aliviado al sentir el
enfoque y la determinación. Lo rechazó con pensamientos de
aliento, confiando en que Noah se daría cuenta de que Lucas
estaba bien.
Hubbard y Catinella devolvieron el fuego sobre el capó del
Humvee, Grant sirvió la calibre .50 Lucas disparó contra la
retaguardia del ranger. Fueron difíciles de escuchar sobre el
rugido de los disparos, pero finalmente logró distinguir a algunos
de sus marines pidiendo ayuda.
—Echo-seven-mike; Fox-two, —dijo Lucas a la radio.
—Echo-seven-mike, ve, —respondió Vince, gritando por encima
de los disparos.
—Estoy enviando a Hammond hacia adelante para asegurar el
vehículo incapacitado. Nos encargaremos de la parte trasera.
Necesito que llames a los pájaros del FOB.
—Confirmado Señor.
—Echo-five-hotel, Fox-two, —Lucas llamó a Noah.
—Fox-two, me estoy dirigiendo hacia el incapacitado Humvee.
Le informaré sobre las bajas. —La voz de Noah era tranquila y
firme, los disparos en el fondo eran la única pista de que estaba en
210
medio de una situación de combate. Era partes iguales frustrantes
y tranquilizadoras.
—Copiado, —respondió Lucas. Tenía fe en que sus hombres
harían bien su trabajo. Ahora necesitaba llegar a ese Humvee
incapacitado y ayudar a sus Infantes de Marina heridos.
07/2019
—Cabo Hubbard, —gritó Lucas sobre el tiroteo, —estás
conmigo.
Hubbard se apresuró a arrodillarse junto a Lucas detrás del
neumático trasero del Humvee.
—¿Qué es lo que necesita, Teniente?
—¿Puedes decir si todos lograron salir del Humvee dañado
detrás de nosotros? —Gritó Lucas.
Hubbard inclinó la cabeza para poder escuchar sin interferencia
de su Kevlar. Varios momentos después inclinó la cara, con los ojos
cerrados, en la misma dirección.
—Demasiada interferencia para estar seguro, pero diría que no,
no todos lo lograron, señor. Incluso si lo hicieran, alguien está muy
mal herido como para cubrirse.
—Entendido—. Era como Lucas había temido. —En mi marca,
vamos a llegar al Humvee inmediatamente detrás de nosotros y
luego al camión de suministros. Después de eso, iremos al Humvee
incapacitado y ayudaremos a los heridos.
—Catinella y yo deberíamos ser las que debemos ir, Teniente, —
respondió Hubbard.
Lucas negó con la cabeza.
—Tengo que evaluar la situación para emitir más pedidos.
—Copia sólida, señor—. Hubbard todavía parecía reacio a que
Lucas se fuera. —¿Qué pasa con el vehículo incapacitado en la
parte delantera del convoy?
—Eso es de Noah, —se contuvo Lucas, —la responsabilidad del
211
sargento Hammond es asegurarlo.
—Entendido. ¿Teniente, señor? —Hubbard hizo la última
pregunta.
Lucas miró hacia atrás interrogativamente.
—Si te lastimas, o peor, Noah me va a castigar. ¿Podrías intentar
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no lastimarte? Señor. —Su expresión era ansiosa e implorante.
—Ese es el plan—. Lucas se volvió hacia el Humvee
directamente detrás de ellos. —En mi marca, cabo. Listos... vamos.
Juntos se cubrieron bajo fuego pesado, AK-47 rodeando a su
alrededor, levantando columnas de tierra y polvo. Corrieron
agachados hacia el Humvee directamente detrás del suyo,
cubriéndose detrás del neumático delantero.
El artillero estaba en la torreta, disparando granada tras
granada. Tres marines devolvieron el fuego con sus M16, usando el
Humvee como cobertura. Un quinto marine estaba apoyado contra
el neumático trasero, sosteniendo una gasa en una herida
sangrante.
Este era uno del equipo de Fox-three, y Lucas no los conocía.
—¿Cómo te sientes, sargento?
—Estamos bien por ahora, teniente, —respondió el sargento
entre ráfagas de tres asaltos. —Los detendremos mientras recibes
ayuda.
Lucas lo agarró por el hombro brevemente y luego se arrastró
hasta el neumático trasero y al hombre herido.
—¿Aguantando ahí, marine? —Preguntó.
—Sí, señor, —respondió el joven. —Simplemente no puedo
sentir mi mano para sostener mi arma.
—No te preocupes por eso, —le aseguró Lucas. —Una vez que
descubra cuántos heridos tengo, los sacaré de aquí.
212
—Sí, señor—. Como era de esperar, el joven marine no parecía
contento con la idea de ser evacuado y perderse toda la diversión.
Hubbard tenía razón en los seis de Lucas cuando se lanzaron
hacia el camión de suministros. Ambos patinaron hasta detenerse
detrás del neumático delantero de gran tamaño. El Infante de
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Marina asignado para conducir estaba en su vientre, debajo del
camión, involucrando al enemigo en el tiroteo. El conductor civil
también estaba detrás del neumático delantero, acurrucado en su
Kevlar y su armadura, tal como le habían ordenado.
—¿Tienes esto, marine? —Gritó Lucas.
—¡Claro que sí, Teniente! —Gritó por encima de su hombro.
Lucas dio un golpe en la suela de la bota del hombre en
respuesta.
—¿Teniente? —Lucas se volvió hacia el conductor. —Tienes
marines heridos allá atrás.
—Voy en camino a evaluar la situación y sacarlos de allí, —le
informó Lucas.
—Tuvimos a un hombre que viajaba con nosotros, ¿no? —
Preguntó el conductor.
—Lo hicimos, —confirmó. —Pero tenemos que hacer que los
heridos cubran donde pueden ser evaluados y tratados de la
manera más segura posible.
—Creo que puedo ayudarte con eso, —dijo el hombre,
comenzando a arrastrarse hacia la parte trasera del camión.
Alcanzó con cuidado las puertas de carga, lanzándose de nuevo
bajo cubierta varias veces. Finalmente, empujó la puerta del fondo
para que quedara perpendicular al remolque. Abrió el cercano por
completo y se subió a la parte trasera del remolque. —Tráelos
aquí, y los arrastraré y entraré.
213
Lucas miró dentro del remolque y vio que la carga, una gran
cantidad de grandes cajas de madera, se había cargado de tal
manera que dejara espacio en el centro. Las propias cajas
prestaban una barrera adicional contra los disparos.
Asintiendo ante el conductor, Lucas dijo:
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—Siéntate, y te llevaremos a los heridos.
Ahora que estaba lo suficientemente cerca para ver al Humvee
dañado, Lucas estaba sorprendido de que alguien hubiera
sobrevivido. El vehículo estaba humeando, las llamas aún se veían
lamiendo el capó y debajo del chasis. Dos marines lo habían dejado
claro y se las habían arreglado para arrastrarse a pocos metros de
los restos. El artillero se desplomó en la torreta. Los dos Infantes
de Marina restantes eran visibles a través del parabrisas cubierto
de hollín, aún en los asientos traseros del Humvee.
—Primero vamos a poner a esos dos Marines a la seguridad—.
Lucas inclinó la cabeza para indicar las figuras tendidas y
tumbadas en la distancia.
—Teniente, puedo llevarlos a ambos yo solo... —comenzó
Hubbard.
—En mi marca, cabo, —ordenó Lucas.
Sin más discusión, Hubbard siguió a Lucas hacia los Infantes de
Marina heridos. Se arrodillaron e inmediatamente evaluaron las
lesiones. Ambos hombres estaban inconscientes, sangrientos y
quemados. Al menos estaban vivos.
Sin esfuerzo, Hubbard lanzó a un Marine por encima del hombro
y se dirigió hacia la parte trasera del camión de suministros. Lucas
apretó el cuello del chaleco blindado del segundo hombre y
comenzó a arrastrarlo en la misma dirección. Estaba a medio
camino del camión uando Hubbard regresó a él y lanzó al
inconsciente Marine por encima del hombro.
214
Sin desanimarse, Lucas volvió al Humvee humeante. Llegó a la
puerta trasera del pasajero y la abrió de golpe, sintiendo el calor
incluso a través del grueso material de su guante. Rápidamente
subió al marine más cercano sobre su hombro. Cuando se volvió,
Hubbard estaba allí.
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—Saca al artillero de la torreta, —ordenó. La mayor fortaleza del
cabo lo haría más fácil para él. Lucas no esperó una respuesta, sino
que regresó al camión con su carga.
Cuando llegó a las puertas traseras, el conductor estaba allí para
ayudar a los Marine a subir al remolque. Lucas se cubrió por un
momento, ajustando su equipo y recuperando el aliento.
Se puso de pie para regresar al Humvee y vio a Hubbard, con el
artillero colgado sobre su hombro.
—Teniente, quédese a cubierto, —gritó el cabo. —No puedes
ayudar a nadie más.
Lucas estaba a punto de discutir cuando captó el significado de
Hubbard. Se hundió en cuclillas, deseando recuperar el cuerpo del
marine muerto, pero sabiendo que Hubbard tenía razón. Ya habría
tiempo para eso cuando terminara el tiroteo.
—Echo-seven-mike; Fox-two, —llamó Lucas a la radio.
—Ve por Echo-seven-mike, —respondió Vince.
—Tengo cinco heridos de vuelta aquí, —informó. —Están
asegurados en el remolque del camión de suministro. ¿Cuál es tu
situación?
—HM3 Evans está volviendo a tu ubicación, —respondió Vince.
—Hammond no encontró sobrevivientes.
Mierda. Lucas se pasó una mano por la cara con frustración.
—Entendido. Convocatoria de evacuación de los heridos. ¿Cuál
es el estado de las cañoneras?
—En ruta desde el FOB, tres micros fuera. Golf también tiene un
215
pelotón en camino. Están a veinte micros.
El oficial de la Armada apareció y saltó a la parte trasera del
camión casi en el mismo momento en que Lucas escuchó el ruido
de los rotores de los helicópteros que se dirigían hacia el frente.
Dos Yankees, helicópteros Bell UH-1Y Venom10, rugieron en lo
07/2019
alto. Cada uno lanzó un par de cohetes Hydra-70 en las posiciones
enemigas atrincheradas. Dando vueltas para su segunda carrera,
las ametralladoras calibre.50 y las 7.62 ametralladoras Gatling se
abrieron y atacaron la misma área.
En tierra, los Infantes de Marina continuaron manteniendo su
propio fuego. El resultado fue ensordecedor pero efectivo. En solo
unos minutos, todo el fuego del arma enemigo cesó.
Lucas escuchó las comunicaciones mientras Noah enviaba a un
equipo para asegurar las posiciones del enemigo y verificar si
había sobrevivientes. Observó a los Yankees colocados en el

10
El Bell UH-1Y Venom (también llamado Super Huey) es un helicóptero utilitario de
tamaño mediano y doble motor, construido por Bell Helicopter bajo el programa de
actualización H-1 del Cuerpo de Marines de los Estados Unidos. Uno de los últimos
miembros de la numerosa familia Huey, el UH-1Y también se llama "Yankee", basado en la
pronunciación del alfabeto fonético de la OTAN de su variante letra.
campo detrás de ellos, a varios cientos de metros de distancia. Se
puso de pie y comenzó a caminar hacia los helicópteros.
Echando un vistazo, Lucas vio que tanto Vince como Noah salían
para reunirse con él. Ahora que las cosas se estaban calmando,
podía sentir la confusión de Noah. Su expresión era tan plácida
como siempre, pero no era capaz de enmascarar la ansiedad que
sentía. Noah no lo miraba, pero cuando se acercó, Lucas pudo ver
que sus ojos pertenecían a un lobo y estaban brillando plateados.
El jefe de equipo de uno de los helicópteros salió para
saludarlos. Le habló directamente a Lucas, pero sus ojos se
216
lanzaron repetidamente hacia Noah. Lucas se preguntó cuánta
exposición a los hombres lobo tenía el jefe. Por otra parte, incluso
Lucas estaba ligeramente desconcertado por el ritmo agitado de
Noah.
—Tenemos doce literas, teniente. ¿Cuántos heridos tienes? —
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Preguntó el Jefe.
—Cinco heridos, seis muertos, —respondió Lucas.
—Podemos tomarlos todos por usted, señor, —dijo el Jefe, sus
ojos nuevamente siguieron a Noah mientras caminaba
directamente detrás de Lucas.
Cuando Lucas se dirigió hacia su Humvee, llamó por radio a HM3
Evans para coordinar la carga de los Yankees. Noah estaba en sus
seis, la ansiedad y la agitación casi palpables. Lucas mantuvo su
respiración firme, silenciosamente diciéndole a Noah que todo
estaba bien, que estaba bien, que había terminado.
Noah pareció calmarse un poco, pero se negó a dejar a Lucas.
Los otros hombres lobo obviamente estaban manteniendo su
distancia. Lucas trató de no dejar que eso le preocupara. Tenía que
confiar en que Noah no iba a darle ningún problema.
Cuando los Yankees despegaron con todas sus bajas, el pelotón
de Barbosa, Golf-tres, se recuperó de su posición. Lucas retrocedió
y observó, a Noah un cifrado silencioso en su espalda, mientras los
Infantes de Marina frescos empujaban a los Humvees en ruinas
fuera de la carretera y los retiraban.
Noah caminó con Lucas todo el camino de regreso a su Humvee,
cerrando la puerta cuando Lucas estaba sentado. Sin una palabra,
Noah se volvió y regresó a su propio ranger.
A su lado, el cabo Hubbard lanzó un audible suspiro de alivio.
—¿Hay algo que deba saber sobre el sargento Hammond? —
217
Preguntó Lucas.
—Solo está teniendo problemas para controlar a su lobo, —
respondió Hubbard. —Él se ha levantado del combate, además de
estar preocupado por la seguridad de su dominante.
Probablemente tiene más adrenalina que sangre en su sistema, en
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este momento.
—¿Cómo suelen lidiar con eso? —Si Hubbard estaba dispuesto a
hablar, Lucas iba a calmar su curiosidad.
—Cambian y van a correr, señor. —Hubbard respondió mientras
encendía el Humvee. —Ya que esa no es una opción en este
momento, solo necesita tener algún contacto con su dominante.
—Lo que tampoco es una opción en este momento, —señaló
Lucas.
El convoy rodó en Combat Post Barbosa. Lucas inmediatamente
salió del Humvee. Se despojó de su Kevlar y su armadura y luego
recuperó el teléfono satelital de debajo de su asiento.
Lucas se abrió camino a través de los Humvees, verificando que
el resto de sus hombres estaban ilesos y que estaban haciendo
todo lo bien que se podía esperar bajo las circunstancias. El plan
era reabastecerse de combustible aquí en Barbosa para el viaje de
regreso a Toscano.
Satisfecho de que su pelotón estuviera de vuelta en la carretera
en poco tiempo, Lucas encontró un lugar tranquilo en el otro lado
de un camión de armas cubierto de lona, donde la mayor parte del
ruido en el complejo estaba bloqueado. Vince lo siguió, la
preocupación claramente grabada en sus rasgos.
—Estoy bien, artillero, —dijo.
—Estás cuidando a los marines y los hombres lobo, Teniente, —
respondió Vince. —Alguien tiene que cuidar de ti.
218
Levantó su teléfono satelital.
—Sólo voy a llamar al capitán Madison, a darle la situación
actual y ver si tiene información sobre nuestros heridos.
Lucas marcó el teléfono que fue contestado rápidamente en el
otro extremo. Lucas imaginó que Madison había estado esperando
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la llamada.
—¿Cómo te sientes, Lucas? —Tim preguntó.
—Estoy genial, ahora que el tiroteo ha terminado, —confesó.
Madison se rió entre dientes.
—¿Cuál es tu actual veinte?
—Estamos reabasteciéndonos de combustible en Barbosa, y
luego seremos RTB. ¿Alguna noticia sobre los hombres que
evacuamos? —Preguntó Lucas.
—Todos están a bordo de un barco hospital en el Golfo y
deberían recuperarse, —respondió Tim. —No todos volverán al
servicio activo, pero deberían vivir.
—Eso es bueno, señor. —Lucas se recostó contra el camión y
cerró los ojos, repentinamente cansado. —Voy a escribir cartas de
condolencia a las familias de los hombres que no vinieron cuando
regrese.
—Puedo hacer eso, Lucas, —dijo Tim.
—No, el convoy estaba bajo mi mando. Es mi responsabilidad—.
Lucas no eludiría este deber, no importa lo difícil que fuera.
Tim suspiró.
—De acuerdo, alimenta a tus Humvees y lleva a tus hombres a
casa, Lucas. Dejaremos una luz encendida y mantendremos
caliente la comida.
Lucas terminó la llamada, suspiró pesadamente y apoyó la
cabeza contra el camión detrás de él. Fue entonces cuando vio a
Noah. Él, también, había derramado su Kevlar y su armadura. Se
219
paró varios metros detrás de Vince, mirando a Lucas con ojos de
lobo plateados, con las manos fuertemente apretadas a los
costados.
Vince siguió la mirada de Lucas. Cuando vio a Noah,
visiblemente agitado, se volvió para mirarlo, poniéndose entre
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Noah y Lucas. Admiraba las pelotas y la lealtad de Vince, pero no
era rival para Noah.
—¿Puedo hablar con usted, teniente? —Noah pronunció
cuidadosamente cada palabra, su voz sonó peligrosa y grave. Algo
sobre la forma en que estaba hablando era un poco extraño.
La excitación se disparó a través de Lucas cuando se dio cuenta
de la causa. Los colmillos de Noah se mostraban.
Vince también los vio. Dio un paso en dirección a Noah.
—Usted necesita retirarse, sargento, —ordenó.
Con los ojos sin dejar a Lucas, los labios de Noah se curvaron en
un gruñido, un gruñido bajo que emanaba de su garganta.
—Lucas, —dijo en voz baja, pero con firmeza.
—Está bien, Vince, —dijo Lucas, sosteniendo la mirada de Noah.
—Nunca estoy en peligro por el sargento Hammond. Esto es un
negocio de Manada, no un negocio del Cuerpo. Danos un minuto,
por favor.
Vince vaciló.
—¿Estás seguro, Lucas?
Lucas lo estaba.
—Absolutamente. Esa es una reacción de estrés de combate. Yo
no soy la causa; soy la solución.
El marco entero de Vince se relajó cuando la realización le llegó.
—¿Debo hacer interferencias para que tengas algo de
privacidad?
220
Él asintió.
—Por favor. Los shifters no deberían acercarse a esta área, así
que solo a los humanos deberan cuidarse.
Cuando Vince se volvió para irse, Lucas le entregó el teléfono
satelital. En el momento en que Vince se perdió de vista, Noah se
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abalanzó.
Moviéndose casi demasiado rápido para que Lucas lo viera,
Noah golpeó su cuerpo contra el de Lucas, presionándolo con
fuerza contra el costado del camión. Las muñecas de Lucas estaban
atrapadas sobre su cabeza en un agarre de hierro. Noah las
sostuvo allí con una mano grande, mientras que él usó la otra para
alcanzar la lana de Lucas.
Lucas se sacudió como si hubiera estado sorprendido. La mano
de Noah estaba caliente y áspera, ya que le rozó las costillas hasta
el pecho. Noah enterró su cara en el lado del cuello de Lucas, su
aliento se llenó de jadeos calientes contra la piel de Lucas. La polla
de Lucas ya estaba completamente dura, empujando contra la
parte delantera de sus pantalones. Se obligó a relajarse, a
mantener sus caderas inmóviles, a pesar de querer chocar contra
la cadera de Noah. Instintivamente, sabía que se trataba de
consuelo y no de sexo para Noah.
Lucas disfrutó la sensación de la mano de Noah recorriendo la
piel de su vientre y espalda. Mantuvo su cabeza inclinada hacia
atrás, mostrando su garganta a Noah, mostrando tanto su
confianza como su comprensión.
Un estremecimiento sacudió a Lucas cuando Noah lamió la
longitud de su cuello con la parte plana de su lengua. Los dientes
de Noah rozaron el punto del pulso en la garganta de Lucas. La
polla de Lucas se contrajo violentamente de miedo y excitación al
221
sentir los afilados colmillos de Noah contra su carne vulnerable.
—¿Por qué diablos te pusiste en peligro? —Noah gruñó
mientras mordía la mandíbula de Lucas. —¿Por qué no enviaste a
Chandler con Hubbard?
Noah se movió para poder acariciar el lado opuesto del cuello de
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Lucas. Presionó su nariz detrás de la oreja de Lucas e inhaló
profundamente. Su aliento estaba caliente contra la concha de la
oreja de Lucas cuando exhaló.
—Podría saborear tu miedo en mi lengua, —susurró Noah,
arrastrando sus colmillos por la garganta de Lucas. —Tenías
miedo por tus hombres, pero también por ti mismo. Tu enfoque y
determinación eran como el acero. Eran todo lo que me impedía
moverme y correr para encontrarte.
Se había esforzado tanto para proteger a Noah de todo eso,
sabiendo que tenía sus propias tareas y sus propias emociones con
las que lidiar. Su corazón se hundió al saber que había fallado tan
miserablemente.
—Joder, desearía que pudiéramos bloquearnos uno al otro en
ese momento, pero los sentimientos son demasiado fuertes—. Las
palabras de Noah respondieron a la pregunta tácita de Lucas. —No
tienes idea de lo aliviado que estoy de que hayas pasado por eso,
está bien.
—Yo también me preocupé por ti, —Lucas se ahogaba.
Noah abrió la boca y apretó los dientes contra el tendón en el
cuello de Lucas. Lucas sabía que debería estar asustado como el
infierno. Un Verdadero Alfa hombre lobo demasiado forjado tenía
cuatro colmillos contra la carne vulnerable de su garganta, capaz
de destrozarlo sin ningún esfuerzo, y Lucas estaba jodidamente
excitado.
—Me encanta cómo hueles—. Noah respiró contra la oreja de
222
Lucas. —Me encanta cómo tu miedo se mezcla con tu excitación
cuando estoy cerca. Me encanta cómo vence tu excitación, y tu
aroma me rodea y me llena. —Los dientes de Noah se apoyaron
contra la garganta de Lucas de nuevo.
Lucas atrapó el final de un pensamiento. No es un pensamiento,
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en realidad, tanto como una emoción, una necesidad. Noah
necesitaba reclamarlo. Noah necesitaba tranquilizarse a sí mismo
de que Lucas estaba ileso y aún vivía, respirando a su Dominante.
Noah dolió con el dolor de la necesidad de marcar a Lucas.
No había nada que temer. Lucas sabía que, a pesar de la agudeza
de los colmillos de Noah y la fuerza de sus mandíbulas, no corría
ningún peligro. Noah moriría en lugar de lastimarlo. Lucas dudó
solo porque estaría marcado para que todo el mundo lo viera.
Pasaría los siguientes días con marcas de mordidas en el cuello y la
garganta.
A la mierda. El Cuerpo de Marines sabía que era Dominante para
un Verdadero Alfa hombre lobo, no había secretos aquí. Este era el
comportamiento normal de la Manada. A pesar de que era
humano, Lucas ahora era parte de la manada de Noah.
—Hazlo, —dijo, apenas por encima de un susurro. —Márcame,
Noah. Sigue. Lo necesitas.
Con un gruñido salvaje, Noah mordió el cuello de Lucas. Sus
dientes eran duros y afilados. Lucas gimió e inclinó la cabeza para
darle a Noah todo el acceso que necesitaba.
De repente, las manos de Lucas quedaron libres. Ambas de las de
Noah estaban debajo de su vellón, corriendo sobre su pecho y
estómago. El cuello y la garganta de Lucas picaron en los lugares
donde Noah lo mordió. Nunca fue lo suficientemente duro como
para romper la piel, pero fue suficiente para dejar marcas que
223
perduraran.
Las manos de Noah se detuvieron, y él levantó la cabeza de la
garganta de Lucas. El pecho de Lucas se agitó con cada respiración
entrecortada. Noah apretó sus frentes, su propia respiración
pesada se mezclaba con la de Lucas. Lucas se mantuvo muy quieto,
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luchando por no empujar sus caderas contra Noah. Esto no era
sobre sus necesidades.
Los ojos de Noah estaban cerrados. Lucas deseó haberlos
abierto; deseaba poder ver si finalmente eran azules de nuevo.
Deseaba poder decir lo que Noah estaba pensando. Lucas se
recordó a sí mismo que no podía dejar que eso importara.
—Nunca más, —susurró Noah.
—¿Qué? —Lucas luchó por entender.
—Nunca más vamos a viajar con tanta distancia entre
nosotros—. Noah se apartó y finalmente abrió los ojos. Eran de
color azul brillante. —Somos más fuertes juntos. Estamos más
seguros cuando estamos juntos.
Lucas casi no podía oírlo a través de la oleada de sangre en sus
oídos. Él entendió de manera innata precisamente lo que Noah
quería decir.
—De acuerdo. —La voz de Lucas sonaba cruda para sus propios
oídos.
Jadeó sorprendido cuando la boca de Noah se posó sobre la suya.
Noah se aprovechó, y pasó la lengua por los labios separados de
Lucas. El beso fue lento y cariñoso, tan diferente de los
desesperados que Lucas siempre parecía iniciar.
Sus labios se separaron con un sonido suave y húmedo.
—¿Por qué hiciste eso? —Lucas se sorprendió a sí mismo con
esa pregunta.
—¿Qué? ¿Besarte? —Noah parecía desconcertado.
224
—Pensé que los hombres lobo no se besaban.
—Nosotros no. Pero no eres un hombre lobo. Te gusta besar.
Lucas respiró hondo y luchó por calmar su voz.
—Necesitamos RTB.
Noah retrocedió, y Lucas se sintió helado.
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—Redondearé el pelotón para que podamos retirarnos.
Después de que Noah se fue, Lucas todavía sintió la picadura de
las mordidas en su cuello. Se metió en el viento helado, girando su
cara hacia él, esperando que el frío le quitara la erección.
Sería un largo viaje de regreso a la base.
Capítulo Once

El capitán Madison los estaba esperando en el complejo cuando


los Humvees se detuvieron en Toscano. Lucas se quitó la Kevlar y
la armadura cuando el capitán se le acercó. Estaba tan fatigado.
—Me alegra tenerte de vuelta, Lucas, —dijo Tim, dándole una
225
palmada en el hombro. —¿Algún problema en el viaje de regreso?
—No, señor—. Lucas se frotó los dedos sobre el cuero cabelludo
con agitación. —Fue duro pasar los restos de los Humvees
soplados, pero no hay signos de hostiles.
—Bien—. Tim inclinó su cabeza hacia el comedor. —Haz que
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alimenten a tus hombres y luego haz que los humanos comiencen
con sus informes posteriores a la acción. Les ayudará a procesar y
trabajar a través de su dolor.
Ese ya había sido el plan de Lucas.
—Sí, capitán. ¿Qué pasa con los hombres lobo?
—Ellos también necesitan comer, pero sus informes no se deben
esperar en otras veinticuatro horas.
—¿Por qué es eso? —Lucas estaba listo para defender a su
manada contra cualquier queja imaginaria que su capitán tenía.
Tim le entregó el grueso libro que Lucas no había notado que
estaba sosteniendo.
—Leí esto nuevamente, por razones obvias. Ahora es tu turno.
Lucas tomó el libro y leyó la portada: Supervisión avanzada y
comando de los hombres lobo de la Infantería de Marina.
—Es el texto de la clase de entrenamiento que Stanley debería
haberse asegurado de que asistieras, —explicó Tim. —Hice que mi
hermano lo recogiera de mi casa y me lo enviara.
El alivio de Lucas dio paso a la impaciencia mientras hojeaba las
páginas impresas. Incluso fue anotado en la secuencia de
comandos clara de Tim.
—Gracias, Capitán. No tienes idea de lo útil que será esto. Pero,
¿por qué los hombres lobo obtienen un pase de veinticuatro horas
en sus papeles?
Señalando el libro, Tim dijo:
226
—Acude al Post-It.
Lucas abrió el libro a la página que Tim le indicó. El encabezado
de la página decía
—Procedimientos para el post-combate con y sin bajas—. Hojeó
la página rápidamente, buscando el punto que Tim necesitaba que
07/2019
entendiera.
—La manada necesita cambiar por unas horas. Es la forma más
rápida de eliminar el exceso de adrenalina de sus sistemas, de lo
contrario podríamos tener algunas peleas menores en nuestras
manos. Debido a que hubo lesiones y muertes, necesitan
consolarse mutuamente y resolver su dolor.
—Eso tiene sentido—. Lucas cerró el libro. —¿Qué necesitamos
hacer?
—Ya he cambiado la lista de tareas en consecuencia. Los únicos
que necesitan cambiar son los que participaron en la batalla. —
Tim cruzó los brazos sobre su pecho mientras hablaba, mirando a
los marines que los rodeaban. —Haz que muevan sus petates a la
habitación donde duermen después de correr. Prepara la antesala
para ti y el sargento Hammond. Él debería saber cómo manejar el
resto.
El corazón de Lucas saltó y su polla se contrajo. Se dio una
patada mental. Esto era sobre Noah trabajando a través del estrés
y el dolor; no se trataba de que Lucas llegara a venirse de la mano
de Noah.
—Sí, señor, haré rodar la pelota ahora mismo.
Lucas apartó a Vince a un lado y le informó de llevar a los
hombres al comedor para una comida abundante. Vince se
aseguraría de que los informes posteriores a la acción fueran
completados y enviados por correo electrónico a Lucas, mientras
que el propio Lucas cuidaba a sus hombres lobo.
227
Cuando encontró a Noah, los hombres lobo que habían estado en
la batalla ya estaban reunidos a su alrededor. Bajó la cabeza y les
habló en voz baja. Sus ojos encontraron a Lucas de inmediato, y
alzó las cejas inquisitivamente.
—Lamento interrumpir, caballeros, —dijo Lucas mientras se
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acercaba. —Necesito hablar con el sargento Hammond sobre los
arreglos para que todos ustedes cambien esta noche.
—Diríjanse al comedor, chicos, —ordenó Noah. —Vengan a
buscarme después.
Cuando estaban solos, Lucas dijo:
—Después de comer, pídeles que muevan sus petates. Yo me
encargaré de nuestras cosas. ¿Hay algo especial que necesitarás?
¿Algún arreglo especial?
Noah pensó por un momento y luego sacudió la cabeza.
—No es que yo pueda pensar. Es bastante sencillo. Solo
necesitamos un espacio abierto en el complejo y un rincón privado
para desvestirnos y vestirnos.
—Me encargaré de eso—. Lucas miró alrededor del complejo, ya
formulando su plan. —¿Cuánto tiempo tomará esto, alguna idea?
Noah se pasó una mano por la barbilla y la mandíbula.
—Los cachorros más jóvenes tardarán más tiempo en estar
listos para regresar. Dada la edad y la inexperiencia de Chandler,
diría varias horas.
—Entendido—. Le dio una palmada a Noah en el brazo. —Ahora
ve a alimentarte.
Mientras Noah comía, Lucas movió sus petates a la antesala y
trató de no pensar en lo que podría pasar esa noche. A
continuación, hizo que varios Humvees se movieran para crear un
área abierta para que la manada jugara y disputara. Lucas recogió
el libro de texto que Tim le había dado a él y a su computadora
228
portátil, listo para mantenerse ocupado mientras vigilaba a su
manada.
—Esto no es como una carrera, Lucas, —la voz tranquila de
Noah sobresaltó a Lucas. —No necesitas ser Pie Sentinel.
—Puede que no necesite, pero quiero, —respondió. Lucas se le
07/2019
ocurrió algo de repente y se volvió para mirar a Noah. —
¿Preferirías que no lo hiciera?
—¡No! —Respondió Noah rápidamente. —Tienes otras
responsabilidades. Si puedes perder el tiempo, me gustaría que
estuvieras cerca.
Lucas no pudo evitar su sonrisa.
—Podré hacer algún trabajo al mismo tiempo. No te preocupes
Los miembros de la manada que habían estado antes en la
batalla emergieron de las habitaciones de los cuarteles.
—Los sacos de dormir se movieron, sargento, —dijo Hubbard.
—Estamos listos cuando tú lo estés.
Lucas les mostró la camioneta que podían usar para desvestirse.
El área que debían usar una vez que habían cambiado era más que
obvia. Con una última mirada a Noah, Lucas se volvió y caminó
hacia el improvisado espacio de trabajo que había establecido en
el perímetro.
El primer lobo en salir de la camioneta fue el atigrado ligero que
Lucas había descubierto que era el cabo Hubbard. El cabo
Chandler fue el siguiente, su abrigo era gris claro. El PFC Grant,
cubierto de plata oscura, saltó con un lobo de pelaje negro que
Lucas no conocía, ya que era parte de Fox-three.
Aparecieron un atigrado oscuro y un lobo de pelaje marrón.
Lucas estaba impaciente porque Noah emergiera. Finalmente, el
lobo blanco ártico gigante trotó en el claro, con los ojos brillantes
229
de color plateado y la lengua rosada colgando del lado de su boca
ancha.
Noah se acercó a Lucas, lo rodeó varias veces, presionando la
nariz a varias partes de su cuerpo. Pasó varios largos momentos
olfateando inexplicablemente la espalda baja de Lucas. Lucas se
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sorprendió de nuevo por el tamaño de Noah en esta forma. Al otro
lado del claro, dos lobos que habían estado luchando de repente se
metieron en una disputa. Noah cruzó la distancia hacia ellos en
tres zancadas fáciles, ladró, refunfuñó y gruñó. Los lobos más
pequeños se separaron, con la cabeza baja y las colas metidas.
Aparentemente satisfecho, Noah se volvió y trotó hacia Lucas,
dándole una vuelta en círculo antes de sentarse a su lado. Lucas
cruzó los brazos sobre el pecho y se quedó mirando a los
gigantescos lobos que se rozan entre sí. Se cepillaron las mejillas y
los costados, mordisqueando orejas y narices, largas y rosadas
lenguas lamiendo hocicos.
Era una escena de fácil cariño y consuelo. Lucas se dio cuenta de
que su propia mano estaba enterrada en el pelaje espeso y blanco
del cuello de Noah mientras raspaba distraídamente la piel de
debajo. Lucas rápidamente le arrebató la mano.
—Lo siento, —dijo apresuradamente. —No sé lo que estaba
pensando.
Noah respondió girando su enorme cabeza y arrastrando su
lengua por el costado de la cara de Lucas. Lucas permaneció en
silencio aturdido durante varios largos momentos antes de que la
hilaridad de todo esto lo golpeara, y se echó a reír. A su lado, Noah
dio un ladrido silencioso, obviamente sonriendo con una sonrisa
mientras se sentaba jadeando.
La manada se agitó, varios de los lobos lloriqueando o haciendo
lo que sonaban como aullidos abortados. Noah se puso de pie y
230
cruzó el claro, abriéndose paso hacia el centro de los lobos
agrupados. Se destacó en la oscuridad creciente, su pelaje blanco
distintivo, incluso en la luz que se desvanecía. Se mantuvo más alto
en la cabeza y los hombros que cualquier otro lobo.
El generador se encendió y los proyectores del poste iluminaron
07/2019
el recinto. Lucas observó a Noah abrirse camino a través de la
manada. Cepilló sus flancos contra los otros lobos, arrastró sus
mejillas contra las de ellos y lamió el hocico ocasional.
La manada antes irritable se estableció en la presencia de Noah.
Lucas miraba con fascinación absorta. Casi no oyó el acercamiento
de Tim.
—¿Cómo están? —Preguntó el capitán en voz baja.
—Parecen estar bien ahora, —respondió Lucas, sin apartar la
mirada de Noah. —El sargento Hammond los ha disciplinado una
vez, y ahora parece que los está calmando solo por estar entre
ellos.
—Alguien me dijo una vez que esa es la diferencia entre un líder
de la manada y un Verdadero Alfa, —dijo Tim. —La única
herramienta de un líder de manada es una mano firme, mientras
que un Verdadero Alfa puede calmar o irritar a una manada con su
mera presencia.
—Es asombroso verlo, —reflexionó Lucas, mirando a Noah
separándose de la manada.
—Tus marcas de mordeduras son más obvias ahora que cuando
llegaste, —dijo Tim, sus dedos descansando contra el cuello de
Lucas. —¿Te duelen?
Lucas se sonrojó, mortificado por recordar las marcas de su
encuentro anterior con Noah, que eran obvias para todos. Antes de
que pudiera responder, Noah desató una serie de ladridos
231
ruidosos y viciosos. Lucas saltó al mismo tiempo que la mano de
Tim dejó su cuello. Su boca se abrió de golpe al ver a Noah, con la
cabeza baja, la cola puntiaguda, los labios curvados en un gruñido
mientras miraba directamente al capitán Madison.
—¡Sargento Hammond, quédate abajo! —Gritó Lucas. —
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¡Jodidamente ahora!
El gruñido de Noah se calmó, y dejó de gruñir, pero su postura
seguía siendo agresiva, y sus ojos plateados nunca dejaron a Tim.
—No, él tiene razón, Lucas, —dijo Tim, con las palmas en señal
de rendición. —Te marcó por una razón, y no tengo por qué
tocarlas. También deja mi olor en ti. Es una falta de respeto. —
Madison se dirigió directamente a Noah. —Me disculpo, sargento
Hammond.
Noah parecía apaciguado, si no feliz. Su tensa postura se relajó.
Caminó lentamente hacia el lado de Lucas y se sentó, lo
suficientemente cerca para tocar. Estaba lanzando más calor de lo
habitual, y Lucas se dio cuenta de lo fría que había crecido la
noche. Se apoyó en el sólido cuerpo de Noah, disfrutando del calor
adicional.
—Te dejaré solo ahora, antes de que cause más problemas, —
dijo Tim con una sonrisa mientras se daba la vuelta y desaparecía
en la oscuridad.
Noah estornudó. Lucas sospechó que era la forma en que un lobo
decía una buena decisión.
Se quedaron juntos viendo jugar a la manada. Parecía una
combinación de peleas simuladas y combates de lucha,
intercalados con juegos de etiqueta y salto. Uno de los lobos, Lucas
pensó que era Grant, juzgó mal un salto y terminó dando tumbos
por el claro, casi derribando a Lucas. Su agarre en el hombro de
232
Noah fue lo único que lo mantuvo de pie.
Noah soltó una serie de fuertes ladridos antes de usar los
dientes para agarrar al lobo más pequeño por la garganta y
clavarlo en el suelo. Cuando Noah lo soltó, el otro lobo se arrastró
sobre su vientre, con las orejas clavadas en su cabeza. Cuando
07/2019
llegó a la manada, Grant se abrió camino a través de los cuerpos
peludos hasta que fue separado de Noah por todo el grupo.
—Fue un accidente; él no quiso hacerlo, —susurró Lucas para
que la manada no pudiera oír.
Noah levantó el hocico e hizo una serie de sonidos aullantes.
Sacudió la cabeza, y Lucas oyó el golpe de sus orejas.
—Está bien, está bien, es tu manada, —dijo Lucas, levantando las
manos en señal de rendición. —Sólo digo.
Cuando Noah se unió a la manada de nuevo, permitiéndose estar
preparado por un tiempo, Lucas se sentó en la mesa tambaleante
de su improvisada estación de trabajo y comenzó a escribir su
informe de acción posterior. Apenas había hecho mella cuando
Vince apareció a su lado.
—Nadie en la compañía puede informar que lo vio entrar al
comedor después de nuestro regreso, hoy, —dijo, colocando una
bandeja cargada de comida junto a Lucas con un fuerte ruido. —
Necesitas comer, teniente. Las órdenes del capitán.
El estómago de Lucas gruñó ante el olor de la comida humeante.
Se dio cuenta con sorpresa de que había olvidado comer.
—Gracias, Vince, —dijo, volviendo a su computadora portátil
para terminar su párrafo.
—¡Sargento Hammond! —Gritó Vince, sorprendiendo a Lucas.
La cabeza de Noah se alzó, y sus orejas se alzaron hacia adelante.
—Sargento, su dominante ha descuidado alimentarse esta
noche, —llamó Vince a través del claro. —¿Confío en que te
233
asegures de que él coma?
Noah saltó sobre la espalda de uno de sus lobos y trotó por el
claro. Cuando estaba a pocos pasos de Lucas, se dejó caer sobre su
vientre, con las patas frente a él, y se encontró con los ojos de
Lucas constantemente.
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Lucas recogió el tenedor y apuñaló la comida.
—¡Estoy comiendo! ¡Estoy comiendo! —Dijo antes de meterse
un gran bocado en la boca.
Vince se rió entre dientes mientras desaparecía en la oscuridad.
Lucas se dejó comer bajo la atenta mirada de Noah. Cuando
terminó, dejó la bandeja en el suelo, sonriendo cuando Noah se
acercó de inmediato y comenzó a lamerla.
Volviendo a su computadora portátil, Lucas terminó su acción
posterior. Recopiló los informes del resto de los marines que
habían estado en el convoy. A continuación, escribió cartas a las
familias de los hombres que había perdido durante la batalla.
Todo el tiempo, Noah se sentó junto a su silla, apoyándose
contra su costado para brindar tanto calor como comodidad. Al
menos así lo sentía Lucas.
Cuando envió todos los informes al capitán Madison, Lucas cerró
su computadora portátil y se frotó los ojos cansados con el pulgar
y el índice.
—Que tenga buenas noches, teniente.
Lucas levantó la vista para ver a Hubbard y uno de los marines
de Fox-three. Estaban vestidos al azar, probablemente solo para
caminar hasta sus petates. Ambos hombres parecían relajados y le
dieron sonrisas amistosas al pasar.
—Gracias, caballero. Tú también, —respondió Lucas.
A su lado, Noah se movió. Se dio la vuelta y se tendió boca abajo,
234
con las patas delanteras extendidas bajo las piernas extendidas de
Lucas. Alcanzando, Lucas le rascó debajo de la barbilla de Noah y
lo observó mientras levantaba su boca y lentamente cerraba los
ojos con placer.
—Buenas noches, Teniente, —dijo Grant mientras caminaba,
07/2019
una vez más en forma humana.
Lucas le dio las buenas noches. Devolvió los guiños de los
últimos dos hombres lobo de Fox-three cuando aparecieron.
Chandler fue el último que quedó en forma de lobo, además de
Noah. Lucas observó cómo el cabo se acercaba lentamente a Noah,
con la cabeza baja y las orejas planas. Cuando estuvo a su alcance,
Chandler lamió brevemente el hocico de Noah, antes de caer sobre
su vientre en ángulo con Noah. El joven lobo apoyó la cabeza en la
espalda de Noah, dejó escapar un profundo suspiro y cerró los
ojos. Inmediatamente, su respiración se igualó.
La inmensa cabeza de Noah se giró hacia atrás para mirar al lobo
más pequeño, antes de volverse para mirar a Lucas. Noah bajó la
cabeza para descansar sobre los muslos de Lucas y dejó escapar un
profundo suspiro. El regazo de Lucas estaba completamente lleno
de huesos pesados y pelaje blanco. Lucas sonrió y pasó la mano
por la cabeza de Noah.
Lucas sacó el manual de entrenamiento que Tim le había dado.
Hizo clic en su linterna roja cuando los proyectores no iluminaron
las páginas lo suficientemente bien. Se acomodó para leer,
anotando notas ocasionales de elementos en los que pensó que
debería enfatizar un punto.
Leyó mientras el cuartel se asentaba a su alrededor, listo para la
parte más profunda de la noche. Como el manual descansaba sobre
la mesa frente a él, solo necesitaba una mano para pasar las
235
páginas. Lucas apoyó la otra mano sobre la cabeza de Noah,
rascándole ociosamente las orejas de vez en cuando.
Había leído varios capítulos cuando Chandler se levantó
bruscamente y dio un fuerte temblor. El polvo se desprendió de su
abrigo y flotó en el aire. Se dio la vuelta y corrió hacia la parte
07/2019
trasera del camión. Noah observó al otro lobo por unos momentos
antes de que bostezara y apoyara su cabeza en el muslo de Lucas.
Chandler salió varios minutos después, parcialmente vestido y
con aspecto cansado.
—Señor, creo que el Sargento Hammond está teniendo
problemas para cambiar.
Lucas levantó la vista del manual de entrenamiento alarmado.
—¿Qué quieres decir con que está teniendo problemas?
Chandler se encogió de hombros.
—Siempre soy el último en regresar. Todavía me estoy
acostumbrando cuando no es luna llena—. Hizo un gesto hacia
Noah. —Debió haber sido uno de los primeros en cambiar. Él
puede cambiar bastante a voluntad.
—Pensé que estaba esperando deliberadamente al resto de
ustedes—. Lucas no pudo ocultar su incredulidad.
El cabo consideró las palabras de Lucas por varios momentos.
—Él no suele hacerlo. Y a pesar de que se está quedando
dormido, todavía está vibrando de tensión. Es como si estuviera
muy estresado. —Chandler se encontró con los ojos de Lucas. —
¿Estás seguro de que no te lastimaron hoy, Teniente?
Lucas estaba desconcertado. Noah sabía que no había sido
herido.
—Estoy perfectamente bien, cabo. Pero gracias. Veré si puedo
averiguar cuál podría ser el problema. —Miró de nuevo hacia la
inescrutable mirada de Noah.
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Lucas verificó el índice del manual de entrenamiento para
cualquier cosa que indicara cómo y por qué un Verdadero Alfa
tendría dificultades para cambiar.
—¿Estás realmente atascado, Noah? —Preguntó en voz baja. —O
simplemente estás disfrutando de acostarte en mi regazo mientras
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te rasco la cabeza.
La respuesta de Noah fue dejar escapar un fuerte suspiro por la
nariz.
Lucas encontró una página que pensó que se aplicaba a la
situación actual.
—Esto dice que las situaciones de estrés extremo,
particularmente las que causan picos de adrenalina, a veces
pueden hacer que los hombres lobo pierdan la capacidad de
cambiar durante varias horas—. Lucas miró a los ojos plateados de
Noah. —Supongo que ha sido un día particularmente estresante.
Había estado sentado tanto tiempo, los músculos de Lucas se
habían endurecido. Empujó la cabeza de Noah de su regazo y se
levantó para caminar. Noah, también, se puso de pie y se estiró,
haciendo gemidos decadentes.
—Me encontré con el cabo Chandler, —dijo Tim cuando salió de
la oscuridad. —¿Escuché que tienes un hombre lobo atorado?
—No sé si está atrapado o si simplemente le gusta ser difícil—.
Lucas gritó las últimas tres palabras en dirección a Noah.
Un gran bostezo fue la única respuesta de Noah.
—¿No estás herido? ¿Ustedes dos se están llevando bien? —Tim
preguntó.
—No y sí, —respondió Lucas. —Bueno, por mucho que
cualquiera pueda llevarse bien con un Verdadero Alfa hombre lobo
de mal humor y sarcástico.
237
Tim rió y aferró el hombro de Lucas con afecto fraternal.
El silencio de la noche fue destrozado por Noah que se puso de
pie, rugiendo y gruñendo al capitán Madison. Lucas saltó entre
ellos, mirando a Noah, sorprendido por el brillo feroz que vio en
los ojos plateados. Noah ladró salvajemente, lamiendo
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brutalmente los dientes desnudos mientras se enfocaba
únicamente en Tim.
—Creo que sabemos cuál es su fuente de estrés, —dijo Madison
a la ligera.
—¿Qué diablos le ha pasado? —Lucas exigió con frustración. —
No puede pensar que eres una amenaza para mí.
Tim se rió sin alegría.
—Oh, él piensa que soy una amenaza para él.
—¿Qué? —Lucas quería mirar a Madison para aclararlo, pero no
se atrevió a apartar la mirada de Noah.
—Soy tu oficial al mando, —dijo Tim en voz baja, manteniendo
su voz baja mientras Noah seguía gruñendo. —Soy un líder de la
manada humana, en cierto modo. Creo que lo que tenemos aquí es
una batalla de machos alfa.
—No puedes hablar en serio—. Lucas no podía entender por qué
Noah no se calmaría ahora que Madison ya no lo estaba tocando.
—El sargento Hammond es un poco más lobo que hombre, en
este momento, —respondió Tim. —El instinto más que el
pensamiento racional lo impulsa.
—¿Por qué no podía simplemente emborracharse para que yo lo
echara en la cama y lo dejara dormir? —Preguntó Lucas con
frustración.
Tim se rió entre dientes.
—Esa es realmente una buena idea. ¿Por qué no golpeas la litera
238
y lo dejas acurrucarse a tu lado? Probablemente cambiará en algún
momento de la noche.
—Mi equipo está sobre la mesa—. Señaló hacia la mesa donde
había estado trabajando.
Tim proporcionó la solución perfecta.
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—Lo empaquetaré y lo guardaré en mi oficina para ti. Solo
mételo en la antesala y establézcanse.
Para alivio de Lucas, Noah lo siguió fácilmente al edificio y por
los pasillos. Llegaron a su cama sin más incidentes de agresión.
Lucas comenzó a desatarse las botas.
—Ve a acostarse, —le ordenó a Noah.
El enorme lobo blanco se dejó caer de inmediato sobre las
mantas, en el mismo lado en el que Noah dormía después de la
luna llena. Lucas contempló cuánta ropa quitar. Todas las otras
veces, él y Noah se habían quedado dormidos en varios estados de
desnudez.
Lucas optó por la precaución, dado que esta noche no fue
impulsada por la post-carrera alta. Quitándose solo las botas, se
acostó detrás de Noah y colocó las mantas sobre ambos. Se rió de
sí mismo en voz baja por encubrir a un hombre lobo de gran
tamaño que generó tanto calor que se sentía al lado de un
calentador de espacio.
Justo cuando Lucas se asentó, Noah se acercó un poco más a él.
Después de la tercera vez, Lucas suspiró y se deslizó hacia
adelante hasta que su pecho se apretó contra la piel en la espalda
de Noah.
No tenía idea de cuánto durmió. Lucas se despertó de repente,
sobrecalentado y sudando a través de su camisa. A su lado, Noah
siguió durmiendo, todavía en forma de lobo y calentando las
mantas. La noche afgana era demasiado fría para deshacerse
239
completamente de las mantas. Con un suspiro, Lucas se rindió y se
quitó toda la ropa.
Cuando se presionó contra Noah una vez más, se sorprendió de
lo suave que era su pelaje. Lucas enterró su rostro en la nuca de
Noah e inhaló. Esperaba el olor del perro, pero eso no es lo que
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olía. Noah olía a hierba fresca, sándalo y tierra mojada. En algún
lugar, debajo de todo estaba el olor que Lucas había llegado a
reconocer como el de Noah. Esta cercanía hizo que fuera tan fácil
quedarse dormido, Lucas no se dio cuenta cuando hizo eso.
Algo despertó a Lucas de un sueño profundo. Forzó sus ojos a la
oscuridad casi completa de la noche más profunda. Las mantas
fueron arrojadas sobre el costado de la cama de Noah. Levantando
la cabeza, Lucas vio el cabello rubio de Noah mientras se movía
alrededor de la pequeña habitación.
Se le ocurrió vagamente que Noah finalmente había cambiado.
Cuando Noah volvió a su litera, debió haber visto a Lucas
observándolo.
—No quise despertarte, —susurró. —Vuelve a dormir.
Cuando se deslizó entre las mantas, Noah presionó la longitud de
su cuerpo contra el de Lucas. La excitación se disparó a través del
sistema de Lucas, sacudiéndolo completamente despierto. Se dio
cuenta de que ambos estaban completamente desnudos.
—¿Estás bien? —Preguntó en un susurro tenso.
—Estoy bien ahora—. Noah instó a Lucas a volverse de lado,
alejándose de él.
Lucas se dejó posicionar por las manos grandes y fuertes de
Noah. Se acomodó contra el cálido cuerpo de Noah. Encajaban
perfectamente, ambos brazos de Noah lo rodean y lo sostienen
cerca. Lucas soltó el aliento que había estado conteniendo,
finalmente relajándose al sentir el cálido aliento de Noah contra su
240
nuca.
No recordaba haberse vuelto a dormir.

