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Batalla del Hidaspes

La batalla del Hidaspes (conocido así por los griegos) fue una batalla librada por Alejandro
Magno el año 326 a. C. contra Poros (Pururava o Purushotthama en sánscrito), el rey de Paura
(reino ubicado en Punyab, hoy parte de Pakistán, véase Panyab pakistaní), cerca del río Vitastā
(desde el siglo XVII nombrado como río Jhelum, y llamado "Hydaspes" por los antiguos griegos),
tributario del río Indo. La batalla tuvo lugar en el margen oriental del río, cerca de Bhera,
Pakistán.

Esta fue la última gran batalla campal librada por Alejandro: aunque victorioso, el ejército
macedonio, exhausto, se amotinó, negándose a avanzar más hacia el interior de India. Fue la
primera vez desde la batalla de Gaugamela, cinco años antes, que el ejército de Alejandro se
enfrentó a elefantes de guerra. El rey Poros y sus hombres presentaron una resistencia tan fiera
contra el invasor macedonio que se ganaron el respeto y la admiración del propio Alejandro.[19] ​
Batalla del Hidaspes

Batallas de Alejandro Magno

Parte de Indian campaign of Alexander the Great

Pintura de Charles Le Brun mostrando a Alejandro y Porus durante la batalla del Hidaspes

Fecha 326 a. C.

Lugar Cerca del río Jhelum, Punjab, Pakistán.

Coordenadas 32°49′40″N 73°38′20″E/ 3


 2.827777777778,
73.638888888889 (http://tools.wmflabs.org/geoha
ck/geohack.php?language=es&pagename=Batalla_
del_Hidaspes&params=32.827777777778_N_73.63
8888888889_E_type:event)

Resultado Victoria macedonia.[1] [2]


​ [3]
​ ​

Fin de las conquistas militares de Alejandro.

Beligerantes

 Reino de Macedonia
Reino indio de Paura, ubicado en el Panyab
Aliados griegos, persas e indios

Comandantes

Alejandro Magno Poros

Fuerzas en combate

34.000 infantes[4] [5]


​ [6]
​ ​
20.000 infantes[10] ​

7.000 jinetes[7] ​[8] [9] ​ 2.000 jinetes[10] ​

300 carros[11] ​

200 Elefantes[12] [13]


​ ​

Bajas

4.000 muertos de infantería,[14] ​280 muertos de 12.000 muertos de infantería,[17] ​400 muertos de
caballería,[15] ​8.000 heridos[16] ​ caballería,[11] ​9.000 hombres capturados, 80

[
elefantes capturados[18] ​

Preludio

Después de que Alejandro venciera a los últimos vestigios del Imperio Aqueménida liderados
por Besos y Espitamenes en el 328 a. C., inició una nueva campaña para extender aún más su
imperio hacia India en el 327 a. C. Algunos académicos estiman la fuerza de invasión en unos
120.000 hombres,[6] ​mientras que otros hablan de 41.000[4] ​o 46.000.[5] ​

La fuerza principal se dirigió al actual Pakistán a través del paso de Khyber, mientras una fuerza
menor bajo el mando personal de Alejandro se dirigió por la ruta del norte, tomando por el
camino una fortaleza en Aornos (el actual Pir-Sar, en Pakistán). A principios de la primavera del
año siguiente, reagrupó ambas fuerzas y se alió con Taxiles (en realidad Ambhi, rey de Taxila),
para enfrentarse contra su vecino el rey de Paura, Poros, que decidió plantar cara a Alejandro. El
ejército del macedonio era mucho más numeroso, pero Poros tenía un as en la manga: dos
centenares de elefantes de guerra, cuya presencia amenazaba con volver inútil la caballería
griega debido al miedo que causaban los paquidermos a sus monturas. Ambas fuerzas se
encontraron a orillas del Vitastā; los griegos en la orilla occidental, los indios en la oriental.

La batalla

Poros, que había llegado antes a su orilla del río Vitastā, se situó frente al ejército de Alejandro y
se preparó para rechazar cualquier intento de cruce. La corriente era fuerte debido a las lluvias
monzónicas, y el cauce profundo, por lo que cualquier intento de cruzar por la fuerza provocaría
enormes bajas. Consciente de ello, Alejandro se esforzó por encontrar un vado alternativo, y
pasó las dos semanas siguientes desplazando a sus tropas arriba y abajo por la orilla, con el
ejército de Poros siguiéndole sin perderle nunca de vista.
Cruce del Vitastā ("Hydaspes") por Alejandro; puede apreciarse cómo su punto de cruce principal coincidió
inadvertidamente con una isla, lo que le obligó a cruzar dos veces la corriente.

