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LOLA WRIGHT

The Devil´s Angels MC


LOLA WRIGHT
Pooh
The Devil´s Angels MC 03

Sinopsis:

Pippa
Poseer y manejar una casa para víctimas de violencia doméstica no deja a una
mujer deseando a un hombre en su vida. De todos modos, no de manera
permanente. Habiendo sido una víctima, decidí abrir este refugio para ayudar a
otras que se encuentran en una situación similar a la que yo había estado. Fui una
de las afortunadas porque mi madre adoptiva siempre fue mi roca, mi refugio
seguro. Nunca fui yo sola contra el mundo. Decidimos juntas que queríamos ser
eso para las demás. Así nació New Horizons y tenemos la misión de salvar a todas
las que podamos.

Pooh
Estoy inquieto, aburrido y quiero más. Quiero lo que han encontrado algunos
de mis hermanos del club. Quiero a esa mujer que está destinada a ser mía.
El problema es que no conozco a ninguna que califique. Estar en un MC atrae a
las mujeres en bandadas, pero no están destinadas a ser mías cuando claramente
son las mujeres de todos. Entonces la conozco. La única. Ahora el problema es que
ella no está interesada en mí o en una relación y no es una gran fanática de los
hombres en general. Es una mujer fuerte e independiente y un poco fogosa cuando
se trata de proteger a quienes ha jurado mantener a salvo. Ella será mía y le
demostraré que los hombres, como yo y mis hermanos del Devil's Angels MC, no
se parecen en nada a los hombres que ha conocido antes.
A la Señora J.
El mundo necesita más personas como tú y tu familia. Ser padres sustitutos
y adoptar a varias de esas adolescentes te convierte en una superhéroe. Les
diste un futuro. No hay palabras para los ángeles como tú en este mundo.
Gracias por compartir tu historia conmigo. Tammy y Pippa son mi versión
de ti. Sé que me quedé corta, pero por favor quiero que sepas que tienes mi
mayor respeto.
Lola
Capítulo 1
Pooh

Para mí pasear por las afueras de Denver en mi Harley es el día


perfecto. Siempre prefiero hacer recados para el club antes que
trabajar en el gimnasio todo el día. No es que no me guste el
gimnasio y trabajar con Axel y Cash, pero siempre es mejor salir al
aire libre y montar en moto. El clima finalmente se está calentando y
la nieve se ha ido, así que ahora es el momento de volver a
familiarizarse con mi culo en el asiento de cuero y el viento en la
cara.
Últimamente las cosas en la casa club se han calmado desde que
se resolvieron los problemas de Ava y Bailey. Lucy y Chubs están
curados y felices juntos y eso me pone una sonrisa en la cara. La
pequeña Lucy entró silenciosamente en nuestras vidas, pero no se
quedó así por mucho tiempo. Literalmente recibió una bala en el
pecho para proteger a Chubs y eso le ha valido mi respeto, lealtad y
amor de por vida. Y después Bailey se arriesgó para salvar a Lucy y
Chubs. ¡Esas mujeres!
Me encanta que mis hermanos hayan encontrado mujeres fuertes
como Ava, Bailey y Lucy. Y Trudy. No puedo dejar afuera a Trudy
porque tampoco es una cobarde. Es valiente, fuerte y confiable.
Mucha lealtad de esas mujeres para los miembros de mi club. Estoy
exultante por mis hermanos y sus mujeres, pero ahora también
quiero eso para mí.
Nunca pensé que querría una mujer, y solo una, pero después de
ver a mis hermanos tener sus “felices para siempre”, yo también lo
quiero. Pero mis estándares son altos y sé que voy a comparar a
cualquier nueva mujer que conozca con las que ya están en mi vida.
¿Y dónde voy a encontrar una mujer que cumpla con todos mis
estándares?
Sé que no será una chica del club. Son divertidas por una noche o
dos, pero no hay ninguna que frecuente el Devil's Angels MC con la
que me gustaría despertarme por el resto de mi vida. Son todas
banales y sin sustancia. No son material para una dama y no me
conformaré con menos.
Reduzco la velocidad, giro a la derecha y entro en el lote del taller
de reparación de automóviles y motos personalizadas propiedad del
club. Aparco en un espacio para estacionar, apago mi moto, me bajo,
dejo el casco y camino hacia la tienda.
—Hola, Pooh, ¿qué pasa?—pregunta Big Petey.
—Día de paga. El mejor día de mi vida—contesto con una
sonrisa.
Saco varios sobres del bolsillo interior de mi chaleco y se los
entrego a Big Petey. Los toma, los examina, saca el que tiene su
nombre, y pone el resto cerca de la caja registradora para repartirlo
más tarde.
—Después voy a la casa club para dejarle el suyo a Rex. Quiero
hablar con Gunner sobre la compra de un terreno del club y la
construcción de una casa. Es hora de tener un lugar propio y no solo
vivir en la casa club.
—Inteligente movida, Pooh. No te arrepentirás. Trudy y yo
estamos felices allí y a ella le encanta estar tan cerca de las bebés—
responde Petey.
—Sí, claro, Petey. Es a Trudy a quien le encanta estar cerca de
esas bebés—le digo burlándome de él porque todos saben lo
apegado que está a las gemelas de Ava y Gunner.
—Está bien, bueno, puede que a mí también me guste un poco—
me admite Petey, sonriendo enormemente.
—Escuché que Axel le dijo a Bailey que está listo para comenzar a
tener bebés y que está apuntando a veinte o treinta de ellos.
—Y Bailey le dijo a Axel que está pensando en tres, pero será
interesante ver quién gana—se ríe Petey.
—Tu hijo es un maldito loco de remate.
—Eso es lo que es—dice Petey, con evidente afecto. Él ama a ese
hijo suyo, incluso si Axel pone algunos palos en la rueda. Y eso no
habla muy bien de mí porque normalmente estoy al lado de Axel
cuando la mierda golpea al ventilador. O, debería decir, cuando
estamos haciendo que la mierda golpee el ventilador.
—Hola, hijo de puta, ¿tienes mi dinero contigo?—pregunta
Trigger, mientras entra por el frente de la tienda.
—Nop. Lo gasté en tetas y culo de camino aquí. Pensé que a tu
edad ya no lo necesitarías para esas necesidades—contesto,
sonriéndole a Trigger.
—¡Vete a la mierda, Pooh! A diferencia de tu culo maricón, yo no
tengo que pagar por tetas y culo. Son gratis y también lo serían para
ti si no fueras tan jodidamente feo—dice Trigger.
—¿Puedes levantarla, viejo?—sigo pinchando a Trigger.
—¡Se levanta muy bien, idiota! ¡Tienes que dejar de preocuparte
por mi polla y preocuparte más por tu propia y pequeña polla!—me
espeta Trigger antes de darse la vuelta e irrumpir en la parte trasera
de la tienda. Siempre es divertido, y nunca difícil, pinchar a Trigger.
Mi trabajo aquí está hecho.
—Hasta más tarde, hermano—le digo a Petey, que aún se está
riendo.
—Hasta más tarde, Pooh.
-*--*--*--*-
—Por supuesto, hermano. ¿Sabes en qué parcela quieres
construir?—me pregunta Gunner.
—Me gustaría la que está al lado de Axel. Tiene algunos árboles
pero no demasiados. Tendrá un patio grande y me gusta esa idea.
Hablé con un par de contratistas sobre los planos que había ideado y
uno de ellos puede comenzar en unas pocas semanas. De hecho, el
mismo que construyó tu casa.
—Lo votaremos en la Iglesia esta semana. No veo ningún
problema con los muchachos y deberías poder empezar—dice
Gunner, confirmando lo que ya sospechaba.
—Eso funciona para mí. Gracias, Gunner—digo, levantándome
para irme.
—Necesito que entregues un cheque más hoy. Debe entregarse a
la gerente, Pippa Holbrook, del Refugio Para Mujeres New
Horizons. Los prospectos, Toes and Horse Nuts, te seguirán con la
camioneta de reparto. Ve a la parte trasera del refugio. Toca el timbre
y ella les mostrará dónde descargar los suministros que están en la
camioneta. No dejes que los prospectos arruinen la cosa o hablen con
ninguna de las mujeres que puedan ver. Normalmente, Pippa no
permite que haya hombres allí, pero como estamos donando dinero
y suministros, está haciendo una excepción. Mantenlos en línea.
—Lo haré, Prez—le aseguro mientras me entrega un papel con la
dirección y el cheque.
—Gracias, Pooh. Te lo agradezco. Ava y Trudy tienen una clase
esta tarde con Cash en el gimnasio, así que esto me da la
oportunidad de pasar el rato con mis niñas en casa—me dice
Gunner, sonriendo. Sí, él es uno de esos padres. Ama a sus hijas, Mia
y Zoe, y no le importa quién lo sepa.
—¿Quién está con las niñas ahora?
—Axel. Y rezo para que Bailey esté allí también o solo Dios sabe
qué tipo de lío encontraré cuando llegue a casa. Hablando de eso, me
voy de aquí. Gracias de nuevo, hermano.
—De nada, Prez.
-*--*--*--*-
Estaciono mi moto detrás de una casa muy grande y anodina y
camino hacia la camioneta que se detiene. Horse Nuts y Toes saltan,
caminan hacia la parte de atrás y abren la puerta grande. Miro el
inventario que estaremos descargando y me doy cuenta de que hay
mucho trabajo por hacer. La camioneta está llena de camas nuevas,
colchones, tocadores y un montón de cajas de mierda. Veo
y j
televisores y algunas Play Station y X-Boxs. Grandes pilas de cajas de
Amazon ocupan el resto del espacio.
—Se supone que no deben estar aquí. Será mejor que se vayan
antes de que Pippa les patee el culo—dice una voz joven detrás de
mí.
Me doy la vuelta y me encuentro mirando a un niño,
probablemente de unos cuatro o cinco años, y está absolutamente
sucio. Está cubierto de tierra y mugre desde la parte superior de la
cabeza hasta los dedos de los pies.
—Hola. ¿Cuál es tu nombre?—le pregunto.
—No necesitas saber eso. Sólo tienes que irte—exige el chico,
mirándome. Estoy impresionado.
—Mi nombre es Pooh y estoy buscando a Pippa—le informo al
chico.
—¿Pooh? ¿Qué tipo de nombre de niña es ese?
Escucho a los prospectos riéndose detrás de mí y tengo que
reprimir una sonrisa al niño mugriento.
—Es mi nombre de carretera. Mis hermanos del club me dieron
ese nombre—le explico.
—Ellos deben odiarte. Aún así tienes que irte, Pooh Bear.
—Lo siento, amigo, tengo que hablar con Pippa. ¿Puedes decirle
que estoy aquí?
—No. Vete. No se permiten hombres aquí. Vete. Ahora mismo,
hijo de puta—grita con las manos en las caderas.
—¡Craig! ¡No digas palabrotas! Y sabes que es mejor no hablar
con extraños. Será mejor que entres y te limpies antes de que tu
madre te vea—interrumpe una voz de una mujer nuestro
enfrentamiento.
Miro hacia arriba y veo a una mujer caminando hacia nuestro
grupo. Tiene una estatura promedio para ser mujer, alrededor de un
metro setenta, y un hermoso cabello negro que es lacio, brillante y
largo. A medida que se acerca, puedo detectar fácilmente sus rasgos
faciales y son impresionantes. Grandes ojos oscuros, una nariz
delicada con un ligero bulto en el centro que evita que su rostro sea
demasiado perfecto. Labios llenos con una ligera inclinación hacia
arriba en las comisuras. Facciones de huesos finos con cejas oscuras y
arqueadas que enmarcan su rostro. Puede que haya algo de sangre
nativa americana en sus venas, pero no lo sé con certeza. Lo que sí sé
es que es hermosa. Senos llenos, caderas ligeramente redondeadas.
No es una figura de reloj de arena, pero está muy bien con esas
piernas delgadas que parecen más largas de lo que probablemente
son. ¡Agradable!
—Pero no pueden estar aquí, Pips—argumenta el niño.
Así que ésta es Pippa Holbrook. Jódeme.
—Los invité, Craig. Traen tu nueva cama y algunas otras cosas
para tu habitación, así que tal vez puedas darles las gracias antes de
entrar a la ducha—le dice Pippa.
—¿Una cama nueva? ¡Santa Mierda! ¿Tengo una cama nueva?—
grita Craig emocionado.
—¡La boca, Craig! Y sí, tendrás una cama nueva. Tal vez después
de la ducha, puedas ayudarme a armarla. Pero, primero dúchate. Ve
a buscar a Annie y ella te limpiará. ¿De acuerdo?
—¡Mierda, sí! ¡Trato hecho, Pips! ¡Gracias, Pooh!—grita Craig
antes de correr hacia la puerta trasera y volar a través de ella.
—Lindo chico—le digo.
—Sí, lo es. Pero si hay un charco de barro en algún lugar de esta
ciudad, está garantizado que él lo encontrará—responde Pippa
mientras desvía su atención de Craig hacia mí.
—Eso es lo que hacen los niños—me río.
Los ojos de Pippa se iluminan y una pequeña risa escapa de esa
boca perfecta.
—Sí, eso es lo que hacen—asiente.
—¿Dónde quieres que comencemos a poner estas cosas?—
interviene Toes.
Joder, me olvidé por completo de los prospectos detrás de mi Me
doy la vuelta, miro ferozmente a Toes y después a Horse Nuts
cuando él se ríe a carcajadas al ver mi mirada.
—¿Puedo ver cuánto hay?
Me aparto del camino de Pippa y ella se dirige a la parte trasera
de la camioneta. Ella mira y se vuelve en mi dirección. Sus ojos están
muy abiertos y supongo que está sorprendida de lo mucho que
hemos traído. Este es definitivamente un momento de motero
orgulloso. Amo a mi club y ésta es solo una de las muchas razones.
Hacemos cosas buenas por las personas que necesitan algo bueno en
sus vidas.
—¿Tu club está donando todo esto? Oh, Dios mío. No tienes idea
de a cuántas personas ayudará esto. ¡Muchas gracias!
—De nada, cariño. Estaremos encantados de armar las camas y
acomodar todo para ti también. ¿Dónde quieres que comencemos a
poner estas cosas?—le pregunto.
—No puedo pedirte que hagas todo el armado también. Tu club
ya ha hecho mucho.
—No lo estás pidiendo. Nos estamos ofreciendo. Si no te importa
que estemos aquí unas horas, podemos tenerlo todo listo para ser
usado. Parece que al pequeño Craig le gustaría dormir en su cama
nueva esta noche—digo, sonriendo por la emoción que había en su
rostro ante la mención de una cama. Rápidamente se convierte en un
ceño fruncido cuando me doy cuenta de por qué un niño de su edad
estaría tan emocionado con una cama. Ésta puede ser la primera. Eso
no es un pensamiento feliz en absoluto.
—Entonces sí, por favor, vuestra ayuda sería grandiosa. Les
mostraré dónde colocar estos artículos y a qué habitaciones
pertenecen las camas. Y, nuevamente, muchas gracias.
-*--*--*--*-
Descargamos la camioneta, armamos las camas y entregamos el
cheque a Pippa. Las habitaciones son pequeñas pero limpias y ahora
están completamente amuebladas. Mientras estoy conectando los
cables de la nueva televisión que acabo de colocar en una cómoda,
Pippa entra en la habitación. Joder, es hermosa.
—Estamos terminando y después nos apartaremos de tu camino
—le digo.
—No hay prisa. Me doy cuenta de que no me presenté. Soy Pippa
Holbrook. Administro este lugar. Y no puedo agradecerles lo
suficiente a vosotros y a los miembros de vuestro club por las
donaciones. No obtenemos fondos del gobierno, por lo que
funcionamos solo con donaciones y siempre es un desafío satisfacer
las necesidades de todos con tan poco. Esto ayuda más de lo que
puedas imaginar.
—Pooh. Cole Murray, pero ya nadie me llama así—le digo
mientras le estrecho la mano. No quiero soltarla tampoco. Su mano
es increíblemente suave pero su apretón es firme. Me gustan ambos
—. No necesitas agradecer, Pippa. El club disfruta ayudando. New
Horizons simplemente nos da otra razón para tener una Poker Run.
—¿Pooh? Tiene que ser una historia interesante—dice Pippa
riendo.
Casi olvido lo que está diciendo porque su sonrisa y su risa me
dejan atónito. Literalmente, me detengo en seco. Mi mente se queda
en blanco. Joder, esto no es bueno. Lucho por devolver mi atención a
sus palabras.
—Sí, supongo que sí. No fue mi mejor momento, pero el nombre
se quedó—digo entre dientes.
—¿Vas a derramarlo y decirme cómo fuiste llamado Pooh por un
grupo de moteros?—pregunta Pippa.
—Eso no va a pasar, cariño—respondo con una sonrisa—. Ni
siquiera la tortura me sacará esa historia.
Pippa echa la cabeza hacia atrás y se ríe. Es una gran visión y me
encanta la sonrisa que puedo ver en sus ojos.
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—¡Ahora realmente quiero saberla!—dice riendo.
—¿Qué quieres saber?—dice una voz joven.
Miro hacia abajo y veo a un niño a mi lado. Lindo chico. Pelo
rubio y desgreñado, enormes ojos azules, nariz respingona, boca
fruncida y piel bronceada. Cara traviesa.
—Cómo Pooh obtuvo su nombre—responde Pippa.
—Nombre de culo de niña—dice el niño.
—¡Craig! ¡La boca!—ladra Pippa mientras mira severamente al
chico.
¡Santa mierda! ¿Este chico es Craig? Ni siquiera lo reconocí ahora
que está duchado.
—¿Craig? Te limpiaste bien, hombrecito. Ni siquiera te reconocí
sin las cinco capas de barro que tenías antes.
Me mira con el ceño fruncido y dice:
—No estoy seguro de que todo fuera barro. Pero gracias, Pooh.
¿Ésta es mi habitación ahora, Pippa?
—Sí, lo es. Pooh acaba de conectar tu televisor, la X-Box y armar
tu cama. ¿Crees que tal vez en lugar de decir palabrotas y burlarte de
su nombre, podrías darle las gracias?
—¿Una X-Box también? ¡Santa Mierda! ¡Gracias, Pooh!—grita
Craig mientras se apresura y se sube a su nueva cama. La emoción
en sus ojos definitivamente es suficiente para mí.
Me vuelvo para ver a Pippa mirando a Craig con ojos tiernos.
Obviamente adora al pequeño. Supongo que Axel se parecía mucho
a este niño cuando tenía esa edad. Señor, salva el mundo, si así será
Craig cuando sea mayor.
—¿Qué tipo de juegos te gustan, Craig?—le pregunto.
—¡Todo lo que vaya rápido!—me grita, mientras salta feliz en su
cama.
—Si Pippa dice que está bien, pasaré mañana con algunos juegos
para tu X-box. Tengo algunos que te pueden gustar.
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—Eso sería genial, Pooh. Una vez más, gracias. Simplemente le
alegraste el día —me dice Pippa.
Joder, le daré al niño uno de mis riñones si Pippa sigue
mirándome así. Sí, tengo que apartar la mirada o voy a empezar a
ponerme duro. No necesito que piense que soy una especie de
pervertido.
—No hay problema. Yo no…
Me interrumpen gritos y voces enojadas. Una voz femenina
gritando “vete ahora” y una voz masculina enojada gritando
“suélteme”. Antes de que pueda hacer un movimiento, Craig se
lanza de su cama y me agarra la pierna. Pippa sale corriendo de la
habitación y desaparece. Miro a Craig y lo veo asomando por detrás
de mis piernas mientras agarra mis vaqueros con ambas manos. El
niño está aterrorizado.
Levanto a Craig, teniendo que soltarle las manos, y lo sostengo
cerca. Todavía puedo escuchar las voces enojadas, ahora también
con la voz de Pippa, y necesito salir para ver qué está pasando. Me
relajo un poco cuando escucho la voz de Horse Nuts y sé que Pippa
no está sola. Pero no puedo marcharme y dejar a un niño asustado,
así que me tomo un segundo extra para calmarlo primero.
Camino a la cama y siento a Craig en ella mientras me inclino
hasta el nivel de sus ojos. Lo siento temblar y espero hasta que sus
ojos se encuentran con los míos.
—De ninguna manera voy a dejar que nadie te lastime, Craig. No
va a suceder. Pero tengo que salir a ver cómo está Pippa y
asegurarme de que esté bien. Aquí está el trato. Necesito que seas
valiente por mí, cierres la puerta y la trabes cuando me vaya. No la
abras hasta que la golpee y te diga que soy yo, ¿de acuerdo? Volveré
aquí cuando sepa que Pippa está a salvo. ¿De acuerdo?
Duda por un momento y luego asiente con la cabeza. Le ofrezco
mi puño. Él lo mira y luego lo golpea con el suyo y se desliza fuera
de la cama. Cuando salgo por la puerta, la cierra y escucho que la
bloquea.
Sigo las voces y me encuentro en una sala de estar. Veo a Pippa,
de pie frente a otra mujer, obviamente bloqueándola del hombre
enojado en la habitación. El macho está siendo retenido por detrás
por Horse Nuts con Toes cerca. No va a ir a ningún lado pronto, así
que mis ojos vuelven a los enojados de Pippa.
—¡Se supone que no debes estar aquí y lo sabes! Maisy tiene una
orden de restricción en tu contra y ahora estás violando la orden—
afirma Pippa—. He llamado al 911 y la policía llegará pronto.
—¡Maldita puta! ¡Tienes que preocuparte de tus jodidos asuntos
y mantenerte fuera de mi matrimonio!—le grita el macho a Pippa,
luchando por liberarse del agarre de Horse Nuts.
Me muevo rápidamente para pararme directamente frente a este
idiota. Inclinándome hacia su rostro, le advierto en voz baja:
—No la vuelvas a llamar así nunca más. Cuida tus palabras a
menos que quieras que te quiten la lengua. ¿Me entendiste?
—¡Sólo vete, John! No te quiero aquí—habla por primera vez la
mujer que supongo es Maisy.
—¡No podemos arreglar nuestro matrimonio si estás aquí y no en
la casa a la que perteneces!—sigue discutiendo el macho,
inclinándose hacia un lado para ver a mi alrededor.
—¡Darme un puñetazo en la cara tampoco es la forma de arreglar
nuestro matrimonio!—responde Maisy a gritos.
—¿Golpeaste a tu esposa? ¿En la cara? ¿Qué mierda te pasa? No
vuelvas a mostrar tu rostro por aquí. Saca su piel sin valor afuera,
Horse. No lo sueltes. La policía lo querrá. ¡Y hazlo antes de que
imparta la justicia que realmente se merece! —le grito, luchando
contra el impulso de abalanzarme contra él con mis puños.
—¡Vete a la mierda, motero basura! ¿Qué estás haciendo aquí
cerca de mi esposa? —grita el macho mientras Horse lo arrastra
hacia la puerta.
—¿Él tocó a alguna de vosotras?—le pregunto a Pippa y Maisy.
—Me agarró del brazo y estaba tratando de sacarme a rastras por
la puerta cuando intervino tu amigo—dice Maisy—. Sin embargo, no
me hizo daño. Pero tengo una orden de alejamiento y se supone que
no debe estar cerca de mí.
—No me tocó en absoluto. Tu amigo ya lo tenía agarrado cuando
llegué aquí—responde Pippa.
—¿Esto sucede a menudo? ¿Hombres apareciendo aquí,
buscando a sus esposas? —le pregunto.
—Sucede. No a menudo, pero a veces los hombres siguen a sus
esposas desde el trabajo o la corte y encuentran este lugar. Eso es lo
que pasó hoy—responde Pippa.
—Lo siento mucho, Pippa. No sabía que me estaba siguiendo
hasta aquí. No tengo ningún otro lugar donde esconderme y ahora él
sabe dónde estoy. No dejará de acosarme—dice Maisy con voz
abatida.
Puedo decir que está agotada por John y su drama. La ha
reducido a un caparazón. No puedo permitir que esto continúe.
—La policía está aquí. Vamos a hablar con ellos, Maisy.
Resolveremos esto, cariño. No te rindas. Encontraremos una manera
de mantenerte a salvo de él—le dice Pippa en voz baja.
Miro por la ventana delantera y veo al hombre esposado y Horse
Nuts hablando con los oficiales de policía. Las cosas están bajo
control.
—Ustedes, señoras, vayan a dar sus declaraciones a la policía.
Voy a ver a Craig.
Camino de regreso a su habitación y llamo a la puerta.
—¿Quién está ahí?
—Soy Pooh. Déjame entrar, amigo. Ahora es seguro.
La puerta se abre de golpe y un cuerpo pequeño choca contra mis
piernas. Me agacho y lo levanto y él continúa agarrándose como un
pequeño mono. Camino a la cama y me siento.
—Eso fue un poco aterrador, pero ahora está bien—le digo en voz
baja.
Él se echa hacia atrás lo suficiente para mirarme a la cara y dice:
—No tenías miedo.
—No, no lo tenía, pero soy mucho más grande que tú. Además,
sé que soy más malo que el tipo que apareció aquí gritando—le digo,
tratando de aligerar un poco el estado de ánimo.
—No eres malo. Sin embargo, eres grande y te veías aterrador
cuando escuchaste su voz. Voy a ser grande y cuando sea grande
daré miedo también. Entonces nadie se atreverá a pegarme más.
De acuerdo, a este motero grande y de aspecto aterrador se le
rompió el corazón. ¿Alguien golpeó a este adorable niño? Sí. Nunca
más.
—¿Alguien te ha golpeado antes, Craig?—le pregunto, luchando
por mantener la rabia fuera de mi voz.
—Sí. Mi padre. Está en la cárcel ahora porque fue malo conmigo
y con mi madre—responde con una voz triste y muy baja.
Necesito aferrarme a mis emociones, para no asustar a Craig, y
necesito un nombre. El nombre de su padre, así sé a quién tengo que
matar.
Los tribunales no hacen lo suficiente con esos pedazos de mierda.
Ellos reciben una palmada en la muñeca, tal vez unos meses en la
cárcel y luego vuelven a salir y se aprovechan de los niños y las
mujeres nuevamente. Éste es el tipo de mierda que el club se
esfuerza por detener. Papi recibirá la paliza de su vida cuando los
Devil lo encuentren.
—Lo siento mucho por eso, chico. Ningún hombre de verdad le
haría eso a una mujer o a un niño.
—Escuché a Pippa decir que mi padre tiene una polla, pero eso
no lo convierte en un hombre—afirma Craig.
Solté una carcajada por la forma en que, de hecho, dijo eso. Es
brillante, elocuente y me gusta este pequeño. Incluso si tiene una
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boca sucia. Me recuerda a Mac, el pájaro de Ava.
—Pippa tiene razón, amigo. Tener una polla no te convierte en un
hombre. Cómo tratas a las personas te convierte en un hombre.
Cuidar a tu familia te convierte en un hombre. Es lo que haces en la
vida lo que te convierte en un hombre.
—Mi padre me golpeó porque estaba tratando de que dejara de
lastimar a mi madre.
—Y ese es el motivo por el que vas a crecer y ser un hombre de
verdad. Un buen hombre, Craig. Uno al que llamaría mi amigo.
Estoy orgulloso de ti por intentar ayudar a tu madre, niño.
—Gracias, Pooh.
—Si ustedes dos terminaron con su momento de vínculo
masculino, me gustaría interrumpir por un segundo. —Miro hacia la
puerta y veo a Pippa apoyada contra ésta, con los brazos cruzados y
sonriendo—. La cena estará lista en unos minutos, Craig. Ve a
lavarte, por favor.
—¡Ya me di una ducha hoy, Pippa! ¡No volveré a acercarme al
agua y al jabón! —responde Craig.
Me levanto, lo pongo de pie y arruino su día cuando le digo:
—Lávate las manos, Craig. Pippa te lo pidió amablemente, así
que haz eso por ella.
—¡Oh, mierda! ¡De acuerdo!—dice Craig.
—¡La boca!—responde Pippa, mientras pasa a su lado y camina
pisando fuerte por el pasillo.
—¿Quién es el padre del niño? ¿Nombre?—le pregunto a Pippa.
—Te preguntaría por qué quieres saberlo, pero es mejor si puedo
reclamar que no se nada de manera plausible más adelante. Su
nombre es Bruce Marle . Estará en la cárcel por un mes más. Mi
miedo es que la madre de Craig vuelva con su esposo cuando él
salga. Está dudando y eso me asusta porque ésta no es la primera
vez que se quedan aquí cuando necesitaron salir de su casa.
—¿Cómo es la madre? ¿Dónde está ella ahora mismo?
—Ella es... diferente. Rara. Es bastante agradable, pero cuando
hablo con ella, siempre tengo la sensación de que no me está
entendiendo mucho. Como alguien que vive en otro mundo y se
olvida mucho de Craig. Más preocupada por ella y por su futuro.
Está en el trabajo, pero debería estar de regreso en una hora. Las
otras mujeres y yo vigilamos a Craig mientras trabaja, para ahorrar
en los gastos de la guardería, pero ella se aprovecha de eso a
menudo. No debería decirte nada de esto, Pooh. Pero estoy
preocupada por el futuro de Craig y creo que tú también lo estás.
—Sí, lo estoy. Necesita estabilidad, como todos los niños. ¿Dónde
trabaja la madre?
—Es camarera en un restaurante en Denver. No gana mucho y
esa es parte de la razón por la que sigue volviendo con su marido. Él
gana buen dinero. Ella cambia su seguridad y la de Craig por un
hogar y un ingreso estable. Estoy trabajando con ella para tratar de
encontrarle un trabajo mejor pagado y tal vez conseguirle algunas
clases universitarias. Pero es joven y se resiste al cambio. Lo
conocido da menos miedo que lo desconocido para muchas de estas
mujeres. El cambio da miedo y nadie quiere quedarse sin hogar,
especialmente si tienen hijos de los que preocuparse.
—Entonces, lo que estás diciendo es que algunas de estas mujeres
permanecen en una situación de abuso por razones económicas.
Pueden recibir una paliza, pero tienen un techo sobre su cabeza y
comida en la mesa. No pueden permitirse el lujo de irse. Eso solo me
enoja. Nadie debería tener que elegir entre ser abusado y comer.
¡Dios, joder, Pippa!
—Sí, varias de ellas están en esa misma situación—responde en
voz baja.
—Entonces, ¿cómo arreglamos esto? ¿Necesitan dinero para
escapar? ¿Empleos que paguen más? ¿Maridos que aparezcan
desaparecidos? ¿Qué?
—No hay una solución única, Pooh. El dinero y mejores
oportunidades laborales ayudan a algunas de ellas a tener una nueva
vida. La terapia ayuda a otras. La autoestima es importante ya que a
la mayoría se la han sacado a golpes. Confianza y comprensión de
que no tienen la culpa. Una mano amiga. Un lugar seguro para
aterrizar, aunque sea temporal. Eso les da la oportunidad de curarse
física y mentalmente. Ralentizar la vida y tener tiempo para tomarse
un respiro.
Para mí está muy claro lo apasionada que es Pippa por ayudar a
estas mujeres y niños. Eso dice cosas buenas de ella y me gusta lo
que dice. Es decidida, de voluntad fuerte y está enfocada en hacer lo
mejor que puede por las personas que pasan por esta casa. Y, sin
embargo, tiene un lado tierno. Sí, me gusta mucho esta mujer.
—Dame tu teléfono, Pippa. Estoy agendando mi número y si
Craig o tú necesitan algo, llama. Lo digo en serio, Pippa. Vendré y
haré lo que sea necesario. Regresaré mañana para traerle a Craig
algunos juegos para su X-Box. ¿Hay algo más que él necesite?—
pregunto, mientras me entrega el teléfono y agendo mi número en
sus contactos. Luego llamo a mi teléfono para tener su número
también.
—Es el único niño aquí en este momento, por lo que se aburre
fácilmente. Los juegos ayudarán a mantenerlo ocupado cuando su
madre esté trabajando. Creo que sería muy bueno que te tomaras
unos momentos con él. El pobre niño está rodeado de mujeres las 24
horas del día, los 7 días de la semana, por lo que un hombre con
quien pasar el rato podría ser algo bueno para él. Me aseguraré de
aclararlo con su madre esta noche cuando llegue. Sin embargo, te
estoy pidiendo mucho. Por favor, no sientas que tienes que hacerlo.
Yo no…
—Puedo hacer eso, no hay problema. Regresaré mañana. Llama
si necesitas algo o si tienes más problemas esta noche—la
interrumpo para decirle.
—Lo haré. Y gracias de nuevo, Pooh.
Capítulo 2
Pippa

Camino con Pooh hasta la puerta trasera y lo veo montar en su


moto. Me levanta la barbilla mientras se aleja. Tan pronto como se
pierde de vista, mis manos golpean mi cara y me deslizo por la
pared hasta que mi trasero choca contra el suelo. ¡OMG!
Cualquier motero caliente me pone cachonda. La moto, el cuero,
¡sí, por favor! ¿Pero uno alto, moreno y musculoso? Agrega ojos
color avellana, cabello negro muy corto, una barba muy recortada y
todas mis partes de chica están cantando aleluya. Pooh llena todos
mis casilleros. El hecho de que sea un alfa, tenga tendencias
protectoras y sea tan bueno con Craig, es solo la guinda del pastel.
Un pastel al que quiero lamerlo todo. Durante días y días. El hombre
es atractivo a la vista, pero para mí, lo mejor es que puedes decir que
nunca permitiría que nadie lastimara a alguien que ama. Eso es
material de bragas mojadas.
—¿Por qué estás sentada en el suelo, Pippa? ¿Qué pasa?—me
pregunta Craig, mientras se sienta a mi lado.
Miro su carita y veo salsa de espagueti untada más allá de sus
cejas y hasta su pecho. Hay un pequeño trozo de pasta pegado a su
mejilla. No tengo idea de cómo un niño puede ensuciarse tanto
tantas veces al día.
—No pasa nada, hombrecito. Solo tomando un descanso. ¿Estuvo
buena la cena?
—Sí. El espagueti es mi segunda comida favorita. La pizza es la
mejor. ¿Quieres jugar a la X-Box conmigo?
—Lo siento, Craig, pero hoy no puedo. Tengo que volver pronto a
casa. Quizás mañana podamos jugar un juego juntos. Probablemente
deberías ir a lavarte de nuevo y ponerte el pijama. Tu madre debería
estar en casa pronto.
—¡Te lo dije, Pippa! Ya me di una ducha hoy y no volveré a
acercarme al agua. Estoy bien como estoy—afirma enfáticamente
Craig, poniéndose de pie de un salto.
Después de dejar clara su decisión, Craig corre por el pasillo
hacia su habitación donde escucho la puerta cerrarse y luego el clic
de la cerradura. Supongo que su madre puede terminar esa batalla
con él.
-*--*--*--*-
De pie frente al espejo de mi baño, puedo admitir que me estoy
aplicando un poco de maquillaje ligero con mucho más cuidado de
lo que lo suelo hacer. Y sé por qué lo hago, pero estoy tratando de
sacar a Pooh de mi mente aunque sé que se presentará hoy en New
Horizons. Dijo que lo haría, así que veremos si es un hombre de
palabra, mi instinto me dice que lo es. Mi instinto me dice todas
cosas buenas sobre Pooh. Pero pensé eso una vez antes y estaba
equivocada. Muy equivocada.
Ahora soy mayor y más inteligente, espero. Mi trigésimo
cumpleaños se acerca rápidamente y tengo mucho más conocimiento
que cuando tenía veintidós. Vives y aprendes. Un terapeuta me dijo
una vez que no se pueden cambiar los errores del pasado, pero se
puede aprender de ellos y utilizar ese conocimiento para evitar
volver a cometerlos. Dijo que sería una víctima hasta que decidiera
no serlo. Tomé esa decisión, hice cambios en mi vida y ahora vivo la
vida que quiero vivir.
Termino de prepararme para el trabajo, agarro mi taza de café
para llevar y voy al garaje. Subo al coche y conduzco hasta el trabajo.
Estacionándome detrás de New Horizons en el pequeño lote que
tenemos, salgo del vehículo a tiempo para ver a Craig arrastrando el
trasero por el callejón con Tammy pisándole los talones.
Me paro junto a mi coche y lo veo ser atrapado por un brazo y
siendo arrastrado en mi dirección. Todo su rostro hace pucheros y
Tammy respira con dificultad. Ahogo una risa y me acerco a ellos.
—¿Qué pasa con la carrera?—pregunto.
—¡Ella está tratando de ahogarme!—grita Craig. Noto lo que
parecen ser huevos y kétchup en su cabello y pegado en una de sus
cejas.
—¡Era una toallita húmeda y estaba tratando de limpiarte la cara
lo suficiente como para ver tus ojos!—dice Tammy exasperada.
—Bueno, no me gustó. Mantén las malditas toallitas lejos de mi
cara. Estoy bien como soy—afirma Craig, un poco más tranquilo.
—Como estoy—lo corrijo.
—Sí, maldita sea, Pippa. Tú también.
—¡Craig! Tienes que cuidar tu lenguaje—interviene Tammy.
—Cuidar mis palabras. Lavarme la cara. Recoger mis juguetes.
Las perras me están molestando constantemente aquí. Un hombre
necesita un descanso, ¿sabéis?
Con esa pequeña bomba lanzada, Craig se gira y pisa fuerte hacia
la casa, murmurando para sí mismo durante todo el camino.
Dirijo mis ojos a los de Tammy y pronuncio:
—Nunca voy a tener hijos. Nunca.
Veo que la sonrisa golpea sus ojos antes de aparecer en sus labios.
Dios, amo a esta mujer. Tammy, o Mama Tam, como la llamaba
cuando era joven, decidió convertirse en mi madre adoptiva cuando
tenía trece años. Era un desastre, como pueden serlo la mayoría de
las adolescentes, pero especialmente porque acababa de perder a mis
padres. Fueron asesinados juntos, de camino a uno de mis juegos de
softbol, por un adolescente que enviaba mensajes de texto en su
nuevo teléfono mientras conducía. Sin una familia dispuesta a
recibir a una joven adolescente, fui a un hogar de acogida. La suerte
estuvo de mi lado porque mi primer y único hogar de acogida fue
con Tammy.
Siendo viuda a una edad temprana, Tammy no tuvo hijos
propios. Así que abrió su corazón y su hogar a una niña con el
corazón roto y hemos estado juntas desde entonces. Ella es mi roca,
mi mejor amiga, mi mamá Tam.
Pasando su brazo por el mío, comenzamos a caminar hacia la
puerta trasera.
—Vi todas las cosas que entregaron ayer los Devil´s Angels.
Espero que sepan cuánto bien les hará todo eso a estas mujeres y
niños. Craig siguió y siguió durante el desayuno diciendo que su
nuevo amigo vendrá a jugar a la X-Box con él hoy. Está tan
emocionado. También me puso al corriente de la emoción de ayer.
Dijo que no pudo ver nada de eso porque Pooh lo había encerrado
en su habitación para que estuviera a salvo. Dijo que le hubiera
gustado haber visto a Pooh patear el “culo maricón” de ese tipo. Sus
palabras, no las mías—dice Tammy, riendo.
—Pooh no le dio una patada en el culo, pero era obvio que estaba
luchando por no hacer precisamente eso. Los policías vinieron y se
lo llevaron. Uno de los hombres más jóvenes había agarrado a John
para evitar que lastimara a Maisy. Pero la mirada en los ojos de Pooh
debería asustar a John de por vida.
—Me preocupo por tu seguridad, Pippa. Necesitamos repensar
nuestro sistema de seguridad. No podemos hacer nada para que un
hombre encuentre este lugar, pero necesitamos una mejor manera de
mantenernos a todos a salvo si lo hacen.
—Estoy de acuerdo. Pensaré un poco en eso y quizás preguntaré
a otros refugios qué hacen.
Caminando hacia el pasillo trasero, noto que la puerta de Craig
está cerrada nuevamente. Sonrío para mí misma y camino hacia la
puerta de mi oficina. Al entrar, abro la ventana y enciendo mi
computadora. Tomando asiento detrás del escritorio, me pongo a
trabajar.
-*--*--*--*-
Pooh: Estaré allí alrededor de las 3 p.m.
Yo: Genial. Estaciona en la parte de atrás. Te dejaré entrar
Pooh: ok

Me siento mirando mi teléfono por un momento. Abro mis


contactos y cambio el nombre del contacto de Pooh a BILF (Biker I´d
Like to Fuck/Motero al que me gustaría follar)
Me río de mí misma, pensando que soy bastante inteligente.
Antes de que pueda volver a atrás y borrarlo, Maisy entra en mi
oficina. Dejo el teléfono y me pongo a trabajar.
Capítulo 3
Pooh

Caminando por la sala principal de la casa club de los Devil's


Angels MC, veo a Axel y su padre, Big Petey, sentados en la barra,
bebiendo una cerveza. Me dirijo hacia ellos y entonces también veo a
Mac pavoneándose arriba y abajo de la barra mientras discute con
Axel. Mac, el guacamayo, pertenece a Ava, la esposa del presidente
de nuestro club. Y es un jodido pájaro provocador.
—Estás demasiado gordo y eres demasiado vago para migrar a
cualquier lugar que no sea tu percha—oigo a Axel decirle a Mac. No
estoy seguro de qué se trata esta discusión, pero estos dos discuten
como un matrimonio de ancianos. También siempre es incierto quién
va a ganar.
—Háblale al ala—chilla Mac.
—Solo digo que has engordado un poco y que si sigues
engordando, harías una buena guarnición en Acción de Gracias—se
burla Axel. Petey sonríe ampliamente y observa a estos dos idiotas
negando con la cabeza.
—¡Eres gordo!—responde Mac.
—¡Mentira! ¡He perdido peso! —argumenta Axel.
—¡Date la vuelta!
—¿Por qué?
—¡Lo descubrirás!—grazna Mac.
Lo vi venir. Axel deja la puerta abierta a Mac y éste lo aprovecha.
Punto para el pájaro.
—Está bien, vosotros dos. Siento interrumpir vuestra estimulante
conversación, pero necesito hacerle una pregunta a Axel—digo.
—Hola, Pooh. ¿Qué pasa?—pregunta Axel.
—¿Qué tipo de juegos de X-box le gustaría jugar a un niño de
unos cuatro años?
—¿Debería ofenderme porque pienses que yo sabría esa
respuesta?
—Probablemente deberías, pero diablos, todos pensamos que
eres el que sabe esa respuesta—interviene Petey, riendo.
—¿Por qué necesitas saber eso?—me pregunta Axel.
Les explico sobre New Horizons y Craig. Para cuando termino de
explicar, tengo una audiencia más grande de la que tenía al
principio. Gunner, Ava, Vex y Chubs se han acercado sigilosamente
al bar y también están escuchando.
—Deberíamos ir a una juguetería y comprarle juegos de X-Box,
pero también algunas otras cosas para mantenerlo ocupado—sugiere
Vex.
—Es una gran idea. Pero consigamos algunas cosas que también
sean educativas. Y bocadillos. A los niños pequeños les encantan los
bocadillos—agrega Chubs. Todos nos reímos de ese comentario ya
que Chubs es una prostituta de la comida. Él nos sonríe. Sí, a los
chicos grandes también les gustan los bocadillos.
—Ve a la panadería y toma lo que creas que le gustaría. También
lleva algunos dulces para las mujeres que se quedan allí—agrega
Ava.
—¡Llévame! ¡Llévame!—grita Mac.
—¿Por qué te llevaría, Mac?—pregunta Axel.
—¡Los niños me aman!
—¡No, no lo hacen!—responde Axel.
—¡Lo hacen!
—¡No lo hacen!
—¡Lo…
—¡Deténganse! ¡Los dos! ¡Me estás dando acidez estomacal! Axel,
ve con Pooh. Eres el más infantil de todos nosotros. Ayúdalo a elegir
algunas cosas para el niño. Vex, ve para asegurarte de que esos dos
idiotas no sean arrestados de nuevo por algo estúpido—ordena
Gunner.
—¡Oye!—protesto—. ¡No hemos sido arrestados por nada en más
de dos años!
—Esta juguetería no está en el centro comercial, ¿verdad?—
pregunta Vex.
—¿No por qué?—pregunta Ava.
—Porque ambos han sido prohibidos de por vida en el centro
comercial—responde Petey, sonriendo.
—¿Debería preguntar por qué?—pregunta Ava.
—Digamos que todas las tiendas Build A Bear 1tienen las fotos de
estos dos en su lista de No Permitidos. Parece que al gerente no le
pareció tan divertido como a Axel y Pooh cuando encontraron
condones en las billeteras del oso, lubricante en las carteras y varios
osos colocados en posiciones comprometedoras. Faldas levantadas,
manos debajo de los vaqueros. Ellos le pidieron, no tan
amablemente, que se fueran. Llamaron a la policía. Salieron del
centro comercial pero decidieron mear en los neumáticos del coche
de la policía. Los arrestaron. Se pagó la fianza. Han sido prohibidos
de por vida—explica Petey, con un suspiro y un triste movimiento
de cabeza.
—Posiblemente nosotros habíamos bebido demasiado ese día—
agrego.
—Eso es decirlo suavemente. Axel no supo su nombre durante
dos días—resopla Vex.
—Eso está todo en el pasado. Aprendí mi lección mientras hacía
todo el servicio comunitario al que fuimos sentenciados. He
madurado, ahora tengo una mujer y sé cómo comportarme en
público. Vamos, Pooh—dice Axel.
-*--*--*--*-
—¡Weeeeeeee! ¡Ve más rápido! ¡Weeeeeeeee!— grita Axel.
—¡Cállate, desgraciado! Vas a llamar la atención y conseguirás
que nos expulsen de aquí también—le advierto.
—Sí, porque un motero de un metro noventa y cinco, calvo y
tatuado siendo empujado en un carrito para niños no se nota en
absoluto—agrega Vex secamente.
—Si no quieren que se usen, no deberían ponerlos junto a la
puerta—razona Axel—. No había ninguna indicación que dijera que
son solo para niños.
Cuando entramos en la juguetería, Axel vio de inmediato los
carritos más geniales de todos los tiempos. Parecen autos de carrera,
pintados para que coincidan con diferentes autos de carrera de
Nascar, con pequeños carritos y una manija detrás de ellos donde los
padres pueden empujar a los niños mientras viajan en la parte del
auto de carreras. Por supuesto, Axel se subió a uno y fue un
espectáculo digno de ver. Su cuerpo alto y ancho está encogido, sus
rodillas cerca de la cabeza mientras agarra el volante. Lo estoy
empujando mientras Vex tiene un carrito regular para los artículos
que queremos comprar.
He empujado a Axel y el carro por varios pasillos a la carrera,
hemos derrapado en algunas esquinas y esquivado a varios clientes
y exhibidores cuando nuestra suerte se acaba. Mientras gritamos a la
vuelta de una esquina, casi choco con un empleado de la tienda.
Dejo el carro rápidamente. ¡Atrapado! Es una empleada, de
veintitantos. Su chapa de identificación clavada en su bata de
empleada me dice que su nombre es Candy. Ella está mirando a
Axel con el ceño fruncido en su cara no tan bonita. Definitivamente
no se ve tan dulce como su nombre sugiere.
—¡Hola! ¿Podrías ayudarnos, por favor?—le pregunta Axel.
Todos somos lo suficientemente inteligentes como para emplear
nuestras mejores sonrisas y miradas esperanzadas.
Sus ojos se mueven de uno a otro sin que su expresión cambie
para mejor. De hecho, frunce el ceño con más fuerza. Las manos
golpean sus caderas. Esto podría ponerse feo. Rezo para que Vex dé
un paso adelante y encienda su encanto. ¡Rápido!
—Esos carritos son para niños—afirma la empleada. Juro por
Dios que su voz es más ronca que la mía.
—Estamos buscando juegos de X-box que le gustaría a un niño de
cuatro años, cariño. ¿Puedes ayudarnos?—le pregunta Vex.
—Esos carritos son para niños.
—Sí, muñeca, lo son y Axel es el niño más grande que
conocemos. Si pudieras señalarnos el… —Empiezo a decir.
—Sácalo de ese carro. ¡Ahora!
—Candy, si pudieras…—lo intento de nuevo.
—No me hagas llamar al gerente—me amenaza.
—¡Vex! ¡Haz algo!—susurra Axel—. ¡Guiña un ojo, menea el culo,
algo!
—Cariño, si tú…—lo intenta Vex, pero también lo corta.
—No soy tu cariño. Tu apariencia, intento de encanto y sonrisas
demenciales no van a funcionar conmigo. Sácalo de ese carro. Ahora.
—Solo estamos aquí para…—intento de nuevo.
—No me importa por qué estás aquí. Él está en un carro que es
para niños. Está mal y necesita bajarse ahora. No me sonrías. No
creas que eres encantador porque no lo eres. No estoy impresionada
con ninguno de vosotros. Sácalo o llamaré al gerente—me gruñe ella.
Un verdadero gruñido y ahora estoy convencido de que Sasquatch2
existe porque estoy mirando a su hermana. Su hermana mayor.
—Ella está con síntomas pre menstruales o solo le gustan las
mujeres, si entiendes lo que quiero decir—vuelve a susurrar Axel
casi a gritos a Vex. Estúpidamente, me gustaría agregar.
Pongo a Dios por testigo, que puedo ver llamas saliendo de
sus ojos. Axel puede ser un idiota, pero yo no. Doy un paso atrás.
Dejo a Axel y el carro donde está. Ella continúa mirándolo con furia
mientras saca un micrófono de radio de su cinturón y se lo lleva a la
boca.
—Código 4 en el pasillo 3. Repito, código 4 en el pasillo 3.
Gerente, por favor responda.
—Has querido hacer esa llamada durante mucho tiempo, ¿no es
así, mejillas dulces?—se burla Axel. De nuevo, estúpidamente.
—¿Candy? ¿Qué es lo que necesitas ahora?—dice una voz
aburrida e incorpórea procedente de la radio de Candy.
—¡Código 4 en el pasillo 3!—repite ella en su micrófono.
—¡Código 4 en el pasillo 3!—imita Axel.
Miro a Vex y lo veo luchando por contener la risa. Sabe lo que yo
sé y es que Candy va a perder su mierda y Axel va a ser su objetivo.
Doy otro paso hacia atrás cuando veo que Vex hace lo mismo.
—¡No te burles de mí!—advierte Candy. Sí, hay llamas en esos
ojos. Estoy bastante seguro de que si mirara más de cerca, también
encontraría pelo creciendo en sus nudillos.
—¡No te burles de mí!—le dice Axel, sonriendo como un lunático.
—¡Le estoy contando al gerente sobre ti!
—¡Le estoy contando a mi hermana!—le responde Axel a gritos.
Él realmente está rogando por esto.
—¡Deja de burlarte de mí y sal de ese carrito!—ruge Candy.
—¡Deja de burlarte de mí y sal de ese carrito!—repite Axel.
¡Paf! Escucho el sonido pero nunca la vi recoger ese camión de
juguete y lanzarlo hacia la cabeza de Axel. ¡Santa Mierda!
—¿Pero qué mierda? ¡Me pegaste!—grita Axel.
Veo el segundo lanzamiento pero, afortunadamente, Axel
también. Él se agacha y ella arroja el camión de juguete ahora roto al
suelo.
—¡No puedo creer que me hayas golpeado, Candy! ¡Pensé que
nos estábamos divirtiendo!—le dice Axel, dándole su mejor puchero.
La expresión de él cambia rápidamente cuando Candy le gruñe.
Y vuelve a cambiar cuando ella se lanza encima de él y comienza a
soltar puñetazos. Ella está aterrizando algunos aquí y allá mientras
Axel intenta desesperadamente cubrirse la cabeza. Ayudaría a un
hermano, pero esta mierda es demasiado divertida para perdérmela.
Sí, me entiendes. Saco el teléfono y empiezo a filmar.
La radio de Candy cae el suelo y Vex la levanta, se aleja de los
brazos y piernas de Candy y se lleva el micrófono a la boca. Hago
todo lo posible para mantener la mano firme para filmar mientras
me rio.
—Limpieza al pasillo 3. Limpieza al pasillo 3, por favor.
Inmediatamente.
—¡Sáquenmela de encima, cabrones!—grita Axel mientras
esquiva los puños y lucha para salir del carro con ella encima. Candy
no es pequeña. Seamos educados y digamos que es cuadrada.
Ahora Candy está lanzando los codos en dirección a la cabeza de
Axel. Ella no se anda con chiquitas y lastimar a Axel es lo suyo en
este momento. Ella apoya una rodilla en el suelo, salta y termina a
horcajadas sobre Axel, que todavía está atrapado en el carro, y
continúa lanzando golpes sobre él.
—¿Qué está pasando aquí? ¡Oh, Dios mío! ¡Detente, Candy!
¡Detente ahora mismo! —grita otra empleada de la tienda que acaba
de llegar corriendo a nuestro pequeño y divertido grupo . Su
delantal tiene identificaciones que dicen “Gerente” y “Tanya”.
Tanya intenta sacar a Candy de encima de Axel. Cuando no
consigue el resultado deseado, mira desesperadamente por encima
del hombro a Vex y a mí. Me encojo de hombros. Vex sigue riéndose,
agachado con las manos en las rodillas para apoyarse.
—¡Por favor, ayúdame a sacarla de encima de ese hombre!
A estas alturas, el carro se ha volcado de lado y Axel parece estar
atrapado en él y a merced de Candy. Él está aullando como una
p y y
banshee y ella gruñe y aúlla y esto no tiene precio para perdérselo.
Debo asegurarme de tener un gran video para mis hermanos del
club cuando regrese. Ese es mi deber para con ellos.
Vex finalmente se apiada de la gerente de la tienda, da un paso
adelante y agarra uno de los brazos de Candy mientras Tanya agarra
el otro. Ellos la apartan de Axel y la ponen de pie. Su cabello está
erizado y gruñe como Loki, el perro de Ava, cuando está enojado. De
hecho, puedo contar sus dientes, los caninos y todo.
Después Vex se agacha y ayuda a Axel a poner el carro en
posición vertical nuevamente con Axel todavía en él. Todavía estoy
filmando porque es mi deber y me tomo esa mierda en serio. Axel
intenta salir del carro pero está atascado como con pegamento.
Empuja y tira, maldice e intenta zafarse pero no puede.
—¡Oh, Dios mío! ¡Ni siquiera sé qué decir! ¡Lo siento mucho,
señor! ¡Candy tiene un poco de temperamento! Por eso ha estado
tomando clases de manejo de la ira, ¡pero nunca pensé que haría
algo como esto! ¡Oh, Dios mío!—le dice la gerente de la tienda a
Axel.
—¿Clases de manejo de la ira? ¡Has fallado, Candy! ¡Has fallado!
—grita Axel mientras la señala con el dedo. Ella gruñe de nuevo y
espero que se ponga verde y que su ropa se haga jirones ante
nuestros ojos.
—Ve a la oficina y espérame allí, Candy—le ordena Tanya.
La cabeza y los hombros de Candy caen. Creo que se agotó con
Axel. Se da la vuelta y deja nuestro grupo sin decir una palabra más.
—¡Deja ese puto teléfono y sácame de este jodido carrito!
Todas las cosas buenas deben llegar a su fin, así que guardo el
teléfono en mi bolsillo trasero y agarro el brazo derecho de Axel
mientras Vex agarra el carrito. Tiramos. No pasa nada. Noto una
multitud de pie alrededor mirando. Muchas risitas y sonrisas.
Tiramos por segunda vez y todavía nada. La pobre gerente se
disculpa sin parar y no tengo el corazón para decirle que quizás
tengamos que dejar a Axel aquí para siempre.
Vex mete la mano en el bolsillo y saca un tubo de lubricante. No
pregunto por qué lleva eso en el bolsillo porque ya conozco su lema
de estar siempre preparado. Pero varias cejas se levantan entre la
multitud que disfruta del espectáculo.
—¡No me estás poniendo lubricante, idiota!—grita Axel al ver el
lubricante.
—Puede que sea la única forma—se ríe Vex—. Además, ¡anoche
no te importó!
—¡Vete a la mierda, Vex! ¡Aléjate de mí con eso!
—Está bien, muchachos, reúnanse—les digo a los pocos hombres
en la multitud.
Dan un paso adelante y entre los cinco, incluido el idiota del
carro, liberamos el culo de Axel del carrito de carreras de Tony
Stewart. Sin necesidad de lubricante.

—Nunca volveré a hablar con ninguno de vosotros—dice Axel.


—Vamos, princesa. No seas así—se ríe Vex.
—Estás enojado porque una mujer te pateó el culo—agrego yo.
—No estoy seguro de que sea una mujer. Estoy seguro de que
sentí una polla cuando se lanzó sobre mí—continúa Axel haciendo
puchero.
—Deja de intentar hacerte sentir mejor diciendo que realmente
era un tipo. Vi senos, así que la declaro mujer—insiste Vex.
—¡Tenía manos de hombre y vello en el pecho!—se queja Axel.
—Lo que sea que te ayude a dormir por la noche, Axe.
Después de sacar el culo de Axel del carrito, la gerente estuvo
más que feliz de ayudarnos a encontrar todas las cosas que a un niño
de cuatro años le encantaría. Incluso intentó dárnoslas gratis para
suavizar el incidente. Rechazamos su oferta, le aseguramos que Axel
no demandaría a la tienda, ni presentaría cargos y después hicimos
que Axel usara su tarjeta de crédito para pagar todo. Bien está lo que
bien acaba.
Ahora estamos en el estacionamiento tratando de averiguar cómo
colocar todos estos artículos en nuestras alforjas. No va a pasar.
Necesitamos llamar a alguien con un vehículo para que nos ayude
en nuestro esfuerzo por alegrar el día de un niño pequeño.
Después de una llamada telefónica y una breve espera, la
camioneta de Trigger se detiene a nuestro lado y él sale. Un poco
más bajo, pero aún con un buen cuerpo, nos mira con una ceja
levantada.
—Idiotas, vienen aquí en sus motos y compran suficientes cosas
para necesitar una camioneta. Dios mío, ¿hay siquiera un cerebro
entre los tres? ¿Y qué le pasó a tu cara, Axe? ¡Espera! No, no quiero
saberlo. Simplemente empiecen a cargar esta mierda—dice,
disgustado.
Trigger parece gruñón y malhumorado, pero tiene un corazón de
oro y es un gran hermano del club. Pero no tiene miedo de decir lo
que piensa y siente que a su edad tiene el derecho. Dado que
generalmente es a él a quien llamamos cuando necesitamos ayuda,
probablemente tenga razón.
Cargamos las bolsas y cajas y Trigger, mascullando sobre idiotas,
se sube a su camioneta y nos sigue a la pastelería de Ava, Sweet Angel
Treats. Entro y encuentro que Trudy, la dama y esposa de Petey, ya
ha empaquetado una gran selección de dulces. Le planto un beso en
la mejilla, agarro la caja y salgo por la puerta.
Cuando nos detenemos detrás de New Horizons, le envío un
mensaje de texto a Pippa para hacerle saber que estamos aquí. Un
momento después, la puerta trasera se abre y allí está ella. Mi
impresión de ella de ayer fue acertada. Es preciosa.
—Feliz Navidad para mí—susurra Vex, mientras se baja de la
moto y mira a Pippa.
—¡No! Simplemente no, Vex. Mantén tu polla bajo control porque
ésta no es para ti—le gruño.
Tres pares de ojos se mueven hacia mí, todos con las cejas
levantadas.
—¿Y por qué, hermano?—me pregunta Vex.
—No lo sé. Simplemente no seas tú mismo. Yo solo, joder, no lo
sé, ¿de acuerdo?
Pippa llega a nuestro grupo y mira a cada hombre
cuidadosamente antes de volverse hacia mí.
—Hola, Pooh. Veo que trajiste algunos amigos.
Hago las presentaciones y, por suerte, cada uno de los hombres
se porta bien. Incluso Axel. Los milagros ocurren.
—¿Que le pasó a tu cara?—le pregunta Pippa a Axel.
—Había una viejecita cuyo gato se había subido a un árbol. Tengo
un poco de complejo de héroe, así que me ofrecí para subir y salvar a
su gatito. Bueno, resulta que…
—Detente. Guarda tu aliento. No creo que quiera saber qué le
pasó realmente a tu cara—interrumpe ella la historia de mierda de
Axel, sonriéndole y sacudiendo la cabeza.
—¡Pooh! ¡Hola!—escucho justo antes de que Craig se estrelle
contra mis piernas.
Una vez más está cubierto de tierra, barro, mugre y manchas de
hierba. De la cabeza a los pies. Ni siquiera puedo decir de qué color
se supone que es su camiseta. Me agacho, lo levanto y lo pongo
sobre mi cadera. Sus pequeños brazos sucios rodean mi cuello y
sonríe enormemente.
—Hola, compañero. Traje a mis amigos a conocerte hoy. También
trajimos algunos juegos para que puedas pasar el rato y jugar en la
X-Box. ¿Eso funciona para ti? —le pregunto.
—¡Mierda, sí!—grita, mientras mis hermanos se ríen.
—¡La boca, Craig!—lo corrige Pippa.
Lo bajo y hago las presentaciones. Mira a cada uno de los
hombres y luego da un paso hacia adelante y extiende su manita
diminuta y mugrienta. Cada uno de mis hermanos se turnan para
estrechársela. Tengo una cálida sensación en el estómago al ver esto
y no sé por qué. Pero está ahí y no va a desaparecer.
—Hemos traído bastantes cosas, Pippa. ¿Dónde quieres que
pongamos todo?— le pregunto, volviéndome para ver la mirada
tierna de Pippa.
Ella vuelve esos hermosos ojos marrones oscuros hacia mí y
siento un puñetazo en el estómago. Sí, ella tiene ese efecto en mí.
—Supongo que en la habitación de Craig o en el jardín si es un
juguete para el aire libre.

Como era de esperar, Craig y Axel se llevaron bien de inmediato.


Como mentes gemelas y todo eso. No pasó mucho tiempo antes de
que todo fuera descargado, abierto y guardado. Craig se quedó
mirando y de vez en cuando saltaba emocionado cuando veía algo
que realmente le gustaba. Ahora, Craig y Axel están lanzando una
pelota de fútbol Nerf de un lado a otro en el patio trasero cercado.
—No puedo creer que hayan hecho todo esto por él. Es tan
increíble. No puedo agradecerles lo suficiente. Has hecho todo su
año—dice Pippa, a Vex, Trigger y a mí mientras estamos juntos
mirando a Axel y Craig.
—No agradezcas, cariño—afirma Trigger—. Ver a ese niño
iluminarse como un árbol de Navidad es suficiente gratificación.
Les había contado a los hombres por qué Craig se estaba
quedando en New Horizons y, como uno, la ira brillaba en sus ojos.
Ninguno de nosotros está de acuerdo con que le pongan una mano
encima de ese pequeño niño.
—¿Algún problema más con ese infeliz de ayer?—le pregunto a
Pippa.
—No. Pero tuvo el descaro de usar su única llamada telefónica
para llamar a Maisy y pedirle el dinero de la fianza. Simplemente no
se puede explicar una estupidez así.
—¿Qué pasará cuando lo liberen? Volverá a aparecer por aquí
ahora que sabe dónde se queda ella. ¿Tiene la casa suficiente
seguridad para mantenerlo fuera? —pregunto.
—Hoy he estado en internet buscando un mejor sistema de
seguridad. Alguna forma de evitar que los hombres lleguen a las
mujeres porque esas órdenes de restricción simplemente no son
suficientes —me responde.
Miro alrededor del patio y me doy cuenta de que la casa se
encuentra en la esquina de un gran lote. Es de estilo victoriano,
enorme y antigua, ha tenido algunas reparaciones, pero aún necesita
más. El patio es grande y está vallado, pero no es una valla segura y
cualquiera puede caminar hasta la puerta principal antes de que sea
detectado. Un hombre también podría inclinarse fácilmente sobre la
cerca y sacar a un niño del patio. Eso es inaceptable. Sé que Pippa ha
estado haciendo todo lo posible, pero lugares como éste siempre
tienen poco dinero.
—Tenemos un hermano que es un genio de la electrónica y de los
sistemas de seguridad. Tal vez haga que venga y vea cómo mejorar
el que tienes. Eso te ahorraría dinero y te proporcionaría un sistema
mejor—agrega Vex.
—Y el club ayudará a cubrir los costos adicionales. Demonios, yo
mismo pagaré por una valla mejor y más grande—afirma Trigger.
—Ustedes ya han sido muy generosos. Sería de gran ayuda si
vuestro hermano pudiera chequear nuestro sistema y ayudarme a
configurar algo más seguro. No puedo decirles cuánto lo
agradecería. ¿Pero una nueva valla? Es un gasto enorme, Trigger. Tal
vez pueda encontrar una manera de recaudar dinero para eso—
responde Pippa.
—No es necesario reunir el dinero para eso. Estoy donándolo
para una cerca. Ese niño merece poder jugar al aire libre y estar
seguro al hacerlo. Conseguiré los materiales y se los enviaré. Yo
mismo puedo hacer la valla. Gunner se asegurará de que tenga
ayuda de los prospectos. No nos llevará mucho tiempo hacerlo—
insiste Trigger.
gg
—Yo también ayudaré, Trigger. Estoy seguro de que hay otros
miembros que estarán encantados de ayudar con la valla—digo en
voz alta.
—Lo mismo digo—dice Vex.
—¡Guau! ¡Muchas gracias a todos! No puedo ev…
—Hola, chicos. Hola, Pippa—dice una mujer pequeña, un poco
mayor, acercándose a nuestro grupo. Es bonita. El tipo de belleza
que aún adornará su rostro cuando sea mucho mayor. Parece estar
alrededor de los cincuenta, pero podría ser mayor que eso, pero no
los representa.
—Hola, Tammy. Los muchachos le trajeron un montón de cosas a
Craig. Y nos van a ayudar a conseguir una seguridad mejor—dice
Pippa cuando la mujer se detiene junto a ella y le rodea la cintura
con un brazo. Ellas son cercanas y es obvio. Si son familiares o
simplemente compañeras de trabajo, no tengo ni idea. No se parecen
en nada, pero sé que familia no siempre significa sangre.
—¿Cuál de vosotros, guapos Devil´s, es Pooh?—pregunta
Tammy, mirándonos a cada uno de nosotros.
—Soy yo, señora.
Los ojos de Tammy giran en mi dirección y me mira de la cabeza
a los pies. De repente siento la necesidad de estar más erguido y
recordar usar mis palabras educadas.
—Estoy encantada de conocerte, Pooh. Quería agradecerte en
persona por lo que hiciste ayer cuando ese esposo apareció aquí. Tú
y tus amigos mantuvieron a salvo a las mujeres, a Pippa y a Craig, y
eso significa mucho para mí—me dice Tammy en voz baja, pero
sincera.
—No se necesitan dar las gracias, señora. Estábamos…
—Se necesita dar las gracias, Pooh. Ésta es una casa de mujeres, y
de un niño, que han sido abusados y explotados por hombres, que
temen a los hombres, y tener un par de ellos aquí que hicieron lo
contrario deja una impresión. Una buena. Es fácil olvidar que hay
buenos hombres en este mundo cuando solo estás rodeada de
personas a las que los hombres han lastimado. Fuisteis la comidilla
en la mesa del desayuno esta mañana. Maisy y Craig no pudieron
alabaros lo suficiente y ese es un gran comienzo en su camino hacia
la recuperación—continúa diciendo Tammy—. Por favor, transmite
nuestra gratitud a los otros hombres que estuvieron aquí y
ayudaron.
—Lo haré y gracias—respondo.
—Entonces, ¿quiénes son el resto de vosotros?—pregunta ella.
Una vez más, se hacen las presentaciones mientras todos nos
paramos y vemos a Craig y Axel disfrutar de la compañía del otro.
Craig tuvo la oportunidad de jugar a la X-Box contra mí y contra
Axel y lo hizo muy bien. Sonreía mucho cuando nos fuimos.
Capítulo 4
Pippa

—Santo cielo, es un hombre guapo—exclama Tammy tan


pronto como ellos se van.
Me río de ella mientras regresamos al interior para volver al
trabajo. Tammy se ofrece como voluntaria aquí, en parte porque cree
en lo que estoy tratando de hacer por estas mujeres, y en parte para
que tengamos más tiempo juntas. Ambas razones funcionan para mí.
—Me pregunto si es soltero—reflexiona en voz alta mientras
tomo asiento en mi escritorio.
—No estoy buscando un hombre, mamá—le informo. Es
casamentera desde hace mucho tiempo, aunque desde que murió su
marido, nunca ha mirado a otro tipo que yo sepa.
—No estaba hablando de ti y Pooh, cariño. Me refiero a Trigger.
Es un hombre entre los hombres. Duro, rudo, no toma prisioneros, el
tipo de hombre que dice lo que piensa. Alfa, protector de lo qué o de
quién es suyo, generoso y tiene un gran corazón. —Tammy suspira
después de decir todo eso de un tirón.
Mi boca se abre y la miro como nunca antes la hubiera visto. Y
nunca antes había visto esta parte de ella. Estoy anonadada.
—Oh, por el amor del cielo, cierra la boca. Puede que haya estado
soltera durante muchos años, pero todavía tengo partes de mujer, ya
sabes. Y sólo digo que Trigger puede haber despertado algunas de
esas partes.
No sé si reírme o sorprenderme por sus palabras, así que hago
ambas cosas. Ella nunca deja de asombrarme y sorprenderme. La
mujer es de oro puro.
—Puedo preguntarle a Pooh si Trigger está disponible—bromeo
con ella cuando termino de reír.
—Sí, por favor, hazlo. Avísame cuando te enteres. Y si es así,
dame su número —me ordena, se levanta y se marcha indiferente,
como si no me hubiera lanzado una bomba.
-*--*--*--*-
Yo: ¿Trigger es soltero?
BILF: ¿WTF? Es demasiado viejo para ti.

Suelto una carcajada ante la respuesta de Pooh. Al leer mi


pregunta, puedo ver por qué asumió que estoy preguntando para
mí, pero ahora no quiero aclarar su confusión. He terminado de
trabajar y estoy relajada en mi sofá con una copa de vino. ¿Por qué
no divertirse un poco con el motero caliente?

Yo: Los hombres mayores son calientes. Y él es un motero, así que tiene
eso a su favor.
BILF: ¿En serio? ¿Trigger? ¡Demasiado viejo para ti!
Yo: Pero me gustan los experimentados.
BILF: No vamos a tener esta conversación.
Yo: ¡En cierto modo la estamos haciendo! ¿Está soltero? ¡Necesito saber!
BILF: Está soltero pero no está disponible para ti. Es homosexual.
Yo: ¿En serio? ¿Un motero gay?
BILF: Sucede. No juzgamos.
Yo: Está bien, es bueno saberlo. Que tengas una buena noche, Pooh.
BILF: Tú también.

Bueno, Dios, ahora me siento como una idiota. Espero que Pooh
no crea que estaba juzgando a Trigger. No me importa si es o no gay,
nunca lo juzgaría por sus decisiones. Sin embargo, Tammy se sentirá
decepcionada. Yo también, en cierto modo, porque es la primera vez
que la veo interesada en un hombre. Y la quiero feliz y viviendo una
vida plena. Bueno, mierda. Ella lo entenderá, pero odio ser yo quien
haga estallar su burbuja.

—No es gay—afirma Tammy con firmeza.


