0 calificaciones0% encontró este documento útil (0 votos)
8 vistas3 páginas
El documento habla sobre el delito de cohecho en Ecuador. Explica que el cohecho involucra dos partes, el soborno activo y el soborno pasivo. El soborno activo ocurre cuando alguien ofrece un soborno a un funcionario público, mientras que el soborno pasivo ocurre cuando el funcionario acepta el soborno. El documento también destaca que el cohecho daña la administración pública y la confianza de la sociedad en sus funcionarios.
El documento habla sobre el delito de cohecho en Ecuador. Explica que el cohecho involucra dos partes, el soborno activo y el soborno pasivo. El soborno activo ocurre cuando alguien ofrece un soborno a un funcionario público, mientras que el soborno pasivo ocurre cuando el funcionario acepta el soborno. El documento también destaca que el cohecho daña la administración pública y la confianza de la sociedad en sus funcionarios.
El documento habla sobre el delito de cohecho en Ecuador. Explica que el cohecho involucra dos partes, el soborno activo y el soborno pasivo. El soborno activo ocurre cuando alguien ofrece un soborno a un funcionario público, mientras que el soborno pasivo ocurre cuando el funcionario acepta el soborno. El documento también destaca que el cohecho daña la administración pública y la confianza de la sociedad en sus funcionarios.
JUEZ DE LA SALA PENAL, TRANSITO Y MILITAR DE LA CORTE NACIONAL DE JUSTICIA DE ECUADOR La corrupción es la acción y efecto de corromper, sobornar a alguien, por tanto, se puede hablar de una depravación moral o simbólica, se dice que la corrupción es también la práctica del abuso de poder para sacar provechos económicos, políticos y sociales; la corrupción y el soborno van de la mano y se relacionan en el aspecto político, se destaca la importancia de lo que señala el jurista Francisco Muñoz Conde, que dice que el cohecho es corrupción transnacional y cita a Carlos Marx porque dice que la corrupción está en el aire; en la realidad, en el lugar donde nosotros nos desenvolvemos nos permite establecer que esta no es simplemente una frase, sino más bien es un hecho que se va repitiendo todos los días en nuestro diario vivir y dentro de la sociedad en general. No existe día en que nosotros no veamos a través de medios de comunicación sean escritos o televisivos o ahora más común y rápido a través de las redes sociales los grandes actos de corrupción que se van dando en el país, pero en esta época que la corrupción es como una pandemia estamos utilizando un término habitual, corrupción, ilícito en que existen dos partícipes. Aparecen los grandes juristas, los grandes detractores de las instituciones o de la institucionalidad del Estado y suelen señalar con el dedo lo que han hecho o han dejado de hacer determinado funcionario o determinada función pública, pues es muy fácil ser detractores de los unos o de los otros, sin considerar que existe un término llamado empatía que quiere decir “ponerse en los zapatos del otro”; sin embargo, las soluciones que ellos proponen se refieren a grandes reformas a los tipos penales, reformas constitucionales, pero en la praxis no ha servido de nada; más bien debemos comenzar con lo que estamos haciendo, ilustrar de manera correcta al alumnado, con conocimiento profundo con respecto al ámbito del derecho en general, para que podamos dar una nueva visión a la sociedad y limpiar y erradicar este ilícito que es la corrupción. Aquellos grandes juristas salen a detractar o a esbozar grandes conceptos, Muñoz Conde lo llama “derecho penal simbólico”, lo que hace es dar una respuesta para calmar los ánimos sociales. El cohecho ya existió en el tiempo del derecho romano, en nuestra legislación, el COIP sanciona el cohecho con lo que se señala en el artículo 280, por ello, los servidores que acepten obsequios en el cumplimiento de sus funciones, para beneficiar a otros, será sancionado con una pena privativa de libertad que va de 1 a 3 años, estas penas se pueden incrementar hasta 7 años. La conducta se agrava cuando estamos frente a un servidor público. El cohecho tiene dos partícipes: el cohecho activo y el cohecho pasivo (propio e impropio), este acto ataca el correcto proceder del funcionario en ejercicio de sus funciones, corrompiéndolo con dádivas, dinero etc., esto causa daños al bien público, al mismo ordenamiento jurídico y a particulares. Cohecho activo de parte de quien soborna, cohecho pasivo quien se deja sobornar, el que soborna comete una falta grave pero mayor es la falta del servidor público que recibe el soborno, esta forma de proceder es inmoral, lastimosamente se está volviendo una costumbre, el servidor no cumple con los preceptos legales y constitucionales. El servidor público debe ejercer su labor de forma correcta, por ello recibe un salario, al ser partícipe de cohecho daña la moral colectiva, la sociedad no tiene confianza en el servidor y tampoco hay eficacia en la administración pública. Desde la Corte Nacional, los magistrados conocen este inconveniente y están trabajando para cambiar esta situación, con audiencias públicas por ejemplo y que sea la ciudadanía y el soberano, nuestros testigos con el fin de emitir resoluciones al amparo de una justicia digna. El soborno es sinónimo de cohecho, existen dos sujetos que no cumplen disposiciones legales, el uno (activo) desea beneficiarse a través de actos dolosos, que el segundo (pasivo) los ejecuta a cambio de dinero que lo hará incrementar su patrimonio personal, recordemos también que existe la concusión, que es diferente porque en este caso, el servidor público es el que solicita la dádiva, el dinero, obsequios etc. El bien jurídico que se debe proteger es la correcta marcha de la administración pública, bien que se afecta por el cohecho, en tanto que, el núcleo del delito es ofrecer, aceptar promesas o recibir dones y tertulias, incluso el recibir un pequeño presente por alguna fecha especial, se considera ya un acto corrupto, es decir es un cohecho.