Tras las continuas fintas y contrafintas, localizó un buen lugar para cruzar, a unos 30 km río
arriba de su campamento. Esa misma noche trasladó en secreto a ese punto una parte
sustancial de sus fuerzas, incluyendo casi toda la caballería, con la intención de hacerla cruzar
en secreto y sin oposición (se habla de unos 10.000 infantes y 5.000 jinetes). El contingente
principal quedó al mando de Crátero, con instrucciones de cruzar el río tan pronto como no
hubiera elefantes oponiéndose y Poros estuviera enfrentándose a Alejandro con la mayor parte
de sus tropas. Entonces el ejército indio sería atrapado por un clásico movimiento de pinza de
ambas fuerzas.

El cruce resultó más difícil de lo esperado. Para sorpresa de los griegos, lo que creían ser la
orilla resultó ser una isla con un canal detrás. No obstante, toda la fuerza logró cruzar antes del
alba y descansar un poco antes de marchar sobre el campamento de Poros, quien aún no sabía
nada del vadeo. El rey indio despertó para encontrarse con que una fuerza indeterminada de
griegos había cruzado el río Vitastā durante la noche y se dirigía hacia su postura.

Convencido de que se trataba de una maniobra de diversión, mandó un pequeño contingente de


caballería y carros dirigido por su propio hijo (quien probablemente se llamaba también Poros).
Sin embargo, esta pequeña fuerza resultó aniquilada por los griegos, y el hijo del rey cayó en
combate. Al recibir las noticias, Poros decidió enfrentarse a Alejandro con el grueso de sus
tropas y dejar un pequeño destacamento frente al grueso del ejército macedonio liderado por
Crátero, a fin de impedir su cruce.
Ataque combinado de la caballería y la infantería macedonias contra el centro y el flanco izquierdo indios. La destrucción
total de la caballería india, sorprendida en el centro y superada ampliamente a la izquierda, decidió el resultado de la
batalla.

Los elefantes de Poros suponían un grave problema para Alejandro. El éxito del macedonio en
sus batallas se debía mayormente a su habilidad para crear huecos en las líneas enemigas a
través de los que poder cargar con los Hetairoi; esa fue la táctica que le ganó las aplastantes
victorias de Issos y Gaugamela. Sin embargo, los elefantes sembraban el pánico en los
caballos. El simple olor de los paquidermos los volvía totalmente ingobernables. Y Poros había
desplegado a sus elefantes formando una línea compacta enfrente de su infantería, con la
caballería dividida por igual en ambos flancos. Cargar contra la infantería en esas condiciones
era imposible para la caballería macedonia, ya que la línea de elefantes era, a todos los efectos,
tan impenetrable para ella como un muro de piedra.

Alejandro, situado a la derecha de la línea macedónica y decidido a no desperdiciar su caballería


contra los elefantes de Poros, ordenó a un contingente de arqueros montados que disparase
sobre la caballería del flanco izquierdo indio, y lanzó una carga contra la misma inmediatamente
después. Sin embargo, Alejandro no había llevado consigo a toda su caballería. Antes del asalto
separó una gran unidad al mando de Coeno, con órdenes de volver grupas y pasar, ocultándose,
por detrás de la falange macedonia, con el fin de atacar por sorpresa el flanco derecho indio.
Esta maniobra, que resultaría crucial para el resultado de la batalla, logró pasar totalmente
inadvertida a las fuerzas indias.

Como era de esperar, la caballería india del ala derecha empezó a dirigirse de inmediato en
auxilio de sus fuerzas en el otro flanco, cruzando el aún vacío campo de batalla por delante de
sus propias líneas en un intento de atacar a la caballería liderada por Alejandro por su
desguarnecido flanco derecho y cortarle la ruta de regreso a sus propias líneas. pero su
movimiento se vio interrumpido nada más empezar por el ataque por sorpresa de Coeno, que
asaltándola desde el flanco izquierdo macedónico cogió al ala derecha india prácticamente por
la espalda. Pronto quedó desbaratada y huyendo directamente hacia sus líneas, mientras Coeno
y sus fuerzas, prosiguiendo su avance, campaban a sus anchas por la retaguardia india.