—Lo siento, cariño, pero Pooh dice que sí—repito por tercera vez.
—¡Maldita sea! Supongo que he estado fuera del mercado
durante tanto tiempo que mis instintos están apagados. Es una
lástima porque realmente pensé que Trigger me estaba mirando de
esa manera, ¿sabes? Y me gustó mucho—dice Tammy abatida.
—Lo siento, madre.
—No lo sientas, cariño. Estoy decepcionada, pero se me pasará.
—¿Quieres ayudarme a rellenar sobres para la recaudación de
fondos?—pregunto, esperanzadamente.
—¡Oh, por supuesto! Eso será muy divertido y me distraerá de mi
decepción—responde sarcásticamente.
Me río a carcajadas de ella mientras toma asiento y nos ponemos
a trabajar. Una al lado de la otra, como de costumbre.
Capítulo 5
Pooh

Han pasado unos días desde que le envié un mensaje de texto a


Pippa y le dije que Trigger era gay. Me voy a ir al infierno. Lo sé y
también sé que me he ganado ese viaje. Amo a mi hermano del club
y quiero que sea feliz en la vida, pero no con Pippa. ¿Pippa y
Trigger? ¡No, simplemente no! Pero al mismo tiempo me siento
culpable.
Vi a Axel luchar contra sus sentimientos hacia Bailey y lo vi caer
al final de todos modos. Incluso ayudé a empujarlo hacia ella
insinuando que iba a hacer un movimiento con Bailey. Nunca
hubiera hecho eso, pero él no conocía esa pequeña información.
Bailey es genial y es perfecta para Axel, y por mucho que me guste,
nunca lo fue para mí. Pero Axel necesitaba ese empujón y funcionó.
Estoy tratando de ser más inteligente que Axel y Gunner cuando
se engancharon con sus mujeres. Petey es un mejor ejemplo a seguir.
Vio a Trudy, no perdió el tiempo en dejar en claro que estaba
interesado en ella y solo en ella, y ahora están casados y felices.
Mente decidida, sé lo que tengo que hacer. Salgo del gimnasio,
monto en mi moto y me dirijo hacia New Horizons.
—Hola Pooh. ¿Qué pasa?—pregunta Pippa, luciendo
sorprendida, cuando abre la puerta y me encuentra allí parado.
—¿Quieres cenar conmigo? Esta noche, mañana, ¿cuál es la mejor
noche para ti?
La mirada de sorpresa y conmoción en su rostro me haría reír si
no estuviera tan nervioso parado aquí, esperando su respuesta.
Nunca antes le había pedido una cita a una mujer. Ni una maldita
vez. A algunas chicas, sí, cuando era adolescente. Pero nunca una
mujer y ciertamente no una a la que realmente quería que dijera que
sí.
—Eh, vaya, um—dice Pippa, tropezando con sus palabras.
Cruzo los dedos en mi mano derecha y cuidadosamente muevo
esa mano un poco detrás de mi pierna para que no pueda ver que
estoy siendo una niña en este momento.
—No, lo siento, pero no. No creo que sea una buena idea, Pooh.
Lo siento mucho. No estoy buscando una relación y no quiero dar
esa impresión al aceptar una cita—responde Pippa en voz baja.
Descruzo los dedos ya que de todos modos no ayudó. Chocado y
quemado, lo intenté y me dispararon. Supongo que hay una primera
vez para todo. La decepción me golpea en el estómago porque me
gusta Pippa, lo que ella representa y la forma en que pasa su vida
tratando de hacer la vida de otras personas mejor y más segura. Pero
soy un adulto y lo tomaré como tal. Probablemente. Tal vez.
—Está bien, Pippa. Pensé, que tenía que preguntar. Que tengas
un gran día y llámame si necesitas algo—le digo mientras me doy la
vuelta para irme.
—¡Espera! Por favor, no te enojes, Pooh. Simplemente no estoy…
—No estoy enojado, cariño. Decepcionado, sí. Pero lo entiendo.
Cuídate, Pippa. Y lo digo en serio, llámanos si nos necesitas .
—Por favor, Pooh. Yo…
Doy un paso hacia adelante, envuelvo mi mano alrededor de su
cuello y coloco mi frente contra la de ella. Sé que ella se siente mal.
Está escrito en toda su cara. No quiero eso para ella. Lamento haber
preguntado, ahora que veo que la está angustiando tanto. Nos
mantengo juntos por un momento y luego me inclino hacia atrás lo
suficiente para colocar un suave beso en su frente. La suelto, doy un
paso atrás y digo:
—Todo está bien, cariño. No soy del agrado de todos y lo
entiendo. No te preocupes, ¿sí? Dile a Craig que lo veré en unos días
cuando comencemos a trabajar en la cerca. Ten cuidado, cariño. —
Me doy la vuelta y camino de regreso a mi moto. Después de
montarla y ponerla en marcha, miro hacia un lado y veo a Pippa
todavía de pie en la puerta trasera. Se ve miserable y me siento como
el imbécil más grande del mundo por poner esa mirada en su
hermoso rostro. Es hora de que me largue, así que lo hago.
-*--*--*--*-
Mi teléfono vibra en la mesita de noche junto a la cama, donde
estoy acostado y mirando al techo. He estado acostado aquí por más
de una hora. Varios de los muchachos están en la sala principal de la
casa club, pero no tengo ganas de jugar al billar o beber cerveza, así
que estoy en mi habitación. Solo, a pesar de los mejores esfuerzos de
Peaches, una puta de club.
—¿Sí?—respondo.
—¿Estás disponible para trabajar en la cerca en New Horizons el
jueves?— pregunta Trigger.
—Sí, hermano. ¿A qué hora?
—Los materiales se entregan alrededor de las 3 de la tarde. ¿Eso
funciona para ti?
—Sí, estaré allí a las 3 pm. Cash dijo que cubriría horas en el
gimnasio para que me tengas allí cuando me necesites—le informo.
—Excelente. Hasta más tarde. —Trigger se desconecta.
Antes de que pueda dejar el teléfono, alguien golpea mi puerta.
Me levanto, cruzo la habitación y abro la puerta de un tirón para ver
a Vex.
—¿Quieres ir al bar de Mickey conmigo? Demasiadas parejas de
mierda aquí para mi gusto—pregunta Vex.
—Sí, podría.
Caminando juntos por la casa club, veo a Gee corriendo hacia mí.
Gee es el cerdo mascota de Ava y todos aman al pequeño chiquitín.
Me agacho y le doy un buen masaje a su cuerpo tembloroso negro y
rojo. Normalmente tengo una camiseta nueva para que use, pero no
le he comprado una en unos días. Veo que lleva una que compré
hace unas semanas y dice: Piggy Back Rides - $ 13
Después de unos felices resoplidos de cerdo, Vex y yo nos
dirigimos hacia la puerta. Casi llegamos allí cuando nos detienen de
nuevo. Esta vez Chubs y Lucy.
—¿Saliendo, chicos?—nos pregunta Chubs.
—Sí, nos dirigimos al bar de Mickey para tomar una copa—
respondo.
Mis ojos se vuelven hacia Lucy. Está sentada en un taburete de la
barra con Chubs de pie cerca de ella y tiene su habitual Coca Cola en
la mano. No bebe mucho, pero tampoco Chubs. Es muy pequeña y
todavía me sorprende lo valiente que puede ser una persona tan
pequeña. La valentía viene en todas las formas y tamaños por lo que
he aprendido.
—¿Cómo estás, Lucy? ¿Se sienten mejor los pulmones, cariño? —
le pregunto.
—Sí, Pooh. Gracias por preguntar. Pero ahora estoy bien—
responde en voz baja.
Lucy termina de decir la última palabra cuando un estante detrás
de la barra se desprende de la pared y todos los vasos caen al suelo.
El prospecto que maneja el bar inmediatamente lanza una mirada
furiosa en dirección a ella, pero Chubs, Vex y yo nos reímos a
carcajadas. Nos hemos acostumbrado a que sucedan cosas raras
cuando Lucy está cerca.
Vex da un paso atrás, mientras toma su paquete, y le dice a Lucy:
—Te amo hasta la muerte, Lucy, pero estoy un poco preocupado
de que mi polla se caiga cada vez que estoy cerca tuyo.
Eso provoca una ronda de risas y el rostro de Lucy enrojece un
poco. Ella sonríe tímidamente pero responde:
—Si tu polla se cae de Vex, no será mi culpa. Será por dónde la
pones. —La pequeña Lucy tiene garras. ¡Me gusta!
Casi la perdimos antes de que fuera realmente nuestra y eso
sacudió al MC. Salvó a Chubs pero casi muere ella por eso y se ha
ganado nuestro amor y respeto eternos.
Le doy una palmadita debajo de la barbilla suavemente con mi
dedo antes de guiñarle un ojo y girar hacia la puerta de nuevo.
—Mañana conseguiré mi nueva moto. No puedo esperar para
montarla. ¿Quieren salir a la carretera conmigo mañana por la noche
durante unas horas? Lucy tiene una clase, por lo que sería una
oportunidad para pasar un rato—pregunta Chubs.
—¿Compraste ese triciclo que miramos?—le preguntó Vex.
—Sí, claro que sí. Dado que mi cadera no es tan fuerte como
antes, el triciclo será más fácil de manejar para mí.
—¡Eso es genial, Chubs! Definitivamente cuenta conmigo
mañana. Saldremos a probar tu nueva moto—respondo.
—Sí, yo también—asiente Vex.
—Maravilloso! Podemos montar un rato y luego parar a cenar en
algún lugar—dice sonriendo Chubs. Tengo que reprimir la risa de lo
feliz que está y no estoy seguro de si será por la nueva moto o por la
cena mañana. No me importa cuál sea, siempre y cuando esté
sonriendo. Se merece todo lo bueno de la vida.
—Nos vemos mañana, hermano. Nos estamos viendo, pequeña
Lucy.
-*--*--*--*-
Vex y yo hemos estado en el bar de Mickey por poco más de una
hora y Vex ha hecho su selección para la noche. Charló con varias
mujeres antes de que su atención se centrara en una linda rubia. Tipo
animadora y no el gusto habitual de Vex, pero parece que ella
montará esta noche. Quizás en la moto, pero definitivamente sobre
Vex.
Ni siquiera estoy mirando alrededor del bar a las diferentes
mujeres. Puedo sentir unos ojos sobre mí, pero no estoy de humor
para entablar conversación. Y estoy aún de menos humor para algo
extraño. Ese hecho debería asustarme un poco, pero sé que es
porque ninguna de estas mujeres es Pippa. Necesito mucho más una
buena pelea o un entrenamiento duro. Algo para quemar este
sentimiento en mi pecho.
—Hola, guapo. ¿Quieres invitarme a una copa? —pregunta una
voz sensual, cerca de mi oído.
Miro a mi derecha y veo a una mujer muy bonita apretujada entre
mi taburete y el siguiente. Cabello largo y pelirrojo, kilómetros de
curvas y bonitos ojos azules. Normalmente, estaría sobre ella.
Simplemente no tengo interés esta noche, pero eso no es motivo para
ser descortés.
Me deslizo de mi taburete y se lo ofrezco. Hago una señal al
camarero y luego señalo su bebida.
—Soy Cindy. Encantada de conocerte…
—Pooh.
—Encantado de conocerte, Pooh. Te he visto a ti y a tus amigos
aquí antes, pero nunca tuve la oportunidad de charlar contigo. Esta
noche, pensé en aprovechar esa oportunidad ya que estás sentado
aquí solo. Espero no te importe.
—No te preocupes, Cindy. Estoy encantado de conocerte
también.
—Entonces, Pooh, ¿qué haces? En que trabajas, quiero decir—me
pregunta Cindy.
—Trabajo para el Devil´s Angel MC. Paso la mayor parte del
tiempo trabajando en el gimnasio del club. ¿Y tú, Cindy?—respondo
tratando de ser educado. Ya estoy aburrido y deseando haberme ido
antes. Terminaré mi cerveza y regresaré a la casa club.
—Soy recepcionista de una agencia de seguros. Un trabajo
aburrido pero paga las facturas. Entonces dime, Pooh, ¿cómo
consigue una chica una invitación a una fiesta en un club? Escuché
que son bastante espectaculares—pregunta Cindy.
Sí, justo lo que sospechaba. Material de Muffler Bunny 4o de zorra
del club. No estoy seguro de lo que es o quiere ser y no me importa
saberlo.
—Solo necesitas una invitación de un… —empiezo a decir
cuando el tipo sentado al otro lado de Cindy interrumpe.
—Tienes unos estándares bastante bajos allí, chica. Si quieres
convertirte en basura de un motero y todo eso. ¿Por qué no pruebas
con un hombre de verdad?
Me inclino alrededor de Cindy para echar un vistazo al idiota que
está hablando. No es pequeño, no es del tamaño de Gunner. De
complexión corpulenta, rostro desaliñado, ojos brillantes. Lo mismo
para su amigo parado a su lado, riendo. Ambos alrededor de los
treinta y tantos.
—¿Basura de un motero? ¿Estás seguro de que deberías llamar
basura a alguien más? —le pregunto.
—¿Qué se supone que significa eso, idiota?—me grita, hinchando
el pecho.
Va a ser un día triste para él porque puede que no esté de humor
para compañía femenina, pero una buena pelea suena como la
solución perfecta para mi estado de ánimo hoy.
—Tienes un problema con los moteros, ¿por qué no apuntas esa
mierda a mí y no a la dama sentada aquí?
—Ella no es una gran dama si se abrirá de piernas para ti o para
alguien de tu clase—me grita.
—Cindy, ve a sentarte con tus amigos—le digo. Ella no duda en
salir de la línea de fuego. Me vuelvo hacia el tipo y le digo—. ¿Por
qué no salimos y continuamos nuestra discusión sobre basura de un
motero?
—¿Crees que eres un caballero de brillante armadura
defendiendo el honor de una puta? Vete a la mierda, motero.
—¿Cuál es tu problema? ¿Ella te rechazó? ¿Estás enojado porque
no quería revolcarse en el barro con un pedazo de mierda como tú?
Ese último comentario lo levanta del taburete y lo enciende. La
ira arde en sus ojos pero no me ataca. Después de un momento de
intentar mirarme con suficiencia, se vuelve hacia su amigo.
—Al diablo con esto. Él no vale la pena. Vámonos.
Los dos hombres se dan la vuelta y caminan hacia la salida sin
mirarme. Vuelvo a sentarme en el taburete y me termino la cerveza.
Estoy un poco molesto porque no quisieron terminar nuestra
conversación afuera. Quizás debería ir al gimnasio antes de terminar
la noche. Necesito deshacerme de este estado de ánimo de mierda.
Pago mi cuenta, levanto la barbilla a Vex y me dirijo afuera hacia
mi moto. El estacionamiento no está tan bien iluminado como
debería, pero aun así, puedo ver mi moto y la de Vex tiradas de lado.
Alguien las ha pateado y veo todo rojo. Vivo con reglas simples. No
jodas con la familia de mi club, ni con mi moto. Alguien acaba de
romper todas mis reglas.
Sé quién hizo esto y también sé que se están acercando detrás de
mí. Es difícil ser sigiloso después de demasiadas bebidas. Simples
idiotas. Les doy la espalda hasta que sé que están cerca.
Me doy la vuelta, lanzando un puñetazo mientras lo hago.
Aterriza sólidamente en el pómulo del bocazas. Lo hace retroceder
un par de pasos. Su amigo duda un segundo y entonces carga.
Recibe una patada en el estómago que lo detiene en seco y se dobla
mientras cae de rodillas, jadeando. Devuelvo mi atención al primer
tipo justo a tiempo cuando me golpea la cara. Ruedo por el golpe,
absorbiendo e ignorando el dolor, y regreso con una combinación
propia.
—Haz lo peor que puedas con eso, Pooh. Tengo a este cubierto—
oigo a Vex decir con calma.
El imbécil intenta otro puñetazo pero falla y yo suelto varios en
su cara y cuerpo. Se sacude sobre sus pies antes de retroceder y
levantar las manos. ¡Qué lindo! Quiere rendirse ahora que es uno
contra uno y está perdiendo. Conozco bien a los de su tipo. Siempre
son más valiente cuando los números están a su favor y están llenos
de coraje líquido. La cerveza no te hace más inteligente y lo está
demostrando ahora mismo.
—La próxima vez que veas un parche de los Devil´s Angels, vete.
Vete de donde estés y no mires atrás. Si vuelvo a ver tu rostro, lo
arrancaré de tu cuerpo. Ahora lárgate inmediatamente de mi vista—
le ordeno.
Vex y yo lo miramos con asombro, mientras se da la vuelta y sale
disparado hacia su camioneta, dejando a su amigo todavía en el
suelo. Allí tienen una gran amistad. Vex se agacha, levanta al amigo
y le da un empujón en la misma dirección.
Los observamos salir del estacionamiento y entonces Vex se
vuelve hacia mí y me dice:
—Tu método para hacer nuevos amigos no funciona, Pooh.
—No me digas.
Capítulo 6
Pippa

Antes he dicho que no a una cita. Toda mujer lo ha hecho por


una razón u otra. Pero decirle que no a Pooh me ha estado
molestando y no estoy segura de por qué. Él se lo tomó muy bien, lo
que me dice que es un buen tipo. No fue agresivo ni estaba enojado,
solo decepcionado. Tengo el pensamiento molesto en mi mente de
que esta vez cometí un error.
Salí con muchos cuando era más joven y después conocí a Cal
Morrison en la universidad. Guapo, estrella del fútbol, el alma de la
fiesta y el mejor amigo de todos. Nos acercamos muy rápido y
rápidamente nos convertimos en la pareja “especial” en el campus.
Fue halagador para mi ego ser elegida por el chico más popular y
genial, y siendo joven no me di cuenta de que esas cosas no
importan.
Estuvimos juntos durante unos tres meses cuando
cuidadosamente comenzó a separarme de mis amigos. Mostraba
muchas señales de celos y ninguna estaba justificada. Se volvió
pegajoso y mandón a lo largo de los meses. Comencé a preocuparme
por molestarlo con cualquier cosa que dijese o hiciese y sentí que
necesitaba su aprobación para todo. Criticaba mi cabello, mi
maquillaje y mi ropa. En repetidas ocasiones señaló que yo era un
reflejo de él y que necesitaba hacerlo mejor. Él se volvió más y yo
menos.
Tammy notó los cambios en mí cuando volvía de visita de la
universidad, pero sus amables preguntas y su preocupación no
anularon mi dependencia de él. Ella estaba empezando a reconocer
las señales y yo no. Si criticaba a Cal, me ponía a la defensiva y ponía
excusas para su comportamiento. Mi autoestima estaba sufriendo
una paliza y rápidamente estaba perdiendo la confianza en mí
misma. Empecé a sentir que lo mejor de mí era tenerlo como novio.
Estuvimos juntos unos seis meses cuando me puso las manos
encima con ira. No fue mucho. Solo un empujón cuando no me moví
lo suficientemente rápido para él. Pero me conmovió lo suficiente
como para que las lágrimas fluyeran y Cal se arrepintió. Disculpa
aceptada.
El siguiente incidente fue cuando me agarró por el bíceps y
golpeó mi cuerpo contra el suyo mientras gritaba en mi cara. Estaba
enojado porque otro jugador de fútbol me había invitado a bailar.
Me había negado, pero Cal todavía estaba enojado, diciendo que
estaba coqueteando. Estuvo bien toda la noche, pero tan pronto
como regresamos a su apartamento, me agarró. Dejó moretones en
mi brazo y, una vez más, se arrepintió y se disculpó
maravillosamente.
En el tercer incidente, me abofeteó y me llamó con apodos viles
porque no le gustó lo que estaba usando. Dijo que parecía una puta y
que a él no lo verían con una puta. Me sentí horrible por haberlo
puesto en esa posición y rápidamente me cambié de ropa. Estaba
cayendo por un agujero oscuro y ni siquiera lo sabía. Esa vez, no
hubo disculpas.
Era miserable y estaba asustada. No quería hacerlo quedar mal
diciéndoselo a Tammy y eso le dio aún más poder sobre mí. Seguí
ensimismándome y pronto fui un caparazón de lo que había sido.
El día en que entré a su apartamento y lo encontré en la cama con
una animadora fue el día en que supe que había terminado. Pero
cometí el error de decirle en su cara que todo había terminado y no
tuve la oportunidad de salir del apartamento hasta que estuve
morada y con una muñeca rota. Cuando casualmente caminó hacia
el baño y se metió en la ducha, escapé corriendo.
Empaqué mis cosas y me largué de la universidad. Cuando
llegué a casa de Tammy, no se dijeron palabras. Ella simplemente me
abrazó mientras yo lloraba y después me subió a mi coche, me llevó
al hospital y me puso con un terapeuta. Ella nunca me echó una
p y p p
bronca por no haberla escuchado. No dijo ni pío. Fue mi roca y
superamos las secuelas juntas.
Fui una de las afortunadas porque tenía un sistema de apoyo.
Tenía a Tammy. Nunca dudé, ni por un segundo, que ella no estaría
ahí para mí. Estaba tan cerca de graduarme que la universidad
estuvo más que feliz de permitirme dar los exámenes finales vía
internet para que pudiera obtener mi título. Por supuesto, no
querían ninguna participación de la policía y no querían perder a su
jugador estrella de fútbol, por lo que todo se manejó de manera
silenciosa y rápida. Solo quería alejarme de él. No he sabido nada de
Cal desde ese día y no tengo idea de dónde está o qué está haciendo
con su vida.
Mi experiencia con Cal me llevó a usar una gran parte de la
herencia de mis padres para fundar New Horizons. Tammy se retiró
temprano de su trabajo y me ayudó a ponerlo en marcha. Esto se ha
convertido en mi pasión y mi misión y, entre las dos, hemos
ayudado a muchas víctimas de violencia doméstica a encontrar un
nuevo camino. Ahora sobrevivimos con donaciones para
permanecer abiertos, pero cuando son escasas, recurro a mi fondo
fiduciario. Sé que no puedo hacer eso para siempre, así que cada
donación ayuda.
Nosotras dejamos atrás la casa original que había comprado y
recientemente mudamos New Horizons a la casa que estamos
usando ahora. Es antigua y enorme, pero tiene mucho más espacio
disponible para quienes lo necesiten. Necesita muchas reparaciones
y remodelaciones, pero está en una mejor ubicación y tiene un
césped grande para los niños que se quedan aquí. Conseguir todas
las habitaciones amuebladas ha sido una tarea abrumadora y recibir
ayuda de los Devil´s Angels ha sido un milagro. Un milagro muy
necesario.
Miro el reloj de mi computadora y me doy cuenta de que el
equipo de la cerca llegará pronto, así que la cierro y salgo de la
oficina. Cuando llego al pasillo, una mancha sucia y maloliente de
niño pasa a mi lado y sale corriendo por la puerta trasera. Mavis,
una de nuestras huéspedes, da vuelta a la esquina y me ve. Ella se
detiene y comienza a reír.
—¡Ahora él es tu problema! ¡Me rindo!—dice Mavis, mientras
arroja un paño húmedo en mi dirección antes de girar y desaparecer
por la esquina.
Tomo el paño, cuadro los hombros para la batalla que se avecina
y salgo por la puerta trasera. No veo a Craig, así que doy la vuelta a
la esquina del edificio y ahí está, sosteniendo la manguera del jardín.
Ahora estoy siendo inmovilizada a punta de pistola por un niño de
cuatro años con una manguera de jardín que tiene muchísima
presión de agua. Sonríe con malicia mientras agarra la boquilla tipo
gatillo con ambas manos sucias.
—Craig. Baja la manguera, cariño.
—Pippa. Deja el paño, cariño .
—Craig, lo digo en serio. Deja esa manguera ahora.
Estoy reconsiderando seriamente mi atuendo en este momento.
Blusa de seda blanca, falda beige y tacones de aguja. No es el
atuendo para usar en una batalla de agua.
—Prométeme que no tengo que lavarme de nuevo hoy y podría
hacerlo—afirma Craig, con calma.
—Lo siento, Craig. Realmente lo siento, pero no puedes andar
cubierto de barro. Y cualquier otra cosa de la que estés cubierto que
apesta muchísimo—le digo, honesta y sinceramente. No es que
ayude en lo más mínimo.
—Entonces los dos nos vamos a mojar, Pips—me amenaza.
Estoy empezando a entrar en pánico cuando escucho motos
acercándose por el callejón detrás de la casa y veo que las manos de
Craig comienzan a apretar la boquilla.
—¡No hagas esto, Craig!
—¡Promételo ahora!—responde él.
—Los muchachos están aquí para trabajar en la cerca. ¿Por qué
no bajas la manguera y vas a saludar a Pooh y Axel?—intento
razonar con él.
Las motos se apagan y todo queda en silencio antes de que
escuche a los hombres hablar entre ellos.
—Entonces me agarrarás y eso no sucederá, Pips. Lo prometes o
ambos nos vamos a limpiar.
Pienso en mis probabilidades de que realmente me rocíe frente a
que pueda escapar de la pequeña mierda con los tacones de aguja y
me estremezco. Esto no va a terminar bien para mí. Me da otra
sonrisa malvada y aprieta un poco más fuerte la boquilla. Un
pequeño chorro de agua estalla y me golpea de lleno en el área de la
entrepierna de mi falda. Decisión tomada, salgo corriendo por
seguridad. Mientras doy la vuelta a la esquina trasera de la casa, veo
a varios moteros parados en el patio. No me va bien sobre los
tacones. Se están hundiendo en el suelo y me están frenando.
Justo cuando los ojos de todos me golpean, recibo una ráfaga de
agua helada en el medio de la espalda. Jadeo y me detengo de golpe.
¿Por qué me detuve? Porque soy estúpida. No fue un movimiento
inteligente. Me giro y veo a Craig corriendo hacia mí con la
manguera en la mano. Tiro la toallita al suelo y levanto ambas
manos en el aire mientras grito:
—¡No! ¡Detente, Craig! ¡Detente ahora mismo!
Detiene sus pies, pero eso solo le da una mejor puntería cuando
suelta una ráfaga completa y fuerte de agua helada, golpeándome
directamente en el pecho. El agua salpica a mis pobres niñas y me
golpea en la cara. No deja de rociar, así que me doy la vuelta y
despego. No tengo que correr más rápido que el propio Craig, solo
tengo que correr más rápido que la longitud de la manguera, razono.
El demonio de niño continúa lanzándome agua mientras se ríe
tontamente. Finalmente llego a un lugar seguro. Estoy fuera del
alcance de la presión del agua, así que me doy la vuelta para ver a
varios moteros reprimiendo la risa y a algunos no, y a un niño
pequeño tirando de la manguera con toda su fuerza. ¡Bum! ¡No más
mangueras, niño demente!
Veo a Pooh separarse de los otros hombres y caminar
rápidamente en mi dirección mientras se quita la sudadera. Al
alcanzarme, me envuelve con ella y deslizo mis brazos por las
mangas mientras él la cierra. Estoy empapada y sé que me acaba de
evitar la vergüenza de que todos vean a mis chicas con su lindo
sujetador de encaje de corte bajo.
Miro sus ojos color avellana y veo diversión allí. Su boca se
contrae y sé que está luchando contra la risa. No me divierte ni él, ni
sus hermanos, ni Craig. Estoy mojada, goteando agua por el pelo y la
ropa, y me molesta que me acabo de dar una ducha para que un
niño mandón pueda evitar una.
Murmuro un gracias a Pooh, doy un paso a su alrededor y me
dirijo hacia Craig. No me acercaría a él todavía, pero veo la
manguera en la mano de uno de los hombres más grandes que creo
haber visto antes. Un hombre que actualmente está luchando contra
su diversión y perdiendo lentamente la pelea. Lo que sea. Tengo que
vengarme de un niño. Intento pisar fuerte hasta llegar a Craig, pero
los tacones de aguja en la hierba húmeda no permiten pisotear
mucho. Así que me rindo y camino lo mejor que puedo en su
dirección. Debe ver la expresión de mi rostro, a través de sus risitas,
porque sus ojos se abren ampliamente y comienza a retroceder.
Extiendo la mano y aparto bruscamente los mechones de cabello
mojados de mi cara y disparo dagas a Craig con mis ojos.
—¡Santo Infierno, Pips está furiosa!—grita Craig mientras trata de
huir, pero es atrapado por la parte de atrás de su camiseta por ese
hombre enorme que sostiene la manguera. Las pequeñas piernas de
Craig continúan con el movimiento de carrera a pesar de que no
están tocando el suelo en este momento.
Agarro la camiseta de Craig y empiezo a llevarlo a la casa. Decide
alertar a todo el vecindario sobre su situación.
—¡Ayuda! ¡911! ¡Extraña! ¡Ella me va a ahogar! ¡Me están
robando! ¡Sálvenme!
Craig todavía está pidiendo ayuda a gritos cuando entramos por
la parte trasera de la casa y escucho a los hombres perder su pelea
con su diversión cuando cierro la puerta detrás de mí.
-*--*--*--*-
—Es una lástima—murmura Tammy mientras mira por la
ventana.
—¿Qué?
—Que Trigger sea gay. Pensé que era mi tipo. Pero supongo que
realmente no es mi tipo en absoluto. Qué lástima.
—Te he visto salir un poco a lo largo de los años, pero nunca
antes te había visto obsesionada con un hombre, Tammy. ¿Por qué
él? Quiero decir, sí, es guapo y está en gran forma para un hombre
de su edad, pero ¿qué te hace estar tan segura de que estarían bien
juntos? ¿Cómo lo sabes?
—¿Estás preguntando por mí o por ti, cariño? Porque te he visto
salir poco, muy poco en realidad, también a lo largo de los años y,
sin embargo, nunca te he visto observar a un hombre tan
atentamente como has estado observando a Pooh. ¿Algo de lo que no
me has hablado? —me responde.
—Pooh me invitó a una cita—le respondo en voz baja. Todavía
tengo la sensación de que me equivoqué al decir que no.
—Y dijiste que no—afirma Tammy, sin preguntar.
—Sí, lo hice. Creo que me he perdido de algo bueno, pero ni
siquiera lo conozco. Una cita me pareció un poco rápida.
—Una cita no es un compromiso, Pippa. Es una oportunidad para
conocerse. Nada más.
—Mi vida es bastante complicada con los hombres. Dirigir este
lugar no ayuda a hacerme sentir más cómoda con ellos. Dudo en
agregar más complicaciones.
—El hecho de que sea un hombre no significa que será una
complicación. Él podría terminar siendo tu gracia salvadora. Me
parece del tipo que protegería a su mujer hasta los confines de la
tierra. Está afuera en este momento donando su tiempo a una casa
que protege a mujeres y niños maltratados. Podría andar en moto,
beber con sus amigos o estar de fiesta en la casa club. Pero en cambio
eligió estar aquí. Me gusta lo que eso dice sobre él, sobre todos ellos.
—Mi instinto está de acuerdo contigo, pero a veces no puedo
apagar mi cerebro—le digo.
—Eso es solo el miedo hablando, Pippa. Estás dejando que Cal
todavía gobierne tu vida, cariño. Lamento decirlo así, pero mientras
vivas con miedo de tener otra relación, él gana. Él tomó suficiente de
ti, no dejes que también controle el resto de tu vida. Te amo, niña y te
quiero feliz, pero este trabajo no va a estar ahí por la noche cuando
necesitas un abrazo o un hombro para llorar. Ya sea Pooh o algún
otro tipo, necesitas abrir tu vida a nuevas posibilidades. Yo también.
Nos hemos estancado y es hora de salir de nuestras zonas de confort
y vivir un poco.
—Pensaré un poco en lo que dijiste, mamá. Creo que tienes razón.
Hemos creado nuestro propio pequeño mundo y es hora de abrir la
puerta y las ventanas—le digo.

Mi blusa finalmente está seca y mi cabello ha sido recogido en un


moño desordenado. He decidido que, aunque ya no la necesito,
ahora reclamo la sudadera con capucha de Pooh como mía. Huele
igual que él. Un toque de colonia sutil, cuero y hombre. A caliente,
sexy motero. A menos que me él me taclee y me la arranque del
cuerpo, se quedará conmigo.
Deambulo por el patio, viendo trabajar a los hombres, y me
sorprende lo mucho que han hecho en las pocas horas que han
estado aquí. Han aparecido algunos hombres más y todos están
concentrados en el trabajo que tienen entre manos. Se hacen bromas
entre sí y generalmente parecen divertirse mientras trabajan. Es
obvio que son un grupo unido y tienen historias juntos. Siento
envidia.
Me preocupaba que las cosas fueran incómodas entre Pooh y yo,
pero no lo son en lo más mínimo. Y eso se debe a sus acciones y
comportamiento. No me está tratando de manera diferente que
antes. No me está ignorando, ni dándome la espalda. En cambio, ha
hecho presentaciones cada vez que aparece una nueva persona,
bromeó conmigo sobre ser superada por un niño de cuatro años y
me advirtió sobre Vex y su apetito femenino. Fue lindo y divertido y
encuentro que, cada vez que estoy con él, me gusta más.
El hombre también es agradable a la vista. Me avergüenza
admitir que ya he utilizado mis imágenes mentales de él para aliviar
un poco la tensión sexual. Tensión causada por él mismo. También
admitiré que parece que me siento atraída por él cada vez que entro
en el patio.
—Es muy amable de tu parte hacer todo esto, Trigger. No
podemos agradecerles lo suficiente—escucho decir a Tammy.
—Feliz de ayudar, señora. El pequeño necesita un patio seguro
para jugar y este equipo no tardará mucho en darle uno—responde
Trigger con brusquedad. Veo una pequeña sonrisa en su rostro y
toda su personalidad cambia. No parece el hombre algo distante que
conocí hace unos días.
—Tienes algunos amigos guapos. ¿Alguno de ellos es tu amigo
especial? —pregunta con valentía Tammy.
—En el club, nos consideramos hermanos, si eso es lo que quieres
decir—responde Trigger claramente confundido por la pregunta.
—Bueno, no, eso no es realmente lo que quise decir. Lo que
estaba preguntando…
—¡Hola, Tammy! Perdón por interrumpir, pero ¿podrías pedir
pizza? Yo invito. Aquí está mi tarjeta. Simplemente ordena tantas
como creas que necesitamos para alimentar a los hombres y mujeres
de la casa. Por favor—afirma Pooh mientras coloca una tarjeta de
crédito en la mano de Tammy. Obviamente está sorprendida por la
interrupción de Pooh, pero asiente con la cabeza y toma la tarjeta. Él
parece aliviado cuando ella se vuelve hacia la casa y se aleja.
Sigo a Tammy a la casa y pedimos cerveza y pizza, pero usamos
mi tarjeta. Lo mínimo que podemos hacer es alimentar a estos tipos.
Capítulo 7
Pooh

¡Santa mierda! Eso estuvo cerca. Cuando escuché la pregunta de


Tammy, supe de inmediato que Pippa había compartido lo que yo
había dicho sobre que Trigger era gay. Sólo puedo imaginarme la
paliza que ese hombre me dará si se entera. Sí, me siento culpable
por mi pequeña mentira, pero no lo suficiente como para sufrir el
daño que Trig infligiría.
—¿Qué hiciste?—me acusa Petey mientras se acerca a mí.
Miro para verlo sonriendo, con los brazos cruzados y esperando a
que sea sincero.
—No hice nada. Me ofrecí a pagar la cena. ¿Por qué me preguntas
eso?— respondo y sueno culpable incluso a mis propios oídos. Me
estremezco interiormente porque Petey nunca va a creer esa sarta de
estupideces.
—Te lo pregunto porque crie a Axel. No hay mucho que no haya
visto ni escuchado mientras lo criaba. No hay mucha gente que
pueda encontrar travesuras o problemas tan rápido como él. Y
reconozco la culpa cuando la veo. Entonces, volveré a preguntar.
¿Qué hiciste?
—¿Me vas a delatar?
—¿Alguna vez lo hice?—me responde con otra pregunta Petey.
Suspiro. Petey ha sido un gran hermano y tiene razón. Nunca me
delató por ninguna de las estupideces que yo, o Axel y yo, hemos
hecho.
—Puede que le haya dado a Pippa la impresión de que Trigger es
gay.
Los ojos de Petey se abren por un momento antes de soltar una
gran carcajada.
—¿Y por qué harías eso?—pregunta cuando termina.
—Pippa pidió el número de Trigger. Pensé que estaba interesada
en él—admito tímidamente.
Después de otra ronda de carcajadas, Petey se enjuga los ojos y
dice:
—Y estás cachondo por Pippa, así que pensaste que cerrarías esa
puerta. ¡Dios mío, Pooh! No es a Trigger al que Pippa ha estado
mirando toda la tarde, tonto. Has sido tú y ha sido notorio para
todos menos para ti, obviamente. Mierda, muchacho, si Trigger se
entera te zurrará el culo.
—¡Lo sé, idiota! Por eso envié a Tammy por pizza. Pippa debe
haberle contado lo que dije sobre Trigger.
—Entonces, ¿cuál es tu plan de juego aquí?
—No estoy seguro todavía—digo y sonrío a Petey.
—Sí, es posible que desees idear un plan mejor que ese. Estoy
bastante seguro de que tu plan actual te saldrá por la culata—me
responde Petey con una sonrisa.
—¡Oigan! ¿Ustedes dos, holgazanes, quieren ayudarnos aquí o
simplemente pararse y cotillear como mujeres?—nos ladra Trigger.
Nos reímos de él cuando volvemos al trabajo.

Después de un rápido almuerzo de pizza y cerveza, volvemos a


trabajar en la construcción de la cerca. El pequeño Craig charla sin
parar con todos y cada uno de los miembros del club y todos se
divierten mucho con el niño. Es brillante, elocuente y no tiene miedo
de acercarse a nadie. Tampoco tiene miedo de expresar su opinión
sobre ningún tema.
Cuando Pippa le puso las manos encima y lo arrastró a la casa, lo
oímos gritar, discutir, suplicar y maldecir. Habrías pensado que ella
realmente lo estaba ahogando. Cuando volvió a aparecer afuera,
estaba limpio, al igual que su ropa, y su cabello estaba
cuidadosamente peinado. Y no estaba feliz.
Craig claramente anhela un vínculo masculino. Supongo que el
padre no pasó tiempo con el pequeño incluso cuando vivían juntos.
Y eso me enoja. Ser padre, es más que un orgasmo. Ser un buen
padre es lo mismo que ser un hombre de verdad. Tienes que tomar
tus responsabilidades en serio y trabajar para hacer las cosas
correctas para esos en tu vida.
Tener varios machos alfa en su órbita es como el día de Navidad
para Craig. Y mis hermanos del club y yo nos damos cuenta de eso.
Cada uno se esfuerza por incluirlo en nuestras conversaciones y en
el trabajo que estamos haciendo.
—Tenemos cupcakes de postre—oigo decir a Tammy mientras ella
y Pippa entran al patio con bandejas en las manos.
—Trigger, agregué chispas a algunos solo para ti—agrega ella.
Escucho un bufido de risa detrás de mí y sé que es Petey.
—¿Por qué él recibe chispas y yo no?—exige Craig.
—Porque él…
—Está donando los materiales de la cerca así que recibe los
cupcakes especiales—espeto.
Todos los ojos se vuelven hacia mí. Veo risas en Petey, confusión
en algunos otros y aceptación en Craig. ¡Uf! Otra crisis evitada. Los
cupcakes están siendo devorados y comenzamos a guardar las
herramientas hasta mañana, cuando nos volveremos a encontrar
aquí.

Mientras guardo mi cinturón de herramientas, Pippa se me


acerca. Me giro para mirarla y una vez más me sorprende lo mucho
que me afecta. Cuando la miro a los ojos, siento un puñetazo en el
estómago. No sé qué es, pero está ahí. Quiero conocer a esta mujer
dentro y fuera del dormitorio. Eso no es normal para mí. Me gustan
las mujeres, y amo a las que ya están en mi vida, pero aparte de eso,
solo quiero saber qué tan salvajes se volverán en el dormitorio y ese
es el alcance de todo lo que necesito saber sobre ellas. Pero ese no es
el caso con Pippa.
—Quería agradecerte por salvarme hoy. Me habría mortificado
sin tu sudadera. Camisa transparente y todo eso—me dice Pippa con
una pequeña sonrisa.
—No te preocupes, muñeca. No me gustaba que mis hermanos
vieran tus partes buenas en exhibición.
Eso consigue una pequeña risa y ojos brillantes de Pippa.
—Por cierto, no vas a recuperar tu sudadera—afirma.
—¿Y eso por qué, Pippa?
—Estoy confundida acerca de eso, Pooh, pero sé que todo en mí
quiere mantenerla cerca—responde en voz baja.
Esa declaración me hace retroceder un poco, pero también me da
un atisbo de esperanza. Espero que tal vez solo necesite tiempo para
conocerme antes de decir que sí a una cita. Espero que me vea como
un hombre y no solo como un motero. Soy ambos, pero a veces las
etiquetas asustan a la gente. Necesito que se dé cuenta de que
ninguno de los dos debería asustarla.
—Entonces deberías hacer eso, Pippa. Me hace sentir bien saber
que quieres eso. Quédate con la sudadera y sabes que solo estoy a
una llamada de distancia cada vez que sientas que quiere pasar el
rato. O hablar. Lo que necesites, muñeca.
—Eres un buen tipo, Pooh, un buen tipo. Trabajar aquí, no veo
eso muy a menudo. Y gracias a ti y a tu club, todas las mujeres aquí
han visto el otro lado de los hombres.
—Los hombres pueden ser alfa sin ser abusivos, Pippa.
Protectores, no dominantes. Sé que lo entiendes, pero tal vez
necesites que te lo recuerden a veces. No hay un tipo en este club
que te vaya a levantar la mano, pero todos y cada uno de ellos te
protegerían con sus vidas. Somos una familia. Una familia que pelea,
no está de acuerdo y discute, pero que al final está unida. Esos
hombres me enseñaron a ser hombre. Estoy orgulloso de ser parte de
esa familia. Pero la realidad es que la mayoría de los tipos son como
nosotros. Tú solo tratas con lo peor de la humanidad. Eso te ha dado
una perspectiva sesgada de los hombres. Lo entiendo, realmente lo
hago. Pero si puedes superarlo, tienes mi número. No te voy a
presionar. La pelota está en tu cancha, cariño.
Me muevo hacia adelante, en su espacio, y acuno su rostro con
una mano. Me inclino y deposito un suave beso en su sien antes de
dar un paso atrás, guiñarle un ojo y alejarme.
Capítulo 8
Pippa

Estoy en la cama y mi mente sigue repitiendo las palabras de


Pooh. Él ha estado siempre presente en mi exhausto cerebro desde
que hablamos esta noche. Siento una atracción hacia él como si fuera
algo físico. Como dos imanes que se mantienen cerca pero no se les
permite tocarse.
Esta noche miré a sus hermanos y, siendo mujer, noté lo calientes
que están varios de ellos. No soy ciega a ese hecho, pero no me
hacen lo mismo que Pooh cuando nuestras miradas se encuentran.
Estar cerca de Pooh es como volver a casa. Como si fuéramos viejos
amigos que nos acabáramos de reencontrar. Me doy cuenta de que
me siento cómoda con él cuando no lo pienso demasiado. Necesito
desconectar mi cerebro y dar un salto de fe.
He estado soltera desde Cal. Intenté tener algunas citas después
pero, al principio, mi corazón no estaba en eso. Luego de un tiempo,
descubrí que mi interés en una relación simplemente no estaba ahí.
Mi confianza había recibido una paliza y aún no había vuelto.
Ahora, después de años, está de regreso y de alguna manera me
encuentro en una rutina. Trabajo, casa, cena con Tammy, salir a
correr. Esa es mi vida. En eso consiste ahora. Soy patética.
Tomo el teléfono y abro el contacto de Pooh. No tengo ni idea de
qué decirle, pero sé que quiero algún tipo de contacto con él.
Entonces empiezo a escribir.

Yo: Hola. ¿Estás ocupado?


Soy la reina de las conversaciones ingeniosas, ¿verdad? Puaj.
BILF: No. Simplemente acostado en la cama aburrido. ¿Que estás
haciendo?
Yo: Lo mismo.
BILF: ¿Vives en NH?
Yo: No, soy dueña de una casita a unas cuadras de allí.
BILF: Me alegra escuchar eso. Necesitas tiempo libre al salir de ahí.
Yo: Sí, lo necesito. Algunos días puede resultar estresante. Tenso.
Necesito alejarme y tener tranquilidad.
BILF: Lo mismo para mí. Cuando necesito alejarme, salgo a montar.
Viento, camino, paz y libertad.
Yo: Eso suena bien. Salgo a correr cuando necesito estar sola.
BILF: Trabajo la mayoría de los días en el Jax´s gym. El club es el dueño.
Deberías pasar por allí.
Yo: Me gusta correr al aire libre, no en una cinta de correr.
BILF: Para clases de defensa personal. Trabajas en NH debes tener
algunas habilidades en caso de que las necesites.
Yo: De hecho, es una buena idea. Para mí, Tammy y algunas otras
también.
BILF: Nunca está de más saber defenderse.
Yo: ¿Quién las enseña?
BILF: Para ti, sería yo. Para los demás, probablemente Cash o Axel.
Yo: Pasaré por ahí. Podría haber usado algunas habilidades de defensa
hace unos meses. Novio enojado = ojo morado para mí.
BILF: ¿¡¿Tu novio enojado?!?
Yo: No, el de una mujer que se queda aquí. Me interpuse cuando
apareció en el patio.
BILF: ¿Nombre del novio?
Yo: No puedo decirte eso.
BILF: Sí, puedes. ¿Ella todavía vive allí?
Yo : No.
BILF: Entonces ya no es una de tus mujeres. ¿Nombre?
Yo: ¿Por qué quieres saberlo? ¿O no debería preguntar?
BILF: ¿Nombre?
No debería decírselo. Pero el tipo era un completo idiota y Holly
dejó NH y regresó con él. Desde entonces he estado preocupada por
lo violento que es este tipo. Decidida, respondo.
Yo: Harold Mercier. Trabaja para Com-Mart. Completo imbécil. La
mandó al hospital dos veces que yo sepa. Espero que esté bien, pero lo dudo.
BILF: Gracias, cariño. La chequearé y te lo haré saber. ¿Estás usando mi
sudadera?
Yo: Gracias. Sí. Huele a ti. Me gusta eso.
BILF: Me gusta que uses algo mío.
Yo: A mí también me gusta.
BILF: Usaría algo tuyo pero Axel me daría una mierda si usara tus
bragas. Es así de crítico.
Yo: Está bien, ¡eso me hizo reír! No puedes verme, pero me provocaste
una gran sonrisa. Y algo de material utilizable para la ducha.
BILF: ¿Solo a la hora de la ducha? ¡Vamos, valgo más que solo para
entonces!
Yo: Y para la hora de dormir. ¿Eso te hace sentir mejor?
BILF: Me siento sucio y usado. ¡Y sin embargo, me gusta!
Yo: Dios mío, no puedo creer que haya dicho eso. ¡Ahora estoy
avergonzada!
BILF: No lo estés. Pero necesitas dar más detalles. Ahora es buen
momento para mí, por favor.
Yo: ¡Tengo que irme ahora! Hora de acostarse.
BILF: ¿Me tendrás presente para jugar? Ya sabes, ya que es hora de
dormir.
Yo: Quizás. ¡Buena noches, Pooh!
BILF: Dulces sueños, cariño. Nos vemos mañana.

Dejo el teléfono en mi mesita de noche y sonrío mientras abro el


cajón y saco mi juguete favorito. Pensando en Pooh, tengo una gran
rutina preparada para la hora de dormir para esta noche.
Capítulo 9
Pooh

Pippa ha puesto una sonrisa permanente en mi rostro. Yo tenía


razón. Hay motivos para seguir teniendo esperanza en nosotros. Y
me encanta el hecho de que esté usando mi sudadera y
probablemente se esté masturbando ahora mismo. Ese conocimiento
me está poniendo duro, pero tengo cosas que debo hacer.
Hago una llamada rápida a Rex para conseguir más información
y no pasa mucho tiempo antes de que tenga lo que necesito. Me
levanto y salgo de la cama, camino hacia la habitación principal y
miro a mi alrededor. Hay algunas personas pasando el rato y veo a
Trigger, Vex y Chubs sentados juntos en una mesa. Chubs tiene un
plato vacío frente a él y actualmente se está lamiendo los dedos.
Tomo el cuarto asiento y planto mi trasero.
—¿Alguien está dispuesto a dar un paseo corto y dar una paliza
esta noche?—les pregunto a los hombres.
—Estoy ahí si me necesitas hermano, pero Lucy casi ha regresado
de su clase. ¿Cuánto tiempo tardará?—pregunta Chubs. Siempre
está dispuesto a ayudar, pero prefiero que no lo haga esta noche.
Está de pie, pero todavía tiene algo de debilidad en la cadera y no
quiero colocarlo en una posición en la que pueda lastimarse
nuevamente.
—Ocúpate de la pequeña Lucy, Chubs. Gracias, hermano, pero
deberías quedarte fuera de ésta—le digo, con cuidado, porque no
importa lo agradable que sea Chubs, sigue siendo un hombre y tiene
un ego. No quiero que piense que lo estamos mimando, incluso si
todos estamos tratando de mantenerlo fuera de las cosas más turbias
que a veces tenemos que hacer.
—Yo iré—responde Vex.
—Yo también—afirma Trigger.
Explico adónde y por qué vamos y las caras de los tres hombres
cambian de amistosas a enojadas. Como sabía que lo harían.
¿Mencioné que amo a mi familia?
—Vamos a montar—ordena Trigger.

Hemos revisado la casa del idiota, hemos descubierto que


todavía no está allí y decidimos esperar en las sombras. No tenemos
que esperar mucho antes de que un automóvil avance por la entrada
y entre en el garaje. Incluso con las ventanillas del coche cerradas,
puedo escuchar una voz masculina enojada y veo a una mujer
encogida en el asiento del pasajero. Tenemos al tipo correcto.
Está tan ocupado menospreciando a la mujer que no ve a tres
hombres con ropa oscura, sin chalecos, siguiendo su coche hasta el
garaje. La luz en el abridor de la puerta del garaje no funciona,
gracias a la capacidad de Vex para ingresar a edificios cerrados, por
lo que está oscuro tan pronto como se apaga el motor del automóvil.
La mujer sale por la puerta del pasajero y rápidamente camina hacia
la puerta que comunica con la casa y entra. El macho comienza a
salir del lado del conductor cuando decido ayudarlo.
Harry chilla cuando se estrella contra la pared del garaje y mi
antebrazo se aprieta contra su garganta para detener cualquier ruido
que pueda hacer. Las cosas van cuesta abajo para él a partir de ahí.
Recibe la pateadura en el culo de su vida. Le dio a Pippa un ojo
morado. Le doy algo mucho peor. No estará en condiciones de
abusar de ninguna mujer durante bastante tiempo.
No decimos palabras porque no queremos que él relacione esta
golpiza con Pippa o su novia. Que se confunda en cuanto a por qué
le dieron una paliza, pero no robaron nada, no hicieron amenazas y
no se dio ninguna razón. Cuando termino, Vex y Trigger dan un
paso adelante y le dan un par de golpes extras que este pedazo de
mierda se ha ganado. Lo dejamos tirado en el suelo de su garaje,
sangrando, herido y deseando no haber regresado nunca a casa esta
noche.
Salimos del garaje, corremos hasta nuestras motos a unas cuadras
de distancia y regresamos a casa. Disfrutamos de una cerveza juntos
y terminamos la noche. Ha sido una buena noche.
-*--*--*--*-
Rex: Tu amigo pasó la noche en el hospital. Su novia lo llevó allí y se
fue. Estará allí por unos días, al menos. ¡Buen trabajo!
Yo: Gracias, hermano. Te debo una.
Rex: Feliz de ayudar. Me alegro de que esté sufriendo.
-*--*--*--*-
A la mañana siguiente entro al gimnasio y encuentro a Axel
mirándome con furia desde el mostrador de facturación. ¿Qué pasa
con eso? Me acerco, me apoyo en el mostrador y le levanto las cejas
en pregunta.
—Ni siquiera me llamaste anoche—me acusa con su cara llena de
puchero.
—Vex y Trigger estaban sentados y listos para rodar. No estabas
en la casa club y no quería esperar—explico pacientemente. Axel
odia perderse momentos divertidos.
—Vivo a dos minutos. ¿No pudiste esperar dos minutos? Pensé
que éramos más cercanos que eso.
—Estabas en casa con Bailey. No quería alejarte de ella.
—A Bailey no le habría importado y probablemente hubiera
querido venir y darle un golpe o dos ella misma. Ava también. Y
sabes que Trudy querría intentarlo con un abusador. Nos privaste a
todos de un rato de vínculo afectivo.
Me rindo con la pelea y me echo a reír. Sin embargo, Axel tiene
razón. Las mujeres habrían tenido un día de campo con ese tipo.
Quizás la próxima vez.
—Pippa vendrá al gimnasio para algunas clases de defensa
personal. También les ofrecí lecciones a las mujeres que se quedan
allí. Las de Pippa son solo mías—le informo a Axel.
—Es una gran idea. Todas deberían aprender al menos algunos
movimientos. Me encantaría ver la cara de su hombre cuando es el
que tiene la nariz rota—sonríe Axel.
—Eso sería dulce.
—¿Estás reclamando a Pippa?—me pregunta Axel en voz baja.
—No estoy seguro de que quiera reclamarla. Le pedí salir pero
me rechazó. Pero está prohibida para cualquier otra persona—
afirmo.
—Dale tiempo. Acaba de conocerte y al resto de nosotros.
—Sí, eso es verdad.
—Estaría feliz de discutir tu caso con ella. Soy genial para
convencer a las mujeres de que hagan todo tipo de mierda. Es la
sonrisa inocente que he perfeccionado. Puedo hacer que cualquier
mujer…
—¿Puedes conseguir que las mujeres hagan qué, exactamente,
Axel?— pregunta Bailey. La vi caminar detrás de él, pero ¿por qué
arruinaría su sorpresa?
Axel se congela en el lugar. Bailey apoya casualmente un hombro
contra la pared y cruza los brazos. Tiene esa expresión en el rostro
que todas las mujeres tienen justo antes de ir por tus bolas. Con
cuidado doy un paso atrás y coloco mis manos sobre mi paquete. Al
diablo con la hermandad, Axel está solo.
Axel se da la vuelta lentamente hasta que se enfrenta a Bailey.
Noto que sus manos también están en modo protector mientras
intenta esa sonrisa de la que se estaba jactando. Estaba equivocado.
Aún no la ha perfeccionado.
-*--*--*--*-
—¿Por qué estás haciendo eso?—pregunta Craig. He respondido
al menos dos docenas de preguntas hasta ahora. El niño tiene
p g
curiosidad y eso me gusta de él.
—Estoy cavando los agujeros para que entren los postes—
respondo.
—¿Puedo cavar uno? Soy bueno con la tierra.
¡No me digas!. Me tomo un momento y miro a Craig y
nuevamente me maravillo de cómo un niño pequeño puede
encontrar tanta suciedad para cubrirse. Lo ha convertido en una
forma de arte.
—Se necesita mucho músculo. ¿Crees que tienes suficiente
músculo para probar con uno?
Inmediatamente se pone de pie y me muestra sus músculos.
Tengo que reírme porque se parece a Axel cuando flexiona los
bíceps, excepto que Craig no tiene nada que flexionar. Pero su carita
está arrugada por la concentración y gruñe en un esfuerzo por
formar un bíceps.
—Sí, creo que podrías hacer esto, Craig, con un poco de ayuda
mía. ¿Qué piensas? ¿Quieres probar?
—¡Mierda, sí!—grita emocionado.
—¡Craig! ¡Cuida tu boca! No te lo vuelvo a decir—lo amenaza
Pippa.
—Ya es hora de que termines con esa mierda. Me estoy cansando
de oírla—responde Craig. Ahogo mi risa al igual que lo hacen los
hombres cercanos. Pippa levanta las manos en el aire y se aleja.
Con ayuda, Craig cava su primer y segundo hoyo para un poste.
Entonces observa a Petey colocando el poste en un hoyo y llenándolo
con tierra. Eso le llama la atención y se va a ayudar en un trabajo
más de su estilo.
Todos hemos notado que las mujeres que se alojan en New
Horizons no se aventuran a salir de la casa mientras estamos
trabajando, pero he visto algunas caras asomándose detrás de las
cortinas más de una vez. Tammy y Pippa entran y salen de la casa,
llevan bebidas frías y nos las entregan de vez en cuando, pero las
demás permanecen escondidas en el interior.
Veo a Tammy acercándose a Trigger con una bebida fría en la
mano. ¡Jodidas bolas! Sé que tengo que detener eso ahora mismo y
ella se está moviendo rápido. Sé que las líneas rectas son las más
rápidas, así que dejo caer la excavadora de postes, ignoro un gruñido
de dolor de Vex y salgo corriendo por el patio, esquivando hombres,
materiales y saltando una caja de herramientas para llegar al lado de
Trigger al mismo tiempo que Tammy. Era una carrera de obstáculos
para llegar a él e hice esa mierda como una estrella de la pista.
Ambos me miran con desconcierto mientras derrapo en la tierra
hasta detenerme. Lanzo un brazo casual sobre los hombros de
Tammy y le doy mi sonrisa más encantadora, mientras espero que
no se parezca a la demente de Axel.
—Hola, Tammy. ¿Cómo estás, cariño?
—Estoy bien, Pooh. Gracias por preguntar. ¿Pasa algo? Pareces
un poco agitado.
—No, no pasa nada. Me preguntaba si tenías más de ese delicioso
té helado. Me vendría bien otro vaso, por favor. Si no es mucho pedir
—digo mientras gentilmente la aparto de Trigger y la acompaño a la
casa. Me mira fijamente y estoy seguro de que está cuestionando mi
cordura, pero vuelve a entrar.
Mientras espero mi bebida junto a la puerta, me doy cuenta de
que soy el centro de atención de los hombres en el patio. Petey casi
se está meando encima riendo con tanta fuerza. (¡En secreto espero
que lo haga!) Vex me mira furioso mientras los demás me miran en
varios estados de confusión. Me estoy acostumbrando a estas
miradas dirigidas en mi dirección últimamente.
Tammy reaparece con mi bebida y me la entrega. Me mira por un
momento antes de desaparecer en el interior. ¡Uf! Crisis evitada.
Tomo un sorbo y tiro esa mierda de mal sabor al suelo y vuelvo al
trabajo.
Poco tiempo después, Ava, Bailey y Bella se detienen y salen de la
camioneta de Ava. Bella viene trotando por el césped, todos brazos y
piernas, y lanza sus brazos alrededor de mi cintura.
—Hola, muñeca—le digo mientras le doy un abrazo y deposito
un beso ligero en la parte superior de su cabeza. Ella me sonríe con
su hermosa sonrisa y, por milésima vez, me siento bendecido de que
estuviéramos en el lugar correcto en el momento correcto y ella sea
nuestra ahora.
—¡Hola! Soy Craig. ¿Cuál es tu nombre?
—Hola, Craig. Soy Bella. ¿Estás ayudando a levantar la cerca?—le
pregunta Bella.
—Sí, Pooh necesitaba ayuda para cavar los agujeros. Gunner
necesitaba ayuda para clavar los clavos, pero él seguía manteniendo
su pulgar en el camino. Y dice muchas palabrotas. Sin embargo,
nadie le grita por eso—afirma Craig en un tono de hecho aceptado.
Bella me sonríe de nuevo, pero tiene cuidado de no dejar que
Craig la vea. Es dulce y no quiere que él se sienta mal porque
probablemente no fue de tanta ayuda como pensaba. Él se divirtió y
eso es lo que importa. Mientras le sonreía a Bella, escuché a Craig
susurrar:
—¡Mierda! ¡Espero que ya haya comido hoy!
Miro y veo a Loki caminando en nuestra dirección. Miro a Craig
y veo que sus ojos están muy abiertos con asombro o conmoción o
ambos. Probablemente incluso un poco de miedo. Bella calma
instantáneamente esos miedos.
—Ese es Loki y es muy amigable. Ama a los niños. Es uno de mis
mejores amigos y no tienes por qué tenerle miedo. Te dejará
acariciarlo y jugar a buscar si quieres.
Loki se detiene frente a Craig y deja caer su trasero al suelo. Juro
que puedo ver una sonrisa en el rostro de ese perro mientras espera
pacientemente. Los ojos de Craig se mueven hacia los míos y asiento
con la cabeza. Lentamente extiende una mano y acaricia suavemente
la cabeza de Loki. Retira la mano y se ríe. Extiende la mano de nuevo
y
y cuando Loki no lo muerde, su sonrisa se vuelve de un kilómetro de
ancho. ¡Amo a ese perro!
—Vamos, Craig. Busquemos un palo y juguemos a buscar con
Loki—sugiere Bella.
Los niños se alejan, Craig sosteniendo la mano de Bella, seguido
de Loki.
—Ella es hermosa. ¿Es tu hija? —pregunta Pippa mientras se
detiene a mi lado.
—Sí, lo es, por dentro y por fuera. Pero no es mía. Petey y Trudy
la adoptaron. Solo soy el tío genial que llegó a amarla y va a
malcriarla siempre.
—Es obvio que te adora.
—Sí, es mutuo. Además, soy completamente adorable. A estas
alturas ya debes haberlo notado—bromeo con ella, sonriendo con
picardía.
Pippa se ríe y niega con la cabeza cuando Ava y Bailey se acercan
a nosotros. Hago las presentaciones y las mujeres charlan unos
momentos. Pippa no es tímida y conversa con facilidad. Lo que me
preocupa un poco es que ni Ava ni Bailey son tan amistosas como de
costumbre. Están siendo educadas pero reservadas. Eso es extraño y
estoy observando con atención para ver por qué.
—¿New Horizons está financiado por el gobierno y trabaja para
una agencia gubernamental?—pregunta Ava.
—No, no lo está. Está financiado únicamente por donaciones.
Trabajo únicamente para New Horizons. Tammy y yo lo
comenzamos cuando vimos la necesidad de que las mujeres tuvieran
un lugar seguro donde aterrizar hasta que arreglaran sus vidas y
tuvieran una dirección. Ha ayudado a muchas mujeres, algunas con
hijos y otras sin ellos, a obtener el espacio que necesitan para
comenzar una nueva vida. La mayoría de las mujeres aquí no tienen
familia para ayudarlas o sus familias no están dispuestas a ayudar, y
ahí es donde entramos nosotras.
—Aparte de dándoles un lugar para vivir, ¿cómo ayuda New
Horizons a estas mujeres?—pregunta Bailey.
—Trabajo con las mujeres para encontrar trabajos que las puedan
apoyar, comenzar clases universitarias o terminar los títulos que no
pudieron completar. Las ayudamos a recibir asesoramiento, a
encontrar o proporcionar una guardería, como en el caso de Craig, y
las ayudamos a conseguir apartamentos o casas. Si es necesario,
ofrecemos clases de administración de dinero y cursos prácticos para
la vida. A algunas de estas mujeres, no se les ha permitido manejar
las finanzas, pagar facturas o hacer las numerosas cosas diarias que
todos damos por sentado. Da miedo tener de repente todo eso sobre
tus hombros, así que tratamos de ayudarlas a que adopten una
rutina más normal.
—Guau. Parece que te mantienes ocupada—agrega Ava.
—Tengo ayuda. Yo me encargo de la parte administrativa y
Tammy mantiene la casa funcionando sin problemas. No podría
hacer esto sin ella. Y también tenemos voluntarios.
—¿Qué te hizo decidir tener esto como profesión?—pregunta
Bailey.
—Era joven cuando me encontré en una situación similar. Fui una
de las afortunados porque tenía a Tammy. Ella fue mi madre
adoptiva desde que tenía trece años y mi roca en la vida. Estuvo allí
cuando tropecé y necesité aclarar mis prioridades y nunca vaciló.
Muchas mujeres no tienen ese tipo de apoyo, así que Tammy y yo
decidimos que queríamos ser esa “persona”, ese lugar seguro, para
las que lo necesitan.
—Eso es muy admirable. Me alegro de que el club haya decidido
ayudar a tu organización. También fui una niña adoptiva, pero no
tuve una Tammy en mi vida. Fuiste muy afortunada—dice Ava en
voz baja.
—¿Quién fue el tipo que te puso en una situación similar, Pippa?
—le gruño.
—Fue hace mucho tiempo, Pooh. Todo está bien ahora—
responde Pippa, sonriéndome. Ella sabe exactamente por qué quiero
ese nombre. Y obtendré ese nombre porque Rex me ayudará y esta
vez me aseguraré de invitar a Axel. No quiero volver a ver el
puchero de un motero calvo, tatuado y musculoso de un metro
noventa y cinco. Una vez fue suficiente.
Capítulo 10
Pippa

La cerca está casi terminada y eso debería hacerme feliz. Pero no


es así. Me gusta tener a Pooh cerca. Me gustan los miembros de su
club y sus mujeres. Buena gente. Y Craig está pasando el mejor
momento de su vida con tantos hombres con quienes pasar el rato.
Uno de los hermanos del club de Pooh, Rex, me ha guiado a
través de nuestro nuevo sistema de seguridad y es muy agradable.
Ahora bien, si solo pudiera lograr que las mujeres recuerden usar
sus funciones, todo debería estar bien.
Hoy he charlado bastante con Ava y Bailey, e incluso con Bella.
No tardé en darme cuenta de que me estaban evaluando y midiendo,
por así decirlo. Deben saber que rechacé la oferta de cita de Pooh
porque sentí un poco de ira y distancia de las mujeres al principio.
Después pareció cambiar a la comprensión de por qué podría
haberlo hecho.
Me gusta que parezcan ofendidas en su nombre. Al final del día,
era obvio que ya no se sentían ofendidas, sino que trataban de
decidir si yo era lo suficientemente buena para él. Creo que pasé
todas las pruebas, pero están equivocadas en un punto. Quiero salir
con Pooh. Quiero conocerlo mejor y pasar tiempo con él. Solo tengo
miedo. Y tengo que superar eso porque Tammy tiene razón. No
puedo dejar que Cal siga gobernando mi vida.
Mientras los hombres completan los toques finales a la cerca,
busco a Pooh. Está guardando sus herramientas en la caja de la
camioneta de Trigger y aún no se ha puesto la camiseta. Varios de
los tipos se habían quitado la camiseta mientras trabajaban en el
calor hoy y, créanme, fue algo hermoso de ver. Porno de moteros en
su máxima expresión. Mientras me acerco a Pooh, me tomo un
momento para estudiar su cuerpo delgado y musculoso. Es una obra
de arte y es algo que quiero estudiar más de cerca. Sus tatuajes son
hermosos y estoy segura de que hay una historia detrás de cada uno.
Reconozco el que se extiende por la parte superior de la espalda y
los hombros porque es el parche del club, incluido el nombre y la
sede del club. En su pectoral izquierdo hay un tatuaje más pequeño
que simplemente dice “Geti” y está rodeado con una guirnalda de
enredaderas y flores pequeñas. Es impresionante y todo en negros y
grises.
—Eh, tú. ¿Te gusta la cerca? —pregunta Pooh al verme parada
como una idiota y babeando sobre él.
Muevo los ojos de su cuerpo a los suyos y los veo sonriendo al
igual que su boca. Ay. Me estoy ruborizando de nuevo.
—Sí, es perfecta. Han hecho un gran trabajo. No puedo
agradecerles lo suficiente —respondo con la cara roja.
—Me alegro de que te guste, Pippa. Debería ayudar a mantener a
Craig acorralado y agregar otra capa de seguridad para tus
invitadas.
—Me gusta que las llames invitadas—espeto. Cuando me mira
arqueando una ceja, me doy cuenta de que necesito explicar más—.
La mayoría de las personas las llama víctimas y odio esa palabra.
—Las llamo invitadas porque dejaron de ser víctimas en el
momento en que decidieron dejar sus malas situaciones. Están
recuperando el control de sus vidas y eso lo admiro—responde Pooh
con sinceridad.
Guau. Simplemente guau. De pie ante mí hay un hombre que
comprende a estas mujeres y admira el coraje y la fuerza que se
necesita para tomar las decisiones difíciles de la vida. Y dije que no a
una cita con él. Soy más que estúpida.
—Si, estoy de acuerdo. Gracias por verlo así.
—Mira, Pippa. Hemos terminado aquí, pero eso no significa que
el club se olvide de New Horizons. Nos mantendremos en contacto y
quiero que me llames si necesitas algo. O si New Horizons necesita
q q g
algo. Sin embargo, no es necesario que necesites algo para llamarme.
Tienes mi número. Úsalo, nena—dice Pooh mientras cubre ese
hermoso arte corporal con su camiseta. ¡Qué lástima! Es como un
crimen contra la naturaleza.
—Siento que te digo mucho esto a ti y al club, pero gracias de
nuevo, Pooh. Yo so…
—Todo está bien, Pippa. Estamos encantados de ayudar.
—Será mejor que vaya a hablar con los demás antes de que se
vayan—digo con vacilación. No quiero alejarme de Pooh, pero tengo
que recordar que estoy en el trabajo.
—Está bien, Pippa. Cuídate, muñeca—dice Pooh mientras se
inclina hacia adelante y roza ligeramente su boca sobre la mía. Estoy
congelada en el lugar por lo mucho que quería un beso más intenso.
Mis ojos se disparan hacia los suyos mientras se aleja y es fácil leer el
calor en los suyos. Sé que los míos reflejan lo mismo.
—Pops dijo que podía ir contigo si estás de acuerdo con eso, Pooh
—dice Bella mientras se acerca a nosotros.
—Absolutamente, niña. Ponte el casco y saldremos. ¿Dónde
quieres comer?—le pregunta a Bella.
—¿Vamos a cenar también?—pregunta Bella emocionada.
—Por supuesto. Tengo que alimentar a mi chica favorita, ¿no? —
bromea Pooh.
—¡Si! ¡Quiero tacos!—chilla Bella mientras se coloca un casco rosa
y corre hacia la moto de Pooh.
—Es una niña dulce—le digo a Pooh, sabiendo que es algo que él
ya sabe.
—Lo es—responde Pooh, el orgullo brilla en sus ojos mientras ve
a Bella correr hacia su moto. Sé que hay una historia aquí, pero no
estoy segura de cuál puede ser.
Pooh me mira, me da una sonrisa increíblemente sexy y se va.
Una vez que él y Bella están sentados en su moto y está se enciende,
me levanta la barbilla y me saluda con dos dedos antes de alejarse.
y j
Los veo irse y entonces me doy la vuelta para agradecer al resto del
equipo de la cerca.
Capítulo 11
Pooh

Después de dejar a Bella en la casa de Petey y Trudy, me dirijo a


la casa club. Dejo caer mi culo en un taburete y le pido una cerveza a
Toes. Mientras miro alrededor de la sala principal, veo a Vex. Está
sentado en un sofá, con las piernas apoyadas en una mesa de café
con una puta del club, Peaches, dándole un baile erótico, en topless.
Sus tetas infladas están rebotando y está frotando sus partes con
fuerza en la entrepierna de Vex. Miro de cerca el rostro de Vex y no
veo la excitación habitual que suele estar allí. Parece aburrido. Se ve
exactamente como me he estado sintiendo últimamente. Quizás
estamos envejeciendo y ver lo mismo todos los días se está
volviendo rutina. Más como si finalmente estuviéramos madurando.
He visto todas las partes de Peaches y no necesito, ni quiero,
volver a ver nada. Sí, he estado metido en ella, pero una vez, o tal
vez dos, fue suficiente. Me doy cuenta de que me siento así con todas
las chicas del club. Estoy aburrido, desinteresado y cansado de sus
dramas. Desde que Gunner, Axel, Petey y Chubs han encontrado a
sus mujeres, las chicas del club tienen menos donde elegir y se han
vuelto agresivas entre ellas y con nosotros, los solteros.
Estoy harto de que me manoteen el paquete y me caigan encima
cada vez que me siento. Si quiero su atención, la pediré. Pero no la
quiero y ellas perciben esa mierda. Así que han subido la
temperatura y su desesperación apesta. Menos ropa es lo primero
que noté. Ahora se están volviendo más agresivas y es un desafío
estar en la sala principal por la noche sin sentirse molestado en
algún momento. Lavar, enjuagar, repetir. Joder, voy a tener que
volver a comprobar y asegurarme de que todavía tengo un palo y
piedras porque nunca antes me había apartado de esa mierda y
ahora me aburre hasta las lágrimas.
Sé que me atrae Pippa y me gustaría conocerla mejor. Pero ella
dijo que no a una cita y tengo que respetarlo. Lo triste de eso es que
mientras su boca dice que no, sus ojos me desnudan y me hacen
cosas sucias. Me gusta saber que sus pensamientos la llevan a la
zanja, pero eso no le hace ningún bien a mi polla. Necesita acción
pero ella aún no ha llegado allí. ¿Qué hago? ¿Esperar y tener
esperanzas que ella vuelva o seguir adelante?
Vuelvo a mirar a Vex y veo que Peaches está ahora de rodillas
ocupada chupando a Vex. Me parece que he visto su polla tanto
como la mía. Puede que sea un promiscuo pero nunca me han
gustado las exhibiciones públicas. Me gusta mantener esa mierda en
privado. A la mierda esto. Necesito largarme de aquí por un tiempo.
Es hora de un agradable y largo paseo en moto por la noche. Quizás
el viento y la carretera aclaren mi mente.
-*--*--*--*-
—Pooh, cariño, ¿podrías mostrarme ese movimiento de nuevo?
No lo estoy haciendo bien—ronronea una de nuestras clientes del
gimnasio. Otra ama de casa aburrida que viene aquí, no para
ponerse en forma o aprender a defenderse, sino para manosear y
comerse con los ojos a los miembros del club y del gimnasio. Solía
disfrutar de la atención, pero ahora simplemente me molesta.
—Sí. Separa los pies a la altura de los hombros y endereza los
hombros —le digo. Ni siquiera puedo recordar su nombre y ha
estado viniendo aquí durante meses.
—¡Pooh!—grita Axel.
Miro en su dirección y veo a Pippa y un par de mujeres más
paradas junto al escritorio. Sin mirar atrás, camino hacia su grupo.
—¡Oye! ¡Pooh! ¡Me estabas mostrando un movimiento!—grita el
ama de casa.
La ignoro, para deleite de Axel, y me detengo al lado de Pippa.
—Hola. ¿Decidiste venir a tomar algunas clases?
—Nosotras pensamos que vendríamos y miraríamos lo que está
disponible y a que hora necesitaríamos estar aquí—responde Pippa.
Dios, amo esos ojos suyos. Tan marrones oscuros que a veces se ven
negros.
Miro a las otras tres mujeres con Pippa y noto que ninguna me
mira a los ojos. Una todavía tiene un ojo morado que se está
desvaneciendo y la otra tiene un yeso en el brazo izquierdo. Puedo
sentir que mi sangre empieza a hervir.
—Eso depende de lo que quieran aprender. Si quieren una
defensa personal básica o algo más como krav maga, eso es más
duro y les enseñará cómo alejarse de un atacante y cómo vivir para
luchar otro día. Sugeriría eso. Se necesita tiempo, pero es muy eficaz
y fortalecerá vuestro corazón.
—Quiero aprender eso—habla la mujer del ojo morado. Ella me
mira a los ojos brevemente y veo determinación en los suyos.
—Yo también—dice la tercera mujer mientras la del yeso asiente
con la cabeza.
—¿Cuál es el costo de las clases y en qué horas se imparten?—
pregunta Pippa.
—El horario del gimnasio es de 6 am a 10 pm. En cualquier
momento que os presentéis durante esas horas, uno de nosotros
trabajará con vosotras. Si podéis encontrar un horario que sea bueno
para todas, organizaremos una clase grupal. Queremos que reciban
estas clases. Sin costo para ninguna de vosotras—interviene Axel.
—Descubrirán que estas clases no solo os enseñan movimientos
de defensa personal y fortalecen tu cuerpo, sino que os dará la
sensación de recuperar el control. De estar a cargo de vuestro
cuerpo. El empoderamiento es algo que muchos clientes han dicho
que obtienen al aprender a defenderse —agrego.
—¿Tienes clases que me enseñen cómo arrancarle la cabeza a
alguien? ¿O aplastarles la cara? —pregunta amargamente la mujer
número tres.
Me río cuando respondo:
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—También tenemos clases para eso. Te enseñaremos todo lo que
necesites para aprender a estar segura, cariño.
—Creo que es seguro decir que todas estamos interesadas en
tomar las clases. ¿Cuándo podemos empezar? —pregunta Pippa.
—Pueden comenzar de inmediato o en cualquier momento que
les funcione mejor. Cuando vengan a clases, pregunten por Axel,
Cash o por mí. Todos somos instructores capacitados en krav maga y
otras clases de artes marciales. Pueden usar cualquiera de los
equipos que están aquí cuando lo deseen. Déjenme darles un
recorrido rápido por lo que está disponible aquí y los vestuarios.
Síganme por favor.

—Así que volverás a las 7 p.m. para dar esa clase, ¿verdad?—dice
riendo Axel. Las mujeres hicieron el recorrido y acordaron reunirse
aquí esta noche para su primera clase.
—Sí, cara de polla, estaré aquí—respondo.
—Últimamente has estado de mal humor. O estás menstruando o
tu mano se está cansando—responde Axel.
—Vete a la mierda, Assman—le digo, sonriendo.
—Es la tercera vez hoy que alguien te dice que te vayas a la
mierda, Axel. Estás en racha—agrega Cash mientras se detiene en el
escritorio junto a nosotros.
—Hola, chicos. ¿Bailey está por aquí? —pregunta Ava mientras se
detiene junto a Cash. Mac, su guacamayo, salta de su hombro y
comienza a pavonearse con sus cosas sobre el escritorio. Loki cae
sobre su vientre junto a los pies de Ava.
—¡Hola, Cash! ¡Hola, Pooh! ¡Hola, Nancy!—dice en voz alta Mac
mientras agita su ala hacia nosotros.
—¿A quién llamas Nancy, cerebro de pájaro?—pregunta Axel.
—A ti, niña grande—responde Mac.
—¡Deténganse! ¡Los dos! No necesito escuchar el tipo de
conversación que siempre tienen—exige Ava.
—El maldito pájaro es un dolor en el culo, hermana—dice Axel.
—No tanto como la cera—grita Mac, haciéndonos reír a todos,
menos a Axel.
Axel mira a Mac con el ceño fruncido. Mac se arregla las plumas
mientras mira a Axel. Es un enfrentamiento como de costumbre con
estos dos locos.
—Bailey está en la oficina, Ava. ¿Quieres que la vaya a buscar por
ti? —pregunta Cash.
—No, puedo ir a buscarla. Vamos a almorzar juntas. Es una cita
de chicas—responde Ava, sonriendo.
—¿Por qué no puedo ir?—se queja Axel.
—Es una cita de chicas, Axe. Trudy y Lucy se encontrarán con
nosotras.
—¿Y qué? ¡Tengo hambre!
—Todos hemos visto su pogina (polla+vagina) antes, así que califica
para ir a una cita de chicas—agrego mi grano de arena.
—¡Que te den, Pooh!—grita Axel.
—¿Con qué?—pregunta Mac, mientras inclina la cabeza en
ángulo.
—¡Suficiente! Ni una palabra más, Mac—ordena Ava.
—Sí ,Mac. Ni una palabra más—se regodea Axel.
Mac empieza a silbar y estoy casi seguro de que está silbando la
canción de Pre y Woman.
Ava levanta al pájaro y se dirige a la oficina con Loki siguiéndola.
Las mujeres se van a su cita para almorzar y Axel hace pucheros. Es
otro día normal en la vida del Devil's Angels MC.
Capítulo 12
Pippa

Me alegré de ver cuántas mujeres quieren tomar las clases con


Pooh. Yo también estoy emocionada, pero no estoy segura si es por
el aprendizaje o por el tiempo que pasaré con él. Los pensamientos
de Pooh han mantenido mi mente ocupada durante días. Si alguien
supiera cuántas veces me he tocado con su imagen en mi cabeza,
cambiaría mi nombre y me iría de la ciudad para siempre.
Pongo mucha atención a mi apariencia y elección de ropa y
entonces me río de mí misma. Voy a un gimnasio. ¿A quién le
importa el cabello, el maquillaje y si mi ropa es elegante?
Lamentablemente, a mí. Hoy vi a algunas de las mujeres allí y no
quiero parecer un desastre antes de que la clase comience.
Las mujeres y yo entramos en el gimnasio a las 7 pm en punto.
Pooh está de pie junto al escritorio y caminamos hacia él. Cuando
levanta la vista y nos miramos a los ojos, estoy agradecida de haber
tenido ese cuidado extra con mi apariencia. Sus ojos vagan por mi
cara antes de deslizarse arriba y abajo de mi cuerpo y me deja más
caliente de lo que estaba cuando entré al gimnasio. Él sonríe y me
golpea de lleno en el estómago.
Una vez que comienza la clase, Pooh es todo profesional. Se está
tomando esto en serio y es obvio que quiere que todas y cada una de
nosotras aprendamos movimientos que podrían salvarnos la vida.
Eso me hace quererlo aún más. Usa mi cuerpo varias veces para
demostrar un movimiento, pero siempre es profesional, incluso si mi
cuerpo quiere olvidar dónde estamos y disfrutar de su toque.
Pooh no nos la hace fácil y, sin embargo, toma en consideración
las lesiones que algunas de las mujeres aún enfrentan. Al final de la
sesión, reparte botellas de agua y después repasa verbalmente todo
lo que aprendimos esta noche. Da consejos sobre seguridad y estar
atentas, y lo asimilamos todo. Ya me siento más capaz y puedo decir
por las miradas de las demás que ellas también. Le doy una mirada
larga y prolongada y me doy cuenta de que él hace lo mismo
conmigo. Le agradecemos, coordinamos un horario para nuestra
próxima sesión y regresamos a New Horizons.
-*--*--*--*-
Han pasado algunas semanas desde que las mujeres y yo
tomamos nuestra primera clase con Pooh. Las chicas han convencido
a algunas de las otras para que también las tomen, así que ahora es
un grupo bastante grande. ¡Amo estas clases! Me siento más capaz y
confiada. Sé que aún no tengo los conocimientos suficientes para ser
eficaz, pero es un comienzo. Craig se ha ofrecido como voluntario
para dejar que las mujeres prueben sus nuevos movimientos con él y
es genial verlas practicar pero teniendo mucho cuidado con el
pequeño. Se siente importante y servicial y definitivamente se
considera el hombre de la casa. Es lindo.
Pooh y yo nos enviamos mensajes de texto a menudo. No me está
presionando en absoluto y eso lo hace más agradable. Tengo la
oportunidad de conocerlo sin la presión de tener citas. Ha pasado
varias veces para pasar el rato con Craig y a Craig le encanta tanto
como a mí. Las mujeres han salido de sus caparazones estando cerca
de Pooh y lo adulan y se enfadan con él cuando se contiene. Nunca
coquetea con ninguna y solo da consejos cuando se lo piden. No
juzga, pero se apresura a fomentar su independencia. Creo que está
en el trabajo equivocado porque sería genial haciendo mi trabajo.
Sin embargo, a veces siento que me aprovecho de él. Parece que
cada vez que pasa, hay que arreglar algo. Sin embargo, creo que eso
es lo que pasa con las casas antiguas. Nunca se queja e insiste en
arreglar cualquiera que sea el problema en ese momento. Es hábil
con todo tipo de cosas y ha sido un regalo del cielo no tener que
llamar a un plomero o electricista para cada pequeña cosa. Trigger
también se ha detenido unas cuantas veces, ¡y es increíble! Tammy
brilla un poco más tan pronto como ve a Trigger y deseo por su bien
que él estuviera interesado. Parece sonreír más en su presencia y me
he preguntado más de una vez si es solo gay o tal vez bisexual. Me
encantaría preguntarle, pero esa no es una conversación que sé cómo
empezar.