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Capítulo Doce

Lucas se despertó con suavidad, consciente de su erección


matutina, así como del cálido y desnudo cuerpo de Noah contra su
espalda. Con cuidado, se extrajo de los brazos de Noah y salió de
las mantas. Noah no se movió.
241
Cuando se vistió rápidamente, Lucas se sintió aliviado cuando su
erección se desvaneció cuando llegó a la cabeza. Necesitaba
controlar a los hombres lobo, y necesitaba recuperar sus cosas de
la oficina de Madison. Lucas se preguntó cuánto tiempo dormiría
Noah y cómo iba a reaccionar ante los dos que habían dormido
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desnudos, envueltos el uno en el otro. Tan bueno como había sido,
Lucas sabía que no podía acostumbrarse. Empujó los recuerdos de
su mente antes de que regresara.
Cuando Lucas cruzó el complejo, vio al capitán Madison
dirigiéndose hacia él.
—Buenos días, teniente, —llamó Tim. —Te has levantado antes
de lo que pensé que lo estarías.
—No tuve que cambiar de un lado a otro anoche, —respondió
Lucas. —¿Están todos los hombres lobo dormidos? Estaba a punto
de comprobarlos.
—No he visto ninguno de ellos esta mañana. —Madison le lanzó
el pequeño paquete que había estado cargando.
Lucas atrapó el pequeño paquete de lona marrón coyote. Las
únicas marcas eran los símbolos universales para hombre, mujer y
hombre lobo.
—¿Qué es esto? —Preguntó, desconcertado.
—Doc dijo que no te había proporcionado ningún material, —
respondió Tim. —Sé que es algo fácil de olvidar con todo lo demás
que tenemos por aquí.
—¿Suministros? —Lucas tiró del cierre de velcro. Abriendo la
bolsa de lona, miró dentro y vio un gran puñado de paquetes de
condones de aluminio y varias botellas pequeñas de lubricante
sexual. Su cara se sonrojó. —¡Jesucristo! —Lucas cerró la bolsa y
trató de devolvérsela a Tim. —¿Esto es un asunto del Cuerpo de
Marines?
242
—A todos los hombres lobo, según sea necesario—. Tim se negó
a devolver el paquete.
Lucas no podía encontrar los ojos de Tim.
—Yo no... nosotros no... —suspiró con frustración.
—No necesito saber, —interrumpió Madison, con las manos
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levantadas, las palmas hacia fuera. —De hecho, no quiero saber.
Solo quiero que lo tengas si lo necesitas.
—¿Para qué sirven los condones? —Lucas exigió, tratando de
desviar el tema de lo que él y Noah no hicieron. —Pensé que los
hombres lobo eran inmunes a las enfermedades humanas.
—Anticoncepción—. Madison hizo que pareciera que debería
ser obvio. —Es un kit para todo uso. Las mujeres también tienen
acceso a ellos.
Lucas asintió su comprensión. Decidió que simplemente lo
guardaría en su equipo, fuera de la vista, para que Noah no creyera
que Lucas tenía expectativas.
—Sólo iba a ir a revisar a los shifters, —dijo Lucas, dándose
cuenta de que nunca había tenido que hacer esto antes. Todos los
hombres lobo tendían a despertarse casi al mismo tiempo que él.
—Vamos—. Tim se dirigió en dirección a la sala de dormir de los
hombre lobo.
Lucas entró silenciosamente, esperando encontrar filas
ordenadas de rollos de cama dispuestos, cada uno con un solo
ocupante. Se quedó paralizado mientras su mente procesaba lo
que estaba viendo. Un gran petate en el centro de la habitación
contenía varios ocupantes. Al menos seis cuerpos se acurrucaron
bajo las mantas, todos estrechamente apretados uno alrededor del
otro.
Mientras que la mayoría estaba profundamente escondida en las
243
mantas para calentarse, Lucas vio ocasionalmente el hombro o la
pierna descubiertos. La envidia apuñaló dolorosamente en su
pecho que estos marines alistados podían caer fácilmente entre sí
por calor y compañía. Como oficial, tuvo que separarse.
Tim hizo un gesto para que se fueran, por lo que Lucas
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rápidamente se metió debajo de la lona que servía de puerta.
—Supongo que dormirán por un tiempo más, —dijo Tim. —Tu
computadora portátil y otras cosas están en mi oficina si deseas
recogerlas.
Lucas se metió en la oficina de Tim con la intención de juntar sus
cosas y escapar rápidamente, para poder esconder el paquete de
suministros de Noah. Su plan se frustró cuando Tim cerró la
puerta de la oficina y se apoyó contra ella, con las manos en los
bolsillos y un pie apoyado detrás de él.
—Baja eso, Lucas, —dijo gentilmente. —Hablemos por un
minuto.
—Sí, señor—. Lucas bajó su equipo. La ansiedad le hizo un nudo
en el estómago. Plantó sus pies firmemente y cruzó los brazos
sobre su pecho. Sabía que era una pose defensiva y protectora.
Simplemente sintió la necesidad de algún tipo de barrera contra
las palabras que sabía que venían.
—Esto no es oficial, Lucas. No soy el comandante de tu
compañía, ahora mismo. —El tono de Tim era suave. —El Cuerpo
está mareado de placer al ver la cohesión entre tú y Noah. Nadie
puede criticar lo bien que has avanzado y aprendido a mandar a
los hombres lobo.
Lucas se relajó un poco.
—Me alegra oír eso—. Su desempeño en el trabajo no le
preocupaba desde que Madison había tomado el mando del
244
puesto. Fueron los aspectos más íntimos de su papel como
Dominante de Noah lo que lo dejó sintiéndose inadecuado.
—¿Cuál es la comida favorita de Noah? —Tim sorprendió a
Lucas al preguntar. —¿Qué hace en su tiempo libre? ¿Qué tipo de
música prefiere?
07/2019
Lucas se encogió de hombros.
—No tengo idea.
—Tienes que averiguarlo—. La voz de Tim era tranquila, pero
había acero detrás de sus palabras. —Ustedes dos se comunican
sin palabras. Tú comprendes automáticamente cómo satisfacer las
necesidades de los demás; en el trabajo. Noah puede anticipar tus
órdenes como nada que yo haya visto nunca.
—Cuando estamos trabajando, tenemos este tipo de conexión,
—trató de explicar Lucas.
—¿Sólo cuando estás trabajando? —Tim preguntó a sabiendas.
Lucas comenzó a responder antes de darse cuenta de que Tim ya
sabía que iba a mentir. Se quedó en silencio en su lugar.
—Si estás excluyendo a Noah cuando los dos están fuera de
servicio, solo le estás dando la mitad de lo que necesita de ti—.
Tim se apartó de la puerta. —Un Verdadero Alfa hombre lobo se
ha sometido voluntariamente a ti, Lucas. Ese es un regalo que no
se le ha dado a un humano en cientos de años.
—Sí, pero ninguno de nosotros quiere que nuestro comandante
esté constantemente en nuestras cabezas, —argumentó Lucas. —
Lo respeto demasiado como para invadir cada aspecto de su vida.
—Estás pensando como un humano, —dijo Tim. —Necesitas
conocer a Noah como hombre y como hombre lobo. Deja que te
enseñe sobre su cultura. Esas son las reglas por las que estás
jugando, ahora. No las nuestras.
Lucas no tuvo respuesta. Quería pasar más tiempo en la
245
compañía de Noah, pero lo temía al mismo tiempo. Ya estaba
luchando. Sería mucho peor si realmente le gustara Noah más de
lo que ya lo hizo.
—Él ha comenzado a compartir partes de la cultura del hombre
lobo conmigo, —confesó Lucas. —Sobre todo acerca de las
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relaciones entre los alfas y dominantes anteriores.
—Es un comienzo. —Tim se acercó un par de pasos. —Antes,
cuando te entregué el paquete de suministros, comenzaste a decir
que tú y Noah no hacían... algo. ¿Es esa su elección, o la tuya?
—Es de él—. Lucas sabía que había respondido demasiado
apresuradamente. —Después de la primera luna llena en el FOB,
dijo que no quería hacerlo.
—¿Esa noche? ¿O en absoluto? —Tim empujó.
Lucas se esforzó por recordar las frases exactas de Noah, incluso
mientras se irritaba con la curiosidad de Tim.
—Dijo que el sexo después de una carrera es diferente. Él no
quería simplemente meterlo y venirse.
Tim levantó una sola ceja.
—¿Y? ¿Dijo lo que preferiría hacer?
Lucas tragó saliva.
—Dijo que quería estar en una cama grande con sábanas limpias
y mucho tiempo.
Tim sorprendió a Lucas con su risa tranquila.
—¿Quién hubiera pensado que nuestro Verdadero Alfa hombre
lobo tiene una racha romántica?
Lucas recordó vívidamente que Noah y él se sacudían contra la
pared después de la última luna llena.
—No estoy completamente seguro de eso.
—Vamos, sal de aquí, —dijo Tim asintiendo con la cabeza. —
Creo que te he avergonzado lo suficiente por hoy.
246
Aliviado, Lucas recogió sus cosas una vez más.
—Aprecio tu preocupación, señor.
—Ven a buscarme si alguna vez necesitas hablar—. Madison
mantuvo la puerta de la oficina abierta para él.
Lucas huyó de la oficina del capitán tan rápido como pudo. Se
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sintió aliviado al encontrar a Noah todavía dormido, solo su pelo
pálido visible sobre las mantas. A pesar de sus esfuerzos por
moverse en silencio, Noah se despertó bruscamente.
—¿Lucas? —Preguntó con voz gruesa, apoyándose en un codo y
entrecerrando los ojos contra la tenue luz de la mañana.
—Lo siento, —susurró Lucas. —Vuelve a dormir.
—¿Qué diablos está en tu mano? —La voz de Noah estaba
enojada.
Lucas miró el paquete de suministros que había estado a punto
de esconder, y su corazón se estrelló contra sus costillas. Antes de
que pudiera explicar, Noah salió de la cama y se apretó contra él.
Ni siquiera había visto a Noah moverse. Lucas tragó contra su
garganta apretada y se mantuvo firme contra la inexplicable rabia
del hombre lobo.
—No usamos nada en esa bolsa, así que, ¿para qué diablos la
tienes? —Gruñó Noah. Lentamente rodeó a Lucas, olfateando su
cabello, su cuello... la parte baja de su espalda.
Noah estaba desnudo, excepto por sus placas de identificación.
Su cuerpo duro y musculoso estaba enrollado por la tensión. Su
piel suave y bronceada estaba tensa sobre sus músculos
agrupados. Su erección matutina rozó a Lucas cuando Noah se
movió.
—Ninguno de mis lobos sería tan estúpido como para acercarse
a mi Dominante, por lo que eso significa que tiene que ser un
247
humano—. Noah se acercó lentamente a él. Lucas se sorprendió al
darse cuenta de que no eran los suministros los que habían
provocado la ira de Noah, sino la creencia de que los estaba
usando con otra persona. Lucas se congeló cuando Noah se
arrodilló y le acarició la entrepierna. —¿Con quién has estado
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follando, Lucas?
Cuando Noah inhaló contra su ingle, la rabia candente abrumó a
Lucas. Todos sus esfuerzos, todo su enfoque en Noah y el hijo de
puta, ¿tenían las bolas para olfatear el olor de otro hombre?
—¡Quítame la mierda de encima! —Gritó Lucas, empujando con
fuerza los hombros de Noah y enviándolo a caer de espaldas sobre
su litera. Aprovechando su ventaja, Lucas se arrodilló entre las
piernas extendidas de Noah. Bajó sobre el cuerpo de Noah,
envolviendo una mano alrededor de su garganta. —No me hablas
de esa manera, y no me tocas de esa manera. Nunca. ¿Lo copias?
—Copia sólida, señor, —respondió Noah, con la voz tensa de su
garganta apretada.
Debería levantarse, ahora. Lucas sabía que debía dejar que Noah
se levantara. Se quedó donde estaba, con la cara a pulgadas por
encima de la de Noah, sintiendo la dura presión de Noah contra su
estómago. Su respiración pesada era ruidosa en el silencio de la
habitación.
La polla de Lucas comenzó a endurecerse. El calor del cuerpo de
Noah, el olor de su piel, la presión de su erección contra el vientre
de Lucas estaba despertando. Lucas era muy consciente de la bolsa
de lona que había tirado sobre las mantas y lo que contenía. La
mirada en los ojos de Noah estaba hambrienta y necesitada. La
polla de Lucas palpitaba en respuesta.
—Sabes cómo me siento, —dijo Lucas, con los labios flotando
sobre los de Noah. —Estás prácticamente dentro de mi puta
248
cabeza. Habrías sabido si hubiera estado con alguien de esa
manera.
—Lo sé, —respondió Noah en un suspiro. —No estaba
completamente despierto. Mi lobo te vio con el paquete de
suministros y simplemente reaccionó.
07/2019
El corazón de Lucas se hundió.
—Necesitas poner a tu lobo bajo control, Sargento. Mostró
agresión injustificada hacia el comandante de nuestra compañía
dos veces anoche.
—No hagas eso, Lucas, —le suplicó Noah.
El pelo en los brazos de Lucas se levantó.
—¿Hacer qué?
—Poner distancia entre nosotros. —La lengua de Noah salió
disparada hacia su labio inferior. —Por favor... usa mi nombre. No
uses mi rango. Quiero que llames “lobo” a mi lobo en lugar de
“eso”. Por favor. —Parecía como si hubiera sido doloroso pedir
estas cosas.
Lentamente, con cuidado, Lucas se acercó a ese lugar en su
cabeza donde Noah siempre esperaba. Trabajó tan duro para
mantenerse cerrado, diciéndose que era por el bien de Noah.
Ahora parecía que esa conexión era exactamente lo que Noah
necesitaba.
Lucas jadeó cuando las emociones arremolinadas de Noah lo
inundaron. La lujuria y la excitación eran las más fuertes. La
admiración y el cariño lo condimentaron todo. La confusión se
abrió camino cuando Lucas se dio cuenta de que Noah quería usar
los suministros que sabía que estaban en la bolsa de lona. Al
mismo tiempo, Noah rechazó la idea de que su primera vez se
llevara a cabo en un país extraño, en una incómoda cama,
apurados por completar sus responsabilidades.
249
Tomando una respiración temblorosa, Lucas soltó la garganta de
Noah. Una vez más, el lobo de Noah salió a la superficie, enojado
porque Lucas no los necesitaba tanto como a él.
—Date la vuelta, Noah, —ordenó Lucas tan firmemente como
pudo, usando cuidadosamente el nombre de Noah. —Ponte en tus
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manos y rodillas.
El cuerpo de Noah se estremeció cuando rápidamente,
obedientemente, giró sobre su vientre y presionó sus manos y
rodillas. El lobo de Noah estaba en silencio, aplacado por el
dominio de Lucas. Lucas casi podía saborear el deseo de Noah y su
esperanza de que Lucas supiera qué era lo que necesitaba.
Pasando sus manos sobre el culo firme de Noah y su espalda
baja, Lucas fue asaltado por los recuerdos de Noah de la noche
anterior. Fue bombardeado con visiones de los dos desnudos y
entrelazados. Lucas estaba sintiendo el placer de Noah al tener su
piel desnuda presionada mientras dormían.
Sin pensarlo, Lucas se quitó el vellón. Manteniendo una mano
sobre la cadera desnuda de Noah, Lucas trabajó para desatarse
una bota y luego la otra. Luchó fuera de su ropa, manteniendo
cuidadosamente el contacto físico con Noah todo el tiempo.
Cuando finalmente estaba tan desnudo como Noah, Lucas
presionó su dura polla en la hendidura del culo de Noah y se estiró
a lo largo de su espalda. Debajo de él, Noah se estremeció. Él hizo
un sonido que casi sonaba como un sollozo. Lucas sintió la euforia
de Noah y sonrió contra la piel de su hombro.
Lentamente arrodillándose, Lucas arrastró su pecho por la
espalda de Noah. Alcanzó el paquete desechado. Abriéndolo, Lucas
tiró el contenido sobre las mantas frente a Noah. Fingió buscar
entre las botellas y los paquetes de aluminio, como si estuviera
haciendo una selección. Lucas sintió que a Noah no le importaba
250
qué lubricante usaba, solo quería que Lucas se apurara y tomara
su decisión.
Lucas tomó a ciegas una botella. Arrancó la envoltura y abrió la
tapa. Lucas vertió la clara mancha en un dedo. La respiración
áspera de Noah ahogó la mayoría de los otros sonidos. Lucas sintió
07/2019
la tensión de Noah, vio que sus músculos temblaban con ella. Noah
debe haber sentido su preocupación. Le lanzó un pensamiento a
Lucas que le suplicó que se diera prisa.
Sujetando firmemente la cadera de Noah con su mano libre,
Lucas empujó lentamente su dedo lubricado en el apretado
agujero de Noah. Noah se empujó hacia él, gimiendo ruidosamente.
Una intensa ola de alivio y alegría inundó a ambos, pero Noah era
su fuente.
Lucas deslizó lentamente su dedo fuera del culo de Noah.
Suavemente, empujó de vuelta. El cuerpo de Noah estaba caliente a
su alrededor. Sus músculos se relajaron alrededor del dedo de
Lucas, entrando ansiosamente en su interior.
—Oh, joder, Lucas, —susurró Noah con voz ronca.
Retirando cuidadosamente su mano, Lucas se untó dos dedos
con lubricante. Agarró con fuerza la cadera de Noah, con la
intención de dejar marcas. Aproximadamente, empujó sus dedos
en el fruncido agujero de Noah.
Noah dio un grito de placer y empujó con fuerza hacia Lucas.
Sudor goteado en su piel bronceada. Sus músculos se ondularon
mientras se movía contra Lucas. Retorciéndose la muñeca, Lucas
jodió el culo de Noah con la mano, metió los dedos profundamente
y estiró el borde de Noah mientras se retiraba.
Esta vez, cuando Lucas liberó sus dedos, cubrió a tres de ellos
con el lubricante frío. Torpemente, logró apretar un charco de
lubricante en la palma de su otra mano. El gruñido de Noah se
251
convirtió en un gruñido bajo cuando Lucas le metió tres dedos en
el culo.
—Nunca me acuses de estar con alguien más, Noah, —ordenó
Lucas con dureza. —Es una falta de respeto. Sobre todo, me
molesta.
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—No lo haré, Lucas, —jadeó Noah.
Lucas estiró el culo de Noah con sus dedos. Los hundió
profundamente, sintiendo las resbaladizas paredes internas que se
apretaban a su alrededor. Cuando Noah adoptó un ritmo que lo
empujaba hacia atrás, Lucas se estiró alrededor de su cadera y
agarró su erección.
—Ah, joder, joder, —gritó Noah cuando sus brazos casi se
rindieron.
Lucas acarició la polla de Noah, extendiendo el lubricante y
apretando con fuerza la cabeza.
—Sé lo que necesitas,—siseó contra la piel resbaladiza de la
espalda de Noah. —Sé lo que tu cuerpo quiere, ¿no?
—Sí, sí, sí, —cantó Noah.
Lucas curvó los dedos hacia abajo y encontró la glándula firme
que buscaba. Noah gritó sin palabras. Cuando Lucas metió sus
dedos dentro y fuera del culo de Noah, golpeó las yemas de sus
dedos contra esa glándula. Al mismo tiempo, acarició la polla de
Noah rápidamente.
Fue implacable. Lucas trabajó el agujero de Noah y sacudió su
polla. Un violento estremecimiento sacudió el gran cuerpo de
Noah. No parecía saber si necesitaba joderse con el cuerpo de
Lucas o con su mano.
Los brazos de Noah finalmente se rindieron y él cayó sobre las
mantas.
—Lucas, —gritó desesperadamente.
252
La polla de Noah se hinchó y palpitó en la mano de Lucas.
Ralentizó sus movimientos en la polla de Noah. Lucas mantuvo el
estiramiento en el agujero de Noah y la presión sobre su próstata.
—¿Necesitas venirte? —Preguntó Lucas.
—Sí, me voy a venir, —respondió Noah.
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—No hasta que te lo ordene, —ordenó Lucas, frotando
implacablemente la glándula de Noah. —¿Te quieres venir?
—Sí, Lucas.
—¿Estás cerca?
—Joder, sí.
—Pídeme que te deje venirte.
—Por favor, Lucas, tengo que venirme. Por favor. Joder, estoy
cerca Lucas, por favor.
Presionando sus labios contra la columna vertebral de Noah,
Lucas aceleró su mano sobre la polla de Noah.
—Puedes venirte ahora, Noah.
Noah se estremeció, en lo alto de su garganta. Sonaba casi como
un aullido. Su polla se movió violentamente, su cuerpo vibró. Su
culo se apretó con fuerza alrededor de los dedos de Lucas. Lucas
podía oler la llegada de Noah, y cerró los ojos y se lo imaginó
cubriendo las ásperas mantas debajo de ellos.
Fue tomado por sorpresa cuando el cuerpo entero de Noah se
derrumbó. Lucas trató de ser cuidadoso cuando liberó los dedos
del culo de Noah. El siseo de Noah le dijo que no había tenido éxito.
Lucas deslizó sus manos sobre los abultados costados de Noah,
calmándolo y reconfortándolo mientras luchaba por recuperar el
aliento.
El olor de su venida era pesado en el aire, y la polla de Lucas
dolía. Quería enterrarse en el culo de Noah. Sin embargo, los
253
deseos de Noah eran claros. Quería esperar. Lucas tuvo otra idea.
Agarrando la botella de lubricante, Lucas roció una cantidad
generosa en la hendidura del culo de Noah. Satisfecho con la
astucia, Lucas tiró la botella a un lado. Él relajó su eje entre las
nalgas de Noah, usándolo para extender la mancha.
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—Vente en mi contra, —pidió Noah, con palabras lentas. —
Quiero sentirte. Quiero olerte.
Lucas flexionó sus caderas. Deslizó su polla a lo largo de la carne
caliente del culo de Noah. Sus pelotas golpeaban fuertemente
contra la parte posterior de los muslos de Noah. Al mirar hacia
abajo, Lucas observó cómo la hinchada y roja cabeza de su
erección desaparecía entre las nalgas de Noah y luego emergía,
brillante y resbaladiza.
La base de su columna vertebral se estremeció. El calor rodó a
través de sus caderas y en su vientre. Las bolas de Lucas se
levantaron y se hincharon. Su cuerpo se tensó y cesó todo
movimiento cuando la primera cuerda salió disparada desde el
final de su polla y aterrizó en la espalda de Noah.
—Joder, Noah, —respiró mientras su cuerpo se convulsionaba, y
cubrió la piel sudorosa de Noah en nacarado. Luchó por respirar, y
la parte superior de su cabeza se sentía como si estuviera a punto
de desprenderse.
Cuando el temblor final lo atravesó, Lucas se derrumbó sobre el
cuerpo resbaladizo de Noah. Ambos respiraron pesadamente y en
unos momentos, su respiración se había sincronizado.
Un pequeño zarcillo de ansiedad embotó a Lucas. Le tomó varios
momentos darse cuenta de que no era el suyo.
—¿Has aprendido tu lugar, Noah? —Preguntó con voz áspera. —
Eres mío. Nunca vuelvas a mostrar agresividad hacia mí.
Debajo de él, Noah se relajó completamente.
254
—Gracias, Lucas, —susurró.
Eso fue lo último que Lucas escuchó antes de quedarse dormido.