El ala derecha india se mezcló en su huida con la línea de elefantes, provocando un enorme
caos en sus propias filas. Ese fue el momento en que Alejandro ordenó a la falange iniciar su
avance. Hasta el momento había logrado aplastar a la caballería india mientras al mismo tiempo
mantenía la propia lejos de los dañinos elefantes. La infantería macedonia, libre de la amenaza
de la caballería enemiga, resistió una carga de los elefantes y logró ponerlos en fuga, aunque a
costa de muchas bajas. En su huida, los animales aplastaban indiscriminadamente tanto a
amigos como a enemigos, aumentando la confusión y facilitando el avance de la falange que
les pisaba los talones. Crátero había iniciado el cruce del río, y aunque la fuerza principal apenas
intervino, la batalla acabó con una rendición en masa del ejército indio, totalmente rodeado.

Consecuencias
La falange atacando el centro durante la batalla del Hidaspes (André Castaigne, h. 1898).

Con casi ocho horas de duración,[20] ​fue una batalla muy larga para los estándares de la
antigüedad, y sin duda resultó tremendamente sangrienta. Poros impresionó profundamente a
Alejandro por su valor y capacidad, hasta el punto de que le perdonó la vida y le permitió seguir
gobernando en su nombre: tras encontrarle en pie erguido, a pesar de haber sido herido en el
hombro, con casi dos metros de altura, le preguntó cómo deseaba ser tratado. Poros le
respondió: "Trátame, oh Alejandro, como a un rey".[21] ​

Las bajas entre la caballería griega, unos 280 hombres, fueron muy inferiores a las sufridas por
la infantería (principalmente la falange), con cerca de 4.000 muertos y unos 12.000 heridos. La
enorme matanza se produjo principalmente como resultado de la carga de los elefantes de
Poros, que pudieron ser puestos en fuga a costa de enormes sacrificios. No era la primera vez
que persas o macedonios veían elefantes de guerra; de hecho, Darío usó 15 de ellos en
Gaugamela, aunque no parece que tuvieran un gran efecto en la batalla. Sin embargo, parece
muy probable que junto al río Vitastā sea la primera vez que tuvieran que ver y sufrir los efectos
de una carga masiva de elefantes. El combate contra una línea de elefantes a plena carga tenía
sin duda un tremendo impacto psicológico en la unidad atacada, de modo que el hecho de que
lograran finalmente ponerlos en fuga es un tremendo testimonio de la disciplina y habilidad de
las falanges macedónicas. El ejército de Poros sufrió unos 12.000 muertos y cerca de 9.000
hombres fueron capturados.

La victoria de Alejandro es fácilmente atribuible a dos hechos: el exitoso cruce por sorpresa del
río Jhelum (en esa época río Vitastā) con una fuerza suficiente, y el impulso de última hora de
ordenar a Coeno dar la vuelta en secreto y atacar por el otro flanco, tras ver el despliegue indio.
Mirando la batalla y su resultado con la perspectiva que da la historia, lo cierto es que Alejandro
logró su victoria más costosa en una batalla contra un enemigo muy inferior en número que le
infligió una enorme cantidad de bajas, y marcó el fin de sus campañas de conquista hacia el
este. Tras la batalla, los oficiales de Alejandro se opusieron fuertemente a la intención de su jefe
de proseguir hacia el este, alegando que el ejército estaba exhausto y empezaba a
desmoralizarse por llevar más de ocho años en campaña. A esto se sumaba el temor a verse
forzados a enfrentarse de nuevo con una unidad india de elefantes en tan gran número.

A regañadientes, y tras muchas discusiones, Alejandro ordenó, unas semanas después, el


regreso hacia Babilonia, aunque no sin antes fundar dos nuevas ciudades: Alejandría Nicea (o
Nikaia, literalmente Ciudad de la Victoria), en el lugar de la batalla, y Alejandría Bucéfala (frente a
la actual Jhelum) en la orilla opuesta, esta última en honor de su querido caballo Bucéfalo, que
resultó muerto tras la batalla.

Durante los últimos años han surgido algunas voces discrepantes con el resultado comúnmente
atribuido a la batalla, por parte principalmente de historiadores indios, que argumentan (con
mayor o menor intensidad) que Alejandro realmente fue derrotado por Poros, siendo esa derrota
la razón real para su regreso hacia Babilonia.[22] ​Semejante interpretación choca no solo con los
historiadores clásicos (aunque se ha argumentado que, como occidentales, son pro-
alejandrinos), sino también con la fundación de las ciudades mencionadas.