Una preocupación que tengo últimamente es lo poco que está


aquí la madre de Craig, Katrena. Se está aprovechando el servicio
gratuito de niñera y últimamente no ha vuelto a casa mucho tiempo.
Sé que necesito hablar con ella sobre eso, pero ha sido difícil
rastrearla. No vivo en New Horizons, así que no estoy allí las 24
horas del día, los 7 días de la semana, para atraparla cuando aparece.
Y ella no contesta su teléfono, ni devuelve mis mensajes de texto.
Además, algunas mujeres me han dicho que ha vuelto a casa
borracha o drogada un par de veces. Lamentablemente, Craig no
parece darse cuenta y eso me dice que su ausencia en su vida no es
nueva. Mi misión es tener una charla con ella y pronto. Pero
mientras tanto, paso todo el tiempo que puedo con Craig.
Le expresé mi preocupación por Katrena y Craig a Pooh y él dijo
que haría que Rex chequeara sus actividades. Espero contra toda
esperanza que esté ocupada haciendo las cosas correctas, pero sé en
mi interior que no lo está.
-*--*--*--*-
BILF: Tenemos una comida al aire libre en el club este fin de semana.
Estás invitada. Las mujeres, Tammy y Craig también.
Yo: Um, ¿qué tan salvajes se vuelven?
BILF: Durante el día, no está mal. Está bien que Craig esté aquí. De
noche, no está bien para él. Los niños se van después de la comida.
Yo: Está bien, se lo haré saber a todas. ¿Qué puedo llevar?
BILF: Le preguntaré a Ava, pero probablemente nada. ¿Sabes cocinar?
Yo: Si se trata de un microondas, sí.
BILF: Um, no necesitas traer nada. Ava lo tendrá todo cubierto.
Yo: ¿Tienes miedo de mis habilidades culinarias?
BILF: Me han hospitalizado antes por mala comida. ¡Así que sí, sí lo
tengo!
Yo: ¿Puedes cocinar? ¡Y quiero escuchar esa historia algún día!
BILF: Cosas básicas, sí. Y la historia es triste. ¡Ojalá hubiese muerto!
Yo: ¡También quiero escuchar la historia de cómo obtuviste tu nombre!
¡Suelta los detalles, amigo!
BILF: ¡Jamás!
Yo: Bien, entonces ¿me contarás sobre el tatuaje en tu pecho? Geti. Si es
demasiado personal, dime que me ocupe de mis propios asuntos.
BILF: Geti era mi hermana. Su nombre era Bridget, pero cuando era
niña la llamaba Geti y se le quedó. Murió a los 23 años. La amé hasta la
muerte y de regreso. Larga historia pero te la contaré alguna vez. ¿Sí?
Yo: Sí. Lamento haber preguntado, Pooh. Lamento que hayas perdido a
alguien que amabas.
BILF: No lo lamentes. Ella era una hermosa persona que perdió el
rumbo. Se merece ser recordada.
Yo: Eres un buen tipo, Pooh. Me gustas.
BILF: Gracias, muñeca. El sentimiento es mutuo. ¿Vienes a la comida?
Yo: Sí, creo que lo haré.
BILF: Estarás a salvo, nena. Pasa el rato conmigo, ¿Ok?
Yo: Por supuesto. De acuerdo, estoy deseando que llegue.
BILF: Dulces sueños, muñeca.
Yo: Lo mismo para ti, Pooh.
-*--*--*--*-
Es el día de la comida del club y estoy emocionada. Aunque no
estoy tan emocionada como Tammy. Ella todavía no cree que Trigger
sea gay, pero pienso que eso es solo una ilusión. Aunque está
decidida a averiguarlo con certeza y me preocupa que vaya a ser
rechazada. Y estoy un poco nerviosa sobre cómo va a hacer para
conseguir esa información.
Craig, Tammy y yo llegamos a la casa club de Devil's Angels y
todos los que pasamos nos dan la bienvenida de inmediato.
Reconozco a muchos hombres y algunas mujeres, pero mis ojos están
ocupados buscando a Pooh. Vex se acerca sigilosamente a mí y me
pasa el brazo por los hombros. El hombre es hermoso. No hay otra
forma de decirlo. Sería imposible tener vagina y no sentirse atraída
por él. De hecho, estoy un poco sin palabras estando tan cerca de él.
—Hola. Me alegra ver que todos vinieran hoy—nos saluda Vex.
—Hola, Vex. Es bueno verte. Gracias por invitarnos, chicos—
responde Tammy.
—Hay un pequeño patio de juegos detrás del edificio para los
niños, Craig. ¡Y toda la comida que puedas querer comer! Ava nos
cuida de manera excelente.
—¡Genial! ¿Hay otros niños aquí? —pregunta Craig emocionado.
—Hay algunos aquí hoy. Bella está por algún lado. Si encuentras
a Loki, encontrarás a Bella.
Antes de que me dé cuenta, Craig ya está en marcha. Desaparece
detrás de la casa club en solo unos segundos.
—Supongo que está cansado de nuestra compañía—digo, riendo
a carcajadas.
—¡Bueno, yo no lo estoy! Vamos, señoritas, déjenme presentarlas
—responde Vex, pasando su otro brazo sobre los hombros de
Tammy y dirigiéndonos hacia las mesas de picnic.
Veo a Pooh y observo un ceño fruncido en su rostro cuando nos
ve. Empieza a caminar en nuestra dirección y no parece feliz. No sé
por qué, porque él fue quien nos invitó. Debo haber titubeado un
paso porque Vex me dice en voz baja al oído:
—Soy yo el que se está ganando esa mirada, Pippa. No tú.
Miro a Vex confundida y veo una pequeña sonrisa. Cuando
vuelvo los ojos a Pooh, se ha detenido frente a mí y sus brazos están
cruzados. Su ceño ahora está dirigido a Vex y después se mueve al
brazo de Vex alrededor de mis hombros. Y luego de vuelta a la cara
de Vex. Ahora lo entiendo y ahogo una sonrisa. Encuentro que me
gusta un Pooh celoso.
Salgo de debajo del brazo de Vex y me acerco a él. Pongo mis
manos en su cintura y le doy un beso rápido en la parte inferior de la
barbilla. Cuando doy un paso atrás, su brazo detiene mi movimiento
envolviendo mi cintura y manteniéndome cerca. Me mira y el ceño
fruncido se convierte en una hermosa sonrisa.
—Hola, muñeca.
—Hola, Pooh.
—Me alegra que hayas venido.
—A mí también.
—Tammy. Encantado de verte de nuevo—afirma Pooh
cortésmente.
—Gracias por la invitación, Pooh. Nosotras est…
—¡Piiiippppaaaa! ¡Piiiiiippppppaaaaa!—escucho a Craig gritar
mientras se acerca en mi dirección. Sus ojos están muy abiertos y
parece aterrorizado.
Empiezo a alejarme de Pooh, pero él me suelta, da un paso
adelante y balancea a Craig en sus brazos antes de que pueda chocar
contra mí a toda velocidad. Craig se aferra a él de inmediato.
—¡Craig! ¿Qué pasa? ¿Que pasó? ¿Estás herido?—le pregunto,
mientras lo reviso frenéticamente en busca de sangre.
Veo a Ava y Bella apresurándose en nuestra dirección y Ava
parece molesta. Oh, Dios, ¿qué hizo Craig ahora? Al menos Ava
parece seca, así que sé que no encontró una manguera en ninguna
parte.
Mientras esconde su rostro en el cuello de Pooh, escucho a Craig
decir:
—¡Era inmenso, Pippa! ¡Gruñó y resopló y me iba a comer! ¡Corrí
y empezó a seguirme! ¡Yo arrastré mi culo!
—¡Oh Dios mío! ¡Lo siento mucho, Craig! Cariño, ¿estás bien?—
pregunta Ava cuando llega a nuestro grupo.
—¡No, no lo estoy! ¡Obvio! ¡Creo que me cagué encima!—dice
Craig en voz alta, ahora levantando la cabeza y mirando a su
alrededor como si “eso” todavía estuviera detrás de él. Noto que
todavía tiene un agarre mortal en el cuello de Pooh.
De repente, Pooh y Vex comienzan a reír y no estoy segura de por
qué. Un niño asustado no es nada gracioso.
—Cariño, fue Gee a quien viste. ¡Es súper amigable, te lo
prometo! Le encantan los niños, el skate y la ropa. Es un cerdo.
¿Nunca has visto un cerdo antes? —pregunta Ava, un poco más
tranquila ahora.
—¿Dónde mierda vería yo un cerdo? ¡Vivo en una ciudad, mujer!
—¡Craig! ¡No digas palabrotas y debes disculparte con la señora
Ava! —le digo con severidad.
—Lo siento, señora Ava. Esa cosa me asustó—masculla él.
Todos los adultos ahora se están riendo de Craig y su
desafortunado encuentro con Gee. Miro hacia arriba y veo a un lindo
cerdito rojo y negro que se mueve en la esquina del edificio.
Curiosamente, lleva una camisa abotonada estilo hawaiano en azules
y verdes con botas de barro rosa. Juro que está sonriendo mientras
avanza lentamente hacia nosotros.
Craig mira a Gee con escepticismo mientras se acerca, pero creo
que es adorable. Pooh se agacha, todavía sosteniendo a Craig, y
extiende una mano para acariciar a Gee en la cabeza. El cerdo suelta
un pequeño resoplido y golpea su cabeza contra la mano de Pooh.
Me agacho y le doy un masaje corporal y recibo un resoplido a
cambio. ¡Instan-amor-táneo para mí! Tammy hace lo mismo y
cuando ambas escapamos ilesas, Craig se desliza lentamente del
agarre de Pooh y se queda mirando a Gee.
—¿Qué comen los cerdos, señora Ava?—pregunta.
—Muchas cosas, realmente. Les gustan las frutas y las verduras.
Te las robará si le das la espalda—le informa Ava.
—Me gusta esa idea. Puede comerse todas mis verduras. Me
asustó un poco, pero es genial—afirma Craig, extendiendo
lentamente la mano para acariciar a Gee.
No pasa mucho tiempo antes de que el niño y el cerdo sean
buenos amigos y estén corriendo juntos por el lugar.
Capítulo 13
Pooh

Invitar a Pippa fue una gran idea. Invitar a Tammy no. Esa mujer
no aceptará “gay” por respuesta. Me he asegurado de que tanto
Pippa como Tammy conozcan a todas las personas que aún no
conocen y sigo tratando de guiar a Tammy hacia las mujeres, pero no
está sucediendo. Maldita mujer. Gravita hacia Trigger cada vez que
le doy la espalda. Ellos parecen disfrutar de la compañía del otro,
sonriendo y riendo, y eso solo aumenta mi culpa. Mañana tendré
que confesarme con Trigger y esperar lo mejor. Lo mejor es que no
me mete una bala.
Tengo que admitir que me gusta tener a Pippa en el club, estar
con mi familia y tenerla cerca. Ella no se aleja de mi lado y eso me
hace sentir de tres metros de altura. He notado las miradas que está
recibiendo de los otros hombres y, por un lado, me hace sonreír y,
por el otro, me dan ganas de arrancarles los ojos. Vex y yo también
estaremos charlando mañana.
Después de comer, riéndonos de que Craig le diera a escondidas
sus verduras a Gee, Pippa y yo nos sentamos juntos y disfrutamos
de una cerveza. Me gusta lo cómoda que se siente con los hombres y
mujeres que se han convertido en mi familia. Craig encaja
perfectamente y todos se aseguran de que se divierta hoy.
—¿Cómo te va con la madre de Craig?—le pregunto.
—Uf. No ha vuelto a casa en dos días. Envió un mensaje de texto
diciendo que estaba atascada con algo, pero era vago y no he sabido
nada de ella desde entonces. No responde mis llamadas o mensajes
de texto. Lo triste de todo esto es que Craig no ha preguntado ni una
sola vez por ella. Ni una maldita sola vez.
—Parece que está acostumbrado a que sea una irresponsable. Eso
está mal. El niño necesita una madre y estabilidad. Me molesta que
ella no esté preocupada por cómo le está afectando todo esto—
agrego.
—Ella ni siquiera pregunta por él cuando nos envía un mensaje
de texto. No ha utilizado ninguno de los servicios que ofrece New
Horizons, excepto el cuidado de niños para Craig. Se niega a seguir
cualquiera de las reglas. Si continúa, tendré que echarla y nunca
antes he tenido que hacer eso.
—¿Y qué le pasa a Craig entonces? Eso es estar en una mala
situación, Pippa. Si necesitas ayuda con algo de eso, házmelo saber.
Allí estaré—le aseguro—. Puedo hacer que Rex la encuentre y
podemos hablar con ella juntos, si quieres.
—Espero que no llegue a eso, pero gracias. Te haré saber si
necesito la ayuda de Rex.
Gunner y Petey se acercan a nuestra mesa y toman asiento. Cada
uno sostiene a una de las hijas gemelas de Gunner y Ava, Mia y Zoe.
Extiendo los brazos a la gemela que Petey está sosteniendo y él la
aleja de mi y me mira.
—¿Qué diablos, viejo? ¡Déjame abrazar a mi sobrina!
—¡Acabo de poner mis manos sobre ella! Abuelo supera tío.
¡Apártate!—me informa.
—Dios mío, son preciosas—dice Pippa.
Y lo son. Grandes ojos verdes, mejillas regordetas y negros
cabellos hacen que las niñas sean hermosas. Agregue el hecho de
que son bebés felices y sus pequeñas sonrisas son asesinas. Aunque
todavía no puedo distinguirlas.
Craig llega corriendo a nuestra mesa, sucio y sin aliento. Detrás
de él está Gee. Las bebés comienzan a reír, arrullar y extender sus
manos hacia Gee tan pronto como lo ven. Sí, Gee tiene muchos fans.
—¡Pips! ¿Adivina qué? ¡Vi un pájaro y es enorme! ¡También es de
todos los colores!—dice Craig.
—¿En serio? ¡Qué genial!
—¡Sí, mira! ¡Viene para aquí! —grita Craig emocionado.
Miro hacia arriba y veo a Mac pavoneándose por el patio y se
dirige hacia nuestra mesa. Agita su ala a alguien y luego choca los
cinco con Pigeon cuando pasa junto a él. Cuando llega a nuestra
mesa, bate sus alas un par de veces y aterriza en la mesa frente a
donde está parado Craig. Los ojos de Craig están tan abiertos que
casi espero que se caigan. Craig se acerca lo suficiente a mí para
presionar su cuerpo contra mi costado mientras mira a Mac con
asombro.
—¡Hola! Soy Mac—grita Mac en voz alta—. ¿Quién eres tú?
—¡Pooh! ¿Quién dijo eso?—pregunta Craig. Lo miro y todo su
cuerpo está completamente congelado, los ojos aún abiertos y está
hablando por el costado de su boca. Casi como si su boca se moviera,
el pájaro lo notará. Sofoco una risa.
—Ese es Mac. Mac, éste es Craig—digo, haciendo las
presentaciones.
—¡Hola, Craig!—canturrea Mac mientras extiende su ala hacia
Craig.
—¿Qué mierda, Pooh? ¡Está hablando!—susurra Craig, todavía
sin mover un músculo.
—Mac es un guacamayo. Puede hablar y hacer todo tipo de
sonidos y ruidos. Es muy inteligente—le informo a Craig.
—¿Como un loro? ¿Como esos malditos Angry Birds?
—Sí, como esos Angry Birds, Craig.
—¡Choca esos cinco, Craig!—chilla Mac.
Craig duda por un momento y después choca los cinco
tentativamente con el ala de Mac. Nace una amistad. Todos los
adultos dan un suspiro de alivio porque Mac no abrumaba al niño
de cuatro años.
—Tus pies están retorcidos—afirma Craig mientras mira las patas
de Mac.
—Tu cara está sucia—responde Mac.
—Tu voz suena rara.
—¡Tú dices palabrotas!
—El maldito pájaro necesita ocuparse de sus propios asuntos,
Pooh—afirma Craig mientras se ríe tontamente. Estos dos son lindos
juntos, pero solo puedo estremecerme por los problemas en los que
podrían meterse.
Mac dirige su atención a las bebés que están directamente frente a
él.
—¡Hola, Mia! ¡Hola, Zoe! ¡Mac ama!
Total momento ahh y lo veo en los ojos de Pippa. Es una buena
mirada para ella. Observo cómo estira la mano y acaricia la cabeza
de Mac mientras él cambia su atención hacia ella.
—¡Hola! ¿Quién eres?—le pregunta Mac.
—Soy Pippa. Encantada de conocerte, Mac.
—Sip. Qué suerte tienes—responde la pequeña amenaza
arrogante.
Todos, incluido Craig, se ríen y a Mac le encanta la atención.
Antes de que pueda hacer otro comentario, Chubs y Lucy se acercan.
Chubs tiene un gran control remoto en sus manos, pero eso no le
impide tomar un poco de la mezcla de frutos secos de la mesa.
—Hola, Craig. Soy Chubs y ésta es mi novia Lucy. Cuando
supimos que ibas a estar aquí hoy, pensamos que te gustaría hacer
algo divertido. Mira esto, hombrecito.
Chubs usa el control para traer un camión a control remoto en
nuestra dirección. Tiene neumáticos grandes y es de un color azul
brillante. Tiene chimeneas y una parrilla cromada en la parte
delantera. Es el juguete de los sueños de todos los niños pequeños.
Los ojos de Craig se iluminan y se apresura a pararse cerca de
Chubs.
—¿Puedo conducirlo?—pregunta Craig con una mirada
esperanzada en su carita.
—¡Por supuesto que puedes! ¡Es tu camión! Lucy y Bella
pensaron que te gustaría uno, así que te lo compramos. Déjame
mostrarte cómo usar el control.
—¡Oh, guau! ¡Muchas gracias! ¡Es tan genial!—dice Craig.
Hago una nota mental para agradecer a Chubs y darles un abrazo
a Lucy y Bella más tarde. Hicieron el día del pequeño. Son personas
tan increíbles. Todos tienen un gran corazón y siempre están ahí
para sus amigos y familiares.
Mientras Chubs le muestra a Craig cómo manejar el camión, Lucy
se sienta junto a Pippa. Se presenta y le explica a Pippa que su padre
es el gobernador y que quiere hablar sobre New Horizons y ver si
puede obtener fondos del gobierno para ayudar con los gastos. Los
ojos de Pippa ahora se ven como los de Craig antes y tengo que
reírme.
Las mujeres están charlando y me tomo un momento para mirar
a las personas reunidas hoy. La familia es el tema y eso es lo que me
gusta. Y entonces mis ojos se posan en Tammy y Trigger. ¡Oh,
mierda! Están de pie cerca, con las cabezas inclinadas el uno hacia el
otro y hablando. Me siento culpable y sé que mañana tendré una
conversación con Trigger y Tammy. Y probablemente moriré.
Momentos divertidos que esperar.
—¡Paseo! ¡Paseo! ¡Quiero dar un paseo!—exige Mac.
Lo levanto y lo pongo en la caja del camión. Craig se ríe y prueba
el control. El camión se dispara hacia adelante y Craig corre detrás
de él y lo conduce salvajemente por el recinto para diversión de
todos los adultos presentes. Mac extiende sus alas y comienza a
hacer un sonido de sirena. Es muy realista y llama la atención de
todos. Los dos desaparecen rápidamente detrás de la casa club con
Axel persiguiéndolos mientras grita que quiere un turno. Solo
espero que no intente meter sus glúteos en el camión y simplemente
se conforme con conducirlo.
-*--*--*--*-
Es de noche y la vibra ha cambiado. Una de las mujeres de New
Horizons vino y recogió a un Craig exhausto cuando Tammy decidió
que quería quedarse más tiempo. Dejé de intentar vigilar su
paradero. La mujer está por todos lados y ha hablado con todos al
menos una vez hoy. Claramente se está divirtiendo y he notado que
los ojos de Trigger rara vez la abandonan.
Los otros niños, incluida Bella, también han sido llevados de
regreso a sus hogares. Las zorras del club y las strippers comienzan
a hacer sus apariciones. Se ve menos ropa y las cosas se pondrán
interesantes pronto. No estoy seguro de cómo reaccionará Pippa
ante una verdadera fiesta en un club.
Rara vez se ha ido de mi lado, excepto para ayudar con la
limpieza, y estoy muy feliz por ese hecho. Hicimos nuestras rondas y
charlamos con todos, pero ahora nos apoyamos contra la pared de la
casa club y vemos a la banda prepararse. Estoy debatiendo sobre
sacarla de aquí o quedarme y ver qué piensa.
—Me gustan los miembros de tu club, Pooh. Todos han sido muy
amables con nosotras y especialmente con Craig. Tuvo el mejor
momento hoy. Gracias por invitarnos—me dice Pippa en voz baja.
—De nada, muñeca. Me alegro de que hayas venido.
—¡Hola, Pooh! Búscame más tarde, ¿de acuerdo? —dice
arrastrando las palabras Peaches mientras pasa. Lleva ropa puesta,
pero no cubre casi nada. Su sincronización apesta. Siento que Pippa
se aparta mentalmente de mí al instante.
—Debería ir a buscar a Tammy y ponerme en marcha. Gracias…
—No, no deberías. Debes tener en cuenta que estoy aquí contigo,
no con Peaches, porque quiero estarlo. Has estado a mi lado la
mayor parte del día y eso es exactamente lo que quería—le digo con
sinceridad.
Odio la expresión insegura en el rostro de Pippa. No está
acostumbrada a mi estilo de vida, a mi estilo de vida de motero, y la
duda está surgiendo. Sé que es una mujer fuerte e independiente y
esa es una de las principales cosas que me gustan de ella. Pero esa
vena independiente le está diciendo que se aleje de alguien como yo.
Sí, soy una personalidad de tipo alfa, pero no soy un idiota que
esperaría que ella se sentara en casa mientras yo la engañaba con un
pedazo de culo de club. Pero no estoy seguro de que Pippa me
conozca lo suficiente como para entender eso todavía.
—Ya lo he notado, Pooh. Pero también he notado lo informal que
son muchas de las personas aquí sobre el sexo y las relaciones.
¿Putas del club? ¿En serio? Tal vez sea por mi trabajo, pero miro a
esas mujeres y me pregunto qué pasó en sus vidas para que ser una
puta de club sea una buena idea. Me esfuerzo por no juzgar porque,
mientras todos las llaman putas, veo mujeres dañadas. Mujeres con
baja autoestima y no nacieron así. Se ha desarrollado con el tiempo a
partir de ser tratadas como menos y se han acostumbrado a aceptar
desechos.
Nunca antes lo había mirado de esa manera. Simplemente asumí
que las mujeres disfrutaban del sexo y el alcohol y eso era todo.
Estoy seguro de que disfrutan de ambos, pero ¿por qué conformarse
con menos, conformarse con un flujo constante de diferentes camas y
pollas?
—Otra cosa que es injusta es que son despreciadas por elegir ser
putas y, sin embargo, los hombres que se acuestan con ellas no son
mejores. Los he oído a todos reírse de que Vex sea un promiscuo,
pero se dice de una manera casi reverente. Como si fuera tan guapo
que puede follar con cualquiera, en cualquier momento y es genial.
Pero las mujeres son tratadas como menos porque hacen la misma
maldita cosa. Los dobles estándares apestan. Si me acostara contigo,
Vex y Cash, de repente me despreciarían, pero ninguno de vosotros
sería despreciado. No me malinterpretes, no soy fan de las mujeres
de tu club, pero los hombres que las usan no son mejores.
Bueno, joder. No tengo nada que decir al respecto y lo peor es
que ella tiene razón. Todos disfrutamos de los beneficios de tener un
culo libre para tocar y nunca nos preguntamos sobre la historia
detrás de la vida de la chica. Soy tan culpable como el resto de los
hombres.
—No tengo todas las respuestas a los problemas de la vida,
Pippa. Solo sé que has estado aquí conmigo todo el día y eso me ha
gustado mucho. Y no me interesa el culo del club. No he estado en
mucho tiempo con ellas y ciertamente no desde que nos conocimos.
No soy perfecto, nunca dije que lo fuera, pero me gustaría tener la
oportunidad de conocerte mejor. Pasar tiempo contigo y no solo
enviando mensajes de texto.
Pippa se acerca a mí y coloca su mano sobre mis abdominales.
—Eso también me gustaría, Pooh. Pero no estoy lista para
meterme en la cama y complicar las cosas con el sexo. No tengo
mucha experiencia y eso es por mi elección. No soy virgen ni
mojigata. También tengo mis perversiones. Pero no estoy segura de
estar lista para el siguiente paso.
—Entonces pasa tiempo conmigo y dejaremos el sexo fuera de la
mesa. Nos moveremos a una velocidad con la que te sientas cómoda,
cariño. No hay prisa, no me voy a ninguna parte. ¿Sí?
Mientras Pippa piensa en eso, Pigeon pasa junto a nosotros
cargando a una puta desnuda sobre su hombro mientras la toca. La
mujer, Joanie, está gimiendo sin parar y pidiendo más. Actualmente
odio a mis hermanos del club por darle a Pippa la idea de que podría
ser yo en lugar de Pigeon. Hace unos meses, podría haberlo sido.
¡Maldición!
—Está bien, Pooh. Puedo hacer eso.
Antes de que cambie de opinión, me inclino hacia adelante y rozo
mis labios con los de ella. Agarro suavemente ambos lados de su
cara y acerco su cuerpo al mío mientras cambio el ángulo de mi boca
y la beso más fuerte. Sus manos se apoyan en mi cintura y aplana su
cuerpo contra el mío mientras responde de todo corazón. Sabe a
azúcar y su boca hace locuras en mi cabeza. Desliza la lengua a lo
largo de la mía y da lo mejor que puede. Después de un momento,
me aparto un poco y admiro la mirada ardiente en sus ojos y la
tersura de sus labios.
—No necesito que me lleves a casa, Pips. Tengo un paseo—
interrumpe Tammy, riendo como una colegiala.
Ambos nos volteamos para verla a ella y a Trigger pasando, las
manos juntas. La expresión del rostro de Pippa no tiene precio. No
sabe si avergonzarse, reírse o insistir en una charla moral con
Tammy. Afortunadamente, solo asiente con la cabeza y vuelve sus
ojos grandes y sorprendidos en mi dirección. Es lindo.
—¿Quiero saber adónde van?
—Cada uno de nosotros tiene una habitación aquí. Supongo que
ahí es hacia donde se dirigen.
—¿Vives aquí?
—Por el momento, sí. Sin embargo, voy a construir una casa en la
propiedad.
Pippa vuelve a acercarse a mí y sacude mi mundo en silencio
cuando dice:
—¿Te molestaría si quisiera dejar la fiesta y pasar el rato contigo
en tu habitación?
—No en lo más mínimo, cariño.
—¿Sigues con tu historia de que Trigger es gay?—pregunta Pippa
con una sonrisa de complicidad.
—¿Me creerías si te dijera que estoy seguro de que lo he visto
mirando mi trasero?—le pregunto en respuesta.
—No.
—Me quedo con la quinta enmienda. Vamos a mi habitación,
relajémonos y veamos si quieres torturarme sexualmente para
sacarme la verdad, ¿si?
Estamos acostados en mi cama, de lado uno frente al otro. Pippa
decidió que le gustaría pasar la noche aquí conmigo en lugar de
conducir a casa. Mientras la quiero desnuda, tomaré esto en
cualquier momento. Lleva una de mis camisetas y un par de bragas.
Se ve caliente como la mierda con esas piernas largas y doradas que
sobresalen de mi camiseta. Tengo mi mano en su cabello,
acariciándolo y dejándolo deslizarse entre mis dedos mientras
hablamos.
—Hiciste un comentario antes que me gustaría volver a visitar—
le digo a ella.
—¿Qué comentario?
—Dijiste que también tienes tus perversiones. Vamos a discutirlas
—le digo, mi voz se hace más profunda con solo pensar en Pippa
siendo pervertida.
Ella sonríe con picardía y ahora realmente quiero saber.
—Todo el mundo tiene cosas que considera pervertidas, pero
puede que no lo sean para otra persona. ¿Sabes a lo que me refiero?
Puede parecer una cosa salvaje para mí, pero es normal para otra
persona.
—Dime una de las cosas que consideras pervertidas que te gusten
y te diré si es algo normal para mí—le pido.
Espero algo manso de ella. Algo muy vainilla. Pero Pippa, una
vez más, me sorprende muchísimo cuando responde.
—Utilizo un pequeño vibrador en mi culo cuando me masturbo
hasta que me corro—afirma en voz baja. Como si pudiera estar
molesto por eso. Como si eso no hiciera que mi polla comenzara a
llorar instantáneamente.
—Jódeme, nena. Ansío ver eso cuando suceda. Quiero ver tu cara
cuando te corras. Será algo hermoso, ya lo sé—le digo mientras
acomodo mi polla.
—Yo también quiero verte tocarte. Me lo imagino cuando me
masturbo, Pooh. Estás caliente como el infierno y uso imágenes
mentales de ti masturbándote o duchándote para empujarme al
límite.
Pippa me ha dejado shockeado como la mierda. No esperaba que
estuviese tan cómoda hablando de sexo cuando era sincera acerca de
no tener mucha experiencia. Puede que sea una dama de día, pero es
una chica sucia de noche. Y es dueña de esa mierda sin pestañear.
Ella no podría ser más perfecta para mí.
—Podemos hacer que eso suceda cuando quieras, cariño. Joder,
estoy duro como una roca en este momento. Me gusta que estés
dispuesta a hablar sobre sexo y no esconderte de él.
—Creo que si alguien no está dispuesto a hablar sobre lo que le
gusta, lo que no le gusta o sus fantasías con alguien, entonces no
debería tener sexo con esa persona. El sexo debe anticiparse y
saborearse, no precipitarse en una habitación oscura. No tengo
ningún problema en hablar de eso. Simplemente no me gusta
apresurarme hasta que me siento cómoda con la otra persona y
quiero tener intimidad con ella y no solo quiero un orgasmo. ¿Eso
tiene sentido?
—Sí, cariño, lo tiene—respondo. Me encantan estas diferentes
capas de Pippa. No es tan remilgada y correcta como parece y eso la
hace aún más interesante.
—¿Qué tipo de perversiones tienes?—pregunta.
—Quiero atarte y vendarte los ojos. Quiero poner tu jugoso culo
en un columpio sexual y disfrutarte desde todos los ángulos.
—¡Eso es caliente! Ahora yo también quiero eso. Pero no me
gusta el sexo en público o en grupo. Me gustan las cosas privadas y
no comparto. Engañar es un cambio de juego para mí, Pooh.
—Lo mismo aquí, cariño. Si eres mía, eres solo mía y no quiero
que nadie más te vea desnuda o te vea la cara durante un orgasmo.
—Creo que estamos en la misma página, Pooh. ¿Puedo abrazarte
ahora?
—Joder, sí, muñeca.
Capítulo 14
Pippa

Cuando me despierto, me siento momentáneamente confundida


sobre dónde estoy. Entonces siento calor en mi espalda y piernas que
están entrelazadas con las mías y sé que estoy en la cama y los
brazos de Pooh. Está acurrucado a mi alrededor por detrás y mi
mejilla descansa sobre su bíceps. Empujo mi trasero hacia atrás y
siento su polla dura presionando contra mí.
Muevo lentamente el brazo derecho detrás de mí y paso
suavemente mi mano por su longitud. Cuando salió del baño anoche
solo con sus bóxers, pude ver bien todo lo dotado que era. ¡Y este
cabrón está dotado! Siento que su respiración cambia y sé que ahora
está despierto. Sigo pasando mi mano arriba y abajo por su polla
sabiendo que la estoy haciendo crecer en largo y ancho y eso hace
algo maravilloso en mis partes femeninas.
—Amo tu mano, bebé—murmura Pooh en mi oído mientras me
rodea con el brazo.
Con mi espalda aún pegada a su pecho, digo:
—Tengo la fantasía de poder masturbarte mientras te observo
correrte en mi mano. Tú no me tocas en absoluto. Simplemente te
recuestas, disfrutas y me dejas hacer lo que quiero. ¿Puedes darme
eso, Pooh? —pregunto mientras siento su polla sacudirse con fuerza.
—Joder, sí, nena. Haz lo que quieras.
Me vuelvo hacia él y miro esos hermosos ojos color avellana. En
este momento, son más verdes que marrones y brillan por la
excitación. Sexy y soñolienta excitación. Es hermoso y quiero ver
más de él.
Retiro las sábanas de nosotros y balanceo mi pierna sobre la suya
para estar a horcajadas sobre sus muslos. Bajo sus bóxers hasta que
están debajo de mi culo y no cubren las partes buenas de él. Su polla
está dura, es hermosa y enorme. Está bien recortado y todo se ve
delicioso. Observo con fascinación cómo se sacude ante el
tratamiento visual que está recibiendo.
Extendiendo ambas manos, me quito la camiseta de Pooh por la
cabeza y la tiro al suelo a nuestro lado. Mi ego femenino se eleva
cuando escucho el jadeo ahogado de Pooh y sus manos se acercan
por reflejo a mis chicas. Empujo sus manos a los costados y las
mantengo allí por un momento hasta que capta la indirecta. Yo lo
toco, no al revés. Por ahora, de todos modos.
—Joder, nena, tienes piercings—dice Pooh en voz baja y
angustiada mientras mira fijamente mis pezones. Sé que los
pequeños aros son un shock para él. Pero me encanta jugar con los
pezones y me los pongo mientras me masturbo. Le rogaré a Pooh
que también haga eso en algún momento.
—Sí, cariño, estoy llena de sorpresas. Mantén las manos a los
lados, Pooh. Te voy a masturbar ahora—le ordeno.
Agarro firmemente su polla dura como una roca y le doy un buen
tirón largo. Deslizo mi mano hacia arriba y hacia abajo y después
uso el pulgar para deslizarlo por la punta para recoger la humedad
que se escapa. La uso para lubricar su eje y continúo deslizando mi
puño hacia arriba y hacia abajo. Pooh gime, largo y fuerte, y me hace
sentir un cosquilleo por todas partes.
Utilizo mi mano izquierda para agarrar su saco de pelotas y darle
un tirón. Eso arranca otro gemido de la garganta de Pooh y todo su
cuerpo se sacude.
—Cierra los ojos, Pooh, y disfruta.
—¡Joder, no, no voy a cerrar los ojos! Quiero ver tu cara, tus tetas,
mientras me haces una paja. No pares, cariño, dame más.
Lo hago. Le doy el mejor trabajo manual de mi vida y no pasa
mucho tiempo antes de que su respiración cambie y sé que está
cerca. Amplío mis esfuerzos y miro fascinada cuando se corre. El
semen sale disparado de él y aterriza en mi mano y en su estómago y
su cuerpo convulsiona de placer. No detengo los movimientos de
mis manos hasta que su cuerpo se relaja. Cuando lo miro a los ojos,
los suyos son suaves y están entornados. Mientras lo observo,
levanto la mano y paso la lengua por mi dedo, saboreándolo. Sus
ojos se abren de golpe y una jodida sonrisa sexy golpea su boca.
Conseguí mi fantasía y él se corrió. ¡La mejor mañana de mi vida!

Después de lavarnos y tomar un café para llevar, Pooh me


acompañó hasta mi coche. Le envié un mensaje de texto a Tammy
diciéndole que me estaba preparando para irme, pero nunca recibí
una respuesta. Pooh dijo que se aseguraría de que ella llegara a casa
sana y salva si Trigger no podía llevarla. Estoy más que un poco
sorprendida con Tammy, pero es una adulta y me encantó la sonrisa
en su rostro anoche. Simplemente no quiero escuchar los detalles.
Nunca. Jamás.
Paso un día tranquilo en casa, limpiándola y lavando la ropa.
Tengo una semana ocupada en New Horizons, así que sé que
necesito hacer estas cosas o es posible que no se hagan, punto. Puede
que mis manos estén ocupadas quitando el polvo y trapeando, pero
todos mis pensamientos están en Pooh. Su cuerpo delgado y
musculoso, sus hermosos ojos bordeados por espesas pestañas
negras y su sonrisa asesina. Juro que puedo sentir mis bragas
derritiéndose cada vez que me sonríe.
Sin embargo, más que todo eso, es un buen tipo. Marca todos mis
casilleros de lo que quiero en un hombre. No soy una experta en
moteros y simplemente asumí que la mayoría eran criminales
degenerados, que eran una plaga para la sociedad. Me avergüenzo
por esos pensamientos. No solo sobre Pooh, sino también sobre los
miembros de su club. Todos y cada uno de los que he conocido han
sido muy agradables. No digo que sean perfectos, o ángeles, pero se
han acercado y nos han ayudado a mí y a New Horizons sin pedir
nada a cambio. He sido crítica y eso está muy mal. Prometo abrir mi
mente y hacerlo mejor en el futuro.
La casa está limpia, la ropa lista y estoy preparando una comida
en el microondas para la cena cuando suena el teléfono. Lo recojo y
veo un mensaje de texto de Margie, una trabajadora de fin de
semana en New Horizons.

Margie: Katrena trajo a un tipo aquí y pasó la noche. Todavía


durmiendo. Craig nunca lo vio y ahora lo tengo en el patio trasero jugando.
Yo: ¿WTF? Mantén a Craig alejado para que no los vea, ni a ella, ni a él.
Estaré allí en unos pocos minutos.
Margie: Lo haré. Lamento arruinar tu día libre.
Yo: No lo hiciste. Gracias, cariño.

Agarro el bolso y las llaves y voy al garaje. Estoy furiosa con


Katrena por romper las reglas de la casa y por no preocuparse por su
hijo. Sé que tengo que tomar algunas decisiones difíciles acerca de
ella y debo tomarlas pronto. Con el padre de Craig en la cárcel,
Katrena podría haberse mudado a su casa, pero decidió quedarse en
New Horizons en cambio. Ahora me doy cuenta, un poco tarde, de
que era, en parte, para que cuidáramos al niño y poco más. Algo más
está sucediendo con ella y necesito llegar al fondo y ahora.
Cuando llego a New Horizons, veo a Craig y Margie jugando con
su camión en el patio trasero. Craig grita hola y me saluda con la
mano. Le devuelvo el saludo mientras entro a la casa. Al entrar en el
área de la cocina y el comedor, veo una figura masculina sentada en
la mesa del comedor con Katrena sentada a horcajadas en su regazo.
Se están besando y, obviamente, no les importa que Craig pueda
entrar y verlos.
—¿Qué diablos, Katrena? Sabes que esto no está permitido aquí.
¡Tu amigo tiene que irse y tiene que hacerlo ahora!—le digo.
El hombre aparta la cabeza de Katrena y mira a su alrededor para
verme. Con una mueca en su rostro, dice.
—Hay más que suficiente de mí para todas, si estás celosa, mujer.
Espera tu turno y te alegraré el día.
Katrena tiene suficiente sentido común para deslizarse fuera de él
y volverse hacia mí. Ella se ve como el infierno. El maquillaje
manchado, el cabello despeinado de la cama, la ropa arrugada. Y
parece drogada.
—Hola, Pippa. No pensé que estarías aquí hoy. Saldremos en
unos pocos minutos—dice ella.
—Él tiene que irse ahora mismo y tú y yo necesitamos charlar en
mi oficina—le informo.
Escucho el ping de mi teléfono y lo miro en mi mano para ver un
mensaje de texto de Pooh.
—Nos iremos después de que termine mi café. Eres una especie
de perra y estás loca si crees que me vas a dar malditas órdenes—
responde el hombre, irritado.
—No soy una perra. Soy la maldita reina de las perras. ¡Y tú no
tienes derecho a estar aquí, así que vete!—respondo en voz alta.

BILF: Tammy y Trigger se fueron hace un tiempo. La lleva a casa.


Yo: Gracias.
BILF: ¿Vienes a clase mañana?
Yo: ¿Puedo llamarte más tarde? Ocupado con un problema en NH ahora
mismo.
BILF: ¿Qué tipo de problema?
Yo: La jodida de Katrena trajo a un tipo a casa anoche. Convenciéndolo
de que se largue. Te llamaré más tarde, cariño.

Cuando Pooh no responde, levanto los ojos y veo al hombre


tomando un sorbo de café y sonriéndome. No parece estar
preparándose para irse pronto. ¡Hijo de puta! Katrena está mirando
al vacío y se ha dejado caer en la silla junto a él.
—¡Katrena! Oficina, ahora. Usted, señor, salga de esta casa.
—Tienes que quitarte el palo que tienes en el culo, mujer. Antes
de que alguien decida hacerlo por ti. ¿Me entiendes?—dice.
—Le he dicho que se vaya. No lo ha hecho. Si no lo hace de
inmediato, llamaré al 911 para que lo saquen y acusen de
allanamiento de morada—le advierto mientras busco con cuidado en
mi bolso mi lata de spray de pimienta. No le dejo ver que lo tengo,
pero estoy lista si es necesario.
—¡Vete a la mierda, coño! Nos iremos cuando yo diga que nos
vamos—responde enojado mientras se pone de pie y coloca las
manos sobre la mesa. Se inclina hacia adelante sobre sus manos y
trata de mirarme desde arriba.
Este no es mi primer rodeo con un idiota con un problema de
audición y comprensión del habla. Levanto el teléfono y empiezo a
marcar el 911 cuando se apresura alrededor de la mesa y se acerca
directamente a mí. Katrena jadea pero se queda donde está sentada.
Levanto mi gas pimienta, apunto a su cara y suelto una corriente de
puro fuego infernal. Debo admitir que disfruto de su agonía. Me da
una cálida alegría. El aerosol lo golpea entre los ojos e
instantáneamente cae al suelo de rodillas, aullando como un
poseído. Mantengo el spray apuntado en caso de que sea una de esas
raras personas que pueden luchar contra él. No lo es y sé que sonrío
un poco.
—¿Qué diablos está pasando?—escucho gritar a Tammy al mismo
tiempo que veo a Trigger pasar a mi lado y detenerse junto al
hombre caído. Trigger, no tan gentilmente, le da una patada al tipo
con su bota y después agarra la parte de atrás de su camiseta y lo
levanta. El hombre está lamentándose y lloriqueando mientras se
toca los ojos. Soy lo suficientemente inteligente como para saber que
nunca te restriegues los ojos cuando te han rociado, pero él
obviamente no lo sabe y no estoy de humor para educarlo.
—¿Lo quieres fuera de la propiedad o retenido hasta que
aparezca la policía?— pregunta Trigger. Con calma, observo.
—Fuera de la propiedad es lo suficientemente bueno por ahora.
Pero oye tú, imbécil, vuelve aquí de nuevo y la policía sacará tu
lamentable culo, ¿entendido? —Le digo a Trigger primero, y
después al hombre llorando y mocoso.
Trigger arrastra al idiota por la puerta principal y baja los
escalones hasta una enorme camioneta estacionada en la acera. Me
doy cuenta de que Trigger está teniendo una conversación, así que
me dirijo a Tammy.
—Katrena la ha cagado por última vez. Ella trajo esa basura aquí
y él no quería irse. Lo ayudé a cambiar de opinión. ¿Por qué estás
aquí?
—Pooh llamó a Trigger y le dijo que viniera aquí en lugar de
llevarme a casa. Dijo que había un problema y que estaría aquí
pronto.
Mientras Tammy habla, escucho que una moto se detiene en la
parte de atrás. Segundos después, Pooh entra en la habitación, con
Axel pisándole los talones. Pooh me mira, nota la lata que todavía
está en mi mano y sonríe. Axel camina hacia la ventana y mira hacia
afuera para ver a Trigger todavía charlando. El tipo de conversación
que hace que la cabeza del tipo haya rebotado en el volante un par
de veces. ¡Vamos, Trigger!
—¿Por qué siempre me quedo fuera de toda la diversión? ¿Quién
le bajó los humos, Pippa? ¿Tú o Trigger? —pregunta Axel.
—Yo lo rocié. Trigger arrastró su lamentable trasero afuera.
—Bebé. Eso es caliente—murmura Pooh mientras pasa el brazo
sobre los hombros. Veo el alivio en sus ojos porque estoy ilesa y está
divertido porque puedo blandir una lata de gas pimienta como una
patea culos. Le sonrío. Entonces recuerdo a Katrena y su parte en
este lío.
—Abramos algunas ventanas y ventilemos este lugar, Pippa. Los
vapores me hacen llorar—dice Tammy.
p y
—Bueno, joder, como ya me perdí toda la diversión, voy a ver si
Craig quiere jugar a la X-Box. Todavía necesito darle una paliza en
ese juego de carreras—dice Axel, mientras se dirige a la parte trasera
de la casa.
—Empacaré—dice Katrena mientras se pone de pie y camina
hacia las escaleras. La vemos irse y entonces me vuelvo para mirar a
Tammy. Ambos mostramos idénticas expresiones de preocupación.
Por Craig, no por Katrena. ¿Qué le pasará ahora?
Trigger entra y se detiene junto a Tammy. Él mira de ella a mí y
luego a Pooh.
—¿Que está mal ahora?
—Katrena, la madre de Craig, trajo a ese tipo aquí anoche. Lo
más probable es que porque ella sabía que ni Tammy ni yo
estaríamos aquí, y eso es romper seriamente las reglas. Ha estado
rompiendo varias por un tiempo y está arriba empacando. Estamos
preocupados por Craig y lo que le sucederá ahora—le respondo.
—Jódeme. Ese niño se merece algo mejor de lo que ha estado
recibiendo o lo que probablemente le espera. Deberíamos charlar con
ella antes de que se vaya, Pooh. Establecer algunas reglas de que no
toleraremos que ella o sus novios las rompan—afirma Trigger.
—Sí, definitivamente, pero creo que las drogas que está usando
van a hablar más fuerte que nosotros—asiente Pooh.
Katrena elige ese momento para bajar las escaleras con una
mochila y su bolso. Ella pasa junto a nuestro grupo y camina hacia la
puerta principal cuando hablo.
—¿Katrena? Necesitamos hablar sobre ti y el futuro de Craig.
—No estoy preparada para eso ahora, Pippa. Regresaré mañana
alrededor del mediodía y entonces podremos decidir una mierda.
Cuídame a Craig esta noche, ¿sí?—responde mientras continúa hacia
la puerta y baja por el camino.
Poco después de que Katrena se fuera, también lo hicieron
Trigger y Tammy. Son lindos juntos y me gusta la sonrisa en su
rostro que él saca. Ella merece tener motivos para sonreír. Pooh y
Axel juegan con Craig un rato, en su mayoría son vencidos por él en
la X-Box. Craig festeja en voz alta cada vez que bate a los hombres y
al menos Pooh se lo toma como un hombre. Axel no lo hace, pero es
muy gracioso de todos modos.
Me quedé hasta que llegó el momento de que Craig se fuera a la
cama y entonces Pooh me siguió de regreso a mi casa mientras Axel
se dirigía a su casa. Cuando traté de agradecerle a Axel por venir con
Pooh a ayudarme, él me despidió y me hizo prometer que sería mi
primera llamada si era necesario repartir patadas en el culo. Me
abrazó con fuerza, levantándome con sus brazos alrededor de mí y
haciéndome girar en círculos. Antes de que llegara al punto de
lanzarme, Pooh hizo que me dejara en el suelo.

Al llegar a casa, abrí las dos puertas del garaje para que Pooh
pudiera estacionar su moto adentro si quería y lo hizo. Cerré las
puertas, salí, encontré a Pooh en los escalones y entramos juntos a mi
casa. Pooh se quedó junto a la puerta por unos momentos,
absorbiendo mi espacio, y luego me miró con una sonrisa en su
rostro.
—¿Qué? ¿Qué pasa? —le pregunto, sabiendo ya lo que va a decir.
—Bebé. ¿En serio? ¿Cuánto tiempo has vivido aquí?
—Solo un par de años. He estado ocupado, motero. Me mudé
aquí el mismo mes que mudamos New Horizons a la casa en la que
estamos ahora. He estado ocupada. No me juzgues—termino de
decir, riéndome de la expresión de su rostro.
—Todavía tienes cajas en las esquinas. Nada en las paredes.
Apenas muebles. ¿Estás segura de que ya te has mudado?
—Soy patética, lo sé. Tammy ni siquiera ha comido una sola vez
aquí. Ella sigue amenazándome con amueblarlo y decorarlo.
Tampoco sé cuál es el problema. Me gusta bastante la casa, pero no
me parece un hogar. Tammy dice que si lo decorara, parecería mi
casa, pero no lo siento.
—Quizás no sea la adecuada para ti. ¿Dónde vivías antes de
aquí?
—Con Tammy. Ella fue mi madre adoptiva cuando mataron a mis
padres. Tenía trece años, odiaba al mundo, estaba muy perdida y ella
se convirtió en mi ancla. No podría haber pedido una mejor madre
adoptiva y sé que mis padres la hubieran amado. Luego me fui a la
universidad y cuando las cosas se fueron al diablo allí, volví hecha
un desastre y ella estaba allí para mí de nuevo. Me volví demasiado
dependiente de ella y pensé que finalmente debería mudarme y
conseguir mi propio lugar. Así que lo hice y éste es el resultado.
Creo que estoy en una especie de extraño limbo.
—Pones tanto de ti en New Horizons que no has aprendido a
vivir la vida. Hay todo un mundo ahí fuera, Pippa. Lo que haces por
esas mujeres y niños es asombroso y maravilloso, pero tú también
mereces vivir un poco.
—Tienes razón, Pooh. Necesito concentrarme en algo más que
New Horizons. Pero hasta que empiece a hacer eso, ¿te gustaría una
cerveza?
—Sí, muñeca, por favor.
—Toma asiento y estaré allí.
Miro como Pooh camina hacia el único mueble en mi sala de estar
y deja caer su culo en el sofá. Me estremezco mientras echo un
vistazo alrededor de mi cocina y sala de estar, a través de los ojos de
alguien aquí por primera vez, y sé que es hora de hacer de esto un
hogar o comenzar a buscar algo que me guste más.
Agarro un par de cervezas frías y me siento junto a Pooh. Le
entrego la cerveza y me sonríe.
—¿Qué?—pregunto, confundida en cuanto a de qué se trata la
sonrisa.
—Tu colchón está en el suelo, ¿verdad?—pregunta, todavía
sonriéndome.
—¡No!—protesto, sabiendo que eso es solo la mitad de la verdad.
—¿En serio, Pippa?
—Ok. Bien. Se asienta sobre una cama turca apoyada en el suelo.
Y mi ropa, antes de que me preguntes, está colgada en el armario o
en cestas de ropa.
Pooh suelta una carcajada y sus ojos brillan con humor. El
hombre es simplemente sexy de cualquier forma que quieras
mirarlo. Un bombón seguro.
—Hablemos de ti por un minuto. Dijiste que estás construyendo
una casa. ¿Cómo se verá? —pregunto tratando de cambiar el tema de
mis defectos.
—Será una casa de troncos similar a la de Axel. Seré su vecino de
al lado, así que las cosas siempre deberían ser interesantes. La mía
tendrá la puerta de mi garaje al lado de su garaje, por lo que hay un
poco de espacio entre las casas. Sin embargo, puede ser un error
construir tan cerca de él. Ya está tratando de convencerme de que
comunique las casas a través de un túnel secreto para poder
esconderse de Bailey cuando la haya enojado. Eso es un no. Se
convertiría en una rata de túnel tan a menudo como la enoje.
Me río de la imagen de Axel escondiéndose bajo tierra para
escapar de la ira de su mujer. Bailey parece tomarse su locura con
calma y supongo que es por eso que funcionan tan bien.
—¿Cuán grande? ¿Dormitorios? ¿Baños?
—Los planos son para dos dormitorios, tres baños en el piso
principal. Y luego dos dormitorios y un baño arriba. En lugar de un
comedor, quiero una gran cocina comedor. Bonita sala de estar pero
nada demasiado grande. El sótano se completará con una sala de
recreación con mesa de billar y televisión con sofás. Quizás incluso
un pequeño bar en la esquina. Garaje para tres automóviles lo que es
muy grande para tener más espacio para trabajar en mis motos.
—¿Cuándo empiezan a construir?
—Esta semana, en realidad. El contratista tuvo una cancelación,
por lo que comenzarán las obras esta semana y deberían completarse
antes del clima frío. Estoy listo para tener una casa y no vivir en una
habitación en la casa club. Eso está bien cuando eres más joven, pero
supongo que ahora estoy listo para ser un adulto.
—Háblame de ti, Pooh. ¿Cómo llegaste a los Devil's y por qué?
¿Te importa?— le pregunto.
—Para nada, muñeca. Tengo veintinueve, casi treinta. Crecí con
dos padres que preferían el alcohol a sus hijos. Eso hizo que nos
acercáramos Geti y yo, que dependiéramos el uno del otro para todo.
Su nombre era Bridget pero siempre la llamaba Geti cuando era niña
y se me quedó. Nuestros padres no eran abusivos físicamente,
simplemente no estaban presentes. Ambos trabajaban, pero pasaban
todas y cada una de las noches en su bar local, así que estábamos
solos en casa durante mucho tiempo. Geti era dos años mayor que
yo, así que mucha responsabilidad recayó en ella. Se aseguró de que
llegara y regresara de la escuela todos los días, me ayudó con la
tarea y se aseguró de que comiera. Se aseguró de que tuviera ropa
limpia y asistió a todo lo relacionado con la escuela ya que nuestros
padres estaban demasiado ocupados para ir. Me inscribió en artes
marciales y nunca se perdió una competencia. Era una especie de
madre y mi hermana mayor juntas.
—Dios, Pippa, era tan hermosa. No me gustaba ningún tipo con
el que saliera y me apresuré a decírselo a ella y a ellos. Solía enojarse
mucho conmigo, pero yo me preocupaba y ella me perdonaba
porque sabía que lo hacía. Solía pensar que ella tenía sus cosas
resueltas cuando éramos jóvenes. La puse en un pedestal sin saber
que eso le dio algo de lo que caerse. No me di cuenta hasta años
después de a cuánto renunció para criarme. Era joven, tonto y
egoísta. Pero ella no se quejó ni una sola vez de perderse las cosas
que sus amigas hacían y nunca pensé en insistir en que hiciera esas
cosas como una adolescente normal. Creo que eso es lo que más
lamento en la vida. Si hubiera podido hacer todas esas cosas
estúpidas que hacen las adolescentes, tal vez cuando tuviera la
oportunidad, no se hubiera descarrilado tanto. No lo sé.
—¿Qué le pasó, cariño?—pregunto en voz baja porque sé que fue
trágico.
—Cuando se graduó, consiguió un trabajo como camarera y
decidió quedarse viviendo en casa conmigo. Tenía dieciséis años y
era problemático. Después de algunos problemas con la ley y
algunas advertencias, me gradué y decidí que las Fuerzas Armadas
era donde necesitaba estar. Geti estuvo de acuerdo y fue conmigo
cuando me alisté en la Infantería de Marina. Todavía recuerdo la
expresión de su rostro el día en que me embarcaron. Sollozaba, pero
había tanto orgullo brillando a través de ella que me sentí de tres
metros de altura.
Pooh se detiene por un momento, toma un trago de cerveza, mira
al vacío y continúa, pero esta vez con voz monótona. Puedo sentirlo
alejarse y pongo mi mano en su muslo.
—Las primeras veces que volví a casa de permiso, todo parecía
estar bien. Se había mudado a un apartamento y parecía feliz.
Entonces regresé a casa y descubrí que tenía un novio viviendo con
ella y no era alguien a quien yo quisiera en su vida. No era un buen
hombre, pero ella pensaba que estaba enamorada de él y no me
escucharía. Ella pensó que no me agradaba porque estaba con ella,
como cuando todavía estábamos en la escuela, y ella comenzaba a
salir con algún chico. Pero era más que eso. Tenía la sensación de que
a la larga la lastimaría. Las cosas estaban un poco tensas entre
nosotros cuando me embarcaron de nuevo y sus cartas y llamadas
empezaron a disminuir. Nunca había pasado una semana sin tener
contacto con ella y, de repente, pasaban uno o dos meses antes de
tener noticias suyas.
—Mi despliegue también fue más difícil en ese momento.
Perdimos a varios miembros de nuestro equipo y las cosas no iban
bien para mi unidad. Estábamos en el meollo de las cosas y no
siempre podía llamar, enviar mensajes de texto o usar Skype de
forma regular. Cuando finalmente terminó mi despliegue y regresé a
los Estados Unidos, no pude encontrarla al principio. Ellos se habían
mudado varias veces y un amigo me dio el nombre de Rex y me dijo
que lo llamara para ver si podía localizarlos. Así conocí a los Devil´s.
Rex comenzó a investigar un poco y, en el proceso, conocí a varios
de los tipos allí. Los conocí y siempre me gustaron las motos, así que
teníamos puntos en común. De todos modos, Rex finalmente localizó
a Geti y no fueron buenas noticias.
Al detenerse para tomar otro sorbo de cerveza, Pooh se inclina
hacia adelante y apoya los antebrazos en los muslos, con la botella
de cerveza colgando entre sus piernas. Su rostro está en blanco y su
voz sigue siendo monótona. No me gusta eso en absoluto, así que
me acerco un poco más y pongo una mano en su espalda. Me mira,
pero sus ojos ven otro rostro, en otro momento.
—Vivían en una camioneta. Una camioneta de mierda. Ni
siquiera la reconocí. Mi propia hermana y yo no la reconocí. Se había
consumido hasta quedar solo piel y huesos. Drogas, alcohol, lo que
sea, y ella estaba enganchada. Él la enganchó y la engañó para
apoyar sus adicciones. Rex sabía lo que me estaba enviando a buscar,
así que él y Axel insistieron en venir. Menos mal que lo hicieron
porque me impidieron matar a su novio de mierda. Le hice
suficiente daño antes de que me apartaran de él y me arrestaron por
asalto. Me lo esperaba, pero Geti ni siquiera me miró. Me rompió el
corazón.
Pooh se detiene de nuevo y mira la botella de cerveza por un
momento antes de terminar.
—Los Devil´s me sacaron de la cárcel y tuve que informar a la
base. Fui directamente a mi comandante y le expliqué lo que sucedió
y me consiguió una licencia de emergencia. Cuando regresé a
Denver, ella estaba muerta. Sobredosis. Accidental o
deliberadamente, nadie lo sabe con certeza. Mis padres vinieron al
funeral, pero se fueron inmediatamente después para ir a sus
asientos en el bar y no he hablado con ellos desde entonces. Sin
embargo, todos y cada uno de los miembros de los Devil´s Angels
estaban en ese funeral, apoyándome. Estaban allí cuando mi
alistamiento terminó unos meses después y han estado allí en cada
paso del camino desde entonces. Son mi familia y lo serán hasta que
el infierno se congele.
—Siento mucho que le haya pasado eso, cariño, pero de ninguna
manera fue culpa tuya. Debes saberlo.
—Sé que podría haber sido un mejor hermano, pero entiendo que
ella también tomó las decisiones equivocadas. No fue todo culpa
suya. O toda mía. Sin embargo, eso no hace que sea más fácil tragar
algunas noches. Tuve algunos meses oscuros pero los chicos no me
dejaron perder el rumbo. Trigger en realidad me llevó con un
terapeuta un día y me hizo sentarme y hablar. Yo era un prospecto,
así que haces lo que te dicen y ellos no sintieron vergüenza de
decirme lo que pensaban que necesitaba escuchar. Lo mejor para mí.
—Me alegro que los tuvieras. Como tuve a Tammy cuando más la
necesitaba. La vida tiene algunas manos de mierda, pero tener a
personas como ellos en tu esquina hace que sea más fácil sobrevivir
el día a día —susurro.
—Sí, nena, lo hace. Ahora que hemos compartido nuestras tristes
historias, ¿qué tal si pedimos algo de comida y hablamos sobre
Katrena y qué va a pasar con Craig?
—Tengo comida aquí. Puedo…
—De ninguna manera voy a comer una comida para microondas,
muñeca—se ríe Pooh.
—Algunas no son tan malas, Pooh. Algunas de…
—No. Simplemente no, Pippa. Podemos correr a la tienda y yo
cocinaré para nosotros o podemos ordenar pero no en el
microondas. A menos que esté recalentando algo o haciendo
palomitas de maíz, es un gran no al microondas.
Antes de que pueda contestar, suena el teléfono de Pooh. Me
apunta con un dedo para que espere un minuto y responde.
—Hola, Chubs. ¿Qué pasa?
Pooh escucha por un momento y después me mira y sonríe.
—Sí, hermano, eso suena perfecto. Nos vemos en quince minutos.
Hasta pronto —dice Pooh y luego se desconecta.
—Chubs se enteró de uno de sus restaurantes favoritos que ahora
tiene una cena buffet y nos invitó a cenar con él y Lucy. Acepté por
los dos. ¿Estás de acuerdo con eso?
—Me suena bien—respondo.
—Probablemente debería advertirte con anticipación que Chubs
tiene una adicción a la comida. Le encanta la comida y no le da
vergüenza comer casi cualquier cosa, en cualquier lugar.
—¿En serio? No parece que coma demasiado—digo, un poco
aturdida.
—Cuando Chubs y Lucy se lesionaron hace un tiempo, ambos
tuvieron que pasar por una gran cantidad de rehabilitación física.
Chubs se dio cuenta entonces de que podía comer más si hacía
ejercicio, así que va al gimnasio con frecuencia y trabaja duro para
poder comer en cualquier momento que quiera. Es gracioso porque
hace una serie de flexiones y después nos pregunta a uno de
nosotros cuántas hamburguesas quemó. El hombre es una amenaza
para la comida, pero es el mejor tipo que jamás conocerás. No te
sorprendas de la cantidad de comida que devorará. Especialmente
con todo lo que puedes comer en un buffet. Él recupera el valor de
su dinero, es todo lo que diré—explica Pooh con una sonrisa.
—Está bien, tengo que ver eso. Vámonos.

Cuando Chubs deja la mesa para hacer su cuarto viaje a través de


la fila del buffet, vuelvo la mirada hacia Pooh. Se está riendo en
silencio de mí y sé que tengo la boca abierta y las cejas en el
nacimiento del cabello. ¿WTF? Pooh no estaba bromeando cuando
dijo que Chubs recuperaría el valor de su dinero. Estoy casi segura
de que ya se ha comido media vaca, cinco pollos y unos pocos kilos
de patatas. Miro a Lucy para encontrarla comiendo tranquilamente y
sonriendo en dirección a Chubs. Hay un claro amor brillando en sus
ojos y me calienta el estómago saber que Chubs tiene eso en su vida.
—Chubs es un misterio médico. Nadie entiende cómo puede
comer tanto, pero nos hemos acostumbrado—me informa Pooh—.
Tú también lo harás.
—Estoy agradecido con Ava porque nunca he cocinado una
comida en mi vida. A ella le encanta cocinar para él y a él le encanta
su comida. Pareja hecha en el cielo y no tengo que sentirme culpable
por no alimentarlo lo suficiente—agrega Lucy.
El hombre del momento con pelo rizado vuelve a sentarse a
nuestra mesa con dos platos más llenos de comida y come. Lo miro
con asombro cuando sus ojos se encuentran con los míos. Los suyos
están sonriendo.
—Estás celosa, ¿eh? —me dice Chubs entre risas cuando sigo
mirándolo a él y a sus platos.
—¡Si! ¡Quiero saber tu secreto! Me bañaría en chocolate y viviría
de galletas de chocolate sin hornear y café cargado de crema y
azúcar. Pastel de piña invertido y pastel de ruibarbo. Tazas de
ganache Mackinac Island 5y mantequilla de maní. La lista sería
interminable, pero si comiera la mitad de lo que comiste esta noche,
tendría que ponerme mantequilla en las caderas para pasar por una
puerta. ¡Así que no es justo!—le digo.
Los ocupantes de la mesa se echan a reír. Aunque hablo en serio,
¡quiero saber su secreto! Valdría millones.
La cena con esta gente es divertida. Pooh y Chubs mantienen la
conversación fluida y animada y descubro que me gusta mucho
Lucy. Ella es tímida pero sale de su caparazón con Chubs cerca. Ha
estado hablando con su padre con la esperanza de encontrar algunos
fondos del gobierno para New Horizons y estoy muy agradecida por
sus esfuerzos. Intercambié números de teléfono con ella y Chubs, y
después de que todos comimos una cantidad obscena de postre, nos
separamos con sonrisas, abrazos y saludos.
Capítulo 15
Pooh

Cuando entro a la sala principal de la casa club, noto que está


bastante llena de gente. Veo a Gunner en el bar con Ava y Mac, así
que me dirijo en esa dirección. Antes de alcanzarlos, Trigger me
intercepta. Y no es mi hermano Trigger del club, amigo y socio en el
crimen. Está furioso, cabreado como la mierda, listo para arrancarme
la cabeza. Bueno, joder. Sabía que eventualmente tendría que pagar
las consecuencias. Supongo que eso será hoy. Bien podría enfrentar
su ira como un hombre. Me detengo frente a él y cubro mi paquete.
Sí, como un hombre.
—¿Gay? ¿Gay? ¿Le dijiste a ella que era gay? ¿Pero qué mierda,
Pooh? —ruge, llamando la atención de todas las personas en la
habitación.
—Puedo explicarlo, Trigger, pero todavía merezco lo que sea que
me quieras hacer—le digo.
—¡Oh sí, te lo mereces, cabrón! Continúa y explícalo primero.
¡Quiero saber por qué me bloqueaste la polla así! ¡Quiero saber la
razón por la que voy a darle una paliza a un hermano!
—Fue Pippa quien me pidió tu teléfono. Pensé que ella era la que
estaba interesada en ti, así que dije que eras gay. Estoy…
El primer golpe aterriza con fuerza en mi mandíbula. Para un
hombre mayor, tiene un gran golpe. Me balanceo sobre mis talones y
justo cuando recupero el equilibrio, el segundo golpe aterriza en mis
costillas. ¡Hijo de puta, eso duele como una mierda!
—¡Rocky Balboa su culo!—grita Mac.
El tercer puñetazo es uno directo al ojo y retrocedo unos pasos.
—Eso va a dejar una marca—se ríe Mac. Ese maldito pájaro
traidor nunca recibirá otra castaña de mi parte.
Cuando puedo volver a ver con ambos ojos, veo a Trigger de pie
frente a mí sonriendo de oreja a oreja.
—¿Pensaste que era Pippa quien me quería? Joder, Pooh, ¡eso no
tiene precio! ¡Dios mío, eres un maldito idiota! ¡Qué mierda
divertida, idiota bloqueador de pollas! —dice Trigger antes de
echarse a reír. Tiene una mano en la rodilla y la otra en el estómago.
Sí, jodidamente divertido.
Le doy un minuto para que se calme y le pregunto:
—¿Estamos a mano, viejo?
—¿Vas a cortar mi césped durante el resto del verano?
—Sí, cabrón, lo haré—concedo sonriendo un poco por sus
maneras sombrías.
—Entonces estamos a mano, Pooh. Oh, joder, me duelen un poco
las costillas—dice Trigger entre risas.
—Sí, hijo de puta, también a mí.
Eso provoca otra ronda de risas de Trigger y del resto de la sala.
Le sonrío, y me gusta que yo, siendo estúpido, ponga esa mirada en
su rostro. Le doy una palmada en el hombro cuando paso a su lado.
Me dirijo a la parte trasera de la barra y tomo tres cervezas. Uno para
beber, una para poner en mi cara y otra para Trigger. Lo acepta con
una gran sonrisa. Cabrón.
-*--*--*--*-
Pippa: ¿Puedo hacerte una pregunta?
Yo: No he medido el tamaño de mi paquete, si vas a preguntar. Solo Axel
hace esa mierda.
Pippa: ¡Dios mío! ¡No, esa no era la pregunta!
Yo: ¿Estás segura? Porque tengo una regla por aquí en alguna parte si
cambias de opinión.
Pippa: No, gracias. Prefiero hacer mis propias mediciones. (guiño)
pp g fi p p g
Yo: ¡Joder! Ahora necesitaré una regla.
Pippa: Siempre es bueno tener sueños, Pooh jaja
Yo: ¡Ja, ja!
Pippa: ¿Irás a una cita conmigo?
Yo: Joder, sí, nena, me encantaría. Fue el comentario de la regla lo que te
hizo cambiar de opinión, ¿verdad?
Pippa: Sí, definitivamente. ¿Cuándo funciona para ti?
Yo: Tú elige el día, estaré allí.
Pippa: ¿Esta noche a las 6 pm?
Yo: Te recogeré en tu casa. Estaremos en mi moto. ¿Eso funciona para
ti?
Pippa: ¡Perfecto! Te veo entonces, cariño
Yo: nos vemos.
-*--*--*--*-
Así que, finalmente estoy teniendo mi cita con Pippa y apareceré
luciendo un ojo morado. Eso no es lo ideal, pero me lo esperaba, así
que es lo que es. Entro al gimnasio con una sonrisa en mi golpeado
rostro. Axel y Cash miran en mi dirección y ambos se echan a reír.
Les muestro el dedo y le doy a Axel un puñetazo en el hombro
cuando llego a su lado.
—¡Trigger todavía lo tiene!—croa Axel.
—El hijo de puta golpea como un camión Mac. Puede que me
haya roto una costilla—les digo.
—No puedo creer que le dijeras a Pippa que era gay. Valiente
jugada, hermano —dice Cash.
—¡No puedo creer que pensaras que ella estaba buscando un
ligue con Trigger!—interviene Axel. Se desternilla de risa de nuevo.
Le doy un golpe en la nuca y me río con él. No hay muchas cosas
que hoy puedan arruinar mi estado de ánimo. Ni siquiera esta perra
de gran tamaño.
—Una movida con clase, Pooh, dejar que Trigger se tome
revancha—murmura Cash mientras me da un puñetazo.
Cuando Axel se controla, nos ponemos manos a la obra.
Capítulo 16
Pippa

Estoy en mi oficina cuando Tammy entra, cierra la puerta y toma


asiento. Arroja su teléfono sobre el escritorio y se recuesta en la silla.
La expresión de su rostro me advierte que algo no está bien. Me
preparo.
—Lee el texto que acabo de recibir—dice Tammy.
Levanto el teléfono y lo leo.

Katrena: Tengo que pensar en mi futuro. No puedo preocuparme


también por el de Craig. Lo siento.
Yo: ¿Qué estás diciendo, Katrena? ¡Craig es tu hijo! Ven aquí y
hablaremos.
Katrena: Es mejor si no lo hago. Por favor, dile que lo siento, pero que
está mejor sin mí o su padre.
Yo: ¡No, Katrena! ¡No hagas esto! Ven aquí para que podamos hablar.
No le hagas esto.
Yo: ¿Katrena? ¡Por favor!
Yo: ¡Esto está tan mal! ¡No arruines su vida así!

—¡Oh, mierda! ¡Ella no puede estar haciéndole esto en serio! —


grito.
—Parece que lo está haciendo, la perra egoísta—dice Tammy—.
¿Qué hacemos ahora? No le voy a decir a ese niño que su madre ha
decidido que su futuro es más importante que el de él.
—No hagamos nada durante unos días. Ella podría pensarlo
mejor y aparecer. Puede que no lo haga. Pero si no lo hace, nosotras
decidiremos qué se debe hacer en ese momento. Dios, esto es un
desastre.
—No creo que lo haga, Pippa. Ella no pasaba tiempo con él si
podía evitarlo. No es madre. Es solo una donante de óvulos. Y los
derechos de paternidad de su padre han sido revocados desde que
Craig fue víctima de él. Así que el niño ahora no tiene padres, ni
parientes cercanos vivos que sepamos.
—Joder, Tammy, si ella no vuelve, ¿cómo le decimos esto? No
estoy de acuerdo con que ingrese al sistema. Ha tenido suficientes
traumas y ha sido desarraigado en su vida. ¡Es solo un niño
pequeño!
Tammy se pone de pie y camina hacia mi lado del escritorio.
Inclinándose, envuelve sus brazos alrededor de mí y coloca su
mejilla en la parte superior de mi cabeza.
—Lo resolveremos, Pippa. Juntas, como hacemos todo.
-*--*--*--*-
—Hola, Pips—dice una carita sucia mientras pasa junto a mí.
—¿Eres Craig o alguien más? No puedo decirlo porque no puedo
ver tu cara a través de toda la suciedad. ¿Qué haces exactamente
afuera? ¿Rodar en el barro? — le pregunto exasperada.
—Por supuesto que sí. ¿Qué haces cuando estás afuera?—
pregunta Craig inocentemente.
—No ruedo en el barro. Eso es lo que hacen los cerdos, no los
humanos. Si no te ensuciaras tanto, no necesitarías tantas duchas,
Craig.
Tan pronto como dije la palabra duchas, supe que la había
cagado. Craig arrastra el culo por el pasillo, sale por la puerta trasera
y desaparece de la vista. Aprendí mi lección sobre seguirlo por la
puerta trasera, así que continúo mi caminata hacia la cocina.
—Hay café recién hecho—me informa Tammy—. ¿Has visto a
Craig últimamente?
—Sí, acaba de salir al patio trasero. ¿Para qué lo necesitas?
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—Quiero comprobar su talla. Necesita ropa nueva y una
chaqueta diferente.
—Primero querrás lavarlo con una manguera. Está cubierto de
suciedad de nuevo. No estoy segura de cómo puede ensuciarse
tanto, pero lo ha convertido en una forma de arte.
—Con suerte, podré leer las etiquetas de su ropa y no tener que
llevarlo conmigo a la tienda. La última vez que lo llevé de compras,
tuve la tentación de comprar una correa solo para mantenerlo a la
vista—se ríe Tammy mientras se dirige hacia la puerta trasera.
Me sirvo una taza de café recién hecho y apoyo mi culo contra la
encimera para tomar un sorbo. Un momento de paz es todo lo que
recibo antes de escuchar los gritos de Tammy y Craig. Sonrío
mientras tomo otro sorbo. Escucho el portazo de la puerta trasera y
pasos que vienen por el pasillo. Tammy entra a la cocina y está
empapada de la cabeza a los pies. Sí, Craig todavía tiene algo por la
manguera.
—¡No puedo creer esa pequeña mierda! Le pedí ver la etiqueta de
su camiseta y me mojó con la manguera mientras gritaba que no
estaba lo suficientemente sucio para otra ducha. ¡Juro por Dios que
lo voy a ahogar en la próxima oportunidad que tenga!
Me esfuerzo por sofocar la risa, pero no tengo éxito y Tammy
mira en mi dirección. No puedo evitarlo. Su cabello y maquillaje
perfectamente arreglados ahora están en desorden y sus pantalones
de vestir y blusa de seda están empapados. Gotea agua por todas
partes y sus zapatos chirrían cuando se mueve. Le tiro una toalla de
mano y ella se limpia la cara y se desparrama aún más el maquillaje.
Actualmente parece un mapache ahogado.
—No es tan lindo cuando tiene esa manguera en la mano—le
digo mientras sonrío por el daño que causó de nuevo.
—Trigger estará aquí pronto. ¡Me está llevando a almorzar y no
puedo quedarme así! ¿Qué diablos le pasa a ese niño?
—Vete a casa. Cámbiate y límpiate. Si Trigger llega antes de que
regreses, lo entretendré. O rogaré y suplicaré y veré si puedo
convencerlo de que arregle el ventilador de techo en mi oficina—le
digo a Tammy.
—Está bien, eso funciona para mí. Regresaré en menos de una
hora. Ahora el truco es llegar a mi coche sin otra ducha de ese
pequeño demonio—dice.

Tammy se ha ido a almorzar con Trigger y Craig está jugando a la


X-Box en su habitación. Estoy trabajando mucho y las cosas van bien,
excepto por Katrena. No hemos sabido nada más de ella. No estoy
segura de cuánto tiempo podemos dejar pasar esto antes de que
tengamos que decírselo a Craig e informarlo al servicio social. Hay
una pequeña parte de mi cerebro que me dice que no lo informe.
Que lo mantenga como mío. Sé que estaría mal, pero el pensamiento
está ahí y no puedo evitarlo.
-*--*--*--*-
Tuvimos una admisión temprano esta mañana. Otra mujer que
necesitaba ayuda para escapar de una relación violenta y fue
remitida por el oficial de policía que respondió a su llamada al 911.
Está golpeada y magullada, pero no necesita atención médica más
allá de la que ya le dieron los técnicos de emergencias médicas. Le
hemos asignado su habitación y hemos repasado todas las cosas que
necesita saber para quedarse aquí. Ella está en un frágil estado
mental, como la mayoría cuando llegan por primera vez, por lo que
está en su habitación acomodándose antes de que revisemos
cualquier otra cosa juntas.