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Capítulo Trece

Las manos de Lucas se estaban congelando. Tuvo que quitarse


los guantes para limpiar su arma, y no pasó mucho tiempo antes
de que no pudiera sentir sus dedos. Noah sintió su malestar, otra
vez, y alcanzó las manos de Lucas. Las mantuvo entre las suyas por
255
varios momentos, dejando que su mayor calor se filtrara en ellas
hasta que Lucas suspiró de placer.
Se sentaron juntos en la puerta baja de un camión, con sus
Berettas desmontadas en una manta entre ellos. Ya habían
limpiado sus armas primarias, pasando las herramientas de un
07/2019
lado a otro en un cómodo silencio.
Lucas siempre se había cerrado del vínculo con Noah cuando no
estaban de servicio, pensando que le estaba dando privacidad a
Noah. Después de su conversación con el capitán Madison y los
eventos de esa mañana, la había dejado abierta. Para su sorpresa y
placer, Noah estaba relajado y feliz.
La sensación de cálidas yemas de los dedos en su garganta hizo
que Lucas sonriera. Durante toda la mañana, Noah había estado
tocando las marcas de mordeduras que decoraban la piel de Lucas.
Observaría sus propios dedos trazar los patrones dejados por sus
dientes. La cara de Lucas ardió, en parte avergonzada, en parte en
excitación.
Los suaves e íntimos toques de Noah le recordaron a Lucas esa
mañana. La pasión enojada que habían compartido había dado
paso a un afecto lánguido. Lucas había dormido durante casi una
hora antes de que finalmente se moviera y se encontrara tendido
en la espalda de Noah. Noah se despertó en el momento en que
Lucas se había movido y lo alcanzó a ciegas.
Ambos habían estado cubiertos con semen que se había secado,
así que Lucas sacó toallitas para bebés y comenzó a limpiar el
estómago de Noah. Noah lo había detenido con una mano suave en
la muñeca de Lucas, diciendo que quería poder oler a los dos en su
propia piel durante todo el día. Entonces se le había ocurrido que
cada hombre lobo en el campamento también podría olerlos, y él
de mala gana dejó que Lucas los limpiara a ambos.
256
Habían desayunado juntos en el comedor antes de establecerse
para limpiar sus cosas. El olor a Hoppes No. 9 era espeso en el aire
mientras ambos limpiaban la tierra y la arena de las partes
móviles de sus Berettas. Noah sonrió a menudo y rió con
frecuencia. Lucas se dio cuenta de que ambos se beneficiaron de
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no cerrar su conexión silenciosa.
Se había dicho a sí mismo que tenía que excluir a Noah para su
propio beneficio, pero Lucas se dio cuenta de que en realidad solo
se estaba protegiendo a sí mismo. Solo tenía que tener cuidado de
no pensar en Noah como algo más que un hombre lobo y un
Infante de Marina mientras el enlace estuviera activo. Lucas
enterró todo lo demás que Noah le hizo sentir, ocultándolo fuera
de vista y fuera de pensamiento. Respetó a Noah demasiado para
aprovecharse, ya sea a través de rangos o conexiones emocionales
desconcertantes.
Se había acostumbrado tanto a su cómodo silencio, que Lucas se
sorprendió cuando Noah habló.
—¿Alguna vez desearías estar en esta parte del mundo en
mejores circunstancias?
Lucas sabía que había un significado real detrás de la pregunta
de Noah, pero aun así aprovechó la oportunidad para bromear.
—Realmente no. Siempre he encontrado que ser el blanco de las
armas pequeñas hace que la sangre fluya por la mañana, —dijo sin
expresión.
—Bueno, ¿no eres tú el inteligente? —Noah preguntó
retóricamente. —En serio, ¿no te gustaría poder simplemente
explorar? Tal vez jugar al turista.
Lucas estudió a Noah durante varios largos momentos, intrigado
por su pregunta tanto como por lo que lo dejó perplejo. De vuelta
257
en Irak, había deseado mucho la oportunidad de explorar lo que
una vez había sido la antigua Babilonia. Una pequeña emoción
corrió a través de él al pensar que Noah entendió esto.
—Me hubiera gustado tener la oportunidad de jugar como
turista en Mesopotamia, sí, —respondió con cuidado.
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—¿Sabes mucho sobre la historia de Babilonia? —Preguntó
Noah, mirando la mirada de Lucas.
—Conozco la historia general, —respondió Lucas. —¿Hay alguna
historia en particular a la que te refieras? —La realización golpeó a
Lucas como un rayo. —¿Hay hombres lobo en la historia
babilónica?
Noah sonrió, toda su cara se iluminó.
—Los hombres lobo se encuentran en todos los períodos de la
historia. Los humanos solo han reescrito mucho para minimizar
nuestras contribuciones. Aunque no mantendré eso en tu contra.
Lucas puso una mano en su pecho, simulando ser herido.
—Eres demasiado amable conmigo.
Noah se rió en voz baja, sus ojos se arrugaron mientras sonreía.
Entonces, se puso serio.
—La historia ha vilipendiado a un gran rey y un líder fuerte
porque conquistó Jerusalén y destruyó el primer templo. Un acto
de destrucción ha ensombrecido una vida de bien general.
¿Conoces la historia de los Jardines Colgantes de Babilonia?
—El rey Nabucodonosor los hizo construir para aliviar a su
esposa, Amyitus, de la nostalgia, —respondió Lucas. —Se suponía
que los jardines le recordaban su hogar en Persia—. Cuando él dijo
las palabras, la sospecha se apoderó de él. —Entonces, ¿cuál de
ellos era el hombre lobo? —Preguntó, sabiendo exactamente a
dónde iba esta conversación.
258
—Amyitus. Y una poderosa alfa, también, —dijo Noah con una
inclinación de cabeza. —Con su ayuda y la de sus hombres lobo,
Nabucodonosor conquistó Siria, Fenicia, Egipto y Judea. Una vez
que logró eso, construyó la Puerta Ishtar y una de las siete
maravillas del mundo antiguo.
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El entusiasmo de Lucas salió a la superficie.
—Edificó la ciudad de Babilonia para su pueblo. Es conocido por
su construcción de canales, acueductos, templos y embalses. Miro
fotos y bocetos y leo libros sobre ese período, y es decepcionante
no poder visitarlo todo en persona.
—Hizo todas esas cosas por su manada —. Noah se detuvo y
tomó un largo trago de agua antes de pasarle la botella a Lucas. —
Amyitus esperaba que su esposo cuidara de sus hombres lobo. El
rey amaba a su esposa y quería complacerla, pero también asumió
sus responsabilidades con la Manada muy en serio.
—¿Era Pie Sentinel? —Lucas sintió la respuesta antes de que
Noah siquiera hablara. Era la razón por la que Noah le estaba
contando esta historia a Lucas.
—Nuestras leyendas dicen que lo hizo, —confirmó Noah.
Lucas sabía que Noah tenía más que decir, pero fueron
interrumpidos.
—Bueno, ustedes dos se ven bien descansados y productivos
esta tarde.
Lucas levantó la vista para encontrar a Tim Madison caminando
hacia ellos, con una esquina de su boca levantada en una sonrisa
de complicidad. Lucas se sintió mortificado por un momento,
sabiendo que las cosas que sucedieron entre Noah y él eran de
conocimiento público.
Su vergüenza fue rápidamente superada por el orgullo y la
259
euforia. Lucas miró a Noah, la fuente de esas emociones, y lo vio
sonriendo ampliamente a Madison. Lucas contuvo el aliento. Las
mejillas de Noah estaban enrojecidas de placer, y el sol brillaba en
su cabello pálido. Sus ojos azules brillaban con su calor interior, y
Lucas quería que nunca dejara de sonreír.
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—Por la tarde, capitán, —saludó Noah.
—Todos los hombres lobo parecen estar manejando bien los
eventos de ayer, —dijo Tim, parándose frente a ellos.
—Lo hacen, señor —confirmó Noah. —Extrañan a sus amigos,
pero pudieron dar y recibir consuelo, por lo que han encontrado
aceptación.
—Desearía que fuera tan fácil para los Infantes de Marina
humanos, —dijo Tim con tristeza, cruzando los brazos sobre su
pecho. Lucas siguió su mirada a través del complejo hasta donde
un M16, apoyado entre un conjunto de botas, levantó un casco de
Kevlar.
Incluso ahora, dos marines se arrodillaron frente al tradicional
monumento improvisado para un guerrero caído. Éste
representaba a los que habían perdido el día anterior.
El pecho de Lucas se apretó, y un doloroso nudo se formó en su
garganta. Todavía podía imaginarse los rostros de los hombres
que habían muerto el día anterior. Escribir cartas a sus familias
había sido lo más difícil que había tenido que hacer. Lucas solo
esperaba que sus palabras de admiración y respeto les dieran un
poco de consuelo.
Tim suspiró. Se volvió hacia Lucas.
—¿Todos bien para volver a la rotación de patrullas?
—Sí, señor, —respondió Lucas. —Están bien para volver.
—Excelente. Continúen, caballeros. —Tim comenzó a agarrar el
260
hombro de Lucas cuando pasaba. Abortó el movimiento
bruscamente. —No se preocupe, sargento Hammond. He
aprendido a no invadir tu territorio.
Lucas resopló.
—Aprecio eso, capitán. —Noah sonrió. —No me gustaría tener
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que lastimarlo, señor.
Sacudiendo la cabeza, Lucas comenzó a volver a montar su arma.
El calor que sentía ante la posesividad de Noah era todo suyo.
Pasaron varios minutos antes de que Lucas se diera cuenta de
que su cómodo silencio previo se había vuelto tenso. Alcanzando,
encontró a Noah preocupándose por algo. Lucas lo miró,
frunciendo el ceño en cuestión.
—¿Qué pasa? —Preguntó en voz baja.
Noah tomó aliento para responder, pero se detuvo de repente.
Lucas esperó, su propia preocupación crecía con cada momento de
silencio.
—Acerca de esta mañana, —dijo finalmente Noah, sin mirar a
Lucas. —Sabes que habría comprado uno de esos kits de
suministros. No tenías que pedirle al capitán.
La preocupación de Noah desconcertó a Lucas.
—No lo pedí, —explicó Lucas. —Me lo dio como medida de
precaución—. Dio una risa avergonzada. —Ni siquiera sabía que
esas cosas existían antes de esta mañana.
—No te negaré, Lucas—. Noah finalmente levantó la vista del
arma que estaba limpiando. Su expresión suplicaba a Lucas.
—¿Negarme qué? —El corazón de Lucas se aceleró mientras
luchaba por entender.
—Cualquier cosa, —respondió Noah simplemente, un pequeño
zarcillo de miedo deslizándose más allá de sus defensas. —Solo he
manifestado mis deseos. Si no quieres esperar hasta que estemos
261
en casa, podemos follar.
Rechazo. Noah temía el rechazo de Lucas. Lucas se sorprendió
de lo casualmente que Noah hablaba mientras trataba de no dejar
que sus sentimientos sangraran en su vínculo.
—No, no quiero. Quiero decir, lo hago, pero... —respiró hondo y
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comenzó de nuevo. —Si quieres eventualmente, podemos. No
quiero obligarte a hacerlo antes de que estés listo.
Noah sonrió. Se inclinó hacia delante y habló en voz baja.
—Simplemente no quiero que la primera vez que esté dentro de
ti, esté en medio de una zona de guerra, cuando ninguno de los dos
ha tenido una ducha decente en meses. Sin embargo, si no quieres
esperar, estoy dispuesto.
Lucas se quedó sin habla. Él vislumbró fugazmente a Noah
imaginándose a Lucas obteniendo de otra persona lo que Noah le
estaba negando. La polla de Lucas se contrajo cuando evocó una
imagen del cuerpo desnudo de Noah sobre el suyo, imaginó la
sensación de la polla de Noah estirándolo mientras empujaba
hacia adentro. Su propia fantasía fue reemplazada abruptamente
por la de Noah. Lucas se sintió empujado, boca abajo, a una cama
suave cuando los dientes de Noah se hundieron en su cuello y su
polla se hundió en el culo de Lucas.
Para no quedarse atrás, Lucas conjuró una nueva fantasía y la
empujó hacia Noah. Sonrió ante la aturdida expresión de Noah
ante la imagen mental de Lucas mordiéndole la garganta mientras
lo jalaba con fuerza.
—Si eso es lo que querías, solo tenías que preguntar, —dijo
Noah, su voz baja y áspera.
—No, si tú quieres esperar, —Lucas respondió con firmeza.
El alivio de Noah fue palpable cuando se sentó y reanudó el
262
montaje de sus 9 mm.
—Me tienes repensando mi posición. Sin juego de palabras.
Lucas se preguntó qué demonios le había pasado. Volvió a
coquetear con el líder de su equipo otra vez. Se recordó a sí mismo
que ver las necesidades de Noah como hombre lobo no era una
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licencia para seducir a un suboficial. Tendría que acordarse de
vigilarse un poco mejor.
Después de la cena esa noche, Lucas se dirigió a la antesala con
la intención de mover su petate de nuevo a la habitación donde
dormían los oficiales. Madison lo atrapó justo antes de que se
metiera debajo de la lona que cubría la puerta.
—Lucas, ¿por qué tú y el sargento Hammond siguen moviendo
tu equipo dentro y fuera de las diferentes salas de los cuarteles? —
Preguntó, mostrando una auténtica confusión. —¿No es una
molestia cambiar todo alrededor cada vez que hay actividad de la
manada?
La pregunta dejó a Lucas desconcertado.
—Hemos actuado de acuerdo con las órdenes del capitán
Stanley, señor.
Madison suspiró pesadamente y puso los ojos en blanco. Lucas
se mordió el labio inferior para no reírse.
—Tú y el sargento Hammond dejan su equipo donde está, —dijo
Tim. —Dejaremos la habitación grande en la que duerme la
manada sin usar. Todos pueden acumularse allí cuando lo
necesiten.
—Sí, señor—. Lucas no tenía idea de cómo iba a sobrevivir al
compartir una habitación con Noah y no poder tocarlo.
La reacción de Noah a la noticia, cuando Lucas la entregó, fue
una sorpresa.
263
—¡Finalmente! Alguien con un puto cerebro. Gracias, jodido
Cristo.
Tarde esa noche, Lucas se encontró rodeado de hombres lobo,
mientras que la Manada se empujaba unos a otros a medida que
avanzaban por los pasillos y entraban en sus variadas habitaciones
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de cuarteles. Llamaron a sus buenas noches mientras desaparecían
detrás de puertas y lonas. Lucas no tuvo tiempo de pensar cuando
Noah le pasó un brazo por los hombros y lo dirigió hacia su
antesala compartida.
Noah desató sus LPC, se los quitó y los puso junto a su lado de su
estante. Lucas siguió su ejemplo, su mente acelerada. No quería
que Noah pensara que tenía que dejar que Lucas lo tocara esta
noche.
Cuando Noah se quitó el vellón, lo dobló con cuidado y lo colocó
junto a sus LPC. Lucas se negó a mirar sus anchos hombros y su
pecho desnudo.
—Jesús, eres lento, —dijo Noah con fingida molestia. Tiró de la
lana de Lucas sobre su cabeza y la dobló.
Cuando Noah alcanzó la bragueta de sus pantalones, Lucas
apartó las manos.
—¡Puedo hacerlo yo solo! ¿Qué soy yo? ¿Un niño de tres años?
Noah agarró los hombros de Lucas y lo tiró de él. Lucas jadeó
cuando Noah enterró su rostro en su cuello e inhaló
profundamente.
—No, definitivamente no eres un niño, Lucas. No eres un niño en
absoluto.
Cuando Noah lo soltó, Lucas se deslizó lentamente los
pantalones de las piernas. Noah hizo lo mismo, mucho más rápido.
Arrodillándose sobre las mantas, Noah alcanzó a Lucas y lo tiró
hacia abajo. El cuerpo de Lucas fue voluntariamente, dejando que
264
Noah lo moviera a su satisfacción. A pesar de sus mejores
intenciones, la fuerza de voluntad de Lucas era una mierda.
Noah metió a Lucas debajo de las mantas y se subió detrás de él.
Metiendo las mantas alrededor de ambos, Noah tiró de la espalda
de Lucas hasta su pecho y se puso en cuchara. Lucas sintió el calor
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de la respiración profunda y firme de Noah contra la parte
posterior de su cuello. Estaba buscando una manera de asegurarle
a Noah que no quería ni necesitaba nada tan mal que buscaría a
alguien más para obtenerlo. Antes de que Lucas pudiera encontrar
una manera de expresarlo, se dio cuenta de que Noah estaba
dormido.
En silencio, Lucas se rió de sí mismo. Había estado tan
preocupado por nada. Cuando el calor de Noah se filtró en él,
Lucas se relajó contra él. No recordaba haberse quedado dormido.

§§§

Lucas se agitó de mala gana. Estaba cálido y cómodo. Se presionó


más cerca de la fuente principal de calor que se presionó contra su
espalda. Lucas no tenía ganas de despertar.
—Lucas, vamos, es hora de despertar, —una voz sexy le susurró
al oído. Una mano áspera y cálida se deslizó por el costado de su
muslo, sus costillas, deteniéndose para atravesar su estómago. —
Lucas, hey, despierta. —Una mano se pasó por su cabello.
Un beso fue presionado a un lado de su cuello. Lucas respiró
hondo y el olor de Noah inundó sus sentidos. Su erección matutina
palpitaba. Abriendo los ojos, Lucas se asomó a la habitación aún
oscura, muy consciente del gran cuerpo desnudo de Noah
presionado contra el suyo.
—¿Qué hora es? —Susurró en respuesta.
265
—Todavía es temprano. Pero puedo escuchar a la guardia
nocturna moverse, preparándose para cambiar. —Noah acarició el
lóbulo de la oreja de Lucas.
La polla de Lucas palpitaba cuando goteaba de la punta. Detrás
de él, Noah se movió y Lucas sintió que la dureza empujaba contra
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la hendidura de su culo. La mano de Noah en su pecho comenzó a
caminar hacia abajo, y gruñó silenciosamente contra el cuello de
Lucas.
Cuando la mano de Noah se envolvió alrededor de la polla de
Lucas, saltó, aspirando con fuerza un suspiro. Sus caderas
empujaron hacia la mano de Noah, reflexivamente.
Tomando la muñeca de Noah, Lucas dijo:
—No tienes que hacer esto, Noah.
—Quiero hacerlo, —respondió Noah de una manera sexy y
sugerente. Mordió la mandíbula de Lucas, acariciándolo
lentamente. —Es por eso que te desperté temprano.
—Joder, —suspiró Lucas, cerrando los ojos en éxtasis.
—Date la vuelta por mí—. El aliento de Noah estaba caliente
contra la oreja de Lucas.
Lentamente, Lucas se volvió hasta que estuvo cara a cara con
Noah. El olor de la piel de Noah era más fuerte de esta manera; eso
y la sensación de la mano de Noah sobre él hicieron que le doliera
la polla a Lucas.
Esperaba un trabajo manual rápido y sucio. Noah lo sorprendió
deslizando su brazo debajo de Lucas, envolviéndolo sobre su
hombro y acunando su espalda. En respuesta, Lucas se aferró al
hombro de Noah, tirando de él hacia abajo y acercándolo. Sus
pechos se apretaron, las placas de identificación chocaron unas
contra otras mientras se movían.
266
La polla de Lucas alineada con la de Noah. Jadeó cuando la gran
mano de Noah rodeó a ambas y las acarició. Su agarre era firme y
seguro. Encontró un ritmo rápido que inquietó las piernas de
Lucas, y las frotó contra las de Noah.
—Vente por mí, Lucas, —dijo Noah en voz baja.
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Algo en su tono hizo que Lucas abriera los ojos para mirar. Noah
lo estaba observando de cerca. Lucas se sorprendió por la
maravilla que vio en la expresión de Noah.
Sin previo aviso, Noah abrió el enlace entre ellos. Lucas quedó
sin aliento por la intensidad de las emociones de Noah. No había
tenido ni idea hasta ese momento que Noah lo encontraba tan
atractivo, que casi lo consideraba hermoso. El afecto de Noah por
Lucas, su asombro de tener un Dominante por el que valía la pena
morir, le robó el aliento a Lucas.
Fue abrumador. El clímax de Lucas se construyó rápidamente.
Un charco de calor se asentó bajo en sus entrañas. Su respiración
era áspera, haciendo eco en voz alta en la habitación tranquila. Su
cuerpo lo traicionó, sus músculos se tensaron y lo hicieron
arquearse hacia Noah. Los dedos de Lucas se convulsionaron,
cavando en los hombros de Noah.
Noah acercó a Lucas, manteniendo el ritmo de sus pollas.
Enterró su cara en el cuello de Lucas, lo que le dio a Lucas acceso
al cabello sudado detrás de la oreja de Noah.
—Estoy cerca, Lucas, —jadeó Noah contra él. —Quiero que te
vengas conmigo. ¿Estás cerca? Dime que estás cerca.
—Sí. Joder, sí. —Lucas gruñó con los dientes apretados. El olor
de la piel de Noah, el olor de su sudor, golpeó a Lucas como un
golpe físico. Sus bolas se apretaron y se levantaron, un
estremecimiento recorrió la longitud de su cuerpo. —Ahora, Noah.
¡Me estoy yendo en este momento!
267
La mano de Noah los acarició a ambos a través de sus orgasmos.
Lucas se mordió el labio inferior y gimió silenciosamente contra el
cuello de Noah. Noah jadeó contra el hombro de Lucas, gruñendo
suavemente mientras su cuerpo vibraba. Lucas podía sentir su
esperma caliente derramándose desde los extremos de sus pollas,
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cubriendo sus ingles. Estaba mojado y pegajoso, la mano de Noah
lo manchó a lo largo de sus erecciones suavizadas. El olor de su
mezcla llegó a los sentidos de Lucas y un último y violento
escalofrío lo sacudió.
Cayó deshuesado contra la cama. Lucas aspiró ávidamente
aspiraciones desesperadas y profundas. Noah se estiró y sacó una
remera de color verde oliva.
Con una sonrisa aturdida a Lucas, Noah comenzó a limpiarlos
del semen.
—Tengo que llevar mi ropa al pueblo de todos modos, —dijo
tímidamente, indicando su camisa ahora sucia.
Lucas solo pudo asentir en respuesta. Él no podía moverse. Él no
podía hablar. Noah estaba feliz. Tocar a Lucas, hacerlo venirse,
hizo feliz a Noah. Lucas no podía creerlo.
Noah se apoyó en un codo. Pasó su otra mano por el cabello de
Lucas, arrastrando sus dedos a lo largo de la garganta de Lucas y
por su pecho, enredándose con la cadena de sus etiquetas.
—Eres tan jodidamente hermoso cuando te vienes. Tus pómulos
se enrojecen, tu boca se pone roja e inflamada. Tus ojos se abren
de par en par. Incluso me encanta el olor de tu venida.
Lucas se rió, incómodo con la intensidad de las emociones de
Noah, la expresión en su rostro.
—Está tan oscuro aquí, ¿cómo puedes decir que mi cara está
enrojecida?
268
Noah sonrió, el orgullo obvio.
—Soy un hombre lobo, Lucas. Puedo verte en la oscuridad.
Puedo escuchar el menor cambio en tu respiración o el latido de tu
corazón. Por eso te desperté temprano; el olor de tu excitación era
inusualmente fuerte esta mañana, y sabía que tenías una gran
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erección matutina. Quería ayudarte con eso.
—Gracias por el trabajo de la mañana—. Lucas se echó a reír,
tratando de ocultar su malestar con humor.
—Es un placer. —Noah de repente tiró las mantas de sus
cuerpos desnudos. Le dio una palmada fuerte a la cadera de Lucas.
—Ahora levanta tu lindo trasero para que tengamos tiempo de
comer antes de que nos encarguemos de la guardia.
Lucas salió de su litera lentamente. Ahora que su erección había
desaparecido, necesitaba desesperadamente orinar. Se vistió
rápidamente y se guardó la gorra de servicio y los guantes en el
bolsillo del muslo. Alisar las mantas de la cama y enderezar la
antesala tardó solo unos minutos con los dos trabajando juntos.
Lucas cerró la lona sobre la puerta cuando se fueron. Caminaron
en cómodo silencio. Cuando terminaron, devolvieron sus kits de
aseo a la antesala antes de cruzar al comedor. Tan pronto como
olió la comida, el estómago de Lucas gruñó.
Se sorprendió cuando Noah comenzó a llenar sus dos bandejas
sin hacer una sola pregunta. Les dijo a los cocineros lo que cada
uno de ellos quería, obteniendo los detalles de las preferencias de
Lucas correctos. Incluso preparó el café de Lucas exactamente
como le gustaba.
—No tenía idea de que me hubieras prestado tanta atención, —
dijo Lucas mientras se sentaban.
Noah lo miró perplejo.
269
—Siempre le he prestado mucha atención, señor. ¿A qué te
refieres en particular?
—Reuniste mi desayuno favorito sin hacerme una sola
pregunta—. Lucas señaló la bandeja con el tenedor.
Noah inclinó la cabeza hacia un lado y sonrió con indulgencia.
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—Lucas.
—¿Hmm?
De repente, Lucas tuvo en cuenta la opinión de Noah sobre él
mientras se venía esa misma mañana. El placer de Noah en la
memoria era impresionante. Lucas casi no se reconoció a sí mismo,
al ver como Noah lo veía. Su piel parecía dorada, sus ojos brillaban
incluso en la habitación oscura, el marrón aparecía dorado y
centelleaba contra el verde. Nunca había notado lo exuberante y
llena que era su boca o lo afilados que eran sus pómulos.
Al darse cuenta de que su enlace había sido abierto desde que se
había despertado y no se había dado cuenta, lo dejó sin palabras.
Había estado tan desprevenido en sus pensamientos desde que
Noah lo había despertado, podría haber dejado escapar casi
cualquier cosa.
Noah estaba absolutamente desconcertado. Mantuvo la
conversación sobre sus deberes del día, para alivio de Lucas.
—¿Cuál es tu plan para hoy? —Preguntó Lucas. Noah era el
suboficial más importante de turno ese día. Tenían la vigilancia del
puesto, mientras que otros iban y venían a patrullar.
—Voy a rotar a través de los cuatro bunkers, a lo largo del día,
—respondió Noah. —De esa manera, ningún equipo siente que
estoy mirando por encima de sus hombros. Además, siempre que
estoy cerca, he notado que los hombres comienzan a mirar para
ver si apareces repentinamente. No necesitan ese tipo de tensión
270
constante.
Lucas lo miró sorprendido.
—¿Por qué tendrían miedo de que yo apareciera?
—En estos días, —dijo Noah lánguidamente, —donde uno de
nosotros está, el otro generalmente también lo está. Los hombres
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como tú, Lucas. Es solo que eres un oficial. Y su jefe, —agregó.
—Jesús, ¿parezco tan pegajoso? —Preguntó Lucas, manteniendo
su voz baja.
Noah se rió entre dientes.
—Nadie piensa que eres pegajoso, Lucas. Piensan que hemos
formado una asociación muy estrecha.
Lucas dudaba, pero aceptó la explicación de Noah por ahora.
—Los dos tenemos mucho trabajo que hacer, hoy—. Miró a su
alrededor para ver si alguien les estaba prestando atención. —
Estoy seguro de que no nos estaremos viendo todo el día.
—Estoy seguro de que no lo haremos—. Noah sonaba cmo si
estuviera rindiendo homenaje a Lucas. La leve elevación de la
comisura de su boca se sumó a la impresión.
Una vez que Noah desapareció en el primer búnker, Lucas no
tuvo tiempo de pensar mucho en él. Sintió el roce ocasional de la
mente de Noah contra la suya, como si Noah se estuviera
registrando, pero no tenían otro contacto.
Noah envió el tráfico de radio de los equipos que estaban
patrullando. Lucas supervisó el apuntalamiento de un muro al
puesto de combate que había sufrido algún daño la última vez que
habían combatido un ataque.
Estaba cruzando el complejo, decidiendo que probablemente era
hora de almorzar cuando sintió la conciencia de Noah. Lucas se
volvió y lo vio descender de uno de los búnkeres camuflados.
Estaba a punto de gritar cuando la radio cobró vida en su oído, el
271
sonido de una batalla furiosa distinta en el fondo.
—Combat Post Toscano, este es Fox-three-one. ¿Cómo se copia?
—El fuerte tiroteo se escuchó claramente en el fondo de la
transmisión. Lucas aún no conocía a todos los hombres en Fox
tres, por lo que no reconoció la voz del Infante de Marina.
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—Fox-three-one, este es Toscano. Estás ruidoso y claro. ¿Cuál es
la situación? —Noah respondió a la transmisión.
—Toscano, estamos a siete punto cuatro clicks al norte de tu
ubicación, tomando fuego enemigo pesado. Se les advierte, tienen
hombres lobo. Una vez más, el enemigo ha utilizado hombres lobo
en la emboscada.
Lucas se volvió hacia Noah, incluso cuando Noah tecleó su
micrófono.
—Fox-three-one, Roger that. Estamos en camino como respaldo,
ETA diez micros.
Mientras Noah hablaba, el puesto de combate estalló en un caos
controlado. Los marines recogieron sus armas y corrieron en
busca de sus Rangers. La atención de Lucas se fijó en Noah. La
adrenalina corría a través de sus dos sistemas. Percibió la
confianza de Noah de que Lucas armaría a los marines en la
carretera sin problemas. Dejó a Noah en libertad para centrarse en
administrar el rol de la manada como respaldo.
—Copiado, —respondió Fox-three-one. —Ya nos han herido, y
estamos atrapados en la carretera principal.
Mientras Lucas escuchaba, observó con asombro a Noah
empujando su gorra y sus auriculares en el suelo. Salió corriendo
por el complejo hacia la puerta principal. Mientras corría, Noah
sacó su vellón y sus etiquetas sobre su cabeza y las arrojó a un
lado.
—Three-one-real, ¿cuántos heridos tienes? —Preguntó Lucas. —
272
¿Puedes indicar el número de hostiles que has involucrado, así
como el tamaño de la manada de hombres lobo?
Casi no creyó lo que veía cuando Noah dejó de ser Noah a mitad
de un paso. Las patas delanteras del lobo blanco cayeron sobre la
arena. Sus cuartos traseros corrieron libres del uniforme de Noah
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mientras se dirigía hacia la puerta.
—Lo adivino, señor, —respondió el marine, —pero son
aproximadamente diez humanos. También tienen al menos tantos
hombres lobo, pero nosotros solo tenemos tres.
—Joder, —juró Lucas antes de que tecleara su micrófono. —
Entendido. Aguanta ahí, estamos en nuestro camino. Toscano
fuera.
Para cuando Noah llegó a la puerta, ya estaba en su tamaño
completo. El enorme lobo blanco se paró frente a la puerta, levantó
la cabeza y soltó un aullido poderoso y escalofriante. Alrededor del
recinto, los hombres lobo ya se habían quitado las gorras y las
camisas de vellón. Al sonido de la llamada de Noah, cada uno de
ellos se movió y salió de sus uniformes. Los cinco lobos gigantes
corrieron por el recinto para unirse a Noah. Tenían nueve lobos en
total para combatir a los diez hostiles. Sin embargo, Lucas no
estaba preocupado. Tenían a Noah de su lado.
—Sargento Hammond, —gritó Lucas. Noah corrió hacia él
inmediatamente. La intensidad en sus ojos plateados era
desconcertante al mismo tiempo que despertaba. Él dejó caer la
puerta de la camioneta. —Arriba y adentro.
Noah miró de Lucas al camión y de vuelta. Miró hacia la puerta y
los hombres lobo se reunieron allí. No saltó a la parte trasera del
camión.
—Tenemos siete y medio clicks para ir, —dijo Lucas
273
bruscamente. —¿Corres qué? ¿Cuarenta y dos mph? Los vehículos
van sesenta, sesenta y cinco mph. Sube al camión.
Noah ladró dos veces a los lobos y saltó a la parte trasera del
camión. La manada llegó apurada y se unió a él, dos a la vez. Lucas
cerró el portón trasero y se volvió para organizar a los humanos.
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Asignó un artillero pesado y un conductor a cada ranger. Con el
cabo Hubbard en forma de lobo, Lucas necesitaba un nuevo
conductor y seleccionó a Cabo Branch. Con cinco Infantes de
Marina por vehículo, tomaban tres vehículos además del camión
de hombres lobo lleno de Lucas.
Lucas aseguró su Kevlar sobre sus auriculares de radio. Se
estaba deslizando en su armadura cuando apareció el capitán
Madison.
—Patea sus culos, teniente, —dijo Tim.
—Ese es el plan, señor, —respondió.
El artillero McAlister se acercó, cargado con latas de munición.
Sin una palabra, le entregó a Lucas y al cabo Rama varias revistas
completas. Lucas metió la munición en cada bolsillo o pieza de red
que la sostendría.
—Escuché el aullido. ¿Hammond llamó a la manada? —Preguntó
Madison.
—Sí, señor. Tengo cinco lobos en la parte trasera de mi camión.
—Él golpeó su mano contra el lienzo que cubre la parte trasera del
vehículo.
Vince recogió las latas de munición y se movió para armar al
resto del pelotón.
—Estaré vigilando, —dijo Tim con una palmada en el brazo de
Lucas.
—Entendido, capitán—. Lucas aseguró su M16 a su honda de
274
batalla.
Subiendo al camión, Lucas ordenó al pelotón que lo precediera
cuando se bajaron. Los cuatro equipos navegaron por la puerta
principal y giraron hacia el norte.
—¿Tienes alguna idea de quién es Fox-three-one-real? —Le
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preguntó Lucas a Branch, queriendo saber quién era el líder del
equipo de tres personas.
—Es el sargento Walstad, señor, —respondió Branch, sin
apartar los ojos de la carretera.
—Fox-three-one; Fox-two-actual, —Lucas saludó a los marines
asaltados, identificándose como el comandante de pelotón.
El sonido de fuertes disparos llenó el canal de comunicación
cuando el Sargento Walstad respondió.
—Ve por Fox-three-one.
—Actualiza tu reporte de situación, —ordenó Lucas.
—Estamos manteniendo nuestra posición, señor, —respondió
Walstad. —No hay bajas adicionales. Simplemente no sé cuánto
tiempo más.
—Entendido. Estamos en camino ahora, —le comunicó Lucas.
—Copia sólida. Fox-three-one fuera. —La transmisión de
Walstad terminó.
Lucas mantuvo abierto su vínculo con Noah mientras corrían
hacia la batalla. Noah le envió impresiones claras de sus deseos.
Lucas no pudo encontrar nada con lo que estar en desacuerdo.
Dado que los hombres lobo marines habían logrado alejar a la
manada enemiga de la batalla y mantenerlos ocupados detrás de la
posición de Fox-three, Noah quería acercarse a pie, cortando la
posibilidad de retirarse.
Cuando los sonidos de los disparos se hicieron audibles sin las
275
radios, Lucas supo que estaban cerca.
—Todos los Rangers de Fox-two, flanquean al enemigo
dispersándose lateralmente a través de la carretera, —ordenó. —
Quédate a cubierto, aleja su fuego de Fox-three.
Cada uno de los equipos reconoció su orden.
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—Detengan el camión, cabo, —le dijo Lucas a Branch.
—¿Señor? —Preguntó, incluso mientras desaceleraba el
vehículo.
—Estamos dejando caer a los lobos para que puedan acercarse,
—explicó Lucas.
—Entendido, —dijo Branch, llevándolos a una parada
discordante.
Lucas comenzó a salir para dejar caer la puerta del camión, pero
los lobos no tenían intención de esperar. Noah fue el primero en
salir. Literalmente golpeó el suelo corriendo. Los lobos más
jóvenes y pequeños lo persiguieron, pero se quedaron varios
metros atrás.
Branch puso el camión nuevamente en marcha para seguir al
resto de los equipos en la batalla. Lucas observó maravillado que
Noah guiaba a sus lobos por el suelo helado. Noah estaba a toda
velocidad, sus grandes patas se volvieron borrosas cuando se
comieron la distancia. Con cada zancada, alcanzó la extensión
completa, su columna vertebral se dobló mientras avanzaba por el
paisaje. Lucas observó que la manada se acercaba a los hombres
lobo asediados en la distancia, cortando a los hostiles de sus
humanos.
Esperaba que Noah se ralentizara justo antes de lanzar su
ataque, pero Noah no tenía tal plan. Su gigantesco cuerpo blanco
se estrelló contra uno de los lobos enemigos, golpeándolo desde lo
alto de uno de los lobos marines. La fuerza del golpe envió al lobo
276
más pequeño a rodar en uno de sus propios compañeros. Ambos
cayeron al suelo en una gran nube de polvo.
El resto de la manada de Noah invadió la escena de la batalla de
lobos, enfrentándose a los lobos hostiles y dando a los tres lobos
de Fox-three maltratados la oportunidad de reagruparse.
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—¿Cuál es el plan, Teniente? —Preguntó Branch.
—Llévanos al lado de la alcantarilla, —respondió Lucas,
ajustando su M16 en preparación para entrar en la batalla. —Gira
para que la parte trasera del camión mire hacia las posiciones
enemigas. Ponte a cubrir en una sola pieza, cabo.
Lucas se apretó mientras Branch giraba el pesado vehículo y
golpeaba los frenos. Se deslizaron hacia adelante sobre la grava
antes de detenerse bruscamente. Lucas abrió la puerta de una
patada y saltó, agachándose. Vio a Branch cubrirse y dirigirse a la
alcantarilla, saltando con éxito con el resto de los marines.
Colocando su arma, fue el turno de Lucas de abrirse paso.
Disparó contra cualquier cosa que pareciera hostil. Llegó a la
alcantarilla y saltó, presionando su espalda contra la pared de
tierra. Alcanzando, Lucas sintió el vínculo con Noah que se había
vuelto distante. Volvió a cobrar vida con su consulta.
Noah estaba concentrado e intenso. Él y la manada habían
rodeado a los lobos enemigos y los estaban desgastando. No había
escapatoria, y los lobos de la Marina los estaban recogiendo, uno
por uno. Uno de los lobos de Fox-three fue herido y había sido
ordenado salir de la pelea por Noah.
Un lobo delgado y de color arena atrapó de repente a Grant en la
garganta, y Noah saltó al rescate. Lucas se retiró de la conexión
cuando Noah hundió sus dientes en la garganta del lobo, y ambos
probaron la sangre.
—Dame una situación, sargento Walstad, —gritó Lucas por los
277
sonidos de los M16 y los AK-47.
Walstad se arrastró hacia él.
—Tengo tres heridos, señor, pero Doc los tiene estables. Tus
hombres tienen al enemigo flanqueado y están alejando mucho del
fuego de nosotros. Juntos, los mantenemos alejados; quizás ahora
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podamos empujarlos lo suficiente para regresar a los Rangers.
Las columnas de polvo se alzaban desde el borde de la
alcantarilla cuando las rondas enemigas golpeaban cerca.
—Los que no matamos los vamos a capturar, sargento, —
respondió Lucas, encorvándose más en su armadura. Los Infantes
de Marina resultaron heridos, y Lucas no estaba de humor para
permitir un retiro.
—Entendido, señor, —respondió Walstad con una sonrisa
sombría. —¿Puedes decir cómo están los lobos?
—Uno de tus lobos está herido pero vivo, —informó Lucas. —El
sargento Hammond y el resto están destruyendo lentamente a los
lobos hostiles.
—Joder, sí, —dijo el sargento con entusiasmo. —Señor.
—¿Cómo están aguantando tus municiones? —Lucas no se
molestó en contener su sonrisa.
Ambos se agacharon reflexivamente cuando una ronda de AK
golpeó la alcantarilla.
—Nos estamos quedando sin nada, señor, —respondió Walstad.
—La batalla fue bastante intensa antes de que ustedes llegaran
aquí.
Lucas y Branch entregaron varias de las revistas que habían
metido en su red, preparadas para esta situación. Al encender su
micrófono, Lucas les dijo a sus hombres que se necesitaban
municiones en la alcantarilla, si algunos de ellos podían avanzar en
esta dirección.
278
Volvió a unirse a los disparos, buscando objetivos con su M16.
Apuntó a los hostiles que pudo identificar, disparando ráfagas de
tres asaltos. Un repentino rugido de disparos surgió de la posición
de flanqueo de los marines. Por el rabillo del ojo, Lucas vio al
Sargento Viejo cruzar un tramo de camino abierto y arrojarse a la
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alcantarilla. Se enderezó, repartió cargadores de munición y tomó
posición de disparo sobre el borde de la alcantarilla.
Momentos después, Catinella hizo el mismo viaje que Viejo.
—Estamos completos para las municiones, Teniente, —dijo el
sargento Walstad.
Lucas pensó que escuchó los sonidos de una pelea de lobo detrás
de su posición. Se acercó a Noah y lo encontró muy satisfecho y
lamiendo la sangre de su propio hocico. Se paró sobre el cuerpo de
un lobo moribundo: el líder de la manada del enemigo.
—Nuestros hombres lobo han completado exitosamente su
misión, —transmitió Lucas a sus marines. Los vítores que subían
eran justo lo que él quería. Con un impulso de moral, tenía la
intención de mantener su impulso.
Un aullido de lobo misterioso de repente llenó el aire. Fue
impresionante en su volumen. Lucas lo reconoció como Noah, pero
todavía causó que la piel de gallina se levantara sobre su piel. Solo
podía imaginar la reacción del enemigo. El aullido aguantó triunfo
y amenaza. Sonaba casi como una advertencia. Un segundo aullido
se levantó y esta vez, el resto de la manada unió sus voces a las de
Noah. Lucas estaba muy contento de que estos fueran sus lobos.
—Santa mierda. Hammond es un hijo de puta asustador cuando
quiere serlo, —comentó un marine secamente.
Lucas le ordenó a Noah que retuviera a los lobos. No tenían
armadura. Los aullidos habían recorrido un largo camino para
ayudar al resto a cambiar el rumbo de esta batalla.
279
—Fox-two-two, —la voz del sargento Fowler sonó en las
comunicaciones. —Teniente, tenemos a los hostiles que se retiran
a la retaguardia.
Fue una buena señal, pero Lucas no se atrevió a celebrar,
todavía.
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—Copia eso, —respondió. —Enviaré a los lobos para que se
ocupen de ellos.
—Entendido. —Había una nota de humor en la voz de Fowler.
Lucas sintió que Noah ya estaba en movimiento. Envió una
orden para que los lobos refrenen a la mayor cantidad posible, de
lo contrario, huyan. El sentido del humor de Noah era evidente en
la imagen que envió de un lobo con un juguete para masticar un
perro.
Los disparos enemigos empezaron a aligerarse.
—Señor, tenemos hostiles que intentan rendirse—. Transmisión
de Fowler.
—Asegúralos con cuidado, —respondió Lucas. —Vamos a salir
de nuestras posiciones y limpiar los vehículos enemigos. Deja a
varios hombres atrás para tratar con los prisioneros. Envía
cualquiera que encuentres detrás de nuestras líneas.
—Entendido.
Lucas ordenó al sargento Walstad y varios de sus Infantes de
Marina que se quedaran atrás y proporcionaran fuego de
cobertura si fuera necesario. El resto de los hombres que ordenó
salir de la alcantarilla y avanzar hacia la posición del enemigo.
Estaban creando un efecto de pinza, empujando al enemigo
hacia atrás desde dos lados. Con Noah y los lobos mirando la
retaguardia, encerraron a los hostiles.
Al llegar a las camionetas que su enemigo usaba como
transporte, los marines comenzaron a limpiar los vehículos.
280
Comprobaron si alguien había escondido, descargado e
inhabilitado todas las armas desechadas que encontraron. Los
cuerpos estaban esparcidos por todas partes. Lucas estaba
bastante seguro de que habían matado más de lo que iban a
terminar capturando.
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Doc Brennan revisó cuidadosamente los cuerpos en busca de
signos de vida y pareció no encontrarlos. Lucas captó movimiento
por el rabillo del ojo. Cambiando ligeramente para mirar sin
levantar su mejilla de la culata de su M16, no vio nada. Eso no
significaba que no había nada allí.
Caminando lentamente hacia un lado, Lucas se dirigió a otro
camión abandonado. Estaba alcanzando la manija de la puerta
para despejar la cabina cuando algo sólido lo golpeó por detrás.
Lucas cayó con fuerza sobre el pavimento, un peso sólido y
pesado cayó sobre él. Perdió su agarre en su M16, pero su honda
de batalla evitó que se deslizara demasiado lejos de su alcance. El
cambio de peso sobre él le dijo a Lucas que el arma era inútil de
todos modos. Los M16 no estaban destinados para el combate a
corta distancia, y él iba a tener que luchar por su vida usando
mano a mano.
Un golpe fuerte con el codo le dio a Lucas el tiempo y el espacio
suficientes para volverse de espaldas y atacar a su enemigo. Su
corazón ya acelerado golpeó con más fuerza contra sus costillas al
ver un cuchillo de hoja larga que bajaba hacia su garganta. Levantó
ambas manos y logró agarrar el antebrazo de su atacante.
Lucas estaba en desventaja con el peso de otro humano
presionando sobre él. Su atacante se sentó a horcajadas sobre sus
caderas, y no pudo encontrar influencia. Intentó patear hacia
arriba con las rodillas, pero solo miró la espalda de su atacante.
Estaba peleando el tiempo más que otra persona; los brazos de
281
Lucas ya estaban cansados. Pensó en su arma, su primera
inclinación fue simplemente poner dos en el pecho de su atacante.
La pierna de su enemigo estaba presionada justo por encima de la
funda de Lucas. Él no sería capaz de despejar la funda
limpiamente.
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Lucas levantó su rodilla al lado del hombre encima de él. Lanzó
una mano rápidamente hacia la funda que estaba sobre su bota.
Los dedos de Lucas se envolvieron alrededor de la familiar
empuñadura de su Ka-Bar. Sacándolo de la vaina, se retiró para
enterrar la hoja en las costillas de su atacante.
Una pared de pelaje blanco se estrelló contra ellos, derribando al
atacante de Lucas y rodando a Lucas sobre su estómago. Se las
arregló para aferrarse a su arma mientras los gritos de dolor y
terror lo arrastraban, mezclándose con furiosos ladridos y
gruñidos.
Tomando su M16, Lucas se puso de rodillas. A varios metros de
distancia, una montaña de pelaje blanco desgarró al hombre
desesperadamente luchando debajo de él. Lucas enfundó su Ka-
Bar y luchó por recuperar el aliento. Consideró llamar a Noah, pero
la rabia que sentía Lucas por él significaba que probablemente era
inútil. Aun así, le envió a Noah pensamientos tranquilizadores, le
aseguró que Lucas estaba bien.
Los marines aparecieron desde todas las direcciones, con las
armas levantadas, gritando preguntas e instrucciones
simultáneamente.
—Estoy bien, —gritó Lucas, poniéndose de pie.
El ataque de Noah se calmó. Se paró sobre su víctima, gruñendo
amenazadoramente. El hombre se quedó sin aliento y acunó los
brazos contra su pecho.
—Todos los vehículos están limpios, señor, —dijo el sargento
282
Rodríguez, vigilando a Noah. —Conseguimos varios prisioneros.
Los lobos tienen un montón más, a varios metros de distancia.
Lucas asintió que había oído.
—Sargento Hammond, —dijo bruscamente. —Déjalo ser. Se
acabó.
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Noah se dio la vuelta y se dirigió hacia Lucas. Era una vista
aterradora; su hocico, pecho y patas delanteras cubiertos de
sangre. Jadeó cuando Noah se acercó, pero se mantuvo firme, con
el corazón acelerado.
—Asegure a los prisioneros en la parte trasera de mi camión, —
Lucas ordenó a sus marines, la necesidad de Noah de contacto con
él gritándole a través del enlace. —Haz que Doc atienda a todos los
heridos y prepáralos para el transporte.
A pesar de que sus marines se movieron para cumplir sus
órdenes, Noah rodeó a Lucas. La nariz de Noah estaba fría en el
dorso de su mano. Lucas permaneció tan quieto como pudo
mientras Noah caminaba en círculos a su alrededor, olfateando el
hueco de su garganta, sus axilas y la parte baja de su espalda.
—Estoy bien, Noah, —dijo en voz baja. —¿Puedes calmarte un
poco?
La respuesta de Noah fue correr a lo largo de todo su costado a
lo largo de la espalda de Lucas. Él acarició su hocico arriba y abajo
del brazo de Lucas. Cuando comenzó a lamer el dorso de la mano
de Lucas, Lucas lo levantó para ver cómo la gran lengua rosada se
curvaba alrededor de su palma y sus dedos.
—Necesitamos que te limpien, —reflexionó, una vez más
absorbiendo la sangre que apelmazaba el brillante pelaje blanco
de Noah.
Noah se sentó en cuclillas, presionándose contra el costado de
Lucas. Lucas recibió una clara sensación de alivio de Noah, junto
283
con una sombría satisfacción al ver a los marines sacar el cuerpo
inerte del hombre que había atacado a Lucas. El lado más oscuro
de Lucas se preguntaba de qué sería capaz Noah en caso de que
otra persona dañara a Lucas.
Necesitaba actualizar la situación con el capitán Madison. Lucas
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tecleó su micrófono de radio.
—Combat Post Toscano; Fox-two-actual.
—Ve por Toscano, —respondió un marine en la base.
—Los hostiles fueron neutralizados; no hemos sufrido bajas, —
informó Lucas.
—Copia sólida. ¿Cuál es su ETA a RTB?
—Hemos tomado varios prisioneros que necesitamos asegurar.
Algunos están heridos, y HM3 Brennan se ocupa de sus heridas.
Fuera. —Lucas desató su micrófono y respiró hondo, la adrenalina
aún corría por su sistema. —Una vez que estén listos para el
transporte, nos retiraremos.
Hubo una larga pausa antes de la respuesta.
—¿Me puede decir la naturaleza de las lesiones?
Lucas sonrió para sí mismo.
—La mayoría son heridas de combate. Hay al menos un ataque
de lobo severo.
—Entendido. Avísame cuando estén oscar-mike. El capitán
Madison dice que mantendremos la luz encendida y el café
caliente. Toscano fuera.
Lucas se dirigió hacia el grupo de sus Humvees. Noah estaba
justo a su lado, a su ritmo. Caminó tan cerca, su pelaje rozó el
brazo de Lucas.
—¿No tienes algunos hombres lobo para cuidar? —Preguntó
Lucas.
284
Noah dio una sacudida violenta de su cabeza que se extendió a
todo su cuerpo. No dio un paso y se quedó al lado de Lucas.
Alcanzando a los Humvees, Lucas vio que todos los hombres
lobo estaban allí, de pie sobre un grupo de prisioneros. Algunos
estaban ensangrentados, pero la mayoría estaban en buena forma.
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—¿Todos están bien para hacer el viaje en el camión? —Le
preguntó a Doc.
—Afirmativo, señor.
—Interrogativo, teniente, —preguntó el sargento Viejo. —Con
los prisioneros atrás de tu ranger, ¿cómo volverán los lobos a la
base?
—Van a correr, —respondió Lucas, sorprendido de hablar con el
conocimiento de Noah, no con el suyo. —Ya no tenemos que
preocuparnos por el tiempo; pueden RTB a su propio ritmo.
—¿No es un largo camino, señor? —Viejo se mostró incrédulo.
—No para los lobos. Pueden correr a un ritmo lento y constante
casi todo el día—. Le divertía saber que eso era realmente su
propio conocimiento.
—Sí, señor—. Viejo estaba aparentemente satisfecho.
Noah estaba sentado a su lado otra vez. Lucas lo miró y encontró
a Noah mirándolo fijamente, la diversión y el orgullo se filtraban
por el enlace.
—¿Listo para ir? —Preguntó Lucas.
Noah se dirigió hacia la puerta del camión de Lucas. Cuando
Lucas se acercó a él, tuvo la clara sensación de que Noah le abriría
la puerta si pudiera.
Cuando partieron a través del desierto, la manada de lobos se
acomodó a su propio ritmo. Cayeron detrás de los Humvees que se
movían más rápido. Lucas redujo su velocidad para que la manada
285
pudiera alcanzar un poco. Fue un acto de equilibrio. Necesitaban
RTB lo antes posible, ya que eran objetivos cuanto más tiempo
estaban fuera de los muros del poste. Dejando atrás a la manada
dejaba a los lobos vulnerables.
Lucas dejó escapar un suspiro de alivio cuando cruzaron la
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puerta principal. El cabo Branch estacionó el camión, y Lucas
levantó la vista para ver a Noah, sentado pacientemente justo
afuera de su puerta. El capitán Madison se acercó, dando órdenes
mientras caminaba. Lucas salió del camión.
—Todos los prisioneros están en la parte trasera del camión,
señor, —le dijo a Madison. Se giró para llevar al capitán a la parte
trasera del vehículo y casi caminó directamente hacia Noah.
Doc Brennan estaba supervisando la descarga de los heridos.
Los sargentos Viejo y Fowler estuvieron presentes para supervisar
la descarga del resto de los prisioneros.
—Buen trabajo, teniente, —dijo Madison. —¿Y todo el mundo
está bien?
—Afirmativo—. Lucas asintió bruscamente.
—Hice que algunos hombres recogieran los uniformes de los
hombres lobo, —le dijo Tim.
Lucas se giró para seguir al capitán. Cuando dio un paso, algo
bajo su pie se movió. Lucas tropezó, extendiéndose para
estabilizarse. Su mano aterrizó en un hombro peludo. Se dio
cuenta de que casi había pisado la cola de Noah.
—Sargento, ¿puedo conseguir un poco de espacio, por favor? —
Preguntó.
Noah no se movió de su lado.
Madison se rió entre dientes.
—No creo que eso vaya a suceder hasta después de que él
cambie.
286
Lucas suspiró molesto.
—Gracias por cuidar los uniformes, señor. Debería haber
pensado en eso.
—Tenías cosas más importantes de las que preocuparte en ese
momento, —respondió Tim, agitando una mano con negligencia.
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—Pusieron el uniforme del Sargento Hammond en tu habitación.
—Aprecio eso, señor—. Los sonidos del juego y las peleas
atrajeron la atención de Lucas. Cuando trató de mirar a los lobos
que eran la fuente, se encontró una vez más bloqueado por Noah.
Impacientemente, le dio un codazo a Noah para que se apartara
del camino. La masa sólida de músculo y pelaje se movía a
regañadientes.
Lucas observó cómo su manada de lobos se peleaba y jugaba,
deteniéndose ocasionalmente para lamer la sangre que todavía
cubría a algunos de ellos. Mientras observaba, Noah se sentó a su
lado otra vez, inclinándose tan cerca que Lucas casi perdió el
equilibrio.
—¿Por qué tengo la sensación de que tu acción posterior me va a
dar canas, Lucas? —Preguntó Tim.
—Estoy bien, —dijo Lucas, apenas conteniendo su frustración.
—No hay un solo rasguño en mí.
Madison resopló burlonamente.
—A juzgar por el comportamiento del gran lobo blanco casi
sentado encima de ti, estuviste muy cerca de tener algo más que
un rasguño.
—Está exagerando, —dijo Lucas con impaciencia. —Sargento
Hammond, únase a nuestra manada y deje que lo ayuden a
limpiarse.
Ahora había menos sangre en Noah. Se había limpiado solo o
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había dejado que la manada lo ayudara en algún momento, pero
estaba lejos de estar limpio. Lucas imaginó que Noah podría
bañarse después de cambiar, también sabía que Noah necesitaba
comodidad y contacto físico.
La gran cabeza de Noah giró en dirección a la manada antes de
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volverse hacia Lucas. Sus ojos eran intensos. Sintió una fuerte
renuencia de Noah. Quería unirse a su manada, pero la idea de
dejar a Lucas lo ponía ansioso.
—Estoy bien, Noah, —dijo en voz baja. —Estamos en casa, y
estamos a salvo. Tengo trabajo que hacer; ve con nuestra manada.
Noah miró a su manada y soltó un suave gemido.
—Necesitas cuidar a nuestra manada ahora, así que tendremos
tiempo para cuidarnos esta noche, —dijo Lucas, jugando una
corazonada.
Noah lo miró una vez más antes de cruzar el recinto para unirse
a sus lobos. Lucas casi pierde el equilibrio otra vez, sin darse
cuenta de que se había apoyado en el cuerpo de Noah.
—Muy bien jugado, —dijo Tim. —Ahora, veamos cómo asegurar
a tus prisioneros.
Tomó hasta bien entrada la noche garantizar la seguridad de sus
prisioneros, alimentarlos y establecer un horario para el servicio
de guardia. El equipo de transporte de prisioneros de FOB Whisky
no llegaría hasta la mañana siguiente, así que tuvieron que pasar la
noche de manera segura y humanos.
Noah dio a conocer su presencia con frecuencia. Buscaba a Lucas
de vez en cuando, rodeándolo y olfateando en los lugares
habituales. Lucas estuvo a punto de tropezar con su cola una vez,
así que se limitó a empujar el enorme cuerpo de Noah cuando se
acercaba demasiado.
288
Noah se invitó a inspeccionar las instalaciones donde los
prisioneros pasarían la noche, dejando que todos lo vieran
claramente. La implicación era clara. Había un gran lobo blanco
con el que lidiar si alguno de ellos causaba problemas.
Era de madrugada cuando Lucas notó que el primero de los
07/2019
hombres lobo había cambiado. Estaban vestidos y de camino al
comedor. Ambos saludaron a Lucas, y Noah se sentó a su lado,
asintiendo respetuosamente con la cabeza.
El estómago de Lucas gruñó, y recordó que no había almorzado.
Observó cómo la manada se calmaba de su juego rudo,
acurrucándose el uno en el otro y lamiendo cualquier pelaje que
pudieran alcanzar. Tres lobos se separaron y trotaron por dentro.
Lucas imaginó que iban a cambiarse y vestirse.
Los costados de Noah se agitaron cuando suspiró audiblemente.
Lucas sintió que una fuerte oleada de fatiga lo recorría y sabía que
venía de Noah. El lobo se puso de pie, presionó su nariz contra el
cuello de Lucas y lentamente entró.
Noah parecía más tranquilo que antes cuando se había
convertido en un lobo. Él sabía cómo manejar al agresivo y
posesivo Noah. Este Noah más callado era confuso.
Lucas esperó unos momentos antes de acercarse a la puerta de
su habitación. Envolvió sus nudillos en la pared exterior.
—Sólo soy yo. ¿Necesitas ayuda con algo?
—Lo tengo bajo control, —llamó Noah. —Pero puedes entrar.
Lucas se metió debajo de la lona y encontró a Noah solo con su
uniforme y sus etiquetas de identificación, pasándose una toallita
de bebé por las manos. Sus hombros estaban caídos, y parecía
escurrido. La vista confundió a Lucas.
—¿Todo bien? —Preguntó.
—Mierda. Acabo de quemar mucha energía hoy. Incluso estoy
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demasiado cansado para ponerme duro esta noche, —respondió
Noah secamente.
La decepción apretó el pecho de Lucas, y rápidamente apartó la
respuesta inapropiada. Noah levantó la cabeza y estudió a Lucas
con los ojos entornados.
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—No había pensado en eso, —respondió Lucas. —Estoy
preocupado por tu privacidad.
Noah le dio una sonrisa cansada.
—No necesito privacidad de ti. No te oculto nada, Lucas.
Lucas se inquietó. No le ocultó nada a Noah. Lo protegió del lado
más oscuro, más bajo de sí mismo, pero no ocultó las cosas.
—¿Puedo ayudarte con algo? —Lucas preguntó con cuidado.
Noah le entregó la tina de toallitas húmedas para bebés.
—¿Puedes asegurarte de que tengo toda la sangre?
Lucas recordó aquella primera noche en el desierto. Sus ojos se
posaron reflexivamente en la parte delantera de los pantalones de
Noah y vieron que realmente no estaba duro. Lucas tomó las
toallitas húmedas para bebés, preguntándose si Noah estaba
realmente tan cansado como decía o si era algo completamente
distinto.
Noah había conseguido limpiar la mayor parte de la sangre, pero
Lucas vio algo en el cuello y debajo de la oreja. Se acercó para
limpiarlo y captó el olor de Noah. Su cuerpo reaccionó como si
hubiera sido sorprendido. Tragó saliva y se concentró en limpiar a
Noah. Sintió confusión en Noah, y eso lo sorprendió.
Mientras frotaba la piel de Noah, Lucas sintió que la cara de
Noah presionaba su sien. Sin pensarlo, se apoyó en el tacto.
Escuchó a Noah respirar profundamente. Esto era con lo que
estaba familiarizado, esto era lo que había esperado. La tensión en
el pecho de Lucas se aflojó.
290
—Por mucho que me gustaría desnudarme y simplemente
meterme en la cama, en este momento, —murmuró Noah. —Estoy
jodidamente hambriento.
Lucas se rió entre dientes.
—Bueno, eso funciona, porque yo también.
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Noah terminó de vestirse y caminaron juntos hacia el comedor,
un cómodo silencio se instaló entre ellos. Esta vez, fue Lucas quien
guió a Noah a través de la línea, buscando en su enlace las pistas y
las respuestas sobre lo que se debe apilar en la bandeja de Noah.
Incluso mientras bajaba su comida, Noah comenzó a caer sobre
su bandeja. Lucas se preguntó si iba a tener que llevar a Noah a la
cama. Mientras observaba, Noah terminó de comer, se recostó en
su silla y se frotó las manos con cansancio sobre la cara.
Lucas se apartó de la mesa.
—Está bien, vamos a meterte en la cama.
—Pensé que nunca lo dirías —respondió Noah sin humor.
Lucas ayudó a Noah a pararse con una mano bajo su brazo.
—Vamos, chico grande. Me puedes arrebatar si puedes
mantener los ojos abiertos el tiempo suficiente.
Dentro de su habitación, Noah se derrumbó pesadamente
encima de la cama y comenzó a desenganchar sus LPC. Lucas se
apoyó contra una pared e hizo lo mismo. A pesar de su
agotamiento, Noah dobló su uniforme con cuidado y lo dejó a un
lado, al igual que el Marine bien disciplinado que era.
Lucas se despojó de sus ropas y su camiseta y comenzó a
deslizarse bajo sus mantas.
—Todavía estás medio vestido, —dijo Noah con molestia e
incredulidad.
Varias respuestas corrieron por la mente de Lucas. Cerró la boca
291
de forma audible, considerando que ninguna de sus posibles
respuestas era apropiada.
—Has estado cerca de nosotros el tiempo suficiente para saber
que los hombres lobo se sienten cómodos con la piel sobre la piel,
—dijo Noah en el silencio.
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Comodidad. Lucas se recordó a sí mismo que se trataba de
cuidar de su Alfa y nada más. Rápidamente se quitó el resto de su
ropa y se deslizó bajo las mantas.
Noah estaba justo ahí. El ardiente calor familiar de su cuerpo
ardió en Lucas. Fuertes brazos se envolvieron alrededor de él,
empujándolo hacia atrás en el pecho de Noah. Lucas se relajó
contra el firme cuerpo de Noah, disfrutando la sensación del cálido
aliento de Noah contra la parte posterior de su cuello.
Esperaba que Noah se durmiera casi de inmediato. En cambio,
Lucas disfrutó la sensación de las manos de Noah mientras se
deslizaban ligeramente sobre su cuerpo. El pelo de las piernas de
Noah era agradablemente áspero contra la piel de él, cuando Noah
deslizó sus pies y pantorrillas a lo largo de Lucas.
—Entonces, ¿qué sabes de Eleanor de Aquitania? —Preguntó
Noah, su voz era un susurro ronco.
Lucas no pudo evitar reírse en silencio.
—¿Es esta tu idea de charla de almohada?
—Podría ser si tuviéramos almohadas reales, —respondió Noah
secamente.
—Esto es obviamente una lección de historia de hombre lobo, —
susurró Lucas por encima del hombro, —así que seguiré adelante.
Eleanor heredó las tierras de su padre en lo que hoy es el sur de
Francia. Estuvo casada por un tiempo con Louis, el rey de Francia.
Cuando se anuló, se casó con el rey Enrique I de Inglaterra.
—Ese es un deporte tan bueno, —dijo Noah con tono de
292
carcajada, con los labios presionados en la parte posterior de la
cabeza de Lucas. —Ya que te diste cuenta de que esta es una
lección de historia de hombre lobo, ¿dónde crees que los hombres
lobo encajan en la historia?
Lucas aplicó lo que había aprendido sobre los hombres lobo que
07/2019
trabajan con humanos a los hechos de la vida de Eleanor. Se quedó
sin aliento cuando la realización amaneció.
—¿Me estás diciendo que la familia real británica tiene hombres
lobo?
Noah se burló.
—Demonios no. Esa línea se extinguió con los Plantagenet. ¿Te
imaginas a los Tudor como hombres lobo?
—Si me dijeras que Elizabeth la primera era una shifter, me lo
creería, —respondió Lucas. —Pero la idea de que Enrique VIII
tenga ese tipo de poder es aterradora.
—No necesariamente, —respondió Noah. —No habría tenido
todos los problemas de salud, y eso habría alterado algo de su
comportamiento.
—Hmm, —reflexionó Lucas. —Pero volvamos a Eleanor. Quiero
decir que Enrique era el que era, pero en realidad no estoy seguro.
—¿Cuál de ellos pasó más tiempo en la batalla? —Insinuó Noah.
—Eso sería Eleanor, —dijo Lucas con firmeza. —Ella llevó a los
hombres de su padre a la batalla. Luchó al lado de Richard con
armadura completa. Simplemente me cuesta creer que un hombre
lobo pueda ser encerrado contra su voluntad durante veinte años.
—Amaba a Enrique. Ella también tuvo un final.
—Bueno, ella sobrevivió a todos y tuvo influencia sobre sus hijos
que ocuparon el trono después de Enrique.
—Y su cooperación significó que su manada tenía la protección
del rey de Inglaterra, —dijo Noah en un profundo suspiro. —
293
Enrique nunca sacó su ira con Eleanor en su manada.
—¿Es por eso que anuló su matrimonio con Louis? —Preguntó
Lucas. —¿Porque conoció a Enrique y reconoció a su dominante?
—Su compañero, sí—. Las palabras de Noah se arrastraron
ligeramente. Sus movimientos se habían detenido. Lucas sabía que
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se estaba quedando dormido.
—¿Significa esto que Richard Corazón de León era un shifter? —
Lucas no pudo resistir una última pregunta para calmar su
curiosidad.
—Richard lo fue, sí. Pero no John. —La voz de Noah apenas era
audible.
—Puedes dormir tranquilo, Noah. Prometo que nunca te
encerraré en un convento, —bromeó Lucas.
Cuando Noah no respondió, Lucas pensó que se había quedado
dormido. Momentos más tarde, Noah se acercó más a él y
murmuró:
—Bien. El celibato apesta.
Capítulo Catorce

