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Título de la obra: “Andy y sus pensamientos”

Autora: Yanett Mora.
4 Personajes: 
1. Andy (Niño de 9 años).
2. Fede (Niño de 10 años).
3. Tomás (Niño de 9 años).
4. Pecas (Perro, representado por un niño).
5. Amigos (Varios niños entre 9 y 10 años).
Acto I:

Ambientación: Cuarto de Andy.
Introducción:  Andy era un niño que no le gustaba salir a jugar con sus vecinos, pero todas
las tardes, se asomaba desde su ventana para ver jugar a los chicos de la cuadra. Fede, su
vecino más cercano, siempre notaba como Andy los veía.
Fede (Gritando y viendo hacia la ventana): ¡Andy, sal a jugar!
Andy corrió rápidamente la cortina y fingió no haber visto nada.
Acto II:

Ambientación: Cuadra de la casa de Andy.


Introducción: Una tarde, Andy saca a pasear a su perro Pecas por la cuadra. Luego de
caminar algunas horas con Pecas, pasa cerca del juego de béisbol que como cada tarde, se
reunían todos los chicos de la cuadra a practicar. Andy se quedó viendo desde lejos. Los
chicos lo invitaban a jugar pero él nunca se acercaba , siempre mirando desde lejos. De lo
que no se da cuenta Andy, es de que Fede, lo observaba. Cuando le toca lanzar la pelota, la
arroja intencionalmente hacia Andy.
Fede: ¡Hola Andy! ¡Hola Pecas! ¿Cómo están hoy?.
Pecas ladra alegremente y Andy se queda callado mirando hacia el piso.
Fede: ¿Por qué siempre nos evades, Andy? ¿Por qué nunca quieres jugar con nosotros?.
Andy seguía mirando hacia el piso, en su cara se notaba que se rehusaba a responder.
Pecas seguía ladrando alegremente.
Fede: ¿Qué te sucede, Andy?.
Andy, enojado e impotente, saca sus dos manos del bolsillo del suéter (que siempre tenía
guardadas y nunca dejaba que se viesen).
Fede queda sorprendido.
Andy: ¡Estás viendo, Fede! Mi mano derecha no es igual a mi mano izquierda. Nunca se
desarrolló igual que la otra cuando era bebé, o igual que tus manos o la de todos! Así jamás
podría jugar bien y nadie me escogería para ser parte de su equipo. ¡Hasta les daría miedo
estar cerca de mi!.
Fede: Andy, yo siempre lo he sabido. Recuerda que tu mamá y mi mamá son vecinas desde
que eran niñas como de nuestra edad. Solo quiero que sepas que tu mano, no te define. Lo
que lo hace es la manera en cómo enfrentas tus desafíos. Tu mano sólo te empuja a llenarte
de coraje y fortaleza y creer en tí como ser humano.
Andy: ¡Todos los chicos me van a despreciar por ser diferente a ellos!.
Fede: ¡Estás equivocado, Andy!. El único que siente desprecio hacia ti, eres tú mismo y por
eso siempre estás triste y piensas que los demás no querríamos jugar contigo. 
Unas lágrimas empiezan a bajar de los ojos de Andy. Pecas se acerca a él y lo empieza a
lamer. Andy se sienta, Pecas se le acuesta encima.
Fede (Voltea y se dirige hacia su amigos): ¡Chicos, continúen ustedes, debo hacer algo,
tomen la pelota!.
Vayamos por un helado, Andy.
Acto III

Ambientación: Heladería de la cuadra.
Introducción: Andy y Fede se compran unos helados y se sientan en la acera de la calle de
la heladería. Pecas no podía dejar de ver sus deliciosos helados.
Fede: Siempre notaba que nunca sacabas tus manos de tu suéter.
Andy: Desde que soy pequeño, escondo mi mano dentro del suéter para que nadie la vea.
Fede mira la mano de Andy.