Lo que pasa con la violencia doméstica es que ocurre en todas


partes. No importa cuál sea la situación financiera, raza o religión.
Ocurre en todos los niveles de la sociedad. La mujer que vino aquí
esta mañana es una abogada de gran poder en Denver. Gana
excelente dinero pero no tiene familia que la ayude a mantenerse a
salvo. Los amigos de ella también son amigos de él, por lo que
tampoco están dispuestos a ayudarla. La gente siempre piensa que
solo las mujeres pobres terminan aquí, pero eso está lejos de la
verdad. Ella solo necesita un lugar donde aterrizar durante unos días
o semanas hasta que pueda descubrir cómo quiere continuar con su
vida. El asesoramiento y las personas que comprenden su situación
contribuirán en gran medida a su recuperación y la ayudarán a
construir una base sólida de confianza y autoestima. Ella lo tiene
mejor que la mayoría porque es financieramente estable. Sin
embargo, uno de sus mayores obstáculos es que ella trabaja en la
misma empresa con su esposo. Ésa es una de las cosas con las que
necesitará ayuda.

Estoy en mi oficina cuando escucho a Tammy y Trigger regresar.


Trigger asoma la cabeza por mi puerta y sonríe. Me encanta la
expresión de felicidad en su rostro y me encanta que Tammy haya
estado teniendo esa misma mirada últimamente.
—Me preguntaba si te gustaría venir a mi casa a cenar mañana
por la noche. No soy un buen cocinero, pero aso un bistec de novela.
Tammy, Axel y Bailey estarán allí—me dice.
—Que amable de tu parte. Sí, me encantaría ir a cenar. ¿A qué
hora y qué puedo llevar?
—Tammy dijo que sería mejor si solo trajeras algunas bebidas—
dice riendo.
—¡Ella te está contando todos mis sucios secretos! Pero sería
mejor si llevo las bebidas. Llevaré una variedad—digo riendo.
—¡Excelente! ¿Te parece a las 6:00 pm?
—¡Perfecto! Le pediré tu dirección a Tammy y te veré mañana,
Trigger. Gracias por la invitación.
—Oh, otra cosita más. No soy gay Y Pooh parece haber tropezado
su lamentable culo contra una puerta, así que no te sorprendas
cuando veas su cara.
Trigger sonríe enormemente, me levanta la barbilla y desaparece
por la puerta. Unos minutos después, escucho que una enorme
camioneta se aleja. Estoy bastante segura de saber lo que le pasó a la
cara de Pooh, pero eso es entre los hombres. Aunque me río un poco
recordando la picardía en la cara de Trigger. Tammy entra con una
sonrisa de satisfacción y se deja caer en una silla frente a mi
escritorio.
—Tú le dijiste que no podía cocinar sin microondas—la acuso.
—Pensé que te ahorraría la vergüenza de que te pidieran que
trajeras un plato y tuvieras que explicar que tenía que ser de
microondas—responde ella.
—Lo que sea. Es tu culpa que no pueda cocinar. Nunca me dejas
acercarme a tu cocina—le recuerdo.
—Después de los dos primeros incendios, pensé que era mejor
mantenerte alejada de la cocina.
—Envíame un mensaje de texto con la dirección de Trigger
cuando tengas un momento. ¿Te vas por hoy? —le pregunto,
sabiendo que ella estuvo aquí hoy antes que yo.
—Síp, me voy de aquí. Me voy a casa a cambiarme y luego voy a
casa de Trigger. Cuando vengas mañana, trae cerveza y algunas
botellas de vino. ¡Oh, podrías ir a Sweet Angel Treats, la pastelería de
Ava, y traer algo de postre! Eso me ahorraría el tiempo de hacer uno.
¿Por favor?—me pide Tammy.
—Sí, puedo hacer eso. Adelante . Me voy de aquí. Te veré
mañana.

—¿Por qué no puedo ir? ¡No como mucho!—se queja Craig.


—Es solo para adultos, cariño. Lo siento. ¿Qué tal si tú y yo
vamos a almorzar juntos mañana? Puedes elegir el lugar y podemos
comer lo que quieras allí—le ofrezco.
—Está bien, podemos hacer eso. Pero quiero pizza y tacos. Con
refresco, no con agua. ¿Trato hecho, Pips?
—Trato hecho—respondo.
Craig escuchó la conversación entre Tammy y yo sobre la cena de
mañana en casa de Trigger y se siente excluido. Lo entiendo porque
se ha quedado sin nadie con quien jugar aquí y la mayoría de las
mujeres, aunque amables con él, están envueltas en sus propias
vidas. Tomo una nota mental para preguntar si lo puedo llevar a la
casa club en los próximos días para jugar con las mascotas de Bella y
Ava. Todavía está hablando de todos ellos, así que sé que eso lo
haría feliz. Y este niño se merece un poco de felicidad.
Cuando salgo del trabajo por este día, mi teléfono suena.
Mirándolo, veo que es Pooh enviando mensajes de texto.

BILF: ¿Vas a ir a casa de Trigger mañana por la noche?


Yo: Sí. ¿Tú irás?
BILF: Sí, te recogeré en el camino.
Yo: No puedo andar en moto mañana. Llevo postres y bebidas.
BILF: Llevaré mi camioneta. ¿Postres? ¿De la pastelería de Ava o de tu
microondas?
Yo: De la pastelería de Ava, listillo.
BILF: Barritas de limón o tarta de frambuesa.
Yo: Las compraré si ella las tiene.
BILF: La llamaré. Ella tendrá algunas. Ella nos mima, pero sobre todo a
Chubs.
Yo: ¿Celoso?
BILF: ¿Vas a tener una cita conmigo esta noche?
Yo: Sí.
BILF: Entonces no tengo qué estar celoso de nada.
Yo: Trigger dijo que te tropezaste contra una puerta. ¿Te importaría
explicar?
BILF: No. Hasta pronto, muñeca.
Yo: Te veo luego.
Me ducho, hidrato el cuerpo y me seco el cabello. El maquillaje
está terminado y mi ropa está lista y esperándome. Elijo mis joyas
para la noche y después trenzo mi cabello en una trenza larga que
cae por mi espalda casi hasta mi cintura. Mientras me abrocho las
botas hasta las rodillas, suena el timbre.
Al abrir la puerta, soy bendecida con la vista de Pooh, de pie en
mi puerta luciendo ardientemente caliente. Vaqueros negros, camisa
negra abotonada, chaleco de cuero negro y Chucks negros. Y un ojo
morado. La mirada completamente negra hace que sus ojos color
avellana resalten aún más de lo habitual. Su barba está muy corta y
se ve hermosa en esa cara. Me doy cuenta de que estoy mirándolo
cuando veo su boca sonreírme, exponiendo sus dientes blancos y
rectos.
—Sigue mirándome así, nena, y no nos iremos por un rato. Un
largo rato. Si no quieres ser mi cena, será mejor que nos vayamos.
—Uf, sí, está bien, déjame agarrar el bolso y entonces estoy lista—
murmuro.
Lo escucho reír cuando me doy la vuelta para agarrar el bolso y
colgarlo contra mi cuerpo. Cierro y bloqueo la puerta y Pooh toma
mi mano mientras caminamos hacia su moto. Es una bestia. Es azul
oscuro con mucho cromo y, aunque no sé nada de motos, sé que es
mucho para manejar. Me encanta al instante.
—¿Alguna vez has montado en moto?
—No, ésta será mi primera vez. Sé amable conmigo, por favor.
—Siempre, Pippa. Aférrate a mí, inclínate conmigo y disfruta de
la libertad.

¡Estoy enamorada! No quiero que el viaje termine cuando


llegamos al restaurante y se lo hago saber cuando no me bajo de la
moto. Todavía estoy sentada detrás de Pooh, con los brazos todavía
alrededor de su cintura, la parte interna de los muslos abrazando sus
caderas, la barbilla en su hombro, negándome a moverme. Después
de un momento, vuelve su rostro hacia el mío y sonríe. Lo abrazo un
poco más fuerte y le doy palmaditas en los abdominales.
—Tenemos que bajarnos de la moto para entrar y comer, Pippa.
—No quiero. No lo haré. Me gusta justo donde estoy. ¿Quién
necesita comida de todos modos?
Siento y escucho a Pooh reír. Toma mis manos, las separa y se
gira más en mi dirección. Nuestras caras están muy cerca y espero
que acorte la distancia por completo.
—Comemos y luego damos un paseo. Podemos viajar durante
unas horas si lo deseas, pero es mejor no comenzar con un viaje
largo. Tu culo me lo agradecerá. ¿Ok, bebé? —pregunta con su voz
baja y profunda. La voz que causa escalofríos por mi columna
vertebral. Una voz que quiero escuchar durante un orgasmo.
—Estaré de acuerdo con ese plan por un beso—le digo con
valentía.
Pooh usa mi brazo para ayudarme a bajar de la moto y luego
desmonta. Nos quitamos los cascos y los cuelga del manillar de la
moto. Después no pierde el tiempo en agarrar mis caderas y apretar
mi cuerpo contra el suyo. Su boca baja y reclama la mía en un beso
abrasador. Éste no es un beso rápido en los labios. Envuelvo mis
brazos alrededor de su cuello y deslizo una mano por su cabello.
Este hombre tiene serias habilidades bucales. Siento su polla
endurecerse contra mi estómago y la siento sacudirse cuando gimo.
Después de un momento, un momento demasiado corto, Pooh echa
ligeramente la cabeza hacia atrás y apoya nuestras frentes juntas.
—Tenemos que entrar o estarás inclinada sobre mi moto delante
de todos—gruñe.
—Tal vez podamos hacer eso más tarde—respondo con descaro.
—Haremos eso cuando estés lista para ello. Pero no con una
audiencia, cariño. Vamos a comer y disfrutar de nuestro paseo. A
partir de ahí resolveremos las cosas, ¿de acuerdo?
—Sí, Pooh—estoy de acuerdo.
La cena fue estupenda y también la compañía. Pooh es
inteligente, cariñoso, divertido y habla con propiedad. Puedes sentir
el amor que se desprende de él cuando habla de su familia del MC.
Pero debajo de todo eso, puedo sentir que no hay que meterse con él.
Este no es un hombre que se queda al margen cuando las cosas van
mal. Tal vez sea porque creció más rápido de lo que debería haber
tenido que hacerlo, tal vez sea su experiencia militar o simplemente
por ser parte de un MC. Cualquiera sea la causa, Pooh es un hombre
de acción. Tiene un corazón bondadoso pero no es blando. Y
encuentro que me gusta cada cosa de él.
Me encantó cada segundo de nuestro viaje, pero Pooh tenía
razón. Mi culo todavía no está listo para estar durante horas en la
parte trasera de una moto. Debo haber parecido una anciana cuando
me bajé por primera vez. Tomó unos minutos, pero la sensación en
mi culo y piernas finalmente regresó y caminamos de la mano hacia
la parte delantera mi porche. Abrí la puerta y entré cuando Pooh me
detiene.
—Disfruté de nuestra velada, Pippa. Pero si entro a tu casa
contigo, no me iré. Sé que dijiste que aún no estás lista para una
relación sexual y está bien. Puedo esperar hasta que lo estés. Pero
será mejor que diga buenas noches aquí afuera—dice Pooh en voz
baja y tranquila.
—¿Y si estoy lista?
—Entonces pasaré aquí la noche y ninguno de los dos
dormiremos mucho. Sin embargo, asegúrate de eso. No quiero
apresurarte y que más tarde te arrepientas. Aunque, cariño, quiero
estar dentro de ti y no lo niego.
—¿Es esto un toco y me voy para ti, Pooh? Necesito saber la
verdad.
—No puedo prometerte que estaremos juntos para siempre,
Pippa. Todavía no nos conocemos muy bien. Pero no estoy buscando
un revolcón y listo. Estoy buscando a alguien que quiera empezar y
tratar de tener una relación. Alguien que me quiera en su vida y
pueda aceptar quién y lo qué soy. Espero que ese alguien seas tú,
pero no lo sabremos a menos que lo intentemos.
—Sé poco o nada acerca de MC y moteros, Pooh. Pero lo que he
visto hasta ahora con los Devil´s Angels, me gusta. Parecen buenas
personas, leales y se preocupan por los demás. Nada de eso me
asusta. Perderme a mí misma y a quien soy por un hombre de nuevo
es lo que me desvela por la noche. Yo era joven cuando hice eso
antes, y no soy la misma persona ahora, pero todavía me preocupa
porque eres tan fácil de agradar. No puedo doblegarme y
convertirme en esa persona de nuevo.
—Yo tampoco quiero eso para ti. Me gusta quien eres ahora y me
gusta mucho. Me gusta la idea de que mi mujer tenga su propia
mente e ideas. Temple y una voz que no tiene miedo de usar. La
cagaré y esperaré que me grites. No quiero un felpudo. Quiero a
alguien que pueda ser fuerte cuando sea necesario y suave cuando lo
necesite. Creo que podrías ser tú.
—Quiero ser yo—le digo mientras tiro de su mano y lo empujo a
través de la puerta detrás de mí.
Capítulo 17
Pooh

Pippa está mirando la pared, de rodillas, sobre su colchón y yo


la estoy follando con fuerza. Tengo una mano envuelta en su cabello
y la estoy usando para inclinar su cabeza hacia un lado para poder
chuparle suavemente el cuello. Mi otra mano está agarrando su
cadera para mantenerla firme durante mis embestidas. Está tan
apretada que aprieta mi polla como una prensa. Se siente celestial y
no quiero que esto termine.
He notado que no tiene mucha experiencia, pero está
entusiasmada y eso me excita enormemente. Ella es auténtica y sus
respuestas son verdaderas, no practicadas. Mi polla se pone más
dura sabiendo que no muchos hombres han estado donde estoy
ahora.
Suelto su cabello y deslizo la mano alrededor de su pecho firme y
redondo. Lo tomo y golpeo ligeramente el pezón con el pulgar. Tiro
suavemente del piercing.
—Dame otro, bebé—le ordeno.
La respuesta de Pippa es un gemido bajo y se estrella con más
fuerza contra mí. Libero su pecho y muevo mi mano hacia abajo y
alrededor de su trasero. Su culo perfecto en forma de corazón. Paso
el pulgar entre sus nalgas, frotando suavemente su agujero trasero.
Consigo otro profundo gemido de su garganta. A ella le gusta el
juego anal y ese conocimiento solo me hace querer tenerla para
siempre.
Me dejo caer hacia atrás para que mi culo esté sobre mis talones y
tiro de Pippa más firmemente contra mí. Extiendo la mano hacia
adelante y empiezo a acariciarle el clítoris. Su cuerpo se sacude, se
pone rígido y siento una ráfaga de líquido golpear mi polla. Estoy
consiguiendo el orgasmo que le exigí. Cuando Pippa comienza a
relajarse, la inclino hacia adelante, hasta apoyarla en sus antebrazos,
y comienzo a potenciar mis estocadas en su cuerpo perfecto. Solo se
necesitan unas pocas más y exploto en el condón. Me planto
profundamente y disfruto cada minuto. Después de que puedo
volver a respirar, me deslizo hacia adentro y hacia afuera unas
cuantas veces y me retiro suavemente de su cuerpo. Pippa se
desploma boca abajo en la cama mientras yo me levanto para
ocuparme del condón.
Me dejo caer sobre el colchón y me deslizo contra Pippa. No se ha
movido desde que dejé la cama. La maniobro hasta que su cabeza
está en mi pecho y mi mano se desliza hacia arriba y hacia abajo por
su espalda. Estoy acurrucado y me gusta. Tal vez Axel no sea una
chica tan grande como he estado pensando desde que admitió lo
mucho que le gusta acurrucar a Bailey.
—¿Estás bien, nena?—le pregunto cuando han pasado los
minutos y Pippa todavía no ha hablado.
—Hmmm.
—¿Es un sí?—le pregunto, luchando contra una risa, pero
dejando que mi sonrisa se suelte.
—Hmmm.
Renuncio a la pelea y suelto una carcajada. La acurruco más cerca
y uso mi mano para inclinar su cara hacia la mía. Tiene los ojos
cerrados y la cara relajada.
—Bebé. Tienes que darme algo aquí. ¿Quieres que me quede?
¿Quieres que me vaya? Palabras, nena, usa tus palabras.
Un ojo marrón muy oscuro se abre y me mira. Un segundo
después, el segundo se abre y su brazo se aprieta alrededor de mi
cintura donde ha estado descansando. Tengo que admitir que ver
esos hermosos ojos mirándome me golpea duro. Ella es
impresionante y no tiene idea.
—Aquí tienes algunas palabras. Si haces algún movimiento para
salir de mi cama, te abordaré. Te derribaré. Ahora cierra la boca y
y
abrázame. Necesito dejar que mis partes femeninas se recuperen
antes de poder mostrarte con qué más fantaseo—masculla.
¡Jódeme! ¿Qué hombre no quiere escuchar esas palabras? Cierro
la boca y me aferro con fuerza a mi chica. Y ella se mantiene fiel a
sus palabras y hace explotar mi mente, y mi polla, después de que se
recupera. La mejor noche de mi vida.
-*--*--*--*-
Tengo que admitir que me estoy poniendo jodidamente
emocionado con mi casa. Los contratistas están trabajando duro y
han progresado mucho. Los prospectos que manejan la puerta de
entrada están ocupados como el infierno dejando entrar y salir
diferentes camiones de reparto y trabajadores para mi casa. Supe de
inmediato que esa era la razón por la que Horse Nuts me mostró el
dedo cuando pasé por su lado sonriendo.
Después de una reunión rápida con mi constructor, me dirijo a la
casa club para darme una ducha y cambiarme de ropa. Al salir del
baño con una toalla, no me alegra encontrar a Peaches acostada en
mi cama, desnuda y frotándose.
—No te pedí que vinieras aquí, Peaches. Vete. No vuelvas a
entrar en mi habitación sin ser invitada. ¿Entendiste?—le ladro.
—No seas así, bebé. Suelta esa toalla y fóllame duro—responde
mientras abre las piernas aún más, mostrándome todo lo que tiene
para ofrecer.
—¡Fuera, Peaches! ¡Ahora mismo!—siseo. Abro la puerta y me
quedo cerca de ella, esperando que se vaya. Ella no hace ningún
movimiento para irse, pero comienza a retorcerse en mi cama como
si perteneciera allí. No necesito, ni quiero, esta mierda en mi espacio.
Nunca he maltratado a una mujer en mi vida, pero no sé de qué otra
manera sacarla de mi habitación.
Camino de regreso a la cama, tomo su muñeca y la levanto para
que se siente. Mantiene su otra mano entre sus piernas mientras la
levanto y la llevo hacia la puerta. Esto es ridículo y cada segundo me
siento más frustrado. Salgo al pasillo, empujando a Peaches detrás
de mí y casi me abalanzo sobre Bailey y Mac. Que le den a mi vida.
Las cejas de Bailey golpean el nacimiento de su cabello y puedo
imaginar lo que cree que está viendo. Mac suelta un silbido de lobo
desde su lugar en el hombro de Bailey. Antes de que pueda tratar de
minimizar el daño, Peaches me jode.
—Gracias, Pooh. Siempre eres la mejor monta, cariño. Nos vemos
más tarde. — Luego camina por el pasillo, completamente desnuda,
moviendo el culo y desaparece de la vista.
Me vuelvo para explicarle a Bailey, pero ella levanta la mano y
niega con la cabeza.
—¡Estás jodido!—chilla Mac. Entran en la habitación de Axel y
Bailey cierra la puerta lo suficientemente fuerte como para hacer
vibrar las paredes. Mac tiene razón. Estoy jodido.
Capítulo 18
Pippa

Estoy terminando una llamada telefónica cuando Craig aparece


en la puerta de mi oficina. Lo miro dos veces porque él está
impecable. Su ropa está libre de suciedad y su cabello está
cuidadosamente peinado. Siento una sonrisa extenderse por mi
rostro por lo dulce que se ve y, sin embargo, sé lo travieso que puede
ser.
—Estoy listo para irme, Pips.
—Veo que lo estás. Y estás muy guapo, Craig. Soy una chica
afortunada de poder ir a almorzar contigo.
—Sí, si, sí. Vámonos. ¡Tengo hambre!
Craig y yo caminamos hacia mi coche y nos vamos a comer pizza
y luego tacos con Coca-Cola. Nada de agua. Me lo estoy pasando
genial en el almuerzo con él. Es divertido, inteligente y curioso.
Después del almuerzo, vamos a un parque e inmediatamente me
lleva a los columpios. Una vez que consigo que se balancee, me
siento en el que está junto a él y me empujo ligeramente hacia
adelante y hacia atrás. De repente me doy cuenta de lo mucho que
me encanta escuchar sus risitas. Me duele el estómago saber que voy
a tener que romperle el corazón cuando le cuente que su madre ha
desaparecido. Y tendré que hacerlo pronto, pero no hoy. Hoy es para
divertirse, para sonrisas y risitas de niño pequeño.
Mientras caminamos por el parque hacia mi coche, pasamos a
una señora con un cochecito. Nos sonríe a Craig y a mí y nos dice:
—¡Tu hijo es adorable!
Yo le sonrío y le agradezco y seguimos caminando cuando Craig
se acerca y toma mi mano. No ha dicho nada desde que la señora lo
llamó mi hijo y yo no la corregí. Estoy a punto de explicarle por qué
no me molesté en decirle la verdad a la mujer, cuando Craig habla.
—Ojalá fuera cierto, Pips—dice en voz tan baja que apenas lo
escucho.
Dejo de caminar y me agacho frente a él. Tiene la cabeza
colgando y se mira los pies. No es frecuente ver a Craig de este
humor. Por lo general, rebota de alegría y diversión.
—¿Por qué dices eso, Craig?
Con los ojos todavía apuntando hacia abajo, responde:
—Porque mi mamá no me quiere. Nunca me quiso. Pero tú y
Tammy siempre son amables conmigo y me gusta estar en New
Horizons. Siempre hay comida para comer. Nunca me dejan solo
allí.
De repente estoy al borde de las lágrimas y tengo que retroceder
un momento antes de responder. Tomo su otra mano y los estrecho
un poco para que sus ojos se fijen en los míos. Cuando me miran, le
informo:
—Nos encanta tenerte allí con nosotras, Craig. No importa lo que
pase, siempre nos tendrás a Tammy y a mí si nos necesitas.
¿Entiendes lo que te estoy diciendo?
—Escuché a las otras mujeres hablar, así que sé que mi mamá me
abandonó. Ella no regresará y mi padre está en la cárcel. ¿Puedo
seguir viviendo en la casa o vivir contigo? ¿Por favor?—pregunta en
voz baja.
—Todavía no sabemos si tu madre volverá o no, cariño. Tal vez lo
haga después de que tenga tiempo para pensarlo. Pero si no, estarás
bien. Encontraré la manera de asegurarme de que estés bien y feliz.
Te lo prometo, Craig. Te tendré como si fueses mío si encuentro la
manera de hacerlo. Sin embargo, no quiero que te preocupes por
estas cosas. Solo sé un niño y yo resolveré las cosas, ¿de acuerdo?
—Está bien, Pips. Voy a tratar de hacerlo.
-*--*--*--*-
Yo: Craig sabe que su madre se fue. Escuchó a las mujeres hablar.
BILF: ¡Joder! ¿Cómo le va con eso?
Yo: Le preocupa tener que irse ahora.
BILF: ¿Lo hará?
Yo: No va a entrar en el sistema. No lo dejaré.
BILF: ¿Cómo puedo ayudar?
Yo: Es posible que necesitemos la ayuda de Lucy. Hoy estoy comenzando
el proceso de convertirme en madre adoptiva temporal, pero eso lleva
tiempo.
BILF: ¿Tammy sigue siendo una madre adoptiva?
Yo: ¡Mierda! ¡Ella podría serlo! Se lo haré saber.
BILF: Si necesitas algo, estoy aquí.
Yo: ¡Gracias!
-*--*--*--*-
—Haré algunas llamadas telefónicas y veré qué debo hacer para
volver a certificarme como madre adoptiva. Si tengo algún
problema, entonces podemos pedirle ayuda a Lucy y a su padre—
dice Tammy tan pronto como le transmito la conversación de Craig y
la mía.
—Voy a comenzar el proceso para convertirme en madre
adoptiva también. No está de más tener más de una opción
disponible para nosotras—le digo.
—Es mejor que te pongas manos a la obra para hacer de tu casa
un hogar primero. Una mirada a cómo vives y Craig se aleja río
arriba—se ríe.
—Jajaja. La dama conoce los chistes. Bien, probablemente debería
comprar algunos muebles primero. Sería bueno sentarme a una
mesa y no tener que balancear la comida sobre mis rodillas.
—Cariño, lo que estás comiendo no son comidas. Es cartón con
algo parecido a vegetales. Al menos compra algunas ollas y sartenes
para que parezca que sabes cocinar. Y abastece tus alacenas con
productos no perecederos. Si hacen una inspección, y lo harán, tú te
verás normal. O casi normal—afirma Tammy.
—¿No tienes que estar en algún lugar? ¿En cualquier sitio?
—¡Sí! Me voy a casa para vestirme para la cena en casa de Trigger
esta noche. No olvides la cerveza y el postre. ¡Hasta luego, chica!

Entro en el camino de entrada de la dirección que Tammy me dio,


detengo el coche y me quedo mirando. Este no puede ser el lugar
indicado. Ésta no puede ser la casa de un motero. Por un lado, es
enorme y sé que Trigger vive solo. Se me escapa por qué necesitaría
tanto espacio. En segundo lugar, es una casa ultramoderna. Es todo
ángulos, ventanas y acero. No es en lo que imaginé viviendo a
Trigger. No veo el coche de Tammy, pero hay un Toyota viejo y
oxidado en el camino. Justo cuando estoy a punto de llamar a
Tammy, veo que Trigger sale por la puerta principal y me hace señas
para que me acerque al garaje. Termino de conducir por el camino de
entrada y estaciono. Al salir, veo la sonrisa en el rostro de Trigger y
sé que él sabe que estaba segura de que ésta no era su casa. ¡Dios! Me
siento estúpida por hacer suposiciones.
—¿Necesitas ayuda con algo, Pips?—me pregunta.
—No, puedo conseguirlo todo. ¿Dónde está el coche de Tammy?
—Le pedí que lo estacionara en el garaje para que hubiera más
espacio en el camino para los otros que vienen esta noche.
—¿Pooh ya está aquí?—pregunto, haciendo malabares con la
cerveza, el bolso y los postres hasta que Trigger me rescata los
pasteles y la bolsa de la compra.
—Aún no. Pensé que te iba a recoger.
—Me envió un mensaje de texto diciendo que llegaba tarde y que
me encontraría aquí.
—Debe haber recibido una llamada de auxilio tardía. Hoy
reemplazó a Chubs. Llegará aquí cuando llegue—dice Trigger
mientras maniobramos a través de la puerta principal.
El interior de la casa es tan moderno como el exterior. Es abierto y
aireado, de vidrio y acero. La sala de estar es enorme, tiene muchas
ventanas y está decorada con muebles de cuero negro. Es
espectacular. Caminamos a lo largo de una media pared y luego
giramos a la derecha y estamos en la cocina. Cromo, acero, blanco,
grises y negros. Todo es de primera calidad y está impecable. Las
banquetas de la barra a lo largo de la barra larga que divide las
habitaciones están hechos en cromo y cuero negro con el logo de
Harley impreso en ellos.
Detrás de la encimera está Tammy. Ella está en la isla que se
encuentra en el centro de la cocina, cortando verduras para una
ensalada. Dejo mis bolsas en la isla y me inclino para darle un beso
en la mejilla. Ella sonríe, deja el cuchillo y se limpia las manos.
—¿Qué trajiste?—pregunta mientras alcanza las bolsas.
—Tarta de frambuesa, barritas de limón, dos botellas de vino y
cerveza—respondo mientras me meto una rodaja de tomate en la
boca.
—Pooh hizo su pedido, ¿verdad?—ríe Trigger.
—Sí, él me dijo lo que quería y Ava lo tenía listo cuando llegué.
¡Su pastelería es increíble! Regresaré a menudo. Tiene todo lo
imaginable.
—Ahora ves por qué Chubs ama a Ava. Incluso dice eso todo el
maldito tiempo —nos informa Trigger.
—¡Santa Mierda, Trigger! ¡Pooh y yo cenamos con Chubs y Lucy
y la cantidad de comida que el hombre puede devorar es un crimen!
Yo sería tan grande como esta casa si comiera como él.
—Todos lo seríamos. El superpoder de ese hombre es su
capacidad de comer. Es un misterio para todos nosotros. Pero es
buena gente, de principio a fin—responde Trigger.
—Sí, lo es. Y Lucy es tan agradable. Hacen una gran pareja.
—Sí. ¡Gracias! —exclama Axel mientras él y Bailey entran a la
cocina. Ella pone los ojos en blanco y él sonríe. ¡Otra gran pareja!
Todos saludan, se reparten abrazos y yo tomo el cuchillo de
Tammy para terminar la ensalada. Veo que las cejas se elevan por la
sorpresa.
—Puede que no pueda cocinar mucho, pero puedo manejar un
cuchillo. Tammy me mantuvo alejada de la cocina pero me hizo
ayudar de otras formas. Puedo servir vino, poner la mesa e incluso
lavar los platos—les gruño.
—Tuve que mantener sus manos ocupadas pero también hacer
que se mantuviera lejos, muy lejos de la cocina. Nos tuteábamos con
los bomberos locales cuando finalmente descubrí que ella nunca
sería cocinera—les dice Tammy.
Mientras todos se ríen de la narración de mis secretos por parte
de Tammy, Pooh entra. Camina directamente a mi lado y se inclina
para un beso rápido que hace que mi corazón lata un poco más
rápido. Y vuelve a sobresaltarse cuando veo la sonrisa que me ha
dirigido a mí y solo a mí.
Pooh lleva una camiseta Henley gris oscuro con mangas largas
que le llegan hasta los codos. Unos Levi's descoloridos con sus botas
negras de motero y su chaleco. Me estoy deleitando con los ojos
cuando de repente se agita una mano frente a mi cara y me echo
hacia atrás.
Axel se ríe y dice:
—Parecía que estabas a un minuto de abalanzarte sobre Pooh y
retrasar nuestra cena. Sé una buena chica, Pippa, y cuida tus
modales. Vas a cenar bistec, no a Pooh.
Siento que mi cara se incendia al mismo tiempo que Trigger le da
un puñetazo a Axel en la parte posterior de la cabeza. Todo el
mundo se ríe cuando Trigger declara:
—No sé por qué Bailey insiste en llevarte con ella. La invito a ella
y te recibo a ti también.
—Solo suerte, supongo—responde Axel.
Bailey se ríe antes de envolver sus brazos alrededor de la cintura
de Axel. Él se inclina y le deja un beso en la boca, luego choca su
frente antes de guiñarle un ojo.

Las mujeres estamos en la cocina poniendo la comida en tazones


y bandejas para la cena y los hombres están en la terraza asando los
bistecs. Todos nos reímos y charlamos cuando una mujer entra
caminando por la cocina y se dirige al refrigerador. La abre, toma
una cerveza y sale por la puerta hacia la terraza sin decirnos una
palabra a ninguna. Miro a Tammy y Bailey con sorpresa porque no
sabía que había alguien más aquí. La cara de Bailey está congelada y
no en el buen sentido. Parece que acaba de morder un limón. Tammy
no se ve diferente ni parece sorprendida de que una mujer haya
pasado por aquí con pantalones muy cortos de Daisy Duke y una
camiseta sin mangas apenas visible. Por alguna extraña razón, la
hembra me parecía familiar, pero no puedo ubicar dónde la he visto
antes.
—¿Quien era esa?—le pregunto.
—Ésa es el ama de llaves de Trigger. Viene aquí un par de veces a
la semana y le mantiene las cosas ordenadas—responde Tammy con
indiferencia.
—Toma un plato extra, cariño. Joanie se queda a cenar—grita
Trigger a través de la ventana deslizante.
Tammy se vuelve para tomar otro plato cuando vuelvo a notar la
expresión del rostro de Bailey. Cuando me ve mirando en su
dirección, su rostro se pone en blanco. Me acerco a ella y le pregunto
en voz baja:
—¿Quién es?
Sin embargo, antes de que Bailey pueda responder, Trigger grita
que los filetes están listos. Tomamos los tazones de comida y las
fuentes y salimos a la terraza. Todos tomamos asientos en la mesa
del patio, con Joanie dejándose caer entre Pooh y Axel, y
comenzamos a llenar nuestros platos. Ninguno de los hombres
parece darse cuenta de que Bailey se ha quedado en silencio o que su
rostro es una pizarra en blanco. Pero yo lo he hecho y me pregunto
por qué. Y ahora veo a Tammy mirando a Bailey con preocupación,
también.
—Pooh, cariño, ¿podrías poner una patata en mi plato, por favor?
—ronronea Joanie, golpeándolo con su hombro juguetonamente.
Pooh coloca una sobre el de ella, el suyo y luego el mío antes de
alcanzar la ensaladera. Los hombres continúan discutiendo una
nueva construcción de una moto personalizada que se está haciendo
en la tienda del club y sigo observando a Bailey de cerca. Algo está
mal y me pregunto qué es cada vez más.
—Trig, cariño, pásame un rollo—pide Joanie mientras le sonríe.
Trigger le entrega un rollo mientras sigue charlando con los
hombres. Observo fascinada cómo los ojos de Bailey comienzan a
entrecerrarse y nunca abandonan la cara de Joanie. Miro a Tammy y
veo que observa a Bailey de cerca. Tengo un mal presentimiento y sé
que una bomba está a punto de caer sobre nuestra pequeña cena. No
es de extrañar que los hombres aún no tengan ni idea de que algo
anda mal.
—Axel… —comienza a decir Joanie cuando Bailey interrumpe.
—Si lo llamas bebé, cariño, dulzura o cualquier otro nombre que
te guste usar, te cortaré como una perra. ¿Me entiendes, puta?
Mi boca casi golpea la mesa, al igual que la de Tammy. Los
hombres dejan de hablar y se sintonizan con el entorno, pero es
demasiado tarde. Joanie le sonríe a Bailey y debo decir que no es una
jugada inteligente.
—No seas una vaca celosa, Bailey. Hace meses que no me follo a
Axel. Si alguien debería estar celosa, deberían ser las otras mujeres,
ya que no ha pasado tanto tiempo desde que sus hombres han
estado metidos en mí—proclama Joanie con aire de suficiencia—. No
mucho para nada.
—¿Quuuueeeeeé diiiiiiijjjjjiiissss eeeeee?—le pregunta Tammy
en voz alta—. Dijiste que era tu ama de llaves, Trigger. ¿Eso no es
cierto?
—Eh, bueno, sí, es verdad. Es mi ama de llaves… —Trigger
comienza a tartamudear su respuesta cuando Joanie interrumpe.
—Ama de llaves con beneficios—se ríe.
Estoy atónita y sin palabras, pero ahora noto que los tres hombres
están inquietos. Bailey está lista para estallar y Tammy al principio
parece herida, luego la ira comienza a apoderarse de ella cuando
descubre lo que está sucediendo.
—Entonces, déjame aclarar esto, Trigger. ¿Nos invitaste a todos a
cenar aquí, en tu casa, contigo, a tus hermanos del club y a la puta
con la que has follado? ¿Nosotras las mujeres somos las únicas en
esta mesa que no la hemos follado? ¿Eso resume todo esto? —escupe
Tammy mientras se pone de pie.
—Si juegas tus cartas… —comienza a decir Joanie cuando Bailey
finalmente ha tenido suficiente. Se pone de pie, se inclina sobre la
mesa y golpea a Joanie en la cara. Solo una vez, pero es suficiente
para causar caos en la mesa. Todos los hombres se ponen de pie,
dejándonos a Joanie y a mí todavía sentadas. Ella está lloriqueando y
quejándose de las damas y sus sensibilidades y yo estoy sentada
como una idiota tratando de absorber el hecho de que estoy
compartiendo la cena con uno de los juguetes sexuales de Pooh. Y él
estaba de acuerdo con ese hecho.
Miro hacia arriba para ver la cara de Pooh y todo lo que veo es
culpa. Mucha, mucha culpa.
—¡No te enojes solo conmigo! Demonios, justamente hoy, Pooh
tenía a Peaches en su habitación. Ella se fue desnuda, y él estaba
envuelto en una toalla, así que diría que es seguro apostar que no
estaban hablando de política. Los viste tú misma, Bailey. Peaches me
dijo que sí.
Dirijo mis ojos hacia Bailey a tiempo para ver la lástima que
apunta en mi dirección antes de que agache la cabeza y me oculte los
ojos. Se me cae el estómago. Me siento mal y sé que tengo esa mierda
viniendo hacia mí porque confié en él. Lo sabía muy bien y, sin
embargo, no escuché a mi cabeza y seguí mis instintos más básicos.
Yo, no Pooh, presioné por el sexo. Sexo para el que dije que no estaba
preparada, pero lo instigué de todos modos. Si pudiera patearme el
culo, haría precisamente eso.
Mientras me paro, todos los hombres comienzan a hablar a la vez,
tratando de explicar y arreglar la situación. Axel, Pooh y Trigger
están luchando y no quiero escuchar nada de eso. Cuando Pooh trata
de explicar, levanto mi mano y paso junto a él hasta el lado de
Tammy. Ella está tan enojada que está temblando. Pongo mi mano
en su brazo y le pregunto en voz baja:
—¿Estás lista para irte?
Joanie debe haberme escuchado porque comienza a reírse de
nosotras y eso empuja de nuevo a Bailey. Bailey se lanza hacia Joanie
mientras Axel la agarra por ambos brazos y la empuja hacia atrás y
después la rodea con ambos brazos para mantenerla quieta.
—Tranquila, tigre. Quiero ver a Pooh y Trigger hablar por sí
mismos para salir del agujero de mierda en el que están—le dice
Axel.
—¿Crees que están en ese agujero sin ti?—chilla Bailey.
—Eh, ¿Yo qué hice? ¡Soy inocente en todo esto! —pregunta Axel
confundido.
Bailey se libera de su agarre y se gira hacia él.
—¿No crees que es suficientemente malo tener que verlas por la
casa club todo el maldito tiempo? ¿No crees que me canso de tener
que pasar tiempo con ellas en los eventos y fiestas del club? ¡Me
canso! Lo ignoro cuando se trata de una cosa del club, pero no me
gusta. ¿Pero ser invitada aquí a cenar y compartir la cena con esa
g ¿ q y p
lame-semen? ¡No, Axel! ¡Y la culpa es tuya, Trigger! ¿Y ninguno de
ustedes sub-normales entiende por qué no querríamos pasar tiempo
con ella o con ninguna de ellas? ¿En serio? Y para empeorar las
cosas, todas hablan así cuando ninguno de ustedes está cerca.
¿Tienes idea de cuántas veces me han dicho que eres un buen polvo?
¿O me han dado consejos sobre lo que te hace más feliz? ¿O qué tan
bien dotado está Vex? ¿O lo maldita vaca gorda soy?
—¡Vex está dotado! Es…
—¡Cierra tu puta boca, Joanie! ¡Jodidamente ahora!—ruge Axel.
Eso es todo. He terminado. Me vuelvo hacia Tammy, que parece
destrozada, y la agarro del brazo.
—Vámonos, madre. Hemos terminado aquí. Bailey, siempre eres
bienvenida en nuestras casas, si te cansas de compartir comidas con
el chupapollas de tu hombre.
—¡Ex chupa pollas!—grita Axel.
—Gracias, Pippa. Lo siento mucho por todo esto. Y si este idiota
no saca la cabeza del culo, te llamaré. De hecho, al diablo con esta
mierda. Me voy contigo—dice Bailey mientras camina hacia nuestro
lado.
Axel se sobresalta sorprendido por el movimiento de Bailey.
Pooh y Trigger parecen atropellados por una manada de elefantes.
La única que disfruta de esta tormenta de mierda es Joanie.
Caminamos, en grupo, por las escaleras y doblamos la esquina de
la casa hacia nuestros coches. Bailey se mete en el mío y Tammy nos
sigue mientras nos dirigimos a su casa. Qué noche más jodida.
Capítulo 19
Pooh

¿Qué diablos acaba de pasar? Un minuto, estamos teniendo una


gran cena con amigos y familiares, y al minuto siguiente las mujeres
se levantaron y nos dejaron. Y después de una sola mirada, Pippa ni
siquiera volvió a mirarme a los ojos. Axel se está paseando por la
entrada, llamando a su gurú de las flores, como si eso fuera a
ayudarlo esta vez. Trigger está encorvado en una silla, luciendo
perdido. Y Joanie, la maldita Joanie, está cenando como si nada.
—Joanie, vete. No vuelvas aquí nunca más. Ni siquiera quiero ver
tu cara en la casa club—ordena Trigger sin convicción.
—No era mi intención que se enojaran, muchachos. Quiero decir,
no es un gran secreto que todos usan a las chicas del club. Son
simplemente perras demasiado sensibles que no saben lo que
necesitan los hombres como ustedes.
—¡Lárgate de mi espacio! ¡Hazlo ahora!—rujo.
Joanie deja caer el tenedor en su plato y se toma su tiempo para
irse. Cuando se ha ido, miro a Trigger.
—¿Qué hacemos ahora, viejo?
—Joder, si lo sé.
—Bueno, ¡será mejor que uno de ustedes, pendejos, descubra algo
rápido! ¡No voy a perder a Bailey porque no pueden mantener sus
pollas en los pantalones!—grita Axel.
—¡No me follé a Peaches! ¡Estaba desnuda, en mi cama, cuando
salí de la ducha! ¡Bailey nos vio, pero solo me vio haciendo que
Peaches saliera de mi habitación! ¡Esa maldita perra de Peaches!
¡Dando vueltas esparciendo esa mierda cuando sabe que nada de eso
es verdad!
—¡Voy a llamar a Ava! Ella sabrá qué hacer y nos ayudará.
¡También Trudy! —declara Axel.
—Las mujeres tenían todo el derecho a estar enojadas. Estoy
jodidamente seguro que no quiero que me obliguen a cenar con uno
de los ex de Pippa y no me agradaría tener que escucharlo darme
consejos sobre lo que le gusta en la cama—digo.
—¡Ava! Necesitamos tu ayuda. Trigger y Pooh la cagaron esta
noche y ahora las mujeres, incluida Bailey, se han ido y están muy
enojadas con nosotros. ¡No! ¡No hice nada malo! ¡Juro por Dios que
no lo hice!—insiste Axel en el teléfono. Lo dejo pidiendo ayuda y a
Trigger con su cena fría. Necesito montar y, con suerte, el viento
aclarará mi mente y me mostrará el camino a seguir. Mañana,
cuando el polvo se haya asentado, prevalecerán las mentes más
claras.
-*--*--*--*-
Yo: No me follé a Peaches. ¿Puedo llamarte y explicar lo que realmente
sucedió?

Pasan varios minutos antes de que reciba una respuesta.

Pippa: No hace falta que me expliques. Realmente no importa. De todos


modos, esto no iba a funcionar entre nosotros. No estoy enojada. Y solo te
deseo lo mejor, pero es mejor detener esto antes de que llegue al punto en
que uno de nosotros resulte herido.
Yo: ¿Entonces eso es todo? ¿1 golpe y estás fuera?
Pippa: Sí, supongo.
Yo: Eso es débil. Me alegra ver lo poco que importo.
Pippa: Siento que lo veas de esa manera. Cuídate, Pooh.

Estoy tentado de romper el teléfono, pero eso no va a cambiar el


hecho de que Pippa y yo terminamos incluso antes de tener un buen
comienzo. Debería haberle dicho lo que pasó con Peaches en lugar
de dejar que se enterara de la forma en que lo hizo. Pero no lo hice y
no puedo volver atrás en el tiempo. Me bajo de la moto y entro en el
gimnasio para empezar otro día de trabajo.
Axel está de pie en el mostrador, tiene el ceño fruncido y está
tenso, así que supongo que Bailey no volvió a casa anoche. Bueno,
joder. Una cagada y tres relaciones se derrumbaron. Hoy van a ser
momentos divertidos.
—¿Bailey se quedó anoche en casa de Pippa?—pregunto cuando
llego al mostrador.
—Supongo que todas se quedaron en la casa de Tammy. Ava
intentó llamarla pero recibió un mensaje de texto que le decía que se
ocupara de sus asuntos. Eso no es como es Bailey en absoluto.
Intenté llamar y no me respondió, así que le envié un mensaje de
texto y esta fue la respuesta que recibí—dice Axel deslizando su
teléfono por el mostrador hacia mí.

Bailey: Volveré a casa cuando no sienta la necesidad de ser Lorena


Bobbi contigo y tus malditos putas, hermanos del club cerdos perros.
¿Alguna otra pregunta, Axel?

Deslizo el teléfono hacia Axel y lucho contra una sonrisa ante las
garras de Bailey. Suele ser la mujer más dulce y agradable que
conozco. Obviamente esto la ha estado supurando por un tiempo y
le dimos la oportunidad de desahogarse. Puede que Pippa no me
vuelva a hablar nunca más, pero al menos no tendré que dormir con
un suspensor masculino como Axel podría querer considerar hacer.
Al mirar su rostro, noto lo miserable que se ve. De hecho, se ve peor
de lo que me siento y eso es decir algo.
—Ella volverá, Axe. Vosotros dos sois perfectos juntos y esa
mujer te ama muchísimo. Está enojada, pero tengo la sensación de
que se le ha dicho mucho más de lo que nosotros sabemos.
Últimamente, las jodidas putas del club se nos han ido de las manos.
Agresivas y provocadoras, irrespetuosas con los hermanos, entre
ellas y con las damas. Deberíamos haber prestado más atención y
aplastar esa mierda cuando comenzó. Es culpa de todos nosotros.
—Sí, deberíamos haberlo hecho. Bailey nunca se queja de nada,
así que pensé que estaba ignorando sus mierdas. Supongo que no.
Pero eso se detiene hoy. Después del trabajo, llamo a todas las putas
a la casa club y dicto la ley sobre el respeto. No les gusta, pueden
llevarse sus desagradables vaginas a otra parte. Nos hemos vuelto
laxos con su comportamiento y esa mierda se detiene ahora.
—Tienes mi apoyo, hermano.

Unas horas más tarde, las mujeres de NH entran por la puerta,


menos Pippa. No esperaba que ella apareciera, pero estaba deseando
que lo hiciera. Ignoro el ardor en mi estómago y me pongo a dar la
clase. Va bien y las mujeres están avanzando a un ritmo más rápido
de lo que esperaba. Cada una de ellas me da las gracias y se va,
hablando y riendo entre ellas. Incluso con la mierda revuelta
alrededor de Axel y yo en este momento, me hace bien ver a esas
mujeres salir de sus caparazones. Pippa hace maravillas con ellas y
estoy asombrado por su dedicación.
Cuando llego a la casa club, todos los hermanos y putas del club
están reunidos en la sala principal. Las mujeres obviamente no
tienen ni idea de por qué están aquí esta noche porque parece que la
mayoría ha tenido mucho cuidado al maquillarse la cara, arreglarse
el cabello y no llevan casi nada de ropa. Deben estar esperando una
fiesta con polla ilimitada. Dos de las más descaradas están tiradas en
la mesa de billar besándose tratando de atraer a algunos hermanos a
unirse a ellas.
Veo a Axel, Trigger y Petey, con Mac, sentados en una mesa, así
que me acerco y tomo asiento con ellos. Trigger no es un motero
feliz. Si las miradas mataran, habría algunos cadáveres esparcidos
por el suelo de la casa club.
—¿Has hablado con Tammy hoy?—le pregunto.
—Joder, no. No aceptó ninguna de mis llamadas y cuando le
envié un mensaje de texto, su respuesta no fue alentadora en lo más
mínimo. De hecho, fue cruel. Ella fue mala. Aparentemente, ya se ha
olvidado de que mi polla no es lo suficientemente larga para ir a
follarme a mí mismo como sugirió.
—Ya lo hiciste—exclama Mac.
Veo a Petey girar la cabeza y después observo que sus hombros
tiemblan. El cabrón piensa que esto es divertido. Eso es porque él no
está en nuestra situación.
—Mac, juro por Dios que no estoy de humor para tu mierda hoy.
Si no quieres terminar siendo el relleno de mi puta almohada, te
callarás—refunfuña Trigger.
—Parece que Pippa fue la más amable. No me insultó ni amenazó
mis partes, simplemente lo canceló. Me deseó lo mejor y terminó las
cosas—les digo a los hombres.
—Lo siento. A Mac le gusta Pippa—dice Mac, sorprendentemente
siendo amable y sin tratar de echar leña al fuego.
—Gracias, Mac.
—¡Escuchad todos!— grita Gunner. Los hombres se callan y
centran su atención en Gunner. Es el presidente y se ha ganado ese
respeto. Algunas de las mujeres hacen lo mismo, pero varias
continúan charlando y las dos de la mesa continúan besándose.
—¡Cash!—grita Gunner, inclinando su barbilla hacia las dos en la
mesa de billar.
Cash se acerca a la mesa, agarra a cada mujer por un brazo, las
separa y las ayuda a bajar al suelo.
—Ninguna de las dos es bienvenida aquí. No se les permitirá la
entrada, así que no se molesten. Sus trabajos en el club de striptease
terminaron. Salgan—les dice Cash mientras las acompaña a la
puerta.
Eso calla al resto de las mujeres. De repente, Gunner tiene toda su
atención.
—Hubo un incidente anoche que me llamó la atención sobre que
este club les ha permitido a las mujeres ser irrespetuosas con los
miembros y sus mujeres. Déjenme aclarar esto. Si no pueden mostrar
el respeto que merecen los miembros del club y sus mujeres,
lárguense ahora mismo. Ustedes son invitadas, no miembros, y
harían bien en recordar ese hecho.
Gunner hace una pausa y mira a cada mujer a los ojos antes de
continuar.
—Peaches, lo que hiciste ayer ha terminado tu tiempo aquí. Ya no
eres bienvenida en ninguna propiedad del club, ni en ninguno de los
negocios del club. Tu…
—¿Qué mierda, Gunner? No ofrecí nada que Pooh…
—¡SAL!—ruge Gunner mientras avanza furioso hacia ella. Ni
siquiera Peaches es lo suficientemente tonta como para seguir
discutiendo con un motero cabreado que mide casi dos metros de
altura. Ella sale y lo hace rápido.
Después Gunner se acerca a la mesa en la que Joanie está sentada,
apoya sus puños sobre ésta y pega la cara a la de ella. Ella se encoge
hacia atrás y se encorva. Sabe lo que se le avecina.
Con un ladrido que solo Gunner puede lograr, dice a la sala:
—Ésta de aquí decidió que era una gran idea llamar vaca a la
mujer de nuestro vicepresidente. ¡En su cara! Si bien nunca he
puesto una mano sobre una mujer enojado, mi esposa no tiene
ningún problema en hacer daño. ¡Así que la próxima vez que una de
vosotras decida ser irrespetuosa con una de nuestras mujeres, le daré
a Ava el cuchillo que necesitará para cortarles la maldita lengua!
Joanie rompe a llorar. Gunner se apoya con más fuerza en los
puños y no deja a Joanie espacio para moverse. Las lágrimas y los
mocos corren por su rostro y ahora me pregunto qué diablos hemos
visto en ella.
—Si alguna vez veo tu cara en alguna propiedad del club, haré
los honores yo mismo. ¡Vete a la jodida mierda, perra!
—Que te den, puta—grita Mac.
Joanie se levanta de la silla y se apresura a cruzar la habitación y
a salir por la puerta. Buen viaje.
Gunner se vuelve hacia la habitación y continúa su discurso.
—Ni una sola de ustedes, mujeres, tiene que estar aquí. Es, y
siempre ha sido, su elección entregárselo a los hombres como elijáis.
Si trabajan para el club, no tienen ningún compromiso. Vuestro
trabajo no significa que tengáis que estar aquí follando con los
hombres. Ustedes eligen hacer eso. Si eligen no hacerlo, seguirán
teniendo el trabajo, a menos que rompan una de las pocas reglas que
tenemos. Pero de ahora en adelante, no vendrán a la casa club a
menos que tengamos una fiesta que las incluya o que hayan sido
invitadas específicamente por uno de los hombres. Esto para los días
de la semana. Los fines de semana, son bienvenidas, pero no hasta
las 9 pm los viernes y sábados por la noche. ¿Alguna pregunta?
La habitación permanece en silencio. Hay algunas caras
sorprendidas de los hombres y algunas caras enojadas de las
mujeres, pero nadie cuestiona la autoridad de Gunner.
—Los miembros del club deben recordar estas reglas y hacerlas
cumplir. No voy a tener otra de estas reuniones. Si se trata de eso, no
se permitirán mujeres externas, punto. De aquí en adelante, quien
esté trabajando en la puerta, será mejor que tenga cuidado con quién
puede pasar por esa maldita puerta. Mujeres, váyanse. Ahora.
Todas las mujeres se apresuran a salir del edificio. Cuando todas
se han ido, Gunner continúa.
—Este es un puto MC. No fue hace mucho tiempo que este club
era un club del 1% puro. Si tu mujer es reclamada como esposa u
dama, merece el respeto de los miembros del club y de las putas por
igual. No se tolerará nada menos. Si tu mujer es nueva en este estilo
de vida, entonces necesita endurecerse y aprender a defenderse. Si
no puede, es tu maldito trabajo hacerlo. No el mío. No volveré a
tener este tipo de reunión. La vida del motero es dura. Hundirse o
nadar. Hacer cumplir las reglas para las putas recae en todos y cada
uno de vosotros. Si ellas piensan que está bien desparramar la
mierda que han estado haciendo es cosa de ustedes. Ocúpense de
esta mierda o lo haré yo y no volverá a quedar un pedazo de culo
que no haya sido reclamado en esta propiedad.
Después de un momento de silencio, Gunner camina hacia
nuestra mesa y se sienta. Se acabó la reunión. Es hora de
emborracharme o encontrar una pelea para aliviar mi angustia.
Capítulo 20
Pippa

Tammy, Bailey y yo pasamos la noche despotricando contra el


hombre. No es agradable ni muy maduro, pero fue terapéutico.
Cuando Bailey se fue con nosotras, supe que volvería. Ella y Axel
tienen una base sólida en su relación y estaba herida y con un ataque
de ira. Ellos son una gran pareja y espero que él comprenda la suerte
que tiene de tener a Bailey en su vida.
Tammy y Trigger, Pooh y yo éramos nuevos. Todavía estábamos
tanteando las cosas y conociéndonos, así que no debería molestarme
tanto. Pero me molesta. Tengo un nudo en el estómago que no
desaparece y siento una pérdida en mi vida. Es ridículo dado el
tiempo que he conocido a Pooh. Pero a nadie le gusta sentirse
engañado y así me siento yo.
Bailey llamó a Gunner y se fue hoy y vendrá a New Horizons hoy
para revisar los libros y ver si puede encontrar una manera de
simplificar mi sistema. Mientras Tammy y Bailey se preparan para el
trabajo, corro a casa para ducharme y cambiarme. Casi esperaba que
Pooh me estuviera esperando allí, pero no lo estaba, y no estoy
segura de si me siento aliviada o no. Debería estarlo, pero tengo que
admitir que también estoy un poco decepcionada.

Bailey no tarda mucho en hacer algunos cambios en mi sistema


de contabilidad y estoy impresionada. Mientras ella está en mi
escritorio haciendo su magia, yo estoy sentada en el sofá de mi
oficina haciendo las numerosas llamadas telefónicas que hago todos
los días para programar citas y entrevistas para las mujeres que se
quedan aquí.
Mientras conversaba con Bailey, surgió lo de Craig y la situación
en la que se encuentra en este momento. Ella tomó su teléfono, llamó
a Lucy, y todas almorzaremos juntas para explicárselo también a
Lucy. Tiene grandes contactos con su padre como gobernador y su
ayuda puede ahorrarnos muchos trámites burocráticos.
Poco después de que Bailey llamara a Lucy, recibí un mensaje de
texto de Chubs.

Chubs: Hoy voy a atender algunas llamadas de auxilio. Haré algunos


remolques. ¿Le gustaría ir al pequeño? También lo llevaré a almorzar.
Yo: ¡Eso sería genial para él! Déjame preguntarle, pero estoy segura de
que le encantará.

Después de preguntarle a Craig, quien gritó hurras durante dos


minutos completos de excitación, se lo hice saber a Chubs y recibí un
emoji de aprobación. Media hora más tarde, acompañé a Craig hasta
el camión de auxilio que conducía Chubs y los vi irse, con sonrisas
en ambos rostros. Sentado entre ellos estaba Gee. Estoy bastante
segura de que también estaba sonriendo.
Estoy un poco sorprendida de que Chubs no intentara hablar
conmigo sobre lo que sucedió anoche en la casa de Trigger, pero es
una agradable sorpresa. Él fue la persona sonriente y adorable de
siempre y Craig estaba rebotando de excitación, así que hoy estoy
agradecida con Chubs por dos cosas.

Elegimos un restaurante con patio exterior y disfrutamos del sol


mientras almorzamos. El teléfono de Bailey ha estado haciendo ping
constantemente. Ella gruñe cuando ve los mensajes de texto
entrantes, pero también hay algunas sonrisas tiernas. Axel está
haciendo todo lo posible para arreglar las cosas y sé que no pasará
mucho tiempo antes de que capitule. Espero que lo haga porque son
tan lindos juntos y Axel no tenía ningún control sobre quién estaba
invitado a comer. Eso era cosa de Trigger.
—Craig estaba tan emocionado hoy de ir con Chubs. Él es tan
amable llevando a Craig a las llamadas. El pequeño necesita tiempo
con hombres porque está rodeado de mujeres todos los días—le digo
a Lucy.
—Chubs estaba igual de emocionado. Ama a los niños y ellos se
sienten atraídos por él. Los muchachos tendrán un buen día—
responde sonriendo.
Justo cuando estoy tomando un bocado de mi sándwich, mi
teléfono suena desde donde está sobre la mesa junto a mi plato. Lo
miro y veo un mensaje de texto de Pooh.

BILF: Bailey no vio lo que cree que vio. Déjame explicarte, por favor.

—¿Quién es BILF?—pregunta Bailey.


—Es Pooh. Mi estúpida idea de ser graciosa cuando cambié su
contacto a BILF ( Biker I´d Like to Fuck). Motero al que me gustaría
follar. Sé que fue infantil, pero en ese momento fue divertido. Ahora,
no tanto—explico, avergonzada hasta la muerte.
Bailey comienza a reírse y Lucy y Tammy se le unen. Sin
embargo, no estoy segura de si se están riendo de mi intento de
hacer una broma o de mi vergüenza. Deslizo el teléfono y cambio su
nombre de contacto a Pooh.
—¿Vas a responderle?—pregunta Tammy.
—Tal vez. Probablemente. No lo sé.
—Tal vez no vi lo que pensé que vi, Pippa. Estaba trabajando en
la casa club y no me sentía bien, así que fui a la habitación de Axel
para acostarme cuando vi a Pooh y Peaches saliendo de su
habitación. Mirando hacia atrás, parecía cabreado. Y conociendo a
Pooh, no puedo verlo haciendo algo así después de perseguirte. Es
uno de los mejores tipos que conozco y le he confiado mi vida. No
quiero parecer que te estoy predicando, pero si quieres mi opinión,
al menos hablaría con él si fuera tú.
Escucho atentamente a Bailey porque conoce a Pooh mejor que
cualquiera de las mujeres sentadas aquí. Y confío en su opinión.
Miro a Lucy y veo que asiente con la cabeza de acuerdo con Bailey.
Yo también asiento con la mía. Hablaré con él y al menos le daré la
oportunidad de explicarse. Querría esa oportunidad, si las cosas se
invirtieran, así que es justo darle la misma oportunidad.
—Lo llamaré más tarde. ¿Y tú, Bailey? ¿Axel y tú van a estar
bien?
—Sí, estaremos bien. Reaccioné exageradamente y me puse
emocional. Axel no tiene la culpa de los comentarios que han estado
haciendo las putas. Yo la tengo porque no hice nada al respecto. Dejé
que se salieran con la suya y luego herví a fuego lento en silencio.
Supongo que necesito una capa exterior más resistente—explica
Bailey.
—¿A ti también te dicen mierda, Lucy?—pregunta Tammy.
—No. No me hablan en absoluto y solo fingen que no existo.
Chubs tiene que pedirme un refresco porque ignoran por completo
que estoy sentada en el bar con él. Tal vez sea mejor ser ignorada a
ser insultada. No me gustan, pero como Chubs no se ha acostado
con ninguna de ellas, no es tan incómodo para mí.
—¿Chubs nunca se ha acostado con ninguna de las putas del
club?—pregunto asombrada.
—No. Dijo que nunca se sintió cómodo haciendo eso con ninguna
de ellas. Dijo que siempre se pregunta por qué querrían ser
consideradas putas y se pregunta qué tipo de vida las llevó a pensar
que estaba bien ser degradadas así.
—¡Guau! Una razón más para amar a Chubs—afirma
enfáticamente Bailey.
—¡Pippa ama a Chubs!—me río.
—Yo también—coincide Tammy.
La comida termina bien. Bailey finalmente llama a Axel y se aleja
unos metros para hablar en privado. Después de unos minutos,
regresa y sonríe, así que sé que todo está bien. Ella y Lucy se van
juntas. Lucy va a dejar a Bailey en el gimnasio donde Axel espera
ansiosamente. Lucy va a hablar con su padre, en mi nombre y en el
de Tammy, y verá si puede eliminar la burocracia y asegurarse de
que Craig pueda quedarse con nosotras. Es un gran alivio y espero
que nos enteremos pronto para poder asegurarle a Craig que tiene
una casa con nosotras. Sé que el hombrecito está preocupado pero,
de una forma u otra, se quedará conmigo.

Estoy de regreso en mi oficina cuando recibí un mensaje de texto


de Chubs informándome que está afuera con Craig. Me apresuro a la
puerta trasera y la abro. Camino hacia la grúa y veo a Craig
profundamente dormido en un asiento para niños. Gee está sentado
entre Chubs y Craig y está abrochado con un cinturón de seguridad.
Gee lleva una camiseta con el parche del club impreso en blanco.
¡Lindo como el infierno! Consigo un pequeño resoplido cuando le
sonrío.
—Creo que cansé a Craig. Quedó agotado hace aproximadamente
una hora—me dice Chubs, sonriendo.
—¡Muchas gracias, Chubs! Estoy segura de que se divirtió mucho
hoy. Estaba tan emocionado de ir—digo.
—Nos divertimos. Es un gran chico, Pippa. Realmente espero que
las cosas le salgan bien. Lucy me contó lo que pasa y sé que está en
la oficina de su padre ahora mismo. Ella no se dará por vencida
hasta conseguir lo que quiere. Es así de terca.
—Estoy muy agradecida a los dos. Gracias de nuevo, Chubs.
—Me encantó la compañía hoy. Me gustaría volver a recogerlo
algún día, ¿te parece bien?
—¡Absolutamente! En cualquier momento, avísame cuando
quieras.
—Tengo que irme. Gran reunión del club y tengo que ir a la casa
club. Se trata de las chicas del club y de lo irrespetuosas que se han
vuelto. Te veré más tarde, niña. ¿Sí?
—Sí, Chubs. Lo harás.
Con cuidado saco a Craig del asiento para niños y lo acurruco
más cerca, a pesar de la grasa y el barro que lo cubre de la cabeza a
los pies. Chubs me guiña un ojo y se marcha. Llevo a Craig a la casa
y a su dormitorio. Mientras lo pongo en su cama, sus ojos se abren y
sonríe adormilado.
—Hola, cariño, ¿te divertiste hoy?—pregunto en voz baja
mientras lo cubro con las mantas.
—Sí, Pips. Chubs es el mejor. Remolcamos coches y camionetas y
fuimos a un paseo de comidas. ¡Estoy tan lleno! ¡Comimos toneladas
de bocadillos!
—¿Un paseo de comida? ¿Qué significa eso exactamente?
—Es cuando vas a varios lugares para conseguir todos los
alimentos que más te gustan. ¡Chubs conoce todos los buenos
lugares! ¡Es asombroso! Estoy cansado ahora, Pippa. Te contaré todo
sobre nuestro paseo después de dormir.
No puedo evitar sonreírle mientras le doy un suave beso en la
frente, lo arropo y lo dejo dormir su coma alimenticio.

Ha sido un día largo y me alegro de haberlo dejado finalmente


atrás. Esto acostada en la cama, tratando de conciliar el sueño, y mi
mente naturalmente se dirige a Pooh. Es fácil imaginar esos ojos
color avellana y sonreír. Y es imposible olvidar su toque. Cómo se
sintió cuando deslicé mis manos por su piel. Su cuerpo delgado y
musculoso es la perfección. Lo deseo como nunca antes había
deseado nada. Lo quiero cerca. Quiero más tiempo para conocerlo y
a su mundo. Pero necesito una razón para confiar en él y este último
incidente no me ayuda en ese departamento. Necesito hablar con él
y ver si esto se puede salvar o no. Con eso en mente, alcanzo el
teléfono.

Yo: ¿Estás dormido?


Pooh: No. Tumbado en la cama pensando en nosotros.
Yo: Igual. ¿Podemos hablar? ¿Encontrarnos mañana quizás?
Pooh: Sí. Seguro. ¿Dónde/cuándo?
Yo: ¿Almuerzo?
Pooh: Te recogeré con la moto al mediodía.
Yo: De acuerdo.

Siento que se me quita un peso de encima y sé que tomé la


decisión correcta. Hablarlo es mejor que sacar conclusiones
precipitadas. Creo que vale la pena discutirlo. Y Pooh parece pensar
lo mismo que yo.

Pooh: Me dormiría más rápido si me contaras un cuento sucio antes de


dormir. (guiño)

Me río a carcajadas mientras leo su mensaje. Es incorregible. Un


hombre, de principio a fin. Y realmente me gusta eso de él.

Yo: ¿Qué tan sucio?


Pooh: ¡Mucho!
Yo: Érase una vez, una mujer solitaria que conoció a un motero caliente,
y saltaron chispas.
Pooh: ¡Más sucio, por favor!
Yo: Ella trataba valientemente de enviarle un mensaje de texto, pero era
demasiado difícil usando una sola mano.
Pooh: ¡Dime ahora dónde está la otra mano!
Yo: Está ocupada frotándose hasta correrse, usando su colección de
imágenes de moteros.
Pooh: ¡No! No colección de imágenes de moteros. ¡Solo imágenes de
Pooh! ¡Usa esas!
Yo: Está bien, motero, cálmate. Resulta que me gustan más las imágenes
de Pooh.
Pooh: Empieza a usarlas. Da detalles, cariño.
Yo: Nunca he enviado mensajes para ponerse cachondos antes. ¡No estoy
segura de cómo, ten paciencia!
Pooh: Yo tampoco, pero me gusta esto. Solo da detalles, cariño.
Yo: ¿Detalles como que mi mano se desliza lentamente hacia arriba y
hacia abajo por mi clítoris y me estoy imaginando que es tu mano?
Pooh: Joder, sí, ¡así!
Yo: El dedo se sumerge y desliza la humedad a lo largo de mi raja. Se
siente bien.
Pooh: Jódeme, cariño, desearía que fuera mi mano.
Yo: Yo también, Pooh.
Pooh: Arreglaremos las cosas mañana y entonces será mi mano.
Yo: Eso espero. Buenas noches, Pooh.
Pooh: Buenas noches, cariño. Dulces sueños.
Capítulo 21
Pooh

Una vez más, estoy dando vueltas entregando cheques de pago


a todos los empleados. Entro en el estacionamiento del taller de
carrocería personalizado y veo a Trigger de pie justo afuera de la
entrada de empleados en el costado del edificio. Me acerco a él y le
entrego su cheque de pago. Se lo mete en el bolsillo sin decir una
palabra. Por lo general, me suelta una mierda, así que sé que todavía
está molesto.
—Hoy voy a almorzar con Pippa. Voy a explicar lo que realmente
pasó con Peaches y espero que lo entienda. ¿Has hablado con
Tammy?
—No. No contesta el teléfono, ni siquiera me responde los
mensajes. Joder Las mujeres son demasiado difíciles de entender, de
todos modos—gruñe.
—Si Tammy y Pippa nos invitan a cenar, ¿estaríamos bien
compartiendo la cena, en su casa, con tipos con los que habían
follado en el pasado? ¿Tipos que todavía trabajan para ellas y están
cerca todo el tiempo? ¿Y ellas fueran amistosas?—le pregunto.
Trigger gime y se frota los ojos con la base de las manos. Se ve
miserable y lo entiendo. Pippa está lista para hablar conmigo, pero
Tammy todavía lo deja fuera. Apesta ser Trigger.
—Joder, no, Pooh. Ninguno de los dos habría estado bien con esa
mierda. Sin embargo, no pensé en nada de eso antes de que las
mujeres llegaran a la casa. La cagué y eso me ha mordido el culo. Y
lo que es peor, también los metió a Axel y a ti en problemas. Bailey
todavía no me habla, pero escuché que ella y Axel lo resolvieron
anoche. Me alegra escuchar que tú y Pippa están hablando. Supongo
que tendré que hundirme al nivel de Axel y enviar flores. Siempre le
funciona—me dice Trigger.
—No puede lastimar. Ha sacado a Axel de grandes líos. ¿Quieres
que intente hablar con ella cuando recoja a Pippa para el almuerzo?
—No, pero gracias. Lo resolveré.
Le doy una palmada en el hombro y entro para entregar el resto
de los cheques. Petey está detrás del mostrador de servicio, así que
camino hacia allí y me apoyo en el mostrador, tirando los sobres.
—Hola, Pooh. ¿Ya has salido de la caseta del perro? —me
pregunta.
—No estoy seguro. Sin embargo, hoy vamos a almorzar, así que
es una buena señal.
—Sí, lo es. Seguro que espero que les funcione. Ella me gusta. Es
buena gente y Tammy también. Espero que Tammy le dé a Trigger
otra oportunidad porque ha sido malditamente miserable trabajar
con él los últimos dos días. Egoístamente, lo espero por mi propio
bien. Puede que tenga que asesinar a un hermano si continúa con su
estado de ánimo actual—dice Petey, riendo.
—¿Cuántas flores envió Axel a Bailey esta vez?
—No estoy seguro, pero cuando salí esta mañana, todo lo que
podía oler eran rosas. Y Trudy dijo que ayer la camioneta de reparto
estuvo estacionada en la entrada de su casa durante bastante tiempo.
Eso tuvo que haberle costado algunos dólares—me dice Petey,
sonriendo de oreja a oreja. Ya está tan acostumbrado a las travesuras
de Axel que ni siquiera parpadea. Pero guarda el dinero de la fianza
por si acaso.
—Me voy de aquí, hermano—le digo mientras camino hacia mi
moto.
—Buena suerte, Pooh.

Cuando llego a New Horizons, veo a Craig jugando con su


camión de control remoto en el patio trasero con una de las
residentes que está parada cerca. Asiento con la cabeza hacia ella
mientras abro la puerta y entro. La cabeza de Craig se levanta, el
control cae y él viene corriendo. Me agacho a tiempo para atraparlo
mientras me lanza su cuerpo. Lo balanceo en el aire y lo dejo caer
sobre mis hombros, sonriendo ante sus risitas.
—¡Santa mierda, Pooh! ¡Puedo ver el mundo entero desde aquí!—
dice asombrado.
—Podrías ver aún más en los hombros de Gunner. Es un par de
centímetros más alto que yo—le informo.
—¡Yo creo que él es un gigante!
—¿Quién es un gigante?—pregunta Pippa mientras sale.
—Gunner. ¡Es incluso más alto que Pooh!
Bajo a Craig al suelo y le revuelvo el pelo. No estoy seguro de qué
es, pero tiene algo pegajoso en el pelo. Eso no me sorprende
teniendo en cuenta que rueda en el barro como un cerdo. Me sonríe
y se dirige a su camión. Me vuelvo hacia Pippa y la devoro con los
ojos.
—Hola—dice en voz baja.
—Hola, muñeca. ¿Lista para irte?—le pregunto. Quiero tocarla.
Abrázala y sostenerla contra mí, pero ahora no es el momento.
—Sí.
—¿Adónde vais?—grita Craig. El niño tiene buenos oídos y eso es
algo que debemos recordar.
—Vamos a almorzar—responde Pippa.
—Me gusta la comida. Yo como. ¿Puedo ir?—pregunta Craig.
—Lo siento, cariño, esta vez no. Pooh y yo necesitamos hablar
sobre algo que es solo para adultos. ¿Qué tal si te traigo una sorpresa
del restaurante?
—Adulto esto. Adulto aquello. Siempre adultos. Cuando sea
mayor, te dejaré atrás y te diré que es porque estoy ocupado
adultezando. A Chubs le gustaba tenerme cerca. Dijo que sí. Que soy
genial e inteligente. ¡Y al cabo que ni quería! Vayan a ser adultos. Me
quedaré aquí y estaré ocupado siendo genial e inteligente—escupe
Craig mientras entra a la casa.
Pippa se vuelve sorprendida, con los ojos muy abiertos hacia los
míos. Reprimo una sonrisa, agarro su mano y la llevo a mi moto.
Montamos y se siente genial volver a tenerla contra mi espalda. Me
rodea con los brazos y le doy una palmada en la rodilla antes de
poner la moto en marcha y salir a la calle.

Estamos sentados en un reservado en la esquina de atrás en una


tienda de delicatesen que me gusta, comiendo nuestro almuerzo,
mientras explico lo que pasó con Peaches. Pippa escucha, no
interrumpe, y creo que me cree.
—Entonces, ¿estás tomando una ducha y ella simplemente entra,
se deja caer en la cama desnuda y espera sexo? ¿En serio?—pregunta
Pippa cuando termino de hablar.
—Varias de ellas se han vuelto más agresivas desde que muchos
de los hombres han encontrado mujeres fuera del club. Sin embargo,
después del discurso de Gunner la otra noche, no creo que continúe.
Y Peaches y Joanie, junto con algunas otras, se fueron para siempre.
Y no tenía ni idea de que Joanie estaría en casa de Trigger esa noche.
Ni siquiera sabía que la contrataba para que limpiara para él.
—Lo siento, Pooh. Debería haberte dejado explicarte en lugar de
enojarme y salir furiosa. Debes saber que Bailey nunca dijo nada
malo sobre ti. De hecho, dijo que podría no haber visto lo que
pensaba que había visto. Ella confía en ti y como que te canta loas.
—No culpo a Bailey en lo más mínimo. Sé lo que debe haberle
parecido, pero lo juro, Peaches preparó esa mierda para que
pareciera eso.
—No estoy segura de que esté hecha para la vida motera, Pooh.
Eso me preocupa mucho. No soy del tipo que se arroja sobre alguien
o pone...
—Sí, lo eres. No dudas en derribar a los hombres furiosos que
han llegado a New Horizons. Te enfrentaste a ellos sin dudarlo en
absoluto. Defiendes a las personas que necesitan a alguien detrás de
quien esconderse por un tiempo. Luchas para mejorar sus vidas. Esa
es una de las razones por las que me atraes. Eres fuerte y defiendes a
los que te importan. Esa es la forma de los Devil´s, cariño. Eso es lo
que hacemos, lo que defendemos. Cuidamos de nuestras familias y
ayudamos donde podemos a otros que lo necesitan—le digo
enfáticamente. Ella no ve esos rasgos en sí misma, es solo su forma
de ser, pero yo los veo y son importantes.
Pippa me mira en silencio por un momento y luego se inclina
sobre la mesa para tomar mi mano. Ella pasa su pulgar por mis
nudillos e incluso ese simple gesto me pone duro.
—Gracias por decirlo y por ver eso en mí. ¿Podemos dejar esto
atrás y seguir adelante para conocernos y pasar tiempo juntos? Es lo
que me gustaría, Pooh.
—Joder, sí, nena.