Distrito de Shahrak,
Provincia de Ghowr, Afganistán

Lucas se movió ligeramente, acomodándose más profundamente


294
en el lugar donde se había puesto a cubierto. Los únicos sonidos a
su alrededor eran el viento en los árboles y el llamado de los
pájaros. Las comunicaciones estaban en silencio mientras
esperaban a los siete hombres lobo que reunían información para
completar su misión.
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Noah yacía a pocos pies de Lucas, calmado y relajado, pero
todavía muy alerta. De los veinticinco hombres que Lucas había
recibido para este asalto, quince eran hombres lobo. Dado que los
reemplazos de bajas de la compañía habían incluido un número
significativo de shifters, el comando de Noah se había vuelto casi
tan importante como el de Lucas.
Los interrogatorios de los prisioneros que Lucas y sus hombres
habían detenido habían proporcionado información sobre los
combatientes talibanes que se refugiaban en la aldea que se
estaban preparando para atacar. El mismo Noah había dicho que
no podía oler ningún engaño de los hombres, solo miedo y
ansiedad. El comando del batallón les había ordenado que
tomaran la aldea y capturaran a los miembros talibanes para
interrogarlos.
Lucas fue paciente. La espera era una parte integral de su
trabajo. Los hombres lobo en la cresta que dominaba la aldea
eventualmente regresarían e informarían, luego de lo cual Lucas
planearía el asalto. Mientras tanto, él esperó.
Esta vez, la espera fue infinitamente más entretenida. Su vínculo
con Noah le permitió recibir reflexiones e imágenes humorísticas,
y el tiempo pasó mucho más rápido. Cuando Noah compartió las
formas en que quería llevar la fauna local a la tierra, Lucas
respondió con imágenes de las etiquetas de vino que pensó que
acompañarían la comida.
295
Una o dos veces sospechó que podría haber oído a Noah sofocar
una carcajada.
Cuando el equipo de reconocimiento regresó silenciosamente a
sus líneas, Lucas ordenó a todos que se retiraran a sus Rangers.
Extendieron mapas y dibujos en el capó de un Humvee y
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planearon el asalto.
Cuando ya no hubo más preguntas, Lucas ordenó a cinco
Infantes de Marina que vigilaran mientras que el resto de ellos
dormía un poco. Saldrían a las tres y trescientas horas, lo
suficientemente tarde para que los aldeanos se hubieran ido a
dormir y lo suficientemente temprano para que nadie se
despertara todavía.
Lucas trató de dormir. Se arrastró debajo de un Humvee,
acurrucado en su petate para el calor, cerró los ojos y se obligó a
relajarse. Estaba demasiado excitado. Su ansiedad por sus
hombres era parte de eso, pero Lucas se mentiría a sí mismo si
dijera que no estaba ansioso por el combate.
Lucas había dejado de cerrar el vínculo entre él y Noah, por lo
que no fue una sorpresa que la mente de Noah lo acariciara
suavemente. Noah siempre estaba allí ahora, flotando en los
bordes de su conciencia. Se preguntó si era lo mismo para Noah, si
era consciente de la presencia constante de Lucas en el fondo.
La mente de Noah avanzó más asertivamente. Cuando Lucas
cerró los ojos, sintió un pelaje cálido en la piel y un aliento cálido
en el cuello. Noah quería que se relajara y durmiera. Mientras
Lucas bostezaba, él reflejó el deseo de Noah de regreso a él.
El siguiente pensamiento de Lucas fue sorpresa de que estaba
siendo despertado. Se preguntó cuándo el cálido pelaje y el aliento
en su cuello lo habían hecho tan fácil para él quedarse dormido.
Salió de debajo del Humvee y guardó el equipo. Lucas se frotó el
296
sueño de los ojos y desterró su fatiga a través de su fuerza de
voluntad. Deslizándose dentro de su armadura y amarrándose a su
Kevlar, Lucas se adelantó para implementar el plan para su misión.
El primer equipo bajó silenciosamente por el lado opuesto de la
colina, dividiéndose por la mitad para poder entrar por la parte
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delantera y trasera simultáneamente. El resto de ellos, incluidos
Lucas y Noah, proporcionaron cobertura desde la cima de la
colina. Interceptarían a cualquiera que intentara huir de la aldea,
moviéndose para asegurar el perímetro una vez que el primer
equipo lanzara su asalto.
Lucas apoyó la mejilla contra la culata de su M16 y observó el
progreso de su equipo a través de su alcance nocturno. La mayoría
de los shifters, aún en forma humana, estaban con el primer
equipo; el resto estaban en la cresta con él. Noah estaba a una
distancia de por lo menos cien metros, y su disgusto por la
distancia estaba tronando a través de su enlace. No se pudo evitar.
Él y los otros hombres lobo estaban usando sus sentidos intensos
para detectar cualquier cosa que pudiera salir mal, al menos dando
una advertencia temprana antes de que la mierda golpeara el
ventilador.
—Hay movimiento y olor en la parte trasera de la aldea—. La
voz de Noah sonaba baja y silenciosa por el comunicador.
La adrenalina tenía el pelo en el cuello de Lucas levantado y le
picaban los brazos.
—¿Tenemos que abortar? —Preguntó.
—Desconocido. Hubbard es el que lo recoge.
Maldición. Deseó que Noah estuviera recibiendo información de
primera mano.
—Contacto, —dijo Noah, incluso cuando el sonido de los
disparos estalló en el valle.
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Lucas no pudo identificar un objetivo a través de su alcance. La
charla sobre comunicaciones fue sorprendentemente tranquila. Lo
mejor que pudo descifrar fue que alguien de la aldea había estado
en la maleza al acercarse los marines.
Hostiles armados salieron de las casas del pueblo. Surgieron,
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disparando a ciegas al follaje. Ahora que Lucas pudo identificar los
objetivos, se redujo.
El equipo delantero siguió adelante, comprometiéndose con el
enemigo y moviéndose constantemente para completar su misión
original. Lucas esperó a que entraran en las estructuras de la
aldea, para poder ordenar a los demás Infantes de Marina que
bajaran de la cordillera.
En un instante, el enfoque calmado y constante de Noah se
convirtió en dolor cegador e ira. Lucas dejó de respirar, soltó su
arma y casi la dejó caer. El lado inferior izquierdo de su cuerpo
gritaba de agonía.
Gritos se alzaron a lo largo de la línea de la cresta.
—¡Médico! ¡Hombre abajo! —Lucas logró contener un aliento
tembloroso cuando la primera llamada de —¡Teniente! —Se
apagó.
Se puso de pie, sabiendo que Noah había sido herido. Se
tambaleó a lo largo de la cresta, manteniéndose bajo. No ayudaría
a nadie si ambos estuvieran heridos.
—Teniente, tiene que bajar aquí, señor, —gritó el sargento
Rodríguez. —Es el sargento Hammond.
Lucas llegó al grupo de marines y cayó de rodillas. Noah estaba
sobre su espalda, su lado izquierdo cubierto de sangre. Doc
Brennan ya estaba inclinado sobre él, examinando las heridas.
Varios hombres lobo se acurrucaron alrededor de Noah. Se habían
quitado su Kevlar y abierto su armadura, y ahora se arrodillaron,
298
cada uno con una mano en una parte de él, hablando en voz baja.
—Tienes que evitar que se mueva, teniente, —dijo Brennan con
tensión, rasgando los destrozados pantalones de utilidad de Noah.
Lucas se arrastró más cerca del lado derecho de Noah,
quitándose su propio Kevlar y rompiendo su armadura.
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—Artillero, —gritó por encima de los disparos. —La misión es
tuya para completarla. Asegura esa puta aldea.
—Entendido, señor, —respondió McAllister. Lucas lo escuchó
emitir órdenes y sabía que no tenía que preocuparse.
—Está tratando de cambiar, Teniente, —dijo Doc con
desesperación. —Tienes que detenerlo.
—Manténgalo tranquilo, señor, —agregó Grant. —Haz que se
enfoque en ti y no en el dolor.
—Pensé que se curaban más rápido en forma de lobo—. ¿Por
qué estaban desesperados por evitar que Noah se moviera?
—Lo hacen, —respondió Brennan. —Pero si cambia con tanto
daño, se curará así y se deformará permanentemente.
Un escalofrío recorrió la espalda de Lucas. Se inclinó sobre Noah
para forzar el contacto visual. Lucas acunó la cabeza de Noah con
ambas manos.
—Noah, mírame.
El pecho de Noah se agitó, y sus ojos se dispararon salvajemente
mientras miraba ciegamente al cielo.
—Noah, mírame, —alentó Lucas. Mantuvo su voz firme, pero lo
hizo tan bajo y calmante como pudo. —Vamos, Noah, escucha mi
voz. Concéntrate en mí.
Abriendo su vínculo con Noah todo el camino, Lucas alcanzó el
dolor que sabía que Noah estaba sintiendo. Apretó los dientes
mientras la intensa agonía se apoderaba de él, y se desmayó sobre
el cuerpo de Noah.
299
Noah respiró profundamente y se concentró en Lucas.
—Necesito cambiar, —jadeó, su mano derecha se retorció en el
vellón de Lucas.
—No, —respondió Lucas con firmeza. —El daño físico es
demasiado grande. Te curarás cojo.
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—Duele. —Siseó Noah.
Se sentía como un cuchillo torcido en el pecho de Lucas.
—Lo sé. Enfócate en mí, Noah. Deja que te ayude.
Noah lo miró a los ojos y Lucas sincronizó su respiración. El
dolor en la propia pierna de Lucas se disparó, pero mantuvo su
respiración firme.
—Su fémur está destrozado, —dijo Brennan. —Obviamente, él
necesita una evacuación. Tendrá que someterse a una cirugía.
—Llama al helicóptero, Doc, —ordenó Lucas, sin apartar la
mirada de Noah.
Lucas sabía que Noah apenas se estaba aferrado. Su vínculo con
Lucas era lo único que evitaba que cambiara, a pesar de saber que
se quedaría cojo permanentemente. Lucas cubrió la parte superior
de su cuerpo sobre el pecho de Noah. Pasó sus palmas suavemente
sobre las mejillas de Noah y su cabello.
Mantuvo la mirada llena de dolor de Noah, luchando por
mantener su propia ansiedad y angustia fuera de su expresión.
—Mírame, Noah. Escucha mi voz Concéntrate en mí.
—Eso es bueno, Teniente, —dijo Doc Brennan apresuradamente.
—Tengo que estabilizar su pierna y la hemorragia en su costado se
detuvo. El pájaro de evacuación está en camino.
Lucas tomó el dolor de Noah en sí mismo. Pensó que, si pudiera
quitar lo que estaba impulsando a Noah a cambiar, podría
mantenerlo en forma humana el tiempo suficiente para que le
arreglaran. La pierna de Lucas estaba en llamas. Se sentía como si
300
alguien estuviera clavando cuchillos en su muslo y su costado.
Enderezó la pierna para tratar de aliviar el dolor en la pierna y la
cadera. Lucas luchó por mantener su respiración lenta y profunda.
Debajo de sus manos, el corazón de Noah se desaceleró un poco,
respirando a la par con el de Lucas. Los ojos de Noah brillaban con
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fiebre, su piel cubierta de sudor. Lucas pasó las manos por el
cabello de Noah, manteniendo el contacto físico calmante.
El dolor en la pierna de Lucas era insoportable. Luchó por
bloquearlo, manteniendo su atención enfocada en Noah. El sudor
brotó sobre su propia piel, y su corazón se estrelló violentamente
contra sus costillas.
—Mierda, —el doctor juró salvajemente. —Teniente, ¿está
sangrando el dolor del sargento?
—Sí, —respondió Lucas con cuidado, sin querer interrumpir el
delicado equilibrio que había establecido con Noah. —Es la única
manera en que puedo pensar para evitar que se mueva.
—Cristo. Eso explica por qué sus signos vitales están
aumentando. —Doc se movió detrás de Lucas. —Ustedes han
creado un circuito de retroalimentación.
—¿Nosotros qué? —Dijo Lucas.
Doc se arrodilló junto a Lucas.
—De la misma manera en que le quitas el dolor, el Sargento
Hammond puede sentir tu angustia por el dolor. Ustedes están
pasando el dolor y la preocupación de ida y vuelta.
—Entonces, ¿qué hago? —Preguntó Lucas, la ansiedad aumentó,
incluso sabiendo que la reacción empeoró las cosas.
—Sólo siga haciendo lo que está haciendo, señor, —respondió
Brennan con calma.
Lucas estaba confundido cuando la cintura de sus utilidades fue
bajadas sobre su cadera izquierda.
301
—Se sentirá un pellizco, señor, —dijo Doc. —Sólo quédate
quieto y respira a través de él.
Hubo un golpe y una punzada aguda en la parte posterior de la
cadera izquierda de Noah. El calor se extendió rápidamente por la
zona.
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—¿Qué diablos?
—Sólo un poco de medicación para el dolor, teniente, —
respondió Doc. —No se lo puedo dar al Sargento hasta que esté
estable, así que, si ustedes dos comparten el dolor físico, puedo
manejarlo en usted y él también obtendrá el beneficio.
El calor en la cadera de Lucas se extendió por el resto de su
cuerpo. El dolor en su lado izquierdo retrocedió, y era más fácil
respirar. Cuando el cuerpo de Lucas se relajó de alivio, bajo sus
manos Noah hizo lo mismo. El puño de Noah en el vellón de Lucas
se aflojó. Un leve zumbido comenzó en la base del cráneo de Lucas.
—¿Se arregló mi pierna? ¿Puedo cambiar ya? —Preguntó Noah,
sus ojos un poco más claros.
—Todavía no, —respondió Lucas, de repente muy cansado. —
Tienes la oportunidad de tomar un paseo en helicóptero a un
barco del hospital—. El zumbido en su cabeza ahora era más
fuerte, y era como si estuviera flotando.
Noah se movió en agitación.
—No puedo. Mis lobos.
Lucas miró hacia el pequeño grupo de hombres lobo que se
arrodillaban cerca, la ansiedad coloreando sus rasgos.
—Cabo Hubbard. Ahora eres el líder de la manada.
—¿Yo, señor? —Hubbard parecía aturdido.
Lucas lo miró fijamente a los ojos y le comunicó su confianza en
el cabo para enfrentar el desafío.
302
—Nombre a otro hombre lobo cuyo culo no puedes patear una
vez que el sargento Hammond se haya ido.
La expresión de Hubbard se asentó en determinadas líneas.
—Entendido, teniente.
El ruido sordo de los rotores del helicóptero sonaba en la
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distancia.
—Parece que su paseo de aquí se acerca, teniente, —dijo Doc
Brennan.
—¿Mi paseo? —Lucas miró hacia arriba, con la cabeza pesada
sobre su cuello.
—No hay manera en el infierno de que el Sargento pueda ir a
ninguna parte sin usted, —respondió Doc.
—Donde el Verdadero Alfa va, el Dominante va, señor, —agregó
Hubbard. —No puedes estar separado.
—Mierda—. La mente de Lucas corría sobre todo lo que
necesitaba decir y hacer en solo unos minutos.
—Teniente Young—. El artillero apareció, trepando por el otro
lado de la cresta. —El pueblo está seguro, y el Capitán Madison
sabe que usted y el Sargento Hammond están siendo evacuados.
Si alguien entendiera que Lucas necesitaba acompañar a Noah,
sería Tim.
El sonido del helicóptero se hizo más fuerte. Lucas estaba
vagamente consciente de que los marines se apresuraban a su
alrededor. Era como si estuviera bajo el agua, todo estaba lento y
amortiguado. Centrándose en Noah, tocándolo, Lucas habló en voz
baja.
—Parece que ambos tenemos un paseo gratis en un helicóptero.
He oído que el servicio en este vuelo también es bastante bueno.
Dos hombres de la Armada con trajes de vuelo se arrodillaron
303
junto a ellos cuando el HM3 Brennan dio la prueba. Recitó las
heridas de Noah, incluyó su condición de hombre lobo y les dijo
que llevaban a Lucas a lo largo del paseo.
—El teniente está mitigando el dolor del sargento, por lo que
tiene una ampolla llena de morfina a bordo. Los ha hecho a los dos
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bastante dóciles, lo que es bueno cuando se trata de estos dos.
Hubo una larga pausa antes de que uno de los miembros del
cuerpo le preguntara:
—¿Es este el Verdadero Alfa y su Dominante del que hemos
estado escuchando?
—Afirmativo, —respondió Doc, sonando más que un poco
orgulloso.
—Mierda, —dijo el hombre del cuerpo. —Así que no es solo una
leyenda.
Doc no levantó la vista mientras continuaba preparando a Noah
para el transporte, pero su respuesta fue enfática.
—No, los he visto en acción. No puedo explicarlo, pero son
efectivos. Podrás verlo en acción una vez que estén sobre tu ave.
—Nos comunicaremos por radio para que todos sepan que no
pueden separarse, —dijo el hombre del cuerpo.
Una litera apareció junto a ellos.
—Nos van a trasladar, —le dijo Lucas a Noah. —Solo
concéntrate en mí.
Los tres hombres del cuerpo sujetaron suavemente a Noah a la
litera. Lucas se puso de pie, sorprendido de lo inestable que
estaba. Su cabeza nadó, y dio un paso hacia atrás. Uno de los
cuerpos sujetó a Lucas con una mano en el brazo. Se dejó llevar al
helicóptero, pero se aseguró de que se quedara a la cabeza de la
camilla. Lucas deslizó una mano debajo del vellón de Noah para
mantener el contacto piel con piel. Subió torpemente en el área de
304
carga primero y la tripulación deslizó la camilla hacia él para
poder sentarse frente a la cabeza de Noah.
El estómago de Lucas cayó cuando el pájaro se elevó,
intensificando su vértigo inducido por las drogas. El hombre del
cuerpo revisó los signos vitales de Noah de nuevo.
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—Usted esta bien y estable, sargento, —declaró. —¿Cómo es el
dolor para ustedes dos?
—Tolerable, —respondió Noah con voz ronca.
Lucas asintió con la cabeza.
—Déjame saber si empeora, —dijo el hombre del cuerpo. —Lo
más probable es que empeore para usted primero, teniente. Usted
me avisa cuando eso suceda, señor.
Lucas estaba cálido, y su visión era borrosa alrededor de los
bordes. Sabía que era la morfina. El dolor todavía estaba allí, pero
era una sensación distante. A Lucas casi no le importaba en
absoluto.
Los ojos de Noah eran claros y tranquilos. Miró a Lucas con
confianza mientras respondía las preguntas que le hacían los
hombres del cuerpo. Lucas evitó mirar el sangriento lado
izquierdo de Noah. Lo vendaron y lo colocaron en una férula, y
Lucas no quería insistir en la magnitud del daño. Se enfocó en
mantener a Noah calmado y cómodo.
La sacudida del helicóptero cuando se instaló en el hospital
móvil sacó a Lucas de sus pensamientos. La tripulación se
apresuró, preparando a Noah para descargarlo. Lucas se agachó,
preparado para seguir, manteniendo el mayor contacto físico
posible con Noah.
—Sargento Hammond, Teniente Young, bienvenidos a nuestro
pequeño y humilde hospital, —saludó un médico de la Marina
mientras examinaba a Noah. —Soy el doctor Sherman. Es un honor
305
conocerlos a ambos; ojalá fuera bajo mejores circunstancias.
La tripulación del helicóptero le entregó el informe al doctor
Sherman cuando entregaron el cuidado de Noah al personal del
hospital. Lucas supo a través de la percepción de Noah que el
médico de la Marina era un shifter. Cuando el personal adicional
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los invadió, Noah los identificó a todos como hombres lobo.
Llevaron a Noah a la sala de emergencia. Lucas caminó junto a la
camilla, manteniendo una mano en el hombro de Noah todo el
tiempo. Su equilibrio era casi normal, ahora que su morfina alta se
estaba desvaneciendo.
Lucas se encontró en una instalación mucho más completa de lo
que había previsto. El equipo que llenaba la sala era de vanguardia,
y él casi no reconoció nada. Fue tan jodidamente surrealista.
—Teniente, vamos a necesitar que retroceda mientras lo
examinamos y preparamos para el transporte, —dijo Sherman.
Lucas se tensó, listo para protestar con vehemencia.
—Estoy bien, Lucas, —dijo Noah en voz baja. —Simplemente no
salgas de la habitación.
Lucas se dio cuenta de que toda la ansiedad era suya y no de
Noah. Respirando profundamente, retiró lentamente su mano del
hombro de Noah.
—No vas a cambiar, ¿verdad?
—No ahora—. La voz de Noah era áspera pero fuerte. —El dolor
es soportable ahora.
Lucas entró en la esquina de la habitación y cruzó los brazos
sobre el pecho. Observó cómo el personal médico retiraba los
apósitos de Noah y examinaba sus heridas. Usaron algún extraño
dispositivo de mano para ayudar a evaluar la herida en su costado,
306
pero sondearon manualmente la cadera y el muslo. Apareció otro
artilugio de mano y una enfermera presionó una varita mágica
contra el pie de Noah. Lucas escuchó a la enfermera decir que el
flujo de sangre en el pie de Noah era bueno.
—¿Cómo está tu dolor, teniente? —El doctor Sherman llamó al
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otro lado de la habitación. —¿Escala de uno a diez?
Lucas comenzó con sus propios pensamientos, pero logró
responder:
—Cinco y sigue creciendo.
—Dime cuando llegue a los siete, —dijo el médico con firmeza.
Varios minutos después, un técnico llevó una máquina de rayos
X portátil a la habitación. Lucas sabía que iban a intentar que se
fuera. Exigiría uno de esos delantales de plomo para que pudiera
quedarse.
—Necesitas salir, Lucas, —llamó Noah.
Lucas no debería sorprenderse de que Noah supiera lo que
estaba pensando.
Una enfermera se acercó a Lucas, algo ahuecado en su mano.
Reflexivamente, él extendió su propia mano, y ella vertió las placas
de identificación y la cadena de Noah en su palma.
—Pensé que querrías aferrarte a esto para él, —dijo en voz baja.
Haciendo un gesto hacia la puerta, la enfermera alentó a Lucas a
seguirla desde la habitación. —Solo necesitamos que salgas al
pasillo por unos momentos. Es por su propia seguridad, señor.
—Estaré bien, Lucas—. Noah empujó la tranquilidad a través de
su enlace. Quería que Lucas estuviera a salvo.
De pie fuera de la habitación, Lucas se concentró en Noah, listo
para calmarlo o tranquilizarlo. Cuando la pierna dañada de Noah
fue manipulada para los rayos X, un dolor agudo y nauseabundo se
disparó a través de Lucas. La habitación giró, haciéndole marearse.
307
Se apoyó contra la pared y luchó por respirar.
—Teniente, —el doctor Sherman estaba parado frente a él, con
aspecto preocupado, —usted está pálido y sudando. ¿Cuál es el
nivel de dolor ahora?
—Ocho o nueve, —jadeó Lucas, apoyando las manos en las
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rodillas.
Había movimiento a su alrededor. Le sujetaron las manos y le
bajaron los pantalones en la cadera derecha. Ni siquiera sintió el
pinchazo esta vez. Para alivio de Lucas, solo unos minutos
después, el calor se extendió a través de él, y el dolor se alivió
considerablemente.
—Puedes volver a entrar ahora, —dijo Sherman cuando Lucas
pudo ponerse de pie nuevamente.
Noah yacía tranquilamente mientras un segundo doctor volvía a
curar sus heridas. Lucas se colocó a un lado de la camilla y
envolvió sus dedos alrededor de la mano de Noah, presionando las
etiquetas de identificación en su palma.
Noah apretó los dedos de Lucas a cambio.
—¿Podrías guardarme esas por mí? —Preguntó en voz baja.
—Por supuesto, —respondió Lucas, justo por encima de un
susurro.
Otra enfermera apareció junto a Lucas con una botella grande y
abierta de agua. Casi protestó, insistiendo en que estaba bien, pero
no era bueno para Noah si terminaba enfermo o deshidratado, por
lo que Lucas tomó el agua en silencio dando las gracias.
El doctor Sherman entró cargando radiografías de Noah.
—Su paseo está aquí, caballeros. Pondrán su pierna nuevamente
lo suficientemente junta, Sargento, para que pueda cambiar y
comenzar a sanar normalmente. Si fueras humano, estarías
308
pasando el resto de tu vida con una pierna llena de clavijas y
varillas de metal.
Lucas apenas tuvo tiempo de agradecer al personal médico
antes de que él y Noah se envolvieran en el helicóptero con varios
otros pacientes.
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La tripulación del helicóptero médico hizo lo que pudo para
ayudar a Lucas a sentirse cómodo. Con suficiente cojín a su
alrededor para no estar sentado en el duro suelo del ave y con una
mano en el hombro de Noah, Lucas logró dormitar.
No estaba seguro de cuánto tiempo durmió, pero los dolores
agudos y punzantes en su lado izquierdo lo despertaron
bruscamente. Lucas luchó por mantener la calma, para evitar que
se filtrara nada a Noah, que dormía profundamente. Señaló a uno
de los médicos de vuelo.
—El dolor está de vuelta, —jadeó. —Ocho, arrastrándose hasta
las nueve.
El médico metió la mano en su ropa. Lucas se movió para que su
cadera izquierda pudiera estar expuesta. Hizo caso omiso de la
picadura menor y esperó la bendita calidez y confusión que
anunciaría el cese del dolor.
Cuando se asentaron en el barco del hospital naval, Lucas estaba
flotando agradablemente. Fueron sacados del helicóptero, y Noah
fue transferido cautelosamente de la camilla a una camilla móvil.
Tan pronto como pasaron por la primera escotilla en los pasillos
de la nave, Lucas fue asaltado por vistas familiares, sonidos y
olores. Los pasillos eran estrechos y de techo bajo. Un aroma
metálico infundió el aire y se quedó, sin importar qué otros olores
pudieran mezclarse con él. Lucas escuchó y sintió el zumbido
incesante de los motores diésel masivos. No era tan notable en las
cubiertas superiores, pero se hizo más fuerte y fuerte a medida
309
que más y más abajo se subía.
Noah fue trasladado a una habitación con dos grandes camas de
hospital. Era solo un poco más grande que la cabina de un oficial
en una nave naval, pero parecía más pequeño con todo el equipo
médico empaquetado de manera eficiente.
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—Esa es su cama, teniente—. Una enfermera, que llevaba un
parche con el nombre de Chávez, indicó la segunda cama en la
habitación cuando sacaron a Noah de la camilla y lo colocaron en
la primera cama. —Sabemos que dejó sus cosas atrás, señor.
Trataremos de conseguir un cambio de ropa para ti.
Lucas se sintió aliviado de que el personal tomara la necesidad
de no separarlos seriamente. Se dio cuenta de lo poco que había
pensado en algo más allá del bienestar de Noah. Necesitaba ver
cómo se les enviaba el equipo ya que iban a estar aquí por un
tiempo.
El nuevo médico de Noah, que se había presentado como
Matsuno, estaba parado junto a su cama.
—Vamos a entrar en cirugía lo antes posible, sargento. Los
pondré de nuevo juntos y supervisaré las reparaciones por uno o
dos días. Una vez que estemos seguros de que todo está estable,
dejaremos que el teniente te lleve a cubierta para que puedas
cambiar y acelerar la curación.
—¿Cuánto tiempo durará la cirugía? —Preguntó Noah
bruscamente.
—Varias horas—. Volvió a examinar las radiografías. —Tengo
mi trabajo cortado para mí.
—Asegúrate de que el Teniente coma y duerma mientras estoy
debajo, —le dijo Noah a Matsuno.
—No soy el paciente, aquí, —Lucas interrumpió indignado. —
Puedo hacerme cargo de mí mismo.
310
—Puedes, pero no lo harás, —respondió Noah.
El doctor Matsuno rió.
—Nos aseguraremos de que esté en forma para cuidar de usted
después de la operación, sargento. Tienes mi palabra.
Varias enfermeras y ordenanzas entraron y comenzaron a
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preparar a Noah para su cirugía. Se insertaron las vías
intravenosas y se colgaron varias bolsas, al menos una de ellas era
una pinta de sangre.
Matsuno se acercó a Lucas.
—No sé cómo funciona esta conexión entre los dos, pero
estamos sedando al Sargento Hammond para la cirugía. Haz lo que
necesites, para que no te hundas con él.
Lucas asintió su comprensión.
—¿Puedo hablar con él antes de que te lo lleves?
El doctor Matsuno despejó el personal al lado de Noah para que
Lucas se inclinara y hablara.
—Asegúrate de comer y descansar mientras esto ocurre, —dijo
Noah. —No nos necesitan a los dos como pacientes—. Su discurso
estaba empezando a distorsionarse, y Lucas lo sintió adormecido y
relajado.
—Lo prometo. Vas a estar bien; ellos te cuidarán bien. Estaré
aquí cuando despiertes. —Lucas comenzó a retirarse del enlace,
observando cómo los párpados de Noah se ponían pesados.
—Estoy bien siempre y cuando pueda olerte—. El discurso de
Noah fue claramente confuso. Obviamente estaba cayendo en la
inconsciencia. Lucas no tenía idea de lo que Noah quería decir o si
había querido hablar en voz alta.
Dio un paso atrás y observó al personal médico pululando en la
forma tendida de Noah. Cuando lo sacaron de la habitación, una
pequeña suboficial se acercó a Lucas. Se presentó como Daniella
311
Bell y le explicó que había sido asignada para ayudarlo a instalarse
en la nave. Ella le mostraría el comedor y luego un lugar donde él
podría ducharse, e incluso buscaría un cambio de ropa, aunque lo
más probable es que tuviera que conformarse con una bata.
Lucas siguió a Daniella plácidamente, agarrando con fuerza las
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etiquetas de identificación de Noah en su puño. Estaba
repentinamente agotado y se sintió privado sin la presencia de
Noah en su mente por más tiempo. Ella lo condujo a través del
laberinto de pasillos hacia el comedor, saludó al oficial que atendía
a los pacientes quirúrgicos y de regreso a su habitación y la de
Noah. En el camino, Lucas tomó nota de las señales de dirección y
puntos de referencia utilizados para navegar las entrañas de un
barco de la Marina. Eran prácticamente iguales si entendías el
sistema.
No quería nada más que arrastrarse a la litera que le habían
asignado y esperar el momento en que Noah estaría fuera de
cirugía, pero le había prometido a Noah que se cuidaría solo. Al
menos le daría algo en qué concentrarse mientras soportaba las
siguientes horas insoportables.
Capítulo Quince

