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Universidad de las Américas

Nombre: Aimee Salinas

Fecha: 28-nov-21

Disfuncionalidad de las familias a causa de la cuarentena por el COVID-19

En primer lugar, es importante definir que es disfuncionalidad familiar, se considera


una familia disfuncional cuando existen comportamientos desadaptativos en uno o más
miembros de la familia, lo cual impide que puedan relacionarse sanamente con los otros
miembros del núcleo familiar. Dentro de esta disfuncionalidad se encuentran aspectos
relacionados con la estabilidad emocional, social y psicológica, no basta con que un miembro
de la familia sea estable en los tres aspectos mencionados, ya que el resto de los miembros
también son participantes activos de la dinámica familiar, por tanto, al existir uno o más
miembros de la familia disfuncionales, todo el sistema se ve influenciado por las conductas
y comportamientos de los otros. (Pérez & Reinoza, 2011)

En el contexto de la cuarentena y confinamiento por el COVID-19 muchas familias


se vieron obligadas a permanecer en un mismo sitio con los otros miembros del hogar, en
donde surgió la necesidad de nuevas dinámicas familiares, asumir roles distintos, buscar
estrategias de afrontamiento ante posibles necesidades, los padres tuvieron que aprender a
controlar sus emociones y buscar la manera de satisfacer las necesidades de sus hijos.

En hogares donde existía roles disfuncionales dio inicio a escaladas simétricas en


busca de autoridad, hogares en donde los padres no establecían límites ni autoridad a los hijos
las relaciones familiares se empeoraron aún más, provocando sintomatología de estrés,
ansiedad, depresión, etc. En familias en donde antes de la cuarentena no existía violencia
comenzaron a desarrollarse distintos modos de agresión ocasionados por la falta de
mecanismos de afrontamiento ante esta situación, en sistemas familiares violentos en donde
las agresiones eran entre la pareja, se esparció hacia los hijos, a los adultos mayores y
cualquier otro miembro de la familia. (Gómez & Sanchez, 2020)

Está claro que la violencia es síntoma de un hogar disfuncional, con roles y limites
difusos, al existir dinámicas familiares desadaptativas y verse obligados a convivir de manera
cercana a diario y por un tiempo prolongado, trasladando las actividades diarias al entorno
del hogar, como el trabajo y los estudios, privo a las personas de estos espacios en donde
podían desenvolverse de manera distinta y en donde encontraban un espacio seguro, sumado
a esto, muchas familias atravesaron momentos de crisis económica, duelos, separaciones,
entre otras situaciones que agravan las relaciones del sistema en donde no existen dinámicas
saludables ni mecanismos de afrontamiento frente a crisis no normativas. Además, influyeron
a desarrollar comportamientos disfuncionales dentro del hogar, es que muchas personas se
vieron limitadas de acudir a espacios en donde podían drenar el estrés o ira, dando como
resultado el acumulamiento de estrés y ansiedad, desembocando en descargas agresivas hacia
los otros miembros del hogar. (Montero, 2020)

Algunos de los aspectos clave dentro de la disfuncionalidad familiar en el contexto


del aislamiento se puede encontrar que en familias donde se establecen límites abiertos y no
existe mayor relación entre los miembros de la familia, la cuarentena los obligo a convivir y
por tanto los problemas nacieron de no saber relacionarse y la ausencia del sentimiento de
pertenencia entre los miembros del hogar, a la par, al no existir ausencia de reglas y limites
funcionales, los miembros del sistema desconocían las funciones y roles que debían cumplir,
dando como resultado que uno de los miembros de la familia asuma un rol dominante y los
otros roles sumisos, desembocando en un desequilibrio potencialmente peligroso de poder,
en donde las agresiones se presentan desde micro violencias a agresiones físicas y verbales
que van en aumento.

Otro de los factores que desemboca en disfuncionalidad son los problemas


comunicacionales, es decir, miembros de la familia que no se sienten libres o seguros de
expresar sentimientos y pensamientos, de manera que los reprimen y en un intento de
comunicarlos de manera indirecta derivan en que el mensaje no sea claro y los otros
miembros presenten conductas defensivas. Finalmente y para concluir, el aislamiento
provoca que en familias disfuncionales las dinámicas se muestren más violentas y en
constantes agresiones hacia todos los miembros de la familia, mientras que en familias que
aparentemente eran funcionales, se presentaron dinámicas poco exitosas para sobrellevar la
situación, derivando en la búsqueda de culpar a un miembro de la familia por los problemas
crecientes, aumentando los niveles de tensión que desembocan en acciones de humillación y
desvalorización hacia otros miembros del sistema. (Bravo & Oviedo, 2020)
Referencias:

Bravo Gómez Branny Williams y Oviedo Gutierrez Amalia Daniela (2020). Estrés
emocional debido al aislamiento social por la pandemia covid-19 en padres de familias.
Polo del conocimiento 5 (09), 579-591. Recuperado de
file:///C:/Users/user/Downloads/1712-9538-2-PB.pdf

Gómez Macfarland Carla Angelica y Sanchez Ramirez Maria Cristina (2020).


Violencia familiar en tiempos de Covid, Mirada legislativa. Recuperado de:
http://bibliodigitalibd.senado.gob.mx/bitstream/handle/123456789/4891/ML_187.pdf?sequ
ence=

Montero Medina Diana Carolina, Bolívar Guayacundo Maria Ofelia, Aguirre


Encalada Lisseth Milena & Moreno Estupiñán Anahí Estupiñan, (2020). VIOLENCIA
INTRAFAMILIAR EN EL MARCO DE LA EMERGENCIA SANITARIA POR EL
COVID-19. Recuperado de:
http://cienciamerica.uti.edu.ec/openjournal/index.php/uti/article/view/316/551

Pérez Lo Presti, Alirio y Reinoza Dugarte, Marianela (2011). El educador y la


familia disfuncional. Educere, 15 (52), 629-634. Recuperado de:
https://www.redalyc.org/articulo.oa?id=35622379009

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