Al dejar a Pippa en New Horizons, veo a Craig en el patio


nuevamente, esta vez jugando con una pelota Nerf. Solo puedo
imaginar lo solo que debe sentirse, ya que es el único niño que se
queda allí en este momento.
—¿Puede Craig pasar el rato conmigo en el gimnasio mañana?—
le pregunto a Pippa.
—¡Sí, es una gran idea! ¡Le encantará! De hecho, él juega a ser
nuestro atacante cuando las mujeres practicamos nuestros
movimientos. ¿Qué tal si lo llevo con nosotras cuando vayamos a
nuestra clase? Entonces él puede quedarse más tiempo y pasar el
rato contigo. ¿Le importará a Axel?
—No, a Axel no le importará en absoluto. Sin embargo,
probablemente le enseñará a Craig algunas palabrotas adicionales.
Has sido advertida.
Pippa se ríe y llama a Craig para que venga a buscar el pastel de
manzana que le trajo y para hacerle saber que irá al gimnasio con
ella por la mañana. Su sonrisa es cegadora cuando ve el pastel, pero
no se compara con la que obtengo cuando se entera de lo que hará
mañana. Las cosas más pequeñas significan más para algunas
personas. Él podría estar feliz de venir al gimnasio, pero me siento
más alto que Gunner sabiendo que yo lo hice posible.
-*--*--*--*-
Al entrar en la casa club, veo a algunos hermanos pasando el rato
y a Gee empujando una pelota con el hocico. Camino hacia un sofá,
tomo asiento y saco una camiseta pequeña de mi bolsillo trasero.
—¡Gee! Ven aquí, amigo.
Gee trota a mi lado y me tomo un minuto para frotar su cabeza.
Gruñe y resopla un par de veces y luego se deja caer de lado. Esa es
su señal para hacerme saber que quiere que le rasquen la barriga.
Obedezco y después lo hago girar hasta que pongo la camiseta en su
pequeño cuerpo tembloroso. Se levanta, se sacude y se marcha al
trote hacia la oficina de Gunner. Me río de la camiseta que le puse
que dice: ¡Puerco esto!
Después de una ducha y un rato de descanso en mi habitación,
vuelvo a entrar en la sala principal de la casa club y camino hasta la
mesa de billar donde Vex está parado. Quería pasar un rato con
Pippa esta noche, pero ella tenía algunas cosas que terminar en el
trabajo que le llevarían toda la noche, así que aquí estoy. Vex está
apoyado contra la mesa de billar, mirando fijamente al vacío cuando
me detengo junto a él y le doy un golpe en el hombro.
—¿Qué pasa contigo, Vex? Has estado fuera por unos días.
¿Pillaste algo, hijo de puta? —le pregunto.
—No, estoy bien. En realidad, aburrido. Está bastante tranquilo
por aquí ya que las putas no están permitidas a menos que sean
invitadas—responde.
—¿Eso es un problema para ti?
—Realmente no. Pensé que lo sería, pero no me importa que no
me manoseen todo el tiempo. Trabajar como seguridad en el club de
striptease me da más que suficiente de eso. He estado trabajando allí
bastante últimamente y pensé que me encantaría. Pero no. Apesta y
estoy listo para hacer otra cosa—me dice, diciendo mucho más de lo
que esperaba.
—Vamos a dar un paseo. Nos hará bien a los dos—sugiero justo
cuando me suena el teléfono.

Rex: El padre del niño salió temprano de la cárcel. Acaba de ser liberado.
Yo: ¿El padre de Craig?
Rex: Sí.
Yo: ¡Joder! ¿Puedes averiguar si tiene derecho a recoger a Craig?
Rex: No lo tiene. Ha perdido sus derechos sobre el niño. No significa que
no cause problemas.
Yo: Sí. Gracias. Mantenme informado si escuchas algo más.
Rex: Lo haré. Si necesitas ayuda con cualquier cosa, estoy dentro.
Yo: Gracias.

—¿Qué pasa?—pregunta Vex.


—El padre de Craig salió de la cárcel antes de lo esperado.
—¡Mierda! No va a perseguir al niño, ¿verdad?
—Espero que no. Vayamos allí por si acaso—sugiero.
—Envía un mensaje de texto a Pippa. Será mejor que le eches un
vistazo— sugiere Vex mientras saca el teléfono y comienza a enviar
mensajes de texto.
—¿A quién le escribes?—pregunto mientras le envío uno a Pippa.
—A Axel. Si la mierda se va a suceder y no lo invitamos,
tendremos que escucharlo quejarse de que lo dejamos fuera.
—Mierda, Pippa no responde. Vamos a montar—le digo a Vex
mientras me dirijo a la puerta.
—¿A dónde vais vosotros dos?—pregunta Cash cuando nos
encontramos con él y Trigger en la puerta.
—New Horizons. El padre de Craig salió temprano de la cárcel y
me preocupa que intente agarrar al niño—explico mientras paso
junto a él y camino rápidamente hacia mi moto.
—Voy con vosotros—responde Cash mientras cambia de
dirección.
—Yo también—gruñe Trigger.

Respiro aliviado cuando estacionamos detrás de New Horizons y


puedo ver a Craig jugando en el patio trasero. Su cabeza se levanta y
viene trotando a la puerta para recibirnos.
—Hola, Craig, ¿dónde está Pippa?—le pregunto.
—Se fue con una de las mujeres pero dijo que volvería más tarde.
Sin embargo, no sé cuándo.
—¿Tammy está aquí?—pregunta Trigger.
—Sí. ¿Quieres que vaya a buscarla?
—Pídele que salga. Necesitamos hablar con ella durante unos
minutos—responde Trigger.
Vemos como Craig corre hacia la casa y desaparece dentro. Un
minuto después, Tammy y él emergen y ella se detiene rápidamente
cuando ve a Trigger parado a mi lado. Si las miradas pudieran
matar, estaría ardiendo en el infierno ahora mismo.
—Necesitamos un minuto, Tammy—le digo rápidamente antes
de que nos ignore.
—Oye, Craig, ¿quieres tirarme esa pelota de fútbol?—le pregunta
Vex mientras atraviesa la puerta. Cuando Craig asiente con
entusiasmo, Vex lo lleva al otro lado del patio para mantenerlo
ocupado mientras hablamos con Tammy.
—Nos acabamos de enterar de que el padre de Craig ha sido
liberado antes de tiempo de la cárcel. ¿Crees que intentará agarrar a
Craig? —pregunta Trigger.
—¡Santo cielo! ¿Ya salió? —pregunta Tammy preocupada.
—Si. Necesitamos avisarle a Pippa y todas deben estar atentas al
padre. Deberíamos… —Empiezo a decirle cuando Pippa entra por el
camino y se detiene junto a nuestras motos.
—¿Qué está pasando? ¿Está todo bien?— pregunta cuando cierra
la puerta de su coche y se acerca a nuestro grupo.
Le cuento lo que está pasando y su rostro sonriente se convierte
en uno preocupado. Eso no me gusta en absoluto. La prefiero
relajada y feliz en lugar de con la preocupación que la domina ahora.
—Sería mejor si tú y Craig se quedaran conmigo esta noche,
Pippa. Su padre no sabe dónde vivo. De todos modos, no creo que lo
sepa. Supongo que depende de si va a buscar a Katrena y Craig. No
sabemos si le importa lo suficiente como para hacer eso. Pero este
lugar es más fácil de localizar que mi casa si los está buscando —dice
Tammy.
—Si estoy de acuerdo. Le diremos a Craig que vamos a
quedarnos a dormir. Le encantará tenernos para él solo—responde
Pippa.
—¿Tienes suficiente espacio para uno más, Tammy?—pregunta
Cash—. Porque si está buscando lo suficiente, te encontrará. Y uno
de nosotros también debería estar allí.
—Me quedaré con ellos—responde Trigger al mismo tiempo que
yo.
—Pooh, sí. Tengo suficiente espacio para él. Trigger, no, porque
no tengo suficiente espacio para él y sus chicas del club también—
escupe Tammy.
—¡Oh, por el amor de Dios, mujer! No se trata de ti. Se trata de
mantener a salvo a un niño. ¡Y me he disculpado! ¡La cagué y me
disculpé! ¿Qué más quieres que haga? —ladra Trigger.
—¡Deténganse! Ambos, deténganse. Tenemos problemas más
importantes con los que lidiar, que sobre quién limpia la casa de
Trigger y por qué su cabeza estaba tan metida en su culo que pensó
que todos querríamos cenar con el juguete sexual de los hombres.
Tenemos que superar eso y lidiar con cosas más importantes—ladra
Pippa sorprendiéndome a mí, a Trigger y Tammy y ganándose una
sonrisa de Cash.
—Ex juguete sexual—masculla Trigger.
—¡Qué-jodido-carajo!—responde Pippa.
Cash, el ejecutor de nuestro club, vuelve a intervenir en la
refriega y la termina cuando declara:
—Pippa, Craig, Tammy y Pooh se quedarán en la casa de Tammy
esta noche. Si algo falla, Pooh lo manejará y llamará a cualquiera de
nosotros para pedir ayuda si es necesario. Mañana, mantendremos a
Craig con nosotros en el gimnasio y resolveremos las cosas a partir
de ahí. ¿Eso funciona para todos?
Cash, que no es conocido por hablar mucho, recibe asentimientos
de todos. Pippa entra para preparar un bolso para Craig mientras el
resto de nosotros esperamos. Trigger y Tammy están furiosos pero se
quedan callados. Vex y Craig trotan hacia nosotros y Tammy
comparte la noticia con Craig.
—¿Adivina qué, Craig? ¡Vamos a dormir en mi casa esta noche!
¡Pippa y Pooh también vendrán! Podemos hacer palomitas de maíz y
ver una película. Incluso podemos construir un fuerte de mantas en
la sala de estar. ¿Te suena bien?
—¡Mierda, sí! ¡Vámonos!—grita Craig.
—¡Craig! ¡No digas palabrotas! Te hemos dicho mil veces que no
uses esas palabras—dice Tammy exasperada.
—Ríndete, Tammy. Soy quien soy—responde decidido. A estas
alturas, ambos tienen sus manos en las caderas y un duelo de
miradas está en juego. Mi dinero está en Craig. Los hombres estamos
todos sonriendo, esperando ver cómo se desarrolla esto.
—Cuando comiences la escuela, no se te permitirá usar esas
palabras. Es mejor dejar de usarlas ahora para no tener un desliz más
tarde y meterte en problemas —le informa Tammy.
—No quiero ir a la escuela. Quiero ir con Bella y que Chubs sea
mi maestro. Es genial y no le importará si digo maldiciones. Y es
inteligente y siempre come bocadillos. Ese es el tipo de escuela que
necesito.
Tammy pierde el duelo cuando lanza sus manos al aire y se aleja.
Tan pronto como ella se da la vuelta, Craig sonríe ampliamente,
sabiendo que ganó esta ronda.

Craig está ocupado jugando en su fuerte de mantas en la sala de


estar y los adultos están sentados en la mesa de la cocina tomando
café. Mientras estoy en la casa con las mujeres y Craig, Trigger ha
decidido instalarse en el camino de entrada de Tammy. Está sentado
en su moto, con los brazos cruzados. Un ceño fruncido presente en
su rostro.
—¿Está pensando en sentarse allí toda la noche?—pregunta
Tammy.
—Dijo que no me deja tu seguridad a mí—le respondo.
—¡Eso es ridículo! Debería confiar en ti más que eso.
—Confía en mí, Tammy. Pero él se preocupa por ti y se toma en
serio tu seguridad.
—Fue tan bueno lo nuestro—responde con nostalgia.
—Habla con él, mamá. Está acostumbrado a vivir un cierto estilo
de vida y solo necesita tiempo para adaptarse. Y nosotras también.
Ambas reaccionamos mal. Y tú misma dijiste que ningún hombre te
había tratado tan bien. Ni siquiera tu marido. Dale a Trigger una
segunda oportunidad. Todos nos merecemos una de esas—suplica
Pippa en voz baja.
—¿Y qué pasa si no está dispuesto a comprometerse o si quiere
continuar con su antiguo estilo de vida y simplemente mantenerme
a un lado?—pregunta Tammy preocupada.
—Entonces dejas su lamentable culo y sigues adelante. Pero si no
lo intentas, puedes perderte lo mejor que te ha pasado—dice Pippa
—. Y si no está dispuesto a renunciar a sus putas del club, te ayudaré
a esconder su cuerpo.
Ante ese comentario, Tammy sonríe.
—¿Te gusta, Pips?—pregunta Tammy.
—Sí, me gusta. Me gusta para ti y me gusta para nosotras. Y sé
que esto suena extraño, considerando lo que pasó, pero confío en él.
No me parece el tipo de persona que engaña. Creo que dice lo que
quiere decir y respalda su palabra. Es un hombre hecho y derecho y
no creo que vaya a jugar a juegos de chicos contigo. Vio algo que
quería y fue por ello. Sí, cometió un error pero se ha disculpado.
Dale una oportunidad, Tammy.
—Pippa tiene razón. Conozco a Trigger desde hace varios años y
nunca he visto que se retracte de su palabra. Es honesto y leal.
Podrías hacerlo mucho peor que tenerlo en tu vida. Merece la pena
darle una segunda oportunidad.
—Voy a hablar con él. Espero que ambos tengan razón porque
me gustaba hacia dónde nos dirigíamos—dice Tammy mientras se
pone de pie y se dirige a la puerta principal.
Tan pronto como la puerta se cierra detrás de Tammy, Pippa se
vuelve hacia mí.
—Si él la caga, lo apuñalaré en el ojo.
Sonrío a la pequeña fiera. Me gusta que esté dispuesta a
arrancarle las bolas por alguien a quien ella ama.
—¿Qué pasa con nosotros? ¿Estamos bien? —le pregunto.
La respuesta de Pippa es inclinarse sobre la mesa, colocar su
mano en mi nuca y acercar nuestras caras lo suficiente para
plantarme un beso caliente. Sí, así es como debería ser. Respondo y
las cosas se calientan rápidamente.
—¡Sois asquerosos!—interrumpe Craig.
¡ q p g
Nos separamos mientras nos reímos de él.
—Algún día una chica te dará un beso y te gustará—le dice
Pippa.
—¡Puaj! ¡Eso nunca sucederá! ¡Prefiero besar a Gee! —declara
mientras se da la vuelta y regresa a la sala de estar dando pisotones.

Craig, Pippa y yo dormimos en sacos de dormir dentro de su


fuerte. Durmió entre nosotros y, por alguna razón, se sintió bien.
Nos reímos y disfrutamos de la compañía del otro. El vínculo entre
él y Pippa es obvio. Espero que las cosas funcionen y ella se quede
con él porque la matará si tiene que renunciar a él. Cuando llega la
mañana, lo encuentro abrazado a Pippa y yo estoy de lado con un
brazo sobre ambos.
Salgo con cuidado del fuerte y me dirijo a la cocina para preparar
una taza de café. Al cruzar la puerta, veo a Trigger y Tammy. La
tiene presionada contra los armarios, con las manos acunando su
rostro y besándola ardientemente. Me acerco sigilosamente a ellos, a
espaldas de Tammy para agarrar la cafetera y le hablo directamente
al oído desprevenido.
—Craig piensa que lo que estáis haciendo es asqueroso y no tiene
miedo de compartir esa mierda.
Se separan rápidamente y Tammy suelta un pequeño chillido.
Sonrío, después me inclino, le doy un beso en la mejilla, y busco
tazas por encima de su cabeza. Bajo dos y las lleno mientras Tammy
recupera su ingenio.
—¡Dios, Pooh, jodido mirón!—ladra Trigger.
Me río abiertamente de él y recibo un puñetazo en el hombro por
mis esfuerzos. Supongo que han resuelto su mierda. Es bueno
saberlo. Pippa estará feliz por eso. Ahora es el momento de darle a
mi chica los buenos días.
-*--*--*--*-
Hoy tenemos el gimnasio repleto. Cash está enseñando una clase,
Axel otra. Estoy registrando a las personas y cobrando. Bailey está
trabajando en la oficina y Craig corre de una persona a otra,
observando, imitando y, en general, chupando como una esponja la
atención que recibe. Ya ha conseguido una promesa de pizza de
Bailey para el almuerzo.

Pippa: ¿Cómo te va con Craig?


Yo: Genial. Ya tiene a Bailey envuelta alrededor de su dedo meñique.
Pippa: Iré a clase con las mujeres. Puede irse conmigo cuando termine.
Yo: Veremos si quiere. Él también está bien aquí.
Pippa: De acuerdo.
Yo: ¿Qué has estado haciendo? ¿Trigger en NH contigo y Tammy?
Pippa: Sí, está aquí. En realidad, es bastante divertido tenerlo cerca.
Cuando no está gruñendo.
Yo: Sí, lo es.
Pippa: He estado encargando muebles y enseres para mi casa.
Yo: ¿Has decidido que necesitas una cama?
Pippa: Sí. Y una para Craig.
Yo: Movimiento inteligente, nena. Tengo que volver al trabajo.
Hablamos luego.
Pippa: Nos vemos en unas horas.

Poco después del almuerzo, Pippa y las mujeres llegan a su clase.


Craig corre por el gimnasio y choca contra las piernas de Pippa.
Observo como ella se dobla de rodillas para darle un abrazo. Él se
aparta y le dice algo, sus manos y boca se mueven animadamente, y
me encanta la sonrisa que ella le brinda. El cariño entre ellos es
evidente. Todavía están charlando, de la mano, cuando nos alcanzan
a las mujeres y a mí.
—Tenemos que enseñarles bien, Pooh. Necesitan estar a salvo. Te
ayudaré —me informa Craig mientras se acerca a mí. Todas sonríen
ante su entusiasmo.
—Estoy de acuerdo, Craig. Empecemos a enseñarles.
Después de la clase, las mujeres de NH se van, pero Pippa se
queda un rato conmigo y Craig. Cash, Axel y nosotros estamos
parados cerca del mostrador, bebiendo agua y charlando cuando
Bailey se nos une. Noto que tiene una expresión extraña en el rostro
y está muy pálida. Axel está hablando y simplemente pone el brazo
sobre sus hombros, la abraza contra su lado y continúa contando su
historia. La miro detenidamente y sé que algo anda mal.
—¿Bailey? ¿Qué pasa? ¿Qué ha pasado?—le pregunto,
interrumpiendo a Axel y su atención se dirige inmediatamente a
Bailey.
—¿Qué está mal, bebé? ¿Estás enferma de nuevo? —pregunta
Axel mientras la poner frente a él.
Para sorpresa de todos, Bailey estalla en lágrimas y entierra su
rostro en el pecho de Axel. ¿Qué mierda?
—¿Bailey? ¿Qué ocurre? —pregunta Axel frenéticamente ahora.
—¡Estoy embarazada! ¡Dios mío, Axel! ¡Estoy embarazada!—grita
con el rostro aún enterrado.
Todos se congelan por un momento, incluido Axel. Y entonces su
rostro se transforma por completo, y si dudaba de su compromiso
con ella antes, ciertamente no lo hago ahora. Él inclina suavemente
su cabeza hacia atrás y deja caer su frente sobre la de ella.
—¿Estamos embarazados? ¿En serio? Bebé, ¿por qué lloras? ¡Este
es el mejor regalo que me podrías dar! ¡Esta es una gran noticia!
—¿Cómo es esto genial? ¡Ni siquiera estamos casados! ¡Estamos
haciendo todo esto al revés! —gime ella.
—No al revés, bebé. Lo estamos haciendo a nuestra manera.
Entonces, ¿qué pasa si aún no estamos casados? Podemos casarnos
la semana que viene si quieres. O podemos esperar. No me importa
cuando mientras el bebé y tú estén sanos y estemos juntos. ¿Es por
eso que has estado tan emocional últimamente?
—Probablemente. Todo me enoja o me hace llorar. Lo siento, Axe.
Estoy feliz por el bebé, de verdad. Solo soy un desastre. No tenía ni
idea hasta que el doctor me acaba de llamar—confirma Bailey.
—Nos vamos a casa, ahora mismo, nos bañamos y pasaremos la
noche en la cama. Puedes recuperar un poco de sueño o podemos
hacer planes para la hermosa niña que me vas a regalar. Te quiero,
Bails. Jodidamente mucho.
—¿Cómo estás seguro de que va a ser una niña?—pregunta ella.
—Porque mi padre siempre ha dicho que yo era hijo único
porque Dios no lo odió lo suficiente como para obligarlo a dos como
yo.
Eso trae una hermosa, aunque llorosa, sonrisa al rostro de Bailey.
Doy un paso adelante, la alejo suavemente de Axel y le doy un
abrazo.
—Felicitaciones Bailey. Serás una gran madre y no puedo esperar
para conocer a tu pequeño—le digo en voz baja. La suelto, le doy un
puñetazo a Axel en el hombro y le digo—. ¡Felicidades, hombre!
Esperemos que el bebé se parezca muchísimo a Bailey en lugar de a
tu especial tipo de feo.
—¡Felicidades!—dicen al mismo tiempo Cash y Pippa. Ambos
abrazan y dan palmadas en la espalda a la feliz pareja.
Axel está radiante y entonces grita en voz alta a la habitación:
—¡Estamos embarazados! ¡Mis chicos son unos cabrones
potentes! ¡Estamos jodidamente embarazados! —Todos en el
gimnasio se ríen y se escuchan gritos de felicitación a lo largo de la
habitación.
—Tenemos que ir a decirle a papá y a Trudy y después a casa,
bebé—afirma Axel.
Bailey y Axel salen y se dirigen a hogar en busca de paz y
tranquilidad. Es bien merecido y esto también explica porque Bailey
se enojó tanto en la casa de Trigger. Eso no era propio de ella y me lo
he estado preguntando desde aquella noche.
Como si eso no fuera suficiente noticia para un día, Trigger llama
y es un motero infeliz. El padre de Craig, Bruce Marle , había hecho
algunas averiguaciones mientras estaba en la cárcel y descubrió que
Craig y su madre se mudaron a New Horizons cuando él fue a la
cárcel. Y apareció allí con planes para obligarlos a volver a casa con
él. En su lugar, encontró a Trigger.
—¿Va a ser un problema?—le pregunto a Trigger cuando me
llama.
—Sí, eso creo. Es un completo hijo de puta. Sin embargo, no me
parece del tipo que se enfrenta a un hombre. Es tu tipo habitual de
cobarde. Es duro con las mujeres y los niños, pero no con los
hombres.
—¿Entiende que ahora no tiene derechos sobre Craig?
—Sí, pero él no sabe que Katrena se largó y dejó al niño atrás y es
a ella a quien quiere. Parece pensar que si tiene a Craig, la madre
volverá corriendo.
—Estamos a punto de salir de aquí, así que nos vemos en unos
minutos. Entonces podemos pensar en un plan—le digo. Corto la
llamada y voy a buscar a Pippa y Craig. De camino a ellos, me cruzo
con Cash y le cuento lo que pasa.
—No estoy seguro, porque no conozco a este tipo, pero Craig
podría estar más seguro de él si supiera que la madre lo abandonó.
Que no lo quiere—afirma Cash.
—O podría decidir dar una pelea más grande para que sus
derechos se restablezcan con la esperanza de que ella cambie de
opinión—respondo.
—Mierda, sí, tal vez. ¡Qué desastre! Si necesitas ayuda, llámame.
No soy fanático de ver a un niño pequeño convertirse en un peón de
un pedazo de mierda de padre.
—Gracias, Cash. Lo haré. Nos vemos más tarde.
—Adiós.

Volvemos a pasar la noche en la casa de Tammy. A Pippa le van a


entregar los muebles mañana, pero Tammy insistió en que
pasáramos otra noche en su casa. Ni Trigger ni yo planeamos
dejarlos solos, así que estamos todos en la cocina mientras las
mujeres trabajan juntas para que puedan servir la cena.
Me doy cuenta, sonriendo para mis adentros, que Tammy es la
que cocina mientras que Pippa hace la mayor parte del trabajo de
preparación. Es rápida y eficiente, pero Tammy protege esa cocina
como si fueran las joyas de la corona. Se puede decir que han hecho
esto muchas veces juntas y lo han convertido en una ciencia.
Craig está sentado en la barra con Trigger y yo, bebiendo su jugo
y quejándose de que no es gaseosa. Al parecer, al pequeño le encanta
su cerveza de raíz 6y Pippa lo mantiene limitado y eso es algo que él
no se toma a la ligera.
—No es justo, Pips. Están bebiendo cerveza y yo tengo que beber
jugo. ¡Y sabe a culo!—grita.
—Tú sigue maldiciendo y nunca volverás a probar la cerveza de
raíz, jovencito—le informa Pippa.
—Aún así no es justo. ¡Me mantuve limpio todo el día y por eso
me merezco una cerveza de raíz!—grita.
—En lugar de una cerveza de raíz, ¿qué tal si hacemos unos
smoothies7 después de la cena?—negocia Pippa.
—¿Qué hay en un smoothie?—pregunta.
—Fruta, yogur, alg…
Craig comienza a hacer sonidos de arcadas interrumpiendo a
Pippa. Ella lo mira. Él le devuelve la mirada. Intervengo antes de que
las cosas se pongan feas.
—Come una buena cena y te prepararé un flotador de cerveza de
raíz como postre. ¿Qué te parece eso?
La mirada de Pippa gira en mi dirección, pero el rostro de Craig
se ilumina.
—¿Qué hay en un flotador de cerveza de raíz?
—Cerveza de raíz y helado de vainilla. ¿Estas de acuerdo?
—¡Comeré una gran cena! ¡Incluso comería mierda de vaca por
un flotador!
—¡Craig!— gritan las dos mujeres al mismo tiempo.

Craig finalmente está dormido por esta noche cuando Pippa


asiente con la cabeza hacia la puerta. Salimos del fuerte con cuidado
y la sigo por el pasillo. Afortunadamente, la habitación de Tammy
está al otro lado de la casa estilo rancho y dejo que Pippa me lleve a
su antigua habitación. Tan pronto como la puerta se cierra, estrello
mi boca contra la de ella. Ha pasado demasiado tiempo desde la
última vez que pude abrazarla y besarla de la forma en que necesita
ser besada.
La apoyo contra la puerta y saltan chispas. También nuestra ropa.
Los dos estamos impacientes por desnudar al otro y, a veces, es
frustrante e incómodo tratar de desnudarnos con tanta prisa. En
cuanto cae la última prenda al suelo, Pippa también. Ella cae de
rodillas y siento su boca y sus manos sobre mi polla.
—Bebé, joder, eso se siente bien—la animo mientras mis manos
encuentran los aros de sus pezones y les doy un suave tirón. Ella
gime y aumenta la acción de su lengua. Sí, me gustan los piercings.
Pippa tiene una mano en la base de mi polla sosteniéndola
firmemente mientras sus labios y lengua causan estragos en mis
sentidos. Su otra mano está tirando de mis bolas y sé que esto no
puede durar mucho más o será el final de este interludio. Intento
relajarme un poco y disfrutar de sus esfuerzos durante unos
minutos. Cuando comienzo a sentir un cosquilleo en la base de la
columna, la pongo de pie y dejo caer mi boca en su pezón.
Ella vuelve a gemir. A mi chica le gusta jugar con sus pezones y
estoy feliz de poder darle eso. La levanto, la llevo a la cama, donde la
dejo caer suavemente de espaldas. Empujo sus rodillas hacia arriba y
hacia afuera y meto mis hombros entre ellas. Usando mis dedos, la
abro y le doy una larga lamida. Sabe dulce como la mierda y quiero
más. Dejo caer mi boca en su coño y comienzo a trabajarla desde su
raja hasta el clítoris con mis labios y lengua. Retiro la boca el tiempo
suficiente para chuparme un dedo y mojarla. Poniendo mi boca
sobre ella, deslizo ese dedo dentro de ella y la follo suavemente.
Las manos de Pippa golpean mi cabeza y la siento tirar de mi
cabello. Le tiemblan las rodillas y aumento mis esfuerzos. Cuando
siento que una mano deja mi cabello, miro hacia arriba y la veo
tirando frenéticamente de un piercing. Eso es algo digno de ver y
hace que mi polla se ponga más dura al instante.
—¿Estás cerca, bebé?—le pregunto ya sabiendo que lo está.
—¡Sí, muy cerca!
Dejo caer mi cara de nuevo en su abertura, retiro el dedo y
comienzo a follarla con la lengua mientras manoseo su clítoris. Mi
otra mano se desliza por debajo de su cuerpo hasta que encuentra su
otro agujero e inserto profundamente mi dedo húmedo hasta el
nudillo. Lento y firme, la follo con él al mismo tiempo que con mi
lengua. No pasa mucho tiempo y todo el cuerpo de Pippa se pone
rígido y siento una ráfaga de humedad golpear mi lengua. Continúo
atormentando su cuerpo hasta que siento que se relaja un poco,
entonces me siento sobre las rodillas y me acaricio la polla.
—¿Control de la natalidad, Pippa? ¿Estás en eso? ¿O quieres un
condón?
—Estoy en ello. Pero usa un condón, por favor .
Me inclino sobre el borde de la cama y agarro mis vaqueros. Saco
un condón de la billetera. Rompo el paquete y lo deslizo por mi
dolorida polla. Tan pronto como está colocado, empujo sus rodillas
contra su pecho, me alineo y veo como Pippa me guía hacia su calor.
Joder, está apretada y caliente. La follo suavemente para permitirle
que se adapte a tenerme dentro de ella.
—Fóllame duro, Pooh. Por favor.
Libero sus rodillas, inclino las caderas y empujo con fuerza. Sus
brazos rodean mi cuello y nuestras bocas se encuentran. Empujo
unas cuantas veces, giro las caderas y empujo. Pippa planta un pie
en la cama y envuelve su otra pierna sobre mis caderas y yo agarro
esa pierna y la tiro hacia arriba. Vuelvo a cambiar de ángulo y ella
gime largo y bajo. Tengo un antebrazo plantado en la cama junto a
su cabeza y me da la palanca que necesito para embestir contra su
cuerpo ansioso.
—Amo tu coño, bebé. Toma lo que te estoy dando—digo con voz
ronca.
—Lo quiero todo, Pooh. Más duro, cariño, más duro—suplica
Pippa mientras me aprieta con su coño.
—¡Mierda! ¡Eres jodidamente perfecta, Pippa!
Vuelvo a cambiar de ángulo y empiezo a follar su coño caliente y
apretado con más fuerza que antes. Se desliza por la cama, pero no
parece importarle en lo más mínimo.
—Bebé, necesito que te corras. ¡Hazlo, Pippa!
Y ella lo hace. Hermosamente. Miro con asombro la belleza de su
rostro en medio de un orgasmo y no quiero perderme esa vista
nunca más. La siento apretarse y entonces caigo por el precipicio y
me uno a ella. Unas cuantas embestidas más y me detengo,
enterrado profundamente dentro de ella, y respiro a través del
orgasmo. Cuando ambos bajamos, me deslizo dentro y fuera de ella
unas cuantas veces, disfrutando de la sensación de estar conectado
con Pippa.
Cuando dejo de moverme y me quedo plantado dentro de ella,
sosteniendo mi peso lejos de ella, sus ojos se abren y son suaves y
tan jodidamente hermosos que me quedo sin aliento. Me inclino y
muerdo suavemente su lleno labio inferior. Entonces apoyo mi
frente en la almohada junto a su cara. Siento sus manos subiendo y
bajando suavemente por mi espalda y mi cuello.
Después de otro momento, salgo de ella y me levanto para
ocuparme del condón en el baño contiguo. Agarro un paño, lo mojo
con agua tibia y vuelvo para encontrarla en la misma posición en la
que la dejé.
Riendo, camino hacia la cama y la limpio con cuidado, deposito
otro beso en su boca y devuelvo el paño al baño. Al salir, veo que se
ha deslizado bajo las sábanas y me subo a su lado. Ella rueda para
que su pecho esté contra mi costado y coloca la cabeza sobre mi
pecho y la mano en mis abdominales. La abrazo y pongo mi mano
en su espalda.
—Necesitamos estar despiertos antes que Craig—dice Pippa.
—Soy de levantarme temprano. Lo estaremos. ¿Y Tammy? ¿Va a
tirarme de las pelotas por follarme a su hija bajo su techo? —le
pregunto con una risa.
—No. Ella es genial. Y ayuda que le gustes para mí.
—¿Sí? No estaba seguro después de ese maldito fiasco de cena.
—Ella es quien me animó a darte una oportunidad cuando nos
conocimos. Estaba enojada y herida por Trigger, pero le gustas. Tú
estás en una buena situación con ella si sigo sonriendo cuando estás
cerca. Y eso sucederá si sigues siendo generoso con tu polla, manos y
boca.
Lanzo una carcajada y la aprieto fuerte por un momento.
—No quiero sonar demasiado como Axel, pero eres bienvenida a
todas esas partes de mí, cuando quieras, cariño.
—Perfecto. Deberíamos llevarnos bien entonces.
Capítulo 22
Pippa

A la mañana siguiente, Trudy recogió a Craig para que pudiera


pasar el día en la casa club con Bella y las mascotas de Ava. Lucy,
bendiga su corazón, organizó una reunión para Tammy y para mí
con su padre, el gobernador. Los muchachos se fueron a trabajar
mientras Tammy y yo nos fuimos a la oficina del gobernador. Ambas
estamos nerviosas pero muy esperanzadas. Lucy se reunirá con
nosotros allí y estoy increíblemente agradecida con ella por todo lo
que ha hecho.
Ayer, hablé con nuestra residente más reciente en New Horizons,
la abogada, y ella me dio buenos consejos y puntos para enfatizar
con el gobernador. Ella también aceptó ser nuestra abogada
registrada. Con los dedos cruzados, buscamos a Lucy mientras
caminamos hacia el Capitolio.

—La señora Hastings, la jefa de Servicios Sociales, se asegurará


de que se agilice este asunto. Ayer hablé con ella y me aseguró que
no habrá problemas. El futuro de Craig estará asegurado. Lo que
vosotras, señoras, estáis haciendo en New Horizons es asombroso. Y
vuestra organización tiene un amigo en esta oficina. Lucy ha cantado
largas y fuertes alabanzas de vosotras y yo aprendí, hace mucho
tiempo, a escuchar cuando ella se apasiona por algo—nos dice el
gobernador Douglas con una sonrisa dirigida a su hija. Lucy le
devuelve la sonrisa.
—¡Muchas gracias, señor! Su ayuda es muy apreciada—le
respondo.
—Tammy es ahora su madre adoptiva temporal mientras
completamos el papeleo necesario para ti, Pippa. Cuando esté
completo, se convertirá en tu hijo adoptivo temporal. Si decides
adoptarlo en el futuro, se hará rápido. Los derechos de paternidad
de su madre están en proceso de ser cancelados y los de su padre ya
lo han sido. Una madre que abandona a su hijo por su propio futuro
no es una madre que vuelve más tarde y espera una segunda
oportunidad. En lo que a mí respecta, el futuro de él viene antes que
el de ella.
—Gracias, papá. Esto es lo mejor para Craig. Chubs y yo también
seremos parte de su vida y él adora a Chubs—agrega Lucy.
—Sí, lo adora. Y gracias, Lucy, por toda tu ayuda. Si alguna vez
puedo pagarte por esto, házmelo saber—le digo con sinceridad.
Ella sonríe y me despide mientras camina hacia su padre y le da
un abrazo. Nos despedimos y salimos de su oficina. Estoy tan feliz
que podría flotar en el aire. El futuro de Craig está asegurado y
puedo ser parte de él. ¡Hurra! Pero la parte difícil aún está por llegar
y espero que contárselo a Craig no le rompa el corazón. ¿Cómo le
dices a un niño que su madre ya no lo quiere?

Después de un día ocupado, entro en mi garaje. Necesito estar


aquí para la entrega de algunos muebles nuevos que ordené y para
recoger algunos cambios de ropa. Hasta que el padre de Craig deje
de buscarlo, me quedaré cerca, y eso significa más noches en la casa
de Tammy. Sin embargo, primero nos reuniremos todos en la casa
club para cenar.
Después de dar propina a los repartidores, me ducho, me peino y
me aplico un poco de maquillaje. El clima es cálido, así que me
pongo un par de lindos pantalones capris color jade con una
camiseta sin mangas de encaje color crema. Añadiendo un par de
sandalias, salgo por la puerta con mi bolso de viaje.
Sé que Ava está preparando la cena para varios de los miembros
del club esta noche y estoy ansiosa por llegar y charlar con Petey y
Trudy. Dado que adoptaron a Bella en malas circunstancias, espero
que tengan algún consejo sobre la mejor manera de acercarse a
Craig.
Justo cuando me subo a mi coche, suena el teléfono. Me deslizo
en el asiento del conductor, cierro la puerta y lo saco del bolso. La
oficial Kantola está llamando. Ella es una especie de enlace,
extraoficialmente, entre el departamento de policía y New Horizons.
Maneja principalmente delitos de violencia doméstica y envía a
muchas mujeres a New Horizons. Sus llamadas suelen ser malas
noticias para alguien.
—¿Hola?
—Hola, señorita Holbrook. Soy la oficial Kantola. Quería ponerla
al tanto sobre un caso en el que estoy trabajando actualmente.
¿Tienes un momento para hablar?
—Sí, por supuesto. ¿Cómo puedo ayudar?
—La víctima en este caso tiene dos niños pequeños, de dos y tres
años. Dejó a su pareja abusiva y ha estado viviendo en su automóvil
con sus hijos durante algunas semanas. La pareja los encontró hoy,
agredió a la víctima y luego huyó. Ahora estoy en el hospital con ella
y no tiene a nadie a quien acudir en busca de ayuda. Le he dado la
información sobre New Horizons pero está asustada. Me preguntaba
si usted podría venir aquí y hablar con ella tú misma. Tal vez pueda
comunicarse con ella mejor que un policía.
—Absolutamente. Me dirigiré allí de inmediato. ¿En qué hospital
están?
—San José en la avenida 19. Nos encontraremos con usted en la
entrada de Urgencias. Y gracias.
—De nada. Las veo pronto.

Yo: Voy a llegar tarde. NH puede tener un ingreso.


Pooh: ¿Necesitas ayuda?
Yo: No lo creo. Te llamaré si la necesito. Siento lo de la cena.
Pooh: No te preocupes por eso. Ava lo entenderá.
Yo: ¿Craig está bien?
Pooh: Sí. Trae una muda de ropa para él. No preguntes por qué.
Yo: ¡No preguntaré ! Te veo pronto.
Capítulo 23
Pooh

Aproximadamente una hora antes…

Ha sido un buen día. Actualmente estoy disfrutando de una


cerveza en la casa club con algunos de mis hermanos,
intercambiando historias mentirosas. Ava tiene toda la casa club
oliendo increíble y mi boca se hace agua por lo que sea que esté
cocinando. Axel se pavonea, orgulloso y feliz como el infierno. Craig
está afuera jugando con Gee, Loki, Mac y Bella. Duffy ha encontrado
a Vex durmiendo en el sofá y ha plantado su culo considerablemente
grande en el estómago de Vex y está ronroneando lo suficientemente
fuerte como para poder escucharlo desde el bar. Pippa debería estar
aquí pronto. Mi día no puede ser mucho mejor que éste. Y con solo
tener ese pensamiento, traigo la mala suerte.
—Creo que si tu… —Petey se apaga a mitad de la frase. Su cabeza
gira y veo una expresión extraña en su rostro.
—¿Petey? ¿Qué es lo…?—empiezo y me detengo de repente
cuando el olor golpea mi nariz.
—¿Qué mierda es ese olor?—pregunta Trigger mientras arruga la
nariz.
—¡Dios, Reno! ¿Te cagaste encima?—grita Axel mientras
comienza a retroceder.
Chubs empuja su plato lleno de bocadillos lejos de él y esconde la
nariz en la manga de su camisa. Sabes que el olor es malo si hace que
Chubs aleje la comida.
Gunner entra en la habitación y se detiene repentinamente. El
olor empeora en lugar de desvanecerse.
—¿Alguien murió aquí?—pregunta mientras se tapa la nariz y la
boca con la mano.
Ava entra por la puerta que conecta la cocina con la sala principal
y al instante se tapa la boca y la nariz, con los ojos llorosos.
—¿Que demonios?—masculla ella.
En ese momento, veo a Craig parado cerca del final de la barra,
masticando unos pre els que comparte con Gee. Craig está cubierto
de barro de la cabeza a los pies. Apenas puedo distinguir sus ojos a
través de la mugre.
—¡Lo siento mucho, Pooh! ¡Corrí a la casa para traernos cajas de
bebidas! Solo estuve fuera un par de minutos y cuando volví,
¡apestaba!—exclama Bella, desde la puerta, donde ella, Loki y Mac
están de pie. Niña, perro y pájaro inteligentes porque al menos están
tomando aire fresco.
—¿Es Craig el que apesta el lugar?—pregunta Axel—. ¡Dios,
niño, apestas como el infierno!
—¡Eso no es agradable, Axel! ¡No te digo que apestas!—grita
Craig.
—¡No apesto!—le responde Axel.
—¡ También apestas , culo de pantano!
—¡No apesto!
—Señorita Ava, ¿tiene más pre els?—pregunta Craig sin
preocuparse por el olor que sale de él y decidiendo no discutir más
con Axel.
—Craig, ¿qué tienes encima de ti?—pregunto manteniendo la
distancia.
—No lo sé.
—¿Dónde estabas jugando?
—En el arenero de la casa de la señorita Ava. Gee y yo lo
encontramos mientras esperábamos a Bella.
—¡Oh, mierda! Eso no es un arenero, Craig. ¡Esa es la caja de
arena de Gee! Él va al baño allí—responde Ava riendo un poco.
Todos los ojos giran en dirección a Craig ahora que sabemos que
no está cubierto de barro. ¡Oh, carajo, no! Está cubierto de mierda de
cerdo. Y hoy es mi responsabilidad. Miro a Ava y pongo mi mejor
sonrisa.
—Ava, ¿cuánto me costaría…?
—No tienes suficiente dinero para que yo lo limpie por ti, Pooh.
¡Te amo hasta la muerte, pero no tanto! Estás por tu cuenta con esto
—dice riendo y entonces hace unas pequeñas arcadas y regresa
rápido a la cocina.
—¡No me voy a duchar! ¡O darme un baño! ¡De ninguna manera!
—grita Craig antes de correr hacia la puerta. Debido a que está
cubierto de mierda, nadie lo agarra tampoco. Gee sale en
persecución con Loki siguiéndolo a distancia. ¡Bueno, joder! De
hecho, voy a tener que sacar al pequeño monstruo de su ropa con
mierda y llevarlo a la ducha.
En un último esfuerzo por salvarme, me dirijo a Gunner y le digo:
—¡Los malditos prospectos deberían tener que atrapar y limpiar a
ese niño! ¡Ellos son los que no limpiaron la caja de arena de Gee!
Gunner sonríe y sé que estoy jodido. El resto de los hombres
empiezan a reírse porque ellos también lo saben.
—¿Recuerdas esa vez que mis dos niñas superaron la capacidad
de los pañales al mismo tiempo, Pooh? Tenían mierda hasta en la
parte de atrás de sus cabezas y tú te reíste de mí mientras corrías
hacia la puerta. ¿Recuerdas eso, hermano? Sí, buenos tiempos. Estás
atrapando y limpiando a ese chiquillo por tu cuenta mientras nos
sentamos y disfrutamos. Pero haré que los prospectos limpien la caja
de arena.
¡Que le den a mi vida!
Ava se apiada de mí y regresa a la habitación para arrojarme un
par de guantes de látex antes de reír durante todo el camino de
regreso a la cocina. Bailey entra por la puerta principal y llega a unos
seis metros de la habitación antes de detenerse en seco y palidecer.
Axel comienza a caminar hacia ella, pero no la alcanza, cuando ella
comienza a sentir náuseas y corre hacia la puerta. Me estremezco
ante los horribles sonidos que hace esa diminuta mujer. Chubs salta
y comienza a abrir ventanas. Tengo que ir a cazar un niño.
Caminando por el recinto, no veo a Craig por ningún lado y sé
que llamarlo por su nombre solo hará que se esconda aún mejor. Así
que mantengo los ojos abiertos mientras busco a Loki y Gee. No
toma mucho tiempo y veo a Loki, acostado boca abajo, cerca de la
cubierta de la casa de Petey. Me acerco, le doy a Loki una palmada
en la cabeza y me arrodillo para mirar debajo. En la parte de atrás,
contra la casa, están Craig y Gee. Voy a separar los arbustos, para
ver mejor, y descubro que tienen espinas. ¡Hijo de puta! Echo las
manos hacia atrás y escucho reír a un niño.
—¿Crees que es divertido?—le pregunto.
—¡Sip! ¡Será aún más divertido verte intentar entrar aquí para
atraparme! ¡Buena suerte con eso, Pooh Bear!
—Ven aquí, Craig. Tenemos que limpiarte antes de que lleguen
Pippa y Tammy. La señorita Ava nos está preparando una gran cena
y no querrás perderte eso, ¿verdad?
—No tengo hambre. No puedes alcanzarme, ¿verdad? —se burla.
—Craig, no estoy bromeando ahora, amigo. Sal.
—No.
—¡Craig! Necesito que vengas aquí—lo intento de nuevo.
Silencio. Bueno, silencio y algunos gruñidos de cerdo.
Me siento de rodillas y miro hacia arriba para ver a Trudy de pie
en la terraza encima de mí, sonriendo de oreja a oreja. Veo que sus
ojos se desvían detrás de mí y sé que todo el maldito club
probablemente esté parado allí disfrutando de mi dilema. A la
mierda esto. ¡Ese niño se está bañando de una forma u otra!
—¡Ven aquí, Gee! ¡Ven!—digo y veo como Gee empuja su cuerpo
tembloroso fuera de la cubierta a unos pocos centímetros de donde
estoy arrodillado. Me resopla y camina hacia donde Loki todavía
está acostado.
—Última oportunidad, Craig. Sal o voy a entrar por ti. O agarraré
la manguera y te limpiaré desde aquí. Tú eliges—le advierto.
—No creo que quiera, Pooh Bear—dice sonriendo.
Aquí no pasa nada. Me pongo los guantes de látex, me dejo caer
sobre mi vientre y empiezo a arrastrarme por los malditos arbustos
más espinosos de la historia. Puedo sentir las espinas agarrándose a
mi camiseta y desgarrándola. Sigo arrastrándome hasta que me
engancho en algo y ahora estoy atrapado medio cuerpo debajo de la
cubierta. Intento avanzar. Nada. Intento moverme hacia atrás. Nada.
Escucho a alguien tratando de sofocar sus risitas por encima de mi
cabeza. ¡Gracias, Trudy! Entonces Craig comienza a reírse
disimuladamente cuando se da cuenta de que estoy atascado fuera
de su alcance.
Me agacho y descubro que mi cinturón se ha enganchado de una
rama resistente de algún tipo. Del tipo que tiene malditas espinas y
me destrozan. Intento desengancharlo, pero tengo muy poco espacio
para mover los brazos y los hombros. Intento desabrocharme el
cinturón pero no tengo suficiente espacio para levantarme para
lograr ese objetivo. ¡Estoy malditamente atascado!
—¿Qué vamos a hacer ahora, Pooh?—pregunta Craig.
—Me voy a desenganchar y ¡te cubriré con tanto jabón que la
suciedad nunca se te volverá a pegar!
—¡Eso no va a pasar!—grita en respuesta.
Estoy lo suficientemente cerca de él que su olor me hace llorar.
Pero no lo suficientemente cerca para agarrarlo. Aún no. Me muevo
un poco, moviendo mi peso hacia adelante y hacia atrás. Intento
sacar un poco de tierra de debajo de la hebilla de mi cinturón,
esperando tener suficiente espacio para desabrocharlo. Todo el
tiempo, Craig se ríe como el niño demoníaco que Pippa dice que
puede ser.
Finalmente me desabrocho el cinturón y descubro que todavía
estoy atascado. Así que decido renunciar a cualquier dignidad que
pudiera haberme quedado, me desabrocho los vaqueros y comienzo
a deslizarme hacia adelante, dejándolos atrás. Los ojos de Craig se
agrandan mientras me estiro tanto como puedo y le agarro un
tobillo. Sosteniéndome fuerte, lentamente lo tiro en mi dirección
mientras él intenta valientemente moverse en la otra dirección.
—¡Espera! ¡Pooh, por favor! ¡Espera!—suplica.
—Nop. ¡Es la hora del jabón!
—¡No me hagas atravesar esos arbustos! ¡Ellos muerden!
—¡No deben morder demasiado! ¡Te arrastraste hasta aquí!—
razono.
—¡No a través de ellos! ¡Entré por el lado donde no hay ninguno!
¡No soy tonto, sabes!
Bueno, que me den por el culo. Ni siquiera busqué otro camino
aquí abajo y ahora soy el idiota sin vaqueros. Miro hacia donde
apunta y veo luz. Bien. Lo que sea. Me arrastro, agarrando la parte
de atrás de su camiseta, llevándomelo conmigo.
Por supuesto, como esperaba, la mayor parte del club está parado
en el patio, con las cámaras apuntadas, riéndose de mí. Estoy de pie
con mi camiseta destrozada y ensangrentada y mis bóxers,
agarrando al niño cubierto de mierda con guantes de látex en mis
manos. Está luchando por escapar y lo mejor que puedo hacer para
llevarlo a la bañera es cargarlo. ¡Jodidamente genial! Envuelvo un
brazo alrededor de su cintura, lo levanto y comienzo a caminar hacia
la casa club. Estoy ignorando a los miembros de mi club y sus
comentarios. Cuando Craig se da cuenta de que ha perdido la
batalla, comienza a gritar y Loki avanza gruñendo. Me detengo en
seco.
Gunner, riendo casi demasiado fuerte para pararse, da un paso
adelante y le ordena a Loki que se detenga. Lo hace, pero él no está
y q g p
contento y no confío mucho en el control de Gunner sobre él. Estoy
haciendo un amplio círculo alrededor de Loki cuando Mac, sentado
en el hombro de Chubs, mete baza.
—¡Hola, pendejo!—canturrea.
—Hola, Mac—responde Craig abatido.
—Buen gusano, Pooh—afirma Mac mientras todos se ríen de
nuevo.
Miro hacia abajo y veo mi paquete colgando de mis bóxers rotos.
No puedo apartar mi polla porque tengo mierda de cerdo en mis
guantes, así que a lo Tyra Banks desfilo mi culo hasta la casa club.
Maldita sea la dignidad.
Las cejas de Ava golpean el nacimiento de su cabello mientras me
pavoneo por la cocina, el niño cubierto de mierda está en mi cadera,
mi polla ondeando al viento. Caminando hacia mi habitación,
pruebo cada puerta en mi camino, esperando encontrar una sin
llave. Encuentro oro cuando encuentro la puerta de Vex sin llave.
Apesta ser él porque el olor de Craig va a persistir y no quiero eso en
mi habitación. Al entrar, cierro la puerta y llevo a Craig directamente
al baño. Después de desnudarlo y llevarlo a la ducha, coloco su ropa
con mierda en el cubo de la basura y saco una camiseta del cajón de
Vex. Sí, me gusta este plan.
Cuando Craig se ve y huele bien de nuevo, lo llevo a mi
habitación, lo coloco en la cama y enciendo la televisión para él.
Después me ducho, me lavo más de una vez y me vuelvo a vestir.
Tomo mi toalla húmeda y la uso para limpiar la perilla de mi puerta
porque estoy seguro de que tenía mierda cuando la abrí. A la mierda
el resto de los pomos de las puertas. Me gusta compartir el amor.
Capítulo 24
Pippa

Después de llegar al hospital y reunirme con la oficial Kantola,


ella me lleva a una pequeña oficina utilizada por la trabajadora social
del hospital para conocer a Anne Preston. Lamentablemente, no
puedo distinguir muchos de sus rasgos debido a la hinchazón y los
moretones de su cara. Sus dos hijos son adorables pero están
comprensiblemente asustados. Me presento y tomo asiento a su
lado. Está temblando y traumatizada y mi corazón está con ella y sus
hijos.
Sonrío a los niños, busco en mi bolso y saco los dos peluches
mullidos que les traje. Le entrego el conejito rosa a la niña y el osito
de peluche marrón al niño. Ambos los agarran con fuerza. Esta no es
mi primera vez y sé que si los niños se calman y tranquilizan, a las
madres les funciona de maravilla. Guardo una provisión de lindos y
tiernos peluches y mantas en mi coche por esta razón.
Hablando en voz baja con la madre, le explico de qué se trata
New Horizons y qué servicios ofrecemos. Ella escucha pero todavía
parece vacilante. El cambio da miedo y especialmente cuando tienes
dos hijos que proteger. Continúo explicando cuánto más seguro es
vivir en New Horizons que en un automóvil y cómo los niños
tendrán espacio para jugar. Cómo ofrecemos asistencia de guardería
y para conseguir trabajo.
Después de unos minutos más, asiente con la cabeza. Ha tomado
la mejor decisión que tiene en este momento y estoy muy contenta
de que eligiera New Horizons. La oficial Kantola nos sigue afuera y
al coche de Anne. Subimos a los niños a sus asientos de seguridad y
le vuelvo a preguntar a Anne si está segura de que puede conducir.
Ella asiente con la cabeza y tengo que confiar en que lo está.
—Gracias de nuevo, oficial Kantola—le digo.
—No, de verdad, gracias—responde ella con sinceridad—. No sé
qué haríamos si no fuera por lugares como el tuyo. Muchas más
estarían en las calles con pocas esperanzas de una vida mejor.
Nos damos la mano, camino hacia mi coche y salgo del
estacionamiento con Anne siguiéndome. Con suerte, la decisión de
Anne significará una vida mejor para ella y sus hijos.
Capítulo 25
Pooh

Estoy tan lleno de la cena que tengo la tentación de


desabrocharme el cinturón. Comí como si no hubiera comido en una
semana y debería estar avergonzado, pero todo el mundo hace eso
cuando Ava prepara una comida para el club. Incluso Craig comió
un plato completo y un postre para terminar su comida. Varios de
nosotros disfrutamos de una taza de café recién hecho mientras
digerimos la cena y nos reímos de las payasadas de Craig y las
mascotas. Actualmente, Gee empuja a Craig, que está sentado en su
skate. Mac está animando al niño que ríe tontamente y al cerdo
gruñendo. Lindo como el infierno.
Trigger se acerca y deja caer su trasero en una silla en la mesa en
la que estoy y sonríe al niño y a las mascotas. Me gusta volver a
verlo sonriendo en lugar del hombre brusco y enojado que era hace
unos días.
—¿Dónde está Tammy? ¿Pensé que vendría a cenar esta noche?
—le pregunto.
—Ella vendrá más tarde. Iba a estar aquí, pero cuando escuchó
que Pippa estaba haciendo un ingreso, dijo que primero se detendría
en New Horizons. Ver si podía ayudar—responde Trigger.
—¿Alguna idea de cuánto tiempo lleva un ingreso?
—No tengo ni idea, pero ha pasado bastante tiempo—responde.
—¿Pooh?
Giro mi cabeza y veo a Bella parada a unos metros de distancia,
luciendo nerviosa.
—¿Qué pasa, muñequita?—le pregunto.
—¿Estás enojado conmigo?—pregunta tímidamente. Eso, en sí
mismo, está fuera de lugar para ella. Ya no es tímida. Es segura, está
feliz y se está convirtiendo en una persona hermosa por dentro y por
fuera.
—Ven aquí, Bella.
Camina a mi lado, envuelvo mi brazo alrededor de su cintura y la
abrazo con fuerza.
—¿Por qué iba a estar enojado contigo?—pregunto
completamente confundido.
—Por lo que pasó con Craig. No debería haberlo dejado solo. Es
mi culpa.
—No es tu culpa, cariño. Los niños pequeños pueden meterse en
todo tipo de problemas incluso cuando los miras atentamente. Y
Craig es un maestro en ese tipo de cosas. Te agradezco que hayas
pasado tanto tiempo con él hoy. Necesita alejarse de New Horizons
a veces y jugar y ser un niño, y le diste eso. Entonces, no, no estoy
enojado contigo. No estoy seguro de poder estarlo alguna vez. Te
amo muchísimo.
—También te amo, Pooh—responde con una amplia sonrisa.
—¿Te importaría explicar por qué el pequeño cabrón lleva una de
mis camisetas?—pregunta Vex mientras se detiene en nuestra mesa.
—Preferiría no hacerlo—le sonrío. Él frunce el ceño. Bella se ríe.
—¿Voy a querer golpearte el culo?—pregunta Vex.
—Lo más probable es que sí.
Antes de que Vex diga otra palabra o me golpee, Gunner grita
para llamar la atención de todos.
—Escuchen. Acabo de recibir una llamada de un detective de la
policía de Denver. Como algunos saben, Ralph, el viejo vecino de
Ava, tiró huevos a la camioneta de Ava hace un par de días cuando
se detuvo a visitar a su vieja vecina que vivía al lado de ella. Ava y
Ralph tuvieron palabras y Ava se fue. El detective llamó hoy porque
Ralph ha presentado una denuncia acusando al club de acoso.
p p
—¿Nos está acusando de acosarlo?—pregunta Reno.
—¡Es el pajero que tiró los huevos!—ladra Petey.
—Lo sé. El hombre es un dolor en el culo. Pero la policía tiene
que hacer un seguimiento de la denuncia y aparentemente Ralph
tenía una razón para quejarse esta vez. —Gunner deja de hablar, se
ríe un momento y después continúa explicando.
—Ralph llamó a la policía porque cuando se despertó esta
mañana, sus ventanas y puertas estaban cerradas con cinta adhesiva.
No podía salir por ninguna de las puertas o ventanas y no fue lo
suficientemente inteligente como para usar un cuchillo para cortarla,
supongo. —Gunner vuelve a reírse y la mayor parte del club se une
—. El idiota llamó al departamento de bomberos y a la policía para
sacarlo de su casa. Cuando llegaron, descubrieron que no eran solo
las ventanas y las puertas, sino que casi toda la casa estaba
encintada.
—Tiene suerte de que eso es todo lo que le hicieron. Ha estado
pidiendo que le pateen el culo durante mucho tiempo—afirma Axel.
—¡Sí, lo ha estado pidiendo!—agrega Pigeon.
—No estoy preguntando si alguno lo hizo esto. No quiero saber.
Pero la policía puede contactar a algunos de vosotros y quería
avisarles a todos. Personalmente, me gusta la idea de darle una
paliza a ese hombre. Pero esta mierda también es divertida. Me
hubiera encantado ver la expresión del rostro de ese maldito
bastardo cuando se enteró de que estaba atrapado como una rata—
dice Gunner entre carcajadas.
Miro hacia un lado y veo a Ava riéndose a carcajadas. Trudy y
Bailey se han unido y tengo que reírme de su disfrute de la situación
de Ralph. Su castigo es leve, pero sigue siendo cómico. Miro
alrededor de la habitación y veo muchas sonrisas pero ninguna
culpa. Eso no es una sorpresa porque ninguno de nosotros se sentiría
culpable por joder con Ralph.
—¡Muhhahhahhaa, hijo de puta!—grita Mac.
Eso provoca otra ronda de risas. Miro a mi alrededor para
encontrar a Craig y lo veo desplomado, profundamente dormido, en
la cama de Gee y acurrucado con el cerdo. Si tan solo Pippa estuviera
aquí, sería una velada perfecta.
Ese pensamiento no pasa por mi mente y Rex entra corriendo a la
habitación, con los ojos buscando a alguien. Cuando aterrizan sobre
mí, sé que esto no va a ser bueno. Cuando empiezo a ponerme de
pie, los ojos de Rex se dirigen a Trigger. ¡Oh, mierda!
—Ha habido un tiroteo en New Horizons. Lo escuché en la radio
pero no se dieron los nombres de las víctimas. Solo que a una mujer
le han disparado en la cara. Se dispararon varios tiros y hay otros
heridos pero no sé quién, ni qué tan graves están. Cash era el más
cercano, así que lo llamé y ahora está en camino.
—Estoy a tu espalda, hermano—grita Vex mientras él y varios
más nos siguen a Trigger y a mí mientras corremos hacia nuestras
motos.
Capítulo 26
Pippa

Al llegar a New Horizons, camino hasta el coche de Anne para


ayudarla a sacar a los niños de los asientos. Veo el coche de Tammy
en el estacionamiento al mismo tiempo que oigo cerrarse la puerta
trasera de la casa. Sospeché que vendría aquí para ayudar. Llego al
coche de Anne justo cuando ella abre la puerta trasera del lado del
conductor para agarrar a los niños. Noto a una mujer caminando por
el callejón con una sudadera oscura. Sus manos están en el bolsillo
delantero, actitud tranquila, simplemente paseando. La saludo sin
pensarlo mucho.
Anne saca a Abby del asiento para niños y se vuelve para
dármela cuando noto que su expresión cambia drásticamente.
Empuja a Abby contra mi pecho y levanto mis manos para agarrarla
al mismo tiempo que escucho un pop pop y veo la sangre salpicar el
rostro de Anne. Anne cae instantáneamente al suelo mientras me
doy la vuelta para enfrentar al atacante.
El tiempo se ralentiza cuando escucho a Tammy gritar mi
nombre. Me enfrento al atacante y tengo problemas para
concentrarme en todo lo que está sucediendo. Me quedo estupefacta
cuando me queda claro que el atacante es esa mujer y no un hombre
como hubiera esperado. Hago contacto visual con ella y veo muy
poco. Su rostro es una máscara blanca y sus ojos están muertos. Los
mueve a la hermosa y aterrorizada niña de dos años que estoy
sosteniendo y su brazo, con la pistola, se levanta de nuevo.
Me doy la vuelta, tropezando ligeramente con el cuerpo boca
abajo de Anne, y empujo a Abby al asiento trasero del coche tan
cerca de su hermano como puedo. Al mismo tiempo, escucho otro
pop y siento que una sensación de ardor se apodera de mi espalda y
mi costado mientras soy lanzada hacia adelante. Ignoro el dolor y
me apresuro a cubrir a los niños con mi cuerpo. Escucho otro pop
pero realmente no se registra mucho en mi mente porque estoy
concentrada en proteger a estos niños de una loca.
Estoy tan concentrada en ellos y su seguridad, que no me doy
cuenta de que los disparos se han detenido o que hay una lucha
detrás de mí. Los niños gritan de terror y mi mente está confundida
por todo lo que acaba de suceder. Después de lo que parecen
minutos, pero probablemente son solo unos segundos, escucho a
Tammy gritar mi nombre nuevamente. Siento sus manos sobre mí y
el dolor vuelve a aparecer y parece que no puedo alejarme de los
niños. Puedo escuchar sirenas y me doy cuenta de que es sangre lo
que siento corriendo por mi cuerpo.
Varias manos ayudaron a sacarme del coche, me arrastraron a un
lado y me acostaron en una camilla. Miro hacia el coche y veo el
cuerpo de Anne en el suelo cerca de la puerta y un EMT en el lado
opuesto sacando a los niños por esa puerta. Los policías se mueven y
escucho fragmentos de conversaciones y frases como “huyendo”,
“armada y peligrosa” y “en toda regla”. Me pongo de lado y mis
ojos se posan en Tammy. Su rostro está afligido y los ojos
horrorizados apuntan en mi dirección mientras un oficial de policía
la detiene.
—Estoy bien, mamá. Estoy bien—intento gritarle, pero sale como
un susurro. Es entonces cuando noto que tiene sangre en las manos,
la ropa y el cuerpo. Mi corazón se detiene por el miedo total a perder
a la única persona que siempre ha sido mi roca. Intento bajarme de
la camilla y acercarme a Tammy, pero me retienen y los técnicos de
emergencias médicas empiezan a llevar mi camilla de prisa hacia la
ambulancia. Intento mantener a Tammy a la vista y entonces veo con
alivio cuando el policía la ayuda a superar el caos que nos rodea y la
trae a mi lado. Ella se sube a la ambulancia a mi lado y simplemente
nos miramos mientras toma mi mano con las suyas.
—¿Los niños?—le pregunto—. ¿Tú? ¿Estás herida?
—Silencio, cariño. Estoy bien. Los niños están ilesos. Mantén la
calma, guarda silencio y deja que los técnicos de emergencias
médicas hagan su trabajo. Te han disparado pero nosotras
arreglaremos esto, niña. Tú y yo. Como siempre. Te amo ida y vuelta
hasta el infierno, Pippa. Vamos a estar bien.
Tammy, como lo ha hecho desde que se convirtió en mi madre
adoptiva, calma mi mente acelerada. Todavía está agarrando mi
mano con fuerza cuando llegamos al hospital. El mismo que dejé
recientemente con Anne y sus hijos. La cara de Tammy es la última
que veo antes de que me ingresen al quirófano.

Capítulo 27
Pooh

Hay tantos coches de policía y policías dando vueltas por New


Horizons que tenemos que dejar nuestras motos a una cuadra de
distancia y acercarnos a pie. Nos paran debido a que el área es una
escena de crimen activa, así que les pregunto a todos los que veo si
saben dónde están Pippa y Tammy. Nadie me responde a mis
preguntas y no puedo verlos, ni a ellas ni a Cash por ningún lado.
Finalmente, una mujer oficial se acerca a nuestro grupo.
—¿Hay alguien aquí llamado Trigger o Pooh?—pregunta en voz
alta.
Después de que respondemos afirmativamente, ella nos da la
noticia. La nueva incorporación, Anne Preston, está muerta en la
escena. Pippa recibió un disparo y Tammy derribó al agresor al suelo
para salvar a Pippa y a los niños. El atacante dejó caer el arma en la
refriega, pero huyó y la policía ahora la está buscando. Cash llegó
justo después de que la ambulancia se fuera con Pippa y Tammy y se
fue para seguirlas al hospital después de decirle a un oficial que nos
enviara en esa dirección cuando aparecimos.
—¿Pippa? ¿Qué tan mal está?—le pregunto a la oficial que se
presentó como la oficial Kantola.
—No lo sé. Estaba consciente y hablando, así que es una buena
señal. Siento mucho que esto haya pasado. Yo fui la oficial que le
pidió a Pippa que se reuniera conmigo hoy para que Anne y sus
hijos ingresaran a New Horizons. Aquí está mi tarjeta. Si hay algo en
lo que pueda ayudar, no dude en llamarme.
Mientras volvíamos corriendo a nuestras motos, recibí un
mensaje de texto de Cash.

Cash: En el hospital. Pippa va al quirófano. Los doctores son optimistas.


Yo: Estaré allí en 10. ¿Tammy?
Cash: Asustada pero ilesa.

Comparto la noticia mientras montamos nuestras motos y nos


dirigimos al hospital. Al llegar, nos apresuramos al ala de cirugía y
encontramos a Cash, con los brazos apretados alrededor de Tammy,
de pie cerca de una ventana en la sala de espera. La suelta cuando ve
a nuestro grupo y ella corre directamente hacia Trigger. Él la abraza
fuerte por un momento antes de inclinarse hacia atrás y revisarla de
pies a cabeza.
—¿Cómo está Pippa? ¿Qué tan mal está, Tammy? —interrumpo
su momento.
—El doctor dijo que debería estar bien, pero creen que la bala
pudo haberle dañado el hígado. El proyectil entró por su espalda y
salió por su costado en ángulo. No sabrán cuánto daño hizo hasta
que la abran. Está en cirugía y pronto sabremos algo. Ella estará
bien, Pooh. Es fuerte. Ella tiene que estar bien.
Dejo caer mi frente contra la sien de Tammy y uso mi mano para
tomar el otro lado de su cabeza.
—Ella estará bien, Tammy. Criaste a una luchadora—le susurro
—. La salvaste a ella y a esos niños. Eres una maldita roca, mujer.
Chubs: Lucy lleva a Craig a su apartamento. Enviaré Horse Nuts con
ellos.
Yo: Gracias.
Chubs: Craig aún no sabe nada. Cree que están asaltando la pastelería.
Estaré en el hospital en 30. ¿Necesitas algo?
Yo: Oraciones
Chubs: Todos buenos pensamientos. Te veo pronto.

Han pasado unas horas y la sala de espera está llena de los Devil
´s Angels, sus mujeres y algunas de las mujeres de New Horizons.
También hay algunos oficiales de policía por ahí y uno de ellos es la
oficial Kantola. Sé que se siente algo responsable, así que me dirijo a
donde está parada contra la pared. Apoyo un hombro contra la
pared para quedar de cara a ella.
—Sigo repasando mentalmente nuestra conversación. No
recuerdo si le advertí o no a Pippa que la compañera de Anne era
mujer—dice el oficial Kantola en voz baja mientras mira al frente.
—¿Eso habría hecho una diferencia?—pregunto.
—No lo sé. Tal vez, tal vez no. Si hubiera sabido que el
compañero de Anne era una mujer y hubiera visto a una extraña
acercándose a ellas, tal vez habría hecho una diferencia. Debería
haberle advertido. Todos asumen que la violencia doméstica siempre
la comete un hombre, pero eso está lejos de ser correcto. Las mujeres
pueden ser igualmente violentas.
—Esto no es tu culpa, de cualquier manera que haya ocurrido.
Todo esto es culpa de la compañera. ¿Ya la han atrapado?
—No, aún no. Quiero salir y ayudar a buscar, pero primero
necesito saber que Pippa está bien—responde ella.
—Ve. Haz lo tuyo y te avisaré tan pronto como sepamos algo
sobre Pippa—le ordeno.
La oficial Kantola vacila pero se va. Cuando sale por la puerta,
Chubs entra y se dirige directamente a Tammy. Después de un
abrazo y unas palabras susurradas, Tammy hace una pequeña
sonrisa. Deja a Chubs decir lo correcto en el momento adecuado. Le
da un beso en la frente y camina hacia mí.
—Hola, hermano. Aquí para ti si necesitas algo. Siempre—dice
Chubs cuando llega a mi lado.
—Sé que lo estás, Chubs. Siempre lo estás. El doctor tiene
esperanzas. Mantén esos buenos pensamientos viniendo. ¿Cómo está
Craig?
—Él está bien. No te preocupes por el pequeño. Está con Lucy y
tienen a Horse Nuts para mantenerlos a salvo.
Veo a Vex de pie en el escritorio de la enfermera hablando con la
que está sentado allí. No pasa mucho tiempo y ella se levanta y
camina por el pasillo con Vex siguiéndola. Chubs me ve mirando a
Vex y dice:
—¿Te ha parecido raro últimamente? Simplemente no parece ser
él en las últimas semanas.
—Sí, parece fuera de lugar. No estoy seguro de por qué. No me
ha dicho mucho —respondo.
Veo a Vex y la enfermera regresar por el pasillo hacia nosotros y
lo veo separarse de la enfermera con un juego de uniformes
hospitalarios en las manos. Se acerca a Tammy, habla un momento y
se marcha, dejando la ropa con Tammy. Trigger lleva a Tammy a un
baño y entra con ella. Me siento estúpido por no pensar antes en su
ropa ensangrentada. Muy atento, Vex. Le levanto la barbilla cuando se
pone a mi lado y se apoya contra la pared a mi lado.
—Rex dijo que les dijera a Tammy y a ti que lamenta no estar
aquí todavía. Está enviando las imágenes de seguridad a la policía.
La nueva cámara de seguridad que instaló capturó el ataque—dice
Vex en voz baja.
—Me alegro de que pueda ayudarlos. Sin embargo, no estoy
seguro de querer ver ese video. ¿Sabía algo más? —le pregunto.
g q ¿ g p g
—La atacante, una mujer llamada Becky Wilson, ha sido pareja
de Anne durante varios años. Era del tipo celoso. Se utilizó un
donante de esperma y Anne gestó a ambos niños. Varias llamadas al
911 durante los años que estuvieron juntas por abuso a Anne. Los
padres y hermanos de Anne la repudiaron cuando se declaró
lesbiana. El arma que dejó caer Becky cuando Tammy la abordó fue
una Ruger 380. Arma chatarra que compró en la calle en algún
momento. Eso es todo lo que Rex ha escuchado hasta ahora. Nos
mantendrá informados. ¿Qué necesitan Tammy y tú?
—Nada. Esperar es la parte mas difícil. Me alegro de que estés
aquí, Vex. Te lo agradezco, hermano.
—Somos familia. No estaría en ningún otro lugar. Tal vez si la
familia de Anne pensara de esa manera, ninguno de nosotros estaría
aquí ahora.
—Sí—respondo disgustado con su familia.
—Estaremos aquí todavía por un rato, así que voy a ver si nos
permiten donar sangre. Bien podría ayudar a otros mientras estamos
aquí por uno de los nuestros —declara Vex mientras camina hacia la
estación de enfermeras nuevamente.

Todos en la sala se ofrecieron como voluntarios para donar


sangre, así que en grupos de dos y tres, nos turnamos para ir al piso
de abajo y donar sangre. Ahora todos volvemos a esperar. Al poco
tiempo de regresar a la sala de espera, el cirujano entra y pregunta
por la familia de Pippa Holbrook. Tammy y yo nos apresuramos
hacia adelante mientras todas las personas en la sala se ponen de pie
y se acercan para escuchar las noticias.
—Soy la madre de Pippa. ¿Cómo está ella? —pregunta Tammy.
—Lo hizo genial. Está en recuperación y será trasladada a la UCI
en un rato. Dos a la vez pueden visitarla allí, pero solo durante cinco
o diez minutos por hora. Perdió mucha sangre y eso sigue siendo
motivo de preocupación. Tuve que extirpar una pequeña porción de
su hígado debido al daño de la bala. Estaba sangrando internamente,
pero creemos que detuvimos todas las hemorragias. Debería
recuperarse por completo, pero los próximos días son los críticos. Si
tiene alguna pregunta, por favor hágala. Haré que una enfermera
venga a buscaros cuando Pippa esté en la UCI para que puedan ir a
verla—nos informa el cirujano.
—¿Puede vivir una vida normal sin una parte de su hígado?—
pregunta Trigger.
—Absolutamente. Se recuperará por completo y vivirá una vida
normal salvo que surjan complicaciones o infecciones. Soy muy
optimista sobre su recuperación.
—Gracias—le digo. No puedo describir el alivio que está
sintiendo mi cuerpo, pero sospecho que él lo sabe. Él asiente, sonríe
y se aleja.

Tammy y yo somos acompañados a la UCI y pasamos unos


minutos con Pippa. Está inconsciente, pero solo verla nos hace sentir
mejor a los dos. Está pálida y todavía da miedo, pero está viva. Hay
muchas máquinas y cables que rodean su cama, pero la enfermera
explicó que eso es habitual y que los signos vitales de Pippa son
buenos. Dejamos su habitación y regresamos a la sala de espera para
esperar la próxima hora cuando podamos visitarla nuevamente.
Cuando llegamos a la sala de espera, Trigger y Chubs se acercan a
nosotros inmediatamente.
—Craig está empezando a preguntarle a Lucy dónde estáis tú y
Pippa—le informa Chubs a Tammy—. Ella lo ha mantenido
ocupado, pero necesita que se lo digan en algún momento.
—Oh, mierda. Se asustará cuando descubra que Pippa está
herida. Él la adora. ¿Qué le digo? —dice Tammy preocupada.
—Si quieres, y si confías en mí para hacerlo, iré allí y hablaré con
él, Tammy. Sé que no quieres irte de aquí todavía y lo entiendo. He
pasado tiempo con Craig y creo que estará bien cuando se lo diga—
tranquiliza Chubs a Tammy.
—Debería hacerlo yo misma, pero no me iré de aquí hasta que
Pippa se despierte. Así que sí, confío en ti, Chubs. Sé que te está
afectando mucho, pero te lo agradecería muchísimo—dice Tammy
entre lágrimas. La tensión y el estrés del día comienzan a notarse en
ella. Ha sido una roca durante todo el día, pero empiezan a aparecer
grietas en los bordes.
—Me encargo de esto, Tammy. Te haré saber cómo va. Ava,
¿puedo pedirte prestado a Gee? A Craig le gusta mucho y Gee
podría ser un consuelo para él—pregunta Chubs.
—¡Absolutamente!—está de acuerdo Ava al instante.
—¿Por qué no llevarlo al complejo? Está familiarizado con todos
los que están allí y todas las mascotas estarán cerca. También tendrá
a Bella y al resto de nosotros —interrumpe Bailey—. Craig, Lucy y tú
puedes quedarse con Axel y conmigo.
Le doy a Bailey una mirada de agradecimiento y todos están de
acuerdo en que eso es lo mejor para Craig. Trigger, Tammy y yo nos
quedamos atrás mientras todos los demás se van a casa por ahora.
Regresarán. No nos dejarán solos por mucho tiempo porque
cuidamos de los nuestros.
Capítulo 28
Pippa

Al despertar, encuentro a Pooh dormido en una silla cerca de


mí, con la cabeza apoyada cerca de mi costado. Tammy está
durmiendo acurrucada cerca de Trigger en una silla reclinable cerca
de la ventana de la habitación. Trigger está despierto y le acaricia
suavemente la espalda. Miro hacia la ventana y veo que es de noche.
Miro de nuevo a Trigger y encuentro sus ojos en los míos y una
pequeña sonrisa en su hermoso y duro rostro.
—Nos diste un buen susto, niña. Me alegra verte de nuevo con
nosotros—dice suavemente.
—¿Están todos los demás bien? ¿Qué hora es? ¿Craig está…? —
empiezo pero Trigger me interrumpe.
—Todos están bien excepto Anne. Lo siento, muñeca. Es
alrededor de la medianoche del día siguiente a tu lesión. Craig está
en el complejo siendo mimado por todos. Te tenemos, tenemos esto,
Pippa. Relájate.
—Tammy nos salvó a los niños y a mí, ¿no es así?
—Sí, lo hizo, con ayuda. Protegiste a los niños y Tammy redujo a
la mujer. No podría estar más orgulloso de vosotras dos. Nunca
pensé que Pooh y yo estaríamos cachondos por un par de perras
rudas, pero lo estamos —termina Trigger con una gran sonrisa.
Su comentario y su sonrisa me hacen reír, pero pronto se
convierte en un gemido.
—¡No me hagas reír! Duele—le digo con una sonrisa.
La cabeza de Pooh se levanta y sus ojos se clavan en los míos.
Después de unos segundos, su suavidad y su mano acunan el
costado de mi barbilla.
—Estás despierta, bebé. ¿Cómo te sientes? ¿Qué te duele?—
pregunta gentilmente.
—Estoy bien, Pooh. Simplemente cansada y dolorida. Aunque me
gusta despertarme con tu cara.
—Lo mismo aquí, Pips. Preferiría no estar en un hospital.
—¡Dios mío, estás despierta!—dice Tammy mientras salta del
regazo de Trigger y se acerca a mi lado.
—Estoy bien, mamá. Gracias a ti.
Tammy agarra mi mano, pasa sus labios por mi frente y se aparta
lo suficiente para que pueda ver las lágrimas en sus ojos. Eso hace
que mis lágrimas broten mientras nos miramos sin necesidad de
decir una palabra. ¿Cómo tuve tanta suerte de tenerla como mi
madre adoptiva?
-*--*--*--*-
Han pasado unos días desde que me sacaron de la UCI y estoy
ansiosa por salir de aquí. Hasta aquí todo bien. Sin complicaciones ni
infecciones, así que me siento lista para recuperarme en casa en
lugar de en una cama de hospital. El doctor no está de acuerdo
conmigo, todavía, pero seguiré trabajando para hacerlo cambiar de
opinión. Duermo la mayor parte del tiempo, ¿por qué no puedo
hacer eso en casa?
Pooh, Tammy y Trigger han estado aquí cada segundo, excepto
cuando les ordené que fueran a casa a ducharse, dormir y comer. Se
marchan, turnándose para ducharse pero vuelven para comer y
dormir en mi habitación. Y los amo por eso. Y amo especialmente
Ava por enviarnos comida. Varios miembros del club la entregan y
todos comemos y disfrutamos, mientras que los demás pacientes
tienen que sobrevivir con la comida del hospital.

