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ANDY Y SUS PENSAMIENTOS

Yanett Mora
Andy (Valeria C) - 9 años
Fede (Enny Cuesy) - 10 años

Acto I
Ambientación: Cuadra de la casa de Andy

Narrador: Andy era un niño que le gustaba observar jugar a los chicos de la cuadra, Fede
su vecino más cercano, siempre notaba como Andy los veía. Una tarde, cuando Andy
salió de su casa para observarlos un poco más de cerca, se dio cuenta de que ellos
habían notado su presencia y sucedió lo siguiente.

(Fede lanza la pelota por donde está Andy y cae muy cerca de él)

Fede: ¡Andy, pásame la pelota! ¿Andy?

(Fede se acerca más a él y recoge la pelota)

Fede: ¿Por qué siempre nos evades, Andy? ¿Por qué nunca quieres jugar con nosotros?

(Andy seguía mirando hacia el piso, en su cara se notaba que se rehusaba a responder)

Fede: ¿Qué te sucede, Andy? Contéstame, por favor.

(Andy, enojado e impotente, saca sus dos manos del bolsillo del suéter (que siempre tenía
guardadas y nunca dejaba que se viesen).

Andy: ¿Qué no te das cuenta, Fede? Mi mano derecha no es igual a mi mano izquierda.
¡Nunca se desarrolló igual a la otra cuando era bebé, o igual que tus manos o la de todos!
Así jamás podría jugar bien y nadie me escogería para ser parte de su equipo. ¡Hasta les
daría miedo estar cerca de mi! Así que aléjate y déjame solo.

Fede: Andy, yo siempre lo he sabido. Recuerda que tu mamá y mi mamá son vecinas
desde que eran niñas como de nuestra edad. Sólo quiero que sepas que tu mano no te
define. Lo que lo hace es la manera en cómo enfrentas tus desafíos. Tu mano sólo te
empuja a llenarte de coraje y fortaleza y creer en tí como ser humano.

Andy: ¡No lo entiendes! Todos los chicos me van a despreciar por ser diferente a ellos.

Fede: ¡Estás equivocado, Andy! El único que siente desprecio hacia ti, eres tú mismo y
por eso siempre estás triste y piensas que los demás no queremos jugar contigo.-
¡Chicos, continúen ustedes, debo hacer algo, tomen la pelota!

Acto II
Ambientación: Sentados en la puerta de la casa de Andy.
(Andy y Fede se sientan juntos para hablar)

Fede: Siempre notaba que nunca sacabas tus manos de tu suéter.


Andy: Desde que soy pequeño, escondo mi mano dentro del suéter para que nadie la
vea.-Mi mamá siempre me ha dicho que ser diferente no es nada malo, al contrario, te
hace especial y distinto de los demás.

Fede: Andy, tu mamá tiene toda la razón. Al final todos somos diferentes de alguna
manera, algunos chicos son altos, otros bajos, unos flacos y otros no tan flacos, hay
chicos y hay chicas.

Andy: Cada vez que me veo al espejo, imagino que todos los niños se burlaran de mí. Es
por eso que nunca acepto jugar con ustedes.

Fede: ¡Pero, entiéndelo, no puedes pasar el resto de tu vida sintiéndote de esa manera!

Andy: Lo sé.

Fede: Anda, acepta jugar con nosotros hoy, y si te sientes incómodo o alguien se burla de
ti, puedes dejarme de hablar por el resto de tu vida.

Andy (Entre risas): No sé si quiera dejarte de hablar por el resto de mi vida, Fede, pero
aceptaré la invitación. Sé que algún día se cansarán de invitarme y no lo volverán a hacer
después.

Fede: ¡Esa es una buena noticia, amigo! Ven, vamos a jugar con los otros chicos.- ¡Hey,
amigos! ¡Aceptó jugar, Andy, aceptó jugar con nosotros!

Narrador: Desde entonces poco a poco Andy supo integrarse con sus demás amigos y
entendió que sus diferencias sólo lo hacen ser diverso como los demás y eso nos hace
ser iguales.

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