Buque Naval de EE. UU. Comfort


Océano Atlántico Norte

Lucas comió una pequeña comida, se bañó y se puso las batas


312
que Daniella le proporcionó. Deslizó las placas de identificación de
Noah sobre su cabeza y las llevó junto con las suyas. El metal yacía
junto a su corazón y se calentaba contra su piel.
Después de su ducha, Daniella le mostró a Lucas una sala donde
podía revisar el correo electrónico. Confiando en que él podría
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navegar con éxito en la nave por su cuenta, Lucas le dio las gracias
a Daniella y la envió de vuelta a sus tareas habituales.
Muchos de los marines de la Compañía Fox les habían enviado
buenos deseos a ambos. Justo antes de que Lucas se desconectara,
un correo electrónico del Capitán Madison apareció en su bandeja
de entrada. Tim le aseguró a Lucas que todo estaba bien con el
puesto de combate, y él y Noah debían enfocarse en lograr que
Noah estuviera curado y saludable. Lucas sintió como si un peso
hubiera sido levantado de sus hombros.
Lucas regresó a su habitación, caminando lentamente por los
pasillos, dolorosamente consciente de los zumbidos de los
motores de la nave en su cabeza. Pasó a muchos marineros
mientras avanzaban rápidamente a través de la nave,
concentrados en las misiones del momento. Lucas siempre se
apretaba contra el mamparo para dejar pasar a los marineros.
Tenían trabajo que hacer y lugares para estar. Lucas no tenía nada
que hacer más que esperar y preocuparse.
De vuelta en su habitación, la cama parecía sorprendentemente
atractiva. Se arrastró bajo las mantas y rápidamente se durmió. Se
despertó aturdido cuando trajeron a Noah a la habitación. Lucas
comenzó a levantarse de la cama cuando la enfermera Chávez lo
detuvo.
— Él atravesó la cirugía muy bien, —dijo. —Tomó algo de
trabajo, pero lo volvieron a armar sin complicaciones graves.
—Bueno. Eso es bueno, —confió Lucas, frotándose los ojos
313
arenosos.
—Todavía está fuera de esto, teniente, —continuó Chávez. —Lo
mantendremos sedado por un tiempo todavía. Vuelve a dormir.
Fue un testimonio de su agotamiento que Lucas se echó a dormir
sin protestar.
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Cuando volvió a despertarse, la habitación estaba poco
iluminada. Noah todavía estaba sedado, con cables y líneas
intravenosas pegadas a él. Chávez estaba tomando notas en una
tabla, anotando información de las pantallas en el equipo al lado
de Noah.
Lucas balanceó sus piernas sobre el lado de su cama. Deslizó sus
pies en las suaves zapatillas de algodón que combinaban con sus
batas.
—Te ves mucho mejor, teniente, —dijo en voz baja. —Tu color
es mejor, y tus ojos son más brillantes.
—¿Es esa tu evaluación profesional? —Preguntó con una
sonrisa.
Chávez se echó a reír.
—No, pero es el ojo práctico de una madre de dos hijos—. Ella
hizo rodar una pequeña silla junto a la cama de Noah. —Cuando
estés listo, puedes visitarlo. Hemos reducido su sedación, y él
comenzará a despertarse bastante pronto.
Lucas le dio las gracias y se acercó a Noah. Parecía
sorprendentemente bien, considerando todas las cosas. Lucas le
dio un apretón en la mano y le susurró que volvería enseguida.
Lucas necesitaba visitar las instalaciones después de dormir tantas
horas.

§§§
314
Cuando regresó, Noah estaba solo en la habitación, durmiendo
tranquilamente. Lucas se sentó en la silla junto a su cama. Tomó la
mano de Noah entre las suyas. Llegó a esa parte de su mente
donde se había acostumbrado a la residencia de Noah, pero allí no
había nada. Noah todavía estaba profundamente dormido.
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Lucas comenzó a hablar. Le dijo a Noah que el artillero había
tenido éxito en la misión, a pesar de que los dos habían sido
evacuados. Transmitió los deseos de la Manada por correo
electrónico para una rápida recuperación. Le contó a Noah sobre el
correo electrónico del capitán Madison. Le dijo a Noah que se
despertara para que su médico pudiera despejarlo y que él pudiera
apurarse y sanar.
Sabía que tendría que contarle todo a Noah de nuevo cuando
despertara, pero Lucas no podía pensar en otra cosa que decir.
Mantener su mente en estos temas seguros evitó que Lucas
reviviera su miedo. Le impidió darse cuenta de lo frágil e indefenso
que parecía Noah ahora y de cómo Lucas perdió la intensidad y la
vitalidad que había llegado a asociar con Noah.
Lucas sintió la presencia de Noah antes de mostrar signos
externos de agitación. Se acercó más a la cabecera de la cama y
pasó una mano por el pelo peinado de Noah.
—Sé que estás allí, —dijo en voz baja. —Toma tu tiempo. Estoy
aquí.
La mano de Lucas estaba fuertemente agarrada en la de Noah; al
mismo tiempo, Noah respiró hondo y sus párpados se agitaron.
Observó a Noah regresar lentamente a la conciencia, la confusión y
la ansiedad dando paso al reconocimiento y al alivio.
—¿Estoy bien? —Preguntó Noah con voz áspera por falta de uso.
315
—Dicen que estás bien, —respondió Lucas. —Si las reparaciones
se prolongan para el día siguiente, te dejarán subir a cubierta para
cambiar.
—Tengo sed, —murmuró Noah.
Lucas alcanzó el botón de llamada.
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—Hagamos que alguien te mire, ahora que estás despierto.
Chávez apareció, cargando un gran vaso de plástico que ella
reservó.
—Bienvenido de nuevo, sargento, —saludó con una sonrisa. —El
doctor Matsuno estará aquí en unos minutos. ¿Cómo está tu dolor?
—No puedo sentir mi lado izquierdo, —respondió Noah. —
Tengo más sed que cualquier otra cosa.
Chávez le entregó a Lucas el vaso que ella había traído.
—Puedes darle estos lentamente.
Había trocitos de hielo en la taza. Lucas juntó unos cuantos en
sus dedos y los deslizó entre los labios de Noah. Sonrió cuando
Noah suspiró aliviado.
Cuando ella le quitó cuidadosamente las vías intravenosas a
Noah, Chávez tomó su pulso y escuchó su corazón y sus pulmones.
Con una precaución de llamar si necesitaban algo, ella los dejó
solos.
Lentamente, Lucas le dio los trozos de hielo a Noah. Él no miró
los labios llenos de Noah; ignoró lo suaves que se sentían al rozarle
las yemas de los dedos. En cambio, se centró en lo agradecido que
estaba al ver que los ojos azules de Noah se abrían de nuevo.
—Estoy bien, Lucas, —dijo Noah de repente, crujiendo sobre el
hielo. —Los hombres lobo son condenadamente difíciles de matar.
—Mi cerebro lo sabe, —admitió Lucas, —pero ver la sangre y
sentir tu dolor sobrepasó todo lo demás.
316
—Lo manejaste bien. Gracias. —Los ojos de Noah se volvieron
distantes, como si recordara. —Todo en mí gritaba que debía
cambiar, incluso sabiendo que el daño sería permanente.
Lucas pudo sentir la gratitud y el afecto de Noah como algo
físico, y eso lo calentó y complació enormemente.
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El doctor Matsuno entró en la habitación en ese momento.
—Teniente. Sargento. ¿Las cosas parecen ir bien aquí?
Ambos acordaron que las cosas estaban bien. El médico consultó
la tabla antes de ponerse al lado de Noah. Levantó la ropa de cama
para revelar el torso y el muslo fuertemente vendados de Noah.
—¿Fue difícil la cirugía? —Preguntó Lucas, preguntándose por
qué se estaba torturando con los detalles.
—La herida lateral y la cadera fracturada no fueron un
problema, —respondió Matsuno. —¿El fémur destrozado, sin
embargo? Eso fue un reto.
—¿Se curará? —Noah preguntó bruscamente. Lucas sintió que el
miedo lo atravesaba.
—No hay razón para pensar que no, —aseguró el doctor.
Levantó las vendas pesadas que cubrían las heridas quirúrgicas de
Noah. —Tuve que ubicar los fragmentos de hueso principales y
juntarlos como un rompecabezas. El pegamento de hueso
temporal te mantiene unido por ahora y una vez que esté cómodo,
todo está estable, puedes ir a cubierta y cambiar durante unas
horas.
—¿Cuánto tiempo tomará? —Noah cuestionó.
—Un par de días, —respondió Matsuno. —Las heridas se ven
bien. Las vigilaremos, cambiaremos los vendajes y te sacaremos de
aquí lo antes posible.
Lucas agradeció al doctor Matsuno y se volvió hacia Noah,
pasándose una mano por el pelo. Ni siquiera se molestó en ocultar
317
lo contento que le hacían sentir las noticias.
—¿Teniente Young?
Matsuno arrancó a Lucas de sus reflexiones.
—¿Sí?
—Más tarde, cuando el sargento Hammond trata de convencerte
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de que su cama es muy ancha para que puedas subir con él, déjalo.
La curiosidad de Lucas luchó con su vergüenza.
—¿Perdóneme?
—Eres humano, así que no sé cuánto entiendes de nuestra
cultura, todavía. Curamos mejor y más rápido con el contacto
físico. Normalmente, nuestra manada se reúne a nuestro
alrededor, permanece cerca y duerme con nosotros.
Lucas recordó la forma en que sus marines se habían acurrucado
entre sí para dormir después de correr la luna llena y combatir. Él
asintió con su comprensión. Lucas podía sentir los ojos de Noah en
él, y su rostro ardía. Realmente no debería estar tan contento de
que el acurrucarse para dormir con Noah fuera aprobado
médicamente.
—Gracias, Doc, —dijo Noah, con la risa en su voz. —Habría
peleado muchísimo.
Matsuno se rio entre dientes.
—Olfatea con él cuando quieras, solo mantente de tu lado
derecho.
El doctor se fue y Lucas preguntó si Noah quería más trocitos de
hielo.
—No, gracias. Sin embargo, estoy cansado. —Noah arrojó las
sábanas sobre su lado derecho. —Será mejor que subas aquí para
que pueda dormir.
Lucas no necesitaba tener a Noah en la cabeza para saber que lo
estaban molestando. Con un profundo suspiro y una ceja
318
levantada, se quitó las zapatillas y se subió con cuidado a la cama.
Lucas se apretó contra el costado de Noah y apoyó la cabeza en el
hombro de Noah.
La mano de Noah subió y bajó por su espalda varias veces antes
de engancharse alrededor de su cintura. Lucas lo escuchó soltar
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una respiración profunda y lo sintió relajarse. Dentro de su cabeza,
Noah estaba en paz. Lucas pensó que se quedaría allí un rato y
escucharía a Noah respirar. No esperaba quedarse dormido hasta
que realmente lo hizo.

§§§

La cadera de Noah no le permitiría sentarse más de unos pocos


centímetros. Alimentarse a sí mismo había resultado ser incómodo
y desordenado hasta el punto de que había aceptado de mala gana
que Lucas asumiera la tarea.
Con la bandeja de comida acercada, Lucas se recostó contra un
montón de ropa de cama y almohadas que las enfermeras habían
montado. El lado izquierdo de Noah estaba ligeramente elevado y
su cabeza yacía contra el torso de Lucas. Lentamente, Lucas
alimentó a Noah con un montón de comida de la bandeja.
—Voy a decir una cosa para la Armada y sus naves insignias, —
dijo Noah entre mordidas. —Sirven buena comida.
Lucas se echó a reír.
—Eres un marine, tus estándares son bajos.
Un hombre de la Armada con un traje de vuelo apareció en la
puerta de su habitación. Golpeó los nudillos en el umbral de la
puerta.
—Disculpen, señores. Lamento molestarlos.
319
Lucas se sobresaltó. Quería saltar de la cama, pero Noah
apoyándose contra él lo hacía imposible. El personal médico de la
nave comprendió por qué Lucas necesitaba comportarse de
manera tan inapropiada con Noah, pero los extraños no lo
entenderían.
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—¿Cómo podemos ayudarte? —Lucas preguntó con autoridad.
El hombre del cuerpo entró en la habitación, y Lucas pudo ver
que estaba muy cargado con el equipo que parecía ser el suyo.
—Soy HM2 Mitchell. Su oficial de operaciones nos pidió que le
enviemos su equipo, —dijo el hombre del cuerpo. —¿Dónde te
gustaría que lo pusiera?
Lucas indicó el rincón más alejado de la habitación. Mitchell
cuidadosamente alineó su equipo. Con una amplia sonrisa genuina,
se dio la vuelta y se dirigió a la puerta.
—Nos dirigimos de regreso al hospital de campo tan pronto
como recarguemos combustible. Nos ofrecimos como voluntarios
para este transporte de pacientes para poder asegurarnos de que
obtuviste tu equipo.
—Gracias, —dijo Noah solemnemente. —Y mi agradecimiento a
su tripulación y a todos los que ayudaron.
—Cúrate rápido, sargento. Teniente, por favor, haznos saber si
podemos serte de ayuda durante la recuperación del Alfa. —El
miembro del cuerpo estaba casi saltando de emoción.
—Gracias, —respondió Lucas, demasiado sorprendido y
confundido para decir algo más.
Con un asentimiento que casi parecía un arco, HM2 Mitchell se
fue.
—¿Soy yo o fue realmente extraño? —Preguntó Lucas cuando
estaban solos de nuevo.
—Eres tú, —respondió Noah bruscamente. —Mi manada no se
320
avergüenza de ti. Están orgullosos de poder ayudarte. —Había
tensión en su cuerpo que no había estado presente momentos
antes.
Lucas estaba en una pérdida. Él fue la causa de la molestia de
Noah, y no tenía ni idea de por qué.
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—Estoy muy orgulloso de estar asociado con tu manada, —dijo
en voz baja, ansioso por volver a la forma en que eran las cosas
antes de que llegara el hombre del cuerpo. —Admiro mucho tu
cultura. Admiro la forma en que haces que tu Manada se vea sin
esfuerzo.
Noah se relajó contra Lucas y se aclaró la garganta.
—Probablemente tendremos algunos visitantes más. La Manada
buscará a sus líderes mientras nos curamos.
Lucas absorbió esa información, apreciando cómo los de la
Manada siempre se veían unos a otros.
—Nadie puso en riesgo sus carreras para darnos un tratamiento
especial, ¿verdad?
—Probablemente no. Lo más probable es que se hayan
coordinado entre sí para llevar nuestro equipo a los transportes en
esta dirección en las misiones oficiales. —Noah hizo un gesto de
impaciencia hacia la bandeja. —Vamos, todavía tengo hambre.
Tienes un trabajo que terminar.
Lucas soltó una risa sorprendido, los últimos vestigios de
tensión desaparecieron. Se tragó un bocado de pollo en su propia
boca.
—Creo que te estás sintiendo demasiado cómodo siendo
atendido de pies y manos.
—¡Oye! —Protestó Noah. —Soy el inválido, aquí.
—Inválido, mi trasero, —murmuró Lucas.
Noah se rió entre dientes con el puré de papas que Lucas le dio.
321
—Sé amable, o no compartiré mi pudín de chocolate contigo.
—Oh, ahora eso es una amenaza, —replicó Lucas, presionando
un rápido beso en la parte superior de la cabeza de Noah.
Su sangre se enfrió cuando se dio cuenta de lo que había hecho.
El afecto casual era un comportamiento muy revelador. La
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reacción complacida de Noah le dijo a Lucas que no había pasado
inadvertido.
Se recordó a sí mismo por qué estaba en la cama con Noah en
primer lugar. Noah se curaría más rápido con el contacto físico.
Los hombres lobo prosperaron en ese contacto; lo había visto con
sus propios ojos. Eso explicaba la reacción de Noah ante el beso.
Lucas presionó su mejilla contra la parte superior de la cabeza de
Noah mientras continuaba alimentándolo hasta que la bandeja
estaba vacía, y compartieron el pudín de chocolate.
Una vez que fue alimentado y descansado, Noah se aburrió e
inquietó. Lucas estaba agradecido de que su equipo había sido
entregado. No solo podía vestirse con sus propias camisas de
uniforme y pantalones de uso general, sino que también tenía
varios libros de bolsillo bien leídos escondidos.
—No puedo creer que seas dueño de la Dahlia Negra, —dijo
Noah con una sonrisa. —Pensé que serías demasiado erudito para
ese tipo de pulp fiction.
—El hombre no puede vivir solo por Sócrates, —respondió
Lucas.
Su risa fue interrumpida por un hombre ordenanza que entró en
la habitación con un gran recipiente de agua y un montón de
toallas blancas.
—Buenas tardes, señores, —saludó. —Soy Anton Villa, y estoy
aquí para limpiar al sargento Hammond.
322
Habían limpiado a Noah de la mugre del combate durante su
cirugía, pero estaba empezando a oler un poco fuerte. Más fuerte
de lo que Lucas prefería, de todos modos, tanto como le gustaba la
forma en que Noah olía.
Anton bajó la manta de Noah alrededor de sus caderas. Alcanzó
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detrás del cuello de Noah para quitar el primer tirante de su bata.
—¡Para! —Lucas ladró, acercándose a la cama de Noah. —Lo
haré yo—. Nadie iba a desvestir a su Alfa, excepto él. Las manos de
nadie tocarían la piel desnuda de Noah, excepto las suyas.
—No hay problema, teniente. Es mi trabajo, —respondió Anton
con amabilidad, de nuevo alcanzando a Noah.
La rabia hervía en Lucas. Acurrucó sus manos en puños a los
costados.
Las manos de Noah se alzaron para agarrar las muñecas de
Anton.
—Es humano, Lucas. —La mente de Noah se acercó a él con
dulzura, en silencio instando a la calma y la precaución. —Es mejor
si dejas que el teniente haga esto.
Anton parecía confundido mientras se retiraba lentamente.
—¿Hay algo mal?
—No, —dijo Noah con calma. —Es sólo una cosa de la cultura
del hombre lobo.
Ahora que Anton ya no estaba tocando a Noah, Lucas se calmó.
Le molestó su comportamiento irrazonable hacia el ordenanza.
Solo estaba haciendo su trabajo y era perfectamente profesional al
respecto.
—¿Quiere que le muestre qué hacer, teniente? —Preguntó
Anton.
—No, gracias, —respondió Lucas con cuidado.
Cuando el ordenanza se fue, Lucas extendió las cosas que
323
necesitaba.
—También necesitas un afeitado, —comentó en voz baja, sin
encontrarse con la mirada de Noah.
—En mi equipo, hay una bolsa de lona negra con asas. ¿Podrías
conseguirla? —Preguntó Noah. Cuando Lucas la recuperó e intentó
07/2019
entregarla, Noah dijo: —Ábrela, por favor.
Lucas abrió la cremallera de la bolsa y encontró un kit de
afeitado, un antiguo kit de afeitado con una taza de jabón y una
navaja de afeitar recta.
—¿Puedes sentarte lo suficiente como para afeitarte con esto?
—Si me vas a bañar, también podrías afeitarme, —respondió
Noah con una sonrisa pícara.
Lucas lo miró sorprendido.
—¿Confías en mí para hacer eso?
—Implícitamente—. Noah lo miró fijamente.
El corazón de Lucas latió un poco más rápido mientras se
imaginaba bañando y afeitándo a Noah. Recordándose a sí mismo
que se trataba de cuidar a un Noah herido, Lucas comenzó su
tarea.
Noah cooperó plácidamente cuando Lucas le quitó la bata de los
brazos y la dobló alrededor de sus caderas. Tomando un paño
limpio, Lucas lo sumergió en el recipiente de agua tibia y jabonosa.
Anulando el exceso, lo usó para limpiar la cara y el cuello de Noah.
Satisfecho con su trabajo, Lucas recogió la esponja grande y
suave y la mojó. Mientras le limpiaba el sudor y la mugre del cuello
y los hombros de Noah, no podía perderse el suspiro audible de
placer o la silenciosa sensación de satisfacción.
Apoyando el brazo de Noah en su hombro, Lucas pasó la esponja
sobre él, admirando distraídamente los músculos encadenados.
324
Esperaba vergüenza cuando alcanzó la axila de Noah y lo limpió a
fondo. Lo único que sintió de Noah fue la satisfacción.
Para evitar un escalofrío, Lucas tomó una toalla grande y blanca
y secó la piel de Noah. Recogiendo la esponja de nuevo, Lucas le
limpió el pecho y el vientre. Había visto a Noah desnudo, pero
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Lucas nunca había tenido tiempo de observarlo y admirarlo.
El pecho musculoso de Noah, sus pectorales firmes estaban bien
definidos. Sus pezones rosados se volvieron brotes endurecidos en
el aire fresco. Lucas tomó la toalla suave y secó la humedad de la
piel de Noah. Pasó la esponja húmeda sobre las salientes y los
planos de los abdominales bien cortados de Noah. Cuando los
músculos de Noah se flexionaron y se contrajeron, Lucas alcanzó
su enlace y se sorprendió al encontrar a Noah flotando en un
estado de felicidad. Disfrutaba estar limpio, pero se deleitaba con
la sensación de las manos de Lucas sobre su piel desnuda.
Tragando con dificultad, Lucas deslizó la esponja sobre las
pronunciadas inmersiones en las caderas de Noah. Un escalofrío
recorrió el cuerpo de Noah, y los músculos de su estómago se
agitaron. Lucas se echó hacia atrás bruscamente, temiendo haber
incomodado a Noah.
Pero ese no fue el caso. Noah era delicado. Lucas no pudo evitar
reírse, y Noah se unió.
Pasando al otro lado de la cama, Lucas repitió el proceso de
lavado del brazo de Noah. Esta tarea simple y necesaria se había
convertido en algo tan íntimo. Estaba encantado de que Noah
disfrutara de esta atención. Lucas esperaba que algo tan simple
como un baño pudiera ayudar a acelerar la recuperación de Noah.
Ayudando a Noah a rodar con cuidado sobre su lado derecho, tal
como lo había enseñado el personal, Lucas bañó la espalda de
Noah. Se movió rápidamente para poder ayudar a Noah a
325
acostarse una vez más, antes de poner demasiada tensión en su
lado izquierdo lesionado.
Con suavidad, Lucas redefinió a Noah y tiró de la manta hasta su
pecho nuevamente. Levantó la manta del pie de la cama para
exponer la pierna izquierda lesionada de Noah. Lavó rápidamente
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el pie de Noah, abriéndose camino hasta llegar a las gruesas
vendas.
Dando un paso atrás alrededor de la cama al lado ileso de Noah,
Lucas levantó la manta para revelar la pierna derecha de Noah.
Usó la esponja para limpiar el pie de Noah, subiendo por el tobillo
de Noah, su pantorrilla, detrás de su rodilla. Se centró en ser
minucioso pero profesional.
Mientras más alto trabajaba, más evidente era la molestia y la
frustración de Noah. Lucas aclaró su mente, se negó a reconocer lo
cerca que estaba de la ingle de Noah y el hecho de que iba a tener
que tocarlo con el tiempo.
Le secó la piel de la pierna de Noah y alcanzó el dobladillo de su
bata. La dobló con cuidado y eficiencia sobre el vientre de Noah.
Noah estaba flácido, acurrucado en los rizos rubios oscuros entre
sus muslos. Lucas no recordaba haber visto nunca a Noah cuando
no estaba erecto. Hizo a un lado esos pensamientos cuando Noah
expresó su frustración con un suspiro audible.
—Tienen que ser los medicamentos para el dolor, —gruñó,
pasándose una mano por la cara.
—¿Qué hacen? —Preguntó Lucas.
Noah hizo un gesto de impaciencia hacia su suave polla.
—No eres tú. Lo juro.
Lucas rió suavemente, un poco halagado de que Noah se
preocupara por él en ese sentido.
—Estoy seguro de que son los medicamentos para el dolor, el
326
hecho de que te hayan reconstruido recientemente y que tu cuerpo
se esté curando.
—Exactamente, —estuvo de acuerdo Noah. —Porque deberías
tener algún tipo de reacción. Esta cama entera huele a ti. Puedo
olerte en mi piel. Tus manos sobre mí se sienten jodidamente
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fantásticas. Debería tener un duro trabajo para ti.
—Ustedes los hombres lobos realmente tienen una cosa para
tocar, —reflexionó Lucas mientras él limpiaba a fondo. Incluso
consiguió algo de cooperación cuando Noah extendió su pierna
ilesa ligeramente.
Lucas estaba un poco orgulloso de sí mismo cuando Noah
suspiró complacido. Contempló cómo lavar el cabello de Noah.
Finalmente, Lucas bajó la cama y apoyó con cuidado la parte
superior de la espalda de Noah en una gran pila de almohadas y
mantas. Deslizó la palangana debajo de la cabeza de Noah, acunó
su cráneo y usó su mano libre para exprimir el agua de la esponja
sobre el cuero cabelludo de Noah.
El corte de pelo de Noah de Marine hizo el trabajo rápido. Lucas
le masajeó una pequeña cantidad de champú para bebés en su
cabello rubio pálido y luego le enjuagó con la esponja. Una toalla
rápida y el cabello de Noah ya estaba casi seco.
—Eso solo me hace sentir mejor, —dijo Noah.
—Conozco la sensación—. Lucas le sonrió. Noah realmente se
veía fresco y relajado. Eso solo podría ser bueno para ayudarlo a
sanar.
Mientras rodaba la bandeja con la palangana más cerca, Lucas
lanzó una toalla de mano limpia sobre un hombro y el antebrazo
opuesto. Sacó todo lo que fuera del kit de afeitado de Noah que
necesitaría.
327
Colocándose cómodamente contra el lado derecho de Noah,
Lucas mojó el cepillo y comenzó a hacer espuma. Pasó varios
minutos trabajando el cepillo contra la piel de Noah, suavizando y
levantando su rastrojo grueso.
Finalmente, tomó la navaja de afeitar y se encontró con los ojos
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de Noah.
—¿Estás seguro acerca de esto?
—Positivo—. Los ojos de Noah no tenían ninguna duda.
Lucas se movió lentamente, tirando de la piel de Noah con
cuidado y arrastrando la hoja afilada a lo largo de su cara. Noah se
mantuvo muy quieto, casi de forma poco natural. Lucas todavía
podía sentir el disfrute de Noah de esta tarea. Las manos de Lucas
sobre él, su olor, su cercanía, agradaron enormemente a Noah.
Limpiando la última espuma de la cuchilla sobre la toalla sobre
su brazo, Lucas tomó la toalla de su hombro y limpió la cara de
Noah. Se quedó sin aliento cuando Noah abrió los ojos, y brillaron
con un azul vibrante, líquido. La esquina de su boca se levantó en
una sonrisa.
—Nada mejor que el afeitado cercano de una maquinilla de
afeitar recta, —Noah casi malditamente gruñó. —Suave como el
culo de un recién nacido.
Lucas puso todo en la bandeja rodante y la apartó del camino.
Deslizó el dorso de dos dedos por la mejilla recién afeitada de
Noah.
—Sí, eso es agradable.
Noah hizo una mueca molesta.
—No con tu mano. Siéntelo con algo que pueda apreciar la
suavidad.
328
Sabía que no era idea suya cuando se inclinó y frotó su mejilla
contra la de Noah. No es que ya importara. Inhaló el aroma fresco
de Noah y arrastró su piel contra la de Noah, entendiendo qué era
lo que atraía a los lobos.
Lucas retrocedió para pasar a la otra mejilla de Noah cuando sus
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labios fueron capturados en un beso abrasador. Se quedó sin
aliento en la boca de Noah cuando sus labios se separaron por la
búsqueda de la lengua de Noah.
Necesidad ciega y hambre, eso es todo lo que Lucas sintió de
Noah. El tocar, el cariño; Noah no había sido inmune, incluso si su
cuerpo no había reaccionado de la manera habitual. Lucas lamió la
lengua agresiva de Noah. Sintió que las manos de Noah subían
para acunar su cabeza y mantenerlo firme.
El beso fue duro. Se sentía como si Noah estuviera tratando de
meterse dentro de Lucas a través de su boca. Ambos respiraron
con fuerza, sus pechos levantándose. El aliento de Noah era
particularmente caliente contra la mejilla de Lucas.
Reflexivamente, la mano de Lucas se acercó para agarrar los
hombros de Noah.
La polla de Lucas se hizo más dura. Empujó contra su bragueta
insistentemente. Quería trepar sobre Noah, empujar su erección
contra el firme estómago de Noah y molerse contra él. Lucas casi
se movió para balancear una pierna sobre el regazo de Noah
cuando recordó dónde estaban y por qué.
Se retiró bruscamente, y Noah hizo un sonido de decepción.
Continuó mordiéndole el camino a lo largo de la mandíbula de
Lucas.
—Mierda, —Lucas respiró mientras un estremecimiento corría a
través de él. —No estás lo suficientemente bien para esto. No
329
puedo aprovecharme de ti de esta manera.
Noah se rió contra el pulso en la garganta de Lucas.
—Algunas de las ideas que se te ocurren, —dijo
enigmáticamente.
Retrocediendo todo el camino, Lucas alcanzó el botón de
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llamada.
—Vamos a sacar esto de aquí. Probablemente tengas que dormir
pronto—. Empacó el equipo de afeitado de Noah en su bolsa.
Anton apareció casi de inmediato. Miró a Noah y asintió con
aprobación.
—Buen trabajo, teniente.
Cuando volvieron a estar solos, Noah miró a Lucas con ojos
semicerrados.
—Maldito si no estás en lo cierto, —dijo. —De repente estoy
muy cansado—. Tiró la manta en el lado de la cama de Lucas.
Lucas se arrastró al lado de Noah, acomodándose con cuidado,
pero para el máximo contacto. Noah envolvió ambos brazos
alrededor de Lucas y presionó su rostro contra la cabeza de Lucas.
—Hueles bien ahora, —suspiró Lucas contra la garganta de
Noah.
—Siempre hueles bien, —murmuró Noah perezosamente.
Momentos después, Lucas siguió a Noah para dormir.