Acabamos de terminar nuestra cena cuando Vex y Chubs asoman


la cabeza por la puerta y sonríen a nuestro pequeño grupo.
—¿Te apetece un poco de compañía, Pips?—pregunta Chubs.
—Sí, Chubs, adelante. Hola, Vex.
—Trajimos a alguien que quería saludarte—dice Vex mientras
sonríe y se hace a un lado para que pueda ver a Craig parado detrás
de él. Parece un poco nervioso, tal vez un poco asustado, pero está
limpio y sonriente.
Sé que mi sonrisa ilumina la habitación porque eso es lo que me
ha hecho al ver la suya. He extrañado muchísimo al pequeño.
Extiendo mi mano y él camina lentamente a mi lado y la agarra. Lo
acerco a mí suavemente, y recibo el beso más dulce de mi vida.
Aterriza en mi mejilla y entonces su cabeza cae sobre mi hombro y se
queda ahí. Acuno la parte de atrás de su pequeña cabeza y aspiro su
esencia de niño. Después de un momento, la aparta y me mira
atentamente. Chubs da un paso adelante y coloca a Craig con
cuidado en la cama, a mi lado y yo devoro sus pequeños rasgos
infantiles.
—Chubs dijo que tienes una pupa. Una grande y que tengo que
tener cuidado de no lastimarte. Pero dijo que pronto estarás bien y
estarás en casa conmigo. ¿Qué tan pronto, Pips?
—Aún faltan unos días, Craig. ¡Te he extrañado! ¿Cómo has
estado? ¿Cómo te portas?
—Te extraño también. He estado bien. Estuve pasando el rato con
las mascotas. ¿Sabías que Duffy pesa más que yo? ¡Es enorme! Bella
me ha estado enseñando los números y las letras. Me gusta estar ahí.
¿Por qué no podemos vivir allí, Pips?
—Porque ahora vivimos en mi casa. No tuve la oportunidad de
decirte eso, Craig. ¡Te mudas conmigo y tendrás tu propia habitación
y todo!
Antes de que Craig pueda responder a eso, Tammy da un paso
adelante y llama su atención.
—Por un tiempo, cuando Pippa salga de aquí, todos nos
quedaremos en la casa de Trigger. De esa manera, tú, Trigger y Pooh
podemos ayudarla mientras se recupera. ¿Eso suena divertido,
Craig? —le pregunta Tammy mientras me lanza una mirada de
disculpa. Aparentemente, ha habido algunas discusiones cuando no
estaba despierta para participar.
Miro hacia Pooh y Trigger y ambos agachan la cabeza y mueven
los pies. Culpables. Mi plan de mantenerme tranquila hasta que
pudiera irme a casa y estar sola ha sido saboteado. Necesito una
oportunidad para desmoronarme y lidiar con todo lo que ocurrió,
pero no lo haré con una audiencia. Ahora me pregunto si saben que
estoy esperando mi momento o si esto es solo una feliz coincidencia.
—Está bien, Tammy. ¿Puedo ir a la casa club y jugar con Bella y
las mascotas? —me pregunta Craig.
—¡Por supuesto que puedes! ¿Te has portado bien con Ava y
Trudy? —pregunta Tammy.
—Por supuesto que sí. Pero la señorita Trudy y sus reglas de cara
limpia me están poniendo de los nervios. Es un tipa ruda con una
paño—admite Craig con tristeza—. Sin embargo, Axel es divertido.
Juega en la X-box conmigo. Nadie puede ser tan malo en las carreras,
así que sé que me está dejando ganar. Es muy divertido cuando le
gano porque hace una mueca de pato. Bailey le dijo que su cara se
iba a congelar así cuando llegue el invierno. ¡Amo a Bailey! Es genial
y no le importa mi cara sucia. Y ella me está mostrando cómo
dibujar. ¡Es realmente buena en eso!
—Parece que has estado ocupado—le digo.
—Sí. Ayer ayudé a Chubs en el trabajo y fue divertido. Llevamos
una reserva de bocadillos con nosotros en caso de que tengamos
hambre. Cash necesita ayuda en el gimnasio, así que iré mañana.
Incluso pude salir con las gemelas. Son realmente lindas pero liosas
siendo bebés y todo eso—afirma Craig.
Todos nos reímos de que él estuviera preocupado de que alguien
más se volviera lioso. Es demasiado lindo para las palabras. Pero,
más allá de eso, me pregunto seriamente cómo voy a pagar y
agradecer a todas estas personas por ayudar con él durante este
tiempo. Los miembros del club realmente se han esforzado y no
podría estar más agradecida con ellos.
—Escuché gente hablando, Pips. Sé que alguien te lastimó porque
estabas tratando de ayudar a una madre y sus hijos. ¿Y si lo vuelven
a intentar? —me pregunta en voz baja. Su carita se ve triste con un
poco de miedo asomándose.
—La policía atrapará a la persona que me lastimó. Ella no estaba
tratando de lastimarme, solo me interpuse en su camino—respondo
esperando que eso ayude a calmar su mente.
—Pips tiene muchas personas que la mantendrán a salvo, Craig.
Ella, tú y Tammy. Pooh y yo, junto con Chubs, Cash y el resto de los
miembros del club haremos un buen trabajo para mantenerlos a
todos a salvo—interviene Trigger.
Craig reflexiona sobre ese comentario por un momento antes de
preguntar:
—¿Por qué no estaba uno de vosotros cuando sucedió?
—No sabíamos que esto pasaría. Solo estaba haciendo mi trabajo,
como de costumbre, pero las cosas dieron un mal giro. Si hubieran
sabido que podría ponerse tan serio, estoy segura de que Pooh
habría estado conmigo—le explico a Craig.
—Quizás tú eres la que necesita una niñera en vez de yo—afirma
Craig.
—Y ella tendrá una, lo prometo, Craig—dice Pooh y le sonríe. La
expresión de Craig se relaja y, aunque detesto la idea de una niñera,
me gusta que Pooh haya calmado un poco sus miedos.
Capítulo 29
Pooh

Ha pasado una semana desde que Pippa fue dada de alta del
hospital. Se está recuperando muy bien, pero todavía está
increíblemente dolorida y se mueve lentamente. He estado muy
ocupado con los constructores, el gimnasio y tratando de pasar
tiempo cada día con Pippa y Craig.
Todos nos hemos alojado en la casa de Trigger ya que tiene más
espacio. A Craig le encanta el patio trasero cercado y he notado lo
mucho que a Trigger le gusta pasar tiempo con él. Parece que Craig
tiene un abuelo después de todo. Incluso están hablando de tomarse
un día e ir a pescar pronto.
Tammy ha hecho que todo funcione sin problemas para nosotros.
Mantiene New Horizons en funcionamiento mientras Pippa se
recupera. Sin embargo, ha tenido la ayuda de Bailey y Lucy. Ellas se
lanzaron de lleno y han sido un regalo del cielo. Pippa no se
preocupa tanto por New Horizons cuando sabe que Tammy, Bailey y
Lucy están manejando las cosas. Y Ava también ha hecho su parte al
enviar comida para ayudar a alimentarnos, ya que Tammy está
trabajando horas extras.
Chubs y los prospectos se aseguran de que haya alguien
cuidando a las mujeres cuando están en New Horizons. La atacante,
Becky Wilson, todavía anda suelta y la policía cree que está decidida
a matar a los hijos que tuvo con Anne. Los niños fueron llevados por
CPS (Servicio de Protección Infantil) y se encuentran en un lugar
desconocido. La policía no cree que vuelva para dañar a Pippa, pero
no vamos a correr riesgos en este momento.
Chubs entra al gimnasio y se dirige directamente al escritorio
donde estoy parado. Tengo que reírme de él porque es la única
persona que conozco que se presenta a un gimnasio, para hacer
ejercicio, con un sándwich en una mano y una enorme bebida en la
otra. Está sonriendo, como de costumbre, cuando llega al escritorio y
deja su bebida.
—¿Cómo te va, Pooh?—pregunta mientras devora el sándwich.
—Bien, Chubs. ¿Estás aquí para hacer ejercicio?
—Sí, después de que termine mi merienda del mediodía—
confirma.
—¿Cómo puedes comer todo eso antes de hacer ejercicio? ¡Me
enfermaría!
—Es un don.
—Le debo mucho a Lucy por todo lo que ha estado haciendo por
Pippa—le digo.
—No, Pooh, no es así. Ella está feliz de ayudar. Al crecer en una
familia política, siempre fueron grandiosos en el trabajo de caridad y
ella siempre ha tenido una debilidad por las mujeres y los niños
abusados. Piensa que Pippa es la más grande por haber comenzado
New Horizons. Quiere venir a ver a Pippa pronto y hablar sobre su
voluntariado allí con regularidad.
—Tammy dijo que es genial con las mujeres y a ellas le agrada.
Estoy seguro de que a Pippa le encantaría tener a Lucy cerca.
—Iremos a visitarlos, tal vez mañana por la noche, y charlaremos
con Pips. De esa manera, también volveremos a ver a Craig. Es una
pequeña mierdita inteligente. Absorbe la información con facilidad.
Bella dijo que aprendió el abecedario en solo una tarde. Mejor me
pongo a trabajar par terminar este bocadillo. Hablaremos más tarde,
hermano.
Veo a Chubs alejarse y, una vez más, me considero afortunado de
haber encontrado a los Devil´s Angels.
-*--*--*--*-
Estoy acostado de lado mirando a Pippa dormir. Podría hacer
esto toda la noche y no arrepentirme del sueño que me perdería. No
tiene idea de lo increíblemente hermosa que es para mí. Todavía me
dan escalofríos cuando pienso en lo cerca que estuve de perderla. Sé
que nunca renunciará a New Horizons, y ciertamente no por lo que
pasó, y no quiero que lo haga. La quiero a salvo pero la quiero tal
como es. Y eso es ser una defensora y una voz para quienes lo
necesitan. Estoy jodidamente orgulloso de que alguien como ella
decida pasar su tiempo conmigo.
Sé que algo anda mal con ella desde el tiroteo. No estoy seguro de
qué es exactamente, pero sé que algo le molesta. Y no estoy seguro
de cómo sacarlo a colación y hacer que se abra sobre lo que es. Pero
sé que ella está ocultando algo. Tammy ha dicho lo mismo y ha
tenido años para conocer los comportamientos de Pippa. Todos
estamos preocupados, pero estamos esperando nuestro momento
con la esperanza de que ella misma lo mencione.
—Puedes dejar de mirarme y dormir un poco, Pooh. No me iré a
ninguna parte —dice Pippa en voz baja.
Miro hacia abajo y veo sus hermosos ojos brillando a la luz de la
luna que entra por la ventana. Me inclino y le doy un beso suave.
—Sé que no lo harás, bebé. Simplemente me gusta mirarte—le
digo.
Pippa desliza con cuidado su cuerpo hasta que nos tocamos de la
cadera a los pies. Pongo mi mano en su cadera y la acerco aún más a
mi lado. Ella levanta la mano, la coloca detrás de mi cuello y me tira
hacia abajo para otro suave beso. Me aparto antes de que las cosas se
calienten demasiado y empujo mi cara hacia su cabello que está
sobre la almohada. Lo respiro y amo el ligero aroma de su champú.
—Amo tu cabello, cariño.
—Tengo el pelo de mi padre. Negro, largo y lacio como un alfiler.
Cabello shoshone, lo llamaba. En su mayoría era Shoshone y heredé
muchas de sus facciones. Mi madre era italiana, pero yo no me
parezco mucho a ella.
—Aunque supongo que era hermosa.
—Sí, ambos lo eran. Tuve grandes padres y su pérdida todavía
me golpea duramente algunos días, ¿sabes? Tammy era la persona
perfecta para intervenir después de que se fueran. Los mantuvo
vivos para mí conservando sus fotos, fotos de nosotros tres, por toda
nuestra casa. Celebramos sus cumpleaños, incluso ahora. Ella se
negó a permitirme olvidarlos. Me abrazó cuando lamenté su pérdida
y me guió cuando quise rebelarme. Encontré oro en medio de una
tragedia.
—Sí, lo hiciste. Me gusta la persona que ella ayudó a crear junto
con tus padres. Mucho, de hecho.
—Lo siento mucho por todo esto, Pooh. Le pediste una cita a una
mujer y terminaste cuidando a una víctima de un disparo. Tú no
pediste... —comienza a decir Pippa.
—Alto ahí. Le pedí una cita a una mujer porque quería pasar
tiempo con ella. Y lo logré. Nada de esto es culpa tuya, y aunque
detesto el hecho de que te dispararan, no me arrepiento de haber
pasado este tiempo contigo. Ni un poco. Hace mucho que no
tenemos sexo, pero eso no importa. Lo que importa es que ahora
estamos juntos y lo hacemos porque queremos. No porque me sienta
obligado. Nunca pienses eso, Pippa. Mi vida es mucho mejor al
tenerte a ti, a Craig y a Tammy en ella, que antes.
—No quiero que te quedes nunca porque sientes que tienes que
hacerlo, Pooh. Te quiero en mi vida, pero solo si es donde quieres
estar.
—Así es. Fin de esto.
—Necesito que me toques, Pooh. ¿Por favor?—suplica Pippa en
voz baja.
—Bebé, todavía no estás lo suficientemente curada para eso—le
respondo.
—No estoy lo suficientemente curado para tener sexo, pero
tocarme no nos hará daño a ninguno de los dos. Solo necesito
sentirme conectada contigo de nuevo. Necesito eso, Pooh. Necesito
sentirme viva, aunque solo sea por unos minutos.
—Me detengo en el momento en que creo que estés sufriendo.
¿Entendido?—le respondo con brusquedad.
—Sí, cariño, entendido.
Paso los siguientes minutos volviendo a familiarizarme con el
hermoso cuerpo de Pippa mientras mantengo una distancia segura
de su vendada incisión Estoy duro como una roca, pero esto no se
trata de mí. Se trata de que le dé a Pippa el placer que se merece.
Éste soy yo ayudando a Pippa a sentirse viva de nuevo. Y sé que
logré mi objetivo cuando escucho sus suspiros y gemidos.
-*--*--*--*-
Estoy parado en la obra de construcción de mi casa y estoy
asombrado por la cantidad de trabajo que han realizado. Se acerca el
momento de empezar a elegir muebles como camas, tocadores, sofás
y electrodomésticos. Tengo que admitir que cada día me emociono
más sabiendo que pronto tendré una casa propia.
—Se ve genial—dice Vex mientras se detiene a mi lado.
—Sí, estoy feliz con cómo va todo. Me alegro de haber construido
aquí en lugar de comprar un terreno en otro lugar. Deberías
construir a mi otro lado. Es una gran parcela de tierra. ¿Y cómo
puede irte mal con Axel y conmigo como vecinos? —pregunto
riendo mientras lo digo.
—Tal vez algún día. No estoy seguro de lo que planeo hacer a
largo plazo. Por ahora, la casa club funciona bien para mí.
—¿Qué pasa contigo, Vex? No te has parecido a ti mismo en
semanas. ¿Algo está pasando?
—No, no en realidad. No lo sé. Todo está bien y, sin embargo,
estoy inquieto. Ansioso todo el tiempo. He descartado la idea de
volverme nómada. Sin embargo, no estoy seguro de si eso es lo que
quiero. Tal vez solo necesito tomarme unas semanas y salir a la
carretera. Pulsar el botón de reinicio—responde él.
Me sorprende muchísimo escuchar que él ha pensado en volverse
nómada. No somos un club grande, pero tenemos varios clubes de
apoyo repartidos por los estados del oeste y en California. Podría
mantenerse ocupado trabajando para los distintos clubes, pero
nunca pensé que Vex se levantaría y dejaría su sede.
—Tómate un tiempo libre y monta, Vex, antes de tomar una
decisión como volverte nómada. Eso es un gran cambio y a nadie
aquí le gustará perderte con los otros clubes. Habla primero con
Gunner. Si quieres un compañero de carretera, iré contigo—le
aconsejo.
—No, Pooh. Ahora no es el momento de estar de viaje. Tienes la
oportunidad de hacer algo bueno con Pippa. Estás echando raíces
con esta casa y necesitas estar aquí. Estoy bien. Simplemente
inquieto, supongo. Hablaré con Gunner y pediré un tiempo libre y
veré cómo va desde allí.
—Aquí estoy si necesitas algo, Vex.
—Lo sé.
Lo veo caminar hacia su moto y alejarse. Es inquietante ver a Vex
así. No sé qué le pasa, pero, con suerte, lo resolverá pronto.
Capítulo 30
Pippa

Aparte de un poco de dolor, estoy curada y lista para volver al


trabajo. Quiero regresar a mi casa, mudarme con Craig y volver a mi
vida. Me siento mal porque Craig está a punto de cambiar de lugar
otra vez en su joven vida, pero parece que se lo toma todo con calma.
Han pasado varias semanas desde que incluso mencionó a su madre.
Es como puf, ella se fue y él siguió adelante.
Craig pasará el día en la casa club con Bella, Trudy y las mascotas
y estaba muy emocionado esta mañana por ir allí. Él presionó y
aguijonó hasta que Pooh cedió y lo llevó hasta allí. Más tarde hoy
hablaré con Ava y veré qué piensa de que le consiga a Craig una
mascota. Algo que podamos llevar hacia y desde New Horizons con
nosotros y algo que iría genial con un niño activo de cuatro años.
Tammy ya está en New Horizons y estoy en camino allí ahora
que terminé la cita con mi doctor. Sé que uno de los miembros del
club estará allí, pero mi estómago todavía está en un nudo. La oficial
Kantola se ha mantenido en contacto conmigo y sé que Becky Wilson
todavía anda suelta.
Me detengo en el estacionamiento y me siento en silencio en el
coche por unos momentos. Las imágenes del ataque y del rostro de
Anne mientras yacía muerta a mis pies pasan por mi mente. Todavía
puedo sentir el miedo de los niños y recordar fácilmente sus gritos
de terror. Desde el ataque, he alejado todos estos pensamientos de
mi cabeza y no he permitido que afloren. Estar en el mismo lugar, en
el estacionamiento nuevamente les ha dado rienda suelta en mi
mente.
Sé que no he procesado todo lo que pasó ese día, pero realmente
no he tenido un momento a solas para hacerlo. Noto que mis manos
tiemblan ligeramente, así que agarro el volante para detenerlas.
Respiro profundamente y contengo la respiración por un momento
tratando de calmarme. Realmente no ayuda porque juro que puedo
oler la pólvora y oír a Tammy gritando mi nombre. Soy lo
suficientemente inteligente como para saber que estas cosas están
únicamente en mi cabeza ahora, pero parecen tan reales.
Dejo escapar un pequeño grito cuando alguien golpea mi
ventanilla. Girando mi cabeza en esa dirección, mi puerta se abre
antes de que pueda vislumbrar quién está parado allí. Con el
corazón latiendo con fuerza en mi pecho, veo una mano enorme
agarrar mi antebrazo y sacarme suavemente del coche. Casi me
desmayo de alivio cuando veo el rostro de Gunner mirándome
preocupado.
—Te tengo, Pips. Ven aquí—dice el enorme hombre en voz baja
mientras acerca mi cuerpo tembloroso al suyo. Con la mano en la
parte de atrás de mi cabeza, coloca mi cara contra su pecho. Siento la
humedad saliendo por mis ojos y lucho contra las ganas de llorar.
No lo logro del todo y siento algo de humedad corriendo por mi
cara, pero sabiendo que nadie superará a Gunner, mi mente se
tranquiliza.
Después de un momento, Gunner se inclina hacia atrás y me mira
a la cara. Estudia mis rasgos, envuelve su brazo gigante alrededor de
mis hombros, me saca de la puerta del coche y la cierra de un golpe.
—¿Estás bien?—ruge.
—Sí, sí, estoy bien. Me has asustado, eso es todo.
—Has estado sentada en ese coche, agarrando el volante, por
varios minutos, Pippa. Estar de regreso aquí a puesto todo tipo de
mierda sobre el tapete. Lo entiendo. Mi dama también pasó por una
mierda y se necesita tiempo para superarlo. No estás bien, pero lo
estarás, porque lo conseguirás. Se necesita tiempo y hablar con
alguien. Pooh, Ava, Trigger, yo... demonios, cualquier miembro del
club. No importa quién, porque cualquiera de nosotros escuchará.
¿Me entiendes?
—Sí, Gunner. Gracias. Por todo.
Gunner estudia mi rostro por otro momento antes de sonreír y
arrastrarme con él mientras camina hacia la puerta trasera.
—¿Tienes café en esa cocina?—me pregunta.
-*--*--*--*-
—¡Me encantaría ayudar, Ava! ¡De Verdad! Puedo picar y cortar
en dados con la mejor—insisto yo.
—Cuenta conmigo también—agrega Tammy.
—Yo ayudaré. Chubs estará allí de todos modos, así que iré con él
—dice Lucy.
—¡Guau! No tenéis que hacer esto, pero me estaríais salvando el
culo—dice Ava con una sonrisa—. No puedo creer que justo después
de que accedí a atender este gran evento, Terri me abandonara. Uf.
¡Muchas gracias por ayudarme!
Como Gunner estaba con nosotros en New Horizons, Ava trajo el
almuerzo para todos. Lucy había venido y hablamos sobre su
voluntariado aquí y no podría estar más feliz de tenerla a bordo.
Mientras comía, Ava mencionó que un empleado renunció y que ella
y Trudy iban a tener un trabajo de catering. Pasó de eso a que
nosotras, las mujeres, tuviéramos una fiesta de chicas de catering.
Palabras de Gunner, no mías. Pero el grandullón se ofreció como
voluntario para quedarse con Craig mañana por la noche para que
Tammy y yo pudiéramos ayudar a Ava. Será una gran oportunidad
para conocer un poco mejor a las mujeres de los Devil´s Angels. Y, al
mismo tiempo, darle a Craig la oportunidad de pasar el rato con
Bella y las gemelas. Es ganar por partida doble.

Afortunadamente para Ava, su personal estará disponible para


realizar el evento real y es solo el trabajo de preparación con el que
necesita ayuda. Bailey, Ava, Trudy, Lucy, Tammy y yo estamos en la
cocina del catering y tenemos las manos ocupadas. Se ha convertido
en un festival de risitas y es muy divertido teniendo en cuenta la
cantidad de trabajo que estamos haciendo.
Chubs está sentado a un lado, en una de las mesas de trabajo, y es
el probador oficial de sabores. Me reí cuando escuché que ese era su
trabajo, sabiendo cuánto ama la comida, pero no tardé en darme
cuenta de que tiene una paladar increíble. Come cualquier cosa, pero
el hombre da una excelente respuesta sobre la comida. Más sal,
menos pimienta, agrega comino, no uses albahaca, esto
definitivamente necesita cilantro. Sus comentarios están bien
pensados y siempre son acertados. Mi afecto y admiración por el
hombre cómico de pelo rizado está creciendo a pasos agigantados.
Es fácil ver por qué el club lo ama tanto.
Mi trabajo es sentarme sobre mi culo, porque estoy herida y
todavía dolorida, y picar, cortar en cubitos y en juliana los
ingredientes necesarios. Lucy es la reina de la medición y mantiene a
las mujeres que mezclan y cocinan abastecidas con sus ingredientes.
Todo el mundo está charlando y riendo y simplemente disfrutando
de nuestro tiempo juntos. Nuestros temas son aleatorios y, a veces,
extravagantes, pero divertidos de todos modos.
—Todavía no entiendo la palabra cócteles (Cocktails. Cock=polla.
Tails=colas). ¿Qué tiene que ver la polla y las colas con un cóctel? No
tiene sentido para mí—declara Trudy mientras nos hace reír al resto
de nosotros.
—Algún tipo debe haberse dado cuenta de que alimentar a las
mujeres con cócteles puede permitir que su polla reciba un poco de
cola esa noche. Esa es mi opinión—responde Bailey.
—Lamentablemente, funciona—coincide Ava.
—Una advertencia, señoras. Nunca, y quiero decir nunca,
permitan que Ava beba alcohol—ordena Trudy con severidad pero
con una gran sonrisa.
—Cierto—acepta Ava mientras le devuelve la sonrisa a Trudy.
—¿Cuál es la historia detrás de eso?—pregunta Tammy.
—Ella dice todo lo que se le viene a la cabeza. Sin filtro. Si bien es
muy divertido para los que están alrededor, no es tan divertido para
ella y Gunner al día siguiente cuando está sobria. Gunner no habló
con ella durante casi una semana después de su última hora de la
verdad inducida por el alcohol.
—¡Mierda, Ava! ¿Qué diablos dijiste que enojaría tanto a Gunner?
—pregunta Tammy.
—Puf. Fue un mal día para mí y, para empezar, estaba enojada
con Gunner. Tomé unos tragos, sabiendo que no debería haberlo
hecho, y después procedí a abrir la boca. Al menos mencioné todos
sus puntos buenos y no solo los malos. Pero nada de eso le molestó
tanto como a mí diciendo lo caliente que es Vex—admite Ava
mientras se encoge visiblemente.
—No creo que decir que Vex es caliente le molestara tanto como
decir que, si no fuera porque Gunner es tu hombre, treparías sobre
Vex como un mono en un árbol de plátanos—ruge Trudy entre risas.
—Sí, eso podría haber sido la revelación en mi pequeña perorata
—admite Ava tímidamente.
—¿Vex estaba allí?—pregunto.
—Sí y no dijo una palabra. Solo le guiñó un ojo a Ava y fue
entonces cuando Gunner tuvo suficiente. Se echó a Ava por encima
del hombro y se fue pisando fuerte todo el camino a casa. —Trudy se
ahoga entre la risa.
Mientras todos nos reímos a carcajadas por el comentario y la
vergüenza, miro a Chubs y lo veo sonriendo y negando con la
cabeza hacia las mujeres. Obviamente, está acostumbrado a la locura
que ocurre en los Devil´s Angels.
—Está bien, ahora todos conocen el momento más embarazoso de
mi vida. ¿Cuál fue el vuestro? —pregunta Ava mientras nos mira a
cada una de nosotras.
—Te diré el mío. Fue horriblemente vergonzoso en este momento,
pero ahora es muy divertido—dice Lucy sorprendiéndonos a todos.
—Mis padres estaban celebrando una cena formal, había todo
tipo de peces gordos de la arena política y me pidieron que
apareciera en la cena. Como no quería ir, pospuse la compra de mi
vestido hasta el último minuto. Era un poco demasiado largo, pero
no tuve tiempo de modificarlo, así que esperaba lo mejor. En lugar
de eso, debería haber dicho algunas serias plegarias.
—La mansión del gobernador tiene una larga escalera de caracol.
Odié esa escalera durante años. La odié más esa noche—continúa
con una pequeña risa.
—Bajé la mayoría de los peldaños sin problema, pero por
supuesto, me tropecé con mi vestido demasiado largo. Arrastré a un
camarero, a dos esposas de unos senadores y al gobernador de Utah.
Todos caímos al pie de la escalera, ningún herido grave, pero sí se
produjeron algunos problemas en las vestimentas. El camarero
llevaba una bandeja llena de aperitivos y había camarones por todas
partes. El gobernador de Utah perdió su peluquín y estaba tirado en
el suelo con un camarón pegado. La mitad inferior de mi vestido
estaba arrancada, así que estaba de pie con un vestido
extremadamente corto y los tirantes del vestido de una de las
esposas de los senadores se rasgaron y sus golosinas colgaban para
que todos las vieran. —A esa alturas, Lucy y el resto de nosotros nos
estamos riendo a carcajadas. Después de un momento, Lucy se
controló y termina su historia.
—Otro invitado, algún analista político, dijo a la esposa del
senador: ¿Son reales?, antes de que ella se diera cuenta de que su
vestido estaba rasgado. Estaba tan avergonzada que se cubrió las
tetas con los brazos y salió pisando fuerte de la mansión. No me ha
vuelto a hablar desde entonces. Al menos me libre de la cena esa
noche—termina Lucy con una sonrisa.
—¡Oh, Dios mío! ¡Nunca hubiera vuelto a mostrar mi rostro si
fuera ella!—grito.
—¡Mi cara y mis tetas estarían ocultas de por vida!—coincide
Tammy.
Mi teléfono suena y lo saco del bolsillo de la cadera para ver el
nombre de Pooh.

Pooh: ¿Nos quedamos en casa de Trigger esta noche o en la tuya?


Yo: Mía. Te extraño. Debería estar terminado en aproximadamente una
hora.
Pooh: Craig y yo te recogeremos allí.
Yo: Perfecto.
Pooh: También te extraño

Soy tan patética porque solo leer su texto me provocan


mariposas. Simplemente tiene ese efecto en mí. Me estoy
enamorando de Pooh y espero que las cosas sigan funcionando bien
para nosotros. El hecho de que me haga cargo de Craig y eso no aleje
a Pooh, es una gran ventaja a su favor. Ha invertido en el futuro de
Craig tanto como yo. Mis pensamientos son interrumpidos por
Tammy.
—¿Pooh te está sexteando?—pregunta en voz alta ya que está al
otro lado de la habitación.
Todos los ojos giran en mi dirección mientras me apresuro a
guardar el teléfono en el bolsillo.
—¡No! ¿Porqué preguntarías eso?
—Por la expresión de tu rostro. Parecías lista para abalanzarte
sobre alguien—se ríe Tammy.
—Silencio, mujer. ¡Tienes esa mirada cada vez que Trigger entra
en la habitación!—respondo bruscamente. Tammy, sin mostrar
vergüenza en absoluto, solo sonríe y mueve sus cejas hacia mí.
—Es una cosa de los Devil´s Angels, creo. Especialmente ahora
que estoy embarazada. Veo o escucho la voz de Axel y ¡zas! ¡Él debe
entregarlo! El pobre me prometió al comienzo de nuestra relación
que nunca me negaría las partes de su cuerpo, pero no creo que
supiera cómo pueden llegar a ser las mujeres embarazadas —dice
Bailey mientras resopla y se ríe de sí misma.
Ava suelta una carcajada y asiente con la cabeza en señal de
acuerdo y entonces agrega:
—Le ordené a Gunner que se desnudara una noche, al final de mi
embarazo, y dijo que no porque tenía miedo de que me lastimara a
mí o a las bebés. Estaba tan cachonda por las hormonas que le dije
que se pusiera a ello o lo lastimaría. Se puso a ello, por supuesto.
Mientras todos nos reímos como gallinas, Chubs interrumpe
nuestro momento de unión de chicas.
—¿Cuándo vamos a quedar embarazados, Lucy?—pregunta con
una enorme sonrisa arrogante.
—Esta noche, si quieres—responde descaradamente Lucy con un
guiño mientras nos sorprende a la mayoría de nosotras con su
descaro. La sonrisa de Chubs se hace más grande.
Capítulo 31
Pooh

Cuando entro en la casa club, Gunner levanta la mirada, me ve e


inmediatamente comienza a reírse. Cuando llego a donde está
parado, levanta la mano y dice:
—Me disculpo ahora mismo. Lo lamento. Surgió algo en el club
de striptease y tuve que dejar a los niños con Axel por un tiempo.
Todo lo que Craig aprendió mientras estaba con Axel, lo siento.
Buena suerte.
—¿Qué hizo él ahora? Y estoy hablando de Axel, no de Craig—
pregunto con cautela.
Gunner sonríe más grande y responde:
—Digamos que Craig puede defenderse.
Mientras Gunner se aleja, riendo, Craig entra corriendo a la
habitación mirando a su alrededor y, al verme, se lanza hacia mí.
Choca contra mis piernas, envuelve sus brazos alrededor de ellas y
grita:
—¡Él comenzó!
¡Oh, mierda! Esto no va a ser bueno.
Axel irrumpe en la habitación y obviamente está buscando a
Craig. Cuando lo ve, Craig suelta un chillido y se mueve
rápidamente detrás de mis piernas. Axel entrecierra los ojos y
avanza en nuestra dirección.
A medida que se acerca, noto algo extraño en su cabeza. Oh, sí,
podría ser el dibujo anatómicamente correcto de una polla en su
calva. El saco de bolas (incluidas las arrugas) colgando de su frente,
una bola sobre cada ojo, la polla apuntando hacia la parte posterior
de su cráneo. Lo intento, realmente lo intento, pero no puedo
contener la risa. En ese momento, los ojos de Axel se dirigen hacia
mí en lugar de Craig. Escucho la risa de otros y eso solo alimenta la
mía.
Axel se detiene directamente frente a mí, abre las piernas y cruza
los abultados brazos sobre el pecho. No es un motero feliz. No ayuda
en nada cuando Mac habla.
—Hola, cabeza de polla.
—¡Cállate, Mac!—responde Axel.
—Solo digo—agrega Mac.
—Tengamos en cuenta que solo tiene cuatro años, Axe—digo
entre carcajadas.
—¡Es una maldita amenaza! —grita Axel y, desafortunadamente,
todos escuchamos las risitas infantiles de Craig al mismo tiempo.
—Cálmate y hablemos de esto.
—¿De qué hay que hablar? ¡Tomo una siesta de cinco minutos y
me despierto marcado con un indeleble por el pequeño engendro del
diablo!
En ese momento, Big Petey entra caminando a la habitación y se
detiene al lado de Axel mientras lo observan. Sus ojos se agrandan,
su risa estalla a través de la habitación y comienza a negar con la
cabeza mirando a su hijo.
—Hijo, creo que deberías haberlo pensado dos veces antes de
hacerte ese tatuaje.
—¡No es un maldito tatuaje! ¡Por el amor de Dios, papá! ¡Ese
monstruo de niño me dibujó esto con tinta que no se lava!—brama
Axel mientras apunta a Craig.
—¡Tú empezaste!—insiste Craig detrás de mis piernas mientras
se asoma cautamente para mirar a Axel.
—¡Preguntaste por mis tatuajes! ¡Dijiste que querías uno algún
día, así que dibujé uno pequeño en tu brazo! ¡Eso está muy lejos de
desfigurar mi cabeza, pequeña mierda!
—Escribiste “soy un mocoso” en mi brazo y luego te reíste
cuando me dijiste cuántos baños tendría que tomar para quitármelo,
¡grandote de mierda!
—¿Cómo sabes lo que dice? ¡Ni siquiera puedes leer todavía! —
ladra Axel.
—¡Soy lo suficientemente inteligente como para preguntarle a
alguien que pueda! ¡Obvio!
—¡Debería darte una paliza por esto!—lo amenaza Axel.
—¡Ja! ¡Como si pudieses! ¡Pooh no dejará que me toques! ¡Él no
dejará que nadie me lastime! ¡Y te asustarías si vieras su cara de
enojado!—grita Craig en respuesta.
Le sonrío a Axel y lo veo poner los ojos en blanco.
—Podría pegarle a Pooh—le dice Axel a Craig.
—Eso querrías—le sonríe Craig.
Me agacho y saco a Craig de detrás de mí y levanto su brazo para
ver el “tatuaje” que Axel le hizo. Sí, se necesitará mucha agua y
jabón para eliminarlo, pero, de nuevo, también lo necesitará el nuevo
tatuaje de Axel.
—Está bien, así que aquí está la cosa. Ni siquiera quiero saber por
qué estabas durmiendo la siesta mientras lo cuidabas o cualquier
otro detalle. Vosotros dos estáis en tiempo muerto el uno con el otro.
¡Y no más tatuajes para ninguno de los dos! ¿Entendido?—les
informo a ambos.
—Sí, Pooh. Sin tatuajes—asiente Craig fácilmente.
—Lo-que-mierda-sea—escupe Axel antes de salir furioso de la
habitación.
Tan pronto como la puerta se cierra detrás de Axel, los hombres
de la habitación aúllan de risa. La cara de Reno está completamente
roja y Petey tiene que secarse las lágrimas de los ojos. Incluso Craig
se ríe del caos que causó. Espero por el bien de todos que el bebé que
lleva Bailey sea una niña. Petey tiene razón: el mundo no necesita
dos Axel. Sin embargo, tengo que admitir que Craig está cerca de
Axel en la creación de problemas. Probablemente deberíamos
hacerles una prueba de ADN para asegurarnos de que no sean
parientes.
-*--*--*--*-
—¿Cuándo puedo montar en moto contigo?—pregunta Craig
mientras conducimos a la pastelería para recoger a Pippa.
—Le preguntaremos a Pippa qué piensa. Si está de acuerdo,
mañana te llevaré a dar un corto paseo. ¿Suena bien?
—¡Increíble!—grita mientras rebota en su asiento de seguridad.
—¿Te divertiste hoy con Bella y las gemelas?
—Sí, Bella es la mejor. Las gemelas serán más divertidas cuando
puedan hablar mejor. Gee y Loki jugaron conmigo cuando las
gemelas durmieron la siesta y Bella tuvo que hacer su tarea. Cuando
te mudes a tu casa, ¿Pippa y yo todavía podremos verte? —pregunta
mientras lanza una mirada en mi dirección.
—Por supuesto. Espero que ambos se queden conmigo mucho
tiempo. ¿Estás bien con eso? —le pregunto.
—Sí, me gusta estar en la casa club. Hay mucha gente con quien
hablar y las mascotas son divertidas. Chubs me enseña cosas
interesantes y Bailey me ha enseñado a dibujar. —Deja de hablar el
tiempo suficiente para reír un momento—. Sin embargo, no
deberíamos decirle eso a Axel.
—No, mantengamos nuestro pequeño secreto. —Hago una pausa
y entonces le hago la pregunta que me ha estado molestando—. ¿Por
qué una polla? Quiero decir, ¿qué te hizo elegir dibujar una polla en
la cabeza de Axel?
—Hoy Axel llamó a Gunner cabeza de polla. Cuando estaba
pensando en qué dibujar, lo recordé. ¿entiendes? Le dibujé una polla
en la cabeza. —Craig se echa a reír.
Quiero reírme pero sé que no puedo. Quiero decir, en serio, es
gracioso como el infierno que Axel recuperara parte de la mierda
que ha repartido, pero no puedo dejar que Craig lo sepa. ¿O puedo?
No, por supuesto que no puedo. Debo ser el adulto aquí.
Estoy bastante seguro de que a Pippa no le va a hacer gracia.
Craig tampoco lo encontrará gracioso cuando su culo esté en la
bañera esta noche para que le quiten el “tatuaje”. Y estoy seguro de
que esto no ha terminado para Axel. Ya se vengará de mi amiguito.
Mientras pienso en esto, me doy cuenta de que no tomé una foto de
Axel. ¡Mierda! Eso borra la sonrisa de mi cara por el resto del viaje.

—¡Hola Pips!—grita Craig mientras caminamos hacia la cocina


del catering. Todas las cabezas giran en nuestra dirección y todos
comienzan a reír de inmediato. Todos excepto Pippa. Noto que
Bailey se ríe más fuerte. Miro a Chubs y él sostiene su teléfono
mostrándome una foto de Axel que alguien tomó hoy. ¡Gracias a
Dios, el momento no se perdió!
—¿Reno te envió eso?—le pregunto.
—Nop. Petey lo hizo. No estoy seguro de si Axel sabe que existe
todavía, pero estoy seguro de que lo descubrirá pronto, ya que Petey
preguntó dónde podría convertirlo en un póster—responde Chubs
con una sonrisa.
—Axel me envió un mensaje de texto preguntándome cómo sacar
marcas de indeleble de algo. Supuse que uno de los niños marcó la
mesa o la pared. Descubrí unos minutos más tarde que estaba
equivocada—se ríe Bailey mientras camina hacia Craig. Al llegar a
él, se agacha y le da un abrazo. Craig sonríe sabiendo que no tiene
problemas con ella, pero obviamente aún no ha visto la expresión de
Pippa—. Siento que Axel te haya hecho un tatuaje, Craig. Haré que
se disculpe la próxima vez que te veamos, ¿Ok?
—Está bien, Bailey. Cuando no estaba enojado conmigo, nos
divertimos mucho hoy. Me gusta Axel porque no tiene muchas
reglas—le informa Craig.
—A él también le gustas, Craig. Y querrá pasar el rato contigo de
nuevo después de que le quiten el tatuaje—lo tranquiliza Bailey con
una sonrisa.
—Oh, casi lo olvido. Mi madre le dará a mi padre una fiesta de
cumpleaños el próximo fin de semana y están todos invitados. Me
estaba pidiendo las direcciones de todas las personas a las que
enviar las invitaciones, pero le dije que yo se los haría saber. Todo el
club está invitado. Lamentablemente, es formal. Sin embargo, no
usaré un vestido demasiado largo—le dice Lucy a la habitación.
Todas las mujeres comienzan a reírse a carcajadas y no tengo ni idea
de por qué.
-*--*--*--*-
—Debería haber algún castigo, Pooh. Tiene la edad suficiente
para saber que no debía hacer eso—afirma Pippa mientras nos
desnudamos para ir a la cama.
—También lo sabe Axel, cariño. Solo estaban jugando. Creo que
es difícil castigar al niño cuando lo inició el adulto. Y el baño que le
dieron a Craig y toda la limpieza para quitarle el tatuaje deberían ser
un castigo suficiente.
—Sí, probablemente tengas razón—concede Pippa.
Me meto en la cama mientras Pippa se desliza desde el otro lado.
Tiro de su cuerpo suave y cálido contra el mío y dejo caer mis labios
en su cuello. Subo lamiendo y mordiendo por su cuello, a lo largo de
su mandíbula y finalmente muerdo la comisura de su boca. Pippa
gira la cabeza y levanta su boca hacia la mía. Siento sus manos en mi
nuca deslizándose por mi cabello mientras inclino la mitad de mi
cuerpo sobre el de ella para profundizar nuestro beso. Amo la boca
de Pippa y puedo sentir mi polla respondiendo al placer que
estamos creando.
Pippa mueve su cuerpo y me doy cuenta de que estoy apoyado
en su lado lesionado. Retrocedo de inmediato y ella gime.
—Estoy bien, Pooh. Por favor, no pares. Te deseo. Te necesito
dentro mío.
—Me tendrás, Pippa. Simplemente no quiero lastimarte. ¿Estarás
bien arriba?
—Joder, sí—responde mientras empuja mi pecho. Ruedo hasta
que estoy de espaldas y Pippa monta a horcajadas mis caderas. Tan
pronto como se sienta, mis manos van hacia sus pechos. No son
grandes pero son perfectos. Le pellizco los pezones y tiro
ligeramente de los anillos. Ella gime y mi polla se contrae.
Pippa vuelve a mover su cuerpo y coloca su coño húmedo y
cálido directamente sobre mi polla dolorida. Apoyando las manos en
mi pecho, Pippa hace palanca para deslizarse arriba y abajo de mi
longitud. Muevo mis manos a sus caderas y la ayudo a frotarse
contra mi.
Me incorporo a medias contrayendo los abdominales, me meto
un pecho en la boca y lamo el pezón. Después de un momento,
cambio al otro seno. Puedo sentir la humedad saliendo de Pippa y sé
que está a punto de correrse mientras se frota contra mí. Su
respiración se acelera, sus dedos se enroscan con fuerza en mi pecho
y su cuerpo se tensa.
Me recuesto sobre mi espalda para poder ver su cara cuando se
corra. Es una vista hermosa y no me la voy a perder. Pippa de
repente se pone de rodillas, se estira entre nosotros y posiciona mi
polla en su entrada. De una sola estocada, se empala a sí misma y
ambos soltamos un fuerte suspiro mientras su calor me rodea. Eso es
todo lo que ella necesita y se corre con fuerza. La ayudo a subir y
bajar sobre mi polla mientras me empujo dentro de ella. Pippa se
sienta con la espalda recta y mece las caderas con fuerza contra mí
mientras yo extiendo la mano y me concentro en su clítoris. Su
cabeza se echa hacia atrás y sonrío ante los sonidos que salen de su
garganta. Su cabello largo y sedoso está extendido sobre mis muslos
y se siente genial. Cuando sus movimientos se ralentizan un poco,
inclina la cabeza hacia abajo y dirige sus ojos a los míos.
—Muy bueno, cariño. Muy bueno. No pares, por favor. Necesito
más de ti—susurra.
Me levanto y la levanto lo suficiente como para deslizarme hacia
atrás la distancia necesaria para apoyar mi espalda contra la pared y
levanto mis rodillas a su espalda. Nuestros movimientos son algo
limitados ahora, pero ella está tan llena de mi polla como puede. Y
esta posición abre su culo para mis dedos. La aprieto contra mi
pecho y ella deja caer su frente sobre mi hombro. Deslizo mi mano
hacia abajo y mi dedo desde donde estamos conectados a su otra
abertura. De ida y vuelta. Pippa continúa balanceando sus caderas
contra mí y esos pequeños movimientos me están atormentando.
Empalarla lentamente en mi dedo hace que Pippa se siente
erguida. Me folla con fuerza y no tarda mucho hasta ambos estamos
al borde de un gran estallido. Ella está cantando en voz baja,
—Por favor, por favor, por favor. Más duro, más duro, por favor,
Pooh, más duro—canturrea en voz baja.
Cuando su cuerpo comienza a tensarse de nuevo y ella se empuja
hacia mí con fuerza, sé que ha llegado el momento. Empujo hacia
arriba, mi polla y el dedo, y Pippa cae por el precipicio conmigo
siguiéndola.
Continúa balanceando suavemente las caderas hasta que los dos
volvemos a este mundo y entonces se derrumba contra mí. Le retiro
el pelo de la cara y le muerdo la oreja con suavidad. La siento reír
más de lo que la escucho. Permanecemos en esta posición durante
varios minutos, disfrutando de la cercanía, piel con piel.
—¿Estás bien, cariño?—le pregunto.
—Más que bien, Pooh. Necesitaba esto contigo. Extrañaba estar
así contigo, tenerte en mí. Dame otro minuto para abrazarte y me
voy a limpiar, ¿de acuerdo?
—Sí, Pips.

Después de tomar una ducha juntos, que termina siendo larga,


volvemos a la cama y la abrazo. Pippa se empuja más
profundamente en mi abrazo y exhala.
—No usamos condón, Pippa. Estoy limpio. Me hice la prueba…
—No te preocupes. Confío en ti y estoy tomando anticonceptivos.
Yo también estoy limpia. Prefiero que no usemos condones. Me
gusta sentirte—responde con voz cansada.
—Igual aquí. Dulces sueños, cariño.

Me despierto cuando algo pesado aterriza en mi estómago y me


enderezo desorientado por un segundo. Pippa había cerrado las
cortinas antes de irnos a la cama y aquí está oscuro como boca de
lobo. Antes de que pueda reaccionar a lo que sea que esté sobre mí,
se escabulle y se interpone entre el cuerpo de Pippa y el mío. Me
siento aliviado de que ella se haya puesto bragas y una camiseta y yo
mis bóxers antes de irnos a dormir, ya que Craig se nos unió sin
ceremonias.
—¿Craig? ¿Qué pasa, amigo?—le pregunto mientras quito las
mantas de debajo de él y vuelvo a cubrirnos a todos. Tanteo a mi
alrededor y lo encuentro de espaldas pegado a Pippa. Levanto la
cabeza y deslizo mi almohada lo suficiente para que pueda usar
parte de ella. Con mi mano todavía en su cabeza, noto que está
temblando.
—¿Mal sueño, Craig? —Lo intento de nuevo.
—Sí—susurra.
Me acuesto y me vuelvo de lado hacia él.
—¿De qué se trata, hombrecito?
—Fue aterrador, Pooh. Mi papá salía de la cárcel y lastimaba a
Pippa. No quiero que vuelva a ser lastimada—susurra apenas.
—La mantendremos a salvo, Craig. Yo, tú, Tammy y el club.
—Si mi madre regresa, ¿tengo que dejarte a ti y a Pippa?
—No lo sé, amigo. Espero que no. No creo que Pippa…
—No, Craig. No voy a dejar que nadie te aleje de mí—nos
interrumpe para decir Pippa mientras se da la vuelta para estar de
costado y tenemos a Craig acurrucado entre nosotros.
—Últimamente he tenido algunas pesadillas. Sueño con que me
alejan de ti. Me asustan—admite Craig—. Pero no son tan malas
como esas en las que te lastimas de nuevo.
—Oh, bebé. Estoy bien y no vas a ir a ningún lado .
—Me siento mejor en New Horizons cuando uno de los
muchachos está allí. Me gustan y sé que estás más segura con ellos
allí. Ahora que Axel está enojado conmigo, ¿eso significa que los
muchachos ya no estarán allí? —pregunta en voz baja.
—Axel superó estar enojado contigo cuando terminó de gritar.
Así es como es él. Fue el primer tipo en ofrecer quedarse en New
Horizons y eso no cambiará, Craig. No te preocupes por eso en
absoluto. Verás a uno de nosotros todos los días—le contesto.
—Bueno. ¿Puedo dormir aquí esta noche?
—Absolutamente. Duerme un poco, bebé, estás a salvo—le dice
Pippa mientras lo abraza.
Estiro mi brazo y lo coloco sobre ambos y me quedo dormido
sabiendo que aquí es donde quiero estar cada noche.
Capítulo 32
Pippa

Me despierto lentamente e instantáneamente me doy cuenta de


que tengo un horno en la cama conmigo. Giro la cabeza hacia un
lado y veo la cara dormida de Craig a mi lado. Está acurrucado en
mi costado con su brazo sobre mi estómago y está inconsciente. Está
generando tanto calor que tengo que deslizarme fuera de la cama o
desmayarme. Levanto suavemente su brazo y dejo la cama con
cuidado. Me agacho y sostengo mi mano en su frente para
asegurarme de que no tenga fiebre y me alarmo al descubrir que
tiene todo el cuerpo caliente.
Nunca antes había tratado con un niño enfermo, así que empiezo
a tener un mini ataque de pánico. Me doy cuenta de que Pooh y su
ropa se han ido mientras salgo corriendo del dormitorio y recorro el
pasillo. Mientras volaba hacia la cocina, la puerta se abre y entra
Pooh con un par de bolsas en las manos. Patino hasta detenerme
frente a él y grito:
—¡Craig está enfermo! ¡Tiene fiebre! ¡No sé qué diablos darle ni
qué hacer!
Pooh coloca tranquilamente las bolsas en la encimera y me sonríe
mientras comienza a vaciarlas. Mientras estoy lista para marcar el
911, él está guardando comestibles. ¿Que demonios?
—Me di cuenta de que estaba demasiado caliente cuando me
desperté, así que corrí a la tienda a comprarle algunos medicamentos
para la fiebre. Cálmate, Pips. Los niños pequeños a veces se
enferman. También se recuperan rápidamente—dice Pooh
racionalmente.
Empujo ambas manos en mi cabello en mi frente y lo miro.
Después de contener la respiración durante unos pocos latidos,
demasiados, exhalo y dejo caer las manos. Tiene razón y necesito
calmarme.
—Si quieres ir a tomarle la temperatura, comenzaré a preparar el
desayuno. El farmacéutico me mostró qué comprarle y le daremos
una dosis cuando venga a comer. ¿Sí?—dice Pooh mientras me
entrega un termómetro de oído digital. Lo tomo y procedo a
examinarlo como si fuera un objeto peligroso. Escucho a Pooh reír y
disparo mis ojos hacia los suyos.
—Cariño, prepararé tu café de inmediato. Toma su temperatura y
luego estaciona tu culo en la encimera y te daré cafeína y te
alimentaré. Dame tu boca primero, Pips.
Me inclino hacia él para darle un beso rápido y camino con mi
culo dormido de regreso a la habitación. Craig todavía está
desplomado, así que tomo su temperatura con cuidado sin
despertarlo. Estoy leyendo 38,2, por lo que no pone en peligro su
vida, pero está incubando algo. Cierro la puerta parcialmente detrás
de mí mientras salgo de la habitación. Escuché historias sobre
madres novatas que reaccionaban de manera exagerada y
simplemente demostré que eran ciertas.
Huelo el café mientras camino hacia la cocina y antes de
sentarme, Pooh está empujando una taza del líquido vivificante en
mi mano. Me dejo caer y tomo un sorbo. Me siento y disfruto de mi
café mientras Pooh juguetea en la estufa. No estoy prestando mucha
atención a nada más que a intentar despertarme, pero entonces el
olor a panqueques me golpea. Puedo escuchar el tocino
chisporroteando y mi boca comienza a hacer agua.
Dejo la taza, camino detrás de Pooh, envuelvo mis brazos
alrededor de su cintura y apoyo un lado de mi cara contra su
espalda musculosa. Mueve su brazo izquierdo detrás de nosotros y
me da una palmada en el culo.
—Me alegro de que estés aquí, Pooh. Me habría asustado y habría
llamado al 911 antes de pensar en controlar su temperatura—
murmuro.
—Geti y yo estábamos acostumbrados a cuidarnos el uno al otro
y estar cerca de Bella y las gemelas también me han dado algunos
conocimiento. Llegarás ahí, Pips. Es posible que desees despertarlo
para que podamos darle los medicamentos y algo de líquido.
Prepararé el desayuno y serviré su jugo. —Le doy un apretón y me
alejo.
Cuando vuelvo a entrar en el dormitorio, veo que Craig todavía
está desplomado. Me pongo unos pantalones de yoga y me siento a
su lado en la cama. Levantando una de sus manos, siento lo caliente
que está y digo su nombre. Nada. Vuelvo a decir su nombre, un
poco más alto mientras estrecho suavemente su mano, y veo que sus
párpados se agitan antes de abrirse un poco.
—Hola, hombrecito. Necesitas levantarte. Pooh nos está
preparando el desayuno y necesitas beber un poco de jugo.
—No me siento muy bien. No quiero comer.
—Sé que no te sientes bien, cariño. Tienes fiebre. Pero es
necesario beber un poco de jugo para empezar a mejorar. ¿Quieres
que te lleve?
—Sí, no tengo ganas de caminar.
Lo levanto y lo abrazo cerca de mi pecho mientras él deja caer su
cabeza sobre mi hombro. Sus brazos se envuelven alrededor de mi
cuello, pero están un poco flojos. Mi chico esta enfermo. Lo llevo a la
cocina y lo siento en un taburete. Inmediatamente pone sus brazos
sobre la encimera y deja caer su cabeza sobre ellos.
Pooh se acerca a nuestro lado y deja caer una mano sobre la nuca
de Craig. Cuando Craig levanta la cabeza, Pooh lleva una cuchara a
su boca y Craig la abre obedientemente para tomar el medicamento.
Después Pooh le entrega un vaso de jugo de naranja y Craig bebe un
par de sorbos antes de dejarlo y dejar caer su cabeza en sus brazos
nuevamente.
—¿Quieres intentar comer un panqueque?—le pregunta Pooh.
—Aún no. No tengo hambre. Mi barriga se siente rara y me duele
la cabeza.
Pooh se aleja y desliza un plato de panqueques y tiras de tocino
frente a mí junto con un vaso de jugo y una taza de café nuevamente
llena.
—Guardaré tus panqueques y podrás comerlos más tarde cuando
te sientas mejor. Pero deberías beber más jugo, amigo—le dice Pooh
a Craig.
—Gracias, Pooh.
Pooh se sirve su plato y se sienta al otro lado de Craig y empieza
a comer. No he dicho mucho porque estoy demasiado ocupada
llenándome la boca. ¡Pooh puede cocinar! Los panqueques son
ligeros y esponjosos y el tocino crujiente. ¡Como me gustan!
Después de unos minutos de silencio, Craig levanta la cabeza y
bebe más jugo. Se da cuenta de que su plato está a un lado y Pooh
pone una media sonrisa.
—Me hiciste panqueques de Mickey Mouse. Mi mamá hizo eso
una vez, pero los suyos no tenían ojos como los tuyos—dice Craig.
—Los ojos son chispas de chocolate. Mi hermana solía hacerlos de
esa manera para mí y los amaba. Eran una de mis comidas favoritas
—responde Pooh.
—Eso es guay. Gracias, Pooh. Los comeré cuando me sienta
mejor. ¿Puedo volver a la cama ahora?
—Otro sorbo de jugo y puedes volver a dormir por ahora—le
digo.
Craig bebe el resto de su jugo y regresa a la habitación. Miro a
Pooh y veo la mirada tierna en sus ojos mientras ve a Craig alejarse.
Este hombre fue creado para ser padre, hermano mayor o tío
favorito.
—Los medicamentos deberían bajarle la temperatura, pero si
sigue subiendo, deberíamos llevarlo al médico—afirma Pooh
mientras termina el desayuno.
—Todavía no tengo un pediatra para él. Haré algunas llamadas.
Pooh saca su teléfono del bolsillo trasero y envía un mensaje de
texto. Cuando recibe uno, sonríe. Sus hermosos ojos color avellana se
encuentran con los míos y dice:
—Trudy te está enviando un mensaje de texto con el nombre y el
número del médico de Bella. Dijo que si necesitas ayuda hoy con
Craig, no trabajará y puede cuidarlo. También dijo que Bella contrajo
gripe anoche, así que probablemente eso es lo que tiene también
Craig.
—¿Qué hay para sonreír en ese texto?—pregunto asombrada.
—También dijo que Axel se despertó enfermo esta mañana
temprano y cree que sufre de náuseas matutinas porque Bailey está
embarazada. Náuseas matutinas solidarias, las llamó. Nadie le está
diciendo que Bella, y ahora Craig, tienen lo que probablemente sea
solo gripe.
Me río de eso y tomo nota de no revelar el secreto si veo a Axel
hoy.

Después de llevar a Craig a ver al pediatra y descubrir que tiene


gripe, lo llevo de regreso a mi casa y nos acurrucamos en el sofá
mientras él pasa el día descansando. Tammy me está cubriendo en
New Horizons, no me sentía bien dejando a mi hijo enfermo para ir a
trabajar. Vemos películas y pasamos un día de ocio juntos.
Afortunadamente, su fiebre ha bajado un poco y su estómago se ha
asentado después de tomar un ginger ale.
He recibido numerosos mensajes de texto de Pooh, Tammy,
Trigger y la mayoría de los otros miembros del club y sus mujeres
preguntando cómo está Craig. Me conmueve su preocupación. Ava
dijo que sus niñas aún no mostraban ningún signo de haberse
contagiado lo que Craig y Bella tienen y estoy feliz de escuchar eso.
Bailey preguntó si podíamos intercambiar niños, Craig por Axel, y
eso provocó una risita. Ella dijo que él gimió y gimió hasta que la
convenció de quedarse en casa y cuidarlo. Todavía está convencido
de que sufre de náuseas matutinas.
Un golpe en la puerta me hace deslizarme de debajo de la cabeza
de Craig. Al abrir la puerta, veo un osito de peluche enorme, bolsas
de compras y comestibles, y la cara sonriente de Chubs. No puedes
evitar sonreír cuando lo ves, así que hago precisamente eso, mientras
le hago señas para que pase por la puerta.
—Hoy hago entregas para los enfermos. Acabo de dejar a Bella y
ella se siente mal porque Craig también está enfermo, así que le
envió un libro para colorear y crayones y le hizo una tarjeta para que
se recupere. Está en la bolsa con otras cosas que Lucy y yo pensamos
que le gustaría—dice Chubs mientras coloca las bolsas en la
encimera de la cocina y el oso de peluche en el taburete—. Axel
también está en casa. ¡Pobre Bailey!
—¿Qué huele tan bien?—le pregunto a Chubs mientras empiezo
a hurgar en las bolsas.
—Ava envió el almuerzo a todos los que estaban en casa con un
niño enfermo, incluida Bailey. ¡Chubs ama a Ava!
—¡Oh, guau! ¡Qué amable de su parte! ¡Yo también amo a Ava!
Chubs sonríe y camina hacia donde Craig está durmiendo la
siesta en el sofá. Pone el dorso de la mano en la frente de Craig por
un momento y luego frunce el ceño.
—Todavía tiene fiebre. Bella comenzó esta mañana. ¿Está
bebiendo suficientes líquidos? Me detuve en el camino hacia aquí y
compré algunos Pedialyte y paletas heladas para él. Quizás eso
ayude—dice Chubs.
—Gracias, Chubs. Esto fue muy amable de tu parte y de Lucy.
—Estuve en el gimnasio hoy temprano y Pooh estaba preocupado
por Craig, así que le dije que pasaría a verlo. No tenía sentido venir
con las manos vacías— responde encogiéndose de hombros.
Al escuchar la voz de Chubs, Craig abre los ojos y sonríe un poco
cuando lo ve.
—Hola, Chubs. ¿Qué estás haciendo aquí?—pregunta Craig
mientras se sienta.
—Chequeando a mi amiguito. Te traje algunas paletas heladas y
algunas otras cosas. ¿Cómo te sientes?
—Un poco mierdoso. Incluso mi culo está enfermo.
—¡Craig! ¡La boca!—le grito mientras Chubs se ríe.
—Lo que sea. Gracias por venir a verme Chubs.
Chubs agarra el osito de peluche y lo coloca en el sofá junto a
Craig. Incluso enfermo, puedes ver la emoción en los ojos de Craig.
—¡Santo cielo! ¡Es tan grande como yo!—exclama Craig mientras
abraza al enorme oso.
—Me tomó un tiempo encontrar uno de tu talla y de la de Bella.
El suyo es rosa y le encanta. Ella dijo que te dijera que lo usaras
como almohada porque son súper suaves.
Craig inmediatamente tira al oso, deja caer su cabeza sobre él y
suspira. Él sonríe y Chubs vuelve a reír.
—Mejórate, hombrecito, así puedes volver a remolcar conmigo,
¿de acuerdo?
—¡Lo haré! ¡Me encanta ir contigo! ¡Gracias por todo! Eres el
mejor, Chubs.
—De nada. Nos vemos más tarde, Craig.
Acompaño a Chubs hasta la puerta y le doy un abrazo rápido.
—Gracias, Chubs. Le alegraste el día.
—Ambos sois familia. Siempre estoy si necesitas algo—responde
con una sonrisa y un saludo con dos dedos mientras camina por la
acera. Ava no es la única a la que amo.
Capítulo 33
Pooh

Cash y yo estamos ocupados en el gimnasio hoy con Axel


enfermo en casa. Incluso ajetreado, el día se arrastra. Quiero volver a
casa de Pippa y ver cómo está Craig y me estoy impacientando con
los clientes. Cash se da cuenta, porque a Cash no se le pasan muchas
cosas, y me dice que vaya a hacer el papeleo en la oficina. Quiere que
me aleje de los clientes y eso es un movimiento inteligente. Si otra
ama de casa aburrida me da una palmada en el culo, alguien está
perdiendo una mano.

Yo: ¿Cómo está Craig?


Pippa: Un poco mejor. La temperatura está por debajo de 37,7 ahora.
Yo: ¡Bien! ¿Ha comido?
Pippa: Ava envió el almuerzo. Sopa y pan casero. Pero quería tus
panqueques. Hasta ahora comió uno.
Yo: Eso es genial. Tengo Iglesia después del trabajo y luego iré a tu casa.
¿Ok?
Pippa: Perfecto. Hasta entonces.
-*--*--*--*-
—Axel, si pudieras dejar de gemir por unos minutos, podemos
terminar la maldita mierda aquí y puedes llevar tu lamentable culo a
casa—ladra Gunner después de ser interrumpido por segunda vez
en pocos minutos.
—¡Estoy enfermo! Ten corazón por el amor de Dios. ¡El hecho de
que no tengas náuseas matutinas no significa que no sea real para
aquellos de nosotros que las tenemos!—responde Axel.
Se pueden escuchar varias risas en la habitación. Nadie le ha
dicho a Axel que tiene gripe, no náuseas matutinas. ¿Por qué
arruinar nuestra diversión?
—Si tiene náuseas matutinas solidarias, ¿eso significa que podrías
tener algunos de los otros síntomas del embarazo?—pregunta
Trigger con una sonrisa.
—Supongo que es posible. Mis pies se ven un poco hinchados—
responde Axel mientras sostiene su pie tamaño 49 que actualmente
descansa en una chancla. Sí, una chancla no grita motero, pero Axel
cree que se ve genial en ellas. ¿Quién soy yo para reventar su
burbuja?
—¿Tienes esmalte de uñas en los dedos de los pies?—pregunta
Petey con las cejas levantadas. Se escuchan más risas mientras todos
miramos y vemos varios tonos de esmalte de uñas adornando sus
uñas de los pies.
—Déjame morir en paz, padre—gime Axel mientras deja caer la
cabeza sobre sus brazos cruzados sobre la mesa—. Sí, tengo y están
ahí porque, como hermano mayor, ¡soy jodidamente genial! Bella
quería probar algunos tonos diferentes para ver cuál le gustaba más.
Me usó como su lienzo. ¡Estoy feliz de pasar tiempo con mi hermana
pequeña y todos pueden irse a la mierda! Podríais aprender mucho
sobre ser un buen tipo de mí—masculla y dejar caer la cabeza en sus
brazos.
—He notado que estás más malhumorado últimamente.
Hormonas del embarazo, estoy seguro—agrega Reeves sus granos
de arena. Las risitas se convierten en risa abierta ante la mirada sucia
que Axel le lanza antes de bajar la cabeza nuevamente.
—Y tu culo también está más ancho—se ríe Freddy.
—¿Tus senos masculinos están sensibles?—pregunta Cash con
una sonrisa.
—El lado bueno, Axel. Al menos tus períodos se detendrán
durante varios meses —le suelto.
—Está bien todo el mundo. Volvamos a lo nuestro antes de que
Axel entre en trabajo de parto—escupe Gunner antes de soltar en
una de sus carcajadas.
Axel deja la frente en la mesa, pero ambas manos, con los dedos
medios extendidos, se levantan y nos saludan. Axel oficialmente no
tiene retorno. Nuestro trabajo aquí está hecho.

—Pooh, Trigger, a mi oficina—dice Gunner mientras salimos de


la iglesia.
Nos volvemos, lo seguimos a través de la puerta y dejo caer mi
culo en una silla. Por supuesto, solo para molestar a Gunner, apoyo
los tacones de mis botas en la esquina de su escritorio. Lanza a mis
pies una mirada sucia antes de apuntarme a la cara. Sonrío. Sacude
la cabeza y se sienta detrás del escritorio. Trigger se apoya contra la
pared mientras espera que Gunner hable.
—¿Qué pasa, Prez?—le pregunto.
—Ambos saben que si necesitan ayuda con algo relacionado con
New Horizons o con sus mujeres, pueden acudir a mí o a cualquiera
de los hermanos, ¿verdad?—pregunta Gunner mientras mueve sus
ojos de mí a Trigger y viceversa.
—Por supuesto—respondo al mismo tiempo que Trigger dice—.
Sí.
Gunner se ve serio por un momento y luego su rostro estalla en
una enorme sonrisa mientras niega con la cabeza.
—Les daré, quienquiera que lo haya hecho, puntos por
originalidad—dice mientras se ríe.
Miro a Trigger para ver su rostro mostrando la misma confusión
que yo siento. ¿Que carajo?
—¿De qué carajo estás hablando, Prez?—pregunta Trigger.
Gunner deja de reír abruptamente y nos mira de cerca antes de
decir:
—Ese tipo que se negó a dejar New Horizons. Ambos fuisteis allí
para ver cómo estaba Pippa. ¿Lo recordáis?
—Sí, lo recuerdo. Lo ayudé a subir a su camioneta. ¿Por qué?
¿Qué hay de él?— pregunta Trigger.
—Estaba allí con la madre de Craig, Katrena. Ella lo trajo allí y él
no quería irse cuando Pips le dijo que lo hiciera—agrego—. Ella le
roció el culo con gas pimienta.
—Llamó aquí hoy. Dijo que no quería más problemas con el club.
Dijo que no sabía dónde estaba la madre del niño—dice Gunner—.
Dijo que uno de vosotros lo convenció de mantenerse alejado de
New Horizons anteanoche.
Trigger y yo nos miramos y después miramos a Gunner. Estoy
confundido acerca de lo que está pasando porque no he visto a ese
tipo desde el día en que Pippa lo roció. Por la expresión del rostro de
Trigger, él también lo está.
—Aparentemente no lo convencisteis. ¿Eh? Él estaba convencido
de que era miembro del club, pero no sabía cuál. No me importa
quién fue. Pero, escuchad esto. Sonaba histérico por el teléfono y
mencionó que tenía que ir a Urgencias, pero no obtuve mucho más
de él que una docena de disculpas. Así que hice que Rex investigara
un poco.
En este punto, Gunner comienza a reírse nuevamente, y dura un
momento antes de que se controle y continúe contándonos.
—Rex descubrió que el señor Conner Pa erson entró a la sala de
emergencias esa noche necesitando ayuda. No le diría al personal lo
que pasó, ni nombraría a nadie, incluso cuando llamaron a la policía.
Sus manos habían sido pegadas con cinta adhesiva detrás de su
espalda, ahora sueltas, y tenía un asiento de inodoro súper pegado a
su culo desnudo. Había tratado de cubrirse con una toalla, pero sus
partes estaban asomando de todos modos. Y la cereza en la parte
superior de su helado de mierda era algo llamado jaula para bolas y
pene, con algunos pesos pesados colgando debajo. Lo obligaron a
sentarse en su inodoro, que resultó estar cubierto de pegamento,
después le pusieron cinta adhesiva en las manos y le pusieron la
jaula. Gritó pidiendo ayuda hasta que su vecino lo encontró y lo
llevó al hospital.
En este punto, todos nos reímos tan fuerte que Trigger se desliza
por la pared para aterrizar de culo en el suelo. Me duelen las
costillas y Gunner se seca las lágrimas de los ojos.
—Entonces, ¿negáis que tuvisteis ambos algo que ver con eso?
—No lo hice, Gunner. Aunque desearía haber pensado en algo así
—le digo.
—Yo tampoco. Pero compraré una caja de cerveza para quien lo
haya hecho— se ríe Trigger.
—¿Por qué cree que era miembro del club?—pregunto.
—Dijo que escuchó el rugido de una moto después de que el tipo
salió de su casa. Dijo que somos los únicos moteros que él conoce y
los únicos a los que ha hecho enojar. Supongo que tener un asiento
de inodoro y una jaula para polla y pelotas tiene que arruinar la
noche de un tipo.
—Joder, eso no tiene precio. Ojalá supiera a quién agradecer—
dice Trigger.
—Primero, la casa de Ralph es cubierta con cinta adhesiva, y
ahora las herramientas de este tipo son enjauladas. Alguien tiene un
sentido del humor perverso—nos dice Gunner mientras nos
ponemos de pie y caminamos hacia la sala principal.
La mayoría de los tipos todavía están dando vueltas, hablando
gilipolleces y tomando una cerveza, así que camino al bar y me
siento junto a Vex. En el taburete al otro lado de él está Duffy. Está
tendido en el taburete con una pata en el muslo de Vex. El maldito
gato está tan obsesionado con Vex como la mayoría de las mujeres.
—Hola, Vex. ¿Qué pasa?—pregunto mientras me deslizo en mi
taburete.
—Ninguna maldita cosa—responde con voz monótona y
aburrida.
—¿Por qué no me sigues a casa de Pippa y cenas con nosotros?
Estoy recogiendo unos filetes de camino a casa. Tendremos una
buena comida y unas cervezas.
—Gracias, hombre, pero no. Voy a sentarme aquí hasta que me
emborrache y después dormiré toda la noche. Dale un abrazo a
Pippa y dile al chico que le mando saludos—responde antes de
golpear con los nudillos en la barra y señalar su botella de cerveza
vacía cuando Toes mira en nuestra dirección.
Antes de que pueda responder a eso, Gunner pide la atención de
todos y cuenta la historia del pobre señor Conner Pa erson. Con la
habitación en un alboroto de carcajadas, miro a mi alrededor para
ver si puedo decir quién pudo haber hecho eso. Ninguna cara parece
culpable. No es que me importe que haya sucedido, o que un
hermano del club haya tomado el asunto en sus propias manos, pero
sería bueno saber a quién agradecer.
Toes coloca una botella de cerveza frente a mí y Vex y después
agrega una botella de Jack. Vex toma su cerveza y la botella de Jack y
sale. No dice una palabra, simplemente se aleja. Supongo que
necesito una ducha.
-*--*--*--*-
—¿Ya te sientes mejor ?—pregunto mientras miro a Craig, que
está acostado en el sofá viendo la televisión.
—Un poco, sí. Me comí un poco de la sopa de Ava y estaba buena
—responde.
Siento su frente y ahora se siente normal. ¡Gracias a Dios! Estaba
preocupado por el pequeño pero parece que se está recuperando.
Antes de salir del complejo, comprobé a Bella y ella también está
mejor. Solo Axel parece estar igual de enfermo y la mayor parte de
eso probablemente esté en su cabeza.
Pongo unas patatas en el horno y Pippa hace una ensalada. Me
doy una ducha rápida y después cocino unos bistecs. Craig come
una comida decente, protesta en voz alta por el baño y se marcha a
la cama. Mientras Pippa limpia el cuarto de baño, le leo una historia.
Él se acurruca en su cama y yo me acuesto a su lado, apoyado en el
cabecero. No quedaría muy ajustado, pero tiene ese enorme oso de
peluche aplastado entre nosotros con la cabeza apoyada en él. Sonrío
sabiendo que Chubs le trajo un oso que es más grande que el niño.
Después de leerle algunas historias, Craig levanta la vista y
pregunta:
—Si tengo otro mal sueño, ¿puedo dormir contigo?
—Por supuesto, Craig. O entraré aquí y pasaré el rato contigo
hasta que te vuelvas a dormir. Pero dudo que tengas otra pesadilla
ahora que tienes un oso que te cuida—respondo—. ¿Cuál es su
nombre?
—No lo sé todavía. Tal vez Bella pueda ayudarme a ponerle
nombre—afirma Craig.
—Apuesto a que ella estaría feliz de ayudarte con eso. Hora de
dormir, amigo. Solo buenos sueños esta noche—le digo mientras me
levanto de la cama y él comienza a quedarse dormido. Para cuando
guardo los libros y llego a la puerta, sus ojos están caídos. Apago la
luz, cierro la puerta casi por completo y regreso a la cocina.
—¿Está dormido?—pregunta Pippa.
—Bastante—le respondo mientras camino hacia ella y envuelvo
mis brazos alrededor de su cuerpo. Su cabeza cae en mi pecho y le
doy un beso a la coronilla. Sus brazos me rodean la cintura y nos
quedamos así, sin hablar, por unos momentos.
—Me gusta esto. Trabajar todo el día y luego cenar contigo y
Craig. Tú en mis brazos. Pasar la noche contigo. Pasar el rato juntos.
Solo siendo nosotros—le digo en voz baja.
—A mi también. Nunca me di cuenta de que estaba sola hasta
que te conocí. Ahora no quiero volver a mi vida anterior.
—No vas a volver a tu vida anterior. Tienes una nueva que
incluye a un niño de cuatro años, un motero y todo su club que
siempre estarán en tu negocio si creen que necesitas ayuda—le
informo.
—Me parece genial—dice Pippa mientras levanta la cabeza en
una invitación para que reclame su boca.
La complazco y lo hago a fondo.