En cualquier caso, la batalla, ganada o perdida, supuso el fin de la expansión de Alejandro hacia
el este, al punto en que sus tropas se negaron a seguir avanzando.

Referencias

1. Engels, Donald W. (1978). Alexander the Great and the Logistics of the Macedonian Army.
Berkeley/Los Angeles/London.
2. Lonsdale, David. Alexander the Great, Killer of Men: History's Greatest Conqueror and the
Macedonian Way of War, New York, Carroll & Graf, 2004, ISBN 0-7867-1429-8

3. Arrian (1976) [140s AD]. The Campaigns of Alexander. trans. Aubrey de Sélincourt. Penguin
Books. ISBN 0-14-044253-7.

4. Welman estima unos 41.000 soldados en total.

5. Guha estima unos 46.000 soldados en total.

6. Harbottle llega a estimar 135.000 soldados en total.

7. Arriano 5.18.3 estima el tamaño de la caballería en 5.000 jinetes bajo el mando de Alejandro.

8. Fuller habla de otros 2.000 jinetes bajo el mando de Crátero.

9. Warry, 1991: 71-72. Estima en 40.000 las tropas de Alejandro, incluyendo 5.000 jinetes
locales.

10. Plutarco, p. 42-43

11. Plutarco, p. 42

12. Fuller p.185

13. Warry, 1991: 71. El autor estima que el ejército de Poro se componía de 20.000 a 50.000
infantes, 2.000 a 4.000 jinetes, 85 a 200 elefantes y 300 a 1.000 carros, a los que se sumaban
los reportes de los supuestos refuerzos (4.000 jinetes y 100 carros) traidos por el hermano
del monarca indio.

14. Green

15. Diodoro 17.89.3

16. Welman y Guha estiman que unos 12.000 soldados del ejército macedonio quedaron muertos
o heridos.

17. Diodoro 17.89.1-2

18. Fuller, p.199

19. Fuller, p.198

20. Plutarco

21. Rogers, p.200


22. Alexander the Ordinary (http://sify.com/itihaas/fullstory.php?id=13225593) Archivado (http
s://web.archive.org/web/20070613124727/http://sify.com/itihaas/fullstory.php?id=132255
93) el 13 de junio de 2007 en Wayback Machine., (en inglés), texto del Prof. Dinesh Agrawal
en el que defiende la supuesta derrota aplastante de Alejandro

Fuentes

Modernas
Fuller, John. The Generalship of Alexander the Great. New Jersey: De Capo Press, 1960.

Green, Peter. Alexander of Macedon: A Historical Biography, 1974.

Manav Guha (2005). Porus and Alexander: The Battle of the Jhelum 327-326 BC. Orders of
Battle. General Data LLC.

Harbottle, Thomas Benfield (1906). Dictionary of Battles. New York.

Rogers, Guy (2004). Alexander: The Ambiguity of Greatness. New York: Random House.

Warry, John (1991). Alexander 334-323 BC: Conquest of the Persian Empire. Oxford: Osprey
Publishing. ISBN 978-1-85532-110-6.

Welman, Nick. Battles (Major) (https://web.archive.org/web/20070902051302/http://pothos.


org/alexander.asp?paraID=95&keyword_id=8&title=Battles%20(Major)) y Army (https://web.
archive.org/web/20030708052623/http://www.pothos.org/alexander.asp?ParaID=78) .
Fontys University.

Antiguas
Diodoro Sículo (90-30 a. C.). Bibliotheca Histórica.

Quinto Curcio Rufo (60-70). Historiae Alexandri Magni.

Plutarco (75). The Life of Alexander the Great (https://web.archive.org/web/20070221175139/ht


tp://www.siu.edu/~dfll/classics/Civ2004/alia/alexander.pdf) (en inglés), Vidas paralelas.

Epítome de Metz.

Enlaces externos

Livius Picture Archive: Hidaspes (Jhelum) (http://web.archive.org/web/http://www.livius.org/


a/pakistan/jhelum/Hidaspes.html) (en inglés)
Wikimedia Commons alberga una categoría multimedia sobre Batalla del Hidaspes.
Datos: Q213074

Multimedia: Battle of Hydaspes (https://commons.wikimedia.org/wiki/Category:Battle_of


_Hydaspes)

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