330

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Capítulo Dieciséis

Lucas no debería haberse sorprendido al descubrir que la nave


hospital tenía un área designada reservada en la cubierta para que
los hombres lobo pudieran cambiar. Estaba acordonada, por lo que
los lobos no podían interponerse en el camino de los marineros de
servicio. El personal médico estaba cerca, especialmente en casos
331
como el de Noah, donde nadie estaba seguro de qué esperar
durante el primer cambio postoperatorio.
Noah yacía en una camilla muy acolchada mientras lo tiraban a
cubierta. Lucas caminaba a su lado. El ordenanza bajó la camilla,
por lo que el lobo de Noah no tendría dificultad en subirse.
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—Recuerde que debe dejarlo quieto una vez que haya cambiado,
—dijo el doctor Matsuno a Lucas por última vez.
Noah se quitó los brazos de su bata. La enfermera Chávez lo
ayudó a rodar con cuidado sobre su lado ileso. Cuando cambió, su
lado herido todavía sería accesible para ellos.
Lucas se arrodilló ante la cabeza de Noah y cerró los ojos,
reforzando el hecho de que Noah tenía que quedarse quieto una
vez que había cambiado. Pasó su palma suavemente por la
columna vertebral de Noah hasta que la sensación de una piel
cálida se convirtió en un pelaje suave. Lucas abrió los ojos y
acarició la cabeza de Noah entre sus orejas y su cuello. Dentro de
su cabeza, Lucas sintió a Noah calmado y sereno, esperando que le
dijeran que podía levantarse y correr.
De pie, Lucas le quitó la manta y la bata a Noah. Ya, los pies de
Noah colgaban del borde de la camilla. Matsuno y Chávez se
adelantaron, Chávez con un juego de maquinillas eléctricas en la
mano.
—Todavía no, —dijo Lucas. —Él no ha terminado.
—¿En serio? —Preguntó el doctor. Los ojos de Chávez se
agrandaron.
Efectivamente, solo el cuerpo de Noah cabía en la camilla ahora.
Levantó la cabeza, ya que no tenía dónde recostarla, y su cola
colgaba de la cubierta.
—Wow, —dijo el doctor Matsuno. —Supongo que tiene sentido.
Es un tipo grande en forma humana, y los Alfas Verdaderos son los
332
más grandes de todos.
Lucas se arrodilló para acunar la cabeza de Noah mientras el
médico le rasuraba la piel alrededor de las heridas quirúrgicas.
Cuando terminó, las examinó brevemente.
Con un asentimiento satisfecho, Matsuno se volvió hacia Lucas.
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—Se ven como de dos semanas en lugar de dos días. Eso es
bueno. Puedes soltarlo.
Lucas se puso de pie y Noah colocó lentamente sus patas
delanteras en la cubierta. Con cuidado, se movió hasta que sus
caderas se sentaron en la camilla. Se relajó el resto del camino con
su pierna trasera ilesa. Solo le tomó unos pocos pasos cautelosos
antes de que Noah se abriera paso fácilmente a través de la
cubierta con tres piernas.
Lucas sintió el alivio y la anticipación de Noah mientras saltaba
con gracia por la cubierta, ansioso por explorar e investigar. Lucas
decidió buscar un rincón tranquilo desde el que sentarse y ver a
Noah disfrutar de su movilidad recién restaurada. Cambió de
opinión cuando Noah se detuvo y volvió su enorme cabeza hacia
atrás para mirarlo.
Noah dejó muy claro que quería la compañía de Lucas para su
paseo en cubierta.
—Sí, sargento, —murmuró Lucas mientras cruzaba hacia Noah.
Soltó una carcajada cuando Noah lamió el cuello y la mejilla de
Lucas con su lengua grande y rosada.
Caminó a lo largo, siguiendo el ritmo de Noah, observándolo
olfatear casi todo lo que podía alcanzar. En su cabeza, Noah sabía
que no había necesidad de buscar amenazas, pero la parte más
profunda y primordial de él estaba manejando sus acciones. Se vio
obligado a garantizar la seguridad de Lucas, incluso sabiendo que
333
la cubierta de una nave hospital de la Marina era uno de los
lugares más seguros en los que podría estar Lucas. El enfoque de
Noah en su seguridad sorprendió a Lucas.
Finalmente, satisfecho con la seguridad, Noah recorrió la
cubierta, absorbiendo todos los olores que pudo encontrar: metal,
07/2019
aceite, agua, sal, los humanos y los lobos que habían venido antes.
Lucas caminó junto a Noah, pasando su mano por el pelaje espeso
y blanco, disfrutando del entusiasmo de Noah por toda la
estimulación de sus sentidos.
Pasaron cerca de la barandilla, y algo llamó la atención de Noah.
Trotó más cerca y levantó su cara al viento. Lucas se colocó a su
lado, observando cómo su pelaje se apartaba de su rostro. Noah
entrecerró los ojos ante la fuerte brisa, abrió la boca y dejó que su
lengua se colgara a un lado mientras jadeaba.
Lucas sonrió y se acercó para acariciarlo rudamente. La alegría
de Noah rodó poderosamente a través de su enlace. Fue
contagioso. Lucas compartió la felicidad de Noah. Noah se sentó
con cuidado en sus ancas. Lucas pasó un brazo alrededor del
enorme cuerpo de Noah y se apoyó contra él. Noah giró su cabeza
hacia Lucas y lo miró, inhalando profundamente a pesar del viento.
Cuando Lucas le rascó debajo de la barbilla de Noah, Noah le lamió
la mano.
—¿Teniente Young?
Lucas se giró para ver al doctor Matsuno acercándose
lentamente.
—¿Sí? —Le dio un codazo a las costillas de Noah cuando sintió
que estaba a punto de expresar su molestia por la interrupción.
—Es hora de que el sargento Hammond cambie. No queremos
que se cure demasiado rápido o que estrese un hueso
parcialmente curado, —explicó el doctor.
334
Siguieron a Matsuno de regreso a la camilla, Noah aún cojeaba
en tres piernas. Con un gemido agraviado, se subió cautelosamente
a la camilla y se acostó con cuidado. Lucas lo cubrió con la bata y la
manta.
Segundos más tarde, el mismo Noah se acostó de lado sobre la
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camilla. Metió los brazos en la bata y se volvió de espaldas con
poca dificultad. Lucas saltó para ayudarlo, pero fue evidente que
Noah ya no lo necesitaba.
—Vamos a entrar, sargento, —dijo el doctor Matsuno. —Para
que pueda revisar sus heridas, y podemos planificar su terapia
física.
—La única terapia que necesito es cambiar algunas veces más,
—dijo Noah bruscamente.
—Ustedes, chicos duros, siempre dicen lo mismo—. El doctor
sonrió. —El cambio cura las heridas, pero no fortalece los
músculos debilitados.
De vuelta en su habitación y con Noah en su cama, Matsuno
levantó la ropa de cama y la bata para examinar las heridas de
Noah. Lucas se sorprendió de su progreso. Parecían casi curadas.
—Excelente, —declaró Matsuno. —Está bien, sargento, vamos a
tener que cambiar por un tiempo durante los próximos días.
Cuando esté listo, los enviaremos a la Clínica Warrior en Bethesda.
—¿Y después de eso? —Preguntó Noah.
—Trabajarán en un programa de terapia para que continúes en
Oceanside, —respondió el médico. —Entonces tiene que ir a casa
para terminar la curación.
—¿Pero sanaré? —Noah exigió, su ansiedad palpable a través de
su enlace. —Seremos redistribuidos con mi pelotón, ¿verdad?
—No tengo ninguna razón para pensar que no se recuperará por
335
completo, —respondió Matsuno. —El resto depende de la
Infantería de Marina. Aunque no me preocuparía. Ya estoy
recibiendo consultas sobre cuándo estarán ustedes dos listos para
regresar al servicio.
Noah estaba visiblemente relajado.
07/2019
—Bueno. ¿Cuándo puedo cambiar de nuevo?
Matsuno se rió entre dientes mientras se dirigía hacia la puerta.
—Mañana, sargento. Ahora descansa. Los veré a los dos mañana.
Cuando estaban solos, Lucas deslizó las placas de identificación
de Noah sobre su propia cabeza.
—Creo que estás listo para recuperar esto—. Se las colgó del
cuello de Noah y se las metió en la parte delantera de la bata.
—Gracias por quedarte con ellas, —respondió Noah, tocándolas
a través de la tela. —Me gustó saber que las estabas usando.
Lucas sonrió en respuesta. Había disfrutado llevándolas. Había
sido una manera de mantener a Noah cerca. Lucas se había sentido
marcado y reclamado mientras las había usado. Se había sentido
seguro. Se había sentido como si perteneciera.
Capítulo Diecisiete

En ruta a Bethesda, Maryland


Estados Unidos de América

El avión de transporte se llenó con literas estrechas para los


336
pacientes y equipo portátil para el personal. A Noah se le asignó
una litera cerca de los otros pacientes ambulatorios, aquellos con
lesiones en los brazos o, tristemente, en sus mentes. Podía
moverse libremente sin obstaculizar que el personal médico
atendiera a los heridos graves.
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A Lucas se le había asignado un asiento real para el despegue y
el aterrizaje, junto con los otros pasajeros no médicos. Tan pronto
como estuvieron en el aire, se quitó el arnés, tomó su mochila y
localizó la litera de Noah. Sin una palabra, Noah se sentó para
dejarle sitio a Lucas. Se sentaron de espaldas contra el mamparo,
escribiendo en el portátil de Lucas o leyendo uno de sus libros de
bolsillo.
Fue uno de los momentos más tranquilos y relajados que Lucas
pudo recordar, a pesar de los fuertes ruidos de los múltiples
motores del avión.
—Sabes, deberíamos discutir los arreglos de vivienda antes de
llegar a casa.
La declaración casual de Noah tomó a Lucas completamente por
sorpresa. Lo que era peor, cuando alcanzó su vínculo con Noah, lo
encontró cerrado. Noah estaba reteniendo algo. Estaba
escondiendo sus pensamientos o parte de sí mismo de Lucas. Era
raro que Noah se contuviera, lo bastante raro que Lucas no
pudiera recordar cuándo fue la última vez. A pesar de eso, la
ansiedad de Noah sangró en el enlace.
—¿Arreglos de vivienda? —Lucas mantuvo su pregunta
deliberadamente vaga.
—Sí. ¿Tu casa? ¿Mi casa? ¿Una casa nueva por completo? —
Preguntó Noah con suavidad.
Mierda. Noah estaba hablando de los dos viviendo juntos. Lucas
nunca había considerado eso. Había estado tan concentrado en las
337
lesiones de Noah, que no había pensado en su regreso a casa,
punto.
Lucas se dio cuenta de un pensamiento que Noah estaba
tratando de ocultar. Él estaba preocupado. Estaba preocupado,
pero también estaba frustrado. Esperaba que Lucas alguna vez,
07/2019
solo esta vez, dejara de ocultar cómo se sentía y qué quería.
El rostro de Noah no reveló nada de su confusión interna, y
Lucas quedó impresionado. Tendría que recordar que la cara de
póker de Noah escondía algunas emociones muy intensas.
—Bueno, —Lucas tragó saliva, —No he pensado mucho en el
pasado desde que te lastimaron, —admitió. —Tengo un
dormitorio de repuesto, pero lo uso como una oficina. Quiero
decir, podría cambiar eso. Solo estoy pensando en voz alta, ahora
mismo.
Lucas estaba desconcertado por la decepción de Noah. Noah se
lo ocultó a Lucas y en su lugar introdujo su placer en el enlace. Al
menos estaba aliviado de que Lucas no se resistiera a compartir
espacio con él. Siguieron sentimientos muy primarios. Guarida.
Seguro. Seguridad. Comodidad. Familia. Lucas comenzó a
comprender lo que esto significaba para Noah.
—Tengo un dormitorio de repuesto con una cama bastante
grande, —dijo Noah. —Podemos comenzar con la mudanza allí y
ver si necesitamos encontrar un lugar nuevo juntos.
El humor oscuro de Noah confundió a Lucas.
—No vives en una choza de surf destruida en Pacific Beach,
¿verdad? —Bromeó, desesperado porque Noah se sacudiera el
malestar. —Eres un marine, así que supongo que no vives como un
vago. Por otra parte, eres un soltero.
Noah se echó a reír, y Lucas contuvo el aliento. Era tan
jodidamente hermoso, y la felicidad genuina que sangraba a través
338
de su enlace hacía que Lucas se sintiera jubiloso. Recibió un
destello de una imagen: una casa, escasamente decorada pero
limpia y cómoda. Sí, Lucas podría estar en casa allí.
—Entonces, puedes mover algunas cosas durante la duración de
mi terapia, —dijo Noah. —Y moveremos el resto de tus cosas
07/2019
cuando volvamos oficialmente de la implementación.
—Por supuesto. No sé qué, si quiero vender mi casa. Tal vez la
alquilaré, en su lugar. Pensaré en eso más tarde, —reflexionó
Lucas.
—Bueno, si no te importaría que los miembros de la manada la
usaran de vez en cuando, podría ser útil si la mantuvieras, —
respondió Noah. —Como parece que estarás utilizando mi
habitación de invitados a partir de ahora.
—¡Espera! No quiero desplazar a nadie... —comenzó Lucas.
Noah levantó una mano, con la palma hacia afuera.
—Lucas, no lo estás. Pero hay ocasiones en que un miembro de
la manada, o incluso varios miembros, solo necesitan un lugar para
pasar. Como Verdadero Alfa, es parte de mis responsabilidades
proporcionarles eso. No tienen que estar en mi... nuestra... casa
real.
—Bueno. Bueno. No, está bien, la manada es bienvenida para
usar mi casa—. Lucas hizo una pausa. Había algo que Noah todavía
escondía de él, y lo dejó desconcertado. —Ahora que vamos a
tener un poco de tiempo en nuestras manos y cuando menos no
nos disparen, me gustaría que me enseñes acerca de tus
responsabilidades como Alfa. Y las mías también. Lo he estado
volando hasta ahora.
Para sorpresa de Lucas, Noah se acercó y entrelazó sus dedos,
apoyándolos en el muslo de Lucas.
—Eres fantástico. Lo has hecho bien. No estoy preocupado. Serás
339
extraordinario, —dijo Noah, sin encontrar los ojos de Lucas.
Lucas se inclinó para apoyar su cabeza en el hombro de Noah, y
juntos se quedaron dormidos.
Sus manos aún estaban unidas, horas más tarde, cuando la
tripulación los despertó a ambos para aterrizar.
07/2019

§§§

Bethesda, Maryland
Estados Unidos de América

El plan era tomar un taxi desde su hotel a la Clínica Warrior en


Bethesda. Noah estaba programado para un día completo de
pruebas y exámenes que trazarían su programa de terapia. El plan
de tratamiento se remitiría al Branch Medical Hospital en Camp
Pendleton. Una vez que consideraron a Noah para volver a la
efectividad de combate total, los dos volverían a Combat Post
Toscano.
Diez minutos completos antes de que planearan tomar un taxi
frente al hotel, la recepción les notificó que un Town Car los estaba
esperando.
Lucas no pudo controlar la expresión de sorpresa. La respuesta
de Noah fue un encogimiento de hombros.
—Es bueno saber que mi gobierno está cuidando nuestra salud y
bienestar, —dijo casualmente, metiendo su billetera en el bolsillo
de sus pantalones deportivos.
—¿Pero un coche de la ciudad a una cita médica? ¿No es un poco
excesivo? —Preguntó Lucas.
340
—No cuando la alta moral de cada hombre lobo en las Fuerzas
Armadas de los Estados Unidos depende de nuestra salud y
felicidad—. Noah sonaba muy serio.
—Las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos, ¿eh? —Lucas
soltó una carcajada. —¿Y cuándo se convirtió esto en nuestra salud
07/2019
y felicidad? —Insistió, esperando que Noah lo convirtiera en una
broma.
—Si hubieras sido el herido, ¿realmente crees que te estaría
cuidando peor a ti que a mí? —Preguntó Noah.
Lucas sabía inequívocamente la respuesta.
—No. No, no lo harías.
El conductor del Town Car era un sargento de la Infantería de
Marina vestido con su uniforme de servicio verde oliva, con una
etiqueta que decía “Haynes”. En comparación, Lucas se sentía
sucio, vestido con una camiseta y pantalones vaqueros. El viaje a
Walter Reed National Military Medical Center fue surrealista.
Fueron recibidos en el frente por un ordenanza que proporcionó
una silla de ruedas para Noah. Lucas alentó la cooperación de
Noah, a pesar de su molestia apenas contenida, caminando a su
lado, con la mano en su hombro. Noah cubrió la mano de Lucas con
la suya propia; el orgullo y no una pequeña cantidad de arrogancia
inundaron su vínculo. Noah era cada pulgada el Verdadero Alfa y
estaba orgulloso de que su Dominante mostrara públicamente su
vínculo.
El nuevo médico de Noah era un hombre lobo, un hecho que ya
no sorprendía a Lucas. La doctora Nancy Floyd fue
extremadamente reverente hacia ambos, mientras que aún logra
expresar su exuberancia por supervisar el cuidado del Verdadero
Alfa del Cuerpo de Marines bajo la atenta mirada de su Dominante.
Lucas no pudo evitar sonrojarse cuando Noah se quitó
341
descaradamente los pantalones de chándal y las prendas, para que
el médico pudiera examinar sus heridas casi curadas. Lucas se
quedó a su lado, con la mano en el brazo desnudo junto a la
camiseta sin mangas que Noah llevaba. Solo días antes, Noah había
tenido su fémur reconstruido quirúrgicamente. Ahora, el doctor
07/2019
Floyd le quitó las suturas.
Después, Noah se puso de pie y se volvió a poner la ropa. El
médico le informó que necesitaba cambiar varias veces más para
curar la última de las heridas quirúrgicas. Unas pocas semanas de
terapia fortalecerían los músculos lo suficiente como para que
pudiera regresar al servicio activo completo. El doctor Floyd
advirtió a Noah que compartiera sus responsabilidades de Alfa
durante la próxima luna llena, ya que todavía no estaría
completamente en su totalidad.
Lucas se sorprendió al darse cuenta de lo cerca que estaban de la
luna llena. Se sintió aliviado de que estuvieran de vuelta en
Oceanside para ese momento.
El conjunto final de instrucciones del doctor Floyd asombró a
Lucas.
—¿Por qué tengo que ir al asesoramiento? —Preguntó.
—Usted también experimentó un trauma, teniente, —respondió
ella en un tono calmante. —Tu Verdadero Alfa estaba gravemente
herido justo delante de ti. Ustedes dos probablemente deberían ir
a algunas sesiones juntos, también.
Cuando una enfermera los llevó a reunirse con el fisioterapeuta
que planeaba la rehabilitación de Noah, Lucas se inclinó y susurró:
—¿Por qué necesito asesoramiento? No tengo síntomas.
—Sin embargo, —dijo Noah deliberadamente. —Y ninguno de
nosotros puede tener síntomas, porque nos hemos mantenido muy
cerca uno del otro. Por otro lado, si las pesadillas y los flashbacks
342
comienzan una vez que lleguemos a casa, los dos iremos al
asesoramiento.
Lucas podía sentir a través del enlace que Noah era inflexible.
Nunca había considerado que podría tener efectos secundarios por
haber visto a Noah herido tan gravemente.
07/2019
Celia, la fisioterapeuta, no distrajo a Noah. Para cuando terminó
la evaluación, Noah estaba temblando, sudando y respirando
pesadamente. Noah todavía era muy fuerte, pero era obvio que él
sufría mucho dolor.
—De acuerdo, chicos, realmente odio ser la que les diga esto, —
dijo Celia, —pero no hay actividad extenuante por lo menos
durante otra semana.
—Él necesita mantenerse fuera de sus pies lo más posible, —
repitió Lucas lo que el doctor Floyd ya les había dicho. —Caminata
limitada, no correr, no andar en bicicleta, no levantar más de diez
libras.
—Correcto, —dijo Celia lentamente. —Nada que afecte a los
huesos debilitados de la cadera y el muslo—. Miró fijamente de
uno de ellos al otro.
Noah lo atrapó primero.
—¿Seriamente? ¿Por una semana? ¿Nada en absoluto?
Celia se rió entre dientes.
—Nada que ponga estrés en el hueso sanando. Estás bien siendo
la pareja pasiva, pero no soportas peso adicional en tu pelvis.
Fue entonces cuando Lucas se dio cuenta de lo que estaban
discutiendo. Se sonrojó furiosamente. No porque estuvieran
discutiendo esto, sino porque se imaginó de inmediato las
posiciones en las que podían participar.
—Puedo hacer que funcione, supongo, —suspiró Noah. —La
luna llena es en diez días.
343
—Deberías estar bien para entonces, —les aseguró Celia. —
Enviaré tu plan de tratamiento a Pendleton, y ustedes, caballeros,
están listos para reunirse con el psicólogo.
Mientras seguían a un ordenanza, Lucas mantuvo su voz baja
para evitar ser escuchado.
07/2019
—Entonces, si te preocupa tener que quedarte sin sexo durante
una semana, ¿eso significa que tienes erecciones de nuevo?
—Me desperté esta mañana con una erección, —murmuró Noah.
Lucas se había despertado solo en la gran cama de hotel que
habían compartido la noche anterior. Intentó no decepcionarse
porque Noah no lo había despertado. Él asintió para indicar que
había escuchado la confesión de Noah.
—No duró lo suficiente como para hacer nada, pero me estoy
volviendo más fuerte cada día, así que no pasará una semana antes
de poder continuar, —continuó Noah.
La respuesta de Lucas se anticipó a su llegada a la oficina del
psicólogo.
Dado que ninguno de los dos mostraba ningún síntoma de
trastorno de estrés postraumático hasta el momento, se les
advirtió que debían estar atentos. Se les exigió a ambos que vieran
a un consejero cuando llegaran a Pendleton, pero por el momento
ya habían terminado ese día.
Cuando se derrumbaron en el asiento trasero del Town Car,
Lucas miró a Noah.
—¿Algo que quieras hacer en nuestra última noche en
Maryland?
—Ordena el servicio de habitaciones, mirar televisión y dormir
un poco, —respondió Noah con cansancio. Había círculos oscuros
bajo sus ojos. —¿Recuerdas a qué hora sale nuestro vuelo
mañana?
344
Si el día había sido duro para Lucas, tenía que haber sido
agotador para Noah.
—Mil quinientas, —respondió Lucas. —¿Está tu uniforme listo
para usar, o deberíamos enviarlo para plancharlo? —Ya que
viajaban con dinero del gobierno, tenían que usar sus uniformes
07/2019
de servicio.
—Se podría usar un planchado, —admitió Noah.
Tan pronto como entraron en su habitación de hotel, Lucas
envolvió a Noah en la ducha. Después, cenaron, les devolvieron los
uniformes después de plancharlos y vieron la televisión sin
sentido. Todavía era relativamente temprano cuando Noah,
comprensiblemente, comenzó a dormirse. Su cuerpo todavía
estaba sanando, después de todo.
Apagando la televisión, Lucas guió a Noah desde el sofá de la sala
de estar de su suite junior al dormitorio. Rápidamente y
eficientemente los desnudó y metió a Noah bajo las sábanas.
Deslizándose a su lado, Lucas se envolvió alrededor del cálido
cuerpo de Noah, pasando sus manos por toda la piel que podía
alcanzar.
Se le ocurrió que sus posiciones se invirtieron. Por lo general,
era Noah, envuelto alrededor de Lucas y calmándolo para que se
durmiera. Tomó sus señales de ese comportamiento, utilizando los
tipos de contacto que Noah parecía disfrutar.
Lucas debe haberlo hecho bien, porque Noah se durmió en
cuestión de minutos. Lucas presionó su cara contra la nuca de
Noah y respiró profundamente. Estaba dormido poco después.

§§§
345
Al despertarse de repente, Lucas sabía que algo no estaba bien.
La cama estaba fresca. Sentándose, se dio cuenta de que estaba
solo. La puerta que conectaba el dormitorio con la sala de estar
estaba cerrada, y podía ver la luz brillando desde abajo.
Levantándose de la cama, Lucas alcanzó sus pantalones
07/2019
vaqueros. Vio la ropa de Noah donde Lucas las había dejado
cuando se habían ido a dormir. Decidiendo que necesitaba sentirse
tan cómodo con su desnudez como los hombres lobo, Lucas tiró
sus jeans a un lado.
Noah reaccionó en el momento en que Lucas abrió la puerta.
Había estado sentado en el sofá, acunando su cráneo en una mano
y agarrando el cuello de una botella de cerveza sudorosa en la otra.
En el momento en que Lucas abrió la puerta, Noah levantó la
cabeza y miró en su dirección. Cuando se recostó en el sofá, Lucas
vio que estaba desnudo.
—Traté de no despertarte, —dijo Noah, sonando decepcionado.
—Sé que solo quieres tener que lidiar con los rituales del hombre
lobo.
Lucas no tenía idea de por qué Noah pensaba eso, pero lo
discutirían en otro momento.
—No te preocupes por eso, —respondió Lucas, ansioso por
aliviar la tensión en los hombros de Noah y el tono desconsolado
en su voz. Cruzó hacia el sofá y se encargó de sentarse en el lado
ileso de Noah. —¿Qué pasa?
Alcanzando su vínculo, Lucas fue bombardeado por una gran
cantidad de emociones fuertes: miedo, ansiedad, vergüenza, alivio,
frustración.
Noah tomó una respiración profunda y temblorosa y se negó a
encontrarse con los ojos de Lucas.
—¿Conoces esas pesadillas de las que estábamos hablando que
346
no teníamos hoy? —Levantó la botella hasta sus labios y tomó un
largo trago.
—Oh, no —susurró Lucas. —¿Fue malo?
Noah se pasó una mano temblorosa por la cara. Su miedo golpeó
a Lucas como un golpe.
07/2019
—Los detalles de la batalla fueron los mismos, solo que tú fuiste
el que resultó herido, en lugar de mí.
Lucas dejó que Noah sintiera su simpatía. Él sabía exactamente
cómo era esa experiencia.
—Pero estoy bien. Estás despierto ahora, y estoy perfectamente
sano.
Noah dejó su cerveza en la mesa frente a ellos.
—El sueño era tan realista. No puedo dejar de darme cuenta de
que, como humano, no eres tan fuerte como yo. Estas heridas
podrían haberte matado o lisiado.
Lucas no tenía palabras para mejorar esto. Noah tenía razón. Lo
mejor que podía hacer era consolar a Noah, tranquilizarlo. Lo peor
no había sucedido, y ambos estaban vivos.
No había forma de evitar el hecho de que Noah respondía mejor
al tacto. Lucas calculó cómo obtener el mayor contacto piel con
piel sin recostarse sobre Noah. Se movió para colocar su pierna
sobre el regazo de Noah y se apretó contra el costado de Noah
todo lo que pudo.
Noah cerró los ojos y soltó un suspiro tembloroso. Sus cejas se
juntaron, y deslizó sus dedos a lo largo de la pantorrilla de Lucas.
Lucas tomó la otra mano de Noah entre las suyas y besó sus dedos,
uno por uno.
Con un gemido bajo, Noah se apoyó en Lucas, apoyando su
cabeza en el hombro de Lucas.
—Quiero oler tu aroma. Por favor, solo déjame oler que estás
347
vivo y estás aquí, —susurró con voz quebrada.
La vergüenza de Noah por su propia debilidad tensó la garganta
de Lucas. Lucas frotó su mejilla contra la de Noah, la tosquedad de
su barba se sentía maravillosa. Adoraba los dedos de Noah con sus
labios, su lengua y su cálido aliento.
07/2019
Los dedos de Noah se apretaron en la pantorrilla de Lucas. Su
pecho se levantó, su aliento caliente contra el cuello de Lucas.
Lucas presionó sus labios contra la mandíbula de Noah, agradecido
de tenerlo vivo y en vías de recuperación. Inhaló profundamente el
olor a almizcle de Noah.
La polla de Lucas se hizo más dura, pero él la ignoró. Tener el
calor de Noah presionado contra él, oler su olor era tan
jodidamente excitante. Noah necesitaba su consuelo, no su lujuria.
Noah mordió bruscamente la mandíbula de Lucas. La polla de
Lucas rebotó cuando Noah acarició suavemente su pierna. La
tristeza se arremolinó a través de él como la nieve, sabiendo que
Noah necesitaba mucho menos de él que él quería dar. Algo golpeó
el interior de la rodilla de Lucas.
—Te sientes tan jodidamente bien contra mí, —susurró Noah,
tan suavemente que Lucas casi no oía.
Lucas abrió los ojos para poder mirar el hermoso cuerpo de
Noah. Miró por encima de los músculos del pecho y los brazos de
Noah. Amaba el aspecto robusto y masculino de las manos
fuertemente veteadas de Noah. Lucas se sintió aburrido y triste en
comparación. La respiración de Lucas se detuvo cuando se dio
cuenta de que lo que había estado empujando su rodilla era la
erección de Noah.
El sonido que Noah hizo, su cara presionada contra el cuello de
Lucas, pudo haber sido un sollozo.
—Tócame, Lucas, —suplicó en un susurro, abriéndose paso a lo
348
largo de la mandíbula de Lucas hacia su boca. —Por favor, Lucas.
Tócame.
Lucas no pudo evitar el gemido. Odiaba que se necesitara un
ritual de hombre lobo para que Noah sintiera lo mismo por él. Los
labios de Noah eran cálidos contra los suyos, y su lengua se hundió
07/2019
en la boca de Lucas. Lucas empujó de vuelta, persiguiendo la
lengua de Noah cuando se habría retirado. Lamió la boca de Noah,
probándolo, combinando eso con la maravillosa forma en que olía.
Noah necesitaba que Lucas lo tocara. La polla de Lucas estaba
completamente dura ahora, y rebotó contra su vientre cuando
pensó en envolver sus dedos alrededor de la polla dura de Noah.
Ningún ritual de hombre lobo era necesario para fortalecer los
sentimientos de Lucas. Lo que Noah necesitara de él, lo daría.
Con cuidado, Lucas se agachó y agarró firmemente la longitud de
Noah. Lucas siguió la boca de Noah cuando se echó hacia atrás con
un jadeo. Arrastró su lengua a lo largo del labio inferior de Noah
mientras lo levantaba lentamente.
Noah se puso rígido, y su respiración se estremeció. Su boca se
cernió sobre la de Lucas. Noah se movió contra él, y Lucas se
quedó sin aliento ante la sensación de una mano áspera y callosa
rodeándole la polla.
—Oh, mierda, —jadeó Lucas, luchando por no empujar hacia
arriba con sus caderas. —No tienes que hacer esto, —mintió.
—Quiero hacerlo, —susurró Noah. —Me encanta sentirte.
Lucas aceleró su mano. Se giró para ver a la polla de color rojo
sangre de Noah deslizarse a través de su puño. Noah presionó su
frente contra la sien de Lucas mientras se veía a sí mismo siendo
acariciado. Lucas se lamió los labios, secos por su propia
respiración áspera.
349
La polla de Noah estaba tan jodidamente dura. La vena gruesa en
la parte inferior era suave por contraste. Lucas se detuvo en la
cabeza y le dio un fuerte apretón. Noah hizo un suave sonido de
asfixia, sus caderas se flexionaron y su mano dejó la polla de Lucas
y dolorosamente agarró su muslo. El corazón de Lucas se hinchó.
07/2019
Sintió que la sangre fresca se precipitaba hacia el eje de la polla de
Noah, y la volvió a acariciar rítmicamente.
—Oh, mierda, Lucas, —jadeó Noah, con el cuerpo rígido. Se
recostó en el sofá, mirando a lo largo de su propio cuerpo. Un
estremecimiento violento lo recorrió, y él soltó un aliento áspero y
tembloroso.
Lucas estaba decidido a mantener a Noah patinando en el afilado
placer. Mantuvo su agarre firme y su puño moviéndose
rápidamente sobre la polla de Noah. Se hinchó en su mano, y Noah
dejó de respirar. Se sentó rígidamente mientras su clímax rodaba
sobre él. Lucas estaba eufórico de que podía hacer esto por Noah,
que él era el que Noah necesitaba, aunque solo fuera por unos
minutos.
Juntos, observaron varias hebras gruesas y blancas de la fuente
de la punta de la polla de Noah. Aterrizaron en la rodilla de Lucas,
el pecho de Noah y su barriga. Lucas mantuvo su puño moviéndose
sobre la erección de Noah, arrastrándole el orgasmo.
Noah explotó en movimiento y sonido.
—Mm-ierda, Lucas. ¡Jesucristo! No te detengas. Por favor, no te
detengas. —Se estremeció, la mano que Lucas aún sostenía
apretaba los dedos, la mano en la pierna de Lucas apretada
convulsivamente. Su pecho se agitó cuando Lucas lo acarició,
trabajando cuerda tras cuerda fuera de su polla.
Noah soltó un gruñido y echó la cabeza hacia atrás, con el cuerpo
flojo. Lucas soltó con cuidado su polla suavizada. Él estaba en lo
350
alto de su triunfo. Noah levantó la cabeza y miró a Lucas con ojos
pesados y cerrados. Sus mejillas estaban enrojecidas, y sus labios
estaban mordidos de rojo. Parecía destrozado, y Lucas pensó que
nunca había visto nada más hermoso. Noah se inclinó y besó a
Lucas con fuerza. Su mano se acercó para acunar a la cabeza de
07/2019
Lucas.
Lucas levantó la mano para tocar la mejilla de Noah y se dio
cuenta de que estaba manchándola. Lo absurdo de eso lo hizo
reírse en la boca de Noah. Cuando Noah se retiró con una
expresión confusa, Lucas mostró su mano. Rieron juntos, y los ojos
de Noah aterrizaron con avidez en la boca de Lucas.
Lucas todavía tenía la completa atención e interés de Noah. Se
preguntó cuánto tiempo más podría aguantar eso. Lucas se llevó la
mano a la boca y la lamió para limpiarla. La venida de Noah fue
fuerte y un poco amarga. Él no había probado a Noah antes de
ahora. No le importaría probarlo de nuevo durante el próximo
ritual de hombre lobo.
Noah gruñó y de repente cubrió a Lucas contra el respaldo del
sofá con una sola mano en su pecho. Lucas se recostó sorprendido,
mirando a Noah elevarse sobre él, con los ojos brillantes, azul
líquido. Lucas jadeó y se echó hacia atrás cuando la mano de Noah
rodeó su dolorosa polla.
—NN-Noah, —dijo, sorprendido por el sonido crudo de su
propia voz. Él iba a protestar. Se suponía que Lucas estaba dando
consuelo a Noah, no tomando su propio placer. Su cuerpo dominó
su cerebro y jodió la mano de Noah. Lucas agarró los bíceps de
Noah, sabiendo que estaba dejando moretones atrás. —Más
apretado, —dijo con voz estrangulada. —Más fuerte.
Noah miró hacia abajo entre sus cuerpos. Lucas siguió su mirada
y juntos vieron la mano de Noah trabajar la polla de Lucas. La vista
351
de su erección entrando y saliendo de la gran mano de Noah
estaba jodidamente caliente. Arrastró su orgasmo hacia arriba y
fuera de él.
—Si, así. Así. Joder. —Lucas cantó sin aliento.
Un rayo cayó por su espina dorsal y el calor inundó su pelvis.
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Estaba seguro de que su cráneo estaba a punto de explotar. Los
músculos de Lucas se encogieron, dejándolo incapacitado para
hacer otra cosa que no fuera ver cómo se le salpicaba el vientre y
las caderas. Varias hebras cubrieron la mano de Noah.
Noah apretó sus frentes mientras observaban a Lucas venirse a
través de ambos.
—Eso es tan jodidamente caliente, —murmuró Noah.
Lucas respiró con dureza, y podía oler la piel de Noah, su cabello,
su sudor y la combinación de su venida. Su cuerpo tembló una
última vez, y se desplomó, deshuesado, contra el sofá.
Noah presionó cerca. Lucas disfrutó la sensación de su piel
caliente. No se sabía cuánto tiempo pasaría antes de que pudiera
volver a tenerlo, así que lo saboreó. Noah levantó su mano
manchada y pintó los labios de Lucas con el fluido fragante y
cálido.
Lucas sacó la lengua para saborearse. Noah lo detuvo con un
sonido agresivo, bajo en su garganta.
—Eso es todo mío, —dijo con fiereza, lamiendo y mordiendo la
boca de Lucas.
Una y otra vez, Noah cubrió la boca de Lucas con el líquido ácido
y lo lamió. Lucas se sorprendió de que su polla ya no estuviera
dura otra vez. Esa tenía que ser la cosa más sensual que jamás
había experimentado.
—Sabes tan bien como hueles, —dijo Noah contra la cáscara de
la oreja de Lucas.
352
—Gracias. Creo, —Lucas dijo con una risita. Fue punzante.
Noah se dejó caer en el sofá, su cuerpo tocando a Lucas en todos
los puntos. Parecía tranquilo y relajado. Lucas, vacilante, buscó su
vínculo, satisfecho con la satisfacción de descubrir que las
emociones de Noah coincidían con su apariencia.
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—¿Crees que puedes volver a dormir ahora? —Lucas preguntó
en voz baja.
Noah levantó lentamente la cabeza
—Si duermes a mi lado.
Lucas tragó saliva. Siempre.
—Por supuesto.
Se puso de pie y puso a Noah en pie. Lucas lo llevó al baño y los
limpió, ambos se secaron. Noah estaba callado y obediente cuando
Lucas lo ayudó a ponerse debajo de las mantas. Una fuerte
necesidad de nutrir a Noah abrumó a Lucas. Un afecto
desconocido, un deseo no acostumbrado de asegurar la felicidad
de Noah condujo sus acciones.
Subiéndose a su lado, Lucas se envolvió alrededor de la espalda
de Noah. Esperaba que su calor, su toque, su olor mantuvieran a
raya a las pesadillas de Noah durante el resto de la noche.
Cuando Noah se relajó para dormir, Lucas se dio cuenta de que
iban a tener que visitar al psicólogo. La idea de exponerse así a un
extraño lo llenó de temor, pero por Noah, lo haría.