Estoy de pie en la cocina, muy temprano, disfrutando de mi


primera taza de café del día, cuando alguien llama a la puerta. Pippa
todavía está en la ducha y Craig está ocupado comiendo su cereal y
leche, así que camino hacia la puerta y la abro.
—¿Quién eres tú?—ladra el hombre de pie en el porche delantero
de Pippa.
—La misma pregunta para ti—respondo.
—No es de tu maldita incumbencia. ¿Dónde está Pippa? —
pregunta el hombre mientras comienza a cruzar la puerta.
Agarro la puerta con una mano y el marco con la otra y le
bloqueo la entrada. Mientras hago esto, siento que mi rostro se tensa
y un ceño fruncido se apodera de mi expresión. ¿Quién es este tipo
despreciable?
—¿Quién eres y por qué quieres hablar con Pippa?—le pregunto.
—¡Santa Mierda! ¿Es mío? —pregunta el hombre mientras mira
más allá de mí y ve a Craig.
Mientras le bloqueo la entrada a la casa, escucho a Craig hablar
detrás de mí.
—¡No soy tuyo! ¡Soy de Pippa! Váyase.
—¿Cal? ¿Qué carajo estás haciendo aquí? —escupe Pippa
mientras camina detrás de mí.
¿Cal? ¿Cal? ¿Quién mierda es Cal? Pienso por un segundo y me
doy cuenta de que Cal es el ex novio de Pippa. Todavía no conozco
todos los detalles, pero sé que fue el que la llevó a comenzar New
Horizons. Parece que una patada en el culo ocupará el lugar del
desayuno de hoy. Suelto la puerta y agarro a Cal por la pechera de la
camisa mientras lo empujo más lejos de la puerta.
—Quítame las putas manos de encima—grita Cal.
—¡No tienes derecho a estar aquí, Cal!—vuelve a gritar Pippa.
—¿Cal? ¿Como el Cal, cara de mierda, gimoteante idiota,
cobarde, golpeador de mujeres?—escucho decir en un suave
gruñido. Miro hacia un lado y veo a Tammy y Trigger acercándose
por el camino de entrada. Ni siquiera los había escuchado llegar.
Tammy le entrega su bolso a Trigger mientras sube los escalones y se
detiene junto a donde yo estoy sosteniendo a Cal.
—Hola, Tammy. Ha pasado un tiempo—le dice Cal,
estúpidamente, debo añadir. Cualquiera con un cerebro funcionando
puede ver que está a un segundo de despegar como un cohete. Pippa
sale por la puerta y se detiene en el porche a mi lado.
—No puedo creer que finalmente hayas mostrado tu rostro—le
dice Tammy a Cal. Ella tiene todo el asunto de los ojos entrecerrados
sucediendo ahora.
—Tengo una orden de restricción en tu contra—dice Pippa.
—Ya expiró, así que pensé que ahora sería un buen momento
para venir a hablar contigo. Mira, Pippa. La cagué y yo…
Las palabras de Cal terminan y un hermoso sonido de dolor sale
de su boca cuando Tammy le da una patada fuerte y bien dirigida a
sus bolas. Lucho un poco tratando de mantenerlo erguido cuando
todos sus receptores del dolor le ordenan acurrucarse en una
pequeña bola de miseria.
Trigger, muy amablemente, coloca la correa del bolso de Tammy
sobre su hombro y luego se acerca y agarra los brazos de Cal por
detrás y me ayuda a mantenerlo erguido. Para eso están los
hermanos.
—Nunca tuve la oportunidad de verte después de que lastimaste
a mi chica. Le rompiste la muñeca, la hiciste sangrar, magullaste su
cuerpo, y seguiste alegremente con tu vida. Eres la peor basura
humana que existe. Tienes que morir, como más muerto que muerto.
Trigger, Pooh, haz que esa mierda suceda—escupe Tammy.
Cal se sobresalta ante esa declaración y comienza a hablar sin
parar en su propia defensa cuando Pippa se acerca y le da un bonito
puñetazo en su boca en movimiento. Me rio a medias y noto que
Trigger está sonriendo ampliamente. La basura vino hasta aquí para
discutir su caso y dos mujeres le patean los huevos. ¡Gran mañana
hasta ahora!
—Si quieren hacerle más daño, chicas, y estoy de acuerdo con
eso, déjenos arrastrar su trasero al patio trasero antes de tener
audiencia—dice Trigger mientras se ríe.
—Quiero desfigurarle la cara y romperle algunos huesos.
¿Tenemos tiempo para eso, Trig? —le pregunta Tammy.
—Siempre tengo tiempo para el asesinato y el caos, muñeca—le
responde Trigger.
—¿Heriste a Pips?—pregunta una voz de niño enojado.
—¿Es mío?—vuelve a preguntar Cal.
—¡Joder, no, no es tuyo, tarado! Él es mío y no puedes mirarlo—
grita Pippa mientras tira de Craig a su lado.
—¿Tuviste un bebé sin mí?—pregunta incrédulo.
—¡Por favor, cariño, sácalo de mi vista! ¡No quiero volver a ver su
rostro nunca más!—exclama Pippa mientras comienza a llevar a
Craig de regreso a la puerta con ella.
Craig se libera y aterriza una patada en la espinilla de Cal antes
de que Pippa vuelva a controlarlo. Cuando ella regresa adentro con
Craig, él le grita por encima del hombro a Cal:
—¡Vete, imbécil! ¡No vuelvas a acercarte a Pips! ¡No me hagas
decírtelo dos veces! ¡Patea su trasero, Pooh!
Después de que la puerta se cierra detrás de ellos, Tammy se
vuelve hacia Cal, pero nos dice a Trigger ya mí:
—Sáquenlo de su vista y de su vida. Háganle entender que lo
mataré con mis propias manos si vuelvo a ver su rostro. —Tammy
entra a la casa y cierra la puerta silenciosamente detrás de ella.
Miro a Trigger y ambos sabemos que la risa ante el dilema de Cal
ha terminado. Es tiempo de trabajo húmedo. Libero mi agarre sobre
Cal y saco el teléfono.
Capítulo 34
Pippa

Pooh y Trigger esperan en el porche con Cal hasta que Chubs


aparece para quedarse con nosotros. Los hombres están enojados
consigo mismos porque Craig y yo estuvimos aquí solos ayer porque
no esperábamos ningún problema. ¿Y si Cal hubiera aparecido
entonces? Así que no vuelven a correr riesgos.
Al pasar junto a los hombres en el porche, veo que Chubs se
detiene y le dice unas palabras a Cal antes de entrar a la casa. Pooh,
Cal y Trigger se van en la camioneta de Trigger. Chubs camina
inmediatamente hacia Craig y le tiende el puño. Hacen lo suyo y
Chubs dice:
—Estoy orgulloso de ti, Craig. Un buen hombre defiende a los
que le importan y a los que no pueden defenderse. Incluso si va a
perder la pelea, protege a los demás. Feliz de llamarte mi amigo.
La espalda de Craig se endereza y puedes ver el orgullo brillando
en ese cuerpito. Chubs siempre sabe qué decir y cuándo decirlo.
Después de decir eso, camina hacia mí y me aprieta contra él. Recibo
un gran abrazo de oso y un beso en la cabeza antes de que me suelte,
camine hacia Tammy y haga lo mismo.
Después de liberar a Tammy, Chubs declara:
—Ojalá hubiera podido ver la acción esta mañana. Escuché que
los tres le dieron unos buenos golpes a ese pedazo de mierda. Ahora,
¿ya hemos desayunado? — Es un hecho… Pippa ama a Chubs.

Vex libera a Chubs del deber de guardia e inmediatamente se


deja caer de espaldas en el sofá de la sala de estar de New Horizons.
Obtiene varias miradas de agradecimiento de las mujeres que van y
vienen. Es un atractivo visual multiplicado por veinte. Tiene los ojos
cerrados y estoy bastante segura de que está durmiendo, pero está
aquí si lo necesitamos y por eso estoy muy agradecida. Pooh dijo
que lo más probable es que tenga resaca, así que todos lo dejamos
dormir.
Estoy en mi oficina trabajando y Tammy se ha ido con Trigger
para hacer las compras de las mujeres. Trigger la recogió en su
camioneta, a la hora del almuerzo, pero no nos dijo una palabra a
ninguna de las dos sobre lo que pasó con Cal. Cuando Tammy
pregunta, él ignoró la pregunta y la apresuró a salir por la puerta.
Ahora estoy sentada en mi escritorio preguntándome si me importa
lo suficiente como para volver a preguntar.
—¿Hay alguna razón por la que me estás mirando, chico?—oigo
preguntar a Vex.
—¿Tienes una polla?—me sorprende escuchar la pregunta de
Craig. Inmediatamente me aparto del escritorio y camino
rápidamente hacia la sala de estar. Veo a Craig sentado en la mesa de
café que está directamente frente al sofá donde está acostado Vex.
Craig mira fijamente a Vex.
—Sí, la tengo, gracias por preguntar—dice Vex arrastrando las
palabras con diversión en su voz ante las risitas discretas que tienen
lugar en el área de la cocina. Miro en esa dirección y veo a algunas
de las mujeres junto a la puerta escuchando esta interesante
conversación.
—¿Hay alguna razón en particular por la que quieres saber eso?
—pregunta Vex mientras aún está acostado de espaldas con los ojos
cerrados.
—Bueno, lamento decirte esto, pero eres casi demasiado bonito—
responde Craig con sinceridad—. Axel dijo que eres demasiado
bonito para ser un hombre, así que pensé en preguntarte si tenías
una polla. Porque solo los hombres tienen pollas, tú sabes.
—Gracias, creo. Pero prefiero el término caliente a bonito. Y sí,
soy consciente de que solo los hombres tienen pollas. Axel solo está
celoso porque es calvo y feo como la mi…, el diablo.
—También tienes pestañas muy largas. Aparte de Gee, solo he
visto pestañas tan largas en las mujeres.
No sé si interrumpir esto o dejar que se desarrolle. No conozco a
Vex tan bien como a algunos de los otros hombres, pero estoy
bastante segura de que encontrará esto divertido y no insultante.
—No tengo ni idea de hacia dónde se dirige esto, Craig. ¿Por qué
no me dices porque está haciendo estas preguntas y veré si puedo
explicar lo que quieres saber?
—No entiendo por qué las mujeres dicen que eres muy bonito
pero que Cash y Pooh son calientes. Supongo que lo entiendo, pero
no realmente. Si eres hombre, ¿por qué dicen que eres bonito?
¿Realmente están diciendo que eres una niña?
—No soy una niña, muchas gracias. Soy un hombre, tengo una
polla y meo de pie como Pooh y Cash. Axel, bueno, apuesto a que se
sienta para orinar, pero eso no viene a cuento en este momento.
Simplemente soy más guapo. No es mi culpa lo de las pestañas, pero
te daré una pista, a las mujeres les encantan—dice Vex mientras se
ríe y se sienta erguido en el sofá.
—Todas las mujeres de aquí se vuelven tontas después de que te
vas. Es un poco raro. Espero no ser bonito cuando sea mayor porque
no quiero que las mujeres actúen como estúpidas a mi alrededor—
dice Craig con seriedad.
Me río a carcajadas cuando todas las mujeres se escabullen fuera
de la vista cuando Craig lanza su pequeña bomba de verdad sobre
Vex. Estoy segura de que su vergüenza las mantendrá escondidas en
sus habitaciones hasta que Vex se vaya hoy. Cuando suelto la risa,
los ojos de Vex y Craig giran en mi dirección. Los de Craig son serios
y los de Vex están sonriendo.
—¿Crees que soy bonito, Pippa?—pregunta Vex mientras arquea
una ceja.
—Sí, ella lo cree. Incluso le dijo a Tammy que tú…
—¡Detente ahí, Craig! ¡La hora del baño para ti! —grito en un
intento desesperado por guardar sus conocimientos para sí mismo.
Funciona perfectamente. Oye la palabra baño y se pone en marcha.
Después de que sale de la habitación, vuelvo mi cara roja en llamas
hacia un Vex que se ríe, mientras mantengo los ojos apuntando a la
pared sobre su cabeza, y le informo que hay comida y bebidas en la
cocina si quiere algo. Me apresuro a darme la vuelta y regresar
corriendo a mi oficina. Hago esto escuchando su risa. ¡Maldito niño!

Pooh: ¿Vex es bonito? Descubriré el resto de lo que Craig sabe cuando


llegue.
Yo: ¡Eres increíblemente sexy y estoy tan feliz de que estés en mi vida!
Pooh: Gracias. Todavía hablaré con Craig más tarde.
Yo: La madre de las mamadas si no lo haces, señor Hombre de Polla
Enorme!
Pooh: Eso no es una lucha justa. Sin embargo, puede que necesite más
de lo que me prometieron. Y gracias por darte cuenta.
Yo: ¿Qué quieres a cambio del silencio de Craig?
Pooh: Ahora estamos hablando. Déjame contestarte eso después.
Yo: Lo que sea, cariño.
Pooh: Debes haber dicho algo que realmente me cabreará si estás
ofreciendo todo, muñeca. Charlaremos más tarde.

Tengo la cabeza entre las manos gimiendo cuando escucho a


alguien entrar en mi oficina. Me estremezco, pensando que podría
ser Vex, así que miro a través de mis dedos para ver a Lucy, Ava,
Trudy y Bailey de pie allí. Todas me están sonriendo.
—¿Qué hiciste, niña?—pregunta Trudy a sabiendas.
—Pensé que todas eran Vex y todavía no puedo enfrentarlo.
Sus sonrisas crecen mientras entran a mi oficina y toman asiento.
—Derrámalo—exige Ava.
—En realidad no es nada—les digo antes de explicarles lo que
pasó y mis mensajes de texto con Pooh.
—No te preocupes por eso, Pippa. Todos hemos metido la pata
cuando se trata de Vex—me asegura Bailey. Todas asienten, excepto
Lucy. Le dirijo una mirada aguda y ella se encoge de hombros.
—¿Qué? No lo hice. Vi a Chubs, hablé con él y eso fue todo.
Honestamente, no miro demasiado de cerca a nadie más porque ya
tengo lo mejor que hay.
¡Guauu! Mi corazón se ablanda ante el amor en sus ojos. Estoy
muy feliz de que ella y Chubs se conocieran porque son
absolutamente perfectos el uno para el otro. Puedo decir por los
rostros de las otras mujeres que están pensando en lo mismo que yo.
—Vamos a comprar vestidos y pensamos que te gustaría venir—
anuncia Trudy—. Después de la mañana que tuviste, pensamos que
sería una gran distracción. ¿Tammy también está disponible para
venir?
—Debería estar de vuelta en unos minutos y sí, me encantaría ir.
Déjame salir y ver si alguna de las mujeres estará cerca para vigilar a
Craig—digo mientras me pongo de pie.
—Yo lo cuido. Ve a hacer tus cosas de mujer. Lo llevaré al
gimnasio para que se reúna con Pooh si me das las llaves del coche—
dice Vex desde la puerta.
Mis ojos golpean los suyos por un breve momento antes de
desviarlos hacia el techo y escuchar su risa. ¡Grrr! Lanzo las llaves de
mi coche a Vex, sin mirar, y suspiro de alivio por sus pasos en
retirada.
Todas las mujeres se ríen y charlamos hasta que Tammy regresa y
salimos a comprar vestidos.

Con las compras hechas, las mujeres tomamos caminos


separados. Tammy me deja en mi casa y veo a Craig y Pooh en el
garaje a través de las puertas abiertas. Camino en esa dirección,
cargando mis bolsas de compras, y Craig viene corriendo. Me
preparo cuando choca contra mí, riendo. Me inclino para abrazarnos
y después caminamos juntos hacia el garaje donde Pooh está parado
junto a su moto sonriéndonos. Su sonrisa tiene la capacidad de
convertir mi interior en papilla y mis partes de chica se humedecen.
Me detengo cuando estoy pecho contra pecho con Pooh y él se
inclina y me da una probada de su boca. Mmm Se echa hacia atrás,
pero mantiene la cara sin expresión y pregunta:
—¿Me compraste algo sexy, bebé?
Sonrío instantáneamente porque sí, ¡lo hice! Pero tiene que
esperar hasta que Craig se duerma para echarle un vistazo. Disfruto
ver sus ojos calentarse sabiendo que puse esa mirada en ellos.
Nuestro momento se rompe cuando Craig habla.
—¡Estoy parado aquí mismo!
Reímos y ponemos algo de espacio entre nosotros. Pooh despeina
el cabello de Craig y Craig pone los ojos en blanco.
—¡Pregúntale, Pooh! Dijiste que lo harías. ¿Por favor?
—¿Pregúntame qué?—digo mientras miro a Pooh.
—Craig quiere dar un paseo en mi moto. ¿Estás de acuerdo con
eso?
Mi primer instinto es no gritar mucho y fuerte y después agarrar
a Craig y correr. Pero mi sentido común sabe que Craig está a salvo
con Pooh bajo cualquier circunstancia.
—¿Estamos hablando de dar la vuelta a la manzana o ir a Sturgis
y volver?— pregunto en broma.
—La vuelta a la manzana, Pips. Diossss—exclama Craig mientras
nos vuelve a poner los ojos en blanco.
—¿Casco? No puedes montar sin uno—le digo a Craig y veo su
rostro caer.
—¡Maldita sea!—gime Craig.
Pooh se agacha y abre una de las alforjas de su moto mientras le
sonríe a Craig. Saca el casco de un niño y coincide con el suyo,
excepto en tamaño. El chillido de placer de Craig es ensordecedor. Se
apresura al lado de Pooh y espera con impaciencia mientras Pooh se
lo coloca en la cabeza y se lo abrocha. Craig gira en mi dirección y la
sonrisa en su rostro me derrite instantáneamente. Sé por la expresión
de su rostro que será un infierno intentar que se quite ese casco.
—¡Te ves tan apuesto! Ambos recibirán mucha atención
femenina, así que asegúrate de que Pooh se comporte y vuelva aquí
para cenar. ¿Ok?
—¡Lo haré, Pips! ¡Nos vemos más tarde!
Pooh levanta a Craig y lo pone en la moto antes de subirse detrás
de él. Saco mi cámara del bolso y empiezo a tomar fotos antes de
cambiar al modo de video. Mis dos hombres son demasiado lindos
sentados en la moto con cascos a juego. Continúo grabándolos
mientras Pooh le habla en voz baja a Craig sobre cómo montar y qué
no hacer. Craig asiente con la cabeza con entusiasmo y su sonrisa
crece cuando la moto cobra vida.
Después de que doblan hacia mi calle y desaparecen de la vista,
dejo mis bolsas en los escalones, salgo y me quedo cerca de la calle.
Quiero grabarlos en video subiendo por la calle para ver sus caras.
Unos minutos después, escucho la moto y cuando golpea mi calle,
comienzo a filmar. En lugar de volver a entrar en mi camino de
entrada, Pooh pasa lentamente mientras Craig imita a Pooh y me
saluda con dos dedos. Sus risitas se pueden escuchar sobre el motor
de la moto.

Después de prepararme para ir a la cama, camino hacia la puerta


abierta del baño y me apoyo en la entrada. Pooh está en la cama,
apoyado contra el cabecero, y las mantas apenas le rozan las caderas.
Hay mucha piel desnuda para comerse con los ojos mientras estoy
aquí, así que me tomo un momento para hacerlo.
—Ven aquí, mujer—gruñe Pooh cuando me ve con mi nueva
lencería. Me tomo mi tiempo para llegar a su lado de la cama y le
sonrío cuando sus ojos finalmente dejan mi ropa y se elevan hacia los
míos.
—Esto es sólo una parte de tu sorpresa—le digo en voz baja.
—No necesito nada más, Pips. Tú, en ese camisón, es todo lo que
necesitaré, nena.
Saco mi mano de detrás de mi espalda y dejo tres pañuelos de
seda en su regazo. Son del mismo color vino oscuro que mi picardías
y unas bragas a juego. Pooh inhala profundamente y, antes de que
sepa lo que está haciendo, agarra mis caderas, balancea mi cuerpo
sobre el suyo, rueda conmigo y aterrizo de espaldas con él encima.
—¿Estás de acuerdo con lo que quiero de ti esta noche, Pips?
—Más que de acuerdo, cariño. Dame lo que quieras, porque
contigo, yo también lo querré todo.
¡La mejor noche de todas!
Capítulo 35
Pooh

Desde la mañana que Cal se presentó en la casa de Pippa, las


cosas han estado tranquilas para ella, New Horizons y el club. Y me
pone nervioso. Siempre ha sido mi experiencia que la mierda
siempre golpea el ventilador después de un período de bajar la
guardia. No voy a bajar la guardia en lo más mínimo.
Afortunadamente, mis hermanos del club están siendo tolerantes
con mi continua vigilancia. Se turnan para pasar por New Horizons
cuando no puedo estar allí para asegurarme que Pippa, Tammy y
Craig estén a salvo. Les debo mucho, pero sé que nunca pedirán un
pago por algo así.
Pippa ha concertado citas para Craig con el psiquiatra infantil de
Bella y creo que es una gran idea. Queremos adelantarnos a
cualquier problema que pueda tener con su madre abandonándolo y
su padre abusando de él. Parece un niño bien adaptado,
considerando todo lo que ha sucedido, pero queremos que alguien
entrenado esté atento a cualquier problema subyacente que
podamos pasar por alto.
Esta noche es la cena en la mansión del gobernador. Pigeon se
ofreció para quedarse en la casa de Gunner y cuidar a las gemelas, a
Bella y a Craig. Tendrá las manos ocupadas, pero dijo que preferiría
que le dibujaran una polla en la cabeza que tener que ponerse un
esmoquin. Tampoco me entusiasma el esmoquin, pero me pondría
uno todos los días si hiciera sonreír a Lucy como lo hizo cuando nos
vio a los hombres esperando que las mujeres llegaran de la casa de
Ava.
Estamos sentados en la casa club cuando Lucy y Chubs entran.
Cada boca cae al suelo cuando vemos a Chubs. Cabello peinado
cuidadosamente y controlado con producto para el cabello, el rostro
bien afeitado. Un esmoquin ajustado, zapatos brillantes y la habitual
sonrisa de Chubs. No tiene comida en las manos. Casi no lo reconocí.
Las mujeres lo van a enloquecer cuando lleguen. Lucy también está
impresionante. Parece una muñeca de porcelana con su diminuto
tamaño, cabello y labios rojos y vestido negro. Se ven muy bien
juntos.
Mirando alrededor de la habitación, tengo que admitir que los
Devil´s Angels se acicalan bien. La mayoría se ha afeitado o
recortado la barba o la nuca. Todos los hombres usan un esmoquin
negro con camisas de diferentes colores oscuros debajo. Como yo,
Gunner, Cash, Vex y Petey visten negro sobre negro. Ninguno de
nosotros se ve cómodo o feliz usando esta ropa en lugar de vaqueros
y nuestros chalecos, pero todos lo haremos para apoyar a Lucy y su
familia. Han hecho tanto por nosotros, esto es lo menos que
podemos hacer a cambio.
—Amo a Lucy pero odio esta ropa—refunfuña Axel mientras
ajusta su ropa por quinta vez en pocos minutos—. Prefiero ser
torturado.
—Deja de usar la ropa como excusa para acariciarte—le digo con
una sonrisa.
Lucy se acerca a donde estamos parados y se detiene frente a
Axel.
—Aprecio que hayas aceptado venir esta noche, Axel. Odio estas
funciones tanto como tú y es bueno tener personas que significan
algo para mí, así no me siento tan fuera de lugar. Pero no quiero que
sientas que tienes que hacer esto. No tienes que venir y no me
enojaré y lo entenderé completamente. Chubs estará allí, así que no
estaré sola—dice Lucy con voz suave y sincera. Ella mira alrededor
de la habitación a cada uno de nosotros—. Eso va para todos
vosotros. Os agradezco que queráis apoyarme, pero no tenéis
obligación de hacerlo. Sé que esto apesta.
La barbilla de Axel cae hasta su pecho antes de que se estire y
atraiga a Lucy hacia él. Él usa sus manos para inclinar su rostro hacia
arriba, se inclina y golpea su frente contra la de ella. Echa la cabeza
hacia atrás y dice con convicción:
—Me gusta quejarme de todo. Lo sabes. Pero caminaría descalzo
sobre vidrios en llamas si eso te ayudara a sentirte cómoda con algo.
También lo haría cada uno de los hombres en esta sala. Eres nuestra
pequeña Lucy y la mujer de Chubs. Eres familia y estamos
orgullosos de que seas nuestra. Voy a seguir siendo una perra y
quejándome por vestir este puto traje de mono, pero estaré a tu
espalda toda la noche. ¿Sí?
Con una brillante sonrisa en el rostro, Lucy dice:
—Sí, Axel. Gracias, cariño.
Axel deja caer un beso en su frente y la suelta. Todos giramos la
cabeza hacia la puerta principal mientras el resto de las mujeres
comienzan a entrar. Se me atasca el aliento en la garganta cuando
veo a Pippa. La palabra deslumbrante no comienza a describirla. Mi
estómago se calienta cuando veo sus ojos buscando por la habitación
hasta que aterrizan en los míos.
Escucho débilmente algunos silbidos de lobo dirigidos a las
mujeres mientras Pippa camina directamente hacia mis brazos. Ni
siquiera noto las mujeres de los otros cuando dejo caer mi boca sobre
la de ella. Después de un momento de pasión, me aparto y la miro.
El vestido ajustado, por encima de la rodilla y azul oscuro
definitivamente le sienta de maravilla a Pippa. Resalta su figura
perfectamente sin dejar de ser elegante. Utilizo su mano para hacerla
girar en un pequeño círculo para poder admirarla por completo. El
vestido se conecta en los hombros con pequeñas argollas y se hunde
en la espalda. Sus chicas están cubiertas, pero destellos por los lados
se asoman cuando levanta el brazo. Sus zapatos son jodidamente
calientes y ahora me estoy poniendo duro pensando en más tarde
esta noche cuando me la follaré con ellos.
El largo cabello negro de Pippa está recogido en un intrincado
moño que deja su cuello y hombros desnudos. Lleva un collar de
plata con una piedra de zafiro que cuelga en el valle entre sus
pechos. Sus pendientes combinan con el collar y tiene más zafiros
adornando la pulsera que rodea su delicada muñeca.
—¿Paso la inspección?—me pregunta Pippa.
—Jódeme, nena. Eres hermosa como el infierno—le respondo.
—Te ves muy guapo, Pooh. ¿Te he dicho antes lo mucho que me
gusta que me vean contigo?
—Estoy jodidamente orgulloso de que te sientas así, cariño.

El gobernador y su esposa, los padres de Lucy, son la mierda. Si


bien la fiesta es formal, evitan que sea aburrida. Mientras que los
camareros, por supuesto, están repartiendo copas de champán,
también se les indicó que tuvieran vasos de cerveza disponibles. Ese
solo hecho tiene a varios de los Devil´s Angels animándose.
Estoy de pie con Pippa, Lucy y Chubs cuando una mujer de
aspecto altivo pasa junto a nosotros. Ella mira mal a Lucy y continúa
su camino. Lucy, Pippa y Chubs se ríen a carcajadas de esto, pero
estoy confundido. ¿Quién le haría eso a la dulce Lucy?
Cuando los camareros pasan junto a nosotros con bandejas de
elegantes aperitivos, soy yo el que se ríe cuando se detienen y le
ofrecen a Chubs toda la bandeja. Él sonríe, Lucy sonríe y el camarero
sigue caminando. Parece que el hermano Chubs ha estado aquí una
o dos veces antes.
—Gracias por venir esta noche—dice el gobernador Douglas
mientras se detiene junto a nuestro grupo—. Pippa, tengo una gran
noticia para ti. ¡Ahora eres la madre adoptiva oficial de un inquieto
niño de cuatro años! Además, la madre de Craig fue arrestada
anoche por prostitución. Cuando la policía la estaba entrevistando,
sobre otras cosas que creen que ella tiene conocimiento, admitió
haber abandonado a su hijo. Sus derechos de paternidad terminarán
la semana que viene. Lamentablemente, se hará según su solicitud.
—¡Oh, Dios mío! ¡No sé qué decir! Estoy muy agradecida por
todo lo que ha hecho para asegurarse de que Craig pudiera quedarse
conmigo. ¡Gracias! ¡Pero su madre! ¡No querer a ese pequeño no es
algo que pueda comprender!—responde Pippa.
—Yo tampoco puedo, Pippa. Los niños son el mejor regalo que
recibimos. Pero es su elección y es mejor que lo hiciera como lo hizo,
que abandonarlo en un almacén vacío o dejarlo con gente
desagradable. Felicitaciones por ser madre. Sé que ahora tendrá un
gran futuro. Tuviste la suerte de tener una gran madre adoptiva y
ahora Craig también la tiene—responde el gobernador Douglas con
sinceridad—. Si, en algún momento, eliges adoptarlo, estaré más que
feliz de ayudarte en todo lo que pueda.
—No sé cómo agradecerle, gobernador. Lo que usted…
—No se necesitan dar las gracias, Pippa. Lo que haces por esas
mujeres y niños y por lo que has pasado al hacerlo, yo estoy muy
agradecido por tener la oportunidad de ayudarte. Es agradable ver
lo que las personas pueden lograr cuando trabajan juntas en lugar de
unas contra otras. Veo demasiado de eso en política y es frustrante.
Puedo irme a dormir esta noche sabiendo que una oficina política
hizo algo bueno hoy.
Pippa da un paso adelante y le da al gobernador un cálido abrazo
y en el segundo que lo suelta, Lucy hace lo mismo.
—Gracias, papi.
—Te quiero, Lucy—le dice al mismo tiempo que un camarero que
pasa se tropieza y envía su bandeja al suelo. La comida y las bebidas
vuelan por todas partes, pero el gobernador ni siquiera parpadea.
Simplemente sonríe a la hija que claramente adora.

—Quiero adoptarlo—declara Pippa tan pronto como dejamos la


fiesta.
—Por supuesto que sí. Tú y él están tan apegados el uno al otro
que es inevitable que permanezcan juntos—asiente Tammy.
Tammy, Trigger, Pippa y yo nos dirigimos a la fiesta en la
camioneta de Tammy y ahora volvemos en ella. Las mujeres están
parloteando a un kilómetro por minuto sobre planes de adopción.
Trigger está conduciendo y miro hacia él para verlo sonriendo
enormemente.
—¿Por qué estás sonriendo, viejo?
—Las cosas funcionan entre Tammy y yo, no solo tendré a Bailey
y Pippa como las hijas que nunca tuve, sino que seré un abuelo para
Craig. Eso es mucho por lo que sonreír, idiota—responde con buen
humor.
—Si las cosas continúan funcionando conmigo y con Pippa,
también me tendrás como yerno—bromeo.
—La vida nunca es perfecta. Puede que tenga que tomar lo malo
con lo bueno en ese caso—me sonríe.
Capítulo 36
Pippa

Me dirijo al complejo para ver a Pooh y el progreso que se ha


hecho en su casa. Mientras escucho a Kidd Rock cantar sobre su
primer beso, mi mente divaga sobre lo dichosa que ha sido la vida en
los últimos meses.
Pooh y yo somos sólidos como una roca. Nuestro vínculo es
fuerte y vamos en la dirección correcta. Nunca pasamos la noche
separados y Pooh ha estado insinuando últimamente que Craig y yo
nos mudemos a su casa cuando esté terminada. En realidad, la
palabra insinuación está mal. Ha dicho varias veces que nos quiere
allí y no lo veo inclinándose sobre eso. Me preocupa que sea
demasiado pronto, pero mantengo la mente abierta.
Inicié el proceso de adopción de Craig. Él lo está haciendo muy
bien según su terapeuta y ahora está tomando clases con Bella.
Chubs hace la mayor parte de la enseñanza con la ayuda del resto de
nosotros. Craig está prosperando en todas las áreas de su vida.
Excepto que a veces aprende cosas demasiado rápido. Por lo general,
son cosas que desearía que no aprendiera en absoluto. Pero es un
niño feliz e inteligente, y lo amo hasta los dientes. Y aunque sé que él
también me ama, Pooh y Trigger son sus héroes.
Tammy y Trigger son casi inseparables. Tammy ya se mudó a la
casa de Trigger y puso la suya en venta. Trigger reclamó al estilo del
club a Tammy y luce con orgullo su chaleco que dice “Propiedad de
Trigger” durante todas las funciones del club. Nunca pensé que
vería el día en que voluntariamente se llamaría a sí misma
“propiedad”, pero ese es el poder del amor y el respeto que siente
por Trigger.
Nunca le pregunté a Pooh qué pasó con Cal, porque confío en sus
decisiones al respecto, pero he escuchado fragmentos durante los
últimos meses. Y vi las salpicaduras de sangre en su ropa más tarde
ese día. Sé que debería haberme molestado por eso, pero no lo
estaba. Pooh recuperó un poco de lo que Cal me quitó y estoy
agradecida de tener un hombre en mi vida ahora que haría eso. Y,
mejor aún, no he vuelto a ver la cara de Cal desde entonces.
Pensé que había superado el trauma de recibir un disparo
cuando, de la nada, un día me golpeó. Estaba en el gimnasio
preparándome para una sesión de entrenamiento. Estaba pasando
junto a una máquina de pesas y el tipo que la usaba dejó que las
pesas golpearan con fuerza. Por alguna extraña razón, el sonido me
asustó. Me agaché, corrí a un lado y comencé a temblar incluso
después de saber de dónde venía el sonido. Me di la vuelta y volví
corriendo al vestuario. Solo estuve sola por un momento cuando
Cash entró y me acercó a él. Enterré mi cara en su pecho y él me
abrazó mientras yo sollozaba durante varios minutos. Nunca dijo
una palabra mientras yo hacía eso, pero me abrazó con fuerza y nos
meció suavemente de lado a lado. Cuando recuperé el control y la
vergüenza me golpeó, me soltó para tomar una toalla de papel
húmeda y me la entregó. Mientras me limpiaba la cara, dijo:
—Incluso los Navy Seals tienen PTSD. Nadie es inmune. Habla
con alguien si es necesario y no te atrevas a avergonzarte de tener
emociones. Necesitar ayuda para esto no es diferente a las mujeres a
las que ayudas. Esto no te debilita, Pippa. Estoy aquí en cualquier
momento para escuchar. Pooh, Tammy, Trigger, también lo están.
Eché un vistazo a su hermoso rostro y derramé mis entrañas.
Escuchó con atención, habló cuando fue necesario y me devolvió un
poco de mi cordura. Me sentía como si me hubieran quitado un peso
de encima cuando me fui de allí ese día. Seguí el consejo de Cash y
desde entonces he hablado de ello con Pooh, Tammy y Trigger. Creo
que todos necesitábamos esas conversaciones.
Conduzco despacio pasando frente a la casa club y me dirijo a
casa de Pooh. Estaciono en la calle enfrente y salgo del coche. Cada
vez que veo su casa, me sorprende lo rápido que todo se une. Es una
hermosa casa de troncos y es bastante grande. Dos pisos completos
más un sótano junto con un garaje de gran tamaño para tres
automóviles la hacen grande.
El patio delantero es pequeño y todavía necesita jardinería, pero
el patio trasero es enorme y actualmente está cercado. Hay
trabajadores en todas partes en este momento. Algunos están
terminando las canaletas, otros están haciendo la cerca y otros están
entrando y saliendo por la puerta principal y las puertas del garaje.
Subo por el camino de entrada y me aprieto entre algunos
trabajadores para atravesar la puerta principal. Escucho un silbido
de lobo detrás de mí, pero no me vuelvo para ver quién lo hizo. No
me importa porque no hay un hombre detrás de mí que supere al
que estoy buscando dentro. Y sé dónde está cuando le oigo dar
indicaciones a Craig. Sigo el sonido de la voz de mi hombre y el niño
se ríe y apoyo mi hombro contra la puerta para verlos juntos. Me
encanta ver a estos dos interactuar. Pooh es increíblemente paciente
con Craig. Cuando Craig le habla, tiene toda la atención de Pooh. Y
Craig absorbe eso. Creo que Pooh ha restaurado la fe de Craig en los
hombres. Junto con la ayuda de Trigger, Chubs y el resto del club.
Están poniendo los tiradores en los gabinetes de la cocina. Pooh
sostiene la puerta del gabinete en su lugar mientras Craig, que está
parado en la encimera, intenta valientemente usar el destornillador
correctamente. Reprimo una risa ante los gruñidos y risitas de Craig
mientras trata de apretar el tornillo. Pooh tiene una mano en la
espalda de Craig para mantenerlo firme y una sonrisa en su rostro
ante los esfuerzos de Craig. Mientras Craig hace el trabajo, le dice a
Pooh:
—Esta mierda es un trabajo duro. Necesito una cerveza de raíz
antes de que hagamos más.
—¿Quieres que lo termine?—ofrece Pooh.
—No, quiero ayudar. Pero primero necesito un descanso. Tal vez
un pequeño bocadillo para activarme. Eso es lo que Chubs y yo
hacemos cuando remolcamos cosas. Comemos bocadillos para
fortalecer nuestras fuerzas.
Pooh se ríe abiertamente y no puedo aguantar la mía en este
momento. Dos pares de ojos se mueven hacia mí y dos rostros se
iluminan. Uno es sexy como el infierno, el otro travieso.
—Hola chicos. ¡Estos gabinetes se ven geniales! Me encantan esos
tiradores del cajón—les digo.
—¡Gracias! ¡Pooh me dejó ayudarlo a elegirlos en Home Depot!—
dice Craig emocionado—. ¡Y me dejó ayudar a ponerlos!
—Lo hiciste muy bien, Craig. Me encantan.
Pooh ha decidido que ha esperado lo suficiente, por lo que coloca
a Craig de espaldas en la encimera, camina hacia mí y reclama mi
boca. Le devuelvo el beso y cuando se aparta, le sonrío.
—Ignoras las reglas solo para ser castigada, ¿no es así?—
pregunta con una sonrisa.
—Tal vez.
A Pooh no le gusta ser mandón. Es protector, alfa, pero no
dominante. Sin embargo, una regla que tiene es que quiere mi boca
sobre la suya tan pronto como uno de nosotros ve al otro. Por
ejemplo, cuando llego a casa del trabajo, él espera, y exige, un beso
de inmediato. No le importa dónde estamos o quién está cerca,
quiere su beso. Y me gusta negarle eso solo porque me gusta el
castigo. Los castigos de Pooh consisten en estar desnudos y soy una
adicta a Pooh desnudo.
—¿Irían a una cita conmigo esta noche, apuestos caballeros?—les
pregunto—. Conozco un gran restaurante especializado en carnes
que me ha estado llamando.
—¿Tengo que comer brócoli?—pregunta Craig.
—Sí, ¿tenemos que comer brócoli?—agrega Pooh con una sonrisa.
—No, ninguno de los dos tiene que comer brócoli.
—¿Tengo que comer algo que sea verde?—pregunta Craig.
—No esta noche.
—Tengo...—comienza a preguntar Craig cuando lo interrumpo.
—¿Quieres ir o no?
—¿Quieres ir a dónde?—pregunta Bailey mientras camina a mi
lado.
—A un asador para cenar—le respondo.
—¿Todavía tienes a ese niño dentro de ti, Bailey?—pregunta
Craig.
—Sí, Craig, lo tengo. Al menos por unos meses más—responde
Bailey con buen humor mientras se frota la creciente barriga de su
bebé.
—¿Por qué quieres llevarlo dentro de ti? Eso es un poco
asqueroso. ¿Por qué no comprar una mochila y ponerlo allí?
Entonces a veces puedes dejarlo—razona Craig.
—Esa no es la forma en que funciona, Craig. Tal vez Pooh pueda
explicártelo todo más tarde—digo. Pooh sonríe ante mi intento de
arrojarlo debajo del autobús.
—Axel dijo que vas a comer por dos, Bailey. Dijo que es por eso
que probablemente se morirá de hambre ya que te comes todo lo que
tienes a la vista. ¿Quieres tener una cita con nosotros para que
puedas comer?—declara Craig y lo hace arrojando a Axel debajo del
autobús para unirse a Pooh.
—¿Dónde está Axel?—pregunta Pooh.
—No está en casa, así que supongo que está en casa de Ava.
Siempre que no puedo encontrarlo, voy allí. Por lo general, se
acurruca en el sofá con las gemelas o se come las sobras que tienen.
O, simplemente va para molestar a Gunner, pasa mucho tiempo
tratando de enseñar a las gemelas cómo decir Axel antes de que
aprendan a decir papá.
—¿Quién está molestando a Gunner?—pregunta Vex mientras
entra a la cocina—. Maldita sea. Hicieron mucho trabajo aquí. ¡Se ve
muy bien!
y
—¿Hola? ¡Chico hambriento aquí mismo! ¿Vamos a una cita o
qué?—interrumpe Craig para decir.
—Sí, lo haremos. ¿Cuándo estarás listo para irte, cariño? —le
pregunto a Pooh.
—Listo ahora. ¿Quién de todos van? ¿Quieres venir, Vex?
¿Bailey?
—Sí, podría comerme un bistec—responde Bailey.
—Está bien, yo también iré, pero estás pagando Pooh—agrega
Vex.
—Estoy pagando desde que les pedí una cita—les digo.
—No vas a pagar mi comida, muñeca. Pero Pooh puede.
—¿Hola? ¡Chica embarazada hambrienta aquí mismo! Vámonos.
—Pararemos en casa de Ava para buscar a Axel—dice Pooh.
—No, no lo haremos. De hecho, puede morir de hambre porque
cree que me como toda la maldita comida—insiste Bailey. Todos los
adultos sonríen sabiendo que Axel está en problemas.
Mientras pasamos por casa de Ava, vemos a Axel caminando por
su camino de entrada. Bailey abre la ventanilla y le da a Axel una
gran sonrisa y le muestra el dedo. La confusión es clara en su rostro.
Seguimos conduciendo, los hombres y Craig se ríen, cuando el
teléfono de Pooh suena con un mensaje de texto. Me lo entrega y lo
leo en voz alta.

Axel: ¿Por qué estoy en problemas? ¿Rosas, tulipanes? ¿Cuánto me va


a costar esto?

—No le digas flores. El chocolate es su única gracia salvadora esta


vez—me instruye Bailey.
Escribo eso y presiono enviar. Me siento mal por el pobre, así que
también le digo adónde vamos y que se una a nosotros si quiere.
Axel: Debes ser Pippa porque Pooh no sería tan agradable. ¡Te veo
pronto!

Estamos comiendo aperitivos, los hombres están disfrutando de


una cerveza (la de Craig es cerveza de raíz) cuando Vex asiente con
la cabeza a alguien detrás de Pooh. Pooh se da la vuelta en su
asiento, gime y se da la vuelta de nuevo. Vex se ríe y estoy perdida
en cuanto a lo que está pasando.
—¿Te importaría compartir?—pregunto mientras me lleno la cara
de jalapeños.
—No hay mucho que compartir. Esa semana, cuando te invité a
salir por primera vez, Vex y yo fuimos a una cervecería a unas
cuadras de aquí. Estaba de mal humor cuando esos dos imbéciles
detrás de mí hicieron algunos comentarios despectivos sobre una
mujer que estaba sentada allí. Se intercambiaron palabras. Se fueron.
Cuando salimos del bar, nuestras motos habían sido derribadas.
—¿Se intercambiaron palabras? ¿Eso es todo?—pregunto a
sabiendas. Bailey se ríe e incluso Craig pone los ojos en blanco.
—Bastante—dice Pooh sonriendo.
—Mira, te has encontrado una nueva puta. ¿La otra decidió que
ya no le gustaba la basura motera?—dice un hombre grande que
ahora está parado directamente detrás de la silla de Pooh. Sin
embargo, no está solo. Hay otros tres hombres detrás de él,
sonriendo burlonamente en nuestra dirección.
Pooh y Vex se ponen inmediatamente de pie y se enfrentan a los
hombres. Oh, diablos, la mierda se va a desencadenar.
—Salgamos y hablemos de lo que acaba de salir de tu boca—
escupe Pooh en voz baja al hombre más grande.
—Me gustaría hablar sobre los arañazos que ustedes, cobardes, le
hicieron a mi moto. Nunca recibí un pago por ello—gruñe Vex.
De repente, Craig se pone de pie en su silla y grita:
—¡Dale un puñetazo en el saco de nueces, Pooh!
Agarro a Craig y trato de tirar de él hacia mi regazo, pero no lo
está permitiendo. Bailey está ocupada enviando mensajes de texto en
su teléfono y los hombres están ocupados, así que me levanto y trato
de controlar el cuerpo de Craig. Antes de que lo haga, levanta y
lanza un aro de cebolla como si fuera un disco volteado. Miro con
consternación mientras navega por la mesa y golpea al hombre
directamente en la cara.
Envuelvo mis brazos alrededor de Craig por detrás y lo
mantengo quieto. La atención del hombre deja a Pooh y ahora está
en Craig y en mí. Hemos llamado la atención de otros clientes y se
pueden escuchar algunas risas cuando el aro de cebolla rebota y cae
al suelo. Sin embargo, el hombre al que golpeó no está tan divertido
como ellos.
—Pequeño motero en formación. Ya sabes, si matas las liendres,
no se convierten en piojos—grita el hombre.
Bailey se pone de pie y cuando lo hace, llama su atención. Sus
ojos viajan hacia la panza de su bebé y regresan a su rostro antes de
decir:
—Bueno, bueno, bueno. Esta noche podría ser una noche de dos
por uno, chicos. Dos pájaros de un tiro.
—Saquen esto afuera, muchachos. ¡Ahora mismo!—ordena un
hombre que supongo que es el gerente.
—Sí, hagámoslo—asiente Vex mientras pasa junto a los hombres
y se dirige a la salida.
—Quédate aquí, no salgas. Uno de nosotros vendrá a buscarte—
ordena Pooh mientras nos mira.
—Las tengo, estarán a salvo—dice el gerente.
Pooh hace un gesto hacia la puerta y los cuatro hombres caminan
en la dirección que tomó Vex, con Pooh siguiéndolos. Tan pronto
como se pierden de vista, el gerente también se marcha. Miro
preocupada hacia Bailey y ella me hace señas para que tome asiento.
—Estarán bien. De todos modos, solo nos interpondríamos en su
camino y dividiríamos su atención—razona.
—¡Espero que Pooh patee algunos culos!—dice Craig en voz alta.
—¡Tengo tantas ganas de salir! Odio sentarme aquí mientras
pueden tener problemas. ¡Son cuatro contra dos, Bails!
—Puede que no sea así. Envié un mensaje de texto grupal. Y sé
que le dijiste a Axel adónde íbamos, así que estará aquí pronto. Cash
está en la ciudad y también Freddy.
—Bien cuidado, Bailey. Axel se enojará si se pierde esto—dice
Craig con una sonrisa.
—¿Deberíamos llamar al 911?—le pregunto.
—¡No!—gritan Bailey y Craig. Craig me mira consternado. Como
si fuera una idiota o algo así. ¿Pero qué diablos?
—El club se encargará de esto a su manera. Pronto te
acostumbrarás—explica Bailey.
—Lamento hacer esto, pero sus comidas están siendo empacadas
para llevar. Sé que sus hombres no empezaron esto, pero no
queremos problemas aquí. Sería mejor si no regresan aquí de nuevo.
Si me siguen hasta el frente, haré que les lleven la comida allí. Esta
noche nosotros le regalamos la comida—nos dice el gerente.
—¡Cobarde! ¿Qué color de bragas usas?—dice Craig mientras nos
ponemos de pie y pasamos junto al gerente.
Solo tenemos que esperar un minuto o dos y nos entregan los
envases de comida dentro de las bolsas. El gerente no duda en abrir
la puerta y nos hace salir a pesar de que los hombres no han venido
a buscarnos. Craig tenía razón, es un cobarde.
Antes de que lleguemos a más de unos pasos de la entrada,
Freddy llega a la esquina del estacionamiento. Nos ve y trota en
nuestro camino.
—¿Por qué no estáis dentro, donde es seguro?—pregunta.
—El gerente no pudo expulsarnos más rápido de lo que lo hizo—
responde Bailey—. Dijo que no volviéramos.
—Su perdida. Chubs come mucho aquí. Pero volveremos y no le
gustará ni un poco—se ríe Freddy.
—¿Está todo bien? ¿Los hombres están bien?
—Pippa, sé que eres nueva en el mundo de los MC, pero tienes
que tener fe en tu hombre. Él sabe lo que está haciendo y es muy
bueno haciéndolo. Vex, a su lado, y no hay mucho que le caiga a
ellos—me tranquiliza Freddy mientras caminamos hacia el
estacionamiento.
Vex, Pooh, Axel y Cash están todos de pie y parecen estar ilesos.
Los otros hombres, no tanto. Cash y Axel los están metiendo en una
camioneta en medio de gemidos, maldiciones y algo de sangre.
Craig atraviesa el estacionamiento y choca contra las piernas de
Pooh.
—¡Los culos fueron pateados!—grita y señala a los heridos. Y
como estamos hablando de Craig, les lanza dos dedos. Adecuado,
supongo.
Capítulo 37
Pooh

—Un poco cabreado contigo, Pooh. Me presento y se acabó


toda la diversión. Tú y Vex ni siquiera me dejaron sobras—afirma
Axel mientras entra al gimnasio.
—Te dejamos ayudar a ponerlos a salvo en su camioneta—le
respondo mientras le sonrío.
—Sí, cierto. El idiota seguía golpeándose la cabeza contra el
volante. No estoy seguro de cómo sucedió esa mierda. Aunque
buenos momentos.
—Gracias por la ayuda.
—Cuando quieras, hermano. Bailey no fue quien inició la pelea,
¿verdad? — me pregunta en voz baja.
—¡No! Joder, no. Vex y yo tuvimos un incidente anterior con dos
de esos hombres. Nos vieron y buscaron venganza, ya que nos
superaban en número. ¿Porqué preguntarías eso?—lo cuestiono.
Axel mira cuidadosamente a nuestro alrededor antes de
responder.
—Desde que quedó embarazada, está muy hormonal. No estoy
seguro de adónde se ha ido últimamente mi dulce y pequeña Bailey.
Está enojada o llorando. Y cuando digo enojada , me refiero a que
estalla por cualquier cosita. Como lo que pasó en casa de Trigger. El
doctor dijo que pronto se calmará. Espero estar completo cuando lo
haga. Sin embargo, no le digas que dije nada. Ella nos ahogará a los
dos con sus lágrimas o me arrancará las pelotas.
—Tengo que darle crédito, enojada y llorando, o no. No puede ser
fácil hacer crecer a un bebé, Axel. Ese bebé, al ser tuyo,
probablemente esté intentando una revuelta de algún tipo.
—Vete a la mierda—responde Axel con una sonrisa—. Otra cosa
sobre la que quería preguntarte. ¿Vex te parece ido?
—Sí, lo está. Traté de hablar con él sobre eso el otro día y no
obtuve nada. No está contento, pero no estoy seguro de por qué.
Mencionó nómada, pero Gunner me dijo que nunca se le acercó con
ese planteo.
—Está más cerca de ti que de cualquiera de nosotros. Si no te dice
lo que está mal, nadie lo sabe. Mantén tu dedo en su pulso. Si
averiguas algo, házmelo saber.
—Sí, lo haré—le aseguro.

Es sábado por la mañana y hoy es un día de paseo en moto en el


club. Hacemos algunos paseos obligatorios cada verano y hoy es uno
de ellos. Sabiendo que se acercaba, llevé a Pippa a dar paseos más
largos para prepararla. Sé que Trigger y Tammy han estado
haciendo lo mismo y a menudo viajan con nosotros.
Ava y el resto de las mujeres han estado trabajando duro para
tener todo listo para una comida al aire libre esta noche. Los
hombres han estado revisando todo en sus motos para ayudar a
eliminar cualquier problema. Todos están emocionados y todos
hemos estado orando por buen tiempo.
Miro al otro lado de la cocina y ahogo una risa por la expresión
del rostro de Craig. Parece que ha estado chupando limones en lugar
de comer la tortilla que le hice. Pippa le explicó que hoy no iría en
moto porque es solo para adultos. Tuvo algunas palabras escogidas
sobre los adultos y se fue corriendo a su habitación. Ahora está de
vuelta en la barra de la cocina desayunando. Sus habilidades para
hacer pucheros rivalizan con las de Axel.
—Cuando regresemos al club, tú y los otros niños estarán en la
barbacoa. Y puedes pasar el rato con Bella, las gemelas y todas las
mascotas. Eso debería ser divertido—le digo.
—Cuando tenga mi moto, no te dejaré montar conmigo—me
informa—. Tú y Pips pueden quedarse en casa y yo iré a donde
quiera.
—Bailey se queda hoy y está deseando tenerlos con sus hijos. Está
embarazada y eso significa que a veces no se siente bien. Esperaba
que ayudaras a Bella a cuidarla a ella y a las gemelas. Sé que estás
enojado por el paseo, pero ¿podrías ser bueno hoy por Bailey? —le
pregunta Pippa.
—Siempre soy bueno—responde Craig con voz ofendida.
—Sí, eres un gran niño, y eso me encanta de ti. Pero necesito que
seas extra bueno hoy. ¿Ok?
—¡Bien! ¡Sacas toda la diversión de mi día, Pips!—grita Craig
antes de abandonar su comida y volver corriendo a su dormitorio.
—No va a estar bien hoy, ¿verdad?—me pregunta Pippa.
—Probablemente no, pero Bailey puede manejarlo. Deja de
preocuparte —le digo mientras la tomo en mis brazos y la abrazo
con fuerza.
-*--*--*--*-
—No te preocupes, Pippa. Vivo con Axel. Puedo manejar casi
cualquier desastre y hacer esa mierda con una sonrisa—asegura
Bailey a Pippa.
—Me ofendería por eso, pero es verdad—dice Axel mientras le
sonríe a Bailey.
—Definitivamente es cierto—agrega Ava.
—Dejo a Toes en la puerta hoy. Si necesitas algo, llámalo y estará
aquí en un minuto más o menos—dice Gunner.
Todos estamos parados afuera de la casa club esperando a que
aparezcan los últimos hombres. Estoy impaciente por tener a Pippa
en mi moto presionada contra mi espalda. Chubs y Lucy ya están en
su triciclo, sentados de lado y hablando en voz baja. Miro a mi
alrededor y me doy cuenta de que Vex es a quien estamos
esperando.
Justo cuando estaba pensando eso, veo su moto acercándose a la
casa club. Él rodea a los que estamos parados y se detiene en su
lugar en nuestra formación. No desmonta ni apaga su moto. Joder
Hora de montar.

Ha sido un día increíble conduciendo con mis hermanos y


teniendo a Pippa pegada a mí. Regresamos a la puerta del complejo
y estacionamos nuestras motos cerca de la casa club. Todos
desmontan en medio de gritos, aullidos y risas. Gran maldito día y
ahora es el momento de la cerveza, la comida y las tonterías.
Pippa quiere ir directamente a Bailey y ver a Craig, así que
empezamos a caminar por el camino hacia las casas. Nos detenemos
y esperamos, con una sonrisa, cuando vemos a Craig, Mac, Gee y
Loki caminando en nuestra dirección. El único que se ha fijado en
nosotros es Loki.
Mac está montado en la espalda de Gee mientras él y Craig
hablan a un kilómetro por minuto. Definitivamente han formado un
vínculo. La mano de Craig descansa sobre la espalda de Loki
mientras caminan hacia la casa club.
—Necesita una mascota, Pips.
—Sí, iba a hablar con Ava sobre eso. Ver lo que ella cree que sería
mejor para él.
—Hagamos eso esta noche, nena.
Craig y Mac finalmente nos notan y Craig comienza a correr
hacia nosotros. Gee deja escapar un chillido y lo persigue con Loki
trotando junto con Mac. Qué grupo de personajes.
—¡Hola! ¿Cómo estuvo tu paseo? —grita Craig con una sonrisa al
parecer habiéndonos perdonado.
—Fue grandioso—responde Pippa mientras se inclina y abraza a
Craig, con tierra y todo. El niño está sucio de nuevo, pero eso no es
una sorpresa.
—¡Hola, Pooh! ¿Adivina qué? ¡Bailey nos hizo smores8 hoy!
¡Nunca he comido smores antes, pero me encantan algunos smores!
Me río de su entusiasmo y me agacho para darles una palmadita
a Gee y Loki.
—Hola, Craig. ¿Estamos bien hoy? —pregunto mientras le doy a
Mac un choca esos cinco.
—¡Por supuesto! Te dije que lo estaría.
Pippa y yo tomamos cada uno una de sus manos y caminamos de
regreso a la casa club. Mientras pasamos por un viejo cobertizo,
escucho a Pippa jadear y luego comenzar a reír. Mirando en su
dirección, veo a Axel orinando junto al cobertizo. No se detiene ni le
da la espalda, por supuesto, solo sonríe, guiña un ojo y continúa.
—¡No, no, no, no!—grita Mac.
—¡Hola, Mac! ¿Qué piensas de esto?—pregunta Axel mientras
sacude su polla para liberarla de la orina.
—Parece un pene—se ríe Mac—. Solo que más pequeño.
Eso provoca una risa aullante de Craig, Pippa y mía mientras
Axel guarda su polla y mira a Mac con el ceño fruncido. Mac salta de
la espalda de Loki y avanza caminando casualmente y pavoneando
su trasero emplumado. Después de unos segundos, se le pudo
escuchar imitando la risa estruendosa de Petey. Eso provoca otro
ataque de risa de nuestro grupo y solo se hace más fuerte cuando
Axel camina dando fuertes pisotones hacia su casa mientras nos
muestra el dedo.

—¿Cómo estuvieron los niños hoy?—le pregunta Pippa a Bailey.


—Todos estuvieron bien. Las gemelas son niñas muy felices que
nunca son un problema. Bella y Craig ayudaron con ellas y Bella
vigilaba a Craig cuando estaba jugando afuera. Loki y Craig jugaron
a la mancha con Gee tratando de unirse. Mac se sentó en la
barandilla de la terraza gritando instrucciones que estaban lejos de
ser correctas.
—Muchas gracias por cuidar a Craig. Sé que a veces puede ser un
problema, así que estaba un poco preocupada.
—No hay necesidad de preocuparse. En un momento tuve
náuseas y corrí al baño. Entró y se paró a mi lado, palmeándome la
espalda y sujetándome el pelo. Eso me hizo llorar. Sin embargo, todo
está bien ahora. Cuando le agradecí, dijo que iba a crecer y ser como
Pooh y Trigger, y eso significaba cuidar de sus seres queridos. Eso
provocó más lágrimas, por supuesto. Cuando salimos del baño, me
tomó de la mano y me llevó al sofá. Nos sentamos y dijo que se
quedaría conmigo hasta que me sintiera mejor. ¡Es tan adorable,
Pippa!
El corazón de este motero hastiado se hinchó al escuchar lo que
Craig había dicho. Él crecerá y será el tipo de hombre que yo
quisiera como amigo. O hijo. No he criado a Craig, pero no podría
estar más orgulloso de él ahora mismo si lo hubiera hecho. Miro a
Trigger y veo el mismo brillo en sus ojos.
—¡Oh, Dios mío! ¿ Es tan dulce ? —exclama Tammy.
—No puedo esperar a ser su madre—afirma Pippa.
—Cariño, ya lo eres. Una firma en una hoja de papel no convierte
a nadie en madre. Estar ahí, amándolo y cuidándolo. Eso te
convierte en madre. Y ya estás haciendo un gran trabajo—dice
Trigger.
Al instante, veo lágrimas en los ojos de las tres mujeres. Lanzo mi
brazo sobre los hombros de Pippa y tiro de ella contra mi costado.
Dejando caer un beso en la parte superior de su cabeza, digo:
—Trigger tiene razón. Craig ha sido tuyo desde que apareció en
New Horizons.

Después de la comida al aire libre, Tammy y Trigger deciden


saltarse la fiesta y llevarse a Craig a casa con ellos por la noche. Eso
nos deja a Pippa y a mí para divertirnos con el resto del club. No me
toma mucho tiempo darme cuenta de que Pippa es un peso ligero
cuando se trata de alcohol. Y ese alcohol hace que se ponga
juguetona. Es importante tener esta información, así que la guardo
para su posterior explotación.
Las putas del club han llegado y las cosas se están poniendo
interesantes alrededor de la fogata. Vex está sentado en el tronco
conmigo y Pippa cuando se acerca una nueva puta del club. Es rubia
y de grandes pechos, así que básicamente es del tipo de Vex con T
mayúscula. Ella deja caer una mano sobre su hombro y comienza a
dejarse caer en su regazo cuando él toma suavemente su cintura y la
mantiene de pie. Parece tan confundida como yo cuando Vex
rechaza la oferta gratuita.
—Esta noche no, cariño—dice Vex mientras la suelta y vuelve su
atención al fuego.
La puta dispara a Vex dagas con los ojos y se marcha. Después de
unos minutos, otra intenta lo mismo. Ella recibe la misma respuesta.
Vex no está interesado y yo estoy preocupado.
—¿Qué pasa, Vex? Ahora has rechazado dos. Eso no es propio de
ti, hermano —le digo en voz baja.
—Sí, lo sé. Supongo que estoy madurando—responde con tono
monótono.
—¡Hola, imbéciles! Tienen un video genial en el interior. Es
posible que deseen verlo—dice riendo Reeves mientras pasa.
Los tres nos levantamos y entramos. Tan pronto como lo hicimos,
me gustaría que no lo hubiéramos hecho. Se está reproduciéndose en
bucle el video que alguien tomó de mí y Craig el día que jugó en la
mierda de cerdo. Y para que todo el mundo me vea, soy yo, con la
polla colgando a la vista, con un niño cubierto de mierda en mis
manos. La risa de Pippa eclipsa el resto de lo que sucede en la casa
club. ¡Bueno, joder! Nada es secreto con los Devil´s Angels. Lo único
positivo es que después del video que protagonizo está el que tomé
de Axel y la hermana de Pie Grande en la juguetería. Eso consigue
una ronda aún mayor de risas de la multitud reunida alrededor de la
televisión.
—¿Qué carajo?—grita Axel al entrar en la habitación. Bailey está
inclinada, con las manos en las rodillas, riendo hasta el punto en que
su rostro está rojo. Finalmente se pone de pie y apunta a algo en la
pared antes de disolverse en jadeantes risas de nuevo.
Miro en la dirección que apunta para ver un póster de tamaño
natural de Axel con una polla dibujada en su cabeza calva. Los gritos
y los aullidos son ensordecedores. Pippa se deja caer en la silla más
cercana y continúa riendo e incluso Vex tiene una sonrisa en el
rostro. Supongo que la humillación de Axel y la mía valió la pena.
—¿Por qué diablos soy siempre el blanco de tus bromas?—exige
saber Axel.
—Porque eres el imbécil más grande que conocemos—responde
Rex mientras sonríe con malicia.
Sorprendiendo a todos, Lucy se acerca casualmente para pararse
a unos metros del póster de Axel. Ella levanta la mano, la tira hacia
atrás y lanza un dardo. ¡Bam! El dardo aterriza directamente en la
bola izquierda dibujada en la frente de Axel. Ella repite la maniobra
y este dardo se clava en la bola derecha. La multitud está rugiendo.
Bailey se acerca a Lucy y toma su turno. Ella falla a las bolas pero
aterriza un dardo en el masculino pecho de Axel. Lanzando un
segundo dardo, éste baja y todos los hombres en la habitación se
encogen y acarician sus paquetes con simpatía.
—¡No puedo creer que hayas hecho eso, Bails!—le grita Axel
disgustado en medio de su risa.
—¡Objetivo pequeño! ¡Buena puntería!—croa Mac.
—¡Eso es, Mac! ¡Te estás bañando en agua hirviendo,
desgraciado! —brama Axel mientras camina en dirección a Mac.
—¡Loki! ¡Loki! —chilla el pájaro mientras corre a lo largo de la
barra.
Loki se levanta casualmente y se interpone entre el motero
cabreado y el pájaro asustado. Sin gruñidos, solo una mirada y eso
es suficiente para detener a Axel en seco. Para cabrear aún más a
Axel, Mac comienza a silbar la canción de Shania Twain Don't Be
Stupid.
—No siempre tendrás a Loki para salvar tu culo, Mac. Entonces
serás mío—escupe Axel mientras regresa a Bailey. Se vuelve hacia
Chubs y señala a Lucy.
—¡Tu mujer empezó esto!
—Sí. ¡Adelante, chica!—responde Chubs con una sonrisa
mientras sigue devorando un plato de alitas de pollo. Tiene una o
dos manchas de salsa barbacoa en la mejilla y el labio y nunca se ha
visto más feliz.
—¡Oye, Axel! Pooh no me dirá cómo obtuvo su nombre de
carretera. Dado que te grabó siendo golpeado por una mujer,
¿quieres vengarte y compartir esa mierda conmigo?— grita Pippa.
Mis ojos se abren de par en par y quedo boquiabierto. Antes de
que pueda agarrarla y salir corriendo de la habitación, ella se lanza
fuera de mi alcance y corre al lado de Axel. Estoy en el extremo
receptor de una sonrisa malvada de Axel. Estoy condenado y lo sé.
Los hombres en la habitación también revientan de ganas de saberlo.
—Bueno, cariño, me encantaría darte un poco de conocimiento,
pero no es una historia bonita. ¿Seguro que estás preparada para
ello?
Pippa se inclina hacia un lado y le arrebata una copa de Jack de la
mano de Petey y se la bebe. Vex, amablemente, le entrega otra y
desaparece con la misma rapidez. Ella le sonríe a Axel.
—Sí, creo que ahora puedes manejar la fea verdad—afirma Axel
mientras coloca un brazo sobre sus hombros y la lleva a una mesa
para sentarse. Se sienta frente a ella y todos se reúnen para escuchar
mi vergonzosa verdad.
—¡Axel! ¡No hagas esto, hermano! —suplico.
—¿Quieres decir que debería recordar las pollas antes que las
chicas, Pooh?— pregunta Axel inocentemente.
—¡Sí!
—¿Como lo hiciste cuando él/ella me atacó en la juguetería?
—Estoy jodido—le concedo.
—Sí, Pooh, lo estás y sin un beso—se ríe Axel.
Me dejo caer en un taburete de la barra después de agarrar una
botella de Jack. Bien podría emborracharme por esta historia.
Prefiero no tener que volver a vivirla. Una vez fue más que
suficiente.
—Teníamos a esa mujer a la que le gustaba andar por aquí.
Técnicamente no era una puta de club, pero le gustaba compartirse a
lo largo y a lo ancho. Y tenía algunas, um, digamos, particulares
perversiones. Pooh era un prospecto en ese momento y pasó a ser
Cole. Su nombre era Winnie. ¿Puedes ver hacia dónde se dirige esto?
—Te estoy siguiendo—se ríe Pippa. Gimo y tomo otro trago. O
dos.
—Hubo una fiesta del club, se puso salvaje y Pooh y Winnie
quedaron duros. Se emborracharon y terminaron juntos. ¿Sabes qué
es el fisting? Bueno, no importa. Lo descubrirás muy pronto—declara
Axel sin dejar de sonreír maliciosamente en mi dirección. Me bajo
otro trago. Toda la sala está disfrutando de esto y lo demuestran
saber con sus risas y bufidos de alegría. Cabrones.
—Entonces Winnie quiere que le hagan un fisting y Pooh está feliz
de complacerla. El problema surge cuando su anillo se le atasca en
su DIU y no puede retirar la mano. Estaban demasiado borrachos
para pensar en las consecuencias y mucho menos en que quitarse las
joyas podría ser inteligente. Ella comienza a gritar, entra en pánico y
aprieta la mano de Pooh. Todos vamos corriendo para ver qué está
pasando y encontramos a Pooh, literalmente, todo metido en ella. En
pocas palabras…
—Demasiado tarde para eso, homosexual—mascullo para el
disfrute del club.
—Tienen que ser llevados al hospital, prácticamente desnudos,
para sacarle la mano. Probablemente fue bastante vergonzoso para
ellos, pero muy divertido para nosotros. La cargamos mientras él
p y p g
caminaba. ¡Fue un jodido espectáculo para ver! —escupe Axel antes
de detenerse a reír. De nuevo.
—Desconocido para todos nosotros, la perra era una perra
casada. Ella nunca había mencionado ese hecho antes. La enfermera
salió de la habitación y llamó al marido de Winnie, que casualmente
trabajaba allí como conserje. Irrumpió en la habitación, vio lo que
estaba pasando y tuvimos que evitar que matara a Pooh en el acto. El
doctor le dijo que se calmara y que podía hacer su daño una vez que
él, el doctor, hubiera quitado “la mano de Pooh del tarro de miel”.
Verás, en realidad no le dimos a Pooh su nombre de calle. El doctor
lo hizo y esa mierda se le pegó como pegamento.
La cara de Pippa no tiene precio. Parece un poco sorprendida,
disgustada y divertida. No creo que haya decidido todavía cuál va a
ganar. Me bebo otro trago y dejo caer la cabeza hacia la barra
deseando habernos quedado afuera.
—Pooh se convirtió en su nombre de carretera y le dimos su
parche al día siguiente. Pensamos que valía la pena mantener cerca a
cualquiera que hubiera pasado por todo eso y todavía mostrara su
rostro en la casa club para cumplir con sus obligaciones como
prospecto. Sin embargo, Pooh se negó a beber en su fiesta de entrega
de los parches. Ya sabes, por si acaso aparecía Winnie—agrega
Gunner mientras se ríe.
—Oh, Dios mío. ¿Por qué dejaría que lo siguierais llamando Pooh
después de todo eso? —pregunta Pippa consternada.
—Los nombres de carretera los eligen los miembros del club y no
la persona que los recibe. Reglas del club—responde Petey.
Maldita sea, eso es duro. Puede que tenga que llamarlo Cole a
partir de ahora. No estoy segura de poder decirle Pooh sin reírme.
¿Axel es tu nombre verdadero o el de carretera? —continúa Pippa
con sus preguntas.
—Nombre verdadero. Algunas personas no consiguen un
nombre de carretera, otras sí. Tuve suerte porque mis padres fueron
lo suficientemente geniales como para darme un gran nombre—se
jacta Axel.
—Sí, sobre eso. Es tu nombre verdadero, pero cómo lo obtuviste
probablemente no sea una historia que quieras escuchar, hijo—dice
Petey mientras se ríe a carcajadas.
—¡Espera! ¡Mamá dijo que me llamaba Axel porque pensó que
era un nombre genial para un bebé de motero y que probablemente
se convertiría en motero cuando creciera!—dice Axel.
—Por única vez tu madre fue amable, Axe. Y dado que te
alegraste tanto avergonzando a mi buen amigo y hermano Pooh,
déjame compartir la verdad. Cuando nos conocimos, a tu madre le
gustaba el sexo al aire libre. Un día, estoy en el garaje desarmando
una vieja camioneta. Ella entra, las cosas se calientan y lo siguiente
que sé es que tiene las manos en el eje (axel) de la camioneta, que
estaba a un lado, y la estoy follando con fuerza. Quedó embarazada
y así es como obtuviste tu nombre.
—¡Qué mierda amorosa, Pops! ¡Demasiada información, viejo!
¡Demasiada! ¡Dios debería darte una paliza por decirme eso!—grita
Axel mientras se pone de pie, agarra la mano de Bailey y sale
corriendo de la casa club entre las carcajadas del resto de nosotros.
—¿Algo de eso era verdad?—pregunta una risueña Trudy.
—Ni una palabra. La madre de Axel le puso el nombre por las
razones que le dijo. A veces me gusta joder con él. Mantiene las cosas
interesantes—se ríe Petey.
Capítulo 38
Pippa

La casa de Pooh está lista para mudarse y está decidido a que


Craig y yo nos mudemos con él allí. Insistió en que lo ayudáramos a
elegir todos los muebles y obviamente uno de los dormitorios está
arreglado para Craig. Craig ha estado rogando que nos mudemos
allí. Quiere estar con Pooh y cerca de los miembros del club, de Bella
y las mascotas. Tengo muchas ganas de vivir con Pooh. Pero hay una
pequeña parte de mí que teme renunciar a mi red de seguridad de
tener mi propio lugar al que recurrir si las cosas no funcionan. Hablé
con Tammy al respecto y cree que estoy loca por preocuparme por
eso, pero todavía lo hago. Pooh dijo que él entendía mi
preocupación, pero parecía un poco herido y después me sentí mal
por mencionarlo.

Trigger: ¿Almorzarás conmigo hoy?


Yo: ¡Por supuesto!
Trigger: Te recogeré en una hora.
Yo: De acuerdo. Hasta entonces.

—Tammy dijo que estás nerviosa por mudarte con Pooh. Ella me
explicó por qué. Lo entiendo, Pippa. Lo hago. Pero quería tomarme
un minuto y hablarte sobre esto—afirma Trigger tan pronto como
nuestra comida está frente a nosotros.
—No estoy completamente nerviosa. Es genial y quiero que
nuestra relación continúe. Me preocupa un poco que si sale mal, nos
dejará a Craig y a mí en un aprieto. Sé que Pooh nunca nos echaría y
nos dejaría sin hogar. Él nunca le haría eso a nadie, pero después de
la manera en que lo mío con Cal se fue a la mierda, todavía me
preocupo. Sé que es estúpido—respondo.
—Ninguna de tus preocupaciones es estúpida, muñeca. Tiene
razones sólidas para tenerlas y deben tenerse en cuenta. Pero
también aquí hay algo en lo que quiero que pienses. Pooh nunca ha
tenido una relación seria porque nunca encontró a alguien con quien
quisiera tener una hasta que ti. Está comprometido, hasta los huesos,
contigo y Craig. Ama a ese niño como si fuese suyo. Y sé que sus
sentimientos por ti son muy profundos.
—Sé que lo son y yo también los siento por él.
—Me gustaría comprarte tu casa, para usarla como inversión, una
casa de alquiler. Si la mierda sale mal en algún momento, contigo y
Pooh, tú y Craig se mudarán conmigo y Tammy a mi casa. Eso no es
tema de debate. Ni Tammy ni yo permitiríamos nada menos. Tammy
es mi dama en este momento, pero pronto será mi esposa. Eso los
convertirá oficialmente a ti y a Craig en mi familia también. Aunque,
debo decir, ya los considero a los dos como míos. Y si soy dueño de
tu casa, Craig y tú podríais mudaros allí si quisierais tener tu propia
casa nuevamente.
Siento que la humedad golpea mis ojos al ver a este motero duro
y rudo declarándonos suyos. Hay tantas capas en él y estoy
descubriendo que amo cada una de ellas.
—Te amo, Trigger—le susurro.
—También te amo, Pips. Y me encanta ser abuelo de Craig.
Independientemente de cómo vayan las cosas entre tú y Pooh, nadie
me está quitando eso. Tú y él, Tammy y yo, somos una familia pase
lo que pase—susurra con su voz ronca. Una voz en la que he llegado
a confiar y que me encanta escuchar.
—Tienes razón, como siempre. Te venderé mi casa y le haré saber
a Pooh que nos tiene a Craig y a mí mudándonos allí—le digo
mientras veo su rostro iluminarse—. Perdí mucho, cuando era niña,
cuando mis padres murieron. No pensé que sobreviviría, pero
Tammy insistió en que yo precisamente hiciera eso. Ella nunca se
rindió conmigo. Y nunca pensé que ella podría superar todo lo que
hizo por mí en ese entonces, pero lo ha hecho. Ella me dio a ti. Los
mejores padres de todos los tiempos—le digo en voz baja y observo
cómo su rostro se suaviza.
Terminamos nuestra comida, mientras reímos y hacemos planes
para la casa y mi mudanza, y sobre todo disfrutamos nuestro tiempo
juntos. No puedo esperar para decirles a Pooh y Craig que viviremos
juntos en la nueva casa de Pooh. Y, juntos, la convertiremos en un
hogar.
En nuestro viaje de regreso a New Horizons, Trigger detiene
repentinamente su camioneta en medio de la calle y se echa a reír a
carcajadas. Las bocinas de los coches suenan y él las ignora por
completo mientras mira al otro lado de la calle. Miro en esa dirección
y me doy cuenta de que estamos frente al restaurante de carnes en el
que nos prohibieron y mi boca se abre.
En la pared de cemento, sobre las ventanas de vidrio, alguien
pintó con spray un mensaje de color naranja brillante. Dice: ¡ EL
GERENTE VICK BEATS HIS MEAT! (Beat his meat es la acción de
masturbarse; cuando la mano sube y baja por la polla) Y debajo de eso, en
las mismas ventanas, hay un dibujo de una polla pintada, haciendo
precisamente eso. ¡Santas Jodidas Bolas! Saco el teléfono y tomo
algunas fotos rápidas para mostrárselas a Pooh. ¡Le encantará esta
mierda! Trigger mira en mi dirección y ambos comenzamos a reír de
nuevo. ¡Buenos momentos!
-*--*--*--*-
—Reno ha cruzado a Loki con una de sus hembras, pero ella aún
no ha parido—dice Ava—. Siempre puedes esperar hasta que ella lo
haga y conseguir uno de los cachorros de Loki.
—Eso es lo que dijo también Pooh, pero no quiero esperar tanto.
Creo que necesita una mascota antes de eso. Ama tanto a las tuyas
que son de lo único de lo que habla—respondo.
—Una amiga rescatista de animales me envió un mensaje de texto
antes y me dijo que tiene varios perros, cachorros, gatos, gatitos e
incluso un hurón que están disponibles en este momento. ¿Quieres
hacer una escapada y mirar a ver que hay?
—¡No! Por el amor de Dios mujer, ve tú allí y tendremos otra
mascota antes de que termine el día—grita Gunner.
Ava vuelve una sonrisa traviesa en dirección a Gunner antes de
volverse hacia mí, esperando mi respuesta. Gunner está detrás de
ella, agitando sus brazos salvajemente hacia mí mientras niega con la
cabeza. Sus ojos se vuelven suplicantes y tengo que reírme de sus
payasadas. Ava ni siquiera se da la vuelta; ella simplemente agita su
mano en señal de despido.
—Déjame preguntarle a Pooh qué piensa y te responderé. Lo que
sea que elijamos vivirá en su casa, así que al menos debería conocer
sus pensamientos. Sin embargo, gracias por tu ayuda.
—No hay problema. Pero quiero ir si vas allí—ríe Ava y la cabeza
de Gunner cae derrotada.

