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¿Preparad@ para

la atención plena?

Mini guía para estar en el presente


¡ b i e n v e n i d @ a e s t a m i n i g u í a !

“Yo no puedo meditar porque me distraigo mucho. Pensamientos que no


tienen relación con el presente aparecen una y otra vez, y me frustra.”

Esto es lo que suelen decir las personas cuando empiezan a


conocer la práctica de la atención plena, porque tienen
expectativas poco realistas e imposibles de alcanzar: vaciar la
mente por tiempo indefinido y sin interrupciones.

Lo cierto es que las personas nos distraemos, porque la


mente crea pensamientos. Y descuida, porque no solo te
pasa a ti, nos sucede a todas las personas, incluso a los
grandes maestros que llevan décadas y décadas practicando
estar en el aquí y el ahora.

La meditación mindfulness no es dejar la mente en blanco,


sino aprender a alejarse del pensamiento descontrolado. Nos
ayuda a dejar de interpretar la realidad en base al pasado y
al futuro, para enfocarnos exclusivamente en el momento
presente.

¿Sabías que la atención plena no es una práctica mágica ni


mística, sino que está respaldada científicamente? Está
demostrado que tiene un impacto positivo en todas las áreas
de nuestra vida diaria.

Pero, ¡dejémonos de teoría y vayamos a la práctica!


Ahora sí, ¡comencemos!

Si eres principiante del mindfulness no te preocupes, seremos


compañer@s de viaje. Los cuatro pasos básicos son: sentarse,
respirar, atención y actitud.

Siéntate.

Puedes sentarte en una silla, un sillón e incluso en el piso.

La postura es muy importante, así que procura mantener la espalda


apoyada o bien sostenerla erguida por tu cuenta.

2. Respira.

Inspira el aire por la nariz expandiendo tu abdomen mientras cuentas


hasta cinco. Mantén el aire dentro contando hasta tres. Exhala por la
boca poco a poco mientras tu abdomen vuelve a su posición original
contando hasta cinco. Deja que pasen 3 segundos para volver a
empezar.

3. Pon atención.
Estás respirando. Pon toda tu atención en eso. Percibe cómo se siente tu
cuerpo al respirar. Cuando te enfocas en ella, te anclas en el momento
presente. No puedes respirar el ayer ni el mañana, solo el hoy.

4. Mantén una actitud de calma y aceptación.


Para practicar la atención plena es fundamental desarrollar la actitud
de calma y aceptación. No tienes que desesperarte por concentrarte en
la respiración, ni por quitarte los pensamientos de encima. Sino todo lo
contrario: aprender a tolerar la frustración y ser paciente con tu proceso.
Regresa a tu respiración de forma voluntaria, cada vez que tu atención
se fugue hacia un lugar lejano. Vuelve a ti.

Pasar de tener la mente en mil Para enfocar nuestros


lugares al mismo tiempo pensamientos en el presente.
est e es el fi n al...

Esta mini guía llegó a su fin.

No voy a detenerme aquí a mencionar los infinitos beneficios


que obtenemos al practicar la atención plena de manera
sostenida en nuestra vida diaria, ¡quiero que me los cuentes
tú!

¿Cómo te has sentido al realizar la atención plena? Puedes


compartir tu experiencia en una hitoria y etiquetándonos
como @psi.mammoliti en Instagram.

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de psicólogas preparadas para acompañarte. Encuentra más
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