353

07/2019
Capítulo Dieciocho

Oceanside, California
Estados Unidos de América

Lucas se despertó lentamente. Estaba en una cama


354
pecaminosamente cómoda, la cama king California y estaba
agradablemente cálido. La luz brillante de la mañana completa
sangraba alrededor de las persianas de las ventanas. Noah estaba
presionado contra su espalda, la erección de la mañana en la
hendidura del culo de Lucas.
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Al despertarse al instante, Lucas se congeló. Los recuerdos se
estrellaron contra él, y su corazón saltó en su garganta. Ahora vivía
en la casa de Noah. No se habían acostado juntos la noche anterior,
pero Noah estaba en la cama con él ahora. Lucas había despertado
a Noah acurrucado a su alrededor en sueños cada mañana desde
que se había mudado. Se dijo a sí mismo que Noah estaba
buscando consuelo en las pesadillas, aunque Noah no había
mencionado tener sueños.
—Lucas, —dijo Noah, con voz áspera por falta de uso, ya que se
despertó instantáneamente. —¿Qué pasa? —Sus manos pasaron
por la piel de Lucas.
—Nada, nada, —lo tranquilizó Lucas, dándose cuenta de que su
enlace estaba completamente abierto. Parecía que siempre fue así
en estos días. Tuvo que pensar en cerrar en lugar de abrirlo. —
Olvidé dónde estaba cuando me desperté. Solo tenía que
orientarme. —La mano por el brazo inquieto de Noah para
tranquilizarlo.
Noah se acostó de nuevo. Lucas reprimió un gemido cuando
Noah le besó la nuca. La longitud de su cuerpo se frotó contra
Lucas, una pierna empujando entre las suyas. Lucas sabía que
debía rodar, pero se quedó quieto cuando Noah presionó
descaradamente su erección matinal contra el trasero de Lucas.
—Joder, me encanta la forma en que hueles y sientes en la
mañana, —gimió Noah. —Eres tan cálido, y tu olor es muy fuerte.
Lucas estaba aturdido. Noah hablaba como un amante, no un
355
hombre atormentado por pesadillas.
—¿Es por eso que te metes en la cama conmigo cada mañana?
—Bueno, no te arrastrarás a la cama conmigo por la noche—.
Hubo una ventaja definitiva en la respuesta de Noah.
Lucas probó su vínculo y sintió un indicio de agravación en
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Noah. Debería volverse y mirar a Noah a los ojos, pero sospechaba
que ambos serían más honestos, si no lo hacía.
—No sabía que querías que lo hiciera—. Lucas admitió que eso
no era del todo cierto.
Noah resopló burlonamente en el cabello de Lucas.
—He querido que lo hagas desde que te mudaste conmigo. Sin
embargo, tengo que obedecer tus deseos. —Noah se tensó y
levantó la cabeza de la almohada. —¿Quieres que deje de venir
aquí por las mañanas?
Noah estaba luchando por mantener la calma mientras esperaba
la respuesta de Lucas. Sin embargo, no pudo ocultar toda su
inquietud. Lucas estaba en el terreno más inestable de su vida. Se
suponía que estaba protegiendo a Noah, protegiéndolo, pero
parecía que lo estaba lastimando.
—No, no quiero que te detengas, —dijo Lucas con suavidad,
sinceramente. —Siempre y cuando sea algo que te guste hacer y no
algo que te sientas obligado a hacer.
La cabeza de Noah cayó pesadamente sobre la almohada.
Suspiró explosivamente y la frustración se apoderó de su vínculo.
—Me presenté hace mucho tiempo, Lucas. Solo deseo que
quisieras lo que quiero dar.
Lucas estaba asombrado. Su mente se aceleró, y no pudo
frenarla el tiempo suficiente para ordenar sus pensamientos.
—De todos modos, deberíamos levantarnos ahora, —continuó
356
Noah, su voz notablemente casual. —Los representantes de la base
estarán aquí en poco más de una hora, y sé que quieres bañarte.
Solo deseo que no lo hagas.
Noah había dicho lo mismo la noche anterior. La mente de Lucas
se apoderó de eso.
07/2019
—¿Por qué es eso, exactamente?
—Así que mi olor será fuerte en ti, —respondió Noah, como si
fuera obvio. —Me gustaría que fueran capaces de oler nuestra
presencia, también, pero... —se calló.
A la mierda. Esta era la cultura del hombre lobo con la que
estaba tratando, y Lucas tuvo que dejar de aplicar sus valores
humanos. Se giró en los brazos de Noah, captando su atónita
expresión antes de que Noah pudiera enmascararlo.
Lucas alineó sus pollas y envolvió su mano alrededor de ambos.
Las fosas nasales de Noah se ensancharon, y sus ojos se volvieron
de un azul vibrante mientras Lucas observaba. Él acarició sus
pollas rápidamente, manteniendo su agarre apretado.
Las mejillas y el pecho de Noah se sonrojaron.
—Lucas, —suspiró Noah. —Qué…
—Si crees que deberíamos apestar a nuestra venida para los
demás, entonces apestemos a nuestra venida para los demás—.
Lucas sonrió, mareado de placer.
—Lo harías, —Noah tragó saliva, la vulnerabilidad aparente en
sus ojos. Sus caderas pulsaron mientras Lucas continuaba
sacudiéndolos a ambos. —¿Me marcarías? ¿Por favor? —Fue una
puta súplica.
Lucas no pudo resistir; No quería resistirse. Levantó la cabeza y
presionó su rostro contra la unión del cuello y el hombro de Noah.
Mordió con fuerza el tendón, justo encima de la cadena de las
357
placas de identificación de Noah, antes de calmarlo con un golpe
de su lengua.
—Oh, mierda, sí, —sollozó Noah, levantando la mano para
agarrar la parte posterior de la cabeza de Lucas.
Lucas mordió un camino hasta el cuello de Noah hasta que
07/2019
hundió los dientes en el lóbulo de la oreja de Noah. Noah siseó.
Lucas le dio un beso con la boca abierta al pulso en la garganta y lo
chupó. El agarre de Noah en la parte posterior de su cabeza se
apretó, y sus caderas bombearon con fuerza. Lucas luchó por
mantener su control sobre sus pollas cuando Noah se enfrentó a él.
Succionó la sangre de Noah en la superficie de su piel antes de
moverse hacia el punto sensible en la curva del hombro de Noah.
Lucas marcó fuerte, sabiendo que estaba dejando una malvada
marca púrpura. Justo lo que Noah necesitaba.
Lucas mantuvo su mano moviéndose sobre sus pollas. Presionó
sus labios contra la cáscara de la oreja de Noah y susurró:
—Quiero que te vengas mientras te dejo esta última marca—.
Chupó la tierna carne justo debajo de la mandíbula de Noah.
Con un grito salvaje, Noah obedeció. Lucas lanzó su propia polla
aún dura y acarició a Noah a través de su clímax, asegurándose de
que muchas de las hebras nacaradas aterrizaran en su vientre
tanto como fuera posible. Noah se estremeció, su pecho se agitó
con su respiración áspera, y su respiración era caliente contra el
cuello de Lucas.
—Santa mierda, —suspiró Noah, cayendo contra la cama.
Lucas soltó la carne de Noah de entre sus labios y lo miró. Noah
parecía conmocionado. Sus ojos eran brillantes, y su rubor sexual
todavía estaba alto en sus mejillas. Lucas casi no podía respirar, se
sentía tan jodidamente poderoso.
Arrojando las cubiertas de sus cuerpos calientes, Lucas se sentó
358
a horcajadas sobre las caderas de Noah. Sosteniéndolo en su lugar
con una mano en su pecho, Lucas usó su otra mano para
acariciarse. Mantuvo la mirada de Noah mientras pasaba su mano
sobre su propio eje duro.
Noah levantó una mano.
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—Puedo…
—Cállate la boca, y simplemente recuéstate allí, —dijo Lucas,
jadeando cuando la primera ola de su clímax rodó a través de él. —
Querías que oliéramos como si nos hubiéramos venido, así que
hagámoslo bien.
Las bolas de Lucas se levantaron y se apretaron, su columna
vertebral se dobló y su polla pulsó en su mano. Llegó a lo largo del
torso de Noah, cubriendo su pecho y vientre con largas y gruesas
hebras de líquido translúcido. El vientre de Lucas se tensó con la
fuerza de su orgasmo, y pareció durar para siempre. Se sorprendió
a sí mismo con la cantidad de esperma que atravesó la piel
bronceada de Noah.
Cuando la última ola de su clímax pasó, y Lucas pudo moverse de
nuevo, se sentó sobre el cuerpo de Noah, mirando su rostro
aturdido. Lucas jadeó pesadamente, luchando por recuperar el
aliento. Sentándose ligeramente hacia atrás, usó ambas manos
para difundir a Noah en su propia piel.
Noah tragó saliva y bajó la vista para observar los movimientos
de Lucas con gran atención. Lucas se frotó el pegajoso semen,
secándose sobre su vientre y sobre su pecho. Cuando se hizo eso,
extendió sus manos sobre el cuerpo de Noah y untó la suya y la de
Noah en la piel.
—Allí, —dijo triunfante. —¿Eso hará el trabajo?
Noah asintió en silencio.
—¿Hay algo más que debamos hacer para prepararnos para
359
nuestros huéspedes?
Noah comenzó a hablar, pero vaciló.
—¿Qué? —Lucas exigió. —Dime.
—¿Puedo marcarte, también? ¿Por favor?
Lucas se acostó y cubrió el cuerpo de Noah con el suyo. Su
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venida seca era pegajosa entre ellos. Lucas empujó sus brazos
debajo de la cabeza y los hombros de Noah. Bajó la cabeza y
presentó su garganta desnuda a Noah.
Los fuertes brazos de Noah se envolvieron fuertemente
alrededor del pecho de Lucas. Una gran mano acunó su cabeza,
manteniéndolo firme mientras la boca caliente de Noah se
aferraba a la garganta de Lucas.
Lucas se sintió jodidamente devorado. Noah lo mordió y le
chupó el cuello como si fuera su última comida. Se sintió tan bien.
Si no se hubiera venido, sería excitante. Ahora solo se sentía...
cariñoso.
Cuando Noah lo soltó, Lucas se incorporó. Noah rozó las puntas
de sus dedos contra algunas de las picaduras de mordisco en la
garganta de Lucas. Su expresión era inescrutable.
—¿Estamos bien? —Preguntó Lucas.
—Sí—. Noah asintió enfáticamente.
—Bueno. No me bañaré, pero insisto en lavarme las manos antes
de comer.
La risa sorprendida de Noah robó el aliento de Lucas.

§§§

Para Lucas, el desayuno era un curso intensivo en la jerarquía de


los hombres lobo y la política. Todavía no estaba seguro de
entenderlo todo, pero lo que se había vuelto sorprendentemente
360
claro era que él y Noah estaban en lo más alto de la jerarquía de la
Manada.
La capitana Denise Walters dejó su taza de café y se recostó en
su silla.
—Entonces, sargento Hammond, ¿cuáles son sus instrucciones
07/2019
para la carrera de mañana?
Lucas se tensó y miró alrededor de la mesa. Hasta ese momento,
la conversación había sido amistosa e informal. El repentino uso
del rango de Noah por un capitán de la Marina fue alarmante.
—¿Tienes un Beta que puedas dejar a cargo de tu manada para
la carrera, Denise? —Preguntó Noah.
Lucas estaba doblemente confundido cuando Noah continuó
usando el primer nombre del capitán.
—Puedo dejar a Kevin—. Ella inclinó la cabeza para indicar a su
compañero, sentado a su lado. Fueron las mordidas de amor que
ambos lucían las que habían aliviado la vergüenza de Lucas sobre
las suyas.
Noah levantó una mano en señal de protesta.
—No quiero romper tu vínculo de pareja.
—Es sólo una vez, ¿verdad? —Preguntó.
—Los médicos dicen que puedo reanudar la actividad normal el
próximo mes, —respondió Noah asintiendo.
—Vamos a sobrevivir una noche aparte, sargento, —dijo Denise
con una sonrisa. —Kevin, es también capitán de la Marina, —le
cubrió la mano con la suya y también sonrió. —¿Quién ha estado
sirviendo como líder de la manada mientras estabas en
Afganistán?
—Un sargento perfectamente competente, —dijo Noah
encogiéndose de hombros. —Lo dejaré a cargo cuando sea
redesplegado, pero mientras esté aquí, otro Verdadero Alfa me
361
secundará, no un líder de la manada.
Las palabras de Noah sonaban insultantes para los oídos de
Lucas. Miró a los dos líderes de la manada en la mesa y los vio
asentir con la cabeza. Se relajó un poco. Parecía que tenía sentido
en el contexto de la política de hombre lobo.
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Lucas pensó que finalmente entendió lo que estaba pasando.
Noah estaba haciendo que el Verdadero Alfa hombre lobo de la
Armada viniera a Camp Pendleton para ayudarlo a correr la luna
llena la noche siguiente. No había sabido que existía una
cooperación entre los hombres lobo en diferentes ramas del
Servicio.
Lo más sorprendente de todo fue el suboficial jefe de la Guardia
Costera. Los marines formaban parte de la Armada, por lo que la
cooperación de Denise se explicó fácilmente, pero Lucas no
entendió la presencia de la Guardia Costera en esta reunión.
—Ofrecería mi ayuda, sargento, ya que no tengo compañero, —
dijo el suboficial en jefe. —Y tampoco tengo Beta.
—Aprecio eso, Jeff, —respondió Noah. —¿Eres el Verdadero Alfa
tanto para la Estación de la Guardia Costera de San Diego como
para la Estación Aérea de San Diego?
—Lo soy, sargento, —respondió, casi disculpándose. —Y
corremos en Ramona, así que también estaría demasiado lejos
para dividir mi tiempo.
—Ramona es un largo viaje, —observó Denise.
—Lo es, —respondió Jeff. —Pero en cualquier lugar más cercano
interfiere con Pendleton y Miramar.
—¿Deshaun? —Noah preguntó deliberadamente. Miró
directamente al sargento que era el líder de la manada de la
Estación Aérea de la Infantería de Marina Miramar.
—Si lo desea, Sargento, la manada de la Guardia Costera puede
362
correr con nosotros en Miramar, —respondió Deshaun sin
problemas.
—Me complacería correr a algún lugar más cerca de la base,
pero no quiero pisar los pies, —dijo Jeff enfáticamente.
—Eres un Verdadero Alfa hombre lobo, —respondió Noah con
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firmeza. —Deshaun es un líder de la manada. Si quieres correr en
Miramar, correrás en Miramar.
La tensión llenó el aire, y el pelo en los brazos de Lucas se puso
de pie. Noah se recostó en su silla, pareciendo relajado, mientras
miraba de un hombre lobo a otro. Ninguno de ellos miró hacia otro
lado, y gradualmente, el nivel de tensión disminuyó.
Lucas sintió que había sido arrojado a otro planeta.
—¿Hay algún problema con MCRD, Coronado, Isla Norte y Point
Loma que continúan compartiendo Otay Mesa? —Preguntó Noah,
rompiendo el silencio.
—No para la Marina, no hay, sargento, —respondió Denise con
firmeza. Parecía que ella era la Alfa tanto para la Isla Norte como
para Point Loma.
—Tampoco para los marines, sargento—. Marcus, el líder de la
manada en MCRD, fue un poco más lento para responder, pero no
parecía realmente molesto por el acuerdo. —Podríamos querer
hablar sobre encontrar una ubicación diferente o una segunda
para la carrera, pero solo debido a números absolutos, no a
conflictos.
La realización golpeó a Lucas tan fuerte que casi habló en voz
alta. Él contuvo su exclamación justo a tiempo. Esta reunión fue
más que asegurarse de que Noah tuviera ayuda mientras aún se
estaba curando. Esta reunión fue sobre Noah consolidando su
poder dentro de la Manada. Al rascar eso, Noah estaba
consolidando su poder dentro de una manada de las Fuerzas
363
Armadas recientemente unificada.
Lucas se enderezó un poco más en su silla. Noah lo miró, con una
esquina de su boca curvándose ligeramente hacia arriba.
—Excelente punto, Marcus, —dijo Denise. —Gracias por
mencionar eso. Lo había olvidado.
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—Lo veremos en los próximos meses, —respondió Noah. —Que
nos mantengamos.
Lucas no perdió el uso del plural de Noah. Mierda. Su papel aquí
no fue pasivo. Estos eran ahora sus hombres lobo, tanto como los
hombres lobo de Camp Pendleton.
—¿Hay algo que podamos hacer para ayudar al Dominante
durante la carrera de mañana? —Preguntó Denise mientras
miraba hacia atrás y adelante entre los dos.
Lucas contuvo el aliento para responder cuando la risa de Noah
lo detuvo.
—El teniente Young no necesita mucha ayuda, —dijo Noah a
través de su risa. —De hecho, él es Pie Sentinel durante las
carreras.
—Había escuchado ese rumor, —dijo Jeff con algo de emoción.
—Su número de celular está en el correo electrónico que todos
recibieron, —continuó Noah. —Distribúyelo de modo que, si
necesitan su ayuda, o la nuestra, con cualquier cosa mañana por la
noche, pueden comunicarse con él.
Cuando todos los hombres lobo se habían ido, Lucas cerró la
puerta tras ellos. Se volvió hacia Noah.
—¿Cómo me perdí el hecho de que estamos consolidando todas
las manadas de hombres lobo de las diferentes ramas militares en
una, una manada súper grande? —Preguntó Lucas.
—No lo sé, —respondió Noah. —He estado tratando de decirte.
364
—Entonces, ya no eres solo el Verdadero Alfa del Cuerpo de
Marines, ¿verdad? Tú eres el maldito Verdadero Alfa de las
Fuerzas Armadas. —¿Por qué se enojó Lucas?
—Y tú eres mi Dominante. Te sigo. —Los ojos de Noah brillaron
con un toque de plata.
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—Joder. —Lucas escupió.
Noah tomó aliento para hablar, pero se detuvo. Sacudió
ligeramente la cabeza y luego dijo:
—Mañana. Después de la carrera.
Lucas se congeló. No necesitaba el enlace para saber que Noah
era serio.
Saliendo de la puerta, Lucas pasó rozando a Noah, golpeando
deliberadamente sus hombros.
—Sobre el maldito tiempo.
Capítulo Diecinueve

Noah estacionó el Jeep, y Lucas salió, llamando a la lista de


hombres lobo en su tablet. Abrió la parte trasera del vehículo,
colocó su tablet en el interior y sacó la pila de lonas azules.
—¿Hay alguien en particular a cargo de colocar las lonas? —
365
Preguntó Lucas.
Noah le sonrió mientras se quitaba los zapatos.
—El primer pobre tonto en llegar después de mí—. Mientras
hablaba, un auto se detuvo junto a ellos. —Aquí está nuestra
víctima ahora, —dijo Noah. Él todavía le estaba sonriendo
07/2019
mientras ponía sus zapatos en la parte trasera del Jeep.
—¿Qué? —Lucas preguntó, el calor desplegándose en su vientre
y extendiéndose a través de su pecho.
—Tú, —respondió Noah. —No eres el mismo humano incierto
pero decidido que apareció en la primera carrera con tu lista de
hombres lobo impresa cuidadosamente.
Lucas tuvo que admitir que era cierto.
—No eres el mismo hombre lobo que presionaba mis botones y
desafiaba mi autoridad.
—Me estaba asegurando de que fueras el hombre que
sospechaba que eras, —respondió Noah, sorprendiendo a Lucas al
inclinarse y besarlo.
Cuando llegaron los hombres lobo, Lucas los revisó en su tablet.
Les asignó a algunos de ellos la responsabilidad de las lonas, antes
y después de la carrera. Todos los hombres lobo se acercaron a él
con reverencia, lo trataron con gran deferencia y luego saludaron a
Noah con todo, desde un lento asentimiento hasta algo muy cerca
de un arco.
Noah estaba detrás de Lucas, apretado contra él. Lucas se
recostó en él. El cuerpo de Noah estaba más caliente de lo normal,
probablemente debido a la luna llena. Lucas inclinó la cabeza hacia
un lado para permitir que Noah le acariciara el cuello. Las grandes
manos de Noah recorrieron los brazos de Lucas.
Qué tan lejos habían llegado, se dio cuenta Lucas. No hace
mucho, Lucas habría sido mortificado por el afecto abierto y
366
agresivo de Noah. Ahora que se dio cuenta de que era algo normal
para los hombres lobo, Lucas se permitió disfrutar de ello.
Denise llegó, vestida con pantalones de chándal y camiseta
fáciles de quitar. Ella les sonrió ampliamente a ambos mientras se
acercaba.
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—Bienvenida a Camp Pendleton, Denise —saludó Lucas. Las
manos de Noah le apretaron los hombros y le dio un beso en la
sien de Lucas.
—Gracias, Dominante, es un honor ayudarte esta noche, —
respondió ella asintiendo. Mirando a Noah, ella dijo: —Saludos,
sargento.
—Denise, —reconoció Noah. —Gracias por tu ayuda, esta noche.
—Realmente es un honor, —dijo con seriedad. Sus ojos se
movieron entre los dos. —¿Sabemos si las historias de las viejas
formas de reverencia son verdaderas? ¿O simplemente leyendas?
No hemos tenido un Dominante en mucho tiempo, ¿alguno de
nosotros lo sabe con seguridad?
—Sospecho que eran culturalmente relevantes en ese momento,
pero no sirvieron para ningún propósito real, —respondió Noah.
—Mi Dominante no está en la ceremonia, pero él es digno de
nuestra sumisión. ¿Qué estás pensando?
Lucas había perdido toda comprensión de la conversación.
Estaba captando distintos sentimientos de orgullo mezclados con
ansiedad de Noah, que era una combinación extraña.
—Arrodillarme y prometer mi lealtad y obediencia solo serían
palabras en este punto, —respondió Denise. —Las acciones hablan
más fuerte, y conduje a lo largo del condado y dejé atrás a mi
compañero para la luna llena, porque me lo pediste.
—Reconozco tu compromiso, —dijo Lucas, sin pensar. La
367
sorpresa de Noah reflejó la suya.
—¿Necesitas más? —Noah preguntó.
Denise vaciló.
—¿Estás marcando miembros de la manada en absoluto?
—No. —La respuesta de Noah fue ruidosa y enfática.
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La ira y los celos aumentaron en Noah. Sus manos se apretaron
sobre los hombros de Lucas.
Denise asintió vigorosamente.
—Detesto el olor de alguien más en Kevin.
—También hubo un incidente mientras estábamos en
Afganistán, cuando tuve que tocar a un miembro de la manada que
estaba luchando por no cambiar, —explicó Noah. —La reacción de
Lucas fue... extrema. Si veo su reacción al verlo marcar a otros
hombres lobo, podría sangrar.
Los ojos de Denise se ensancharon.
—¿Así que el reflejo es cierto?
Noah asintió contra la sien de Lucas. Lucas juró que muy bien
haría que Noah explicara todo esto en la mañana. Denise se movió
para pararse junto a los dos mientras Lucas continuaba marcando
a los hombres lobo que llegaban y aceptaba sus diversos niveles de
saludo respetuoso.
Cuando toda la manada de hombres lobo esperada para la
carrera había llegado, Noah sobresaltó a Lucas al alejarse de él
bruscamente.
—¡Escuchen! —Gritó, con voz fuerte y llena de autoridad. —La
capitán Walters se ha unido a nosotros para pasar la noche. La
obedecerán igual que a mí. También pueden buscar su ayuda en
lugar de la mía. —La manada murmuró que entendía. —Es hora de
bajar.
368
La manada comenzó a moverse hacia el rango, algunos
miembros ya empezaron a quitarse la ropa mientras caminaban.
Denise se dirigió rápidamente hacia el frente de la manada,
afirmando su autoridad sin esfuerzo.
Lucas fue rodado en los brazos de Noah. Envolvió sus brazos
07/2019
alrededor de la espalda de Noah y los apretó con fuerza. Cerró los
ojos y disfrutó la sensación del cálido aliento de Noah en su cuello.
Lucas dobló la longitud de la mandíbula de Noah, rozando sus
mejillas. Él hundió sus dientes en el grueso músculo en el costado
del cuello de Noah. Dibujó con fuerza la carne, sintiendo que la
sangre subía a la superficie y calentaba la piel de Noah. La marca
desaparecería cuando Noah cambiara, pero al menos comenzaría
la noche con la marca de posesión de Lucas sobre él.
—Oh, joder, Lucas, —gimió Noah, apretando los brazos
alrededor de Lucas.
Lucas sintió un estremecimiento rodar a través del cuerpo de
Noah. El placer y la alegría que casi traían lágrimas a los ojos de
Lucas inundaron el enlace. Noah hundió la cara en el cuello de
Lucas y respiró hondo varias veces. Él rozó primero una mejilla,
luego la otra, sobre el cabello de Lucas.
—Tienes que ir a cuidar nuestra manada, —dijo Lucas, reacio a
dejar que Noah se fuera. —Estaré esperando tu regreso.
—Gracias, Lucas —susurró Noah contra el caparazón de la oreja
de Lucas. —Muchas gracias. Tendré tu aroma en mí durante toda
la noche.
Una emoción desconocida explotó a través del enlace y estalló
dolorosamente en el pecho de Lucas. Jadeó sorprendido. Antes de
que pudiera recuperar el aliento, Noah sujetó la cabeza de Lucas
entre las dos manos y apretó la boca. Noah besó a Lucas
profundamente, su lengua empujando implacablemente más allá
369
de los labios de Lucas. Lucas le devolvió el beso, saboreando
desesperadamente la boca de Noah.
Cuando Noah lo soltó sin previo aviso, Lucas tropezó. Noah se
dio la vuelta y corrió tras la manada, como perseguido por
demonios. Lucas respiró pesadamente mucho después de que
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Noah desapareciera.
Tomando su tablet, Lucas se deslizó en el asiento delantero del
Jeep. Tenía todo lo que necesitaba para pasar la tarde de Pie
Sentinel por su manada. Se aseguró de que su teléfono celular
estuviera en el cargador y que el timbre estuviera alto.
Levantando el libro que estaba leyendo en su tablet, Lucas se
puso cómodo. Ya extrañaba a Noah. No tenía más remedio que ser
paciente y esperar la mañana. Cuando Lucas se acercó, encontró a
Noah corriendo libremente a través de la base. Su manada lo
rodeó, lo empujó con suavidad, cuidando las heridas que aún tenía.
Lucas sonrió, incapaz de evitar sentirse satisfecho, cuando Noah
reconoció que estaba feliz de estar corriendo con su manada, pero
no podía esperar a volver a Lucas por la mañana.

§§§
Lucas luchó para que Noah cruzara la puerta de la casa. Las
manos de Noah estaban en todas partes en Lucas: corriendo por
sus brazos, por su espalda, deslizándose debajo de su camisa antes
de intentar desabrochar los pantalones de Lucas. Una emoción
recorrió la columna vertebral de Lucas por lo mucho que Noah lo
deseaba. No dejó que importara que solo fuera por la luna llena.
Atrancando y cerrando la puerta, Lucas retrocedió hacia el
dormitorio de Noah, usando su cuerpo para incitar a Noah a
seguirlo. Noah era una columna sin sentido de necesidad física, su
polla dura y empujando obscenamente en la parte delantera de sus
370
pantalones de chándal.
La polla de Lucas dolió dolorosamente, escapando libremente de
la punta. Quería desesperadamente abrir la parte delantera de sus
pantalones y darse un poco de alivio. Quería las manos de Noah
sobre él. Se contuvo, incluso mientras su paciencia se
07/2019
deshilachaba. Hoy iba a ser diferente, Lucas lo sabía. Estaban en
casa. La cama de Noah tenía sábanas limpias. Lucas gimió en la
boca de Noah. Había querido esto por tanto tiempo.
Llegaron a la habitación de Noah, y Lucas se sorprendió al
encontrarse de repente saltando sobre el pie de la cama de Noah.
Noah se cernía sobre él, sus ojos brillaban plateados, las mejillas
enrojecidas, los labios hinchados por los besos. Lucas se sobresaltó
cuando Noah se arrodilló frente a él.
Noah se quitó su propia camiseta, sus etiquetas de identificación
cayeron contra su pecho. Alcanzó la camisa de Lucas y tiró. Lucas
no tuvo más remedio que levantar los brazos y obedecer. La boca
de Noah estaba de vuelta en la suya, caliente, húmeda e insistente.
Lucas agarró los hombros de Noah, necesitando un ancla. La piel
de Noah quemaba bajo sus manos, sus músculos se agrupaban y
flexionaban con cada movimiento. Lucas se arqueó en las manos
de Noah cuando las pasó por la espalda y el pecho de Lucas,
atrapando brevemente la cadena de sus placas de identificación.
Lucas jadeó, arrastrando el aire que tanto necesitaba a través de
sus labios separados. Noah mordió la mandíbula de Lucas. Lucas
gimió, inclinando la cabeza para darle a Noah el mejor acceso
posible. Noah mordió con fuerza en la parte superior del hombro
de Lucas. Chupó con fuerza la carne sobre la clavícula de Lucas.
Las manos de Noah en su espalda hicieron que Lucas se
arqueara, y Noah se aprovechó, metiendo un pezón en el calor de
su boca. Lucas gimió y apretó el cráneo de Noah. Su pecho se agitó
371
cuando Noah le chupó el pezón, la lengua moviéndose sobre el
brote endurecido. Los dedos de Noah eran magullantes en la piel
de Lucas. Lo mantuvieron en su lugar mientras Noah articulaba
sus etiquetas de identificación antes de atacar a su otro pezón con
igual agresión.
07/2019
Noah empujó a Lucas hacia atrás para acostarse en la cama. Las
manos de Noah rompieron la bragueta de los vaqueros de Lucas y
los tiraron sobre sus caderas y muslos. La polla que goteaba de
Lucas se acurrucó contra su vientre, dejando manchas húmedas en
su piel. Noah le pasó las palmas por la longitud de los muslos de
Lucas, raspando sus uñas romas hacia abajo. Lucas agarró el
edredón con ambas manos y luchó por no levantar las caderas y
rogar a Noah que lo llevara a la boca.
Sus miradas se encontraron y se sostuvieron cuando Noah se
arrodilló entre las piernas de Lucas. Noah enganchó sus manos
detrás de las rodillas de Lucas y las levantó, colocando ambos pies
en el borde de la cama. Lucas quedó atrapado por los ojos azules
de Noah. Juró que Noah podía ver directamente en él. Estaba
desnudo de muchas maneras, abierto y vulnerable.
Lucas respiró pesadamente cuando Noah agarró su erección con
una mano y se la llevó a la boca. Lucas siseó al sentir los labios de
Noah envolviendo la cabeza sensibilizada de su polla. Noah
contuvo a Lucas con sus manos, sujetando sus caderas a la cama.
Noah chupó con fuerza la polla de Lucas, usando un montón de
saliva y deslizando su boca hacia abajo y alrededor del eje. Lucas
empujó con fuerza contra las manos restrictivas de Noah. Su
lengua era plana y caliente en la parte inferior de la polla de Lucas
mientras se deslizaba hacia arriba y hacia abajo rápidamente. Las
manos de Lucas aún estaban apretadas en el edredón, y estaba
372
seguro de que estaba perdiendo la razón. Noah bajó la boca de la
polla de Lucas y chupó con fuerza. No le dio lamidas juguetonas ni
chasqueó la lengua en la rendija de Lucas. Simplemente trató de
extraer el cerebro de Lucas chupándolo hasta el final de su polla.
El vientre de Lucas se contrajo dolorosamente. Su columna
07/2019
vertebral se estremeció, y el calor inundó su pelvis. La espalda de
Lucas se arqueó; echó la cabeza hacia atrás y cerró los ojos. Las
caderas de Lucas empujaron rítmicamente contra las manos de
Noah.
Levantó la cabeza para mirar. Los labios de Noah se deslizaron
por su longitud, envolviéndolo en calor húmedo. El eje de Lucas
brillaba cuando Noah se quitó. No podía mirar hacia otro lado
cuando la mirada de Noah lo atrapó de nuevo. Noah lo miró
fijamente, desesperado por complacerlo.
Las manos de Noah se fueron repentinamente, y Lucas hizo un
ruido de protesta en su garganta. Una de las manos de Noah estaba
de vuelta, presionando contra su bajo vientre y nuevamente
sosteniendo a Lucas contra la cama. Lucas clavó sus talones en el
colchón mientras la boca de Noah trabajaba su polla. Cuando Noah
ahuecó sus mejillas para chupar a Lucas particularmente fuerte,
los ojos de Lucas se cerraron y su cabeza cayó hacia atrás.
Los dedos de Noah empujaron contra los labios de Lucas,
exigiendo la entrada en su boca. Lucas lo dejó entrar, chupando
con fuerza los dedos de Noah, girando su lengua a lo largo y
alrededor de ellos. Lucas quería lo que vino después. Mojó los
dedos de Noah, resbalándolos con su saliva, su estómago dolorido
por la necesidad.
Noah deslizó los dedos de la boca de Lucas y empujó uno en el
agujero de Lucas. Lucas siseó en el estiramiento. Noah no se burló;
373
no se acomodó en el cuerpo de Lucas. Su dedo lo empujó en lo
profundo, claro hasta el último nudillo. Los muslos de Lucas
temblaron cuando Noah le jodió el culo con su boca en la polla de
Lucas.
Con la espalda y el cuello arqueados dolorosamente, Lucas hizo
07/2019
sonidos vergonzosamente fuertes y pervertidos. La punta de los
dedos de Noah tiró del borde del agujero de Lucas, agregando un
estiramiento delicioso y quemando todas las sensaciones que lo
asaltaron.
Lucas hizo un sonido de protesta cuando su culo estuvo
repentinamente vacío y su polla abandonada. Noah escupió varias
veces antes de que dos dedos empujaran rápidamente en el
agujero de Lucas hasta los últimos nudillos. La succión caliente y
húmeda regresó a la erección de Lucas, y los músculos de la parte
inferior de su vientre se tensaron. Los rayos de electricidad pura
se dispararon a lo largo de su columna vertebral y se dispararon a
través de su cuerpo. Las bolas de Lucas se apretaron y se
levantaron, y supo que la explosión era inminente.
—Mierda, Noah, ya me voy, —jadeó. Lucas estaba seguro de que
Noah podía decirlo, tan fuerte como su culo apretaba los dedos de
Noah, pero su boca ya no era su control. —Joder, voy a venirme.
Mierda... Cristo... Noah. —Este último fue un grito ahogado.
Lucas gritó cuando su clímax se estrelló contra él. Noah torció
ligeramente los dedos y le dio un golpe a la glándula sensible de
Lucas. Lucas juró ferozmente, y sus manos se apretaron en el
edredón. Se estremeció lo suficiente como para sacudir toda la
cama. Lucas gritó con los dientes apretados mientras salía de su
orgasmo, sus bolas se vaciaban, su polla palpitaba dentro del calor
de la boca de Noah.
Los dedos malvados de Noah, todavía enterrados en el culo de
374
Lucas, masajearon cruelmente su punto dulce cuando llegó. Lucas
jodió sus caderas hacia arriba, tratando de hundir su polla en la
garganta de Noah mientras se apretaba a su alrededor. Con cada
pulso palpitante de sus bolas, la garganta de Noah se apretó a su
alrededor, y se tragó lo que Lucas dio.
07/2019
Con un empuje final de sus caderas, la visión de Lucas se
oscureció alrededor de los bordes, justo antes de que todo se
volviera blanco.
Lucas se dio cuenta de su entorno al encontrar a Noah que se
cernía sobre él, tirando de él hacia arriba en la cama. Lucas trató
de ayudar, pero sus extremidades no cooperaron. Se aferró
torpemente a los hombros de Noah cuando, para su sorpresa,
Noah lo levantó con un brazo para deslizarlo hacia la cabecera de
la cama. Jodida fuerza de hombre lobo.
Lucas fue puesto de espaldas, y Noah le dio la vuelta boca abajo.
Intentó levantarse sobre sus codos, pero el peso de Noah lo
inmovilizó. Lucas quería mirar a Noah por encima del hombro,
pero Noah estaba justo encima de él.
El cuerpo de Noah era un horno furioso. Su piel estaba escaldada
donde presionaba a lo largo de la espalda de Lucas. Las placas de
identificación de Noah eran frías en contraste, donde se anidaban
contra la columna de Lucas. Las manos de Noah rozaron los brazos
de Lucas, le sujetaron las muñecas por encima de los hombros y
entrelazaron sus dedos con fuerza.
Lucas apretó los dedos de Noah. Se arqueó hacia arriba,
presionándose contra el cuerpo grande y pesado de Noah. Frotó su
mejilla contra la de Noah cuando Noah lo acarició. El aliento de
Noah era cálido y fuerte contra la concha de la oreja de Lucas.
Lucas quería empujarse hacia arriba, quería inclinar su cabeza
hacia atrás y hacer que Noah lo besara. Estaba atrapado, atrapado
375
por el peso de Noah.
—No te muevas, —ordenó Noah con una voz ronca que sonaba
como un gruñido. Recuperó una botella de lubricante de la mesita
de noche. La respiración de Lucas se detuvo, y su dolorosa polla se
contrajo. Había querido sentir a Noah dentro de él durante tanto
07/2019
tiempo.
La lengua de Noah se extendió sobre la oreja de Lucas. Lucas se
estremeció cuando Noah le mordió el lóbulo de la oreja. Cesó su
lucha cuando los dientes de Noah se hundieron en el tendón en la
parte posterior de su cuello. Lucas gimió ruidosamente en el
edredón bajo su mejilla. Noah chupó con fuerza la marca de la
mordedura y luego la calmó con un golpe húmedo de su lengua.
—Joder, —susurró Lucas cuando Noah le mordió el hombro.
Levantó las caderas mientras Noah se mecía contra él.
—Lucas—. El susurro roto de Noah contra el cuello de Lucas
extendió el calor a través de su pecho e hizo que su polla se
agitara.
Lucas empujó hacia arriba contra el peso de Noah mientras su
piel resbaladiza por el sudor les permitía deslizarse uno contra el
otro. Noah colocó mordidas penetrantes y punzantes a lo largo del
hombro de Lucas. Lucas se estremeció violentamente, jadeando
con cada mordida de los dientes de Noah.
—Tu olor, —susurró Noah, sus labios se movían por la columna
vertebral de Lucas. —Me encanta tu olor. Lo extraño tanto cuando
no estamos juntos; tengo dolor.
Lucas sintió que esa era la respuesta a muchas cosas, pero no
podía recordar lo que eran en este momento. Noah le mordió las
costillas de Lucas, luego le lamió la columna vertebral de Lucas con
la lengua. Lucas se estremeció cuando las etiquetas de Noah le
hicieron cosquillas mientras se deslizaban por su piel caliente.
376
Noah se incorporó bruscamente. Lucas se estremeció ante el
repentino frío. Se apoyó en los codos y miró por encima del
hombro.
—Noah, —se avergonzó a sí mismo suplicando.
—Abajo, —gruñó Noah, empujando a Lucas con una mano entre
07/2019
sus hombros.
Lucas se tendió boca abajo, y Noah le separó los muslos. Lucas
obedeció con entusiasmo. Las manos ásperas de Noah agarraron
con fuerza el culo de Lucas, abriéndolo de par en par. Lucas gritó y
dobló sus caderas cuando la lengua de Noah se deslizó a lo largo de
su grieta y se arremolinó sobre su agujero sensibilizado. Su polla
se estaba volviendo dura otra vez, y Lucas se hundió en la cama
debajo de él.
Noah lo mantuvo abierto, lamiendo alrededor y dentro de su
agujero. Se sentía tan jodidamente bien, pero Lucas ansiaba más.
Tenía hambre por lo que Noah le había prometido durante tanto
tiempo.
—Noah, —suplicó, con la voz desgarrada por la desesperación.
—Por favor, Noah.
—Tu olor es más fuerte aquí mismo, —murmuró Noah contra el
trasero de Lucas. —Sabes jodidamente increíble.
Lucas se estremeció de nuevo.
Noah se sentó y Lucas se puso tenso de anticipación. Estaba
vagamente consciente de los sonidos familiares y los movimientos
de Noah. Lucas lanzó un grito ahogado cuando el dedo de Noah se
deslizó en su agujero.
Esta vez, el dedo de Noah estaba fresco y resbaladizo. El corazón
de Lucas tronó en su pecho. Él sabía lo que esto significaba; sabía
por qué Noah lo estaba engullendo.
377
Lucas jadeó pesadamente en el edredón, retorciendo la tela en
sus puños. El dedo de Noah presionó profundamente en él. Noah
dio un giro a su muñeca mientras deslizaba su dedo dentro y fuera
del agujero de Lucas. El único dedo se deslizó fuera, y Lucas emitió
un sonido frustrado. Él gruñó cuando Noah metió dos dedos
07/2019
dentro.
Lucas trató de relajarse alrededor de la intrusión de los dedos de
Noah. Noah lo empujó, profundo y áspero, estirando el borde de
Lucas cuando se retiró.
Cuando Noah hundió tres dedos lubricados en su agujero, Lucas
gritó sorprendido. Le quemó y picó, pero la polla de Lucas se
estaba haciendo más dura. Los dedos de Noah eran una broma. No
fueron suficientes. Lucas necesitaba más.
Casi se echó a llorar de alivio cuando Noah alineó la cabeza de su
erección con el agujero de Lucas. Lucas juró en el edredón cuando
Noah se hundió en él con un solo y brutal empuje. Zarcillos de
sensación se abrieron paso por la columna vertebral de Lucas
cuando el pene de Noah lo estiró y lo llenó.
Lucas cerró los ojos y gimió de placer cuando el peso y el calor
de Noah volvieron a posarse sobre él, presionándolo en la cama.
Noah volvió a juntar sus manos, y Lucas dio un apretón de
respuesta en sus dedos. Los labios de Noah se presionaron contra
la sien de Lucas, su aliento caliente cuando su pecho se apretó
contra la espalda de Lucas.
—Jesucristo, Lucas, —susurró Noah dementemente. —Te
sientes mucho mejor de lo que soñé. Estás tan jodidamente
apretado y caliente.
Lucas estaba demasiado abrumado por la sensación, demasiado
abrumado por la emoción para hablar. Agarró los dedos de Noah y
se acostó debajo de él, deseando que se moviera. Lucas deseó
378
poder ver la cara de Noah mientras se movía dentro de él.
Anhelaba el beso de Noah.
Noah flexionó sus caderas, y su polla se deslizó dentro y fuera
del agujero de Lucas. El ritmo era castigador. El culo de Lucas picó
con cada golpe de las caderas de Noah contra él. Sus propios
07/2019
gruñidos y gemidos coincidían con el ritmo de los empujes de
Noah. El agujero de Lucas quemó, y su culo se sintió lleno cada vez
que Noah cayó hacia delante, la polla se hundió profundamente en
el cuerpo de Lucas.
El mundo se inclinó debajo de Lucas cuando Noah se retiró
apresuradamente. Lucas se sintió despojado y su piel se enfrió
ante la ausencia del calor de Noah. Su desorientación fue aguda
cuando le volcó sobre su espalda. Las manos de Noah eran ásperas
y magullantes cuando empujó a Lucas a la posición que quería.
Noah lo empujó con un solo y poderoso empuje. Lucas envolvió
sus piernas alrededor de las caderas de Noah, cruzando las
costillas de Noah con sus manos temblorosas. Arqueó su espalda,
ansioso porque Noah lo folle vigorosamente. En cambio, Noah se
agachó con un tintineo suave de sus placas de identificación,
curvando sus brazos debajo de los hombros de Lucas.
Lucas estaba acunado en los brazos de Noah, con la cara pegada
a la sudorosa garganta de Noah. Los labios de Noah estaban contra
la garganta de Lucas. Las caderas se movían lentamente, dando
vueltas cada pocas embestidas, Noah jodió a Lucas con un cuidado
exquisito. Lucas envolvió sus brazos alrededor del pecho de Noah,
hundiendo sus dedos en los gruesos músculos de su espalda.
—Ábrete, —susurró Noah contra la garganta de Lucas. —Ábrete
todo el camino para mí.
Los muslos de Lucas se extendieron cuando Noah lo jodió con
exquisita lentitud. No podía abrirse más para Noah. El toque sutil
379
de la mente de Noah contra la suya le dijo a Lucas lo que Noah
buscaba.
Lucas había estado tan atrapado en la sensación del cuerpo de
Noah contra el suyo, que no había prestado atención a su vínculo.
Lo abrió de par en par y se quedó sin aliento ante la intensidad de
07/2019
las emociones de Noah cuando se apoderaron de él.
Noah jadeó contra la garganta de Lucas. Lucas estaba indefenso
contra la fuerza y el poder de Noah. La sensación de Noah sobre él,
llenándolo, se fusionó con los pensamientos y emociones de Noah.
La polla de Lucas estaba completamente dura de nuevo,
presionada entre sus cuerpos. El vientre de Noah se frotó contra él
con cada empuje, y Lucas se dirigía hacia un segundo clímax.
Quería meterse entre ellos y masturbarse. Quería venirse con
Noah, sentirse a sí mismo apretando a Noah al mismo tiempo que
Noah disparó en el interior profundamente dentro del trasero de
Lucas.
—Tan jodidamente increíble, —murmuró Noah con voz
quebrada. —Tan jodidamente perfecto. Hecho sólo para mí.
Noah se movió, presionando sus palmas contra la cama justo por
encima de los hombros de Lucas. Su ritmo se aceleró y su ángulo
cambió para clavar la glándula de Lucas en cada empuje. Lucas se
aferró a los brazos de Noah, su boca se abrió al gritar con cada
golpe de las caderas de Noah contra su culo. Noah enterró su cara
contra el cuello de Lucas y cantó sin sentido entre besos ardientes
en la garganta de Lucas.
—Encaja mi polla tan perfecto. Te siento tan bien a mi alrededor.
Tan apretado alrededor de mi polla. Tan perfecto. Simplemente
perfecto para mí. —El ritmo de Noah cambió; su respiración se
hizo más áspera.
A través de su enlace, Lucas sintió todo lo que Noah sentía y
380
hacía. Su pecho se apretó con la fuerza de la emoción que también
había tensado a Noah. Lucas no estaba tocando su propia polla,
pero sus bolas comenzaron a levantarse en el mismo momento
que Noah. El calor que se juntó en el vientre de Noah también se
juntó en el de Lucas. Noah se venía, y él estaba arrastrando a Lucas
07/2019
junto con él.
—Voy a venirme, —gimió Noah. —Voy a venirme dentro de ti.
En lo profundo de tu culo. Joder, Lucas, te sientes muy bien.
Con un grito ahogado, Noah echó atrás la cabeza y rugió cuando
comenzó a llegar. Su polla palpitaba dentro del culo de Lucas, fluía
un fluido caliente y cubría las paredes internas del cuerpo de
Lucas. Sin un solo toque a su polla, Lucas lo siguió. Pintó su piel
con su esperma caliente y pegajoso, haciendo coincidir a Noah
empujando para empujar y gritando para gritar.
Cuando Noah se derrumbó encima de él, Lucas lo mantuvo cerca,
sincronizando su respiración. Noah se quedó dormido, y a Lucas
no le importó que su venida se secara entre ellos. Se quedó
mirando al techo, aturdido y abrumado.
Este era un ritual de hombre lobo. Noah había iniciado esto, lo
que significaba que Lucas no se había aprovechado. Noah había
tomado todo lo que había deseado, de la manera que había
querido. Lucas recordó que Noah le había dicho que el sexo
después de una carrera era mucho más. Ahora Lucas entendió.
Le dolía el pecho cuando se preguntaba cómo demonios podía
esperar a otro ritual. Ya, Lucas ansiaba tener a Noah así de nuevo.
Suspiró pesadamente y cerró los ojos. El cuerpo inerte de Noah era
agradablemente pesado sobre el suyo. Más tarde se preocuparía
por lo jodido que estaba.
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Capítulo Veinte