Como era de esperar, Pooh está feliz por mi decisión de


mudarme con él, y frecuentemente me muestra lo feliz que está.
Envuelvo mis piernas alrededor de su cintura y en silencio ruego por
más. Lee mi lenguaje corporal perfectamente y empuja con más
fuerza, luego menea las caderas y otra estocada. Sus movimientos
provocan la respuesta deseada y estoy cerca. Extiendo la mano, tomo
un lado de su cara y acerco su boca a la mía. Él obedece, como
siempre lo hace, y eso es suficiente para empujarme al límite. Agarra
mi cadera derecha y la usa para mover un poco mi cuerpo de modo
que su hueso púbico golpee mi clítoris con cada embestida. Alejo mi
boca de la suya para jadear en busca de aire y echar la cabeza hacia
atrás. Siento sus labios golpear mi garganta justo cuando empiezo a
correrme.
Pooh continúa deslizándose hacia adentro y hacia afuera y
después empuja con fuerza y planta su polla profundamente. Puedo
sentir las oleadas recorriendo su cuerpo y paso las uñas por el centro
de su espalda hasta llegar a su culo. Lo abrazo con fuerza y disfruto
sabiendo que yo también le di placer.
Después de un momento de recuperación, se pone a mi lado y
acerca mi rostro al suyo para otro beso profundo. Me encantan estos
momentos con Pooh porque nunca reprime sus emociones. Puedes
verlos claramente en su rostro y me hacen sentir de tres metros de
altura.
—Te amo, Pippa. Te amaré siempre—afirma Pooh en voz baja
pero con firmeza mientras me mira a los ojos. Mi corazón se detiene
por algunos latidos y después comienza a acelerarse. Me quedo sin
palabras durante unos segundos antes de ordenar mis pensamientos.
—También te amo, cariño. Con todo lo que tengo.
—Eres mía. Craig será nuestro. Esa mierda no va a cambiar. Y le
daremos una buena vida, cariño.
—Sí, lo haremos.
—Necesito un momento para recuperarme pero luego te follaré
de nuevo. No puedo permitir que mi mujer diga que me ama por
primera vez y no volver a entrar en ti.
—Siempre te deseo. Te quiero dentro de mi cuerpo y en mi vida.
Ya no puedo imaginarla sin ti. No quiero hacerlo nunca.
—No tendrás que hacerlo, Pips. Soy tuyo y eso es para siempre.
Dame tu boca, cariño. Me he recuperado lo suficiente.
Lo hago y no se equivocó. Se había recuperado lo suficiente para
unas cuantas veces más esa noche. Fue glorioso y también lo es mi
nueva vida. Gracias a un hombre de ojos color avellana y un gran
corazón.
Capítulo 39
Pooh

Pippa y Craig se mudaron a mi casa, y eso fue motivo de una


fiesta en el club. Todos los miembros del club se presentaron, sin que
se les pidiera, para ayudar a empacar sus pertenencias y las de Craig
y trasladarlas a nuestro nuevo hogar. Craig estaba extasiado con la
mudanza y corrió indicándoles dónde se colocarían las cosas. Era
mandón pero adorable en su emoción. Pero en el momento en que
vio su nueva cama, las emociones del pequeño se apoderaron de él y
se echó a llorar.
Trigger y Petey le hicieron una cama personalizada que
mantuvimos oculta hasta hoy. Incluso Pippa no lo sabía hasta ahora.
Los lados de la cama son rieles de madera tallados a mano que se
asemejan a los tubos de escape de una Harley. Las tablas del
cabecero y de los pies son losas sólidas de madera que tienen una
Harley tallada en ellas. Réplicas exactas de mi moto. Los detalles que
pusieron son asombrosos. Hay varios jadeos de los hombres y
mujeres que están alrededor, pero las lágrimas de Craig dicen lo
mucho que significa para él.
Sentado en la cama, está su oso el que le dio Chubs, solo que
ahora está vestido con un equipo completo de Harley. Chaleco de
piel, botas de motero, casco, bandana. Incluso tiene una pulsera de
cuero Harley Davidson alrededor de la muñeca, cortesía de Trudy.
Craig dirige sus ojos húmedos en mi dirección con asombro y
ahogo una risa.
—Trigger y Petey te hicieron la cama—le informo.
Craig se dispara a través de la habitación y envuelve sus brazos
alrededor de las piernas de Trigger y dice entre lágrimas:
—Gracias, papá Trig. ¡Me encanta!
Observo con asombro cómo los ojos de Trigger se mojan un poco,
se inclina y levanta a Craig.
—Me alegra que te guste, Craig. Y me gusta más que me llames
papá—responde Trigger, carraspeando una vez.
—Te llamaré papá si tanto te gusta—dice Axel mientras rompe el
pesado momento.
—No si quieres seguir teniendo partes de hombre que funcionen
—responde Trigger con una sonrisa.
Todos se ríen mientras Craig se retuerce para que lo bajen.
Trigger obedece y Craig se acerca a Petey y envuelve sus brazos
alrededor de las piernas de Petey. Mientras le da un abrazo, Craig
mira hacia arriba y dice:
—Gracias, también, Petey. ¡Sois geniales!
—Me alegra que te guste, Craig. Ya sabes, si quieres, puedes
llamarme Pops.
—Me gusta eso. ¡Gracias, Pops!

Después de la emoción de la mudanza, Craig está fuera de


combate, Pippa y yo estamos disfrutando de un tiempo de
inactividad en el club con los otros celebrando la mudanza. Dado
que nuestra casa está tan cerca, Bella se ofreció a quedarse y estar allí
si Craig se despierta. Se ha convertido en una chica tan hermosa y
digna de confianza, y estuvimos de acuerdo. Tiene un teléfono y los
números de todos si necesita algo, pero dudo que lo haga. Loki
también está allí junto con Gee. Estarán bien durante unas horas.
Pippa y yo, junto con Tammy, Trigger y Vex estamos sentados
alrededor de una mesa tomando una copa y charlando sobre la
mudanza. Las cosas se están calentando en la casa club con la
llegada de algunas putas del club. Pigeon tiene una boca arriba,
sobre una mesa de billar y la cabeza metida debajo de su falda.
Reeves, recientemente soltero, tiene una en su regazo mientras está
sentado en un sofá. Otras dos bailan juntas, sin camisas ni
sujetadores. Las actividades habituales que suceden en la mayoría de
las fiestas de nuestro club. Y aquí estoy sentado con la mano de mi
mujer en mi muslo y no necesito nada más. No tengo ningún interés
en ver a las putas realizar sus mejores trucos o preguntarme qué tan
salvajes serán en la cama. Estoy contento con la forma en que están
las cosas para mí. Miro para observar la cara de Pippa mientras
habla con Tammy y me doy cuenta de la suerte que tengo. Lo tengo
todo. Una buena mujer, un lindo niño que algún día será mi hijo, un
club increíble, hermanos del club y sus mujeres, un nuevo hogar y
una moto que amo montar. Las únicas cosas en la vida que todavía
quiero son mi anillo en la mano de Pippa y más hijos. Cada vez que
veo a Bailey y ese vientre embarazado, imagino que será el de Pippa.
Sé lo que quiero y no quiero esperar mucho tiempo para conseguirlo.
Mi teléfono suena con un mensaje de texto, interrumpiendo mis
pensamientos. Lo saco del bolsillo y frunzo el ceño cuando veo el
nombre de Horse Nuts. Sé que está de guardia, así que algo debe
estar sucediendo.

Horse Nuts: Policías en la puerta. Buscándote.


Yo: ¿Por qué?
Horse Nuts: No quieren decirlo. ¿Quieres que les diga que no estás
aquí?
Yo: No. Estaré allí en un par de minutos.

—Quédate aquí con Tammy, cariño. Regresaré en un minuto—le


digo a Pippa mientras me levanto para irme.
—¿A dónde vas?—me pregunta Pippa.
—A la puerta. Supongo que hay un policía buscándome. No sé
por qué. Vuelvo en unos minutos.
Tan pronto como las palabras salen de mi boca, Trigger y Vex se
ponen de pie, listos para seguirme hasta la puerta. Llamamos la
atención de Gunner y Petey y Trigger les dice a dónde vamos. Ellos
también se ponen de pie para seguirnos.
Caminando por la entrada del club, me pregunto si esto tiene
algo que ver con la paliza que recibió Cal. Si es así, no tengo ningún
problema en pasar preso un tiempo por ese jodido golpeador de
mujeres.
Estoy un poco sorprendido de ver el coche de un detective sin
identificación junto con una patrulla. A medida que nos acercamos,
los agentes uniformados salen del vehículo y casualmente colocan
las manos en las culatas de sus armas de servicio. El detective se
separa de Horse Nuts y nos espera junto a su coche.
—¿De qué se trata esto, detective?—pregunta Gunner antes de
que yo pueda hacerlo.
—¿Eres tú el que se llama Pooh?
—No. Soy yo.
—¿Tienes un nombre real, Pooh?
—Cole Murray, pero no responderé a él.
—Entonces iré directo al grano. Hemos recibido una denuncia en
su contra por violación.
Eso me hace retroceder sobre mis talones por un momento y hace
que mi mente dé vueltas sobre quién presentaría ese tipo de
denuncia contra mí. Me quedo en blanco.
—¿De qué mierda estás hablando? ¿Quién te dijo ese tipo de
mierda? —brama Trigger.
—¡Qué mierda dices!—grita Gunner enojado. Un tipo del tamaño
de Gunner que grita normalmente respalda a cualquiera, pero los
uniformados dan un paso adelante y ahora empuñan sus armas de
manera amenazante.
—Alguien le ha mentido descaradamente, detective—dice Vex
con calma. Bueno, debería decir, es el más tranquilo de nosotros de
todos modos.
—Nunca violé ni lastimé a ninguna mujer, jamás—ladro.
—La señora Anita Combs está diciendo lo contrario. Debe venir a
la estación con nosotros y dar una declaración sobre la noche en
cuestión. Y tenemos algunas preguntas que debes responder,
Murray.
—¿Estoy bajo arresto?
—No en este momento. Responda algunas preguntas y podrá
aclarar la cosa. Si no, no me deja otra opción que arrestarte para
obtener las muestras de ADN que quiero.
—¿Cuál es la noche en cuestión?—pregunto con mi mente
todavía dando vueltas.
—Hablaremos de eso en la estación. ¿Vendrás por su propia
elección o no?
—Ve, Pooh. Llamaré al abogado del club y lo llevaré allí. Hasta
entonces, no digas ni una maldita palabra. ¿Me entiendes?—gruñe
Gunner.
—Sí, iré contigo—le digo al detective.
Estoy sentado en una sala de interrogatorios con el detective
Northrup mientras espero que aparezca mi abogado. Me ha ofrecido
café, agua y refrescos, pero sé lo suficiente como para saber que esa
es solo su forma de obtener mi ADN en caso de que me niegue o él
no tenga pruebas suficientes para obtener una orden de registro.
También me aseguro de mantener mis manos en mi regazo y no en la
mesa frente a mí.
No tengo nada que ocultar y realmente no me importa si él
consigue una muestra de mi ADN, pero ¿por qué facilitarle su
trabajo? Soy un motero, después de todo, y está en nuestra sangre
que no nos gusten los policías o la autoridad de ningún tipo. Dejaré
que me froten la boca si se convierte en la única forma de aclarar mi
situación y ni un momento antes.
—Su abogado está en camino, pero puede hablar si lo desea. No
puedo interrogarlo ahora que ha pedido un abogado, pero eso no
significa que no pueda hablar. No hay leyes contra eso—intenta el
detective Northrup por cuarta vez.
Me quedo en silencio mientras lo miro a los ojos. Después de un
momento de mirarnos el uno al otro, él aparta la mirada. Pequeñas
victorias son todo lo que tengo en este momento, así que tomo ésta y
sonrío. La sonrisa desaparece rápidamente de mi rostro cuando
pienso en Pippa. Ella debe estar enloqueciendo a estas alturas y esa
es otra razón para averiguar quién presentó esta denuncia. Sea quien
sea, debe pagar por sus mentiras.
Capítulo 40
Pippa

—¿Qué diablos quieres decir con que está en la comisaría


como sospechoso en un caso de violación?—grito cuando Trigger me
dice adónde se ha ido Pooh.
—Cálmate, Pips. Es inocente y pronto lo sacaremos de esto—me
dice Trigger.
—¡Sé que es inocente! ¡Por el amor de Dios, él nunca haría algo
así! ¡No me preocupa su inocencia! ¡Me preocupa que alguien esté
tratando de incriminarlo! ¡Esa mierda sucede y, siendo él un motero,
es posible que la policía no busque demasiado la verdad!
Antes de que pueda continuar mi perorata, Trigger me abraza y
me mantiene allí. Cuando finalmente respiro y me calmo un poco,
afloja su agarre sobre mí lo suficiente como para mirarme a los ojos.
—Eso, ahí mismo, es por lo que me gustas para él. Por qué me
gustas como una de los míos. Tú, yo, Tammy y el resto del club lo
apoyaremos hasta los confines de la tierra, niña. Resolveremos esta
mierda, ¿si?
—Sí, papá Trig, lo haremos—respondo en voz baja. Recibo otro
fuerte abrazo por mis palabras y entonces Tammy empuja y consigo
sus brazos y apoyo como siempre ha sido con nosotras.
—Vamos a llevarte a casa, Pippa. Nos quedaremos contigo y
Craig esta noche, o hasta que Pooh regrese, y dejaremos que Gunner
y Rex hagan lo suyo—me dice Tammy—. Tú y Pooh tienen todo un
club detrás. La verdad saldrá a la luz. Siempre lo hace.

Pasaré mi primera noche en mi nuevo hogar, sola en la cama y


extrañaré a Pooh. Si no está en casa por la mañana, le diré a Craig
que tenía que ir a trabajar. Trigger y Tammy están en una de las
habitaciones de invitados y Bella se fue a casa con Petey y Trudy con
preguntas en los ojos. Ella es lo suficientemente inteligente como
para saber que algo anda mal, pero se guardo sus preguntas por
ahora. Petey y Trudy pueden tener una mañana incómoda si Pooh
no regresa pronto. Bella perderá la cabeza si sabe que alguien hizo
algo malo a Pooh. Su vínculo es estrecho y ella lo ama tanto como a
sus nuevos padres.
No puedo dormir, pero me quedo en nuestra habitación hasta
que amanece. Cuando salgo a la cocina, encuentro a Trigger
haciendo café y a Tammy haciendo tostadas. Craig todavía está
durmiendo y estoy agradecida por eso.
Cuando me fui a la cama anoche, en lugar de usar uno de mis
camisones, me puse una de las camisetas de Pooh y un par de
pantalones cortos para dormir. Cuando Trigger me ve con la
camiseta de Pooh, un lado de su boca se levanta en una pequeña
sonrisa. Detiene lo que está haciendo y me acerca a su pecho. Me
sostiene por un momento antes de soltarme para darme una taza de
café.
—Gunner llamó. La mujer que presentó la denuncia, Anita
Combs, es en realidad Peaches. La puta del club que Pooh hizo echar
y no quiso tener nada que ver con ella. Dijo que esa puede ser la
razón por la que el detective no estaba convencido de arrestar a
Pooh. No estoy seguro, pero es posible que no haya convencido al
detective de que estaba siendo completamente honesta—me dice
Trigger.
—Axel fue al gimnasio durante la noche para ver el horario de
trabajo de los hombres y sus sesiones de entrenamiento. Creemos
que la noche que ella afirma que él la violó, estaba dando una clase
en el gimnasio. Eso sería ideal porque habría muchos testigos que no
están relacionados con el club—me informa Tammy.
—¡Guau, sí, sería perfecto!—exclamo justo cuando se abre la
puerta principal y entra la mitad del club. De un vistazo, puedo
decir que la mayoría de ellos tampoco durmieron.
Chubs se abre camino hacia mí primero, me levantan y me abraza
con fuerza. Al dejarme en el suelo, se inclina y deposita un beso en
mi frente.
—Traeremos a Pooh a casa pronto, Pips. Lo prometo. No
descansaremos hasta que lo hagamos—me asegura en voz baja.
Lo miro a la cara y me doy cuenta de cuánto amo a este hombre
en mi vida. Asiento con la cabeza y entonces miro a todos los rostros
y me doy cuenta de lo mucho que han llegado a significar para mí.
Ya no somos solo Tammy y yo. Tenemos una gran familia a la que
ayudar y en la que confiar cuando las cosas salen mal. Nunca
volveremos a estar solas. Siento una lágrima caer por mi mejilla y
entonces el pulgar de Chubs la limpia suavemente. Le sonrío
mientras da un paso atrás.
—¡Oh, mierda! ¡La quebré! ¡Está llorando y sonriendo al mismo
tiempo!— anuncia en broma.
—Muévanse gente. Fuera de mi camino. Tengo mucha
experiencia con este tipo de mierda últimamente—declara Axel
mientras se abre paso y recibo un abrazo de Axel. Tengo que reírme
de este enorme tonto. Cuando lo hago, se vuelve hacia la multitud y
grita en voz alta—. ¿Veis? Ya la arreglé.
—¿Qué está pasando?—pregunta Craig mientras empuja a su yo
somnoliento a través de los adultos.
Todo el mundo se congela por un momento sin saber qué decir.
—Sí, ¿qué está pasando?—dice Pooh mientras atraviesa la puerta
principal. Sus ojos encuentran los míos y simplemente me mira
fijamente. Parece exhausto, pero no tiene esposas, así que lo aceptaré
cualquier día.
—Es domingo, eso significa que hay todo tipo de desayuno buffet
en la ciudad. Vinimos a ver si te gustaría ir con todos nosotros—dice
Chubs mientras le sonríe a Craig.
—¡Mierda, sí!—grita Craig mientras se abre paso entre las
personas y regresa a su habitación.
Pooh llega a mí y estoy envuelta en sus fuertes y cálidos brazos.
Le devuelvo el abrazo y apoyo la cabeza contra su pecho disfrutando
del sonido de los latidos de su corazón. Estoy agradecida de tenerlo
de regreso en casa con nosotros.
—Llevaremos a Craig a comer con nosotros y les daremos algo de
tiempo para hablar—dice Chubs.
—Podría comer. Después de todo, estamos teniendo un bebé.
Bailey y yo iremos —agrega Axel.
—Pueden ir todos y nos veremos más tarde para discutir todo. Es
domingo y Ava planea almorzar pizza casera y una cerveza nueva
que ha estado preparando para la casa club alrededor de las tres.
Tammy, Trigger y yo nos quedaremos aquí y planificaremos lo que
va a suceder a continuación con Pooh y Pippa—afirma Gunner.
Pooh recibe abrazos y palmadas en la espalda mientras todos
salen de la casa. Craig regresa corriendo de la habitación, mirando
salvajemente a su alrededor, hasta que ve a Chubs y a Lucy.
—¡Maldita sea! ¡Pensé que me habían olvidado!—declara.
—Nunca va a suceder, Craig. Vamos, hombrecito. Estas personas
no tienen hambre, pero yo sí. Hay una estrategia para comer en un
buffet y te la explicaré en el camino—dice Chubs mientras lleva a
Craig y a Lucy a la puerta. Veo que Craig hace un medio saludo
antes de que la puerta se cierre detrás de ellos.
Pooh y yo caminamos hacia la mesa y tomamos asiento con
Tammy, mientras Gunner y Trigger agarran la cafetera y las tazas.
Cuando todos tienen una taza llena frente a ellos, les pregunto:
—¿Qué pasó? ¿Qué sabemos ahora? ¿Ya te han dado el visto
bueno?
—¿No deberías estar preguntando si lo hice, Pips?—pregunta
Pooh en voz baja. La expresión de su rostro es seria y no me gusta.
—¿Por qué te preguntaría si hiciste algo que ya sé que nunca
harías? ¿Eh? ¿Por qué?
—Solo quiero saber dónde están tus pensamientos, nena.
—Mis pensamientos están en ¿por qué haría esto ella? ¿Alguien
está obligándola a hacerlo? ¿Es tan perra para acusarlo de un crimen
tan atroz? Mis pensamientos están dispersos y rebotando sobre cosas
como esas. Pero son sólidos en mi creencia y confían en ti como
persona, hombre, mi hombre, y como miembro de este club. Nunca
cuestiones eso, Pooh. No es necesario que me preguntes dónde está
mi lealtad cuando se trata de ti, cariño—contesto tan tranquila y
sinceramente como él.
—Pippa casi me arranca la cabeza anoche cuando le dije que eras
inocente de esta mierda. Entonces, créeme, ella sabe la verdad, Pooh.
Siempre ha sabido cuál es su posición y es apoyándote—agrega
Trigger—. Nunca vaciló, ni dudó, ni por un momento.
Pooh se inclina y reclama brevemente mi boca antes de decirnos
lo que sabe hasta ahora.
—Peaches, aparentemente, ha comenzado a hacer engaños desde
que fue expulsada del club. Ella baila a tiempo parcial en un
desagradable local de striptease en Denver y se ha ganado un
proxeneta. Estaba golpeada, maltratada y magullada, cuando ambos
aparecieron en la comisaría para presentar el informe. El detective
admitió que tiene algunas dudas sobre su historia. Y no por sus
elecciones de estilo de vida, sino porque cambió algunas partes
cuando él comenzó a interrogarla más a fondo.
—Sé que Axel le entregó a la abogada los horarios de trabajo y
capacitación esta mañana temprano. ¿Dijo si eso ayudaría a probar
tu paradero? —pregunta Gunner.
—Sí, pero ella no los recibió hasta que me soltaron. Dijo que los
revisaría y escribiría los nombres de las personas a las que estaba
entrenando esa noche y se los entregaría al detective. Pero ella le
contó sobre nuestro sistema de seguridad en el gimnasio. Le di el
nombre y el número de Rex para que pudiera llamarlo y concertar
una cita para reunirse allí hoy.
—Así que todas éstas son buenas noticias, ¿verdad?—pregunta
Tammy.
—Sí, lo son. Debería aclararse en uno o dos días. Con suerte,
Peaches no intentará cambiar la fecha del ataque solo para empeorar
las cosas. Aunque su credibilidad se vería afectada si lo hiciera—nos
dice Pooh.
—¿Quién la golpeó y la violó?—pregunto en voz alta.
—No tengo idea y odio decir esto, pero en este momento, no me
importa. Quizás lo haga mañana, pero ahora no—declara Gunner.
Asiento con la cabeza en comprensión porque también estoy
odiando a Peaches en este momento.
Capítulo 41
Pooh

Tomó unos días, pero fui absuelto de todos los cargos. Según el
detective, la historia de Peaches se vino abajo cuando la confrontó
con mi irrefutable coartada. Ella le admitió que su proxeneta pensó
que lo estaba engañando y guardándose el dinero. Dijo que había
conocido a alguien y que le agradaba y que era con quien estaba
cuando el chulo la acusó de cambiarlo. Ella entró en pánico y le dijo
que había sido violada. Cuando la presionó para que le diera más
detalles, soltó mi nombre para apaciguarlo. Pensó que él se echaría
atrás sabiendo que estaba en un MC, pero en cambio él insistió en
que lo denunciara. En el pasado habíamos tenido un enfrentamiento
o dos con este proxeneta por llevar chicas a nuestro territorio. No me
conoce personalmente pero conoce al club. Cuando Peaches se negó,
la abofeteó hasta que estuvo de acuerdo. Lo que explica los
moretones y el informe en el que me nombra.
Han pasado varias semanas desde que todo ocurrió y la vida ha
sido tranquila y fácil desde entonces. Vivir con Pippa y Craig es tan
bueno como sabía que podría serlo. Craig se ha convertido en mi
sombra y en la sombra de Trigger y es raro que no tenga a uno de
nosotros a la vista. Nada me gusta más en este mundo que entrar a
nuestra casa y escuchar sus risitas y ver la cara de Pippa. No importa
lo que haya pasado ese día, esas dos cosas calman mi mente y mi
alma.

Ava, Pippa, Craig y yo estamos hoy en el rescate de animales.


Gunner sigue enviándome mensajes de texto pidiéndome que no
deje que Ava traiga otra mascota a casa. Siempre me río de su culo
maricón y me divierte mucho enviarle fotos de Ava sosteniendo o
acariciando a varios animales. El hombre está viviendo con miedo en
este momento y una parte oscura de mi corazón está amando esa
mierda.
El rescate se extiende a lo largo de varias hectáreas y Craig
deambula observando a todos y cada uno de los animales. Su sonrisa
es tan amplia que ya debe doler. Puedo verlo parado en la entrada
de un pequeño refugio tipo granero hablando con alguien adentro.
Puedo oír a las mujeres arrullar y charlar con todos los animales.
¿Yo? No me importa lo que elija, siempre que lo haga sonreír y no se
lo coma. Eso es importante de notar.
Observo como Craig vuelve corriendo hacia mí y se detiene. Él
sonríe con picardía y esa debería haber sido mi primera advertencia.
—¿Te importa qué animal elijo, Pooh?
—Sin reptiles. Sabes lo que siente Pippa por ellos. Pero aparte de
eso, puedes elegir el que más te guste, amigo .
—¿Promesa?
—Es tu mascota, así que es tu elección, Craig.
Salta un par de veces y luego toma mi mano y comienza a
arrastrarme hacia el pequeño refugio del que acaba de venir. Está tan
emocionado que puedo sentirlo vibrar. Entramos y veo a un
voluntario parado cerca de una pequeña valla de madera maciza en
la parte de atrás.
—Por aquí, Pooh. ¡Elegí a mi mascota! ¡Realmente, realmente lo
quiero! ¡Y lo prometiste!

—¿Por qué diablos le dejaste elegir eso?—exclama Pippa—. ¿Eso


es siquiera considerado una mascota?
—Le prometimos que podía elegir lo que quisiera y no voy a
incumplir mi palabra. Sabe cómo cuidarlo y está contento con su
elección. Dios, Pippa, si hubieras visto su rostro cuando se soltó y se
dirigió directamente hacia él y solo hacia él. Tú también te habrías
rendido, mujer. ¡No soy blando y no soy fácil de convencer, así que
borren esa mirada de sus caras, las dos!
Ava resopla y Pippa suspira. El punto va para Craig. Hemos sido
engañados por un niño de cuatro años, pero tengo que admitir que
ver su rostro iluminarse vale la pena. Los adultos le han roto
demasiadas promesas y no me uniré a esa lista. Aunque sé la mierda
que voy a recibir de mis hermanos del club.
Cuando llegamos a la entrada de la casa club, Craig pregunta si
podemos parar en la casa club para que pueda mostrarles a su
mascota. Estoy totalmente de acuerdo y no me perdería esta mierda
por nada del mundo. Ava y Pippa rápidamente están de acuerdo,
con risitas, así que sé que están pensando en lo mismo que yo.
Al entrar en la casa club detrás de Craig, miro a mi alrededor y
veo a la mayoría del club descansando, bebiendo y viendo un
partido de béisbol en la televisión. Trigger nos ve primero y
comienza a caminar en nuestra dirección cuando Craig coloca el
transportador de mascotas en el suelo y abre la puerta. El pequeño
Bart camina como un pato y solo toma un momento antes de que
reine el caos en la casa club de los Devil's Angels.
Verás, el pequeño Bart es una mofeta. Una mascota amigable y
domesticada por alguien que ya no lo quería, pero de la que un niño
se enamoró instantáneamente. Pero, ¿por qué decirles a los hombres
esa mascota está domesticada cuando estoy disfrutando muchísimo
de verlos caer sobre sus culos tratando de escapar? Incluso Loki echó
un vistazo y salió disparado hacia la puerta trasera, con el rabo entre
las piernas. Las risitas de Craig podrían haberse escuchado a un
kilómetro de distancia.
Me estoy riendo de lo rápido que puede moverse Trigger cuando
está lo suficientemente motivado y ahí es cuando veo a Axel,
profundamente dormido en un sofá, con la cabeza en el regazo de
Bailey. Ella está sonriendo de oreja a oreja y sé que sabe lo que va a
pasar.
Craig toma a Bart y lo abraza cerca y le señalo la forma dormida
de Axel. Él sonríe y se acerca al sofá mientras Bailey se desliza con
cuidado por debajo de las piernas de Axel. Se toma un momento
para acariciar a Bart y después se mueve a una posición más segura
a nuestro lado y fuera de la vista de Axel. Craig coloca suavemente a
Bart en el sofá cerca de Axel y se lanza a nuestro lado. Mientras
esperamos pacientemente, Gunner se acerca a nosotros y se ríe.
Sacude la cabeza, abraza a su esposa y se prepara para pasar buenos
momentos.
Bart se sube a los muslos de Axel y después procede a caminar
hasta su cara. Craig se cubre la boca con ambas manos para no
arruinar este momento. Ava y yo sacamos nuestros teléfonos y
estamos filmando cuando Bart toca la nariz de Axel con la suya. Axel
se contrae pero permanece dormido. Bart repite la acción, y aunque
no puedo ver los ojos de Axel desde este ángulo, puedo ver que todo
su cuerpo se tensa.
—Oh, Dios mío. Esto no puede ser real. No, no, no, no, no—dice
Axel en voz baja, probablemente para no asustar a su nuevo amigo.
No mueve un músculo, ni siquiera un tic—. Un mal sueño, un mal
sueño. Eso es todo esto. Un mal sueño.
—¿Alguien aquí? Chicos ¿Bailey? ¿Papá? ¿Nadie? ¡Qué carajo!
¿Dónde están los hombres? Alguien por favor, jodidamente por
favor, que ayude a un hermano—continúa con la voz más suave que
jamás haya escuchado salir de su boca.
En este punto, Mac pasa a nuestro lado y revolotea hasta el
respaldo del sofá. Estoy seguro de que Axel ensució sus bóxers
pensando que los rápidos movimientos de Mac lo iban a llevar ida y
vuelta al infierno.
—Hola, Assman. ¿Qué pasa?—chilla Mac muy fuerte y estoy
seguro de que fue a propósito.
—Mac. Mantente realmente muy callado, amigo. ¿De acuerdo?
Sin movimientos rápidos, sin ruidos fuertes o lo asustarás y a ambos
seremos rociados—susurra Axel.
—Los pájaros no pueden oler. ¡Rocía! —chilla Mac y esta vez
puedo ver a Axel encogerse visiblemente. Bart camina en círculo
sobre el pecho de Axel y se acomoda para una siesta con el lado
malo más cerca de la cara de Axel.
—Mac, amigo, te lo ruego. Por favor. Te compraré nueces hasta
que esté en bancarrota si vas a buscar a alguien. Ava. Busca a Ava.
Ella es buena con los animales. Sabrá qué hacer. Loki también. Por
favor, Mac.
En este punto, Craig se desliza lentamente hacia abajo hasta que
su trasero está en el suelo y todo su cuerpo está temblando, pero no
hace ningún sonido. Miro para ver a Trigger y Tammy en la puerta
mirándome, pero cuando ven la situación de Axel, esos ceños
fruncidos se ponen patas arriba rápidamente.
—Loki huyó—le informa Mac a Axel alegremente.
—¿Loki huyó? Santas bolas de mierda. Dios me odia. Primero mi
nombre y ahora una mofeta. ¡Qué carajo! Escucha, Mac. Somos
amigos. Necesito…
—¿Buenos amigos?
—Sí, maldición buenos amigos, Mac. Ahora…
—¿Los mejores amigos?
—Mac. Te juro…
Mac comienza a silbar Star Spangles Banner mientras camina
arriba y abajo del respaldo del sofá batiendo sus alas.
—Está bien, está bien, está bien. Los mejores amigos. Por favor,
por todo lo sagrado, cállate—le grita Axel a Mac. Bart se mueve un
poco y estoy seguro ahora que Axel puede necesitar un cambio de
pañal.
Después de otro momento de ver la angustia de Axel y
amándolo, ayudo a Craig a ponerse de pie y lo envío en la dirección
de Axel para que ponga fin a su tortura. Cuando Bailey ve esto,
intenta agarrar a Craig pero falla. Ahora es ella la que me está
fulminando con la mirada. Supongo que no debería haber arruinado
la diversión de una mujer embarazada.
—Hola, Axel—dice Craig con indiferencia mientras se detiene
junto al sofá.
—¡Craig! Mierda, chico, no te muevas y no hagas otro sonido.
Esta cosa es una mofeta y tiene la capacidad de acabar con toda la
habitación. Por favor, hombrecito, ve a buscar a Ava. ¿De acuerdo?—
suplica Axel en un susurro nervioso.
—Está bien, puedo hacer eso—dice Craig al mismo tiempo que
levanta a Bart y se va. Axel no se mueve durante unos segundos
antes de saltar del sofá y sus ojos salvajes aterrizan en nosotros.
Después de mirarnos por un momento en silencio, Axel dice con
mucha calma:
—Ni siquiera sé a cuál de vosotros voy a matar primero.
—Te amo, bebe—afirma Bailey y arruina el sentimiento cuando lo
pierde y comienza a reírse a carcajadas.
Eso nos deja al resto de nosotros mientras Axel permanece en
silencio, mirando a nuestro grupo. Finalmente dirige su atención a
Craig y Bart sentados en un sillón reclinable y deja caer su barbilla
en el pecho por un momento antes de levantarla de nuevo hacia
Craig.
—¿Tu nueva mascota, Craig? ¿En serio? ¿Elegiste una mofeta?
¿Quién diablos elige una mofeta como mascota? —grita Axel.
—Ava eligió un cerdo, yo elegí una mofeta y Bailey te eligió a ti.
Una mascota es una mascota—responde Craig con una sonrisa.
—¡Soy un hombre! ¡No soy una mascota! ¡Ni una mofeta!
¡Aprende la diferencia!
—Lo mismo—responde Craig.
—Solo soy una broma para todos, ¿no? —grita Axel a la
habitación—. Hijos de puta. Ahora me voy a casa a cambiarme los
bóxers. Bailey, ríe ahora cariño, ¡pero no te reirás más adelante
cuando te diga que no y te niegue todas mis cosas!

Bart se instala en su nuevo hogar sin problemas. Tengo que


admitir que es la mascota perfecta. Es silencioso, limpio y usa la caja
de arena sin problemas. Nunca pensé que las mofetas fueran tan
tiernas. Le encanta acurrucarse con cualquiera de nosotros, pero
Craig es un claro favorito. Duermen juntos y juegan junto con Mac y
Gee. Loki todavía mantiene una distancia considerable entre él y
Bart. Algunos de los muchachos todavía están nerviosos por él, pero
la mayoría se ha recuperado.

Estoy en el garaje trabajando en mi moto cuando escucho la voz


de Pippa y es fuerte. Preocupado, camino hacia la parte trasera de la
casa para ver a Craig, en la terraza, orinando y a Pippa cerca de la
puerta.
—¿Qué diablos, Craig? ¡Tenemos un baño a menos de treinta
pasos! ¿Por qué saliste a orinar?
Craig se toma un momento para terminar antes de subirse los
pantalones y luego volverse hacia Pippa.
—Axel mea afuera todo el tiempo. Le pregunté por qué y dijo que
todos los hombres lo hacen. Así es como nuestras pollas se hacen
más grandes. El sol lo hace. Como ocurre con las plantas. —Después
de educar casualmente a Pippa sobre ese tema, Craig vuelve a
entrar.
Los ojos de Pippa giran en mi dirección cuando me río y ella
levanta las manos en señal de derrota.
—¿Por qué, por el amor de Dios, elegiste la parcela junto a la de
Axel para construir?
—Porque soy muy entretenido—nos grita Axel.
Nuestras cabezas miran en su dirección para encontrarlo de pie
en su terraza orinando sobre la barandilla. Probablemente debería
haber mirado las otras parcelas antes de decidirme por ésta.
Capítulo 42
Pippa

La vida es buena. Craig está creciendo y Pooh y yo estamos más


fuertes que nunca como pareja. Tammy y Trigger han fijado la fecha
de su boda y estaremos únicamente ellos y nosotros en el juzgado
después habrá una gran fiesta en la casa club. Ava, con la ayuda del
resto de nosotras, está haciendo la comida y también hará su tarta de
bodas.
New Horizons también está mejor que nunca. Con la ayuda de
los miembros del club, se ha renovado casi por completo y ahora
podemos ayudar a más mujeres y niños necesitados. Lucy es la
mejor voluntaria de todos los tiempos y pasa mucho tiempo allí, lo
que significa que Chubs también. Es uno de los favoritos de todas las
mujeres que van y vienen de New Horizons. Él, probablemente sin
darse cuenta, les muestra un lado de los hombres que la mayoría de
ellas no sabían que existía. Es tranquilo, jovial, cariñoso con Lucy y
siempre está dispuesto a acompañar a las mujeres a la corte o donde
sea que tengan miedo de ir. Es esa manta de seguridad que necesitan
hasta que recuperen su confianza. Más de unas pocas me han dicho
que buscarán las características de Chubs en cualquier hombre con el
que salgan de ahora en adelante. Ha establecido un estándar muy
alto para los hombres y ni siquiera sabe que lo ha hecho.

Ha llegado un clima más frío y Pooh y yo tenemos menos


oportunidades de montar en moto. Como mi coche es un poco
pequeño y Pooh no cree que sea lo suficientemente seguro para
Craig y para mí, ha insistido en que compremos una camioneta. Lo
hicimos ayer y me encanta mi nuevo vehículo. Es más grande, más
seguro, tiene tracción en las cuatro ruedas y, para Craig, los
reproductores de DVD integrados en el asiento trasero son la mejor
opción.

La oficial Kantola llamó hace una semana para informarnos que


Becky Wilson, la mujer que me disparó, fue encontrada muerta en
un aparente suicidio. Nunca encontró dónde estaban los niños y
finalmente debió haberse rendido. Creen que su plan original era
matar a Anne, a los niños y a ella en una situación de asesinato /
suicidio. Triste plan para todos los involucrados, pero ella ya no es
una amenaza para nadie.
Bailey está enorme ahora y parirá en unas pocas semanas. Todo
el mundo está preocupado por cómo va a estar Axel cuando entre en
trabajo de parto, por cómo fueron las cosas cuando lo hizo Ava, pero
Axel está tan tranquilo y confiado como puede estarlo.
Constantemente nos dice que lo tiene controlado. Bailey pone los
ojos en blanco y ha hecho planes en silencio en caso de que Axel
pierda la cabeza y su mierda cuando llegue el momento. Por alguna
razón, creo que Axel tiene esto y será genial cuando sea el momento.
Estamos todos reunidos hoy en la casa club para el baby shower de
Bailey. Todos los niños del club y las mascotas están aquí. Loki está
sentado en el rincón más alejado de Bart que puede encontrar. Mia y
Zoe están caminando ahora y mantienen a Ava y Gunner alerta.
Bella es increíble con ellas y con Craig. Y Craig ha asumido un papel
tipo hermano mayor con las gemelas. Claramente ellas lo adoran a él
y a Bart, y se acercan a él siempre que pueden. Craig ha comenzado
a llamar a Bella su hermana mayor y a las gemelas sus hermanitas. A
nadie parece importarle en lo más mínimo que Craig haya
reclamado a todas como miembros de su familia. De hecho, la
mayoría lo ha animado a hacerlo.
Los hombres son parte del shower de hoy porque Axel insistió en
que debido a que hizo “todo el trabajo” para embarazar a Bailey, la
fiesta debería incluirlo también. Cedimos y colocamos su trasero en
una silla tipo trono a juego con el de Bailey. Su sonrisa no podía ser
más grande. Si bien es un tonto hasta el extremo, su amor por Bailey
no conoce límites. Está claro como el día lo que piensa de ella y yo
sé, sin lugar a dudas, cuánto le va a encantar ser padre. Su bebé no
conocerá nada más que amor y seguridad.
Mientras jugaba a los juegos de baby shower, Axel pateó el trasero
de todos con la rapidez con que cambió el pañal a la muñeca. Incluso
Gunner quedó atónito. El pañal de la muñeca de Vex terminó
envuelto solo alrededor de una pierna y rápidamente se cayó. Fue
cuando Vex estaba explicando cómo no vestía las cosas, solo las
desvestía, cuando Rex se agachó junto a mi silla. Al mirarlo a la cara,
supe que algo malo estaba a punto de suceder.
—Necesito que tú y Pooh salgan conmigo.
Al instante me temblaron las piernas, pero me paré y seguí a
Pooh y Rex hacia la puerta. Al detenerme, me inclino hacia Pooh y
envuelvo mis brazos alrededor de su cintura y espero lo que sea que
esté a punto de arruinar nuestra felicidad. Siento movimiento detrás
de nosotros y miro hacia atrás para ver a Gunner, Trigger y Tammy
allí. A nuestras espaldas, justo donde siempre estarán, pase lo que
pase.
—¿Sabes que tuve algunas citas con esa trabajadora social de
CPS? Eso no importa, supongo, pero como ella me conoce y conoce
tu situación con Craig, acaba de llamar. Katrena estaba en su oficina
y quiere ver a Craig. Está haciendo un gran escándalo por eso. Ella
mencionó tu solicitud de adopción, por lo que sabe que está tratando
de adoptarlo.
—Oh, Dios. No. Por favor no—digo en voz baja—. ¡Estamos tan
cerca y él lo está haciendo tan bien!
—¡Esto es una mierda! ¿Abandonó a su hijo y ahora cree que
tiene derecho a verlo? ¿Para qué? ¿Para abandonarlo de nuevo?
¿Para meterse con su vida? —explota Trigger.
El brazo de Pooh se aprieta alrededor de mis hombros y apoyo
más mi peso corporal en su fuerza. Tengo miedo y me cala los
huesos. ¿Puede ella, como madre biológica, apartarlo de mí?
¿Considera el estado sus derechos sobre el bienestar del niño? Sus
derechos como madre fueron revocados, pero todavía estoy asustada
por este giro de los acontecimientos.
—No dijo exactamente por qué quiere verlo a él y a ti, Pippa.
Espero que no te importe, pero antes de ir a buscarlo, llamé a su
abogado de New Horizons. No cree que Katrena tenga una pierna en
la que pararse, pero quiere que la llames. Dijo que sería mejor
reunirse con Katrena, con tu abogado presente, y averiguar lo que
quiere antes de que los tribunales tengan que intervenir y tomar
decisiones difíciles. Si lo haces, muestras que solo deseas lo mejor
para Craig, no solo para ti. Por favor, cariño, llama a tu abogado—
dice Rex.
Tammy se me acerca y coloca su mano en mi cadera. Hacemos
contacto visual y puedo ver la tranquila determinación en ella.
—Llama a tu abogado y luego haremos planes, niña. Aquí tienes
mucho apoyo, al igual que Craig, pero necesitamos saber qué quiere
antes de que podamos planificar nuestra estrategia. Puede que nos
preocupemos por nada. No podemos poner el caballo delante del
carro. Un paso a la vez, Pips. Al igual que lo hemos hecho con todo
lo demás que la vida nos ha lanzado, paso a paso y juntas. Vamos a
hacer esa llamada.
Nuestro grupo entra silenciosamente a la oficina de Gunner y
hago la llamada. Nuestro abogado toma la decisión de comunicarse
con los servicios de protección infantil y concertar una reunión con
Katrena, Pooh y conmigo. No vamos a exponerle a Craig hasta que
sepamos por qué quiere verlo. Craig estará con Trigger y Tammy
durante nuestra reunión. No sabremos cuándo será la reunión, en un
día o dos. La espera va a ser una mierda, pero no hay forma de
evitarlo.

La cita estaba fijada para el martes a las nueve de la mañana y ese


día ha llegado. Todo el mundo está entre alfileres y agujas, pero
tratando de ocultárselo a Craig. Estoy segura de que no lo logramos
por completo porque nos ha estado mirando de forma divertida y se
ha vuelto muy apegado a Pooh y a mí. Me rompe el corazón saber
que esto podría terminar lastimándolo.
Al entrar en la oficina de CPS, veo a Katrena al instante. Se ve
exactamente como se espera que se vea una adicta. Delgada, cabello
y ropa raídos, mirada desesperada en los ojos. Cuando nos ve a Pooh
y a mí, sonríe un poco y baja la cabeza. Nos llevan a todos a una sala
de conferencias y nos sentamos en el lado opuesto de la mesa de
Katrena y la trabajadora social. Me siento entre Pooh y nuestro
abogado.
—Quiero ver a mi hijo.
—¿Por qué? No lo querías antes y ahora lo está haciendo muy
bien, Katrena. Verlo podría hacerlo retroceder kilómetros.
Simplemente no quiero verlo herido innecesariamente—respondo a
su afirmación en voz baja.
—Entiendo que no soy material de madre. Sé que está mucho
mejor contigo. No estoy aquí para intentar quitártelo, Pippa. Quiero
que sepas eso. Solo quiero verlo una vez más para decirle adiós antes
de que se te otorgue su adopción.
Siento que el aliento abandona mi cuerpo y me desplomo un
poco aliviada. Tenía tanto miedo de que ella luchara contra la
adopción y arrastrara a Craig a través del infierno.
—Sin embargo, ¿cuánto daño le haría esta reunión a Craig? Lo
está haciendo muy bien, está progresando y es un niño feliz ahora.
¿Esto lo retrasará? ¿Traerá de vuelta las pesadillas? —dice Pooh
dirigiendo sus preguntas a la trabajadora social.
—Estaría dispuesta a tener una conversación con su terapeuta, y
tal vez juntas, ella y yo podamos sentarnos con Craig para evaluar
dónde está mentalmente con respecto a su madre. No estoy más
dispuesta a amenazar su bienestar que vosotros dos. Si mentalmente
no está en un lugar en el que yo y su terapeuta pensemos que podría
manejar una reunión con su madre, seré la primera en oponerme a
esta idea —responde ella con firmeza.
Pooh me mira y asiente con la cabeza. Permitiremos que los dos
consejeros hablen con Craig primero y conozcan sus pensamientos
antes de proceder con la solicitud de Katrena. Con todos los ojos
puestos en ella, Katrena lentamente asiente con la cabeza de acuerdo
con el plan.

—Ese es un pequeño hombre feliz e inteligente. Él aparentemente


los ama a los dos hasta la muerte y ama el lugar donde vive y su
vida ahora. Después de hablar con él, debo admitir que me
encantaría conocer a Axel y Chubs. Suenan interesantes, por decir lo
mínimo—nos dice la trabajadora social con una sonrisa—. Su
terapeuta y yo estamos seguras de que Craig no tendrá problemas
de larga data al tener contacto con Katrena. Puede que esté un poco
molesto durante unos días, solo porque es un gran problema, pero
creo que puede manejarlo. Mi sugerencia es permitirles que se
reúnan, con los dos presentes, lograr que ella firme la adopción y
continuar amando a este niño que han aceptado en sus vidas.
—Gracias. Muchas gracias. ¿Cómo le contamos a Craig sobre esta
reunión? ¿Cómo lo planteamos?—pregunto.
—No hagas una gran cosa. Sé casual y confiada porque él se
alimentará de tus emociones. Díganle que a Katrena le gustaría verlo
unos minutos. Aseguradle que también estaréis allí. Los dos se han
convertido en su sistema de apoyo y él necesita saber que no está
haciendo esto solo. En realidad, esto puede ser algo bueno para él.
Puede que necesite el cierre tanto como Katrena. Lo más probable es
que necesite saber que su lugar contigo ya no es tentativo, sino
sólido y permanente.

Estamos de vuelta en la oficina de los trabajadores sociales y hoy


es el día. Craig se tomó la noticia bastante bien, pero estuvo un poco
más tranquilo el día que le contamos sobre la próxima reunión.
Pooh, yo, Tammy, Trigger y todos los demás mantuvimos el
ambiente alegre y divertido los últimos días para que no pensara
que ninguno de nosotros está preocupado. Si bien quería sentarme y
abrazarlo cada minuto, me obligué a no tratarlo de manera diferente
a cualquier otro día.
Después de contarle a Craig la noticia de haber visto a Katrena, la
única señal externa de que podría estar asustado fue cuando habló
con Trigger. Le preguntó a Trigger que si Katrena intentaba
retenerlo, podría ayudar a Pooh a recuperarlo. Dijo que necesitaba
esa promesa porque Pips lo necesitaba con ella. Se me llenaron los
ojos de lágrimas cuando escuché esto y Trigger admitió que le hizo
lo mismo a él.
Mientras esperamos a que llegue Katrena, Craig comienza a reír.
Lo miro y veo que está mirando por la ventana de la sala de
conferencias del segundo piso en la que estamos. Pooh y yo nos
levantamos y caminamos hacia la ventana para ver a varios
miembros del club apoyados en sus coches y camionetas. La familia
de Craig está aquí para apoyarlo. Ava, Trudy y Bailey sostienen un
cartel escrito a mano que dice: ¡Te amo, Craig! Y Chubs tiene una
caja de pizza y una bolsa de tacos en sus manos mientras le sonríe.
—Va a tener un futuro increíble—nos dice la trabajadora social en
voz baja a Pooh y a mí cuando se detiene junto a nosotros y mira
hacia la calle.
—Sí, lo tendré—dice Craig—. Tengo la mejor familia de la
historia. —¡Y la mejor audiencia de la historia!
La reunión con Katrena y Craig fue excepcionalmente buena y no
mostró signos de agitación o ansiedad. Estaba tan orgullosa de el. Es
un niño excepcional y yo soy la afortunada por tener la oportunidad
de tenerlo en mi vida. Al mirar a Pooh, veo los mismos
pensamientos en su rostro y en sus ojos. Al final de la reunión, Craig
demostró a todos lo genial que es un niño.
—Espero que no me odies demasiado, Craig. Simplemente no
estaba preparada para las responsabilidades de ser madre. Todavía
no lo estoy—le dice Katrena.
—No te odio. Está bien. Pippa estaba lista para ser madre y es
increíble en eso. Me entregaste a ella y eso te hace bastante
inteligente. ¿Quizás está bien si Pippa es mi madre y tú eres mi
amiga? Pooh dice que un hombre nunca puede tener demasiados
amigos y que es importante tenerlos. Eso te hace importante para mí.
Con lágrimas en los ojos, Katrena le da a Craig un breve abrazo y
luego uno a mí con un susurro de agradecimiento. Se marcha de la
oficina, sin mirar atrás, y este capítulo de nuestras vidas ya está
cerrado.
Epílogo
Pooh

Unos meses después

—¿Sabes qué día es hoy, hombrecito?—le pregunto a Craig


mientras le preparo panqueques de Mickey Mouse y Donald Duck.
—Sí.
—¿Sabes lo importante que es?
—Sí.
—¿Estás nervioso por estar hoy en una sala de audiencia?
—Nop.
Miro por encima del hombro para encontrar a Craig alimentando
a Bart, que está parado en la encimera, un pedazo de cereal a la vez.
El chico y la mofeta son inseparables. Craig tiene un monopatín en el
que se para con un pie mientras empuja con el otro y Bart se está
acostumbrando a pararse detrás de Craig. Lindo como el infierno
observar a Gee en skate mientras Craig y Bart dan vueltas a su
alrededor.
—Está bien, creo que estoy lista. ¿Están listos, chicos? Estoy lista.
Deberíamos ponernos en marcha pronto—dice Pippa mientras entra
a la cocina.
—Cariño, todavía no tenemos que irnos hasta casi dentro de dos
horas. Cálmate. Toma asiento y traeré panqueques para ti y Craig.
Bebe tu café y deja que Craig desayune. También es posible que
desee volver a comprobar lo que está usando. Aparecer en la corte
vistiendo pantalones de pijama con una blusa puede hacer que
algunas cejas se levanten. Cálmate. Hoy es solo una formalidad.
—Santa Mierda, Pips. Hoy no es gran cosa—agrega Craig su
opinión.
—¡Es una gran cosa! Hoy te conviertes legalmente en mío. ¡Eso es
enorme!—casi chilla Pippa.
—He sido tuyo desde hace meses, Pips. Hoy solo significa que
tengo que usar esta jodida ropa fea. Aunque en este momento, las
tuyas son peores que las mías—termina Craig con una risita.
—¡La boca, Craig!—espeta Pippa mientras regresa al dormitorio
para cambiarse.
—Lo que sea—responde Craig mientras se llena la boca de
panqueques.

—Entiendes que al firmar los papeles hoy, asumirás el peso y la


responsabilidad del futuro de este joven, ¿verdad?
—Sí, Su Señoría, lo entiendo y he elegido voluntariamente
hacerlo—responde Pippa con firmeza.
El juez mira fijamente a Pippa durante un par de segundos y
después gira los ojos hacia donde Craig está sentado al lado de
donde está parada Pippa.
—Pareces un joven inteligente, Craig.
—Lo soy.
—¿Estás contento con esta adopción? ¿Sabes lo que significa la
palabra adopción? —le pregunta el juez.
Craig se levanta y se acerca al lado de Pippa antes de responder.
El juez obtiene mucho más de lo que pidió, pero ese es Craig en
pocas palabras.
—Bueno, sí, sé lo que significa la palabra. Pippa y Pooh me lo
explicaron muchas veces. Sin embargo, solo necesitaba escucharlo
una vez. Soy muy inteligente y Chubs me lo dice todo el tiempo.
Chubs es mi amigo y mi maestro. Mantiene bocadillos para que
podamos encender nuestras células cerebrales cuando se cansan de
aprender. Bella y yo aprendemos nuestras cosas de la escuela de
Chubs. Ella es como mi hermana mayor y mi mejor amiga. No
entiendo por qué tengo que ponerme esta ropa tan fea solo para
decirle eso. Pippa solo me dijo que tenía que hacerlo y estaba tan
nerviosa hoy que lo hice para que se calmara. ¡Mujer! ¿Estoy en lo
cierto? De todos modos, hoy conseguiré legalmente a Pippa como mi
madre, pero eso es un poco estúpido porque ha sido mi madre desde
hace mucho tiempo.
Cuando el juez comienza a interrumpir, Craig levanta una mano
para detenerlo y continúa, para consternación de todos y diversión
del juez. Pippa deja caer la barbilla contra su pecho y acepta el hecho
de que Craig va a decir su parte.
—Cuando mi otra madre me dejó, Pippa estaba allí para
cuidarme. Tammy estaba ahí. Pooh y Trigger estaban allí. Tuve a
todo el club. ¡Me construyeron una cerca y me dejaron ayudar! Pasé
de tener un padre malo y a veces una madre, a tener una gran
familia que me escucha y me protege de cosas malas, como
pesadillas y todo eso. Me enseñan cosas interesantes y me dejan
tener una mofeta como mascota. Quiero decir, si juzga al hombre,
¿quién más haría eso? Está Loki para protegerme. Es un perro
enorme. Y Gee es uno de mis mejores amigos. Es un cerdo al que le
gusta usar ropa y puede andar en skate. Tiene una camiseta que dice
“Rompiendo corazones y tirando pedos” y eso es una mierda
graciosa. Y Mac. Es un pájaro que habla. Ya sabes, como esos Angry
Birds. Pero es divertido y le da un infierno a Axel, así que me gusta
mucho. Y Bailey está lista para estallar, lo que sea que eso signifique,
así que tendré más familia pronto. Algo relacionado con el hecho de
que los bebés están dentro de las mujeres. Realmente no entiendo
todo eso, pero mientras no esté dentro de mí, no me importa. Quiero
decir, me gustan los bebés y las gemelas son geniales, pero no quiero
uno dentro mí, amigo. ¡Ah, y tengo una abuela Tammy, un abuelo
Trigger y ahora también un abuelo Pops!
Cuando Craig finalmente se detiene, toda la sala de audiencia
está sofocando las risas y la mirada en el rostro del juez no tiene
precio. Mira a Craig por un momento, luego a Pippa y finalmente
mira a la galería donde estoy sentado con todo el club.
—Craig, la boca!—lo reprende Pippa en voz baja.
—¡Shhh, Pips! Ese juez está pensando—responde Craig no tan
tranquilamente.
—Parece que eres un niño muy feliz dónde estás y con los que
tienes en tu vida. Tienes mucha suerte, Craig—dice solemnemente el
juez.
—Bueno, amigo. Y no solo tengo a Pips como mi nueva mamá,
sino que pronto también tendré a Pooh como mi nuevo papá. Le está
pidiendo a Pips que se case con nosotros hoy. Yo puedo darle el
anillo cuando diga que sí. Ella estará tan emocionada que
probablemente usará su pijama en nuestra boda—suelta los frijoles
Craig, sin saberlo.
La sala de audiencias se queda en silencio y entonces los ojos de
Pippa se encuentran con los míos. Solo puedo negar con la cabeza y
sonreírle. Me encojo de hombros y rezo para que esto termine pronto
antes de que Craig suelte cualquier otra cosa.
—Vas a decir que sí, ¿verdad, Pips? Tienes que querer casarte con
Pooh y conmigo porque somos jodidamente geniales y de esa
manera Pooh puede adoptarme también y podemos hacer esto de
nuevo. Pero sin la ropa horrible. No voy a usar esta mierda dos
veces.
—Señorita Holbrook. ¿Quiere responder la pregunta del niño
antes de que le conceda esta adopción? Quiero decir, ¿cómo puede
decir que no a una propuesta tan perfecta?—dice el juez mientras
sonríe enormemente.
—La respuesta es sí. A Craig y a Pooh. Mi respuesta siempre será
sí a una vida con ellos—responde Pippa con lágrimas en la voz.
Fin

Continúe leyendo para obtener algo extra


- * - Chubs - * -

Trabajando en mi silla de ruedas personalizada, mi cara y mi


corazón están sonriendo. Hoy el club está celebrando una comida al
aire libre en honor a que Lucy finalmente fue dada de alta del
hospital la semana pasada. Técnicamente, me liberaron hace dos
meses, pero me he quedado al lado de Lucy todo el tiempo. Es tan
agradable estar finalmente en casa y con mi chica, los dos vivos y
sanando.
Miro por encima del hombro y veo a Lucy, sonriendo, en un
remolque acolchado que es arrastrado detrás de mi silla de ruedas.
Trigger, un hermano mío del club, hizo el tráiler para Lucy, para que
ella y yo podamos movernos por el recinto del club. Trigger, junto
con los otros hermanos, también personalizó mi silla de ruedas
motorizada colocando manubrios brazos de simio y tubos de escape,
junto con un trabajo de pintura personalizado, cortesía de Bailey. Es
genial como el infierno. El hecho de que mis hermanos hicieran esto
por mí y por Lucy hace que todo sea mucho más genial.
Últimamente, el Devil's Angels MC, mi club, lo ha pasado mal,
pero las cosas están mejorando. Primero Ava, y luego Bailey,
estuvieron en peligro y el club intervino para mantenerlas a salvo.
Son las mujeres de mi presidente y vicepresidente y ambas son
fuertes, independientes y no aceptan mierdas. Me cuentan como uno
de sus amigos y eso es un honor en lo que a mí respecta.
Bailey es quien trajo a Lucy a mi vida, nos conocimos a través de
ella y nos ha animado desde el principio. Somos una pareja nueva,
muy nueva en realidad, ya que la mayor parte del tiempo que
pasamos juntos la hemos pasado en un hospital. Pero, en cierto
modo, eso fue una bendición, porque hemos pasado mucho tiempo
conociéndonos. Siento que la conozco desde siempre y ella sabe más
de mí que nadie en el mundo.
Me detengo cerca de la mesa de picnic que actualmente está
ocupada por Axel y Bailey.
—Hola, Chubs. Hola, Lucy—nos saluda Bailey, sonriendo.
Desde que salimos del hospital, Lucy y yo nos hemos quedado en
mi habitación en la casa club o en la casa de Axel y Bailey. El
apartamento sobre la pastelería tiene demasiadas escaleras para
maniobrar y también el apartamento de Lucy. A sus padres les
encantaría que nos quedáramos con ellos, y la hermana de Lucy,
Lisa, pero ninguno de los dos quiere estar en la mansión del
gobernador. Su casa de vacaciones está demasiado lejos de la casa
club para quedarse allí, así que aquí es donde estamos por ahora. Y
funciona para nosotros. Bailey está encantada de tener cerca a Lucy,
ya que son buenas amigas y me gusta estar cerca de mis hermanos
del club, de Ava y, sobre todo, de las gemelas y Bella.
—Hola—responde Lucy, todavía hablando en voz baja debido a
la herida de bala que sufrió, tratando de mantenerme a salvo. Sí, eso
es una patada en el culo. Ese hecho no hace bailar de felicidad a mi
ego masculino, pero sí demostró su lealtad hacia mí. Bailey
demostró la suyo tratando de protegernos a los dos. Como dije, amo
a estas mujeres del MC.
Bailey camina hacia Lucy y la ayuda a salir del carro y a sentarse
a la mesa. Se necesita algo de trabajo ya que Gee y Duffy estaban
apiñados con ella. Les gusta viajar en el tráiler con Lucy y no suele
ser una hazaña fácil sacar a Duffy de allí. Hoy está siendo amable y
deja que Bailey lo mueva lo suficiente para que Lucy se ponga de
pie.
Bella se acerca a mi silla y se apoya contra mí, se inclina y me da
un dulce beso en la mejilla. Dios, amo a esa niña. Ella se dirige a las
mesas de comida y sé que me traerá un plato de dulces.
Lucy y yo estamos con Bailey y Axel y todos los demás que se
detienen en nuestra mesa. Y eso es casi todo el mundo en un
momento u otro. No puedo describir lo agradable que es encajar con
la gente con la que estoy rodeado. No soy considerado el bicho raro
o el error aquí. Soy Chubs, su hermano del club, miembro de la
familia y amigo.
Sé que soy el corazón de los Devil´s Angels porque todos me
tratan de esa manera. Sin embargo, no sé qué hice para ganarme ese
nivel de respeto. Soy solo yo. El padre de Gunner solía decirme que
todos veían algo en mí que yo nunca había podido ver. Supongo que
realmente no importa porque no puedo cambiar quién soy y no
puedo cambiar su percepción de mí. ¡No es que quiera!

Varios meses después ......

—¿Chubs? ¿Chubs? ¡Adriano Zane i! ¡Brock Cooper! ¿Me estás


escuchando? Me rindo—suspira Lucy mientras comienza a
levantarse del sofá.
Finalmente me hace clic que ella ha estado hablando conmigo por
un tiempo y yo estaba en mi mundo y no la escuché. Rápidamente
agarro su muñeca y la tiro suavemente hacia abajo a mi lado y la
aprieto.
—Lo siento, Lucy. Realmente lo siento. Mi mente estaba
divagando y no te escuché, muñeca. ¿Qué estabas diciendo?
—¿Qué has estado pensando últimamente? Has estado distraído
muchas veces. ¿Pasa algo malo?
—No, no pasa nada. Solo pensando en cosas. ¿Es eso sobre lo que
intentabas preguntarme?
—No, no lo era, pero tal vez debería haber sido. ¿Qué cosas has
estado pensando? —pregunta Lucy en voz baja.
—No me gustan algunas de las cosas que han estado sucediendo
en New Horizons. Me preocupa que vaya a pasar algo realmente
malo y tú estás mucho ahí. Me encanta que quieras ayudar a esas
mujeres y niños, pero me preocupa perderte. Estuve a punto de
hacerlo una vez y no puedo dejar de pensar que todavía podría. Te
amo hasta el fin de los tiempos, Lucy.
—Sé que todavía te preocupas por mí por lo que pasó. Lo
entiendo, Chubs. Pero no podemos vivir nuestras vidas con miedo
de esa manera. Ambos tenemos una segunda oportunidad,
vivámosla.
—Tienes razón, sé que la tienes. Me esforzaré más para dejar ir
las cosas del pasado y disfrutar del presente. Y hablando del pasado,
no deberías usar mis otros nombres en absoluto, cariño. No quiero
que se convierta en un hábito y alguien lo escuche—la reprendo
suavemente. Dios, odio decir incluso ese pequeño comentario, pero
hay que recordarle que tenga cuidado. Un desliz y sería desastroso
para mí, para ella y para todos los que amamos.
—Tienes razón, lo siento, Chubs. Estaba frustrada tratando de
hablar contigo y no me escuchabas. No volverá a suceder, cariño. Lo
prometo—jura Lucy mientras se inclina para un beso rápido.
—Lo sé y gracias. ¿De qué estabas tratando de hablarme cuando
mi mente estaba en la la land? —digo en broma.
Sorprendiéndome, Lucy se desliza hasta el suelo y coloca sus
manos en mis muslos. Mirándome a los ojos, me sorprende.
—¿Quieres casarte conmigo? Estar conmigo toda vida? ¿Hacer
bebés y tener una hermosa vida juntos? ¿Ser mi Chubs para
siempre? ¿Por favor?—me susurra Lucy.
—¡Absolutamente! ¡Y sí a todo eso contigo!
Me inclino, levanto a mi mujer y la abrazo mientras camino hacia
la cama. Le demuestro mi respuesta durante toda la noche. Sí, Lucy,
yo también quiero todo eso.

Varios meses más después …….

Lucy y yo decidimos mantener nuestro compromiso en secreto


por ahora. Están sucediendo muchas cosas con Pooh y Pippa y
queremos mantenernos concentrados en ellos. No me importa
porque sé que Lucy es mía y siempre lo será. No necesito una
ceremonia para decirme eso. Nuestro compromiso es fuerte y lo ha
sido desde el principio.
Para mí fue amor total y completo a primera vista, nunca creí en
eso antes, pero después conocí a Lucy y lo supe. Supe que ella era la
única mujer que fue colocada en esta tierra solo para mí. Es extraño
cómo funciona el universo cuando lo piensas. Bailey chocó contra
Axel, tirándolo de su moto, y ese incidente hizo que se convirtieran
en pareja y que Lucy y yo nos conociéramos. Soy un firme creyente
de que la mayoría de las veces las cosas malas tienen algo bueno.
Amo a Axel como a un hermano, pero estoy muy contento de que se
cayera ese día.

Sentado en la sala de audiencias, escuchando al pequeño Craig,


mi corazón se llena de amor y orgullo. Le está diciendo al juez que él
y yo somos amigos. Sí, lo somos. Miro a mi alrededor a los rostros de
mi familia y hay muchas sonrisas y algunas lágrimas. Miro a Pippa y
puedo decir, incluso desde aquí, ella desea tanto esto que está
temblando. Está muy nerviosa pero pronto terminará y ella será,
legalmente, la madre de Craig. En lo que a mí respecta, eso lo
convierte en mi sobrino y me convierte en tío nuevamente. ¡Un título
que me encanta!

—¿Estás bien, Bails?—le pregunto después de notar lo pálido que


está su rostro en este momento.
—Chubs, cariño, ¿podrías llamar a Axel y decirle que se reúna
con nosotros en el hospital? Es la hora. En realidad, el bebé está
llegando antes , pero eso no importa, ya está en camino.
Bailey y yo estamos en la casa club mientras Axel está en el
trabajo. Ella estaba trabajando en las cuentas con Gunner en su
oficina y yo estaba consiguiendo un bocadillo. No me juzguéis, tenía
hambre. De nuevo.
—Lo llamaré, cariño. Toma asiento. ¿Le dijiste a Gunner? —le
pregunto con calma mientras la ayudo a sentarse.
—¡Shhh, Chubs! Diablos, no, no le dije. ¿Recuerdas cómo estaba
él cuando Ava se puso de parto? No quiero ver a ese hombre gigante
reducido a otro ataque de pánico. Solo tú y yo, ¿de acuerdo?
Tenemos esto bajo control. Solo llama a Axel y llévame a... ¡Oh, Dios
mío! ¿Otra ya? ¡Ayyyyy fuu fuu fuu ayyyyy! ¡Oh, joder, duele! —
dice Bailey todo eso en un susurro incluso durante la contracción.
Miro mi reloj y tomo nota para saber qué tan separadas están las
contracciones. Saco el teléfono y llamo a Pooh. Llamar a Axel podría
resultar en un perjuicio grave porque sé que va a enloquecer. Todos
los demás también saben esto, independientemente de cuántas veces
nos haya dicho lo contrario.
Pooh no contesta. Llamo a Cash.
—Hola, Chubs. ¿Qué pasa?
—Bailey está de parto. Estamos en la casa club. Quiere que Axel
nos encuentre en el hospital. La llevaré allí.
—¡Mierda! Bueno. Vex y Trigger también están aquí y Pooh está
dando una clase. Eso nos hace suficientes para manejar a Axel
cuando pierda la cabeza. Nos veremos en el hospital. Dale un beso a
Bailey y los veremos pronto. ¡Oh! Y no le digas a Gunner si puedes
evitarlo. ¡Tendría que lidiar con él junto con una mujer embarazada!
Bailey comienza a gemir y a agarrarse el estómago, está haciendo
sus técnicas de respiración y manteniendo la calma. Vuelvo a mirar
mi reloj y me doy cuenta de que hay muchas posibilidades de que
esté dando a luz a este bebé.
—Bailey, las contracciones están muy cercanas. ¿Quieres ir al
hospital o llamar a una ambulancia para que venga aquí? Me
preocupa conducir contigo y tener que dar a luz al bebé en algún
lugar del camino.
—¿Pero qué carajo? ¿Ella va a tener ese bebé? ¿Aquí? ¿Ahora?
¡Qué carajo! ¡Tenemos que llevarla al hospital! —grita Gunner y lo
hace lo suficientemente fuerte como para asustar al bebé y hacerlo
quedarse dentro por otros ocho meses.
—¡Necesito pujar! ¡Ella viene ahora, Chubs! ¡No tenemos tiempo
para ir al hospital! ¡Ayyyyy ohhhhhhhhh
miiiieeerrrrdddddaaaaaaaa!
—No pujes, cariño. Espera hasta que pueda verificar y ver si es
momento de pujar. Agárrate fuerte, te llevaré a la habitación de Axel
y todo va a estar bien—le instruyo. Hago esto con calma a pesar de
que estoy muy nervioso.
Tomo a Bailey con cuidado y mi corazón está con ella porque está
luchando con otra contracción y sé que le duele. Pero es valiente,
fuerte y haremos esto juntos. Busco a Gunner para que llame al 911 y
a Axel y descubro que está desaparecido en acción. Sin tiempo que
perder, me dirijo al pasillo que conduce a las habitaciones. La puerta
de Axel está cerrada porque esa es nuestra suerte en este momento.
Estoy luchando por aferrarme a una Bailey retorciéndose, pero al
revisar las puertas, encuentro que la de Vex está sin llave. Habría ido
a mi habitación, pero tendría que hacer que Bailey se pusiera de pie
para sacar la llave del bolsillo. Lo siento, hermano Vex, pero tu
habitación está a punto de parecer la escena de un crimen.
Quito el edredón y coloco a Bailey en la cama, apilo las
almohadas detrás de su espalda y la apoyo contra ellas y el cabecero.
Durante todo esto, ella tiene contracciones. Sin pensarlo, ayudo a
Bailey a quitarse los pantalones y las bragas, le levanto las rodillas y
veo la cabeza del bebé. ¡Llegó la hora!
—¿Qué diablos hace Vex aquí para que esta habitación apeste
tanto?—jadea Bailey entre contracciones.
—Probablemente nosotros no queremos saber eso, cariño.
Gunner atraviesa la puerta e instantáneamente nos da la espalda.
Tengo que reírme un poco, pero necesito que se calme y me consiga
las cosas que necesito. En voz baja, le digo los artículos que debe
traerme y que llame a Cash. Sale corriendo de la habitación y puedo
oír sus enormes pies tronando por el pasillo.
—Lo estás haciendo muy bien, Bailey. Puedo ver la cabeza de tu
angelito y todo se ve perfectamente bien. Es hora de seguir adelante
con tu próxima contracción. Vamos a traerla a este mundo para que
pueda conocer a su mami y a su papi. Y a su tío favorito, Chubs.
Gunner vuelve a la habitación y comienza a tirar los artículos que
necesito en la cama. Consiguió todo lo que le pedí, pero también hay
cosas al azar en esa pila. No tengo ni idea de por qué pensó que
necesitaríamos un paquete de chicle, un condón, un mouse de
computadora y un DVD porno, pero ahí están. Le da la espalda a
Bailey, pero se acerca y le toma la mano. La cubro con la sábana lo
mejor que puedo para preservar su dignidad y me pongo a trabajar.
—¿Tienes idea de qué diablos estás haciendo?—pregunta
Gunner.
—Si. Leí sobre el parto y cómo ayudar si es necesario. Quería
tener ese conocimiento por si acaso. Qué bueno que lo hice. Y será
mejor que no la arruine porque Petey y Trigger se turnarían para
matarme lentamente si algo le sucediera a Bailey—digo mientras le
guiño un ojo.
—¡Te amo hasta la muerte, Chubs!—jadea Bailey.
—Chubs ama a Bailey. Ahora puja, cariño. ¡Sigue adelante!
Seis minutos más tarde, y un posible dedo roto de Gunner, le
damos la bienvenida al mundo a la pequeña Taylor. ¡Es hermosa!
Incluso llorando a todo pulmón, es hermosa. Me enamoro
instantáneamente de nuevo cuando coloco su cuerpo retorcido sobre
el pecho de Bailey y en sus brazos.
—¡Bailey! ¡Bails! ¡Chubs! Maldición déjame entrar ¿Dónde está
Bailey? —grita Axel. Oímos esto junto con fuertes golpes en una
puerta. Aparentemente, Axel cree que lo hemos dejado fuera de su
habitación.
—Estamos en la habitación de Vex, tarado—grita Gunner.
Pongo la sábana sobre la mitad inferior de Bailey y miro hacia
arriba a tiempo para ver a Axel entrar derrapando en la habitación.
Sus ojos son salvajes y sus movimientos bruscos, pero todo cambia
cuando ve a Bailey y a su nueva bebé. Sus ojos se vuelven suaves y
húmedos y está de rodillas junto a la cama en un instante, con una
gran mano acunando la parte posterior de la cabeza de su bebé.
Les doy un minuto y después les explico qué más hay que hacer.
Bailey es un soldado y terminaremos pronto. Le doy al bebé y a
Bailey un beso a cada una, un abrazo de hombre a Axel y los dejo en
paz. Todos se han reunido para conocer al bebé y las mujeres se
están encargando de limpiar a la niña, a Bailey y la habitación. Los
paramédicos han llegado, así que estoy fuera de servicio.
—¿Usaste mi habitación? En serio? ¡Pero qué carajo! —ladra Vex
—. Tengo que empezar a cerrar esa puta puerta.

—¡Hola, Chubs! ¿Qué le estás haciendo a tu moto?—pregunta


Craig y se pone en cuclillas a mi lado mientras estoy sentado en el
suelo junto a mi moto.
—Poniéndola a punto, hombrecito. ¿Quieres ayudar?
—¡Seguro! ¿Qué puedo hacer?
—En mi alforja, hay una pequeña caja de herramientas de metal.
Es verde. ¿Me la puede alcanzar, por favor?
—Sí—responde Craig mientras se pone de pie y abre la alforja—.
Aquí la tienes.
—Gracias, amigo
—¿Chubs?
—¿Sí, Craig?
—¿Por qué tienes tantos rollos de cinta adhesiva, pintura en
aerosol y paquetes de súper pegamento en tus alforjas? ¿Para qué
usas todo eso?
Fin
CONO del SILENCIO
Traducción

Colmillo
Corrección

La 99
Edición

El Jefe
Diseño

Max
Notas
[←1]
Build-A-Bear Workshop, Inc. es un minorista estadounidense
con sede en Overland, Missouri, que vende ositos de peluche y
otros animales de peluche y personajes.
[←2]

Superhéroe de Marvel.
[←3]
Sería algo como Montar con el cerdito. Un dólar.
[←4]
Son las mujeres que se corren cuando tienen el sexo oral y
vibraciones hechas con los labios en la vagina. En este caso las
vibraciones serían de una Harley en marcha.
[←5]

Hablamos de este ganache de chocolate. Mortal!!!!!!


[←6]
La cerveza de raíz, zarzaparrilla o root beer es una bebida elaborada
mediante una combinación de vainilla, corteza cerezo, raíz de orozuz, corteza
de raíz de sasafrás, nuez moscada, anís, y melaza, entre otros ingredientes.
También existe la versión alcohólica de la bebida.
[←7]
Un smoothie es un batido de fruta comercializado con esta apelación. Es una
bebida cremosa no alcohólica preparada a base de trozos y zumos de fruta,
concentrados o congelados, mezclados tradicionalmente con productos
lácteos, hielo o helado.
[←8]
Smoothies. Es un batido de fruta cremoso.

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