Andy: Mi mamá siempre me ha dicho que ser diferente no es nada malo, al contrario, te
hace especial y distinto de los demás.
Fede: Me parece que tu mamá tiene toda la razón. Al final todos somos diferentes de
alguna manera, algunos chicos son altos, otros bajos, unos flacos y otros no tan flacos, hay
chicos y hay chicas.
Andy: Cada vez que me veo al espejo, imagino que todos los niños se burlaran de mi. Es
por eso que nunca acepto jugar con ustedes.
Fede: ¡Pero no puedes pasar el resto de tu vida sintiéndote de esa manera!.
Andy: Lo sé.
Fede: Andy, acepta jugar con nosotros hoy, y si te sientes incómodo o alguien se burla de
ti, puedes dejarme de hablar por el resto de tu vida.
Andy (Entre risas): No sé si quiera dejarte de hablar por el resto de mi vida, Fede, pero
aceptaré la invitación. Sé que algún día se cansarán de invitarme y no lo volverán a hacer
después. 
Fede: ¡Es una buena noticia! Comamos rápido estos helados y vayamos a jugar con los
otros chicos.
Fede y Andy se comen rápido los helados y Pecas no dejaba de mirarlos.
Acto IV

Ambientación: Cuadra de la casa de Andy.


Introducción: Andy y Fede llegan junto con Pecas luego de comerse el helado. 
Fede: ¡Chicos, chicos, atención! Hoy tenemos un invitado muy especial que se unirá a
nuestro juego de hoy.
Tomás: ¡Hola Andy, te estábamos esperando!.
Todos los chicos forman algarabía y empiezan a designar sus nuevos puestos. Pecas se
sienta a un lado a observar el juego.
Fede: Andy, ¿qué puesto te gustaría?.
Andy: ¡Me gustaría ser el lanza pelotas!.
Tomás: ¡Genial! Atención chicos, Andy será el lanzador!.
Andy se acomoda en el montículo. Se prepara para lanzar y toma la pelota con su mano
derecha. Aunque le pesa mucho hace todo el esfuerzo y la lanza pero no logra llegar muy
lejos.
Tomás: ¡No importa Andy, intenta de nuevo!.
Andy toma de nuevo la pelota y la lanza. Obtiene el mismo resultado anterior.
Fede: ¡Vamos Andy, tu puedes!.
Andy (Mirando con determinación su mano izquierda): Chicos, ¿Saben qué? Nunca lo he
intentado con la izquierda.
Tomás: ¡Entonces ya es momento de que lo intentes, Andy!.
Andy se prepara, respira profundo y lanza la pelota.
Tomás, el bateador, logra batear la pelota y luego corre con fuerza, pero Fede fue más
rápido, atajó la pelota y le hizo un out.
Tomás: ¡Oh noooo quedé fuera!.
Fede: ¡Excelente lanzada, Andy!.
Tomás: ¡Aunque haya quedado fuera del juego, debo admitir que para ser tu primera vez
lanzando con la izquierda, lo haces muy bien, Andy!.
Andy se sentía feliz. Al finalizar el partido que quedó empatado, todos los chicos celebran
y felicitan a Andy. Pecas se acerca con emoción para festejar con los chicos.
Tomás: Andy, me encantaría hacerte una propuesta.
Andy: Dime, Tomás.
Tomás: ¿Te gustaría venir a practicar todos los días con nosotros? Practicando podrás
lanzar cada vez mejor y justamente necesitamos a un lanzador para el equipo.
Andy: Claro que si, Tomás, a partir de mañana vendré todos los días. De verdad lamento
haber pensado que ustedes se burlarían.
Fede: Nuestros pensamientos son los que nos detienen de hacer cosas. Muchas veces
pensamos más de lo que deberíamos y dejamos a un lado los pensamientos positivos por los
negativos, permitiendo que nos consuman y haciéndonos creer que todo lo que queramos
hacer, puede salir mal y que todos a nuestro alrededor se burlaran y no nos respetarán.
Tomás (poniendo su mano sobre el hombro de Fede): Nuestro mayor sueño es ser
beisbolistas profesionales, y para nosotros es muy importante creer en nosotros mismos. Si
no lo hacemos nadie más lo hará. 
Andy: ¡Es exactamente lo que me sucede, tal vez si empiezo a creer más en mi y a tenerme
confianza lograré sacarme la pena que me hace no querer hacer amigos!.
Tomás: Así es. Podemos ayudarnos todos los días apoyándonos los unos a los otros.
Andy: ¡Este día lo recordaré por siempre chicos, gracias por insistir en hacerme jugar con
ustedes!.
Fede, Tomás y Andy reían. Pecas se acercó y empezó a brincarle y lamerme la mano a
Andy.
FIN.
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