Lucas envolvió la toalla alrededor de sus caderas y se sentó al


pie de la cama. Las gotas de agua que había perdido después de su
ducha estaban frías mientras se secaban sobre su piel. Apoyó los
codos en las rodillas y dejó caer la cabeza entre los hombros. Su
382
carrera no había hecho nada para aliviar la tensión constante de
sus músculos. Estaba inquieto y ansioso.
Frotándose el pulgar y el índice sobre sus ojos, Lucas suspiró.
Intentó disipar las imágenes y los recuerdos que lo persiguieron,
invadieron sus sueños y no lo dejaron en paz.
07/2019
Noah siempre, Noah la vista de su cuerpo alto y musculoso, ya
sea desnudo o vestido. El sonido de su voz, su olor, el color de sus
ojos, todo eso perseguía a Lucas cada minuto del día. Se
despertaba cada mañana, duro y goteando, Noah lo envolvía con
fuerza mientras dormía. Lucas no podía hacer nada al respecto.
Era el oficial al mando de Noah, y no quería, ni podía,
aprovecharse de su autoridad o de esta extraña y mística conexión
que compartían. Por mucho que quisiera a Noah, Lucas no haría
nada para presionarlo o manipularlo.
Su polla discutía el punto con vehemencia.
Este problema era uno que no desaparecería por sí solo. Se
deslizó hacia el centro de la cama grande y se dio la vuelta para
recuperar una botella de la mesita de noche. Poniendo los pies
sobre el colchón, Lucas desenvolvió su toalla y vertió una pequeña
cantidad de líquido viscoso en la palma de la mano.
Trabajó su mano lentamente sobre su polla, extendiendo el
lubricante. Ya estaba tan jodidamente cerca. Solo pensando en
Noah y los sonidos que hizo la última vez que estuvieron juntos
íntimamente, empujó a Lucas hacia el borde.
Mierda. No era solo sexo con Noah tampoco. Lucas se encendía
por su inteligencia, su competencia, su confianza y su humor. Noah
no era intimidado por Lucas. Lo desafiaba, lo fortalecá; al mismo
tiempo sacaba lo mejor de él.
Trabajando su mano más rápido en su polla, la espalda y el
cuello de Lucas se arquearon bruscamente, casi sacándolo de la
383
cama. Apretó su puño y torció su muñeca alrededor de la cabeza
de su erección. Se imaginó los brillantes ojos azules de Noah
sangrando hasta convertirse en plata fundida. Imaginó la hermosa
sonrisa de Noah y su risa sensual.
La boca de Lucas se abrió en un grito silencioso de éxtasis. Cada
07/2019
músculo de su cuerpo se tensó a medida que se acercaba más y
más cerca del precipicio. Levantó su mano libre sobre su cabeza y
la apretó en el edredón. Joder, estaba cerca. Su mano estaba
resbaladiza y se sentía bien en su polla, pero no se comparaba con
la forma en que la boca de Noah se había sentido en él esa última
mañana.
La puerta del dormitorio se abrió de golpe y se estrelló con
fuerza contra la pared. Lucas saltó de la cama y se apresuró a
poner su toalla alrededor de sus caderas desnudas. Su rostro ardía
de humillación. No podía haber duda de lo que acababa de hacer.
Noah llenó la puerta. Estaba de pie con las manos apretadas a los
costados, el pecho agitado con cada respiración. Sus ojos eran de
plata dura y aguda. No llevaba nada más que sus etiquetas de
identificación y un par de vaqueros desteñidos, desabrochados y
colgando bajo en sus estrechas caderas. No era justo. Incluso
enfurecido, Noah era lo suficientemente sexy como para que la
boca de Lucas se secara.
—Lucas, —dijo Noah. En lugar de sonar enojado, sonaba herido.
—¿Qué diablos, Noah? —Lucas exigió, alcanzando su propia ira
justa. Era un hombre adulto, tenía derecho a masturbarse en la
intimidad de su propio dormitorio.
—¡Eso es lo que te estoy preguntando! —Gritó Noah. —Tú me
apagas. Te encierras. Me obligas a escabullirme en tu cama para
estar cerca de ti. Luego dejas nuestro maldito enlace abierto,
malditamente abierto, mientras te masturbas, pensando en mí.
384
La boca de Lucas se abrió de asombro. Tragó contra el nudo de
aprensión en su garganta. Extendió la mano sutilmente y,
efectivamente, allí estaba. Se había acostumbrado tanto a sentir a
Noah en su cabeza, que había olvidado bloquear lo que había
estado haciendo.
07/2019
—Lo siento, —dijo con sinceridad. —No deberías tener que ser
sometido a eso.
Noah cruzó la habitación en un instante. En lugar de bordear la
cama, caminó sobre ella. Lucas sostuvo su toalla sobre su polla
sorprendentemente aún dura, inmovilizado en shock, mientras
Noah intentaba arrancarla de sus dedos.
—Te he visto desnudo, —gruñó Noah salvajemente. —Te he
tenido desnudo en mi cama, extendido y con ganas. No necesitas la
puta toalla.
Lucas desenroscó sus entumecidos dedos. Noah tuvo la fuerza
para quitarle la toalla en cualquier momento, pero en cambio,
había pedido la colaboración de Lucas, su consentimiento.
Noah agarró el culo de Lucas con una mano. Juntó sus caderas y
la dureza de la polla de Noah fue inconfundible a través de sus
jeans. La otra mano de Noah se acercó para acunar la cabeza de
Lucas, manteniéndolo inmóvil mientras Noah le acariciaba la oreja
a lo largo de su garganta.
—¿Qué tengo que hacer, Lucas? —Noah susurró su súplica. —
¿Qué tengo que hacer para que me dejes entrar? Solo dímelo y lo
haré, lo juro.
Las palabras de Noah se retorcieron dolorosamente en el pecho
de Lucas, y se aferró desesperadamente a los anchos hombros de
Noah.
—No entiendo.
—Te lo he dado todo. —La voz de Noah se quebró. —He puesto
385
mi manada a tus pies. Tienes mi respeto, mi admiración y mi
sumisión. —Él tragó audiblemente. —Pero a menos que tenga que
ver con un ritual de hombre lobo, no quieres tener nada que ver
conmigo.
Lucas se atragantó con el dolor de Noah.
07/2019
—Eso no es cierto, —dijo con firmeza.
—Tú prefieres masturbarte y fantaseas que en realidad sea
conmigo. —Noah continuó como si Lucas no había hablado, las
lágrimas ataban su voz. —Eres mi compañero, y no puedo hacer
que me ames como yo te amo.
Lucas se quedó paralizado, su sangre se convirtió en hielo. Casi
no podía oír por la prisa en sus oídos. Noah aún lo sostenía,
besándolo a lo largo de su cuello y apretando sus caderas como si
necesitara estar dentro de Lucas.
—¿C-c-compañero? —Jesucristo. ¿Cómo se había perdido eso?
—Estamos... pensé... —Mierda. Lucas necesitaba sentarse.
La tierra se inclinó, y él estaba sentado en el borde de la cama,
Noah, arrodillado frente a él, pálido y alarmado. Las manos de
Noah sobre su cabello y su piel desnuda eran cálidas y
sorprendentes.
—Lucas, ¿qué pasa? —La pregunta de Noah estaba llena de
pánico.
La memoria de Lucas corrió sobre todas las leyendas que Noah
había compartido con él, luchando por recordar los detalles de las
parejas, la cultura del hombre lobo y los rituales. Ni una sola vez,
Noah los había declarado compañeros. Había alimentado a Lucas
con toda su historia y mitos sobre hombres y mujeres unidos por
propósitos de combate, como si los dos no fueran más que
compañeros de batalla.
—Nunca dijiste que éramos compañeros, —gruñó él
386
acusadoramente. Mierda. ¿Incluso se les permitiría servir juntos
más? Entonces, de nuevo, ¿no era esa su función principal como
Verdadero Alfa y su Dominante? ¿No era eso lo que había
impedido a Lucas todo este tiempo?
—¿Qué diablos ha sido todo esto, entonces? —Noah exigió con
07/2019
enojo. —He compartido mi cultura, mi manada, mi cuerpo
contigo—. Sus fuertes manos agarraron los lados de la cabeza de
Lucas y obligaron a sus ojos a encontrarse. —Soy el maldito
Verdadero Alfa hombre lobo de la Infantería de Marina, y me
sometí a ti, boca arriba y en mi jodida espalda. ¿Qué demonios
pensaste que significaba eso?
—La manada, —respondió Lucas. —Liderazgo cohesivo y eficaz.
Efectividad de combate. —Decir las palabras en voz alta sonaba
ridículo.
—¡Tú y yo hubiéramos tenido eso de todos modos! —Noah
levantó las manos con exasperación. Las dejó caer sobre sus
muslos para descansar sobre la alfombra y negó con la cabeza. —
Eres inteligente y capaz, Lucas. Te preocupas por los hombres que
sirven debajo de ti. Respetas los rangos enlistados, y ellos te
respetan a ti. Todo lo demás era solo sobre tú y yo.
—Soy un oficial, Noah, —espetó Lucas, enojado con Noah por
negarse a entender. —Eres un suboficial a mi mando. Me niego a
hacer cualquier cosa que pueda hacer que te sientas presionado u
obligado.
Noah se puso de rodillas, agarró los muslos de Lucas y se inclinó
para que sus rostros quedaran a un aliento.
—Cuando me di cuenta de que eras mi compañero, me entregué
voluntariamente a ti. Fue mi idea y mi elección. Tu rango, tu
autoridad sobre mi trabajo y mi vida nunca me lo parecieron.
—¿Por qué no me dijiste esas palabras? —Lucas exigió con furia,
387
lamentando un dolor innecesario y una pérdida de tiempo. —¿Por
qué me seguías contando historias sobre antiguos Alfas y
Dominantes que iban a la guerra? ¿Por qué solo hay historias
sobre un hombre y una mujer? ¿Dónde están las historias sobre...?
—Lucas se mordió el labio inferior, incapaz de terminar.
07/2019
—¿Dos hombres? —Preguntó Noah en voz baja. Noah tenía que
leerlo a través del enlace tanto como él leía a Noah. —Alejandro y
Hefestión. —La voz de Noah era baja y áspera. Miró a Lucas
directamente a los ojos.
—Alejandro y Hefes... —Lucas no pudo analizar el significado de
Noah. Entonces todo encajó en su lugar. Dos grandes guerreros
masculinos creían ser amantes. Los ojos de Lucas se abrieron de
sorpresa. —¿Alejandro Magno y Hefestión? Entonces, el hombre
lobo era Hefestión, y Alejandro era su Dominante.
—Sí, —suspiró Noah, su expresión derrotada se aflojó
ligeramente. —El mejor general militar y táctico que haya vivido y
su compañero hombre lobo. Alejandro no murió por
circunstancias misteriosas. No fue asesinado. Murió de pena. —La
voz de Noah se quebró en la última palabra mientras su expresión
se arrugaba.
A Lucas solo le quedaba una preocupación.
—¿Son estos sentimientos, tus sentimientos, solo por los rituales
del hombre lobo?
Noah dejó escapar un suspiro tembloroso.
—Los rituales solo reducen mi control sobre mis sentimientos,
—respondió solemnemente. —No los causan, y no influyen en
ellos.
Lucas exhaló como si hubiera sido golpeado.
—Entonces, ahora mismo, justo en este momento, ¿cómo te
sientes? ¿Qué quieres de mí?
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Noah besó a Lucas, suave y lento. Era el beso más suave que
habían compartido.
—Arrodíllate en la cama para mí, —dijo Noah contra sus labios.
Cuando Lucas se subió lentamente a la cama, reclinado sobre sus
talones, Noah se puso de pie y se quitó los vaqueros. Su polla
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estaba tan dura como la de Lucas, sobresaliendo rígidamente del
nido de rizos rubio oscuros. Noah se arrodilló frente a Lucas y
recogió la botella de lubricante desechada.
El corazón de Lucas tronó. Agarró la base de su polla y apretó,
luchando por el control. Ya podía sentir los dedos de Noah
deslizándose en su culo. Se preguntó si Noah lo quería boca arriba
o boca abajo.
Observó con entusiasmo cómo Noah cubría un dedo con el
lubricante claro. Lucas miró confundido, esforzándose por
comprender lo que estaba viendo, mientras Noah se estiraba
alrededor de su cadera con su mano lubricada.
—¡Espera! ¿Qué estás haciendo? —Exigió Lucas, desconcertado.
—No hay rituales de hombre lobo que nos influyan, en este
momento, —respondió Noah con un suspiro. —Me estoy
sometiendo, Lucas, porque quiero hacerlo. Porque te quiero.
Lucas se arrastró sobre sus rodillas hasta que estuvo justo frente
a Noah. Sus pollas duras rebotaban entre sí con los movimientos
de Lucas. Extendió la mano y detuvo la mano de Noah.
—Aprecio lo que significa para ti hacer esto; que quieras hacer
esto, pero no quiero tu sumisión.
Noah apretó la mandíbula, tragó saliva y apartó la mirada de
Lucas, parpadeando rápidamente varias veces. Lucas sintió que su
vínculo se cerraba violentamente.
—Está bien. Entiendo.
Lucas agarró la barbilla de Noah y forzó su rostro hasta que no
389
tuvo más remedio que encontrarse con los ojos de Lucas.
—No, no lo haces, Noah. No quiero que te sometas solo para
probar un punto. Solo quiero hacer esto si lo disfrutas. Si te gusta
hacer esto conmigo.
Noah visiblemente se relajó, vacilante abriendo su enlace una
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vez más. El alivio, el deseo y el amor se apoderaron de él, dejando
que Lucas se sintiera golpeado.
—Te quiero dentro de mí, —respiró Noah. —Quiero saber qué
se siente tenerte dentro de mí.
Lucas estrechó la cara de Noah entre ambas manos y presionó
un beso en sus labios. Las manos de Noah agarraron con fuerza los
bíceps de Lucas, como si temiera que Lucas huyera. Lucas se abrió
para la lengua buscando de Noah, dejando que su boca fuera
asaltada por un Noah ansioso y necesitado.
Rompiendo el beso con un sonido de golpe húmedo, Lucas
empujó a Noah hacia atrás con una mano en el centro de su pecho.
—Acuéstate—. Quería cuidar de Noah, de la forma en que Noah
lo había cuidado la mañana siguiente a la luna llena.
El aliento de Noah quedó atrapado; se sentó lentamente en la
cama, sin apartar la vista de los ojos de Lucas. Lucas se relajó
sobre el cuerpo de Noah. Apretó sus caderas juntas, dejando que
Noah sintiera su dureza, la evidencia de la necesidad de Lucas por
él. Apoyándose sobre sus codos, Lucas besó la boca hinchada de
Noah. De todas las cosas que habían hecho entre ellos, esta había
sido siempre la más íntima. Los brazos de Noah rodearon sus
hombros, y él pasó sus palmas sobre la espalda de Lucas.
Lucas besó la longitud de la mandíbula de Noah. Mordió
ligeramente el lóbulo de la oreja de Noah, dándole la sensación de
dientes que siempre lo calmaban. Debajo de él, el pecho de Noah se
agitó mientras aspiraba ásperas respiraciones a través de sus
390
labios separados. Lucas arrastró su lengua por el cuello de Noah y
lamió la cadena de cuentas de sus placas de identificación.
Noah gimió ruidosamente, arqueando su cuello mientras
apretaba sus dedos en los músculos de la espalda de Lucas. Lucas
se levantó en las manos y deslizó su cuerpo por el de Noah. La
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dura polla de Noah era sedosa contra su vientre. El pelo en las
piernas de Noah era grueso y tenía un contraste agradable.
Deslizó sus labios sobre el pezón de Noah, y se endureció. Lucas
pasó la punta de su lengua sobre el brote firme, lanzando una
bocanada de aire sobre la piel húmeda. Observó el pico del pezón
de Noah y lo apretó.
Las manos de Noah estaban inquietas en la espalda de Lucas.
Cuando Lucas dibujó el pezón de Noah en su boca, chupándolo
ligeramente, Noah se quedó sin aliento. Gimió suavemente cuando
Lucas lamió el capullo rosado con la lengua.
Lucas arrastró su lengua por los músculos duros y definidos del
pecho de Noah. Lamió las placas de identificación encajadas contra
el esternón de Noah, mordiendo bruscamente la cadena y la tierna
piel debajo de ella. Continuando, Lucas encontró el otro pezón de
Noah y se lo llevó a la boca, chupándolo y sacudiéndolo con la
punta de la lengua. La boca de Noah quedó abierta, su cuello
todavía arqueado y las manos inquietas en la espalda de Lucas.
Volviéndose sobre sus codos de nuevo, Lucas se meció
lentamente contra Noah. Deslizó su estómago sobre la polla de
Noah mientras yacía llorando. Noah flexionó sus caderas hacia
arriba, y Lucas empujó hacia atrás, dándole más presión y fricción.
Noah miró a Lucas, maravilla y necesidad infundiendo su
expresión. Sus ojos buscaron la cara de Lucas, como si buscara
algo que temía no encontrar. Lucas sonrió a Noah, inundando su
vínculo con todas las emociones que había mantenido encerradas
391
estos últimos meses. Con sus labios flotando justo por encima de
los de Noah, Lucas susurró:
—Voy a prepararte para mí, ahora.
Noah asintió con gran énfasis en su acuerdo, alivio y afecto
desconcertante regresando por su vínculo. Cuando Lucas se
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deslizó a lo largo de su cuerpo, Noah extendió sus piernas. Lucas
se arrodilló entre ellas.
Rápidamente localizó la botella de lubricante. Noah dobló las
rodillas, abriéndose para Lucas. Poniendo sus manos sobre las
rodillas de Noah, Lucas las extendió más. Noah obedeció con
entusiasmo. Lucas pasó sus palmas por el interior de los muslos de
Noah. Sus manos temblaron, sabiendo que era perturbador lo que
significaba que el poder de Noah voluntariamente se dejara tan
vulnerable.
—Mantente abierto para mí, —dijo Lucas, afirmando el dominio
que Noah ansiaba.
Noah dejó caer sus rodillas un poco más.
Lucas vertió lubricante en un dedo. Tomó la polla de Noah con la
otra mano y la acarició ligeramente. Bromeó el agujero de Noah
con la punta de su dedo, instando a los músculos a relajarse
mientras extendía el lubricante. Cuando la fisura se aflojó
ligeramente, Lucas empujó su dedo hacia adentro. Noah gimió, sus
caderas palpitaban ligeramente cuando Lucas le acariciaba la
polla. Su cuerpo se tensó alrededor del dedo de Lucas por un
momento antes de relajarse.
Lucas sacó su dedo y cubrió dos de ellos con lubricante. Rodeó
brevemente el agujero de Noah antes de presionar hacia adentro
más allá de los músculos anillados. Noah gimió, sus piernas se
movieron y sus manos apretaron el edredón. Lucas deslizó sus
dedos hacia las puntas antes de empujar hacia adentro hasta sus
392
últimos nudillos.
Añadió lubricante y se deslizó de nuevo en el cuerpo de Noah.
Las caderas de Noah se flexionaron, su cabeza se movía hacia
adelante y hacia atrás. Su cara y pecho se sonrojaron con su
excitación, y gimió rítmicamente a través de sus labios separados.
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Lucas retorció su muñeca, extendiendo el lubricante a lo largo de
las paredes del canal de Noah.
Deslizando sus dedos libres, Lucas lubricó a tres de ellos. Noah
se arqueó de la cama cuando Lucas empujó su cuerpo una vez más.
Jodió el culo de Noah con los dedos, tirando y estirando el borde.
El placer y la excitación fluían libremente por su enlace, y Lucas
estaba eufórico.
Mientras acariciaba la polla de Noah con la otra mano, Lucas
torció un dedo y buscó la glándula sensible de Noah. Noah lanzó
un grito ahogado, y sus músculos internos se apretaron con fuerza
alrededor de los dedos de Lucas.
—Lucas, —jadeó Noah. —Me vas a hacer venir.
Lucas lanzó la erección de Noah. Se mantuvo follando el culo de
Noah, empujando su próstata cada pocos empujes de sus dedos.
—Aún no. Quiero estar dentro de ti cuando te vengas. Quiero
sentirte cerca de mí. —Lucas se preguntó si podría replicar lo que
había sucedido la otra mañana y usar el enlace para hacer que
llegasen al mismo tiempo.
—Me estás matando, —gimió Noah con frustración.
Lucas sonrió ante la desesperación de Noah. Él deslizó sus dedos
del cuerpo de Noah y deslizó su propia polla. Se alineó con la
abertura de Noah, y Noah lo complació abriendo más las piernas y
levantando las rodillas. Algo en el cerebro de Lucas casi se cortó
ante la vista.
393
Noah soltó un suave grito cuando Lucas empujó en su cuerpo.
Lucas se recostó sobre el cuerpo de Noah y empujó de manera
constante hasta que su polla estuvo completamente asentada en el
culo de Noah. Buscó los labios de Noah y se encontró a medio
camino con la boca caliente y desesperada de Noah.
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—Envuélvete a mi alrededor, —Lucas susurró con voz ronca
contra los labios de Noah.
Las piernas de Noah rodearon las caderas de Lucas y las
apretaron. Lucas comenzó a moverse. Encontró un ritmo de
castigo, golpeando sus caderas contra el culo de Noah con cada
empuje. Enterró su rostro en el cuello de Noah, aspiró el olor de su
sudor y escuchó a Noah gritar y jurar cuando Lucas lo jodió.
Lucas alcanzó su enlace, esperando arrastrar a Noah con él.
Recogió un pensamiento sutil de Noah. Lucas se preguntó si el
propio Noah era consciente de esta necesidad particular. Lo que
Noah necesitaba era fácil de proporcionar y Lucas estaba ansioso
por complacerlo.
Agarró la mandíbula de Noah y volvió la cabeza bruscamente
hacia un lado. Lucas hundió sus dientes en el tendón del cuello de
Noah. Él mordió duro. Noah maldijo en voz alta, saltando hacia
Lucas. Lucas chupó un parche grande de piel en su boca, sacando
sangre a la superficie. Aspiró un gran morado que todo el mundo
vería.
Noah necesitaba que Lucas lo marcara, y Lucas necesitaba a
Noah feliz.
Envió estos pensamientos a Noah, incluso mientras mordía y
chupaba otra marca en la piel de Noah. El cuerpo de Noah se
apretó alrededor de la polla de Lucas, sus piernas se apretaron
convulsivamente y trabaron a Lucas contra él. El orgasmo de Lucas
se construyó, y él compartió las sensaciones que estaba
394
experimentando con Noah. Hizo todo lo que pudo para forzar el
clímax de Noah, para que se vinieran al mismo tiempo.
Los fuertes brazos de Noah se envolvieron alrededor de los
hombros de Lucas. Una imagen brilló brevemente en su mente,
pero Lucas entendió. Rodeó sus brazos debajo de los hombros de
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Noah y mantuvo sus cuerpos apretados. Lucas enterró su cara en
el otro lado de la garganta de Noah y chupó la carne sin marcar.
Sus bolas comenzaron a levantarse y apretarse, y Lucas sabía
que estaba cerca. Chupó con fuerza el cuello de Noah, lo golpeó
vigorosamente en el culo y compartió sus sentimientos con Noah.
Para sorpresa de Lucas, Noah se vino primero. Con un fuerte y
primitivo grito, se meció y se estremeció contra Lucas. El semen
caliente salpicó entre ellos, derramándose sobre los costados de
Noah y corriendo hacia el edredón.
El cuerpo de Noah se contrajo alrededor de la polla de Lucas, sus
gritos y las emociones que compartían apretaron el pecho de
Lucas. Era todo lo que necesitaba para seguir a Noah por el borde.
Con un empuje final y duro, Lucas enterró su polla en el culo de
Noah y sus dientes en el cuello de Noah.
Salió de la tormenta con su cuerpo apretado fuertemente contra
el de Noah. Vació sus bolas profundamente en el culo de Noah.
Pensó, con oscura satisfacción, que Noah estaba marcado como
suyo, tanto por dentro como por fuera.
Se tumbaron colapsando uno contra el otro, luchando por
recuperar el aliento. Lucas estaba completamente en paz,
rebosante de alegría. Noah sintió lo mismo, y su serenidad se
fusionó hasta que una era indistinguible de la otra. Lucas
realmente debería levantarse y limpiarlos antes de que todo se
secara.
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El sueño simplemente sonaba muy bien.

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Epílogo

Lucas se quedó mirando la puerta de Combat Post Toscano


abierta. Noah avanzó primero, dirigiéndose hacia Lucas. Esperó
con impaciencia, moviéndose para presionar contra la espalda de
Lucas, mientras la manada se registraba para confirmar que
396
habían regresado de la carrera.
Lucas había vuelto a registrarlos a todos en su tablet. Había
demasiados para que él recordara todavía. Todavía estaba
aprendiendo nombres y personalidades. El puesto tenía un
personal de shifters del cincuenta por ciento, y eso significaba
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cerca de veinticinco hombres lobo individuales.
A su regreso, el Capitán Madison les había informado que cada
hombre lobo del Cuerpo estaba operando y maniobrando para
servir con Lucas y Noah. El Comando había ideado una lista a
partir de la cual debían hacer sus selecciones. Noah hizo la
mayoría de las elecciones; el resto se basó en el trabajo de
conjeturas y recomendaciones verbales.
Noah quedó sorprendido de que no hubieran sido reasignados a
un lugar de más alto perfil. Lucas sospechó que dejarlos en una
posición de combate era bueno para la moral. Era como si Lucas y
Noah estuvieran liderando algún tipo de campaña justa.
Últimamente, Lucas había empezado a preguntarse si incluso
quería permanecer en el Cuerpo. Noah había abierto sus ojos al
potencial que vivía dentro de su relación. En esta era moderna, no
podían conquistar naciones ni construir un imperio. Sin embargo,
lo que era muy posible era que Lucas se moviera hacia la política y
trabajara para arreglar las cosas que creía que lo necesitaban.
Lucas había empezado a pensar demasiado pequeño,
contemplando ser elegido para el Senado de los Estados Unidos.
Noah le sonrió con indulgencia y dijo:
—Es un buen lugar para comenzar, señor presidente.
Lucas lo pensó por un rato. Si Shiva pudo ayudar a Kali a
convertirse en una diosa, tal vez para Lucas llegar a la presidencia
no era una idea tan descabellada.
Tenía mucho tiempo para pensar en ello.
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Lucas y Noah no eran los únicos cuyo valor había aumentado
significativamente. Tim Madison se estaba convirtiendo
rápidamente en el comandante de compañía más consultado en el
Cuerpo. Su capacidad para comandar y motivar con éxito al mayor
número de shifters en un solo comando le estaba llamando la
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atención de algunas personas muy influyentes. Sus observaciones
y experiencia de primera mano con el Alfa Dominante y el
Verdadero Alfa fueron fundamentales para reconstruir la riqueza
de conocimiento que se había perdido con el tiempo.
Noah y Tim habían formado una especie de tregua. El lobo de
Noah mostró mucho menos agresión hacia el comandante de su
compañía. El propio Noah se burló de Madison implacablemente,
insistiendo en que el destino estaba escondiendo a un hombre
lobo que algún día demostraría ser el compañero de Tim.
A todos les quedaban dos meses en su despliegue actual. Lucas
se había resignado al hecho de que estaban condenados a tareas
administrativas a su regreso a casa. Noah todavía estaba en
negación, pero él había dado la vuelta. Tim probablemente tenía
razón cuando apostó que los tres terminarían revisando la política
militar con respecto a los shifters. Noah y Lucas probablemente
tendrían alguna influencia sobre la planificación estratégica. Lucas
casi no podía concebir eso.
Como Noah había observado, no tenía sentido obsesionarse con
el futuro, incluso antes de que volvieran a estar en Estados Unidos.
Lucas también tuvo que coincidir cuando Noah había declarado en
voz baja que su puesto de trabajo no importaba, siempre estarían
juntos.
Con todos los shifters registrados, Lucas entregó su tablet y se
volvió hacia Noah. Empuñó el vellón de Noah y comenzó la tarea
siempre entretenida de mantener a un Verdadero Alfa hombre
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lobo despierto en la cama todo el día.

FIN
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01 La Fuerza de la Manada
02 Strength of the Wolf
03 Strength of the Mate
03.5 Heart of the Warrior
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SOBRE EL AUTOR

La primera obra de ficción de Kendall McKenna fue escrita a la


mundana edad de nueve años, y se transformó en un trabajo que
se expandió en una historia que se cuenta en una canción popular
de la época.
400
Ella intentó la ficción con vampiro y vaquero, ganadora de
poesía en la escuela secundaria y de concursos de cuentos en su
camino. No fue hasta que descubrió el mundo de ficción erótica m
/ m y encontró su camino con policías, infantes de Marine y coches
deportivos, que se sintió inspirada para compartir sus historias
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con los lectores que disfrutan de las mismas cosas. Kendall nació y
se crió en el sur de California, donde vive y trabaja. Una relación
no convencional la ha mantenido feliz durante la última década.
Sus cuatro perros disfrutan cuando escribe, mientras se sienta
quieta el tiempo suficiente para que se enrosquen alrededor de
ella.

Facebook: Kendall McKenna


Twitter: @kendallmckenna
Blog: http://kendallmckenna.dreamwidth.org
Email: kendall.mckenna3@gmail.com
Traducción
TESS

Corrección, Diseño y Edición


IPHI

Lectura Final 401


WENDY ROSITA

EPUB
07/2019
MARA
NO
FACEBOOK
ni ninguna
red social

Es de fans para fans y no recibimos ninguna compensación


económica por las traducciones que realizamos.
Espero que les guste.
Y no olviden comprar a los autores, sin ellos no
podríamos disfrutar de estas maravillosas historias

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